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ARTÍCULO

Sobre el revisionismo caviar de Manuel Guerra de Patria Roja

Sobre el revisionismo caviar de Manuel Guerra de Patria Roja

Vladimir Cerrón

Manuel Guerra Velásquez, secretario general del Partido Comunista del Perú Patria Roja, se ha pronunciado a raíz del emplazamiento que le hiciera acerca de una calumnia a la memoria de mi padre, Jaime Cerrón Palomino, y de mi señora madre, Bertha Rojas López, ambos profesores universitarios, al vincularlos con Abimael Guzmán Reinoso, líder del Partido Comunista del Perú, en su variante conocida.

Esta calumnia agravada se da precisamente cuando Perú Libre afronta cinco procesos judiciales por terrorismo, desde hace dos años, al cual la “notita criminis” de Guerra, apoya espectacularmente como fuente abierta a los entes persecutores del Estado. Sería bueno que la DIRCOTE cite a este sujeto para que pueda sustentar su acusación al respecto, al ofrecerse en la práctica como un “colaborador”, a lo que en el léxico político se conoce como soplón.

Ciertamente, ayer se ha rectificado públicamente, en una red social, pero no ha enviado nada formal a Perú Libre. Sin embargo, esa rectificación deja de ser tal cuando aprovecha la circunstancia para desviar el debate, al centrarlo sobre el comportamiento de mi persona y mi partido, aspecto que aprovecho para responder a continuación.

Nuestro deslinde con la izquierda caviar, del cual Manuel Guerra se ha vuelto un militante, es por lo mismo que decía Mariátegui: «Con el sector político que no me entenderé nunca es el otro: el del reformismo mediocre, el del socialismo domesticado, el de la democracia farisea». Está claro que para ser mariateguista estamos obligados a un deslinde claro, profundo y real con los quintacolumnistas de la revolución, los caviares. Si me permite la redundancia: Mariátegui era un anticaviar, convicto y confeso.

Patria Roja, que proviene de la línea maoísta, ¿acaso no ha leído las Cinco Tesis Filosóficas de Mao?, no asume que “el desarrollo de la sociedad no obedece principalmente a causas externas, sino internas”, entonces pregunto: ¿dónde hay que purgar primero, en las filas del enfrente derechista o en las nuestras donde hay infiltrados derechistas con lenguaje de izquierda? Es obvio que en el nuestro.

Perú Libre en su último congreso aprobó una lucha implacable contra este sector revisionista y lo hace abiertamente, procediendo a ilustrar al pueblo sobre la existencia de una pseudoizquierda, que en la práctica apoya al capitalismo, vive remunerado por él, y no le importa ningún cambio, ni inscribir un partido o indignarse por lo menos de no tener un solo presidente, congresista, gobernador o alcalde provincial o distrital. Podrán decir que no son electoreros, sin entender que en la situación concreta no hay otro terreno donde deba lucharse por ahora.

La existencia de este tipo de “comunistas” solo le es rentable políticamente al imperialismo, porque mientras mantengan la etiqueta comunista es mejor para que crean que nuestra sociedad es tan democrática que se permite la existencia de una oposición diametralmente contraria al capitalismo. Así, transcurrieron muchas décadas, engañando al pueblo, hasta que “llegó el comandante y mandó a parar” y cuando me refiero al comandante no me refiero a Perú Libre, sino a un pueblo que apertura sus ojos, identificándolos como son.

Al triunfo de Perú Libre, esta socialdemocracia caviar vio amenazada su poder en su principal terreno de operaciones, la capital del Perú, y soterradamente apoyó el derrocamiento de Castillo, haciéndole un daño incalculable al intento real de cambio al lograr divorciar al Gobierno del Partido, asaltando el poder político con doce ministerios y terminando por llevar de la mano al expresidente al abismo, primero con una hoja de ruta neoliberal y después con la promulgación del Decreto Supremo Nº 164-2021-PCM, del 16 de octubre del 2021, donde define la Política General de Gobierno, descartando totalmente el programa de gobierno de Perú Libre y sustituyéndolo por el programa caviar de la alianza NP-JP.

Tal condición mermó el apoyo del Partido al Gobierno, pero sobre todo el apoyo del pueblo, coadyuvando a sintonizar con la psicología del fracaso, la desmoralización y el desengaño. Esto se agudiza cuando el pueblo comprueba que los dizques líderes “comunistas” limeños, en realidad, son inversionistas del capitalismo, dueños de oenegés financiadas por USAID, accionistas de Luz del Sur, de Backus y Johnston y de Casa Andina de Intercorp, cuando el pueblo se entera de que los hijitos de estos dirigentes caviares son gerentes en Intercorp. Eso es lo que le hace perder doblemente la fe al pueblo, con efectos exponenciales peores a que lo hubiera engañado la derecha.

Perú Libre es un partido de izquierda popular, aquí los únicos que se han alejado de este flanco son ustedes o quizá nunca estuvieron de verdad, pues después del avance de la Izquierda Unida han tenido una serie de fracasos espectaculares que los implosionó, que puede ser natural en el camino, nos los culpamos, pero eso no justifica la conversión del comunismo a la socialdemocracia caviar. Ahí está mal usted Guerra, ese paso, como dice Lenin: “no es un error, sino una estupidez”.

Habla usted sobre mis procesos judiciales, dónde nadie me acusa de recibir o sustraer dinero, sino por “haberme interesado”, por un “daño potencial” y otras subjetividades, y con ello, al igual que calumniaron a mi padre, pretenden justificar una persecución a mi persona y al partido, cuyo delito es haber llevado por primera a la izquierda peruana al gobierno nacional, del cual Patria Roja debiera sentirse parte del triunfo, si realmente es comunista, pero no, el triunfo les dolió en el alma a los caviares más que a la derecha.

Logrado este objetivo, no nos preocupa cualquier insulto a nuestra dirigencia generacional, incluyendo lo de “caudillo” o “mesiánico”, porque todo queda inmaculado con el ingreso del partido a la historia del Perú, lo que otros hasta ahora no han podido lograrlo, pero tampoco lo tomamos con arrogancia, sino que reconocemos que este fenómeno es la cosecha de un proceso, donde hombres leales a su pensamiento dejaron sus vidas, como al hombre que usted ha calumniado, factor decisivo para la creación de Perú Libre.

Muy a pesar de todo, jamás enlodamos a Patria Roja, es más, mantengo respeto por algunos escasos dirigentes, tampoco contra otros partidos de izquierda, eso es una política de Perú Libre. La única ocasión que he adjetivado fue ayer, producto de que las cosas tienen un límite que rebasa la tolerancia, palabras que no me cuesta retirarlas, aunque ahora, más que nunca, mantenga un concepto distinto.

No he tenido ninguna sinuosa carrera política y es algo por lo que el enemigo político me respeta, usted es el que al haber fracasado como dirigente, lejos de dejar el cargo a la juventud, ha preferido arriar la bandera y entregarse a las faldas de Nuevo Perú, eso sí es ser sinuoso, pero claro, le viene bien seguir usufructuando el nombre de Patria Roja, para obtener ventajas personalísimas.

Voces del Cambio se creó para unificar la izquierda y se logró tras 34 años, pero eso también nos sirvió para ver su solidaridad de clase, pues en la primera de bastos, después de mi sentencia el 2019, hoy anulada por arbitraria, ustedes decidieron suspender las actividades, por su visión individualista. Por supuesto que queríamos llegar a la Presidencia, ¿es eso un error?, un partido se forma para la toma del poder, no para succionar los aportes a un sindicato, ¿cuál ha sido el delito?, ¿qué los amateurs le hayan ganado el liderazgo a la vieja guardia?, pensar así es antidialéctico, porque lo nuevo va rumbo al desarrollo y lo viejo rumbo a la extinción, ¿es difícil entender eso? Perú Libre también tendrá que dar pase a su relevo generacional pronto.

Guerra nos acusa de una alianza con el fujimorismo, repitiendo la novela creada por los caviares, no acepta que los detestan tanto derechistas como izquierdistas, no acepta el espontaneísmo anticaviar, claro que no es fácil una autocrítica en tales circunstancias. El término caviar, independientemente quién lo haya creado, ha tomado cuerpo de una categoría política que desenmascara el revisionismo moderno, antes asolapado en la penumbra. Hacerle ver ese fenómeno al pueblo también para nosotros es un modesto aporte.

A la facción de Guerra, dentro de Patria Roja, le molesta, como a los caviares, que Perú Libre tenga una representación en la Mesa Directiva, no pueden tolerarlo, lejos de alentar que, por el contrario, la izquierda popular tenga la presidencia del Legislativo, todo por una envidia personal. En resumen, el Kautsky de Patria Roja, ha visto en el triunfo de Perú Libre su fracaso propio.

Nos acusa de habernos unido para hacer “negocios con las mafias” de transportes y de las universidades, comportándose como cajita de resonancia caviar. Para Guerra, estar con los colectiveros informales y no contra los que han monopolizado el transporte (Metropolitano), es contrarrevolucionario; haber sacado a la SUNEDU de las garras de la caviarada de Intercorp, también, qué gran error. Estos hechos solamente lo reafirman como un servil a la caviarada de la burguesía financiera. Habría que investigar más a fondo a Guerra, porque la defensa que asume a costa del prestigio de su partido no es nada gratuita, lo que lo ha llevado a reventar a su propio partido hace escasamente horas.

Nos acusa de haber renovado al Tribunal Constitucional, claro que había que hacerlo, recuerde que la totalidad del Sistema de Justicia Nacional estaba capturado por la caviarada y aún continúa en la mayoría. Al haberlos pasado al retiro, recién se dieron jurisprudencia, como, por ejemplo, que para evitar la arbitrariedad de la prisión preventiva debían copular los tres presupuestos, porque antes la caviarada te encarcelaba con uno; que todos los que cumplían sus penas y pagaban su reparación civil, recobraban todos sus derechos; como poner parámetros para una sentencia basada en indicios y no en subjetividades; etc., ¿eso es una medida a favor de la burguesía? Claro que no.

