

Perú Libre | Partido Político Nacional
Médico Cirujano, Especialista en Neurocirugía, Magíster en Neurociencias, Doctor en Medicina, Expresidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales - ANGR, Gobernador Regional de Junín, Secretario General Nacional del Partido Político Nacional Perú Libre.
Vladimir Cerrón no oculta su admiración por los representantes de la revolución cubana, pero tampoco por otros personajes latinoamericanos.
«Yo sí admiro a Hugo Chávez, admiro a Correa, admiro a Fidel, admiro a Evo Morales, porque es gente que ha tenido el valor de sacar a su pueblo del yugo que ha estado explotando a su pueblo en beneficio de su pueblo en detrimento de las mayorías», dice
Vladimir Roy Cerrón Rojas es líder del partido político «Perú Libertario» con el postula a la presidencia del Perú. El representante del partido del lápiz tiene 45 años está casado y es médico neurocirujano.
Apoyó por corto tiempo al nacionalismo, pero finalmente decidió alejarse al ver que nada de lo prometido se cumplía. Cerrón asegura que quiere diferenciarse de otras izquierdas.
«Nosotros representamos una izquierda provinciana y no la izquierda capitalina, nosotros no recibimos financiamientos de ONG», dice.
Cerrón propone crear un solo sistema de salud, un programa odontológico para los colegios. La educación la declarará en emergencia y en el plano económico renegociará el reparto de las ganancias con las empresas que explotan los recursos naturales.
«Si en caso ellos no aceptaran nosotros estamos planteando que el Estado deba nacionalizar el yacimiento en cuestión», advierte.
Fuente: America Tv
PERÚ LIBRE es una herramienta del Perú Profundo creada para su desarrollo, que incluye las aspiraciones del provinciano al interior del país, así como de Lima que constituyen el 70%. Ningún partido contempla en su plan de gobierno un compromiso serio con la descentralización, excepto Perú Libre, por el contrario, tienen compromisos con la neocolonización del país.
Vladimir Cerrón
El Presidente de la República habla de la necesidad de refundar y construir un sistema político para mejorar la vida del país, pero cree que solo puede hacerse con medidas de carácter unilateral, es decir, eliminando la inmunidad parlamentaria y evitando que postulen sentenciados en primera instancia.
No hace referencia a la raíz de nuestra desgracia, el sistema neoliberal, que ha engendrado la corrupción, la injusticia y la pobreza.
Ha reconocido que tenemos instituciones débiles, obvio que es así, más aún si hacemos una comparación con instituciones como la CONFIEP, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía, entre otras. No reconoce que nuestra debilidad institucional parte de nuestra dependencia neocolonial y de la existencia de una oligarquía al que le ha cedido muchos millones en esta pandemia.
Efectivamente en el referéndum se aprobaron algunas medidas, entre ellas el rechazo a la bicameralidad, resultado que el mismo Ejecutivo ha querido desconocer pretendiendo imponer esta ampliación parlamentaria.
Es cierto que el pueblo está en contra de la inmunidad parlamentaria, pero no saben que también otras autoridades están investidas de este privilegio con sucedáneos como el antejuicio político, así como el no investigarlos por delitos no contemplados en el informe final de una comisión investigadora, así lo existiese. Además de la inmunidad al proceso y al arresto.
No es justo que solo a los parlamentarios se les prive de esa prerrogativa. ¿Qué hay del Presidente de la República, miembros del Tribunal Constitucional, ministros de Estado, jueces supremos, fiscales supremos, vocales supremos, diplomáticos, defensor del pueblo, contralor de la República, miembros del BCR, entre otros? Nada.
Respecto a los sentenciados en primera instancia por delitos dolosos, se sabe que es inconstitucional, pues se viola un derecho fundamental que es la presunción de inocencia y la pluralidad de instancias. ¿Qué garantías tendríamos frente a un Poder Judicial bastante cuestionado para absolver o sentenciar? Ninguna. Si el Presidente no tuviera inmunidad, es posible que estuviera sentenciado o preso por procesos dolosos en su gobierno regional, los que no afirmo sean ciertos o no, sino que pudieron concluir en resoluciones arbitrarias. Entonces, si realmente queremos que sea así, no queda otra que cambiar la Constitución del 93.
Si el Programa estuviera a nivel nacional, porque ahora solo existen 47 consultorios de Médico de la Familia en Junín, no habría ni siquiera la necesidad de buscar a los asintomáticos, sino los médicos, a quienes se les asignan entre 2000-2500 habitantes, sabrían qué miembro de la familia está infectado con COVID19, harían respetar la cuarentena, educarían para evitar la infección, confeccionarían la historia epidemiológica, harían los tamizajes y diagnóstico precoz a los contactos, asociados y sospechosos, empezarían la quimioprofilaxis de ser el caso y reportarían con discrecionalidad a las autoridades sanitarias, laborales y comunales, para tener el control bajo la dimensión real. Muchos enemigos lo que hicieron fue conspirar contra este noble Programa, pero estamos a tiempo de retomarlo y extenderlo a nivel nacional, recuerden que la pandemia se controla afuera y no en el hospital.