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Respuesta a Roberto Abusada de El Comercio acerca de su columna centralista «En busca del gobierno perdido»

Vladimir Cerrón

No me sorprende hallar pensamientos supuestamente pro demócratas, cuando en realidad son ultraconservadores, en quienes nos sugieren democracia, pero con centralismo.

La descentralización, al igual que la reforma agraria, fue una válvula que se apertura frente a la crisis social del Estado, no ha sido el regalo de los padrastros de la patria. La reforma agraria arrió banderas de los movimientos guerrilleros cuya plataforma era abolir el gamonalismo, en igual circunstancia, la descentralización se suelta a raíz del conflicto armado interno para arriar banderas de la desigualdad en el reparto de los beneficios de la patria, recién se le da atención a una zona secularmente olvidada, al VRAEM, por ejemplo.

El columnista en mención, culpa a la descentralización del desmembramiento de la nación unitaria. Nuestra pregunta es ¿Cuándo el Perú estuvo unido? Si somos un país a quien se le recorta la identidad permanentemente, los quechuas, aimaras y amazónicos, siempre nos vimos diferentes de los capitalinos, a unos se les aplica la ley y a otros no.

Ni siquiera en la guerra contra España o Chile estuvimos unidos, por culpa de la oligarquía peruana que prefirió aliarse con los invasores para salvaguardar sus intereses económicos, lo mismo que sucede en la actualidad. El Estado dirigido por la CONFIEP prefiere una alianza con las transnacionales y la represión al pueblo indio que se subleva, en detrimento de las condiciones de vida de los pueblos que con justa claridad reclaman autonomía para el manejo de sus recursos y su porvenir.

Abusada habla del “fracaso del Estado para proveer los servicios públicos que merece la ciudadanía”. ¿Cómo no va a fracasar el Estado si la Constitución neoliberal le restringe la iniciativa económica, empresarial, industrial o financiera, salvo expresa autorización por ley? ¿Cómo no va a fracasar si las transnacionales tienen un trato exclusivo y preferencial libre de impuestos, aranceles, canon, regalías e inacción de la Sunat ante ellos? ¿Cómo no va a fracasar si el Estado ha renunciado a su jurisdicción nacional en el sector finanzas? ¿Cómo no va a fracasar si el Estado combate a los monopolios, pero no tiene capacidad de prohibirlos? ¿Cómo no va a fracasar si tenemos al Estado privado de sus facultades protectoras, empresariales, innovadoras e interventoras? Así, cualquiera fracasa.

Aboga por la reinstauración del Senado, pero no con fines de mejorar la calidad de las normas jurídicas, sino con el fin de reciclar a elementos del más puro conservadurismo peruano, salvaguardar intereses con capacidad de veto, que impidan una innovación estatal a favor de las mayorías. Mejor opción sería ampliar la representación parlamentaria por provincias, pero retirando los privilegios, puesto que el Perú es el país en el mundo que tiene el hemiciclo más reducido.

Invita a sumarse a las voces que dicen “la descentralización fue pésima” y que “debe replantearse de acuerdo a la idea original contenida en la ley”. Gran problema de vivir en una cápsula capítalina sin conocer el Perú Profundo y atreviéndose a plantear criterios de solución paternalistas. El Perú ha cambiado, la descentralización no es secesionista, por el contrario, es unionista, todos nos sentiremos mejor en un país donde respeten nuestro derecho a la autodeterminación de sus pueblos y comunidades.

Modestamente pongo como ejemplo al Gobierno Regional Junín (2011-2014). Si fuera por el centralismo nunca hubiéramos construido cuatro hospitales especializados, cuando Lima no construyó uno solo; entre ellos el Instituto Regional de Enfermedades Neoplásicas del Centro al que Lima no aportó ni un sol, sino empeñamos por 10 años nuestro canon minero hasta el 2025; no tendríamos odontólogos en los colegios, cuando a Lima que no le interesa poner uno; no tendríamos psicólogos en los colegios, cuando Lima solo tenía uno por UGEL; no estaríamos desplegando la movilización por la alfabetización, cuando a Lima no le importa alfabetizar un iletrado inmigrante; no hubiéramos construido el Lugar de la Memoria, el mismo que se encuentra boicoteado en Lima; no hubiéramos construido el Puente Comuneros de 700 metros de longitud, promesa fallida de Prialé, Belaunde y Fujimori, entre otras. Fue gracias a la descentralización que se lograron estos anhelos y que el pueblo reconoce.