Ahora no vaya a pensar que no nos hemos percatado que a la caviarada que usted tanto defiende no le ha cuestionado el indulto de Alberto Fujimori, pues recuerde que bajo la presidencia de Mari Elena Ledesma en el Tribunal Constitucional se dio el indulto a Fujimori y de eso usted no ha dicho ni pío, pero sí ha culpado al tribunal entrante. Indulto que está de más decirlo que nosotros también estamos en contra.

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ENSAYO

José Carlos Mariátegui

José Carlos Mariátegui (1894 – 1930)

Jaime Cerrón Palomino

Extracción y posición de clase

El primer marxista de América Latina fue hijo de una  familia pequeño-burguesa empobrecida, de ahí que José Carlos, desde los quince años tuvo que truncar sus estudios de primaria para emplearse como obrero alcanzarrejones, oportunidad que le servirá para tomar contacto con la clase trabajadora del país y lograr información autodidacta. Unos años después se le verá dirigiendo revistas, periódicos y una prensa de prestigio internacional. Desde su adolescencia, confinado por su penuria Mariátegui asumirá posiciones proletarias e internacionalistas. En opinión de Basadre, José Carlos fue un “genio” que no habiendo concluido su educación escolar se convirtió en uno de los jóvenes literatos más importantes y más leídos, de más calidad y con propios méritos. Es un caso sin precedentes por su autodidactismo y lo paradójico es que el Perú tuvo en él una personalidad que la Universidad no pudo producir.

Su pensamiento

A despecho de García Calderón, Belaúnde, Deústua y otros ideólogos peruanos que para madurar en su verdadera posición tuvieron que hacer periplos por distintas corrientes de la filosofía, en el caso de José Carlos Mariátegui se produce un acto peculiar, cual es que por el propio contacto con los operarios y empleados del diario “La Prensa” fue asumiendo desde sus años mozos, una postura diáfanamente socialista; es verdad que al comienzo su ideología es espontánea y se diría inclusive instintiva, pero es encomiable que a los veinticuatro años ya tuviera definida su orientación socialista. Mas meritoria es aún el hecho de que desde temprano haya podido advertir la inutilidad de las doctrinas anarquistas y burguesas que por entonces estaban fuertemente en boga en el sindicalismo y en los círculos intelectuales, a tal extremo que eruditos como Prada, Abelardo Gamarra, Lévano, Fonkén fueron convencidos por las hojas ácratas.

El recorrido de José Carlos en la evolución de sus ideas tienen así claramente dos fases: la primera, que él mismo ha denominado su “edad de piedra”, el cual se contrae a los años que sirviera primero como obrero y después redactor en diversos periódicos. Es la época comprendida entre 1909 – 1919, al término del cual viajará a Europa. La segunda fase corresponde al período de 1919 a 1930, donde valiéndose de una excelente capacidad interpretativa aplica los principios de la filosofía marxista a la realidad peruana.

Como queda dicho, el primer período está caracterizado por su labor de redactor, articulista y cronista parlamentario en los periódicos: La Prensa(1909), El Tiempo (1916), Nuestra Epoca (1918) y La Razón (1919) a raíz de cuyas actividades tendrá enfrentamientos con el gobierno e incluso detenciones por la defensa de una serie de reivindicaciones sociales, entre las que destacan el movimiento de la Reforma Universitaria, la huelga por la Jornada de 8 horas, lucha por la rebaja de las subsistencias, lo que motivará inclusive su extrañamiento del país en el régimen de Augusto B. Leguía. En esté mismo período, Mariátegui escribe poemas de contenido social.

El segundo período constituye para José Carlos un momento valioso en la forma de su concepción del mundo, pues toma contacto con lo más graneado de los intelectuales de Europa, entre ellos: Barbusse, Rolland, Crose, Papini, Turati, Gobetti, D´Annunzio, Marinetti, Nitti, Sturzo, Serrato, Gramsci, Gorki, Sorel y otros, entre 1920 a 1923. Visita varios países del viejo mundo, asiste a Congresos de orientación marxista. A su retorno se incorpora inmediatamente como docente en la Universidad Popular “Gonzales Prada” para dictar clases sobre la situación del proletariado mundial, y asume la dirección de la Revista Claridad (1923), pero nuevamente es encarcelado y acusado de subversivo; en 1925 funda la Editorial Minerva y en ese mismo año, dada su indiscutible calidad es propuesto por los estudiantes de San Marcos a regentar una cátedra, cuyo ejercicio se lo niegan por mezquindades; en 1927, polemiza con Luis Alberto Sánchez en torno al problema del indio y el mismo año es detenido e internado en el hospital “San Bartolomé” bajo la acusación de preparar un complot; en 1926, funda la revista Amauta donde publica entre otras cosas la serie de artículos que luego aparecerá en los Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana; contribuyen en la revista intelectuales europeos, norteamericanos, latinoamericanos y peruanos; en 1928, interviene en la formación del Partido Socialista del Perú y ese mismo año funda el periódico Labor; en 1929, organiza la Confederación de Trabajadores del Perú.

En este mismo trecho puede notarse en el Amauta la vena marxista de sus artículos. Salen a publicidad dos libros de Mariátegui: inicialmente La Escena Contemporánea (1925) y Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana (1928).

Su Filosofía

Incuestionablemente la filosofía que profesa José Carlos es el materialismo dialéctico, cuya versación esta trasuntada no sólo en su obra cimera: Los 7 Ensayos, sino en otras como Defensa del Marxismo, que se publicó póstumamente en 1934. Con posterioridad a su fallecimiento (1930), sus herederos publicaron las obras completas del Amauta, reuniéndolas con diversos nombres, entre las que están: El Alma Matinal y Otras Estaciones del Hombre de Hoy (1950); La Novela y la Vida (1955); El Artista y la Epoca (1959); La Historia de la Crisis Mundial (1959); Signos y Obras (1959); Temas de Nuestra América (1960); Temas de Educación (1970); Ideología y Política (1969), Cartas de Italia (1969); Peruanicemos el Perú (1970), Figuras y Aspectos de la Vida Mundial (3 tomos) (14970).

Del conjunto de estas obras –sin contar los 7 ensayos- es en La Escena Contemporánea y en Historia de la Crisis Mundial, donde puede captarse su destreza en el manejo del Materialismo Histórico y del socialismo científico. En Temas de la Educación y en Idelogía y Política se refleja meridianamente el excelente manejo de la correlación de estructura y superestructura.

A la muerte de Mariátegui, algunos intelectuales con el propósito de echar sombras sobre el bien ganado prestigio de nuestro ensayista, surgieron voces aisladas denominándolo “populista”, “bergsoniano”, “soreliano”, etc. Tal es el caso de Mirochevski, que al haber leído en los 7 Ensayos una encendida defensa del aborigen, apresuradamente califica a Mariátegui de “populista”; a pesar de que José Carlos en ninguna página sostiene que el campesinado puede ser la clase social conductora de la revolución; de otro lado, Robert Paris quiere ver en Mariátegui un “soreliano”; Haya de la Torre lo ha motejado de “europeizante”; Víctor Andrés Belaúnde lo tilda de “ortodoxo” y Juan José Vega, magnificando las menciones que hace el Amauta sobre Sorel, Bergson y Nietzsche, ha querido demostrar que Mariátegui en verdad no es tal marxista, sino una suerte de ecléctico o idealista, no faltan pensadores que quieren despojar a José Carlos de su filiación marxista, para destacar en él que era mítico y religioso.

La Evolución de la Sociedad Peruana

Para Mariátegui el incanato fue una sociedad de economía comunista agraria que tenía asegurado el bienestar material de sus habitantes. Al irrumpir la conquista, sobre esa economía de carácter colectivista, los españoles implementaron un modo de producción distinto: el feudal, incluso mal articulado, porque sus protagonistas no fueron individuos aptos para hacer brotar una economía progresiva, antes bien lo conformaron personas entrenadas para actividades militares o religiosas. España reemplazó así la comunidad con el latifundio de cepa individualista, pero aún así las comunidades subsistieron al lado del latifundio y con el correr del tiempo fueron lo único positivo que quedó de la sociedad colonial, en tanto que el latifundio se desarrolló a su lado, prolongándose nocivamente hasta el período republicado, con grave detrimento para nuestro desarrollo, porque será un factor retardatario para la inauguración de un modo de producción burgués como hubiera sido de esperar.

Si bien es verdad que algunos rasgos del modo de producción capitalista se manifestaron después de la emancipación, pero la aparición de esas señales no fue fruto del crecimiento de las fuerzas productivas propias de nuestro medio. Obedeció más bien a intereses foráneos de los británicos que querían contar a nuestro territorio como una suerte de mercado y por otro lado, ciertas fracciones de clases sociales estimaban a la metrópoli colonial como una traba que debía ser reemplazada. Por ello, en el Perú no se asistió a ningún proceso revolucionario burgués de tipo feudal, pues ningún grupo pudo alzarse como interesado en el desarrollo capitalista. Es que la clase terrateniente continuó influyendo en el manejo del poder. Por esa razón cuando se inaugura el período republicano, los gobernantes dejan intacto el latifundismo, de manera que no pudo florecer sobre este aparato ninguna institución de corte capitalista.

Como secuela de la organización colonial, el Perú siguió explotando la tierra y la mina hasta mediados del siglo XIX, en que se presenta la posibilidad de disfrutar los recursos guaneros con los que algunas fracciones de clase se enriquecen y logran organizarse en una burguesía incipiente. Pero la guerra con Chile nuevamente nubló el porvenir de nuestra nación al quedar endeudada. Sólo al amanecer del siglo XX empezará a recuperarse, siempre bajo la dirección de una casta terrateniente que esta vez entró en alianza con el imperialismo para hipotecar nuestros recursos naturales y armas una economía de exportación.

