LA NUTRICIÓN
Por: Ing. Wilson García Asto (*)
“Mente Sana en Cuerpo Sano”, dice un antiguo refrán, y en verdad muchos estudios científicos demuestran la conexión entre la población microbiana de nuestros intestinos y el estado de salud de nuestra mente. Siendo un país inmensamente rico en recursos naturales con 44 pisos ecológicos de 48 a nivel mundial y un mar de 200 millas, deberíamos ser una de las poblaciones mas fuertes en salud y nutrición. Sin embargo, la realidad demuestra lo contrario. A la desnutrición por pobreza, ahora hay que agregarle la desnutrición por fines comerciales, los alimentos ultra procesados dando lugar a la epidemia por obesidad, y por último la desnutrición por motivaciones ideológicas y políticas. Siendo la desnutrición por motivaciones ideológicas la más difícil de combatir, porque se mezcla la cultura y la ética burguesa como instrumentos para manipular a la mente humana, en las escuelas políticas del partido Perú Libre se aprendió lo que era el fetichismo, sino se acuerdan aquí les dejo el concepto: Marx sostiene que, en el capitalismo, las mercancías (productos que se producen para el intercambio y el consumo) parecen tener un valor intrínseco y una poderosa existencia autónoma, independientemente de las relaciones sociales que las producen. Este fenómeno de atribuir cualidades mágicas o misteriosas a las mercancías, que parecen tener poder por sí mismas, es lo que Marx llama fetichismo de la mercancía. De este concepto nace las corrientes nutricionales que no tiene nada de ello, que son el ser vegetariano y el ser vegano. La agricultura y la ganadería pierde sus relaciones sociales de producción para ser aceptadas como “cosas” que tienen un valor intrínseco, la agricultura se relaciona mas a la naturaleza que a la fuerza laboral del agricultor, por lo tanto, sus productos se aceptan libremente por que son mercancías naturales y ultra baratas. Y la ganadería sufre un menosprecio total ante el pueblo porque sus productos caros elevados artificialmente y tienen sus productos afectados por el antropomorfismo que da al animal valores y aspectos humanos que los protege del sacrificio por el bienestar humano y solo se destinan a un exclusivo sector de la población que los consume sin el prejuicio de la corriente vegetariana o vegana. De esta manera se condena a la población a alimentos de poco valor nutricional y se tiene una población enferma y más fácil de explotar y engañar.
(*) Militante de la Base de Carabayllo, 23 de diciembre del 2024