No debemos dejar pasar también los casos de corrupción en los gobiernos descentralizados, pero no se olvide que, entre los 25 gobiernos regionales y las 4385 municipalidades, solo manejan el 30% del presupuesto. El Gobierno Central sigue manejando el 70% y ahí se da la gran corrupción privada – estatal con empresas como las del Club de la Construcción. Por el contrario, la descentralización ayudó a desmembrar el monopolio de las licitaciones que estaban concentrados en pocas manos centralistas. La descentralización, bien llevada por supuesto, combate la corrupción porque impide la concentración del poder económico.

Aduce, “seguiremos perdiendo el control del territorio a manos de autoridades locales y regionales incompetentes, cuando no corruptas”. Señor Abusada, nosotros hemos perdido el control del territorio nacional a manos de autoridades vendepatrias, corruptas e incompetentes del Gobierno Central, vivimos en un país donde no somos dueños del 99% de nuestras riquezas, o ¿Usted se siente dueño del gas de Camisea, Toromocho, Marcona, Quellaveco, Las Bambas o Espinar? El territorio nacional hay que recuperarlo, no el control de los pueblos para venderlos al capital transnacional.

Refiere textualmente que “los grandes proyectos paralizados deben volver al Gobierno Central”. Pero, actualmente los grandes proyectos paralizados los ejecuta el gobierno central, que sumaban 495 hasta octubre del 2019, denunciado por el contralor. Para muestra, la reconstrucción de Pisco y Piura hasta ahora no se concluyen, pero si estas obras se hubieran transferido a sus gobiernos regionales y locales, por la cercanía, presión e interés propio de ver reconstruida su hábitat, se hubieran concluido satisfactoriamente, por lo que concluimos que el centralismo es el peor cáncer para la cura y rehabilitación de los pueblos.

Sabemos que hay deficiencias de los gobiernos regionales y locales, que definitivamente hay que mejorarlas, pero con todos estos defectos son mejor que el centralismo anquilosado.

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ARTÍCULO NOTAS DE PRENSA

Mausoleo del maestro Jaime Cerrón Palomino

Vladimir Cerrón

Escultura resultado del concurso arquitectónico de los estudiantes de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP), donde descansan los restos del profesor de Filosofía y Ciencias Sociales, Jaime Cerrón Palomino, secuestrado y asesinado el 8 de junio de 1990, cuando ejercía el cargo de vicerrector académico de la mencionada universidad. La obra edificada eleva las letras «J» de Jaime; «C» de Cerrón; «P» de Palomino y «M» de Maestro y Mártir. Lleva además el ticpe de la UNCP y sus iniciales.

Esta obra expresa: «Los valores humanos de respeto y conservación físico intelectual de quienes consagran su vida al conocimiento científico». El mausoleo fue construido en la memoria de los cerca de 250 estudiantes, 10 profesores y 15 trabajadores no docentes asesinados en el conflicto armado interno. El ganador del concurso fue el estudiante Roy Luís Alegre Freyre, del 3er año de la Facultad de Arquitectura, el 12 de octubre de 1991.
El terreno fue donado por la Sociedad de Beneficencia Pública de Huancayo, la construcción financiada por la UNCP y los familiares, se terminó de construir el año 1992 y está ubicado en el Cementerio General de Huancayo.

Jaime Cerrón Palomino
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Acerca de recomendación de Pedro Suárez-Vertiz de domar a la masa con mano dura

Vladimir Cerrón (*)

Uno de nuestros intérpretes más famosos menciona: «Yo era el primero en defender a los trabajadores informales que decían “o me muero de coronavirus, o me muero de hambre”», y ahora, contrario a sus declaraciones, sugiere represión a mano dura por parte del gobierno, que es lo mismo que las fuerzas del orden. En realidad, considerando esto, nunca estuvo con la clase trabajadora informal.