Caracterización de la Sociedad Peruana

Mariátegui tipifica la sociedad nuestra como semifeudal fundamentándose en que la actividad más importante es la agrícola y en el hecho de que en el campo predominan las relaciones de servidumbre. Si bien es verdad que  nuestras instituciones se preciaban de ser democráticas, mas esto sólo existía en lo formal, ya que incluso en la franja de la costa donde se afirmaba que empezaba el capitalismo no ocurría tal cosa, porque supervivían sistemas propios de la servidumbre. En el feudo continuaba administrando el gamonal. Al margen de las disposiciones de la metrópoli, al extremo de no permitir siquiera la actividad comercial dentro de la hacienda. Empero lo paradójico del caso es que en medio de esta asfixiante feudalidad las comunidades continuaban desenvolviéndose y produciendo aun mejor que en las propias haciendas.

Pero la sociedad peruana no es sólo semifeudal, es también  semicolonial por que tanto Inglaterra como Norteamérica redujeron al Perú a una condición tal de impotencia para el autodesarrollo, que no podía encontrar salida para su desenvolvimiento autónomo por la vía capitalista; muy al contrario, el Perú fue constreñido como una especie de depósito de materias primas para el beneficio del mercado capitalista exterior. Por otro lado, la clase terrateniente, en lugar de optar por el salto cualitativo a un modo de producción burgués, se circunscribió a servir de intermediario a favor de empresas imperialistas o dueñas de los enclaves.

Sobre el Problema de la Nación

La coexistencia en nuestra patria de dos espíritus opuestos, no permite galvanizar el sentimiento nacional; los unos, denominados criollos, siguen sintiéndose hispanos como recuerdo del pesado lastre de la dominación ibérica; los otros, los aborígenes, mantienen lazos fuertes hacia lo telúrico sin poder participar de los adelantos de la tecnología, porque se sienten discriminados por quienes en nombre de la cultura los desprecian, cual si fuesen nuevos conquistadores. Esta sobrevaloración de los criollos dimana también del espíritu feudal que en el Perú está asociado a la condición de clase gobernante o poseyente desde la época de la conquista, con desmedro del indígena a quién se le mira como un paria.

La oposición de esos dos espíritus, según nuestro ensayista será superada cabalmente luego de la socialización de los medios de producción que colocará a los peruanos en condiciones realmente democráticas. Pero esto sobrevendrá todavía con el socialismo.

Sobre el Carácter de la Revolución

En el Perú, a decir de José Carlos, ya no es hora de hablar de revoluciones burguesas, pues la época propicia para este tipo de acciones ya pasó. Ahora lo único que queda es transitar del régimen semifeudal al régimen socialista; lo que significa que la revolución ya no la podrán dirigir los capitalistas sino las clases marginadas, debidamente organizadas en una alianza obrero campesina bajo una dirección proletaria. Tampoco es momento de invocar el retorno a la dorada época del Tawantinsuyo, porque las nuevas técnicas creadas por la humanidad no compatibilizan con estadios económicos ya superados.

En el Perú, a decir de José Carlos, ya no es hora de hablar de revoluciones burguesas, pues la época propicia para este tipo de acciones ya pasó. Ahora lo único que queda es transitar del régimen semifeudal al régimen socialista; lo que significa que la revolución ya no la podrán dirigir los capitalistas sino las clases marginadas, debidamente organizadas en una alianza obrero campesina bajo una dirección proletaria. Tampoco es momento de invocar el retorno a la dorada época del Tawantinsuyo, porque las nuevas técnicas creadas por la humanidad no compatibilizan con estadios económicos ya superados.

El Papel de las Clases Sociales

Mariátegui fue claro en desconfiar de la burguesía nacional y la pequeña burguesía tratándose de movimientos revolucionarios, pues ambas miran sólo a occidente y sus proezas; dan las espaldas al Perú profundo; de ahí que al campesinado que constituye las cuatro quintas partes del país no le toca sino realizar la hazaña heroica de la revolución, premunido de una conciencia de clase proletaria, que debía asimilar a través de la práctica política y la teoría en su propio idioma. Así se organizaría el Frente Unico de clases oprimidas, bajo la conducción de una vanguardia proletaria.

Tales son los temas centrales que Mariátegui contribuyó en su afán de ver la construcción de una patria nueva. Para diferenciarse claramente de las tesis confusionistas del APRA en torno a las clases medias, subrayaba:

“Política y socialmente, la clase media, la pequeña burguesía, han jugado siempre un papel muy subsidiario y desorientado en el Perú. El proletario manual, que, por nuestro escaso industrialismo, tenía que desprenderse penosa y lentamente de la tradición degenerada del artesano, empezó a afirmar su sentimiento y su autonomía de clase, en una época en que la mesocracia carecía del menor atisbo ideológico” (6).

CITAS DE LA TERCERA PARTE

  • Piedad  Pareja. En: Anarquismo y Sindicalismo en el Perú, p. 50.
  • Joaquín Capelo. En: Sociología de Lima, Tomo II.
  • José Carlos Mariátegui. En: Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, p. 206
  • Guillermo Rouillón. En: La creación heroica de José Carlos Mariátegui, Tomo I. La Edad de Piedra. Cap. II
  • Adalberto Dessau. En: Literatura y Sociedad en las obras de José Carlos Mariátegui, artículo inserto en la Obra Mariátegui: Tres Estudios de Antonio Melis y otros. P. 71
  • José Carlos Mariátegui. En: Ideología y Política, pp. 190-191

CUESTIONARIO DE REAJUSTE: III PARTE

  1. Consulte con el Materialismo Histórico y diferencie las categorías: “Proletariado” y “Campesinado”.
  2. ¿Puede el Campesinado considerarse un componente de la Pequeña Burguesía?
  3. ¿Qué clases sociales son consideradas “Dominantes” en nuestro País?
  4. ¿Cuándo penetra el capitalismo monopólico en el Perú?
  5. ¿Bajo qué nombre o rubro se agruparon los sectores de la clase dominante?
  6. ¿Qué  matices podemos encontrar dentro de los sectores de la Pequeña Burguesía en el período 1850 – 1950?
  7. ¿Bajo qué ideología se gobernó el proletariado peruano en sus inicios?
  8. ¿Ha desaparecido la clase “terrateniente” con la Reforma Agraria 17716?
  9. ¿Qué connotaciones tienen en el Perú la categoría “Gamonalismo”?
  10. ¿Qué diferencias puede establecerse entre “Yanacona” y “Siervo”?
  11. ¿A qué clase social sirve mayormente la Filosofía en el Perú?
  12. Establezca dos diferencias entre “Ideología” y “Filosofía”.
  13. Señale tres razones por  las cuales el “Gamonalismo” peruano se resistió el siglo pasado a transitar al modo de producción capitalista.
  14. Señale tres razones por las que el “Civilismo” se alió al “Gamonalismo” después de la Guerra con Chile.
  15. Indique por qué motivos, al  iniciarse la república no existió una clase social orgánica predispuesta a desarrollar una formación económico-social burguesa.
  16. Precise dos diferencias en el pensamiento de Alejandro O. Deústua y Manuel Vicente Villarán en torno al problema de la educación nacional.
  17. Señale dos diferencias sobre el problema del indio, en el pensamiento de José Carlos Mariátegui y Víctor Andrés Belaúnde.
  18. ¿Qué posición adoptaron los indigenistas sobre el proletariado peruano?

BIBLIOGRAFIA GENERAL

  1. DE LOS PENSADORES:
1.GONZALES PRADA, ManuelHoras de Lucha, Fondo de la cultura Popular, Ediciones “Futuro”. Llima, 1964. 227 pp. Pájinas Libres, Ediciones Páginas de Oro del Perú. Lima, 1966. 224 pp. Obras Completas, T. II. Vol. 4 Petro Perú, Ediciones COPE. Lima, 1986. 427 pp.
2.CAPELO, JoaquinSociología de Lima, Libro: II. III, IV. Imprenta Masias. Lima, L. II. 1895. 231 pp. L. III. 1896.335 pp. L.IV. 1902. 122 pp.
3.VILALRAN, Manuel VicentePáginas Escogidas, Talleres Gráficos P. L. Villanueva S.A. Lima, 1962. 467 pp.
4.DEUSTUA, Alejandro O.Apuntes sobre enseñanza secundaria, Imprenta Americana. Lima, 1908. 65 pp. La Reforma de la Segunda Enseñanza, Imprenta del Centro editorial. Lima 1916. 44 pp. La Cultura Nacional, Segunda Edición. Lima, 1937. 370 pp.
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7.BELAUNDE, Víctor Andrés.Meditaciones Peruanas Segunda Edición. Talleres Gráficos Villanueva S.A. Lima, 1963 267 pp. La Realidad Nacional, Tercera Edición. Gráficos Villanueva S.A. Lima, 1964. 221 pp. Peruanidad Quinta Edición. Fondo del Libro del Banco Industrial del Perú. Lima, 1983. 557 pp.
8.ENCINAS, José Antonio.La Reforma Universitaria en el Perú, Ediciones 881. Lima, 1973. 252 pp. Un Ensayo de Escuela Nueva en el Perú, Imprenta Minerva. Edición Facsimilar. Lima, 1986. 251 pp.
9.GARCIA, José UrielEl Nuevo Indio, Colección Autores Peruanos. Editorial Universo S.A. Lima 1973, 239 pp.
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13.MARIATEGUI, José CarlosSiete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, Decimotercera Edición. Empresa Editora Amauta. Lima. 1968. 282 pp. Peruanicemos al Perú, tercera Edición. Empresa Editora Amauta. Lima, 1975. 166 pp. Temas de Educación, Tercera Edición. Biblioteca Amauta. Lima  1976. 141 pp. Ideología y Política, Decimosegunda Edición, biblioteca Amauta, Lima, 1980. 285 pp.
14.MIRO QUESADA, FranciscoHumanismo y Revolución, Casa de la Cultura del Perú. Volumen Doble. Lima, 1969. 294 pp.
15.SALAZAR BONDY, AugustoHistoria de las Ideas en el Peru Contemporáneo, Francisco Moncica Editores. Lima, T.I. 1965. T.II. 1967, 478 pp. La Filosofía en el Perú, colección Autores Peruanos. Editorial Universo S.A. Segunda Edición. Lima 1967. 131 pp. ¿Existe una Filosofía de Nuestra América? 2da. Edición. Colección Mínima / 22 Siglo Veintiuno Editores S.A. México., 1973 133 pp. Entre Escila y Caribdis, Casa de la Cultura del Perú. Volumen doble. Lima, 1969. 200 pp.
16.SOBREVILLA, DavidLa Filosofía Alemana, Desde Nicolás de Cusa hasta nuestros días. Universidad Peruana Cayetano Heredia. Fondo Editorial, Lima, 1978. 475 pp. Las Ideas en el Perú Contemporáneo, en Procesos e Instituciones”, Historia del Perú. Tomo XI, Juan Mejía Baca Editores. Imprenta Salesiana. Lima, 1980. 415 pp. Pp. 115-415. 1880-1890: 100 Años de Filosofía en el Perú, en “Ciencias Sociales en el Perú” de Bruno Modesta Editor. Universidad del Pacífico. Lima, 1978. 210 pp. Pp. 35-99.
  1. SOBRE LOS PENSADORES:
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GILBERT, Dennis L.La Oligarquía Peruana: Historia de Tres Familias, Horizonte, Lima, 1982. 266 pp.
COTLER, JulioClases, Estado y Nación en el Perú, Instituto Estudios Peruanos, Lima, 1978, 407 pp.
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ENSAYO

