Pugnas geopolíticas por el Megapuerto de Chancay
Vladimir Cerrón
No cabe duda que la República Popular China está reconocida como la primera potencia económica del mundo. Como es natural, su hegemonía basada en el socialismo de mercado difiere mucho de la economía social de mercado de EE. UU., pero a la vez guardan algunos puntos en común.
Lenin decía en su obra El Imperialismo Fase Superior del Capitalismo (1916), que el sistema capitalista tiene dos fases bien marcadas. La primera corresponde al libre mercado y la segunda, al monopolio empresarial y financiero. Estamos en la segunda fase capitalista, por tanto, disputarse los espacios claves para el control exclusivo del mercado internacional se torna de vital importancia para cualquier potencia.
La tesis leninista hace un razonamiento preciso sobre el origen y la naturaleza del monopolio y lo define como una hija de la política colonial. Los países invasores antes gozaban de la exclusividad en la explotación del país colonizado. Los colonialistas han tratado de justificar estas ocupaciones bajo el pretexto haber llevado la civilización por el bien de la humanidad. Actualmente, persiste, pero se da en otras esferas, pretextando que nuestro desarrollo está en dependencia de las inversiones que ellos hagan en nuestro país.
No dejan de tener razón en gran medida, pero nos ocultan que su capital financiero del que tanto hablan en su país no tiene sentido invertirse debido al grado de desarrollo y madurez económica que han alcanzado, por tanto, la exportación de capitales para ellos se convierte en un imperativo. Para ello, se escogen países del tercer mundo donde los terrenos son de bajo precio, la educación limitada a lo elemental, el avance tecnológico primario, la mano de obra barata y sus materias primas no han sido del todo explotadas.
Ubicado el país, se despliega un movimiento a través de las “esferas de influencia”, la que “reemplaza a la competencia en el libre mercado”, que les permite llegar al gobierno y firmar con el Estado convenios ventajosos, donde la inversión para construir una obra es solo la punta del icerberg de los beneficios que obtendrán, condicionando la transacción de su capital al logro de operaciones rentables, beneficios monopolistas, inversiones concurrentes, cercanía a yacimientos de recursos estratégicos, compra de sus productos, manejo del transporte aledaño, etc. Simplemente, si no hay estas condiciones, no se invierte.
En otras palabras, la obra beneficiará mucho más a los capitalistas que al país receptor. En la misma obra, Lenin mencionaba: “En estas transacciones internacionales, el acreedor casi siempre obtiene un provecho extra: una cláusula favorable en un tratado comercial, una explotación carbonera, un contrato para construir un puerto, una concesión jugosa o un pedido de armas”.
Así, la inversión inicial sirve solo como un vehículo o un eslabón a través del cual fluirán nuestras materias primas al exterior, muchas veces sin valor agregado, y en el colmo de los hechos, hacen que el Estado los cofinancie. Eso es lo que ha ocurrido con la inversión del Megapuerto de Chancay, que cuenta con capitales de la empresa estatal china Cosco Shipping Ports Limited y capitales peruanos de la compañía minera Volcan.
Para uno que sabe, el ABC del imperialismo es absolutamente normal. El Perú tiene reservas mineras de cobre, plomo, zinc, estaño, plata y oro, cuya explotación representa más del 70% de nuestras exportaciones. Estos commodities (materias primas), tienen gran demanda en el mercado asiático, los que, a través de este megapuerto y los mineroductos en construcción, podrán exportarse a menores costos, en barcos más grandes, ahorrando horas de viaje, venderlos más ventajosamente y, lo más importante, haciendo que Chile y Ecuador tengan que depender del puerto peruano.
Esta última ventaja descrita ha generado un conflicto geopolítico con el “dueño” del continente, los EE. UU. Este país ha presumido del control total de Latinoamérica y ven amenazados sus intereses económicos ante el avance de China, además de otro gigante como Rusia, que ha comenzado con sus inversiones en Venezuela, ambos adversarios geopolíticos, comerciales, financieros y militares.
