Médico Cirujano, Especialista en Neurocirugía, Magíster en Neurociencias, Doctor en Medicina, Expresidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales - ANGR, Gobernador Regional de Junín, Secretario General Nacional del Partido Político Nacional Perú Libre.
El investigador independiente Ernesto Linares Mascaro, Ingeniero en Industrias Alimentarias de la Universidad Nacional Agraria la Molina, ha elaborado una lista de las 17 familias con mayor patrimonio del paÃs. El monto calculado no es el dinero en efectivo que tienen, sino el valor aproximado de sus empresas si las pusieran a la venta.
Como es común en Latinoamérica, son familias los que controlan las principales empresas. En algunos casos, estos grupos familiares las conforman hermanos (como en el caso de los Rodríguez de Leche Gloria), en otros padres con sus hijos separados de sus otros familiares (como lo es en los Belmont), pero en otros, abarcan primos y/o sobrinos (Brescia, Romero). Este año, bajaron en su cotización las acciones de muchas empresas que cotizan en bolsa debido al contexto internacional, a lo que se sumó una reducción en la producción de minerales de las empresas que son controladas por las familias que figuran en esta lista (Benavides, Hochschild, Del Castillo, Marsano). Los montos que aparecen en esta lista de las 17 familias peruanas es básicamente un estimado en base a la cotización en bolsa de sus empresas o su comparación con similares que cotizan en bolsa, a lo que en algunos casos se agrega una estimación de su patrimonio inmobiliario o disponibilidad de efectivo por alguna transacción. Las consecuencias de la crisis política y social que se vive en Bolivia, Chile y Ecuador no se reflejarán hasta el próximo año en los estados financieros de las empresas. De las familias que figuran en esta lista, nueve tienen inversiones en Chile (Brescia, Romero, Rodríguez, Belmont Graña, Hochschild, Fishman, Quevedo, Verme, Wiese), siete en Ecuador (Romero, Rodríguez Pastor, Rodríguez, Belmont Graña, Belmont Dauelsberg, Fishman y Rizo Patrón) y seis en Bolivia (Romero, Rodríguez Pastor, Rodríguez, Belmont Graña, Belmont Dauelsberg). La fortuna de tres de las familias de la lista (Brescia, Romero y Rizo Patrón) proviene del Siglo XIX.
A continuación, una descripción de cada una de las familias.
Fortunato Brescia Moreyra, presidente de Minsur. Foto: BBVA Perú
1. BRESCIA: 5,940 millones La familia ha organizado sus empresas en 10 holdings llamados Breca. Breca Pesca es la propietaria de Tasa, la mayor productora de harina de pescado en el mundo, presidida por Mario Brescia Moreyra, que cuenta con 10 plantas, 48 embarcaciones y una utilidad de US$ 40 millones. Una de sus empresas más activas es Intursa (Breca Turismo) -presidida por Pedro Brescia Moreyra-, que vendió sus cuatro hoteles Libertadores, marca que tenía desde 1995. Vendió dos hoteles (Trujillo y Arequipa) en noviembre del año pasado por S/ 75.7 millones y los dos restantes (Lima Golf y Lago Titicaca) en agosto último por S/ 47.8 millones, quedándose con nueve hoteles: dos Aloft, un Courtyard, tres Luxury Collection, dos Marriot y el Westin Lima. Los Brescia tienen el 46.12% del BBVA Perú, el segundo banco del país, el cual es presidido por Alex Fort Brescia.
Fernando Romero Belismelis, presidente de Corporación Primax. Foto: Portafolio de Colombia
2. ROMERO: US$ 5,560 millones Su empresa industrial Alicorp, continua muy activa. En enero compró Intradevco (Sapolio, Dento, etc.) por US$ 490 millones (la mayor adquisición del grupo en su historia), en marzo compró el 25% de Masterbread (ya tenía el 75% restante) y en septiembre vendió el 0.5% de acciones de Credicorp que tenía por US$ 104 millones. Otra de sus empresas, Palmas del Espino, adquirió la empresa Igasa (fabricante de aceites y jabones para terceros) antes que termine el 2018. La acción de Credicorp, el mayor holding financiero del Perú y en donde la familia controla el 14%, llegó a máximos históricos (US$ 242) aunque luego bajó, pero se mantiene a niveles del 2018. 3. RODRÍGUEZ PASTOR: US$ 4,060 millones Los hermanos Rodríguez-Pastor Persivale controlan el holding Intercorp Perú, el cual es accionista mayoritario de dos grandes empresas que listan en bolsa: Intercorp Financial Services, a través de la cual controlan el Interbank, Inteligo e Interseguro, e InRetail Perú Corp, que controla los malls Real Plaza, los supermercados Plaza Vea, las cadenas de boticas MiFarma e Inkafarma y el laboratorio Química Suiza. Hace poco se inauguró el Real Plaza Puruchuco (13/11/19), que es el mall más grande de Perú. Intercorp Perú también controla la cadena de colegios Innova Schools, la UTP, la Escuela de Arte Corriente Alterna, las tiendas Oechsle, la Clínica Aviva y negocios inmobiliarios. La única figura conocida de la familia es Carlos Rodríguez-Pastor, quien pasa más tiempo del año en EEUU que en Perú. Él también es fundador y dirige el fondo de capital privado Nexus Group, con muchas inversiones en Perú: Cineplanet, Casa Andina, etc. Carlos Rodríguez-Pastor fue pionero en invertir, a través de Interseguro (hoy Inteligo), en el fondo neoyorquino Royalty Pharma, el cual tiene los derechos de regalías de medicamentos para la artritis, diabetes, esclerosis, cáncer, etc. Hace 18 años que Carlos Rodríguez-Pastor es miembro del comité de inversiones de Royalty Pharma.
Vito Rodríguez Rodríguez, Claudio Rodríguez Huaco y Jorge Rodríguez Rodríguez. Foto: La Razón de Bolivia.
4. RODRÍGUEZ: US$ 3,040 millones La principal empresa de los hermanos Rodríguez sigue siendo Leche Gloria, aunque cada año que pasa tiene menos utilidades debido a los escándalos por los que pasó la empresa, así como cambios de hábito de consumo de los peruanos. Antaño, la reinversión de las fabulosas utilidades de Gloria permitió el crecimiento del grupo económico. Coazúcar es un holding que en Perú opera los ingenios azucareros de Casa Grande, Cartavio, San Jacinto y Agrolmos y las empresas agrícolas Sintuco y Chiquitoy, y en Ecuador el ingenio La Troncal y la productora de alcoholes Producagro. En septiembre del 2018 vendió su ingenio San Isidro en Argentina por US$ 26 millones. Desde el 2017 se ha visto afectada económicamente por los bajos precios del azúcar y en el 2018 tuvo pérdida neta por S/ 228 millones. A través de Holding Cementero, controlan sus empresas de cemento en Perú, Ecuador y Bolivia. En este último país,s también tiene una pequeña empresa de juguetes de tela y madera llamada Anatina Toys, que proporciona a tallares artesanales la totalidad de la materia prima e insumos para la producción de los juguetes. 5. BENAVIDES: US$ 1,180 millones Los hermanos Benavides Ganoza son los principales accionistas de Compañía de Minas Buenaventura, fundada por su padre, Alberto Benavides de la Quintana. Otra empresa fundada por su padre, Inversiones Benavides 777, desarrolla proyectos inmobiliarios de oficinas prime sobre sus terrenos: el 2015 inauguró el edificio Leuro y ahora tiene en construcción el edificio Leuro Sur. El más destacado de los hermanos es Roque Benavides, quien es el presidente de Buenaventura, es miembro del directorio del BCP y de Unacem y del BCP y es presidente de la Agrupación Los Gigantes para el Pastor Alemán. Está casado con Thessa Navarro-Grau, accionista de Consorcio Minera Horizonte. Una de las hermanas que es Mercedes Benavides, quien fue miembro del directorio de Inversiones La Rioja (hotel Marriott) y gerente general de Minera El Brocal. Actualmente, ella es gerente general de Inversiones Sor Ana y presidenta de Relocation y Consultoría. El mayor de los hermanos es Alberto Benavides, conocido filósofo, autor de varios libros y director de la Biblioteca Abraham Valdelomar de Huachacina.
Claudia Belmont Graña. Foto: Stanford University
6. BELMONT GRAÑA: US$ 1,110 millones Eduardo Belmont Anderson fundó Belcorp en 1988, empresa de venta directa de cosméticos, actualmente presente en 14 países del continente y que comercializa las marcas L’Bel, Ésika y Cyzone. Previamente, con su hermano Fernando, había fundado Yanbal en 1967 y Ebel en Colombia en 1985. Su CEO es la venezolana Érika Herrero Bettarel, quien reside la mayor parte del año en Colombia, país desde donde se manufactura el 85% de los productos de Belcorp. Una de las hijas de Eduardo, Daniela Belmont Graña, es directora de Belcorp. Su esposo es Rafael Franco Montes, gerente general de One 4pl, una empresa logística con oficinas en siete países. Claudia Belmont es quien está más involucrada en el negocio familiar y aparece como directora de varias empresas: Belcorp Holding, Esika International, L’Bel International, etc. Eduardo «Eddie» Belmont es gerente de Recursos Humanos de Belcorp y gerente general del hotel Arennas Mancora. La familia también controla Metrocolor, una de las mayores imprentas del Perú. 7. HOCHSCHILD: US$ 1,090 millones Eduardo Hochschild Beeck tiene el 50.6% de las acciones Hochschild Mining, minera que opera minas de plata en Perú y Argentina. El año pasado, Hochschild Mining invirtió US$ 2.5 millones en un yacimiento de tierras raras en Chile a cambio del 6.2% de las acciones y en octubre pagó US$ 56.3 millones para adquirir el 93.8% restante. Miembro del directorio de Hochschild es Dionisio Romero Paoletti, mientras Eduardo Hochschild es miembro del directorio del BCP y Pacífico Seguros que preside Romero. Eduardo Hochschild también tiene el 45.7% de Cementos Pacasmayo, cementera con operaciones en el norte país. También es el principal patrocinador de la Universidad de Ingeniería y Tecnología – UTEC, institución sin fines de lucro. 8. BELMONT DAUELSBERG: US$ 1,030 millones Fernando Belmont Anderson fundó Yanbal en 1967, la cual actualmente, está presente en 11 países. El 2018 tuvo ventas por US$ 994 millones, su máximo histórico. El nombre de Yanbal es un homenaje a su hija mayor Janine Belmont Dauelsberg, quien es la presidenta ejecutiva del grupo. La empresa comercializa sus productos de belleza con las marcas Yanbal y Unique. 9. LINDLEY: US$ 720 millones Los hermanos Lindley Suárez tienen el 3.7% de la empresa mexicana Arca Continental, embotelladora de Coca Cola en México, EEUU, Argentina, Ecuador y Perú, en donde también embotella Inca Kola. Johnny Lindley es miembro del consejo de administración de Arca y presidente de Corporación Lindley, la subsidiaria de Arca en Perú.
A través de su empresa Lindcorp participan en el negocio retail con su tienda por conveniencia Tambo+ y la de belleza Aruma. Ya cuentan con 370 tiendas Tambo+ y 20 tiendas Aruma, y su plan es llegar a 600 tiendas Tambo+ en el 2021 y a 120 tiendas Aruma el 2022. 10. MULDER: US$ 610 millones El holandés Frederic Mulder y su esposa griega Mary Panas, llegaron a Perú en 1947 para trabajar en Química Suiza, una distribuidora de productos farmacéuticos que dirigía Gaston Schmalz, viejo amigo de Mulder de un colegio en Suiza. Tiempo después, Química Suiza pasa al control de Mulder, ingresa al negocio de laboratorio y se expande a Bolivia, Ecuador y Venezuela. En el 2018, los hermanos Jan, Leonardus y Catherine Mulder Panas venden Quicorp –que agrupa Química Suiza y las boticas MiFarma- a InRetail Peru por US$ 591.4 millones. Después de la venta, la familia adquirió la distribuidora de alimentos para mascotas Dicopet, el centro comercial Royal Plaza e invirtió en construir el strip center Plaza Santa Catalina, inaugurado en abril. La familia repotenció QSI, empresa que ofrece productos para la industria textil, de alimentos, minería, construcción, agroquímicos y que representa las cintas 3M. Jan Mulder está casado con Sylvia Fort Brescia, cuya familia encabeza esta lista. Su hijo, Paul Mulder Fort, dirige Emefin, oficina corporativa de la familia. Leonardus Mulder dirige los centros comerciales y su hijo Nicolás Mulder López de Romaña maneja el negocio de alimentos para mascotas Superpet.
Mario Fishman Lerner, gerente general de Krowdy. Foto: Facebook de Krowdy
11. FISHMAN: US$ 600 millones El Grupo Fishman empezó su despegue empresarial cuando adquirieron la empresa de sal Emsal y el complejo papelero de Paramonga en la privatización de la década de 1990. Hoy en día, la familia Fishman tiene el 94.5% de Quimpac, la mayor productora de sal para consumo doméstico, cloro, soda cáustica, entre otros productos químicos, con operaciones en Colombia y Ecuador. Su empresa Papelera Nacional fabrica papeles, cartones, cuadernos, etc. QC Terminales es un operador portuario en Ecuador y Chile. A fines del año pasado vendieron su negocio eléctrico (25.1% de Kallpa, Cerro del Águila y Samay I) a I Squared Capital por US$ 341.8 millones. A inicios de este año, participaron en el aumento de capital de Graña y Montero con US$ 53.2 millones, a cambio del cual recibieron el 10% de acciones de la constructora. Marcos Fishman Cotlear es el presidente de las empresas del grupo. Uno de sus hijos, Simon Fishman Lerner, dirige Quimpac y otras empresas del grupo. El otro, Mario Fishman Lerner, es fundador de la cazatalentos digital Krowdy.
Guido del Castillo. Foto: Proactivo
12. DEL CASTILLO: US$ 460 millones Guido del Castillo Echegaray es un ingeniero cusqueño que trabajó para las empresas mineras Highland Queen y Hochschild y a fines de la década de 1970 adquiere varias minas pequeñas que pertenecieron a esta última, al mismo tiempo que mantuvo un largo litigio con el empresario alemán Rolf Laumer por concesiones mineras que pertenecieron a Highland Queen. Su fortuna actual proviene de inicios de este siglo, cuando comienza las operaciones de Aruntani, minera que se convierte en una de las principales productoras de oro de Perú. La reinversión de utilidades le permite operar otras minas y actualmente tiene las empresas Aruntani, Anabi y Apumayo en operación. El grupo empresarial también cuenta con pequeñas centrales hidroeléctricas, una empresa de seguridad minera, Guido del Castillo es presidente del Patronato de la UNI, universidad que el año pasado inauguró un coliseo que lleva su nombre. También financia actividades de arqueología prehispánica en Lima y Callao y es propietario del Museo Mineralógico Andrés del Castillo. 13. RIZO PATRÓN: US$ 450 MILLONES La familia Rizo Patrón es la principal accionista de Unión Andino de Cementos – Unacem, la más grande productora de cemento, concreto y hormigón del país, con operaciones en Perú y Ecuador, y también cuenta con varias centrales hidroeléctricas en el país. Unacem nació el 2012 producto de la fusión de Cementos Lima y Cemento Andino, empresas creadas por Jaime Rizo Patrón Remy. El líder de la cuarta generación de la familia es Ricardo Rizo Patrón de la Piedra, presidente de Unacem. Su esposa es Luz María Olaechea Álvarez Calderón, presidenta de la Asociación Civil Patronato Amigos del Ballet Municipal y fundadora del restaurante El Tambo de Tacama, ubicado en la casa hacienda Tacama.
14. MARSANO: US$ 440 millones Los hermanos Marsano Conroy controlan Minera Aurífera Retamas SA-Marsa, que explota un yacimiento de oro en Pataz (La Libertad). Su bisabuelo fue Tomás Marsano, considerado el hombre más rico del Perú en su época, quien hizo una fortuna con sus minas en Huancavelica y urbanizando Miraflores y Surquillo.
Los Marsano Conroy también cuentan con un family office, MC Kapital, pero no ha mostrado mayor actividad en el último año.
La Asociación Marsa ha colaborado con el club de fútbol Deportivo Llacuabamba, último campeón de la Copa Perú. 15. QUEVEDO: US$ 430 millones La fortuna familiar la inició en 1967, el huamachuquino Rafael Quevedo Flores con sus negocios avícolas, conocidos 20 años después como Grupo Rocío, nombre de su principal avícola. Hoy la familia tiene el 17% de las acciones de Hortifrut, empresa chilena que es una de las mayores productoras mundiales de berries. Hortifrut tiene operaciones en Chile, Perú, México, España, EEUU.
En el 2005, la familia fundó la empresa ganadera Lactea, que es la mayor productora de leche fresca y cuenta con un laboratorio de biotecnología para reproducción. Simpatizante aprista, Rafael Quevedo fue ministro de Agricultura en 2010-2011. Su hijo, Ulises Quevedo Berastain, es miembro del directorio de Hortifrut y gerencia las empresas del grupo en Perú. Rafael Quevedo Berastain y Rocío Quevedo de Portugal son directores de Mediterraneo Chicken y Rafael Quevedo Sturla es gerente general de Inmobiliaria Macarena del Pacífico, en donde son directoras sus hermanas Gabriella y Paula; esta última ha trabajado en Fuxion. 16. VERME: US$ 420 MILLONES Los hermanos Verme Giannoni han reducido su participación en Credicorp de 1.6% a menos del 1%, pero continúan siendo los segundos accionistas en importancia del holding financiero más importante del país, del cual fueron cofundadores en 1995. La familia también es cofundador de Inversiones Centenario y de Corporación Cerámica. La figura más destacada es Juan Carlos Verme, quien es presidente del Patronato del Museo de Arte de Lima (MALI), al cual ha realizado importantes donaciones y su proyecto actual es restaurar el Parque de la Exposición.
Caridad de la Puente Wiese, directora de W Capital
17. WIESE: US$ 400 MILLONESAugusto Wiese Eslava y su hermano Fernando, hijos de un inmigrante alemán, adquirieron en 1917 la Casa Wagner, una importante importadora de la época. Debido a la II Guerra Mundial, fue liquidado el Banco Alemán Transatlántico (filial del Deutsche Bank), cuyos activos fueron adquiridos por los hermanos Wiese y les sirvió para fundar en 1943 el banco que llevó su apellido por más de seis décadas. Los nietos de Augusto Wiese vendieron las acciones aún tenían en ese banco al Scotiabank en el 2006. Después de la venta del banco, la tercera generación conservó varios negocios que ha ido vendiendo en los últimos años: el 30.7% de Seguros Sura y el 30% de Hipotecaria Sura a Intercorp por S/ 275 millones (2017), el 3.3% que tenía en Sura Asset Management a CDPQ por US$ 112 millones (2018) y el 50% que tenía en Inmuebles Comerciales (que opera 11 malls MegaPlaza en Perú) por US$ 120 millones. Actualmente, la familia concentra sus inversiones en su fondo privado W Capital, que en el 2017 se convirtió en el principal accionista de Civitano, un holding gastronómico que comenzó con el restaurante La Nacional, después adquirió Pescados Capitales y Juicy Lucy y después se convirtió en el accionista mayoritario de la empresa chilena Santabrasa, que en el país del sur opera El Gaucho, Don Bife y Burger Truck. Ahora en Chile han inaugurado los restaurantes La Criolla y Zambo. Otro negocio de W Capital es la empresa Comunal, que maneja oficinas de coworking. Este año, el fondo adquirió los activos de la empresa hotelera Selina en Perú y tiene varias inversiones inmobiliarias.
La madre al crear la nueva vida da un salto cualitativo que perpetúa la humanidad. Un análisis neurocientífico.
Vladimir Cerrón
Es la madre que al crear la nueva vida da el salto cualitativo que perpetúa la humanidad, pese a que este fenómeno incluya un deterioro cuantitativo que afecte su belleza física y ponga en riesgo su propia vida. Así, el hijo desde su concepción intrauterina, mantiene una relación indisoluble con la madre, producto de compartir la misma sangre, la nueva carga genética, el mismo metabolismo y la misma información neural.
El hijo hereda y adquiere información psíquica inconsciente y al cabo de dos meses la información psíquica consciente, puesto que después de este tiempo comienza a hacer actos intencionados. A los dos meses aparece la sonrisa social, dando lugar a un nuevo tipo de información, la misma que describiremos líneas abajo. Hasta aquí el esfuerzo materno es relativamente inconsciente.
Existe un nivel de información más complejo y ésta es la información social, la más alta en el ser humano, aquella que viene del mundo externo, Internet, medios de comunicación, educación escolar, convivencia social, viajes, deporte, espacios complejos, etc., y que es capaz en sentido «inverso» de modificar la información adquirida hasta el nivel genético, de ahí el postulado que «el hombre es tan social, como tan genético», pues toda experiencia social modificará sus genes.
La información social es trasmitida al hijo previa evaluación, radicando ahí la consciente y alta tarea materna, comportándose como el escudo o la primera barrera que tamiza la buena, mediocre o mala información social que la vida les presenta. La madre evalúa y pasa por un filtro hasta la red neuronal del hijo, generando en cada evento una nueva sinapsis en la red cerebral de su prole, que garantice un mejor aprovechamiento de la información social transmitida madre-hijo, buena o mala, dependiendo de ello la forja de valores, principios, metas, capacidad de adaptación o resiliencia del nuevo ser.
La información a veces puede tornarse en una amenaza en dependencia del nivel cultural, social, económico, religioso y sobreprotector del receptor, que indudablemente imprimirá la madre más que el padre. La información social aceptada modificará indiscutiblemente la información genética del hijo, ahí radica la importancia trascendente e insustituible de la madre, la gran educadora, la gran responsable de la tarea histórica para con la humanidad, así, de la madre luchadora es más probable que el hijo sea luchador, de la madre sumisa es más probable que el hijo sea sumiso, aunque no es una condición definitiva, porque finalmente es el medio sociocultural quien forja le personalidad de cada uno y de cada sociedad.
¡Feliz Día de la Madre! a todas las mujeres luchadoras que han hecho de este mundo un espacio más decoroso para la humanidad, nuestro saludo revolucionario y nuestro compromiso de crear mejores condiciones de vida para las presentes y futuras generaciones.
El espontaneísmo es una enfermedad de la izquierda peruana que debe ser extirpada con o sin anestesia. Muchos movimientos y partidos, incluyendo el nuestro, en algún momento pensaron que todo debía ocurrir apelando al buen reflejo cerebral de la sociedad, es decir, a la lógica más simple, para que deduzcan situaciones y acciones, sin nosotros haber creado las condiciones para que ello suceda. El partido debe ser consciente que para invitar a la revolución a los demás, primero necesita revolucionarse, es decir, demostrar la capacidad de despojarnos de nuestras viejas prácticas, prejuicios y ambiciones para avanzar en los planos ideológico, político y programático. Avizorado por el pueblo este avance, de cada uno de los miembros partidarios, el pueblo identificará en esta organización su propio partido, se sumará gradualmente y de manera sostenida. Finalmente, nuestro objetivo debe circunscribirse a la construcción y toma del poder democráticamente en aras de construir una nueva patria en beneficio de todos los peruanos, sin exclusiones de ningún tipo. Para que el partido avance necesitamos contrarrestar amenazas que van encontrando terreno fértil en surcos cerebrales poco convencidas de los objetivos y tareas para con el pueblo. Entre las siete amenazas frecuentes tenemos al oportunismo, apoliticismo, sectarismo, individualismo, revisionismo, inorganicidad y sobre todo el espontaneísmo, cuyo blanco es fracturar la columna vertebral del partido. La izquierda peruana ha tenido errores que van repitiéndose cíclicamente, errores que al igual que la izquierda vieja nosotros también lo hemos cometido. El error más grande es esperar que los triunfos y conquistas vengan espontáneamente, por inercia, por gravedad, por favor, por coyuntura, por errores del adversario antes que por virtudes y potencialidades nuestras, etc. La izquierda peruana con los años que tiene ya no puede estar para asistir a un juego de azar, tiene que trabajar más allá de lo técnico a nivel científico matemático y social. Ciertamente, el camino es largo, pero fructuoso, es momento de organizar en el seno del pueblo la imagen de izquierda madura, ordenada, leal, disciplinada y convencida de su misión histórica. Al igual que muchos de ustedes soy un militante más de la izquierda, un peruano común como los millones de connacionales comprometidos con la transformación de este país. Confieso que también sufro el desencanto y dolor que en todo proceso electoral, como éste, la izquierda solamente está llamada o limitada a una participación dirimente para entronar al próximo verdugo, al próximo presidente derechista, sin mayores posibilidades. Todos aquellos que conocimos en esta campaña deben comprender que solamente estamos labrando el inicio de un largo camino con nuestro pueblo. Crear condiciones para que el partido dé el toque final, no empujar al partido a un barranco cuando existe camino aledaño. Nuestra misión y la esperanza del pueblo no termina mañana, debemos aspirar a que continúe hasta después de nuestra muerte, sabemos que es un camino largo, pero es así como se construye a cada paso el futuro de nuestras próximas generaciones. Hay un gran sentimiento anticolonialista que no estamos sabiendo aprovechar o encausar como izquierda, sobre todo en el interior del Perú, ciertamente en el sur pude comprender que miles de nuestros hermanos ansían una venganza política contra siglos de explotación. Entendido así, no debemos tener miedo en expresar nuestras ideas, no puede haber peor situación en la que nos sintamos reprimidos por nosotros mismos. Como corolario a estas reflexiones, debo agradecer a miles de peruanos por su apoyo incondicional al partido, que no es más que la vanguardia del pueblo organizado, más aun a esa juventud que con ansias transita el camino aperturado por nuestros camaradas mayores, prestos a demoler cualquier barrera que impida continuar al inevitable arribo del socialismo peruano, sin calco ni copia.
Cuando Lenin decía que «La revolución no se hace, sino que se organiza», atacaba el espontaneísmo y demás amenazas al Partido, las mismas que venían ensambladas unas a otras. En los partidos en que todavía sus miembros, independiente de su extracción y situación de clase, no han dado el salto cualitativo de pasar de la posición pequeño burguesa a la proletaria, es natural que vivan atrapados en esta maleza, las que finalmente terminarán minando su estructura interna, hasta lograr su extinción. Por ello no debe existir ni un solo átomo de duda para la erradicación de ellas cuando se detecten y confirmen. Para que la militancia tenga claro estos conceptos es necesario puntualizarlos:
Apoliticismo. Neutrismo frente a coyunturas políticas álgidas.
Sectarismo. Impedir amplitud de ideas y acciones.
Revisionismo. Revisar ideas en busca de defectos seguidos de su magnificación.
Ausencia de cuadros. El caudillismo conlleva a opacar los nuevos liderazgos.
Espontaneismo. Creer que las cosas ocurrirán coyunturalmente sin crear condiciones.
Individualismo. Priorizarse uno antes que al partido y la sociedad.
Inorganicidad. Tomar decisiones sin respetar las jerarquías.
Oportunismo. Abandonar principios por intereses personales.
Rechazamos indulto, amnistía u otro tipo de excarcelación de Alberto Fujimori
Frente a la campaña sistemática de la derecha para liberar a Alberto Fujimori, nuestro partido, responsable de su deber social, ha debatido esta problemática en sus diferentes niveles de dirección, llegando a las conclusiones siguientes:
El Presidente de la República no tiene la facultad de indultar a Alberto Fujimori, por cuanto éste no ha cometido delitos solo contra el Perú, sino delitos contra la humanidad. Aun así, la parte resolutiva de su sentencia no hable de lesa humanidad, el secuestro, la tortura y el asesinato, como políticas de Estado lo son. El Congreso de la República tampoco tendrá la facultad de amnistía.
La Corte Internacional de Derechos Humanos ha dejado suficiente jurisprudencia respecto a los delitos de lesa humanidad, los mismos que son imprescriptibles y no pueden ser tributarios de amnistía o indulto.
La excarcelación de Alberto Fujimori, mediante el habeas corpus presentado a su favor, traerá consecuentemente la liberación de homicidas recluidos conjuntamente con él, responsables de secuestros, torturas y asesinatos de estudiantes y profesores universitarios, campesinos, dirigentes sindicales, periodistas, etc.
Esta liberación estimulará la futura y continua violación a los Derechos Humanos en el Perú, la gran mayoría de ellos impunes. Fortalecerá también la corrupción estatal puesta en evidencia, al máximo nivel, durante su gobierno.
Esta acción pretende además, desmoralizar en procesar, juzgar y sentenciar a Alan García Pérez en cuyo gobierno se realizaron centenares de delitos de lesa humanidad, que todo el pueblo contempla, frente a la inerme acción del Ministerio Público y el Poder Judicial.
Por primera vez en el Perú se sentenciaron estos delitos y sería nefasto que esta primera experiencia de justicia sea indultada. Esta acción conduciría a una bipolarización innecesaria del país con la consiguiente convulsión social. Nuestro partido está llamado a organizar la resistencia y comprometer a todo el pueblo a impedir, hasta donde sea necesario y con el costo necesario, este atropello a la memoria de las víctimas, para ejemplo de nuestras actuales y futuras generaciones en la lucha por sus derechos.
¡No más terrorismo de Estado en el país! ¡Abajo la impunidad en delitos de lesa humanidad!
Vista aérea del lugar donde debe construirse el futuro aeropuerto internacional de Orcotuna
Vladimir Cerrón
Tanto el aeropuerto de Chinchero (Cuzco) y el de Orcotuna (Junín), son proyectos frustrados hasta ahora por el centralismo estatal, cada uno tiene sus peculiaridades, pero también sus coincidencias. Ambas aspiraciones empiezan cobrar vida como proyecto durante el gobierno nacionalista del ex Presidente, Ollanta Humala Tasso, quien tenía cierta empatía con este medio de transporte, pues recuerdo que en algún momento mencionó que recuperaría nuestra línea bandera Aero Perú, rematada por el fujimorismo a los mexicanos. Ambos proyectos iban a contar con inversión privada. Orcotuna no le costaba al Estado ni un solo centavo, el capital internacional estaba dispuesto a invertir. Chinchero le costaba al estado el 80% de su presupuesto, para luego ser entregado a los operadores extranjeros, aspecto que genera la controversia. Tanto Chinchero como Orcotuna serán los segundos aeropuertos en la jurisdicción de un mismo departamento, lo que pone en evidencia que si bien pueden estar cerca, uno del otro, simplemente son diferentes, uno con las exigencias del siglo anterior y la otras con las de este siglo. Chinchero es conspirado por los empresarios hoteleros radicados en Lima, pues todo viaje del exterior hacia Cuzco hace escala obligada en Lima, haciendo uso de sus instalaciones, lo que no ocurriría si el vuelo fuera directo a Cuzco. Debemos considerar que alguno de estos negocios en Lima sirve para el lavado de activos a gran escala bajo la fachada hotelera. Orcotuna fue impedido por un personaje siniestro, que tenía concesionado el aeropuerto de Jauja, a quien se investiga por lavado de activos y narcotráfico, pues se dice que financió el paro de Jauja impidiendo la construcción del nuevo terminal, pero lo real es que no le convenía la presencia de un aeropuerto de mayor magnitud implicando la presencia de aduanas, inmigración y policía, algo que evidentemente resulta incómodo para el real negocio. Ahora bien, los móviles precipitantes para la frustración de estos proyectos radican esencialmente en temas de carácter político. En Chichero estriba la venganza del fujimorismo porque PPK no cedió, hasta ahora, indultar a Fujimori y amenaza con censurar a su ministro de Transportes quien decide renunciar no sin antes truncar el proyecto. En el caso Orcotuna el móvil político es la toma del poder local y regional por parte del Apra, aliado a un movimiento sin mayor trascendencia, quienes utilizando el chauvinismo jaujino interrumpen, mediante un paro, la licitación convocada internacionalmente para los estudios del nuevo terminal cercano a Huancayo. Finalmente, ambos proyectos se bloquearon por decisión unilateral del Ministerio de Transportes, sin consulta ni consentimiento del presidente o gobernador regional, aduciendo que los aeropuertos son competencia nacional y no regional, en franca afrenta centralista. Esta es la razón del por qué los gobiernos regionales tienen que hacer respetar su autonomía en materia de transporte aéreo, pues estoy muy seguro que sin la interferencia del gobierno nacional ambos proyectos aeroportuarios ya serán una realidad. En conclusión, el centralismo trae como consecuencia atraso a los pueblos del Perú Profundo, esto es quitándoles la posibilidad de cobrar el canon, sobrecanon y regalía aeroportuaria, derechos de aduana, significando un promedio de más de cien millones anuales que podrán traducirse en mejores escuelas, hospitales y universidades. Además impide el fortalecimiento del turismo, el inicio de la aeroexportación y la ampliación de la frontera hotelera en términos de calidad y confort. Razones suficientes para dar el salto cualitativo del Estado centralista al Estado descentralizado y esto pasa por el cambio de la Constitución Política del Perú.
Reunión con el Ministro de Transportes donde se acuerda lanzar a licitación los estudios para la construcción del aeropuerto de Orcotuna
El día de hoy el derechista diario El Comercio, publica en sus páginas que según un aspirante a colaborador eficaz, Raymundo Serra, funcionario de Odebrech, habría entregado 15 mil dólares a Vladimir Cerrón para su financiar su campaña al gobierno regional. Al respecto el Partido Perú Libre aclara:
La empresa Odebrech, jamás realizó obra alguna en el departamento de JunÃn, menos en el gobierno de Vladimir Cerrón.
Jamás se recibió aporte económico de esta u otra empresa, menos del señor Raymundo Serra para fines de campaña, de lo cual estamos seguros no existen pruebas de tal incriminación.
La foto que publica El Comercio, como se viene utilizando en numerosas ocasiones, y se ha declarado ante las instancias correspondientes, corresponde al día de la juramentación como presidente regional de Gregorio Santos en la ciudad de Cajamarca, donde fueron invitados muchas personalidades, es decir, un acto público.
Toda esta campaña orquestada, desde que Vladimir Cerrón estuvo cerca de reelegirse el 2014 como presidente regional, está volviendo a reflorecer con la sola intensión de evitar su elección nuevamente al sillón regional de Junín, del cual es el candidato favorito.
Para algunos con sorpresa y para otros no, iniciamos este 10 de junio nuestra primera Escuela Política en la ciudad de Lima, analizando un documento escrito hace 169 años y que puede darles escozor a algunos influenciados por la satanización al socialismo. Aquí el análisis al Manifiesto Comunista en 34 puntos resumidos:
El documento ha sido elaborado por autores de extracción y situación de clase distinta al proletariado y el campesinado, lo que implica que independientemente de la génesis y la situación de cada uno de los componentes de la sociedad, se puede adoptar una posición en favor de las clases más necesitadas, pues no es condición insalvable pertenecer a estas.
Que, cuando todas las fuerzas enemigas atacan al unísono a una corriente o partido, es porque tácitamente la han reconocido como una fuerza política. Evidencia la convivencia del poder económico, religioso, policíaco, militar regular e irregular contra la nueva corriente del comunismo.
Reconoce como motor del desarrollo humano la lucha de clases. Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre. Expone que lejos de la fricción física la lucha es permanente unas veces franca y otras subliminales.
El capitalismo o neoliberalismo como modo de producción superior al esclavismo y feudalismo no ha logrado eliminar las clases antagónicas, sino ha parido una nueva clase, el proletariado que solo tiene la fuerza de trabajo como garantía de sobrevivencia.
No se puede negar el papel histórico revolucionario que representa la burguesía sobre las cenizas del feudalismo. Liquida las instituciones feudales e instaura la dictadura del dinero contante y sonante.
Echa por encima el santo temor de Dios, la devoción mística y piadosa. Despojó de su halo de santidad a todo lo que antes se tenía por venerable. Son en realidad los primeros ateos y ahora utilizan la religión para someter, sin embargo, osan criticar a los comunistas de serlos.
El documento explica con claridad que no hay verdades ni ídolos eternos, pues con los acontecimientos sociales, económicos y políticos, también cambia el espíritu de las sociedades y del hombre.
La burguesía enterró la dignidad personal, convirtiendo en sus servidores asalariados al médico, al jurista, al poeta, al sacerdote, al hombre de ciencia. Así también desgarró los velos emotivos y sentimentales que envolvían la familia y puso al desnudo la realidad económica de las relaciones familiares.
Hasta que ella no lo reveló no supimos cuánto podía dar el trabajo del hombre. Un descubrimiento trascendente. La burguesía produjo maravillas mundiales mayores a las siete que conocemos y ha dado cima a empresas mucho más grandiosas que las cruzadas.
Pero también echó por tierra el mercado local y nacional. Se impuso el mercado internacional y las naciones están condenadas a los vínculos de interdependencia.
La burguesía aglutina los medios de producción, la propiedad y los habitantes, y centraliza los medios de producción y concentra en manos de unos cuantos la propiedad. Este proceso tiene que conducir, por fuerza lógica, a un régimen de centralización política.
La burguesía dio dos opciones a todas las naciones del mundo: abrazar su régimen de producción o perecer. Los obligó a implantar en su propio seno la llamada civilización, es decir, a hacerse burguesas. Creó un mundo hecho a su imagen y semejanza. Sometió el campo al imperio de la ciudad, creó ciudades enormes, intensificó la población urbana en una fuerte proporción respecto a la campesina, sometió pueblos campesinos a los pueblos burgueses, el Oriente al Occidente.
