Vladimir Cerrón (*)
CAPÍTULO II DESCENTRALIZACIÓN Y EDUCACIÓN
La municipalización de la educación Nuestra gestión por su propia naturaleza ideológica trazó como objetivo defender la educación pública del país, la misma que estaba sufriendo un intento más de privatización bajo el modelo de municipalización. Esta consistía en transferir las instituciones educativas a las alcaldías para que las mismas se hicieran cargo, según la óptica educativa y capacidad económica edil, de la administración de la escuela. Estando así, las municipalidades con mejor recaudación tendrían mejor infraestructura que las otras, con evidente impacto en el resultado de la calidad educativa, tanto para el alumno como para el docente. Esta municipalización ya había sido experimentada en otros países, reportándose malos resultados, sin embargo, el gobierno aprista siguiendo recetas neoliberales intentaba implementarla en todo el país. En nuestra región la única institución educativa que se logró municipalizar fue la del distrito de Santa Rosa de Ocopa. Para enfrentar el problema, convocamos a los maestros dirigentes del SUTEP quienes hicieron una exposición magistral del peligro que, aunque lo habíamos advertido, significaba en su real dimensión este fenómeno. Es así que nuestro Consejo Regional emite el primer acuerdo en el Perú en contra de la municipalización de la educación, Acuerdo de Consejo Regional N° 011-2011-GRJ/CR, cuyo artículo único manifiesta: Rechazar la implementación de la Municipalización de la Gestión Educativa dentro de la jurisdicción del Gobierno Regional Junín, dispuesto por Decreto Supremo N° 078-2006-PCM y Decreto Supremo N° 022-2010-ED, a la que posteriormente se sumaron otros gobiernos regionales y confrontamos al gobierno nacional dirigido por el Apra. Con este acuerdo regional el SUTEP encontró el apoyo político para seguir su lucha. Nuestro GRJ solicitó una reunión con el Presidente del Congreso de la República para exponerle nuestra perspectiva al respecto, la necesidad de abolir esta norma, advertir de los peligros que esta significaba, sin embargo, la gestión aprista nunca tuvo el deseo de escuchar nuestra exposición y menos derogar esta ley, pero dejamos el precedente. A pocos meses, julio del 2011, los nacionalistas asumieron el gobierno nacional, quienes atendiendo a estos antecedentes tomaron una de sus primeras medidas derogando la polémica ley. La campaña por la alfabetización regional Un compromiso inmediato que todo Estado debe asumir con su pueblo es diseñar políticas de educación orientadas a lograr la liberación nacional, continental y mundial de la humanidad. En un Estado responsable, la lucha contra el analfabetismo debe declararse impostergable a todo nivel gubernamental, pues esta tarea no solamente compete a los niveles nacionales, sino obliga también a los regionales y municipales, quienes deben contribuir sustancialmente en los diagnósticos poblacional, geográfico, lingüístico, político, etc. Acertadamente Freire decía que su alfabetización va más allá del ba, be, bi, bo, bu, porque implica una comprensión crítica de las realidades social, política y económica en la que está el alfabetizado. El analfabetismo es un problema mundial aún no resuelto de manera efectiva. Solamente los países capitalistas del primer mundo y los países socialistas, han demostrado un compromiso claro al haber realizado denodados esfuerzos para su erradicación. En el mundo existe un total de 771 millones de analfabetos, de los cuales el 64% son mujeres. En Latinoamérica existen 43 millones de analfabetos absolutos. En el Perú, tras los 60 años de alfabetización, iniciado por Manuel Prado en 1944, donde el analfabetismo era del 57%, aún persisten los problemas. Nuestro país actualmente tiene una población promedio de 30 millones de habitantes, de los cuales, según las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), un total de 2 millones 300 mil son analfabetos absolutos, representando al 7,6% de todos los peruanos, aunque en la realidad las cifras son mayores. Esta realidad es posible porque actualmente en el Perú no existe, desde hace muchas décadas, una política clara respecto a la erradicación total del analfabetismo, pese a tener una tarea menor a la existente en la década de 1940. Existen quienes prefieren negar que el problema del analfabetismo peruano sea producto de nuestro proceso histórico, de las relaciones con las formas de opresión interna sufridas desde la época preincaica hasta nuestros días. Inclusive existieron gobernantes, como Alan García Pérez, que utilizaron demagógicamente esta secuela social, atreviéndose a declarar al país, en junio del 2011, libre de analfabetismo, sin embargo, el logro proclamado no tuvo la acreditación