Nuestro país posee una localización estratégica que permite el control de los países aledaños y del océano Pacífico. Las inversiones chinas en el Perú han ido desplazando a las norteamericanas, alemanas y canadienses. China tiene un total de 170 empresas de capital estatal en el Perú, que representa una inversión de más de 30 mil millones de dólares, con presencia en los principales yacimientos mineros de Toromocho, Las Bambas y Marcona, además de contar con China Three Gorges que compró Luz del Sur y la Central Hidroeléctrica de Chaglla.
Ante esta situación la Autoridad Portuaria Nacional (APN) del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), a través de su Procuraduría, ha presentado una demanda contenciosa administrativa para declarar la nulidad del acuerdo que ellos mismos firmaron, publicado en el diario oficial El Peruano el 11 de febrero del 2021, donde otorgaron los beneficios monopólicos siguientes: “Artículo 2.- Otorgar a la empresa la exclusividad de la explotación de los servicios esenciales en la infraestructura portuaria; y el Artículo 4.- El proyecto será de titularidad privada, uso público, marítimo y de alcance nacional, cuya actividad esencial es multipropósito para carga de graneles sólidos, líquidos, carga rodante y contenedores”. Firmado por el presidente del directorio de la APN, Carlos E. González Diez Canseco.
Está claro que esto no nació espontáneamente, sino que responde al interés de los EE. UU. de bloquear las inversiones chinas, existiendo para ello un sistema judicial influenciado por el país del norte, que pudiera afectar seriamente la seguridad jurídica. Este bloqueo a China, sin dudas, tiene la autorización del más alto nivel en el Perú, de un gobierno que, si no es por su servilismo yankee, ya se hubiera caído.
11 respuestas a «Pugnas geopolíticas por el Megapuerto de Chancay»
Laura Richardson jefa del comando Sur de los Estados Unidos para latinoamerica, se ha pronunciado en diferentes oportunidades que van hacer todo lo posible por bloquear la influencia china en sudamerica, porque atenta contra sus intereses, inclusive ha propuesto la creación de una base militar Norteamericana en chancay con el fin de evitar el expansionismo de china, dichas propuestas han encontrado eco en la DBA, pero será muy difícil evitar que l expansionismo chino, además los contratos con el estado peruano son contratos ley. No podemos dejar que el imperialismo intervenga para mantener el status quo de sus intereses a cambio del atraso y la postergación.
Efectivamente Lenin, EEUU ha declarado a Latinoamérica su «Zona no negociable».
Está bronca geopolítica también perjudica a Miles de piuranos que esperan su mega proyecto de agua y alcantarrillado, solo por el hecho de ser china, el consorcio ganador, se niegan a firmar el contrato.
Se demuestra que son las potencias quienes se disputan los destinos de las riquezas y materias primas de nuestro país, y los megaproyectos son concebidos bajo los intereses capitalistas foráneos. Desde otra óptica, el gobierno actual viene decidiendo en función de los intereses norteamericanos (que no tienen reparos en manchar sus manos de sangre para invadir los mercados a diferencia de los chinos). Sin embargo, este tipo de proyectos de gran envergadura pueden provocar fenómenos sociales impensados que puede impactar en la vida de nuestro pueblo, el cual sería beneficioso si se contara con una clase política que sea y crea en su capacidad de tomar las riendas para poner las reglas de juego en función de los intereses nacionales.
El Puerto de Chancay se construirá en tres fases. La primera fase, que ya está en marcha, contempla la construcción de un terminal de contenedores con una capacidad de 1.5 millones de TEUs (unidades equivalentes a veinte pies).
La segunda fase del proyecto contempla la construcción de un terminal de graneles sólidos con una capacidad de 10 millones de toneladas anuales.
La tercera fase del proyecto contempla la construcción de un terminal de gas natural licuado.
La inversión total en el Puerto de Chancay se estima en 3,000 millones de dólares.
El puerto se espera que esté completamente operativo en el año 2024. Pero ya estamos en ese año y las disputas aún siguen perjudicando el normal avance, dado que desde las implicancias geopolíticas, el tema de inversionistas, y sobre todo la redistribución de los recurso, seguirán poniéndose en debate, esto seguramente ocasionará mas retrasos y seguir en un lento proceso por tener mejor infraestructuras.