Es cierto que el Perú ha pasado a ser el sexto país en el mundo por el número total de casos confirmados de COVID19 y es lamentable, pero esto tiene una explicación que va más allá de culpar a los informales y a la gente pobre por invadir nuevamente las calles y propalar el contagio.

Menciona que, en África, con una pobreza infrahumana, ningún país alcanza las cifras alarmantes del Perú, por supuesto que es así en un continente donde no se hacen las pruebas suficientes para saber la real incidencia de la enfermedad, y si en el nuestro se hicieran mayor número de pruebas y se contabilizaran los muertos del SINADEF, estaríamos sobrepasando los 30 mil muertos, situándonos por encima de Brasil, Rusia y Reino Unido.

Ciertamente que gran parte de la población está mal educada, o malcriada como así lo define, y que no protegemos el medio ambiente, pero habría que preguntarle: ¿Quién conduce la política educativa del país? ¿Cree que eso viene codificado genéticamente o que todo es responsabilidad de la familia? No, fue Alberto Fujimori que cambió la esencia de la educación peruana en todos los niveles, donde importa la competitividad y no la solidaridad; la criollada y no los valores; el mercantilismo y no el humanismo.

¿Acaso los medios de comunicación, voceros de la CONFIEP, no dicen que el COVID19 está en meseta y disminuyendo? ¿Acaso no empujan al pueblo a romper la cuarentena? ¿Acaso no imponen cuarentena a siete regiones donde no incluyen a Lima que es el epicentro de la pandemia? Sí, porque se han dado cuenta de que ellos no generan la riqueza, sino la clase popular, porque saben que la cadena productiva se paraliza si no es por los trabajadores.

Importa mucho la escuela, el maestro que pone el Estado, la nutrición de un país, su autoestima, etc. Lo que intento expresar es que recordemos el legado de Vigotsky, que el hombre finalmente depende del medio sociocultural en que se desenvuelve. Los que tuvimos la suerte de educarnos en las décadas anteriores al neoliberalismo podemos dar fe de que la educación es diametralmente opuesta a esta.

Menciona que “el gobierno peruano tiene que domar a esta masa insolente e ingobernable de peruanos informales”. ¡Qué decepción, Pedro!, se doma solo a los animales y ojalá tendríamos una masa insolente con lo que se habría linchado a la oligarquía del país que se enriquece con la enfermedad, pero en realidad es lo contrario, producto de la educación oficial, el poder mediático y la religión, tenemos una masa experta en resignarse a su destino.

Sugiere una política macartista al decir “aunque tristemente justos paguen por pecadores”, pensamiento fascista, lo más bajo de la humanidad, una política de secar la piscina, política ya vivida en los años del conflicto armado interno.

Era ingenuo pensar que en un país con tanta desigualdad clasista se iban a tener resultados homogéneos. Esa gente que llama incivilizada es la gente que al hacer la barrera inmunizante llamada rebaño, permitirá que vuelva a salir, convocar a sus conciertos y recaudar dinero, es decir, allanarán el camino al pastor. No me agrada la idea que la clase trabajadora informal tenga que inmolarse, enfrentarse al coronavirus, con muertos y heridos, pero es la realidad, ahora salen ellos, luego la clase media y, por último, los ricos que tienen todo el recurso para el “delivery”.

Lo mencionado no justifica los actos delincuenciales que están en aumento, a todo nivel, ni la falta de educación elemental para enfrentar una pandemia, en eso coincido perfectamente. Espero no haber molestado a Pedro, aunque debe saber que discrepar es una forma de encontrarnos, como decía Alberto Flores Galindo.

(*) Médico Cirujano, Especialista en Neurocirugía, Magíster en Neurociencias, Doctor en Medicina, Expresidente de la ANGR, Gobernador Regional de Junín, Secretario General del Partido Perú Libre.

