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Treinta Diferencias y Similitudes Entre la UNCP y la UNSCH

  Vladimir Cerrón (*)

  1. La UNSCH es la segunda universidad creada en el Perú, de fundación colonial y a pesar de haber sido recesada en varias ocasiones, mantiene su presencia clásica en la cultura peruana. Por el contrario, la UNCP tiene fundación reciente, fue particular y aun no logra insertarse excelentemente en la conciencia cultural peruana.
  2. La UNSCH fue reaperturada en 1957 por los sectores conservadores de la sociedad huamanguina, comenzó a funcionar ordinariamente en 1959, pero su dirección serí­a capturada, más adelante, por sectores progresistas. En la UNCP ocurrirí­a lo contrario, fue creada en 1959 por las luchas de los sectores campesinos, sindicales y gremiales del departamento de Juní­n, es decir, por sectores progresistas, sin embargo, desde su funcionamiento, la dirección fue capturada por un partido servil a las clases conservadoras del Perú, el Apra.
  3. La UNSCH es una de las pocas universidades que escapó al control del Apra, si consideramos que en aquellas décadas el aprismo controlaba los principales centros de educación superior como la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Universidad Nacional de La Libertad de Trujillo, Universidad Nacional Federico Villarreal, Universidad Nacional Faustino Sánchez Carrión, además de cogobernar con las universidades católicas. La Universidad Nacional del Centro del Perú no escapó de este control.
  4. Los rectorados del Dr. Fernando Romero Pintado, Dr. Efraí­n Morote Best y el Ing. Luis Alberto Gonzáles Carré, hicieron en poco tiempo que la UNSCH tenga un prestigio nacional e internacional, debido a la dignidad, integridad y autonomía con que se gobernaba la institución. Por el contrario, el rectorado del Dr. Javier Pulgar Vidal, Ing. Manuel Carranza y del CPC. Nilo Arroba Niño, sentaron a la UNCP en la peor crisis moral, académica y administrativa de su historia, al estar condicionados a los designios del Apra, los dos primeros renunciaron a sus cargos y el tercero fue encarcelado. Así­, los constantes problemas conllevaron a que la UNCP sea intervenida, en esa década, en dos ocasiones, por el CIU y el CONUP, presididas por Efraín Morote Best, rector de la UNSCH.
  5. La UNSCH contó con profesores de renombre como Luis Guillermo Lumbreras, César Guardia Mayorga, Efraí­n Morote Best, José Matos Mar, Julio Ramón Ribeyro, Jorge Oswaldo Reynoso Díaz, Carlos Ivan Degregori, Antonio Cisneros, etc., además de profesores extranjeros. La UNCP tuvo como cúspide intelectual a Javier Pulgar Vidal, Félix Huamán Cabrera, Carlos Villanes Cairo, Jaime Cerrón Palomino. El gobierno de Adriel Osorio se caracterizó por haber logrado convocar a docentes de la talla de Waldemar Espinoza Soriano, Ramiro Matos Mendieta, Juan Ortiz Saybay, Bernardo Rea Ravello, Manuel Baquerizo Baldeón, Juan Julio Quiñe y Sybila Arredondo de Arguedas. No se reportan profesores extranjeros de relevancia.
  6. La UNSCH, por iniciativa de sus autoridades, abriría sus puertas al campesinado y artesanos, los incorporó a la institución, e hicieron suyos los problemas sociales de su entorno, logrando tener una población étnica particular a su región. Según Luis Guillermo Lumbreras: les hizo conocer a los ayacuchanos que era posible otra forma de mirar las cosas por lo cual fue acusada de comunista. Por el contrario, en la UNCP, sus fundadores-propietarios, le despojaron toda representatividad campesina, ignorando inclusive hasta en las cláusulas de su fundación a Elí­as Tácunan Cahuana, propulsor indiscutible de la fundación de la Universidad Comunal. La UNCP logró ser fuente de cultura gracias a la acción decidida de sus egresados y no de sus autoridades, y por tal motivo, también fue acusada de comunista, sufriendo la represalia más cruenta en Latinoamérica.
  7. El primer rector de la UNSCH fue el Dr. Fernando Romero Pintado, exmarino, ferviente admirador de la escuela universitaria norteamericana y sin mayores méritos intelectuales; sin embargo, supo adecuar la universidad a la realidad de su área de influencia, creando la Facultad de Ingenierí­a Rural. El primer rector de la UNCP fue un intelectual de renombre mundial, el Dr. Javier Pulgar Vidal, quien habí­a fundado universidades hasta en el extranjero, pero en la práctica no tuvo mayor compromiso con las aspiraciones del campesinado del departamento de Juní­n.
