Ad portas del proceso electoral regional
Vladimir Cerrón
(Huancayo, 25.09.18) Cuando dejamos el cargo de presidente regional en diciembre del 2014, advertí al pueblo que dejábamos una valla muy alta en infraestructura y trabajo social que había desarrollado el Partido y que el gobierno regional entrante nunca la superaría, porque lo que hicimos se hizo con ideología, convicción, identidad y no con meros intereses mercantiles.
El pueblo de Huancayo, en cuyo rostro fúnebre se vio el anuncio de la parálisis del progreso de Junín, aquella mañana que los medios informaban el triunfo de la mafia sostenible, fue testigo al igual que toda la región de la insania más grande que se le puede hacer a un pueblo laborioso, emprendedor, progresista y culto, por ambiciones personales y familiares.
No hay una sola obra que pueda dar fe que por aquí pasó una administración regional de Junín Sostenible, movimiento político de la mafia. No hay una sola muestra de desarrollo pese a los más de 1000 millones asignados al gobierno regional respecto al nuestro, ni una sola.
Son cuatro gestiones que esta organización criminal con fachada de movimiento regional, Junín Sostenible, se apoderó de la conducción de la Municipalidad Provincial de Huancayo y de SEDAM, reciclándose con aparentes figuras nuevas. Pues esta es la misma estrategia que quieren usar para perennizarse en el poder regional con candidatos encubiertos.
Todos saben que los señores Zósimo Cárdenas, César Combina, Mauricio Vila, Peter Candiotti y Javier Yauri, son las caras de un mismo dado político. Todos estos señores no son más que la prolongación de Ángel Unchupaico, el actual gobernador de Junín que se encargó de llevar a nuestro departamento al abismo impulsado por la corrupción.
Solamente en toda esta contienda existe una organización política capaz de hacerle frente a este torrente mafioso y es Perú Libre, no hay otra. Es por eso que la posibilidad de una derrota en segunda vuelta, de no pasar el 30%, podría ser una posibilidad. Pero nuestro pueblo no lo permitirá, porque ahora es más consciente que antes de su realidad y del tiempo perdido.
Por estas razones invoco al pueblo en general a sumarse al torrente de un partido del cual se susurra en el rumor popular o se habla a viva voz: “Perú Libre sí cumple”. En esa frase queremos resumir la decencia que queremos imprimirle a la política, sin mentiras, sin demagogias, sin victimizaciones, sin insultos, sino con propuestas claras en beneficio de las generaciones actuales y futuras.