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ARTÍCULO

ACERCA DEL RESULTADO ELECTORAL REGIONAL Y MUNICIPAL 2022

Vladimir Cerrón

En política no hay victorias ni derrotas permanentes, todo responde a las condiciones previamente creadas para obtener los resultados. Perú Libre ha recibido un revés electoral en este proceso, resultado cual no vamos a discutir, pero sí analizar las causales y los remedios que debemos aplicar.

En este razonamiento, ¿nos reingenierizamos o dejamos de representar a una corriente de izquierda socialista, con la que también se identifican miles de peruanos? Pues, mientras estemos convencidos de la no existencia de otra representación genuina nuestro deber patriótico es continuar la batalla.

Es cierto que las elecciones nacionales no son comparables con las regionales y municipales, pero tampoco dejan de serlo. Son ingenuos los que celebran derrotas de otros y no ven que, en el ejercicio de gobierno de sus electas autoridades, al término de su período, es casi imposible una reelección en esa jurisdicción. En otras palabras, por ley de contradicción, no tener representantes ahora, puede traducirse en tenerlos más adelante.

Tampoco es la primera vez que desahucian a Perú Libre, lo hicieron tres veces, tras violentas contracampañas nacionales, en el 2014 evitando la reelección al gobierno regional de Junín con dos crímenes hasta ahora no resueltos, en el 2019 con el encarcelamiento de su líder y en el 2021 con la impronta judicialización por encargo, pero ocurre que siempre regresamos, cada vez con más fuerza y cabe la interrogante: ¿por qué ocurre este fenómeno?, porque mientras el diagnóstico y las propuestas del Partido sean sintetizadas a partir de la realidad objetiva, siempre habrá quienes se identifiquen con él.

Es cierto que somos responsables de haber llevado a Pedro Castillo al gobierno nacional, no podemos evadir esa realidad, como también es cierto que su gobierno no tiene los resultados prometidos. En más de un año no hay un solo hospital construido por iniciativa propia, no se ha renegociado los contratos ley, los abusos de las financieras siguen indemnes, las mayores utilidades se siguen adjudicando a las transnacionales, no hay intentos de luchar por una Asamblea Constituyente, la derechización del entorno del gobierno es real, etc., con lo que podemos concluir que Castillo no nos representa, pero cargamos con sus desaciertos.

Factores externos

En el plano nacional, los reportes departamentales y provinciales dan cuenta de que el principal factor de rechazo al Partido es el pésimo gobierno de Pedro Castillo, su inconsecuencia al programa del Partido, la ineptitud de los funcionarios, las promesas no cumplidas y las acusaciones de corrupción, lo que ha conducido a que el mal llamado “partido de gobierno” no logre una sola representación regional. No dudamos que los ayayeros del Presidente le estarán susurrando al oído: “ya ves, sin ti Perú Libre es nada”, el mismo susurro que lo está llevando al abismo, pero no solo al primer gobierno de “izquierda”, sino también podría hacerlo con Perú Libre y con todas las izquierdas del país, sin excepción, incluyendo la caviar, por lo que no hay razón para que ciertos sectores de la izquierda festejen reveses de otros.

Respecto a la Lima aristocrática, siempre el mismo fenómeno, conservadora y reaccionaria, aquí no hay segunda vuelta, a pesar de que tienen rango de gobierno regional, porque el voto histórico garantiza el triunfo de la derecha en primera vuelta. Lo que preocupa es el voto en los conos, donde asienta la Lima provinciana, que sigue votando por alguien que en nada se parece a ellos y desprecian a sus pares, ¿qué podría tener en común el millonario RLA con un poblador de cono? Nada. Razón por la que podemos inferir que el trabajo político e ideológico de Perú Libre en esas zonas fue mínimo o nulo para cambiar esta percepción.

La región Junín merece un análisis especial, Perú Libre iba a ganar este proceso electoral por su simpatía, por el programa de gobierno, las obras que realizó y otras que están en marcha, entre hospitales, carreteras y puentes emblemáticos, tenía el candidato favorito, pero renunció, tras la persecución, el allanamiento a su vivienda, enfrentamientos partidarios internos y posiblemente otras motivaciones que el tiempo dilucidará. El CEN y el CER evaluaron y alertaron sobre las consecuencias nefastas que esta actitud personal implicaba sobre nuestros candidatos a las alcaldías, las recomendaciones no fueron cumplidas, poniéndose en evidencia una vez más que sin un liderazgo regional firme, los postulantes a alcaldías no generan mayores expectativas, salvo las excepcionales.