  8. El gobierno rectoral de Efraín Morote Best creó la Escuela de Aplicación Guaman Poma de Ayala como dependencia de la UNSCH y actualmente sigue manteniendo un control estricto sobre ella para garantizar sus fines académicos. La UNCP creó un sinnúmero de escuelas de aplicación en Junín, sin embargo, todas escaparon a su control, debido a la pérdida de capacidad moral y administrativa de sus autoridades para regentarlas, y en el extremo, la Escuela de Aplicación de la UNCP, fue desaparecida.
  9. La UNSCH tuvo una institucionalidad más sólida, siempre tuvo rectorados elegidos en Asamblea Universitaria, excepto el primero que fue designado, respaldados por normas orgánicas vigentes, y en ausencia del titular, el primer sustituto asumió la función acorde a la ley universitaria. La UNCP tuvo una institucionalidad muy frá¡gil, sus tres primeros rectores fueron impuestos desde las más altas esferas del gobierno, el Congreso de la República, dos de ellos procedían de la Universidad de Trujillo, para no perder el control de la institución se llegó a inventar el cargo de Encargado de la Rectorí­a, luego fue intervenida y llegó a tener más de media década de comisiones de gobierno sin rectorado.
  10. El FER de la UNSCH fortaleció junto a sus autoridades universitarias su institucionalidad, no fueron antagónicos en su propósito. El FER de la UNCP tuvo que enfrentar constantemente a sus autoridades por la crisis moral, administrativa, económica, etc., emprendiendo las heroicas marchas de sacrificio, producto del cual la universidad se logró nacionalizar y reorganizar.
  11. La UNSCH luchó decididamente por su supervivencia ante el recorte de las rentas por el gobierno belaundista y armó una estrategia en la cual, la participación del pueblo fue esencial, llegando a conformar el primer Frente de Defensa del Pueblo de Ayacucho, único en su género y constituyendo en la actualidad un legado al pueblo peruano. La UNCP una vez fundada no se involucró con las demandas sociales de Juní­n, no se plegó, ni fomentó la creación de organizaciones sociales populares, como lo lideró en Ayacucho la UNSCH.
  12. La UNSCH comprendió el postulado mariateguista que los problemas de la educación universitaria no podían ser ajenos a los problemas de la educación secundaria y primaria, por lo que entendieron la necesidad de formar un sindicato único de profesores en la educación, creándose el SUTE-UNSCH, al igual que en la Universidad La Cantuta, el SUTE-UNE. En la UNCP, desde su existencia, aún se vive el divorcio entre el profesorado universitario y demás sectores del magisterio.
  13. En el proceso de categorización de las universidades (1969-1970), fomentado por el gobierno militar, la UNSCH logró la categoría A, por el nivel de sus docentes, las facultades funcionales a su región y por su residencia estudiantil, pese a no tener una infraestructura moderna. La UNCP calificó como categoría D, la más baja, pese a tener mejor infraestructura. Esto demostró la superioridad dialéctica de lo cualitativo sobre lo cuantitativo. Luego ambas universidades se involucraron luchando por la abolición del decreto, al considerarlo discriminatorio.
  14. La UNSCH se hizo funcional a su región, creó facultades acorde a su realidad socioeconómica, como Ingenierí­a Rural y Antropología, y por acuerdo de su Consejo Universitario habí­a decretado el ingreso libre en 1969, concediéndose este derecho solamente a los colegios secundarios de la zona de influencia de la universidad, es decir, a los departamentos de Huancavelica, Apurí­mac y Ayacucho y que luego se extenderí­a en los últimos años para los estudiantes que concluyeran estudios en otros colegios nacionales. En la década del 70 ingresaron más de 2000 alumnos. En la UNCP el ingreso era, de alguna manera, restringido y condicionado a ser militante o simpatizante aprista.
  15. El área de influencia académica de la UNSCH incluí­a al departamento de Juní­n, sin embargo, el área de influencia de la UNCP no retribuí­a de manera equitativa al departamento de Ayacucho, pues los factores que posibilitaron esta realidad fueron la vivienda universitaria, la Facultad de Derecho y la dirección polí­tica rectoral de la UNSCH, y como efecto de ello es la presencia de magistrados y abogados de graduación huamanguina que ejercen su carrera en Huancayo, habiendo llegado a neutralizar el poder judicial donde el Apra enquistó su militancia. Por el contrario, la UNCP no fue enteramente funcional a su región, una prueba de esta deficiencia es la iniciativa que tomaron otras universidades frente a esta deficiencia, la instalación de una sede de la UNE La Cantuta en la Comunidad Industrial de Muquiyauyo (Jauja), el 16 de diciembre de 1969, acerca de lo cual el profesor y expresidente de la FEUNCP Fernando Romero Villanes escribió: «La Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga en sus mejores épocas, y hoy la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle rompen la nefasta tradición y se irradian cultural y científicamente. Ya no se espera que el pueblo venga a la Universidad en busca de cultura y ciencia, sino es ella la que se acerca al pueblo brindando todo lo positivo que posee» (115). La UNCP solamente se proyectó socialmente a las comunidades en la educación secundaria.
