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En la Universidad de Chupaca

En la Universidad de Chupaca

Vladimir Cerrón

El 18 de abril del 2024 el Congreso de la República aprobó por amplia mayoría la creación de la Universidad Nacional Autónoma de Chupaca (UNAC), iniciativa legislativa del Dr. Waldemar Cerrón Rojas y la Bancada Parlamentaria Perú Libre, considerándose once facultades que irán implementándose hasta ser una realidad concreta, como pedagogía, humanidades, ingeniería ambiental, ingeniería civil, biotecnología, arquitectura, contabilidad, derecho, ciencias políticas, entre otras. Solo queda esperar estos días que la autógrafa sea firmada por el Ejecutivo y publicada en el diario oficial El Peruano, para dar por concluida la conquista.

En la historia universitaria del país debemos considerar que todo centro de formación de ese nivel requiere de una coyuntura política especial que lo acondicione para que la idea sea cristalizada. No puede nacer de un simple deseo, sino de las necesidades imperativas de una realidad concreta, de las condiciones creadas con ese fin, de los hombres que se comprometan con la tarea y de una fuerza política que la encarne.

La Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP), fue una iniciativa de las comunidades de la zona altina de Huancayo, canalizada por el gobierno de la convivencia del Apra y Manuel Prado Ugarteche en 1959. La Universidad Peruana Los Andes (UPLA), fue una iniciativa de algunos profesionales militantes de Acción Popular en 1983, quienes, aprovechando la coyuntura del segundo gobierno belaundista, lograron la ley de creación. Esa es la razón de por qué todos sus promotores fundadores eran de esa tienda política.

La UNAC, que ya es un hecho real, ha sido un clamor del pueblo de Chupaca, de su juventud estudiosa, del campesinado, de sus autoridades locales y algunas personalidades, desde hace varios años, pero que no encontraba la resonancia necesaria para que la idea cuajara. Hasta que se crearon las condiciones «objetivas y subjetivas», estribillo muy repetido por la izquierda.

Perú Libre, un partido provinciano creado en la región Junín el año 2008, ganó las elecciones nacionales el año 2021, sin duda un hecho sin precedentes, logrando que por primera vez la izquierda nacional ingrese a gobernar el país. Esto permitió que el pueblo tenga una bancada parlamentaria, inicialmente de treinta y siete, luego mermada a poco más de una decena, producto de traiciones y transfuguismos. Pero igual, contábamos con una cuota de poder real.

Crear una universidad en Chupaca era una tarea pendiente, por lo que las autoridades locales se presentaron ante la bancada, logrando el compromiso del Dr. Waldemar Cerrón Rojas, congresista nacido en Chupaca, para que fuera el encargado de redactar el proyecto de ley respectivo.

Inicialmente, la pretensión legislativa fue rechazada por la Comisión de Educación. Había que esperar mejores condiciones o crearlas. No fue fácil, hubo que buscar amplios consensos con el tiempo necesario. Llegó un momento en que la cosa se puso difícil, pues una parlamentaria de Junín renunció al Partido, lo que restó fuerzas para las negociaciones políticas con otras bancadas.

El año 2023, se presentaron las elecciones para elegir a la Mesa Directiva en el Parlamento y el congresista Waldemar Cerrón logró ingresar en la Segunda Vicepresidencia, siendo este el punto donde las cosas fueron cambiando. Muchos criticaron su elección, acusaron a Perú Libre de un pacto con el fujimorismo, una calumnia total, sin entender la necesidad que significa ingresar estratégicamente a la cabeza del Parlamento. Hay sectarios que piensan que, si la oposición vota “A”, nosotros siempre tenemos que votar “Z”, como una respuesta refleja e inconsciente, un mecanicismo infantil. 

Ante este nuevo escenario, nuevamente se retomó el proyecto de ley hasta lograr su aprobación en la Comisión de Educación. Finalmente, tras la sustentación del congresista Cerrón, el 18 de abril del 2024, el Pleno del Parlamento sometió a votación el Proyecto de Ley N.º 6843-2023/CR, aprobándose por amplia mayoría con 95 votos a favor, 0 abstenciones, 0 en contra, de un total de 130 parlamentarios. Si la derecha hubiera pensado como algunos sectarios de izquierda, simplemente hubieran votado en contra, por ello en política es imprescindible el consenso estratégico.

Esta es la importancia de haber creado el Partido, de la consecuencia de sus cuadros políticos, de la perseverancia de la bancada parlamentaria, del pensamiento de izquierda y, finalmente, del poder. Por eso, Lenin decía: ¡Salvo el poder, todo es ilusión! Bueno, aquí ya no hay ilusiones, el poder nos ha llevado a una nueva realidad, hay una ley, un ordenamiento legal que ha creado la Casa Superior de Estudios.

Chupaca siempre ha sido un pueblo que, en las buenas y las malas, apoyó a Perú Libre y no lo estamos defraudando. Las obras que ejecutó el gobierno regional socialista de Junín, en sus dos gestiones, como los puentes Comunero I y II, el puente Eternidad, el Hospital de Chupaca, los asfaltados integrales de Chongos Bajo y Áhuac, tierra de mis padres, son un modesto legado del Partido, porque fue su Plan de Gobierno que planificó estas obras. Aquí no hay la idea genial de nadie, sino un trabajo conjunto de los mejores hijos del pueblo.

Esta universidad también debe recordar a los grandes hombres que defendieron Chupaca de la invasión chilena, de los que lograron provincializarla y de los que la edificaron paso a paso. Es obvio que esto que narro es solo un eslabón de la heterogénea cadena política, donde todos aportamos, para que la UNAC sea una realidad. Era el momento en que la sumatoria cuantitativa de pase al salto cualitativo, es hora de cantar, además de “En la Normal de Chupaca”, ahora “En la Universidad de Chupaca”. 

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Sobre el revisionismo caviar de Manuel Guerra de Patria Roja

Sobre el revisionismo caviar de Manuel Guerra de Patria Roja

Vladimir Cerrón

Manuel Guerra Velásquez, secretario general del Partido Comunista del Perú Patria Roja, se ha pronunciado a raíz del emplazamiento que le hiciera acerca de una calumnia a la memoria de mi padre, Jaime Cerrón Palomino, y de mi señora madre, Bertha Rojas López, ambos profesores universitarios, al vincularlos con Abimael Guzmán Reinoso, líder del Partido Comunista del Perú, en su variante conocida.

Esta calumnia agravada se da precisamente cuando Perú Libre afronta cinco procesos judiciales por terrorismo, desde hace dos años, al cual la “notita criminis” de Guerra, apoya espectacularmente como fuente abierta a los entes persecutores del Estado. Sería bueno que la DIRCOTE cite a este sujeto para que pueda sustentar su acusación al respecto, al ofrecerse en la práctica como un “colaborador”, a lo que en el léxico político se conoce como soplón.

Ciertamente, ayer se ha rectificado públicamente, en una red social, pero no ha enviado nada formal a Perú Libre. Sin embargo, esa rectificación deja de ser tal cuando aprovecha la circunstancia para desviar el debate, al centrarlo sobre el comportamiento de mi persona y mi partido, aspecto que aprovecho para responder a continuación.

Nuestro deslinde con la izquierda caviar, del cual Manuel Guerra se ha vuelto un militante, es por lo mismo que decía Mariátegui: «Con el sector político que no me entenderé nunca es el otro: el del reformismo mediocre, el del socialismo domesticado, el de la democracia farisea». Está claro que para ser mariateguista estamos obligados a un deslinde claro, profundo y real con los quintacolumnistas de la revolución, los caviares. Si me permite la redundancia: Mariátegui era un anticaviar, convicto y confeso.

Patria Roja, que proviene de la línea maoísta, ¿acaso no ha leído las Cinco Tesis Filosóficas de Mao?, no asume que “el desarrollo de la sociedad no obedece principalmente a causas externas, sino internas”, entonces pregunto: ¿dónde hay que purgar primero, en las filas del enfrente derechista o en las nuestras donde hay infiltrados derechistas con lenguaje de izquierda? Es obvio que en el nuestro.

