Categorías
ENSAYO

Filosofía de las Sociedades Capitalistas

Jaime Cerrón Palomino

Bernardino Matos Pacheco

Huancayo – 1989

INTRODUCCIÓN

Se denomina Sociedad Capitalista al régimen social de producción que tiene sus inicios en Europa Occidental alrededor del Siglo XIV con la acumulación originaria del capital y se expande por casi todo el globo hasta nuestros días, luego de haber recorrido por las siguientes etapas y períodos (1):

  1. Etapa premonopólica o de libre concurrencia. Caracterizada a su vez por tres fases:
  1. De la cooperación capitalista simple (aproximadamente desde el siglo XIV hasta mediados del Siglo XVI).
  2. De la Manufactura (desde mediados del Siglo XVI hasta el último tercio del Siglo XVIII).
  3. De la Revolución Industrial (desde el último tercio del siglo XVIII hasta el final del primer cuarto del Siglo XIX).
  • Etapa monopólica o imperialista. Abarca desde el final del primer cuarto del Siglo XIX hasta hoy), siendo sus características saltantes las siguientes:
  1. La exportación de capitales.
    1. El reparto económico del mundo, y
    2. La aparición del sistema colonial.

La filosofía que corresponde a cada una de estas etapas y períodos, fue articulada por pensadores e intelectuales que formularon proyectos y propuestas frente a las contradicciones sociales de cada uno de esos momentos, respectivamente. Algunos de ellos atinaron ponerse a la altura del desarrollo de las fuerzas productivas; los otros, sin entender esta dinámica, porfiaron en la reafirmación del stablishment. Y no faltaron tampoco los videntes que con legítima fundamentación predictiva, señalaron oportunamente los males y diseñaron modelos sociales congruentes con el bienestar general de la humanidad.

Fue en Italia donde se dieron los primeros gérmenes de la sociedad capitalista y fueron también los italianos Nicolás Maquiavelo (Florentino) y Giordano Bruno, el primero en la esfera social y el segundo en el campo de la naturaleza, quienes apuntalaron las ideas congruentes a los intereses de la clase capitalista, que por entonces se manifestaba revolucionaria frente al retardario orden feudal.

Al ingresar la sociedad europea al período de la manufactura tanto en Inglaterra como en Holanda, son también los filósofos británicos Francisco Bacon, Thomas Hobbes y Honh Locke, los que a tono con la ciencia y el progreso de la técnica impulsan desde la superestructura, el desarrollo de la producción, valiéndose de tesis empiristas, sensualistas y mecanicistas, con el influjo de las investigaciones realizadas por Galileo, Copérnico, Newton y Kepler.

Simultáneamente una trilogía de pensadores: el Holandés Benito Spinoza, el Francés Renato Descartes y el Alemán Godofredo Leibnitz, observando el portentoso cambio que operaba en la estructura económico-social de los países bajos, no sólo propagaron el materialismo mecanicista a los confines del mundo, sino que avistaron ciertas premisas dialécticas. Es verdad que Leibnitz al final desemboco en la monadología y el pluralismo espiritualistas y en este sentido hay colindancias con el Ingles George Berkeley, un idealista a ultranza. Pero el norte común de la mayoría de estos  teóricos radica en el afán de enlazar la Filosofía y la Ciencia.

Experimentada la revolución industrial en Inglaterra, los países vecinos, fundamentalmente Alemania y Francia se aprestan a crear las condiciones propicias para la intrusión del sistema capitalista en sus territorios. Aunque en Alemania las supervivencias feudales se muestran reticentes a asistir a la nueva formación económico-social, sus intelectuales saludan las relaciones de producción burguesas e inútilmente buscan una conciliación con el modo de producción feudal. Este estado de ánimo queda trasuntado en el pensamiento de Manuel Kant, Guillermo Federico Hegel y Ludwig Feuerbach.

Mas, la propia Francia que había sido protagonista de un legítimo cambio cualitativo, declaróse por las palabras de Augusto Comte, la portadora de la ideología burguesa triunfante. La expresión de este espíritu es el Positivismo.

Pero, la burguesía, embelesada por su éxito no se dio tiempo para advertir que tras ella, se preparaba el fermento de la revolución proletaria. Es por ello que Francia resulta ser la cuna natural del segundo socialismo utópico a través de Enrique Saint Simon y Charles Fourier. Es ese mismo país, el que tuvo como primeros patrocinadores de los reclamos de la clase obrera a los anarquistas Pierre Proudhón y Michel Bakunin. Sin embargo, será todavía en el territorio germano donde se inaugurará la ideología genuina de la clase trabajadora, con el concurso de Marx y Engels.

Cierto es que, superado el positivismos por el marxismo, la burguesía no se ha quedado cruzada de brazos. Ha estructurado, valiéndose de sus intelectuales “orgánicos” otras tendencias, confusionistas como son: el voluntarismo, el vitalismo, el neckantismo, etc. El paso a la fase imperialista, constituye todo un esfuerzo por demostrar que el materialismo dialéctico e histórico es un contrasentido. En ese empeño aparecen en escena: el existencialismo la fenomenología, el personalismo, el realismo, el empirismo lógico, el neopositivismo, la filosofía analítica y otras corrientes, todas ellas reminiscencias unas veces del agnosticismo de kant del berkeleanismo y de vertientes eclécticas.

En el otro estribo de la contradicción, el materialismo dialéctico ha encontrado en la fase imperialista a su auténtico intérprete: Vladimir Ilich Lenin, secundado por José Stalin. Ante la insurgencia de tesis revisionistas y heterodoxas, en las diversas naciones, fundamentalmente en China Popular, se han alzado otros nuevos pensadores, siendo el más connotado: Mao Tse Tung.

El presente Manual, por la limitación de sus páginas, no comprende el desarrollo de todo el pensamiento filosófico burgués; tampoco ingresa al análisis de las ideas de los pensadores socialistas científicos. Abarca el estudio de la filosofía del capitalismo sólo hasta su momento competitivo, reservándose presentar el pensamiento de las otras etapas y períodos, en próximos trabajos.

Como bibliografía, se ha tratado, en lo posible, acudir a las fuentes mismas de los pensadores, sirviéndonos en todo caso, de la crítica que formula el materialismo dialéctico e histórico.

LOS AUTORES

SITUACION ESTRUCTURAL Y SUPERESTRUCTURAL DE LOS PUEBLOS OCCIDENTALES AL AGONIZAR EL MODO DE PRODUCCIÓN FEUDAL

La descomposición de la sociedad feudal y de su organización gremial, se estuvo registrando desde el Siglo XIII. Las centurias subsiguientes: XIV y XV, nos muestran la siguiente cosmovisión (2):

  1. Visión restringida del Universo. El hombre de ese tiempo tienen un dominio reducido del cosmos. La tierra está considerada como el centro del universo y se tiene el convencimiento de que está cubierta por arriba con una bóveda de cristal que tiene estrellas fijas.
  • Horizonte geográfico limitado. Sólo tenía manejo del mediterráneo. A lo sumo había recorrido hasta las costas de Europa. De Asia únicamente estaba al tanto del cercano y medio oriente; del sur tenía informes de un mundo fabuloso; de Africa, apenas había explorado la costa norte del Atlántico. Más allá de estos lugares presumía que concluía el mundo “finis terrae”. Empero, unos pocos contaban con la experiencia de haber emprendido viajes, de haber captado técnicas exóticas y aprendido nuevos idiomas.
  • Visión retrospectiva del tiempo. El Hombre del medioevo no estaba instruido del desarrollo de las sociedades prefeudales y primitivas. A esa altura, los pueblos extraeuropeos están considerados como paganos, pecadores, bárbaros y réprobos.
  • Interrelación occidente-oriente. El contacto con los pueblos orientales se había establecido por necesidad. Occidente surtía de oro y plata, mientras que oriente proveía con especies. Debido a esto se produce, por otro lado, el desabastecimiento de metales de Europa, que luego se llegó a superar con el descubrimiento de América.
  • Base económica. El régimen de servidumbre está caracterizado por la existencia de la gran propiedad terrateniente, regentada por los señores feudales. Al lado de ella, está la propiedad individual del campesino y del artesano. La actividad más importante es la agricultura, escoltada por otras actividades menores como la artesanal y la comercial. La Iglesia es propietaria de bienes raíces y organismos financieros embrionarios. La duración de la jornada de trabajo está por encima de las doce horas, a libre albedrío de los poseedores de los medios de producción.
  • Lucha de clases. El descontento de los sectores marginados se manifiesta a través de movimientos perfectamente definidos en dos matices:
  • Los dirigidos por campesinos y artesanos y
  • Los dirigidos por burgueses.
  • Ideología vigente. Es la de la escolástica, fundada en las sagradas escrituras, en la lógica aristotélica y la doctrina tomista. La Iglesia es una institución con intelectuales propios, con idioma privativo (el latín) y con  férrea organización. Sus prelados dominan la superestructura política.

NACIMIENTO DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA EN EL PROPIO SENO DEL FEUDALISMO

Como bien precisa el materialismo dialéctico, lo nuevo no surge de “la nada”, sino de una situación anterior, que prepara las condiciones para el nacimiento de algo superior y progresivo. Así pues, la insurgencia del capitalismo estuvo signada dentro de las leyes del desarrollo social y siguiendo lo establecido por la ley de la negación, fue el propio régimen feudal el que alistó las premisas de un nuevo orden social.

La concurrencia de esta nueva formación económico-social nos entrega los siguientes perfiles:

  1. Fuerzas Productivas. La humanidad conoce las ventajas de la brújula, la pólvora, la imprenta, la bomba centrífuga, la excavadora de canales, el tornillo cónico, la tracción de cable y las armas de fuero. Está pertrechado de los rudimentos de astronomía, mecánica, matemática, hidrotecnia, navegación, artillería y agronomía, lo cual repercutirá favorablemente en el auge del comercio y la industria y la propia evolución de la técnica y la ciencia.

El salto cualitativo notorio que se experimenta queda reflejado al advertirse que:

  • Del manejo de instrumentos toscos se pasa a los refinados.
    • De la rueca automática se pasa a la máquina de hilar.
    • Del martillo de mano se pasa al martillo de vapor.
    • De los aperos agrícolas a la maquinaria agrícola y a la agronomía.
    • De los talleres artesanales a las fábricas y al maquinismo.
    • De la navegación precaria al transporte transoceánico.
    • Del dominio del hábitat europeo a la fauna y flora planetarias.
    • Del señorío del mediterráneo al a exploración del Atlántico y otros mares.
    • Del conocimiento de un espacio físico constreñido a la formación de una nueva imagen del universo.
    • De los mercados y puertos locales como: Flandes, Génova, Venecia, Florencia y Borgoña, a los mercados internacionales de Lisboa, Sevilla, Lyon y Amberes.
  • Relaciones de Producción. Si bien es verdad subsisten las relaciones de subordinación o dominación, por estar intacto el régimen de la propiedad privada de los medios de producción, sin embargo, el antagonismo entre explotados y explotadores sacudirá la estructura social, diseñando un nuevo modo de producción clasista.

En efecto la oposición riqueza-miseria; tiranía-democracia; libertad-persecución, echará bases para la formación nueva que contendrá los siguientes rasgos:

  • Alrededor del Siglo XIV, Francia empieza a decaer como potencia feudal; en cambio en Italia, comienza a tomar cuerpo la Manufactura abandonando su condición de país exclusivamente agricultor.
    • De la unidad existente entre medios de producción y productores directos, se produce el divorcio entre estos dos elementos.
    • De la posición de sus pequeñas propiedades, los campesinos son violentamente despojados por los capitalistas, por requerir éstos de inmensos campos para la producción de pastos.
    • De la condición de propietarios de talleres que ostentaban los artesanos, pasan a la condición de obreros de fábricas por empobrecimiento absoluto.
    • De la condición de trabajadores de campo los siervos pasan a la de desocupados y se aprestan a buscar empleos.
    • De los oficios exclusivamente rurales, la humanidad pasa a desempeñar actividades propias de la ciudad.
    • De la producción individual artesanal se pasa a la producción mercantil organizada en compañías.
    • De la actividad relativamente libre, el trabajador pasa a ser un apéndice de la máquina.
    • De las formas rudimentarias de transacción se pasará a la apertura de instituciones crediticias, bolsas de comercio y otras formas de perfeccionamiento financiero.
    • Jurídicamente el trabajador se sentirá libre e independiente, pero en la práctica dependerá económicamente del burgués.
    • De clase no-fundamental, la burguesía pasará a convertirse en el aspecto principal de la contradicción.
  • Lucha de Clases. En el terreno social, las contradicciones son cada vez más persistentes entre el popolo (pueblo) y la nubili (nobleza), inclusive, al interior del pueblo, entre el popolo minuto (población con diminutos ingresos) y el popolo grasso (población robusta).

El Siglo XIV es prolífico en la expresión de ese descontento:

  • En 1307, se subleva DOLCINO en Italia.
  • En 1343, se rebelan los trabajadores asalariados en Florencia.
  • En 1345, se plasma la primera huelga en Italia con CIUTO BRANDINI.
  • En 1358, se lleva a cabo la sublevación campesina de Jacquiere.
  • En 1378, se registra la primera rebelión de los pobres en Florencia.
  • En 1381, acontece un levantamiento campesino en Inglaterra conducido por WATT TYLER.
  • En 1382,  se levantan los artesanos de París, Al mando de CABOCHE.

El siglo XV, no esta exento de protestas. En 1450, se concreta una sublevación campesina dirigida por JACK CADE.

Pero, el alzamiento que consiguió ribetes más estruendosos es el que se llevó a cabo en 1525 y que se conoce con el nombre de la Guerra Campesina de Alemania, la misma que fue iniciada por PEDRO PASSLER. En esta ocasión, los campesinos se negaron a pagar la renta en tributo a los señores feudales y empiezan a hacer resistencia con armas en a mano. El Jefe del Ejército es MIGUEL GAISMAIR.

El programa plateó la abolición de prestaciones personales, impuestos y diezmos. Exigen la devolución de las tierras y la confiscación de los bienes de la Iglesia; piden que los cargos eclesiásticos sean ocupados por elección democrática. Los más radicales solicitan la liquidación física de los feudales laicos y clericales. La clase que se enfrentó contra el régimen es el pueblo trabajador. En sus filas hallábanse componentes de las capas pobres. La guerra se prolongó hasta por 10 años, destacando como guías Tomás Muntzer y Miguel Gaismair. En la mira de estos encontrábase entregar el poder feudal a los del pueblo.

El alzamiento terminó con la muerte de Gaismair en 1532. Muchos críticos atribuyeron la caída de este movimiento a la circunstancia de haber sido una guerra burguesa prematura.

  • Superestructura. La conciencia social, acorde a los cambios producidos en la base y como bien dice el materialismo histórico, muchas veces, adelantándose a su propia base, condicionó la formación del modo de producción capitalista, en sus diversas esferas.
  • En el campo de la ciencia. El descubrimiento de las leyes mecánicas y la exploración del espacio sideral por Galileo (3); la superación de la tesis tolemaica por la de Copérnico (4) hicieron sentir el amanecer de una nueva concepción, si se tienen en cuenta que:
  1. De la afirmación de que el mundo físico es finito, se pasa a la confirmación de que la naturaleza es infinita en el espacio e ilimitada en el tiempo, gracias a las investigaciones de Giordano Bruno (5).
  2. De la concepción materialista espontánea del universo, se pasa con Galileo (6) a la concepción materialista-mecanicista, contando para ello con el aporte de las Ciencias Naturales.
  3. Del fuerte arraigo de la metafísica en el medioevo, se pasa al descubrimiento de fuerzas contrarias en el universo como causa generatriz del movimiento, por las valiosas deducciones establecidas por Bernardo Telesio (7).
  4. De la confianza plena en la astrología, la magia y la alquimia, se pasa gracias a Leonardo da Vinci (8) a la necesidad de emplear métodos matemáticos y mecánicos para la explicación de los fenómenos.
  5. De la idea de que los planetas y otros elementos celestes son gobernados por los dioses, se pasa a la explicación de John Kepler, de que los planetas se mueven en función de fuerzas físicas y leyes mecánicas objetivas (9).
  6. Del desconocimiento de la verdadera causa de la atracción de los cuerpos, se pasa a la aclaración de que, a decir de Newton, ello obedece a la ley de la gravitación universal (10).
  7. De la vigencia plena y exclusiva del método aristotélico-tomista que presidió en la Edad Media, circunscribiéndose a la deducación y el silogismo, se pasa con Francis Bacon, a inaugurar un método mucho más eficaz y productivo: la inducción (11).
  • En la esfera de la política.
  • Del encubrimiento del carácter del Estado feudal y burgués, se pasa a desenmascarar los intereses que persigue, el comportamiento cínico de los gobernantes y la ausencia de toda ética en la administración. En este sentido es fecundo el concurso de Maquiavelo (12).
  • De la naturaleza intocable de las instituciones organizadas por la clase dominante, se pasa con Tomás Muntzer a pedir su democratización, socialización y abolición de privilegios.
  •  De la creencia y convicción de que la propiedad privada es innata al hombre e imposible su erradicación, se pasa con Tomás Moro (13) a desentrañar su situación de causante de los grandes males sociales.
  • En la esfera de la religión.
  • Del carácter intocable que exhiben la Iglesia, el Papado y las instituciones consideradas sacras, se pasa su cuestionamiento, gracias a la propaganda herética desplegada por Juan Huss, Martín Lutero, Pomponazzi y otros.
  • Del encubrimiento embozado de la corrupción de la Iglesia, se pasa al terreno de las herejías populares y doctas, pidiendo la confiscación de los bienes o su desintegración.

NICOLAS MAQUIAVELO

(1469 – 1527)

Extracción y posición de clase.

El nacimiento, la infancia y la juventud de Nicolás Maquiavelo lo sitúan en el seno de una familia perteneciente a la clase media de Florencia (Italia). Su madurez la transcurre desempeñándose como diplomático en diferentes cortes de Europa, principalmente entre los 33 a 43 años, cuando se constituye en el “brazo derecho” de Pier Solderini, presidente vitalicio de su patria.

Su paso por los círculos de gobierno le permitió tomar una radiografía exacta de los apetitos, intereses y proyectos que guiaban a una nueva clase social en formación: La burguesía. Tan ligado estuvo Maquiavelo a los jefes de Estado que al caer Solderini, también fue deportado y torturado, oportunidad que le servirá para reflexionar profundamente y producir obras que a esta altura se han convertido en verdaderos recetarios para la conducción de regímenes burgueses. Su obra cimera: El Principe (1513),  constituye según su biógrafo Henry Thomas (14) “un verdadero manual de opresión”.

Por la forma como se permite recomendar a los administradores del Estado, Maquiavelo ha sido considerado como el genuino ideólogo de la clase social burguesa. Tal ha sido el impacto que este pensador ha causado que, los estadistas posteriores han creado el mito del “maquiavelismo” para referirse a las acciones de felonía en que incurren a menudo los palaciegos.

Todo esto nos lleva a concluir que Maquiavelo, aparte de haber reflejado vivamente el estado de corrupción que reinaba en Italia y Europa entre los siglos XVI y XVII, enfilaba sus ataques contra los residuos del mundo feudal y auspiciaba, en cambio, regímenes fuertes, de naturaleza monárquica y absolutista.

Su postura filosófica.

El pensamiento de Maquiavelo, por referirse a temas de orden histórico, social, político y jurídico, se inscribe dentro de las vertientes que algunos tratadistas de la filosofía llaman Filosofia Social. En efecto, en Maquiavelo, están ausentes las reflexiones en torno a la cosmología, astronomía o física. Estudiosos más recientes mas bien lo tipifican como Sociólogo o Politólogo con orientación historicista.

Entre los filósofos modernos fue Francisco Bacon quien lo felicitó por haber expresado abiertamente y sin disimulo lo que los hombres “acostumbraban a hacer y no lo que debían hacer”.

La Sociedad.

Según Maquiavelo, la sociedad, esto es, la humanidad se guía por intereses de tipo material y por el egoísmo. Los gobernantes, por ejemplo, actúan movidos por la conquista o el mantenimiento del  poder político, en cambio los súbditos aspiran al orden y la seguridad. Si bien los intereses de unos y otros son opuestos, empero los unen ambiciones de naturaleza terrena. De ahí que más fácilmente olvidan a sus ascendientes, pero no así a los bienes que éstos dejaron.

Por el enfoque metafísico que imprimió a sus ideas, Maquiavelo no pudo desentrañar las causas del verdadero desencuentro entre las clases sociales, sin embargo, tienen el mérito de haber analizado el Estado con “ojos humanos” según reconoció años después Carlos Marx (15).

La Política.

Maquiavelo ha sido considerado como el auténtico teórico del Estado, como un artista de la política. Si bien es cierto que sus escritos no tienen el rango que corresponde a un legítimo tratadista, sin embargo tienen la ventaja de constituir un manual para la acción política inmediata. El Príncipe no es una obra hecha para el futuro, en medio de ensoñaciones. Muy al contrario, está destinado a los hombres de acción. Sus normas no son enunciados románticos, antes bien, están prescritas para ser aplicadas. No contienen pues una especulación filosófica o científica erudita, sino que se contraen a describir descarnadamente la realidad europea; denuncia la necesidad de construir un Estado donde pueda imperar la ley frente a la arbitrariedad del monarca. Destruye los mitos del poder, el falso prestigio de la autoridad; desestabiliza a quienes se hallan en el altar del gobierno porque difunde un realismo popular de masa. De ahí que algunos politólogos lo hayan considerado como un codigo secreto pero a la vez ingenuo, dado que instruye inclusive a los artesanos de la política. Es un compendio que sirve tanto para defenderse como para tiranos, en suma, tienen el estilo de un manifiesto político. Según Benedetto Croce (16) el manual es válido tanto para demócratas como para reaccionarios, porque allí se relata lo que ya fue aplicado por los más grandes gobernantes de la historia, y según Schopenhauer ese libro tiene la virtud de un maestro de esgrima que no sólo enseña el arte de matar, sino también el arte de no dejarse matar, sin tener que convertirse por ello en sicarios o asesinos.

En lo esencial, Maquiavelo rechaza la concepción teocrática del Estado y se pronuncia por un fuerte organismo nacional libre de discordias intestinas y feudales, capaz de aplastar las agitaciones populares. Considera que es el Estado el fin al cual deben subordinarse la moral, la religión, etc. Quiere un Estado laico, absolutista, regentado por un Príncipe a quien debe obedecer incluso la Iglesia.

Entre los “Consejos” que alcanza el Príncipe están los siguientes:

  • Debe ser hábil, astuto y sin escrúpulos.
  • Debe humillarse cuando sea menester pero sólo para luego imponerse.
  • Debe halagar a las multitudes para manejarlas mejor y ejercer la violencia cuando sea necesario.
  • Debe conjugar las cualidades del león con las del zorro, es decir, combinar la bravura con la astucia, el látigo y el caramelo.
  • Debe hacer sus cálculos, incluso para las ocasiones adversas.
  • Debe emplear todos los medios a su alcance (la perfidia, el asesinato,  la traición, el envenenamiento). EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS.
  • Debe saber que en la guerra nada es honrado, pero todo es honroso.

El Derecho.

Según Maquiavelo el único derecho que debe entender el príncipe, es el de la fuerza. Un príncipe no es un legislador; es un guerrero. El gobernante debe saber cuando obrar como bestia  y cuando como hombre. Como humano actúa las veces que hace prevaler las leyes escritas, pero cuando esto no es expeditivo, deberá obrar con la vivencia. El uso de la violencia está justificado porque la humanidad a veces es una horda de brutos. Entonces la mejor manera de aprovecharlas es crear un estado de opresión, porque según las leyes de la selva “si tú no oprimes a los otros, ellos te oprimirán a tí”.

Los fuertes tienen que servirse pues de su potencia. El deber de los débiles es servir a los fuertes. El derecho de los fuertes es servirse de los débiles.

Maquiavelo señala que los emperadores amantes de la justicia siempre terminaron mal. En cambio, los Borgia, consiguieron gloria a base de brutalidad, piedad pues la fuerza es más grande  que la justicia.

La Moral.

El pensamiento de Maquiavelo ha sido considerado de “amoral” precisamente porque prescinde de los códigos de ética que la sociedad había acumulado hasta eses entonces. Plantea el desenfado, la inescrupulosidad en la elección de los medios para el logro de los fines políticos. Aconseja a los príncipes no ser sinceros porque ser bueno es perjudicial, en cambio, aparentarlo trae buenos dividendos, remarca que el fraude es más poderoso que la verdad. Dice que el príncipe no está obligado a cumplir su palabra si tal fidelidad ha de ponerlo en peligro.

Después de calificar la Biblia como un “manual para esclavos”, Maquiavelo opone a los diez mandamientos de la Iglesia, otros diez preceptos:

  • Cuida ante todo tus propios intereses.
  • Hónrate a tí mismo antes que a nadie.
  • Practica el mal y aparenta que haces el bien.
  • Codicia y atrapa todo lo que puedas.
  • Lo mejor después de todo es ser un miserable.
  • En todo caso es mejor la brutalidad.
  • Engaña a la gente cada vez que tengas ocasión.
  • Abate a tus enemigos y si es necesario también a tus amigos.
  • Emplea la fuerza antes que la amabilidad al tratar con otras gentes.
  • No pienses en otra cosa que en la guerra.

Se dice que Maquiavelo para reunir estos preceptos sintetizó el comportamiento de gobernantes clásicos, entre ellos el Rey de España, Fernando; César Bogia, hijo del Papa Alejandro VI y otros dictadores. Había observado, por ejemplo, que Cesar Borgia para asegurarse en el mando había asesinado a su hermano mayor, su cuñado y otros que pudieran molestar en sus afanes; que era un maestro en la hipocresía y especializado en envenenar a sus rivales. Lo único que le animaba era el poder y la riqueza.

Henry Thomas, haciendo un comentario sobre el decálogo de Maquiavelo, nos dice (17):

“Según el brutal Código de Maquiavelo, un príncipe no debe tener en cuenta más que sus propios deseos, sin mirar para nada los derechos de los demás. Estafa a todos los que puedas y haz callar a todos los que se quejan. Pero trata de aparentar que eres liberal. No seas avaro exageradamente, no porque la avaricia sea un defecto en sí, sino porque resulta peligroso adquirir demasiada riqueza. Es preferible robar a los extranjeros que se encuentran impotentes para defenderse, que exprimir a los propios ciudadanos, que impulsados por el hambre pueden levantarse contra ti y destronarte. En otras palabras: roba al débil y engaña al fuerte”.

Juicio Crítico.

  • Maquiavelo comete el error de considerar la propiedad privada, el Estado y las clases sociales como instituciones eternas.
  • No comprende que el egoísmo humano es propio de los modos de producción clasistas, y por ende, pasajero. Hay clases sociales que practican la solidaridad como secuela de la larga experiencia de la sociedad primitiva.
  • No avizoró que la sociedad burguesa también habría de ser reemplazada pro otras formas societales.
  • Estima que sólo las clases medias o la burguesía cumplen un papel transformador y revolucionario. Subestima a las masas no instruidas.
  • Elabora una ética clasista, parcializada y sometida al statu quo.
  • Es reaccionario en su análisis acerca del papel y destino de los pobres del campo y de la ciudad.

TOMAS MUNTZER

(1490 – 1525)

Extracción y posición de clase.

La niñez, adolescencia y la primera fase de la juventud de este ideólogo de las clases explotadas son poco conocidas. Presumiblemente sus padres tuvieron una economía que posibilitó que Tomás estudiara la carrera sacerdotal. En efecto, en sus años mozos se les encuentra ejerciendo la prédica eclesiástica, pero a diferencia de sus congéneres, Muntzer creyó a pie juntillas en el mensaje del evangelio y confrontando la teoría y la praxis del clericalismo se puso a combatir los males sociales y señalar a los culpables, terreno de este estado de cosas. Empleando un verbo encendido e inflamable recorrió por diversos territorios y en esos afanes conoció al teórico de la reforma de la Iglesia: Martín Lutero, con quien trabó amistad y estableció una alianza para difundir el credo reformador, con tal efervescencia que no sólo igualó a Lutero sino que lo rebasó, al punto tal que éste, sintiéndose desplazado y desenmascarado por sus compromisos con un sector de la clase pudiente, tornóse también enemigo de Muntzer al extremo de condicionar su persecución y prisión.

La posición de clase evidenciada harto suficiente por Muntzer habla por sí sola cuando por su verbo demoledor en contra de los intereses feudales y eclesiásticos terminará ajusticiado a los 35 años, en 1525, después de sufrir reiterados exilios, fustigado como agitador y “aliado del diablo”. Si bien, en su fase inicial, Muntzer habia logrado el consenso de la clase burguesa, empero su programa revolucionario fue más allá de los intereses del capitalismo.

Su postura filosófica.

El pensamiento de Muntzer, como el de Moro y Campanella, se afilia en los dominios del Socialismo Utópico, a decir de los historiadores de la Filosofía. Planteó un temprano programa socialista, el cual será confirmado más tarde por Saint-Simon, Fourier y Owen y del cual tomará lo viable el marxismo al reafirmarse la sociedad capitalista.

Otros tratadistas estiman que Muntzer con sus concepciones y su praxis se aproximaba al panteísmo.  Su pensamiento no prescinde del todo de la acción divina.

La Sociedad.

Muntzer tienen la percepción clara de que la sociedad vive gracias al pueblo trabajador. Por ello sostiene que el pueblo debe vivir sin desgracias económicas. Todos los trabajos y bienes deberían ser comunes.  La sociedad no debería conocer clases sociales. No debería existir propiedad privada ni un poder público independiente. No basta por ello, transformar sólo los ritos, como había pensado Lutero. Hay necesidad de hacer transformaciones más profundas y radicales. La humanidad no debía esperar todavía su ascensión a los cielos para encontrar la felicidad. El reino de Dios, debía cristalizarse aquí en la tierra. Para el logro de la solidaridad humana y el exterminio de privilegios había la necesidad de prescindir de emperadores, papas, señores; igualmente había que abolir el lucro y la usura.

La Política.

A decir de los materialistas históricos, el programa de Muntzer constituyó un “anticipido genial de emancipación de los elementos proletarios que apenas empezaban a aparecer en las capas plebeyas (18).

El propio Muntzer en su afán de cambiar la faz de la masa campesina y plebeya difundió los siguientes postulados extremos:

  • Abolición de la propiedad privada.
  • Socialización de los bienes.
  • Supresión de las diferencias estamentales.
  • Implantación de la igualdad universal.
  • Abolición del Estado que tuviera intereses ajenos a los del pueblo.

La Religión.

No obstante su condición de sacerdote, Muntzer impulsó las herejías plebeyas campesinas, divulgando que el paraíso y el infierno están en este mismo mundo real y se expresan a través de la felicidad o la desdicha.

Sin renunciar a la concepción religiosa, Muntzer vivía convencido de que la creencia religiosa se debía al despertar de la razón del hombre. Precisamente empleando la razón, se permite sostener que toda propiedad privada está reñida con Dios. La propiedad privada en la práctica es impía.

Muntzer no se detiene en explicaciones sobrenaturales y más bien afirma que Cristo no es más que un hombre más.

Juicio Crítico.

Josef Janacek, en su obra: La Reforma Protestante (19) emite la siguiente apreciación acerca de la personalidad y pensamiento de Muntzer:

“De todas las figuras de la prematura y revolución burguesa en Alemania la más importante fue, sin duda Tomás Muntzer. Salió de la Reforma, de la filas de los discípulos directos de Martín Lutero y pasando por el radicalismo reformador llegó a desempeñar un papel revolucionario… Tomás Muntzer no respetaba, desde el púlpito, las ideas y los intereses de la nobleza. Comenzó a revisar sus ideas reformadoras y a compararlas con la doctrina de los profetas de Zwixckau. No le interesaba lo que querían los nobles y predicaba lo que creía justo y conforme a su conciencia. Empezaron así a difundir desde el púlpito principal de Zwickau las ideas de los profetas de esta ciudad y las nuevas ideas de Tomas Muntzer.

