Ollanta Humala Tasso. expresidente de la República del Perú[/caption] Para el Perú no es la primera experiencia el encarcelamiento a un expresidente de la República, el shock más cercano fue el de Alberto Fujimori, pero sí lo es indudablemente el encarcelamiento de una exprimera dama de la Nación o de la familia presidencial. Es unánime que nadie está de acuerdo con la impunidad frente al delito, pero lo que se cuestiona en más de la mitad del pueblo es el abuso del poder, la presión mediática y la celeridad judicial con que Humala y su esposa hayan sido recluidos tras el pedido de una medida preventiva, cuando demostraron hasta el último momento la voluntad de mantenerse en el Perú para afrontar las diversas imputaciones. Muchos aplauden en las redes que el Ministerio Público (MP) y el Poder Judicial (PJ) se están reivindicando con esta acción, pero no es más que una visión de una parte del todo, pues mientras algunos delincuentes con prontuario conocido no estén encarcelados, ninguna de estas dependencias serán reivindicadas históricamente. El MP y el PJ sabe que la mafia que involucra a la familia Humala-Heredia, es la misma que envuelve al Perú desde antaño, involucrando a Alberto Fujimori, Alan García, Alejandro Toledo, Keiko Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski, entre otros, pero hay una inacción casi total contra ellos. Marcelo Odebrech manifestó que las siglas OH hacían alusión a Ollanta Humala y esta declaración fue tomada como una nueva prueba para pedir la prisión de Humala y esposa. Sin embargo, Odebrech también mencionó que se apoyó económicamente, de la misma forma que a Humala, a Alan García, Keiko Fujimori y a la actual vicepresidente del Perú, Mercedes Araos, pero no hay la menor celeridad, ni intensión fiscal ni judicial, para investigarlos. En el contexto popular, el punto de inflexión analizado como causal para que se aplauda parcialmente a los órganos de justicia, y aún permanezcan enormes dudas sobre su real idoneidad, independencia, autonomía o neutralidad, es la selección al momento de juzgar a los imputados en dependencia de su influencia mediática, poder económico y político. Históricamente se sabe que el MP y el PJ, tienen una conviviente relación con el partido aprista, y es la razón del por qué Alan García en múltiples ocasiones jamás fue condenado o detenido preventivamente por igual o peores delitos de los imputados a Humala y Heredia, por lo que concluimos manifestando que el MP y el PJ solamente se emanciparán el día que se liberen del yugo del Apra.
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