Perú Libre en su último congreso aprobó una lucha implacable contra este sector revisionista y lo hace abiertamente, procediendo a ilustrar al pueblo sobre la existencia de una pseudoizquierda, que en la práctica apoya al capitalismo, vive remunerado por él, y no le importa ningún cambio, ni inscribir un partido o indignarse por lo menos de no tener un solo presidente, congresista, gobernador o alcalde provincial o distrital. Podrán decir que no son electoreros, sin entender que en la situación concreta no hay otro terreno donde deba lucharse por ahora.

La existencia de este tipo de “comunistas” solo le es rentable políticamente al imperialismo, porque mientras mantengan la etiqueta comunista es mejor para que crean que nuestra sociedad es tan democrática que se permite la existencia de una oposición diametralmente contraria al capitalismo. Así, transcurrieron muchas décadas, engañando al pueblo, hasta que “llegó el comandante y mandó a parar” y cuando me refiero al comandante no me refiero a Perú Libre, sino a un pueblo que apertura sus ojos, identificándolos como son.

Al triunfo de Perú Libre, esta socialdemocracia caviar vio amenazada su poder en su principal terreno de operaciones, la capital del Perú, y soterradamente apoyó el derrocamiento de Castillo, haciéndole un daño incalculable al intento real de cambio al lograr divorciar al Gobierno del Partido, asaltando el poder político con doce ministerios y terminando por llevar de la mano al expresidente al abismo, primero con una hoja de ruta neoliberal y después con la promulgación del Decreto Supremo Nº 164-2021-PCM, del 16 de octubre del 2021, donde define la Política General de Gobierno, descartando totalmente el programa de gobierno de Perú Libre y sustituyéndolo por el programa caviar de la alianza NP-JP.

Tal condición mermó el apoyo del Partido al Gobierno, pero sobre todo el apoyo del pueblo, coadyuvando a sintonizar con la psicología del fracaso, la desmoralización y el desengaño. Esto se agudiza cuando el pueblo comprueba que los dizques líderes “comunistas” limeños, en realidad, son inversionistas del capitalismo, dueños de oenegés financiadas por USAID, accionistas de Luz del Sur, de Backus y Johnston y de Casa Andina de Intercorp, cuando el pueblo se entera de que los hijitos de estos dirigentes caviares son gerentes en Intercorp. Eso es lo que le hace perder doblemente la fe al pueblo, con efectos exponenciales peores a que lo hubiera engañado la derecha.

Perú Libre es un partido de izquierda popular, aquí los únicos que se han alejado de este flanco son ustedes o quizá nunca estuvieron de verdad, pues después del avance de la Izquierda Unida han tenido una serie de fracasos espectaculares que los implosionó, que puede ser natural en el camino, nos los culpamos, pero eso no justifica la conversión del comunismo a la socialdemocracia caviar. Ahí está mal usted Guerra, ese paso, como dice Lenin: “no es un error, sino una estupidez”.

Habla usted sobre mis procesos judiciales, dónde nadie me acusa de recibir o sustraer dinero, sino por “haberme interesado”, por un “daño potencial” y otras subjetividades, y con ello, al igual que calumniaron a mi padre, pretenden justificar una persecución a mi persona y al partido, cuyo delito es haber llevado por primera a la izquierda peruana al gobierno nacional, del cual Patria Roja debiera sentirse parte del triunfo, si realmente es comunista, pero no, el triunfo les dolió en el alma a los caviares más que a la derecha.

Logrado este objetivo, no nos preocupa cualquier insulto a nuestra dirigencia generacional, incluyendo lo de “caudillo” o “mesiánico”, porque todo queda inmaculado con el ingreso del partido a la historia del Perú, lo que otros hasta ahora no han podido lograrlo, pero tampoco lo tomamos con arrogancia, sino que reconocemos que este fenómeno es la cosecha de un proceso, donde hombres leales a su pensamiento dejaron sus vidas, como al hombre que usted ha calumniado, factor decisivo para la creación de Perú Libre.

Muy a pesar de todo, jamás enlodamos a Patria Roja, es más, mantengo respeto por algunos escasos dirigentes, tampoco contra otros partidos de izquierda, eso es una política de Perú Libre. La única ocasión que he adjetivado fue ayer, producto de que las cosas tienen un límite que rebasa la tolerancia, palabras que no me cuesta retirarlas, aunque ahora, más que nunca, mantenga un concepto distinto.

No he tenido ninguna sinuosa carrera política y es algo por lo que el enemigo político me respeta, usted es el que al haber fracasado como dirigente, lejos de dejar el cargo a la juventud, ha preferido arriar la bandera y entregarse a las faldas de Nuevo Perú, eso sí es ser sinuoso, pero claro, le viene bien seguir usufructuando el nombre de Patria Roja, para obtener ventajas personalísimas.

Voces del Cambio se creó para unificar la izquierda y se logró tras 34 años, pero eso también nos sirvió para ver su solidaridad de clase, pues en la primera de bastos, después de mi sentencia el 2019, hoy anulada por arbitraria, ustedes decidieron suspender las actividades, por su visión individualista. Por supuesto que queríamos llegar a la Presidencia, ¿es eso un error?, un partido se forma para la toma del poder, no para succionar los aportes a un sindicato, ¿cuál ha sido el delito?, ¿qué los amateurs le hayan ganado el liderazgo a la vieja guardia?, pensar así es antidialéctico, porque lo nuevo va rumbo al desarrollo y lo viejo rumbo a la extinción, ¿es difícil entender eso? Perú Libre también tendrá que dar pase a su relevo generacional pronto.

Guerra nos acusa de una alianza con el fujimorismo, repitiendo la novela creada por los caviares, no acepta que los detestan tanto derechistas como izquierdistas, no acepta el espontaneísmo anticaviar, claro que no es fácil una autocrítica en tales circunstancias. El término caviar, independientemente quién lo haya creado, ha tomado cuerpo de una categoría política que desenmascara el revisionismo moderno, antes asolapado en la penumbra. Hacerle ver ese fenómeno al pueblo también para nosotros es un modesto aporte.

A la facción de Guerra, dentro de Patria Roja, le molesta, como a los caviares, que Perú Libre tenga una representación en la Mesa Directiva, no pueden tolerarlo, lejos de alentar que, por el contrario, la izquierda popular tenga la presidencia del Legislativo, todo por una envidia personal. En resumen, el Kautsky de Patria Roja, ha visto en el triunfo de Perú Libre su fracaso propio.

Nos acusa de habernos unido para hacer “negocios con las mafias” de transportes y de las universidades, comportándose como cajita de resonancia caviar. Para Guerra, estar con los colectiveros informales y no contra los que han monopolizado el transporte (Metropolitano), es contrarrevolucionario; haber sacado a la SUNEDU de las garras de la caviarada de Intercorp, también, qué gran error. Estos hechos solamente lo reafirman como un servil a la caviarada de la burguesía financiera. Habría que investigar más a fondo a Guerra, porque la defensa que asume a costa del prestigio de su partido no es nada gratuita, lo que lo ha llevado a reventar a su propio partido hace escasamente horas.

Nos acusa de haber renovado al Tribunal Constitucional, claro que había que hacerlo, recuerde que la totalidad del Sistema de Justicia Nacional estaba capturado por la caviarada y aún continúa en la mayoría. Al haberlos pasado al retiro, recién se dieron jurisprudencia, como, por ejemplo, que para evitar la arbitrariedad de la prisión preventiva debían copular los tres presupuestos, porque antes la caviarada te encarcelaba con uno; que todos los que cumplían sus penas y pagaban su reparación civil, recobraban todos sus derechos; como poner parámetros para una sentencia basada en indicios y no en subjetividades; etc., ¿eso es una medida a favor de la burguesía? Claro que no.

Ahora no vaya a pensar que no nos hemos percatado que a la caviarada que usted tanto defiende no le ha cuestionado el indulto de Alberto Fujimori, pues recuerde que bajo la presidencia de Mari Elena Ledesma en el Tribunal Constitucional se dio el indulto a Fujimori y de eso usted no ha dicho ni pío, pero sí ha culpado al tribunal entrante. Indulto que está de más decirlo que nosotros también estamos en contra.