Las Ideas y la Ideología en el Perú

LAS IDEAS Y LA IDEOLOGÍA EN EL PERÚ

Por Jaime Cerrón Palomino

Ofrecer al lector la diversidad de doctrinas y corrientes de pensamiento que se han difundido en el período republicado de nuestra historia implica necesariamente ingresar al plano de las ideas y definir lo que se entiende por ideología.

Resulta que las ideas, según Federico Engels (1), obedecen a ciertos móviles, generados unas veces por objetos exteriores y otras por ambiciones personales, es decir, por factores subjetivos. Sin embargo, el descubrimiento de esos móviles no es lo fundamental. Hay necesidad de revelar los resortes que se mueven detrás de esos móviles, porque esos resolver, constituyen las fuerzas determinantes que hacen que los hombres actúen históricamente. Así pues, todo aquello que circula en la cabeza de los hombres, son al final de cuentas, efecto de causas materiales, que son presentadas por pensadores o profesionales de la filosofía bajo un ropaje ideológico e incluso fantástico.

Ahora bien, el estudio de las ideas o teorías que recorren en el medio social, es de interés para todos nosotros, porque al encontrar una heterogeneidad de criterios en torno a problemas cardinales, como el progreso de una nación o las causas de su atraso, la cultura acumulada por una élite frente a la abultada ignorancia de sectores marginados, la explotación de la mano de obra y la discusión acerca de las formas de abolirla, suscita obligadamente explicaciones divergentes que nos desconciertan cuando observamos que ciertas ideas plausibles son desplazadas por decisiones no siempre justificadas. Son pues ilustrativas las frases de Marx y Engels (2) cuando al analizar estos casos, señalan que las ideas de quienes carecen de los medios materiales y espirituales para producir, se someten a las ideas de la clase que tiene a su disposición los medios para producción material, por ende, espiritual. Así las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época.

La ideología que, según el filósofo francés Antonine Destutt de Tracy (1754-1836) es la “ciencia de las ideas” o según los italianos Gallupi y Rosmini “el estudio de las ideas esenciales en el ser humano”, para Marx no es otra cosa que el “enmascaramiento” de la realidad económica por las clases dominantes. Ya Maquiavelo (1469-1527), en el Siglo XVI, había advertido que muchas veces no se daba la coincidencia entre la “realidad política” y las “ideas” vertidas acerca de esa realidad política. Más tarde, Hegel (1770-1831), distingue entre: “conciencia desgarrada” y “conciencia desdichada” para indicar que la conciencia en su desarrollo histórico, sufre este disloque. Precisamente por ello, años después, Nietzsche (1844-1900) y Sorel (1847-1922) dirigirán sus esfuerzos a “desenmascarar” ideologías.

La polémica de si la ideología constituye o no una ciencia, fue dilucidada también por Wilfredo Pareto (1848-1923), para quien la ideología es una teoría no científica, puesto que no describe objetivamente la realidad social, desde que apenas es un conjunto de normas encaminadas a la acción. Empero, corresponde Kark Manheimn habernos aclarado que las ideologías pueden en unos casos ocultar y en otros revelar la realidad social, aunque es sabido que, en el caso de los pensadores al servicio de las clases dominantes, lo único que hacen es oscurecer la realidad. Quizá por ello, Sastre (1905-1980) denomina ideólogos a los filósofos no creadores, porque se limitan a explorar y explotar lo descubierto por pensadores auténticos. Para Jean Paúl no es difícil descubrir quién es filósofo y quién ideólogo. Por ejemplo, el existencialismo no pasa de ser una ideología; en cambio, el marxismo es filosofía, porque encierra ya no la sola especulación, sino la exigencia de una praxis comprometedora.

El debate de si es posible o no que brote de nuestro propio suelo una filosofía propia para resolver problemas específicamente latinoamericanos o exclusivamente peruanos ha dividido a nuestros pensadores en dos vertientes. La primera, sostenida entre otros por Augusto Salazar Bondy (3), para quienes por el estado de subdesarrollo y atraso en que viven las comunidades indohispanas no es posible elaborar una filosofía genuina propiamente americana, pero que será posible hacerla, una vez que se rompa la dominación; entre tanto lo que toca al Perú o cualquier otra república latinoamericana es “adoptar” un istmo europeo, es decir, pensar en tierra americana con los ojos puestos en Europa. La otra tendencia, formulada principalmente por César Guardia Mayorga (4), para quien, tomando las ideas troncales del materialismo histórico, concluyen que la filosofía no puede tener una etiqueta nacional o continental porque aspira a descubrir leyes de carácter universal, válidas para el conjunto de la realidad objetiva, en su propósito cada vez más creciente de acercarse a la verdad.

En efecto, lo expuesto por Guardia, es cierto, porque las tesis atomísticas dadas por Demócrito en la Grecia antigua o la teoría heliocéntrica sustentada por el polaco Copérnico no han sido aprobadas sólo por la hélade esclavista o por la Polonia de los tiempos modernos. El régimen de castas aplicado diestramente por los esclavizadotes de Egipto y la India no han servido sólo para Oriente, han sido también puestas en práctica por los peninsulares en la superficie americana y defendido ardorosamente hasta muy entrada la república tanto por Bartolomé Herrera como por Deústua, Riva Agüero, Belaúnde y García Calderón.

Si la humanidad que aún vive oprimida en gran parte del globo anhela lograr la liberación de las condiciones desfavorables en que se desenvuelve, lo interesante no es conseguir que la filosofía sea inéditamente peruana o americana. Lo que importa es interrogarse a quién sirve la filosofía o en su defecto la ideología. En este sentido, por la misma bifurcación abismal subsistente entre las clases sociales en nuestro país, lo inmediato es discutir qué ideologías estuvieron y están todavía al servicio de los opresores y cuáles en cambio, se han preocupado por alcanzar superiores condiciones de vida. Es bajo esta óptica que el presente trabajo. Ofrece el pensamiento de nuestros estudiosos connacionales, divididos atendiendo a su extracción, situación y posición de clase en tres segmentos.

EL PENSAMIENTO ARISTOCRATICO-FEUDAL PRO-IMPERIALISTA. EL PENSAMIENTO PEQUEÑO-BURGUES PRO-IMPERIALISTA. EL PENSAMIENTO SOCIALISTA E INTERNACIONALISTA PROLETARIO.

La ideología aristocrático-feudal pro-imperialista tienen como exegeta en una primera instancia al clérigo y fogoso orador Bartolomé Herrera Rodríguez (5) quien se opone tenazmente a la intrusión de las ideas precapitalistas formuladas por Benito Laso, los hermanos Gálvez y otros. En una segunda instancia, la ideología será asumida por los eruditos del “Civilismo”, que después de mostrar una fugaz simpatía por el positivismo, recalarán en los diversos matices del pensamiento espiritualista. Intérpretes de esta fase vienen a ser: Javier Prado Ugarteche, emparentado al linaje de los Prado; Joaquín Capelo, proveniente de la mesocracia; Manuel Vicente Villarán, vinculado a los círculos oligárquicos; pero quienes abogarán vehementemente por alargar el espíritu virreinal serán: Alejandro O. Deustua, gonfalonero de la vieja mentalidad aristocrática; Víctor Andrés Belaúnde que en todo momento reflejó su culto nostálgico de lo virreinal; José de la Riva Agüero, de aliento colonialista, concertador y tradicionalista; Francisco García Calderón, de ánimo más bien hispano que peruano. Un tercer momento constituye el ideario difundido desde fines de la segunda guerra mundial por Mariano Iberico Rodríguez, Carlos Cueto Fernandini, Alberto Wagner de Reyna, Honorio Delgado, Luis Felipe Alarco, Walter Peñaloza Ramella, Francisco Miró Quesada y otros, que preferirán guarecerse en los áridos territorios de la Filosofía Analítica, la Epistemología, el Neopositivismo, la Lógica Lingüística y el Neorrealismo para gestar un conjunto de trabajos que eluden la discusión de temas sociales de palpitante interés nacional y ecuménico, optando por “oscurecer” el horizonte de visibilidad de las clases a quienes corresponde el futuro, al remitirse exclusivamente a la preocupación rigurosa de la “verificabilidad” de las proposiciones, al análisis de los conceptos, desde una operación lógica, que no admite porque así lo impide la Fenomenología – el cotejo con lo que sucede empíricamente y objetivamente. Estos filósofos, por otro lado, están imposibilitados para proponer ideologías favorables a la liberación de la clase obrera, del campesinado y de los sectores pequeño-burgueses, porque en su afán de mantener su propia heredad transmitida desde la colonia o como defensores de quienes ostentan esos privilegios, han ensamblado sus intereses con los del imperialismo, socio que no permite el desarrollo de una industria nacional autónoma a los pregoneros de un pretendido sistema burgués nativo. En su ansia de enmascarar la realidad, apelan a tesis de la trasnochada escuela humanista para paliar –según palabras de Marx (6)- en todo lo posible, las contradicciones de clase. Si bien deploran las penalidades del proletariado y campesinado, así como el desmedido lucro amasado de los burgueses, se concretan a aconsejar a los obreros a ser sobrios, producir más y tener pocos hijos.

