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ANTE ALGUNAS CRÍTICAS A LA UNIDAD DE IZQUIERDA

Vladimir Cerrón

A raíz de la ronda de conversaciones iniciada por Perú Libre con diferentes líderes de la izquierda peruana, han surgido críticas y ocasionalmente amenazas disidentes en nuestras filas y seguramente también surgirán en las otras.

Es importante aprovechar esta minicrisis para dilucidar diferentes aspectos respecto de la unidad. La unidad y la organización, son los retos más grandes que tiene la izquierda peruana, luego de su experiencia en la década de los ochenta.

Hemos asistido a decenas y algunos a centenas de reuniones para abordar el tema de la unidad y en la gran mayoría de ocasiones todo se ha circunscrito a un diálogo estéril o un concierto de hipócritas, para cuando luego de terminada la reunión, cada uno coja su propio camino por donde vino.

En el flanco interno del Partido también existen camaradas que pegan un grito al cielo, manifestando que nos estamos “contaminando” al hacer alianza con agrupaciones de izquierda caviar. Craso error.

Son quince años que el Partido lucha por posicionar y concretizar los anhelos sociales junto al pueblo, mediante el ejercicio del poder regional, por ahora, habiéndolo desarrollado de manera correcta, pero todavía en una jurisdicción limitada o reducida territorialmente.

Ese ejercicio correcto al que me refiero no es una obra exclusiva del Partido, sino es la sumatoria de varios factores y fenómenos políticos que coyunturalmente se presentaron, por ejemplo, una de ellas fue la voluntad política del Presidente de la República, miembro de otro partido político, quien facilitó la asignación presupuestaria, cuando también podría haberlo bloqueado.

Pese a esa experiencia existen camaradas que no han madurado y piensan que el puritanismo, el dogmatismo y el sectarismo, son fortalezas que debemos mantener, cayendo en un vergonzoso actuar infantil que no es más que la expresión de la inmadurez política.

En primer término, hoy en día, los líderes de la izquierda tienen diferentes génesis. Hay quienes vienen de experiencias forjadas a partir de movimientos políticos regionales, otros de que nacen en el estruendo de la lucha social, otros de descollar como dirigentes universitarios, otros de la experiencia en ONGs y otros de la dirigencia gremial o sindical. No hay una cantera única y es bueno que así sea.

Estos izquierdistas, generalmente son blanco de viles ataques, como el “terruqueo” tras cualquier opinión o acción social. La derecha los comprende en un solo saco, todos son lo mismo para ellos, pese a que puedan existir entre las diferentes corrientes izquierdistas aspectos ideológicamente insalvables, pero eso no le interesa a la derecha.

Ahora bien, ya no analicemos a la derecha, sino al mismo pueblo de a pie como solemos decir. A ellos tampoco les interesa los aspectos ideológicamente insalvables como mencionamos párrafo arriba, para la población todos ellos son de izquierda y que, si no se ponen de acuerdo y no van sólidos en una sola misión, recibirán nuevamente el castigo, de no lograr el apoyo popular suficiente para la victoria.

Por tanto, aquí existe una sola salida, la unidad, lejos de discrepancias ideológicas y políticas, programática. Lenin, nos enseña que, para llegar a la cumbre, no se puede hacer en línea recta en la mayoría de los casos, sino debe recurrirse al zig-zag y ello implica avance, retroceso, de pie, descanso, ceder, negociar, flexibilizar, alianzar, etc., como parte de táctica, pero siempre sin perder la estrategia. Pensar distinto es lo que llamaba infantilismo de izquierda, convirtiéndose el mismo en un arma poderosa de la derecha.

Esta unidad, no se hace sola, sino se organiza, y solo puede organizarse tras un programa que amalgame las voluntades de los diferentes líderes y militancias partidarias, caso contrario la izquierda está condenada al ostracismo con el consiguiente aplauso de la derecha.

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TRES CLAVES PARA ENTENDER LA CRISIS VENEZOLANA

Vladimir Cerrón

  1. Bloqueado por Estados Unidos. El cerco económico, financiero, comercial y alimenticio, aplicado contra Venezuela también le fue aplicado a Cuba por 60 años. Consiste en privarle todo comercio amenazando a los países que se atrevan a negociar con ellos, quitar todas las líneas de comunicación como la aérea para aislarlo, desconocer sus diplomáticos oficiales y reconocer a usurpadores, prohíbe hacer transacciones en dólar, confiscan sus empresas en el extranjero, prohíbe vender productos originarios del país como el petróleo a otras naciones, impide descargar alimentos y medicamentos importados, bloqueo de sus cuentas en el extranjero, entre otros, y de no resultar lo suficientemente para rendir al país puede conllevar al cerco y posterior invasión militar.
  2. Debilitamiento del campo socialista en Latinoamérica y el Caribe. La caída de gobiernos como en Ecuador con Rafael Correa; Honduras con Manuel Zelaya; Brasil con Lula; Argentina con Fernández; no le permiten romper con todo éxito el cerco de Estados Unidos y sus aliados, en el plano político como económico. Pese a que Cuba, Nicaragua y Bolivia, se mantienen, no es suficiente.
  3. Problemas internos. País que siempre se acostumbró a vivir de la renta petrolera y no de la producción en otros sectores, faltó industrialización del país, así como desarrollar más la agricultura y ganadería, elementos claves para la resistencia y posterior victoria en un país cercado. A esto se suma la caída del precio del crudo de petróleo y la burocracia socialista, que pueden debilitar al gobierno.
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