de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO), ni del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), a los que corresponde certificar estos logros. Pero el analfabetismo peruano también es producto de la dominación exterior, pues nuestra educación está vinculada, parametrada, condicionada y determinada por los poderes de facto internacionales como el Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, poder mediático, entre otros, los que a la vez determinan nuestro nivel socioeconómico. Ante esta injerencia es oportuno recordar al maestro Jaime Cerrón Palomino (Historia y Filosofía de la Educación Peruana, 1990), quien acota: Para todo maestro peruano es de interés imprescindible tener que informarse del desarrollo de la educación en el mundo, para que pueda enfocar el fenómeno educativo peruano desde un prisma crítico. Es verdad que la educación peruana no es sólo el resultado de la influencia extranjera colonizadora, también deviene de sus propias raíces ancestrales incásicas. Pero, precisamente en esta dialéctica de lo nacional y lo foráneo se ha dado la forja de nuestro espíritu, de nuestra conciencia social, que ha alcanzado el desarrollo en diversos grados. Para el socialismo es medular hacer de la educación un instrumento que libere y despierte al ser humano, y para lograr este fin no solamente es necesario concentrar seres humanos dispuestos a educarse, sino también maestros dispuestos a hacer docencia toda su vida y, a la vez, hacer de su vida una docencia, como decía el doctor Efraín Morote Best. El departamento de Junín tiene una población de 1 millón 300 mil habitantes, de los cuales según el referente estadístico nacional nos correspondería un total de 91 mil 200 analfabetos totales, cifra corroborada en nuestros estudios. Para saldar esta deuda social con nuestra región, diseñamos el Programa Junín Libre de Analfabetismo, cuya ejecución comenzó en el año 2012, en medio de mucha esperanza y algarabía, con un imponente desfile de jóvenes maestros con lápices en mano. Las brigadas de alfabetización llevaron el nombre del desaparecido maestro Roberto Aguirre Palomino, así nuestro GRJ planificó dedicar a este proceso un promedio de 30 millones de nuevos soles, logrando ubicarse en la vanguardia regional a nivel nacional que se atrevió a emprender una lucha frontal contra este flagelo. El Programa Junín Libre de Analfabetismo tiene tres componentes básicos: el alfabetizador, el método y la comunidad. El alfabetizador debe ser un profesional con mucha sensibilidad humana y dispuesto al sacrificio. El Programa nos hizo percibir una realidad no detectada anteriormente, que las universidades peruanas no formaban alfabetizadores como para enfrentar esta tarea, por lo que nuestros alfabetizadores hoy se constituyen como un nuevo profesional de la pedagogía. Nuestro método lo hemos denominado Educación para la Vida y el Trabajo y no es más que la fusión de otros dos: el método cubano Yo Sí Puedo (promueve la enseñanza holística que parte de los saberes previos del beneficiario. Se realiza por etapas: básico, intermedio y avanzado; clasifica los beneficiarios en absolutos y funcionales; y se asocia la letra con los números), y adicionalmente el método de Paulo Freire (promueve la andragogía, vinculando el proceso de alfabetización al desarrollo económico del individuo y por ende, mejora el nivel educativo, la productividad, aspectos culturales y organizativos. El analfabeto toma conciencia de su situación personal y por ende, crea o utiliza los medios para mejorar). Para cumplir con las recomendaciones de los dos métodos en fusión, incluimos para los beneficiarios actividades intelectuales y manuales como desarrollo humano, interculturalidad, equidad de género, familia, promoción y prevención de la salud, actividades socioeconómicas productivas y desarrollo sostenible (artesanal, agrícola, pecuaria, confitería, etc.). Poblacionalmente se trabajó en tres etapas según la zona geográfica. La primera fue la intervención en el Valle del Mantaro, donde se habla español y quechua wanka. La segunda fue en la Selva Central, donde encontramos lenguas como español, asháninka, nomatshiguenga, kakinte, yanesha y quechuas huancavelicano, ayacuchano y en menor grado, cuzqueño. La tercera en la Zona Alto Andina donde encontramos habla español y quechua. La población ha sido organizada en Comunidades de Aprendizaje y Desarrollo (CAD). Cada CAD está conformado por 30 beneficiarios y cada alfabetizador se hace cargo de 2 CAD. Así en el Valle del Mantaro constituimos 592 CAD, en Selva Central 376 CAD y en la Zona Alto Andina 176 CAD. Factores que atentan contra el proceso de alfabetización
- Lejanía e inclemencia climática en zonas rurales andinas y amazónicas.
