Vladimir Cerrón
En 1985, un diputado aprista denunció: «Adoctrinan Alumnos en Santa Isabel», puesto que se dictaba filosofía marxista-leninista, lejos de los cálculos kantianos, hegelianos, fuerbachistas o piagetanos del MINEDU. Los profesores rojos, Bernardino Matos, Nicanor Moya, Roberto Aguirre, Gilberto Torpoco y José Orihuela, que también enseñaban en la UNCP, dictaban filosofía, historia, geopolítica y economía, a nivel de cátedra universitaria, llena de objetividad, análisis y polémica. Para 1986, habíamos leído a Lenin: «El Imperialismo, Fase Superior del Capitalismo» e hicimos tesinas sobre las principales revoluciones. Roberto Aguirre, nuestro maestro de historia, nos enseñó ver más allá que los demás. Santa Isabel era fuera de serie. Las promociones zurdas: 1985 Karl Marx, 1986 César Augusto Sandino, 1987 Javier Heraud, 1988 José Carlos Mariátegui, tuvieron líderes a Antonio Paraguay, Fernando Panéz y Froy Orellana; éste último un gran orador. Con ellos pasamos de la parálisis a la agitación social y la prueba de fuego fue liquidar la quinta nota. En 1990 comenzó la represión, Roberto Aguirre fue asesinado y el colegio militarizado al unísono que la UNCP. La guerra agudizó los problemas, Santa Isabel se proletarizó y la clase media la abandonó, la migración sureña acampó en sus claustros, siendo su principal clase social, cumpliéndose un postulado leninista: solo una sociedad en crisis, muestra su real estructura de clases.