La ideología pequeño-burguesa pro-imperialista, se ha manifestado a través de diversos rostros: por el canal del indigenismo, por la vía del anarquismo y anarco-sindicalismo; a través del aprismo, por el camino del socialismo de Luciano Castillo, del Social-progresismo de Augusto y Sebastián Salazar Bondy, y de otras ideologías de corte reformista y populista. Sus principios fueron vertidos a través del ensayo, la poesía, la novela y la literatura en general. En los indigenistas expresó el deseo de ver libres de las amarras del gamonalismo, al aborigen productor de la sierra. Unos como Clorinda Matto de Turner, asumieron una postura paternalista, dotada de moralismo y resignación cristiana o como Narciso Aréstegui que solicitaba un “piadoso” trato para con el indio. Otros como Luis E. Valcárcel, serán esos baluartes de todo lo producto en el período prehispánico, descollarán de los incas el nivel de la infraestructura generada a lo largo del Tawantinsuyo y demandarán la preservación de lo nativo, en su folklore, idioma, arte y medicina natural. Para Valcárcel y los de la Asociación Pro-Indígena los antiguos habitantes del Perú crearon una civilización igual o mejor que las culturas occidentales, de ahí que velaban contra su mixtificación, cuidaron que no se depredaran las fortalezas. Un tercer grupo de indigenistas constituido por José Uriel García e Hildebrando Castro Pozo, reconociendo la imposibilidad del retorno a un modo de vida tawantinsuyano, empezarán a dar sugerencia para transitar a sistemas superiores al capitalismo, aprovechando el espíritu solidario y fraterno de los Ayllus, para arribar, por ejemplo, a formas cooperativas o socialistas de producción. En la misma vertiente se hallará José Antonio Encinas, que desde el plano jurídico y en tono más sincero que Manuel Vicente Villarán, alentará una legislación tutelar a favor de los indios. Por esos mismos años, Luciano Castillo, fundará el Partido Socialista de matiz populista y nacionalista para diferenciarse del Partido Comunista.

Con más agitación y beligerancia que los indigenistas se presentará en la escena peruana el movimiento anarquista, anarcosindicalista, animado por obreros gráficos, panaderos, textiles, portuarios y de otros oficios que tuvieron como conductores a Manuel y Delfín Lévano, Carlos Barba, Carlos del Barzo, Florencio Aliaga, Luis Felipe Grillo, Abraham Gomero, Romilio Quesada y otros. El esfuerzo y sacrificio demostrados por estos trabajadores conquistará para el Perú después de memorables luchas la Jornada de 8 horas, acción que marca una etapa importante en la formación del movimiento proletario urbano, y que seguidamente permitirá movilizar a las masas en pro del abaratamiento de la subsistencia. En estas hazañas intervino como guía y animador el ensayista Manuel Gonzáles Prada.

Pero la proeza pequeño-burguesa más encandilada se registra en 1928, cuando Haya de la Torre decide fundar el Partido Nacionalista Libertador Peruano, al modo de Kou Min Tang chino o el partido laboralista inglés, que más tarde se conocerá como PAP (Partido Aprista Peruano). El desarrollo de esta agrupación política es la más conocida en los medios sindicales, universitarios, profesionales, políticos y académicos, por cuanto abraza seis décadas de existencia pletórica en sus primeros años de acciones heroicas, con secuelas de exilio, muertes, cruentas represiones; pero al mismo tiempo, en la otra cara de la medalla, nos mostrará la faz de sus veleidades y claudicación de sus primigenios principios, primeramente con su acercamiento a los plutócratas de la república oligárquica supérstite y luego su entendimiento con el imperialismo norteamericano. De allí el carácter pro imperialista de este movimiento, que generó en sus propias filas un descontento radical, determinando que parte de sus jóvenes en más de una vez intentaran retomar los originales postulados o decidieran como Luis de la Puente Uceda a levantarse en armas. Desde el punto de vista del materialismo histórico lo acontecido con el partido aprista no es un fenómeno singular. Es el curso más o menos regular que le depara a todo partido pequeño-burgués, no pudiendo acentuarse su radicalización frente al imperialismo, lo que le quedaba era insertarse dentro del radio de los intereses del capitalismo monopólico.

Con los desencantados del partido aprista, aparecieron nuevas agrupaciones como Acción Popular, Democracia Cristiana y otros de corte reformista. Pero otro punto interesante que marca nuevamente la frustración pequeño-burguesa, lo constituye la formación del Movimiento Social Progresista, organizado por Augusto y Sebastián Salazar Bondy, José Matos Mar, Germán Tito Gutiérrez, Alberto Ruiz Eldredge y otros intelectuales dedicados a la investigación social histórica y económica. Fue forjado en 1956 y postuló a las elecciones de 1962, pero dado el impacto de la revolución china y cubana, no tuvo mayor acogida y terminó desintegrándose. Su ambivalencia frente al imperialismo y las transnacionales y su programa aparentemente neutro, lo convertían en los hechos, en sustentadores del régimen imperante y del establishment.

Termina el texto con la inclusión obligada del pensamiento socialista e internacionalista proletario, inspirado por José Carlos Mariátegui, para quien las penurias existentes en el país sólo serán superadas a través de una legítima lucha antiimperialista y antifeudal, para avizorar lo cual hay que tomar la ideología universal del pensamiento marxista, asumiendo posiciones de clase y de partido, sin olvidar la postura nacionalista en oposición al imperialismo.

En esta misma dirección difunden a sus ideas una pléyade de historiadores como Pablo Macera, sociólogos como Julio Cotler, arqueólogos como Guillermo Lumbreras, economistas como Ernesto Yepes del Castillo y filósofos como César Augusto Guardia Mayorga y José W. Lora Cam, para citar sinópticamente.

LA IDEOLOGIA ARISTOCRATICO-FEUDAL PRO-IMPERIALISTA

Denominados ideología aristocrática-feudal pro-imperialista, al conjunto de la producción teórica, preparada y trasmitida por los intelectuales orgánicos de las clases dominantes del país, a través de sus dogmas, ensayos y planteamientos, en su afán de dilatar los privilegios que sus castas habían alcanzado en el período virreinal, propósito que al entronizarse el imperialismo, será objeto de mixtificación y yuxtaposición de intereses, para extender el aliento y la acción de un sistema económico y social que no permitirá el desarrollo de un capitalismo independiente; muy al contrario, fomentará la reafirmación de un régimen semifeudal y semicolonial.

En efecto, producido en 1821, el rompimiento de la dominación que España ejerció sobre nuestro territorio, sin la asunción al poder de una moderna clase que fuera capaz de promover condiciones para la instauración de un superior modo de producción, el espíritu y la praxis de un servilismo y fidelidad obsecuente con la corona por parte de los criollos, no se hará esperar. Un nuevo reacomodo de los distintos sectores sociales habrá de manifestarse. Es así que gamonales serranos, rentistas urbanos, capas de comerciantes, clérigos de diferentes órdenes, profesionales liberales, artesanos y caudillos militares se aunarán para reproducir y prolongar las tradicionales relaciones de producción servil que presidieron el coloniaje. Hace poco, un estudio realizado por Dennos Gilbert (7) ha demostrado que gran parte de nuestro país se había reducido a enclaves semifeudales, en los cuales grandes terratenientes ampliaban sus imperios a expensas de las tierras comunales de los indígenas, los mercaderes extranjeros asumieron la actividad comercial de importación y exportación en las décadas de 1830 y 1840, la política nacional pasó a un estado de caos, permitiendo que los jefes castrenses desafiaran y desplazaran continuamente a los gobiernos instituidos en Lima. Esta situación continuó sin modificaciones hasta la era conocida por los historiadores como la “Época del Guano” (1840-1879).

Al interior de la sierra y a lo largo de las haciendas, el gamonalismo que, según Manuel Burga y Alberto Flores Galindo (8), se había convertido en un poder local con fuerzas cuasi-militares propias de un señorío feudal de parroquia, proseguía cultivando un despotismo despiadado en contra de los siervos y usurpando tierras no obstante de que el latifundio, por su pésima administración técnica le depararía sólo escasa productividad, baja rentabilidad y lo que es peor, gran derroche de fuerza de trabajo.

En el otro extremo, el Estado, según las palabras de Jorge Basadre (9), estará asechado constantemente por las ambiciones militares que observando el vacío social que habían dejado los aristócratas peninsulares y sus acólitos al abandonar nuestros suelos en el tramo de la emancipación, encontrarán la oportunidad propicia para tácitamente adjudicarse la administración gubernamental por casi todo el siglo XIX. Era pues prácticamente la institución mejor articulada que empleó coyunturalmente su prestigio alcanzado en las guerras de la independencia.

Dado que el régimen económico-social dominante del coloniaje no fue sustantivamente alterado, resulta iluso pensar que personas faltos de talento empresarial, con una larga costumbre formada sólo para llevar un estilo de vida opulento inspirado en los modelos europeos, pudieran dar inicio a un florecimiento industrial. Al contrario, la época del guano no nos dio empresarios y su influencia en el desarrollo económico en general fue negativa, ya que la alternancia que se registró entre civiles y militares en cuanto al control del aparato estatal, lamentablemente derrochó la caja fiscal en la remuneración a las abultadas filas del Ejército y la burocracia, en la consolidación de la deuda nacional, en la compensación a los hacendados por la manumisión de los esclavos negros, en la construcción de ferrocarriles. Mientras esto ocurría a nivel del usufructo de la administración central, el sector privado se satisfacía con una profusa importación de artículos de lujo. Había pues en las urbes una ausencia completa de manufacturas y fábricas, en tanto que en la sierra el latifundio no explotaba la tierra en todas sus áreas, los artículos de pan llevar tenían que ser solicitados a Chile y Ecuador. En una palabra, quienes gobernaron en la época del guano no instalaron ninguna infraestructura que posibilitara el crecimiento económico.