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ENSAYO

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui (1894 – 1930)

Jaime Cerrón Palomino

Extracción y posición de clase

El primer marxista de América Latina fue hijo de una  familia pequeño-burguesa empobrecida, de ahí que José Carlos, desde los quince años tuvo que truncar sus estudios de primaria para emplearse como obrero alcanzarrejones, oportunidad que le servirá para tomar contacto con la clase trabajadora del país y lograr información autodidacta. Unos años después se le verá dirigiendo revistas, periódicos y una prensa de prestigio internacional. Desde su adolescencia, confinado por su penuria Mariátegui asumirá posiciones proletarias e internacionalistas. En opinión de Basadre, José Carlos fue un “genio” que no habiendo concluido su educación escolar se convirtió en uno de los jóvenes literatos más importantes y más leídos, de más calidad y con propios méritos. Es un caso sin precedentes por su autodidactismo y lo paradójico es que el Perú tuvo en él una personalidad que la Universidad no pudo producir.

Su pensamiento

A despecho de García Calderón, Belaúnde, Deústua y otros ideólogos peruanos que para madurar en su verdadera posición tuvieron que hacer periplos por distintas corrientes de la filosofía, en el caso de José Carlos Mariátegui se produce un acto peculiar, cual es que por el propio contacto con los operarios y empleados del diario “La Prensa” fue asumiendo desde sus años mozos, una postura diáfanamente socialista; es verdad que al comienzo su ideología es espontánea y se diría inclusive instintiva, pero es encomiable que a los veinticuatro años ya tuviera definida su orientación socialista. Mas meritoria es aún el hecho de que desde temprano haya podido advertir la inutilidad de las doctrinas anarquistas y burguesas que por entonces estaban fuertemente en boga en el sindicalismo y en los círculos intelectuales, a tal extremo que eruditos como Prada, Abelardo Gamarra, Lévano, Fonkén fueron convencidos por las hojas ácratas.

El recorrido de José Carlos en la evolución de sus ideas tienen así claramente dos fases: la primera, que él mismo ha denominado su “edad de piedra”, el cual se contrae a los años que sirviera primero como obrero y después redactor en diversos periódicos. Es la época comprendida entre 1909 – 1919, al término del cual viajará a Europa. La segunda fase corresponde al período de 1919 a 1930, donde valiéndose de una excelente capacidad interpretativa aplica los principios de la filosofía marxista a la realidad peruana.

Como queda dicho, el primer período está caracterizado por su labor de redactor, articulista y cronista parlamentario en los periódicos: La Prensa(1909), El Tiempo (1916), Nuestra Epoca (1918) y La Razón (1919) a raíz de cuyas actividades tendrá enfrentamientos con el gobierno e incluso detenciones por la defensa de una serie de reivindicaciones sociales, entre las que destacan el movimiento de la Reforma Universitaria, la huelga por la Jornada de 8 horas, lucha por la rebaja de las subsistencias, lo que motivará inclusive su extrañamiento del país en el régimen de Augusto B. Leguía. En esté mismo período, Mariátegui escribe poemas de contenido social.

El segundo período constituye para José Carlos un momento valioso en la forma de su concepción del mundo, pues toma contacto con lo más graneado de los intelectuales de Europa, entre ellos: Barbusse, Rolland, Crose, Papini, Turati, Gobetti, D´Annunzio, Marinetti, Nitti, Sturzo, Serrato, Gramsci, Gorki, Sorel y otros, entre 1920 a 1923. Visita varios países del viejo mundo, asiste a Congresos de orientación marxista. A su retorno se incorpora inmediatamente como docente en la Universidad Popular “Gonzales Prada” para dictar clases sobre la situación del proletariado mundial, y asume la dirección de la Revista Claridad (1923), pero nuevamente es encarcelado y acusado de subversivo; en 1925 funda la Editorial Minerva y en ese mismo año, dada su indiscutible calidad es propuesto por los estudiantes de San Marcos a regentar una cátedra, cuyo ejercicio se lo niegan por mezquindades; en 1927, polemiza con Luis Alberto Sánchez en torno al problema del indio y el mismo año es detenido e internado en el hospital “San Bartolomé” bajo la acusación de preparar un complot; en 1926, funda la revista Amauta donde publica entre otras cosas la serie de artículos que luego aparecerá en los Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana; contribuyen en la revista intelectuales europeos, norteamericanos, latinoamericanos y peruanos; en 1928, interviene en la formación del Partido Socialista del Perú y ese mismo año funda el periódico Labor; en 1929, organiza la Confederación de Trabajadores del Perú.

En este mismo trecho puede notarse en el Amauta la vena marxista de sus artículos. Salen a publicidad dos libros de Mariátegui: inicialmente La Escena Contemporánea (1925) y Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana (1928).

Su Filosofía

Incuestionablemente la filosofía que profesa José Carlos es el materialismo dialéctico, cuya versación esta trasuntada no sólo en su obra cimera: Los 7 Ensayos, sino en otras como Defensa del Marxismo, que se publicó póstumamente en 1934. Con posterioridad a su fallecimiento (1930), sus herederos publicaron las obras completas del Amauta, reuniéndolas con diversos nombres, entre las que están: El Alma Matinal y Otras Estaciones del Hombre de Hoy (1950); La Novela y la Vida (1955); El Artista y la Epoca (1959); La Historia de la Crisis Mundial (1959); Signos y Obras (1959); Temas de Nuestra América (1960); Temas de Educación (1970); Ideología y Política (1969), Cartas de Italia (1969); Peruanicemos el Perú (1970), Figuras y Aspectos de la Vida Mundial (3 tomos) (14970).

Del conjunto de estas obras –sin contar los 7 ensayos- es en La Escena Contemporánea y en Historia de la Crisis Mundial, donde puede captarse su destreza en el manejo del Materialismo Histórico y del socialismo científico. En Temas de la Educación y en Idelogía y Política se refleja meridianamente el excelente manejo de la correlación de estructura y superestructura.

A la muerte de Mariátegui, algunos intelectuales con el propósito de echar sombras sobre el bien ganado prestigio de nuestro ensayista, surgieron voces aisladas denominándolo “populista”, “bergsoniano”, “soreliano”, etc. Tal es el caso de Mirochevski, que al haber leído en los 7 Ensayos una encendida defensa del aborigen, apresuradamente califica a Mariátegui de “populista”; a pesar de que José Carlos en ninguna página sostiene que el campesinado puede ser la clase social conductora de la revolución; de otro lado, Robert Paris quiere ver en Mariátegui un “soreliano”; Haya de la Torre lo ha motejado de “europeizante”; Víctor Andrés Belaúnde lo tilda de “ortodoxo” y Juan José Vega, magnificando las menciones que hace el Amauta sobre Sorel, Bergson y Nietzsche, ha querido demostrar que Mariátegui en verdad no es tal marxista, sino una suerte de ecléctico o idealista, no faltan pensadores que quieren despojar a José Carlos de su filiación marxista, para destacar en él que era mítico y religioso.

La Evolución de la Sociedad Peruana

Para Mariátegui el incanato fue una sociedad de economía comunista agraria que tenía asegurado el bienestar material de sus habitantes. Al irrumpir la conquista, sobre esa economía de carácter colectivista, los españoles implementaron un modo de producción distinto: el feudal, incluso mal articulado, porque sus protagonistas no fueron individuos aptos para hacer brotar una economía progresiva, antes bien lo conformaron personas entrenadas para actividades militares o religiosas. España reemplazó así la comunidad con el latifundio de cepa individualista, pero aún así las comunidades subsistieron al lado del latifundio y con el correr del tiempo fueron lo único positivo que quedó de la sociedad colonial, en tanto que el latifundio se desarrolló a su lado, prolongándose nocivamente hasta el período republicado, con grave detrimento para nuestro desarrollo, porque será un factor retardatario para la inauguración de un modo de producción burgués como hubiera sido de esperar.

Si bien es verdad que algunos rasgos del modo de producción capitalista se manifestaron después de la emancipación, pero la aparición de esas señales no fue fruto del crecimiento de las fuerzas productivas propias de nuestro medio. Obedeció más bien a intereses foráneos de los británicos que querían contar a nuestro territorio como una suerte de mercado y por otro lado, ciertas fracciones de clases sociales estimaban a la metrópoli colonial como una traba que debía ser reemplazada. Por ello, en el Perú no se asistió a ningún proceso revolucionario burgués de tipo feudal, pues ningún grupo pudo alzarse como interesado en el desarrollo capitalista. Es que la clase terrateniente continuó influyendo en el manejo del poder. Por esa razón cuando se inaugura el período republicano, los gobernantes dejan intacto el latifundismo, de manera que no pudo florecer sobre este aparato ninguna institución de corte capitalista.