Posteriormente la crisis del capitalismo se da por la superproducción y solo tiene dos caminos para resolverla para salvaguardar el capital de empresariado burgués: destruyendo violentamente una gran masa de fuerzas productivas o conquistándose nuevos mercados, sin estas alternativas está condenada a desaparecer.
La clase obrera moderna solo puede vivir encontrando trabajo y solo encuentra trabajo en la medida que éste incremento el capital de su amo. El obrero está obligado a venderse en trozos, trabajando en varios lugares, llevando migajas, como cualquier mercancía sujeto a los cambios y fluctuaciones del mercado.
Los trabajadores son sometidos a una organización y disciplina militar. Hay horario de entrada pero no de salida. Llega un momento en que el trabajo manual se hace común y requiere menos habilidad y es ahí donde empiezan a tallar la explotación de la fuerza femenina y del niño, con menores salarios, que termina desplazando al hombre. Ya no rigen para la clase obrera diferencias de edad y de sexo, todos pasan a ser meros instrumentos de trabajo, entre los cuales la única diferencia es el coste.
Cuando la explotación del obrero por el amo ha dado su fruto y recibe su salario, caen sobre él otros usureros pequeños burgueses: el casero, el tendero, el prestamista, etc.
Hay un momento en que el obrero es utilizado por sus amos para contrarrestar a otros obreros, destruyendo las mercancías ajenas que les hacen la competencia, destrozan las máquinas, pegan fuego a las fábricas, etc. La competencia hacen más inseguro el salario obrero por lo que estos comienzan a unirse contra la burguesía en defensa de sus salarios, creando sindicatos para futuras batallas. Aquí se demuestra la incapacidad de la burguesía para seguir gobernando la sociedad, porque es incapaz de garantizar a sus esclavos la existencia ni aun dentro de su esclavitud.
Las propuestas comunistas no son ideas descubiertos por ningún redentor de la humanidad, son expresión de las condiciones materiales de una lucha de clases real y vivida, de un movimiento histórico que se desarrolla a vista de todos.
La abolición de la propiedad privada no es ninguna característica peculiar del comunismo. Las condiciones del régimen de la propiedad están sujetas a cambios históricos. La Revolución francesa abolió la propiedad feudal para instaurar sobre sus ruinas la propiedad burguesa. Lo que caracteriza al comunismo no es la abolición de la propiedad, sino la abolición del régimen de propiedad burgués, expresión última y acabada de producción y apropiación de lo producido que reposa sobre la explotación de unos hombres por otros. Si defiende la propiedad social.
Se reprocha al socialismo querer destruir la propiedad personal bien adquirida, fruto del trabajo y esfuerzo humano, propiedad base de la libertad y garantía de independencia. Preguntan los autores: ¿Os referís acaso a la propiedad del humilde artesano, del pequeño labriego, precedente histórico de la propiedad burguesa? No, Acá no necesitamos destruirla; el desarrollo de la industria lo ha hecho ya y lo está haciendo a todas horas.
De lo antedicho, en nuestros tiempos podemos afirmar que el socialismo no va a expropiar los bienes y propiedades del micro, pequeñas y medianas empresas, puesto que el dumping internacional lo está extinguiendo apoderándose del mercado que con esfuerzo ellos crearon. Precisan claro: «El bajo precio de sus mercancías es la artillería pesada con la que derrumba todas las murallas de la China, con la que obliga a capitular a las tribus bárbaras más ariscas en su odio contra el extranjero». Los socialistas, aparte que no es el interés, no tendrán ni tiempo de hacerlo.
Continúan: ¿O querais referimos a la moderna propiedad privada de la burguesa?, ¿es que el trabajo asalariado, el trabajo de proletario, le rinde propiedad? No, ni mucho menos. Lo que rinde es capital, esa forma de propiedad que se nutre de la explotación del trabajo asalariado. Se expropiará el capital y no la propiedad, entendido así: la explotación no genera propiedad, sino capital, una nueva forma de «propiedad».
El capital es un producto colectivo y abarca la actividad común de todos los individuos de la sociedad. El capital no es, pues, un patrimonio personal, sino una potencia social. Aspiramos a convertir el capital en propiedad colectiva, común a todos los miembros de la sociedad, no aspiramos a convertir en colectiva una riqueza personal.
Marx: ¿Os aterrais de que queramos abolir la propiedad privada? En el neoliberalismo la propiedad privada ya está¡ abolida para nueve décimas partes de la población. Querer destruir un régimen de propiedad que tiene por necesaria condición el despojo a la inmensa mayoría de la sociedad, es simplemente ilógico.
Se arguye que, abolida la propiedad privada, cesará toda actividad y reinará la indolencia universal. Si esto fuera así, ya se hubiera dado porque es la esencia de la burguesía.
Las objeciones formuladas los comunistas de apropiación material, se extienden a la producción y apropiación espiritual. Saben que sin cultura, la inmensa mayoría de la sociedad seguirá siendo presa de la explotación y la «cultura» creada por ellos es la que resigna al obrero ser el apéndice de la máquina. Por ello la necesidad de abolir los cursos de ciencias sociales de la universidad y los colegios.
La burguesía nos explica como un favor a la humanidad el haber logrado hacer perecer la propiedad antigua, la propiedad feudal; pero lo que no quieren es explicar cómo debe desaparecerse la propiedad burguesa.
La burguesía dice que los socialistas desaparecerán la familia. Veamos: ¿en qué se funda la familia burguesa? en el capital, en el lucro privado. Solo la burguesía tiene una familia, en el pleno sentido de la palabra y encuentra su complemento en la carencia forzosa de relaciones familiares de los proletarios y en la pública prostitución. Por tanto, es natural que ese tipo de familia burguesa desaparezca al desaparecer su complemento, y que una y otra dejen de existir al dejar de existir el capital, que le sirve de base.
Al cambiar las condiciones de vida, las relaciones sociales, la existencia social del hombre, cambian también sus ideas, sus opiniones y sus conceptos, su conciencia, en una palabra. Cuando el mundo antiguo estaba a punto de desaparecer, las religiones antiguas fueron vencidas y suplantadas por el cristianismo. El cristianismo luego sucumbía ante el racionalismo.
Marx y Engels: decís, que pretendemos destruir la intimidad de la familia, suplantando la educación doméstica por la social. ¿Acaso vuestra propia educación no está también influida por la sociedad, por las condiciones sociales en que se desarrolla, por la intromisión más o menos directa en ella de la sociedad a través de la escuela, etc.? No son precisamente los comunistas los que inventan esa intromisión en la educación; la burguesía también se entromete en la educación pública como influencia de la clase dominante.
Se nos dirá que las ideas religiosas, morales, filosóficas, políticas, jurídicas, etc., aunque sufran alteraciones a lo largo de la historia, llevan siempre un fondo de perennidad, y que por debajo de esos cambios siempre ha habido una religión, una moral, una filosofía, una política y un derecho. Se seguirá arguyendo, existen verdades eternas, como la libertad, la justicia, etc., comunes a todas las sociedades y todas las etapas de progreso de la sociedad. Pues bien, el comunismo viene a destruir estas verdades eternas, la moral, la religión, etc., y demostrar que en el mundo nada es eterno, todo perece.
Cualquiera que sea la forma y el tiempo, la explotación de una parte de la sociedad por la otra es un hecho común a todas las épocas incluyendo la neoliberal. La revolución comunista al romper el régimen tradicional de la propiedad, se ve obligado a romper también con las ideas tradicionales.
El socialismo burgués pretende ahuyentar a la clase obrera de todo movimiento revolucionario haciéndole ver que lo que a ella le interesa son simplemente determinadas mejoras en las condiciones materiales, económicas, de su vida, llevándola a nivel de sindicato y alejándola del nivel de partido. Se cuida de no incluir entre los cambios que afectan las «condiciones materiales de vida» la abolición del régimen burgués de producción, que solo puede alcanzarse por la vía revolucionaria. Refieren ser conciliables con el actual régimen de producción y que, por tanto, no tocan para nada a las relaciones entre el capital y el trabajo asalariado. Hablan por mejorar las condiciones de vida, incluso el de los acomodados.
El cristianismo es una corriente conciliadora, ofreciendo el paraíso, lejos de ser revolucionaria. Por el contrario, quienes plantearon la lucha de clases, fueron Cayo y Tiberio Graco o el mismo Espartaco, primeros revolucionarios que el mundo registra.
El proyecto de ley de la reforma electoral se halla paralizado por los partidos conservadores en el Parlamento. Perú Libre ha hecho un análisis a este proyecto llegando a importantes conclusiones.
Acerca del fortalecimiento de los partidos No se puede hablar de fortalecimiento de los partidos políticos con el solo acto de realizar comicios internos simultáneos y que los organismos electorales participen obligatoriamente de estos. Esta medida solo fortalecerá la democracia interna más no los partidos políticos en sí, aunque no deja de ser un pequeño avance. El fortalecimiento de los partidos parte por su autonomía. Quien ingrese a una organización política debe ser totalmente consciente de sus actos y de la línea política que abraza. Un partido político es el único que puede afiliar a un militante y debiera ser el único con potestad de desafiliarlo. En este último punto, el JNE se da la atribución de hacerlo solicitando mínimos requisitos como el pago de un arancel o una carta notarial, violando la autonomía partidaria, coadyuvando a desestructurar e indisciplinar una organización política, promoviendo su informalidad, el oportunismo y el transfuguismo. No pueden fortalecerse los partidos cuando se financian con dinero público a unos y a otros no. Esta discriminación implica que los partidos privilegiados mejoren su estructura partidaria empresarial, infraestructura y capacitación de cuadros, en detrimento del adversario político. La simple inscripción y reconocimiento por el JNE debiera dar los mismos beneficios a todas las organizaciones. No es posible fortalecer los partidos políticos cuando actualmente a un ciudadano que pertenece a un movimiento local o regional se le impide militar un partido de alcance nacional. Así, sus derechos políticos de participación han quedado limitados a una jurisdicción territorial provincial o regional, más no nacional, en un acto por demás antidemocrático. Debiera permitirse la militancia nacional independiente de la local o regional. Para fortalecer los partidos políticos es necesario que las elecciones nacionales se lleven a cabo en el mismo acto que las regionales. Es decir, elegir presidente, congresistas y gobernadores regionales, obligará a los candidatos a autoridad de primer y segundo nivel gubernamental a militar partidos de rango nacional y las tomas de decisión serán mejor sintonizadas entre el gobierno nacional y los subnacionales. Fortalecer los partidos políticos implica que el ciudadano está formado políticamente. No es posible reclamar fortalecimiento de los partidos en la ciudadanía cuando en los colegios y universidades se hayan cercenado los cursos de filosofía, historia, economía política, geopolítica, etc. Las nuevas generaciones han sido privadas de un derecho al conocimiento legado. No es posible fortalecer los partidos políticos cuando no se permita el desarrollo y la actividad política en la universidad peruana, puesto que es la universidad donde deben polemizarse, discutirse y renovarse, las ideas universales de todas las corrientes ideológicas, políticas y programáticas. Al respecto el JNE jamás ha dicho esta boca es mía. Para postular candidatos al Congreso se obliga militar un partido de rango nacional, así uno no esté de acuerdo con sus principios ideológicos y políticos, es solamente un coche ocasional, para luego decir «solo fui un invitado» y bajo esa premisa se retiran de los mismos debilitándolo aun más. Cuando un congresista decide ya no estar en las filas de un partido o una bancada actualmente no es reemplazado por el accesitario del mismo partido, conllevando a que las bancadas primigenias se debiliten, pues se le permite la disidencia o el transfuguismo sin mayor pudor. Deberá ingresar el accesitario, porque el pueblo se supone vota por el programa del partido. Con una valla electoral muy alta se condena a los partidos políticos nuevos a la extinción, sin darles el chance de fortalecimiento. Debe considerarse que la vida y el desarrollo político es un proceso que se teje en años y no un acto inmediato concluido. Aquí se quiere fortalecer a los partidos tradicionales y no las nuevas corrientes políticas que nacen y reclaman a partir de la realidad histórica y la dinámica social. El verdadero fin de prohibir las reelecciones de los gobernadores y alcaldes es evitar el fortalecimiento de los liderazgos al interior del país, no es la corrupción. A partir de esta experiencia de prohibición la corrupción sigue latente.
Circunscripción de peruanos en el extranjero El proyecto plantea crear el Distrito Electoral Especial para que los peruanos residentes en el extranjero puedan tener representantes en el Congreso de la República. Esta medida nos parece bien, puesto que actualmente en el extranjero obligan la votación para presidente, vicepresidente y congresistas solamente del Distrito Electoral Lima, es decir, desde el extranjero uno no puede elegir alcaldes, presidentes regionales ni congresistas de otros departamentos, en franca violación de la democracia. Así, los peruanos que retornaban al país tenían sus derechos ciudadanos suspendidos sin poder realizar ninguna transacción financiera o trámite administrativo en el Perú si no cancelaban sus multas por no sufragar en las elecciones municipales y regionales, cuando el Estado jamás le facilitó votar en el país residente.
Participación de las mujeres. La reforma pretende la participación efectiva de las mujeres en la política y se ha planteado la paridad en las listas de candidatos, es decir, que la mitad sean mujeres, hasta ahí muy bien, pero para evitar que sean relegadas al último lugar, se precisa que debe alternarse a un hombre y una mujer. Esta medida desnuda una grave falencia al reconocer que quienes son electos en nuestro sistema no son necesariamente los mejores, sino el que se posiciona mejor en el orden de la lista de candidatos con los números preferenciales, caso contrario no se podrá justificar la alternancia como solución. Ahora, el JNE plantea que se elimine el voto preferencial, con lo que ratifica que el orden de la lista es un factor fundamental en la elección y las preferencias. Es necesario puntualizar que los liderazgos no se forman por una disposición cuantitativa, sino una excepción cualitativa del ciudadano o ciudadana que sobresale en el grupo humano y para dar espacio a las mujeres es necesario cambiar de modo de producción del país, donde el machismo ha hecho su reino y la mujer se encuentra relegada en participación política. El propio JNE está compuesto por hombres de manera absoluta en su colegiado y estoy seguro que no aceptarán la alternancia.
Participación de nativos El proyecto pretende la presencia de los miembros de comunidades nativas en el Consejo Regional, puesto que se propone que se aplique la cifra repartidora diferenciada, esto es que este método para repartir escaños se use por separado, de un lado para los nativos y de otro para los no nativos. La presencia de los nativos, solo se obliga en las elecciones a los gobiernos subnacionales, mas no los nacionales, pero lo más triste es que la elección y presencia de los nativos no ha cambiado en nada su realidad hasta ahora. Mientras que una provincia serrana tiene un consejero, las provincias selváticas tienen dos, el colono y el nativo, es decir, el JNE entiende por nativo solo al poblador selvático y no al nativo andino o costeño. Esto genera un desequilibrio de fuerzas porque aun así la provincia selvática tenga menos población electoral que otra serrana, tendría mayores votos en el Consejo Regional. Nuestra propuesta es que la presencia de nativos debe considerarse en la reforma para las listas de elección nacional o si es posible ampliar el número de escaños y que el concepto de nativos incluya a pobladores originarios de la costa y la sierra peruana, y que se estudie mejor la proporción en la cifra repartidora.
Transparencia en las hojas de vida El proyecto propone que el elector tenga la mayor información a su disposición respecto a la hoja de vida en los procesos penales en trámite. Igualmente, se amplía a 30 días antes del acto electoral la posibilidad de exclusión de un candidato en caso omita la relación de sentencias condenatorias firmes por delito doloso o incorpore información falsa. Incluir los procesos penales en trámite, podrá prestarse a la suma de una campaña de desprestigio político a un candidato. Inclusive el candidato no sabrá si está denunciado o no mientras no sea debidamente notificado y eso tarda meses. Además, no tiene sentido que se declaren si están cumpliendo sentencias condenatorias firmes por delito doloso, porque estas son causales de tacha inmediata, salvo que consigne las ya cumplidas.
Ley contra dádivas El JNE propone la sanción de manera solidaria a la organización política y al candidato que cometa conducta prohibida en la propaganda electoral y que se excluya al postulante en caso cuente con sentencia condenatoria por inducción al voto. Esta medida ha demostrado ser un saludo a la bandera de parte de los partidos poderosos económicamente. La última experiencia de Fuerza Popular y PPK lo han demostrado, cuando ellos debieron ser excluidos del proceso electoral al ofrecer dádivas, pese a que ya existía la norma que los tachara en estos casos. Además la dádiva no es la única forma de inducción al voto existen otros como por ejemplo la discriminación de la televisión y radio nacional a determinados candidatos incómodos al sistema.
Transparencia en el financiamiento partidario El proyecto plantea se bancaricen los aportes a una organización política que sean mayores a una UIT. Al reincidir o no cumplir con el pago de sanciones se suspenderá o cancelará el registro de la misma. Hay lugares inaccesibles donde no existen instituciones bancarias o financieras y es justamente donde el narcotráfico y el lavado de activos han hecho su reino. También hay acciones de campaña que no necesariamente van a ser controladas por la bancarización, por ejemplo, despliegues en la selva o zonas alto andinas, perifoneos, movilidad, alimentación, hospedaje, combustibles, materiales proselitistas, etc. Lo controlable con mayor eficiencia hasta ahora son los spots televisivos y radiales. Si las elecciones no fueran concebidas como un negocio, no habrá necesidad de tanta fiscalización y para ello debieran prohibirse todo tipo de propaganda, debieran convocarse a los candidatos a sendos debates de cada tema y garantizarse la máxima difusión de las propuestas, así todos los postulantes tendrán la mismas oportunidades.
Incentivos para miembros de mesa La propuesta de que a los miembros de la mesa se les recompense con un día de descanso remunerado no compensable parece adecuada, pero la asignación económica equivalente al 7% de la remuneración vital mínima es mercantilizar un deber cívico en detrimento de los valores como el civismo o el patriotismo. Esta medida es peligrosa porque luego se convertiría en una oportunidad laboral transitoria y no un deber ciudadano.
Requisitos mínimos para ser parlamentario y las ONG En este tema la reforma electoral no dice nada. Es imprescindible que la reforma electoral incluya exigir requisitos mínimos para ser parlamentario, ¿Cómo es posible que la vanguardia pensante en un país y que de ella emanan las leyes, no hayan culminado siquiera la educación básica?, bajo el pretexto de la más amplia democracia, confundida con democratismo, se permite el ingreso a analfabetos al Parlamento y son presa fácil de los llamados «consultores» o «asesores» quienes generalmente provienen de las ONG de USAID, es decir que los EEUU que nos mantiene como su colonia electoral está detrás de las modificatorias a las leyes electorales del Perú. En conclusión cuanto más analfabetos políticos, mejor es la dominación colonial del país.
Equidad en los medios de comunicación Todos sabemos ahora que la guerra política es eminentemente comunicacional. Actualmente las leyes permiten de manera discriminatoria que los partidos políticos que tengan mayor número de congresistas puedan tener una franja electoral más amplia que los que tienen pocos congresistas o los que no tienen ninguno. Mientras en el Perú no exista una ley de medios de comunicación, esta jamás será democratizada y los medios seguirán siendo el vocero del gran poder económico empresarial nacional o foráneo, que apoyarán legal y económicamente al partido de su preferencia, es decir las dádivas económicas solo la tendrán los partidos de los ricos. En resumen la reforma hace gala de su concepto, solo reformas, nada de revolución en las leyes electorales, todo a la medida de los que no producen la riqueza del país y nada a la medida de los que producen la riqueza del país.
Se denomina Sociedad Capitalista al
régimen social de producción que tiene sus inicios en Europa Occidental alrededor
del Siglo XIV con la acumulación originaria del capital y se expande por casi
todo el globo hasta nuestros días, luego de haber recorrido por las siguientes
etapas y períodos (1):
Etapa premonopólica o de
libre concurrencia. Caracterizada
a su vez por tres fases:
De
la cooperación capitalista simple (aproximadamente desde el siglo XIV hasta
mediados del Siglo XVI).
De
la Manufactura
(desde mediados del Siglo XVI hasta el último tercio del Siglo XVIII).
De
la Revolución
Industrial (desde el último tercio del siglo XVIII hasta el
final del primer cuarto del Siglo XIX).
Etapa monopólica o imperialista.
Abarca
desde el final del primer cuarto del Siglo XIX hasta hoy), siendo sus
características saltantes las siguientes:
La
exportación de capitales.
El
reparto económico del mundo, y
La
aparición del sistema colonial.
La filosofía que corresponde a cada una
de estas etapas y períodos, fue articulada por pensadores e intelectuales que
formularon proyectos y propuestas frente a las contradicciones sociales de cada
uno de esos momentos, respectivamente. Algunos de ellos atinaron ponerse a la
altura del desarrollo de las fuerzas productivas; los otros, sin entender esta
dinámica, porfiaron en la reafirmación del stablishment. Y no faltaron
tampoco los videntes que con legítima fundamentación predictiva, señalaron
oportunamente los males y diseñaron modelos sociales congruentes con el
bienestar general de la humanidad.
Fue en Italia donde se dieron los
primeros gérmenes de la sociedad capitalista y fueron también los italianos
Nicolás Maquiavelo (Florentino) y Giordano Bruno, el primero en la esfera
social y el segundo en el campo de la naturaleza, quienes apuntalaron las ideas
congruentes a los intereses de la clase capitalista, que por entonces se
manifestaba revolucionaria frente al retardario orden feudal.
Al ingresar la sociedad europea al
período de la manufactura tanto en Inglaterra como en Holanda, son también los
filósofos británicos Francisco Bacon, Thomas Hobbes y Honh Locke, los que a
tono con la ciencia y el progreso de la técnica impulsan desde la
superestructura, el desarrollo de la producción, valiéndose de tesis
empiristas, sensualistas y mecanicistas, con el influjo de las investigaciones
realizadas por Galileo, Copérnico, Newton y Kepler.
Simultáneamente una trilogía de
pensadores: el Holandés Benito Spinoza, el Francés Renato Descartes y el Alemán
Godofredo Leibnitz, observando el portentoso cambio que operaba en la
estructura económico-social de los países bajos, no sólo propagaron el materialismo mecanicista a los
confines del mundo, sino que avistaron ciertas premisas dialécticas. Es verdad que Leibnitz al final desemboco en la
monadología y el pluralismo espiritualistas y en este sentido hay colindancias
con el Ingles George Berkeley, un idealista a ultranza. Pero el norte común de
la mayoría de estos teóricos radica en
el afán de enlazar la
Filosofía y la
Ciencia.
Experimentada la revolución industrial
en Inglaterra, los países vecinos, fundamentalmente Alemania y Francia se
aprestan a crear las condiciones propicias para la intrusión del sistema
capitalista en sus territorios. Aunque en Alemania las supervivencias feudales
se muestran reticentes a asistir a la nueva formación económico-social, sus
intelectuales saludan las relaciones de producción burguesas e inútilmente
buscan una conciliación con el modo de producción feudal. Este estado de ánimo
queda trasuntado en el pensamiento de Manuel Kant, Guillermo Federico Hegel y
Ludwig Feuerbach.
Mas, la propia Francia que había sido
protagonista de un legítimo cambio cualitativo, declaróse por las palabras de
Augusto Comte, la portadora de la ideología burguesa triunfante. La expresión
de este espíritu es el Positivismo.
Pero, la burguesía, embelesada por su
éxito no se dio tiempo para advertir que tras ella, se preparaba el fermento de
la revolución proletaria. Es por ello que Francia resulta ser la cuna natural
del segundo socialismo utópico a través de Enrique Saint Simon y Charles
Fourier. Es ese mismo país, el que tuvo como primeros patrocinadores de los
reclamos de la clase obrera a los anarquistas Pierre Proudhón y Michel Bakunin.
Sin embargo, será todavía en el territorio germano donde se inaugurará la
ideología genuina de la clase trabajadora, con el concurso de Marx y Engels.
Cierto es que, superado el positivismos
por el marxismo, la burguesía no se ha quedado cruzada de brazos. Ha
estructurado, valiéndose de sus intelectuales “orgánicos” otras tendencias,
confusionistas como son: el voluntarismo, el vitalismo, el neckantismo, etc. El
paso a la fase imperialista, constituye todo un esfuerzo por demostrar que el
materialismo dialéctico e histórico es un contrasentido. En ese empeño aparecen
en escena: el existencialismo la fenomenología, el personalismo, el realismo,
el empirismo lógico, el neopositivismo, la filosofía analítica y otras
corrientes, todas ellas reminiscencias unas veces del agnosticismo de kant del
berkeleanismo y de vertientes eclécticas.
En el otro estribo de la contradicción,
el materialismo dialéctico ha encontrado en la fase imperialista a su auténtico
intérprete: Vladimir Ilich Lenin, secundado por José Stalin. Ante la
insurgencia de tesis revisionistas y heterodoxas, en las diversas naciones,
fundamentalmente en China Popular, se han alzado otros nuevos pensadores,
siendo el más connotado: Mao Tse Tung.
El presente
Manual, por
la limitación de sus páginas, no comprende el desarrollo de todo el pensamiento
filosófico burgués; tampoco ingresa al análisis de las ideas de los pensadores
socialistas científicos. Abarca el
estudio de la filosofía del capitalismo sólo hasta su momento competitivo,
reservándose presentar el pensamiento de las otras etapas y períodos, en
próximos trabajos.
Como bibliografía, se ha tratado, en lo
posible, acudir a las fuentes mismas de los pensadores, sirviéndonos en todo
caso, de la crítica que formula el materialismo dialéctico e histórico.
LOS AUTORES
SITUACION
ESTRUCTURAL Y SUPERESTRUCTURAL DE LOS PUEBLOS OCCIDENTALES AL AGONIZAR EL MODO
DE PRODUCCIÓN FEUDAL
La descomposición de la sociedad feudal
y de su organización gremial, se estuvo registrando desde el Siglo XIII. Las
centurias subsiguientes: XIV y XV, nos muestran la siguiente cosmovisión (2):
Visión restringida del
Universo. El
hombre de ese tiempo tienen un dominio reducido del cosmos. La tierra está
considerada como el centro del universo y se tiene el convencimiento de que
está cubierta por arriba con una bóveda de cristal que tiene estrellas fijas.
Horizonte geográfico limitado.
Sólo tenía
manejo del mediterráneo. A lo sumo había recorrido hasta las costas de Europa.
De Asia únicamente estaba al tanto del cercano y medio oriente; del sur tenía
informes de un mundo fabuloso; de Africa, apenas había explorado la costa norte
del Atlántico. Más allá de estos lugares presumía que concluía el mundo “finis
terrae”. Empero, unos pocos contaban con la experiencia de haber emprendido
viajes, de haber captado técnicas exóticas y aprendido nuevos idiomas.
Visión retrospectiva del tiempo.
El Hombre
del medioevo no estaba instruido del desarrollo de las sociedades prefeudales y
primitivas. A esa altura, los pueblos extraeuropeos están considerados como
paganos, pecadores, bárbaros y réprobos.
Interrelación occidente-oriente.
El contacto
con los pueblos orientales se había establecido por necesidad. Occidente surtía
de oro y plata, mientras que oriente proveía con especies. Debido a esto se
produce, por otro lado, el desabastecimiento de metales de Europa, que luego se
llegó a superar con el descubrimiento de América.
Base económica. El régimen de servidumbre
está caracterizado por la existencia de la gran propiedad terrateniente,
regentada por los señores feudales. Al lado de ella, está la propiedad
individual del campesino y del artesano. La actividad más importante es la
agricultura, escoltada por otras actividades menores como la artesanal y la
comercial. La Iglesia
es propietaria de bienes raíces y organismos financieros embrionarios. La
duración de la jornada de trabajo está por encima de las doce horas, a libre
albedrío de los poseedores de los medios de producción.
Lucha de clases. El descontento de los
sectores marginados se manifiesta a través de movimientos perfectamente
definidos en dos matices:
Los
dirigidos por campesinos y artesanos y
Los
dirigidos por burgueses.
Ideología vigente. Es la de la escolástica,
fundada en las sagradas escrituras, en la lógica aristotélica y la doctrina
tomista. La Iglesia
es una institución con intelectuales propios, con idioma privativo (el latín) y
con férrea organización. Sus prelados
dominan la superestructura política.
NACIMIENTO DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA
EN EL PROPIO SENO DEL FEUDALISMO
Como bien precisa el materialismo
dialéctico, lo nuevo no surge de “la nada”, sino de una situación anterior, que
prepara las condiciones para el nacimiento de algo superior y progresivo. Así
pues, la insurgencia del capitalismo estuvo signada dentro de las leyes del
desarrollo social y siguiendo lo establecido por la ley de la negación, fue el
propio régimen feudal el que alistó las premisas de un nuevo orden social.
La concurrencia de esta nueva formación
económico-social nos entrega los siguientes perfiles:
Fuerzas Productivas. La humanidad conoce las
ventajas de la brújula, la pólvora, la imprenta, la bomba centrífuga, la
excavadora de canales, el tornillo cónico, la tracción de cable y las armas de
fuero. Está pertrechado de los rudimentos de astronomía, mecánica, matemática,
hidrotecnia, navegación, artillería y agronomía, lo cual repercutirá
favorablemente en el auge del comercio y la industria y la propia evolución de
la técnica y la ciencia.
El salto cualitativo notorio
que se experimenta queda reflejado al advertirse que:
Del
manejo de instrumentos toscos se pasa a los refinados.
De
la rueca automática se pasa a la máquina de hilar.
Del
martillo de mano se pasa al martillo de vapor.
De
los aperos agrícolas a la maquinaria agrícola y a la agronomía.
De
los talleres artesanales a las fábricas y al maquinismo.
De
la navegación precaria al transporte transoceánico.
Del
dominio del hábitat europeo a la fauna y flora planetarias.
Del
señorío del mediterráneo al a exploración del Atlántico y otros mares.
Del
conocimiento de un espacio físico constreñido a la formación de una nueva
imagen del universo.
De
los mercados y puertos locales como: Flandes, Génova, Venecia, Florencia y
Borgoña, a los mercados internacionales de Lisboa, Sevilla, Lyon y Amberes.
Relaciones de Producción. Si bien es verdad subsisten
las relaciones de subordinación o dominación, por estar intacto el régimen de
la propiedad privada de los medios de producción, sin embargo, el antagonismo
entre explotados y explotadores sacudirá la estructura social, diseñando un
nuevo modo de producción clasista.
En efecto la oposición
riqueza-miseria; tiranía-democracia; libertad-persecución, echará bases para la
formación nueva que contendrá los siguientes rasgos:
Alrededor
del Siglo XIV, Francia empieza a decaer como potencia feudal; en cambio en
Italia, comienza a tomar cuerpo la Manufactura abandonando su condición de país
exclusivamente agricultor.
De
la unidad existente entre medios de producción y productores directos, se
produce el divorcio entre estos dos elementos.
De
la posición de sus pequeñas propiedades, los campesinos son violentamente
despojados por los capitalistas, por requerir éstos de inmensos campos para la
producción de pastos.
De
la condición de propietarios de talleres que ostentaban los artesanos, pasan a
la condición de obreros de fábricas por empobrecimiento absoluto.
De
la condición de trabajadores de campo los siervos pasan a la de desocupados y
se aprestan a buscar empleos.
De
los oficios exclusivamente rurales, la humanidad pasa a desempeñar actividades
propias de la ciudad.
De
la producción individual artesanal se pasa a la producción mercantil organizada
en compañías.
De
la actividad relativamente libre, el trabajador pasa a ser un apéndice de la
máquina.
De
las formas rudimentarias de transacción se pasará a la apertura de
instituciones crediticias, bolsas de comercio y otras formas de
perfeccionamiento financiero.
Jurídicamente
el trabajador se sentirá libre e independiente, pero en la práctica dependerá
económicamente del burgués.
De
clase no-fundamental, la burguesía pasará a convertirse en el aspecto principal
de la contradicción.
Lucha de Clases. En el terreno social, las
contradicciones son cada vez más persistentes entre el popolo (pueblo) y la nubili
(nobleza), inclusive, al interior del pueblo, entre el popolo minuto (población con diminutos ingresos) y el popolo grasso (población robusta).
El Siglo XIV es prolífico en
la expresión de ese descontento:
En
1307, se subleva DOLCINO en Italia.
En
1343, se rebelan los trabajadores asalariados en Florencia.
En
1345, se plasma la primera huelga en Italia con CIUTO BRANDINI.
En
1358, se lleva a cabo la sublevación campesina de Jacquiere.
En
1378, se registra la primera rebelión de los pobres en Florencia.
En
1381, acontece un levantamiento campesino en Inglaterra conducido por WATT
TYLER.
En
1382, se levantan los artesanos de
París, Al mando de CABOCHE.
El siglo XV, no esta exento
de protestas. En 1450, se concreta una sublevación campesina dirigida por JACK
CADE.
Pero, el alzamiento que
consiguió ribetes más estruendosos es el que se llevó a cabo en 1525 y que se
conoce con el nombre de la
Guerra Campesina de Alemania, la misma que fue iniciada
por PEDRO PASSLER. En esta ocasión, los campesinos se negaron a pagar la renta
en tributo a los señores feudales y empiezan a hacer resistencia con armas en a
mano. El Jefe del Ejército es MIGUEL GAISMAIR.
El programa plateó la
abolición de prestaciones personales, impuestos y diezmos. Exigen la devolución
de las tierras y la confiscación de los bienes de la Iglesia; piden que los
cargos eclesiásticos sean ocupados por elección democrática. Los más radicales
solicitan la liquidación física de los feudales laicos y clericales. La clase
que se enfrentó contra el régimen es el pueblo trabajador. En sus filas
hallábanse componentes de las capas pobres. La guerra se prolongó hasta por 10
años, destacando como guías Tomás Muntzer y Miguel Gaismair. En la mira de estos
encontrábase entregar el poder feudal a los del pueblo.
El alzamiento terminó con la
muerte de Gaismair en 1532. Muchos críticos atribuyeron la caída de este
movimiento a la circunstancia de haber sido una guerra burguesa prematura.
Superestructura. La conciencia social, acorde
a los cambios producidos en la base y como bien dice el materialismo histórico,
muchas veces, adelantándose a su propia base, condicionó la formación del modo
de producción capitalista, en sus diversas esferas.
En el campo de la ciencia. El descubrimiento de las
leyes mecánicas y la exploración del espacio sideral por Galileo (3); la
superación de la tesis tolemaica por la de Copérnico (4) hicieron sentir el
amanecer de una nueva concepción, si se tienen en cuenta que:
De
la afirmación de que el mundo físico es finito, se pasa a la confirmación de que la naturaleza es infinita en el espacio e
ilimitada en el tiempo, gracias a las investigaciones de Giordano Bruno
(5).
De
la concepción materialista espontánea
del universo, se pasa con Galileo (6) a la concepción materialista-mecanicista,
contando para ello con el aporte de las Ciencias Naturales.
Del
fuerte arraigo de la metafísica en el medioevo, se pasa al descubrimiento
de fuerzas contrarias en el
universo como causa generatriz del movimiento, por las valiosas
deducciones establecidas por Bernardo Telesio (7).
De
la confianza plena en la astrología, la magia y la alquimia, se pasa
gracias a Leonardo da Vinci (8) a la necesidad de emplear métodos matemáticos y mecánicos
para la explicación de los fenómenos.
De
la idea de que los planetas y otros elementos celestes son gobernados por
los dioses, se pasa a la explicación de John Kepler, de que los planetas
se mueven en función de fuerzas físicas y leyes mecánicas objetivas (9).
Del
desconocimiento de la verdadera causa de la atracción de los cuerpos, se
pasa a la aclaración de que, a decir de Newton, ello obedece a la ley de la gravitación universal
(10).
De
la vigencia plena y exclusiva del método aristotélico-tomista que
presidió en la Edad
Media, circunscribiéndose a la deducación y el
silogismo, se pasa con Francis Bacon, a inaugurar un método mucho más
eficaz y productivo: la inducción (11).
En
la esfera de la política.
Del
encubrimiento del carácter del Estado feudal y burgués, se pasa a desenmascarar
los intereses que persigue, el comportamiento cínico de los gobernantes y la
ausencia de toda ética en la administración. En este sentido es fecundo el
concurso de Maquiavelo (12).
De
la naturaleza intocable de las instituciones organizadas por la clase
dominante, se pasa con Tomás Muntzer a pedir su democratización, socialización
y abolición de privilegios.
De la creencia y convicción de que la
propiedad privada es innata al hombre e imposible su erradicación, se pasa con
Tomás Moro (13) a desentrañar su situación de causante de los grandes males
sociales.
En
la esfera de la religión.
Del
carácter intocable que exhiben la
Iglesia, el Papado y las instituciones consideradas sacras,
se pasa su cuestionamiento, gracias a la propaganda herética desplegada por
Juan Huss, Martín Lutero, Pomponazzi y otros.
Del
encubrimiento embozado de la corrupción de la Iglesia, se pasa al terreno
de las herejías populares y doctas, pidiendo la confiscación de los bienes o su
desintegración.
NICOLAS
MAQUIAVELO
(1469 – 1527)
Extracción y
posición de clase.
El nacimiento, la infancia y la juventud
de Nicolás Maquiavelo lo sitúan en el seno de una familia perteneciente a la
clase media de Florencia (Italia). Su madurez la transcurre desempeñándose como
diplomático en diferentes cortes de Europa, principalmente entre los 33 a 43 años, cuando se
constituye en el “brazo derecho” de Pier Solderini, presidente vitalicio de su
patria.