La transformación de Muntzer fue muy simple. Bajo la influencia de los profetas de Zwickau entendió que la Reforma de Lutero se había detenido a mitad del camino en el momento en que éste se negó a orientarla hacia los problemas sociales. Según Muntzer, la Reforma no podía terminar con el rechazo de los dogmas católicos y el establecimiento de nuevos dogmas luteranos. El objetivo de la Reforma no consistía sólo en transformar los ritos de la Iglesia sino toda la sociedad. Ya en Zwickau, Tomás Muntzer vislumbró ese objetivo y durante toda su vida fue viendo, cada vez en forma más clara, cómo lograrlo. Se fue convirtiendo así en un auténtico revolucionario.

Como es de imaginar, con semejantes ideas, Muntzer no podía conservar su cargo de predicador principal de la ciudad.

Pero la posición de Muntzer en la primavera del 1521 no era ya la misma de Lutero. De predicador luterano se había transformado en paladín de las ideas reformadoras radicales y buscó la forma de estrechar la unión de las corrientes reformadoras radicales de Alemania… Tomás Muntzer escribió un manifiesto a los praguenses en el que fijaba sus ideas políticas y sociales…”

GIORDANO BRUNO

(1548 – 1600)

Extracción y posición de clases.

El pensador más avanzado del renacimiento, siguiendo la tradición de las familias de credo eclesiástico fue formado en un ambiente religioso. Desde niño, por sus excepcionales dotes de memoria fue considerado prodigio. Es matriculado en la orden dominicana a los 15 años y apenas habían transcurrido 3 años entró en conflicto con el excesivo formalismo clerical. En sus estudios se inclinó por la poesía y el arte dramático y después por la filosofía y las ciencias naturales. Al tomar informe de las teorías de Nicolás de Cusa, Raymundo Lulio y Nicolás Copérnico, cada vez más fue distanciándose de la cosmovisión teológica y luego de leer a humanistas y naturalistas de su tiempo, terminó abandonando el convento a los 28 años cuando ya había alcanzado la condición de hombre culto.

Como intelectual insurgente y luchador ardoroso, tomó partido de la ciencia y se tornó en adalid de la concepción antifeudal y anticlerical, llegando a ser uno de los críticos más agudos, desenmascarando el papel reaccionario de la Iglesia.

Por la toma de esa posición convincente es acusado de hereje, pero Bruno sin inmutarse reafirma su nueva óptica y por espacio de 15 años emprende viaje por varios países de Europa en su afán de consolidar su dirección científica. Producto de ello, serán sus obras, entre las que puede mencionarse a dos: De la causa, principio y uno (1584); Del infinito, universo y mundos, escrita el mismo año.

Su tenacidad en estos empeños hará que la Inquisición lo persiga, logrando atraparlo en 1592, fecha en la que se le conminará a retractarse de su credo; pero Bruno se mantendrá consecuente con su concepción, situación que determinará su encarcelamiento por espació de siete años y luego su sentencia de ser quemado en la hoguera. En efecto, el 17 de febrero de 1600, a los 52 años es quemado vivo, no sin antes satirizar al tribunal con éstas palabras: “Tenéis más miedo al pronunciar mi sentencia que yo al escucharla”.

Su postura Filosófica.

Giordano Bruno aquilata la importancia de la filosofía y del filosofar. Así por ejemplo, nos dice que la misión de la filosofía reside en conocer la sustancia única, el sustrato y principio de todos los fenómenos de la naturaleza. Para el efecto, el filósofo deberá renunciar a la especulación teológica y a cuestionar todo aquello que la tradición, la autoridad eclesiástica y los supuestos científicos han pregonado. Quien desee ser filósofo deberá en primera instancia dudar de todo y si han de presentarse opiniones contrapuestas es mejor que ocurra esto, porque así puede descubrirse la verdad. Los hombres no filosofan para alcanzar el éxtasis místico como creía Plotino, sino para tener una visión de la naturaleza en su unidad. De ahí que el conocimiento es perfectible infinitamente.

Si quisiéramos precisar la dirección filosófica que finalmente asumió Bruno, tenemos que concluir que quedó en el panteísmo y en el hilozoismo, aunque jamás aceptó ser lo uno. Es panteísta, sin embargo, porque Bruno identifica al Dios infinito con la naturaleza. La naturaleza es Dios mismo o la voluntad divina. Dios se muda a la naturaleza, la cual es Dios en las cosas.

Es hilozoísta, porque para Bruno, todo se encuentra animado desde las más pequeñas partículas hasta los cuerpos más gigantescos. Todos tienen espíritu; algunos lo poseen en potencia y otros en acto. Dios es la causa del mundo, la causa inmanente, no trascendente. Hay pues un alma mundial que es la principal facultad del mundo, es un principio de vida, una sustancia espiritual. El universo está penetrado de vida y es la misma vida.

Pese a estos matices idealistas y eclécticos, el mérito de Giordano Bruno es haber investigado el mundo material y por ello fue un propagandista entusiasta de la concepción materialista del mundo, aunque transido  de panteísmo.  Y no sólo eso, llegó a algo más: desarrolló algunas categorías dialécticas, tales como la de unidad, concatenación, movimiento y coincidencia de contrarios. Por ejemplo, según Bruno:

  • La destrucción de una cosa entraña la aparición de otra.
  • La generación es una corrupción y la corrupción es una generación.
  • Las magnitudes más grandes se confunden con las más pequeñas.
  • El amor se transforma en odio y viceversa.
  • Muchos venenos terminan siendo antídotos.
  • En el número coinciden lo máximo y lo mínimo.
  • En el espacio coinciden el centro y la periferia.
  • El centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna.
  • En la infinitud se identifican y penetran: la parte y el todo; la recta y la curva; la forma y la materia; la libertad y la necesidad; el sujeto y el objeto.

La materia se transforma infinitamente. De un árbol se deriva la viga; de ésta se obtiene la mesa, el escaño o se hace una caja o un peine. La semilla en su desarrollo se transforma en hierba; ésta en espiga; la espiga en pan; en pan en kilo; el kilo en sangre; la sangre en semen; el semen en embrión; el embrión en hombre; el hombre en cadáver; el cadáver en tierra y así sucesivamente.

Hay unidad entre materia y forma; entre alma y cuerpo; entre acto y potencia.

La Naturaleza.

Pero, donde se advierte una excelente contribución a la filosofía, es en la investigación del universo. Para Bruno el universo no tienen fronteras. El número de mundos es infinito. Nuestro sistema planetario no es el único universo. El sol no es más que uno de los innumerables astros. Cualquier punto del mundo puede ser tomado por el observador como centro. Más allá de nuestro sistema solar existen pues infinitos sistemas. Lo que alcanzamos a observar  no es más que una parte significante. La tierra no es más que una minúscula partícula de un universo encerrado en sí o dentro de un límite. Al mismo tiempo, aclara que este mundo es armonioso y perfecto, está lleno de vida y belleza.

Se comprende pues que Bruno hizo suya la teoría heliocéntrica de nuestro sistema, después de entenderlo a Copérnico, pero Bruno llegó mas allá que éste, al afirmar que existen innumerables mundos parecidos a nuestro sistema solar. Por ello dice que ni la tierra ni el sol son el centro de este cosmos infinito. Rechaza así las con concepciones de Ptolomeo, Aristóteles y del propio Copérnico.

La Materia.

Indudablemente la lectura de Copérnico lo condujo a llegar a conclusiones materialistas, Para Bruno, la materia es el receptáculo de todas las formas, es un principio activo y se halla en el fondo de los fenómenos de la naturaleza. No es pura, es simplemente un principio corpóreo que se contrapone a lo incorpóreo y al vacío. Precisamente la unidad del mundo reside en su materialidad. La materia  es causa y principio de todos los fenómenos naturales. Los mundos terrestres y celestes son homogéneos, se componen de tierra, agua y aire.

El éter es un elemento concatenador. La materia no es un ente pasivo y amorfo; materia y forma son inseparables. Entre materia y forma prima la materia, que todo lo crea de su propio seno. La materia es capaz de producir nuevas formas. La forma no puede existir fuera de la materia. El universo es uno, material, infinito y eterno.

En suma. Bruno tomó partido de las teorías de Demócrito, Epicuro y Lucrecia, y por ende, se adhirió a las tesis atomísticas de los griegos.

Teoría del Conocimiento.

Para Bruno el objeto del conocimiento es la naturaleza. Por ello la sensación es la premisa del conocimiento racional. La intelección es el conocimiento prefecto.

No podemos fiarnos de los sentidos porque nos engañan como sucede con la inmovilidad de la tierra. El campo de los sentidos  es pues limitado. De ahí que el juicio postrero corresponde a la razón. Sin embargo, debemos reconocer que la verdad proviene de la experiencia, siempre que esté iluminada por la razón. No existen dos verdades (la de la ciencia y la de la religión) y de existir ambas, sólo es válida la de la ciencia.

El conocimiento tiene sus grados. En el primero se encuentra la sensación, pero ésta da una fuente poco segura, porque, por ejemplo, no es fácil aprehender las inmensas distancias del universo. El segundo grado viene a ser el entendimiento y después está la razón.

La Moral.

A juicio de Giordano Bruno, las normas morales no deben ajustarse a mandatos exteriores como suele tener el Derecho, sino más bien deben ser normas provenientes del ser mismo, de su conciencia.

La Religión.

En la concepción de Bruno, la religión no tiene un valor teórico sino práctico, en el propósito de alcanzar una superconducta. Mas, en el fondo, la religión es un conjunto de supersticiones directamente contrarias a la razón y a la naturaleza.

Juicio Crítico.

  • Bruno no pudo independizar su concepción materialista de la naturaleza de las posturas panteístas e hilozoístas que interferían como producto de su formación sacerdotal.
  • Cree que la moral es un asunto privativo del hombre y no comprende que responde a un modo de producción.
  • No entiende el rol ideológico que cumple la religión en pro de la clase dominante.
  • No alcanzó a establecer la relación dialéctica entre conocimiento empírico y lógico.

No obstante lo indicado, la valía de Bruno reside como ya se ha dicho en su concepción materialista del universo. Al respecto, Rudolf Chadraba y un grupo de intelectuales, en la obra Renacimiento y Humanismo (20) formulan el siguiente comentario:

“¿Qué planteaba la doctrina pregonada pro Bruno, que tanto ofendió a la Iglesia?. En primer lugar, prosiguió con valentía los estudios iniciados por Copérnico, se apoyó en las teorías de los filósofos materialistas de la Edad Antigua y en los pensamientos de Cusanus… su ciencia del Cosmos, Cosmología, es tan revolucionaria que el mismo Kepler declaraba que leyendo las ideas de Bruno acerca del espacio infinito se apoderaba de él el vértigo. Consideraba al cosmos infinito en el espacio y en tiempo. El sistema solar es uno, entre el inmenso numero de sistemas que constantemente surgen y desaparecen…”

FRANCISCO BACON

(1561 – 1626)

Extracción y Posición de Clase.

Francisco Bacon fue hijo de un alto empleado de la Corte de Inglaterra. Su infancia recibe la adecuada protección con holgura. Estudió jurisprudencia y concluyó su carrera de Abogado a los 21 años, desempeñando casi inmediatamente cargos judiciales y políticos como los de Fiscal, Procurador General Lord Guardasellos, Lord Canciller, Parlamentario, a más de ser Vizconde y Barón de Verulamio. Su condición de descendiente de aristócratas lo aproximó desde temprano a la administración del Estado, sobre todo en el tramo de los 46 a 60 años de edad, al término del cual resulta involucrado en actos punibles, por lo que será enjuiciado y encarcelado. Después de cumplir parte de la sanción, se dedica de lleno a la actividad  científico-filosófica. Fruto de sus reflexiones serán las obras: Novum Organum (1620); Instauratio Magna (1623) y Nueva Atlántida.

Este cortesano hábil, amante de la fatuidad y ambicioso, que igualmente acumuló experiencia como profesor a los 28 años y que fue miembro de la Cámara de los Comunes a los 23, es considerado sin embargo, por la crítica filosófica, como el “profeta de la técnica” y como el pensador que a su debido tiempo tomó distancia de las anacrónicas relaciones feudales, para señalar que la alternativa al estado de miseria en que vivían las capas desposeídas, consistía en dar impulso a la actividad comercial e industrial. Se declaró, por tanto, como vocero oficial del modo de producción capitalista, calificando a la nobleza, a decir de Dynnik (21), como “clase inútil y ociosa”.

Su Postura Filosófica.

Para Bacon, el objeto de la filosofía debe estar orientado a la conquista de la naturaleza y al perfeccionamiento de la vida humana. Para ello, combate en primera instancia a la escolástica, considerándola filosofía improductiva y estéril, inapta para el impulso de la ciencia y la técnica.

Entre idealismo y materialismo, Bacon se pronuncia a favor del segundo, después de haber bebido sus fuentes, en el atomismo griego, específicamente estudiando a Anaxágoras y Demócrito. Luego, sirviéndose de la química y las demás Ciencias Naturales reformula el materialismo con más riqueza, a tal punto que los propios clásicos del marxismo lo meritúan con las siguientes palabras:

“En Bacon, como en su primer creador, el materialismo encierra todavía de un modo candoroso los gérmenes del desarrollo omnilateral. Es como si la materia riese en su esplendor poético-sensorial… El verdadero patriarca del materialismo inglés y de toda la filosofía moderna es Bacon…” (22).

Para salir del atolladero en que se encuentra la humanidad, Bacon recomienda la investigación de la naturaleza y en este propósito descubre que existen obstáculos, por lo que es conveniente, adoptar una metodología adecuada.

Su Metodología.

Bacon nos previene que en nuestro afán por conquistar la verdad, tropezaremos con cuatro errores o Idolas que son las siguientes:

Idola Tribu    : Que afecta    a  toda  la  humanidad. Consiste   en   añadir a un objeto o fenómenos aspectos que no lo tiene, pero que son proporcionados por los sentidos y nos conducen a una falsa generalización.

Idola Specus : Practicado por ciertos grupos sociales, los que, desde su punto de vista particular hacen prevalecer los prejuicios, en función de su constitución física, educación y costumbre.

Idola Theatry: Consiste en ceñirse dogmáticamente a los criterios de la tradición, de lo establecido por una autoridad científica o clerical, sin considerar que corresponden a tiempos superados.

Por eso, Bacon nos extiende para diferenciarlos, tres tipos de métodos:

  1. El Método Dogmático. Que consiste en seguir al pie de la letra lo ya conocido sin incluir nuevos aportes y experiencias peculiares. Según Bacon, esta conducta es similar a la de la araña que año tras año teje su tela sin alteración.
  • El Método Empírico. Caracterizado por la recopilación ciega de abundantes datos provenientes de la experiencia, sin trazarse previamente un objetivo. Es semejante al caso de las hormigas que laboriosamente acumulan diversidad de objetos sin trazarse una perspectiva concreta.
  • El Método Científico. Que consiste en acercar a los hombres a la propia naturaleza utilizando procedimiento de observación y sistemática, comparación, análisis, síntesis, experimentación y comprobación, para reelaborar con los detalles obtenidos, nuevos productos, enfoques o criterios, a la manera de la abeja que recogiendo el zumo de las flores, se apresta a fabricar la miel. El método científico es pues el experimento o la experimentación.

El Experimento:

Es el examen atento e intencionado de la naturaleza. Para su legítimo empleo es condición necesaria superar los cuatro ídolas. Luego conviene no perder de vista que hay dos tipos de experimento:

  1. Experimentos que dan Luz. Son los que no tienen por fin la acumulación inmediata de bienes lucrativos. Antes bien, su propósito es iluminar al investigador proporcionándole un nuevo método, una nueva teoría o el adecuado procedimiento. De ahí que se llame “lucífero”.
  • Experimentos que dan fruto. Son los que reportan beneficio, ganancia o ventaja económica y son empleados fructíferamente en el campo de la industria, el comercio, la técnica y la producción en general.

Bacon es terminante cuando nos dice que toda anticipación sin experimento es inútil. El investigador deberá usar preferentemente la inducción y deberá tener encuentra que inclusive, el resultado de una inducción es provisional.

El Método Inductivo.

La descollante contribución que Francisco Bacon ha prodigado a la filosofía, las ciencias, la pedagogía, la didáctica y a la propia metodología, reside en habernos convencido de la magnitud que encierra la experimentación, a partir de la inducción. Para tal fin, Bacon nos insta abandonar el silogismo aristotélico y la lógica escolástica, porque éstas nos dejan la herencia del abuso de la deducación. El silogismo tiene la enorme desventaja de que no hace prosperar el conocimiento porque la conclusión ya está contenida en la premisa y por tanto no añade nada a lo que ya se sabía.

Para  Bacon, en cambio, la base del método científico es la Inducción, porque partiendo de hechos singulares nos eleva lentamente a las tesis más generales, realizando una separación de los elementos más simples en las cosas, es decir, ligándola al análisis. Dedicó por ello todo un libro: El Novum Organum para subrayar la excelencia de este método. Haciendo exégesis de la superioridad de la inducción nos dice (23):

“En la constitución de axiomas, se ha de excogitar una forma de inducción distinta de la que ha estado en uso hasta ahora;  y aplicarla a la comprobación y descubrimiento no sólo de los que llaman primeros principios, sino también de los menores y de los medios y en fin de todos. Pues la inducción que procede por enumeración simple es una cosa pueril, sus conclusiones son precarias y expuestas al peligro de un hecho contradictorio y las más de las veces deciden por un número de hechos menor de lo debido y por sólo aquellos que están a la mano. Mientras que la inducción que ha de ser útil para el descubrimiento y demostración de las ciencias y de las artes, debe analizar la naturaleza por las debidas eliminaciones y exclusiones; y luego, tras el número suficiente de negativas, concluir sobre hechos afirmativos; lo cual no se ha hecho hasta ahora ni siquiera intentado, con la sola excepción de Platón que a la verdad, emplea en cierta medida esta forma de inducción para discutir definiciones de ideas. Pero para la recta y legítima disposición de esta inducción o demostración ha de echarse mano de muchísimas cosas que hasta ahora no han venido a las mente de ninguno de los mortales; de tal como que se ha de invertir en ella más trabajo que el que se ha invertido hasta ahora en el silogismo…”

La Naturaleza.

Si el objeto de la filosofía es la investigación de la naturaleza, con el auxilio de un eficiente método, a continuación Bacon define la naturaleza como el conjunto de cuerpos sólidos dotado de múltiples cualidades. En este sentido para Bacon la naturaleza es la misma materia. Determinando las características de éste apunta que:

  • La materia es indestructible.
  • Es activa multiforme y multicualitativa, dotada de movimiento.
  • Existe independientemente de toda ciencia y de nuestra conciencia.
  • Es cognoscible.
  • Es inmutable.
  • Materia, forma y movimiento son indesligables, pero diferenciables.
  • El espacio vacío no existe.
  • Las formas son materiales y constituyen la esencia de las cosas.
  • El movimiento no procede de las propiedades intrínsecas de la materia sino de las distintas formas, que en total suman a 19.

Teoría del Conocimiento.

En Gnoseología, Bacon ha sido calificado “padre del  movimiento empirista moderno”. Para él, los sentidos son infalibles y son la fuente del conocimiento. La experiencia es la primera fase del conocer, la segunda está constituida por la razón, la misma que debe someterse a los datos empíricos para una elaboración racional. El conocimiento posee fuerza sólo si se apoya en bases reales.

Bacon está más entusiasmado en la utilización práctica del conocimiento que en el conocimiento mismo. No le interesa saber por saber, sino saber para poder.  De ahí su máxima: “Conocer es poder y poder es conocer”. Bacon está convencido de que a la naturaleza se la domina conociendo. En el proceso del conocimiento conocemos dos momentos:

  1. Negativo o Destructivo. Que consiste en la eliminación de los ídolas.
  • Positivo o Constructivo. Donde se toma contacto con el objeto mediante el experimento y no la especulación.

El objeto del conocimiento es la aprehensión de la materia, de su estructura y transformaciones.

El investigador tienen que estar persuadido que el saber es sólo un medio.

La Ciencia.

Bacon asevera que toda ciencia es ciencia de la experiencia y tiene como finalidad la búsqueda de conocimientos fidedignos. No hay ciencia al margen de la naturaleza y del conjunto de las ciencias naturales, la más exacta es la Física, que tienen como objeto las causas eficientes, mientras que de las causas finales debe ocuparse la Metafísica.

Para lograr la altura de ciencia, la Filosofía deberá unirse a las Ciencias Naturales, con las que entablará un matrimonio fecundo.

Bacon considera que has dos tipos de verdad: la que proviene de la Fe y la que proviene de la Ciencia.

                                    Ciencias de la Memoria: LA HISTORIA (Natural o Civil)

CLASIFICACION          Ciencias de la Imaginación: (La Poesía y la Literatura)

DE LAS                                                                       

CIENCIAS

                                                                        Filosofía I o METAFISICA

Ciencia de la Razón                               TEOLOGIA: Ciencia de Dios

                                                                        Filosofía II        FISICA: Ciencia del Mundo                                                                                                           

                                                                                                ANTROPOLOGIA: Ciencia del

  Hombre

La Política.

Como vocero del capitalismo, adopta posturas reaccionarias, afirmando que los movimientos populares no son sino fuente de disturbios. Bacon recomienda a los sectores sociales la tranquilidad para alcanzar el pedestal de país próspero, Advertía la proximidad de la expansión británica sobre el mundo y descartando el absolutismo se pronunciaba por el establecimiento de un fuerte Estado centralizado, donde campee la técnica, el comercio y la industria y donde se incentive la educación y los inventos. No simpatizaba tampoco con la quietud, al contrario estimulaba cuando era necesaria la guerra, porque según él “un pueblo solo puede desarrollar su riqueza a expensas de otro pueblo”.

Juicio Crítico.

  • Su materialismo está copado de inconsecuencias: admite la tesis del primer impulso como Galileo, Newton, Kepler y otros físicos; su concepción se torna metafísica cuando estima que la materia es inmutable.
  • En Teoría del Conocimiento es ambivalente cuando admite la tesis de la doble verdad, dando así campo a la Teología.
  • En Metodología su inductivismo es unilateral porque no realiza el nexo correspondiente con la deducación.
  • En Política expresa sus prejuicios en contra de la clase trabajadora. La excluye de la capacidad de gobernar.

RENATO DESCARTES

(1596 – 1650)

Extracción y posición de clase.

Renato Descartes fue el tercer hijo de una familia católica perteneciente a la nobleza de Francia. De niño vivió entre cuidados por ser enfermizo. Por espacio de ocho años, de 1604 a 1612, estudió en un colegio privilegiado de los jesuitas, aunque más tarde se quejará de la vacuedad de la cultura escolástica. Su carrera profesional versó sobre jurisprudencia y en efecto, logró doctorarse en Derecho. Deseoso de conocer el mundo, a los 22 años ingresó al ejército imperial para abrazar la vida militar y tener la ocasión de recorrer por casi toda Europa. Con este motivo trabó amistad con científicos y sabios europeos, principalmente matemáticos y físicos. Gracias a este contacto surgirá en Descartes la preocupación por descubrir un nuevo método y por hallar el fundamento de todo el saber humano. Este interés asoma en Renato desde los 23 años. Es así como alista un libro: Tratado del Mundo, donde bajo el influjo de la ciencia perfila un enfrentamiento ideológico contra la Iglesia. Pero en 1633, se entera que el sabio Galileo, por reforzar las tesis de Copérnico es mortificado por el clero. Para evitar fricciones, Descartes se retracta de publicar esa obra. Por entonces tenía la costumbre de consultarlo todo con los sacerdotes.

Desde los 33 años Descartes escoge como residencia la república de Holanda y allí radica por espacio de 20 años, en un país con relaciones de producción entradas ya en el capitalismo, lo cual coadyuvará  enormemente para la toma de una conciencia claramente científica. Debido a ello es que, luego de madurar valiosamente en Física, escribe tres trabajos interesantes: La Dióptrica y Los Meteoros (1635) y la Geometría (1636), donde demuestra su adhesión por Galileo y su predilección por la Lógica y la Matemática, que según Descartes son ciencias que tiene que ver con la evidencia.

La producción científica tornó a Descartes en Filósofo, Físico, Matemático y Fisiólogo y sobre todo, creador de la Geometría Analítica. Ya en plena madurez, se siente con autoridad para librar una dura batalla en pro de la razón humana. Dentro de este empeño, continúa publicando. A los 41 años nos entrega El Discurso del Método (1637); a los 48: Principios de Filosofía (1644), a los 53: Tratado de las Pasiones del Alma, es decir, produjo hasta un año antes de su muerte. Falleció sintiendo la amargura de haber sido atacado por jesuitas y protestantes, a pesar de no haber dejado jamás ser católico y de no haber compartido con las posturas materialistas y empiristas de Bacon.

La crítica filosófica posterior y en especial Dynnik (24) ha remarcado que las ideas de Descartes representan las aspiraciones de la burguesía que quiere llegar a un entendimiento con la nobleza. Otros biógrafos han estimado que Descartes es una figura decisiva en el paso de una época a otra, mientras Ortega y Gasset lo califica como el “primer hombre moderno”.

Su postura filosófica.

En la filosofía cartesiana hay que distinguir dos aspectos:

Cuando se ocupa de temas naturales como la Cosmogonía, Cosmología, la Física y la Fisiología, lo hace con un enfoque materialista mecánico.

Cuando trata de temas sociales y humanos referidos a la Política, Historia, Psicología y Teoría del Conocimiento, se afinca en el idealismo.

De ahí que esté considerado como un filósofo dualista.

Los conocimientos filosóficos los agrupa en dos grandes sectores:

  1. La Metafísica. O doctrina de lo Sobrenatural. Aquí trata del Alma.
  • La Física. O doctrina de la Naturaleza. Donde estudia la materia.

El Dualismo.

Se sustenta en la presencia de dos sustancias independientes:

  1. RES COGITANS o sustancia espiritual, cuyo atributo en el Pensamiento.
  2. RES EXTENSA o sustancia material, cuyo atributo es la Extensión.

Lo espiritual no depende de lo material ni lo material de lo espiritual, sin embargo, ambas sustancias se remiten a un tercer principio que tiene el carácter de supremo, por tratarse de la sustancia divina.

De donde se concluye que Descartes, al final nos remite al Idealismo, sobre todo cuando enuncia la siguiente premisa:

“Soy una sustancia cuya total esencia o naturaleza es Pensar y que no necesita para Ser de ninguna cosa material”.

Para Descartes el principio o sustancia válida es el pensamiento, la mente, la razón o el alma.

El Cogito es la evidencia primaria, la idea clara y distinta por antonomasia, certeza primaria, una verdad inconmovible.

Ahora bien, para entender cómo es que el Cogito es una verdad inconmovible, Descartes nos remite a la Duda Metodológica descubierta por él.

La Metodología.

Para investigar la realidad, Descartes establece la Duda Metódica. Dice que hay que dudar de todo cuanto ha sido admitido por la vía de la fe. Hay que dudar de los dogmas, de los sentidos, del testimonio ajeno y de las vías racionales. Para empezar a investigar, hay que suponer inclusive que no tenemos cuerpo, de que no hay Dios, hay que despojarse de todas opiniones emitidas por las autoridades científicas y eclesiásticas, de las metodologías anteriores como la lógico-aristotélica. Pero después de haber puesto en duda todo, llegaremos a la conclusión de que no es posible dudar de nuestra propia acción de dudar.  Quien duda, piensa. Quien piensa, existe.

Verdad fundamental          : No puedo dudar de que dudo

  Dudar es pensar

  Pensar es Ser

Luego : Es cierto que YO EXISTO

Entonces : PIENSO, LUEGO EXISTO (Cogito Ergo Sum)

En el discurrir de su Método, Descartes puso en duda no sólo las conclusiones de la escolástica, sino también los datos de las ciencias naturales.

Descartes recomienda que no hay que poner límite a la duda, pero al mismo tiempo subraya que no hay porqué ser escépticos hasta el fin, no debe practicarse la duda por la duda y  llegar a lo irresoluto. Más bien hay que partir de un principio teórico, absoluto y cierto, que a la vez debe ser universal, inmutable y aplicable a todas las ramas del conocimiento. De acuerdo a esto, la verdad primera o el punto de arranque del filósofo es que “se puede dudar de todo, pero no se puede dudar de que se está dudando”. De este modo, se parte de un principio convencional, que al mismo tiempo anticipa la conclusión.

La Duda debe reunir científicamente ciertas características:

  • Debe ser metódica y no definitiva. Es provisional.
  • Debe ser positiva y no negativa. No se asumen por capricho.
  • Debe ser especulativa y no práctica. Se hace con fines teóricos.
  • Deber ser universal y no particular. Debe abarcar toda la realidad.

Definición de Metodo. Para Descartes el Método es un conjunto de reglas fáciles, gracias a las cuales el investigador no puede tomar lo falso como lo verdadero. Para no caer en desaciertos Descartes elaboró 21 reglas, que al final las sintetizó en las cuatro siguientes:

  1. Principio de la Evidencia. “No aceptar una cosa por verdadera sino se la reconoce verdaderamente como tal”. Esta regla nos evita de la precipitación, porque no acepta más que aquello que se presenta clara y distintamente al espíritu. Según Descartes, a la evidencia se llega a través de la Intuición. La Intuición es un acto puramente racional a través de la cual la mente percibe su propio concepto.
  • Principio del Análisis. “Dividir cada una de las dificultades que se han de examinar en el mayor número de partes posibles y necesarias para resolverlas mejor”.
  • Principio de la Síntesis. “Conducir los pensamientos por orden, empezando por los objetos más simples y fáciles de conocer, para ascender poco a poco por grados, hasta los conocimiento más complejos”.
  • Principio de Enumeración. “Hacer en todo enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que estemos seguros de no omitir nada”.

Según Descartes un buen método debe guiarnos hacia la invención y el descubrimiento. Para ello hay necesidad de asegurar al conocimiento un fundamento absolutamente firme, no sujeto a error. En todo caso ese método no puede ser inductivo, sino uno inverso.

La Deducación.

La intención de Descartes es aplicar el método matemático o geométrico a la Filosofía. Como se sabe el método matemático es deductivo. Establece verdades sin la ayuda de la experimentación y de la observación. Acepta sin prueba las proposiciones que parecen indiscutibles (axiomas), para luego razonar a través de ellas. En la Matemática esto es posible porque a través del razonamiento puede establecerse si las deducciones son válidas o no.

La Naturaleza.

Para Descartes el universo en un mecanismo gigantesco. Los animales, las plantas y los cuerpos son puro mecanismo. No existe alma vegetativa, como pensaba Aristóteles, sino mecanismo.

El mundo material está compuesto de corpúsculos de distintas formas en interacción mecánica. Al comienzo la materia fue difusa, pero gracias al movimiento torbellinante se produjo una diferenciación, resultando tres formas:

  • Las partículas ligeras, gracias a las que existe el fuego.
  • Las partículas pequeñas que sirven para llenar los espacios intermedios. Ello originó el aire.
  • Las partículas grandes. Que se mueven lentamente. Son los Planetas.

La materia es inerte y tridimensional. Sus partículas también son materiales y divisibles hasta el infinito.

A la materia puede faltarle una serie de cualidades, pero lo que jamás le falta es la extensión. Todo cuerpo tiene la característica de estar dotado de extensión, de propiedades físicas, de cualidades sensibles y movimiento.