Siendo esta la fisonomía real de nuestra nación en lo estructural, es obvio concluir que, en la esfera de la superestructura, no asomara tampoco cambios fundamentales. Si bien, a imitación de Europa, a través de sus discursos jacobinos algunos liberales se desvivían en el Congreso Constituyente para darnos una legislación de corte democrático-burgués, al final sólo conseguirán en las asambleas triunfos “formales”. Ello explica por qué a pesar de los esfuerzos demostrados por Benito Laso, los hermanos Gálvez y otros tribunos, para derrotar a las fuerzas conservadoras nucleadas tras el verbo y la estrategia de Bartolomé Herrera, no lograrán posibilitar un modo de producción burgués.

Es verdad que, en 1871, a decir de Ernesto Yepes del Castillo (10), cerca de catorce mil personas, compuestas por burgueses incipientes, profesionales liberales, artesanos e incluso operarios de todo género, fueron movilizados en Lima con el propósito de contrarrestar el auge del inconstitucionalismo castrense. Este movimiento liderado por Manuel Pardo, descendiente de la aristocracia de sangre, talento y dinero, suscitó la formación del Partido Civil como antítesis de la arbitrariedad militar, con la expectativa de ingresar de lleno a la formación de una política precapitalista de producción. Para ello, ideológicamente se sirvieron de los fundamentos de la filosofía positivista, que deparaba para la mentalidad burguesa todo un futuro provisor.

El civilismo que inicialmente, en 1872, asumiera el poder con Pardo y luego de interrupciones volviera a dirigir, logró después del enfrentamiento con Chile, entre 1899 a 1912, controlar la maquinaria del Estado a través de los regímenes de López de Romaña, Manuel Candamo, José Pardo y Augusto B. Leguía.

En todo este trecho difundió en los círculos elitistas y en las aulas de San Marcos la ideología de la burguesía triunfante de Francia, por intermedio de Javier Prado Ugarteche, Jorge Polar, Alejandro Maguiña, Clemente Palma, Carlos Listón, Joaquín Capelo, Carlos Wiesse, Mariano H. Cornejo. Manuel Vicente Villarán y otros juristas, pero usando como conductores ideológicos no a Comte, que fue declaradamente anticlerical, sino a Spencer, Fouillée, Boutrox y Eucken, que predicaban sólo un positivismo “idealista”, dejando a la religión la explicación del dominio de “lo incognoscible”.

La actitud pusilánime de estos pensadores respondió a su extracción y situación de clase, pues muchos de ellos provenían de una aristocracia rentista ligada en alguna forma a la propiedad terrateniente, de ahí que no propagaron con el suficiente entusiasmo que el momento requería y más bien retornaron a la ideología que su élite ejercitaba desde la colonia. Por ello, no serán consecuentes con el impulso positivista y una vez instalado el imperialismo en nuestro suelo unos se apearán al pragmatismo norteamericano como lo hicieron Joaquín Capelo y Manuel Vicente Villarán, y otros, como Javier Prado Ugarteche, retornarán por sus convicciones místicas y de clase, a la ideología clerical-feudal.

El civilismo no pudo, en consecuencia, hallar el despegue que habían planificado sus programadores. La clase rentistas nucleada a través de las riquezas del guano se dedicó a la especulación de valores y la propiedad urbana; si bien se emprendió con la política de construcción de ferrocarriles, esta decisión implicó el progresivo endeudamiento y a la postre, sirvió más bien de infraestructura para los enclaves imperialistas. Esto explica también por qué consumada la guerra con el país del Sur, quedamos en la bancarrota económica.

La solitaria voz de protesta lanzada por Gonzales Prada no tendrá mayor resonancia en las esferas gubernamentales por encontrarse en ellas encaramados, prominentes miembros del gamonalismo andino, rentistas y consignatarios del guano y otros profesionales liberales al servicio de las castas oligárquicas.

Así es pues como en el plano ideológico, la intelectualidad oficial ensayará tímidamente la circulación del positivismo, pero dado que el compromiso de las castas latifundistas como el clero estaba fuertemente imbricado, los propios propagandistas de la filosofía burguesa de Comte – excepto Gonzáles Prada – regresarán a los dominios del espiritualismo, que esta vez se remozaba con las tesis de Bergson y Klages y lo que es peor, algunos de ellos, anclarán en las playas del fascismo. Tal es lo que ocurre con nuestros pensadores como Alejandro O. Deústua, Víctor Andrés Belaúnde, Francisco García Calderón y José de la Riva Agüero, cuyos ensayos, así como los de los positivistas peruanos exponemos en las siguientes páginas. Sin embargo, es interesante hacer notar que el positivismo le servirá a la clase terrateniente-oligárquico sólo para frenar los ímpetus de los sectores mesocráticos que pugnaban por arrebatarles formulando un serio programa reivindicativo. Capeado el temporal, la oligarquía optará por el fácil expediente de aliarse con el poder imperialista, el cual se instalaba en los enclaves mineros, petroleros, azucareros, laneros y arroceros. Esta coyunda, de hecho, impedirá que se lleve adelante la revolución democrático burguesa y, por consiguiente, el nacimiento de una industria nacional autónoma.

Desprestigiadas las cartas del civilismo y el fascismo, por el incontenible avance de la propaganda socialista bolchevique, los círculos dominantes elegirán esta vez las corrientes irracionalistas que también llegaban de ultramar. Así como, por conducto de Walter Peñaloza se difundirá el neokantismo; por acción de Carlos Cuelo Fernandini y Nelly Festín se divulgará la Fenomenología; por intermediación de Alberto Wagner de Reyna y Víctor Li Carrillo, llegará el Existencialismo; por la iniciativa de Honorio Delgado y Luis Felipe Alarco se volverá a hablar del Idealismo Objetivo; por intervención de Augusto Salazar Bondy y Arsenio Guzmán Jonquera se pregonará la Filosofía Analítica; con la participación de Leopoldo Chippo se reeditará el voluntarismo; a través de Antonio Peña Cabrera, Antonio Pinilla y Mario Alzadora, se retornará al tomismo; y por su inclinación a la Matemática, Francisco Miró Quesada traerá la Epistemología y la Lógica Moderna, aunque este último, en su afán de diferenciarse de los anteriores, argüirá ser un “ateísta nostálgico” y luego de haber intentado vanamente darle contenido ideológico al Partido “Acción Popular”, nos entregará en 1969 la tesis de una nueva ideología humanista que dice no haberse ensayado aún en ninguna parte del mundo y que sin embargo – afirma Miró Quesada – es superior al marxismo.

Jaime Cerrón Palomino (1937-1990)

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DISCURSO

Discurso del Dr. Rodolfo Cerrón-Palomino en la condecoración Honoris Causa

Texto ligeramente modificado del discurso de orden leído por el autor en ocasión de la recepción del grado de Doctor Honoris Causa que le fuera otorgado por la UNCP en sesión solemne del Consejo Universitario, presidida por el señor Rector Dr. Moisés Vásquez Caicedo, llevada a cabo el 17 de setiembre de 2019 en la sala Javier Pulgar Vidal del recinto de la ciudad universitaria. El texto debe ser tomado como una suerte de sencillo tributo intelectual a la casa de estudios, a su cuerpo regente y administrativo, a sus docentes y alumnos que la integran.

LENGUA, SOCIEDAD E HISTORIA EN EL VALLE DEL MANTARO:TESTIMONIO PERSONAL

Rodolfo Cerrón-Palomino

Pontificia Universidad Católica del Perú

Propósito. Siguiendo la tradición protocolar en ceremonias como la presente, es altamente honroso para mí dirigirme a tan benévola audiencia mediante la lectura del texto que he preparado para esta magna ocasión. Mi alocución constará de tres partes: en la primera, ofreceré un esbozo sobre mi trayectoria académica; en la segunda, que a su vez tendrá tres secciones, trataré de demostrar cómo la disciplina lingüística puede ayudar a comprender y esclarecer Mejor algunos de los problemas sociales, culturales e históricos que aquejan a nuestra sociedad. Con la venia de la máxima autoridad de esta casa de estudios, nada más oportuno que iniciar el primer tramo de mi disertación, el de mi periplo académico, recordando aquel dictum gorkiano, que aprendí de mis lecturas moceriles, cuando el novelista ruso señala que quien habla de sí mismo, miente siempre, en la desgracia, para despertar simpatías y adhesión; en la bonanza, para alimentar el ego y suscitar envidias. Procuraré, pues, ser lo más objetivo y modesto posible en los juicios y apreciaciones que siguen.