Su paso por los círculos de gobierno le
permitió tomar una radiografía exacta de los apetitos, intereses y proyectos
que guiaban a una nueva clase social en formación: La burguesía. Tan ligado estuvo Maquiavelo a los jefes de Estado
que al caer Solderini, también fue deportado y torturado, oportunidad que le
servirá para reflexionar profundamente y producir obras que a esta altura se
han convertido en verdaderos recetarios para la conducción de regímenes burgueses.
Su obra cimera: El Principe
(1513), constituye según su biógrafo
Henry Thomas (14) “un verdadero manual de opresión”.
Por la forma como se permite recomendar
a los administradores del Estado, Maquiavelo ha sido considerado como el
genuino ideólogo de la clase social burguesa. Tal ha sido el impacto que este
pensador ha causado que, los estadistas posteriores han creado el mito del
“maquiavelismo” para referirse a las acciones de felonía en que incurren a
menudo los palaciegos.
Todo esto nos lleva a concluir que
Maquiavelo, aparte de haber reflejado vivamente el estado de corrupción que
reinaba en Italia y Europa entre los siglos XVI y XVII, enfilaba sus ataques
contra los residuos del mundo feudal y auspiciaba, en cambio, regímenes
fuertes, de naturaleza monárquica y absolutista.
Su postura
filosófica.
El pensamiento de Maquiavelo, por
referirse a temas de orden histórico, social, político y jurídico, se inscribe
dentro de las vertientes que algunos tratadistas de la filosofía llaman Filosofia Social. En efecto, en
Maquiavelo, están ausentes las reflexiones en torno a la cosmología, astronomía
o física. Estudiosos más recientes mas bien lo tipifican como Sociólogo o Politólogo
con orientación historicista.
Entre los filósofos modernos fue Francisco
Bacon quien lo felicitó por haber expresado abiertamente y sin disimulo lo que
los hombres “acostumbraban a hacer y no lo que debían hacer”.
La Sociedad.
Según Maquiavelo, la sociedad, esto es,
la humanidad se guía por intereses de tipo material y por el egoísmo. Los
gobernantes, por ejemplo, actúan movidos por la conquista o el mantenimiento
del poder político, en cambio los
súbditos aspiran al orden y la seguridad. Si bien los intereses de unos y otros
son opuestos, empero los unen ambiciones de naturaleza terrena. De ahí que más
fácilmente olvidan a sus ascendientes, pero no así a los bienes que éstos
dejaron.
Por el enfoque metafísico que imprimió a
sus ideas, Maquiavelo no pudo desentrañar las causas del verdadero desencuentro
entre las clases sociales, sin embargo, tienen el mérito de haber analizado el
Estado con “ojos humanos” según reconoció años después Carlos Marx (15).
La Política.
Maquiavelo ha sido considerado como el auténtico
teórico del Estado, como un artista de la política. Si bien es cierto que sus
escritos no tienen el rango que corresponde a un legítimo tratadista, sin
embargo tienen la ventaja de constituir un manual para la acción política
inmediata. El Príncipe no es una
obra hecha para el futuro, en medio de ensoñaciones. Muy al contrario, está
destinado a los hombres de acción. Sus normas no son enunciados románticos,
antes bien, están prescritas para ser aplicadas. No contienen pues una
especulación filosófica o científica erudita, sino que se contraen a describir
descarnadamente la realidad europea; denuncia la necesidad de construir un
Estado donde pueda imperar la ley frente a la arbitrariedad del monarca.
Destruye los mitos del poder, el falso prestigio de la autoridad; desestabiliza
a quienes se hallan en el altar del gobierno porque difunde un realismo popular
de masa. De ahí que algunos politólogos lo hayan considerado como un codigo
secreto pero a la vez ingenuo, dado que instruye inclusive a los artesanos de
la política. Es un compendio que sirve tanto para defenderse como para tiranos,
en suma, tienen el estilo de un manifiesto político. Según Benedetto Croce (16)
el manual es válido tanto para demócratas como para reaccionarios, porque allí
se relata lo que ya fue aplicado por los más grandes gobernantes de la historia,
y según Schopenhauer ese libro tiene la virtud de un maestro de esgrima que no
sólo enseña el arte de matar, sino también el arte de no dejarse matar, sin
tener que convertirse por ello en sicarios o asesinos.
En lo esencial, Maquiavelo rechaza la
concepción teocrática del Estado y se pronuncia por un fuerte organismo
nacional libre de discordias intestinas y feudales, capaz de aplastar las
agitaciones populares. Considera que es el Estado el fin al cual deben
subordinarse la moral, la religión, etc. Quiere un Estado laico, absolutista,
regentado por un Príncipe a quien debe obedecer incluso la Iglesia.
Entre los “Consejos” que alcanza el
Príncipe están los siguientes:
Debe
ser hábil, astuto y sin escrúpulos.
Debe
humillarse cuando sea menester pero sólo para luego imponerse.
Debe
halagar a las multitudes para manejarlas mejor y ejercer la violencia cuando
sea necesario.
Debe
conjugar las cualidades del león con las del zorro, es decir, combinar la
bravura con la astucia, el látigo y el caramelo.
Debe
hacer sus cálculos, incluso para las ocasiones adversas.
Debe
emplear todos los medios a su alcance (la perfidia, el asesinato, la traición, el envenenamiento). EL FIN
JUSTIFICA LOS MEDIOS.
Debe
saber que en la guerra nada es honrado, pero todo es honroso.
El Derecho.
Según Maquiavelo el único derecho que
debe entender el príncipe, es el de la fuerza.
Un príncipe no es un legislador; es un guerrero. El gobernante debe saber
cuando obrar como bestia y cuando como hombre. Como humano actúa las
veces que hace prevaler las leyes escritas, pero cuando esto no es expeditivo,
deberá obrar con la vivencia. El uso de la violencia está justificado porque la
humanidad a veces es una horda de brutos. Entonces la mejor manera de
aprovecharlas es crear un estado de opresión, porque según las leyes de la
selva “si tú no oprimes a los otros, ellos te oprimirán a tí”.
Los fuertes tienen que servirse pues de
su potencia. El deber de los débiles es servir a los fuertes. El derecho de los
fuertes es servirse de los débiles.
Maquiavelo señala que los emperadores
amantes de la justicia siempre terminaron mal. En cambio, los Borgia,
consiguieron gloria a base de brutalidad, piedad pues la fuerza es más
grande que la justicia.
La Moral.
El pensamiento de Maquiavelo ha sido
considerado de “amoral” precisamente porque prescinde de los códigos de ética
que la sociedad había acumulado hasta eses entonces. Plantea el desenfado, la
inescrupulosidad en la elección de los medios para el logro de los fines
políticos. Aconseja a los príncipes no ser sinceros porque ser bueno es
perjudicial, en cambio, aparentarlo trae buenos dividendos, remarca que el
fraude es más poderoso que la verdad. Dice que el príncipe no está obligado a
cumplir su palabra si tal fidelidad ha de ponerlo en peligro.
Después de calificar la Biblia como un “manual para
esclavos”, Maquiavelo opone a los diez mandamientos de la Iglesia, otros diez
preceptos:
Cuida
ante todo tus propios intereses.
Hónrate
a tí mismo antes que a nadie.
Practica
el mal y aparenta que haces el bien.
Codicia
y atrapa todo lo que puedas.
Lo
mejor después de todo es ser un miserable.
En
todo caso es mejor la brutalidad.
Engaña
a la gente cada vez que tengas ocasión.
Abate
a tus enemigos y si es necesario también a tus amigos.
Emplea
la fuerza antes que la amabilidad al tratar con otras gentes.
No
pienses en otra cosa que en la guerra.
Se dice que Maquiavelo para reunir estos
preceptos sintetizó el comportamiento de gobernantes clásicos, entre ellos el
Rey de España, Fernando; César Bogia, hijo del Papa Alejandro VI y otros
dictadores. Había observado, por ejemplo, que Cesar Borgia para asegurarse en
el mando había asesinado a su hermano mayor, su cuñado y otros que pudieran
molestar en sus afanes; que era un maestro en la hipocresía y especializado en
envenenar a sus rivales. Lo único que le animaba era el poder y la riqueza.
Henry Thomas, haciendo un comentario
sobre el decálogo de Maquiavelo, nos dice (17):
“Según el brutal Código de Maquiavelo,
un príncipe no debe tener en cuenta más que sus propios deseos, sin mirar para
nada los derechos de los demás. Estafa a todos los que puedas y haz callar a
todos los que se quejan. Pero trata de aparentar que eres liberal. No seas
avaro exageradamente, no porque la avaricia sea un defecto en sí, sino porque
resulta peligroso adquirir demasiada riqueza. Es preferible robar a los
extranjeros que se encuentran impotentes para defenderse, que exprimir a los
propios ciudadanos, que impulsados por el hambre pueden levantarse contra ti y
destronarte. En otras palabras: roba al débil y engaña al fuerte”.
Juicio Crítico.
Maquiavelo
comete el error de considerar la propiedad privada, el Estado y las clases
sociales como instituciones eternas.
No
comprende que el egoísmo humano es propio de los modos de producción clasistas,
y por ende, pasajero. Hay clases sociales que practican la solidaridad como
secuela de la larga experiencia de la sociedad primitiva.
No
avizoró que la sociedad burguesa también habría de ser reemplazada pro otras
formas societales.
Estima
que sólo las clases medias o la burguesía cumplen un papel transformador y
revolucionario. Subestima a las masas no instruidas.
Elabora
una ética clasista, parcializada y sometida al statu quo.
Es
reaccionario en su análisis acerca del papel y destino de los pobres del campo
y de la ciudad.
TOMAS MUNTZER
(1490 – 1525)
Extracción y
posición de clase.
La niñez, adolescencia y la primera fase
de la juventud de este ideólogo de las clases explotadas son poco conocidas.
Presumiblemente sus padres tuvieron una economía que posibilitó que Tomás
estudiara la carrera sacerdotal. En efecto, en sus años mozos se les encuentra
ejerciendo la prédica eclesiástica, pero a diferencia de sus congéneres,
Muntzer creyó a pie juntillas en el mensaje del evangelio y confrontando la
teoría y la praxis del clericalismo se puso a combatir los males sociales y
señalar a los culpables, terreno de este estado de cosas. Empleando un verbo
encendido e inflamable recorrió por diversos territorios y en esos afanes
conoció al teórico de la reforma de la Iglesia: Martín Lutero, con quien trabó amistad y
estableció una alianza para difundir el credo reformador, con tal efervescencia
que no sólo igualó a Lutero sino que lo rebasó, al punto tal que éste,
sintiéndose desplazado y desenmascarado por sus compromisos con un sector de la
clase pudiente, tornóse también enemigo de Muntzer al extremo de condicionar su
persecución y prisión.
La posición de clase evidenciada harto
suficiente por Muntzer habla por sí sola cuando por su verbo demoledor en
contra de los intereses feudales y eclesiásticos terminará ajusticiado a los 35
años, en 1525, después de sufrir reiterados exilios, fustigado como agitador y
“aliado del diablo”. Si bien, en su fase inicial, Muntzer habia logrado el consenso
de la clase burguesa, empero su programa revolucionario fue más allá de los
intereses del capitalismo.
Su postura filosófica.
El pensamiento de Muntzer, como el de
Moro y Campanella, se afilia en los dominios del Socialismo Utópico, a decir de los historiadores de la Filosofía. Planteó
un temprano programa socialista, el cual será confirmado más tarde por
Saint-Simon, Fourier y Owen y del cual tomará lo viable el marxismo al
reafirmarse la sociedad capitalista.
Otros tratadistas estiman que Muntzer
con sus concepciones y su praxis se aproximaba al panteísmo. Su
pensamiento no prescinde del todo de la acción divina.
La Sociedad.
Muntzer tienen la percepción clara de
que la sociedad vive gracias al pueblo trabajador. Por ello sostiene que el
pueblo debe vivir sin desgracias económicas. Todos los trabajos y bienes
deberían ser comunes. La sociedad no debería conocer clases
sociales. No debería existir propiedad privada ni un poder público
independiente. No basta por ello, transformar sólo los ritos, como había
pensado Lutero. Hay necesidad de hacer transformaciones más profundas y
radicales. La humanidad no debía esperar todavía su ascensión a los cielos para
encontrar la felicidad. El reino de Dios, debía cristalizarse aquí en la
tierra. Para el logro de la solidaridad humana y el exterminio de privilegios
había la necesidad de prescindir de emperadores, papas, señores; igualmente
había que abolir el lucro y la usura.
La Política.
A decir de los materialistas históricos,
el programa de Muntzer constituyó un “anticipido genial de emancipación de los
elementos proletarios que apenas empezaban a aparecer en las capas plebeyas
(18).
El propio Muntzer en su afán de cambiar
la faz de la masa campesina y plebeya difundió los siguientes postulados
extremos:
Abolición
de la propiedad privada.
Socialización
de los bienes.
Supresión
de las diferencias estamentales.
Implantación
de la igualdad universal.
Abolición
del Estado que tuviera intereses ajenos a los del pueblo.
La Religión.
No obstante su condición de sacerdote,
Muntzer impulsó las herejías plebeyas campesinas, divulgando que el paraíso y
el infierno están en este mismo mundo real y se expresan a través de la
felicidad o la desdicha.
Sin renunciar a la concepción religiosa,
Muntzer vivía convencido de que la creencia religiosa se debía al despertar de
la razón del hombre. Precisamente empleando la razón, se permite sostener que
toda propiedad privada está reñida con Dios. La propiedad privada en la
práctica es impía.
Muntzer no se detiene en explicaciones
sobrenaturales y más bien afirma que Cristo no es más que un hombre más.
Juicio Crítico.
Josef Janacek, en su obra: La Reforma Protestante (19) emite la
siguiente apreciación acerca de la personalidad y pensamiento de Muntzer:
“De todas las figuras de la
prematura y revolución burguesa en Alemania la más importante fue, sin duda
Tomás Muntzer. Salió de la
Reforma, de la filas de los discípulos directos de Martín Lutero
y pasando por el radicalismo reformador llegó a desempeñar un papel revolucionario…
Tomás Muntzer no respetaba, desde el púlpito, las ideas y los intereses de la
nobleza. Comenzó a revisar sus ideas reformadoras y a compararlas con la
doctrina de los profetas de Zwixckau. No le interesaba lo que querían los
nobles y predicaba lo que creía justo y conforme a su conciencia. Empezaron así
a difundir desde el púlpito principal de Zwickau las ideas de los profetas de
esta ciudad y las nuevas ideas de Tomas Muntzer.
La transformación de Muntzer
fue muy simple. Bajo la influencia de los profetas de Zwickau entendió que la Reforma de Lutero se había
detenido a mitad del camino en el momento en que éste se negó a orientarla
hacia los problemas sociales. Según Muntzer, la Reforma no podía terminar
con el rechazo de los dogmas católicos y el establecimiento de nuevos dogmas
luteranos. El objetivo de la
Reforma no consistía sólo en transformar los ritos de la Iglesia sino toda la
sociedad. Ya en Zwickau, Tomás Muntzer vislumbró ese objetivo y durante toda su
vida fue viendo, cada vez en forma más clara, cómo lograrlo. Se fue
convirtiendo así en un auténtico revolucionario.
Como es de imaginar, con
semejantes ideas, Muntzer no podía conservar su cargo de predicador principal
de la ciudad.
Pero la posición de Muntzer
en la primavera del 1521 no era ya la misma de Lutero. De predicador luterano
se había transformado en paladín de las ideas reformadoras radicales y buscó la
forma de estrechar la unión de las corrientes reformadoras radicales de
Alemania… Tomás Muntzer escribió un manifiesto
a los praguenses en el que fijaba sus ideas políticas y sociales…”
GIORDANO BRUNO
(1548 – 1600)
Extracción y
posición de clases.
El pensador más avanzado del
renacimiento, siguiendo la tradición de las familias de credo eclesiástico fue formado
en un ambiente religioso. Desde niño, por sus excepcionales dotes de memoria
fue considerado prodigio. Es matriculado en la orden dominicana a los 15 años y
apenas habían transcurrido 3 años entró en conflicto con el excesivo formalismo
clerical. En sus estudios se inclinó por la poesía y el arte dramático y
después por la filosofía y las ciencias naturales. Al tomar informe de las
teorías de Nicolás de Cusa, Raymundo Lulio y Nicolás Copérnico, cada vez más
fue distanciándose de la cosmovisión teológica y luego de leer a humanistas y
naturalistas de su tiempo, terminó abandonando el convento a los 28 años cuando
ya había alcanzado la condición de hombre culto.
Como intelectual insurgente y luchador
ardoroso, tomó partido de la ciencia y se tornó en adalid de la concepción
antifeudal y anticlerical, llegando a ser uno de los críticos más agudos,
desenmascarando el papel reaccionario de la Iglesia.
Por la toma de esa posición convincente
es acusado de hereje, pero Bruno sin inmutarse reafirma su nueva óptica y por
espacio de 15 años emprende viaje por varios países de Europa en su afán de
consolidar su dirección científica. Producto de ello, serán sus obras, entre
las que puede mencionarse a dos: De
la causa, principio y uno (1584); Del
infinito, universo y mundos, escrita el mismo año.
Su tenacidad en estos empeños hará que la Inquisición lo
persiga, logrando atraparlo en 1592, fecha en la que se le conminará a
retractarse de su credo; pero Bruno se mantendrá consecuente con su concepción,
situación que determinará su encarcelamiento por espació de siete años y luego
su sentencia de ser quemado en la hoguera. En efecto, el 17 de febrero de 1600, a los 52 años es
quemado vivo, no sin antes satirizar al tribunal con éstas palabras: “Tenéis
más miedo al pronunciar mi sentencia que yo al escucharla”.
Su postura
Filosófica.
Giordano Bruno aquilata la importancia
de la filosofía y del filosofar. Así por ejemplo, nos dice que la misión de la
filosofía reside en conocer la sustancia única, el sustrato y principio de
todos los fenómenos de la naturaleza. Para el efecto, el filósofo deberá
renunciar a la especulación teológica y a cuestionar todo aquello que la
tradición, la autoridad eclesiástica y los supuestos científicos han pregonado.
Quien desee ser filósofo deberá en primera instancia dudar de todo y si han de
presentarse opiniones contrapuestas es mejor que ocurra esto, porque así puede
descubrirse la verdad. Los hombres no filosofan para alcanzar el éxtasis
místico como creía Plotino, sino para tener una visión de la naturaleza en su
unidad. De ahí que el conocimiento es perfectible infinitamente.
Si quisiéramos precisar la dirección
filosófica que finalmente asumió Bruno, tenemos que concluir que quedó en el panteísmo y en el hilozoismo, aunque jamás aceptó
ser lo uno. Es panteísta, sin embargo, porque Bruno identifica al Dios infinito
con la naturaleza. La naturaleza es Dios mismo o la voluntad divina. Dios se
muda a la naturaleza, la cual es Dios en las cosas.
Es hilozoísta,
porque para Bruno, todo se encuentra
animado desde las más pequeñas partículas hasta los cuerpos más
gigantescos. Todos tienen espíritu;
algunos lo poseen en potencia y otros en acto. Dios es la causa del mundo, la
causa inmanente, no
trascendente. Hay pues un alma mundial que es la principal facultad del mundo,
es un principio de vida, una sustancia espiritual. El universo está penetrado
de vida y es la misma vida.
Pese a estos matices idealistas y
eclécticos, el mérito de Giordano Bruno es haber investigado el mundo material
y por ello fue un propagandista entusiasta de la concepción materialista del mundo, aunque transido de panteísmo.
Y no sólo eso, llegó a algo más: desarrolló algunas categorías
dialécticas, tales como la de unidad, concatenación, movimiento y coincidencia
de contrarios. Por ejemplo, según Bruno:
La
destrucción de una cosa entraña la aparición de otra.
La
generación es una corrupción y la corrupción es una generación.
Las
magnitudes más grandes se confunden con las más pequeñas.
El
amor se transforma en odio y viceversa.
Muchos
venenos terminan siendo antídotos.
En
el número coinciden lo máximo y lo mínimo.
En
el espacio coinciden el centro y la periferia.
El
centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna.
En
la infinitud se identifican y penetran: la parte y el todo; la recta y la
curva; la forma y la materia; la libertad y la necesidad; el sujeto y el
objeto.
La materia se transforma infinitamente.
De un árbol se deriva la viga; de ésta se obtiene la mesa, el escaño o se hace
una caja o un peine. La semilla en su desarrollo se transforma en hierba; ésta
en espiga; la espiga en pan; en pan en kilo; el kilo en sangre; la sangre en
semen; el semen en embrión; el embrión en hombre; el hombre en cadáver; el
cadáver en tierra y así sucesivamente.
Hay unidad entre materia y forma; entre
alma y cuerpo; entre acto y potencia.
La Naturaleza.
Pero, donde se advierte una excelente
contribución a la filosofía, es en la investigación del universo. Para Bruno el
universo no tienen fronteras. El número de mundos es infinito. Nuestro sistema
planetario no es el único universo. El sol no es más que uno de los
innumerables astros. Cualquier punto del mundo puede ser tomado por el
observador como centro. Más allá de nuestro sistema solar existen pues
infinitos sistemas. Lo que alcanzamos a observar no es más que una parte significante. La
tierra no es más que una minúscula partícula de un universo encerrado en sí o
dentro de un límite. Al mismo tiempo, aclara que este mundo es armonioso y
perfecto, está lleno de vida y belleza.
Se comprende pues que Bruno hizo suya la
teoría heliocéntrica de nuestro sistema, después de entenderlo a Copérnico,
pero Bruno llegó mas allá que éste, al afirmar que existen innumerables mundos
parecidos a nuestro sistema solar. Por ello dice que ni la tierra ni el sol son
el centro de este cosmos infinito. Rechaza así las con concepciones de
Ptolomeo, Aristóteles y del propio Copérnico.
La Materia.
Indudablemente la lectura de Copérnico
lo condujo a llegar a conclusiones materialistas, Para Bruno, la materia es el
receptáculo de todas las formas, es un principio activo y se halla en el fondo
de los fenómenos de la naturaleza. No es pura, es simplemente un principio
corpóreo que se contrapone a lo incorpóreo y al vacío. Precisamente la unidad
del mundo reside en su materialidad. La materia
es causa y principio de todos los fenómenos naturales. Los mundos
terrestres y celestes son homogéneos, se componen de tierra, agua y aire.
El éter es un elemento concatenador. La
materia no es un ente pasivo y amorfo; materia y forma son inseparables. Entre
materia y forma prima la materia, que todo lo crea de su propio seno. La
materia es capaz de producir nuevas formas. La forma no puede existir fuera de
la materia. El universo es uno, material, infinito y eterno.
En suma. Bruno tomó partido de las
teorías de Demócrito, Epicuro y Lucrecia, y por ende, se adhirió a las tesis
atomísticas de los griegos.
Teoría del
Conocimiento.
Para Bruno el objeto del conocimiento es
la naturaleza. Por ello la
sensación es la premisa del conocimiento racional. La intelección es el
conocimiento prefecto.
No podemos fiarnos de los sentidos
porque nos engañan como sucede con la inmovilidad de la tierra. El campo de los
sentidos es pues limitado. De ahí que el
juicio postrero corresponde a la razón. Sin embargo, debemos reconocer que la verdad proviene de la
experiencia, siempre que esté iluminada por la razón. No existen dos verdades
(la de la ciencia y la de la religión) y de existir ambas, sólo es válida la de
la ciencia.
El conocimiento tiene sus grados. En el
primero se encuentra la sensación,
pero ésta da una fuente poco segura, porque, por ejemplo, no es fácil
aprehender las inmensas distancias del universo. El segundo grado viene a ser el entendimiento y después está la razón.
La Moral.
A juicio de Giordano Bruno, las normas
morales no deben ajustarse a mandatos exteriores como suele tener el Derecho,
sino más bien deben ser normas provenientes del ser mismo, de su conciencia.
La Religión.
En la concepción de Bruno, la religión
no tiene un valor teórico sino práctico, en el propósito de alcanzar una
superconducta. Mas, en el fondo, la religión es un conjunto de supersticiones
directamente contrarias a la razón y a la naturaleza.
Juicio Crítico.
Bruno
no pudo independizar su concepción materialista de la naturaleza de las
posturas panteístas e hilozoístas que interferían como producto de su formación
sacerdotal.
Cree
que la moral es un asunto privativo del hombre y no comprende que responde a un
modo de producción.
No
entiende el rol ideológico que cumple la religión en pro de la clase dominante.
No
alcanzó a establecer la relación dialéctica entre conocimiento empírico y
lógico.
No obstante lo indicado, la valía de Bruno
reside como ya se ha dicho en su concepción materialista del universo. Al
respecto, Rudolf Chadraba y un grupo de intelectuales, en la obra Renacimiento y Humanismo (20)
formulan el siguiente comentario:
“¿Qué planteaba la doctrina
pregonada pro Bruno, que tanto ofendió a la Iglesia?. En primer lugar, prosiguió con valentía
los estudios iniciados por Copérnico, se apoyó en las teorías de los filósofos
materialistas de la Edad
Antigua y en los pensamientos de Cusanus… su ciencia del
Cosmos, Cosmología, es tan revolucionaria que el mismo Kepler
declaraba que leyendo las ideas de Bruno acerca del espacio infinito se
apoderaba de él el vértigo. Consideraba al cosmos infinito en el espacio y en
tiempo. El sistema solar es uno, entre el inmenso numero de sistemas que
constantemente surgen y desaparecen…”
FRANCISCO BACON
(1561 – 1626)
Extracción y
Posición de Clase.
Francisco Bacon fue hijo de un alto
empleado de la Corte
de Inglaterra. Su infancia recibe la adecuada protección con holgura. Estudió
jurisprudencia y concluyó su carrera de Abogado a los 21 años, desempeñando
casi inmediatamente cargos judiciales y políticos como los de Fiscal,
Procurador General Lord Guardasellos, Lord Canciller, Parlamentario, a más de
ser Vizconde y Barón de Verulamio. Su condición de descendiente de aristócratas
lo aproximó desde temprano a la administración del Estado, sobre todo en el
tramo de los 46 a
60 años de edad, al término del cual resulta involucrado en actos punibles, por
lo que será enjuiciado y encarcelado. Después de cumplir parte de la sanción,
se dedica de lleno a la actividad
científico-filosófica. Fruto de sus reflexiones serán las obras: Novum Organum (1620); Instauratio Magna (1623) y Nueva Atlántida.
Este cortesano hábil, amante de la
fatuidad y ambicioso, que igualmente acumuló experiencia como profesor a los 28
años y que fue miembro de la
Cámara de los Comunes a los 23, es considerado sin embargo,
por la crítica filosófica, como el “profeta de la técnica” y como el pensador
que a su debido tiempo tomó distancia de las anacrónicas relaciones feudales,
para señalar que la alternativa al estado de miseria en que vivían las capas
desposeídas, consistía en dar impulso a la actividad comercial e industrial. Se
declaró, por tanto, como vocero oficial del modo de producción capitalista,
calificando a la nobleza, a decir de Dynnik (21), como “clase inútil y ociosa”.
Su Postura
Filosófica.
Para Bacon, el objeto de la filosofía
debe estar orientado a la conquista de la naturaleza y al perfeccionamiento de
la vida humana. Para ello, combate en primera instancia a la escolástica,
considerándola filosofía improductiva y estéril, inapta para el impulso de la
ciencia y la técnica.
Entre idealismo y materialismo, Bacon se
pronuncia a favor del segundo, después de haber bebido sus fuentes, en el
atomismo griego, específicamente estudiando a Anaxágoras y Demócrito. Luego,
sirviéndose de la química y las demás Ciencias Naturales reformula el
materialismo con más riqueza, a tal punto que los propios clásicos del marxismo
lo meritúan con las siguientes palabras:
“En Bacon, como en su primer
creador, el materialismo encierra todavía de un modo candoroso los gérmenes del
desarrollo omnilateral. Es como si la materia riese en su esplendor
poético-sensorial… El verdadero patriarca del materialismo inglés y de toda la
filosofía moderna es Bacon…” (22).
Para salir del atolladero en que se
encuentra la humanidad, Bacon recomienda la investigación de la naturaleza y en
este propósito descubre que existen obstáculos, por lo que es conveniente,
adoptar una metodología adecuada.
Su Metodología.
Bacon nos previene que en nuestro afán
por conquistar la verdad, tropezaremos con cuatro errores o Idolas que son las siguientes:
Idola Tribu : Que afecta a
toda la humanidad. Consiste en
añadir a un objeto o fenómenos aspectos que no lo tiene, pero que son
proporcionados por los sentidos y nos conducen a una falsa generalización.
Idola Specus : Practicado por ciertos grupos
sociales, los que, desde su punto de vista particular hacen prevalecer los prejuicios,
en función de su constitución física, educación y costumbre.
Idola Theatry: Consiste en ceñirse
dogmáticamente a los criterios de la tradición, de lo establecido por una
autoridad científica o clerical, sin considerar que corresponden a tiempos
superados.
Por eso, Bacon nos extiende para
diferenciarlos, tres tipos de métodos:
El Método Dogmático. Que consiste en seguir al pie
de la letra lo ya conocido sin incluir nuevos aportes y experiencias
peculiares. Según Bacon, esta conducta es similar a la de la araña que año tras año teje su
tela sin alteración.
El Método Empírico. Caracterizado por la
recopilación ciega de abundantes datos provenientes de la experiencia, sin
trazarse previamente un objetivo. Es semejante al caso de las hormigas que laboriosamente acumulan diversidad de
objetos sin trazarse una perspectiva concreta.
El Método Científico. Que consiste en acercar a los
hombres a la propia naturaleza utilizando procedimiento de observación y
sistemática, comparación, análisis, síntesis, experimentación y comprobación,
para reelaborar con los
detalles obtenidos, nuevos productos, enfoques o criterios, a la manera de la abeja que recogiendo el zumo
de las flores, se apresta a fabricar la miel. El método científico es pues el
experimento o la experimentación.
El
Experimento:
Es el examen atento e
intencionado de la naturaleza. Para su legítimo empleo es condición necesaria
superar los cuatro ídolas. Luego conviene no perder de vista que hay dos tipos
de experimento:
Experimentos que dan Luz. Son los que no tienen por fin
la acumulación inmediata de bienes lucrativos. Antes bien, su propósito es
iluminar al investigador proporcionándole un nuevo método, una nueva teoría o
el adecuado procedimiento. De ahí que se llame “lucífero”.
Experimentos que dan fruto. Son los que reportan
beneficio, ganancia o ventaja económica y son empleados fructíferamente en el
campo de la industria, el comercio, la técnica y la producción en general.
Bacon es terminante cuando
nos dice que toda anticipación sin experimento es inútil. El investigador
deberá usar preferentemente la inducción y deberá tener encuentra que
inclusive, el resultado de una
inducción es provisional.
El Método
Inductivo.
La descollante contribución que
Francisco Bacon ha prodigado a la filosofía, las ciencias, la pedagogía, la
didáctica y a la propia metodología, reside en habernos convencido de la
magnitud que encierra la experimentación, a partir de la inducción. Para tal
fin, Bacon nos insta abandonar el silogismo aristotélico y la lógica escolástica,
porque éstas nos dejan la herencia del abuso de la deducación. El silogismo
tiene la enorme desventaja de que no hace prosperar el conocimiento porque la
conclusión ya está contenida en la premisa y por tanto no añade nada a lo que
ya se sabía.
Para
Bacon, en cambio, la base del método científico es la Inducción,
porque partiendo de hechos singulares nos eleva lentamente a las tesis más
generales, realizando una separación de los elementos más simples en las cosas,
es decir, ligándola al análisis.
Dedicó por ello todo un libro: El Novum
Organum para subrayar la excelencia de este método. Haciendo exégesis
de la superioridad de la inducción nos dice (23):
“En la constitución de
axiomas, se ha de excogitar una forma de inducción
distinta de la que ha estado en uso hasta ahora; y aplicarla a la comprobación y
descubrimiento no sólo de los que llaman primeros principios, sino también de
los menores y de los medios y en fin de todos. Pues la inducción que procede por enumeración simple es una cosa
pueril, sus conclusiones son precarias y expuestas al peligro de un hecho
contradictorio y las más de las veces deciden por un número de hechos menor de
lo debido y por sólo aquellos que están a la mano. Mientras que la inducción que ha de ser útil
para el descubrimiento y demostración de las ciencias y de las artes, debe
analizar la naturaleza por las debidas eliminaciones y exclusiones; y luego,
tras el número suficiente de negativas, concluir sobre hechos afirmativos; lo
cual no se ha hecho hasta ahora ni siquiera intentado, con la sola excepción de
Platón que a la verdad, emplea en cierta medida esta forma de inducción para
discutir definiciones de ideas. Pero para la recta y legítima disposición de
esta inducción o demostración ha de echarse mano de muchísimas cosas que hasta
ahora no han venido a las mente de ninguno de los mortales; de tal como que se
ha de invertir en ella más trabajo que el que se ha invertido hasta ahora en el
silogismo…”
La Naturaleza.
Si el objeto de la filosofía es la
investigación de la naturaleza, con el auxilio de un eficiente método, a
continuación Bacon define la naturaleza como el conjunto de cuerpos sólidos dotado de múltiples cualidades.
En este sentido para Bacon la naturaleza es la misma materia. Determinando las características de éste
apunta que:
La
materia es indestructible.
Es
activa multiforme y multicualitativa, dotada de movimiento.
Existe
independientemente de toda ciencia y de nuestra conciencia.
Es
cognoscible.
Es
inmutable.
Materia,
forma y movimiento son indesligables, pero diferenciables.
El
espacio vacío no existe.
Las
formas son materiales y constituyen la esencia de las cosas.
El
movimiento no procede de las propiedades intrínsecas de la materia sino de las
distintas formas, que en total suman a 19.
Teoría del
Conocimiento.
En Gnoseología, Bacon ha sido calificado
“padre del movimiento empirista
moderno”. Para él, los sentidos son
infalibles y son la fuente del conocimiento. La experiencia es la
primera fase del conocer, la segunda está constituida por la razón, la misma que debe someterse a los datos empíricos
para una elaboración racional. El conocimiento posee fuerza sólo si se apoya en
bases reales.
Bacon está más entusiasmado en la
utilización práctica del conocimiento que en el conocimiento mismo. No le interesa saber por saber, sino
saber para poder. De ahí su
máxima: “Conocer es poder y poder es conocer”. Bacon está convencido de que a
la naturaleza se la domina conociendo. En el proceso del conocimiento conocemos
dos momentos:
Negativo o Destructivo. Que consiste en la
eliminación de los ídolas.
Positivo o Constructivo. Donde se toma contacto con el
objeto mediante el experimento y no la especulación.
El objeto del conocimiento es la
aprehensión de la materia, de su estructura y transformaciones.
El investigador tienen que estar
persuadido que el saber es sólo un medio.
La Ciencia.
Bacon asevera que toda ciencia es ciencia de la experiencia y
tiene como finalidad la búsqueda de conocimientos
fidedignos. No hay ciencia al margen de la naturaleza y del conjunto de
las ciencias naturales, la más exacta es la Física, que tienen como objeto las causas
eficientes, mientras que de las causas finales debe ocuparse la Metafísica.
Para lograr la altura de ciencia, la Filosofía deberá unirse
a las Ciencias Naturales, con las que entablará un matrimonio fecundo.
Bacon considera que has dos tipos de
verdad: la que proviene de la Fe y la que
proviene de la Ciencia.
Ciencias de la Memoria: LA HISTORIA (Natural o
Civil)
CLASIFICACION Ciencias de la Imaginación: (La Poesía y la Literatura)
DE LAS
CIENCIAS
Filosofía
I o METAFISICA
Ciencia
de la Razón TEOLOGIA:
Ciencia de Dios
Filosofía
II FISICA: Ciencia del Mundo
ANTROPOLOGIA:
Ciencia del
Hombre
La Política.
Como vocero del capitalismo,
adopta posturas reaccionarias, afirmando que los movimientos populares no son
sino fuente de disturbios. Bacon recomienda a los sectores sociales la
tranquilidad para alcanzar el pedestal de país próspero, Advertía la proximidad
de la expansión británica sobre el mundo y descartando el absolutismo se
pronunciaba por el establecimiento de un fuerte Estado centralizado, donde
campee la técnica, el comercio y la industria y donde se incentive la educación
y los inventos. No simpatizaba tampoco con la quietud, al contrario estimulaba
cuando era necesaria la guerra, porque según él “un pueblo solo puede
desarrollar su riqueza a expensas de otro pueblo”.
Juicio
Crítico.
Su
materialismo está copado de inconsecuencias: admite la tesis del primer impulso
como Galileo, Newton, Kepler y otros físicos; su concepción se torna metafísica
cuando estima que la materia es inmutable.
En
Teoría del Conocimiento es ambivalente cuando admite la tesis de la doble
verdad, dando así campo a la
Teología.
En
Metodología su inductivismo es unilateral porque no realiza el nexo
correspondiente con la deducación.
En
Política expresa sus prejuicios en contra de la clase trabajadora. La excluye
de la capacidad de gobernar.
RENATO
DESCARTES
(1596
– 1650)
Extracción
y posición de clase.
