Vladimir Cerrón
(04-01-18). La historia rescata en el Perú un principio estalinista el cuál manifiesta: la burguesía puede ser derrocada, pero no derrotada, y justamente no se derrota porque persiste en la sociedad aún el esquema cerebral de pensar y actuar, del modo de quien fue derrocado, que no puede cambiarse de un momento a otro tan fácilmente, si no hay una verdadera revolución que logre sostenerse en el tiempo.
Lenin decía que hay algo más difícil de enfrentar que una guerra física y es la fuerza de la tradición. En el Perú es la fuerza traducida en la búsqueda de un salvador y no en elevar la autoestima popular que infiera pensar que nosotros podemos ser nuestro propio redentor.
El país se desenvuelve en un sistema neoliberal, sistema que para algunos pocos les ha significado la gloria económica, para la clase media alguna mejoría que llegó a anestesiarlos frente al algia de la clase baja. Para los sectores empobrecidos significó más desgracia como arrasamiento de sus propiedades, contaminación de sus tierras, explotación laboral y trata de personas.
Llevamos 25 años de vida neoliberal en el país, empezada por el fujimorismo, así se constituyó en una fuerza de tradición, quiera o no, existe forma de pensar y actuar fujimorista por lo menos en la mitad de los peruanos, hasta en quienes rechazan verbalmente el fujimorismo. Por ello es importante la lucha ideológica que finalmente es la que persiste por fuera de las efímeras batallas físicas.
Para citar otro ejemplo, Sendero Luminoso luchó 25 años, y el alguna medida generó fuerza de tradición en los pueblos del interior, por ello escuchamos a los ex generales policiales y militares decir que fue derrotado militarmente pero no política ni ideológicamente y ahí está la explicación de medio millón de jóvenes que firman por el Movadef.
Quienes se involucren a luchar contra esta mafia creada y sostenida por el fujimorismo, debemos encausarnos en la batalla de las ideas, en la prolijidad de los buenos ejemplos, en la lucha desinteresa por el pueblo, solo esa vía puede sustituir dialécticamente una fuerza tradicional por otra nueva, lógico está a largo plazo pero que debemos empezarla hoy.