Como secuela de la organización colonial, el Perú siguió explotando la tierra y la mina hasta mediados del siglo XIX, en que se presenta la posibilidad de disfrutar los recursos guaneros con los que algunas fracciones de clase se enriquecen y logran organizarse en una burguesía incipiente. Pero la guerra con Chile nuevamente nubló el porvenir de nuestra nación al quedar endeudada. Sólo al amanecer del siglo XX empezará a recuperarse, siempre bajo la dirección de una casta terrateniente que esta vez entró en alianza con el imperialismo para hipotecar nuestros recursos naturales y armas una economía de exportación.

Caracterización de la Sociedad Peruana

Mariátegui tipifica la sociedad nuestra como semifeudal fundamentándose en que la actividad más importante es la agrícola y en el hecho de que en el campo predominan las relaciones de servidumbre. Si bien es verdad que  nuestras instituciones se preciaban de ser democráticas, mas esto sólo existía en lo formal, ya que incluso en la franja de la costa donde se afirmaba que empezaba el capitalismo no ocurría tal cosa, porque supervivían sistemas propios de la servidumbre. En el feudo continuaba administrando el gamonal. Al margen de las disposiciones de la metrópoli, al extremo de no permitir siquiera la actividad comercial dentro de la hacienda. Empero lo paradójico del caso es que en medio de esta asfixiante feudalidad las comunidades continuaban desenvolviéndose y produciendo aun mejor que en las propias haciendas.

Pero la sociedad peruana no es sólo semifeudal, es también  semicolonial por que tanto Inglaterra como Norteamérica redujeron al Perú a una condición tal de impotencia para el autodesarrollo, que no podía encontrar salida para su desenvolvimiento autónomo por la vía capitalista; muy al contrario, el Perú fue constreñido como una especie de depósito de materias primas para el beneficio del mercado capitalista exterior. Por otro lado, la clase terrateniente, en lugar de optar por el salto cualitativo a un modo de producción burgués, se circunscribió a servir de intermediario a favor de empresas imperialistas o dueñas de los enclaves.

Sobre el Problema de la Nación

La coexistencia en nuestra patria de dos espíritus opuestos, no permite galvanizar el sentimiento nacional; los unos, denominados criollos, siguen sintiéndose hispanos como recuerdo del pesado lastre de la dominación ibérica; los otros, los aborígenes, mantienen lazos fuertes hacia lo telúrico sin poder participar de los adelantos de la tecnología, porque se sienten discriminados por quienes en nombre de la cultura los desprecian, cual si fuesen nuevos conquistadores. Esta sobrevaloración de los criollos dimana también del espíritu feudal que en el Perú está asociado a la condición de clase gobernante o poseyente desde la época de la conquista, con desmedro del indígena a quién se le mira como un paria.

La oposición de esos dos espíritus, según nuestro ensayista será superada cabalmente luego de la socialización de los medios de producción que colocará a los peruanos en condiciones realmente democráticas. Pero esto sobrevendrá todavía con el socialismo.

Sobre el Carácter de la Revolución

En el Perú, a decir de José Carlos, ya no es hora de hablar de revoluciones burguesas, pues la época propicia para este tipo de acciones ya pasó. Ahora lo único que queda es transitar del régimen semifeudal al régimen socialista; lo que significa que la revolución ya no la podrán dirigir los capitalistas sino las clases marginadas, debidamente organizadas en una alianza obrero campesina bajo una dirección proletaria. Tampoco es momento de invocar el retorno a la dorada época del Tawantinsuyo, porque las nuevas técnicas creadas por la humanidad no compatibilizan con estadios económicos ya superados.

En el Perú, a decir de José Carlos, ya no es hora de hablar de revoluciones burguesas, pues la época propicia para este tipo de acciones ya pasó. Ahora lo único que queda es transitar del régimen semifeudal al régimen socialista; lo que significa que la revolución ya no la podrán dirigir los capitalistas sino las clases marginadas, debidamente organizadas en una alianza obrero campesina bajo una dirección proletaria. Tampoco es momento de invocar el retorno a la dorada época del Tawantinsuyo, porque las nuevas técnicas creadas por la humanidad no compatibilizan con estadios económicos ya superados.

El Papel de las Clases Sociales

Mariátegui fue claro en desconfiar de la burguesía nacional y la pequeña burguesía tratándose de movimientos revolucionarios, pues ambas miran sólo a occidente y sus proezas; dan las espaldas al Perú profundo; de ahí que al campesinado que constituye las cuatro quintas partes del país no le toca sino realizar la hazaña heroica de la revolución, premunido de una conciencia de clase proletaria, que debía asimilar a través de la práctica política y la teoría en su propio idioma. Así se organizaría el Frente Unico de clases oprimidas, bajo la conducción de una vanguardia proletaria.

Tales son los temas centrales que Mariátegui contribuyó en su afán de ver la construcción de una patria nueva. Para diferenciarse claramente de las tesis confusionistas del APRA en torno a las clases medias, subrayaba:

“Política y socialmente, la clase media, la pequeña burguesía, han jugado siempre un papel muy subsidiario y desorientado en el Perú. El proletario manual, que, por nuestro escaso industrialismo, tenía que desprenderse penosa y lentamente de la tradición degenerada del artesano, empezó a afirmar su sentimiento y su autonomía de clase, en una época en que la mesocracia carecía del menor atisbo ideológico” (6).

CITAS DE LA TERCERA PARTE

  • Piedad  Pareja. En: Anarquismo y Sindicalismo en el Perú, p. 50.
  • Joaquín Capelo. En: Sociología de Lima, Tomo II.
  • José Carlos Mariátegui. En: Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, p. 206
  • Guillermo Rouillón. En: La creación heroica de José Carlos Mariátegui, Tomo I. La Edad de Piedra. Cap. II
  • Adalberto Dessau. En: Literatura y Sociedad en las obras de José Carlos Mariátegui, artículo inserto en la Obra Mariátegui: Tres Estudios de Antonio Melis y otros. P. 71
  • José Carlos Mariátegui. En: Ideología y Política, pp. 190-191

CUESTIONARIO DE REAJUSTE: III PARTE

  1. Consulte con el Materialismo Histórico y diferencie las categorías: “Proletariado” y “Campesinado”.
  2. ¿Puede el Campesinado considerarse un componente de la Pequeña Burguesía?
  3. ¿Qué clases sociales son consideradas “Dominantes” en nuestro País?
  4. ¿Cuándo penetra el capitalismo monopólico en el Perú?
  5. ¿Bajo qué nombre o rubro se agruparon los sectores de la clase dominante?
  6. ¿Qué  matices podemos encontrar dentro de los sectores de la Pequeña Burguesía en el período 1850 – 1950?
  7. ¿Bajo qué ideología se gobernó el proletariado peruano en sus inicios?
  8. ¿Ha desaparecido la clase “terrateniente” con la Reforma Agraria 17716?
  9. ¿Qué connotaciones tienen en el Perú la categoría “Gamonalismo”?
  10. ¿Qué diferencias puede establecerse entre “Yanacona” y “Siervo”?
  11. ¿A qué clase social sirve mayormente la Filosofía en el Perú?
  12. Establezca dos diferencias entre “Ideología” y “Filosofía”.
  13. Señale tres razones por  las cuales el “Gamonalismo” peruano se resistió el siglo pasado a transitar al modo de producción capitalista.
  14. Señale tres razones por las que el “Civilismo” se alió al “Gamonalismo” después de la Guerra con Chile.
  15. Indique por qué motivos, al  iniciarse la república no existió una clase social orgánica predispuesta a desarrollar una formación económico-social burguesa.
  16. Precise dos diferencias en el pensamiento de Alejandro O. Deústua y Manuel Vicente Villarán en torno al problema de la educación nacional.
  17. Señale dos diferencias sobre el problema del indio, en el pensamiento de José Carlos Mariátegui y Víctor Andrés Belaúnde.
  18. ¿Qué posición adoptaron los indigenistas sobre el proletariado peruano?