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Respuesta a José Garrido de El Comercio acerca del convenio de las clínicas con el gobierno

Me permito hacer algunas observaciones al editorial del día de hoy, 28 de junio de 2020, del director, Juan José Garrido Koechlin, quien refiere que no se puede llegar a ninguna negociación si una de las partes utiliza una pistola para amenazar a la otra, acusando que el gobierno habría utilizado la coacción sobre la Asociación de Clínicas Privadas para firmar un acuerdo.

La “amenaza”, considerada así por los “afectados”, es totalmente constitucional amparada en el Art. 70 de la Carta Magna que ha venido enriqueciéndolos permanentemente, donde precisa disponer de la propiedad privada por seguridad nacional y necesidad pública, por tanto, su aplicación solo depende de la voluntad política, pero si el Presidente hubiera querido realmente hacerlo, no lo hubiera anunciado, sino ejecutado, por tanto, la proclama solo fue para convalidar el futuro negocio que líneas abajo detallamos.

Nos interrogamos, ¿Cómo es posible que la víctima salga ganando en esta amenaza? ¿Cómo entendemos que el convenio sea voluntario? Está claro que solo fue una pantomima política y la editorial también va en el mismo sentido. Las clínicas ganarán 55 mil soles más IGV por pacientes con COVID19, independientemente de la duración de la estancia, da lo mismo 1 que 30 días, esto en realidad, es una viveza detestable de las clínicas y el gobierno, que perpetúa los privilegios y la explotación en un país masacrado por la pandemia.

Aquí, Señor, lo que se está haciendo es el latrocinio más grande e inhumano que la patria registrará en su historia, más grande de lo ocurrido en la guerra con Chile, donde el Ejército Peruano del Norte se alió con el Ejército Chileno para combatir y derrotar al Ejército Peruano del Centro en Huamachuco, dirigido por Cáceres. Lo mismo que ocurrió en Chincha cuando los hacendados se aliaron al Ejército Chileno para aplastar una sublevación de campesinos. Es lo mismo que ocurre hoy.

Hay una alianza del gobierno con la oligarquía empresarial sanitaria del país para seguir disponiendo del impuesto de los esclavos peruanos en beneficio propio. No es solamente con las clínicas, sino también con los bancos, las financieras, las AFP, las grandes empresas, los préstamos ante el BID, entre otras cosas, al que el pueblo asiste estupefacto. Y cuando Vizcarra ya no les sirva, como Toledo o Humala, después de alabarlo y saquearlo, terminarán pidiendo su prisión y ustedes le pondrán la pistola al Ministerio Público y al Poder Judicial para que así fallen.

Dicen que la acción del Presidente mella la confianza en el Estado y los ciudadanos en una sociedad civilizada ¿Cómo?, no Señor, esta acción recobraría la confianza en un Estado que secularmente abandonó a su pueblo, porque en una sociedad civilizada no se roba, menos con la salud y la educación.

Acusa también al Ejecutivo que estaría desfigurando las leyes, que así lo perciben los ciudadanos, por favor, basta de hacernos creer que lo bueno para ustedes es bueno para el pueblo, si quiera en pandemia hablen la verdad. Las leyes y la propia Constitución del 93, no es más que el marco jurídico, y “ético”, para justificar el saqueo del país, avalado por ustedes que son accionistas de las empresas que Fujimori nos la robó, no bajo pistola, sino cañones y genocidio, y luego se las vendió a precio de socios.

(*) Médico Cirujano, Especialista en Neurocirugía, Magíster en Neurociencias, Doctor en Medicina, Expresidente de la ANGR, Gobernador Regional de Junín (s), Secretario General del Partido Perú Libre.

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Temor de la derecha es la Asamblea Constituyente. Respuesta a Roberto Abusada de El Comercio

Vladimir Cerrón

La derecha percibe que cada vez está más cerca la aceptación popular por la nueva Constitución, mediante una Asamblea Constituyente. Para evitar que esto prosiga intenta confundirnos haciendo un comparativo entre la Constitución del 79 y la del 93, cuando en realidad la izquierda jamás ha dicho que la anterior era mejor que la actual, es más, ni siquiera la firmó, pues la Constitución del 79 fue elaborada fundamentalmente por los sectores conservadores del PPC y el Apra. Por tanto, hacer un comparativo no quepa.