- Rezagos de la guerra interna (décadas 1980 y 1990).
- Narcotráfico. Para el tráfico ilícito de drogas el desarrollo rural es una amenaza.
- Inmigración. Analfabetos procedentes de regiones vecinas.
- Crea idea errónea que alfabetizarlos es un favor que nos hacen y que a cambio merecen dádivas.
- Incertidumbre económica en las transferencias del gobierno central a los gobiernos regionales para garantizar el programa.
- Intereses económicos. Algunas ONGs se beneficiarán mientras que el país ostente cifras de subdesarrollo y sean elegibles de transferencias económicas para su lucro.
- Las beneficiarias en su mayoría tienen niños menores de 3 años, los cuales necesitan cuidado en casa.
- Beneficiarias que priorizan sus actividades económicas que son para su sustento diario.
- Limita la participación de la mujer, pues el 83% de beneficiarios son mujeres.
- Migración de los beneficiarios en época de cosecha o para realizar actividades agrícolas hacia otras provincias.
- Beneficiarias con poco desarrollo de la psicomotricidad fina (habilidad de abrocharse la camisa o dibujar, que involucra músculos cortos) y gruesa (condiciones físicas para saltar y correr, que involucran músculos largos).
- Problemas audiovisuales en los beneficiarios por la edad avanzada.
- Conspiraciones políticas. ONGs que malinforman a las comunidades que el objetivo de la alfabetización es despojarlos de su cultura.
La relación entre analfabetismo y pobreza es innegable. El 38% de los analfabetos viven en pobreza extrema (874 400 habitantes, teóricamente en el Perú). La relación entre analfabetismo y equidad de género es alarmante, el 83% son mujeres, como producto de la marginación social y cultural en una sociedad excluyente que lamentablemente persiste. Si la mujer no es educada, no tendrá la oportunidad ni el derecho a ser empleada y asalariada, por consiguiente no tendrá autonomía económica y será siempre dependiente, pues es sabido que la relación entre opresor y oprimido radica en la economía. La relación entre analfabetismo y educación es demostrable. La educación peruana sigue siendo clasista. En el Colegio Presidente de la República se invierte por estudiante 12 mil dólares anuales, en los colegios emblemáticos 450 dólares anuales, en los colegios rurales debe ser menor, y en los analfabetos prácticamente nada. Así cada grupo humano es diferenciado y programado a futuro en cuanto a sus potencialidades. La relación entre analfabetismo y salud. Los niveles de analfabetismo tienen relación directa con las tasas de morbilidad y mortalidad, desnutrición, fecundidad y recurrencia a la medicina tradicional. Los pueblos alfabetizados conocen de hábitos preventivos y curativos. La relación entre analfabetismo y trabajo. En un mundo que cada vez se informatiza, globaliza, industrializa, tecnifica, etc., saber leer y escribir resulta insuficiente con el peligro a ser intrascendente. Lógicamente, el analfabetismo en cualquiera de sus formas, generará una gran desventaja sobre la clase o el sector menos educado. La relación entre analfabetismo y política. Políticas y políticos no transparentes encuentran en el analfabetismo un terreno abonado para la explotación, condicionando una sociedad injusta y un preámbulo para la violencia. El analfabeto no puede entender cuáles son sus deberes y derechos políticos, conllevando a su marginación social. En la época de la violencia interna los analfabetos desconocían los Derechos Humanos y no organizaron una fuerza que pueda detener o disuadir este flagelo. La relación entre analfabetismo e interculturalidad. Las lenguas originarias generan exclusión. Si los diseños curriculares regionales no incluyen la interculturalidad lingüística, el analfabeto nativo andino o amazónico estará en doble desventaja. Cuando existe esta traba, el analfabetismo retrasa la civilización y los grupos humanos viven apegados a la superstición y a las costumbres del pasado, cerrándose las puertas a un mundo más amplio. Hoy nos sentimos con la moral de emplazar al Ministerio de Educación del Perú, en nombre de los 2 millones 300 mil analfabetos peruanos, porque nosotros sí nos hemos comprometido en esta lucha de manera frontal, en el anhelo de declarar a Junín territorio libre de analfabetismo. Diseño Curricular Regional Hasta