Factores internos

En el plano orgánico, existen comités regionales y provinciales donde hay debilidades de organización, por ejemplo, mucho sectarismo, un mal que no hemos podido erradicar. En los comités donde sus secretarios generales fueron elegidos congresistas y pidieron licencia, dejando el cargo estatutariamente al secretario de organización, la elección tuvo mejores resultados que en los que no lo hicieron. Esto implica reafirmar, una vez más, que un comité regional no se puede dirigir si no es in situ.

Las elecciones internas de los candidatos regionales y la defectuosa composición de sus listas, han traído fatales consecuencias, pese a que se descentralizaron, a pedido de ellos, las personerías legales, conllevando a que varias listas sean declaradas improcedentes y con ello, los candidatos a alcaldías tengan pocas posibilidades de triunfo. Un problema añadido es respecto a la alternancia, por déficit de lideresas en el Partido, sumándose a esto las carentes coordinaciones de la personería legal nacional con sus pares regionales.

Ningún comité regional realiza escuelas políticas regularmente, no hay un cronograma de exposiciones y debates, no se reporta lo actuado, han tomado el partido electoreramente, mas no como una herramienta de concientización y educación de las masas. Si las escuelas funcionaran los resultados obviamente fueran distintos, ahí está el ejemplo de Junín en sus años de apogeo, que luego forjó el partido nacional, no había una mejor herramienta que esa y la militancia lo sabe.

También es necesario mencionar que a este resultado ha contribuido la persecución judicial de la cual se es víctima, con varios dirigentes presos, decenas de procesos abiertos a partir de haber pasado a la segunda vuelta electoral, incluyendo el de terrorismo, allanamientos, comparecencias restringidas, pagos de caución e impedimentos al líder para trasladarse de una región a otras con fines de fortalecer el Partido y las candidaturas, mientras los representantes de los partidos de derecha tienen toda la ventaja.

A pesar de todas estas dificultades el Partido logró ganar meritoriamente en un total de 78 jurisdicciones municipales, entre provincias y distritos, teniendo que enfrentar esta nueva experiencia de gobierno a mayor escala y fuera de la jurisdicción de Junín donde condujo algunas alcaldías.

¿Qué le queda al Partido?

Reorganizar sus dirigencias regional, provincial y distrital, renovar el CEN en su próximo Congreso a convocarse en enero del 2023, en el que se realizará un análisis crítico frente a estos resultados, lograr conclusiones, fijar objetivos, plasmarlos en documentos, ejecutar las tareas y efectuar el balance.

Sabemos que las condiciones internas en una organización son el factor principal de triunfo o derrotas, pero no por ello debemos dejar de lado el análisis de un factor híbrido que afecta al Partido y es que Castillo sigue siendo percibido como militante de Perú Libre en el Gobierno. Somos de la idea que, si el gobierno de Castillo no tiene ninguna intención de implementar el programa del Partido con el que ganó las elecciones y esperanzó al pueblo, no tendría ningún sentido seguir apoyándolo, y la bancada debe optar por una acción redentora, procediéndose al deslinde definitivo ante los ojos del pueblo.

Está claro que las bases magisteriales de las que Castillo dice con frecuencia fueron la fuerza decisiva para llegar al gobierno y no el Partido, esta vez no votaron por la izquierda. La otra hipótesis más sensata es que nunca fueron tal fuerza, sino fue la masa popular, que bajo el programa partidario que Castillo se encargó de repetir en cada plaza, lo puso en el poder, con lo que queda desvanecido el mito del magisterio como elemento decisivo.

Finalmente, nuestro Partido reafirma su posición de izquierda popular, la misma que es inclaudicable y orienta sus esfuerzos para lograr una mejor estructura orgánica, que permita no solo enfrentar procesos de este tipo, sino ser una alternativa de representación de quienes se identifican con los ideales democráticos, descentralistas, inclusivos, internacionalistas, soberanos, humanistas y antimperialistas.

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Por Vladimir Cerrón Rojas

Médico Cirujano, Especialista en Neurocirugía, Magíster en Neurociencias, Doctor en Medicina, Expresidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales - ANGR, Gobernador Regional de Junín, Secretario General Nacional del Partido Político Nacional Perú Libre.