BIBLIOGRAFIA GENERAL

  1. DE LOS PENSADORES:
1.GONZALES PRADA, ManuelHoras de Lucha, Fondo de la cultura Popular, Ediciones “Futuro”. Llima, 1964. 227 pp. Pájinas Libres, Ediciones Páginas de Oro del Perú. Lima, 1966. 224 pp. Obras Completas, T. II. Vol. 4 Petro Perú, Ediciones COPE. Lima, 1986. 427 pp.
2.CAPELO, JoaquinSociología de Lima, Libro: II. III, IV. Imprenta Masias. Lima, L. II. 1895. 231 pp. L. III. 1896.335 pp. L.IV. 1902. 122 pp.
3.VILALRAN, Manuel VicentePáginas Escogidas, Talleres Gráficos P. L. Villanueva S.A. Lima, 1962. 467 pp.
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5.RIVA AGÜERO, José de laCarácter de la Literatura del Perú Independiente Estudios de Literatura peruana, Obras Completas. T. I. Pontificie Universidad Católica del Perú. Lima 1962. 384 pp.
6.GARCIA CALDERON, FranciscoAnales Universitarios del Perú, t. XXII Imprenta Liberal. Lima, 1897. 371 pp. El Perú Contemporáneo, Primera Edición en Castellano. Serie Reflexiones sobre el Perú. Banco Internacional del Perú. Lima, 1981. 383 pp.
7.BELAUNDE, Víctor Andrés.Meditaciones Peruanas Segunda Edición. Talleres Gráficos Villanueva S.A. Lima, 1963 267 pp. La Realidad Nacional, Tercera Edición. Gráficos Villanueva S.A. Lima, 1964. 221 pp. Peruanidad Quinta Edición. Fondo del Libro del Banco Industrial del Perú. Lima, 1983. 557 pp.
8.ENCINAS, José Antonio.La Reforma Universitaria en el Perú, Ediciones 881. Lima, 1973. 252 pp. Un Ensayo de Escuela Nueva en el Perú, Imprenta Minerva. Edición Facsimilar. Lima, 1986. 251 pp.
9.GARCIA, José UrielEl Nuevo Indio, Colección Autores Peruanos. Editorial Universo S.A. Lima 1973, 239 pp.
10.CASTRO POZO, HildebrandoDel Ayllu al Cooperativismo Socialista, biblioteca Peruana. Ediciones PEISA. Lima, 1973. 255 pp.
11.VAlCARCEL, Luis E.Ruta Cultural del Peru, Tercera Edición Edicones Nuevo Mundo. Lima, 1965. 259 pp.
12.HAYA DE LA TORE, Víctor RaúlEl Antiimperialismo y el APRA, Segunda Edición, Editorial Ercilla S.A. Santiago  1936. 234 30 Años de Aprismo, Segunda Edición. Editorial Amauta S.A. Lima, 1971. 249 pp.
13.MARIATEGUI, José CarlosSiete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, Decimotercera Edición. Empresa Editora Amauta. Lima. 1968. 282 pp. Peruanicemos al Perú, tercera Edición. Empresa Editora Amauta. Lima, 1975. 166 pp. Temas de Educación, Tercera Edición. Biblioteca Amauta. Lima  1976. 141 pp. Ideología y Política, Decimosegunda Edición, biblioteca Amauta, Lima, 1980. 285 pp.
14.MIRO QUESADA, FranciscoHumanismo y Revolución, Casa de la Cultura del Perú. Volumen Doble. Lima, 1969. 294 pp.
15.SALAZAR BONDY, AugustoHistoria de las Ideas en el Peru Contemporáneo, Francisco Moncica Editores. Lima, T.I. 1965. T.II. 1967, 478 pp. La Filosofía en el Perú, colección Autores Peruanos. Editorial Universo S.A. Segunda Edición. Lima 1967. 131 pp. ¿Existe una Filosofía de Nuestra América? 2da. Edición. Colección Mínima / 22 Siglo Veintiuno Editores S.A. México., 1973 133 pp. Entre Escila y Caribdis, Casa de la Cultura del Perú. Volumen doble. Lima, 1969. 200 pp.
16.SOBREVILLA, DavidLa Filosofía Alemana, Desde Nicolás de Cusa hasta nuestros días. Universidad Peruana Cayetano Heredia. Fondo Editorial, Lima, 1978. 475 pp. Las Ideas en el Perú Contemporáneo, en Procesos e Instituciones”, Historia del Perú. Tomo XI, Juan Mejía Baca Editores. Imprenta Salesiana. Lima, 1980. 415 pp. Pp. 115-415. 1880-1890: 100 Años de Filosofía en el Perú, en “Ciencias Sociales en el Perú” de Bruno Modesta Editor. Universidad del Pacífico. Lima, 1978. 210 pp. Pp. 35-99.
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GILBERT, Dennis L.La Oligarquía Peruana: Historia de Tres Familias, Horizonte, Lima, 1982. 266 pp.
COTLER, JulioClases, Estado y Nación en el Perú, Instituto Estudios Peruanos, Lima, 1978, 407 pp.
BURGA, Manuel y OtroApogeo y Crisis de la República Aristocrática, Rikchay Perú, Lima, 1981, 235 pp.
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La carta del camarada Jorge Glas

La carta del camarada Jorge Glas

Ciudadanos del mundo:

Soy un preso político. Por el odio sin límites me han trasladado de cárcel sin motivo, sólo por humillarme, sólo por venganza. Mi vida corre peligro. Alguien en el mundo debe hacer algo, la Santa Sede, la ONU, la OEA, la Corte Interamericana, la Corte de la Haya, Juristas del mundo, Organismos de defensa de los derechos humanos.

La judicialización de la política debe ser considerada un delito de lesa humanidad. Usan delitos como la asociación ilícita, para sentenciar sin pruebas.

Para que entidades y juristas del mundo vengan a Ecuador a ver lo que pasa, un país con un Contralor sin nombramiento, Fiscal “encargado” designado a dedo, un Consejo de la Judicatura puesto a dedo. Pido al mundo que venga a revisar mi caso, el de Rafael Correa, y otros compañeros.

Alguien debe parar esta carnicería política. Me declaro en huelga de hambre indefinida, hasta que vengan a ver lo que pasa en Ecuador. ¡Paren la carnicería política! El mundo no puede ser indolente a la persecución política contra todo líder progresista en Latinoamérica.

¡Ya Basta! Lo hago por mí, y por mis compañeros. Este es un grito al mundo. Soy una persona, tengo familia, están violando todos mis derechos humanos.

Lamento mucho el dolor que causo a mi familia con esta decisión, pero hay causas por las que vale la pena morir.

¡Hasta la victoria siempre!

Jorge Glas Espinel.

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Pugnas geopolíticas por el Megapuerto de Chancay

Pugnas geopolíticas por el Megapuerto de Chancay

Vladimir Cerrón

No cabe duda que la República Popular China está reconocida como la primera potencia económica del mundo. Como es natural, su hegemonía basada en el socialismo de mercado difiere mucho de la economía social de mercado de EE. UU., pero a la vez guardan algunos puntos en común.

Lenin decía en su obra El Imperialismo Fase Superior del Capitalismo (1916), que el sistema capitalista tiene dos fases bien marcadas. La primera corresponde al libre mercado y la segunda, al monopolio empresarial y financiero. Estamos en la segunda fase capitalista, por tanto, disputarse los espacios claves para el control exclusivo del mercado internacional se torna de vital importancia para cualquier potencia.

La tesis leninista hace un razonamiento preciso sobre el origen y la naturaleza del monopolio y lo define como una hija de la política colonial. Los países invasores antes gozaban de la exclusividad en la explotación del país colonizado. Los colonialistas han tratado de justificar estas ocupaciones bajo el pretexto haber llevado la civilización por el bien de la humanidad. Actualmente, persiste, pero se da en otras esferas, pretextando que nuestro desarrollo está en dependencia de las inversiones que ellos hagan en nuestro país.

No dejan de tener razón en gran medida, pero nos ocultan que su capital financiero del que tanto hablan en su país no tiene sentido invertirse debido al grado de desarrollo y madurez económica que han alcanzado, por tanto, la exportación de capitales para ellos se convierte en un imperativo. Para ello, se escogen países del tercer mundo donde los terrenos son de bajo precio, la educación limitada a lo elemental, el avance tecnológico primario, la mano de obra barata y sus materias primas no han sido del todo explotadas.