Claro que la década del ochenta fue pérdida para todos, pero recuerde que fue conducida justamente por los que hicieron la Constitución del 79, AP, PPC y el Apra, donde se experimentaron fórmulas políticas recomendadas por los organismos financieros internacionales, las que fueron acogidas sin reservas, frente a la amenaza de la subversión.

También hace alusión al gobierno militar de Velasco, emprendida en 1968, queriendo darnos el mensaje que fue un fracaso izquierdista, hasta ahora no digieren que fue un gobierno nacionalista, que el Perú nunca tuvo un gobierno de izquierda hasta la actualidad. La ideología nacionalista es ideología de derecha, incompatible con la internacionalista que es ideología de izquierda.

Esta Constitución del 93 que proclama una economía social de mercado, simplemente de social no tiene nada, es puramente una economía de mercado liberal o neoliberal. El sector social que lo atendía el Estado simplemente ha sido excluido de sus objetivos. La única libertad que existe es la del enriquecimiento ilegítimo de la oligarquía política y empresarial que se reducen a 17 familias en el Perú.

Si la población actualmente ha mejorado su economía en algo, no es precisamente por el sistema neoliberal, sino por esfuerzo propio manifestado en el subempleo y la explotación laboral a la que se someten. Los que si mejoraron sin dudas fue la casta política, empresarial y financiera, mejoría que no es directamente proporcional al bienestar del pueblo peruano, la brecha entre ambos aumentó paulatinamente y sigue ese curso, según el índice de Gini.

Efectivamente, el libre mercado no quiere que el Estado sea empresario, protector, innovador, etc., porque esto afecta sus intereses económicos, quieren un Estado indefenso, que no proteja a su masa laboral, no genere empresa para sus pueblos, es decir, que paradójicamente no quieren competencia en el “libre” mercado, quieren el monopolio privado sobre las cenizas del Estado.

Esta Constitución promueve un nuevo tipo de dictadura, casi imperceptible, que es la dictadura empresarial financiera instalada desde 1993 hasta la actualidad. Dictadura que impide conformar sindicatos, que explota a trabajadores más de ocho horas, que se apropia de las pensiones y las ponen en la bolsa de valores sin autorización del titular a quien se le cargan las pérdidas, encarcela políticos pero no empresarios, que pagan de intereses bancarios del 1% por ahorros pero al préstamo cobran intereses hasta más del 30%, que exonera impuestos a las transnacionales y aplica al micro y pequeño empresario la ley tributaria con el máximo rigor, entre otras.

Manifiesta Ud. que la inmadurez política propaga la idea de una nueva Constitución, pues en realidad es todo lo contrario, el pueblo va adquiriendo una madurez política como en Chile, Bolivia, Ecuador y Colombia, y saben que si no se cambia la Constitución no habrá cambios en el país en beneficio de las mayorías. Las ideas son al inicio como el agua turbia, cuando se mueven se oxigena y purifican, por ello es importante el debate político, aunque sea a través de redes.

Si estos impulsos, como Ud. manifiesta han tomado renovada fuerza es porque las propuestas son buenas y no arcaicas, en el pueblo hay más cerebros pensantes que lo que subestiman. No hay odio a la libertad individual, a la iniciativa ni a la empresa privada, siempre en cuando asuman compromisos con el país y no solo con sus bolsillos. Lo cierto es que a los neoliberales puede no interesarle si hay un gobierno bueno o malo, de derecha o de izquierda, lo que le interesa es que no choquen con sus intereses económicos, eso es a buena cuenta.