1. Profesión de fe. Pues bien, quien les habla nació en el distrito, por entonces huancaíno, de Santiago de León de Chongos, justamente al frente de esta ciudad, en la banda opuesta del Mantaro. El nombre nativo de mi pueblo debía hacer alusión a los CHUNKU, un grupo étnico (de “nación propia”) del valle del Mantaro, distinto de la etnia huanca propiamente dicha, pero integrado dentro de la parcialidad de Hanan-Huanca por TupaInca Yupanqui. Así parece desprenderse de una carta del cabildo de “los choncos de la provincia de xauxa”, escrita el 8 de enero de 1566, dirigida nada menos que al rey de España, y firmada “en el balle de los choncos y de los rreynos del Peru”, por los alcaldes Felipe Yaroconias (o sea /yaru kunya-ş/ “Yaru el Tonante”) y Antonio Yaru, “caçiques et principales de la naçion llamada chongos”, dada a conocer y transcrita por el joven historiador José Carlos de la Puente (2016). Allí nacimos, a principios de la década del 40, en el seno de una familia conocida, algo venida a menos por cuestiones típicas derivadas de la lucha por la tierra en la génesis y formación de los pequeños latifundios de la región. Estudié la primaria en el Colegio Pre-vocacional de Varones N° 516, con compañeros de clase mayormente bilingües quechua-castellano, que en las horas de recreo se sentían más cómodos con el quechua, con exclusión y hasta marginación de los pocos privilegiados que nos manejábamos solo en castellano. De toda esa etapa formativaguardo un recuerdo indeleble de las enseñanzas, en el sexto año de primaria, de mi profesor Isaac Retamozo Galván, natural de Vilca, pero afincado en Chongos. Don Isaac no era simple profesor normalista, pues tenía formación universitaria incompleta, interrumpida por la clausura de San Marcos en la época de Sánchez Cerro. Sus enseñanzas eran verdaderas cátedras y no solo en el aula sino también fuera de ella. Juzgando en frío, hoy puedo sostener que habría querido contar con profesores de esa talla en Santa Isabel. En esos tiempos no había colegio secundario en los pueblos del valle y entonces había que “pasar a Huancayo”, como se decía, para proseguir los estudios respectivos, y así lo hicimos quienes procedíamos de familias que podían solventar los gastos. La secundaria la hicimos en el antiguo colegio de Santa Isabel, que el año 1952 pasó a ser Gran Unidad Escolar, y nuestro ingreso a dicho centro coincidió, al año siguiente, con el traslado a su flamante local de Pichcos, que nos tocó inaugurar. Allí estudiamos quienes éramos marginados por los citadinos y por los naturales de los distritos de la margen izquierda del valle: allí, en los salones de clase, profesores y alumnos se burlaban de los alumnos de la banda derecha del Mantaro, y nombres de algunos distritos como Chupaca y Sicaya se habían erigido en motes, distorsionados groseramente como “Chopaca” o “Secaya”, en medio de la mofa general del resto del salón. Tuve la suerte, si así puede decirse, de que el nombre de mi pueblo no era ni siquiera conocido, ya que habían sido contados, desde su fundación, los alumnos que me habían precedido en dicho colegio, incluyendo a mi padre. Pero había una estrategia para salvar el estigma, y era que uno podíamimetizarse, ya sea entre los citadinos, ya entre los alumnos de la margen izquierda. Y así tuve compañeros que solo más tarde, ya profesionales, descubrimos que eran de Chongos Bajo, como en mi caso, o de Sicaya, como en el caso de Roberto Arroyo, conocido científico social de origen sicaíno. De mis profesores huancaínos no guardo, lamentablemente, ningún recuerdo especial, apenas quizás de dos o tres de ellos, uno de Geografía, otro de Economía Política, y un tercero de Filosofía. La mayoría practicaba y alentaba el culto de la memorización: cuanto más memorioso y paporretero era el alumno, mejor; no había, de parte de ellos, ejercicios reflexivos o críticos, menos racionalizaciones propias, improvisadas y no sacadas de los libros. ¡Qué diferencia con mi profesor Retamozo! Y así, la secundaria fue para mí una experiencia, juzgada a posteriori, bastante infructuosa y estéril. Me temo que así funcionaba el sistema educativo nacional en su conjunto, en el que toda reflexión crítica, todo análisis conceptual, estaban vedados. De esta manera, los estudiantes secundarios formábamos legiones de “chancones” que, bien abrigados, salíamos en la madrugada, libro o cuaderno en manos, paseándonos por los senderos de la gran alameda de eucaliptos que presidía el cementerio de la ciudad, tratando de memorizar apuntes y lecturas al pie de la letra, para satisfacción yengolosinamiento de nuestros profesores. Pero también en el colegio aprendimos el arte del plagio, gastando horas en preparar cartuchos de hojas en las que se transcribían las posibles preguntas de los exámenes, de las que se copiaban burlando la atención del maestro. En materia de Literatura no nos hicieron leer ni a Vallejo ni a Arguedas, con haber estado vinculado este último al colegio. Y si no fuera por la pequeña biblioteca de unos tíos míos y de la de mis amigos huancaínos Lagos, nuestra formación cultural y humanística tocaba las lindes de la barbarie, miradas las cosas desde el punto de vista occidental, se entiende. Y así, con semejante formación precaria, viajamos a la capital, en prosecución de nuestros estudios universitarios. Ingresamos en la Universidad de San Marcos el año de 1960, precisamente el mismo en el que empezó a funcionar esta honorable casa de estudios. San Marcos fue para nosotros el generoso espacio acogedor en el que pudimos sentir, por primera vez en nuestra experiencia provinciana de estudiante, un extraordinario ambiente de liberación espiritual e intelectual, desprejuiciada, de aprendizaje concienzudo y racional, superando de una vez por todas la práctica de la memorización de los contenidos que aún arrastrábamos de la secundaria. Oír las clases de connotadas autoridades del saber, de ilustres estudiosos e investigadores, muchos de ellos de nivel internacional, que hacían ciencia y arte, alentando el trabajo académico y señalando derroteros de investigación entre sus alumnos, ciertamente fue una revelación estupenda para nuestra alma provinciana y sedienta de aprendizaje. Tras los dos años de Cultura General, y habiéndonos lanzado prácticamente al vacío para estudiar únicamente la carrera de Letras, especialidad nada pragmática ni menos utilitarista, elegida hasta entonces solo por gente de solvencia económica y “bien nacida”, fuimos abriéndonos el camino a punta de lectura y estudio, y, para sorpresa creciente nuestra, con aprobación de nuestros profesores, quienes no vacilaron en incorporarnos en sus cenáculos y conversatorios, más aun habiendo descubierto en nosotros, desde las primeras clases, una verdadera vocación lingüística que, de paso sea dicho, acabó con nuestros escarceos literarios que ya habíamos dado a conocer entre profesores y camaradas de mis estudios previos de cultura general. Y así fue como, sin saber exactamente en qué consistían la Lingüística y la Filología, me inicié en estas disciplinas y, no sin sorpresa mía, devine en especialista en ellas. Mientras ello ocurría en San Marcos, esta Universidad también, en el plano socio-cultural y académico, se constituía en un verdadero crisol en el que podían fundirse las aspiraciones de la numerosa población estudiantil que, imposibilitada de cursar sus estudios superiores en la capital, podía ahora acceder al nivel de formación académica hasta entonces vedado. La creación de este recinto académico significó, por lo menos en su etapa inicial de funcionamiento, la cancelación de los prejuicios citadinos y discriminadores para con los pobladores de la margen derecha del Mantaro, que pronto lograron alinearse con los de la banda izquierda, en pie de igualdad social y económica: no más, desde entonces, los apodos toponímicos que los “emponchados de la banda derecha” tenían como estigmas marcados en la frente. Fueron muchos los profesores iniciales de esta universidad que lucharon y combatieron la ideología pequeño-burguesa de la superioridad de la capital frente a los pueblos del Valle. Uno de ellos fue nada menos don Javier Pulgar Vidal, fundador de esta casa de estudios, y en cuyo recinto, que honra su memoria, me dirijo a esta venerable audiencia. No tuve la suerte de ser alumno de don Javier cuando reingresó a SM, pero siempre admiré su extraordinaria preocupación por la suerte de nuestros topónimos locales, fichándolos celosamente, para cuyo estudio e interpretación, sin embargo, no estaba preparado, como hombre de su tiempo que fue. Para terminar con este punto, resta que digamos algunas palabras sobre nuestra adscripción a la Universidad Católica. Capturada por Sendero Luminoso en la década del 90 e intervenida luego por el ingeniero Fujimori, se perdió el espacio de reflexión y de convivencia conceptual e ideológica que era SM. El gobierno dictatorial introdujo mejoras materiales en el recinto académico, pero el nivel de las cátedras y la calidad de los profesores empezaron a fallar sensiblemente, por lo menos en el campo de las Humanidades. Luego de jubilarnos de esa casa de estudios en 1991, anduvimos peregrinando en distintos lugares, tanto nacionales como extranjeros, difundiendo nuestra disciplina no ya en el país, sino en otros espacios académicos, especialmente andinos, cuyas realidades lingüísticas comencé a estudiar e investigar. Finalmente, tras dicho periplo, anclamos en la PUCP, no sin vencer nuestras propias reticencias respecto del “abandono” de nuestra alma mater. En todo ese lapso, sin embargo, la sociedad peruana fue recomponiéndose social y económicamente, y, en consecuencia, la población universitaria también. Quiero decir que la PUCP es ahora, comunitaria y académicamente, lo que SM fue cuando me tocó ser estudiante. Para hablar solo de la lingüística, los tipos de problemas que antes eran abordados solo en SM, hoy día lo son también, y con mejor calidad y experticia, en la vieja casa de estudios de la PUCP, donde por lo menos hasta las postrimerías del siglo pasado campeaba aún el espíritu hispanizante de Riva Agüero. La lingüística al servicio de la sociedad. Tras haberme dispensado ofrecer un somero recuento acerca de mi formación como especialista en el área de la lingüística andina, séame permitido ahora tratar de explicar y justificar de qué manera una especialidad, considerada árida y difícil por los practicantes de las otras disciplinas sociales, no lo es en verdad, y, por el contrario, se presta, fuera del marco estrecho de su propia tecnicidad, a facilitar el conocimiento de la realidad en la que vivimos inmersos, ayudándonos a comprender su complejidad, y eventualmente a resolver problemas propios de nuestra cotidianeidad, tanto en el nivel individual, como en el societario, así en nuestra circunstancia presente como en el devenir de nuestra historia. En prueba de ello, quisiera referirme en esta magna ocasión, a tres aspectos puntuales que buscan demostrar de qué manera la lingüística, que no solo ha sido concebida para refugiarse en una torre de marfil (y hay, dentro de la disciplina, practicantes de este tipo de orientación eminentemente