  16. Se debe también a los abogados egresados de la UNSCH, en gran parte, la creación y avances de la nueva Facultad de Derecho y Ciencias Polí­ticas de la particular Universidad Peruana Los Andes en Huancayo. En la UNCP, pese a que tres de sus cuatro propietarios-fundadores eran abogados, aún está vetada la creación de esta Facultad, por el temor a que se forjen abogados de tinte progresista y puedan dotar de un soporte profesional a las clases marginadas, que podría ser perjudicial a los intereses de los sectores conservadores.
  17. La UNSCH no tenía filiales y por tanto, no desmerecí­a esfuerzos que habitualmente se dedicaban a ellas. La UNCP mantuvo cuatro filiales creadas por motivaciones polí­ticas y económicas, las mismas que después de sus contradicciones con su Alma Mater se independizaron. A la filial de Lima se le reconoció inmediatamente como universidad, se le dieron todas las prerrogativas dotándoseles facultades como Derecho, Medicina, entre otras y en el extremo se le crearon condiciones para que el Apra lo regente como su patrimonio hasta la actualidad.
  18. Tanto la UNSCH y la UNCP recibían financiamiento y donaciones procedentes del extranjero. La UNSCH supo invertir sus donaciones en requerimientos académicos invitando docentes del extranjero y becando a los suyos. La UNCP malversó los fondos en agasajos, financiamiento de campañas, compra de una emisora local, etc., para los principales líderes apristas.
  19. Ambas universidades, la UNSCH y la UNCP, ante el avance y orientación progresista del alumnado y sus egresados, fueron amenazadas ideológicamente por el clero, en complicidad con el rector sanmarquino Luis Alberto Sánchez, quien patrocinó la fundación de la Universidad Pontificia de Ayacucho (1967) y la Universidad Católica de Huancayo (1968), creándoseles un paralelismo con claros fines polí­ticos, pero las realidades socioeconómicas de estos pueblos hicieron sucumbir las pretensiones clericales, siendo aquellos centros absorbidos por las universidades nacionales y extinguidas hasta la actualidad. Pero la UNSCH tuvo un enemigo acérrimo en el plano polí­tico que fue la iglesia católica, en la persona de Juan Luis Cipriani Thorne, quien obligó al gobierno rectoral del Ing. Pedro Villena Hidalgo a nombrarlo Profesor Honorario y avalar su nombramiento como Arzobispo de Ayacucho, tras la renuncia del titular Monseñor Federico Richter Prada.
  20. La UNSCH no fue intervenida ni sometida a procesos de reorganización administrativa o académica y en las décadas convulsas de la violencia política interna nunca fue intervenida oficialmente por el gobierno. La UNCP fue sometida a varios procesos de reorganización académica y administrativa, dirigida, en ocasiones, por dos federaciones estudiantiles y dos rectores. En épocas de la violencia polí­tica interna, la UNCP fue intervenida en numerosas ocasiones, sus docentes y alumnos fueron «fichados» por el ejército y finalmente, en el gobierno fujimorista, fue ocupada con una base militar en su interior.
  21. Tanto la UNSCH y la UNCP, fueron ví­ctimas del fuego cruzado entre la subversión (Sendero Luminoso y el MRTA) y el terrorismo de Estado (FFAA, FFPP, Comando Paramilitar MATA, Rodrigo Franco, Escorpio y Colina). La UNSCH se politizó mucho más que la UNCP, pero ésta última fue más duramente reprimida.
  22. Según el Dr. Ranulfo Cavero, en la UNSCH las ejecuciones extrajudiciales no fueron masivas, pero sí selectivas, a diferencia de la UNCP. Contradecimos este punto al mencionado antropólogo puesto que en la UNCP los asesinatos fueron tan selectivos que lograron casi destruir facultades involucradas con las ciencias sociales, al eliminar a la mayorí­a de sus docentes y haber deserción de los restantes, y los alumnos, la FEUNCP, fueron sistemáticamente desaparecidos y asesinados.