El promedio anual de crecimiento del 4,9% al que nos hace referencia, mientras la Bolivia socialista creció 6%, que nos ha llevado a estar en el “primer” lugar entre los 10 países más grandes de Latinoamérica, es producto del consumo al que está esclavizado el peruano, al recorte de sueldos, a la desprotección social, al desatender las pocas instituciones del Estado que aún quedan, la venta de nuestros yacimientos y el constante endeudamiento externo. La productividad del que se siente orgullosa la derecha no es más que el reflejo de la flexibilización laboral que permite mayor explotación, recorte de derechos, la trata de la inmigración venezolana o la multiplicidad laboral del peruano que hace que trabaje hasta en tres empleos al día privado de beneficios.

Manifiesta que la estabilidad de los precios es envidiable, ¿Cómo no va ser? Si la explotación está al tope y el dumping ha liquidado medio Gamarra y han desaparecido otros rubros de la empresa nacional, y estamos indefensos, por el amparo del artículo 63 de la Constitución golpista, que exceptúa legalmente de la jurisdicción nacional a los contratos financieros.

En realidad no hay progreso social como debiéramos tener, aún tenemos 2,7 millones de analfabetos, solamente ese indicador es tétrico en la era del conocimiento. Sin embargo, asume una autocrítica respecto al sistema que mantiene serios problemas institucionales que afectan la democracia como la no reelección, ausencia de bicameralidad, no renovación parlamentaria, etc., pero se olvida de un problema mayor que es la prohibición del monopolio de los medios de comunicación, que bien lo contempla en el artículo 61 la Constitución actual y la violan con toda la maestría del caso

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Lecciones para la unidad de izquierda peruana

LECCIONES PARA LA UNIDAD DE IZQUIERDA PERUANA

Vladimir Cerrón

Cuando Perú Libre convocó la unidad de izquierda en agosto de 2018, era para no tener un resultado como el que se ha tenido este 26 de enero del 2020, donde de los tres partidos de izquierda el Frente Amplio pasó la valla electoral con 6,2%, rasando su límite. Los otros dos, Juntos por el Perú y Perú Libre, lograron 4,7% y 3,4%, respectivamente.

En el caso hipotético que se hubieran unido los tres tendrían un total de 14,3% de votos, lo que los hubiese posicionado en la primera fuerza parlamentaria, por encima de Acción Popular que obtuvo 10,31%, logrando un promedio de 50 escaños. Cabe resaltar que el Frente Amplio nunca quiso la unidad.

Ahora, si solamente hubiese cuajado la unidad entre Juntos por el Perú con 4,7% y Perú Libre con 3,4%, hubieran logrado un 8,1% posicionándose como la tercera fuerza política en el parlamento con más de 15 escaños, solo por debajo de Acción Popular y Frepap que obtuvieron el 10,31% y 8,27%, respectivamente.

Este breve análisis, nos pone en evidencia la razón del por qué la derecha andaba altamente preocupada por la unidad de izquierda que estaba gestándose en Voces del Cambio. Ante tal circunstancia decide arremeter, enjuiciar y encarcelar al principal promotor de la unidad, desatando una catarata de desprestigio al líder de Perú Libre, que rápidamente encontró cajas de resonancia en los oportunistas al interior del frente oponiéndose a la unidad.

Pese a que Perú Libre era debutante en estas elecciones congresales, obtuvo 3,4% de votos lo que representa a  448,114 electores de voto propio. Este indicador es importante porque ya no estamos hablando de un partido regional, como siempre se les quiso subestimar. Perú Libre en su bastión Junín ocupó el primer puesto con 60,251votos y la diferencia de 387,863 fue conquistada fuera de Junín en solo tres meses de campaña.

Lo que debe resaltarse a diferencia de nuestros interlocutores es que el voto de Juntos por el Perú responde a una alianza donde concurren ocho fuerzas, el Partido Comunista Patria Roja, el Partido Comunista del Perú, el Partido Socialista, Nuevo Perú, Partido Humanista, Comunidad LGTBI y ONG feministas, ésta última muy agresiva contra la unidad con Perú Libre, además debemos considerar la participación directa de Verónika Mendoza, ex candidata presidencial que obtuvo cerca de 3 millones de votos, corriendo riesgo de mermar su potencial político.