Renato Descartes fue el
tercer hijo de una familia católica perteneciente a la nobleza de Francia. De
niño vivió entre cuidados por ser enfermizo. Por espacio de ocho años, de 1604 a 1612, estudió en un
colegio privilegiado de los jesuitas, aunque más tarde se quejará de la
vacuedad de la cultura escolástica. Su carrera profesional versó sobre
jurisprudencia y en efecto, logró doctorarse en Derecho. Deseoso de conocer el
mundo, a los 22 años ingresó al ejército imperial para abrazar la vida militar
y tener la ocasión de recorrer por casi toda Europa. Con este motivo trabó
amistad con científicos y sabios europeos, principalmente matemáticos y
físicos. Gracias a este contacto surgirá en Descartes la preocupación por
descubrir un nuevo método y por hallar el fundamento de todo el saber humano.
Este interés asoma en Renato desde los 23 años. Es así como alista un libro: Tratado del Mundo, donde bajo el
influjo de la ciencia perfila un enfrentamiento ideológico contra la Iglesia. Pero en
1633, se entera que el sabio Galileo, por reforzar las tesis de Copérnico es
mortificado por el clero. Para evitar fricciones, Descartes se retracta de
publicar esa obra. Por entonces tenía la costumbre de consultarlo todo con los
sacerdotes.
Desde los 33 años Descartes
escoge como residencia la república de Holanda y allí radica por espacio de 20
años, en un país con relaciones de producción entradas ya en el capitalismo, lo
cual coadyuvará enormemente para la toma
de una conciencia claramente científica. Debido a ello es que, luego de madurar
valiosamente en Física, escribe tres trabajos interesantes: La
Dióptrica y Los
Meteoros (1635) y la Geometría
(1636), donde demuestra su adhesión por Galileo y su predilección por la Lógica y la Matemática, que según
Descartes son ciencias que tiene que ver con la evidencia.
La producción científica
tornó a Descartes en Filósofo, Físico, Matemático y Fisiólogo y sobre todo,
creador de la
Geometría Analítica. Ya en plena madurez, se siente con
autoridad para librar una dura batalla en pro de la razón humana. Dentro de
este empeño, continúa publicando. A los 41 años nos entrega El Discurso del Método (1637); a
los 48: Principios de Filosofía
(1644), a los 53: Tratado de las
Pasiones del Alma, es decir, produjo hasta un año antes de su muerte.
Falleció sintiendo la amargura de haber sido atacado por jesuitas y
protestantes, a pesar de no haber dejado jamás ser católico y de no haber
compartido con las posturas materialistas y empiristas de Bacon.
La crítica filosófica
posterior y en especial Dynnik (24) ha remarcado que las ideas de Descartes
representan las aspiraciones de la burguesía que quiere llegar a un
entendimiento con la nobleza. Otros biógrafos han estimado que Descartes es una
figura decisiva en el paso de una época a otra, mientras Ortega y Gasset lo
califica como el “primer hombre moderno”.
Su
postura filosófica.
En la filosofía cartesiana
hay que distinguir dos aspectos:
Cuando se ocupa de temas naturales como la Cosmogonía, Cosmología,
la Física y la Fisiología, lo hace con
un enfoque materialista mecánico.
Cuando trata de temas sociales y humanos
referidos a la Política,
Historia, Psicología y Teoría del Conocimiento, se afinca en el idealismo.
De ahí que esté considerado
como un filósofo dualista.
Los conocimientos filosóficos
los agrupa en dos grandes sectores:
La Metafísica. O doctrina de lo Sobrenatural.
Aquí trata del Alma.
La
Física. O doctrina de la Naturaleza. Donde
estudia la materia.
El
Dualismo.
Se sustenta en la presencia
de dos sustancias independientes:
RES
COGITANS o sustancia espiritual,
cuyo atributo en el Pensamiento.
RES
EXTENSA o sustancia material,
cuyo atributo es la Extensión.
Lo espiritual no depende de
lo material ni lo material de lo espiritual, sin embargo, ambas sustancias se
remiten a un tercer principio que tiene el carácter de supremo, por tratarse de la sustancia divina.
De donde se concluye que
Descartes, al final nos remite al Idealismo, sobre todo cuando enuncia la
siguiente premisa:
“Soy una sustancia cuya total
esencia o naturaleza es Pensar y que no necesita para Ser de ninguna cosa
material”.
Para Descartes el principio o
sustancia válida es el pensamiento,
la mente, la razón o el alma.
El Cogito es la evidencia primaria, la idea clara y distinta
por antonomasia, certeza primaria, una verdad inconmovible.
Ahora bien, para entender
cómo es que el Cogito es una
verdad inconmovible, Descartes nos remite a la Duda Metodológica descubierta por él.
La Metodología.
Para investigar la realidad,
Descartes establece la Duda
Metódica. Dice que hay que dudar de todo cuanto ha sido
admitido por la vía de la fe. Hay que dudar de los dogmas, de los sentidos, del
testimonio ajeno y de las vías racionales. Para empezar a investigar, hay que
suponer inclusive que no tenemos cuerpo, de que no hay Dios, hay que despojarse
de todas opiniones emitidas por las autoridades científicas y eclesiásticas, de
las metodologías anteriores como la lógico-aristotélica. Pero después de haber puesto en duda todo,
llegaremos a la conclusión de que no es posible dudar de nuestra propia acción
de dudar.Quien duda, piensa. Quien piensa, existe.
Verdad fundamental : No puedo dudar de que dudo
Dudar es pensar
Pensar
es Ser
Luego : Es cierto que YO EXISTO
Entonces : PIENSO, LUEGO EXISTO (Cogito Ergo Sum)
En el discurrir de su Método,
Descartes puso en duda no sólo las conclusiones de la escolástica, sino también
los datos de las ciencias naturales.
Descartes recomienda que no
hay que poner límite a la duda, pero al mismo tiempo subraya que no hay porqué
ser escépticos hasta el fin, no debe practicarse la duda por la duda y
llegar a lo irresoluto. Más bien hay que partir de un principio teórico,
absoluto y cierto, que a la vez debe ser universal, inmutable y aplicable a
todas las ramas del conocimiento. De acuerdo a esto, la verdad primera o el
punto de arranque del filósofo es que “se puede dudar de todo, pero no se puede
dudar de que se está dudando”. De este modo, se parte de un principio
convencional, que al mismo tiempo anticipa la conclusión.
La
Duda
debe reunir científicamente ciertas características:
Debe
ser metódica y no definitiva. Es provisional.
Debe
ser positiva y no negativa. No se asumen por capricho.
Debe
ser especulativa y no práctica. Se hace con fines teóricos.
Deber
ser universal y no particular. Debe abarcar toda la realidad.
Definición de Metodo. Para Descartes el Método es
un conjunto de reglas fáciles, gracias a las cuales el investigador no puede
tomar lo falso como lo verdadero. Para no caer en desaciertos Descartes elaboró
21 reglas, que al final las sintetizó en las cuatro siguientes:
Principio de la Evidencia. “No aceptar una cosa por
verdadera sino se la reconoce verdaderamente como tal”. Esta regla nos evita de
la precipitación, porque no acepta más que aquello que se presenta clara y
distintamente al espíritu. Según Descartes, a la evidencia se llega a través de
la Intuición. La Intuición es un acto
puramente racional a través de la cual la mente percibe su propio concepto.
Principio del Análisis. “Dividir cada una de las
dificultades que se han de examinar en el mayor número de partes posibles y
necesarias para resolverlas mejor”.
Principio de la Síntesis. “Conducir los pensamientos
por orden, empezando por los objetos más simples y fáciles de conocer, para
ascender poco a poco por grados, hasta los conocimiento más complejos”.
Principio de Enumeración. “Hacer en todo enumeraciones
tan completas y revisiones tan generales que estemos seguros de no omitir
nada”.
Según Descartes un buen
método debe guiarnos hacia la invención y el descubrimiento. Para ello hay
necesidad de asegurar al conocimiento un fundamento absolutamente firme, no
sujeto a error. En todo caso ese método no puede ser inductivo, sino uno
inverso.
La Deducación.
La intención de Descartes es
aplicar el método matemático o
geométrico a la
Filosofía. Como se sabe el método matemático es deductivo. Establece verdades sin la ayuda de la experimentación y de
la observación. Acepta sin prueba las proposiciones que parecen
indiscutibles (axiomas), para luego razonar a través de ellas. En la Matemática esto es
posible porque a través del razonamiento puede establecerse si las deducciones
son válidas o no.
La Naturaleza.
Para Descartes el universo en
un mecanismo gigantesco. Los
animales, las plantas y los cuerpos son puro mecanismo. No existe alma
vegetativa, como pensaba Aristóteles, sino mecanismo.
El mundo material está
compuesto de corpúsculos de distintas formas en interacción mecánica. Al
comienzo la materia fue difusa, pero gracias al movimiento torbellinante se
produjo una diferenciación, resultando tres formas:
Las
partículas ligeras, gracias a
las que existe el fuego.
Las
partículas pequeñas que
sirven para llenar los espacios intermedios. Ello originó el aire.
Las
partículas grandes. Que se
mueven lentamente. Son los Planetas.
La materia es inerte y tridimensional. Sus
partículas también son materiales y divisibles hasta el infinito.
A la materia puede faltarle
una serie de cualidades, pero lo que jamás le falta es la extensión. Todo cuerpo tiene la característica de estar
dotado de extensión, de propiedades físicas, de cualidades sensibles y
movimiento.
Descartes explica el mundo
partiendo de la materia y el movimiento; parte de la unidad material del mundo
y dice que el mundo es material e infinito. Materia y movimiento son indestructibles. No existe ninguna fuerza
al margen de la materia, excepto Dios.
El
Movimiento.
Descartes tiene la virtud de
haber creado el principio de la “indestructibilidad e increabilidad del
movimiento. Sin embargo dice que la primera causa del movimiento es Dios. Al
crear el mundo, Dios le infundió de movimiento. En consecuencia, el movimiento
es algo que se recibe de fuera. Los cuerpos transmiten movimiento en la
cantidad en que lo reciben. El
movimiento es una manifestación de la vida de la materia. Las partículas de la
materia están siempre en movimiento.
El movimiento se produce por
el choque entre dos cuerpos. Todo movimiento es relativo. Se deriva del
rotatorio. El movimiento no es sino desplazamiento.
Descartes dice finalmente:
“Dadme materia y movimiento y os construiré el mundo”.
La Ciencia.
Descartes como Bacon plantea
que la Filosofía
debía estar al servicio de la práctica, fortaleciendo el dominio del hombre
sobre la naturaleza. Según esto, el objeto de la ciencia debe ser el estudio de
las propiedades y de la acción del fuego, del aire, agua, tierra y éter, de los
cielos y los astros. Sólo así podremos ser amos de la naturaleza. En esta aventura,
Descartes desarrolló conceptos y teorías en varias ciencias particulares, a
saber:
En Matemática. Se le conoce como creador
de la Geometría
Analítica y como el que sentó las bases del Cálculo
Diferencial.
En Mecánica. Formuló la ley de la acción
y reacción; la ley de la conservación total de movimiento al choque de dos
cuerpos no elásticos.
En
Astronomía. Explicó
el desarrollo natural del sistema solar.
En Fisiología. Estableció un
esquema de reacciones
motoras, que es un anticipo de la teoría del reflejo.
En Física. Plantea que la naturaleza
tiene horror al vacío. Desarrolló los conceptos de masa, magnitud, figura y
movimiento.
En Psicología. Intentó dar
una explicación materialista
de los fenómenos psíquicos
(reflejos). Pavlov lo considera fundador.
Teoría
del Conocimiento.
Descartes descubre que los
hombres son semejantes en cuanto que todos tienen la facultad de pensar.
Lo que los diferencia es el nivel intelectual, pues unos piensan metódicamente
y otros no.
El saber verdadero no puede
extraerse de la experiencia sino del entendimiento,
de los conceptos que son innatos.
Todos los hombres están en la
capacidad de distinguir la verdad del error. El criterio de verdad es
la claridad y distinción en las ideas.
El pensar está libre de la influencia de los sentidos y de la imaginación. El
error tiene su fuente en la actuación de la voluntad y no en la razón. Erramos
por que queremos errar. Dios no es el causante de nuestros errores, sino
nosotros mismos.
El fundamento del conocimiento
verdadero es la evidencia que
no necesita de demostración empíricas ni lógicas. Se da a través de la intuición intelectual.
El
Racionalismo.
Para Descartes, la razón es la fuente autónoma e
independiente de las percepciones sensibles.
Ella se nos presenta a través de las ideas innatas, independientes de la experiencia. La
existencia de ideas innatas queda demostrada a través de los principios lógicos
y matemáticos. La Razón,
es pues, el juez supremo e infalible que trasmite la verdad. Los errores devienen
por ignorancia de las exigencias de la razón. Ahora bien, la razón humana sólo
admite como verdadero lo que se le presenta con claridad y distinción.
Entre sensación y razón,
Descartes concluye que la razón es la que desempeña un papel fundamental. El hombre es en esencia razón,
por ser sustancia pensante.
Descartes llega al extremo de
sostener que una sociedad puede ser legítimamente organizada sobre bases
racionales.
La predilección por la razón,
fue tomada en la época de Descartes como una actitud positiva, dado que infirió
un duro golpe al dogmatismo escolástico.
Las
Ideas.
Según Descartes tiene
diferentes fuentes:
Adventicias. Son las que provienen del
exterior por la vía natural. Son extrañas al Yo.
Facticias. Son las que construye el mismo
Yo. Son inventadas.
Innatas. Son las que nacen con el
sujeto. Gracias a ello tiene idea de lo infinito.
El
Hombre.
Según Descartes, el hombre es
el nexo efectivo entre el mecanismo corporal sin alma y sin vida con el alma
racional poseedora de voluntad y pensamiento.
El hombre se diferencia de
las bestias porque tiene alma racional.
El hombre posee pues alma y
cuerpo. Cuerpo y alma no se complementan. Cada una de ellas es una sustancia
completa que se unen indiscutiblemente mientras dure la vida. Alma y cuerpo son
heterogeneos. Ejercen entre sí una acción recíproca a través de un determinado
órgano denominado glándula pineal. Es la glándula pineal donde se produce la
relación cuerpo-alma.
La importancia del alma
radica en que posee pasiones, sentimientos y sensaciones. La fuerza del alma,
consiste precisamente en vencer las pasiones y detener los movimientos del
cuerpo que lo acompañan. El ser es débil, en la medida que se deja dominar pro
las pasiones.
La tristeza y la alegría son
dos estados de las pasiones. La alegría permite advertirnos aquello que es
útil.
La Política.
En
concepto de Descartes lo recomendable no es subvertir el orden establecido,
sino soportar los males de la sociedad, antes que asistir a cambios
bruscos. Todo aquello que es nuevo deberá implantarse gradualmente sin destruir
lo viejo.
La Moral.
La
Etica
de Descartes está encuadrada dentro de los marcos del racionalismo. Para él, la
diferencia entre el bien y el mal es la misma que hay entre lo falso o lo
verdadero.
Establece las siguientes
reglas:
Obedecer
las leyes y costumbres del país, conservando lo religioso.
Respetar
la tradición y la política. Tener la religión del Rey.
No
decidirse de nada hasta que se haya alcanzando la evidencia.
Procurar
vencerse a sí mismo.
Lo
más útil es adaptarse con quienes hay que vivir.
Si
en el hombre hay pasiones, éstas deben ser controladas por la razón.
El
libre albedrío consiste en que nosotros podamos hacer una cosa o no hacerla.
La
esencia de la libertad es el proceder de manera que no nos sintamos obligados
por ninguna fuerza exterior.
El
grado más alto de libertad se alcanza cuando el entendimiento posee nociones
claras y distintas que dirigen la elección y decisión de la voluntad.
El
Arte.
En materia de Estética,
Descartes es partidario del Clasicismo.
Estima que el arte debe guiarse por cánones o reglas. En toda obra deberá haber
precisión matemática. Como racionalista que es dice que la razón deberá regir
el afecto.
La Religión.
Asevera que existe un ser
infinito, puesto que la idea de algo tan grande no puede obedecer sino a una
realidad verdaderamente infinita. A este efecto, en las páginas de su obra: Meditaciones Metafísicas nos
dice (25):
“… Bajo la denominación de
Dios comprendo una substancia infinita, independiente, que sabe y puede en
el más alto grado, y por la cual he sido
creado yo mismo con todo lo demás que existe, si es que existe algo más. Todo
lo cual es de tal género que cuando más diligentemente lo considero, tanto menos
parece haber podido salir sólo de mi. De lo que hay que concluir que Dios
necesariamente existe”.
Más adelante nos dice: Yo
tengo en mi mente la idea de Dios, de un ser perfecto. Esta idea ha tenido que
ser puesta por un ser perfecto. Ese ser no es más que Dios.
En conclusión, Descartes reconoce
un sitio a la religión.
Juicio
Crítico.
Su
principio de la evidencia, no procede de la práctica histórica, sino de su
propia subjetividad. Por lo tanto, es idealista.
Absolutiza
su método geométrico deductivo con desdén del método inductivo, cayendo en una
crasa unilateralidad.
Por
partir del Pensamiento, el Cogito
Ergo Sum es una concesión a la filosofía idealista.
No
llegó a comprender la diferencia cualitativa entre mundo inorgánico y mundo
orgánico. De ahí que su teoría del reflejo es mecanicista.
Cuando
habla de dos sustancias independientes (materia y forma) no es consecuente,
porque al final recae en la sustancia divina.
Su
Duda metodológica es especulativa y no práctica.
Al
considerar que la materia es “inerte” se sitúa como un metafísico.
Al
remarcar que el movimiento es sinónimo de desplazamiento, igualmente queda en
los marcos estrechos del mecanismo.
Al
no extraer el criterio de verdad, de la experiencia histórica, su Gnoseología
es retórica.
Al
no establecer la relación dialéctica entre experiencia y razón, no tienen una
percepción clara del problema del conocimiento.
THOMAS
HOBBES
(1588
– 1679)
Extracción y posición de clase.
Thomas Hobbes fue el segundo
hijo de un vicario inglés de linaje aristocrático. Desde niño tuvo a la mano
una excelente biblioteca que lo acercó prematuramente a los clásicos
grecolatinos; es así que en área de las ciencias es hechizado por los
postulados de Euclides y en la esfera de las letras es fascinado por los
trabajos de Tucídides. El primero lo encamina hacia el método geométrico y el
segundo a su adhesión por la monarquía. Por su comodidad económica llegó a
desplazarse por varios países europeos, vinculándose de ese modo con Galileo,
de quien absorbe el mecanismo y luego se relaciona con Copérnico, Descartes,
Kepler, Gassendi y Haaarvey, los que lo sumergen en las Ciencias Naturales y en
la Matemática. De
otro lado, la especial situación de haberse desempeñado como secretario de
Francisco Bacon, lo empalmó hacia la concepción materialista.
Resultado de su nexo con los
científicos coetáneos viene a ser su producción intelectual, sintetizada en las
siguientes obras: De Civi
(1642); Leviatán (1651); De Corpore (1655) y De homini (1658). No obstante,
su origen de las canteras de la aristocracia, terminará propagando ideas
antifeudales y antiescolásticas. Sus adversarios lo denominarán ateo, hereje e
inconsecuente a su casta. Pero Hobbes, sin alterarse, en sus años maduros
lidiará con teólogos, políticos y sabios, manteniéndose firme en el
materialismo, aunque en materia social, en lugar de simpatizar por la
democracia, prefirió defender las monarquías absolutistas, de ahí su
discrepancia con Oliverio Cronwell.
Su
postura filosófica.
Según Hobbes, la filosofía es
un conocimiento racional que debe contribuir a obtener éxitos en la
vida política y elevar la calidad de los bienes vitales. La filosofía es el
conocimiento de efectos adquiridos mediante el raciocinio a base del
descubrimiento de las causas genuinas.
Su postura filosófica está
revestida de las siguientes notas: es un materialista
corporalista porque reduce la realidad objetiva a la existencia de cuerpos con extensión. Es monista
y no dualista como Descartes, porque
juzga que existe una sola sustancia (la extensión) como el fundamento primario.
Es nominalista porque piensa que lo universal sólo se reduce a
nombres y signos, en la forma lo entendió también Occam. Es determinista porque excluye la categoría de libertad, he ahí
también su mecanicismo.
Finalmente, es ateo como
Epicuro.
Su
materialismo.
Pero lo que más interesa de
Hobbes es el hecho de que resuelve el problema fundamental de la filosofía en
sentido materialista. En el pensamiento de Hobbes, la materia es el sujeto de todos los cambios. Tiene carácter
eterno; no se puede crear ni destruir, aumentar ni
disminuir ni mover a otro lugar conforme a nuestros deseos. Pero al mismo
tiempo, concordando con Descartes estima que es inerte. De ahí que
Marx y Engels, en La Sagrada Familia
formulan la siguiente observación (26):
“En su ulterior desarrollo,
el materialismo se hace unilateral. Hobbes es el sistematizador del materialismo baconiano. La sensoriedad pierde su perfume, para convertirse
en la sensoriedad abstracta del geométra. El movimiento físico se sacrifica al
movimiento mecánico o matemático
… El materialismo se torna misántropo”.
El historiador de la filosofía
occidental D.J. O`Connor, lo califica de “fundador del materialismo metafísico
moderno”.
Según Hobbes la filosofía
debe estudiar dos esferas:
Lo Natural, cuando ha de explicarnos lo
que son los cuerpos.
Lo Civil, cuando se ciñe a cuerpos artificiales
como: la sociedad, el Estado, la ética y la política.
La Metodología.
Para la interpretación de los
fenómenos circundantes Hobbes nos insta acudir al cálculo, al uso del método
geométrico. En todo instante ponderó a Euclides por su Geometría y a Galileo
por su pensamiento lógico-demostrativo y por su mecanismo. Siempre simpatizó
con la deducación racional, sin olvidar la fuente empírica. Para Hobbes, la
esencia del método racional radica en el cálculo. El cálculo es el fundamento
de la filosofía hobbista.
La Naturaleza.
En su obra Leviatán (27), Hobbes apunta:
“El universo, esto es, toda
la masa de cosas que son, es corpóreo, vale decir, es cuerpo; y tiene las
dimensiones de la magnitud, a saber, longitud, espesor y profundidad. También,
toda parte de un cuerpo es también un cuerpo y tienen iguales dimensiones. En
consecuencia, toda parte del Universo es cuerpo, y lo que no es cuerpo no es
parte del Universo. Y puesto que el Universo es todo, lo que no es parte de él
no es nada y, por consiguiente, no existe en ninguna parte”.
Para Hobbes de la nada no
surge nada. La nada produce nada.
La propiedad más importante
del cuerpo es existir independientemente de nuestro pensamiento, por sí mismo,
fuera de nosotros.
Así pues las propiedades de
los cuerpos se reducen a determinaciones cuantitativas. El mundo está repleto
de cuerpos. No existe nada incorpóreo. Incluso el alma es cuerpo. Si todo lo
existente en el mundo son cuerpos y admitimos la existencia de Dios y el alma,
entonces también estas entidades son cuerpos. Decir que Dios y el Alma son
sustancias incorpóreas equivale a decir que “Dios y el alma son cuerpos
incorpóreos”. El alma es pues de naturaleza material porque las manifestaciones
espirituales son movimientos corpóreos.
Otros críticos de la
filosofía estiman que el defecto de Hobbes reside en desconocer el carácter
objetivo de la diversidad cualitativa de la naturaleza.
El pensamiento de Hobbes es
mecanicista porque la naturaleza es una suerte de máquina.
El Movimiento.
Aún cuando para Hobbes el
Movimiento no es atributo de la materia, se le ha calificado de filósofo “ebrio
de movimiento” porque no descuidó la existencia de esta categoría. Es verdad
que para Hobbes el movimiento se reduce a desplazamiento
espacial; pero en lo general admite que todos los cuerpos están en
movimiento y este movimiento se rige por leyes
mecánicas.
Los conceptos de “fuerza”,
“causa”, “acción” pueden reducirse a movimiento. Movimiento y reposo son
equivalentes. El movimiento sólo produce movimiento. Sólo el impulso puede
transmitir el impulso de un cuerpo a otro.
Los cambios que aparecen como
cualitativos son reducidos a desplazamiento. Al identificar Hobbes “materia” y
“cuerpo” geometriza la
materia. Le hace perder su riqueza
cualitativa. Ya no tiene en cuenta las diversas formas de la realidad.
Espacio.
Hobbes identifica espacio con
“cuerpo” y “extensión”. El espacio es inseparable de la materia. Los objetos no
pueden existir fuera del espacio. Precisamente cuerpo es todo lo que
independientemente de nuestro pensamiento coincide con alguna parte del
espacio. La extensión es la esencia del cuerpo.
Teoria
del Conocimiento.
Para Hobbes el mundo material es la fuente de
nuestras ideas y representaciones. Los objetos naturales existen fuera
de nosotros y poseen un carácter sensible, actúan sobre nuestros sentidos
provocando sensaciones. Las oscilaciones del éter crean las ideas de luz y
calor. Las oscilaciones del aire producen el sonido.
La sensación no es más que la
imagen aparente del objeto corpóreo que la produce en nuestros órganos
sensitivos. Tanto el objeto como la sensación no son sino movimientos. Las
sensaciones son expresiones subjetivas de los procesos objetivos.
Hobbes, optando por el empirismo gnoseológico, rechaza
la teoría innatista de Descartes, argumentando que de existir ideas innatas,
aún estando profundamente dormidos seguiríamos manifestando nuestras ideas.
Refuta igualmente que el pensamiento (Cogito) sea la sustancia humana.
Ridiculizando a Descartes y su apotegma, nos dice que el razonamiento
cartesiano:
“Yo soy una cosa que piensa;
luego yo soy una sustancia pensante”, implicaría decir: “Yo soy una cosa que
paseo; luego soy un paseo”.
Más adelante advierte que
luego del conocimiento empírico
o sensorial, necesariamente tienen que pasarse por una reelaboración racional.
El conocimiento es una suerte de cálculo.
Distingue dos tipos de
conocimiento:
Conocimiento de hecho. Donde intervienen los
sentidos y la memoria. Proporciona un conocimiento absoluto.
Conocimiento Condicional. Es el conocimiento de las
consecuencias, que se vale de otro anterior. Es el científico.
La Sociedad.
Hobbes tienen una concepción
materialista de la sociedad. Afirma que en la primera fase de su existencia la
humanidad vive en un estado de “guerra de todos contra todos”. Es un estado
natural en el que todos quieren alcanzar la meta que se proponen, tal es el
caso del ejercicio del gobierno; pero como esto no es posible, hay necesidad de
ceder a un monarca o a un grupo de dirigentes que nos representen. Una vía que
plasma esta situación es el contrato
social por el cual, los hombres transfieren el poder a una institución,
asamblea o persona, que debe ejercer
poderes absolutos. Así se da inicio a la segunda fase de la humanidad,
la fase civilizada o el gobierno civil, donde se hace necesaria la presencia de
un Estado fuerte, que infunda temor y freno a las ambiciones de
los hombres.
En el estado natural los
hombres hacen prevalecer sus instintos y se violan los pactos orales. En este
sentido no comparte con la idea de Aristóteles de que el hombre sea sociable
por naturaleza; muy al contrario, señala que en el hombre subyacen impulsos
egoístas e instintos de prepotencia y hostilidad hacia los demás hombres. El
Hombre es pues por naturaleza un salvaje, tan feroz como los animales. ES UN
LOBO PARA EL HOMBRE (Homo homini lupus). La simpatía y la benevolencia no le
son consustanciales. Sin embargo, posee el instinto de conservación.
El carácter antisocial y
egoísta de los hombres obedece al hecho de que teniendo todos ellos iguales
aptitudes, todos intentan lograr los mismos objetivos y como no es posible
ello, convierte en enemigos a sus propios semejantes. Los hombres en la
sociedad, compiten, buscan fama y reputación y en su afán de buscar seguridad
se tornan desconfiados.
En el estado natural temen a
sus propios congéneres, temen sufrir daños, creen ser destruidos; pero al mismo
tiempo tienen conciencia y
esto lo hace diferenciar de los demás
seres. Gracias a la conciencia el hombre ha creado un organismo artificial. Esta es la sociedad,
un organismo en el cual cada uno debe ceder un aparte de lo que le apetece.
La Política.
Para Hobbes contrariamente a
lo que afirmaban los escolásticos, el Estado tiene un origen terreno y es
creación no de Dios, sino de los propios hombres. He aquí su concepción
materialista.
El estado nace pues de un
pacto por el cual una multitud de hombres transfiere su derecho natural y lo
entrega a un soberano o a una asamblea.
El Estado está representado
por un soberano. Los demás son sus súbditos. El Estado no nace del pacto de los súbditos
con el soberano sino de un pacto entre los súbditos. El soberano está en la
obligación de garantizar la salud del pueblo y la paz. Pero de esto solo tiene
que rendir cuentas a Dios. El poder dado al soberano tampoco puede ser
transmitido a otro. Los súbditos están obligados a la obediencia, siempre que
sea compatible con las leyes divinas. El soberano no puede disponer aquello que
Dios no lo permite, por ejemplo, el aniquilamiento de la vida.
El jefe del Estado es el
mismo que ejerce funciones religiosas. El poder no puede estar distribuido en
dos personas: autoridad civil y religiosa.
El Estado ideal es el monárquico-absoluto.
Logra un mecanismo gigantesco donde el hombre es una partícula. Es omnímodo,
hay un carácter ilimitado.
En suma, las concepciones de
Hobbes sobre el Estado son reaccionarias por que para él las revoluciones son
ilegítimas. Hobbes no advierte que está defendiendo a una máquina de violencia.
El
Derecho.
Los conceptos de justicia o
injusticia nacen donde hay ley y hay ley donde hay poder común. Donde no hay
poder común cada quien se cree con derecho a todo, inclusive sobre la vida de
los demás. Para alcanzar el bienestar común, hay que renunciar a ciertas
apetencias. Esto es el Derecho Positivo.
La Etica.
Los valores morales son
puramente subjetivos e individuales. No hay nada que sea absolutamente bueno ni
malo. En todo caso bueno es aquello que se desea y malo es lo que odia o
produce dolor. Hay aquí un sentido hedonistico.
Hay también convencionalismo.
Se entiende por libertad la
ausencia de todo impedimento, de oposición.
Se dice que un hombre es
libre en la medida que valiéndose de su fuerza o ingenio es capaz de hacer
porque no encuentra trabas para hacer lo deseado. Libertad y necesidad son
compatibles.
La Religión.
Dios no es objeto de la ciencia porque no tiene
movimiento ni generación.
La fe en Dios es sólo fruto
de la imaginación. La religión tiene su origen en el temor y la ignorancia.
Juicio
Crítico.
Aborda
el problema del Estado, en forma histórica.
No
establece la relación dialéctica entre espacio y materia.
Tiene
tendencias antidemocráticas. Combate la idea de soberanía popular.
BENITO
SPINOZA
(1632
– 1677)
Extracción y posición de clase.
Baruch Ben Michel Spinoza, es
un filósofo holandés que nació en 1632 en las entrañas de una familia judía
rica dedicada al comercio. Sus primeros estudios están impregnados de una
fuerte formación mística, pues desde niño se le introdujo en la enseñanza del
Talmud, la Cábala,
la Filosofía
judía y la escolástica. Sus años mozos reciben el influjo del pensamiento de
Maimónides y después de Giordano Bruno y Descartes; a raíz de su aprendizaje de
la Física,
Geometría y Ciencias Naturales toma distancia de la comunidad religiosa, hasta
que es excomulgado y expulsado de la sinagoga a los 24 años, luego de
endilgársele el epíteto de “impío”, “hereje”, “sacrílego”, “ateo”.
Sus obras: Tratado teológico-político
(1670); Etica (1677) y Tratado Político encendió fuertes polémicas en los medios
clericales e intelectuales, ya que aparte de generar la ira de los católicos y
protestantes, recibió por un lado la adhesión de Goethe, Herder, Schelling y
Hegel; en cambio, escuchó la censura de Leibnitz, Hume y Mendelssohn.
Luego de ser apartado de la
comunidad judía por ser calificado como: “príncipe de los ateos” y por
su ideología antifeudal, Spinoza prosiguió con sus investigaciones filosóficas
llevando en esta segunda fase una vida serena, solitaria, modesta, benigna,
apacible y enfermiza, sin ostentaciones; por el contrario, a pesar de la
marginación de los creyentes, sobrevivió trabajando como fabricante y pulidor
de lentes de telescopio, hasta que murió precozmente a los 45 años luego de
contraer una afección pulmonar. Empero su posición de clase se mantuvo acorde a
los intereses de la burguesía de Holanda, país que a mediados del Siglo XVII,
juntamente con Inglaterra ingresaba al desarrollo del modo de producción
capitalista, después de sacudirse del yugo feudal español.
Spinoza pudo interpretar el
momento histórico que vivía su país y comprendió que para afianzar el comercio
y la navegación se requería del auxilio de la ciencia y de la técnica. De ahí
que si bien es cierto sus antagonistas lo motejaron de blasfemo, en cambio sus
adeptos lo consideraron como un “Euclides de la Filosofía”. A decir de
su biógrafo J. J. O`Connor (28), Epinoza fue una mente lúcida, aguda y honesta.
En las postrimerías de su vida fue invitado a regentar una cátedra, pero
declinó enseñar porque según él no había por qué comprometer su libre
pensamiento.
Su
postura filosófica.
Como Bacón y Descartes,
Spinoza admite que la filosofía debe perseguir como fin el dominio del hombre
sobre la naturaleza y contribuir al progreso del conocimiento. Este modo de
enfocar está acorde con los intereses de su clase social, la burguesía, la que
está interesada en extender sus dominios por los confines del mundo, vía la
expansión comercial y se afina también con las ideas renacentistas de la
independencia de toda tutela teológico-feudal, para lo cual hay que abandonar
la religión y zambullirse en la ciencia.
Spinoza es un filósofo monista porque plantea la unicidad de la
sustancia y por ende, combate el dualismo cartesiano. Es emanentista porque estima que
los seres se ha derivado de esa sustancia única, no por obra de un ser
trascendente, sino de la propia naturaleza. Es determinista porque fiel al mecanicismo de su tiempo y la
física de Galileo y Newton, apreció que en la naturaleza todo se rige por la causalidad antes que por el azar y la casualidad. Es panteista como Giordano Bruno, porque piensa que la
sustancia única a que se contrae su tesis, es la naturaleza, que al mismo
tiempo es la propia divinidad. Pero al mismo tiempo es materialista porque
acepta que esa divinidad no es más que la misma naturaleza material, pues al
lado de ella no hay ningún espíritu inmaterial que haya creado el cosmos y los
seres singulares. Mas, ese materialismo es metafísico
porque en su percepción, aquella sustancia única es inmutable e inmóvil.
Finalmente es ateo porque no admite que Dios sea aquél ser que
está por encima de la naturaleza material. En todo caso Dios es la misma
naturaleza. No hay concurrencia de ningún creador extranatural.
La Metodología.
Para Spinoza, el método es el
cambio para investigar en el orden debido la verdad misma, la esencia objetiva
de las cosas. En ese sentido, se inclina porque el mejor método es el geométrico, o sea el matemático,
porque es un método que se basa en definiciones, axiomas, proposiciones y por
ser deductivo, es racionalista. Busca la certidumbre y la demostrabilidad,
exige proposiciones apodícticas. Precisamente el mundo también tiene un orden
geométrico. Su obra Etica se rige también por este método, por el cual mostró
preferencia porque según él es exacto, riguroso, racional y seguro. Aquí se
advierte la gravitación que tuvo sobre él, el filósofo Descartes, así como la Matemática.
La Naturaleza.
Para Spinoza la única
sustancia existente es la naturaleza,
la cual es única, eterna, infinita, inmutable, causa y efecto, esencia y
existencia. Puede ser vista desde dos planos.
Como Natura Naturans. En este caso es creadora.
Como Natura Naturata. En cuyo caso es creada.
Es el caso de los objetos singulares.
Pero lo que no se debe perder
de vista es que, al final de cuentas, la naturaleza es causa sui (causa de si misma). No tienen un creador
espiritual ni extranatural. Existe pues, por sí misma, fuera de todo intelecto.
La sustancia única no es la razón.
Spinoza admite pues la
existencia objetiva de la naturaleza y la valía que tienen el filósofo estriba
en que estudia el mundo partiendo del mundo mismo, aunque debe quedar aclarado que
en el pensamiento spinocista el concepto de naturaleza no sólo significa
materia. Es materia, pero significa también otras cosas infinitas más.
Para Spinoza todas las cosas
proceden de la naturaleza (o Dios). Dios o la naturaleza es el ser supremo. Dios no es externo
a los objetos del Universo ni está separado de las cosas. Dios es causa
inmanente y no trascendente. Dios es
corpóreo y no incorpóreo. La Naturaleza es la
totalidad a la cual pertenecen los modos. Entre las cosas no hay comunicación.
Sólo hay correspondencia. No se hallará que una idea sea causa de un cuerpo ni
se hallará que un cuerpo sea la causa de una idea. Todo en el Universo está
atravesado por la categoría causa-efecto y todo sigue su curso eterno e
inmutable. La causalidad es mecánica.
Todo es necesario y está determinado causalmente. El azar no es algo objetivo.
Mientras que en Descartes hay
dos sustancia valederas y autónomas: La “Res Cogitans” (Pensamiento) y la “Res
Extensa” (Materia), en el pensamiento de Spinoza, existe sólo una sustancia que
en la Naturaleza. De
esta sustancia se derivan dos atributos: el pensamiento, que produce ideas; y la extensión, a través de la cual existen cuerpos.
En su monumetal obra: Etica deslinda concluyentemente
las categorías de “Sustancia”, “Atributo” y “Modo”, en los siguientes términos
(29):
“Entiendo por sustancia aquello que es en sí,
y se concibe por sí; es decir, aquello cuyo concepto no necesita del concepto
de otra cosa para formarse”.
“Entiendo por atributo aquello que el
entendimiento percibe de una sustancia como constitutivo de su propia esencia”
“Entiendo por modo las afecciones de una
sustancia o dicho de otra forma, aquello que existe en otra cosa por medio de
lo cual es también concebido”.
Luego añade:
“No puede haber en la naturaleza
dos o más sustancias de igual atributo”
“Una sustancia no puede ser
producida por otra sustancia”
“La sustancia es necesariamente
infinita”.
El
Movimiento.
Según Spinoza no es atributo
de la sustancia, sino apenas un Modo, en consecuencia no es infinito ni eterno.
El
Hombre.
También es un modo de la sustancia, una simple modificación de
la naturaleza (o Dios). Su particularidad frente a los demás seres está en que
es un ser con un modo de extensión (cuerpo) al que le corresponde un modo de pensamiento.
El modo de su alma contiene pasiones, afectos, apetitos, razón, alegría, etc.
Todo cuanto le acontece al
hombre se rige por las leyes de la naturaleza. Sus pasiones también son
naturales.
Por estar sujeto a las leyes
naturales, el hombre no es libre.
Se halla atrapado por la necesidad.
Sus acciones están predeterminadas como cualquier otra cosa finita. En este
sentido es un esclavo. No hay libertad en la voluntad humana.
Ni el cuerpo puede determinar
al alma a pensar; ni el alma puede determinar al cuerpo al movimiento o reposo.
Entre el alma y el cuerpo del hombre hay un paralelismo psicofísico. Hay
correspondencia, pero no relación.
El hombre se cree libre
porque tiene conciencia de su voluntad, pero ignora la causa que la determina.
El hombre que domina las
pasiones, el hombre libre, es aquél que habiendo comprendido la naturaleza de
las pasiones se encuentra en condiciones de obrar independientemente de ellas.
Teoría
del Conocimiento.
En su Gnoseología, Benito
Spinoza sigue la línea racionalista
heredada de Renato Descartes, pero dentro de los cauces del materialismo mecanicista. Subestima el papel del experimento y de las
sensaciones como fuente segura y establece tres grados en el conocer:
Conocimiento Sensorial. Se caracteriza por ser opaco,
inseguro e incompleto, por fundarse en imágenes y captar lo inesencial. La
experiencia no proporciona el criterio de verdad, porque se sirve de ideas
ficticias, falsas y confusas.
Conocimiento Racional. Se produce a través de la razón, capta las
cosas comunes, o sea lo universal. Es el conocimiento discursivo, independiente
de lo sensorial. Se diferencia del intuitivo porque es mediato.
Conocimiento Intuitivo. Es un conocimiento seguro e
inmediato que se realiza a través del entendimiento.
Gracias a esta facultad la mente capta
la infinitud del universo, la esencia de los objetos. Es un conocimiento cierto
u auténtico.
Sólo
gracias a la razón y la intuición podemos distinguir lo verdadero de lo falso.
Según
Spinoza, el error es propio de la naturaleza humana, pero el hombre debe tender
a tener conocimientos que estén reforzados por la garantía de verdad. Por
ejemplo, los conocimientos matemáticos son verdaderos. Algo más, el ser humano
debe llegar al autoconocimiento,
o al conocimiento de si mismo.
La Ciencia.
Para Spinoza, la ciencia
permite a los hombres librarse de los prejuicios de la imaginación. Todo
aquello que no nos hace avanzar debe desecharse por inútil. Para el cultivo de
la ciencia el hombre requiere de un ambiente de libertad.
El filósofo holandés vivió
imbuido de la Mecánica
y la Matemática
de su tiempo. Se adhirió ardientemente a la Matemática por
considerarla portadora de verdades universales.
La Política.
Acepta la teoría de Hobbes en torno al “Contrato Social”, pero
a diferencia de éste, declara no ser partidario de los regímenes
monárquico-absolutistas, sino de los democráticos, por ser una forma superior
de gobierno.
Según Spinoza el Estado no
surge como consecuencia de una evolución económico-social, sino bajo la sombra
de la necesidad de subsistir,
ya que sirve para moderar pasiones.
Recomienda que el Estado sea fuerte sin perjuicio de dejar a
cada quien la libertad de pensar. Dice que en una sociedad las masas realmente
no son libres. Sólo son libares los sabios.
El Estado está sometido
también a leyes naturales.
El
Derecho.
Spinoza dice que los hombres
libres reconocen la importancia de la vida social, pero aclara que los hombres
se unen no conforme a la razón, sino por una pasión, temor o esperanza, para
autoconservarse.
De los derechos existentes
señala que el más importante y menos
transferible es la facultad de pensar y de juzgar libremente. Los gobiernos pueden
poner freno a la lengua de los hombres pero no a su pensamiento. La justicia o
injusticia nacen por obra del derecho común.
El derecho natural supone que
el hombre no es libre, porque tal derecho proviene de la propia divinidad
(naturaleza). En consecuencia, es libre de poder existir, pero debe someterse a
las leyes de la naturaleza.
La Etica.
Spinoza niega la existencia
objetiva del bien y del mal. Nada es bueno ni malo en sí mismo.
Bien es aquello que ayuda la objetiva del
bien y del mal. Nada aquello que nos es útil, aquello que acarrea ventaja o utilidad.
Mal, es lo que perjudica, por ello el hombre
huye de la tristeza y del sufrimiento por ser inadecuados.
En consecuencia, la búsqueda
de lo útil es la norma
fundamental de la virtud. Su doctrina se encuadra dentro del
utilitarismo.
En cuanto a la libertad, Spinoza dice que
entiende por libertad el imperio de
la razón sobre los sentidos. Es libre sólo el sabio que se aparta de la
práctica. El hombre llega a liberarse de las pasiones a través del conocimiento
claro y distinto. El hombre como ser pensante puede alcanzar la libertad, pero para
ello deberá adecuarse a las leyes de la naturaleza. Tiene que aceptar el
universo tal como es. Por consiguiente, la libertad humana es posible dentro de
la necesidad.
La doctrina spinociana de la
libertad ha sido calificada de determinista.
Sin embargo, aclara que la libertad entendida sí no es igual a resignación.
La Religión.
En forma tajante Spinoza
señala que el fin de la religión es el adoctrinamiento. La religión no persigue conocer la naturaleza
de las cosas. Sólo nos indica como debe ser la vida moral. Existe fe por
respeto a Dios, su fin es pues práctico y no especulativo. Nos dice cómo
debemos comportarnos y vivir mejor. Pero tras de ello cumple un rol político,
porque aprovecha de la situación del pueblo que se desenvuelve bajo el miedo,
la superstición.
Persuade a la humanidad que
las Sagradas Escrituras sean leídas como cualquier otro documento, dado que es
una obra escrita por hombres de fuertes convicciones morales. En cuanto al
aserto de que existen los milagros, Spinoza refuta la existencia de ellos,
fundándose en que todo lo que hay en la naturaleza está dentro de Dios, y como
quiera que los milagros son extranaturales, quiere decir que escapa a los
designios de Dios. El reino de Dios existe en nosotros mismos, está en la misma
naturaleza, no fuera de ella.
Los críticos de la filosofía
aseguran que Spinoza restituyó al hombre de la superstición, restauró su
libertad de pensamiento. Para ello se ubicó en un ateismo contemplativo.
Al final de cuentas es un negador de la providencia, de las causas
finales, del criterio de autoridad, niega también que la Biblia sea fruto de la
revelación. Como Hobbes concluye en que los prejuicios religiosos, arraigados
en el pueblo, son fruto de la incapacidad y temor.
Juicio
Crítico.
No
pudo descubrir que la práctica social es la que dicta el criterio de verdad.
Descategoriza
el concepto de movimiento, al considerarlo sólo un modo de la sustancia.
Se
remite sólo a un tipo de movimiento: al mecánico con desconocimiento de otras formas.
No
pudo resolver a satisfacción el problema fundamental de la filosofía. Como
dicen Marx y Engels (39) “el spinozismo
había dominado el Siglo XVIII… convertía
la materia en sustancia, como en el teismo, que daba a la materia un nombre más
espiritual”.
Situándose
en la metafísica, afirma que la sustancia es inmutable.
No
admite la categoría de la Casualidad o
el azar, a pesar de que su existencia es objetiva.
Concibe
la sustancia en sentido estético, sin movimiento.
Su
Etica ha sido calificada como histórica, mecánica y abstracta, porque el
problema de las pasiones quiere explicar a través de la geometría.
Refiriéndose fundamentalmente
a la confusión que puede derivarse del pensamiento de Spinoza, por sostener que
la naturaleza es la propia divinidad, en Cuadernos
Filosóficos (31) Lenin acota:
“El mundo de Spinoza es una
lente acromática de la divinidad, un medio a través del cual no vemos otra cosa
que la incolora luz celestial de la sustancia única”.
JOHN
LOCKE
(1632
– 1704)
Extracción
y posición de clase.
Este filósofo, economista,
escritor y político, nació en Inglaterra el mismo año que Benito Spinoza, en
1632, y fue formado por sus padres en un ambiente rural. Desde los 14 años
dedicase al estudio, obteniendo prontamente una beca que lo convertirá en
asiduo lector de los griegos y su retórica, entusiasmándose luego por la
carrera del sacerdocio, dado su temperamento dulce y modesto; pero su
información posterior de Bacon, Descartes, Hobbes, Gassendi y su amistad con
Boyle lo atrajeron hacia la ciencia, resultando un gran investigador de la
naturaleza, interesado en la
Astronomía, la
Física, Química y Medicina. A los 26 se gradúa de maestro en
artes y después es llamado a enseñar en la Universidad de Oxford.
A pesar de su delicada salud resultó un polemista y defendió ardorosamente a
materialistas y naturalistas, recibiendo en cambio el rechazo de racionalistas
e idealistas como Leibnitz, Malebranche, Berkeley y Hume. Desde los 32 años
profundizó su aprendizaje en cuestiones económicas, políticas, pedagógicas,
sociales y religiosas, de manera que a los 33, ingresa a la carrera diplomática
y finalmente a los 35 a
desplegar una actividad política intensa, desempeñándose como secretario del
Conde De Shafterburry, ocupando por tal motivo puestos administrativos, aunque
rehusó el puesto de embajador.
Paralelo a esa actividad,
desde los 38 años descubrió su vocación filosófica y por eso es que durante 16
años se dedica concienzudamente a preparar su monumental obra: Un Ensayo Sobre el Entendimiento Humano
(1960) donde intenta explicar las facultades y los límites de la mente
humana. Simultáneamente alistó la
publicación de otros trabajos: Cartas
sobre la Tolerancia
(1689), Ensayos sobre el Gobierno civil (1690) y Pensamientos sobre Educación (1693).
Por su adhesión al partido
liberal y por ser prácticamente el ideólogo de la Declaración de los
Derechos del Hombre, fue constantemente mortificado, tuviendo que buscar asilo
en Holanda por espacio de cinco años, en los instantes más turbulentos de la
vida política de Inglaterra. En todo momento se pronunció contra la teocracia
anglicana y contribuyó a la eliminación de las supervivencias feudales.
Realmente fue el doctrinario de la revolución de 1688, aunque en el fondo sus
ideas se orientaron a buscar una avenencia entre las dos clases dominantes de
la sociedad inglesa. Su pensamiento dominó el Siglo XVIII y ejerció influencia
en el pensamiento de la
Ilustración y la Enciclopedia.
Su
postura filosófica.
Para Locke, la filosofía debe
tener un empleo práctico. Su interés debe estar dirigido al hombre y no a la
naturaleza, debe moverse pues en el circulo de los problemas concretos. De
hecho, se define un materialista sensualista, admirador de Newton y su
mecánica, aunque los críticos posteriores lo han señalado como “inconsecuente”.
Según el filósofo inglés, la Filosofía abarca tres
campos:
La Filosofía Natural o Física. Estudia la
naturaleza de las cosas tal como son en sí.
Filosofía
Práctica o Etica. Estudia el
modo cómo el hombre debe actuar.
Filosofía
de los Signos o Semántica.
Trata de los modos y manera de comunicación del Conocimiento.
La ambivalencia de la postura
de Looke, sirvió para que más tarde sus seguidores se bifurcaran en dos
tendencias: por un lado, los materialistas franceses como Diderot y Holbach; y
por otro, los idealistas ingleses, como Berkeley.
La Metodología.
Looke es creador del método metafísico del conocimiento. Esta metodología la
transplantó del enfoque que empleaban las ciencias naturales de su tiempo. Por
lo tanto, es unilateral.
Incide mayormente en el análisis y la
descripción, aunque es modesto en reconocer que el hombre no debe tener la
pretensión de avanzar más allá de la realidad en que se desenvuelve y actúa,
dado que el propósito es investigar el origen, certidumbre y alcances del
conocimiento humano.
La Naturaleza.
Locke considera que existe la naturaleza y que
posee dos tipos de cualidades:
Primarias. Como son la solidez de los
cuerpos, su extensión, figura, movimiento, densidad, etc. Estas cualidades son
objetivas, están en los mismos objetos, son independencia de los hombres.
Secundarias. No están en los objetos
mismos sino en la subjetividad
o espíritu de quien los observa. Es el caso del sonido, sabor, color, olor,
etc.
Aclara después que el hombre
no puede crear la más ínfima partícula de materia ni destruir siquiera uno de
los átomos existente. No acepta la multiformidad cualitativa de la naturaleza.
Todo lo reduce a cantidad, magnitud, volumen, figura.
La
Materia.
Para Locke la
materia es la fuente principal de las representaciones o conceptos humanos. El
concepto de materia no contiene más que el concepto de aquello en la cual
existen numerosas cualidades sensibles que actúan sobre nuestros sentidos.
Sostienen que la materia se compone de cosas singulares.
La materia es
cierto soporte que tienen las cosas. No es nada sobrenatural con respecto al
mundo concreto de las cosas y procesos.
Señala, por
otro lado, que el concepto de sustancia
es una idea falsa. La
Esencia no supone por sí misma ninguna forma de universalidad
porque es solamente un signo creado por el entendimiento. Para Locke, lo
general y lo singular, son producto de la razón. Sólo conocemos las cosas
nominalmente. No podemos conocer las esencias reales.
Dice también
que existe un espacio no ocupado por cuerpo.
Pero lo
valioso de Lockke, es que reconoce que la
materia es la fuente del conocimiento.
Teoria
del Conocimiento.
El conocimiento para Locke,
es la percepción de una conveniencia
o discordancia entre nuestras ideas. Pretende así investigar los
orígenes, la certidumbre y el alcance del conocimiento. Para Locke, el objeto
del conocimiento humano es la
IDEA. Lo importante no es saberlo todo, sino saber lo que es
importante para nuestra conducta y vida práctica. Por ello no se ocupa de la
esencia del conocimiento, sino de la descripción de los modos como se adquiere
el conocimiento y como se formulan los juicios. Es por ello, el fundador de la Criteriología,
como ciencia propia.
Añade que el objeto del conocimiento no se
reduce al mundo exterior sino también a la actividad del alma, base de la
reflexión, de ahí la importancia de la educación.
Ahora bien, el conocimiento
se manifiesta a través de varias formas y por distintos grados, a saber:
El Conocimiento Sensible. Para Locke, todos los
conocimientos vienen del mundo
exterior, ya que en la mente
humana no existe género de ideas innatas. La experiencia es el mundo en
que el hombre vive y obra y en el cual debe arraigar sólidamente. La
experiencia suministra el material del conocimiento, pero no es el conocimiento
mismo. El conocimiento siempre se refiere a las ideas. Las ideas es el único objeto posible del
entendimiento. La experiencia, proporciona pues bastante seguridad y certeza.
No se puede dudar de la realidad.
La prueba de que lo externo
influye en nuestras ideas, está en que si alguien tiene el órgano malogrado, ya
no percibe bien. Más allá de la certeza de los sentidos no existe otra certeza.
Inclusive, los sentidos se dan mutuo testimonio de las cosas externas. Sólo los
objetos externos están en la posibilidad de excitar nuestros sentidos. Las
ideas surgen como consecuencia de la acción de las cosas exteriores sobre los
órganos de los sentidos.
El conocimiento sensible es superior a la simple probabilidad,
pero inferior a los grados de certidumbre que proporciona el especulativo.
El Conocimiento Demostrativo.
Se produce
cuando el acuerdo o desacuerdo entre dos ideas no es percibido inmediatamente,
sino que se hace evidente mediante el uso de ideas intermedias. El conocimiento
demostrativo es mucho más seguro que
el intuitivo. Toma el nombre de conocimiento mediato, se capta a través de la demostración y el
experimento. Sirve de fuente de opinión.
El Conocimiento Intuitivo. Cuando el acuerdo o
desacuerdo se ve inmediatamente en virtud de las mismas ideas sin intervención
de otras. Ejm. ¿Qué es lo blanco y lo negro?. ¿Por qué 4 es más que 2?. Este conocimiento es más claro y más
cierto, pero el fundamento de su certeza no se encuentra en la razón, sino en la experiencia. Por ello
de nuestra experiencia, nos percatamos a través del conocimiento intuitivo,
como lo hace Descartes, al decir: “Yo pienso”, “Yo razono”, “Yo dudo”, aunque Descartes no entiende que la experiencia
es la que lo convence.
En cambio, la existencia de Dios, no puede hacerse
intuitivamente, sino a través de la demostración. Por eso, se emplea el
argumento de la causalidad.
El conocimiento cierto es restringido. Se agota en el conocimiento
de nuestro Yo. Pero es un conocimiento indudable, fidedigno y exacto.
El
Empirismo.
Locke es el fundador del
sensualismo materialista. Sus tesis desarrollan toda una teoría del
conocimiento del empirismo materialista. Su doctrina está influida por el
nominalismo de Thomas Hobbes y por el racionalismo de René Descartes, a quien
lo refuta, proponiendo las tesis siguientes:
No hay ideas innatas ni
principios innatos. Los
principios lógicos que según otros, tienen el carácter de innatos (principio de
identidad, de no contradicción) no son verdaderamente innatos, porque a éllos
también se llega a través de la experiencia.
Una idea no existe si no es
pensada. Por ello es que en los niños y en los idiotas no se encuentran ideas
innatas. Como no tienen la capacidad de pensar, no tienen tampoco ideas que
reflejen correctamente la experiencia.
Nada hay en el entendimiento
que no haya estado antes en los sentidos. Locke no acepta que el alma piense antes
que los sentidos le hayan proporcionado las ideas sobre las cuales piensa. Toda
idea para estar en el espíritu tienen que ser percibida. Ahora bien, esta
percepción puede ser:
Externa. O producto de la sensación, a través de la cual
se distingue, por ejemplo, lo amarillo, lo caliente, lo duro, lo amargo, etc.
Intervienen los sentidos (tacto, oído, etc.).
Interna. O producto de la reflexión, que se manifiesta a
través de operaciones como la duda, el
razonamiento, la voluntad, emociones y deseos, propias del espíritu.
El alma es tan quam tábula
rasa. Significa
que al nacer, todo ser humano tiene la “mente en blanco”, a semejanza de una
pizarra sin inscripciones.
El entendimiento es un
gabinete vacío que va siendo amoblado o una tabla en blanco, donde se va
escribiendo gradualmente.
En resumen, el empirismo
encontró en Locke su expositor más hábil y afortunado. El empirismo es pues la afirmación de que el
conocimiento humano debe restringirse dentro de los confines de la experiencia.
Más allá de ésta hay sólo sueños quiméricos. A locke le corresponde el mérito
de haber esclarecido que ni la fe, ni
la justicia, ni las normas morales ni la idea de Dios son innatos. Todo es
adquirido. Esta reflexión lo conducía al ateísmo.
La Lógica.
Para Locke, el silogismo no es necesario para
razonar correctamente, No sirve para descubrir ideas ni para establecer
conexiones nuevas. Su empleo sólo es polémico, en todo caso sirve para defender
los conocimientos que se supone tener.
La Política.
Como bien dice su biógrafo
Luis Rodríguez Aranda (33) Locke:
“Es conocido como el padre
del liberalismo. Y, en efecto, fue el primer escritor político que se dedicó
sistemáticamente a atacar las bases de los Estados absolutos. Para conseguirlo,
escribió su libro y para hacer imposible la tiranía creó la conocida división
de poderes que ha pasado a vulgarizarse según la concepción de Montesquieu:
legislativo, ejecutivo y judicial. Locke clasifica en legislativo, ejecutivo y
federativo, siendo este último el que concierne a la dirección de los asuntos
exteriores… Locke… defendió con convincente energía que el soberano es el rey
sino el pueblo, y que un pueblo que está determinado a ser libre necesita una
constitución para evitar una tiranía”.
En páginas anteriores (34) el
mismo biógrafo nos dice:
“La gran labor de Locke en su
tiempo consiste en que proporcionó los principios abstractos para elaborar la
doctrina de un partido político, ya existente, pero dotado ahora de una fuerte
base teórica para afrontar el futuro. Lo que consiguió no sólo en su patria,
sino en todo occidente fue algo formidable: el abandono de la vieja idea del
derecho divino de los reyes y el definitivo triunfo del Parlamento, como
legítimo representante del pueblo.”
Locke considera que la
sociedad pasó del estado natural a la sociedad civil porque en la primera fase
la humanidad se hallaba insegura. Entonces el Estado natural surge allí donde
los hombres libres renuncian al derecho natural de autodefensa, al derecho de
castigar, en el firme convencimiento de que en adelante el Estado tendrá la
misión de promulgar leyes para una correcta convivencia; castigar a los
infractores de la ley y defender a los ciudadanos frente a una agresión
exterior.
Rechaza las ideas
absolutistas de Hobbes y asevera que el pacto entre el súbdito y el soberano es
bilateral, de manera que el subordinado tiene el derecho de rebelarse contra
toda violación de la ley. La rebelión es pues justificada cuando el gobierno se
torna tirano y olvida sus funciones; no se justifica mientras el gobierno sea
la expresión de la voluntad popular.
Locke es partidario de la Monarquía Constitucional,
que para su tiempo es una tesis avanzada y corresponde a la ideología liberal.
El Estado debe ser tolerante frente a la religión, aunque debe mantener
independencia de la tutela eclesiástica. Rechaza, en consecuencia, el
patriarcalismo y la doctrina del derecho divino, el absolutismo de los reyes.
Locke estima que son los propios hombres quienes deben cambiar el poder
existente si no encuentran las condiciones para el desarrollo.
Con relación al a propiedad privada, Locke es
partidario de su vigencia. Dice que el fin del Estado estriba en proteger la
libertad y la propiedad adquirida por el trabajo. Está en la obligación de
garantizar los bienes civiles: la libertad, la propiedad, la vida y la
integridad personal.
La
Filosofía
política de Locke exigía la ampliación de los derechos políticos y la
eliminación de las supervivencias feudales. Cree que los hombres son iguales y
libres en su estado de naturaleza. Llegan a formar la sociedad por consenso y
no por evitarla “la guerra de todos
contra todos”. Hay por consiguiente, la posibilidad de formar una convivencia
ordenada y pacífica. La
Monarquía tiene la obligación de respetar los límites de su
poder y como se manifiesta el abuso, el pueblo tiene derecho a la resistencia
activa y la fuerza. La resistencia no es sino un pronunciamiento contra los
gobernantes que rebasan la ley.
El
Derecho.
Dice que la ley tiene por fin
castigar al ofensor y ser ejecutor de las disposiciones de la autoridad. No es
una fuerza arbitraria.
La Moral.
Para Locke, la moral es
independiente de la religión. Es la adecuación de la conducta humana hacia una
determinada norma, que puede ser divina, estatal o de opinión.
El bien moral o el mal moral
consisten en la conformidad o disconformidad de una acción con la norma fijada.
La idea de virtud se deriva
de la experiencia. Si se procede con obediencia a ella produce el bien y si se
actúa con desobediencia generamos el mal. La moral tiene naturaleza hedonística y es determinista. No concede
libertad a la voluntad humana. En todo caso la libertad consiste en la fuerza o
poder que siente el hombre en si mismo, de empezar, continuar o interrumpir sus
acciones. Pero debe tenerse en cuenta que si bien es cierto el hombre tiene la libertad de obrar, en
cambio no tiene la libertad de querer.
El hombre es libre en el
sentido de poder hacer o no hacer lo que quiere; pero no en el sentido de
querer o no querer lo que quiere. El espíritu no puede impedir la voluntad. No
puede evitar un determinado sobre la acción prevista. Excluye la sumisión del
hombre. Permite al hombre decidir.
Los hombres no nacen en la
libertad, pero nacen para la libertad
y por eso el rey no tienen autoridad absoluta.
La Educación.
La educación rinde frutos
cuando el educador reproduce el orden de la sucesión de impresiones e ideas.
Tiene por mira, la formación del carácter, el desarrollo de las capacidades. El
enseñante debe reproducir ante las almas la consecutividad de las impresiones e
ideas para su correcta formación y para su entendimiento.
La ecuación debe tender a
formar individuos aptos para el fin social. Si el orden social y el régimen
político no permiten adquirir lo necesario, los propios hombres deben cambiar
el régimen.
No es partidario de la
aplicación de castigos corporales en la niñez.
La Religión.
Según Locke Dios es un principio racional
supremo que creó el mundo y sus leyes
inmutables, sin que después haya vuelto a intervenir. Asume pues una postura deísta. Admite la existencia de
Dios, pero aclara que no es un autócrata.
Refiriéndose a la fe dice que es el asentimiento dado a proposiciones
que no están garantizadas por la razón sino por el crédito. La fe se funda en
la revelación. La revelación presenta también conjunto de proposiciones, pero
sus propuestas son inferiores a las de la razón. Lo que la fe revela está más
allá de las facultades humanas y se reduce a conjeturas. Por ello, la razón
establece los límites de la revelación. De ello se deriva que la fe no se puede
imponer. Ninguna fuerza coercitiva es útil a la religión. La única arma del
creyente es la persuasión. La intolerancia se destruye a sí misma.
Locke plantea que en un
Estado moderno debe haber tolerancia religiosa, porque la religión es privativa
de las comunidades religiosas y entra en los límites de la libertad personal.
El Estado no puede tener ingerencia religiosa, porque la Iglesia se precia de una
sociedad libre destinada al servicio de la fe. Está privada de todo poder
coercitivo, tanto dentro de ella como fuera. Tampoco es privativa del Estado.
Juicio
Crítico.
Su
materialismo es inconsecuente cuando divide artificialmente las cualidades de
los objetos en primarias y secundarias.
Un análisis legítimo nos lleva concluir que las segundas se remiten a
las primeras.
Su
sensualismo no desemboca en un materialismo pleno, porque considera que el ser
humano tienen la potestad de dictar con su subjetividad determinadas cualidades
al objeto, como el sonido, el sabor, olor, etc.
Al
sostener que las ideas se forman por dos fuentes: la sensación y la reflexión,
otorga innecesariamente un lugar al idealismo a través de la reflexión pura del
Yo.
Su
método es metafísico; se unilateraliza
con el análisis y la descripción, sin hacer ligamen con la síntesis y la
explicación conjunta.
Al
cuestionar la idea de sustancia
y al afirmar que ésta, está más allá de las cualidades del objeto, nos conduce
a un terreno ignoto, a pesar que Locke no es agnóstico.
Al
considerar que lo universal o general es sólo un nombre, niega objetividad a
éstas categorías.
En
materia de moral no advierte que acepta únicamente la “razón burguesa”.
Por
considerar eterna la propiedad privada, sus ideas en Derecho no pudieron
valorar el carácter cambiante de los modos de producción.
Al
admitir la existencia de Dios concilia razón y fe.
Formulando una acertada
observación al as ideas de Locke, el tratadista f.t. Arjiptsev (35) acota:
“El meollo de la concepción
mecanicista de Locke sobre la materia, está en la negativa a aceptar la
multiformidad cualitativas de la materia a determinaciones cuantitativas:
magnitud, volumen y figura. En su mecanicismo está la raíz de su tesis de la
subjetividad del color, sabor y olor de los objetos, es decir, de lo que llama
cualidades secundarias…”
GODOFREDO
LEIBNITZ
(1646
– 1716)
Extracción
y posición de clase.
Este pensador alemán que no
fue filósofo de profesión, nació, a decir de sus biógrafos, en los predios de
una familia protestante judía, atada a las esferas diplomáticas y gobernantes.
Apreciado desde muy tierno como niño precoz ingresa a la Universidad sólo a los
15 años e inmediatamente se impregna de platonismo, aristotelismo y
escolasticismo, sorbiendo la metafísica de éstas corrientes, sin descuidar el
aprendizaje de las matemáticas y las ciencias jurídicas; alcanza a graduarse
prontamente a los 20 años y después se vincula a los sabios y las mentes más
famosas de su tiempo: Bacon, Kepler, Galileo, Descartes, Hobbes, Spinoza,
Malebranche y Campanella. Recibió así el impacto de la física cartesiana, pero
discrepó abismalmente con Benito Spinoza por su declarado determinismo en el
problema de la libertad.
Por la amplitud de sus
conocimientos que abarcó desde la alquimia, la teología, filosofía, estética,
lógica, historia, lingüística, geología, física, biología, psicología y
jurisprudencia se coronó como hombre verdaderamente universal y merecidamente
desempeño después la conducción de la primera sociedad histórica alemana. Pero,
lo que es más significante en su trayectoria vienen a ser la de haber creado el
Cálculo Infinitesimal en 1677, paralelo al descubrimiento realizado por Newton
en Inglaterra; y también por ser autor
de una serie de inventos, de molinos, bombas y una máquina calculadora superior
a la que había creado Pascal.
Su precocidad está demostrada
por la circunstancia de haber osado escribir desde los 16 años. Su primer
trabajo versa sobre el Principio
Individual. Mucho después, a los 58 años escribe: Nuevo Ensayo sobre el
Entendimiento Humano (1704),
donde critica acremente el sensualismo de Locke; a los 64, nos entrega Ensayo de Teodicea (1710) y
faltando dos años para su muerte concluye su medular obra Monadología (1714).
El renombre conquistado por
sus investigaciones y producción, le sirvió a Leibnitz para ser tentado por los
monarcas, de quienes fue consejero y representante diplomático o enviado
especial. Desempeñó múltiples funciones desde bibliotecario e historiógrafo,
una gran cantidad de cargos que le produjo rentas; sin embargo sus años finales
fueron tráficos porque sus adversarios lo humillaron y condicionaron que
terminara en el olvido.
Tiene el merecimiento, no
obstante, de haber contribuido a establecer el concepto de energía cinética en la Mecánica y de haber
introducido la Geometría
al campo de las ciencias física. Su posición ideológica estuvo encaminada como
Hobbes, Descartes y Locke a encontrar un entendimiento entre los intereses de
su clase burguesa con el feudalismo supérstite, sosteniendo que lo importante
era buscar el progreso de los pueblos mirando el progreso teórico el desarrollo
del modo de producción capitalista.
Su
postura filosófica.
El periplo de Leibnitz
empieza con una filiación temprana al materialismo mecanicista que estaban
difundiendo Hobbes y Spinoza; pero el apego fanático de Spinoza hacia la
categoría de necesidad, sin admisión de la casualidad lo disgusta enormemente y
por ello, lo declara ateo y naturalista. En la concepción de Leibnitz, en el
mundo prima más bien la categoría de la posibilidad,
dado que existe la libertad, la voluntad, la armonía, que excluye toda ley
necesaria.
Las características de su
postura filosófica está impregnada por los siguientes perfiles: Es
fundamentalmente espiritualista
o idealista porque la
realidad se reduce a la existencia de mónadas, que son sustancias espirituales
y por ende, inmateriales. Es metafísico
porque nos habla de una armonía preestablecida en el mundo, cuyo arquitecto es
Dios. He aquí su predilección por lo religioso. Es intelectualista porque prefiere el racionalismo geométrico.
Es innatista porque trata de unir racionalismo y
empirismo; mecanicismo y teleología; fe y razón; Estado e Iglesia; absolutismo
y democracia; Estado de Derecho y Estado Policiaco; el principio social y el
principio individual; la ciencia y la religión; el materialismo y el idealismo.
A pesar de lo dicho, quizá
quien acierta mejor en la tipificación es Julián Marias (36), quien dice de
Leibnitz que “es talvez el primer idealista, en el sentido estricto de la
palabra. Fue enemigo del materialismo de Spinoza y estuvo alejado de todo
empirismo”. Cierto es que, como dice Ferrater Mora (37) buscó en todo instante
la conciliación entre las doctrinas más adversas: entre las tesis de Platón y
Demócrito; entre el pensamiento de Aristóteles y Descartes; entre los físicos
modernos con la vieja escolástica; entre teología y razón; entre catolicismo y
protestantismo, pero su rasgo más notorio, como ya se ha dicho es el idealismo. Otra nota distintiva
es su pluralismo, porque
mientras Bacon y Spinoza optan la sustancia única (monismo) y Descartes se
esfuerza por explicar su dualismo,
en el pensamiento leibniciano no hay una sola sustancia, sino infinidad de ellas.
La Metodología.
En el convencimiento de
Leibnitz para hacer filosofía no se requiere de órdenes geométricos o de leyes
necesarias. Esto es válido sólo en el mundo de la Lógica. Basta usar
determinadas categorías para encontrar un sistema universal. Esas categorías
son: “armonía”, “razón suficiente”, “perfección”, etc.
La Naturaleza.
Leibnitz supone la existencia
de un mundo externo; pero rechaza que los elementos naturales no tienen nada de
corpóreo sino de átomos de sustancia. Admite en cambio la existencia de cuerpos y dice que los cuerpos
actúan conforme a leyes mecánicas. Las leyes del cuerpo nada tienen que ver con
las leyes del alma, no son perturbadas por ésta. Cuerpo y alma tienen mónada
independiente.
El único elemento real del
mundo natural es la fuerza. La fuerza es el principio superior
metafísico, fundamento de las leyes del mecanicismo. En este sentido acepta el
mecanismo cartesiano solo como una explicación provisional que exige ser completada
por una explicación físico-matemática más elevada.
Según Leibnitz, no hay vacío
en la naturaleza. Todo sucede en ella mecánicamente. Pero los principios de la
mecánica y de las leyes del movimiento nacen de algo superior que depende de la Metafísica. No se
puede alcanzar con la imaginación, aunque el espíritu puede concebirlo muy
bien.
Todos los seres se encuentran
vinculados con la naturaleza inorgánica. Pero frente a una física de la exesión
plantea una física de la energía. Después dice que la naturaleza nunca da saltos. Para pasar de lo pequeño a lo
grande y viceversa es necesario atravesar por distintos grados intermedios.
Hablando de clases de fuerza,
remarca que son dos:
Fuerza
pasivas como es la masa del
cuerpo. La resistencia que un cuerpo pone.
Fuerza
Activas. Es la verdadera.
Aquí hay tendencia a la acción.
La Materia.
La materia para Leibnitz no
es corpórea ni espiritual, sino más bien un agregado de sustancias
espirituales, a semejanza de “un rebaño de ovejas”. Esta constituida por mónadas. Es infinitamente
divisible. Distingue entre el concepto de Materia primera y Materia segunda.
La
Materia primera es la potencia pura, la fuerza e inercia, la resistencia.
La
Materia segunda está constituida por el cuerpo de los hombres y los animales,
que no es sino un agregado de mónadas unidas por una mónada superior que es la
verdadera alma.
En consecuencia, la materia
es una amalgama de percepciones confusas. Es un “ser otro”.
El
Movimiento.
Considera absurdos espacio y
tiempo vacíos.
Las
Mónadas.
Las mónadas son sustancias simples, infinitas, espirituales,
que poseen fuerza interna y capacidad de percibir; son átomos
formales, distintos entre sí, irremplazables, de distinta jerarquía,
que reflejan el mundo entero activamente, que están regulados por la armonía
preestablecida. Surgen por emanaciones continuas de la divinidad. Tienen
automovimiento interno, indivisibles, sin capacidad de comunicarse unas con
otras.
Mónada quiere decir unidad.
Cada mónada es distinta de la otra. No hay en la naturaleza dos seres
exactamente iguales (dos cubos iguales existe sólo en la matemática, pero no en
la realidad).
Cada mónada constituye un
punto de vista sobre el mundo y es todo el mundo desde un determinado punto de
vista. Las mónadas no tienen ventanas, a través de las cuales puedan salir o
entrar algo. En las mónadas se produce una pluralidad de estados y relaciones.
Algo cambia y algo permanece.
Dios es la mónada de las
mónadas. Una mónada sólo llega a ser por “creación”, y sólo deja de ser por aniquilamiento.
Todo lo que acontece a la mónada brota de su mismo ser, de sus internas
posibilidades, sin intervención exterior. Las mónadas a pesar de que nos
comunican forman un mundo único en desarrollo y movimiento. En las mónadas ya
no está gravado de futuro y está registrado de pasado. Cada mónada es espíritu y cuerpo, es forma y materia simultáneamente.