Descartes explica el mundo partiendo de la materia y el movimiento; parte de la unidad material del mundo y dice que el mundo es material e infinito. Materia y movimiento son indestructibles. No existe ninguna fuerza al margen de la materia, excepto Dios.

El Movimiento.

Descartes tiene la virtud de haber creado el principio de la “indestructibilidad e increabilidad del movimiento. Sin embargo dice que la primera causa del movimiento es Dios. Al crear el mundo, Dios le infundió de movimiento. En consecuencia, el movimiento es algo que se recibe de fuera. Los cuerpos transmiten movimiento en la cantidad en que lo reciben.  El movimiento es una manifestación de la vida de la materia. Las partículas de la materia están siempre en movimiento.

El movimiento se produce por el choque entre dos cuerpos. Todo movimiento es relativo. Se deriva del rotatorio. El movimiento no es sino desplazamiento.

Descartes dice finalmente: “Dadme materia y movimiento y os construiré el mundo”.

La Ciencia.

Descartes como Bacon plantea que la Filosofía debía estar al servicio de la práctica, fortaleciendo el dominio del hombre sobre la naturaleza. Según esto, el objeto de la ciencia debe ser el estudio de las propiedades y de la acción del fuego, del aire, agua, tierra y éter, de los cielos y los astros. Sólo así podremos ser amos de la naturaleza. En esta aventura, Descartes desarrolló conceptos y teorías en varias ciencias particulares, a saber:

En Matemática. Se le conoce como creador de la Geometría Analítica y como el que sentó las bases del Cálculo Diferencial.

En Mecánica. Formuló la ley de la acción y reacción; la ley de la conservación total de movimiento al choque de dos cuerpos no elásticos.

En Astronomía. Explicó el desarrollo natural del sistema solar.

En Fisiología. Estableció  un  esquema  de  reacciones  motoras,  que es  un anticipo de la teoría del reflejo.

En Física. Plantea que la naturaleza tiene horror al vacío. Desarrolló los conceptos de masa, magnitud, figura y movimiento.

En Psicología. Intentó   dar  una  explicación  materialista  de los  fenómenos psíquicos (reflejos). Pavlov lo considera fundador.

Teoría del Conocimiento.

Descartes descubre que los hombres son semejantes en cuanto que todos tienen la facultad de pensar. Lo que los diferencia es el nivel intelectual, pues unos piensan metódicamente y otros no.

El saber verdadero no puede extraerse de la experiencia sino del entendimiento, de los conceptos que son innatos.

Todos los hombres están en la capacidad de distinguir la verdad del error. El criterio de verdad es la  claridad y distinción en las ideas. El pensar está libre de la influencia de los sentidos y de la imaginación. El error tiene su fuente en la actuación de la voluntad y no en la razón. Erramos por que queremos errar. Dios no es el causante de nuestros errores, sino nosotros mismos.

El fundamento del conocimiento verdadero es la evidencia que no necesita de demostración empíricas ni lógicas. Se da a través de la intuición intelectual.

El Racionalismo.

Para Descartes, la razón es la fuente autónoma e independiente de las percepciones sensibles.  Ella se nos presenta a través de las ideas innatas, independientes de la experiencia. La existencia de ideas innatas queda demostrada a través de los principios lógicos y matemáticos. La Razón, es pues, el juez supremo e infalible que trasmite la verdad. Los errores devienen por ignorancia de las exigencias de la razón. Ahora bien, la razón humana sólo admite como verdadero lo que se le presenta con claridad y distinción.

Entre sensación y razón, Descartes concluye que la razón es la que desempeña un papel fundamental. El hombre es en esencia razón, por ser sustancia pensante.

Descartes llega al extremo de sostener que una sociedad puede ser legítimamente organizada sobre bases racionales.

La predilección por la razón, fue tomada en la época de Descartes como una actitud positiva, dado que infirió un duro golpe al dogmatismo escolástico.

Las Ideas.

Según Descartes tiene diferentes fuentes:

  1. Adventicias. Son las que provienen del exterior por la vía natural. Son extrañas al Yo.
  • Facticias. Son las que construye el mismo Yo. Son inventadas.
  • Innatas. Son las que nacen con el sujeto. Gracias a ello tiene idea de lo infinito.

El Hombre.

Según Descartes, el hombre es el nexo efectivo entre el mecanismo corporal sin alma y sin vida con el alma racional poseedora de voluntad y pensamiento.

El hombre se diferencia de las bestias porque tiene alma racional.

El hombre posee pues alma y cuerpo. Cuerpo y alma no se complementan. Cada una de ellas es una sustancia completa que se unen indiscutiblemente mientras dure la vida. Alma y cuerpo son heterogeneos. Ejercen entre sí una acción recíproca a través de un determinado órgano denominado glándula pineal. Es la glándula pineal donde se produce la relación cuerpo-alma.

La importancia del alma radica en que posee pasiones, sentimientos y sensaciones. La fuerza del alma, consiste precisamente en vencer las pasiones y detener los movimientos del cuerpo que lo acompañan. El ser es débil, en la medida que se deja dominar pro las pasiones.

La tristeza y la alegría son dos estados de las pasiones. La alegría permite advertirnos aquello que es útil.

La Política.

En concepto de Descartes lo recomendable no es subvertir el orden establecido, sino soportar los males de la sociedad, antes que asistir a cambios bruscos. Todo aquello que es nuevo deberá implantarse gradualmente sin destruir lo viejo.

La Moral.

La Etica de Descartes está encuadrada dentro de los marcos del racionalismo. Para él, la diferencia entre el bien y el mal es la misma que hay entre lo falso o lo verdadero.

Establece las siguientes reglas:

  • Obedecer las leyes y costumbres del país, conservando lo religioso.
  • Respetar la tradición y la política. Tener la religión del Rey.
  • No decidirse de nada hasta que se haya alcanzando la evidencia.
  • Procurar vencerse a sí mismo.
  • Lo más útil es adaptarse con quienes hay que vivir.
  • Si en el hombre hay pasiones, éstas deben ser controladas por la razón.
  • El libre albedrío consiste en que nosotros podamos hacer una cosa o no hacerla.
  • La esencia de la libertad es el proceder de manera que no nos sintamos obligados por ninguna fuerza exterior.
  • El grado más alto de libertad se alcanza cuando el entendimiento posee nociones claras y distintas que dirigen la elección y decisión de la voluntad.

El Arte.

En materia de Estética, Descartes es partidario del Clasicismo. Estima que el arte debe guiarse por cánones o reglas. En toda obra deberá haber precisión matemática. Como racionalista que es dice que la razón deberá regir el afecto.

La Religión.

Asevera que existe un ser infinito, puesto que la idea de algo tan grande no puede obedecer sino a una realidad verdaderamente infinita. A este efecto, en las páginas de su obra: Meditaciones Metafísicas nos dice (25):

“… Bajo la denominación de Dios comprendo una substancia infinita, independiente, que sabe y puede en el  más alto grado, y por la cual he sido creado yo mismo con todo lo demás que existe, si es que existe algo más. Todo lo cual es de tal género que cuando más diligentemente lo considero, tanto menos parece haber podido salir sólo de mi. De lo que hay que concluir que Dios necesariamente existe”.

Más adelante nos dice: Yo tengo en mi mente la idea de Dios, de un ser perfecto. Esta idea ha tenido que ser puesta por un ser perfecto. Ese ser no es más que Dios.

En conclusión, Descartes reconoce un sitio a la religión.

Juicio Crítico.

  • Su principio de la evidencia, no procede de la práctica histórica, sino de su propia subjetividad. Por lo tanto, es idealista.
  • Absolutiza su método geométrico deductivo con desdén del método inductivo, cayendo en una crasa unilateralidad.
  • Por partir del Pensamiento, el Cogito Ergo Sum es una concesión a la filosofía idealista.
  • No llegó a comprender la diferencia cualitativa entre mundo inorgánico y mundo orgánico. De ahí que su teoría del reflejo es mecanicista.
  • Cuando habla de dos sustancias independientes (materia y forma) no es consecuente, porque al final recae en la sustancia divina.
  • Su Duda metodológica es especulativa y no práctica.
  • Al considerar que la materia es “inerte” se sitúa como un metafísico.
  • Al remarcar que el movimiento es sinónimo de desplazamiento, igualmente queda en los marcos estrechos del mecanismo.
  • Al no extraer el criterio de verdad, de la experiencia histórica, su Gnoseología es retórica.
  • Al no establecer la relación dialéctica entre experiencia y razón, no tienen una percepción clara del problema del conocimiento.

THOMAS HOBBES

(1588 – 1679)

Extracción  y posición de clase.

Thomas Hobbes fue el segundo hijo de un vicario inglés de linaje aristocrático. Desde niño tuvo a la mano una excelente biblioteca que lo acercó prematuramente a los clásicos grecolatinos; es así que en área de las ciencias es hechizado por los postulados de Euclides y en la esfera de las letras es fascinado por los trabajos de Tucídides. El primero lo encamina hacia el método geométrico y el segundo a su adhesión por la monarquía. Por su comodidad económica llegó a desplazarse por varios países europeos, vinculándose de ese modo con Galileo, de quien absorbe el mecanismo y luego se relaciona con Copérnico, Descartes, Kepler, Gassendi y Haaarvey, los que lo sumergen en las Ciencias Naturales y en la Matemática. De otro lado, la especial situación de haberse desempeñado como secretario de Francisco Bacon, lo empalmó hacia la concepción materialista.

Resultado de su nexo con los científicos coetáneos viene a ser su producción intelectual, sintetizada en las siguientes obras: De Civi (1642); Leviatán (1651); De Corpore (1655) y De homini (1658). No obstante, su origen de las canteras de la aristocracia, terminará propagando ideas antifeudales y antiescolásticas. Sus adversarios lo denominarán ateo, hereje e inconsecuente a su casta. Pero Hobbes, sin alterarse, en sus años maduros lidiará con teólogos, políticos y sabios, manteniéndose firme en el materialismo, aunque en materia social, en lugar de simpatizar por la democracia, prefirió defender las monarquías absolutistas, de ahí su discrepancia con Oliverio Cronwell.

Su postura filosófica.

Según Hobbes, la filosofía es un conocimiento racional  que debe contribuir a obtener éxitos en la vida política y elevar la calidad de los bienes vitales. La filosofía es el conocimiento de efectos adquiridos mediante el raciocinio a base del descubrimiento de las causas genuinas.

Su postura filosófica está revestida de las siguientes notas: es un materialista corporalista porque reduce la realidad objetiva a la existencia de cuerpos con extensión.  Es monista y no  dualista como Descartes, porque juzga que existe una sola sustancia (la extensión) como el fundamento primario. Es nominalista porque  piensa que lo universal sólo se reduce a nombres y signos, en la forma lo entendió también Occam. Es determinista porque  excluye la categoría de libertad, he ahí también su mecanicismo. Finalmente, es ateo como Epicuro.

Su materialismo.

Pero lo que más interesa de Hobbes es el hecho de que resuelve el problema fundamental de la filosofía en sentido materialista. En el pensamiento de Hobbes, la materia es el sujeto de todos los cambios. Tiene carácter eterno;  no se puede crear ni destruir, aumentar ni disminuir ni mover a otro lugar conforme a nuestros deseos. Pero al mismo tiempo, concordando con Descartes estima que es inerte. De  ahí que Marx y Engels, en La Sagrada Familia formulan la siguiente observación (26):

“En su ulterior desarrollo, el materialismo se hace unilateral. Hobbes es el sistematizador del materialismo baconiano. La sensoriedad pierde su perfume, para convertirse en la sensoriedad abstracta del geométra. El movimiento físico se sacrifica al movimiento mecánico o matemático … El materialismo se torna misántropo”.

El historiador de la filosofía occidental D.J. O`Connor, lo califica de “fundador del materialismo metafísico moderno”.

Según Hobbes la filosofía debe estudiar dos esferas:

  1. Lo Natural, cuando ha de explicarnos lo que son los cuerpos.
  • Lo Civil, cuando se ciñe a cuerpos artificiales como: la sociedad, el Estado, la ética y la política.

La Metodología.

Para la interpretación de los fenómenos circundantes Hobbes nos insta acudir al cálculo, al uso del método geométrico. En todo instante ponderó a Euclides por su Geometría y a Galileo por su pensamiento lógico-demostrativo y por su mecanismo. Siempre simpatizó con la deducación racional, sin olvidar la fuente empírica. Para Hobbes, la esencia del método racional radica en el cálculo. El cálculo es el fundamento de la filosofía hobbista.

La Naturaleza.

En su obra Leviatán (27), Hobbes apunta:

“El universo, esto es, toda la masa de cosas que son, es corpóreo, vale decir, es cuerpo; y tiene las dimensiones de la magnitud, a saber, longitud, espesor y profundidad. También, toda parte de un cuerpo es también un cuerpo y tienen iguales dimensiones. En consecuencia, toda parte del Universo es cuerpo, y lo que no es cuerpo no es parte del Universo. Y puesto que el Universo es todo, lo que no es parte de él no es nada y, por consiguiente, no existe en ninguna parte”.

Para Hobbes de la nada no surge nada. La nada produce nada.

La propiedad más importante del cuerpo es existir independientemente de nuestro pensamiento, por sí mismo, fuera de nosotros.

Así pues las propiedades de los cuerpos se reducen a determinaciones cuantitativas. El mundo está repleto de cuerpos. No existe nada incorpóreo. Incluso el alma es cuerpo. Si todo lo existente en el mundo son cuerpos y admitimos la existencia de Dios y el alma, entonces también estas entidades son cuerpos. Decir que Dios y el Alma son sustancias incorpóreas equivale a decir que “Dios y el alma son cuerpos incorpóreos”. El alma es pues de naturaleza material porque las manifestaciones espirituales son movimientos corpóreos.

Otros críticos de la filosofía estiman que el defecto de Hobbes reside en desconocer el carácter objetivo de la diversidad cualitativa de la naturaleza.

El pensamiento de Hobbes es mecanicista porque la naturaleza es una suerte de máquina.

El Movimiento.

Aún cuando para Hobbes el Movimiento no es atributo de la materia, se le ha calificado de filósofo “ebrio de movimiento” porque no descuidó la existencia de esta categoría. Es verdad que para Hobbes el movimiento se reduce a desplazamiento espacial; pero en lo general admite que todos los cuerpos están en movimiento y este movimiento se rige por leyes mecánicas.

Los conceptos de “fuerza”, “causa”, “acción” pueden reducirse a movimiento. Movimiento y reposo son equivalentes. El movimiento sólo produce movimiento. Sólo el impulso puede transmitir el impulso de un cuerpo a otro.

Los cambios que aparecen como cualitativos son reducidos a desplazamiento. Al identificar Hobbes “materia” y “cuerpo” geometriza la materia.  Le hace perder su riqueza cualitativa. Ya no tiene en cuenta las diversas formas de la realidad.

Espacio.

Hobbes identifica espacio con “cuerpo” y “extensión”. El espacio es inseparable de la materia. Los objetos no pueden existir fuera del espacio. Precisamente cuerpo es todo lo que independientemente de nuestro pensamiento coincide con alguna parte del espacio. La extensión es la esencia del cuerpo.

Teoria del Conocimiento.

Para Hobbes el mundo material es la fuente de nuestras ideas y representaciones. Los objetos naturales existen fuera de nosotros y poseen un carácter sensible, actúan sobre nuestros sentidos provocando sensaciones. Las oscilaciones del éter crean las ideas de luz y calor. Las oscilaciones del aire producen el sonido.

La sensación no es más que la imagen aparente del objeto corpóreo que la produce en nuestros órganos sensitivos. Tanto el objeto como la sensación no son sino movimientos. Las sensaciones son expresiones subjetivas de los procesos objetivos.

Hobbes, optando por el empirismo gnoseológico, rechaza la teoría innatista de Descartes, argumentando que de existir ideas innatas, aún estando profundamente dormidos seguiríamos manifestando nuestras ideas. Refuta igualmente que el pensamiento (Cogito) sea la sustancia humana. Ridiculizando a Descartes y su apotegma, nos dice que el razonamiento cartesiano:

“Yo soy una cosa que piensa; luego yo soy una sustancia pensante”, implicaría decir: “Yo soy una cosa que paseo; luego soy un paseo”.

Más adelante advierte que luego del conocimiento empírico o sensorial, necesariamente tienen que pasarse por una reelaboración racional. El conocimiento es una suerte de cálculo.

Distingue dos tipos de conocimiento:

  1. Conocimiento de hecho. Donde intervienen los sentidos y la memoria. Proporciona un conocimiento absoluto.
  • Conocimiento Condicional. Es el conocimiento de las consecuencias, que se vale de otro anterior. Es el científico.

La Sociedad.

Hobbes tienen una concepción materialista de la sociedad. Afirma que en la primera fase de su existencia la humanidad vive en un estado de “guerra de todos contra todos”. Es un estado natural en el que todos quieren alcanzar la meta que se proponen, tal es el caso del ejercicio del gobierno; pero como esto no es posible, hay necesidad de ceder a un monarca o a un grupo de dirigentes que nos representen. Una vía que plasma esta situación es el contrato social por el cual, los hombres transfieren el poder a una institución, asamblea o persona, que debe ejercer poderes absolutos. Así se da inicio a la segunda fase de la humanidad, la fase civilizada o el gobierno civil, donde se hace necesaria la presencia de un Estado fuerte,  que infunda temor y freno a las ambiciones de los hombres.

En el estado natural los hombres hacen prevalecer sus instintos y se violan los pactos orales. En este sentido no comparte con la idea de Aristóteles de que el hombre sea sociable por naturaleza; muy al contrario, señala que en el hombre subyacen impulsos egoístas e instintos de prepotencia y hostilidad hacia los demás hombres. El Hombre es pues por naturaleza un salvaje, tan feroz como los animales. ES UN LOBO PARA EL HOMBRE (Homo homini lupus). La simpatía y la benevolencia no le son consustanciales. Sin embargo, posee el instinto de conservación.

El carácter antisocial y egoísta de los hombres obedece al hecho de que teniendo todos ellos iguales aptitudes, todos intentan lograr los mismos objetivos y como no es posible ello, convierte en enemigos a sus propios semejantes. Los hombres en la sociedad, compiten, buscan fama y reputación y en su afán de buscar seguridad se tornan desconfiados.

En el estado natural temen a sus propios congéneres, temen sufrir daños, creen ser destruidos; pero al mismo tiempo tienen conciencia y esto lo hace  diferenciar de los demás seres. Gracias a la conciencia el hombre ha creado un organismo artificial. Esta es la sociedad, un organismo en el cual cada uno debe ceder un aparte de lo que le apetece.

La Política.

Para Hobbes contrariamente a lo que afirmaban los escolásticos, el Estado tiene un origen terreno y es creación no de Dios, sino de los propios hombres. He aquí su concepción materialista.

El estado nace pues de un pacto por el cual una multitud de hombres transfiere su derecho natural y lo entrega a un soberano o a una asamblea.

El Estado está representado por un soberano. Los demás son sus súbditos.  El Estado no nace del pacto de los súbditos con el soberano sino de un pacto entre los súbditos. El soberano está en la obligación de garantizar la salud del pueblo y la paz. Pero de esto solo tiene que rendir cuentas a Dios. El poder dado al soberano tampoco puede ser transmitido a otro. Los súbditos están obligados a la obediencia, siempre que sea compatible con las leyes divinas. El soberano no puede disponer aquello que Dios no lo permite, por ejemplo, el aniquilamiento de la vida.

El jefe del Estado es el mismo que ejerce funciones religiosas. El poder no puede estar distribuido en dos personas: autoridad civil y religiosa.

El Estado ideal es el monárquico-absoluto. Logra un mecanismo gigantesco donde el hombre es una partícula. Es omnímodo, hay un carácter ilimitado.

En suma, las concepciones de Hobbes sobre el Estado son reaccionarias por que para él las revoluciones son ilegítimas. Hobbes no advierte que está defendiendo a una máquina de violencia.

El Derecho.

Los conceptos de justicia o injusticia nacen donde hay ley y hay ley donde hay poder común. Donde no hay poder común cada quien se cree con derecho a todo, inclusive sobre la vida de los demás. Para alcanzar el bienestar común, hay que renunciar a ciertas apetencias. Esto es el Derecho Positivo.

La Etica.

Los valores morales son puramente subjetivos e individuales. No hay nada que sea absolutamente bueno ni malo. En todo caso bueno es aquello que se desea y malo es lo que odia o produce dolor. Hay aquí un sentido hedonistico. Hay también convencionalismo.

Se entiende por libertad la ausencia de todo impedimento, de oposición.

Se dice que un hombre es libre en la medida que valiéndose de su fuerza o ingenio es capaz de hacer porque no encuentra trabas para hacer lo deseado. Libertad y necesidad son compatibles.

La Religión.

Dios  no es objeto de la ciencia porque no tiene movimiento ni generación.

La fe en Dios es sólo fruto de la imaginación. La religión tiene su origen en el temor y la ignorancia.

Juicio Crítico.

  • Aborda el problema del Estado, en forma histórica.
  • No establece la relación dialéctica entre espacio y materia.
  • Tiene tendencias antidemocráticas. Combate la idea de soberanía popular.

BENITO SPINOZA

(1632 – 1677)

Extracción  y posición de clase.

Baruch Ben Michel Spinoza, es un filósofo holandés que nació en 1632 en las entrañas de una familia judía rica dedicada al comercio. Sus primeros estudios están impregnados de una fuerte formación mística, pues desde niño se le introdujo en la enseñanza del Talmud, la Cábala, la Filosofía judía y la escolástica. Sus años mozos reciben el influjo del pensamiento de Maimónides y después de Giordano Bruno y Descartes; a raíz de su aprendizaje de la Física, Geometría y Ciencias Naturales toma distancia de la comunidad religiosa, hasta que es excomulgado y expulsado de la sinagoga a los 24 años, luego de endilgársele el epíteto de “impío”, “hereje”, “sacrílego”, “ateo”.

Sus obras: Tratado teológico-político (1670); Etica (1677) y Tratado Político  encendió fuertes polémicas en los medios clericales e intelectuales, ya que aparte de generar la ira de los católicos y protestantes, recibió por un lado la adhesión de Goethe, Herder, Schelling y Hegel; en cambio, escuchó la censura de Leibnitz, Hume y Mendelssohn.

Luego de ser apartado de la comunidad judía por ser calificado como: “príncipe de los ateos” y por su ideología antifeudal, Spinoza prosiguió con sus investigaciones filosóficas llevando en esta segunda fase una vida serena, solitaria, modesta, benigna, apacible y enfermiza, sin ostentaciones; por el contrario, a pesar de la marginación de los creyentes, sobrevivió trabajando como fabricante y pulidor de lentes de telescopio, hasta que murió precozmente a los 45 años luego de contraer una afección pulmonar. Empero su posición de clase se mantuvo acorde a los intereses de la burguesía de Holanda, país que a mediados del Siglo XVII, juntamente con Inglaterra ingresaba al desarrollo del modo de producción capitalista, después de sacudirse del yugo feudal español.

Spinoza pudo interpretar el momento histórico que vivía su país y comprendió que para afianzar el comercio y la navegación se requería del auxilio de la ciencia y de la técnica. De ahí que si bien es cierto sus antagonistas lo motejaron de blasfemo, en cambio sus adeptos lo consideraron como un “Euclides de la Filosofía”. A decir de su biógrafo J. J. O`Connor (28), Epinoza fue una mente lúcida, aguda y honesta. En las postrimerías de su vida fue invitado a regentar una cátedra, pero declinó enseñar porque según él no había por qué comprometer su libre pensamiento.

Su postura filosófica.

Como Bacón y Descartes, Spinoza admite que la filosofía debe perseguir como fin el dominio del hombre sobre la naturaleza y contribuir al progreso del conocimiento. Este modo de enfocar está acorde con los intereses de su clase social, la burguesía, la que está interesada en extender sus dominios por los confines del mundo, vía la expansión comercial y se afina también con las ideas renacentistas de la independencia de toda tutela teológico-feudal, para lo cual hay que abandonar la religión y zambullirse en la ciencia.

Spinoza es un filósofo monista  porque plantea la unicidad de la  sustancia y por ende, combate el dualismo cartesiano. Es emanentista porque estima que los seres se ha derivado de esa sustancia única, no por obra de un ser trascendente, sino de la propia naturaleza. Es determinista porque fiel al mecanicismo de su tiempo y la física de Galileo y Newton, apreció que en la naturaleza todo se rige por la causalidad antes  que por el azar y la casualidad. Es panteista  como Giordano Bruno, porque piensa que la sustancia única a que se contrae su tesis, es la naturaleza, que al mismo tiempo es la propia divinidad. Pero al mismo tiempo es materialista  porque acepta que esa divinidad no es más que la misma naturaleza material, pues al lado de ella no hay ningún espíritu inmaterial que haya creado el cosmos y los seres singulares. Mas, ese materialismo es metafísico porque en su percepción, aquella sustancia única es inmutable e inmóvil.  Finalmente es ateo  porque no admite que Dios sea aquél ser que está por encima de la naturaleza material. En todo caso Dios es la misma naturaleza. No hay concurrencia de ningún creador extranatural.

La Metodología.

Para Spinoza, el método es el cambio para investigar en el orden debido la verdad misma, la esencia objetiva de las cosas. En ese sentido, se inclina porque el mejor método es el geométrico, o sea el matemático, porque es un método que se basa en definiciones, axiomas, proposiciones y por ser deductivo, es racionalista. Busca la certidumbre y la demostrabilidad, exige proposiciones apodícticas. Precisamente el mundo también tiene un orden geométrico. Su obra Etica se rige también por este método, por el cual mostró preferencia porque según él es exacto, riguroso, racional y seguro. Aquí se advierte la gravitación que tuvo sobre él, el filósofo Descartes, así como la Matemática.

La Naturaleza.

Para Spinoza la única sustancia existente es la naturaleza, la cual es única, eterna, infinita, inmutable, causa y efecto, esencia y existencia. Puede ser vista desde dos planos.

  1. Como Natura Naturans. En este caso es creadora.
  2. Como Natura Naturata. En cuyo caso es creada. Es el caso de los objetos singulares.

Pero lo que no se debe perder de vista es que, al final de cuentas, la naturaleza es causa sui (causa de si misma). No tienen un creador espiritual ni extranatural. Existe pues, por sí misma, fuera de todo intelecto. La sustancia única no es la razón.

Spinoza admite pues la existencia objetiva de la naturaleza y la valía que tienen el filósofo estriba en que estudia el mundo partiendo del mundo mismo, aunque debe quedar aclarado que en el pensamiento spinocista el concepto de naturaleza no sólo significa materia. Es materia, pero significa también otras cosas infinitas más.

Para Spinoza todas las cosas proceden de la naturaleza (o Dios). Dios o la naturaleza es el ser supremo. Dios no es externo a los objetos del Universo ni está separado de las cosas. Dios es causa inmanente y no trascendente. Dios es corpóreo  y no incorpóreo. La Naturaleza es la totalidad a la cual pertenecen los modos. Entre las cosas no hay comunicación. Sólo hay correspondencia. No se hallará que una idea sea causa de un cuerpo ni se hallará que un cuerpo sea la causa de una idea. Todo en el Universo está atravesado por la categoría causa-efecto y todo sigue su curso eterno e inmutable. La causalidad es mecánica. Todo es necesario y está determinado causalmente. El azar no es algo objetivo.

Mientras que en Descartes hay dos sustancia valederas y autónomas: La “Res Cogitans” (Pensamiento) y la “Res Extensa” (Materia), en el pensamiento de Spinoza, existe sólo una sustancia que en la Naturaleza. De esta sustancia se derivan dos atributos: el pensamiento, que produce ideas; y la extensión, a través de la cual existen cuerpos.

En su monumetal obra: Etica deslinda concluyentemente las categorías de “Sustancia”, “Atributo” y “Modo”, en los siguientes términos (29):

“Entiendo por sustancia aquello que es en sí, y se concibe por sí; es decir, aquello cuyo concepto no necesita del concepto de otra cosa para formarse”.

“Entiendo por atributo aquello que el entendimiento percibe de una sustancia como constitutivo de su propia esencia”

“Entiendo por modo las afecciones de una sustancia o dicho de otra forma, aquello que existe en otra cosa por medio de lo cual es también concebido”.

Luego añade:

“No puede haber en la naturaleza dos o más sustancias de igual atributo”

“Una sustancia no puede ser producida  por otra sustancia”

“La sustancia es necesariamente infinita”.

El Movimiento.

Según Spinoza no es atributo de la sustancia, sino apenas un Modo, en consecuencia no es infinito ni eterno.

El Hombre.

También es un modo  de la sustancia, una simple modificación de la naturaleza (o Dios). Su particularidad frente a los demás seres está en que es un ser con un modo de extensión (cuerpo) al que le corresponde un modo de pensamiento. El modo de su alma contiene pasiones, afectos, apetitos, razón, alegría, etc.

Todo cuanto le acontece al hombre se rige por las leyes de la naturaleza. Sus pasiones también son naturales.

Por estar sujeto a las leyes naturales, el hombre no es libre. Se halla atrapado por la necesidad. Sus acciones están predeterminadas como cualquier otra cosa finita. En este sentido es un esclavo. No hay libertad en la voluntad humana.

Ni el cuerpo puede determinar al alma a pensar; ni el alma puede determinar al cuerpo al movimiento o reposo. Entre el alma y el cuerpo del hombre hay un paralelismo psicofísico. Hay correspondencia, pero no relación.

El hombre se cree libre porque tiene conciencia de su voluntad, pero ignora la causa que la determina.

El hombre que domina las pasiones, el hombre libre, es aquél que habiendo comprendido la naturaleza de las pasiones se encuentra en condiciones de obrar independientemente de ellas.

Teoría del Conocimiento.

En su Gnoseología, Benito Spinoza sigue la línea racionalista heredada de Renato Descartes, pero dentro de los cauces del materialismo mecanicista.  Subestima el papel del experimento y de las sensaciones como fuente segura y establece tres grados en el conocer:

  1. Conocimiento Sensorial. Se caracteriza por ser opaco, inseguro e incompleto, por fundarse en imágenes y captar lo inesencial. La experiencia no proporciona el criterio de verdad, porque se sirve de ideas ficticias, falsas y confusas.
  • Conocimiento  Racional. Se produce a través de la razón, capta las cosas comunes, o sea lo universal. Es el conocimiento discursivo, independiente de lo sensorial. Se diferencia del intuitivo porque es mediato.
  • Conocimiento Intuitivo. Es un conocimiento seguro e inmediato que se realiza a través del entendimiento. Gracias  a esta facultad la mente capta la infinitud del universo, la esencia de los objetos. Es un conocimiento cierto u auténtico.

Sólo gracias a la razón y la intuición podemos distinguir lo verdadero de lo falso.

Según Spinoza, el error es propio de la naturaleza humana, pero el hombre debe tender a tener conocimientos que estén reforzados por la garantía de verdad. Por ejemplo, los conocimientos matemáticos son verdaderos. Algo más, el ser humano debe llegar al autoconocimiento, o al conocimiento de si mismo.

La Ciencia.

Para Spinoza, la ciencia permite a los hombres librarse de los prejuicios de la imaginación. Todo aquello que no nos hace avanzar debe desecharse por inútil. Para el cultivo de la ciencia el hombre requiere de un ambiente de libertad.

El filósofo holandés vivió imbuido de la Mecánica y la Matemática de su tiempo. Se adhirió ardientemente a la Matemática por considerarla portadora de verdades universales.

La Política.

Acepta la teoría  de Hobbes en torno al “Contrato Social”, pero a diferencia de éste, declara no ser partidario de los regímenes monárquico-absolutistas, sino de los democráticos, por ser una forma superior de gobierno.