Ubicado el país, se despliega un movimiento a través de las “esferas de influencia”, la que “reemplaza a la competencia en el libre mercado”, que les permite llegar al gobierno y firmar con el Estado convenios ventajosos, donde la inversión para construir una obra es solo la punta del icerberg de los beneficios que obtendrán, condicionando la transacción de su capital al logro de operaciones rentables, beneficios monopolistas, inversiones concurrentes, cercanía a yacimientos de recursos estratégicos, compra de sus productos, manejo del transporte aledaño, etc. Simplemente, si no hay estas condiciones, no se invierte.

En otras palabras, la obra beneficiará mucho más a los capitalistas que al país receptor. En la misma obra, Lenin mencionaba: En estas transacciones internacionales, el acreedor casi siempre obtiene un provecho extra: una cláusula favorable en un tratado comercial, una explotación carbonera, un contrato para construir un puerto, una concesión jugosa o un pedido de armas”.

Así, la inversión inicial sirve solo como un vehículo o un eslabón a través del cual fluirán nuestras materias primas al exterior, muchas veces sin valor agregado, y en el colmo de los hechos, hacen que el Estado los cofinancie. Eso es lo que ha ocurrido con la inversión del Megapuerto de Chancay, que cuenta con capitales de la empresa estatal china Cosco Shipping Ports Limited y capitales peruanos de la compañía minera Volcan.

Para uno que sabe, el ABC del imperialismo es absolutamente normal. El Perú tiene reservas mineras de cobre, plomo, zinc, estaño, plata y oro, cuya explotación representa más del 70% de nuestras exportaciones. Estos commodities (materias primas), tienen gran demanda en el mercado asiático, los que, a través de este megapuerto y los mineroductos en construcción, podrán exportarse a menores costos, en barcos más grandes, ahorrando horas de viaje, venderlos más ventajosamente y, lo más importante, haciendo que Chile y Ecuador tengan que depender del puerto peruano.

Esta última ventaja descrita ha generado un conflicto geopolítico con el “dueño” del continente, los EE. UU. Este país ha presumido del control total de Latinoamérica y ven amenazados sus intereses económicos ante el avance de China, además de otro gigante como Rusia, que ha comenzado con sus inversiones en Venezuela, ambos adversarios geopolíticos, comerciales, financieros y militares.

Nuestro país posee una localización estratégica que permite el control de los países aledaños y del océano Pacífico. Las inversiones chinas en el Perú han ido desplazando a las norteamericanas, alemanas y canadienses. China tiene un total de 170 empresas de capital estatal en el Perú, que representa una inversión de más de 30 mil millones de dólares, con presencia en los principales yacimientos mineros de Toromocho, Las Bambas y Marcona, además de contar con China Three Gorges que compró Luz del Sur y la Central Hidroeléctrica de Chaglla.

Ante esta situación la Autoridad Portuaria Nacional (APN) del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), a través de su Procuraduría, ha presentado una demanda contenciosa administrativa para declarar la nulidad del acuerdo que ellos mismos firmaron, publicado en el diario oficial El Peruano el 11 de febrero del 2021, donde otorgaron los beneficios monopólicos siguientes: “Artículo 2.- Otorgar a la empresa la exclusividad de la explotación de los servicios esenciales en la infraestructura portuaria; y el Artículo 4.- El proyecto será de titularidad privada, uso público, marítimo y de alcance nacional, cuya actividad esencial es multipropósito para carga de graneles sólidos, líquidos, carga rodante y contenedores”. Firmado por el presidente del directorio de la APN, Carlos E. González Diez Canseco.

Está claro que esto no nació espontáneamente, sino que responde al interés de los EE. UU. de bloquear las inversiones chinas, existiendo para ello un sistema judicial influenciado por el país del norte, que pudiera afectar seriamente la seguridad jurídica. Este bloqueo a China, sin dudas, tiene la autorización del más alto nivel en el Perú, de un gobierno que, si no es por su servilismo yankee, ya se hubiera caído.

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El heraldo negro de Dina Boluarte

Vladimir Cerrón

La derecha no la necesita más a Boluarte porque ya le dio la “constitucionalidad” al golpe militar-parlamentario, promulgó las reformas legislativas que les interesaban como la bicameralidad e incluso, a través de las facultades delegadas, promulgó la “Ley Kenji”. Además de haberse emitido leyes que privatizaron el agua, los yacimientos petroleros, entre otros.

Boluarte es una presidenta que volteó la espalda al pueblo, decidiendo vender su alma a la derecha y a los caviares. Pero, claro, ella no es una derechista orgánica, no pertenece a ningún grupo económico, ni tiene una oenegé como otros poderosos. Por tanto, es material políticamente fungible.

La historia demuestra que para sobrevivir en el Ejecutivo es necesario contar con tres elementos: una bancada parlamentaria, un partido político y sobre todo el pueblo. Sin esos elementos no tiene sentido serlo. Ella se encargó de explotar estas columnas vitales, coadyuvó fraccionar la bancada, fue expulsada de su partido y mandó acribillar al pueblo. El capital político había sido liquidado y estaba pendiente de un hilo muy frágil y peligroso.

Boluarte habrá comprendido que concesionarse a la derecha, pagar a sus medios de comunicación, trabajar con sus cuadros técnicos y ser desleal a su partido, nunca son buena paga. Admita que la derecha la utilizó para derrocar “constitucionalmente” a su compañero de camino, pero lo paradójico es que usted está en el mismo camino. Todo apunta a un nuevo golpe blando.

El “Caso Rolex”, es solo un chivo expiatorio, sin relojes no habrá cuerpo del delito, si no hay este elemento no habrá sentencia, quedaría sentenciar una foto o un vídeo periodístico, caso totalmente atípico. Aquí lo que importa es el golpe político mediático y para ello funciona la policía política, como siempre.

Se sabe que el Ministerio Público está politizado y calcula sus ataques, abusa que no tiene un contrapeso firme en esta «democracia», aunque el único que se acerca es el Parlamento, razón de por qué reculó un posible allanamiento a sus instalaciones ante la denuncia de un congresista y el pronunciamiento de su presidente, lo que no ocurre con el Ejecutivo.

El presidente personifica a la Nación, la imagen del Estado se deteriora con el allanamiento al domicilio presidencial, se inestabiliza la economía y espantan las inversiones, pero para que los poderes fácticos se la jueguen es porque han decidido que el ciclo de Boluarte está concluyendo. Esto implica que a estas alturas deben contar con sus relevos, porque un hecho como este no se improvisa en ninguna parte del mundo.

Cualquier medida que tome a estas alturas la presidenta contra el MP o la PNP, serán tomadas como un acto de revanchismo, por lo que le queda es guardar la calma, aun sabiendo que tampoco es fácil vacarla por el delito imputado al no ser causal de ella, además que el Congreso tampoco quiere cortar su mandato. Lo que se está buscando es una renuncia, ante la orfandad que está escarmentando. 

Lo que le queda a la presidenta es reservar un “botón rojo”, para cuando vaya a renunciar o vayan a aprehenderla, sabiendo además que tendrá que afrontar denuncias más graves como los de lesa humanidad, por lo que su pronóstico es sombrío en todo flanco y no irá sola por ese derrotero, por lo menos lo acompañarán su expremier estrella, algunos policías y militares. Hasta ahora ella no se ha pronunciado.

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Cómo suprimir el arribismo parlamentario

Cómo suprimir el arribismo parlamentario

Vladimir Cerrón

La Comuna de París pudo identificar en los representantes del pueblo, ante el Parlamento, los mecanismos empleados por el Estado para que estos puedan sentirse “parte de él”, “parte del sistema”, “parte del Estado” y “por encima del pueblo”, abandonando gradualmente sus compromisos con sus electores.

En primer lugar, normó que los cargos públicos tengan que ser ocupados mediante sufragio universal, extendiendo además a los cargos administrativos, judiciales y de enseñanza.

En segundo lugar, normó que todos los cargos de elección popular puedan ser revocables por los electores en cualquier momento que lo consideraran necesario.

En tercer lugar, normó que los funcionarios estatales estén remunerados como cualquier trabajador, barrera eficaz que ponía coto al arribismo y a la caza de cargos.