Son inextensas, tienen movilidad; no pueden corromperse ni perecer por
disolución ni comenzar por composición. Surgen por “emanaciones”.
Las mónadas son un universo comprimido, un mundo en pequeño, un
micro-organismo. Las mónadas forman el universo entero, no tienen figura y sólo
pueden ser aniquiladas por Dios. La materia está constituida por mónadas.
Los grados de perfección de las mónadas están determinados por
su grado de percepción. Las
percepciones de las mónadas creadas
son confusas, semejante a las que se tienen cuando se experimenta un estado de
delirio o sueño. Ello sucede debido a que tienen imperfección, viven en la
oscuridad, dependen del conjunto de cosas extensas.
Todas las mónadas gozan de un
mínimo de conocimiento rudimentario que se llama percepción y de un
mínimo de apetito que se llama apetición.
Leibnitz establece la
siguiente jerarquía en las mónadas:
Mónadas inferiores o simples.
Tienen
materia inerte, son inanimadas y torpes.
Mónadas intermedias. Tienen sensación y memoria. Son propio de las almas. Tienen los
animales. Perciben.
Mónadas superiores. Poseen razón. Tienen los espíritus humanos, perciben clara y
distintamente. También la poseen los genios, los seres dotados de imaginación.
Tienen apercepción.
El principio interno que
promueve el paso de una percepción a otra se llama apetición.
Hay diferencia fundamental
entre Dios (mónada de las mónadas) y las mónadas creadas.
La Sociedad.
Leibnitz comprende que la
sociedad no es homogénea, porque hay ricos y pobres. Entonces proclama que el
fin de la sociedad es la emancipación de los trabajadores de su estado de
miseria. Defiende, por consiguiente, la comunidad de los bienes y propone el
mejoramiento de los hombres. Busca la armonía universal de los pueblos en la
tierra y plantea un Estado Universal; propone la alianza entre las Iglesias y
la unidad de las religiones. Considera que en la sociedad no debería haber
ociosos, se preocupa por la situación social de los trabajadores, advirtiendo
que la sociedad está escindida entre mercaderes (ricos) y artesanos (pobres).
Cree que el fin de la existencia humana debe orientarse a la búsqueda de la
felicidad y bienestar de los hombres.
Teoria
del Conocimiento.
En materia de Gnoseología,
Leibnitz se pronunció a favor del Racionalismo porque niega la experiencia sensorial como
fuente de la universalidad y necesidad del saber. De este modo, enfiló su
crítica contra el sensualismo de Locke y el empirismo de Bacon.
Frente a la afirmación de
Locke, de que:
“Nada hay en el entendimiento
que previamente no haya estado en los sentidos”.
Leibnitz, refuta aclarándolo
del siguiente modo:
En efecto,
“Nada hay en el entendimiento que previamente
no haya estado en los sentidos”, “excepto
el propio entendimiento”.
Para Leibnitz todas las ideas
proceden de la actividad interna de la mónada. Las ideas tienen su origen en la propia mente, en el entendimiento.
Las ideas son innatas.
Frente a las conclusiones de
Descartes, en el sentido de que las ideas innatas están dadas desde un comienzo
para siempre y proceden de una fuente autónoma que no toma contacto con la
experiencia; Leibnitz aclara:
Si bien es cierto las ideas
son innatas, pero esas ideas no son perfectas ni acabadas, sino que apenas son gérmenes que deben desarrollarse.
Para ello se requiere de la acción de los objetos exteriores. La mente humana
es semejante a un bloque de mármol
que contiene vetas. Lo que resulte de ese bloque de mármol, dependerá de la
acción del escultor.
La Lógica.
Leibnitz es el iniciador de la Lógica matemática moderna.
Busca un lenguaje formal universal a través del cálculo, para la transmisión
del conocimiento. Para él, la lógica
debe servir para descubrir verdades
de un modo apriorístico y seguro. La Lógica tradicional no satisface esta exigencia,
porque los clásicos principios de “identidad”, “no contradicción” y “tercio
excluido” no son suficientes. Hay necesidad de actuar conforme aun nuevo principio al que denomina: “Principio de Razón Suficiente”.
El principio de Razón
Suficiente es un principio físico, metafísico y moral que sirve para explicar
¿Por qué hay algo y no más
bien nada?
Este principio indica que
“Nada sucede en la realidad sin que haya una razón suficiente para que
acontezca”. Nada puede explicarse de la realidad si no se halla una razón
suficiente que explique. Hay algo más bien que nada porque hay una razón
suficiente.
Con relación al problema de
la verdad, Leibnitz establece tres grados:
Verdades de Hecho. Son posiciones contingentes
cuya negación es posible. La experiencia nunca proporciona validez verdadera y
universal. Trabajan con criterios a posteriori, valen como saber empírico,
están en el terreno de lo imposible. Conciernen a la realidad objetiva. No se
fundan en los principios de identidad y no contradicción, sino en el de razón
suficiente. Pero este principio supone una causa final: Dios. Se identifica con
el infinito.
Verdades de Razón. No se refieren a la realidad.
Están en el mundo de la pura posibilidad, de la probabilidad. Repiten una cosa
sin decir nada nuevo. Cuando son afirmativas se fundan en el principio de
“identidad” y cuando son negativas en el principio de “no contradicción”.
En las verdades de razón, el
sujeto y el predicado son idénticos. Ejm. “El triángulo tiene tres ángulos”.
Estas verdades son
necesarias, las emplea la matemática, no pueden ser negadas sin caer en
contradicciones. Para verificarlas son suficientes las leyes de la lógica
aristotélica.
Verdades Eternas. No necesitan justificación de
la experiencia. En este caso, entendimiento y voluntad se identifican en la
esencia divina.
La
Política.
Leibnitz
define al Estado como el conjunto de hombres organizados en una unidad bajo la
presencia de un poder dominante, es decir, del derecho de dictar a los hombres
determinado modo de acción. En el Estado, el príncipe es un representante o
apoderado, que se subordina al Derecho.
Rechaza el
despotismo y plantea su supresión. Emula la libertad e igualdad de los
ciudadanos, indicando que en el despotismo impera el miedo.
Sin
embargo, justifica el orden existente de los males en lo social, afirmando que
estamos en el mejor mundo de los posibles. Y luego dice que debemos evitar en
lo posible los cambios inestables.
La
Moral.
Leibnitz
considera que el mal es condición necesaria del mejor bien. La existencia del
mal hace que surjan valores elevados como el heroísmo la fortaleza, la
abnegación. El mal existe en el mundo. Y este mundo a pesar de todo es el mejor
de los posibles, porque fue creado así por Dios. Su teoría se denomina
optimismo. Aconseja las siguientes reglas:
No hagas a otros lo que no desea para ti. No cometas
injusticias.
Haz a cada uno lo que desearas que hicieran para ti;
entrega a cada uno lo suyo.
Mantén una vida virtuosa.
El hombre es libre
porque tiene la posibilidad de escoger lo posible.
La libertad supone
deliberación y decisión. No implica necesidad.
La Religión.
Todo lo posible está
destinado a existir. Basta saber que Dios es posible para afirmar que es real. Dios es la primera
razón de las cosas, es la fuente de toda la realidad, de las esencias posibles,
de las verdades eternas, Dios es un ser necesario, en él coincide posibilidad y
realidad.
Juicio
Crítico.
A
pesar de hablar de movimiento y desarrollo, comete el error de negar la
posibilidad del salto dialéctico.
Al
hablar de mónadas entra en contradicción, porque al final todas dependen de
Dios.
GEORGE
BERKELEY
(1685
– 1753)
Extracción
y posición de clase.
Este filósofo inglés, alto
exponente del idealismo e inmaterialismo teístico, nació en el regazo de una
familia irlandesa de origen inglés, en medio de excelentes facilidades, de
manera que ya a los 19 años había logrado graduarse, recibiéndose en una orden
anglicana cerca de 1707. Rápidamente se sumergió en los estudios filosóficos
con el claro propósito de buscar una decidida apología de la religión, leyendo
a los neoplatónicos. Fruto de sus investigaciones vienen a ser las obras que
escribe: Nueva Teoría de la visión
(1709) ensayo que publica a los 24 años; al año siguiente, produce su
monumental trabajo: Tratado sobre los
Principios del Conocimiento Humano (1710); después con el propósito de
popularizar mejor su segundo libro, escribe: Diálogo entre Hylas y Philonus (1713); Alciphró (1714) y Syras
(1752).
Su misma condición de
clérigo, afanoso por preservar los fueros de la teología y la escolástica lo
sitúan como el más esclarecido patrocinador de los intereses de las castas
terratenientes; atacó a empiristas, materialistas y librepensadores, desde su
tribuna de pastor anglicano y misionero y obispo.
Su
postura filosófica.
Su filosofía está considerada
como la “escolática del empirismo”. Pero en esencia, su interés fundamental no
es la filosofía sino la religión. Su propósito está dirigido a probar que Dios
es la causa de todas las cosas. Esto quiere decir que toma la filosofía como un
medio para servir a la religión.
Su sistema filosófico ha sido
denominado de “idealismo cósmico”,
“idealismo empírico” o “empirismo
idealista”, aunque según Ferreter Mora (38) Berkeley es fenomenista.
Otros lo atribuyen “sensista”, “espiritualista” “antiinnatista”, etc. Gran
parte de los materialistas dialécticos lo toman como idealista subjetivo,
aunque según Lovchuk (39) llega también al idealismo objetivo al sostener que
el mundo “no es lo que yo imagino, sino el resultado de una causa espiritual
suprema que crea las leyes de la naturaleza”.
Las ideas de Berkeley
aparecieron en el instante en que se
libraba la polémica entre la física gravitatoria de Newton y la física
torbellinante de Descartes. Mas, Berkeley se pronuncia como un enemigo del
materialismo mecanicista, la considera irreverente y amigo de ateos. Algo más,
persigue a los materialistas y solicita el destierro del concepto de materia.
En todo caso, para Berkeley
la filosofía es una verdadera lectura del leguaje divino de la naturaleza,
sabiduría y benevolencia del creador. También es un nominalista porque según él las ideas abstractas son un
invento de los filósofos.
Durante el Siglo XX, empiristas
lógicos, pragmáticos e inmanentistas se han apropiado de las ideas de Berkeley
para fundamentar sus teorías.
Su
Idealismo.
Para Berkeley toda la
realidad es mental. La materia no existe. En todo caso puede ser reducida a un
conjunto de ideas. No existe una sustancia corpórea o materia en el sentido en
que comúnmente se entiende. La única sustancia real es el espíritu que percibe ideas. Si existiese la materia sería
inactiva y no podría producir nada. Por otro lado, si se admite que la materia
es real, la existencia de Dios es inútil. Estando la materia muerta e
insensible no tienen para brindarnos ideas. De donde se desprende que los
esfuerzos por fundamentar la existencia de la materia están destinados a
fortificar el ateísmo. En cambio, una vez, rechazada la existencia de la
materia, se puede recurrir a Dios para explicar el origen de nuestras ideas.
El espíritu es una realidad
permanente y simple. La realidad es espíritu. Sólo los espíritus perciben, sólo
las ideas son percibidas. Los
espíritus son los sujetos percipientes, activos, inmateriales. La causa
primera no es sino espiritual. Reconoce la multiplicidad de sustancias
espirituales la existencia de un espíritu infinito que es Dios.
Para Berkeley los seres
humanos son espíritu finitos. Sólo existe el Yo Espiritual
(Solipsismo).
Las
Ideas.
Según Berkeley las ideas son
pasivas y son percibidas por una sustancia incorpórea que es el alma. Deben su
existencia a los espíritus. Lo que nosotros llamamos cosa no son sino ideas.
Por ejemplo una manzana o cosa es un conjunto de cierto color, sabor, olor,
peso, forma, etc.
Para existir las ideas, hay
la necesidad de ser percibidas.
El objeto y la percepción son
la misma cosa, no pueden ser abstraídos uno del otro. De ahí el principio:
“Esse is percipi” “Ser es Ser percibido”.
Comúnmente se cree que las cosas naturales tienen una
existencia real distinta de la percepción que el entendimiento tiene de ellas.
Es imposible percibir una cosa sensible separada o distinta de la percepción
correspondiente. Se quiere distinguir el ser percibido del ser real.
No se puede llegar a concebir
que un cuerpo actúe sobre un espíritu y que pueda producir una idea. La
formación de las cosas sensibles fuera del espíritu no tiene sentido. Nuestro
espíritu puede actuar sobre las ideas. No existe la idea abstracta de extensión
y espacio.
Las ideas se asimilan por una
sustancia incorpórea (alma) que es activa y posee la capacidad de percibir
ideas (razón), provocarlas e influir sobre ellas (voluntad).
Las ideas existen
potencialmente en el intelecto divino, pero adquieren existencia actual en la
razón humana.
Al reconocer Berkeley la
existencia eterna de las ideas en el intelecto divino, para del idealismo
subjetivo al idealismo objetivo, próximo al platonismo.
La idea de un hombre es
siempre la idea de un hombre particular.
La idea de extensión es
siempre la idea particular de un objeto particular.
La realidad es un conjunto de
ideas en cuya cima está Dios con espíritu correcto y ordenador. La causa que
provoca las sensaciones es Dios.
La Naturaleza.
Para Berkely no existe un
mundo corpóreo. Sólo existen los espíritus y Dios que hace surgir el sueño de
un mundo corpóreo.
No percibimos la materia en
cuanto tal sino las cosas singulares. Vemos colores, pero no vemos materia. No
hay nada semejante a lo que los filósofos llaman sustancia material. Materia es
un nombre muy general para los diversos materiales, sustancias de las cuales
están hechas o compuestas las cosas.
Berkeley dice: “No pongo en
duda ni remotamente que las cosas que veo con mis ojos y toco con mis manos
existen, existen realmente. La única cosa cuya existencia niego es aquella que
los filósofos llaman materia o sustancia corporal” (40).
Al aseverar esto, Berkeley se
contradice, porque quien dice que no niega lo que ve y toca está admitiendo que
hay cosas materiales.
El éter es un medio universal
de que Dios se sirve para ejercer su acción. La naturaleza no es pues sino una
manifestación de Dios.
El
Espacio.
Rechaza la teoría newtoniana
del espacio absoluto y de la teoría de la gravitación.
Teoria
del Conocimiento.
Berkeley es un sensista
consecuente. Para él no existen ideas generales o abstractas. Toda idea es una
imagen concreta de contenido individual. No existe un triángulo en general,
sino uno concreto: el isósceles.
Para Berkeley el mundo es
producto de la conciencia del hombre. Todas las cosas que observamos son
combinaciones de sensaciones. Los objetos existen sólo en la medida en que el
hombre las percibe, siente, oye, palpa. Pero las sensaciones no reflejan la
realidad objetiva sino que ellas mismas son la realidad.
El conocimiento no tiene
fuente objetiva. De este modo, frente al sensualismo materialista de Bacon, plantea un sensualismo idealista.
Hablando de las cualidades
primarias y secundarias que diferenciaba el filósofo Locke, Berkeley dice que
las primeras se reducen a las segundas. Es decir, todas las cualidades de un objeto son subjetivas. Así
Berkeley nos conduce a negar la realidad cincundante y también la de los demás
hombres.
El único objeto del
conocimiento son las ideas. El hombre aprehende inmediatamente sólo sus propias
ideas (percepciones).
La Ciencia.
Niega el valor de la ciencia
para los efectos de la concepción del mundo, argumentando que el sabio debe
comprender el lenguaje del creador y no pretender explicarlo todo reduciéndolo
a causas corporales. Adoptó de este modo, una actitud negativa sobre el Cálculo
Infinitesimal creado por Leibnitz y Newton.
La Política.
Rechaza la doctrina del
“Contrato Social” como origen de la sociedad civil. Plantea la fidelidad o
sumisión a la suprema autoridad.
El propósito de Berkeley fue
infundir en la mente de los hombre la idea de la futilidad de la lucha efectiva
por transformar la sociedad, con el ardid de que la verdad no está en el mundo exterior, sino en nuestro espíritu,
el cuál debemos perfeccionarlo.
La Moral.
Dice que el hombre no puede
alcanzar la felicidad conforme a su juicio particular sino sólo conforme a las
leyes determinadas y establecidas. Estas leyes están impresas en el espíritu de
Dios y la obediencia a las mismas, es la obediencia a Dios.
Berkeley dice que no es
posible una moral sin religión, puesto que la religión se funda en Dios.
El
Derecho.
Identifica las leyes divinas
con las leyes de la sociedad y afirma que la fidelidad y la sumisión a la
autoridad se presentan con las demás virtudes como una conexión necesaria, para
lograr el bienestar de la humanidad.
Juicio
Crítico (41).
Berkeley se pronuncia contra
la división en cosas e ideas y contra la aceptación de la existencia real
de los objetos exteriores como un hecho, puesto que todo ello lleva a admitir
la existencia objetiva de la materia.
MANUEL
KANT
(1724
– 1804)
Extracción
y posición de clase.
Manuel Kant fue el cuarto
hijo de una modesta familia de artesanos dedicada a la talabartería. De
estructura débil y delicado, de pecho estrecho y hundido, tímido, falto de
memoria, pero educado en un ambiente protestante, fue siempre puntual, metódico,
callado y apasionado por la verdad, formado en la honradez; tuvo como maestros
a pietistas y en la escuela no fue un genio precoz. En la Universidad las
disciplinas de su preferencia fueron la Matemática, la Física, la Lógica, la Metafísica, el Derecho Natural, la Moral y la Teología; pierde a su
padre a los 22 años y se ve en la necesidad de encontrar sustento como
preceptor de familias distinguidas por espacio de nueve años y después de
profundizar sus estudios en la
Facultad de Teología y estudiar a Newton, logra obtener el
doctorado a los 31 años, así como licencia para enseñar en la Universidad.
Su madurez transcurre
ejerciendo ocupaciones de bibliotecario, preceptor de hijos de terratenientes
de Alemania, pero su empleo oficial lo obtiene todavía a los 42 años y poco
después consigue la condición de profesor ordinario de las asignaturas de
Lógica y Metafísica. Su vida privada está signada por la característica de ser
refractaria al matrimonio, no obstante ello fue
un hombre con sentimiento de independencia personal, de una rigurosa
puntualidad y de una gran profundidad en el pensamiento; aunque lo que ganaba
no era gran cosa, según su biógrafo Kuno Fisher(42) “nunca aceptada nada de
nadie, quiso vivir de sí mismo, jamás tuvo acreedor y dejó fortuna
considerable”; otro rasgo de su vida es que siempre fue sedentario, nunca salió
de los límites de Prusia Oriental, sus labores las dividía matemáticamente y
nunca durmió más de cinco horas; fue gastrónomo refinado, de buena mesa.
Como científico y filósofo de
profesión, Kant abordó temas de Cosmogonía,
Geografía Física, Antropología y Ciencias Naturales. Ello queda
reflejado en su prolífica producción, siendo los trabajos más interesantes: Historia Natural Universal y Teoría del Cielo (1763); Prolegómenos de una Metafísica Futura
(1783), Principios Metafísicos de la Ciencia Natural (1786), Crítica de la Razón Pura (1781);
Crítica de la Razón
Práctica (1788); Crítica
del Juicio (1790) y Fundamentación
de una Metafísica de las Costumbres, entre otras, indudablemente, su
obra colosal es la Crítica de la Razón Pura.
Después de enseñar pro
espacio de 40 años, Kant perdió la memoria y la palabra en su época senil, y a
los 73 años tuvo que renunciar a la enseñanza. Diez años antes de su
fallecimiento, fue amenazado por el gobierno por haber escrito: La
Religión Dentro
de los Límites de la Razón
Pura, donde había hecho algunas observaciones a las
Sagradas Escrituras. Tuvo pues conflictos con a oficialidad. Fue
antimilitarista, antipatriotero y pacifista. Vio con simpatía la independencia
de América y la revolución francesa. Se identificó con la burguesía en ascenso.
Su
postura filosófica.
En los trabajos filosóficos
de Kant podemos distinguir dos épocas bien marcadas. La primera es la que sus
biógrafos han denominado: Período precrítico y la segunda son las obras de su
madurez.
En el período precrítico, a
decir de M. A. Dynnik (43) encontramos en Kant elementos de materialismo espontáneo, sobre
todo cuanto sostiene que la sustancia es la “cosa en si” y cuando estima como
primario las cosas del idealismo
al admitir que el conocimiento tiene límites. Y por último concilia
materialismo e idealismo para llegar al agnosticismo.
Es verdad que, a decir de
Kant, su intención es superar el escepticismo y el dogmatismo, a través de su criticismo; rebasar el empirismo
y el racionalismo, a través del agnosticismo; para ello propone la creación de
una filosofía esencialmente crítica y en la cual la razón humana sea colocada
ante un tribunal. Pero, precisamente estos desplazamientos dieron lugar a que
Kant fuese atacado desde la izquierda por ser un abanderado del agnosticismo, y
desde la derecha, pro haber aseverado la existencia de la “cosa en si”. En
efecto, al final de cuentas, Kant no es más que un agnóstico y un idealista.
Fue marcadamente influido por Hume, de quien se dice que lo despertó de sus
“sueños dogmáticos”. Bajo la influencia del escepticismo y empirismo de Hume,
introdujo el concepto de “magnitudes negativas” y se mofó de la pasión de sus
contemporáneos por la mística y el espiritismo. Más, el lado idealista, lo
hereda de la filosofía cartesiana y los trabajos de Leibnitz y Wolf Kant, es
pues el fundador del idealismo
clásico alemán y del idealismo
crítico trascendental.
Tienen el mérito de haberse
explicado el origen y desarrollo del mundo, como versado en ciencias naturales
y profesor de esa asignatura.
Según Kant la filosofía puede
ser elaborada y fundamentada como ciencia especulativa teórica sin recurrir a
los datos experimentales. Y esto por que el hombre no se conforma con
conocimientos parciales incondicionados. Aspira a un cocimiento total e incondicionado, al absoluto. La Función de la razón es concluir. Llegar a los últimos
resultados, a la síntesis.
Por ejemplo aspira la síntesis de los fenómenos materiales y para alcanzar ello recurre a la Cosmología; finalmente aspira a la síntesis de la
realidad; para ello echa mano de la Teodicea. El
mundo es la totalidad física; el alma, la totalidad espiritual; Dios es el fundamento y fin de toda la
realidad.
La Metodología.
Kant creó un método propio:
el Método trascendental o crítico. Este método entiende por trascendental aquello que precede a toda experiencia
y no aquello que traspasa los límites de la experiencia. Para tal fin, sugiere
el filósofo evitar el dogmatismo.
A diferenciad de Descartes y
Leibnitz, Kant cree que la
Filosofía no puede partir de axiomas y demostraciones. Hay un
peligro si la Filosofía
aplica el método matemático, ya que el geómetra parte de definiciones simples,
en cambio la filosofía se encuentra frente a datos de la experiencia confusos.
La crítica, es por el
contrario, el paso definitivo con el cual puede fijarse las cosas con
precisión.
El mérito de Kant es haber
puesto fin al modo metafísico de pensar en las ciencias naturales.
La Naturaleza.
Formuló la hipótesis
cosmogónica de que el surgimiento y evolución del sistema planetario se deduce
de una nebulosa inicial. Existe un gran universo de galaxias fuera de nuestra
galaxia. Se explica el origen de todos los mundos actuales por la rotación de
masas nebulosas. Concibe la historia del cosmos como un proceso eterno de
cambio de la materia. En este proceso nacen, desaparecen y vuelven a nacer
nuevos mundos. Es un proceso que no conoce comienzo ni fin. Hay lucha de fuerzas
contrarias, los mundos se construyen y destruyen. Los átomos se unen y se
separan en virtud e leyes internas.
De otro lado, explica el
papel de las mareas en la historia de la tierra y su influencia. Pero, en lo
general, para Kant la naturaleza no es el conjunto de las cosas en sí, sino la síntesis de los objetos en la
conciencia. La causa del mundo no es la materia, sino Dios. Lo que
quiere decir que Kant es un prisionero de la Teología cuando sostiene
que el origen y desarrollo de la naturaleza tiene un principio que no es la
materia.
A pesar de ello, Engels
afirma que las ideas kantianas del desarrollo de la naturaleza pusieron fin al
reino absoluto del modo metafísico de pensar de los naturalistas, pues esas
ideas desempeñaron un papel fundamental en la formación de la dialéctica.
La Materia.
Dice Kant se rige por leyes
mecánicas. La materia es la sustancia de que esta formada todo el universo. La
materia tiene fuerzas de atracción y repulsión. La materia no es lo primario,
se deriva de ciertas fuerzas espirituales del movimiento puro.
El
Movimiento.
Fundamentó la relatividad del
movimiento y el reposo llevando adelante las ideas de Galileo y Copérnico. El
movimiento lo separa de la materia.
Espacio
y tiempo.
Espacio y tiempo no son
realidades independientes de la conciencia ni propiedades de las cosas, sino formas a priori subjetivas.
El espacio es la forma a
priori de la sensibilidad
externa; el tiempo
una forma a priori de la sensibilidad interna.
Nos hace sentir la sucesión.
Espacio y tiempo no son
sensaciones, pero tampoco son conceptos. Son intuiciones puras independientes de la experiencia.
Funcionan en la experiencia, pero no proceden de ella.
La intuición pura del espacio
hace posible la Geometría; la intuición pura del tiempo hace posible los
axiomas.
Teoría
del Conocimiento.
Según Kant, el verdadero conocimiento no puede
trascender o ir más allá de la experiencia. Conocemos sólo los
fenómenos, pero no las cosas en sí. El hombre se conoce no como en si mismo.
Sino como se aparece a sí mismo.
Para Kant, el problema del
conocimiento nos remite a considerar:
El
Fenómeno o
el objeto que está a la vista, lo que aparece a nuestra conciencia. Es la apariencia.
El
Noúmeno que
es la cosa en sí, la esencia
incognoscible, lo que es pensado, pero no conocido.
Según Kant, el ser humano
tiene límites en su conocimiento. Le es accesible el conocer los fenómenos,
pero no así el noumeno. Las cosas en sí son incognoscibles; los fenómenos son
cognoscibles.
Refutando esta aseveración de
Kant, el filósofo Engels en su magistral Obra: Ludwin Feuerbach y el Fin de la Filosofía Clásica
Alemana nos dice:
“La refutación más
contundente de estas extravagancias como de todas las extravagancias
filosóficas, es la práctica, o se a el experimento y la industria. Si podemos
demostrar la exactitud de nuestro modo de concebir un proceso natural
reproduciéndolo nosotros mismos, creándolo como resultado de sus mismas
condiciones, y si, además, lo ponemos al servicio de nuestros propios fines,
damos al traste con la “cosa en si” inaprehensible de Kant. Las sustancias
químicas producidas en el mundo vegetal animal siguieron siendo “cosa en si”
inaprehensibles hasta que la química orgánica comenzó a producirlas unas tras
otras; con ello, “la cosa en si” se convirtió en una cosa para nosotros”.
Para Kant, en cambio, el
mundo de las “cosas en sí” no está ni el espacio ni en el tiempo.
Según Kant, el conocimiento
empieza cuando las cosas en sí actúan sobre nuestros sentidos y producen
sensaciones. El conocimiento humano es únicamente experiencia. La experiencia
está constituida por la sensibilidad y el entendimiento, pero se expresa
mediante los juicios. La fuente que le provee de todo es la sensibilidad. El
entendimiento humano no intuye, sino piensa, no crea sino unifica. Esto quiere
decir que el conocimiento humano es un producto que resulta de las impresiones
recibidas de fuera y de algo que forma.
Todo conocimiento comienza en
la experiencia y con la experiencia, pero no todo lo que hay en el conocimiento
procede de la experiencia.
En el conocimiento concurren
pues dos elementos:
Lo Dado. Lo que nos proporciona el
mundo físico (un caos de sensaciones)
Lo Puesto. Lo que nosotros ponemos al
objeto observado (tiempo, espacio y otras categorías)
Así, en el acto del conocimiento
no es válida sólo la sensación ni es suficiente sólo el concepto. De ahí que es
interesante reconocer que:
“Las sensaciones sin
conceptos son ciegas”.
“Los conceptos sin
sensaciones son vacíos”.
O Dicho de otro modo:
“Un conocimiento sin materia
sería un conocimiento de nada”.
“Un conocimiento sin forma
sería un caos de sensaciones”.
La materia necesita de una
forma que lo estructure; la forma necesita de una materia que la llene. La
materia es proporcionada por la naturaleza. La forma es puesta por el sujeto.
Las formas del conocimiento son a
priori. No proceden ni dependen de la experiencia, pero necesitan de la
experiencia para que funcionen con valor real. Las impresiones constituyen la
materia; la facultad de conocer es la forma.
El conocimiento es pues una síntesis. La unión de
sensaciones y conceptos.
Podemos distinguir hasta dos
tipos de conocimiento:
Conocimiento imperfecto y
limitado. Es
el conocimiento empírico.
Conocimiento a posteriori o
empírico: Es
contingente y limitado. Depende la experiencia. Tiene el defecto de no
proporcionar conocimientos universales.
Conocimiento a priori o
conocimiento puro:
Tiene carácter universal y necesario. Es independiente de la
experiencia. La Matemática
y la Física
contienen verdades universales. También lo posee la Metafísica. En
estos campos se dan conocimiento teóricos ciertos.
El hombre posee tres
facultades cognoscitivas:
La Sensibilidad, donde pone un juego
las sensaciones.
El Entendimiento
, que en el campo de los conceptos y los juicios; y
La
Razón, donde están las ideas.
Según Kant, el entendimiento
es el legislador de la naturaleza.
La
Razón
forma 3 ideas: Idea del Alma (verdad absoluta); idea del mundo (unidad
absoluta) y la idea de Dios (causa absoluta).
Kant dice que el objeto del
conocimiento no es el ser en si, sino el estudio de los fenómenos. De este modo
naufraga en el Agnosticismo.
La Lógica.
En su lógica, Kant analiza
los Juicios Analíticos y los Juicios Sintéticos.
Pero sucede que, a decir de
Kant, los juicios analíticos no ofrecen ningún saber nuevo aparte del que ya se
tiene. Es el caso de los siguientes:
“El triángulo es un polígono
de tres ángulos”.
“El hombre es un ser racional”.
Son meramente explicativos,
porque el predicado ya está incluido en el sujeto.
Los juicios sintéticos
también tienen la particularidad de deducir sus predicados, en función de sus
sujetos. Ejemplo:
“Ciertos cuerpos tiene peso”,
“Este hombre mide 1.72m”
“Hay mesas redondas”.
Para Kant mas importancia tienen los juicios
sintéticos a priori, porque son juicios que no se basan en la experiencia. Lo que ocurre cuando se
afirma:
“Todo lo que sucede tienen
una causa”.
Esta clase de juicios tiene posibilidad
en las ciencias naturales.
En la Analícita de
los Principios, Kant, superando a Aristóteles nos entrega un cuadro más
extenso de la clasificación de juicios:
CLASES DE
JUICIOS
Por su
Cantidad
Singulares
Particulares
Universales
Unidad
Pluralidad
Totalidad
Por su
Calidad
Afirmativas
Negativas
Indefinidas
Realidad
Negación
Limitación
Por su
Relación
Hipotéticos
Categóricos
Disyuntivos
Causa-Efecto
Sustancia-Accidente
Coexistencia
y Acción Recíproca
Por su
Modalidad
Asertóricos
Problemáticos
Apodícticas
Existencia
y No Existencia
Posibilidad-Imposibilidad
Necesidad
y Contingencia
Más adelante nos dice que
ninguno de los juicios ya mencionados: analíticos y sintéticos tienen interés
científico. La Lógica
no es suficiente para fundamentar las ciencias naturales. El vínculo
causa-efecto es sólo empírico. No puede ser deducido por vías lógicas. Sin
embargo, los juicios de las ciencias naturales requieren de leyes generales y
necesarias.
Hablando de las Categorías Kant nos dice que
éstas no son formas del Ser como lo había planteado Aristóteles, sino CONCEPTOS
de nuestro entendimiento. La mente lleva a las cosas sus categorías.
Tocando el problema de la verdad Kant decía que por ser
la razón contradictoria por naturaleza, hay incapacidad de alcanzar la verdad
total. No hay Filosofía que conozca la verdad objetiva. Se puede demostrar que
el mundo tienen comienzo en el tiempo y límites en el espacio, como también que
el mundo es infinito; se puede demostrar que el universo está compuesto por
partes simples como no las tiene; se puede demostrar la divisibilidad e
indivisibilidad de la sustancia; la posibilidad e imposibilidad de la libertad;
la existencia y la inexistencia de un ser absolutamente necesario. Estas
contradicciones o antinomias no son objeto de superación en el pensamiento
de Kant.
No acepta la transición de
los conceptos opuestos.
La Ciencia.
Para Kant la tarea de la
ciencia consiste en descubrir leyes sin cuyo conocimiento la ciencia no existe.
Las leyes de la naturaleza se cumplen con independencia de nuestro yo. La
ciencia requiere juicios que sean necesarios y universales. Por ejemplo, la Matemática y la Física son modelos de
ciencia rigurosa y veraz. Pero, por muy ciertas que sean las verdades
universales y necesarias de las matemáticas y las ciencias naturales, el
conocimiento que nos ofrece no es de las cosas en sí. Es un conocimiento de
propiedades y aspectos.
Como cultivador de las
ciencias, Kant penetra a distintas áreas. Así en la biología se le reconoce el
haber contribuido con la clasificación generalógica del mundo animal, la
distribución de los distintos animales según su origen. Y en Antropología, el
haber formulado una historia natural de las razas humanas.
La Sociedad.
Kant plantea que la humanidad
atraviesa por dos fases: en la primera, la naturaleza se impone al hombre;
predomina el instinto. En la segunda, el hombre se emancipa de la naturaleza.
Hay predominio de la voluntad y de la razón.
Aspiraba a una sociedad civil
perfecta, entendiendo por ésta a la burguesía en ascenso.
Según Kant la necesidad
material obliga a los hombres agruparse en sociedad dentro de la cual la
coacción y la libertad se combinan armónicamente. Rechaza el comunismo
primitivo como hecho histórico, pero admite una iniciación colectiva. Defiende
la propiedad privada considerándola eterna, necesaria y universal.
Se declara enemigo de todo
proceso violento para la modificación de la estructura social. Rechaza la
revolución, calificándola de ilegítima. Declara ser partidario de toda suerte
de reformas y posturas evolutivas. Estima que el pueblo aún no está maduro para
apreciar la libertad. La soberanía es impracticable por el pueblo. Según él, la
voluntad del pueblo debe subordinarse por completo al poder existente.
Admite en cambio la presencia
de contrariedades y contradicciones, afirmando que es una condición
imprescindible para el perfeccionamiento del género humano. Con respecto a la
existencia de las guerras, nos dice que es un estado natural entre los pueblos,
lo cual debe superarse mediante la unión de las naciones, buscando un Estado
mundial único.
La Política.
Kant ha sido calificado por
Marx como el teórico de la revolución burguesa en Alemania. Efectivamente, es
el ideólogo del liberalismo alemán cuando la burguesía era progresista, aunque
débil. Para Kant el Estado es el Estado de los propietarios. No concibe
derechos para el proletariado, ni entiende el papel histórico de la clase
obrera. Plantea que el Estado debe proteger la propiedad. Entiende por libertad
civil el derecho del individuo a acatar sólo las leyes con las que se declara
conforme. Es partidario de la igualdad de todos ante las leyes del Estado.
Entiende por libertad la libertad espiritual y en todo caso abraza hasta la
libertad de imprenta, es decir, entiende por libertad el hecho de ser dueño de
sí mismo.
De otro lado, condena las
revoluciones inglesa y francesa porque ejecutaron a los soberanos. Dice que la
soberanía de un pueblo no puede ser alcanzada de hecho. Se declara así enemigo
de las masas populares y aplaude toda medida de gobierno tendiente a frenar sus
luchas. Y luego contradictoriamente afirma: “como medio para alcanzar el estado
de derecho la revolución es necesaria; pero como derecho en el Estado es
imposible y debe ser rechazada”.
Dice a continuación que la
revolución hay que aceptarla como un hecho consumado, reconociendo las
importantes consecuencias que tiene para la humanidad.
En veces justifica las
guerras de liberación, afirmando que el pueblo oprimido tiene derecho. Pero en
fin de cuentas, Kant es en política un idealista, adversario de la democracia.
Para él, la democracia es sinónimo de despotismo, porque ejecutivo y
legislativo coinciden. Propugna un régimen republicano sin caracteres
democráticos.
Señala que hay 3 tipos de
regímenes: autocracia, aristocracia y democracia.
Conoce dos formas de
gobierno: republicano y despótico.
Propugna tres ideales
políticos: la igualdad, ante la ley; la libertad, y la independencia de los
ciudadanos como súbditos.
El
Derecho.
Kant estima que para evita la
injusticia es necesario que la ley sea obra de todos, la ley pierde su vigor
allí donde termina la justicia social y todo orden estatal. El Estado puede
alcanzar sus fines uniendo la libertad y la ley mediante la justicia.
Rechaza el derecho innato de
propiedad, afirmando que la propiedad se adquiere. Contempla tres clases de
Derecho:
Innato: que está dado a cada uno por
naturaleza: La Libertad.