ahora el gobierno central dirige desde su perspectiva centralista y neoliberal el contenido curricular de la educación peruana. Con parcial conocimiento de la realidad del interior del país y acomodado a sus intereses políticos, ordena desde el Ministerio de Educación una educación sumisa, colonialista, no cuestionadora y opresora. No hay una educación liberadora de nuestras ataduras estructurales. En nuestra región detectamos que existían muchas falencias en el diseño curricular impuesto desde la capital, como dictadura, para ser aplicados en nuestra jurisdicción. No contenía la historia de nuestro departamento, sobre todo las guerras de resistencia y liberación libradas desde antaño hasta la contemporaneidad; se contemplaba en algo la realidad andina y minimizaba la amazónica; nuestros héroes y paradigmas locales no se consideraban para nada y nos obligaban a la veneración de héroes militares cuestionados; los cursos de filosofía, lógica, economía política, geopolítica, historia universal o latinoamericana, etc., fueron abolidos, o en el mejor de los casos, reducidos a su mínima expresión, evitando formar hombres con criterio crítico social; la educación física quedó relegada y sus horas pasaron a incrementar las de religión; la educación medioambiental era parcial; el estudio y aprendizaje de la lengua materna no estaba dentro del contexto capitalino, entre otras. Esta conspiración mental a nuestras generaciones solo contribuía a que tengan escasa identidad, pues los diseños limeños venían con etiqueta etnocentrista, hispanohablante y urbana. Siendo el DCR una herramienta necesaria y fundamental para la forja del tipo de ciudadanos que deseamos, teníamos la obligación de diseñarlo con el fino cuidado necesario, combinando la mística y la visión científica de la futura sociedad sin ataduras. Considerando que los gobiernos regionales gozan de autonomía administrativa en la educación, iniciamos el intenso y delicado trabajo pedagógico, que demandó más de 2 años, para confeccionar nuestro propio DCR acorde a nuestra realidad y aspiraciones como pueblo. En el transcurso de la tarea de gabinete y de campo, el equipo técnico a cargo logró identificar las principales demandas insatisfechas:
- Conocimiento de las realidades andina y amazónica de nuestra región.
- Actitud empresarial.
- Filosofía, liderazgo, crítica.
- Educación psicomotriz.
- Educación ecológica y turística.
- Educación científica.
- Educación tributaria.
- Enseñanza de la lengua materna.
Construcción de colegios emblemáticos Uno de los gobiernos centrales que más daño ha generado a la educación peruana ha sido el conducido por el Apra, desde sus insultos verbales proferidos por su propio líder, hasta las formas más violentas de represión, incluyendo el asesinato selectivo a los maestros y estudiantes. Por cierto, estas afrentas se desarrollan en medio de la más grande demagogia que dice luchar por la educación del país. Es en esta filosofía que el expresidente de la República García Pérez emite el 9 de enero del 2009 el Decreto de Urgencia 004-2009, dándose la Creación del Programa Nacional de Recuperación de las Instituciones Educativas Públicas Emblemáticas y Centenarias. Muchas instituciones educativas, algunas con sustento y otras no, fueron declaradas emblemáticas, entre ellas, el glorioso Colegio Nacional Santa Isabel de Huancayo. Este decreto de urgencia exoneraba la ejecución de las obras del famoso y molestoso Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP), exonerándolos del estudio de perfil y factibilidad, además de evitar una licitación pública y proceder a una invitación directa a la empresa constructora. Cada construcción o reconstrucción de colegio emblemático demandaba una inversión millonaria que sobrepasaba los 50 millones de nuevos soles. Pero, ¿cuál era el trasfondo de todo esto?, sencillamente se apuntaba a dos fines, el económico y el político. En el primero, la principal motivación fue el enriquecimiento ilícito de los funcionarios apristas encargados de la licitación. En el segundo, considerando que las próximas elecciones del 2016 se avecinaban, García debía captar el voto juvenil cautivo de aquellos que egresarían de las aulas emblemáticas a nivel nacional. Es decir, nunca hubo un proyecto de mejora educativa, sino