Uno de los mensajes importantes dados en la III ELAP, celebrada este año en Quito, es poner al descubierto que el enemigo principal de los partidos de izquierda no son los partidos de derecha, sino los grandes medios de comunicación en manos de pocos derechistas.
En estas circunstancias, los medios de comunicación se comportan como los voceros del poder económico y empresarial en cada país. Así, el famoso cuarto poder que aludía a la opinión pública, simplemente no existe porque el mismo se encuentra secuestrado y podemos atrevernos a decir hasta extinguido.
Para la izquierda, es decir, para nosotros, no existe la libertad de prensa, eso lo sabe perfectamente cualquiera que tenga las sinapsis neuronales necesarias capaces de ensamblarse tras una objetiva interpretación de la estructura y la superestructura de nuestro país. Para la izquierda, solamente existe prensa comprometida, por supuesto, comprometida con su pueblo, con sus anhelos, sus luchas, sus objetivos, sus triunfos y fracasos. Por ello, la prensa de izquierda tiene dos objetivos fundamentales que son la razón de su existir, la educación y la cohesión del pueblo.
Ahora bien, la derecha también sabe que la libertad de prensa es una ficción burguesa, inventada por ellos, porque en la práctica también se comportan como prensa comprometida. Pero su compromiso es con los ricos, con la gran clase empresarial, económica y financiera del país, por lo que su misión para con el pueblo es diametralmente opuesta a la de la prensa de izquierda. Su objetivo principal para con las masas populares radica en dos puntos, lograr su alienación y subsecuentemente la fracturación de sus organizaciones sociales y políticas.
Por estas razones es necesario que el Partido cuente con prensa propia, aunque sea pequeña y austera, bajo el postulado de Fidel: «El problema no es que mientan, el problema es cómo nosotros decimos las verdades».
Dr. Vladimir Cerrón Rojas
Secretario General Nacional