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La disciplina y la madurez política en el partido

La disciplina y la madurez política en el partido

Yuri Castro Romero (*)

Para abrir el año quiero compartir este artículo que escribí hace unos meses, pero por diversos motivos no se pudo publicar, espero sirva de reflexión de nuestra militancia.

Se dice que los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla, por ello me atreví a escribir sobre este tema, que considero debe ser una de las bases en toda organización política, más aún en Perú Libre.

Una constante en la política, en especial en la peruana, ha sido el infantilismo político (palabra que resume el título de este artículo), obviamente la izquierda no es ajena a ella, o peor aún está muy arraigada en esta, ya que va de la mano con la falta de disciplina, lo cual conlleva que los partidos políticos se terminen fragmentando y atomizando, ese es un tema largo y complejo, que espero poder dilucidar en otros artículos, digamos que este vendría a ser un adelanto.

Quiero empezar con el ejemplo de lo que sucedió con la Izquierda Unida (IU) en la década de los 80, esta organización política, que agrupaba a casi la totalidad de los partidos de la izquierda de esa época; se convirtió en la segunda fuerza electoral, pasando a segunda vuelta con el APRA, IU con Alfonso Barrantes (AB) a la cabeza, quien era alcalde Lima y tenía una gestión exitosa, lo cual a fin de cuentas se convirtió en el “máximo éxito electoral” de la izquierda de esos tiempos, pero luego con la renuncia de Barrantes a la segunda vuelta electoral, se proclamaría a Alan García como presidente del Perú. 

Posteriormente, muchos líderes de izquierda cayeron uno tras otro en la trampa de la derecha, aunque más que eso, pienso que es una demostración de la débil formación ideológica. Los electos líderes de izquierda, (recordemos que muchos de ellos eran diputados o senadores, en ese momento) fueron víctimas de la clásica infiltración derechista, siempre con sus cantos de sirena, diciéndoles al oído que eran los iluminados de la izquierda, convirtiéndolos así en caudillos (¿se parece mucho a una historia reciente verdad?), cada uno de ellos creyendo que eran los próximos presidentes del Perú, el propio Barrantes cayó en la tesis de que él era la encarnación de la izquierda y que él, y solo él podía competir en las próximas elecciones y ganarle al APRA y a la derecha, ya que acababa de ser segundo en las elecciones presidenciales.

Como consecuencia de ello, se dividió la Izquierda peruana a finales de los 80 y para las elecciones de 1990, se presentaron dos partidos, Izquierda Unida con Henry Pease a la cabeza (sacó 8,23%), este había sido el teniente alcalde de Barrantes, pero a diferencia de AB era un NN. El otro bloque fue Izquierda Socialista con Alfonso Barrantes el exalcalde de Lima de gestión exitosa con el famoso y aún vigente Vaso de Leche, pero que solo le alcanzó para sacar 4,80 %, como vemos claramente la representación de la izquierda cayó por los suelos, todo ello sumado al 22,64 % del APRA a pesar de su desastroso gobierno, terminaron encumbrando a otro NN, un outsider que con el eslogan “honradez, tecnología y trabajo”, me refiero al sátrapa Alberto Fujimori, quien llegó a segunda vuelta con un 29,09 % para luego convertirse en Presidente de la República. Cabe recordar que el primer experimento de un outsider, se había realizado un año antes (1989) con la elección de Ricardo Belmont como alcalde de Lima, un hombre de la farándula televisiva de esa época, quien además fue reelegido.

Lo sucedido en el 2021 con nuestro partido y el profesor Castillo creo que está claro, finalmente es una historia similar, en otros tiempos y otros contextos, con similar infiltración de la derecha y demás, aunque de todos modos ese y otros temas los desarrollaremos en la escuela de líderes “Ángel Castro Lavarello” del CER de Lima, que dará inicio el próximo año.

Finalmente, esta reflexión nos debe llevar a un autoanálisis de nuestra militancia y respondernos las siguientes preguntas:

¿Estamos actuando como verdaderos militantes de un partido de izquierda socialista?

¿Nos estamos formando adecuadamente?

¿Estamos participando disciplinadamente de las actividades partidarias?

¿O sólo aparecemos cuando hay elecciones para cargos dirigenciales?, pero cuando perdemos brillamos por nuestra ausencia y desaparecemos, olvidándonos de continuar con el trabajo político del partido que es permanente, demostrando así falta de madurez política.

Peor aún, existen los que sólo se acercan al partido cuando se avecinan las elecciones generales a fin de tentar una candidatura, pero durante varios años no participan de reuniones, no colaboran económicamente; menos aún apoyan en las marchas u otras actividades partidarias.

A lo mejor nadie quiere tocar este tema, respecto a ejercer la militancia con disciplina, puede resultar un tema incómodo y quizás más de uno se sentirá ofendido (a), como dice el dicho criollo, “al que le caiga el guante que se lo chante”, es por ello que a través de este artículo quiero llamar a la reflexión de todos los militantes y dirigentes sin excepción, a fin de que en la próxima Asamblea Nacional o Congreso de nuestro partido, se abra un debate sobre el tema.

¡Es hora que pongamos orden en la casa!

(*) Secretario general del CER Lima Metropolitana.

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