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DISCURSO

Discurso de Vladimir Cerrón por el XVI aniversario de fundación de Perú Libre

DISCURSO DEL SECRETARIO GENERAL NACIONAL, DR. VLADIMIR CERRÓN ROJAS, CON MOTIVO DEL XVI ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DEL PARTIDO POLÍTICO NACIONAL PERÚ LIBRE

Camaradas del Partido Político Nacional Perú Libre e ilustres invitados a esta ceremonia que conmemora el XVI año de fundación de nuestro Partido.

El mundo es testigo una vez más de la embestida del imperialismo norteamericano que desangra a la humanidad en las guerras de Ucrania, Palestina, Yemen, Libia, Siria, Irán, etc. Estos ataques tienen un objetivo común que es el apoderarse de todos los recursos naturales de los pueblos del mundo, entre ellos el recurso petrolero y gasífero, para ostentar la condición de monopolista energético mundial y con ello someter al mundo a sus designios.

Latinoamérica no es la excepción de esta regla y hace poco ha sido testigo de cómo el imperialismo pretendió dar un golpe de Estado en la República Bolivariana de Venezuela, con fines de derrocar al gobierno de la Revolución Bolivariana y controlar sus recursos petroleros, gasíferos y auríferos. El tema toma mayor relevancia cuando Venezuela es el país con mayores reservas petroleras del mundo y, algo más importante, se encuentra en una franca transición del capitalismo al socialismo.

Los países que han decidido ser soberanos como Cuba, Nicaragua, Bolivia y Venezuela, tienen que pagar un alto costo de vivir con dignidad y, en las actuales circunstancias, esto significa enfrentar un criminal bloqueo económico, comercial y energético, con fines de romper la cohesión del pueblo con sus líderes, de desmoralizarlos en sus actividades diarias, truncando los proyectos que aspiran como sociedad para ser mejores.

Este bloqueo es la vieja estrategia común, aplicado a todo el que se atreva a ser un mal ejemplo para el imperio, aplicando fundamentalmente cinco mecanismos. Primero, bloquear la salida de los productos de un país hacia los mercados internacionales, impidiendo su exportación; segundo, obstaculizar la inserción del país o expulsarlo del sistema financiero mundial, con lo que restringen sus transacciones y la subsecuente captación de divisas; tercero, embargo de todos sus activos, entre las que se encuentran cuentas bancarias en moneda extranjera, barras de oro, derechos especiales de giro, etc.; cuarto, afectación a empresas públicas banderas para desabastecer el mercado interno; y, quinto, impedir la importación de mercancías, alimentos y medicamentos. El pueblo tiene que tener el convencimiento de que un bloqueo de este tipo no es un asunto de carácter bilateral, sino mundial, porque directa o indirectamente termina afectando a todos los países.

A este bloqueo debemos agregar la modalidad bélica no convencional que se utilizó hace poco en Venezuela, pero que también se utiliza constantemente en nuestro país, la denominada Guerra de Quinta Generación, estrategia del enemigo consistente en un trabajo articulado de diferentes instituciones públicas y privadas con fines de neutralizar o destruir al adversario, pero siempre bajo la dirección de los Estados Unidos.

En el Perú, la primera víctima de esta nueva artillería es, sin duda, nuestro Partido. Por ello, es necesario analizar los últimos sucesos en el continente, como lo sucedido en Honduras, Paraguay, Ecuador, Brasil, Bolivia y Venezuela, que comprenden los golpes de Estado y la persecución a los líderes y organizaciones políticas populares, para entender mejor esta perversa estrategia.

La única diferencia con el Perú, es que aquí la Guerra de Quinta Generación librada contra Perú Libre tiene un carácter profiláctico, es decir, un carácter preventivo para impedir su llegada al gobierno con militantes propios y proceder a la transición del sistema. Están convencidos, inclusive más que algunos de nuestros militantes, que el Partido es el único que garantiza el cambio.

Esta guerra empleada contra Perú Libre tiene cinco actores a tomar en cuenta, quienes en el léxico marxista constituyen el sujeto reaccionario. El primer actor lo representa el Sistema Nacional de Justicia, integrado por el Ministerio Público, el Poder Judicial, la Procuraduría General del Estado, la Contraloría General de la República, el Sistema Nacional de Administración Tributaria y Aduanas – SUNAT, el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo y la Junta Nacional de Justicia.

