Vladimir Cerrón (*)
¿Qué debe inspirar al Partido incentivar el deporte en el pueblo? ¿Es realmente apolítico el deporte? Claro que no, sería ingenuo pensar que el deporte no está íntimamente ligado a los intereses económicos y políticos de cualquier modo de producción. En el capitalismo o neoliberalismo el deporte es un medio para ganar dinero, para enriquecerse, lavar activos, coaccionar al poder político, es decir, corresponde al interés privado de alguien o de un grupo. En el socialismo el fin del deporte es mejorar la salud pública, las condiciones de vida, aumentar la esperanza de vida, es decir, es un servicio público. Analizado esta contradicción dialéctica podemos concluir que las direcciones políticas impresas a cada sistema económico social son irreconciliables. Hitler quiso utilizarlo con fines políticos basados en la humillación étnica, quiso lograr mediante ella la hegemonía geopolítica, pero lo logró solo parcialmente y en reducido propio territorio. Sus deportistas en la Alemania nazi no dudaron en utilizar la farmacología a su favor, creando super héroes, así como se usó la metanfetamina en su ejército. Por el contrario, en Cuba luego de triunfado la revolución, ésta dio un sinnúmero de campeones mundiales en diferentes ramas de la disciplina, hizo ver que el milagro si era posible en un país tercermundista. Pero a diferencia de los países capitalistas, los deportistas tienen la misión de contribuir en la política de salud pública, siendo así que, garantizan el presupuesto anual de la penicilina en ese país. Otra sustancial diferencia entre el capitalismo y el socialismo, es el espíritu del deporte que impregna cada modo de producción. Mientras el capitalismo estimula el individualismo, mercantilismo, fanatismo, etc., el socialismo es fuente de valores deportivos que se extienden a diferentes campos, me refiero a la solidaridad, respeto a las normas, estímulo a campeones con el cuidado necesario de no caer en apología al individualismo, además que presenta al deporte no como privilegio exclusivo de la juventud, sino de todas las edades. Hoy en día que nuestros profesores de educación física han sido reducidos en sus horarios en la educación básica regular dando prioridad a otros como religión, el Partido tiene un espacio importante donde trabajar. Inclusive, en la universidad peruana, la educación física está abolida en la gran mayoría de las facultades, cuando es un elemento indispensable para el desarrollo cerebral. Estas dos circunstancias no son casuales, pues responden a una orientación neoliberal. (*) Secretario General Nacional Partido Perú Libre