Según Spinoza el Estado no surge como consecuencia de una evolución económico-social, sino bajo la sombra de la necesidad de subsistir, ya que sirve para moderar pasiones.

Recomienda que el Estado sea fuerte sin perjuicio de dejar a cada quien la libertad de pensar. Dice que en una sociedad las masas realmente no son libres. Sólo son libares los sabios.

El Estado está sometido también a leyes naturales.

El Derecho.

Spinoza dice que los hombres libres reconocen la importancia de la vida social, pero aclara que los hombres se unen no conforme a la razón, sino por una pasión, temor o esperanza, para autoconservarse.

De los derechos existentes señala que el más importante  y menos transferible es la facultad de pensar  y de juzgar libremente. Los gobiernos pueden poner freno a la lengua de los hombres pero no a su pensamiento. La justicia o injusticia nacen por obra del derecho común.

El derecho natural supone que el hombre no es libre, porque tal derecho proviene de la propia divinidad (naturaleza). En consecuencia, es libre de poder existir, pero debe someterse a las leyes de la naturaleza.

La Etica.

Spinoza niega la existencia objetiva del bien y del mal. Nada es bueno ni malo en sí mismo.

Bien es aquello que ayuda la objetiva del bien y del mal. Nada aquello que nos es útil, aquello que acarrea ventaja o utilidad.

Mal, es lo que perjudica, por ello el hombre huye de la tristeza y del sufrimiento por ser inadecuados.

En consecuencia, la búsqueda de lo útil es la norma fundamental de la virtud.  Su doctrina se encuadra dentro del utilitarismo.

En cuanto a la libertad, Spinoza dice que entiende por libertad el imperio de la razón sobre los sentidos. Es libre sólo el sabio que se aparta de la práctica. El hombre llega a liberarse de las pasiones a través del conocimiento claro y distinto. El hombre como ser pensante puede alcanzar la libertad, pero para ello deberá adecuarse a las leyes de la naturaleza. Tiene que aceptar el universo tal como es. Por consiguiente, la libertad humana es posible dentro de la necesidad.

La doctrina spinociana de la libertad ha sido calificada de determinista. Sin embargo, aclara que la libertad entendida sí no es igual a resignación.

La Religión.

En forma tajante Spinoza señala que el fin de la religión es el adoctrinamiento.  La religión no persigue conocer la naturaleza de las cosas. Sólo nos indica como debe ser la vida moral. Existe fe por respeto a Dios, su fin es pues práctico y no especulativo. Nos dice cómo debemos comportarnos y vivir mejor. Pero tras de ello cumple un rol político, porque aprovecha de la situación del pueblo que se desenvuelve bajo el miedo, la superstición.

Persuade a la humanidad que las Sagradas Escrituras sean leídas como cualquier otro documento, dado que es una obra escrita por hombres de fuertes convicciones morales. En cuanto al aserto de que existen los milagros, Spinoza refuta la existencia de ellos, fundándose en que todo lo que hay en la naturaleza está dentro de Dios, y como quiera que los milagros son extranaturales, quiere decir que escapa a los designios de Dios. El reino de Dios existe en nosotros mismos, está en la misma naturaleza, no fuera de ella.

Los críticos de la filosofía aseguran que Spinoza restituyó al hombre de la superstición, restauró su libertad de pensamiento. Para ello se ubicó en un ateismo contemplativo.  Al final de cuentas es un negador de la providencia, de las causas finales, del criterio de autoridad, niega también que la Biblia sea fruto de la revelación. Como Hobbes concluye en que los prejuicios religiosos, arraigados en el pueblo, son fruto de la incapacidad y temor.

Juicio Crítico.

  • No pudo descubrir que la práctica social es la que dicta el criterio de verdad.
  • Descategoriza el concepto de movimiento, al considerarlo sólo un modo de la sustancia.
  • Se remite sólo a un tipo de movimiento: al mecánico  con desconocimiento de otras formas.
  • No pudo resolver a satisfacción el problema fundamental de la filosofía. Como dicen Marx y Engels (39) “el spinozismo había  dominado el Siglo XVIII… convertía la materia en sustancia, como en el teismo, que daba a la materia un nombre más espiritual”.
  • Situándose en la metafísica, afirma que la sustancia es inmutable.
  • No admite la categoría de la Casualidad o el azar, a pesar de que su existencia es objetiva.
  • Concibe la sustancia en sentido estético, sin movimiento.
  • Su Etica ha sido calificada como histórica, mecánica y abstracta, porque el problema de las pasiones quiere explicar a través de la geometría.

Refiriéndose fundamentalmente a la confusión que puede derivarse del pensamiento de Spinoza, por sostener que la naturaleza es la propia divinidad, en Cuadernos Filosóficos (31) Lenin acota:

“El mundo de Spinoza es una lente acromática de la divinidad, un medio a través del cual no vemos otra cosa que la incolora luz celestial de la sustancia única”.

JOHN LOCKE

(1632 – 1704)

Extracción  y posición de clase.

Este filósofo, economista, escritor y político, nació en Inglaterra el mismo año que Benito Spinoza, en 1632, y fue formado por sus padres en un ambiente rural. Desde los 14 años dedicase al estudio, obteniendo prontamente una beca que lo convertirá en asiduo lector de los griegos y su retórica, entusiasmándose luego por la carrera del sacerdocio, dado su temperamento dulce y modesto; pero su información posterior de Bacon, Descartes, Hobbes, Gassendi y su amistad con Boyle lo atrajeron hacia la ciencia, resultando un gran investigador de la naturaleza, interesado en la Astronomía, la Física, Química y Medicina. A los 26 se gradúa de maestro en artes y después es llamado a enseñar en la Universidad de Oxford. A pesar de su delicada salud resultó un polemista y defendió ardorosamente a materialistas y naturalistas, recibiendo en cambio el rechazo de racionalistas e idealistas como Leibnitz, Malebranche, Berkeley y Hume. Desde los 32 años profundizó su aprendizaje en cuestiones económicas, políticas, pedagógicas, sociales y religiosas, de manera que a los 33, ingresa a la carrera diplomática y finalmente a los 35 a desplegar una actividad política intensa, desempeñándose como secretario del Conde De Shafterburry, ocupando por tal motivo puestos administrativos, aunque rehusó el puesto de embajador.

Paralelo a esa actividad, desde los 38 años descubrió su vocación filosófica y por eso es que durante 16 años se dedica concienzudamente a preparar su monumental obra: Un Ensayo Sobre el Entendimiento Humano (1960) donde intenta explicar las facultades y los límites de la mente humana. Simultáneamente  alistó la publicación de otros trabajos: Cartas sobre la Tolerancia (1689), Ensayos sobre el Gobierno civil (1690) y Pensamientos sobre Educación (1693).

Por su adhesión al partido liberal y por ser prácticamente el ideólogo de la Declaración de los Derechos del Hombre, fue constantemente mortificado, tuviendo que buscar asilo en Holanda por espacio de cinco años, en los instantes más turbulentos de la vida política de Inglaterra. En todo momento se pronunció contra la teocracia anglicana y contribuyó a la eliminación de las supervivencias feudales. Realmente fue el doctrinario de la revolución de 1688, aunque en el fondo sus ideas se orientaron a buscar una avenencia entre las dos clases dominantes de la sociedad inglesa. Su pensamiento dominó el Siglo XVIII y ejerció influencia en el pensamiento de la Ilustración y la Enciclopedia.

Su postura filosófica.

Para Locke, la filosofía debe tener un empleo práctico. Su interés debe estar dirigido al hombre y no a la naturaleza, debe moverse pues en el circulo de los problemas concretos. De hecho, se define un materialista sensualista, admirador de Newton y su mecánica, aunque los críticos posteriores lo han señalado como “inconsecuente”.

Según el filósofo inglés, la Filosofía abarca tres campos:

  1. La Filosofía Natural o Física. Estudia la naturaleza de las cosas tal como son en sí.
  2. Filosofía Práctica o Etica. Estudia el modo cómo el hombre debe actuar.
  3. Filosofía de los Signos o Semántica. Trata de los modos y manera de comunicación del Conocimiento.

La ambivalencia de la postura de Looke, sirvió para que más tarde sus seguidores se bifurcaran en dos tendencias: por un lado, los materialistas franceses como Diderot y Holbach; y por otro, los idealistas ingleses, como Berkeley.

La Metodología.

Looke es creador del método metafísico  del conocimiento. Esta metodología la transplantó del enfoque que empleaban las ciencias naturales de su tiempo. Por lo tanto, es unilateral. Incide  mayormente en el análisis y la descripción, aunque es modesto en reconocer que el hombre no debe tener la pretensión de avanzar más allá de la realidad en que se desenvuelve y actúa, dado que el propósito es investigar el origen, certidumbre y alcances del conocimiento humano.

La Naturaleza.

Locke considera que existe la naturaleza y que posee  dos tipos de cualidades:

  1. Primarias. Como son la solidez de los cuerpos, su extensión, figura, movimiento, densidad, etc. Estas cualidades son objetivas, están en los mismos objetos, son independencia de los hombres.
  • Secundarias. No están en los objetos mismos sino en la subjetividad o espíritu de quien los observa. Es el caso del sonido, sabor, color, olor, etc.

Aclara después que el hombre no puede crear la más ínfima partícula de materia ni destruir siquiera uno de los átomos existente. No acepta la multiformidad cualitativa de la naturaleza. Todo lo reduce a cantidad, magnitud, volumen, figura.

La Materia.

Para Locke la materia es la fuente principal de las representaciones o conceptos humanos. El concepto de materia no contiene más que el concepto de aquello en la cual existen numerosas cualidades sensibles que actúan sobre nuestros sentidos. Sostienen que la materia se compone de cosas singulares.

La materia es cierto soporte que tienen las cosas. No es nada sobrenatural con respecto al mundo concreto de las cosas y procesos.

Señala, por otro lado, que el concepto de sustancia es una idea falsa. La Esencia no supone por sí misma ninguna forma de universalidad porque es solamente un signo creado por el entendimiento. Para Locke, lo general y lo singular, son producto de la razón. Sólo conocemos las cosas nominalmente. No podemos conocer las esencias reales.

Dice también que existe un espacio no ocupado por cuerpo.

Pero lo valioso de Lockke, es que reconoce que la materia es la fuente del conocimiento.

Teoria del Conocimiento.

El conocimiento para Locke, es la percepción de una conveniencia o discordancia entre nuestras ideas. Pretende así investigar los orígenes, la certidumbre y el alcance del conocimiento. Para Locke, el objeto del conocimiento humano es la IDEA. Lo importante no es saberlo todo, sino saber lo que es importante para nuestra conducta y vida práctica. Por ello no se ocupa de la esencia del conocimiento, sino de la descripción de los modos como se adquiere el conocimiento y como se formulan los juicios. Es por ello, el fundador de la Criteriología, como ciencia propia.

Añade que el objeto del conocimiento no se reduce al mundo exterior sino también a la actividad del alma, base de la reflexión, de ahí la importancia de la educación.

Ahora bien, el conocimiento se manifiesta a través de varias formas y por distintos grados, a saber:

  1. El Conocimiento Sensible. Para Locke, todos los conocimientos vienen del mundo exterior, ya que en la mente humana no existe género de ideas innatas. La experiencia es el mundo en que el hombre vive y obra y en el cual debe arraigar sólidamente. La experiencia suministra el material del conocimiento, pero no es el conocimiento mismo. El conocimiento siempre se refiere a las ideas. Las ideas es el único objeto posible del entendimiento. La experiencia, proporciona pues bastante seguridad y certeza. No se puede dudar de la realidad.

La prueba de que lo externo influye en nuestras ideas, está en que si alguien tiene el órgano malogrado, ya no percibe bien. Más allá de la certeza de los sentidos no existe otra certeza. Inclusive, los sentidos se dan mutuo testimonio de las cosas externas. Sólo los objetos externos están en la posibilidad de excitar nuestros sentidos. Las ideas surgen como consecuencia de la acción de las cosas exteriores sobre los órganos de los sentidos.

El conocimiento sensible es superior a la simple probabilidad, pero inferior a los grados de certidumbre que proporciona el especulativo.

  • El Conocimiento Demostrativo. Se produce cuando el acuerdo o desacuerdo entre dos ideas no es percibido inmediatamente, sino que se hace evidente mediante el uso de ideas intermedias. El conocimiento demostrativo es mucho más seguro que el intuitivo. Toma el nombre de conocimiento mediato, se capta a través de la demostración y el experimento. Sirve de fuente de opinión.
  • El Conocimiento Intuitivo. Cuando el acuerdo o desacuerdo se ve inmediatamente en virtud de las mismas ideas sin intervención de otras. Ejm. ¿Qué es lo blanco y lo negro?. ¿Por qué 4 es más que 2?. Este conocimiento es más claro y más cierto, pero el fundamento de su certeza no se encuentra en la razón, sino en la experiencia. Por ello de nuestra experiencia, nos percatamos a través del conocimiento intuitivo, como lo hace Descartes, al decir: “Yo pienso”, “Yo razono”, “Yo dudo”, aunque Descartes no entiende que la experiencia es la que lo convence.

En cambio, la existencia de Dios, no puede hacerse intuitivamente, sino a través de la demostración. Por eso, se emplea el argumento de la causalidad.

El conocimiento cierto  es restringido. Se agota en el conocimiento de nuestro Yo. Pero es un conocimiento indudable, fidedigno y exacto.

El Empirismo.

Locke es el fundador del sensualismo materialista. Sus tesis desarrollan toda una teoría del conocimiento del empirismo materialista. Su doctrina está influida por el nominalismo de Thomas Hobbes y por el racionalismo de René Descartes, a quien lo refuta, proponiendo las tesis siguientes:

  1. No hay ideas innatas ni principios innatos. Los principios lógicos que según otros, tienen el carácter de innatos (principio de identidad, de no contradicción) no son verdaderamente innatos, porque a éllos también se llega a través de la experiencia.

Una idea no existe si no es pensada. Por ello es que en los niños y en los idiotas no se encuentran ideas innatas. Como no tienen la capacidad de pensar, no tienen tampoco ideas que reflejen correctamente la experiencia.

  • Nada hay en el entendimiento que no haya estado antes en los sentidos. Locke no acepta que el alma piense antes que los sentidos le hayan proporcionado las ideas sobre las cuales piensa. Toda idea para estar en el espíritu tienen que ser percibida. Ahora bien, esta percepción puede ser:
  1. Externa. O producto de la sensación, a través de la cual se distingue, por ejemplo, lo amarillo, lo caliente, lo duro, lo amargo, etc. Intervienen los sentidos (tacto, oído, etc.).
  • Interna. O producto de la reflexión, que se manifiesta a través de operaciones como  la duda, el razonamiento, la voluntad, emociones y deseos, propias del espíritu.
  • El alma es tan quam tábula rasa. Significa que al nacer, todo ser humano tiene la “mente en blanco”, a semejanza de una pizarra sin inscripciones.

El entendimiento es un gabinete vacío que va siendo amoblado o una tabla en blanco, donde se va escribiendo gradualmente.

En resumen, el empirismo encontró en Locke su expositor más hábil y afortunado.  El empirismo es pues la afirmación de que el conocimiento humano debe restringirse dentro de los confines de la experiencia. Más allá de ésta hay sólo sueños quiméricos. A locke le corresponde el mérito de haber esclarecido que ni la fe, ni la justicia, ni las normas morales ni la idea de Dios son innatos. Todo es adquirido. Esta reflexión lo conducía al ateísmo.

La Lógica.

Para Locke, el silogismo no es necesario para razonar correctamente, No sirve para descubrir ideas ni para establecer conexiones nuevas. Su empleo sólo es polémico, en todo caso sirve para defender los conocimientos que se supone tener.

La Política.

Como bien dice su biógrafo Luis Rodríguez Aranda (33) Locke:

“Es conocido como el padre del liberalismo. Y, en efecto, fue el primer escritor político que se dedicó sistemáticamente a atacar las bases de los Estados absolutos. Para conseguirlo, escribió su libro y para hacer imposible la tiranía creó la conocida división de poderes que ha pasado a vulgarizarse según la concepción de Montesquieu: legislativo, ejecutivo y judicial. Locke clasifica en legislativo, ejecutivo y federativo, siendo este último el que concierne a la dirección de los asuntos exteriores… Locke… defendió con convincente energía que el soberano es el rey sino el pueblo, y que un pueblo que está determinado a ser libre necesita una constitución para evitar una tiranía”.

En páginas anteriores (34) el mismo biógrafo nos dice:

“La gran labor de Locke en su tiempo consiste en que proporcionó los principios abstractos para elaborar la doctrina de un partido político, ya existente, pero dotado ahora de una fuerte base teórica para afrontar el futuro. Lo que consiguió no sólo en su patria, sino en todo occidente fue algo formidable: el abandono de la vieja idea del derecho divino de los reyes y el definitivo triunfo del Parlamento, como legítimo representante del pueblo.”

Locke considera que la sociedad pasó del estado natural a la sociedad civil porque en la primera fase la humanidad se hallaba insegura. Entonces el Estado natural surge allí donde los hombres libres renuncian al derecho natural de autodefensa, al derecho de castigar, en el firme convencimiento de que en adelante el Estado tendrá la misión de promulgar leyes para una correcta convivencia; castigar a los infractores de la ley y defender a los ciudadanos frente a una agresión exterior.

Rechaza las ideas absolutistas de Hobbes y asevera que el pacto entre el súbdito y el soberano es bilateral, de manera que el subordinado tiene el derecho de rebelarse contra toda violación de la ley. La rebelión es pues justificada cuando el gobierno se torna tirano y olvida sus funciones; no se justifica mientras el gobierno sea la expresión de la voluntad popular.

Locke es partidario de la Monarquía Constitucional, que para su tiempo es una tesis avanzada y corresponde a la ideología liberal. El Estado debe ser tolerante frente a la religión, aunque debe mantener independencia de la tutela eclesiástica. Rechaza, en consecuencia, el patriarcalismo y la doctrina del derecho divino, el absolutismo de los reyes. Locke estima que son los propios hombres quienes deben cambiar el poder existente si no encuentran las condiciones para el desarrollo.

Con relación al a propiedad privada, Locke es partidario de su vigencia. Dice que el fin del Estado estriba en proteger la libertad y la propiedad adquirida por el trabajo. Está en la obligación de garantizar los bienes civiles: la libertad, la propiedad, la vida y la integridad personal.

La Filosofía política de Locke exigía la ampliación de los derechos políticos y la eliminación de las supervivencias feudales. Cree que los hombres son iguales y libres en su estado de naturaleza. Llegan a formar la sociedad por consenso y no por evitarla  “la guerra de todos contra todos”. Hay por consiguiente, la posibilidad de formar una convivencia ordenada y pacífica. La Monarquía tiene la obligación de respetar los límites de su poder y como se manifiesta el abuso, el pueblo tiene derecho a la resistencia activa y la fuerza. La resistencia no es sino un pronunciamiento contra los gobernantes que rebasan la ley.

El Derecho.

Dice que la ley tiene por fin castigar al ofensor y ser ejecutor de las disposiciones de la autoridad. No es una fuerza arbitraria.

La Moral.

Para Locke, la moral es independiente de la religión. Es la adecuación de la conducta humana hacia una determinada norma, que puede ser divina, estatal o de opinión.

El bien moral o el mal moral consisten en la conformidad o disconformidad de una acción con la norma fijada. La idea de virtud se deriva de la experiencia. Si se procede con obediencia a ella produce el bien y si se actúa con desobediencia generamos el mal. La moral tiene naturaleza hedonística y es determinista. No concede libertad a la voluntad humana. En todo caso la libertad consiste en la fuerza o poder que siente el hombre en si mismo, de empezar, continuar o interrumpir sus acciones. Pero debe tenerse en cuenta que si bien es cierto el hombre tiene la libertad de obrar, en cambio no tiene la libertad de querer.

El hombre es libre en el sentido de poder hacer o no hacer lo que quiere; pero no en el sentido de querer o no querer lo que quiere. El espíritu no puede impedir la voluntad. No puede evitar un determinado sobre la acción prevista. Excluye la sumisión del hombre. Permite al hombre decidir.

Los hombres no nacen en la libertad, pero nacen para la libertad y por eso el rey no tienen autoridad absoluta.

La Educación.

La educación rinde frutos cuando el educador reproduce el orden de la sucesión de impresiones e ideas. Tiene por mira, la formación del carácter, el desarrollo de las capacidades. El enseñante debe reproducir ante las almas la consecutividad de las impresiones e ideas para su correcta formación y para su entendimiento.

La ecuación debe tender a formar individuos aptos para el fin social. Si el orden social y el régimen político no permiten adquirir lo necesario, los propios hombres deben cambiar el régimen.

No es partidario de la aplicación de castigos corporales en la niñez.

La Religión.

Según Locke Dios es un principio racional supremo  que creó el mundo y sus leyes inmutables, sin que después haya vuelto a intervenir. Asume pues una postura deísta. Admite la existencia de Dios, pero aclara que no es un autócrata.

Refiriéndose a la fe dice  que es el asentimiento dado a proposiciones que no están garantizadas por la razón sino por el crédito. La fe se funda en la revelación. La revelación presenta también conjunto de proposiciones, pero sus propuestas son inferiores a las de la razón. Lo que la fe revela está más allá de las facultades humanas y se reduce a conjeturas. Por ello, la razón establece los límites de la revelación. De ello se deriva que la fe no se puede imponer. Ninguna fuerza coercitiva es útil a la religión. La única arma del creyente es la persuasión. La intolerancia se destruye a sí misma.

Locke plantea que en un Estado moderno debe haber tolerancia religiosa, porque la religión es privativa de las comunidades religiosas y entra en los límites de la libertad personal. El Estado no puede tener ingerencia religiosa, porque la Iglesia se precia de una sociedad libre destinada al servicio de la fe. Está privada de todo poder coercitivo, tanto dentro de ella como fuera. Tampoco es privativa del Estado.

Juicio Crítico.

  • Su materialismo es inconsecuente cuando divide artificialmente las cualidades de los objetos en primarias y secundarias.  Un análisis legítimo nos lleva concluir que las segundas se remiten a las primeras.
  • Su sensualismo no desemboca en un materialismo pleno, porque considera que el ser humano tienen la potestad de dictar con su subjetividad determinadas cualidades al objeto, como el sonido, el sabor, olor, etc.
  • Al sostener que las ideas se forman por dos fuentes: la sensación y la reflexión, otorga innecesariamente un lugar al idealismo a través de la reflexión pura del Yo.
  • Su método es metafísico;  se unilateraliza con el análisis y la descripción, sin hacer ligamen con la síntesis y la explicación conjunta.
  • Al cuestionar la idea de sustancia y al afirmar que ésta, está más allá de las cualidades del objeto, nos conduce a un terreno ignoto, a pesar que Locke no es agnóstico.
  • Al considerar que lo universal o general es sólo un nombre, niega objetividad a éstas categorías.
  • En materia de moral no advierte que acepta únicamente la “razón burguesa”.
  • Por considerar eterna la propiedad privada, sus ideas en Derecho no pudieron valorar el carácter cambiante de los modos de producción.
  • Al admitir la existencia de Dios concilia razón y fe.

Formulando una acertada observación al as ideas de Locke, el tratadista f.t. Arjiptsev (35) acota:

“El meollo de la concepción mecanicista de Locke sobre la materia, está en la negativa a aceptar la multiformidad cualitativas de la materia a determinaciones cuantitativas: magnitud, volumen y figura. En su mecanicismo está la raíz de su tesis de la subjetividad del color, sabor y olor de los objetos, es decir, de lo que llama cualidades secundarias…”

GODOFREDO LEIBNITZ

(1646 – 1716)

Extracción y posición de clase.

Este pensador alemán que no fue filósofo de profesión, nació, a decir de sus biógrafos, en los predios de una familia protestante judía, atada a las esferas diplomáticas y gobernantes. Apreciado desde muy tierno como niño precoz ingresa a la Universidad sólo a los 15 años e inmediatamente se impregna de platonismo, aristotelismo y escolasticismo, sorbiendo la metafísica de éstas corrientes, sin descuidar el aprendizaje de las matemáticas y las ciencias jurídicas; alcanza a graduarse prontamente a los 20 años y después se vincula a los sabios y las mentes más famosas de su tiempo: Bacon, Kepler, Galileo, Descartes, Hobbes, Spinoza, Malebranche y Campanella. Recibió así el impacto de la física cartesiana, pero discrepó abismalmente con Benito Spinoza por su declarado determinismo en el problema de la libertad.

Por la amplitud de sus conocimientos que abarcó desde la alquimia, la teología, filosofía, estética, lógica, historia, lingüística, geología, física, biología, psicología y jurisprudencia se coronó como hombre verdaderamente universal y merecidamente desempeño después la conducción de la primera sociedad histórica alemana. Pero, lo que es más significante en su trayectoria vienen a ser la de haber creado el Cálculo Infinitesimal en 1677, paralelo al descubrimiento realizado por Newton en Inglaterra; y también por ser  autor de una serie de inventos, de molinos, bombas y una máquina calculadora superior a la que había creado Pascal.

Su precocidad está demostrada por la circunstancia de haber osado escribir desde los 16 años. Su primer trabajo versa sobre el Principio Individual. Mucho después, a los 58 años escribe: Nuevo Ensayo sobre el Entendimiento Humano (1704), donde critica acremente el sensualismo de Locke; a los 64, nos entrega Ensayo de Teodicea (1710) y faltando dos años para su muerte concluye su medular obra Monadología (1714).

El renombre conquistado por sus investigaciones y producción, le sirvió a Leibnitz para ser tentado por los monarcas, de quienes fue consejero y representante diplomático o enviado especial. Desempeñó múltiples funciones desde bibliotecario e historiógrafo, una gran cantidad de cargos que le produjo rentas; sin embargo sus años finales fueron tráficos porque sus adversarios lo humillaron y condicionaron que terminara en el olvido.

Tiene el merecimiento, no obstante, de haber contribuido a establecer el concepto de energía cinética en la Mecánica y de haber introducido la Geometría al campo de las ciencias física. Su posición ideológica estuvo encaminada como Hobbes, Descartes y Locke a encontrar un entendimiento entre los intereses de su clase burguesa con el feudalismo supérstite, sosteniendo que lo importante era buscar el progreso de los pueblos mirando el progreso teórico el desarrollo del modo de producción capitalista.

Su postura filosófica.

El periplo de Leibnitz empieza con una filiación temprana al materialismo mecanicista que estaban difundiendo Hobbes y Spinoza; pero el apego fanático de Spinoza hacia la categoría de necesidad, sin admisión de la casualidad lo disgusta enormemente y por ello, lo declara ateo y naturalista. En la concepción de Leibnitz, en el mundo prima más bien la categoría de la posibilidad, dado que existe la libertad, la voluntad, la armonía, que excluye toda ley necesaria.

Las características de su postura filosófica está impregnada por los siguientes perfiles: Es fundamentalmente espiritualista o idealista porque la realidad se reduce a la existencia de mónadas, que son sustancias espirituales y por ende, inmateriales. Es metafísico porque nos habla de una armonía preestablecida en el mundo, cuyo arquitecto es Dios. He aquí su predilección por lo religioso. Es intelectualista porque prefiere el racionalismo geométrico. Es innatista  porque trata de unir racionalismo y empirismo; mecanicismo y teleología; fe y razón; Estado e Iglesia; absolutismo y democracia; Estado de Derecho y Estado Policiaco; el principio social y el principio individual; la ciencia y la religión; el materialismo y el idealismo.

A pesar de lo dicho, quizá quien acierta mejor en la tipificación es Julián Marias (36), quien dice de Leibnitz que “es talvez el primer idealista, en el sentido estricto de la palabra. Fue enemigo del materialismo de Spinoza y estuvo alejado de todo empirismo”. Cierto es que, como dice Ferrater Mora (37) buscó en todo instante la conciliación entre las doctrinas más adversas: entre las tesis de Platón y Demócrito; entre el pensamiento de Aristóteles y Descartes; entre los físicos modernos con la vieja escolástica; entre teología y razón; entre catolicismo y protestantismo, pero su rasgo más notorio, como ya se ha dicho es el idealismo. Otra nota distintiva es su pluralismo, porque mientras Bacon y Spinoza optan la sustancia única (monismo) y Descartes se esfuerza por explicar su dualismo, en el pensamiento leibniciano no hay una sola sustancia, sino infinidad de ellas.

La Metodología.

En el convencimiento de Leibnitz para hacer filosofía no se requiere de órdenes geométricos o de leyes necesarias. Esto es válido sólo en el mundo de la Lógica. Basta usar determinadas categorías para encontrar un sistema universal. Esas categorías son: “armonía”, “razón suficiente”, “perfección”, etc.

La Naturaleza.

Leibnitz supone la existencia de un mundo externo; pero rechaza que los elementos naturales no tienen nada de corpóreo sino de átomos de sustancia. Admite en cambio la existencia de cuerpos y dice que los cuerpos actúan conforme a leyes mecánicas. Las leyes del cuerpo nada tienen que ver con las leyes del alma, no son perturbadas por ésta. Cuerpo y alma tienen mónada independiente.

El único elemento real del mundo natural es la fuerza.  La fuerza es el principio superior metafísico, fundamento de las leyes del mecanicismo. En este sentido acepta el mecanismo cartesiano solo como una explicación provisional que exige ser completada por una explicación físico-matemática más elevada.

Según Leibnitz, no hay vacío en la naturaleza. Todo sucede en ella mecánicamente. Pero los principios de la mecánica y de las leyes del movimiento nacen de algo superior que depende de la Metafísica. No se puede alcanzar con la imaginación, aunque el espíritu puede concebirlo muy bien.

Todos los seres se encuentran vinculados con la naturaleza inorgánica. Pero frente a una física de la exesión plantea una física de la energía.  Después dice que la naturaleza nunca da saltos. Para pasar de lo pequeño a lo grande y viceversa es necesario atravesar por distintos grados intermedios.

Hablando de clases de fuerza, remarca que son dos:

  • Fuerza pasivas como es la masa del cuerpo. La resistencia que un cuerpo pone.
  • Fuerza Activas. Es la verdadera. Aquí hay tendencia a la acción.

La Materia.

La materia para Leibnitz no es corpórea ni espiritual, sino más bien un agregado de sustancias espirituales, a semejanza de “un rebaño de ovejas”. Esta constituida por mónadas. Es infinitamente divisible. Distingue entre el concepto de Materia primera y Materia segunda.

La Materia primera es la potencia pura, la fuerza e inercia, la resistencia.

La Materia segunda está constituida por el cuerpo de los hombres y los animales, que no es sino un agregado de mónadas unidas por una mónada superior que es la verdadera alma.

En consecuencia, la materia es una amalgama de percepciones confusas. Es un “ser otro”.

El Movimiento.

Considera absurdos espacio y tiempo vacíos.

Las Mónadas.

Las mónadas son sustancias simples, infinitas, espirituales, que poseen fuerza interna  y capacidad de percibir; son átomos formales, distintos entre sí, irremplazables, de distinta jerarquía, que reflejan el mundo entero activamente, que están regulados por la armonía preestablecida. Surgen por emanaciones continuas de la divinidad. Tienen automovimiento interno, indivisibles, sin capacidad de comunicarse unas con otras.

Mónada quiere decir unidad. Cada mónada es distinta de la otra. No hay en la naturaleza dos seres exactamente iguales (dos cubos iguales existe sólo en la matemática, pero no en la realidad).

Cada mónada constituye un punto de vista sobre el mundo y es todo el mundo desde un determinado punto de vista. Las mónadas no tienen ventanas, a través de las cuales puedan salir o entrar algo. En las mónadas se produce una pluralidad de estados y relaciones. Algo cambia y algo permanece.