En cuarto lugar, normó que los diputados tengan mandato imperativo, que no es más que la obligación legal de lealtad al programa del partido con el que los ciudadanos los eligieron, para no evadir sus compromisos.

A nuestro entender estos mecanismos evitarían las designaciones de los altos cargos del Estado basados en amistades, parentescos, logias o mafias políticas, inclusive hereditarias como se ve en nuestro país.

La elección popular tampoco debe significar un cargo a plazo fijo, sino que el mismo debe estar sujeto a la revocabilidad cuando el pueblo lo considere pertinente, mecanismo que puede activarse cuando un congresista traicione al encargo popular, a su programa de partido, al acuerdo de su bancada, al centralismo democrático, etc., evitando de esta manera el transfuguismo y el cabildeo de votos.

Los sueldos elevados, los bonos, los seguros, la cédula viva, etc., que reciben los parlamentarios están pensados para “poder desclasarlos”, sobre todo a los representantes de la izquierda, quienes al ver un cambio abrupto en su estatus de vida y querer seguir manteniendo el privilegio, están en la obligación de defender el estatus quo, lo que liquida el encargo revolucionario.

La ausencia de mandato imperativo es casualmente el marco legal que les permite incumplir con el pueblo, con su promesa de campaña, con su programa de gobierno, con su consecuencia política, etc., convalidando la estafa electoral. Por el contrario, su obligación fortalecería la institucionalidad partidaria y la seriedad de la política al tener candidatos que ofrezcan lo que realmente se puede hacer y hasta dónde se pueden comprometer.

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Sobre el deber revolucionario de Perú Libre en el Parlamento

Sobre el deber revolucionario de Perú Libre en el Parlamento

Vladimir Cerrón

Los grupos radicales, sobre todo de izquierda, siempre han tenido un discurso contra la existencia del Parlamento, sin embargo, una vez instalados en el poder y fundado el nuevo Estado, terminan instalando uno. Entonces, deducimos que el problema no es la existencia del Parlamento en sí, sino su estructura y espíritu, los que están en cuestión.

En los países socialistas se opta generalmente por un parlamento unicameral y se sustituye la denominación de Congreso por la de Asamblea Nacional Popular, Asamblea del Poder Popular o Cámara Popular. Ahora, no basta cambiar la denominación de la representación, ni optar solo por la unicameralidad, si no se cambia la estructura interna, el espíritu institucional. Por tanto, es necesario cambiar la forma y el contenido, porque dialécticamente la forma sí influye en el contenido y viceversa.

Lenin decía que salir del parlamentarismo no es abolir su representatividad y elegibilidad, sino transformarlo de un lugar de charlatanería, lobbismo y cabildeo, en un «centro de trabajo», y criticó a La Comuna de París que no debió restringirse a mantener la corporación parlamentaria, sino que debió transformarlo en una corporación de trabajo, ejecutiva y legislativa.

Ahora, la bancada de Perú Libre debe preguntarse a conciencia: ¿qué significa en la práctica convertir al Parlamento en un “centro de trabajo”?, pues como lo planteaba Lenin, debe ser una corporación de trabajo, que siga legislando, fiscalizando y representando, pero además impone cuatro condiciones:

Primero, retirarse los privilegios que hábilmente la burguesía ha concedido para que nuestros representantes se sitúen por “encima” del pueblo. Lenin sostenía en su obra cumbre El Estado y la Revolución que el parlamentario revolucionario es capaz de hacer el trabajo de calidad con el mismo sueldo de un obrero calificado. A la letra dijo, respecto de la alta remuneración: “se las puede (y se las debe) despojar de toda sombra de algo privilegiado y jerárquico”.

Así, respecto al sueldo congresal, la Constitución de la República Socialista de Cuba dice en su artículo 115: “La condición de diputado no entraña privilegios personales ni beneficios económicos. Durante el tiempo que empleen en el desempeño efectivo de sus funciones, los diputados perciben la misma remuneración de su centro de trabajo y mantienen el vínculo con este, a los efectos pertinentes”.

Segundo, la revocabilidad del cargo. Este derecho del pueblo no se puede ejercer, puesto que el Parlamento se ha blindado para ser inmune al control popular. En nuestra legislación todas las autoridades de elección popular, como alcaldes, gobernadores, regidores y consejeros son revocables, excepto el presidente de la República y los congresistas. 

Tercero, la piedra angular, es que nuestros parlamentarios «tienen que trabajar ellos mismos, ejecutar ellos mismos sus propias leyes, comprobar ellos mismos los resultados, responder ellos mismos directamente a sus electores«. En otras palabras, que nuestros parlamentarios promuevan, aprueben, ejecuten y respondan por sus leyes, haciendo que ellos mismos se sometan a la legislación en las mismas condiciones del pueblo, cosa que no ocurre actualmente.

La URSS convalidó lo dicho por el líder bolchevique, logrando convertir a un país agrícola, con hambruna y en guerra, en una potencia política, económica, social, militar y científica. Esto fue realizable porque los políticos se sometieron a las mismas reglas y los efectos por ellos legislados.

En otras palabras, ¿qué debiera hacer nuestra bancada si realmente es revolucionaria? Por ejemplo, si se aprueba una ley en la Comisión de Salud del Congreso de la República respecto a mejorar la atención de los pacientes, los parlamentarios, debieran renunciar a sus seguros médicos privados, atenderse en los hospitales del Estado (Minsa o EsSalud) y, tras ello, balancear los resultados para ver si la ley es justa, oportuna, efectiva, dañina o no responde a las expectativas populares. Ese es el “centro de trabajo” parlamentario revolucionario del que hablaba Lenin.

Cuarto, actuar en un Parlamento contrarrevolucionario, como el actual, requiere una estrategia clara, cuya meta es la revolución socialista, pese a las duras condiciones de dominio capitalista. La arena parlamentaria no será sino el terreno para la agitación política que eleve la conciencia de las masas, fortalezca su organización, lo prepare para el combate y exhiba las contradicciones insalvables del capitalismo. Esta táctica debe ser el producto preciso de cómo lo permitan las condiciones objetivas, del análisis concreto de la situación concreta y nunca de nuestra subjetiva percepción revolucionaria.

En varias ocasiones, los camaradas han criticado las coincidencias en las votaciones de nuestra bancada con la derecha o los caviares, pero deben entender que el único fin de esa coincidencia es “romper todo frente popular burgués”, como dijo Lenin. Recordemos que enfrentamos al fujimorismo (y sucedáneos), que constituye un partido de derecha con base popular.

Para cerrar estos cuatro puntos, debemos recurrir a la conclusión de Lenin: “La completa elegibilidad y la revocabilidad en cualquier momento de todos los funcionarios, la reducción de su sueldo hasta los límites del “salario corriente de un obrero”, estas medidas democráticas, sencillas y “comprensibles por sí mismas”, al mismo tiempo que unifican en absoluto los intereses de los obreros y de la mayoría de los campesinos, sirven de puente que conduce del capitalismo al socialismo”.

Debemos tener claro que nuestro Parlamento, como órgano neoliberal, al igual que las otras instituciones, constituye un “cerrojo del sistema”, comportándose como el principal método de dominación social, el campo de batalla de los intereses políticos, la institución jurídica que convierte en ley el deseo de la clase opresora, el que decide qué métodos de lucha política son los aceptados y el encargado de boicotear las iniciativas  que intenten resolver los problemas de modo revolucionario, garantizando su hegemonía. 

Por esa razón Lenin, era más radical al mencionar que los parlamentarios revolucionarios “no debe crear ilusiones constitucionalistas”, porque toda reestructuración de las relaciones de poder (Asamblea Constituyente de la Duma) en estas condiciones, solo sirve para fortalecer al Estado capitalista, aspecto que Perú Libre debe volver a reevaluar.

Sin embargo, toda lucha es útil para el pueblo en cualquier arena, aun en el Parlamento más reaccionario, por lo que Lenin concluía que: “la lucha parlamentaria es solo una pequeña etapa, una estación ferroviaria menor, en el camino de la constitución de la revolución, por lo que puede servir indirectamente al desarrollo de esa lucha”.

