Nuestro partido rechaza de manera contundente la amenaza de intervención militar de EEUU contra el hermano país de Venezuela. Hace muchas décadas viene dándose de manera impune el intervencionismo del país del norte sobre los países latinoamericanos de manera directa e indirecta. La historia reporta las injerencias desde las más sutiles hasta las más sangrientas sobre nuestro continente. Organismos internacionales como la OEA, CIDH, ONU, SIP, etc., están al servicio de los EEUU, desde su creación y éstos tienen la misión de apadrinar golpes de Estado en cualquier país donde los intereses norteamericanos sean afectados. Estos organismos tienen una concertación para llevar a cabo el Plan Cóndor II, soportado por una trípode doctrinaria: desprestigio mediático de los líderes, persecución judicial y golpes parlamentarios, los mismos que ya están en marcha en Latinoamérica. Indirectamente promueve, organiza y financia instituciones que están a su orden, bajo fachadas de Organismos No Gubernamentales (ONG), que bajo la aureola de sociedad civil, responden a intereses de otros gobiernos, es decir son organizaciones no gubernamentales en el Perú, pero que responden, en este caso a los EEUU. También se ha visto su injerencia en países como Venezuela, donde tras una inversión millonaria y astronómica, el cual se calcula en más de 5 mil millones de dólares, es capaz de sostener organizaciones conspirativas contra gobiernos que le parecen incómodos, logrando que de las protestas barriales pasen a la guerra civil. Si este razonamiento no fuera cierto, nadie podría explicar cómo se sostiene una resistencia que atentan directamente contra el gobierno y contra las fuerzas policiales y militares en todo el país, con la impunidad del caso. Si ésta forma de sabotaje no fuera suficiente para derrocar al gobierno, es cuando viene la amenaza directa y hace su aparición el verdadero autor mediato que hasta entonces estaba oculto. Así, los EEUU ha amenazado a con una intervención militar a Venezuela en pleno proceso constituyente, donde el principal temor norteamericano es que el país llanero declare el carácter del estado socialista y comience una serie de reformas sustanciales. El ejército de los EEUU, creó para encargarse militarmente de nuestros países el Comando Sur y éste elaboró el 2016 un documento titulado «Operación Venezuela Freedom-2» que cosiste en cuatro principales puntos: acusar a Maduro de autoritario y violador de los DDHH; bloqueo económico militar y descalificación como sistema democrático; crear el clima propicios para la aplicar la Carta Democrática de la OEA; y declarar la crisis humanitaria que dé luz verde para invadir militarmente a Venezuela con aval del Consejo de Seguridad de la ONU. El presidente Trump manifestó hace dos días orondamente que para invadir militarmente un país cuenta con una infinidad de bases militares en el mundo. Uno de los países donde tiene una decena de las mismas es casualmente el Perú, cuyo gobierno se ha convertido en el gendarme norteamericano más preclaro en Latinoamérica y que para rodear Venezuela instalará más bases militares en nuestro territorio, al igual que en Brasil y el reforzamiento de las existentes en Colombia, puesto que en los demás países no puede hacerlo por el momento. Así el Perú estaría entregando soberanía territorial, aérea y marítima a los EEUU sin disparar un solo tiro y pasando, en el futuro mediano, a la condición de colonia oficial. Después de innumerables muertes que se sucederán tras una intervención de este tipo en Venezuela, ésta es una razón más por el cual no es conveniente caer en el neutrismo frente a la crisis internacional que sin duda acarreará mayores consecuencias negativas en nuestro país.
La Comisión Política Nacional.