Dios es la mónada de las mónadas. Una mónada sólo llega a ser por “creación”, y sólo deja de ser por aniquilamiento. Todo lo que acontece a la mónada brota de su mismo ser, de sus internas posibilidades, sin intervención exterior. Las mónadas a pesar de que nos comunican forman un mundo único en desarrollo y movimiento. En las mónadas ya no está gravado de futuro y está registrado de pasado. Cada mónada es espíritu y cuerpo, es forma y materia simultáneamente. Son inextensas, tienen movilidad; no pueden corromperse ni perecer por disolución ni comenzar por composición. Surgen por “emanaciones”.

Las mónadas son un universo comprimido, un mundo en pequeño, un micro-organismo. Las mónadas forman el universo entero, no tienen figura y sólo pueden ser aniquiladas por Dios. La materia está constituida por mónadas.

Los grados de perfección de las mónadas están determinados por su grado de percepción. Las percepciones de las mónadas creadas son confusas, semejante a las que se tienen cuando se experimenta un estado de delirio o sueño. Ello sucede debido a que tienen imperfección, viven en la oscuridad, dependen del conjunto de cosas extensas.

Todas las mónadas gozan de un mínimo de conocimiento rudimentario que se llama percepción y de un  mínimo de apetito que se llama apetición.

Leibnitz establece la siguiente jerarquía en las mónadas:

  1. Mónadas inferiores o simples. Tienen materia inerte, son inanimadas y torpes.
  • Mónadas intermedias. Tienen sensación y memoria. Son propio de las almas. Tienen los animales. Perciben.
  • Mónadas superiores. Poseen razón. Tienen los espíritus humanos, perciben clara y distintamente. También la poseen los genios, los seres dotados de imaginación. Tienen apercepción.

El principio interno que promueve el paso de una percepción a otra se llama apetición.

Hay diferencia fundamental entre Dios (mónada de las mónadas) y las mónadas creadas.

La Sociedad.

Leibnitz comprende que la sociedad no es homogénea, porque hay ricos y pobres. Entonces proclama que el fin de la sociedad es la emancipación de los trabajadores de su estado de miseria. Defiende, por consiguiente, la comunidad de los bienes y propone el mejoramiento de los hombres. Busca la armonía universal de los pueblos en la tierra y plantea un Estado Universal; propone la alianza entre las Iglesias y la unidad de las religiones. Considera que en la sociedad no debería haber ociosos, se preocupa por la situación social de los trabajadores, advirtiendo que la sociedad está escindida entre mercaderes (ricos) y artesanos (pobres). Cree que el fin de la existencia humana debe orientarse a la búsqueda de la felicidad y bienestar de los hombres.

Teoria del Conocimiento.

En materia de Gnoseología, Leibnitz se pronunció a favor del Racionalismo  porque niega la experiencia sensorial como fuente de la universalidad y necesidad del saber. De este modo, enfiló su crítica contra el sensualismo de Locke y el empirismo de Bacon.

Frente a la afirmación de Locke, de que:

“Nada hay en el entendimiento que previamente no haya estado en los sentidos”.

Leibnitz, refuta aclarándolo del siguiente modo:

En efecto,

 “Nada hay en el entendimiento que previamente no haya estado en los sentidos”, “excepto el propio entendimiento”.

Para Leibnitz todas las ideas proceden de la actividad interna de la mónada. Las ideas tienen su origen en la propia mente, en el entendimiento. Las ideas son innatas.

Frente a las conclusiones de Descartes, en el sentido de que las ideas innatas están dadas desde un comienzo para siempre y proceden de una fuente autónoma que no toma contacto con la experiencia; Leibnitz aclara:

Si bien es cierto las ideas son innatas, pero esas ideas no son perfectas ni acabadas, sino que apenas son gérmenes que deben desarrollarse. Para ello se requiere de la acción de los objetos exteriores. La mente humana es semejante a un bloque de mármol que contiene vetas. Lo que resulte de ese bloque de mármol, dependerá de la acción del escultor.

La Lógica.

Leibnitz es el iniciador de la Lógica matemática moderna. Busca un lenguaje formal universal a través del cálculo, para la transmisión del conocimiento. Para él, la lógica debe servir para descubrir verdades  de un modo apriorístico y seguro. La Lógica tradicional no satisface esta exigencia, porque los clásicos principios de “identidad”, “no contradicción” y “tercio excluido” no son suficientes. Hay necesidad de actuar conforme  aun nuevo principio al que denomina: “Principio de Razón Suficiente”.

El principio de Razón Suficiente es un principio físico, metafísico y moral que sirve para explicar ¿Por qué hay algo y no más bien nada?

Este principio indica que “Nada sucede en la realidad sin que haya una razón suficiente para que acontezca”. Nada puede explicarse de la realidad si no se halla una razón suficiente que explique. Hay algo más bien que nada porque hay una razón suficiente.

Con relación al problema de la verdad, Leibnitz establece tres grados:

  1. Verdades de Hecho. Son posiciones contingentes cuya negación es posible. La experiencia nunca proporciona validez verdadera y universal. Trabajan con criterios a posteriori, valen como saber empírico, están en el terreno de lo imposible. Conciernen a la realidad objetiva. No se fundan en los principios de identidad y no contradicción, sino en el de razón suficiente. Pero este principio supone una causa final: Dios. Se identifica con el infinito.
  • Verdades de Razón. No se refieren a la realidad. Están en el mundo de la pura posibilidad, de la probabilidad. Repiten una cosa sin decir nada nuevo. Cuando son afirmativas se fundan en el principio de “identidad” y cuando son negativas en el principio de “no contradicción”.

En las verdades de razón, el sujeto y el predicado son idénticos. Ejm. “El triángulo tiene tres ángulos”.

Estas verdades son necesarias, las emplea la matemática, no pueden ser negadas sin caer en contradicciones. Para verificarlas son suficientes las leyes de la lógica aristotélica.

  • Verdades Eternas. No necesitan justificación de la experiencia. En este caso, entendimiento y voluntad se identifican en la esencia divina.

La Política.

Leibnitz define al Estado como el conjunto de hombres organizados en una unidad bajo la presencia de un poder dominante, es decir, del derecho de dictar a los hombres determinado modo de acción. En el Estado, el príncipe es un representante o apoderado, que se subordina al Derecho.

Rechaza el despotismo y plantea su supresión. Emula la libertad e igualdad de los ciudadanos, indicando que en el despotismo impera el miedo.

Sin embargo, justifica el orden existente de los males en lo social, afirmando que estamos en el mejor mundo de los posibles. Y luego dice que debemos evitar en lo posible los cambios inestables.

La Moral.

Leibnitz considera que el mal es condición necesaria del mejor bien. La existencia del mal hace que surjan valores elevados como el heroísmo la fortaleza, la abnegación. El mal existe en el mundo. Y este mundo a pesar de todo es el mejor de los posibles, porque fue creado así por Dios. Su teoría se denomina optimismo. Aconseja las siguientes reglas:

  • No hagas a otros lo que no desea para ti. No cometas injusticias.
  • Haz a cada uno lo que desearas que hicieran para ti; entrega a cada uno lo suyo.
  • Mantén una vida virtuosa.

El hombre es libre porque tiene la posibilidad de escoger lo posible.

La libertad supone deliberación y decisión. No implica necesidad.

La Religión.

Todo lo posible está destinado a existir. Basta saber que Dios es posible para afirmar que es real. Dios es la primera razón de las cosas, es la fuente de toda la realidad, de las esencias posibles, de las verdades eternas, Dios es un ser necesario, en él coincide posibilidad y realidad.

Juicio Crítico.

  • A pesar de hablar de movimiento y desarrollo, comete el error de negar la posibilidad del salto dialéctico.
  • Al hablar de mónadas entra en contradicción, porque al final todas dependen de Dios.

GEORGE BERKELEY

(1685 – 1753)

Extracción y posición de clase.

Este filósofo inglés, alto exponente del idealismo e inmaterialismo teístico, nació en el regazo de una familia irlandesa de origen inglés, en medio de excelentes facilidades, de manera que ya a los 19 años había logrado graduarse, recibiéndose en una orden anglicana cerca de 1707. Rápidamente se sumergió en los estudios filosóficos con el claro propósito de buscar una decidida apología de la religión, leyendo a los neoplatónicos. Fruto de sus investigaciones vienen a ser las obras que escribe: Nueva Teoría de la visión (1709) ensayo que publica a los 24 años; al año siguiente, produce su monumental trabajo: Tratado sobre los Principios del Conocimiento Humano (1710); después con el propósito de popularizar mejor su segundo libro, escribe: Diálogo entre Hylas y Philonus (1713); Alciphró (1714) y Syras (1752).

Su misma condición de clérigo, afanoso por preservar los fueros de la teología y la escolástica lo sitúan como el más esclarecido patrocinador de los intereses de las castas terratenientes; atacó a empiristas, materialistas y librepensadores, desde su tribuna de pastor anglicano y misionero y obispo.

Su postura filosófica.

Su filosofía está considerada como la “escolática del empirismo”. Pero en esencia, su interés fundamental no es la filosofía sino la religión. Su propósito está dirigido a probar que Dios es la causa de todas las cosas. Esto quiere decir que toma la filosofía como un medio para servir a la religión.

Su sistema filosófico ha sido denominado de “idealismo cósmico”, “idealismo empírico” o “empirismo idealista”, aunque según Ferreter Mora (38) Berkeley es fenomenista. Otros lo atribuyen “sensista”, “espiritualista” “antiinnatista”, etc. Gran parte de los materialistas dialécticos lo toman como idealista subjetivo, aunque según Lovchuk (39) llega también al idealismo objetivo al sostener que el mundo “no es lo que yo imagino, sino el resultado de una causa espiritual suprema que crea las leyes de la naturaleza”.

Las ideas de Berkeley aparecieron en el instante  en que se libraba la polémica entre la física gravitatoria de Newton y la física torbellinante de Descartes. Mas, Berkeley se pronuncia como un enemigo del materialismo mecanicista, la considera irreverente y amigo de ateos. Algo más, persigue a los materialistas y solicita el destierro del concepto de materia.

En todo caso, para Berkeley la filosofía es una verdadera lectura del leguaje divino de la naturaleza, sabiduría y benevolencia del creador. También es un nominalista porque según él las ideas abstractas son un invento de los filósofos.

Durante el Siglo XX, empiristas lógicos, pragmáticos e inmanentistas se han apropiado de las ideas de Berkeley para fundamentar sus teorías.

Su Idealismo.

Para Berkeley toda la realidad es mental. La materia no existe. En todo caso puede ser reducida a un conjunto de ideas. No existe una sustancia corpórea o materia en el sentido en que comúnmente se entiende. La única sustancia real es el espíritu que percibe ideas. Si existiese la materia sería inactiva y no podría producir nada. Por otro lado, si se admite que la materia es real, la existencia de Dios es inútil. Estando la materia muerta e insensible no tienen para brindarnos ideas. De donde se desprende que los esfuerzos por fundamentar la existencia de la materia están destinados a fortificar el ateísmo. En cambio, una vez, rechazada la existencia de la materia, se puede recurrir a Dios para explicar el origen de nuestras ideas.

El espíritu es una realidad permanente y simple. La realidad es espíritu. Sólo los espíritus perciben, sólo las ideas son percibidas. Los espíritus son los sujetos percipientes, activos, inmateriales. La causa primera no es sino espiritual. Reconoce la multiplicidad de sustancias espirituales la existencia de un espíritu infinito que es Dios.

Para Berkeley los seres humanos son espíritu finitos. Sólo existe el Yo Espiritual  (Solipsismo).

Las Ideas.

Según Berkeley las ideas son pasivas y son percibidas por una sustancia incorpórea que es el alma. Deben su existencia a los espíritus. Lo que nosotros llamamos cosa no son sino ideas. Por ejemplo una manzana o cosa es un conjunto de cierto color, sabor, olor, peso, forma, etc.

Para existir las ideas, hay la necesidad de ser percibidas.

El objeto y la percepción son la misma cosa, no pueden ser abstraídos uno del otro. De ahí el principio:

Esse is percipi” “Ser es Ser percibido”.

Comúnmente  se cree que las cosas naturales tienen una existencia real distinta de la percepción que el entendimiento tiene de ellas. Es imposible percibir una cosa sensible separada o distinta de la percepción correspondiente. Se quiere distinguir el ser percibido del ser real.

No se puede llegar a concebir que un cuerpo actúe sobre un espíritu y que pueda producir una idea. La formación de las cosas sensibles fuera del espíritu no tiene sentido. Nuestro espíritu puede actuar sobre las ideas. No existe la idea abstracta de extensión y espacio.

Las ideas se asimilan por una sustancia incorpórea (alma) que es activa y posee la capacidad de percibir ideas (razón), provocarlas e influir sobre ellas (voluntad).

Las ideas existen potencialmente en el intelecto divino, pero adquieren existencia actual en la razón humana.

Al reconocer Berkeley la existencia eterna de las ideas en el intelecto divino, para del idealismo subjetivo al idealismo objetivo, próximo al platonismo.

La idea de un hombre es siempre la idea de un hombre particular.

La idea de extensión es siempre la idea particular de un objeto particular.

La realidad es un conjunto de ideas en cuya cima está Dios con espíritu correcto y ordenador. La causa que provoca las sensaciones es Dios.

La Naturaleza.

Para Berkely no existe un mundo corpóreo. Sólo existen los espíritus y Dios que hace surgir el sueño de un mundo corpóreo.

No percibimos la materia en cuanto tal sino las cosas singulares. Vemos colores, pero no vemos materia. No hay nada semejante a lo que los filósofos llaman sustancia material. Materia es un nombre muy general para los diversos materiales, sustancias de las cuales están hechas o compuestas las cosas.

Berkeley dice: “No pongo en duda ni remotamente que las cosas que veo con mis ojos y toco con mis manos existen, existen realmente. La única cosa cuya existencia niego es aquella que los filósofos llaman materia o sustancia corporal” (40).

Al aseverar esto, Berkeley se contradice, porque quien dice que no niega lo que ve y toca está admitiendo que hay cosas materiales.

El éter es un medio universal de que Dios se sirve para ejercer su acción. La naturaleza no es pues sino una manifestación de Dios.

El Espacio.

Rechaza la teoría newtoniana del espacio absoluto y de la teoría de la gravitación.

Teoria del Conocimiento.

Berkeley es un sensista consecuente. Para él no existen ideas generales o abstractas. Toda idea es una imagen concreta de contenido individual. No existe un triángulo en general, sino uno concreto: el isósceles.

Para Berkeley el mundo es producto de la conciencia del hombre. Todas las cosas que observamos son combinaciones de sensaciones. Los objetos existen sólo en la medida en que el hombre las percibe, siente, oye, palpa. Pero las sensaciones no reflejan la realidad objetiva sino que ellas mismas son la realidad.

El conocimiento no tiene fuente objetiva. De este modo, frente al sensualismo materialista de Bacon, plantea un sensualismo idealista.

Hablando de las cualidades primarias y secundarias que diferenciaba el filósofo Locke, Berkeley dice que las primeras se reducen a las segundas. Es decir, todas las cualidades de un objeto son subjetivas. Así Berkeley nos conduce a negar la realidad cincundante y también la de los demás hombres.

El único objeto del conocimiento son las ideas. El hombre aprehende inmediatamente sólo sus propias ideas (percepciones).

La Ciencia.

Niega el valor de la ciencia para los efectos de la concepción del mundo, argumentando que el sabio debe comprender el lenguaje del creador y no pretender explicarlo todo reduciéndolo a causas corporales. Adoptó de este modo, una actitud negativa sobre el Cálculo Infinitesimal creado por Leibnitz y Newton.

La Política.

Rechaza la doctrina del “Contrato Social” como origen de la sociedad civil. Plantea la fidelidad o sumisión a la suprema autoridad.

El propósito de Berkeley fue infundir en la mente de los hombre la idea de la futilidad de la lucha efectiva por transformar la sociedad, con el ardid de que la verdad no está en el mundo exterior, sino en nuestro espíritu, el cuál debemos perfeccionarlo.

La Moral.

Dice que el hombre no puede alcanzar la felicidad conforme a su juicio particular sino sólo conforme a las leyes determinadas y establecidas. Estas leyes están impresas en el espíritu de Dios y la obediencia a las mismas, es la obediencia a Dios.

Berkeley dice que no es posible una moral sin religión, puesto que la religión se funda en Dios.

El Derecho.

Identifica las leyes divinas con las leyes de la sociedad y afirma que la fidelidad y la sumisión a la autoridad se presentan con las demás virtudes como una conexión necesaria, para lograr el bienestar de la humanidad.

Juicio Crítico (41).

Berkeley se pronuncia contra la división en cosas e ideas  y contra la aceptación de la existencia real de los objetos exteriores como un hecho, puesto que todo ello lleva a admitir la existencia objetiva de la materia.

MANUEL KANT

(1724 – 1804)

Extracción y posición de clase.

Manuel Kant fue el cuarto hijo de una modesta familia de artesanos dedicada a la talabartería. De estructura débil y delicado, de pecho estrecho y hundido, tímido, falto de memoria, pero educado en un ambiente protestante, fue siempre puntual, metódico, callado y apasionado por la verdad, formado en la honradez; tuvo como maestros a pietistas y en la escuela no fue un genio precoz. En la Universidad las disciplinas de su preferencia fueron la Matemática, la Física, la Lógica, la Metafísica, el Derecho Natural, la Moral y la Teología; pierde a su padre a los 22 años y se ve en la necesidad de encontrar sustento como preceptor de familias distinguidas por espacio de nueve años y después de profundizar sus estudios en la Facultad de Teología y estudiar a Newton, logra obtener el doctorado a los 31 años, así como licencia para enseñar en la Universidad.

Su madurez transcurre ejerciendo ocupaciones de bibliotecario, preceptor de hijos de terratenientes de Alemania, pero su empleo oficial lo obtiene todavía a los 42 años y poco después consigue la condición de profesor ordinario de las asignaturas de Lógica y Metafísica. Su vida privada está signada por la característica de ser refractaria al matrimonio, no obstante ello fue  un hombre con sentimiento de independencia personal, de una rigurosa puntualidad y de una gran profundidad en el pensamiento; aunque lo que ganaba no era gran cosa, según su biógrafo Kuno Fisher(42) “nunca aceptada nada de nadie, quiso vivir de sí mismo, jamás tuvo acreedor y dejó fortuna considerable”; otro rasgo de su vida es que siempre fue sedentario, nunca salió de los límites de Prusia Oriental, sus labores las dividía matemáticamente y nunca durmió más de cinco horas; fue gastrónomo refinado, de buena mesa.

Como científico y filósofo de profesión, Kant abordó temas de Cosmogonía,  Geografía Física, Antropología y Ciencias Naturales. Ello queda reflejado en su prolífica producción, siendo los trabajos más interesantes: Historia Natural  Universal y Teoría del Cielo (1763); Prolegómenos de una Metafísica Futura (1783), Principios Metafísicos de la Ciencia Natural (1786), Crítica de la Razón Pura (1781); Crítica de la Razón Práctica (1788); Crítica del Juicio (1790) y Fundamentación de una Metafísica de las Costumbres, entre otras, indudablemente, su obra colosal es la Crítica de la Razón Pura.

Después de enseñar pro espacio de 40 años, Kant perdió la memoria y la palabra en su época senil, y a los 73 años tuvo que renunciar a la enseñanza. Diez años antes de su fallecimiento, fue amenazado por el gobierno por haber escrito: La Religión Dentro de los Límites de la Razón Pura, donde había hecho algunas observaciones a las Sagradas Escrituras. Tuvo pues conflictos con a oficialidad. Fue antimilitarista, antipatriotero y pacifista. Vio con simpatía la independencia de América y la revolución francesa. Se identificó con la burguesía en ascenso.

Su postura filosófica.

En los trabajos filosóficos de Kant podemos distinguir dos épocas bien marcadas. La primera es la que sus biógrafos han denominado: Período precrítico y la segunda son las obras de su madurez.

En el período precrítico, a decir de M. A. Dynnik (43) encontramos en Kant elementos de materialismo espontáneo, sobre todo cuanto sostiene que la sustancia es la “cosa en si” y cuando estima como primario las cosas del idealismo al admitir que el conocimiento tiene límites. Y por último concilia materialismo e idealismo para llegar al agnosticismo.

Es verdad que, a decir de Kant, su intención es superar el escepticismo y el dogmatismo, a través de su criticismo; rebasar el empirismo y el racionalismo, a través del agnosticismo; para ello propone la creación de una filosofía esencialmente crítica y en la cual la razón humana sea colocada ante un tribunal. Pero, precisamente estos desplazamientos dieron lugar a que Kant fuese atacado desde la izquierda por ser un abanderado del agnosticismo, y desde la derecha, pro haber aseverado la existencia de la “cosa en si”. En efecto, al final de cuentas, Kant no es más que un agnóstico y un idealista. Fue marcadamente influido por Hume, de quien se dice que lo despertó de sus “sueños dogmáticos”. Bajo la influencia del escepticismo y empirismo de Hume, introdujo el concepto de “magnitudes negativas” y se mofó de la pasión de sus contemporáneos por la mística y el espiritismo. Más, el lado idealista, lo hereda de la filosofía cartesiana y los trabajos de Leibnitz y Wolf Kant, es pues el fundador del idealismo clásico alemán y del idealismo crítico trascendental.

Tienen el mérito de haberse explicado el origen y desarrollo del mundo, como versado en ciencias naturales y profesor de esa asignatura.

Según Kant la filosofía puede ser elaborada y fundamentada como ciencia especulativa teórica sin recurrir a los datos experimentales. Y esto por que el hombre no se conforma con conocimientos parciales incondicionados. Aspira a un cocimiento total e  incondicionado, al absoluto.  La Función de la razón es concluir. Llegar a los últimos resultados, a la síntesis. Por ejemplo aspira la síntesis de los fenómenos materiales y para alcanzar ello recurre a la Cosmología;  finalmente aspira a la síntesis de la realidad; para ello echa mano de la Teodicea. El mundo es la totalidad física; el alma, la totalidad espiritual; Dios es el fundamento y fin de toda la realidad.

La Metodología.

Kant creó un método propio: el Método trascendental o crítico.  Este método entiende por trascendental aquello que precede a toda experiencia y no aquello que traspasa los límites de la experiencia. Para tal fin, sugiere el filósofo evitar el dogmatismo.

A diferenciad de Descartes y Leibnitz, Kant cree que la Filosofía no puede partir de axiomas y demostraciones. Hay un peligro si la Filosofía aplica el método matemático, ya que el geómetra parte de definiciones simples, en cambio la filosofía se encuentra frente a datos de la experiencia confusos.

La crítica, es por el contrario, el paso definitivo con el cual puede fijarse las cosas con precisión.

El mérito de Kant es haber puesto fin al modo metafísico de pensar en las ciencias naturales.

La Naturaleza.

Formuló la hipótesis cosmogónica de que el surgimiento y evolución del sistema planetario se deduce de una nebulosa inicial. Existe un gran universo de galaxias fuera de nuestra galaxia. Se explica el origen de todos los mundos actuales por la rotación de masas nebulosas. Concibe la historia del cosmos como un proceso eterno de cambio de la materia. En este proceso nacen, desaparecen y vuelven a nacer nuevos mundos. Es un proceso que no conoce comienzo ni fin. Hay lucha de fuerzas contrarias, los mundos se construyen y destruyen. Los átomos se unen y se separan en virtud e leyes internas.

De otro lado, explica el papel de las mareas en la historia de la tierra y su influencia. Pero, en lo general, para Kant la naturaleza no es el conjunto de las cosas en sí, sino la síntesis de los objetos en la conciencia. La causa del mundo no es la materia, sino Dios. Lo que quiere decir que Kant es un prisionero de la Teología cuando sostiene que el origen y desarrollo de la naturaleza tiene un principio que no es la materia.

A pesar de ello, Engels afirma que las ideas kantianas del desarrollo de la naturaleza pusieron fin al reino absoluto del modo metafísico de pensar de los naturalistas, pues esas ideas desempeñaron un papel fundamental en la formación de la dialéctica.

La Materia.

Dice Kant se rige por leyes mecánicas. La materia es la sustancia de que esta formada todo el universo. La materia tiene fuerzas de atracción y repulsión. La materia no es lo primario, se deriva de ciertas fuerzas espirituales del movimiento puro.

El Movimiento.

Fundamentó la relatividad del movimiento y el reposo llevando adelante las ideas de Galileo y Copérnico. El movimiento lo separa de la materia.

Espacio y tiempo.

Espacio y tiempo no son realidades independientes de la conciencia ni propiedades de las cosas, sino formas a priori subjetivas.

El espacio es la forma a priori de la sensibilidad externa; el tiempo una forma a priori de la sensibilidad interna. Nos hace sentir la sucesión.

Espacio y tiempo no son sensaciones, pero tampoco son conceptos. Son intuiciones puras independientes de la experiencia. Funcionan en la experiencia, pero no proceden de ella.

La intuición pura del espacio hace posible la Geometría;  la intuición pura del tiempo hace posible los axiomas.

Teoría del Conocimiento.

Según Kant, el verdadero conocimiento no puede trascender o ir más allá de la experiencia. Conocemos sólo los fenómenos, pero no las cosas en sí. El hombre se conoce no como en si mismo. Sino como se aparece a sí mismo.

Para Kant, el problema del conocimiento nos remite a considerar:

  1. El Fenómeno o el objeto que está a la vista, lo que aparece a nuestra conciencia. Es la apariencia.
  • El Noúmeno que es la cosa en sí, la esencia incognoscible, lo que es pensado, pero no conocido.

Según Kant, el ser humano tiene límites en su conocimiento. Le es accesible el conocer los fenómenos, pero no así el noumeno. Las cosas en sí son incognoscibles; los fenómenos son cognoscibles.

Refutando esta aseveración de Kant, el filósofo Engels en su magistral Obra: Ludwin Feuerbach y el Fin de la Filosofía Clásica Alemana nos dice:

“La refutación más contundente de estas extravagancias como de todas las extravagancias filosóficas, es la práctica, o se a el experimento y la industria. Si podemos demostrar la exactitud de nuestro modo de concebir un proceso natural reproduciéndolo nosotros mismos, creándolo como resultado de sus mismas condiciones, y si, además, lo ponemos al servicio de nuestros propios fines, damos al traste con la “cosa en si” inaprehensible de Kant. Las sustancias químicas producidas en el mundo vegetal animal siguieron siendo “cosa en si” inaprehensibles hasta que la química orgánica comenzó a producirlas unas tras otras; con ello, “la cosa en si” se convirtió en una cosa para nosotros”.

Para Kant, en cambio, el mundo de las “cosas en sí” no está ni el espacio ni en el tiempo.

Según Kant, el conocimiento empieza cuando las cosas en sí actúan sobre nuestros sentidos y producen sensaciones. El conocimiento humano es únicamente experiencia. La experiencia está constituida por la sensibilidad y el entendimiento, pero se expresa mediante los juicios. La fuente que le provee de todo es la sensibilidad. El entendimiento humano no intuye, sino piensa, no crea sino unifica. Esto quiere decir que el conocimiento humano es un producto que resulta de las impresiones recibidas de fuera y de algo que forma.

Todo conocimiento comienza en la experiencia y con la experiencia, pero no todo lo que hay en el conocimiento procede de la experiencia.

En el conocimiento concurren pues dos elementos:

  1. Lo Dado. Lo que nos proporciona el mundo físico (un caos de sensaciones)
  • Lo Puesto. Lo que nosotros ponemos al objeto observado (tiempo, espacio y otras categorías)

Así, en el acto del conocimiento no es válida sólo la sensación ni es suficiente sólo el concepto. De ahí que es interesante reconocer que:

“Las sensaciones sin conceptos son ciegas”.

“Los conceptos sin sensaciones son vacíos”.

O Dicho de otro modo:

“Un conocimiento sin materia sería un conocimiento de nada”.

“Un conocimiento sin forma sería un caos de sensaciones”.

La materia necesita de una forma que lo estructure; la forma necesita de una materia que la llene. La materia es proporcionada por la naturaleza. La forma es puesta por el sujeto. Las formas del conocimiento son a priori. No proceden ni dependen de la experiencia, pero necesitan de la experiencia para que funcionen con valor real. Las impresiones constituyen la materia; la facultad de conocer es la forma.

El conocimiento es pues una síntesis. La unión de sensaciones y conceptos.

Podemos distinguir hasta dos tipos de conocimiento:

  1. Conocimiento imperfecto y limitado. Es el conocimiento empírico.
  2. Conocimiento  verdadero científico. Posee certidumbre absoluta.

Lo que es lo mismo decir:

  1. Conocimiento a posteriori o empírico: Es contingente y limitado. Depende la experiencia. Tiene el defecto de no proporcionar conocimientos universales.
  2. Conocimiento a priori o conocimiento puro: Tiene  carácter universal y  necesario. Es independiente de la experiencia. La Matemática y la Física contienen verdades universales. También lo posee la Metafísica. En estos campos se dan conocimiento teóricos ciertos.

El hombre posee tres facultades cognoscitivas:

  1. La Sensibilidad, donde pone un juego las sensaciones.
  2. El Entendimiento , que en el campo de los conceptos y los juicios; y
  3. La Razón, donde están las ideas.

Según Kant, el entendimiento es el legislador de la naturaleza.

La Razón forma 3 ideas: Idea del Alma (verdad absoluta); idea del mundo (unidad absoluta) y la idea de Dios (causa absoluta).

Kant dice que el objeto del conocimiento no es el ser en si, sino el estudio de los fenómenos. De este modo naufraga en el Agnosticismo.

La Lógica.

En su lógica, Kant analiza los Juicios Analíticos y los Juicios Sintéticos.

Pero sucede que, a decir de Kant, los juicios analíticos no ofrecen ningún saber nuevo aparte del que ya se tiene. Es el caso de los siguientes:

“El triángulo es un polígono de tres ángulos”.

“El hombre es un ser racional”.

Son meramente explicativos, porque el predicado ya está incluido en el sujeto.

Los juicios sintéticos también tienen la particularidad de deducir sus predicados, en función de sus sujetos. Ejemplo:

“Ciertos cuerpos tiene peso”, “Este hombre mide   1.72m”

“Hay mesas redondas”.

Para Kant mas importancia tienen los juicios sintéticos a priori, porque son juicios que no se basan en la experiencia. Lo que ocurre cuando se afirma:

“Todo lo que sucede tienen una causa”.

Esta clase de juicios tiene posibilidad en las ciencias naturales.

En la Analícita de los Principios, Kant, superando a Aristóteles nos entrega un cuadro más extenso de la clasificación de juicios:

CLASES DE JUICIOS
  Por su Cantidad   Singulares                   Particulares                 Universales                 Unidad Pluralidad Totalidad
  Por su Calidad Afirmativas Negativas Indefinidas       Realidad Negación Limitación
  Por su Relación Hipotéticos      Categóricos Disyuntivos Causa-Efecto Sustancia-Accidente Coexistencia y Acción Recíproca
  Por su Modalidad Asertóricos Problemáticos Apodícticas Existencia y No Existencia Posibilidad-Imposibilidad Necesidad y Contingencia

Más adelante nos dice que ninguno de los juicios ya mencionados: analíticos y sintéticos tienen interés científico. La Lógica no es suficiente para fundamentar las ciencias naturales. El vínculo causa-efecto es sólo empírico. No puede ser deducido por vías lógicas. Sin embargo, los juicios de las ciencias naturales requieren de leyes generales y necesarias.

Hablando de las Categorías Kant nos dice que éstas no son formas del Ser como lo había planteado Aristóteles, sino CONCEPTOS de nuestro entendimiento. La mente lleva a las cosas sus categorías.