  23. La represión universitaria llegó hasta las más altas autoridades. En 1983, el general Clemente Noel denunció por terrorismo al Dr. Efraí­n Morote Best, Ing. Enrique Moya Bendezú y al Ing. José Dí­az León, exrectores de la UNSCH. En la UNCP en 1990 se secuestró, torturó y asesinó al vicerrector académico Prof. Jaime Cerrón Palomino. Estos actos conllevaron un mensaje claro a la comunidad universitaria nacional, si pueden terminar con las autoridades universitarias, más fácil les era con cualquier otro miembro.
  24. Los docentes asesinados selectivamente en la UNSCH fueron el biólogo Ciro Aramburú Villanueva, Prof. Francisco Solier, Prof. Leonor Zamora y Fernando Colonio (361). En la UNCP fueron asesinados Herminio Parra Rivera, Luis Aguilar Romaní, Jaime Cerrón Palomino y Roberto Aguirre Palomino. La totalidad de estos docentes tení­an ideas progresistas comulgantes con la izquierda.
  25. La presencia de algunos senderistas en el comedor universitario, en la administración y en la docencia, con responsabilidad individual, fue aprovechado por los medios de comunicación local y nacional para crear los famosos «senderólogos» que finalmente conllevaron a la satanización de estas dos casas superiores de estudios (439). Tanto los huamanguinos, procedentes de la UNSCH y los huancaí­nos, procedentes de la UNCP, fueron estigmatizados de subversivos, difundiéndose este apelativo rápidamente a nivel nacional.
  26. La UNSCH sufrió cuantiosos daños materiales infringidos a sus bienes, centros experimentales e infraestructura, inducidos por la represión y la subversión, en la época de la violencia polí­tica, afectando seriamente la producción técnica, cientí­fica y profesional (439). En la UNCP se dio el mismo fenómeno.
  27. La UNCP pese a ser una universidad relativamente nueva frente a la UNSCH, creó en 1990, en un gobierno rectoral de izquierda, la Escuela de Post Grado y la Facultad de Medicina, que le dieron un rumbo distinto en cuanto a su crecimiento académico. La UNSCH recién en 1995 creó su Escuela de Post Grado, aún no tiene Facultad de Medicina, pero desde hace tiempo cuenta con Facultad de Derecho, con la que aún no cuenta la UNCP.
  28. Ambas universidades fueron sometidas a presiones del Gobierno para que las asignaturas de Ciencias Sociales y Filosofía tuvieran sus horarios reducidos, valieran menores créditos y tengan el futuro inexorable a su desaparición con la finalidad de formar técnicos y no profesionales conscientes con proyección social. En la UNCP el gobierno rectoral del Antrop. Rodolfo Vizcardo Arce a finales de su mandato, en 1994, fue eliminando los cursos de Ciencias Sociales y oficialmente fue instaurado en el gobierno del Ing. Esaú Caro Meza, pese a que la UNCP adopta como slogan ser una institución humaní­stica. En la UNSCH, en 1996, se daba el mismo fenómeno.
  29. La UNSCH tiene un historial de renuncias rectorales, muchas por amenazas. El Ing. Enrique Moya Bendezú renunció a su cargo en 1982, faltando un año para culminar su mandato. El Ing. José Castañeda Bazán dejó inconcluso su gobierno. El Prof. Virgilio Galdo Gutiérrez renunció sorpresivamente a su cargo en 1990. Por el contrario, en la UNCP, los gobiernos rectorales se aferraron al cargo y fueron expulsados por la fuerza estudiantil, las mismas que concluyeron con los gobiernos del Ing. Manuel Carranza, del CPC. Nilo Arroba Niño y del Ing. Esaú Caro Meza, todos por delitos de alta corrupción.
  30. Tanto en la UNSCH como en la UNCP, las tres últimas generaciones transitaron las etapas académica, clasista y postclasista del que han hecho referencia algunos autores. La académica era la sedienta de conocimientos y del reencuentro con su propia identidad y cultura. La clasista era la generación que luchaba por una ideologí­a liberadora al servicio del país. En esta etapa ambas universidades perdieron su liderazgo regional, los egresados eran vistos, equivocadamente, como posibles infiltrados subversivos. La actual postclasista solo está interesada en el beneficio individual y profesional, en el mundo neoliberal de la llamada competitividad.

(*) Doctor en Medicina. Magí­ster en Neurociencias. Autor del libro Historia Censurada de la UNCP. Un intento para comprender sus luchas y sus logros (Huancayo, 2011).

 Intervención militar en la Universidad Nacional del Centro del Perú (década de los 90)
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Por Vladimir Cerrón Rojas

Médico Cirujano, Especialista en Neurocirugía, Magíster en Neurociencias, Doctor en Medicina, Expresidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales - ANGR, Gobernador Regional de Junín, Secretario General Nacional del Partido Político Nacional Perú Libre.

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