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Lecciones que debemos aprender de la agresión imperialista a Venezuela

Lecciones que debemos aprender de la agresión imperialista a Venezuela

Los golpes de Estado en Latinoamérica dirigidos por EE. UU. no han cesado en su intento de controlar a nuestros países. La motivación principal de EE. UU. no es la democracia, sino apoderarse de los recursos naturales, los que, de llegar a controlarlos, le darían la condición de monopolista en el mundo, más aún, al tener Venezuela la mayor reserva mundial de petróleo.

Los países imperialistas si quisieran todo el petróleo podrían comprarlo, están en toda la capacidad económica, pero se han acostumbrado históricamente a llevárselo gratis, lo que ha conllevado al saqueo, el neocolonialismo y el incremento de la pobreza de los explotados países tercermundistas por cientos de años.

Esta es la razón del por qué las elecciones en Venezuela no solo tenían una repercusión de carácter nacional, sino que era un asunto de soberanía continental antimperialista, hecho que inducirá a cambios obligados en la geopolítica mundial.

Las elecciones en Venezuela, como constan, se desarrollaron de manera voluntaria, ordenada y pacífica, pero como los resultados favorecieron una vez más a la izquierda, la derecha oligárquica pretendió desconocerlas. A la luz de los acontecimientos, la oposición no ha podido demostrar pruebas contundentes de fraude, lo que concluye que las mismas fueron transparentes.

Se dirigió un ciberataque a Venezuela sin precedentes, llegando situarlo en el país número treinta y nueve (39°) a nivel mundial, el día de las elecciones y los tres días posteriores, denunciando un falso fraude, incitando a la desobediencia y la violencia contra el gobierno legítimamente constituido.

Este ataque planificado en la modalidad de Guerra de Quinta Generación, proveniente desde varios países aliados a EE. UU., consistió en la participación conspirativa de las principales redes sociales de alcance mundial, las mismas que han fracasado por una sola razón: la capacidad de comunicación del gobierno con el pueblo.

Comunicación importante que debemos destacarla y realzarla como ejemplo estratégico, en la cual se identifica una defensa en tres niveles:

7.1. A nivel local, un total de 327 radios comunales defendiendo las conquistas de la Revolución Bolivariana.

7.2. A nivel nacional, con los programas similares a Aló Presidente, Diálogo Bolivariano, Con el Mazo Dando, Los Domingos con Maduro y Con Maduro Más, que se transmiten diariamente, además de Venezolana Televisión, y el haber recuperado el Estado sus frecuencias que antes estaban en manos privadas; y, finalmente,

7.3. A nivel continental, con el canal de señal abierta Telesur.

Esta fue la gran fortaleza para revertir el ataque comunicacional, caso contrario, el golpe habría tenido éxito, porque debemos ratificar una vez más que la guerra política, hoy más que nunca, es una guerra comunicacional.

Venezuela terminó por dar el tiro de gracia a la intentona golpista cuando el presidente Nicolás Maduro advirtió con quitarle el petróleo y el gas a EE. UU. para entregárselo a los BRICS, lo que hizo retroceder al imperio por el temor a experimentar un bloqueo energético, desconociendo a su candidato oligarca. Esto ha expuso una debilidad de EE. UU. que no podría haberlo imaginado: él puede bloquear a Venezuela, pero que también puede ser bloqueado por Venezuela.

Ahora, pueden haber cuestionamientos al gobierno, como es natural en todos los países, pero las amenazas de intervención militar, el bloqueo económico, comercial, financiero, sanitario y alimenticio, y los ataques cibernéticos, lejos de derrocar al gobierno han sido un boomerang, terminando de fortalecerlo ante los ojos del pueblo.

Los venezolanos deben sentirse orgullosos, una vez más, al ser protagonistas de la independencia continental, primero con la gesta emancipadora del norte y ahora con la Revolución Bolivariana. Sentirse orgullosos además de vivir sin tener precio, en un país enteramente soberano, que a pesar de las dificultades que son producto de las 930 sanciones económicas, impuestas por EE. UU. y la Unión Europea, ha decidido vivir con dignidad.

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Por Vladimir Cerrón Rojas

Médico Cirujano, Especialista en Neurocirugía, Magíster en Neurociencias, Doctor en Medicina, Expresidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales - ANGR, Gobernador Regional de Junín, Secretario General Nacional del Partido Político Nacional Perú Libre.

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