La historia está demostrando que pasar la valla de Perú Libre en Junín no será una tarea fácil. Sus gobiernos regionales, bajo la conducción del secretario general nacional, Vladimir Cerrón, han sido toda una cátedra de gestión, que lamentablemente despertó envidias, odios, rencores y persecuciones. ¡Las nuevas generaciones juzgarán!
Las obras en el campo material, como en el social, hasta hoy no han podido ser superadas y, por el contrario, los gobiernos sucesivos al no poder superarlas o darles el sostenimiento por celos políticos, prefirieron desactivarlos y se sumaron a la satanización del Partido y su líder.