La carta del camarada Jorge Glas
Ciudadanos del mundo:
Soy un preso político. Por el odio sin límites me han trasladado de cárcel sin motivo, sólo por humillarme, sólo por venganza. Mi vida corre peligro. Alguien en el mundo debe hacer algo, la Santa Sede, la ONU, la OEA, la Corte Interamericana, la Corte de la Haya, Juristas del mundo, Organismos de defensa de los derechos humanos.
La judicialización de la política debe ser considerada un delito de lesa humanidad. Usan delitos como la asociación ilícita, para sentenciar sin pruebas.
Para que entidades y juristas del mundo vengan a Ecuador a ver lo que pasa, un país con un Contralor sin nombramiento, Fiscal “encargado” designado a dedo, un Consejo de la Judicatura puesto a dedo. Pido al mundo que venga a revisar mi caso, el de Rafael Correa, y otros compañeros.
Alguien debe parar esta carnicería política. Me declaro en huelga de hambre indefinida, hasta que vengan a ver lo que pasa en Ecuador. ¡Paren la carnicería política! El mundo no puede ser indolente a la persecución política contra todo líder progresista en Latinoamérica.
¡Ya Basta! Lo hago por mí, y por mis compañeros. Este es un grito al mundo. Soy una persona, tengo familia, están violando todos mis derechos humanos.
Lamento mucho el dolor que causo a mi familia con esta decisión, pero hay causas por las que vale la pena morir.
¡Hasta la victoria siempre!
Jorge Glas Espinel.