Los resultados son la concurrencia de muchos factores, entre ellos la sentencia penal del que escribe, sumaria y arbitraria, que casualmente coincide con la visita a Venezuela, el intento efectivo de unificar la izquierda después de 32 años y las elecciones del 2020, 2021 y 2022. Pisando el palito, los compañeros de Nuevo Perú decidieron hacerle un favor a la derecha coreando la etiqueta de corrupto, sin saber el fondo jurídico del caso, pues la mayor prueba de mi inocencia es el voto contundente de Junín por Perú Libre, dándonos por cuarta vez consecutiva un triunfo popular.

Este balance llama a la madurez de los líderes, incluyéndonos, puesto que no debieran más ser víctimas de las manipulaciones que la derecha teje con maestría, por el contrario, concretizar el consejo popular que es la unidad de izquierda, caso contrario, vamos camino a la extinción, incluyendo a quien pasó la valla.

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Jaime Cerrón Palomino XXVIII aniversario de un crimen impune del Apra

Vladimir Cerrón

El secuestro, tortura y acribillamiento del que fue víctima Jaime Cerrón Palomino, el 8 de junio de 1990, no fue más que la expresión pura de la lucha de clases en la sociedad peruana. Pero, ¿quién era Jaime Cerrón, por qué lo mataron? Era un destacado profesor de filosofía y ciencias sociales, un académico por excelencia, además de autoridad universitaria. Ese fue su único y gran pecado.

Sucede que en el Perú se vivía un proceso de guerra interna entre el Estado peruano y las fuerzas subversivas y en el trance de ésta, ambos grupos recurrieron a prácticas de terrorismo. Así, el actuar del Estado fue tan igual o peor aún que el insurgente.

Después de muchos desaciertos, el Estado peruano llegó a comprender que esta guerra no se ganaba solo en el campo de batalla, sino más allá, en el campo de las ideas, es decir, a nivel de la superestructura.

A la luz de éste análisis, el Estado decide reprimir la institución que provee a la sociedad de generaciones con determinada orientación ideológica y política decidiendo «diezmar» intelectualmente a la Universidad Peruana, como medida de profilaxis política.

Para esto, la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, cuna de Sendero Luminoso, ya estaba neutralizada, tal es así que ni siquiera fue necesaria intervenirla y menos instalar una base militar en su interior, como pasaría luego con la Universidad Nacional del Centro del Perú.

Los alumnos fueron el primer órgano diana reprimido en la comunidad universitaria, seguido de los maestros y tangencialmente algunos trabajadores no docentes. La UNCP, registra en su historia un promedio de 250 estudiantes entre asesinados y desaparecidos, una decena de profesores asesinados y otra de administrativos. A diferencia de lo ocurrido justiciablemente con la Universidad La Cantuta, no hay un solo soldado sentenciado respecto a la UNCP, poniendo en relieve el carácter centralista de los Derechos Humanos en el país.

Sin lugar a dudas, la UNCP fue la institución más brutalmente y sistemáticamente reprimida por el Estado peruano.  El gobierno aprista al mando de Alan García Pérez y posteriormente el gobierno de Alberto Fujimori, decidieron aplicar la política de secar la piscina para atrapar al pez que quieran, independientemente del costo de las demás vidas.

Jaime Cerrón es asesinado cuando ocupaba el cargo de vicerrector académico de la UNCP, no era un docente cualquiera, eliminarlo en su cargo llevaba un «mensaje de baja intensidad» a la comunidad universitaria, pues si pueden terminar de esa forma con una autoridad ningún miembro de ésta podría sentirse seguro.

Así comenzó la deserción universitaria de maestros y alumnos y luego vendría el cambio de currículum y los nuevos esclavos, acéfalos en política, creados para soportar el sistema.

Los patrones del secuestro, la tortura, la mutilación, la eliminación de testigos, la extorsión económica, la persecución familiar, el mensaje terrorista a la sociedad y la impunidad, se cumplen cabalmente en el crimen contra Jaime Cerrón hasta hoy en día y son patrones que caracteriza sin lugar a dudas a un crimen más de lesa humanidad, de los miles perpetrados por el Estado peruano.

¡Jaime Cerrón Palomino! ¡Presente!

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