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NOTAS DE PRENSA

Perú Libre condena atentado terrorista en Moscú

PERÚ LIBRE CONDENA ATENTADO TERRORISTA EN MOSCÚ

El Partido Político Nacional Perú Libre condena enérgicamente el atentado terrorista al noreste de la ciudad capital Moscú, que ha ocasionado daños humanos irreparables.

En horas de la tarde del día de hoy, 22 de marzo del 2024, incursionaron a la gran sala de conciertos del Crocus City Hall, cinco hombres armados con fusiles de largo alcance, quienes dispararon a mansalva a los asistentes, además de hacer detonar dos artefactos explosivos, lo que condujo al incendio total de la infraestructura.

El atentado terrorista ha ocasionado extraoficialmente la muerte de decenas de asistentes, cuyo número promedio se presume entre 40 y 100 muertos, y decenas de heridos, constituyendo actos de crímenes de lesa humanidad.

La autoría del crimen aún está por confirmarse, aunque algunas informaciones sustentan que la paternidad del ataque correspondería al Estado Islámico. Independientemente de corroborarse o negarse dicha información, nuestro Partido ratifica su enérgica condena.

Expresamos nuestra solidaridad con la familia de los dolientes, con el pueblo ruso, con el Gobierno de la Federación de Rusia y con su embajada en Lima, haciendo presente nuestras condolencias respectivas y exigiendo una profunda investigación y que, producto de la misma, se tomen las acciones que corresponda.

¡ALTO AL TERRORISMO MUNDIAL!

Lima, 22 de marzo del 2024

Vladimir Cerrón Rojas

Secretario General Nacional

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ARTÍCULO

Caviares: renegados y reciclados por el imperialismo

José Bendezú Gutarra

La desintegración de la URSS no significó (ni significa) el triunfo del capitalismo, solo fue una experiencia fallida del socialismo; tampoco quiere decir que el socialismo no funciona. Era lógico que los capitalistas salgan a proclamar ese hecho como un triunfo; lo que no era lógico es que los “marxistas” claven los picos sin mayor objeción.

La estructura y superestructura de un modo de producción no se instalan en una sociedad de la noche a la mañana, no hay encantamiento mágico, son procesos largos, muy largos, para que el nuevo sistema se torne en sentido común en el imaginario de las personas. Recién cuando el sentido común sea el correlativo a la ideología de la clase gobernante, se podrá afirmar sin ambages que hay un nuevo orden social.

Esto último, que es parte del ABC de todo “marxista”, fue olvidado rápidamente por muchos de ellos. Pregonando la muerte del socialismo tan igual o antes que los portavoces burgueses. Tal vez, viendo el panorama sombrío, fueron por el camino más seguro: renegar de su vieja militancia o pasarse al bando de los “académicos” apolíticos. Otros, sin poder deshacerse de su pasado, pues buscaron formas edulcoradas y fueron los nuevos decoradores del capitalismo, del imperialismo, generando organismos caritativos. Para estos la lucha de clases desapareció, así como la utopía o simplemente su romanticismo y su forma de vida acomodada estaban en peligro. Eran solo deshechos que se dejaban llevar por las olas de la política. De posmarxistas abundan.

Fujimori y Montesinos no eran más que lacayos del imperialismo, de las políticas neoliberales; no es un secreto, pero parece conveniente para muchos liberales y socialdemócratas dejar de lado ese rol que cumplieron ambos criminales. También los exmarxistas o posmarxistas dejan de lado que la dictadura no es solo una forma de gobierno, sino que es la forma en cómo una clase gobierna sobre las otras. También dejan de lado que no existe una sola forma de democracia, sino muchas, las que han existido en la historia, y existirán a futuro. En el capitalismo hay la dictadura de los burgueses contra aquellas clases que no tienen el poder político ni económico.

Entonces Fujimori, Montesinos y demás agentes que implantaron el neoliberalismo en el Perú no son una excepción en la dictadura burguesa, capitalista, en el Perú. Pero ha sido rentable el negocio de generar solo una negación o censura aquello ligado al legado fujimorista; es una repulsa de carácter moral y no político o ideológico. Eso es así porque todos los grupos anti fujimoristas no hacen una apuesta política propositiva nueva, a lo mucho centran sus discursos en las personas y sus conductas “morales” pero no hay un cuestionamiento al sistema neoliberal, al capitalismo, al imperialismo. Es fácil satanizar y victimizarse, por otro lado. Es fácil hablar de tecnocracia, pero no de cuestionar el orden económico-social-cultural.

Los paladines morales de esta época decadente son los mismos que durante el fujimorismo trabajaron dentro de él para aplicar las nuevas políticas neoliberales. Estuvieron allí ex marxistas, socialdemócratas, liberales, ONG’s y muchos “analistas y periodistas” de “prestigiosa reputación”.

El poder del sistema neoliberal bajo la operación de Fujimori implicó manejar a los medios de comunicación hegemónicos, incluso a los de “oposición”.  La República, diario autocalificado como moral y progresista, también vendió su línea editorial al “chino” Fujimori. Es que para la dictadura tener el control total, incluso de sus “enemigos”, era necesario; así como crearse propios cuestionamientos. Eso no era nada nuevo entonces y mucho menos ahora. Así se puede observar con todo esplendor que las dictaduras generan sus propios “enemigos”, pretender generar supuestas broncas que son manejadas por ellas mismas.

La socialdemocracia y los progres, los políticamente correctos, son también incentivados por el imperialismo para apantallar cuestionamientos contra el sistema. No obstante, esos cuestionamientos son epidérmicos, son más shows controlados que contradicciones profundas.

Sin embargo, este no es único fin del imperio al generar una oposición controlada, sino que también buscan acoger potenciales elementos revolucionarios y domesticarlos. Esa captación se da principalmente en espacios de formación como universidades e institutos, así como otras organizaciones como las ONG’s que dan empleos y también capacitaciones. No se puede dejar de lado que USAID beca a operadores del sistema justicia nacional para seguir cursos de especialización en la universidad Católica, dándole parámetros ideológicos y axiológicos. No en vano, la universidad Católica es un centro formación socialdemócrata y liberal.

Como se puede apreciar, tras la desintegración de la gloriosa Unión Soviética, viejos comunistas o filo comunistas renegaron de sus accionar política y vieron diversas formas de insertarse al capitalismo. Mucho de ellos formaron parte del movimiento “progre”, se unieron a las filas de las ONG’s que plantean un capitalismo con rostro humano. Lo real es que el capitalismo es incompatible con los intereses generales de la humanidad y de la Tierra. No hay forma de vida digna o justa bajo el imperio, bajo la dictadura del capitalismo.

Es así que muchos de esos progres, en el caso peruano, estuvieron al servicio de Fujimori y Montesinos, que es estar al servicio del imperialismo. Ellos tal vez sean de una izquierda, pero de aquella que necesita el imperialismo para desviar la atención de la lucha de clases, de las verdaderas contradicciones de fondo que genera el mismo capitalismo. Esos progres son los que con auspicio del mismo imperialismo mediante sus ONG’s han capturado diversas instituciones del Estado peruano.

Al final de cuentas, entendiendo que una persona no es lo que dice, sino lo que hace, los caviares son la “izquierda” que necesita el imperialismo, auspiciado y formado por este. Al final, estos caviares no representan en absoluto un pensamiento crítico, novedoso, rupturista o revolucionario. Es necesario aclarar que en nuestro país el debate político debe centrarse entre conservadores, defensores, del orden social actual, neoliberalismo, y los revolucionarios, los que quieren acabar con este orden injusto, abusivo, depredador, parasitario, y construir una sociedad nueva, un socialismo con características peruanas. Porque a diferencia de los que renegaron del comunismo, nosotros lo seguimos enarbolando, y entramos de lleno a la lucha de clases bajo la luz del marxismo-leninismo-mariateguismo.

Para nosotros, militantes de Perú Libre, la lucha política no tiene como objetivo ganar una elección sin cambiar el sistema político. Nuestro objetivo siempre fue claro y público, construir un país socialista, democrático, popular y soberano. Para nosotros la experiencia de la Unión Soviética es el ejemplo de que sí posible un mundo nuevo y mejor, que aquella experiencia fue la primera, pero no la última. Y en este momento en que es más palpable que hay una disyuntiva global: entre socialismo o barbarie, Perú Libre se reafirma que el único camino es el socialismo.

José Eduardo Bendezú Gutarra
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