los intereses descritos. La tarea centralista se encomendó a la Oficina de Infraestructura Educativa OINFE, órgano adscrito al Ministerio de Educación, donde pululan, enquistados, repuestos y nombrados, funcionarios apristas. La operadora política de García en nuestra región fue la congresista Nidia Vílchez, quien se encargó de declarar como emblemáticos a un total de doce colegios, con claros fines de obtener los réditos referidos, al presumirse fuertemente en el pueblo que es la propietaria de constructoras cuya titularidad está a nombre de testaferros. Fue así que se adjudicó por invitación directa la construcción del Colegio Nacional Santa Isabel, a través de OINFE, al militante y dirigente aprista Oswaldo Vásquez. Al ser encarada Vílchez, en su defensa manifestó que la obra fue adjudicada en el año 2012 en pleno gobierno de Humala por lo que no le alcanzaba responsabilidad. Cualquiera que no sepa del emporio aprista en OINFE, podría haberle creído. Adjudicada la obra, la antigua infraestructura de Santa Isabel fue demolida en su integridad y los alumnos trasladados a Palián en un terreno acondicionado por nuestro GRJ en la medida de nuestras posibilidades. Acto seguido a la destrucción del local, el contratista presentó a OINFE una serie de observaciones al expediente técnico, con lo que el documento quedó en duda acerca del profesionalismo con que se había confeccionado, la obra paralizada y un proceso de arbitraje en inicio. Así transcurrió el año 2013, sin expediente definitivo y la incertidumbre de cuándo se iniciaría la obra. Ante esta problemática nuestro GRJ decide intervenir con mayor energía solicitando en innumerables ocasiones audiencia con el Premier y el Presidente de la República, sin tener respuesta a las mismas. Se hicieron varias modalidades de protesta pacífica como realizar clases en la calle Real y un paro provincial, sin embargo, la respuesta del centralismo limeño fue no darse por enterado. Frente a la negativa, nuestro GRJ, padres de familia, alumnos, exalumnos y estudiantes, preparamos la denominada Marcha de Sacrificio a Lima, para lo cual días antes se instaló una carpa en el Centro Cívico inscribiendo a los ciudadanos que quisieran sumarse a esta causa. Cabe mencionar que aproximadamente el 75% de la población de Huancayo tiene que ver directa o indirectamente con Santa Isabel, por lo que el mencionado plantel constituye un patrimonio educativo, cultural y social en la región. Una vez en Lima se dieron dos días de jornada de lucha, el 12 y 13 de diciembre del 2013, que concluyó con un enfrentamiento con las fuerzas policiales frente a Palacio de Gobierno, encadenamiento de padres de familia, una brutal represión, detenciones, incluyendo al director del colegio, Ciro Ramón Guerra, padres de familia, estudiantes y al presidente regional, quienes fuimos trasladados a la comisaría de Monserrat. La repercusión mediática fue tal que el congresista cajamarquino Jorge Rimarachín se apersonó a la comisaría para mediar nuestra liberación y exoneración de cargos. En esos tensos momentos, luego de las entrevistas a diferentes medios, saliendo de la comisaría enrumbamos nuevamente en marcha hacia Palacio de Gobierno, circunstancia en la cual se comunica con mi persona de manera inmediata el Ministro de Educación con quien entablamos una conversación en su despacho y posteriormente fuimos recibidos por el Presidente del Congreso de la República y el premier César Villanueva, quien nos dio una cita por escrito. Así, logramos constituir una mesa de alto nivel gubernamental para la negociación, incluyendo a los congresistas de Junín que a última hora se hicieron presentes. Tras esta reunión el acuerdo fue transferir el expediente técnico y el presupuesto de 57 millones de nuevos soles al GRJ, lográndose por primera vez la descentralización de la construcción de un colegio emblemático a un gobierno regional, rompiendo un dique, aperturando una ventana y creando un precedente para la solución de innumerables colegios emblemáticos en el país que tenían la misma problemática. Así, colegimos una vez más que la descentralización es una lucha continua, pero dentro del marco constitucional, pues habíamos logrado nuestro objetivo. (*) Fragmentos del libro Descentralización, Revolución de Estos Tiempos.