RESPUESTA A LA COLUMNISTA IVÁN SLOCOVICH PARDO, DIRECTOR DEL DIARIO CORREO
Me alegra saber que haya peruanos que tengan el valor de la vergüenza para manifestar su indignación ante lo que consideran una infamia. A mí también me ha quedado la vergüenza, que a diferencia de ustedes, es con las nuevas generaciones de peruanos, a quienes debemos legar autonomía, dignidad e integridad muy lejana a la dependencia y subestima.
Mi presencia en Venezuela responde, entre otras, a la solidaridad con un país amenazado con una intervención militar por Estados Unidos, que de concretarse nos estaría dando un mensaje claro para no cuestionar un orden mundial injusto, donde las grandes potencias se dan el derecho a dañar el medio ambiente, hacer uso de la tecnología en beneficio propio y a provocar la guerra sobre cualquier nación.
En Venezuela se empezó un giro al socialismo, si no fuera así, EEUU no estuviera personalmente empeñando esfuerzos para sepultarla, no tendría razón de gastar pólvora en gallinazos.
Usted que afirma que el Grupo de Lima, en realidad Grupo de Washington, fue promovido por nuestro país, le pregunto, ¿cree realmente que fue iniciativa del Perú? ¿Nos ve en modo Bruce? Por supuesto que no, es una clara injerencia de EEUU utilizándonos como punta de lanza para recuperar a Venezuela y para disponer de su petróleo.
¿Por qué no creamos, en tal caso, otro grupo para cuestionar los genocidios de Reuven Rivlin, Saadedine Othmani o Salmán bin Abdulaziz?, ¿o nuestra humanidad se limita a Venezuela y en el resto prima la animalidad?
Si desde su perspectiva existe crisis económica, social y política, deje que los propios venezolanos lo resuelvan. Esa crisis que menciona se multiplicó geométricamente por el cerco económico de EEUU sobre Venezuela, pero paradójicamente ha despertado el nacionalismo del país llanero, que aún cuestionando a Maduro ahora se siente antiyanqui, ahora más que antes. Así, el Grupo de Lima no es más que la triste expresión de la sumisión continental ante los EEUU.
Usted dice que las dictaduras se perpetúan en Venezuela, Bolivia y Nicaragua, no reconoce ese acto de reafirmación popular. Sucede, que cuando el sufragio universal no les sirve como herramienta de dominio, a la claridad de la luz de las masas, dicen que las elecciones son un fraude. Para que sepa, aquí en el Perú hay una perpetuación derechista que va a cumplir 200 años, con fraudes como el que permitió que el Apra pase la valla en el 2016 frente al silencio suyo.
La decisión de viajar y opinar responde a una responsabilidad mía, no de nuestros amigos de izquierda, no intente fracturar la unidad que puede ser el comienzo de una cohesión más enérgica, y despreocúpese de mi candidatura, tengo obligaciones con Junín.
Nos sugiere que nos vayamos a Venezuela, le pregunto, ¿por qué usted no vuelve al país de sus ancestros?, de seguro está mejor que el Perú, o se va a vivir a EEUU. Créame que tengo más deberes que usted en esta patria.
Claro que nuestros cambios no pueden ser igual a los instalados en Venezuela, Cuba, Nicaragua, ni siquiera Bolivia, y eso lo demuestra la historia, pues haber instalado el pragmatismo neoliberal ¿acaso nos ha puesto a nivel de los Estados Unidos o Europa?
Un saludo con el respeto que se merece y espero que en nombre de la Libertad de Prensa pueda considerar esta nota.