Es cierto, el complot legal contra el Megapuerto de Chancay es parte de la estrategia geopolítica de EEUU para recuperar su influencia en América del Sur y para ello EEUU utilizará todos los medios legales, militares, sabotajes y hasta acciones terroristas.
Recordemos que en setiembre de 2022 los gasoductos de gas natural de propiedad GAZPROM empresa estatal rusa, el Nord Stream 1 y Nord Stream 2 sufrieron daños enormes y fuga de gas por explosiones submarinas hechas mediante acciones terroristas pagadas por EEUU, Ambos gasoductos se habían construido para transportar gas natural desde Rusia a Alemania a través del Mar Báltico.
EEUU tras estos atentados obligo a países de la Unión Europea a dejar de comprar gas a Rusia bajo el pretexto de sancionar la economía rusa por la guerra de Ucrania; Sin embargo, el objetivo final fue cortar el suministro de gas ruso para que EEUU pueda vender gas a Europa, cuyo costo fue tres veces más caro que el gas ruso.
China y Rusia en la actualidad ha desplazado a EEUU de la influencia económica y política en África. En Medio Oriente China tiene una mayor presencia, tal es así que, en abril del 2023 bajo mediación de China, los países de Irán y Arabia Saudita reanudaron sus relaciones diplomáticas tras años 07 años de haberse interrumpido, EEUU no pudo lograr esta aproximación entre ambos países a pesar que Arabia Saudita es un aliado principal en ese lado del continente.
De tal manera que la actuación de la Procuraduría del Ministerio de Transporte solicitando demanda contenciosa para declarar nulidad del acuerdo con la Empresa Estatal China sólo obedece a la presión de Estados Unidos.
Y utilizan la vía legal, debido a que los Jueces y Fiscales en el Perú, tiene influencia determinante de EEUU y actuarán conforme a sus intereses americanos.
Nuevas inversiones de nuevos mercados es lo que necesita el Perù. Para así limpiarnos del imperio Yankee, que solo trajo retraso y miseria en las masas.
Para EE.UU históricamente, Latinoamérica es su patio trasero y jamás va a permitir que otro país como China, que ha desarrollado óptimamente su economía y sus niveles de calidad de vida para su población, pueda tener relaciones comerciales con países latinoamericanos como el Perú. Es por eso que el imperio gringo mueve a todos sus aliados políticos, comerciales, burócratas y los tienen sometidos para impedir que se pueda llevar a cabo los acuerdos comerciales que ya se tenían entre Perú y China.
Recuerden que EE.UU no tiene amigos, sólo tiene intereses…
¡¡NO MÁS AL IMPERIALISMO YANQUI!!
Más allá de que las exportaciones de los minerales a granel sin valor agregado aumentara, pero los barcos no llegarán vacíos, aumentará la importación y el comercio a gran escala a ello la influencia del gobierno chino al tener la exclusividad hará que toda Sudamérica se integre comercialmente. Y eso nos hará no dependientes de EEUU.
Muy interesante artículo del Dr. Vladimir Cerrón, donde explica que el Perú es un país muy rico en recursos naturales, con una ubicación importante y estratégica en el continente Latinoamericano. El Perú tiene todas las condiciones de salir de la pobreza, posee los más grandes yacimientos mineros de Latinoamérica, sin embargo, EEUU pretende mantener su dominio en el Perú, porque le permite el control de los países aledaños y del océano Pacífico. Recordemos que EE.UU. controla la prensa nacional a través de La República, persigue a los líderes políticos de izquierda, y tiene injerencia en el sistema de justicia.
El imperialismo Yankee se cree el dueño del Perú, ahora pretende bloquear las inversiones Chinas en el Puerto de Chancay.
Ante ello diríamos, que nos urge una asamblea constituyente y una nueva constitución política y no a la persecución política de los líderes de izquierda.
¡Justicia para el Dr. Vladimir Cerrón!
La gran disputa geopolítica entre las dos potencias mundiales se dará en nuestro país en estos próximos años por el puerto de Chancay que finalmente puede inclinar la balanza. Por un lado es peligroso porque generalmente cuando existe este tipo de guerras económicas de potencias termina afectado el anfitrión. Veremos que pasa.