Tocando el problema de la verdad Kant decía que por ser la razón contradictoria por naturaleza, hay incapacidad de alcanzar la verdad total. No hay Filosofía que conozca la verdad objetiva. Se puede demostrar que el mundo tienen comienzo en el tiempo y límites en el espacio, como también que el mundo es infinito; se puede demostrar que el universo está compuesto por partes simples como no las tiene; se puede demostrar la divisibilidad e indivisibilidad de la sustancia; la posibilidad e imposibilidad de la libertad; la existencia y la inexistencia de un ser absolutamente necesario. Estas contradicciones o antinomias  no son objeto de superación en el pensamiento de Kant.

No acepta la transición de los conceptos opuestos.

La Ciencia.

Para Kant la tarea de la ciencia consiste en descubrir leyes sin cuyo conocimiento la ciencia no existe. Las leyes de la naturaleza se cumplen con independencia de nuestro yo. La ciencia requiere juicios que sean necesarios y universales. Por ejemplo, la Matemática y la Física son modelos de ciencia rigurosa y veraz. Pero, por muy ciertas que sean las verdades universales y necesarias de las matemáticas y las ciencias naturales, el conocimiento que nos ofrece no es de las cosas en sí. Es un conocimiento de propiedades y aspectos.

Como cultivador de las ciencias, Kant penetra a distintas áreas. Así en la biología se le reconoce el haber contribuido con la clasificación generalógica del mundo animal, la distribución de los distintos animales según su origen. Y en Antropología, el haber formulado una historia natural de las razas humanas.

La Sociedad.

Kant plantea que la humanidad atraviesa por dos fases: en la primera, la naturaleza se impone al hombre; predomina el instinto. En la segunda, el hombre se emancipa de la naturaleza. Hay predominio de la voluntad y de la razón.

Aspiraba a una sociedad civil perfecta, entendiendo por ésta a la burguesía en ascenso.

Según Kant la necesidad material obliga a los hombres agruparse en sociedad dentro de la cual la coacción y la libertad se combinan armónicamente. Rechaza el comunismo primitivo como hecho histórico, pero admite una iniciación colectiva. Defiende la propiedad privada considerándola eterna, necesaria y universal.

Se declara enemigo de todo proceso violento para la modificación de la estructura social. Rechaza la revolución, calificándola de ilegítima. Declara ser partidario de toda suerte de reformas y posturas evolutivas. Estima que el pueblo aún no está maduro para apreciar la libertad. La soberanía es impracticable por el pueblo. Según él, la voluntad del pueblo debe subordinarse por completo al poder existente.

Admite en cambio la presencia de contrariedades y contradicciones, afirmando que es una condición imprescindible para el perfeccionamiento del género humano. Con respecto a la existencia de las guerras, nos dice que es un estado natural entre los pueblos, lo cual debe superarse mediante la unión de las naciones, buscando un Estado mundial único.

La Política.

Kant ha sido calificado por Marx como el teórico de la revolución burguesa en Alemania. Efectivamente, es el ideólogo del liberalismo alemán cuando la burguesía era progresista, aunque débil. Para Kant el Estado es el Estado de los propietarios. No concibe derechos para el proletariado, ni entiende el papel histórico de la clase obrera. Plantea que el Estado debe proteger la propiedad. Entiende por libertad civil el derecho del individuo a acatar sólo las leyes con las que se declara conforme. Es partidario de la igualdad de todos ante las leyes del Estado. Entiende por libertad la libertad espiritual y en todo caso abraza hasta la libertad de imprenta, es decir, entiende por libertad el hecho de ser dueño de sí mismo.

De otro lado, condena las revoluciones inglesa y francesa porque ejecutaron a los soberanos. Dice que la soberanía de un pueblo no puede ser alcanzada de hecho. Se declara así enemigo de las masas populares y aplaude toda medida de gobierno tendiente a frenar sus luchas. Y luego contradictoriamente afirma: “como medio para alcanzar el estado de derecho la revolución es necesaria; pero como derecho en el Estado es imposible y debe ser rechazada”.

Dice a continuación que la revolución hay que aceptarla como un hecho consumado, reconociendo las importantes consecuencias que tiene para la humanidad.

En veces justifica las guerras de liberación, afirmando que el pueblo oprimido tiene derecho. Pero en fin de cuentas, Kant es en política un idealista, adversario de la democracia. Para él, la democracia es sinónimo de despotismo, porque ejecutivo y legislativo coinciden. Propugna un régimen republicano sin caracteres democráticos.

Señala que hay 3 tipos de regímenes: autocracia, aristocracia y democracia.

Conoce dos formas de gobierno: republicano y despótico.

Propugna tres ideales políticos: la igualdad, ante la ley; la libertad, y la independencia de los ciudadanos como súbditos.

El Derecho.

Kant estima que para evita la injusticia es necesario que la ley sea obra de todos, la ley pierde su vigor allí donde termina la justicia social y todo orden estatal. El Estado puede alcanzar sus fines uniendo la libertad y la ley mediante la justicia.

Rechaza el derecho innato de propiedad, afirmando que la propiedad se adquiere. Contempla tres clases de Derecho:

Innato: que está dado a cada uno por naturaleza: La Libertad.

Adquirido: Nace únicamente de un acto jurídico: El Derecho Privado.

Público: Se da en la forma de Estado, a través de los 3 poderes conocidos.

Kant critica la tesis del “Contrato Social”, aunque admite que en el estado natural, efectivamente no hay relaciones jurídicas. Pero dice que en la sociedad civil impera el Derecho Público.

Más adelante sostiene que el pueblo no tiene derecho a sublevarse menos aún a provocar una revolución. Toda revolución es un crimen que debe castigarse.

El Jefe del Estado tiene solamente derecho a ningún deber con relación a sus súbditos.

La Moral.

Proclama como su ley principal el imperialismo categórico,  que exige guiarse por una norma totalmente independiente. El imperativo es un principio abstracto de una voluntad también abstracta, formalista, individualista, racional, apriorística, independiente de toda sensibilidad, vacía, sin contenido social, sin humanismo, propia de la disciplina de ejército, Kant glorifica el deber.

La moral de Kant no nos dice “lo que debemos hacer” sino “cómo debemos obrar”. Rechaza para el efecto los imperativos hipotéticos por estar guiados por el deseo y no por el deber. La distinción entre uno y otro imperativo la formula del siguiente modo:

  1. Imperativo Hipotético. Aquí prima el deseo. Las cosas son tomadas como medio. Se busca la felicidad inmediata.

Ejemplo:

“Si quieres trabajar con fruto, busca la soledad y el silencio”.

“Si quieres que te respeten, respeta a los demás”.

“Aliméntate, si quieres vivir”.

  • Imperativo Categórico. Tiene carácter incondicionado y apodíctico. Se sustenta en principios prácticos a priori. Parte de una ley moral, trasciende la experiencia. Se refiere al “deber ser”.

Ejemplo:

“Obra de modo que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre a la vez como principio de legislación universal”.

Es como si dijera:

“Todo o que hagas hazlo por deber y respeto a la ley”.

En este segundo caso, el hombre debe obrar de tal modo que la máxima de su voluntad pueda servir al mismo tiempo de una legislación universal. Es una moral autónoma.

En el fondo, la moral de Kant busca la obediencia a las autoridades.

Por ello sus principios no están orientados a la búsqueda de la felicidad humana. Las afecciones y sentimientos están excluidos. Exige un deber desnudo, al margen de las relaciones sociales. No parte de la práctica, sino de la razón.

El pensamiento de Kant fue utilizado por la clase dominante, porque satisfacía plenamente sus intereses.

Kant, sin entender las relaciones de producción capitalista, se queja de que el hombre sea utilizado como un medio y luego dice que la inmoralidad consiste en tomar al hombre como medio, cuando todos los hombres son fines en sí mismos. No advierte que el imperativo categórico puede tener vigencia distinta de época a época.

Reafirmando su racionalismo abstracto dice que el hombre desea la felicidad, pero esto no es el fundamento de un imperativo moral. El deseo no se manda. El deseo es subjetivo, conduce a un imperativo hipotético. La ley moral no puede venir de fuera, en una legislación interna  de la conciencia individual. Por eso es distinto del Derecho. También es distinta de la religión. La moral no se basa en la religión; al contrario, la religión se funda en la moral. Dios es sólo una garantía del orden moral.

El Arte.

Afirma que el fin supremo del arte debe carecer por completo de un objeto o fin determinado. El arte es una finalidad sin fin. Esto quiere decir que una obra de arte no puede recibir prescripciones de fuera. El Juicio estético no se funda en conceptos, sino en el placer reproducido por la contemplación. Lo bello es un  deleite no interesado,  independiente de si existe o no el objeto presentado en una obra de arte.

El juicio estético es mera declaración de gusto subjetivo. Es bello lo que place a todos. Tienen validez universal. Lo bello agrada por su forma pura. El Arte es la libre actividad del genio. Quien quiera juzgar el arte no puede hacerlo intelectualmente.

Kant  no se preocupa por explicar la esencia de lo bello. Pero indica que lo mejor del arte es la poesía.

La tesis de Kant ha sido calificada de contradictoria, porque separa lo bello de todo su contenido y limita su dominio a la forma pura.

La Religión.

La existencia de Dios, la inmortalidad del alma y la libertad de la voluntad no puede demostrarse o refutarse teóricamente. Pero sí puede hacerse a través de la práctica, porque es un problema de creencia.  De todos modos Dios es un legislador a quien hay que respetar. Sin la fe en Dios no puede haber seguridad alguna de que el mundo existe un orden moral. Al fin de cuentas, la Iglesia es el conjunto de hombres de buena voluntad emanados por una fe.

Juicio Crítico.

Refutando la primacía que Kant le otorga a los juicios a priori en las ciencias naturales, Lenin, en cuadernos Filosóficos (45) dice:

“… por supuesto, lo que para el hombre es a posteriori para el filósofo es  a priori;  porque cuando el hombre ha reunido experiencias y las ha abarcado en conceptos generales, entonces, naturalmente, se encuentra en condiciones de establecer “juicios sintéticos a priori”. De ahí que lo que para una época anterior es un asunto de experiencia, para una posterior es un asunto de razón.  Así, antes, la electricidad y el magnetismo eran solo propiedades empíricas, es decir, en este caso, accidentales, percibidas sólo en cuerpos particulares, en tanto que ahora, como resultado de amplias observaciones, se lo reconoce como propiedades de todos los cuerpos… De ahí que la historia de la humanidad sea el único punto de vista que ofrece una respuesta positiva al problema del origen de las ideas…”.

Por otra parte, a Kant se le ha objetado lo siguiente:

  • Divorcia el conocimiento de la realidad objetiva.
  • Separa radicalmente fenómeno y esencia; forma y contenido.
  • Intenta conciliar ciencia y religión, subordinándola a la fe.

JORGE GUILLERMO FEDERICO HEGEL

(1770 – 1831)

Extracción y posición de clase.

Hijo de un alto funcionario de finanzas del ducado de Wurttemberg, Jorge Guillermo Federico Hegel, está considerado como el filósofo sistemático más eminente de la filosofía clásica alemana. Según su biógrafo Jean Michel  Palmier (46), Hegel nació de una familia teutónica protestante perteneciente a la mediana burguesía de la ciudad. Su educación fue confiada a los pietistas, y por no tener talento oratorio renunció a la carrera de pastor y se consagró a la enseñanza. De joven tuvo un modo radical de pensar; prueba de ello es que aplaude los efectos de la revolución francesa e impugna el orden feudal de la monarquía prusiana. Sus estudios universitarios versaron sobre Teología y Filosofía en Tubinga. En 1801, a los 31 años, defendió su tesis doctoral e inmediatamente fue nombrado profesor universitario en Jena. 10 años más tarde contrae nupcias y en 1818, pasa a ser docente en la Universidad de Berlín. Mucho antes de esa condición, por su estrechez económica como Kant, Fichte, Schelling y Holderling se había dedicado al oficio de docente privado de familias adineradas, inclusive fue redactor de un periódico para poder vivir en momento que en Alemania la situación se tornaba difícil.

Hasta 1800 Hegel es un encendido defensor de las medidas que toma la revolución burguesa de Francia. En sus primeros trabajos: Vida de Jesús (1795); Diferencia entre los Sistemas de Fichte y Schelling (1001); Fe y Saber (1802) y Propedéutica Filosófica (1809) se muestra progresiva, a la vez creyente, y en efecto su obra: Fenomenología del Espíritu (1807) constituye toda una revolución en la conciencia humana, estudia los fenómenos del conocimiento y toda la esencia del trabajo. En 1801, llega a editar una revista juntamente con Schelling – Revista Crítica de Filosofía. Se advierte aquí la influencia que recibe de los románticos y del idealismo trascendental, pero al mismo tiempo conserva las huellas de la teología y del neohumanismo. Pero, en 1818, al situarse como docente de la Universidad de Berlín, se transforma en el filósofo oficial y director cultural de la monarquía de Prusia y obliga a los profesores a divulgar el saber adquirido. Es verdad que continúa siendo ideólogo de la burguesía, pero lo es del lado no revolucionario. Propende sólo las reformas. En esta fase, la revolución es algo antinatural para él. La revolución expresa una revuelta del espíritu subjetivo contra la realidad. El espíritu subjetivo no entiende que la realidad coincide con la providencia. Para Hegel, la revolución, es pues irracional. Simpatiza por ello con la etapa girondina de la revolución francesa, no así con la jacobina. Es un adversario de las masas populares. Justifica la restauración de la monarquía en Francia. Luego, con el apoyo estatal se encumbra como Rector.

En razón de este periplo, sus posteriores trabajos: Ciencia de la Lógica (1812-16); Enciclopedia de las ciencias Filosóficas (1817) Lecciones sobre Estética (1835); Historia de la Filosofía (1833-36); Esbozo de una Filosofía del Derecho (1821); Filosofía del Arte (1836); Lecciones sobre Filosofía de la Historia (1837) y Filosofía de la Religión (1832) reflejan el carácter contradictorio del desarrollo de Alemania en vísperas de su revolución, mostrando la doble tendencia del feudalismo y la burguesía, presentando la idea conservadora y reaccionaria como resultado de la inconsecuencia y la cobardía de la burguesía alemana y su inclinación a los compromisos con los terratenientes reaccionarios.

Hegel, filósofo de meditación profunda, dedicado  por entero a la filosofía, falleció siendo Rector, de una epidemia del cólera, a los 61 años, en 1831.

Su postura filosófica.

Para Hegel, la filosofía se ocupa de lo general y lo general es el pensamiento.  La Filosofía surge como una necesidad de producir una totalidad del saber. La Filosofía es la forma suprema de la autoconciencia de la idea absoluta. Es la expresión más profunda de la realidad. En un sistema de verdades absolutas.

Pero, para Hegel lo real  no es todo lo que existe, sino únicamente lo más importante, lo esencial, lo históricamente necesario. Sólo la realidad es racional. Lo que es racional es real; lo que es racional no es infundado.

Hegel resuelve el problema fundamental de la filosofía partiendo del Idealismo Objetivo, del espíritu universal, de la idea absolutadel espíritu absoluto. El espíritu universal hegeliano no es sino el concepto abstracto elevado a la categoría de absoluto,  presentado como esencia aislada e independiente, que según Hegel constituye la base de los fenómenos de la naturaleza y la sociedad. El espíritu absoluto no está fuera del mundo sino en el mismo, es decir es el fundamento espiritual.

La Filosofía es el último ciclo de la evolución de la idea, es el grado más alto de autopercepción del espíritu. La Filosofía del espíritu examina la idea absoluta en la fase terminal del desarrollo. En la Filosofía del Espíritu, Hegel examina el ser para mí, la mismidad, el ser para sí.

Según Hegel, el espíritu ostenta tres grados:

  1. Espíritu Subjetivo. Es el sujeto que se sabe así mismo. Este problema lo aborda a su vez a través de la Antropología (El Alma); la Fenomenología del Espíritu (La conciencia) y la Psicología (El Espíritu).
  • Espíritu Objetivo. Plantea una más grave dificultad. Es un espíritu que “esta allí”. No tiene sujeto. No es tampoco la naturaleza. Lo explica a través de: El Derecho, La Moralidad y la Etica.
  • Espíritu Absoluto. Es la síntesis del espíritu subjetivo y objetivo; a su vez se manifiesta en tres formas: Arte, Religión y Filosofía.

En la Filosofía del Espíritu, la idea vuelve a sí. Se hace autoconciencia. El espíritu, atraviesa, pues, por una serie de estadios, antes de llegar al saber absoluto.

La Historia de la Filosofía no es más que la Filosofía de la Filosofía.

A lo largo de sus reflexiones, Hegel se manifiesta adversario del materialismo.  Critica los materialistas metafísicos por no ocuparse de “lo general”. Dice que es imposible deducir lógicamente la conciencia. En todo caso, para Hegel, el materialismo es el punto de vista de la conciencia ordinaria. Para la conciencia ordinaria lo percibido es lo que está ante nosotros. Los pensamientos no son autónomos para este punto de vista. Hegel identifica el materialismo con el empirismo y critica a éste por no ser verdadero, se conforma sólo con lo particular y no vincula lo singular con lo universal.

De otro lado, Hegel está convencido de que no es la religión sino la filosofía la que debe ser y es la expresión más alta de lo absoluto.

Finalmente, rechaza el agnosticismo de Kant.

Su Idealismo Objetivo.

Como sabemos, la esencia del idealismo consiste en tomar lo psíquico como punto de partida. La naturaleza está deducida de lo psíquico.

Hegel está convencido de que la razón gobierna el mundo, la razón es la sustancia, la idea absoluta es el espíritu universal que existe con anterioridad a la naturaleza. La idea absoluta es el espíritu mundial, es un principio activo. El mundo es ideal, es una encarnación del espíritu absoluto. El espíritu es lo primario y  tiene carácter de eterno.  Sólo lo espiritual es verdadero. Los pensamientos son verdades autónomas y primarias.

La idea es la realidad total, es el principio, el desarrollo y el fin de todo, es el sustento de todo fenómeno, es a la vez ser y pensamiento, real y racional, es una idea no estática sino dinámica, por lo que está en perpetuo devenir. Todo el mundo tanto real como irreal es despliegue de la idea, lo cual se procesa en tres fases:

  1. La Idea en su propio seno. Es el pensamiento puro o lógico. Es un sistema de categorías interconectadas.
  • La Idea en forma de “otro ser”. Se presenta en forma de naturaleza. Es una manifestación externa del auto desarrollo de las categorías lógicas.
  • La Idea en el pensamiento y la historia. Se manifiesta a través de la Filosofía  del Espíritu.

La identidad del ser y del pensar le sirve a Hegel para fundamentar la unidad de las leyes del mundo externo y el pensamiento. De este modo, Hegel elimina la contradicción entre ser y pensamiento. Para Hegel el pensamiento es el Ser. El pensamiento teórico combina con la relación práctica y la relación teórica con la naturaleza.

Para explicarse mejor, aplica la tríada al desarrollo de la idea, de la siguiente manera:

TESIS: El Ser. La idea aquí existe en sí, es real, absoluta: Dios.

ANTITESIS: Es el No Ser. Aquí está “fuera de si”. Es la Naturaleza.

SINTESIS: Es el Devenir. El Espíritu se vuelve a recuperar a sí mismo.

Hay un proceso de reunificación. De ello se ocupan las ciencias del espíritu. La idea después de haberse apartado vuelve a si mismo.

Hablando de esencia, Hegel señala que esencia es lo que hace que una cosa sea. La esencia del espíritu es la libertad.

Hegel coloca su sistema filosófico en una posición excepcional, considerándolo una culminación del proceso del conocimiento por la idea absoluta, como el último grado del desarrollo de la razón universal.

Analizando la postura filosófica del Hegel, Lenin, en Cuadernos Filosóficos (47) comenta:

“Hegel “creia” seriamente, pensaba, que el materialismo como filosofía era imposible, porque la filosofía es la ciencia del pensamiento de lo universal,  pero lo universal es un pensamiento. Aquí repite el mismo error del idealismo subjetivo que siempre llamó “mal” idealismo. El idealismo objetivo (y más aún el absoluto) se acercó MUCHO al materialismo por su zigzagueo (y una cabriola), e incluso se transformó parcialmente en él”.

La Metodología.

El descubrimiento del método dialéctico es una de las más grandes realizaciones de la filosofía hegeliana. Contiene un meollo racional que es la doctrina del desarrollo, un  aspecto progresivo. La idea de desarrollo es a la vez la más alta contribución de Hegel, porque es la base del método dialéctico y porque se sustenta en el concurso de las ciencias naturales. El haber remarcado la categoría de contradicción  constituye otro de los aportes valiosos.

Gracias a él entendemos que es el nervio vital que obliga a los conceptos a moverse y a transformarse en su contrario. Es el método de la evolución interna de los conceptos, donde inclusive el error aparece como un momento de la verdad, la verdad conserva y supera el error. Es un método que a la vez es sintético y analítico.

Sin embargo, sus limitaciones radican en que interpreta de un modo unilateral. La Unidad de los opuestos y tiene cierta envoltura mística. Esta mixtificación se desprende del hecho de que actúa dentro de los fenómenos ideales. Por ello se torna inconsecuente, a causa de su carácter idealista. Hegel, por ejemplo, cree que el único medio de solucionar las contradicciones es el pensamiento o conocimiento. Hegel llama dialéctica al conflicto de sucesivas tesis y antitesis. El concepto de evolución lo concibe como un proceso puramente lógico. No trata  pues de contradicciones reales de los fenómenos de la naturaleza, de la sociedad, sino de las que surgen en el desarrollo del espíritu universal. Por otro lado, cree que las contradicciones encuentran solución pacífica  y que lo nuevo se concilia con lo viejo. De este modo, su interpretación no conduce a la comprensión esencial de las contradicciones. Para él, los contrarios se combinan armónicamente entre sí y esto le sucede porque las leyes que enuncia Hegel no las extrae ni de la naturaleza ni de la sociedad, sino de la lógica. En lugar de aprender de la naturaleza, impone mira exclusivamente al pasado y cuando habla de necesidad y casualidad no se dirige al mundo material sino siempre al espíritu.

Es verdad que Hegel descubre la concatenación, la vinculación objetiva de todos los aspectos, las fuerzas y tendencias, la mediación, las vinculaciones recíprocas, las transiciones, el trueque de cantidad en calidad; pero todo esto ocurre en el movimiento puro de la razón: Nos habla de  desarrollo dialéctico y la concatenación causal de lo inferior a lo superior, a través de zigzag. Todo dentro del movimiento del concepto, movimiento que existe desde toda una eternidad no se sabe donde, pero desde luego, con independencia de todo cerebro pensante. Por eso se ha dicho que plantea una filosofía sin cerebro.

No obstante, los clásicos marxistas, entre ellos Engels, por ejemplo, meritúa el pensamiento hegeliano por haber concebido la naturaleza, la historia y todas las cosas, como un proceso en constante movimiento, cambio, formación y desarrollo; por haber realizado un análisis de las leyes y categorías más importantes para la teoría del conocimiento; por haber creado por primera vez un sistema amplio de Lógica Dialéctica;  por haber criticado la “cosa en si” de Kant. Inclusive Lenin, dice que Hegel “adivinó” genialmente la dialéctica de las cosas y es el primero en formular las leyes generales del desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento.

Efectivamente, tras la dialéctica de los conceptos entrevió la dialéctica de las cosas. A Hegel corresponde haber enseñado que la contradicción no es una anomalía; que algo es viviente sólo cuando encierra una contradicción; que la fuerza interna de los objetos es la contradicción; que el desarrollo conduce a la negación de la forma dada de un fenómeno; que la negación no viene del exterior sino que es consecuencia del desarrollo y se halla ínsita en él; que la negación es fase inseparable del desarrollo; que esta sucesión de negaciones se desenvuelve a través de la tríada.

        “ El Si se convierte en No;

           El NO se convierte en Si;

           El Si se convierte a la vez en Si y en No;

          El No se convierte a la vez en No y en Si”

La idea se desdobla en positiva y en negativa. De este modo los contrarios se equilibran, se neutralizan y paralizan recíprocamente. La fusión de los pensamientos contradictorios forma otro nuevo que es la síntesis. Este nuevo pensamiento se bifurca a la vez en otros dos contradictorios.

La Dialéctica consiste en oponerse a sí misma y combinarse consigo mismas. En formularse a sí misma como tesis, antitesis y síntesis o bien en afirmarse, negarse y negar su negación. Hegel llama negación a la superación concreta. Distingue entre negación abstracta y concreta. La primera es nihilista y la utilizan los metafísicos; la segunda es conservación de los elementos válidos. La dialéctica no es un paso de la mente por varios estadios. Sino un movimiento  del Ser. Se pasa necesariamente de un estadio a otro, pero en cada estadio está la verdad del anterior. Cada estadio incluye al anterior absorbido, a la vez conservado y superado. Por ello, la dialéctica tiene el rango de ciencia filosófica por generalizar toda la historia del conocimiento y las leyes más generales del desarrollo de la realidad objetiva. Para el efecto, se vale de conceptos nuevos y categorías, como: “Ser”, “Nada”, “Devenir”, “Contradicción”, “Negación, “Identidad”, “Diferencia”, “Cualidad”, “Cantidad”, “Medida”, “Realidad”, “Posibilidad”, “Salto”, etc.

Hegel también enseñó que los opuestos no son absolutos sino relativos. Que no hay límites inseparables. Que todo es relativo. Que todo existe en conexión con los demás; que los cambios cuantitativos pasan a cualitativos mediante el salto que dos cosas necesarias que se excluyen y que el Devenir es el paso de la Nada al Ser.

La Naturaleza.

Para Hegel  la naturaleza es lo secundario, derivado es del espíritu. No se desarrolla en el tiempo sino solamente en el espacio. Se halla condenada a la repetición de los mismos procesos en forma perpetua.

La naturaleza es un momento de la idea. Es lo que “es otro”. Lo que no es en sí mismo. Es un momento del Absoluto. Nos viene caracterizado como “un ser para otro”. Un estar ahí. La idea absoluta después de alcanzar la plenitud de su desarrollo en la esfera del pensamiento puro se convierte en “ser otro” (naturaleza). Es un momento donde la idea “sale fuera de sí”.

Hegel niega la infinitud del universo y combate el atomismo. Niega la existencia de los átomos como realidad objetiva. Se solidariza con el dogma cristiano de la creación del mundo por Dios, a partir de la nada.

Según Hegel, en la naturaleza no sucede nada nuevo bajo el sol. Sólo hay cambio en el espíritu.

La naturaleza en esencia es la totalidad de las cosas entre las cuales sólo existen relaciones externas. No hay desarrollo interno ni concatenación. No acepta que los animales superiores provengan de los inferiores. No hay transformación de unos en otros, son engendrados por la idea absoluta. La naturaleza es el reflejo del pensamiento o del concepto. Es una alteridad.  Es un grado inferior de revelación de la idea absoluta. Adquiere una encarnación en el hombre y en la sociedad. Carece de vida y desarrollo.

En la Filosofía de la Naturaleza, Hegel considera los siguientes aspectos:

  1. La Mecánica. Donde trata del espacio y del tiempo; de la materia y el movimiento, de la mecánica finita. Del mecanismo.
  • La Física. Donde se ocupa de la física de la individualidad en general, en particular y de la individualidad total
  • La Orgánica. Donde aborda la naturaleza geológica, vegetal y animal.

La Materia.

Para Hegel la materia es algo inerte.  Es una realidad fraccionada, aislada. Una autobiografía del espíritu.

Hegel no muestra ningún interés por la investigación del mundo material, tampoco le atraen las doctrinas evolucionistas.

El Movimiento.

Para Hegel la esencia del movimiento es la unidad del espacio y tiempo. Materia y movimiento son inseparables.

Espacio y Tiempo.

Tiempo y espacio son formas de existencia de la materia. No hay tiempo y espacio vacíos.

El Tiempo es el ser que mientras es, no es; y mientras no es, es. El Devenir. El espacio es la universalidad abstracta.

La Sociedad.

Plantea la evolución de la humanidad de la siguiente manera:

  1. Aparición de los pueblos orientales. Significó la niñez de la humanidad. Predomina un régimen patriarcal. El único hombre realmente libre en estos pueblos es el déspota.
  • Los pueblos helenos. Equivalen a la mocedad. En este estadio sólo los ciudadanos son libres. El resto es esclavo. Pero ya hay un concepto de libertad.
  • Los pueblos latinos. Es la etapa viril de la humanidad. Aquí se plasma el Imperio Romano. Se extienden los derechos.
  • Los pueblos germánicos. Representan la ancianidad. Aquí impera el progreso. Todos los hombres alcanzan la libertad.

Hegel ve pues en la historia el progreso de la libertad. Dice que la Historia Universal va de Oriente a Occidente y que si Asia es el principio, Europa es el término. Los demás núcleos humanos conformados por esclavos no son pueblos históricos.

La historia del mundo es una sucesión de formas estatales que constituyen momentos de un devenir absoluto. El fin de la historia del mundo es que el espíritu alcance el saber de lo que es él verdaderamente.

La historia es la evolución del espíritu objetivo en su proceso hacia la conciencia de su propia libertad. En la Historia no hay ningún debe ser, ningún utopismo, porque los momentos de un espíritu subjetivo son los momentos internos de su realidad racional. El espíritu singular de un pueblo puede desaparecer, lo que no desaparece es el universal. Cada individuo es hijo de su pueblo en un momento determinado, de “ese pueblo”. Nadie puede saltar por encima del espíritu de su pueblo. La tradición no sólo consiste en conservar, radica también en ver el progreso. La tradición encuentra sus hombres en los héroes, que son los videntes, los que expresan que la hora ya ha sonado. Los demás deben obedecerlo. Nada grande ha sido llevado a cabo en el mundo sin pasión. Los hombres llevan a efecto lo que a ellos les interesa.

Refiriéndose a la estructura social, Hegel precisa la existencia de dos estamentos:

  1. Campesino. Conformado por agricultores.
  2. Industrial. Formado por artesanos y mercaderes.

En la concepción de Hegel el proletariado no existe como estamento. Por eso le da el nombre de “populacho”. Hegel condena la iniciativa revolucionaria de estas capas bajas y niega al pueblo su condición de soberano. Califica al pueblo de “masa informe”. Idealiza, en cambio, la dictadura de clase. Es chauvinista y ensalza el encumbramiento de los pueblos germanos.

No obstante lo dicho, combate la paz eterna. Es partidario de la guerra, pues gracias a ella los pueblos se salvan de la podredumbre y conservan una salud pública. En este sentido se muestra congruente con su principio dialéctico que afirmaba: “Todo lo que existe, merece perecer

Teoría del Conocimiento.

Para Hegel, el conocimiento es un proceso histórico en virtud del cual la verdad  no está dada para siempre, sino que también se desarrolla, cambia. La verdad no es una colección de tesis dogmáticas y fijas; la verdad reside en el proceso mismo del conocer en la larga trayectoria de la ciencia desde sus fases inferiores.

Para Hegel, el conocimiento no es la averiguación de lo que existe fuera de nosotros, es decir, fuera del pensamiento; es más bien la averiguación o toma de conciencia del pensamiento. El conocimiento entendido así, es la autoconciencia del espíritu.

Nuestro conocimiento no capta de pronto las bases profundas de la esencia interna de las cosas y procesos. La investigación del conocimiento es posible sólo dentro del proceso del conocimiento.

Hegel niega la veracidad del conocimiento sensible y dice que el espíritu lógico (racional) es la fuente del conocimiento. Como se ve, Hegel no establece la unidad dialéctica de lo racional y lo empírico. Es que, cuando habla Hegel del movimiento de los conceptos, prescinde del mundo real.

Criticando a Kant por haber establecido “la cosa en sí” como distinta de los fenómenos, dice que esta cosa en sí está relacionada con el ser como lo esencial.

