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A QUIÉNES AFECTARÍA EL CAMBIO DE CONSTITUCIÓN

Vladimir Cerrón

Las últimas movilizaciones en el Perú, tras el golpe parlamentario, ponen en evidencia que el pueblo está comenzando a ser más consciente de la necesidad de un cambio de régimen económico, que permita que las mayorías tengan mejores condiciones de vida, que este país sí tiene probada capacidad de brindar.

Se pretende engañar con la prensa subsidiada, que la gente reclama el retorno del expresidente Martín Vizcarra, cuando en realidad la protesta es contra todos los niveles gubernamentales, principalmente contra el Ejecutivo y el Legislativo, pasando por agua tibia el Judicial, por ahora. La vacancia de Vizcarra no es más que una condición que permite el efecto dominó antisistema en la sociedad.

Tampoco puede negarse que la salida brusca del Presidente trae consecuencias en toda la pirámide social, con la diferencia de que en algunos es mayor y en otros es menor. En este orden de razonamiento existen tres grandes afectados.

El primer grupo afectado son las grandes transnacionales, aliados del gran capital nacional, que están en el centro de la tormenta como principales entes generadores de la corrupción, pues las investigaciones han llevado a la suspensión, arbitrajes y otros litigios en las obras contratadas, congelando sus capitales y en otros casos, no desean invertir en el país. Sin embargo, lo que más les afecta es en el plano político social, pues la salida de Vizcarra desencadenó eso que el pueblo tenía reprimido hace tiempo, la protesta contra el sistema neoliberal, lo que pone en riesgo miles de miles de millones adquiridos mediante los famosos contratos ley. Hoy reclamar en las calles la necesidad de una Asamblea Constituyente ya no es una utopía, sino una realidad.

El segundo grupo afectado son los que trafican frecuentemente con el membrete de Sociedad Civil, las ONG, que, a pesar de recibir financiamiento del extranjero, de patronatos empresariales nacionales, también reciben partidas millonarias del gobierno nacional bajo el rubro de consultorías tercerizadas, que asciende a más de 500 millones anuales, razón por la que estos solicitan al Tribunal Constitucional declarar ilegal la vacancia de Vizcarra.

El tercer grupo afectado son los grandes medios de comunicación nacional, como los grupos Comercio, ATV y Latina, que inicialmente alababan a Vizcarra, pero hoy ante la protesta social adoptan una postura ambigua, frente a la disyuntiva Merino – Vizcarra, pues de este último recibían aproximadamente según un cálculo atrevido, 1,500 millones de soles por concepto de publicidad estatal. A este grupo deben sumarse las encuestadoras que constantemente trafican con la opinión pública.

Es lógico entender que, convocada la Asamblea Constituyente, el capítulo más duramente cuestionado será respecto al régimen económico del Estado, que privilegia al mercado sobre la vida propia del pueblo; que prohíbe facultades e iniciativas empresariales al Estado; que privilegia el capital internacional sobre el nacional; que facilita el monopolio, el dumping, la concertación de precios, la exclusividad de los sectores estratégicos en manos privadas; que protege al monopolio sin prohibirlo; que protege al consumidor solo desde el punto de vista informativo, pero no en la regulación de precios; que permite la libre circulación de moneda extrajera; que nos hizo renunciar a nuestros derechos financieros en el plano internacional; que facilita el salvataje económico a los bancos, financieras y AFP; que exonera de impuestos a las universidades y colegios privados; que financia a la iglesia pese a ser institución privada; que impide revisar los contratos ley; entre otros. Perder estos privilegios genera pánico en la plutocracia internacional y oligarquía nacional.

En este espiral también se afectan las clases populares, quienes sufren el embate de la subida de precios de los productos de primera necesidad, la pérdida de empleo por la paralización de obras, los que perderían sus empleos tras el cambio de gobierno, etc.

En esta lucha el pueblo está en su primer momento, caracterizada por salir a las calles, pero dispersos, rompiendo las creencias hegemónicas del neoliberalismo, las falsas expectativas y la autorregulación del mercado. Los poderes del Estado han perdido legitimidad y solo responden con represión. El segundo momento avizora una crisis de la hegemonía estatal y pronto los intelectuales abandonarán al gobierno para tomar partido por las masas movilizadas. Esto es solo el comienzo de una larga lucha que ha emprendido el pueblo hace pocos días.

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Por Vladimir Cerrón Rojas

Médico Cirujano, Especialista en Neurocirugía, Magíster en Neurociencias, Doctor en Medicina, Expresidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales - ANGR, Gobernador Regional de Junín, Secretario General Nacional del Partido Político Nacional Perú Libre.

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