Adquirido: Nace únicamente de un acto
jurídico: El Derecho Privado.
Público: Se da en la forma de
Estado, a través de los 3 poderes conocidos.
Kant critica la tesis del
“Contrato Social”, aunque admite que en el estado natural, efectivamente no hay
relaciones jurídicas. Pero dice que en la sociedad civil impera el Derecho
Público.
Más adelante sostiene que el
pueblo no tiene derecho a sublevarse menos aún a provocar una revolución. Toda
revolución es un crimen que debe castigarse.
El Jefe del Estado tiene
solamente derecho a ningún deber con relación a sus súbditos.
La Moral.
Proclama como su ley
principal el imperialismo categórico, que exige guiarse por una norma totalmente
independiente. El imperativo es un principio abstracto de una voluntad también
abstracta, formalista, individualista, racional, apriorística, independiente de
toda sensibilidad, vacía, sin contenido social, sin humanismo, propia de la
disciplina de ejército, Kant glorifica el deber.
La moral de Kant no nos dice
“lo que debemos hacer” sino “cómo debemos obrar”. Rechaza para el efecto los
imperativos hipotéticos por estar guiados por el deseo y no por el deber. La
distinción entre uno y otro imperativo la formula del siguiente modo:
Imperativo Hipotético. Aquí prima el deseo. Las cosas son tomadas
como medio. Se busca la felicidad inmediata.
Ejemplo:
“Si quieres trabajar con
fruto, busca la soledad y el silencio”.
“Si quieres que te respeten,
respeta a los demás”.
“Aliméntate, si quieres
vivir”.
Imperativo Categórico. Tiene carácter incondicionado
y apodíctico. Se sustenta en principios prácticos a priori. Parte de una ley
moral, trasciende la experiencia. Se refiere al “deber ser”.
Ejemplo:
“Obra de modo que la máxima
de tu voluntad pueda valer siempre a la vez como principio de legislación
universal”.
Es como si dijera:
“Todo o que hagas hazlo por
deber y respeto a la ley”.
En este segundo caso, el
hombre debe obrar de tal modo que la máxima de su voluntad pueda servir al
mismo tiempo de una legislación universal. Es una moral autónoma.
En el fondo, la moral de Kant
busca la obediencia a las autoridades.
Por ello sus principios no
están orientados a la búsqueda de la felicidad humana. Las afecciones y
sentimientos están excluidos. Exige un deber desnudo, al margen de las
relaciones sociales. No parte de la práctica, sino de la razón.
El pensamiento de Kant fue utilizado
por la clase dominante, porque satisfacía plenamente sus intereses.
Kant, sin entender las
relaciones de producción capitalista, se queja de que el hombre sea utilizado
como un medio y luego dice que la inmoralidad consiste en tomar al hombre como
medio, cuando todos los hombres son fines en sí mismos. No advierte que el
imperativo categórico puede tener vigencia distinta de época a época.
Reafirmando su racionalismo
abstracto dice que el hombre desea la felicidad, pero esto no es el fundamento de
un imperativo moral. El deseo no se manda. El deseo es subjetivo, conduce a un
imperativo hipotético. La ley moral no puede venir de fuera, en una legislación
interna de la conciencia individual. Por eso es
distinto del Derecho. También es distinta de la religión. La moral no se basa
en la religión; al contrario, la religión se funda en la moral. Dios es sólo
una garantía del orden moral.
El
Arte.
Afirma que el fin supremo del
arte debe carecer por completo de un objeto o fin determinado. El arte es una finalidad sin fin. Esto
quiere decir que una obra de arte no puede recibir prescripciones de fuera. El
Juicio estético no se funda en
conceptos, sino en el placer reproducido por la contemplación. Lo bello es un deleite no
interesado, independiente de si
existe o no el objeto presentado en una obra de arte.
El juicio estético es mera
declaración de gusto subjetivo. Es bello lo que place a todos. Tienen validez
universal. Lo bello agrada por su forma pura. El Arte es la libre actividad del
genio. Quien quiera juzgar el arte no puede hacerlo intelectualmente.
Kant no se preocupa por explicar la esencia de lo
bello. Pero indica que lo mejor del
arte es la poesía.
La tesis de Kant ha sido
calificada de contradictoria, porque separa lo bello de todo su contenido y
limita su dominio a la forma pura.
La Religión.
La existencia de Dios, la
inmortalidad del alma y la libertad de la voluntad no puede demostrarse o
refutarse teóricamente. Pero sí puede hacerse a través de la práctica, porque es un problema de creencia. De todos modos Dios es un legislador a quien
hay que respetar. Sin la fe en Dios no puede haber seguridad alguna de que el
mundo existe un orden moral. Al fin de cuentas, la Iglesia es el conjunto de
hombres de buena voluntad emanados por una fe.
Juicio
Crítico.
Refutando la primacía que
Kant le otorga a los juicios a priori en las ciencias naturales, Lenin, en
cuadernos Filosóficos (45) dice:
“… por supuesto, lo que para
el hombre es a posteriori
para el filósofo es a priori; porque
cuando el hombre ha reunido experiencias y las ha abarcado en conceptos
generales, entonces, naturalmente, se encuentra en condiciones de establecer
“juicios sintéticos a priori”. De ahí que lo que para una época anterior es un asunto de experiencia, para una
posterior es un asunto de razón. Así, antes, la electricidad y el magnetismo
eran solo propiedades empíricas, es decir, en este caso, accidentales,
percibidas sólo en cuerpos particulares, en tanto que ahora, como resultado de
amplias observaciones, se lo reconoce como propiedades de todos los cuerpos… De
ahí que la historia de la humanidad sea el único punto de vista que ofrece una
respuesta positiva al problema del origen de las ideas…”.
Por otra parte, a Kant se le
ha objetado lo siguiente:
Divorcia
el conocimiento de la realidad objetiva.
Separa
radicalmente fenómeno y esencia; forma y contenido.
Intenta
conciliar ciencia y religión, subordinándola a la fe.
JORGE GUILLERMO FEDERICO
HEGEL
(1770 – 1831)
Extracción y posición de
clase.
Hijo de un
alto funcionario de finanzas del ducado de Wurttemberg, Jorge Guillermo
Federico Hegel, está considerado como el filósofo sistemático más eminente de
la filosofía clásica alemana. Según su biógrafo Jean Michel Palmier (46), Hegel nació de una familia
teutónica protestante perteneciente a la mediana burguesía de la ciudad. Su
educación fue confiada a los pietistas, y por no tener talento oratorio
renunció a la carrera de pastor y se consagró a la enseñanza. De joven tuvo un
modo radical de pensar; prueba de ello es que aplaude los efectos de la
revolución francesa e impugna el orden feudal de la monarquía prusiana. Sus
estudios universitarios versaron sobre Teología y Filosofía en Tubinga. En 1801, a los 31 años,
defendió su tesis doctoral e inmediatamente fue nombrado profesor universitario
en Jena. 10 años más tarde contrae nupcias y en 1818, pasa a ser docente en la Universidad de Berlín.
Mucho antes de esa condición, por su estrechez económica como Kant, Fichte,
Schelling y Holderling se había dedicado al oficio de docente privado de
familias adineradas, inclusive fue redactor de un periódico para poder vivir en
momento que en Alemania la situación se tornaba difícil.
Hasta 1800
Hegel es un encendido defensor de las medidas que toma la revolución burguesa
de Francia. En sus primeros trabajos: Vida
de Jesús (1795); Diferencia
entre los Sistemas de Fichte y Schelling (1001); Fe y Saber (1802) y Propedéutica
Filosófica (1809) se muestra progresiva, a la vez creyente, y en efecto
su obra: Fenomenología del Espíritu
(1807) constituye toda una revolución en la conciencia humana, estudia los
fenómenos del conocimiento y toda la esencia del trabajo. En 1801, llega a
editar una revista juntamente con Schelling – Revista Crítica de Filosofía. Se advierte aquí la influencia
que recibe de los románticos y del idealismo trascendental, pero al mismo
tiempo conserva las huellas de la teología y del neohumanismo. Pero, en 1818,
al situarse como docente de la
Universidad de Berlín, se transforma en el filósofo oficial y
director cultural de la monarquía de Prusia y obliga a los profesores a
divulgar el saber adquirido. Es verdad que continúa siendo ideólogo de la
burguesía, pero lo es del lado no revolucionario. Propende sólo las reformas.
En esta fase, la revolución es algo antinatural para él. La revolución expresa
una revuelta del espíritu subjetivo contra la realidad. El espíritu subjetivo
no entiende que la realidad coincide con la providencia. Para Hegel, la
revolución, es pues irracional. Simpatiza por ello con la etapa girondina de la
revolución francesa, no así con la jacobina. Es un adversario de las masas
populares. Justifica la restauración de la monarquía en Francia. Luego, con el
apoyo estatal se encumbra como Rector.
En razón de
este periplo, sus posteriores trabajos: Ciencia
de la Lógica
(1812-16); Enciclopedia de las
ciencias Filosóficas (1817) Lecciones
sobre Estética (1835); Historia de la Filosofía (1833-36);
Esbozo de una Filosofía del Derecho (1821); Filosofía del Arte (1836); Lecciones sobre Filosofía de la Historia (1837) y
Filosofía de la Religión (1832) reflejan
el carácter contradictorio del desarrollo de Alemania en vísperas de su
revolución, mostrando la doble tendencia del feudalismo y la burguesía,
presentando la idea conservadora y reaccionaria como resultado de la
inconsecuencia y la cobardía de la burguesía alemana y su inclinación a los
compromisos con los terratenientes reaccionarios.
Hegel,
filósofo de meditación profunda, dedicado
por entero a la filosofía, falleció siendo Rector, de una epidemia del
cólera, a los 61 años, en 1831.
Su postura filosófica.
Para Hegel,
la filosofía se ocupa de lo general
y lo general es el pensamiento. La Filosofía surge como una necesidad de producir
una totalidad del saber. La
Filosofía es la
forma suprema de la autoconciencia de la idea absoluta. Es la expresión
más profunda de la realidad. En un sistema de verdades absolutas.
Pero, para
Hegel lo real no es todo lo que existe, sino únicamente lo
más importante, lo esencial, lo históricamente necesario. Sólo la realidad es
racional. Lo que es racional es real; lo que es racional no es infundado.
Hegel
resuelve el problema fundamental de la filosofía partiendo del Idealismo Objetivo, del
espíritu universal, de la
idea absoluta, del espíritu absoluto. El espíritu
universal hegeliano no es sino el concepto
abstracto elevado a la categoría de absoluto, presentado
como esencia aislada e independiente, que según Hegel constituye la base de los
fenómenos de la naturaleza y la sociedad. El
espíritu absoluto no está fuera del mundo sino en el mismo, es decir es
el fundamento espiritual.
La Filosofía es el último ciclo de la
evolución de la idea, es el grado más alto de autopercepción del espíritu. La Filosofía del espíritu
examina la idea absoluta en la fase terminal del desarrollo. En la Filosofía del Espíritu,
Hegel examina el ser para mí,
la mismidad, el ser para sí.
Según Hegel,
el espíritu ostenta tres grados:
Espíritu Subjetivo. Es el sujeto que se sabe así
mismo. Este problema lo aborda a su vez a través de la Antropología (El
Alma); la Fenomenología
del Espíritu (La conciencia) y la
Psicología (El Espíritu).
Espíritu Objetivo. Plantea una más grave
dificultad. Es un espíritu que “esta allí”. No tiene sujeto. No es tampoco la
naturaleza. Lo explica a través de: El Derecho, La Moralidad y la Etica.
Espíritu Absoluto. Es la síntesis del espíritu
subjetivo y objetivo; a su vez se manifiesta en tres formas: Arte, Religión y
Filosofía.
En la Filosofía del Espíritu,
la idea vuelve a sí. Se hace autoconciencia. El espíritu, atraviesa, pues, por
una serie de estadios, antes de llegar al saber absoluto.
La
Historia
de la Filosofía
no es más que la Filosofía
de la Filosofía.
A lo largo de sus
reflexiones, Hegel se manifiesta adversario
del materialismo. Critica los
materialistas metafísicos por no ocuparse de “lo general”. Dice que es
imposible deducir lógicamente la conciencia. En todo caso, para Hegel, el
materialismo es el punto de vista de la conciencia ordinaria. Para la
conciencia ordinaria lo percibido es lo que está ante nosotros. Los
pensamientos no son autónomos para este punto de vista. Hegel identifica el
materialismo con el empirismo y critica a éste por no ser verdadero, se
conforma sólo con lo particular y no vincula lo singular con lo universal.
De otro lado, Hegel está
convencido de que no es la religión sino la filosofía la que debe ser y es la
expresión más alta de lo absoluto.
Finalmente, rechaza el agnosticismo de Kant.
Su
Idealismo Objetivo.
Como sabemos, la esencia del
idealismo consiste en tomar lo
psíquico como punto de partida. La naturaleza está deducida de lo
psíquico.
Hegel está convencido de que
la razón gobierna el mundo, la razón es la sustancia, la idea absoluta es el
espíritu universal que existe con anterioridad a la naturaleza. La idea
absoluta es el espíritu mundial, es un principio activo. El mundo es ideal, es
una encarnación del espíritu absoluto. El
espíritu es lo primario y tiene
carácter de eterno. Sólo lo espiritual es verdadero. Los
pensamientos son verdades autónomas y primarias.
La idea es la realidad total,
es el principio, el desarrollo y el fin de todo, es el sustento de todo
fenómeno, es a la vez ser y
pensamiento, real y racional,
es una idea no estática sino dinámica, por lo que está en perpetuo devenir.
Todo el mundo tanto real como irreal es despliegue de la idea, lo cual se
procesa en tres fases:
La
Idea en su propio seno. Es el pensamiento puro o
lógico. Es un sistema de categorías interconectadas.
La
Idea en forma de “otro ser”. Se presenta en forma de naturaleza. Es una
manifestación externa del auto desarrollo de las categorías lógicas.
La
Idea en el pensamiento y la
historia. Se
manifiesta a través de la
Filosofía del
Espíritu.
La identidad del ser y del pensar
le sirve a Hegel para fundamentar la unidad de las leyes del mundo externo y el
pensamiento. De este modo, Hegel
elimina la contradicción entre ser y pensamiento. Para Hegel el
pensamiento es el Ser. El pensamiento teórico combina con la relación práctica
y la relación teórica con la naturaleza.
Para
explicarse mejor, aplica la tríada al desarrollo de la idea, de la siguiente
manera:
TESIS: El Ser. La idea aquí existe en sí, es real, absoluta: Dios.
ANTITESIS: Es el No Ser. Aquí está “fuera de si”.
Es la Naturaleza.
SINTESIS: Es el Devenir. El Espíritu se vuelve a recuperar a sí mismo.
Hay un
proceso de reunificación. De ello se ocupan las ciencias del espíritu. La idea
después de haberse apartado vuelve a si mismo.
Hablando
de esencia, Hegel señala que
esencia es lo que hace que una cosa sea.
La esencia del espíritu es la
libertad.
Hegel
coloca su sistema filosófico en una posición excepcional, considerándolo una
culminación del proceso del conocimiento por la idea absoluta, como el último
grado del desarrollo de la razón universal.
Analizando
la postura filosófica del Hegel, Lenin, en Cuadernos
Filosóficos (47) comenta:
“Hegel “creia” seriamente, pensaba, que el
materialismo como filosofía era imposible, porque la filosofía es la ciencia
del pensamiento de lo universal, pero lo universal es un pensamiento. Aquí
repite el mismo error del idealismo subjetivo que siempre llamó “mal”
idealismo. El idealismo objetivo (y más aún el absoluto) se acercó MUCHO al materialismo
por su zigzagueo (y una cabriola), e incluso se transformó parcialmente en él”.
La
Metodología.
El
descubrimiento del método dialéctico
es una de las más grandes realizaciones de la filosofía hegeliana. Contiene un meollo racional que es la
doctrina del desarrollo,
un aspecto progresivo. La idea de desarrollo es a la vez la más alta
contribución de Hegel, porque es la base del método dialéctico y porque se
sustenta en el concurso de las ciencias naturales. El haber remarcado la
categoría de contradicción constituye otro de los aportes valiosos.
Gracias a
él entendemos que es el nervio vital que obliga a los conceptos a moverse y a
transformarse en su contrario. Es el método de la evolución interna de los
conceptos, donde inclusive el error aparece como un momento de la verdad, la
verdad conserva y supera el error. Es un método que a la vez es sintético y
analítico.
Sin
embargo, sus limitaciones radican en que interpreta de un modo unilateral. La Unidad de los opuestos y
tiene cierta envoltura mística. Esta mixtificación se desprende del hecho de
que actúa dentro de los fenómenos
ideales. Por ello se torna inconsecuente, a causa de su carácter
idealista. Hegel, por ejemplo, cree que el único medio de solucionar las
contradicciones es el pensamiento o conocimiento. Hegel llama dialéctica al
conflicto de sucesivas tesis y antitesis. El concepto de evolución lo concibe
como un proceso puramente lógico. No
trata pues de contradicciones reales de los
fenómenos de la naturaleza, de la sociedad, sino de las que surgen en el
desarrollo del espíritu universal. Por otro lado, cree que las contradicciones
encuentran solución pacífica y que lo nuevo se concilia con lo viejo. De
este modo, su interpretación no conduce a la comprensión esencial de las
contradicciones. Para él, los contrarios se combinan armónicamente entre sí y
esto le sucede porque las leyes que enuncia Hegel no las extrae ni de la
naturaleza ni de la sociedad, sino de la lógica. En lugar de aprender de la
naturaleza, impone mira
exclusivamente al pasado y cuando habla de necesidad y casualidad no se
dirige al mundo material sino siempre al espíritu.
Es verdad
que Hegel descubre la concatenación, la vinculación objetiva de todos los
aspectos, las fuerzas y tendencias, la mediación, las vinculaciones recíprocas,
las transiciones, el trueque de cantidad en calidad; pero todo esto ocurre en
el movimiento puro de la razón: Nos habla de
desarrollo dialéctico y la concatenación causal de lo inferior a lo
superior, a través de zigzag. Todo dentro del movimiento del concepto,
movimiento que existe desde toda una eternidad no se sabe donde, pero desde
luego, con independencia de todo cerebro pensante. Por eso se ha dicho que
plantea una filosofía sin cerebro.
No
obstante, los clásicos marxistas, entre ellos Engels, por ejemplo, meritúa el
pensamiento hegeliano por haber concebido la naturaleza, la historia y todas
las cosas, como un proceso en constante movimiento, cambio, formación y
desarrollo; por haber realizado un análisis de las leyes y categorías más
importantes para la teoría del conocimiento; por haber creado por primera vez
un sistema amplio de Lógica
Dialéctica; por haber criticado
la “cosa en si” de Kant. Inclusive Lenin, dice que Hegel “adivinó” genialmente
la dialéctica de las cosas y es el primero en formular las leyes generales del
desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento.
Efectivamente,
tras la dialéctica de los conceptos entrevió la dialéctica de las cosas. A
Hegel corresponde haber enseñado que la contradicción no es una anomalía; que
algo es viviente sólo cuando encierra una contradicción; que la fuerza interna
de los objetos es la contradicción; que el desarrollo conduce a la negación de
la forma dada de un fenómeno; que la negación no viene del exterior sino que es
consecuencia del desarrollo y se halla ínsita en él; que la negación es fase inseparable
del desarrollo; que esta sucesión de negaciones se desenvuelve a través de la
tríada.
“ El Si se convierte en No;
El NO se convierte en Si;
El Si se convierte a la vez en Si y en No;
El No se convierte a la vez en No y en
Si”
La idea se
desdobla en positiva y en negativa. De este modo los contrarios se equilibran,
se neutralizan y paralizan recíprocamente. La fusión de los pensamientos
contradictorios forma otro nuevo que es la
síntesis. Este nuevo pensamiento se bifurca a la vez en otros dos
contradictorios.
La Dialéctica consiste en oponerse a sí
misma y combinarse consigo mismas. En formularse a sí misma como tesis,
antitesis y síntesis o bien en afirmarse, negarse y negar su negación. Hegel llama negación a la superación
concreta. Distingue entre negación abstracta y concreta. La primera es
nihilista y la utilizan los metafísicos; la segunda es conservación de los
elementos válidos. La dialéctica no es un paso de la mente por varios estadios.
Sino un movimiento del Ser. Se pasa necesariamente de un estadio
a otro, pero en cada estadio está la verdad del anterior. Cada estadio incluye
al anterior absorbido, a la vez conservado y superado. Por ello, la dialéctica
tiene el rango de ciencia filosófica por generalizar toda la historia del
conocimiento y las leyes más generales del desarrollo de la realidad objetiva.
Para el efecto, se vale de conceptos nuevos y categorías, como: “Ser”, “Nada”,
“Devenir”, “Contradicción”, “Negación, “Identidad”, “Diferencia”, “Cualidad”,
“Cantidad”, “Medida”, “Realidad”, “Posibilidad”, “Salto”, etc.
Hegel
también enseñó que los opuestos no son absolutos sino relativos. Que no hay
límites inseparables. Que todo es relativo. Que todo existe en conexión con los
demás; que los cambios cuantitativos pasan a cualitativos mediante el salto que
dos cosas necesarias que se excluyen y que el Devenir es el paso de la Nada al Ser.
La
Naturaleza.
Para
Hegel la naturaleza es lo secundario, derivado es del
espíritu. No se desarrolla en el tiempo sino solamente en el espacio. Se halla
condenada a la repetición de los mismos procesos en forma perpetua.
La
naturaleza es un momento de la idea.
Es lo que “es otro”. Lo que no es en sí mismo. Es un momento del Absoluto. Nos
viene caracterizado como “un ser para otro”. Un estar ahí. La idea absoluta
después de alcanzar la plenitud de su desarrollo en la esfera del pensamiento
puro se convierte en “ser otro” (naturaleza). Es un momento donde la idea “sale
fuera de sí”.
Hegel
niega la infinitud del universo y combate el atomismo. Niega la existencia de
los átomos como realidad objetiva. Se solidariza con el dogma cristiano de la
creación del mundo por Dios, a partir de la nada.
Según
Hegel, en la naturaleza no sucede nada nuevo bajo el sol. Sólo hay cambio en el
espíritu.
La
naturaleza en esencia es la totalidad
de las cosas entre las cuales sólo existen relaciones externas. No hay
desarrollo interno ni concatenación. No acepta que los animales superiores
provengan de los inferiores. No hay transformación de unos en otros, son
engendrados por la idea absoluta. La naturaleza es el reflejo del pensamiento o
del concepto. Es una alteridad. Es un grado inferior de revelación de la idea
absoluta. Adquiere una encarnación en el hombre y en la sociedad. Carece de
vida y desarrollo.
En la Filosofía de la Naturaleza,
Hegel considera los siguientes aspectos:
La Mecánica. Donde trata del espacio y del
tiempo; de la materia y el movimiento, de la mecánica finita. Del mecanismo.
La Física. Donde se ocupa de la física de la
individualidad en general, en particular y de la individualidad total
La Orgánica. Donde aborda la naturaleza
geológica, vegetal y animal.
La Materia.
Para Hegel la materia es algo
inerte. Es una realidad fraccionada, aislada. Una
autobiografía del espíritu.
Hegel no muestra ningún
interés por la investigación del mundo material, tampoco le atraen las
doctrinas evolucionistas.
El
Movimiento.
Para Hegel la esencia del
movimiento es la unidad del espacio y tiempo. Materia y movimiento son
inseparables.
Espacio
y Tiempo.
Tiempo y espacio son formas
de existencia de la materia. No hay tiempo y espacio vacíos.
El Tiempo es el ser que
mientras es, no es; y
mientras no es, es. El
Devenir. El espacio es la universalidad abstracta.
La Sociedad.
Plantea la evolución de la
humanidad de la siguiente manera:
Aparición de los pueblos
orientales. Significó
la niñez de la humanidad. Predomina un régimen patriarcal. El único hombre
realmente libre en estos pueblos es el déspota.
Los pueblos helenos. Equivalen a la mocedad. En
este estadio sólo los ciudadanos son libres. El resto es esclavo. Pero ya hay
un concepto de libertad.
Los pueblos latinos. Es la etapa viril de la
humanidad. Aquí se plasma el Imperio Romano. Se extienden los derechos.
Los pueblos germánicos. Representan la ancianidad.
Aquí impera el progreso. Todos los hombres alcanzan la libertad.
Hegel ve pues en la historia
el progreso de la libertad. Dice que la Historia Universal
va de Oriente a Occidente y que si Asia es el principio, Europa es el término.
Los demás núcleos humanos conformados por esclavos no son pueblos históricos.
La historia del mundo es una
sucesión de formas estatales que constituyen momentos de un devenir absoluto.
El fin de la historia del mundo es que el espíritu alcance el saber de lo que
es él verdaderamente.
La historia es la evolución
del espíritu objetivo en su proceso hacia la conciencia de su propia libertad.
En la Historia
no hay ningún debe ser, ningún utopismo, porque los momentos de un espíritu
subjetivo son los momentos internos de su realidad racional. El espíritu
singular de un pueblo puede desaparecer, lo que no desaparece es el universal.
Cada individuo es hijo de su pueblo en un momento determinado, de “ese pueblo”.
Nadie puede saltar por encima del espíritu de su pueblo. La tradición no sólo
consiste en conservar, radica también en ver el progreso. La tradición
encuentra sus hombres en los héroes, que son los videntes, los que expresan que
la hora ya ha sonado. Los demás deben obedecerlo. Nada grande ha sido llevado a
cabo en el mundo sin pasión. Los hombres llevan a efecto lo que a ellos les
interesa.
Refiriéndose a la estructura
social, Hegel precisa la existencia de dos estamentos:
Campesino. Conformado por
agricultores.
Industrial. Formado por artesanos y
mercaderes.
En la concepción de Hegel el
proletariado no existe como estamento. Por eso le da el nombre de “populacho”.
Hegel condena la iniciativa revolucionaria de estas capas bajas y niega al
pueblo su condición de soberano. Califica al pueblo de “masa informe”.
Idealiza, en cambio, la dictadura de clase. Es chauvinista y ensalza el
encumbramiento de los pueblos germanos.
No obstante lo dicho, combate
la paz eterna. Es partidario de la guerra, pues gracias a ella los pueblos se
salvan de la podredumbre y conservan una salud pública. En este sentido se
muestra congruente con su principio dialéctico que afirmaba: “Todo lo que existe, merece perecer”
Teoría
del Conocimiento.
Para Hegel, el conocimiento es un proceso histórico
en virtud del cual la verdad no está
dada para siempre, sino que también se desarrolla, cambia. La verdad no es una
colección de tesis dogmáticas y fijas; la verdad reside en el proceso mismo del
conocer en la larga trayectoria de la ciencia desde sus fases inferiores.
Para Hegel, el conocimiento
no es la averiguación de lo que existe fuera de nosotros, es decir, fuera del
pensamiento; es más bien la averiguación o toma de conciencia del pensamiento.
El conocimiento entendido así, es la
autoconciencia del espíritu.
Nuestro conocimiento no capta
de pronto las bases profundas de la esencia interna de las cosas y procesos. La
investigación del conocimiento es posible sólo dentro del proceso del
conocimiento.
Hegel niega la veracidad del conocimiento sensible y dice que el espíritu lógico (racional) es la
fuente del conocimiento. Como
se ve, Hegel no establece la unidad dialéctica de lo racional y lo empírico. Es
que, cuando habla Hegel del movimiento de los conceptos, prescinde del mundo
real.
Criticando a Kant por haber
establecido “la cosa en sí” como distinta de los fenómenos, dice que esta cosa en sí está relacionada con
el ser como lo esencial.
Hegel reduce la historia real
a la historia del conocimiento. Tocando el problema de la verdad señala que
la verdad abstracta no existe. La verdad es siempre concreta. Es un proceso
histórico, que cambia constantemente.
La Lógica.
Para Hegel, la lógica ha de
atenderse como el sistema de la razón pura, como el reino del puro pensamiento.
Este reino es la verdad.
Según Hegel, el contenido de la Lógica es la exposición de
Dios (tal como es en su esencia eterna antes de la creación de la naturaleza y
de ningún espíritu finito). Tiene la misión de indagar las leyes más generales
del desarrollo del conocimiento. La
Lógica es la doctrina de la esencia de todas las cosas. Se
ocupa de lo que es la realidad, de la transformación de la cantidad en calidad,
de la correlación de las categorías filosóficas y de la naturaleza de los
procesos.
La
Lógica
de Hegel tiene carácter idealista porque identifica las leyes de la naturaleza con las leyes de la lógica del
pensamiento.
La
Lógica,
según el filósofo, es la ciencia de
la idea, del ser en sí y por sí mismo. La Lógica estudia la primera
fase del despliegue de la idea, la cual se despliega como ser, esencia y
concepto.
La
Lógica
se identifica como Ontología Real (ontos) y Racional (logos).
Es una dialéctica del ser.
El objeto de la Lógica es la Idea Absoluta. La
idea absoluta se encuentra al margen del hombre, en la esfera del cielo.
Refiriéndose al tema del SER,
Hegel aclara que la
Filosofía comienza con el Ser. Pero el Ser es la noción más universal y al mismo
tiempo lo más indeterminado. El ser se convierte así en La
Nada. Por ser
un concepto inmediato está libre de toda determinación. NO es esto o lo otro. Es una vaciedad, sino no sería ser puro. En consecuencia,
cuando se precisa el Ser, no se precisa nada. De ser somos arrojados a La Nada. ¿Y qué es la Nada? También perfecta
vaciedad, ausencia de determinación y contenido, incapacidad de ser.
Intuir la nada es el puro
intuir, el puro pensar. Es lo mismo intuir la nada que intuir el ser. El ser
puro y la nada pura es lo mismo. Pero no podemos permanecer en ninguno de los
dos. Hay que tramontar. El paso de la
Nada al Ser se llama DEVENIR.
En cada estadio está la
verdad del anterior y la suya está en la siguiente. Así la verdad del ser está
en la nada y la de la nada está en el Devenir. Si el ser es siempre ser y la
nada es siempre nada, no hay devenir.
Definiendo lo que es el pensamiento dice que el
pensamiento humano no es más que una manifestación del pensamiento absoluto,
que existe fuera del hombre (Dios). El pensamiento no sólo es actividad
subjetiva humana, sino también esencia objetiva independiente del hombre, la
primera fuente de todo cuanto existe.
El pensamiento es una forma
superior de conocimiento del mundo exterior.
No se puede percibir lo que
no existe. El pensamiento se funda en los datos de la experiencia sensorial y
no se puede prescindir de ésta. El pensamiento no está estático, sino pasa por
peldaños a otros más elevados.
En resumen, la Lógica no es sólo la
ciencia de las formas del pensamiento, sino de las leyes del desarrollo de las
cosas materiales, naturales y espirituales, es decir, del desarrollo de todo el
contenido concreto del mundo y de su cognición, o sea la suma total, la
conclusión del conocimiento del mundo.
Tocando el problema de las categorías, Hegel dice que
en un concepto no está sólo lo general, sino también lo particular y lo
individual. Dice también que el fenómeno es tan objetivo como la esencia.
Finalmente plantea la unidad de lo lógico y lo histórico.
La Política.
Para Hegel, el Estado es una
forma plena del espíritu objetivo. Es el aspecto más desarrollado de la
realidad orgánica, es una creación de la razón. Representa la racionalidad más
elevada que pueda esperarse de la vida social.
Sólo en el seno del Estado
alcanza la libertad su más alta expresión. Sólo el Estado puede garantizarla y
darle sentido auténtico. Es pues la libertad objetiva. No es un mero proyecto
del individuo como tal, de su libertad subjetiva; es la verdadera síntesis de
la oposición entre familia y sociedad civil.
Sólo en el Estado el hombre
tienen existencia racional.
La forma de gobierno que
propicia Hegel es la de una monarquía
limitada por una Constitución. Por eso la monarquía constitucional le parece la
cumbre del progreso social. Se pronuncia, en consecuencia, contra el gobierno
representativo. La existencia de un parlamento de la imagen de que el pueblo
está dividido entre el Estado y el Parlamento. En cambio, el absolutismo es la condición
óptima de la construcción y perennidad del Estado.
Un gran acierto de Hegel,
estriba en el hecho de estimar que el proceso histórico está sometido o sujeto a Leyes. Aunque, como bien dicen los críticos, Hegel
otorga un ropaje místico o teológico a sus afirmaciones. Por ejemplo, hablando
del Estado, dice que es la realización suprema de la libertad, la marcha de
Dios sobre la tierra. Incluso, explicando lo que es la Historia, asevera que es
la realización de un plan divino, “una revelación de Dios”.
Fiel a su rechazo a las
formas democráticas de vida, Hegel no ampara los derechos humanos en general,
antes bien, planteó formas corporativas al solicitar el entendimiento entre
empresarios y obreros. Concede al monarca facultades casi divinas, aunque dice
estar frenado por una Constitución.
El
Derecho.
Según Hegel el Derecho es la
realización y el ser de la libertad. Se contrapone en este sentido, a la
arbitrariedad feudal. Su expresión más importante es la existencia de la
propiedad privada, que es la consecuencia necesaria y sustancia de la libertad.
Pero cuando Hegel se ocupa de la libertad, está circunscribiéndose únicamente a
la libertad del espíritu, del
pensamiento. No distingue por otra parte, el carácter clasista del Derecho. No
vincula las clases sociales con la situación económica. Todo lo deduce de la
conciencia. Según Hegel, mientras no se logre la libertad universal no hay por
que abolir la propiedad feudal, ni los estamentos, ni la monarquía; basta con
liquidar la servidumbre.
Hegel cree que el individuo
permanece en la condición de esclavo, no por el sistema de relaciones sociales
de producción en que está envuelto, sino porque no ha madurado su conciencia de libertad.
Distingue tres facetas en el
Derecho: el Derecho abstracto, que se resume en la propiedad. La Moralidad, donde prima
la voluntad subjetiva y la Eticidad.
La Etica.
En Hegel, la moralidad es
interpretada de modo idealista, como interioridad y fuerza propulsora no sólo
de las relaciones jurídicas sino también de las materiales y políticas.
Hegel dice que el hombre sólo
permanece puro mientras no actúa. Al actuar debe aceptar la mancha y el
contacto con el mundo.
Arte.
El arte es la manifestación
sensible de lo absoluto. Es al mismo tiempo expresión y revelación de lo divino. En este caso la idea
absoluta es intuida.
Lo bello es la manifestación de lo absoluto y es anterior a la
naturaleza. La belleza verdadera es lo
bello artístico ideal. La belleza absoluta se consigue depurando
todo lo que tienen de material. El ideal de la belleza es el arte.
Según Hegel el arte ha
evolucionado por las siguientes fases:
Fase Simbólica. Donde todavía hay
desequilibrio entre forma y contenido. La idea se apropia de la forma. Es
propia de los pueblos orientales. La Arquitectura
es su mejor expresión.
Fase Clásica. Hay conformidad entre la Idea y su manifestación
sensible. Su mejor manifestación es la Escultura. Predomina la figura humana. Aquí se halla el arte griego que buscó la armonía entre forma y contenido.
Fase Romántica o Cristiana. Logra unidad entre la
naturaleza divida y la humana. El contenido no está dado por la forma humana,
sino por la interioridad. La belleza
no es corporal sino espiritual. Se manifiesta en la Pintura,
La Música y la Poesía. Mientras
la pintura fue cultivada por los románticos,
la poesia fue el planto fuerte de los germanos.
Religión.
En el fenómeno religioso, la
sustancia universal se realiza en la conciencia individual. Se produce una
religión absoluta cuando el
espíritu se presenta como religión revelada.
Hegel, como opuesto al materialismo,
es defensor de la teología y el misticismo. Dice que, en la religión, la
conciencia es penetrada por Dios. Dios es la conciencia humana.
Señala que la religión ha
recorrido también por varios estadios:
Religiones
naturalistas. Son las que se
dieron en pueblos orientales. En esta fase, la conciencia no reconoce al
espíritu, sino sumergido en la naturaleza. Hay una mezcla de magia.
Religiones
de Tránsito de la sustancia a la
individualidad. Aquí hay un dios acósmico.
Lo practicaron los judíos.
Religiones
de predominio de individualidad
espiritual. Lo tuvieron Grecia y Roma.
Religiones
de espiritualidad absoluta.
Aquí se plasma la unidad de lo divino y lo humano. La tienen los cristianos.
Juicio
Crítico.
Su método dialéctico
(revolucionario) entra en contradicción con su sistema (conservador). Hegel se
inclinó más a su sistema.
Al identificar Ser y Pensar,
fusiona incorrectamente lo objetivo y lo subjetivo, la causa y el efecto, la
materia y la forma.
Su concepción dialéctica se
encuentra gravemente empañada, al sostener que “la naturaleza no se
desarrolla”. Aquí se torna metafísico.
Acepta el stablischment y lo justifica.
Diviniza el Estado y expresa prejuicios nacionalistas y racistas.
El estado es colocado en la
base de la sociedad y no en la superestructura.
LUDWING
FEUERBACH
(1804
– 1872)
Extracción
y posición de clase.