Hegel reduce la historia real a la historia del conocimiento. Tocando el problema de la verdad  señala que la verdad abstracta no existe. La verdad es siempre concreta. Es un proceso histórico, que cambia constantemente.

La Lógica.

Para Hegel, la lógica ha de atenderse como el sistema de la razón pura, como el reino del puro pensamiento. Este reino es la verdad.

Según Hegel, el contenido de la Lógica es la exposición de Dios (tal como es en su esencia eterna antes de la creación de la naturaleza y de ningún espíritu finito). Tiene la misión de indagar las leyes más generales del desarrollo del conocimiento. La Lógica es la doctrina de la esencia de todas las cosas. Se ocupa de lo que es la realidad, de la transformación de la cantidad en calidad, de la correlación de las categorías filosóficas y de la naturaleza de los procesos.

La Lógica de Hegel tiene carácter idealista porque identifica las leyes de  la naturaleza con las leyes de la lógica del pensamiento.

La Lógica, según el filósofo, es la ciencia de la idea, del ser en sí y por sí mismo. La Lógica estudia la primera fase del despliegue de la idea, la cual se despliega como ser, esencia y concepto.

La Lógica se identifica como Ontología Real (ontos) y Racional (logos).

Es una dialéctica del ser.

El objeto de la Lógica es la Idea Absoluta. La idea absoluta se encuentra al margen del hombre, en la esfera del cielo.

Refiriéndose al tema del SER, Hegel aclara que la Filosofía comienza con el Ser. Pero el Ser es la noción más universal y al mismo tiempo lo más indeterminado.  El ser se convierte así en La Nada.  Por ser un concepto inmediato está libre de toda determinación. NO es esto o lo otro. Es una vaciedad,  sino no sería ser puro. En consecuencia, cuando se precisa el Ser, no se precisa nada. De ser somos arrojados a La Nada. ¿Y qué es la Nada? También perfecta vaciedad, ausencia de determinación y contenido, incapacidad de ser.

Intuir la nada es el puro intuir, el puro pensar. Es lo mismo intuir la nada que intuir el ser. El ser puro y la nada pura es lo mismo. Pero no podemos permanecer en ninguno de los dos. Hay que tramontar. El paso de la Nada al Ser se llama DEVENIR.

En cada estadio está la verdad del anterior y la suya está en la siguiente. Así la verdad del ser está en la nada y la de la nada está en el Devenir. Si el ser es siempre ser y la nada es siempre nada, no hay devenir.

Definiendo lo que es el pensamiento dice que el pensamiento humano no es más que una manifestación del pensamiento absoluto, que existe fuera del hombre (Dios). El pensamiento no sólo es actividad subjetiva humana, sino también esencia objetiva independiente del hombre, la primera fuente de todo cuanto existe.

El pensamiento es una forma superior de conocimiento del mundo exterior.

No se puede percibir lo que no existe. El pensamiento se funda en los datos de la experiencia sensorial y no se puede prescindir de ésta. El pensamiento no está estático, sino pasa por peldaños a otros más elevados.

En resumen, la Lógica no es sólo la ciencia de las formas del pensamiento, sino de las leyes del desarrollo de las cosas materiales, naturales y espirituales, es decir, del desarrollo de todo el contenido concreto del mundo y de su cognición, o sea la suma total, la conclusión del conocimiento del mundo.

Tocando el problema de las categorías, Hegel dice que en un concepto no está sólo lo general, sino también lo particular y lo individual. Dice también que el fenómeno es tan objetivo como la esencia. Finalmente plantea la unidad de lo lógico y lo histórico.

La Política.

Para Hegel, el Estado es una forma plena del espíritu objetivo. Es el aspecto más desarrollado de la realidad orgánica, es una creación de la razón. Representa la racionalidad más elevada que pueda esperarse de la vida social.

Sólo en el seno del Estado alcanza la libertad su más alta expresión. Sólo el Estado puede garantizarla y darle sentido auténtico. Es pues la libertad objetiva. No es un mero proyecto del individuo como tal, de su libertad subjetiva; es la verdadera síntesis de la oposición entre familia y sociedad civil.

Sólo en el Estado el hombre tienen existencia racional.

La forma de gobierno que propicia Hegel es la de una monarquía limitada por una Constitución. Por eso la monarquía constitucional le parece la cumbre del progreso social. Se pronuncia, en consecuencia, contra el gobierno representativo. La existencia de un parlamento de la imagen de que el pueblo está dividido entre el Estado y el Parlamento. En cambio, el absolutismo es la condición óptima de la construcción y perennidad del Estado.

Un gran acierto de Hegel, estriba en el hecho de estimar que el proceso histórico está sometido o sujeto a Leyes.  Aunque, como bien dicen los críticos, Hegel otorga un ropaje místico o teológico a sus afirmaciones. Por ejemplo, hablando del Estado, dice que es la realización suprema de la libertad, la marcha de Dios sobre la tierra. Incluso, explicando lo que es la Historia, asevera que es la realización de un plan divino, “una revelación de Dios”.

Fiel a su rechazo a las formas democráticas de vida, Hegel no ampara los derechos humanos en general, antes bien, planteó formas corporativas al solicitar el entendimiento entre empresarios y obreros. Concede al monarca facultades casi divinas, aunque dice estar frenado por una Constitución.

El Derecho.

Según Hegel el Derecho es la realización y el ser de la libertad. Se contrapone en este sentido, a la arbitrariedad feudal. Su expresión más importante es la existencia de la propiedad privada, que es la consecuencia necesaria y sustancia de la libertad. Pero cuando Hegel se ocupa de la libertad, está circunscribiéndose únicamente a la libertad del espíritu, del pensamiento. No distingue por otra parte, el carácter clasista del Derecho. No vincula las clases sociales con la situación económica. Todo lo deduce de la conciencia. Según Hegel, mientras no se logre la libertad universal no hay por que abolir la propiedad feudal, ni los estamentos, ni la monarquía; basta con liquidar la servidumbre.

Hegel cree que el individuo permanece en la condición de esclavo, no por el sistema de relaciones sociales de producción en que está envuelto, sino porque no ha madurado su conciencia de libertad.

Distingue tres facetas en el Derecho: el Derecho abstracto, que se resume en la propiedad. La Moralidad, donde prima la voluntad subjetiva y la Eticidad.

La Etica.

En Hegel, la moralidad es interpretada de modo idealista, como interioridad y fuerza propulsora no sólo de las relaciones jurídicas sino también de las materiales y políticas.

Hegel dice que el hombre sólo permanece puro mientras no actúa. Al actuar debe aceptar la mancha y el contacto con el mundo.

Arte.

El arte es la manifestación sensible de lo absoluto. Es al mismo tiempo expresión y revelación de lo divino. En este caso la idea absoluta es intuida.

Lo bello es la manifestación de lo absoluto y es anterior a la naturaleza. La  belleza verdadera es lo bello artístico ideal.  La belleza absoluta se consigue depurando todo lo que tienen de material. El ideal de la belleza es el arte.

Según Hegel el arte ha evolucionado por las siguientes fases:

  1. Fase Simbólica. Donde todavía hay desequilibrio entre forma y contenido. La idea se apropia de la forma. Es propia de los pueblos orientales. La Arquitectura es su mejor expresión.
  • Fase Clásica. Hay conformidad entre la Idea y su manifestación sensible. Su mejor manifestación es la Escultura. Predomina la figura humana. Aquí se halla el arte griego que buscó  la armonía entre forma y contenido.
  • Fase Romántica o Cristiana. Logra unidad entre la naturaleza divida y la humana. El contenido no está dado por la forma humana, sino por la interioridad. La belleza no es corporal sino espiritual. Se manifiesta en la Pintura, La Música y la Poesía.  Mientras la pintura fue cultivada por los románticos, la poesia fue el planto fuerte de los germanos.

Religión.

En el fenómeno religioso, la sustancia universal se realiza en la conciencia individual. Se produce una religión absoluta cuando el espíritu se presenta como religión revelada.

Hegel, como opuesto al materialismo, es defensor de la teología y el misticismo. Dice que, en la religión, la conciencia es penetrada por Dios. Dios es la conciencia humana.

Señala que la religión ha recorrido también por varios estadios:

  1. Religiones naturalistas. Son las que se dieron en pueblos orientales. En esta fase, la conciencia no reconoce al espíritu, sino sumergido en la naturaleza. Hay una mezcla de magia.
  2. Religiones de Tránsito de la sustancia a la individualidad. Aquí hay un dios acósmico. Lo practicaron los judíos.
  3. Religiones de predominio de individualidad espiritual. Lo tuvieron Grecia y Roma.
  4. Religiones de espiritualidad absoluta. Aquí se plasma la unidad de lo divino y lo humano. La tienen los cristianos.

Juicio Crítico.

  • Su método dialéctico (revolucionario) entra en contradicción con su sistema (conservador). Hegel se inclinó más a su sistema.
  • Al identificar Ser y Pensar, fusiona incorrectamente lo objetivo y lo subjetivo, la causa y el efecto, la materia y la forma.
  • Su concepción dialéctica se encuentra gravemente empañada, al sostener que “la naturaleza no se desarrolla”. Aquí se torna metafísico.
  • Acepta el stablischment y lo justifica. Diviniza el Estado y expresa prejuicios nacionalistas y racistas.
  • El estado es colocado en la base de la sociedad y no en la superestructura.

LUDWING FEUERBACH

(1804 – 1872)

Extracción y posición de clase.

Hijo de un notable abogado criminalistica, Ludwing Feuerbach, nació en medio de una familia burguesa de Alemania y a los 19 años, ya lo encontramos estudiando Teología. Al año siguiente, en 1824, se enrumbó en los estudios filosóficos, llegando a ser un excelente discípulo de Hegel hasta los 24 años, edad en que empieza a discrepar de su maestro y abandona el idealismo objetivo, para tornarse en hegeliano de “izquierda”, asumiendo las posiciones de los demócratas de su país. A los 25 años, hallábase ya desempeñando la función de docente privado y en circunstancias que se desenvolvía con éxito en la Cátedra, es expulsado de las aulas, al año siguiente, por escribir su obra: Pensamientos sobre la muerte y la inmortalidad (1830) donde se advierte su clara oposición y rechazo a la superestructura religiosa. Señalado como ateo, es retirado del claustro universitario, para después confinarse en una modesta aldea, por espacio de más de 25 años, perdiendo todo vínculo con el desarrollo de la cultura germana y las ciencias de su tiempo.

Contrae matrimonio a los 33 años y dos años más tarde publica: Crítica de La Filosofía de Hegel (1839), a partir de cuyo trabajo se hace ostensible su viraje hacia los predios del materialismo. A los 41 años se hace comunista y desde los 45, se entrega de lleno a una producción teórica. A los 60 años estudia Darwin, Leyell, Humboltd, Marx y Proudhon; lee el Capital y lo interpreta; a los 66 ingresa al Partido Social Demócrata. Fruto de sus investigaciones vienen a ser sus libros: Tesis Provisionales para la Reforma de la Filosofía (1843); Principios de la Filosofía del Porvenir (1844); Esencia del Cristianismo (1841); Esencia de la Religión (1845) y otra más, siendo la última: Espiritualismo y Materialismo (1866).

Este filósofo que recorrió del hegelianismo al materialismo, no aceptó sin embargo, la doctrina marxista, a pesar de su militancia en la social democracia; tampoco llegó a comprender los alcances de la revolución de 1848. Su  papel se contrajo a lo sumo, a ser el ideólogo de la burguesía democrática alemana y ser el joven y mentor de los sectores más radicalizados en esa clase social. Ideológicamente está considerado como el más brillante crítico de la filosofía idealista. Su obra Esencia del Cristianismo, admirada por Engels, causó gran revuelo y tormenta en las capas dominantes, lo que determinó la confiscación de sus libros De ahí que Feuerbach esté considerado como un eximio enciclopedista, aun cuando no llegó a valorar la esencia dialéctica del pensamiento hegeliano.

Su postura filosófica.

En su obra: Tesis provisionales para la reforma de la filosofía (48) encontramos la siguiente reflexión de Feuerbach:

“El comienzo de la filosofía no es Dios, no es lo absoluto, no es el ser como predicado  de lo absoluto o de la idea – el comienzo de la filosofía es lo finito, lo determinado, lo real…”.

En efecto, refutando las tesis hegelianas, Feuerbach nos dice que la filosofía es la ciencia de la realidad en su verdad y totalidad. Sometiendo a dura crítica el carácter idealista de la filosofía hegeliana, proclama y defiende el materialismo, aun cuando prefiere no utilizar tal denominación para confundirse con los materialistas “vulgares” que por entonces hacían irresponsablemente gala de sapiencia.

A pesar de que usa un vocabulario hegeliano, Feuerbach organiza su filosofía con el aporte de las ciencias naturales, de la Fisiología y la Anatomía, señala con precisión que la Filosofía parte de los datos sensibles, de la naturaleza. Se propone así emancipar a la humanidad de la pesadilla religiosa, indicando que lo único inmortal son las obras de la razón humana.

Feuerbach reduce lo sobrenatural a lo natural; lo fantástico a lo real; lo suprasensible a lo sensible, planteando la unidad de lo espiritual y lo corpóreo, lo subjetivo y lo objetivo, lo psíquico y lo físico, el pensamiento y el ser. Califica a la filosofía de Hegel como una “Teología Racionalizada”, de índole especulativa, que abre camino al panteísmo. Expresa que una nueva filosofía debe estar exenta de escolasticismo y cristianismo, porque lo único que ha conseguido Hegel es tornar la esencia humana en “autoconciencia”, en vez de colocar en primer plano la esencia del hombre como objeto único, universal y supremo de la filosofía. Por eso, según Feuerbach la filosofía tiene que ser antropológica. La Verdad no está en el idealismo ni en el materialismo, sino en la Antropología. La naturaleza y el hombre es el verdadero objeto de la filosofía. La filosofía está llamada a hacer en la tierra lo que la religión promete en un “mas alla” que no existe. Según él, el derrumbamiento de la religión traerá el hundimiento de la filosofía idealista. Lo infinito tendrá que ser pensado a través de lo finito.

Pulverizando la petulancia de Hegel de considerar su filosofía como el punto más elevado del razonamiento humano, aduce que no es cierto que una persona podía encarnar el final de la actividad reflexiva. De ser así, con la excelente producción de un filósofo terminaría la actividad filosófica; o con una imponente obra artística, concluiría la producción estética. El pensamiento no puede detenerse con Hegel.

Le corresponde pues a Feuerbach haber restaurado las tradiciones materialistas de los filósofos del Siglo XVII y XVIII, propiciando el entendimiento de la Filosofía con las ciencias naturales, con lo que contribuyó enormemente a sentar las bases de lo que sería más tarde el marxismo; pero su materialismo aun cuando fue elevado a un grado alto, es inconsecuente  porque no lo llevó hasta el final. En todo caso, su materialismo se detuvo en las Ciencias Naturales, pero no llegó al terreno social y pensamental, de ahí que se le haya calificado de “materialista por abajo” e “idealista por arriba”. Por otro lado, Feuerbach no comprendió la dialéctica hegeliana, es decir, el lado revolucionario de éste pensador. Para Feuerbach la existencia de contradicciones no son signos de desarrollo; al contrario son un freno para el avance. Según el filósofo, la Filosofía sólo sirve para “explicar el mundo”, pero no para transformar la realidad. La Filosofía apenas proporciona la conciencia de las posibilidades reales de lograr la felicidad humana.

Sin embargo, el haber colocado la incredulidad en lugar de la fe; el haber reemplazado la Biblia por la razón; el haber puesto la política en vez de la Iglesia, la tierra en lugar de los cielos y el trabajo en lugar de las oraciones, sitúa a Feuerbach como un inmejorable precursor de la filosofía científica.

La Metodología.

En el pensamiento feuerbachiano hay la necesidad de emplear el método antropológico,  que consiste en tomar al hombre como punto de partida para el análisis de la realidad circundante. El antropologismo para él, es un intento de interpretación materialista, inclusive de la religión. Los fenómenos religiosos son llevados a su vez a un análisis psicológico.

La Naturaleza.

En las palabras del propio Feuerbach (49):

“Entiendo  por naturaleza el conjunto de todas las fuerzas, cosas y seres sensibles que el hombre distingue de si mismo como no humanas… naturaleza es todo lo que, prescindiendo de las insinuaciones sobre naturales de la fe teísta, se revela al hombre directamente, de modo sensible, como el fundamento y objeto de su vida. Naturaleza es luz, electricidad, magnetismo, aire, agua, fuego, tierra, animal, planta, hombre, en la medida en que es un ser que actúa involuntaria e inconscientemente;  nada mas, nada místico, nada nebuloso, nada teológico. Naturaleza es… todo lo que vemos y que no proviene de la mano ni del pensamiento del hombre… La naturaleza no tiene principio ni fin”.

Como se ve, para Feuerbach la naturaleza es la realidad primaria, la única realidad. No hay un mundo superior ni inferior a ella. Ser, Naturaleza, Materia y Realidad son designaciones idénticas. La naturaleza es la base del hombre. El hombre es producto de la naturaleza. Ella existe desde toda la eternidad. Espacio y tiempo no se conciben sin ella o fuera de ella. En la naturaleza no hay comienzo ni fin. Todo en ella se halla sujeto a acción mutua. Todo es efecto y causa. No hay nada ultraterreno. Todo lo viviente surgió de lo no viviente. La naturaleza es corpórea, material y sensible, no tiene creador, es eterna e infinita; fuera de ella no se concibe al hombre. Si la naturaleza es lo primario, la conciencia es lo secundario. La vida misma no es sino resultado de procesos químicos, surgió a determinada temperatura y con determinadas condiciones de agua, de aire y de tierra. La naturaleza es independiente de toda conciencia y de toda Filosofía.

La Materia.

La materia es la sustancia única y verdadera que engendra al hombre. Concibe la materia como lo que se mueve en le espacio y el tiempo.

Si no existiera la materia, la razón no tendría un estímulo ni material para construir su pensamiento. Sería un pensamiento sin contenido. Fuera del tiempo y el espacio no hay materia.

Como se ve no da una definición sintética de materia. La identifica con cosas concretas. Pero al referirse a las cosas, también dice que no son “complejo de sensaciones” como sostenía Berkeley, sino realidades objetivas.

De su materialismo, se ha dicho que, tiene un carácter metafísico y por tal motivo no puede resolver acertadamente el problema de la relación de la materia como concepto general, con las cosas singulares.

El Hombre.

La Filosofía de Feuerbach en cierto modo es un culto a la humanidad. Dice que el hombre es un ser físico que ocupa determinado espacio, vive en el tiempo, está dotado de un cuerpo y de un cerebro que piensa, es un ser que es objeto para otros. El hombre no es como quieren los teólogos, un ser incorpóreo puramente espiritual.

El hombre es la unidad de la naturaleza y del espíritu, del objeto y del sujeto. La esencia del hombre es la razón, la voluntad, el corazón. El hombre es esencia y sensibilidad. Es un ser natural y real. Se diferencia de los otros seres porque es capaz de pensar en seres infinitos.

Feuerbach se pronuncia contra el dualismo-alma-cuerpo de Descartes.

Dice que sólo teóricamente puede concebirse el espíritu separadamente del cuerpo. El espíritu se halla unido al cuerpo y depende de él. De ahí el gran precepto: El Ser es el sujeto; el pensar es el predicado.

Teoría del Conocimiento.

Afiliándose al empirismo siguió una dirección sensualista. Pero aclara que la razón debe ordenar lo que la sensibilidad ofrece. Sin la razón no hay conocimiento. Y sin la sensibilidad no hay posibilidad de alcanzar el menor saber verdadero.

Todo lo sensorial es perceptible. Son los objetos los que actúan sobre los órganos sensoriales humanos.

Acepta la cognoscibilidad objetiva y dice que las leyes de la realidad son también leyes del pensamiento. La sensación es subjetiva, pero la causa que lo origina es objetiva.  El hombre posee los sentidos necesarios para percibir el mundo en su integridad y en su conjunto. El conocimiento va del objeto a las sensaciones y de éstas al pensamiento. El pensamiento percibe lo múltiple, mientras que la sensación es la percepción de lo singular. Por ello el conocimiento empírico es limitado. Se reduce a captar fenómenos sueltos.

De donde se desprende que es necesario el pensamiento teórico. Mientras los sentidos dividen, la razón unifica.

Ha diferencia entre la percepción animal y la percepción humana. El hombre, gracias al pensamiento conoce lo que ya no existe (el pasado) y lo que todavía no existe (el futuro).

Feuerbach critica al Agnosticismo por abrir un abismo infranqueable entre el mundo fenoménico y el mundo en sí. Pero su Gnoseología tiene la limitación de no reconocer la importancia de la practica social.

Movimiento, Espacio y Tiempo.

El espacio y el tiempo son formas de existencia de todo ser. El tiempo supone al movimiento. Todo es espacial y temporal. Espacio y tiempo son condiciones fundamentales.

Política.

Formula un pacífico progreso de la sociedad sobre la base de la instrucción. No comparte con las revueltas que producen las masas. Antes bien, estimula el progreso de la industria y la técnica (50).

Es del parecer porque todos deben poseer propiedad.

Su forma de gobierno preferida es la republicana democrática-burguesa.

Moral.

Como bien dice Engels en Ludwing Feuerbach y el Fin de la Filosofía Clásica Alemana (1):

“Donde el verdadero idealismo de Feuerbach se pone de manifiesto, es en su filosofía de la religión y en su ética. Feuerbach no pretende, en modo alguno, acabar con la religión; lo que él quiere es perfeccionarla… a la teoría moral de Feuerbach le pasa lo que a todas sus predecesoras. Está calculada para todos los tiempos, todos los pueblos y todas las circunstancias; razón por la cual no es aplicable nunca ni en parte alguna, resultando tan impotente frente a la realidad como el imperativo categórico de Kant. La verdad es que cada clase y hasta cada profesión tienen su moral propia, que viola siempre que puede hacerlo impunemente…”

Efectivamente, la moral que propicia Feuerbach ha sido calificada de abstracta y extrahistórica,  formula una misma medida para todos los modos de producción y todas las épocas. Y de otro lado, reemplaza las fuerzas motrices de la historia por los sentimientos y las posiciones, es decir por algo que no es material. He aquí su idealismo. Y por ello piensa que los males sociales pueden eliminarse mediante el amor entre el Tú y el Yo. Esto quiere decir que para Feuerbach la desigualdad social es una derivación de la naturaleza humana. Su moral se basa en el amor de hombre a hombre. El amor es considerado como la esencia y el fin de la vida humana.

El carácter de su moral, sin embargo tiene base sensorial, cuando dice que donde no hay sensación no hay diferencia entre la felicidad y la desgracia, entre alegría y dolor, entre el bien y el mal. El hombre no actúa como pensaba Kant de acuerdo al imperativo categórico, sino de conformidad con lo dictado por la sensibilidad.

Hablando de la libertad menciona que la voluntad no es libre. La verdadera libertad es imposible fuera del espacio y del tiempo. Sólo la libertad sensorial es la verdadera libertad espiritual. Así el deseo de felicidad queda enlazada la libertad con la necesidad. ¿Cuándo actúa el hombre libremente? Solo cuando actúa por necesidad. El hombre es libre donde tiene campo para satisfacer sus necesidades, así como el pez es libre  en el agua o los pájaros en el aire. En el aire libre se piensa mejor; el techo bajo oprime. De ahí que en el palacio se piense distinto que en la choza.

Feuerbach no es partidario tampoco del imperativo categórico a priori.

Religión.

Mientras la Teología sostiene que “Dios crea al hombre a su imagen y semejanza”, Feuerbach fundamenta que “el hombre crea a Dios a su imagen y semejanza” y lo crea de acuerdo a sus necesidades, deseos y angustias. Para Feuerbach Dios es el principio imaginado, fantástico, de la realización total de las voluntades y deseos humanos. Es el ser al que nada es imposible. Dios es así una mera ficción, una ilusión. Dios nace entre los dolores del hombre. Dios es lo que el hombre querría ser. No hay ningún atributo en Dios que no sea específicamente humano. El hombre personificado en Dios contempla su propia imagen, su propia creación. El hombre se duplica y contempla   su propia esencia en la imagen de Dios.

El hombre cree en un ser perfecto porque el mismo quiere ser perfecto; cree en su ser inmortal porque el mismo se resiste a morir.

Atribuye el origen de la religión a las necesidades terrenales del hombre. Surge por miedo a fuerzas y fenómenos incomprensibles de la naturaleza. Los dioses emergieron de la debilidad, de la impotencia del hombre frente a los fenómenos del exterior. Dios aparece allí donde reina la miseria, el mal, las contradicciones, calamidades. Entonces es una especie de consuelo, aunque lo cierto es que no es ninguna consolación, porque en su mensaje el cristianismo enseña a soportar con mansedumbre no sólo los padecimientos propios sino también los ajenos.

Una vez aparecida la religión las castas gobernantes se valieron de esta ideología para someter al pueblo.

Declarándose ateo y proclamando la inexistencia de Dios, Feuerbach concluye que el verdadero creador de la religión cristiana también es el hombre. Y declarándose reformador de la religión señala que el ateismo es también una religión sin Dios. Reflexionando sobre el sentido del concepto de religión (religare = unir), dice que la verdadera religión está en el amor de los seres entre si.

Juicio Crítico.

  • Cuando estudia al hombre, lo hace bajo el prisma natural y biológico, sin encuadrarlo dentro de un sistema de relaciones sociales.
  • Desemboca en antropologismo cuando  pretende estatuir la Antropología como la ciencia básica y universal.
  • No pudo entender ni descubrir el meollo racional de la dialéctica hegeliana. Está más atrasado que Hegel en materia de dialéctica.
  • No comprendió el carácter transitorio de la religión ni propuso formas concretas de superarla.
  • Cree que la emancipación de los hombres esclavizados y en estado de servidumbre tendrá lugar a base de “amor”.
  • No estudió la actividad práctica de los hombres ni el papel de la lucha de clases en la transformación social.
  • Su materialismo es limitado, se detiene en la concepción metafísica. Ha sido calificado de contemplativo.
  • No advierte que la transformación de la base, transforma a su vez la superestructura.
  • Cree que los períodos de la historia tienen lugar en función de los cambios de religión y no de los modos de producción.

AUGUSTO COMTE

(1798 – 1857)

Extracción y posición de clase.

Descendiente de una familia católica, monárquica y conservadora, Augusto Comte tuvo, aunque su padre fue funcionario, una vida azarosa económicamente. A los 13 años se le encuentra en un Liceo místico, pero casi inmediatamente pierde la fe y por el contrario, mostrando gran precocidad, desde los 16 años se pone a enseñar matemáticas y después escribe algunos opúsculos. Su juventud transcurre sostenida por unos amigos y partidarios, a la par que se sirve del dictado de unas clases. Al producirse el movimiento de restauración, es perseguido por tener opiniones adversas y su situación queda agravada cuando termina enloqueciendo e internado en un manicomio, de cuya enfermedad pudo más bien recuperarse. Superando el percance es invitado a regentar una cátedra y llega a ser secretario de Saint Simon. Es la ocasión en que escribe su obra cimera: Curso de Filosofía Positiva (1830 – 42) de seis volúmenes, donde nos presenta la fórmula trimembre de la evolución de la humanidad. Otros trabajos suyos son: Considerados Filosóficas Sobre la Ciencia y los Científicos (1825); Consideraciones Sobre el Poder Espiritual (1826); Sistema de Política Positiva o Tratado de Sociología que Instituye la Religión de la Humanidad (1851-54); Llamada a los Conservadores (1855); Síntesis Subjetiva o Síntesis Universal de las Concepciones Propias de la Humanidad (Parte I), Sistema de Lógica Positiva o Tratado de Filosofía Matemática (1856). Pero indudablemente la que le costó harto trabajo al extremo de enajenarlo mentalmente es el Curso.

A Comte corresponde el mérito de haber estructurado una Filosofía  adecuada a los intereses de la burguesía triunfante en Francia: El Positivismo, doctrina que en un comienzo guardó distancia de la Iglesia y se entroncó fuertemente al cientismo, teniendo como divulgadores a Littré, Laffite, Taine, Renán, Robot y otros; pero que después tuvo que reconciliarse con la Iglesia, cuando el capitalismo se torna monopólico, en cuyo estadio ya tendrá otro mentor: Herbert Spencer. Ese es el motivo por el cual Comte tiene ideas opuestas a los afanes de la clase obrera (52).

Su postura filosófica.

Para Augusto Comte, la filosofía no tiene un campo específico de investigación. Es apenas un resumen general de los resultados obtenidos por las ciencias particulares. Su grave defecto reside en haberse contraído a problemas eminentemente especulativos, es decir a la búsqueda de “esencias”, convirtiéndose así en Metafísica.  En todo caso, sus conclusiones, sólo se tornaron en tesis provisionales. En sus indagaciones actuó con prescindencia de la ciencia.

El Positivismo.

Frente a esas carencias, Comte invita a retornar al terreno de la ciencia porque el verdadero filósofo tiene que estar convencido de que lo único que puede y merece ser investigado, es lo positivo, es decir, los hechos, el dato, para lo cual habrá de considerarse también las relaciones, circunstancias, antecedentes, consecuentes, concomitancias de los fenómenos, aplicando los métodos generales y especiales, pero sin tomar posición negativa ni positiva respecto de los temas metafísicos. La metafísica no puede tener pretensión científica. La Filosofía del dato, en cambio, atiende a lo que está puesto o dado. Es una reflexión sobre la ciencia, es una teoría de la ciencia y de la verdad. Es histórica y relativa.

Con el nombre de Filosofía Positiva  designa Comte un sistema de conocimientos que según él contiene las siguientes características:

Es real porque se opone a lo quimérico;

Es útil porque se opone a la energía mal empleada;

Es cierto porque se opone a lo que está dudoso;

Es preciso porque se opone a lo vago o confuso;

Es orgánico porque se opone a lo negativo o anárquico;

Es relativo porque se opone a las conclusiones absolutas;

Es empirista porque admite que la única fuente del conocimiento es la expresión sensible externa.

Comte organiza su filosofía, alimentándose de los aportes de Hume, Kant y de los pensadores de la Ilustración.

La Metodología.

Comte cree que la cultura occidental ha estado desprovista de un espíritu positivista. Le ha faltado penetración de la totalidad de la cultura occidental y esto ha producido una crisis política y moral en la sociedad contemporánea. Para solucionar esta deficiencia, propone también un método positivo, que se orienta a la reforma de la sociedad, del saber  y de los propios métodos científicos de investigación. Este método obliga distinguir los períodos del conocimiento humano, que según Comte son tres, a saber (53):

  1. El Estadio Religioso o Teológico. Es el primer peldaño de la humanidad, es un estadio provisional y previo que prácticamente es la infancia de la sociedad. En esta fase predominó lo ficticio, el hombre hizo uso de su imaginación y no de su razón. Las explicaciones estuvieron revestidas de un aspecto mítico y habla de seres fantásticos. Es el momento en el cual hay un espacio para Dios, para potencias divinas y demoníacas, para seres sobrenaturales. Es el instante también en que la humanidad tiene por conductores a monarcas que ejercen autoridad ilimitada; hay un poder teocrático-monárquico y militar.