El segundo actor, son los medios de comunicación dominantes, donde identificamos al Grupo El Comercio, que es dueño de trece periódicos y dos canales de televisión donde tiene incorporado al Grupo La República; al Grupo Latina, sostenido por las AFP o Administración de Fondo de Pensiones; y, al Grupo ATV, sumándose la prensa radial como el Grupo RPP y Grupo Exitosa. A estos medios debemos agregar con especial atención el ciberataque liderado por las redes sociales, en propiedad exclusiva de los magnates del planeta, como X (exTwitter), Facebook, Messenger, Instagram, WhastApp, Tiktok, YouTube, etc., plataformas que se utilizan políticamente para generar la desinformación, la mentira (fake news), el miedo, el pánico, el desaliento, la desmoralización, la desobediencia y la violencia, perseguir partidos y derrocar gobiernos incómodos al imperialismo, constituyéndose en nuestros días el mayor peligro existente contra la paz, la seguridad y la especie humana.

El tercer actor, son los servicios de inteligencia estatal de la Policía Nacional del Perú y del Ejército del Perú, pero además la Unidad de Inteligencia Financiera – UIF perteneciente a la Sociedad de Banca y Seguros – SBS, ambos ávidos para malinformar y procesar por lavado de activos a cualquier opositor u organización política.

El cuarto actor, lo constituyen las ONG, que son órganos de infiltración del gobierno norteamericano en nuestro país, entre los que se encuentra, por ejemplo, el Instituto de Defensa Legal – IDL, encargado de capacitar en EE. UU. a nuestros jueces, fiscales, procuradores, contralores, tribunos, etc., con todos los gastos pagos, residencias temporales y permanentes, viajes de placer y roce con el poder político yankee, de los cuales seguramente guardan las pruebas y filmaciones, con lo que se aseguran que cada actor de justicia no vaya a desconocer los compromisos asumidos.

El quinto actor, lo constituye la oligarquía nacional, representado por los empresarios agrupados en la Confiep, la Sociedad Nacional de Industria y la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía; también se encuentran a los banqueros, representado por la Asociación Nacional de Bancos – ASBANC, quienes controlan el monopolio financiero en el país; y, finalmente, algo que no debe pasar desapercibido es el narcotráfico que goza de toda la protección policial, jurídica y financiera, garantizándole éxito e impunidad en nuestro país.

Estos cinco actores articulados permanentemente trabajan contra Perú Libre, no solo para procesarlo, desacreditarlo, perseguirlo, confiscar sus activos y encarcelar a sus dirigentes, producto del cual tenemos a cuatro camaradas miembros del antiguo Comité Ejecutivo Nacional, actualmente presos, y a mi persona en la clandestinidad. Esta situación difícil, es necesario enfrentarla con el decoro que amerita un partido revolucionario, mientras libramos la defensa jurídica en los tribunales burgueses.

Critican al Partido que integre la Mesa Directiva del Congreso de la República, queriendo espantarnos de un derecho que nos asiste como representantes del pueblo y, de esa manera, seguir haciendo que el mencionado nivel de gobierno permanezca como una exclusividad de la oligarquía. Perú Libre está ahí no para sacar leyes en favor de los banqueros, de los empresarios nacionales y transnacionales, de los deudores de SUNAT, de los concesionarios de nuestros recursos, de nuestros prestamistas de deuda, etc., sino, por el contrario, está para crear las universidades públicas, para restablecer derechos del personal laboral explotado, para eliminar los abusos judiciales, para impedir la privatización del agua, para luchar contra la impunidad de los violadores de derechos humanos, para oponerse al aislamiento de nuestro país frente a políticas antintegracionistas, para impedir el neocolonialismo impuesto a nuestro país, entre otras tareas.  

Critican al Partido que ha disminuido su representación parlamentaria y ciertamente es un hecho tangible, que es necesario analizarlo. Hace un año, en esta misma ceremonia, dirigía a mi lado unas palabras, elogiando al Partido, la última traidora que ahora milita en las filas caviares, como otros quienes también tomaron ese camino. Ella dice que nuestra bancada partidaria estaba preparando un “paquete legislativo que atentaba contra la democracia”, supuesta causal de su alejamiento, utilizando el mismo lenguaje que los terruqueadores del pueblo, pero lo cierto es que sus motivaciones eran totalmente ajenas a las proclamadas.

Lo que llama la atención de estos desertores, quienes llegaron al Parlamento de la mano de Perú Libre, es que ahora han dado su propio salto cualitativo, de la disidencia al transfuguismo. Efectivamente, una cosa es dejar un partido y otra diferente es irse a militar a otro. En esa transición regresiva tenemos que algunos exmilitantes quienes abiertamente proclamaban, incluso ideologías extremas y querían darnos cátedras de marxismo, terminen hoy en partidos caviares y gansteriles. Lo sucedido camaradas, no debe llamarnos la atención, este es el camino natural de la mesocracia emergente, quienes, deslumbrados por una economía que nunca pudieron tener en sus manos y al no poder conquistar sus objetivos políticos, terminan arriando sus banderas revolucionarias e izando las banderas de la reacción.

En toda esta vorágine el Partido se ha fortalecido, puedo dar fe de este acontecimiento como uno de los militantes más antiguos, de algo que pudiera pasar desapercibido para la mayoría de los nuevos militantes. Es cierto de la reducción parlamentaria, pero a contraparte puedo afirmar que hoy tenemos una militancia más consciente de su tarea, una organización nacional más sólida, que no estará a la espera de la casualidad de una victoria, cuadros militantes mejor identificados, profesionales técnicos más capacitados en el manejo gubernamental de alto nivel, contacto directo con las organizaciones de los trabajadores, leyes aprobadas en beneficio del pueblo como muestra tangible de nuestra consecuencia, entre otras.

Frente a esta problemática el Partido convocó, el 10 de agosto de este año, a la Asamblea Nacional Extraordinaria cuyo encargo ha sido aprobar nuestro nuevo estatuto, constitución por la cual se rige nuestra organización, incorporando en el mismo a los peruanos en el exterior, ampliando y descentralizando la comisión política, creando la secretaría de cultura nacional, regulando los nuevos aportes económicos e integrando el centralismo democrático, mecanismo por el cual las decisiones se acatan de manera vinculante, sin espacio a la duda, la disidencia, el disenso o el transfuguismo.

Algo que no debe pasar desapercibido es que, a pesar del viento y la marea en contra, muchos de nosotros decidimos quedarnos en el Partido, para dar la misma batalla prolongada, siempre contra el imperialismo y su hermano el colonialismo, porque como dijo Fidel: “Sería traicionero de mi parte si abandono el campo de batalla. Los revolucionarios nunca abandonan el campo de batalla, los revolucionarios no se jubilan, en tanto puedan ser útiles, tanto requieran de sus servicios y de sus esfuerzos”.

La resistencia que ofrece el Partido frente a los embates de esta guerra de nueva generación, no tendría sentido si esta no nos condujera a la victoria, ni el Partido podría lograr sus objetivos. En tal sentido, crear las condiciones para que en nuestro país pueda materializarse nuestro Programa, como por ejemplo, que la educación y la salud dejen de ser un negocio mercantil para ser un derecho universal, gratuito, de calidad, descentralizado y participativo, requiere que el Partido se reorganice, aprenda a resistir, despliegue una movilización de ideas y hombres que contraataquen la ofensiva, garantizando su llegada a la cúspide, permitiendo ganar el Ejecutivo con mayoría en el Legislativo, instalando un gobierno bajo custodia permanente del pueblo para lograr sostenerse y posteriormente sucederse con los nuevos líderes populares, pero nunca más permitiendo el retorno de la oligarquía.

El Partido enfrentará las Elecciones Generales 2026, como siempre en condiciones asimétricas, pero que no tendrá otro destino diferente que el triunfo. Completaremos todas las candidaturas, pero eso no es lo suficiente, pues en los partidos del pueblo la organización es vital para su nacimiento, crecimiento y logro de sus objetivos, por eso hago un llamado a fortalecer cada comité por pequeño que parezca, incluso en el lugar más lejano que pueda situarse, los mismos que deben ampliarse hasta involucrar a todo el tejido social. Somos nosotros quienes tenemos mejores condiciones de llegar personalmente al pueblo, mientras los ricos solo lo harán a través de sus medios de comunicación; ahí está la contradicción y a la vez nuestra fortaleza.

Camaradas, para medir lo revolucionario de nuestro Partido, solo basta con identificar a nuestros enemigos políticos y sus esfuerzos denodados que siguen desplegando con tal de desaparecer del mapa a la única organización política popular, la que estamos orgullosos de militar, que, a diferencia de la izquierda falsificada o caviar, quienes gozan de toda la protección jurídica y policial, nuestro Partido debe enfrentarlo con cuatro elementos: cultura de resistencia, férrea disciplina en las tareas, lealtad a nuestros principios y permanente convicción de victoria.

Cada uno de nosotros es un dirigente, no un dirigido, cada uno de nosotros es el líder de arriba y de abajo, no hay diferencias tras el objetivo común. El triunfo de Perú Libre el año 2021, marcó un antes y un después, un hito que debemos que resaltar revolucionariamente, como el primer triunfo de la izquierda nacional de las manos de nuestro Partido, lo que quiere decir que sí puede llegarse nuevamente al gobierno por esta vía demostrada, pero lo más importante es que la gente del pueblo pueda asumir las tareas más grandes, lo que implica estar dispuesto a no elegir nunca más a los oligarcas.

¡Viva el XVI Aniversario del Partido Político Nacional Perú Libre!

¡Hasta Más Allá de la Victoria!

Perú, martes 13 de agosto de 2024.

Vladimir Cerrón Rojas

Secretario General Nacional

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