Vladimir Cerrón
En el secular espíritu centralista y paternalista del Estado peruano, se mantiene la vieja idea que las provincias sigan siendo las esclavas que garanticen comodidades a la oligarquía limeña.
Insinuán que todo reclamo viene concatenado a la acción de subversión, distorsión, politiquería, etc., La solución parte, para que no se confundan, que reconozcan que la descentralización no significa quitarle poder a Lima, sino que las provincias recuperen su poder.
No es que a «Gregorio Santos en Cajamarca, Elmer Cáceres en Arequipa, pasando por Walter Aduviri en Puno y Vladimir Cerrón en Junín», se les ha ocurrido distorsionar la descentralización y la regionalización, sino que reclamamos que se pase al Estado federado y se deje el cuento del Estado unitario, en un país plurinacional.
Lo peor de todo es que ese centralismo limeño, bueno sería que atienda a todos ellos y no es así. La persistencia de una tugurización extrema, de índices de tuberculosis asombrosa, analfabetismo, explotación de niños, conos de pobreza, delincuencia nacional y foránea, trata de personas, entre otras, en la ciudad capital, nos lleva a la conclusión de que ese 72% retenido para Lima del presupuesto nacional ni siquiera es para todos los limeños, sino para un pequeño grupo que usufructúa lo producido por los esclavos peruanos al interior del país.
Se debe bregar por reforma política que permita destrabar la descentralización y avanzar. Si Lima tiene 10 millones de habitantes (27%) no es posible que retenga el 72% de presupuesto.
Los acontecimientos en Bagua, Tía María, Espinar, Las Bambas, etc., son una muestra que el Perú Profundo sabe cada vez más de sus derechos, de un Perú que evidentemente no es el mismo de décadas atrás, entiéndanlo de una vez. Adentro hay un Perú patriota y no un Perú entreguista.
No es posible que ustedes sigan dándo el 70% de las ganancias a las transnacionales y 30% al Estado peruano y nada a las comunidades, a cambio de mantener el subjetivo poder político y económico, que en realidad es expresión del poder de la metrópoli norteamericana, en manos de algunos felipíllos.
Nuestra patria puede y debe cambiar, ahora los de abajo queremos y sabemos que los de arriba no podrán por mucho tiempo. Es el curso inexorable de la historia. Columna de El Comercio: https://elcomercio.pe/opinion/columnistas/vizcarra-martin-solar-salvador-tia-maria-presidente-ministros-sombra-juan-paredes-castro-noticia-ecpm-656497