Este período a su vez, se desenvolvió por otros tres subperíodos:

  1. Fetichismo. Donde se llega personificar a las cosas dándole un poder mágico.
    1. Politeísmo. Donde la animación se retira de las cosas y se atribuye divinidad a los ríos, bosques, mares, cordilleras.
    2. Monoteísmo. Que es una etapa donde los poderes divinos se concentran en uno solo: Dios.
  • El Estadio Metafísico o Intermedio. Es una especie de pubertad del espíritu humano (etapa pre-viril), fase intermedia entre lo teológico y lo positivo, período esencialmente crítico y de transición, donde continua el predominio de la imaginación sobre la razón. En esta época la naturaleza absorbe todas las entidades diversas y predomina lo abstracto. No obstante ello hay un progreso en el conocimiento humano, porque el hombre ya no da explicaciones sobrenaturales sino naturales, no se ocupa ya de la trascendencia, sino de la inmanencia, aunque persiste en la búsqueda de conocimientos absolutos. El investigador sigue acudiendo a entes abstractos, a fuerzas inmanentes, misteriosas. Es la fase en que el hombre pregunta por las “primeras causas”, “primeros principios”, “la esencia de las esencias”, la “ontología”, etc. En su afán de acercar la mente a las cosas, en su afán de explicar la naturaleza o esencia de las cosas, su origen, su teleología, se pierde en divagaciones. En este período el concepto de Dios es reemplazado por el de Naturaleza. Comte califica a este estadio como un estadio crítico y  negativo, dado que tambalea la autoridad y en el hombre se imprime el egoísmo, se debilitan los vínculos sociales; en lo político, el pueblo pretende sustituir la monarquía; hay desorganización de los poderes temporales y espirituales; hay anarquía y ausencia de orden. La razón crece a expensas del sentimiento. Es el instante en que las fuerzas divinas se compendian en un solo ser.  Al darse su personalización, al mismo tiempo se despersonaliza.
  • El Estado Positivo o Científico. Es el estadio último y definitivo donde la imaginación queda subordinada a la observación, donde el hombre renuncia a toda explicación tanto inmanente como trascendente para detenerse sólo en los hechos conocidos por la observación y la experiencia. La mente del hombre renuncia a la búsqueda de lo absoluto para atenerse a lo relativo que es la única vía accesible a la razón. En este estadio, el hombre busca  sólo los hechos y sus leyes. Ya no está tras la búsqueda de las esencias, causas, sustancias, porque según Augusto Comte, ha comprendido que ello es inaccesible y vano. El hombre ha entendido que hay una imposibilidad absoluta de alcanzar nociones absolutas.

De este modo, el método positivo consiste en renunciar a buscar el origen y destino del universo.

En el estadio positivo las esencias son sustituidas por los hechos; las causas por las leyes, la deducación por la comprobación experimental, la metafísica por la ciencia, lo absoluto por lo relativo, por que el estudio de los fenómenos no es nunca absoluto. El espíritu positivo siempre es relativo. A lo más que pueden aspirar los hombres es a explicar la sucesión y semejanza de los fenómenos, esto es, la explicación de los fenómenos no debe rebasar jamás el ámbito de la experiencia.

Pero la ventaja más importante de este estadio, es según Comte, la circunstancia de que la mente supera el divorcio de la teoría y la práctica. Los estadios anteriores habían constituido una búsqueda infructuosa de lo absoluto ahora, predomina la inteligencia: la hipótesis y las hipótesis metafísicas van a ser reemplazadas por la investigación de los fenómenos limitados a la enunciación de sus relaciones. La ciencia positiva exige la renuncia al saber absoluto, es decir, al materialismo y al idealismo objetivo. Ingresamos así a una fase en que el poder espiritual pasa a manos de los sabios y el poder temporal a manos de los industriales. Si bien el estadio metafísico constituyó la superación del estadio teológico; ahora el estadio positivo destruye ambos estudios anteriores, aunque puede darse el caso de que en un mismo estadio coexistan excepcionalmente los tres estadios.

La Sociedad.

Dice que el origen de la sociedad no es un “Contrato”, tampoco se funda en su utilidad. Para Comte, la humanidad ha atravesado por tres etapas:

  1. Etapa Militar. Comprende desde los inicios hasta el Siglo XII. Es una época en que se advierte una excelente organización de instituciones, por ejemplo, el de la Iglesia católica.
  • Etapa Legista. Llamada también Transitoria. Constituye un paso a la sociedad económica donde irrumpen las clases medias. Es un período de transición, de orden crítico, disolvente y revolucionario.
  • Etapa Positiva. Es la época industrial regida por intereses económicos donde se establece un orden social. Es la etapa del capitalismo con el cual concluye y cierra todo el desarrollo social.

De otro lado. Comte afirma que a cada edad de la historia ha correspondido la predominancia de una característica:

En la Edad Antigua tuvo su hegemonía la Religión.

En la Edad Media tuvo supremacía la Metafísica.

En la Edad Moderna, la tienen la Ciencia.

Las condiciones de organización de una sociedad son dos:

  1. Las Instituciones. Que son consideraciones objetivas tales como la existencia de la familia, de un lenguaje y de la propiedad.
  • Las funciones.  Que son las condiciones subjetivas donde se encuentran las fuerzas sociales, la autoridad y la religión.

La vida en sociedad es la más natural en el hombre. Un imperativo para toda la sociedad es “vivir para el prójimo”. Debe haber identidad entre el deber y el amor. El deber es altruismo.

Como se ve, Augusto Comte no percibe el desarrollo dialéctico de la sociedad. Su concepción sobre el desarrollo es la circular. Según Comte es inútil querer transformar revolucionariamente el orden burgués, dado que el sistema capitalista es la cúspide de la historia.

A pesar de que Comte fue testigo de las revoluciones de 1830 y 1848 no entendió o no quiso entender la lucha irreconciliable entre capitalistas y obreros. Confiaba en que ambas clases llegarían a fusionar en nombre del “amor al prójimo” y del “altruismo”. Esperaba inútilmente que los capitalistas abandonaran su egoísmo y custodiaran el capital social. Por ello se mostró refractario a todo movimiento revolucionario y a toda doctrina materialista. Negó al pueblo su capacidad para organizarse y llegar al poder. Estimó que los obreros deberían estar subordinados siempre a los patronos. Enunció principios de solidaridad para ambas clases en su afán de formar más tarde una sola. Estimó imposible las transformaciones revolucionarias. De ahí que pronunció lemas que contentaron sólo a la burguesía. Se ha dicho por ello que la doctrina de Comte a parte de ser la más débil es al mismo tiempo la más reaccionaria.

La Sociología.

En el pensamiento de Augusto Comte, la Sociología es la ciencia del hombre y la sociedad. Es una interpretación de la realidad histórica. Comte la denominó al comienzo Física Social.

Según su creador, esta ciencia comprende dos aspectos:

  1. La Estática Social. Que se ocupa del estado de equilibrio  del organismo en la sociedad humana. Estudia las condiciones necesarias para la posibilidad de la vida social en cualquier tiempo y lugar.
  • La Dinámica Social. Demuestra cómo las leyes morales influyen sobre el mundo y le dan la vuelta. Estudia la evolución de la sociedad.

Mientras la dinámica social se plasma a través del tránsito por los tres estadios; la estática social está totalmente subordinada a la dinámica.

La verdad Sociología es la Dinámica Social.

La ciencia de la Sociología unifica el saber humano a través de dos vías.

La Vía objetiva que reduce todos los hechos a una ley única: el orden.

La Vía subjetiva que es la síntesis efectuada desde el punto de vista del hombre.

La Sociología consiste en percibir el sistema general de operaciones sucesivas, filosóficas y políticas que deben liberar a la sociedad de su fatal tendencia la disolución inminente conducida directamente a una nueva organización más progresiva y más sólida.

La meta de la Sociología de Comte es sustituir los factores anárquicos del protestantismo, liberalismo, del estado jurídico, por un mundo de factura medieval, pero sin el dogmatismo católico.

La Sociología de Comte se rige por una ley: la ley del progreso.  Según ésta el progreso es indefinido. El desarrollo es necesario e irreversible. No hay límite. Todas las esperanzas son lícitas.

Teoría del Conocimiento.

Para Comte, al ser humano le está vedado el descubrir las esencias. La mente humana es capaz de conocer sólo los fenómenos. Inclusive, no le es posible descubrir todos los fenómenos.

De este modo, Comte le niega a la filosofía la capacidad de descubrir la realidad objetiva. Se advierte la clara influencia que recibe de los agnósticos y escépticos como Hume y Kant, postura que después heredará a Spencer.

Comte no acepta que los fenómenos puedan revelar la esencia. Para él, las categorías “causa”, “esencia”, “necesidad” son supervivencias de etapas pre-científicas; por consiguiente, no existe la causalidad. El mundo material es una abstracción. Toda la verdad científica es relativa e incompleta, de ahí que el estudio de los fenómenos nos conduzca sólo a entender lo relativo. Afirmaciones de corte absoluto son propias de materialistas y dogmáticos.

En ningún momento Comte admite que la verdad pudiera surgir de la práctica social. Su análisis del origen de la verdad es idealista. Se queda pues en el empirismo sensista y el agnosticismo fenomenista. Por ejemplo, dice es imposible conocer la composición química de las estrellas; sin embargo, años más tarde, Kirchoff y Bunnen descubrieron el análisis espectral y explicaron la composición química del sol y de las estrellas.

La Ciencia.

La ciencia debe dedicarse exclusivamente a la averiguación y comprobación de las leyes dadas en la experiencia. Esto quiere decir que ha de renunciar a penetrar en la esencia de las cosas. Deberá limitarse a describir el aspecto exterior de los fenómenos y explicará únicamente cómo se producen los fenómenos. Tendrá que abdicar de la explicación de lo trascendente. No deberá preocuparse por lo que no existe.

La tarea del científico no radica en generalizar datos, sino en describirlos, reduciéndolos a un número menor posible de vínculos exteriores atendiendo a su semejanza y sucesión. La ciencia no tiene por qué preocuparse de las causas finales o primeras, tampoco de las secundarias, puesto que la causalidad no es dato de la experiencia.

La ciencia siempre es relativa. En esto se diferencia de la religión y de la metafísica que pretenden explicar lo absoluto. El principio absoluto de todo filósofo positivista es que “todo  es relativo… cuando más simple y abstracto es el conocimiento de una ciencia más generales son sus leyes.

El fin de la investigación científica es la formulación de las leyes, porque la ley permite la previsión y ésta dirige y guía la acción del hombre sobre la naturaleza. De este modo, Comte enuncia el siguiente apotegma:

Ciencia, por lo tanto: previsión;

 Previsión, por lo tanto: acción.

La verdadera ciencia se sustenta en leyes y no en los hechos, aunque éstos sean indispensables.

Clasificación de las Ciencias.

Sociología. Ocupa la cúspide. Es una ciencia novísima, que estudia los fenómenos específicamente humanos. Es la ciencia del futuro.

Biología. Estudia la vida y los cuerpos organizados. Su procedimiento es la comparación. Su probabilidad es incierta. Aparece en el Siglo XIX.

Química. Estudia las materias cualitativamente distintas. Su poder de previsión es débil. Su procedimiento es la experimentación. Predomina lo inductivo. Lo concreto.

Física. Estudia la tierra y sus calidades: calor, electricidad su procedimiento es la observación. Su previsibilidad es incompleta. Es una ciencia del Siglo XVII.

Astronomía. Estudia la fuerza y leyes geométricas de los astros. Su previsión es perfecta. Su procedimiento: inductivo. Se ocupa del sistema solar. Es del Siglo XVI.

Matemática. Ocupa el primer lugar por la simplicidad de su objeto. Existe desde la antigüedad y precedió a las demás. Es instrumental.

Comte ordena las ciencias de acuerdo a una supuesta dificultad de estudio, es decir, va de lo general a lo particular. Según él están dispuestas según su extensión decreciente y su complejidad creciente. Cada una necesita de la anterior, es necesaria a la siguiente. Aparecen agrupadas en tres grupos de dos (Matemática-Astronomía; Física-Química; Biología-Sociología), con afinidades especiales entre sí. La Psicología queda diluida entre la biología y la Sociología. La Teología no está considerada, porque no es ciencia no estudia fenómenos observables, es como la Metafísica o la Religión.

La clasificación de las ciencias que hace Comte ha sido calificada de subjetiva, mecánica, elaborada sólo con fines utilitarios, sin tener en cuenta las diversas formas de movimiento. Al parecer empieza por los cuerpos brutos y termina con los cuerpos organizados y complejos. En ese afán termina deformando (54).

La Política.

En este terreno, como vocero de la clase capitalista instalada en el poder, plantea el pacifismo, el orden y la jerarquía, proponiendo incluso el siguiente lema: “El amor como principio, el orden como base y el progreso como fin”.

Al proponer la armonía entre los obreros y los patrones deja el poder político en manos de los burgueses. Entiende por “progreso” sólo el desarrollo intelectual y no toca los cambios en la esfera económica. Cultiva en la clase trabajadora sentimientos de subordinación y modestia, sin propender su liberación.

El Derecho.

Según Comte es mejor que desaparezca la idea de Derecho y quede más bien la idea de deber.

La Moral.

Propicia una moral del altruismo.

La Religión.

La religión es indispensable para la vida social, pero en lugar de conmemorarse a los santos, debe glorificarse a los grandes hombres, a los bienhechores. La religión es el comienzo y el fin de la humanidad, pero no aprueba a la religión católica; propone más bien el culto a un ser superior abstracto: el género humano, la humanidad, conformada por los hombres presentes, pasados y futuros que han dado su contribución o que darán. No admite entes metafísicos. No considera ni a Dios ni a la naturaleza como términos del culto religioso. Dios es incognoscible.

La nueva religión tendrá sus propios sacramentos, sus días de retiro y su catecismo, tendrá su sumo sacerdote.

Juicio Crítico.

  • El empirismo y el inductivismo que preconiza entra en contradicción con su clasificación de las ciencias, que empieza por la Matemática.
  • En lugar de asimilar los avances del materialismo francés del Siglo XVIII y el ateísmo, se adecua al agnosticismo e idealismo de Hume y Kant.
  • En el desarrollo de las etapas del conocimiento no considera el importante avance alcanzado por el materialismo griego presocrático.
  • Su fórmula trimembre del desarrollo social si bien lo toma de la dialéctica hegeliana, sin embargo es antihistórica porque riñe con los modos de producción que vivió la humanidad.
  • Al asumir posturas agnósticas en Filosofía, deja campo libre a la Teología.
  • Al insinuar un nuevo tipo de religión, con nuevo Papa y nuevos santos no muestra ningún salto cualitativo.

REFERENCIAS

  • SPIRIDONOVA y otros. Curso Superior de Economía Política, Grijalbo, México, 1965, Tomo I, Lección V., p. 73.
  • CHADRABA, Rodolfo y Otros. Renacimiento y Humanismo, p.19
  • MINDAN MANERO, Manuel: Historia de la Filosofía y de las Ciencias, p.224
  • CHADRABA, Op. Cit. Pág. 152
  • CHADRABA, Op. Cit. Pág. 161
  • IOVCHUK, M.T. y Otros: Historia de la Filosofía, Progreso, Moscú, 1978, tomo I, Cap. V, Pág. 187
  • BREHIER, Emile: Historia de la Filosofía, Sudamericana, Bs.As., 1956, tomo II, Pág. 491.
  • BREHIER, Op.Cit. Pág.477.
  • MINDAN, Op. Cit. Pág.226.
  • MINDAN, Op, Cit. Pág.266.
  • BACON, Francisco: Novum Organum, Losada, Bs.As., 1961, Pág.9
  • GRAMSCI, Antonio: Maquiavelo y Lenin. Notas sobre la política y el Estado moderno, Artex, Lima, 1978, Pág.9.
  • CHADRABA, Op.Cit., Pag.169.
  • THOMAS, Henry: Hombres y Dioses, Pág. 237.
  • DICCIONARIO DE FILOSOFIA, profeso, Moscú, p.268
  • GRAMSCI, Op.Cit. Pág.20.
  • THOMAS. Pág. 238.
  •  
  • JANACECK, Josef: La Reforma Protestante, p. 47.
  • CHADRABA, Op. Cit. Pág. 161.
  • DYNNIK. Historia de la Filosofía, Grijalbo, México, 1968, tomo I, Pág.324.
  • MARX, Carlos y ENGELS, Federico: La Sagrada Familia, Grijalbo, México, 1962, Pag. 194.
  • BACON, Op. Cit. Pág.146.
  • DYANNIK, Op. Cit. Pag. 339.
  • DESCARTES, René: Meditaciones Metafísicas, Aguilar, Argentina, 1970, Pag. 75.
  • MARX, ENGELS, Op. Cit. Pág. 339.
  • HOBBES, Thomas, En : Historia Crítica de la Filosofía Occidental, por D.J. O´Connor, Paidos, Bs.As., 1968, tomo IV., Pág.18.
  • CONNOR, D.J.: Op. Cit. Pág. 61, Tomo III.
  • SPINOZA, Beniso: Etica, Pág.27.
  • MARX-ENGELS, Op.Cit. Pág.191.
  • LENIN, Vladimiro: Cuadernos Filosóficos, Estudio, Argentina, 1963, p.365.
  • RODRIGUEZ ARANDA, Luis en: Ensayos sobre el Gobierno Civil, por Jonh Locke, Aguilar, Bs.As., 1963. Pag.9.
  • RODRIGUEZ ARANDA; Op. Pág. 13.
  • RODRIGUEZ  ARANDA; Op. Pág. 13.
  • ARJIPTSEV, F.T.: La materia como categoría filosófica, Grijalbo, México, 1966, Pág.94.
  • MARIAS, Julián: Historia de la Filosofía, Revista de Occidente, Madrid, 1962, Pág. 232.
  • FERRATER-MORA, José: Diccionario de Filosofía, Edit. Sudamericana, Bs.As. 1969, Pág. 26. II Tomo.
  • FERRATER MORA, Op. Cit. Pág.203.
  • IOVCHUK, Op. Cit. Pág.234.
  • O´CONNOR, Op. Cit. Pág. 126. Tomo IV.
  • ARJIPTSEV, Op. Cit. Pág. 95.
  • FISCHER, Kuno. En: Crítica de la Razón Pura por Manuel Llant, Losada, Bs. As., 1961. Pág. 21
  • DYNNIK, Op. Cit. Tomo II, Pág.34.
  • MARX-ENGELS: Obras Escogidas, Progreso, Moscú. Pág.626.
  • LENIN, Op. Cit. Pág. 376.
  • PALMIER, Jean-Michel: Hegel, Fondo de Cultura Económica, México, 1977, Pág.9.
  • LENIN, Op. Cit. Pág. 270.
  • FEUERBACH, Ludwing: Tesis provisionales para la reforma de la filosofía, Labor, Barcelona, 1976, Pág.11.
  • LENIN, Op. Cit. Pág. 61.
  • DEBORIN, A.M.: La Doctrinas Político-sociales de la época moderna,  Ed. Pueblos Unidos, Montevideo, 1968, Cap. 13. Tomo II.
  • MARX-ENGELS, Op.Cit. Pág.632.
  • CERRON PALOMINO, Jaime: Filosofía Moderna y Contemporánea (Positivismo y Pragmatismo), (Mimeo, Huancayo, 1984, Pág.1).
  • COMTE, Augusto: Discurso sobre el espíritu positivo, Aguilar, Pág.41, Primera Parte.
  • IOVCHUK, Op. Cit. Tomo II.

CUESTIONARIO DE REAFIRMACION DE CONOCIMIENTOS

  1. ¿Qué  se entiende por modo capitalista de producción ? ¿Cuáles son sus fases y sus períodos?
    1. ¿Cómo fue el estado de las fuerzas productivas al iniciarse ese régimen?
    2. ¿Qué filósofos impulsaron el desarrollo de las fuerzas productivas del capitalismo?
    3. ¿Cuál es el estado de la superestructura científica al inaugurarse el régimen burgués?
    4. ¿Qué filósofos considerados en este Manual se pronuncian en contra de la propiedad  privada y qué alternativas dan para reemplazarla?
    5. ¿Qué semejanzas y diferencias puede establecerse en el pensamiento de Maquiavelo y Hobbes en torno al problema del Estado?
    6. Muntzer, Bruno y Berkeley fueron clérigos. ¿A qué clase social representan?
    7. De los pensadores incluidos en estos apuntes ¿quiénes defienden el sistema monárquico y quiénes el democrático?
    8. ¿Cuál es la visión del universo que tienen el hombre burgués frente al hombre feudal?
    9. ¿Qué discrepancias existen entre Descartes, Spinoza y Leibnitz alrededor del tema de la sustancia? ¿Quién está más cerca del materialismo?
    10. Bruno y Spinoza son panteístas. ¿Cómo es el universo para ellos?
    11. Hobbes y Spinoza se ocupan de las relaciones entre el monarca y los súbditos. ¿En qué difieren?
    12. ¿En qué aspectos son diametralmente opuestos Bacon y Descartes?
    13. ¿Qué limitaciones tienen las “clasificaciones de las ciencias” formuladas por Bacon y Comte?.
    14. ¿Qué disparidad existe entre Locke y Berkeley al abordar el problema de las cualidades de los objetos?
    15. ¿Cómo definen la materia Berkeley, Leibnitz y Hegel?
    16. ¿Qué es el movimiento  para Descartes, Hobbes y Spinoza?
    17. ¿Locke y Berkeley defienden la dirección empirista del conocimiento. ¿En qué disienten?.
    18. Descartes y Leibnitz son apologistas de la corriente innatista. ¿En qué divergen?.
    19. Kant y Comte son dos filósofos notables. En el terreno de la Gnoseología ¿En qué coinciden?
    20. ¿Cómo resuelven Hegel y Feuerbach la cuestión de la naturaleza. Establezca las distancias de uno y otro.
    21. ¿Cómo refuta Hobbes el apotegma cartesiano “Pienso, luego existo”?
    22. Locke y Leibnitz dicen que “Nada hay en la mente que previamente no haya estado en los sentidos” ¿En qué están de desacuerdo?.
    23. Kant y Hegel se ocupan de la “cosa en sí”. ¿En qué difieren?.
    24. Muntzer y Comte hablan de las revoluciones políticas. ¿En qué distan?
    25. Maquiavelo y Kant tratan del problema de la moral. ¿En qué divergen?
    26. ¿Cómo entienden la religión Leibnitz y Feuerbach? Establezca las distancias entre uno y otro.
    27. Se dice que Bruno, Descartes, Kant y Leibnitz aportan a la dialéctica. ¿Cómo queda comprobado esto?.
    28. Spinoza y Leibnitz atienden al tema de la libertad.  ¿En qué discrepan?
    29. Kant y Descartes deslinda el asunto del espacio y el tiempo. ¿en qué disienten?
    30. Se dice que Bacon, Locke y Feuerbach son materialistas “inconsecuentes”. ¿En qué residen esas inconsecuencias?.
    31. ¿Cuál es lo positivo que aportaron Hegel y Feuerbach al desarrollo de la filosofía científica?
    32. ¿De los filósofos examinados en este Compendio quién ha influido en la fundamentación  de nuestros cursos de Educación Cívica?
    33. La Constitución Política peruana vigente de qué filósofos recibe el influjo?

BIBLIOGRAFIA GENERAL

I.  DE LOS FILOSOFOS

01. BACON, Francisco                                  Novum Organum, Losada, Bs.As., 1961, 341 pp.
02. DESCARTES, Renato Discurso del Método, Sopena, Argentina, 1959, 107 pp.
03. DESCARTES, Renato Meditaciones Metafísicas, Biblioteca de Iniciación filosófica, Aguilar, Argentina. 1970, 121 pp.
04. DESCARTES,  Renato Obras Escogidas, Sudamericana, Bs.As., 1967, 521 pp.
05. SPINOZA, Benito Etica, Aguilar, Argentina, 1973, 398 pp.
06. LOCKE, Jonh Ensayos sobre el Gobierno Civil, Aguilar, Bs.As., 1963, 261 pp.
07. LOCKE, Jonh Cartas sobre la tolerancia y otros escritos, Grijalbo, México, col. 70 N°65, 1970, 155 pp.
08. BERKELEY, George Ensayo de una nueva teoría de la visión, Aguilar, Bs.As., 1973, 127 pp.
09. KANT, Manuel Crítica de la Razón Pura, Edit. Losada., Bs.As., 2 tomos, 1961.
10. KANT, Manuel Crítica del Juicio, Losada, Bs.As., 1968, 339 pp.
11. KANT, Manuel El Conflicto de las Facultades, Losada, Bs. As., 1963, 151 pp.
12. KANT, Manuel La Filosofía como un Sistema, Juárez, Bs. As. 1969. 111 pp.
13. KANT, Immanuel La filosofía de la Historia, Nova., Bs.As., 1964, 210 pp.
14. HEGEL, Guillermo Federico Lógica, Aguilera, Madrid, 1971, 372 pp.
15. HEGEL, Guillermo Federico Introducción a la Historia de la Filosofía, Aguilar, Argentina, 1971, 300 pp.
16. HEGEL, Guillermo Federico Filosofía del Espíritu, Claridad, Bs.As., 1969, 527 pp.
17. FEUERBACH, Ludwig Tesis provisionales para la reforma de la filosofía, Labor, Barcelona, 1976, 111 pp.
18. COMTE, Augusto Discurso sobre el espíritu positivo, Aguilar, Argentina, 1971, 177 pp.
19. DEWEY, Jonh Democracia y Educación, Losada, Bs.As., 1963, 360 pp.
20. DEWEY, Jonh La Educación de Hoy, Losada., bs.As., 1965 199 pp.

II. SOBRE LOS FILOSOFOS

1. GRAMSCI, Antonio Maquiavelo y Lenin, Artex, 1978, 195 pp.
2. GARMENDIA, Guillermina y Otra Thomas Hobbes y los Orígenes del Estado burgués, Siglo XXI, Argentina, 1973, 279 pp.
3. ZWEIG, Arnold El pensamiento vivo de Spinoza, Losada, A.A., Bs.As., 1944, 206 pp.
4. LACROIX, Jean Kant, Sudamericana, Argentina, 1969, 113 pp.
5. SCHULTZ, Uwe Kant. Labor Barcelona, 1971, 125 pp.
6. PALMIER, Jean Michael Hegel, Fondo de Cultura Económica, México 1968, 118 pp.
7. BOURGEOIS, Bernard El pensamiento político de Hegel, Amorrortu, Bs.As., 1969, 157 pp.
8. GARCIA BARCELO, Abgel Hegel y la dialéctica científica de Marx, Centro de Estudios, Bs.As., 1970. 131 pp.
9. HIPPOLITE, Jean Introducción a la Filosofía de la Historia de Hegel, Calden, Bs.As., 1970, 131 pp.
10. CERRON PALOMIN, Jaime Corrientes Filosóficas (De Bacon a Hegel), Huancayo, 1975, 56 pp.

III. DE HISTORIA DE LA FILOSOFIA MODERNA

1. ABBAGNANO, Nicolás Historia de la Filosofía, Montaner y Simon, Baracelona, 1964, 3 tomos.
2. BOCHENSKI, I. M. La Filosofía Actual, Fondo de Cultura Económica, México, 1973, 340 pp.
3. BREHIER, Emile Historia de la Filosofía, Sudamericana, Bs.As., 1956, 3 tomos.
4. O´CONNOR, D.J. Historia crítica de la filosofía occidental, Paidós, Bs.As., 1968, 7 tomos.
5.CHADRABA, R.PLISENSKY, J. OTROS Renacimiento y Humanismo, Cartago, Bs. As., 1965, 171 pp.
6.DYNNIK, M.A.,KEDROV,B.M.OTROS Historia de la Filosofía, Grijalbo, México, 1968, 7 tomos.
7. FERRATER MORA, José La Filosofía Actual, Alianza Editorial, Madrid, 1982, 192 pp.
8. IOVCHUK, M. T., OIZERMAN, T. I. OTRO Compendio de Historia de la Filosofía, Pueblos Unidos, Uruguay, 1969, 2 tomos.  
9. JANACEK, Josef La Reforma protestante, Cartago, Bs.As., 1966, 174 pp.  
10. LORA CAM, Jose F.W. Filosofía, Tercer Mundo, Arequipa, 1986, 266 pp.  
     
11. MARIAS, Julián Historia de la Filosofía, Revista de Occidente, Madrid, 1962, 463 pp.  
12. MINDAN MANERO, Manuel Historia de la Filosofía y de las ciencias, Anaya, Madrid, 1964, 395 pp.  
     
13. PACI, Enzo La Filosofía Contemporánea, Universitaria, Bs.As., 1966, 293 pp.  
14. ROMERO, Francisco Filosofía Contemporánea, Losada. Bs.As., 1953, 181 pp.  
15. RUNES, Dagobert D. Historia ilustrada de la filosofía, Grijalbo, México, 1967, 406 pp.  
16 SAUER, E. Friendrich Filósofos Alemanes, Fondo de Cultura Económica, México, 1973, 308 pp.  
17. WELLS, Harry K. El Pragmatismo, filosofía del imperialismo, Platina, Bs.As., 1964, 253 pp.  
18. ARJIPTSEV, F.T. La materia como categoría filosófica, Grijalbo, México, 1966, 293 pp.  
19. MARX, Carlos y ENGELS, Federico La Sagrada Familia, Grijalbo, México, 1962, 308 pp.  
20. MARX, Carlos y ENGELS, Federico Obras Escogidas, Progreso, Moscú, 831 p.  
21 DEBORIN, A. M. Filosofía y Política,  Pueblos Unidos, Uruguay, 1963, 716 pp.  

INDICE

                                                                                                         Página

INTRODUCCION………………………………………………………..   02
     
SITUACION ESTRUCTURAL Y SUPERESTRUCTURAL DE LOS PUEBLOS OCCIDENTALES AL AGONIZAR EL MODO DE PRODUCCION FEUDAL……………………………………………….       05
     
NACIMIENTO DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA EN EL PROPIO SENO DEL FEUDALISMO……………………………………………..     07
     
EL PENSAMAIENTO SOCIAL DE NICOLAS MAQUIAVELO……….   11
     
LA IDEOLOGIA REVOLUCIONARIA PRO-CAMPESINA DE TOMAS MUNSTZER……………………………………………………     15
     
EL MATERIALISMO PANTEISTA DE GIORDANO BRUNO……….   18
     
EL MATERIALISMO EMPIRISTA E INDUCTIVISTA DE FRANCISCO BACON…………………………………………………..     22
     
EL DUALISMO Y MATERIALISMO MECANICISTA DE RENATO DESCARTES……………………………………………………………..     28
  El MATERIALISMO CORPORALISTA Y MECANICISTA DE THOMAS HOBBES………………………………………………………       36
     
EL MATERIALISMO TEOLOGICO Y METAFISICO DE BENITO SPINOZA…………………………………………………………………     42  
EL MATERIALISMO SENSUALISTA Y EMPIRISTA DE JOHN LOCKE……………………………………………………………………     49
     
EL RACIONALISMO Y PLURALISMO MONADOLOGICO DE GODOFREDO LEIBNITZ……………………………………………….     57
     
EL IDEALISMO ACOSMICO Y EMPIRISMO DE GEORGE BERKELEY……………………………………………………………….     64
     
EL IDEALISMO TRASCENDENTAL Y AGNOSTICISMO DE MANUEL KANT…………………………………………………………     68
     
EL IDEALISMO OBJETIVO Y DIALECTICO DE JORGE GUILLERMO FEDERICO HEGEL………………………………………     79
     
EL MATERIALISMO METAFISICO Y ANTROPOLOGICO DE LUDWIG FEUERBACH…………………………………………………     91
        Pág.  
EL POSITIVISMO DE AUGUSTO COMTE…………………………….   98
     
REFERENCIAS……………………………………………………………   107
     
CUESTIONARIO DE REAFIRMACION DE CONOCIMIENTOS……..   109
     
BIBLIOGRAFIA GENERAL………………………………………………   111
     
INDICE…………………………………………………………………….   114
Share

Por Vladimir Cerrón Rojas

Médico Cirujano, Especialista en Neurocirugía, Magíster en Neurociencias, Doctor en Medicina, Expresidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales - ANGR, Gobernador Regional de Junín, Secretario General Nacional del Partido Político Nacional Perú Libre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *