FALTA DIRECCIÓN POLÍTICAVladimir CerrónToda lucha cuando emprende, después de un estado de letargo prolongado y una domesticación cultural, lo hace a su manera, con su propio estilo y a menudo creen estar en lo correcto, pero conforme avanza se van dando cuenta de que pueden estar en un círculo vicioso, haciéndole el juego al enemigo, salvo si existe una real dirección política que convierta a la clase dirigente en clase dominante, sin dejar de ser dirigente.Escuchar a varios jóvenes decir que defienden la democracia, está bien, pero argumentarlo mencionando que Vizcarra no debía haber salido cuando el país estaba en crisis sanitaria y económica, ya es ridículo. El país no pudo haber estado peor con Vizcarra en la pandemia y la famosa reactivación económica. Se violaron hasta los derechos laborales de muchos jóvenes.Por otra parte, ver como un triunfo la salida de Merino y la entrada de Sagasti, sigue siendo un suicidio político, porque el problema no es cambiar al sujeto Presidente, sino cambiar la génesis de la pobreza, de la corrupción, de la exclusión, del racismo, del saqueo, de la explotación, entre otros males. Creer que con Sagasti se solucionan los problemas, como quiere que interpretemos la prensa accionista de las empresas privatizadas por Fujimori, es hacer el papel de tontos útiles.Atizar en las marchas que la izquierda y la derecha son la misma porquería, es peor, evidencia la carencia del análisis crítico, poniendo en claro que hay un sector de la juventud que pisa el palito de la derecha que espera que “rechacen” a todos los partidos, para que al final no tomen parte de alguno y sigan huérfanos de dirección, cuando la solución a sus reclamos no puede ser más que política.Si realmente piensan así los jóvenes respecto de todos los partidos políticos, entonces que empiecen a crear su propio instrumento político de lucha o nos vamos al anarquismo. No hay forma de tomar el poder en una sociedad si no es con un partido, eso tienen que aprenderlo, no hablo de sindicatos, ni colectivos, hablo de partidos; no hablo de reclamos, hablo del poder.Sin embargo, hay un sector lúcido de jóvenes, sobre todo en Lima, Huancayo, Arequipa, Cuzco y Puno, que han planteado firmemente la continuidad de la lucha hasta lograr que el gobierno se comprometa a consultar en referéndum la Asamblea Constituyente. Estos jóvenes han logrado tener eco, ya se habla del tema, pero este no será tan sólido mientras gran parte de la juventud no se haya encomendado no solo en leer, sino en analizar, la Constitución Política de 1993. Se dice que se metieron con la generación equivocada, comparto ello, pero ojalá la generación no se equivoque, y eso no pasará si se persiste en coronar el éxito pariendo una Constitución del Bicentenario, caso contrario solo habremos generado un antecedente importante, y lo de Inti y Bryan, habría sido una casualidad de la vida con rumbo a la amnesia histórica como miles de casos. Además, debemos recordar que un acto revolucionario, no necesariamente es una revolución.
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