Hijo de un notable abogado
criminalistica, Ludwing Feuerbach, nació en medio de una familia burguesa de
Alemania y a los 19 años, ya lo encontramos estudiando Teología. Al año
siguiente, en 1824, se enrumbó en los estudios filosóficos, llegando a ser un
excelente discípulo de Hegel hasta los 24 años, edad en que empieza a discrepar
de su maestro y abandona el idealismo objetivo, para tornarse en hegeliano de
“izquierda”, asumiendo las posiciones de los demócratas de su país. A los 25
años, hallábase ya desempeñando la función de docente privado y en
circunstancias que se desenvolvía con éxito en la Cátedra, es expulsado de
las aulas, al año siguiente, por escribir su obra: Pensamientos sobre la muerte y la inmortalidad (1830) donde
se advierte su clara oposición y rechazo a la superestructura religiosa.
Señalado como ateo, es retirado del claustro universitario, para después
confinarse en una modesta aldea, por espacio de más de 25 años, perdiendo todo
vínculo con el desarrollo de la cultura germana y las ciencias de su tiempo.
Contrae matrimonio a los 33
años y dos años más tarde publica: Crítica
de La Filosofía
de Hegel (1839), a partir de cuyo trabajo se hace ostensible su viraje
hacia los predios del materialismo. A los 41 años se hace comunista y desde los
45, se entrega de lleno a una producción teórica. A los 60 años estudia Darwin,
Leyell, Humboltd, Marx y Proudhon; lee el Capital y lo interpreta; a los 66
ingresa al Partido Social Demócrata. Fruto de sus investigaciones vienen a ser
sus libros: Tesis Provisionales para la Reforma de la Filosofía
(1843); Principios de la Filosofía del Porvenir
(1844); Esencia del Cristianismo
(1841); Esencia de la Religión (1845) y
otra más, siendo la última: Espiritualismo
y Materialismo (1866).
Este filósofo que recorrió
del hegelianismo al materialismo, no aceptó sin embargo, la doctrina marxista,
a pesar de su militancia en la social democracia; tampoco llegó a comprender
los alcances de la revolución de 1848. Su
papel se contrajo a lo sumo, a ser el ideólogo de la burguesía
democrática alemana y ser el joven y mentor de los sectores más radicalizados
en esa clase social. Ideológicamente está considerado como el más brillante
crítico de la filosofía idealista. Su obra Esencia
del Cristianismo, admirada por Engels, causó gran revuelo y tormenta en
las capas dominantes, lo que determinó la confiscación de sus libros De ahí que
Feuerbach esté considerado como un eximio enciclopedista, aun cuando no llegó a
valorar la esencia dialéctica del pensamiento hegeliano.
Su
postura filosófica.
En su obra: Tesis provisionales para la reforma de
la filosofía (48) encontramos la siguiente reflexión de Feuerbach:
“El comienzo de la filosofía
no es Dios, no es lo absoluto, no es el ser como predicado de lo
absoluto o de la idea – el comienzo de la filosofía es lo finito, lo
determinado, lo real…”.
En efecto, refutando las
tesis hegelianas, Feuerbach nos dice que la filosofía es la ciencia de la
realidad en su verdad y totalidad. Sometiendo a dura crítica el carácter
idealista de la filosofía hegeliana, proclama y defiende el materialismo, aun cuando
prefiere no utilizar tal denominación para confundirse con los materialistas
“vulgares” que por entonces hacían irresponsablemente gala de sapiencia.
A pesar de que usa un
vocabulario hegeliano, Feuerbach organiza su filosofía con el aporte de las
ciencias naturales, de la
Fisiología y la
Anatomía, señala con precisión que la Filosofía parte de los
datos sensibles, de la naturaleza. Se propone así emancipar a la humanidad de
la pesadilla religiosa, indicando que lo único inmortal son las obras de la
razón humana.
Feuerbach reduce lo
sobrenatural a lo natural; lo fantástico a lo real; lo suprasensible a lo
sensible, planteando la unidad de lo espiritual y lo corpóreo, lo subjetivo y
lo objetivo, lo psíquico y lo físico, el pensamiento y el ser. Califica a la
filosofía de Hegel como una “Teología Racionalizada”, de índole especulativa,
que abre camino al panteísmo. Expresa que una nueva filosofía debe estar exenta
de escolasticismo y cristianismo, porque lo único que ha conseguido Hegel es
tornar la esencia humana en “autoconciencia”, en vez de colocar en primer plano
la esencia del hombre como objeto único, universal y supremo de la filosofía.
Por eso, según Feuerbach la filosofía tiene que ser antropológica. La
Verdad no está en el idealismo ni en el materialismo, sino en
la Antropología. La
naturaleza y el hombre es el verdadero objeto de la filosofía. La filosofía
está llamada a hacer en la tierra lo que la religión promete en un “mas alla”
que no existe. Según él, el derrumbamiento de la religión traerá el hundimiento
de la filosofía idealista. Lo infinito tendrá que ser pensado a través de lo
finito.
Pulverizando la petulancia de
Hegel de considerar su filosofía como el punto más elevado del razonamiento
humano, aduce que no es cierto que una persona podía encarnar el final de la
actividad reflexiva. De ser así, con la excelente producción de un filósofo
terminaría la actividad filosófica; o con una imponente obra artística,
concluiría la producción estética. El pensamiento no puede detenerse con Hegel.
Le corresponde pues a
Feuerbach haber restaurado las tradiciones materialistas de los filósofos del
Siglo XVII y XVIII, propiciando el entendimiento de la Filosofía con las
ciencias naturales, con lo que contribuyó enormemente a sentar las bases de lo
que sería más tarde el marxismo; pero su materialismo aun cuando fue elevado a
un grado alto, es inconsecuente porque no lo llevó hasta el final. En todo
caso, su materialismo se detuvo en las Ciencias Naturales, pero no llegó al
terreno social y pensamental, de ahí que se le haya calificado de “materialista
por abajo” e “idealista por arriba”. Por otro lado, Feuerbach no comprendió la
dialéctica hegeliana, es decir, el lado revolucionario de éste pensador. Para
Feuerbach la existencia de contradicciones no son signos de desarrollo; al
contrario son un freno para el avance. Según el filósofo, la Filosofía sólo sirve
para “explicar el mundo”, pero no
para transformar la realidad. La Filosofía apenas proporciona la conciencia de las
posibilidades reales de lograr la felicidad humana.
Sin embargo, el haber
colocado la incredulidad en lugar de la fe; el haber reemplazado la Biblia por la razón; el
haber puesto la política en vez de la Iglesia, la tierra en lugar de los cielos y el
trabajo en lugar de las oraciones, sitúa a Feuerbach como un inmejorable
precursor de la filosofía científica.
La Metodología.
En el pensamiento
feuerbachiano hay la necesidad de emplear el método antropológico, que
consiste en tomar al hombre como punto de partida para el análisis de la
realidad circundante. El antropologismo para él, es un intento de
interpretación materialista, inclusive de la religión. Los fenómenos religiosos
son llevados a su vez a un análisis psicológico.
La Naturaleza.
En las palabras del propio
Feuerbach (49):
“Entiendo por naturaleza el conjunto de todas las
fuerzas, cosas y seres sensibles que el hombre distingue de si mismo como no
humanas… naturaleza es todo lo que, prescindiendo de las insinuaciones sobre
naturales de la fe teísta, se revela al hombre directamente, de modo sensible,
como el fundamento y objeto de su vida. Naturaleza es luz, electricidad,
magnetismo, aire, agua, fuego, tierra, animal, planta, hombre, en la medida en
que es un ser que actúa involuntaria e inconscientemente; nada mas, nada místico, nada nebuloso, nada
teológico. Naturaleza es… todo lo que vemos y que no proviene de la mano ni del
pensamiento del hombre… La naturaleza no tiene principio ni fin”.
Como se ve, para Feuerbach la
naturaleza es la realidad primaria, la única realidad. No hay un mundo superior
ni inferior a ella. Ser, Naturaleza, Materia y Realidad son designaciones
idénticas. La naturaleza es la base del hombre. El hombre es producto de la
naturaleza. Ella existe desde toda la eternidad. Espacio y tiempo no se
conciben sin ella o fuera de ella. En la naturaleza no hay comienzo ni fin.
Todo en ella se halla sujeto a acción mutua. Todo es efecto y causa. No hay
nada ultraterreno. Todo lo viviente surgió de lo no viviente. La naturaleza es
corpórea, material y sensible, no tiene creador, es eterna e infinita; fuera de
ella no se concibe al hombre. Si la naturaleza es lo primario, la conciencia es
lo secundario. La vida misma no es sino resultado de procesos químicos, surgió
a determinada temperatura y con determinadas condiciones de agua, de aire y de
tierra. La naturaleza es independiente de toda conciencia y de toda Filosofía.
La Materia.
La materia es la sustancia
única y verdadera que engendra al hombre. Concibe la materia como lo que se
mueve en le espacio y el tiempo.
Si no existiera la materia,
la razón no tendría un estímulo ni material para construir su pensamiento.
Sería un pensamiento sin contenido. Fuera del tiempo y el espacio no hay
materia.
Como se ve no da una
definición sintética de materia. La identifica con cosas concretas. Pero al
referirse a las cosas, también dice que no son “complejo de sensaciones” como
sostenía Berkeley, sino realidades objetivas.
De su materialismo, se ha
dicho que, tiene un carácter metafísico y por tal motivo no puede resolver
acertadamente el problema de la relación de la materia como concepto general,
con las cosas singulares.
El
Hombre.
La
Filosofía
de Feuerbach en cierto modo es un culto a la humanidad. Dice que el hombre es
un ser físico que ocupa determinado espacio, vive en el tiempo, está dotado de
un cuerpo y de un cerebro que piensa, es un ser que es objeto para otros. El
hombre no es como quieren los teólogos, un ser incorpóreo puramente espiritual.
El hombre es la unidad de la
naturaleza y del espíritu, del objeto y del sujeto. La esencia del hombre es la
razón, la voluntad, el corazón. El hombre es esencia y sensibilidad. Es un ser
natural y real. Se diferencia de los otros seres porque es capaz de pensar en
seres infinitos.
Feuerbach se pronuncia contra
el dualismo-alma-cuerpo de Descartes.
Dice que sólo teóricamente
puede concebirse el espíritu separadamente del cuerpo. El espíritu se halla
unido al cuerpo y depende de él. De ahí el gran precepto: El Ser es el sujeto; el pensar es el predicado.
Teoría
del Conocimiento.
Afiliándose al empirismo siguió una dirección sensualista. Pero aclara que la
razón debe ordenar lo que la sensibilidad ofrece. Sin la razón no hay
conocimiento. Y sin la sensibilidad no hay posibilidad de alcanzar el menor
saber verdadero.
Todo lo sensorial es
perceptible. Son los objetos los que actúan sobre los órganos sensoriales
humanos.
Acepta la cognoscibilidad
objetiva y dice que las leyes de la realidad son también leyes del pensamiento.
La sensación es subjetiva,
pero la causa que lo origina es objetiva. El hombre posee los sentidos necesarios para
percibir el mundo en su integridad y en su conjunto. El conocimiento va del
objeto a las sensaciones y de éstas al pensamiento. El pensamiento percibe lo
múltiple, mientras que la sensación es la percepción de lo singular. Por ello el conocimiento empírico es limitado.
Se reduce a captar fenómenos sueltos.
De donde se desprende que es
necesario el pensamiento teórico. Mientras los sentidos dividen, la razón
unifica.
Ha diferencia entre la
percepción animal y la percepción humana. El hombre, gracias al pensamiento conoce lo que ya no existe (el
pasado) y lo que todavía no existe
(el futuro).
Feuerbach critica al
Agnosticismo por abrir un abismo infranqueable entre el mundo fenoménico y el
mundo en sí. Pero su Gnoseología tiene la limitación de no reconocer la
importancia de la practica social.
Movimiento,
Espacio y Tiempo.
El espacio y el tiempo son
formas de existencia de todo ser. El tiempo supone al movimiento. Todo es espacial
y temporal. Espacio y tiempo son condiciones fundamentales.
Política.
Formula un pacífico progreso
de la sociedad sobre la base de la instrucción. No comparte con las revueltas
que producen las masas. Antes bien, estimula el progreso de la industria y la
técnica (50).
Es del parecer porque todos
deben poseer propiedad.
Su forma de gobierno
preferida es la republicana democrática-burguesa.
Moral.
Como bien dice Engels en Ludwing Feuerbach y el Fin de la Filosofía Clásica
Alemana (1):
“Donde el verdadero idealismo
de Feuerbach se pone de manifiesto, es en su filosofía de la religión y en su
ética. Feuerbach no pretende, en modo alguno, acabar con la religión; lo que él
quiere es perfeccionarla… a la teoría moral de Feuerbach le pasa lo que a todas
sus predecesoras. Está calculada para todos los tiempos, todos los pueblos y
todas las circunstancias; razón por la cual no es aplicable nunca ni en parte
alguna, resultando tan impotente frente a la realidad como el imperativo
categórico de Kant. La verdad es que cada clase y hasta cada profesión tienen
su moral propia, que viola siempre que puede hacerlo impunemente…”
Efectivamente, la moral que
propicia Feuerbach ha sido calificada de abstracta
y extrahistórica, formula una misma medida para todos los modos
de producción y todas las épocas. Y de otro lado, reemplaza las fuerzas
motrices de la historia por los sentimientos y las posiciones, es decir por
algo que no es material. He aquí su idealismo. Y por ello piensa que los males
sociales pueden eliminarse mediante el amor entre el Tú y el Yo. Esto quiere
decir que para Feuerbach la desigualdad social es una derivación de la
naturaleza humana. Su moral se basa en el amor de hombre a hombre. El amor es
considerado como la esencia y el fin de la vida humana.
El carácter de su moral, sin
embargo tiene base sensorial, cuando dice que donde no hay sensación no hay
diferencia entre la felicidad y la desgracia, entre alegría y dolor, entre el
bien y el mal. El hombre no actúa como pensaba Kant de acuerdo al imperativo
categórico, sino de conformidad con lo dictado por la sensibilidad.
Hablando de la libertad menciona que la
voluntad no es libre. La verdadera libertad es imposible fuera del espacio y
del tiempo. Sólo la libertad sensorial es la verdadera libertad espiritual. Así
el deseo de felicidad queda
enlazada la libertad con la necesidad. ¿Cuándo actúa el hombre libremente? Solo
cuando actúa por necesidad. El hombre es libre donde tiene campo para
satisfacer sus necesidades, así como el pez es libre en el agua o los pájaros en el aire. En el
aire libre se piensa mejor; el techo bajo oprime. De ahí que en el palacio se
piense distinto que en la choza.
Feuerbach no es partidario
tampoco del imperativo categórico a priori.
Religión.
Mientras la Teología sostiene que
“Dios crea al hombre a su imagen y semejanza”, Feuerbach fundamenta que “el
hombre crea a Dios a su imagen y semejanza” y lo crea de acuerdo a sus
necesidades, deseos y angustias. Para Feuerbach Dios es el principio imaginado,
fantástico, de la realización total de las voluntades y deseos humanos. Es el
ser al que nada es imposible. Dios es así una mera ficción, una ilusión. Dios
nace entre los dolores del hombre. Dios es lo que el hombre querría ser. No hay
ningún atributo en Dios que no sea específicamente humano. El hombre
personificado en Dios contempla su propia imagen, su propia creación. El hombre
se duplica y contempla su propia
esencia en la imagen de Dios.
El hombre cree en un ser
perfecto porque el mismo quiere ser perfecto; cree en su ser inmortal porque el
mismo se resiste a morir.
Atribuye el origen de la
religión a las necesidades terrenales del hombre. Surge por miedo a fuerzas y
fenómenos incomprensibles de la naturaleza. Los dioses emergieron de la
debilidad, de la impotencia del hombre frente a los fenómenos del exterior.
Dios aparece allí donde reina la miseria, el mal, las contradicciones,
calamidades. Entonces es una especie de consuelo, aunque lo cierto es que no es
ninguna consolación, porque en su mensaje el cristianismo enseña a soportar con
mansedumbre no sólo los padecimientos propios sino también los ajenos.
Una vez aparecida la religión
las castas gobernantes se valieron de esta ideología para someter al pueblo.
Declarándose ateo y
proclamando la inexistencia de Dios, Feuerbach concluye que el verdadero
creador de la religión cristiana también es el hombre. Y declarándose
reformador de la religión señala que el ateismo
es también una religión sin Dios. Reflexionando sobre el sentido del concepto
de religión (religare = unir), dice que la verdadera religión está en el amor
de los seres entre si.
Juicio
Crítico.
Cuando estudia al hombre, lo
hace bajo el prisma natural y biológico, sin encuadrarlo dentro de un sistema
de relaciones sociales.
Desemboca en antropologismo cuando pretende estatuir la Antropología como la
ciencia básica y universal.
No pudo entender ni descubrir
el meollo racional de la dialéctica hegeliana. Está más atrasado que Hegel en
materia de dialéctica.
No comprendió el carácter
transitorio de la religión ni propuso formas concretas de superarla.
Cree que la emancipación de
los hombres esclavizados y en estado de servidumbre tendrá lugar a base de
“amor”.
No estudió la actividad
práctica de los hombres ni el papel de la lucha de clases en la transformación
social.
Su materialismo es limitado,
se detiene en la concepción metafísica. Ha sido calificado de contemplativo.
No advierte que la
transformación de la base, transforma a su vez la superestructura.
Cree que los períodos de la
historia tienen lugar en función de los cambios de religión y no de los modos
de producción.
AUGUSTO
COMTE
(1798
– 1857)
Extracción y
posición de clase.
Descendiente de una familia
católica, monárquica y conservadora, Augusto Comte tuvo, aunque su padre fue
funcionario, una vida azarosa económicamente. A los 13 años se le encuentra en
un Liceo místico, pero casi inmediatamente pierde la fe y por el contrario,
mostrando gran precocidad, desde los 16 años se pone a enseñar matemáticas y después
escribe algunos opúsculos. Su juventud transcurre sostenida por unos amigos y
partidarios, a la par que se sirve del dictado de unas clases. Al producirse el
movimiento de restauración, es perseguido por tener opiniones adversas y su
situación queda agravada cuando termina enloqueciendo e internado en un
manicomio, de cuya enfermedad pudo más bien recuperarse. Superando el percance
es invitado a regentar una cátedra y llega a ser secretario de Saint Simon. Es
la ocasión en que escribe su obra cimera: Curso
de Filosofía Positiva (1830 – 42) de seis volúmenes, donde nos presenta
la fórmula trimembre de la evolución de la humanidad. Otros trabajos suyos son:
Considerados Filosóficas Sobre la Ciencia y los Científicos
(1825); Consideraciones Sobre el
Poder Espiritual (1826); Sistema
de Política Positiva o Tratado de Sociología que Instituye la Religión de la Humanidad
(1851-54); Llamada a los Conservadores
(1855); Síntesis Subjetiva o Síntesis
Universal de las Concepciones Propias de la Humanidad (Parte I), Sistema de Lógica Positiva o Tratado de Filosofía Matemática
(1856). Pero indudablemente la que le costó harto trabajo al extremo de
enajenarlo mentalmente es el Curso.
A Comte corresponde el mérito
de haber estructurado una Filosofía adecuada a los intereses de la burguesía
triunfante en Francia: El
Positivismo, doctrina que en un comienzo guardó distancia de la Iglesia y se entroncó
fuertemente al cientismo, teniendo como divulgadores a Littré, Laffite, Taine,
Renán, Robot y otros; pero que después tuvo que reconciliarse con la Iglesia, cuando el
capitalismo se torna monopólico, en cuyo estadio ya tendrá otro mentor: Herbert
Spencer. Ese es el motivo por el cual Comte tiene ideas opuestas a los afanes
de la clase obrera (52).
Su
postura filosófica.
Para Augusto Comte, la
filosofía no tiene un campo específico de investigación. Es apenas un resumen
general de los resultados obtenidos por las ciencias particulares. Su grave
defecto reside en haberse contraído a problemas eminentemente especulativos, es
decir a la búsqueda de “esencias”, convirtiéndose así en Metafísica. En todo
caso, sus conclusiones, sólo se tornaron en tesis provisionales. En sus indagaciones actuó con prescindencia
de la ciencia.
El
Positivismo.
Frente a esas carencias,
Comte invita a retornar al terreno de la ciencia porque el verdadero filósofo
tiene que estar convencido de que lo único que puede y merece ser investigado,
es lo positivo, es decir, los hechos, el dato, para lo cual habrá de considerarse también las
relaciones, circunstancias, antecedentes, consecuentes, concomitancias de los
fenómenos, aplicando los métodos generales y especiales, pero sin tomar
posición negativa ni positiva respecto de los temas metafísicos. La metafísica
no puede tener pretensión científica. La Filosofía del dato, en cambio, atiende a
lo que está puesto o dado. Es una reflexión sobre la ciencia, es una teoría de
la ciencia y de la verdad. Es histórica y relativa.
Con el nombre de Filosofía Positiva designa Comte un sistema de conocimientos que
según él contiene las siguientes características:
Es real porque se opone a lo quimérico;
Es útil porque se opone a la energía mal empleada;
Es cierto porque se opone a lo que está dudoso;
Es preciso porque se opone a lo vago o confuso;
Es orgánico porque se opone a lo negativo o anárquico;
Es relativo porque se opone a las conclusiones absolutas;
Es empirista porque admite que la única fuente del conocimiento
es la expresión sensible externa.
Comte organiza su filosofía,
alimentándose de los aportes de Hume, Kant y de los pensadores de la Ilustración.
La Metodología.
Comte cree que la cultura
occidental ha estado desprovista de un espíritu positivista. Le ha faltado
penetración de la totalidad de la cultura occidental y esto ha producido una
crisis política y moral en la sociedad contemporánea. Para solucionar esta
deficiencia, propone también un método
positivo, que se orienta a la reforma de la sociedad, del saber y de los propios métodos científicos de
investigación. Este método obliga distinguir los períodos del conocimiento
humano, que según Comte son tres, a saber (53):
El Estadio Religioso o
Teológico. Es
el primer peldaño de la humanidad, es un estadio provisional y previo que
prácticamente es la infancia de la sociedad. En esta fase predominó lo ficticio, el hombre hizo uso
de su imaginación y no de su razón. Las explicaciones estuvieron revestidas de
un aspecto mítico y habla de seres fantásticos. Es el momento en el cual hay un
espacio para Dios, para potencias divinas y demoníacas, para seres sobrenaturales.
Es el instante también en que la humanidad tiene por conductores a monarcas que
ejercen autoridad ilimitada; hay un poder teocrático-monárquico y militar.
Este período a su vez, se
desenvolvió por otros tres subperíodos:
Fetichismo. Donde se llega personificar a
las cosas dándole un poder mágico.
Politeísmo. Donde la animación se retira
de las cosas y se atribuye divinidad a los ríos, bosques, mares, cordilleras.
Monoteísmo. Que es una etapa donde los
poderes divinos se concentran en uno solo: Dios.
El Estadio Metafísico o
Intermedio. Es
una especie de pubertad del espíritu humano (etapa pre-viril), fase intermedia
entre lo teológico y lo positivo, período esencialmente crítico y de
transición, donde continua el predominio de la imaginación sobre la razón. En
esta época la naturaleza absorbe todas las entidades diversas y predomina lo abstracto. No obstante ello
hay un progreso en el conocimiento humano, porque el hombre ya no da explicaciones sobrenaturales sino naturales,
no se ocupa ya de la trascendencia, sino de la inmanencia, aunque persiste en
la búsqueda de conocimientos absolutos. El investigador sigue acudiendo a entes
abstractos, a fuerzas inmanentes, misteriosas. Es la fase en que el hombre
pregunta por las “primeras causas”, “primeros principios”, “la esencia de las
esencias”, la “ontología”, etc. En su afán de acercar la mente a las cosas, en
su afán de explicar la naturaleza o esencia de las cosas, su origen, su
teleología, se pierde en divagaciones. En este período el concepto de Dios es
reemplazado por el de Naturaleza. Comte califica a este estadio como un estadio
crítico y negativo, dado que tambalea la
autoridad y en el hombre se imprime el egoísmo, se debilitan los vínculos
sociales; en lo político, el pueblo pretende sustituir la monarquía; hay
desorganización de los poderes temporales y espirituales; hay anarquía y
ausencia de orden. La razón crece a expensas del sentimiento. Es el instante en
que las fuerzas divinas se compendian en un
solo ser. Al darse su
personalización, al mismo tiempo se despersonaliza.
El Estado Positivo o
Científico. Es
el estadio último y definitivo donde la
imaginación queda subordinada a la observación, donde el hombre
renuncia a toda explicación tanto inmanente como trascendente para detenerse sólo en los hechos
conocidos por la observación y la experiencia. La mente del hombre renuncia a la búsqueda de lo absoluto
para atenerse a lo relativo que es la única vía accesible a la razón.
En este estadio, el hombre busca sólo los hechos y sus leyes. Ya no
está tras la búsqueda de las esencias, causas, sustancias, porque según Augusto
Comte, ha comprendido que ello es inaccesible y vano. El hombre ha entendido
que hay una imposibilidad absoluta de alcanzar nociones absolutas.
De este modo, el método positivo consiste en renunciar
a buscar el origen y destino del universo.
En el estadio positivo las
esencias son sustituidas por los hechos; las causas por las leyes, la deducación
por la comprobación experimental, la metafísica por la ciencia, lo absoluto por
lo relativo, por que el estudio de los fenómenos no es nunca absoluto. El
espíritu positivo siempre es relativo. A lo más que pueden aspirar los hombres
es a explicar la sucesión y semejanza
de los fenómenos, esto es, la explicación de los fenómenos no debe
rebasar jamás el ámbito de la experiencia.
Pero la ventaja más
importante de este estadio, es según Comte, la circunstancia de que la mente supera el divorcio de la teoría
y la práctica. Los estadios anteriores habían constituido una búsqueda
infructuosa de lo absoluto ahora, predomina
la inteligencia: la hipótesis y las hipótesis metafísicas van a ser
reemplazadas por la investigación de los fenómenos limitados a la enunciación
de sus relaciones. La ciencia positiva exige la renuncia al saber absoluto, es
decir, al materialismo y al idealismo objetivo. Ingresamos así a una fase en
que el poder espiritual pasa a manos
de los sabios y el poder temporal a manos de los industriales. Si bien
el estadio metafísico constituyó la superación del estadio teológico; ahora el
estadio positivo destruye ambos estudios anteriores, aunque puede darse el caso
de que en un mismo estadio coexistan excepcionalmente los tres estadios.
La Sociedad.
Dice que el origen de la
sociedad no es un “Contrato”, tampoco se funda en su utilidad. Para Comte, la
humanidad ha atravesado por tres etapas:
Etapa Militar. Comprende desde los inicios
hasta el Siglo XII. Es una época en que se advierte una excelente organización
de instituciones, por ejemplo, el de la Iglesia católica.
Etapa Legista. Llamada también Transitoria.
Constituye un paso a la sociedad económica donde irrumpen las clases medias. Es
un período de transición, de orden crítico, disolvente y revolucionario.
Etapa Positiva. Es la época industrial regida
por intereses económicos donde se establece un orden social. Es la etapa del
capitalismo con el cual concluye y cierra todo el desarrollo social.
De otro lado. Comte afirma
que a cada edad de la historia ha correspondido la predominancia de una
característica:
En la Edad
Antigua tuvo su hegemonía la Religión.
En la Edad
Media tuvo supremacía la Metafísica.
En la Edad
Moderna, la tienen la Ciencia.
Las condiciones de
organización de una sociedad son dos:
Las Instituciones. Que son consideraciones
objetivas tales como la existencia de la familia, de un lenguaje y de la
propiedad.
Las funciones. Que son las condiciones subjetivas donde se encuentran las fuerzas sociales, la autoridad y
la religión.
La vida en sociedad es la más
natural en el hombre. Un imperativo para toda la sociedad es “vivir para el
prójimo”. Debe haber identidad entre el deber y el amor. El deber es altruismo.
Como se ve, Augusto Comte no
percibe el desarrollo dialéctico de la sociedad. Su concepción sobre el
desarrollo es la circular. Según Comte
es inútil querer transformar revolucionariamente el orden burgués, dado que el
sistema capitalista es la cúspide de la historia.
A pesar de que Comte fue
testigo de las revoluciones de 1830 y 1848 no entendió o no quiso entender la
lucha irreconciliable entre capitalistas y obreros. Confiaba en que ambas
clases llegarían a fusionar en nombre del “amor al prójimo” y del “altruismo”.
Esperaba inútilmente que los capitalistas abandonaran su egoísmo y custodiaran
el capital social. Por ello se mostró refractario a todo movimiento
revolucionario y a toda doctrina materialista. Negó al pueblo su capacidad para
organizarse y llegar al poder. Estimó que los obreros deberían estar
subordinados siempre a los patronos. Enunció principios de solidaridad para ambas
clases en su afán de formar más tarde una sola. Estimó imposible las
transformaciones revolucionarias. De ahí que pronunció lemas que contentaron
sólo a la burguesía. Se ha dicho por ello que la doctrina de Comte a parte de
ser la más débil es al mismo tiempo la más reaccionaria.
La Sociología.
En el pensamiento de Augusto
Comte, la Sociología
es la ciencia del hombre y la sociedad. Es una interpretación de la realidad
histórica. Comte la denominó al comienzo Física
Social.
Según su creador, esta ciencia
comprende dos aspectos:
La Estática Social.Que se ocupa
del estado de equilibrio del organismo en la sociedad humana. Estudia
las condiciones necesarias para la posibilidad de la vida social en cualquier
tiempo y lugar.
La Dinámica Social.Demuestra
cómo las leyes morales influyen sobre el mundo y le dan la vuelta. Estudia la evolución de la sociedad.
Mientras la dinámica social
se plasma a través del tránsito por los tres estadios; la estática social está
totalmente subordinada a la dinámica.
La verdad Sociología es la Dinámica Social.
La ciencia de la Sociología unifica el
saber humano a través de dos vías.
La
Vía objetiva que reduce todos los hechos a una ley única: el orden.
La
Vía subjetiva que es la síntesis efectuada desde el punto de vista del
hombre.
La
Sociología
consiste en percibir el sistema general de operaciones sucesivas, filosóficas y
políticas que deben liberar a la sociedad de su fatal tendencia la disolución
inminente conducida directamente a una nueva organización más progresiva y más
sólida.
La meta de la Sociología de Comte es
sustituir los factores anárquicos del protestantismo, liberalismo, del estado
jurídico, por un mundo de factura medieval, pero sin el dogmatismo católico.
La
Sociología
de Comte se rige por una ley: la ley
del progreso. Según ésta el
progreso es indefinido. El desarrollo es necesario e irreversible. No hay
límite. Todas las esperanzas son lícitas.
Teoría
del Conocimiento.
Para Comte, al ser humano le está vedado el
descubrir las esencias. La mente humana es capaz de conocer sólo los fenómenos. Inclusive,
no le es posible descubrir todos los fenómenos.
De este modo, Comte le niega a la filosofía la
capacidad de descubrir la realidad objetiva. Se advierte la clara
influencia que recibe de los agnósticos y escépticos como Hume y Kant, postura
que después heredará a Spencer.
Comte no acepta que los
fenómenos puedan revelar la esencia. Para él, las categorías “causa”,
“esencia”, “necesidad” son supervivencias de etapas pre-científicas; por
consiguiente, no existe la causalidad.
El mundo material es una abstracción.
Toda la verdad científica es relativa e incompleta, de ahí que el estudio de
los fenómenos nos conduzca sólo a entender lo relativo. Afirmaciones de corte
absoluto son propias de materialistas y dogmáticos.
En ningún momento Comte
admite que la verdad pudiera surgir de la práctica social. Su análisis del
origen de la verdad es idealista.
Se queda pues en el empirismo
sensista y el agnosticismo fenomenista. Por ejemplo, dice es imposible
conocer la composición química de las estrellas; sin embargo, años más tarde,
Kirchoff y Bunnen descubrieron el análisis espectral y explicaron la
composición química del sol y de las estrellas.
La Ciencia.
La ciencia debe dedicarse
exclusivamente a la averiguación y comprobación de las leyes dadas en la
experiencia. Esto quiere decir que ha de renunciar a penetrar en la esencia de
las cosas. Deberá limitarse a describir el aspecto exterior de los fenómenos y
explicará únicamente cómo se producen los fenómenos. Tendrá que abdicar de la
explicación de lo trascendente. No deberá preocuparse por lo que no existe.
La tarea del científico no
radica en generalizar datos, sino en describirlos, reduciéndolos a un número
menor posible de vínculos exteriores atendiendo a su semejanza y sucesión. La
ciencia no tiene por qué preocuparse de las causas finales o primeras, tampoco
de las secundarias, puesto que la causalidad no es dato de la experiencia.
La ciencia siempre es relativa. En esto se diferencia
de la religión y de la metafísica que pretenden explicar lo absoluto. El
principio absoluto de todo filósofo positivista es que “todo es relativo… cuando más simple y abstracto es
el conocimiento de una ciencia más generales son sus leyes.
El fin de la investigación
científica es la formulación de las leyes, porque la ley permite la previsión y
ésta dirige y guía la acción del hombre sobre la naturaleza. De este modo,
Comte enuncia el siguiente apotegma:
“Ciencia, por lo tanto: previsión;
Previsión,
por lo tanto: acción.
La verdadera ciencia se
sustenta en leyes y no en los hechos, aunque éstos sean indispensables.
Clasificación
de las Ciencias.
Sociología. Ocupa la cúspide. Es una
ciencia novísima, que estudia los fenómenos específicamente humanos. Es la
ciencia del futuro.
Biología. Estudia la vida y los
cuerpos organizados. Su procedimiento es la comparación. Su probabilidad es
incierta. Aparece en el Siglo XIX.
Química. Estudia las materias
cualitativamente distintas. Su poder de previsión es débil. Su procedimiento es
la experimentación. Predomina lo inductivo. Lo concreto.
Física. Estudia la tierra y sus
calidades: calor, electricidad su procedimiento es la observación. Su
previsibilidad es incompleta. Es una ciencia del Siglo XVII.
Astronomía. Estudia la fuerza y leyes
geométricas de los astros. Su previsión es perfecta. Su procedimiento:
inductivo. Se ocupa del sistema solar. Es del Siglo XVI.
Matemática. Ocupa el primer lugar por
la simplicidad de su objeto. Existe desde la antigüedad y precedió a las demás.
Es instrumental.
Comte ordena las ciencias de
acuerdo a una supuesta dificultad de estudio, es decir, va de lo general a lo
particular. Según él están dispuestas según su extensión decreciente y su
complejidad creciente. Cada una necesita de la anterior, es necesaria a la
siguiente. Aparecen agrupadas en tres grupos de dos (Matemática-Astronomía;
Física-Química; Biología-Sociología), con afinidades especiales entre sí. La Psicología queda diluida entre la biología
y la Sociología. La
Teología no está considerada,
porque no es ciencia no estudia fenómenos observables, es como la Metafísica o la Religión.
La clasificación de las
ciencias que hace Comte ha sido calificada de subjetiva, mecánica, elaborada
sólo con fines utilitarios, sin tener en cuenta las diversas formas de
movimiento. Al parecer empieza por los cuerpos brutos y termina con los cuerpos
organizados y complejos. En ese afán termina deformando (54).
La Política.
En este terreno, como vocero
de la clase capitalista instalada en el poder, plantea el pacifismo, el orden y
la jerarquía, proponiendo incluso el siguiente lema: “El amor como principio,
el orden como base y el progreso como fin”.
Al proponer la armonía entre
los obreros y los patrones deja el poder político en manos de los burgueses. Entiende
por “progreso” sólo el desarrollo intelectual y no toca los cambios en la
esfera económica. Cultiva en la clase trabajadora sentimientos de subordinación
y modestia, sin propender su liberación.
El
Derecho.
Según Comte es mejor que
desaparezca la idea de Derecho y quede más bien la idea de deber.
La Moral.
Propicia una moral del
altruismo.
La Religión.
La religión es indispensable
para la vida social, pero en lugar de conmemorarse a los santos, debe
glorificarse a los grandes hombres, a los bienhechores. La religión es el
comienzo y el fin de la humanidad, pero no aprueba a la religión católica;
propone más bien el culto a un ser superior abstracto: el género humano, la
humanidad, conformada por los hombres presentes, pasados y futuros que han dado
su contribución o que darán. No admite entes metafísicos. No considera ni a
Dios ni a la naturaleza como términos del culto religioso. Dios es
incognoscible.
La nueva religión tendrá sus
propios sacramentos, sus días de retiro y su catecismo, tendrá su sumo
sacerdote.
Juicio
Crítico.
El empirismo y el
inductivismo que preconiza entra en contradicción con su clasificación de las
ciencias, que empieza por la
Matemática.
En lugar de asimilar los
avances del materialismo francés del Siglo XVIII y el ateísmo, se adecua al
agnosticismo e idealismo de Hume y Kant.
En el desarrollo de las
etapas del conocimiento no considera el importante avance alcanzado por el
materialismo griego presocrático.
Su fórmula trimembre del
desarrollo social si bien lo toma de la dialéctica hegeliana, sin embargo es
antihistórica porque riñe con los modos de producción que vivió la humanidad.
Al asumir posturas agnósticas
en Filosofía, deja campo libre a la Teología.
Al insinuar un nuevo tipo de
religión, con nuevo Papa y nuevos santos no muestra ningún salto cualitativo.
REFERENCIAS
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