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El conflicto palestino-israelí

El conflicto palestino-israelí

Carina Palacios Quincho (*)

Las tensiones entre Israel y Palestina han existido desde antes de la fundación del estado en 1948, miles de personas de ambos lados han muerto y muchas más han resultado heridas en un conflicto que se ha gestado durante mucho tiempo, lo que ha dificultado la búsqueda de una paz duradera.

La comunidad internacional ha tenido dificultades para desempeñar un papel efectivo en la promoción de una solución pacífica, la desconfianza entre israelíes y palestinos es evidente, lo que se refleja en los discursos y las posturas de sus líderes. El estancamiento en las negociaciones de paz, la intensificación de la violencia y la disminución del involucramiento internacional hacen que la búsqueda de una solución pacífica sea aún más desafiante en la región. La incertidumbre y la posibilidad de una escalada en los ataques aumentan la preocupación por la estabilidad en Medio Oriente.

La historia de este conflicto nos lleva hasta 1917, donde el gobierno británico expresó su apoyo al establecimiento de un estado judío permanente en Palestina, se había comprometido a crear un «hogar nacional judío» en lo que se conoció como la Declaración de Balfour, para lo que utilizó su mandato respaldado internacionalmente, refrendada por la Sociedad de Naciones actualmente ONU. Pero Gran Bretaña se vio pronto atrapada en medio del conflicto entre los nacionalismos judío y árabe.

Lejos de crear un ambiente pacífico y resolver los conflictos por la tierra, entre 1936 y 1939 la tensión entre árabes y colonos judíos condujo a disturbios.

En 1937, a raíz de estos disturbios, una comisión británica publica un informe recomendando la partición de Israel en un estado árabe, un estado judío y una zona neutral para los lugares sagrados. Un año después, una comisión separada concluye que la partición planificada no es práctica y el plan se abandona.

En 1947, Gran Bretaña solicitó la ayuda de las recién fundadas Naciones Unidas para salir de esta parte de Medio Oriente. Sin embargo, actualmente israelíes y palestinos no pueden hacer lo mismo.

Las semillas de la conciencia nacional palestina brotaron en respuesta a la presencia colonial británica y a la creciente población judía. En noviembre de 1947, las Naciones Unidas votaron a favor de la partición de Palestina en un Estado árabe y otro judío, un momento decisivo para los palestinos que rechazaban la división de la disputada Tierra Santa.

El conflicto palestino-israelí se ha visto influenciado por diversos factores, estos factores han contribuido a la complejidad y persistencia del conflicto palestino-israelí:

  • Expansión de asentamientos israelíes en territorios palestinos, considerados ilegales y obstáculos para la paz.
  • Disputas sobre Jerusalén, una ciudad sagrada para judíos y musulmanes, que ha causado tensiones y violencia.
  • Conflictos recurrentes en Gaza, controlada por Hamas, con enfrentamientos militares y bloqueos que han causado sufrimiento humano y desplazamiento.
  • Dificultades en las negociaciones de paz entre Israel y Palestina, que han fracasado repetidamente.
  • Divergencias en el apoyo internacional, con algunos países reconociendo a Palestina como estado independiente y otros respaldando firmemente a Israel.
  • Cambios en la política exterior de Estados Unidos, que han influido en el conflicto.
  • Protestas y disturbios a lo largo de los años, desencadenados por eventos específicos, como la reubicación de la embajada de EE. UU. en Jerusalén o enfrentamientos en la Explanada de las Mezquitas.

El conflicto palestino-israelí ha tenido un gran impacto en las relaciones internacionales porque ha atraído la atención y participación de actores globales como Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia, influyendo en sus relaciones bilaterales y su influencia en la región.

  • Las relaciones entre Estados Unidos e Israel han sido estrechas, generando tensiones con países árabes y musulmanes.
  • El conflicto se ha convertido en un tema recurrente en la ONU, afectando las relaciones entre los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.
  • Ha influido en las relaciones entre países árabes, causando divisiones y cambios en las alianzas regionales.
  • Ha contribuido a la radicalización y el terrorismo en la región, afectando las relaciones internacionales y la seguridad global.
  • La cuestión de los derechos humanos y el derecho internacional en el conflicto ha generado debate internacional y ha influido en las opiniones públicas globales.
  • Ha tenido un impacto en la geopolítica energética debido a la importancia de la región en la producción y suministro de petróleo y gas.

En resumen, el conflicto palestino-israelí no solo tiene consecuencias regionales, sino que también afecta a la política internacional, los derechos humanos, la seguridad global y la estabilidad en una región clave del mundo. Su resolución sigue siendo un desafío crítico para la comunidad internacional en su conjunto.

(*) Secretaria de Relaciones Internacionales del Partido Político Nacional Perú Libre

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