gimnástica) puede ser puesta al servicio de la sociedad. Los aspectos a los que nos referiremos tocan directamente a nuestra realidad andina, y local más precisamente, siendo el primero de carácter sociolingüístico, el segundo de naturaleza dialectológica, y el tercero de orden socio-histórico e identitario. En las secciones siguientes de mi disertación me dedicaré a elaborar sobre tales puntos. La motosidad. Pues bien, en relación con el primer asunto, el de carácter sociolingüístico, quisiera llamar la atención sobre un aspecto álgido y delicado, que llega a tocar las fibras más íntimas de la personalidad humana: el problema que enfrenta el bilingüe quechua-castellano (o el aimara-castellano, en el altiplano) en toda el área andina. Me refiero al asunto de la “motosidad”, o del hablar “mote con cancha”, como graciosa, pero prejuiciosamente, se lo ha llegado a estereotipar en nuestras sociedades andinas. Un fenómeno que, cuando se lo examina y analiza fríamente, libre de prejuicios y de preconcepciones, resulta natural y espontáneo allí donde entran en contacto pueblos de lenguas distintas, ya que los sistemas lingüísticos que adquirimos en el hogar y en el seno de la sociedad donde nacemos modelan y tipifican nuestros hábitos articulatorios y nuestros esquemas morfo-semánticos, de tal modo que, enfrentados a situaciones ajenas a la propia experiencia vital, nos sentimos imposibilitados de adecuarnos a otra experiencia idiomática, totalmente novedosa, o peor aún, socio-culturalmente inasible yen ciertos casos vedada. Sin embargo, en el contexto de la sociedad colonial andina, de naturaleza estamental, y en el de la república aristocrática sucedánea cuyo bicentenario estamos a punto de celebrar, el fenómeno natural de la interferencia lingüística asume fuertes connotaciones discriminatorias, al margen de su naturaleza normal y esperable, para disfrazarse de argumentos no solo de orden étnico-racista sino también intelectivo y facultativo. Según esta actitud distorsionada de una realidad normal y espontánea (lo anormal sería que no tuviéramos tropiezos en el aprendizaje de una segunda lengua), los problemas fonéticos (confusión de las vocales /i, e/ y /u, o/) y gramaticales (las discordancias de género y número) que enfrenta el quechua-hablante al aprender el castellano se deberían a su natural incapacidad intelectual, a sus prácticas culturales silvestres y a los efectos de su embrutecimiento por el consumo de la coca y del aguardiente, entre otras debilidades supuestamente congéneres y hereditarias. Elevada dicha actitud a la condición de estereotipo por los grupos de poder establecidos y por el sistema educativo normativo imperante, de él no se han librado ni los próceres y fundadores de nuestras repúblicas, como fue el caso del presidente de la Confederación Perú-boliviana, el mariscal don Andrés de Santa Cruz, por el hecho de haber nacido en el Cuzco y de haber tenido como madre a una potentada cacica aimara. Basta con leer las redondillas que le endilga el aristócrata Felipe Pardo de Aliaga (“¿porqui boscas la Pirú?”, etc.), cuando regresa de España al Perú ya emancipado, tras haber huido allá en plena lucha emancipatoria, para hacerse cargo de las profundas e irrestañables pullas lanzadas contra el ilustre patriota. Estamos hablando del mismo estigma del que son víctimas quienes aprenden el castellano en una realidad social y cultural hondamente fracturada como la sociedad peruana y andina en su conjunto, en medio de una atmósfera de violencia y de discriminación, alentada incluso por nuestros medios de comunicación masiva. Sobra señalar que esta violencia idiomática fue, y seguramente sigue siendo, una práctica corriente en las escuelas y colegios de nuestro medio, aquí en el Valle del Mantaro, con profesores normalistas traumatizados por haber sufrido semejante humillación y desprecio. Hay que recordar que esto mismo ocurría aquí en esta universidad, fundada como comunal, que tuvo la virtud de abrir sus puertas a los “cholos emponchados de la banda derecha”, como diría un profesor de la región. Y quienes ejercían de verdugos eran gente venida de la capital que, sin entender el problema en su verdadera raíz, recurrían a la mofa y a la sátira de sus propios alumnos, ridiculizándolos y ejerciendo con fruición su rol estigmatizador (como cierto profesor de triste recordación, que se jubiló en esta universidad sin haber escrito un párrafo sobre la realidad lingüística de la región). Lo denunciamos muchas veces aquí en Huancayo, en conferencias y en publicaciones que luego trascendieron las fronteras del país y se instalaron en todos los pueblos andinos (cf. Cerrón-Palomino 1975). Y así, cuando se nos acercaron espontáneamente universitarios bolivianos para agradecernos por haber salido en defensa de los “motosos” del Ande, advertimos por primera vez de qué manera el trabajo lingüístico, más allá de sus tecnicismos, puede ser verdaderamente liberador, proyectándose sobre una sociedad discriminadora, erigida sobre la base de un conjunto de prejuicios y malentendidos. Para terminar con este punto, me limitaré a dar un solo ejemplo: los últimos hablantes de la lengua uro, con quienes trabajé por más de diez años en las mesetas de Oruro, manejan una lengua que tiene cinco vocales, como la castellana, de manera que cuando aprenden esta lengua no tienen ningún problema de “motosidad”.Los problemas surgen cuando una lengua, como la quechua o la aimara, solo tienen tres vocales, frente al castellano penta-vocálico. De allí que, en nuestro caso, cuando aprendemos inglés o francés, o cualquier otro idioma occidental, “motoseemos” inevitablemente, pues estas lenguas poseen más vocales que la castellana. El asunto de los problemas de aprendizaje de una segunda lengua es, pues, universal, y de ellos no se libra nadie; y conste que, en estos menesteres, no juega ningún rol la inteligencia y sí la pura habilidad de los dotados lingüísticamente. Dialectología quechua. El segundo tópico anunciado que abordaremos es el de la dialectología quechua de la región, más específicamente de la del Valle del Mantaro. Apenas estudiada por primera vez solo en la primera quincena del siglo pasado, como ocurrió con las demás variedades centrales y sureñas no cuzqueñas del quechua, la variedad huanca permaneció completamente invisibilizada y librada a su suerte en labios de sus hablantes desde los tiempos de la colonia, debido a la entronización del dialecto cuzqueño como la lengua quechua por excelencia. De allí que debemos celebrar el punto de quiebre que significó la aparición de los trabajos lexicográficos y gramaticales del franciscano huancaíno José María Francisco Ráez, quien en 1905 y 1915 respectivamente, publicó los vocabularios y las gramáticas del quechua-huanca y del ayacuchano. Por primera vez en la historia de los dialectos quechuas contábamos con tales materiales propios de dialectos hasta entonces ignorados y soslayados por los estudiosos nacionales y extranjeros, todos ellos imbuidos de la idea de que el único y verdadero quechua era el cuzqueño, y que las demás variedades no pasaban de ser merasbastardizaciones del quechua primordial que supuestamente hablaban los incas. No obstante, el intento por romper con dicha tradición por parte del Colegio de Propaganda Fide del Perú, de cuya colegiatura formaba parte activa el padre Ráez, dicha valoración desigual respecto de los dialectos quechuas permanecerá intacta hasta la segunda mitad del siglo pasado no solo como parte de la cultura ilustrada de la época sino incluso en los medios académicos más exigentes. Las cosas cambiarían rotundamente con la instauración del Departamento de Lingüística en la Universidad de San Marcos, de cuya primera generación de estudiantes formamos parte afortunadamente. Allí, en nuestras clases de lingüística y dialectología quechuas, asistimos a lo que vendría a ser una auténtica revolución mental en la materia, un verdadero cambio de paradigmas conceptuales, gracias a las enseñanzas de nuestros profesores, el norteamericano GaryParker, procedente de la Universidad de Cornell, y el peruano Alfredo Torero, que acababa de llegar de la Sorbona de Francia. De ellos aprendimos algunos conceptos básicos referidos a la historia y evolución de los dialectos quechuas que permanecen incuestionables hasta la fecha, como verdades inconcusas: (a) que el quechua no se originó en el Cuzco; (b) que el quechua es una familia lingüística (como lo es la familia románica en Europa); (c) que el cuzqueño es apenas uno de los dialectos de esta familia lingüística; (d) que las variedades del quechua central son mucho más conservadoras y ricas que el propio dialecto cuzqueño; y (e) que para conocer el origen y la evolución del quechua en su conjunto, hay que apoyarnos en la información proporcionada por las variedades centrales y no por la cuzqueña, como eran la creencia y la práctica tradicionales. Había, pues, que estudiar estas variedades centrales de la familia, postergadas y menospreciadas hasta entonces desde los tiempos de la colonia, incluso por sus propios hablantes. El reto para comenzar a volcar la mirada sobre ellas estaba en nuestras manos, revalorando el quechua-huanca que, hasta entonces, siguiendo la vieja tradición, lo teníamos subordinado al quechua sureño, influido por nuestras lecturas del Inca Garcilaso y, posteriormente, por los escritos de Arguedas. Y así, como huancaíno, conocedor pasivo del dialecto quechua local, mas no hablante del mismo, decidimos hacer de nuestros conocimientos aún elementales de la lingüística analítica y descriptiva aprendida en clase, una herramienta que nos ayudara en el estudio sistemático de la variedad local. Pronto descubrimos la autenticidad de los trabajos del padre Ráez, a la parque detectamos los errores en los textos quechuas recogidos por Farfán en la década del 50; pero también advertimos con desencanto las colecciones de canciones, textos y narrativas supuestamente huancas, registrados por D’Harcourt (1925), Farfán (1948), Arguedas (1953), Quijada Jara (1957), y otros autores, aparentes cultores del quechua local, proclives a mezclar el quechua-huanca con el sureño, incapaces de separar ambos dialectos, por simple desconocimiento de sus estructuras lingüísticas subyacentes. Desde entonces se ha venido perpetrando este tipo de vejaciones en contra de la personalidad idiomática genuina del quechua-huanca. Práctica, dicho sea de paso, que persiste en nuestro medio, huérfano de estudiosos serios que tengan conocimientos dialectales y lingüísticos básicos de la región. Había, pues, que emprender un trabajo dialectológico de campo, que permitiera conocer la variedad idiomática directamente, en el terreno y en boca de sus hablantes, de pueblo en pueblo, recorriendo todo el valle y ascendiendo a los poblados alto-andinos. Es lo que hicimos en más de dos oportunidades en la década del 70 y del 80, sin contar las visitas esporádicas al campo, ya sea en busca de mayores precisiones, ya sea llenando vacíos que las visitas previas no permitieron cubrir. Solo así fue posible conocer la realidad dialectal del quechua del Valle, apenas entrevista por el padre Ráez y por el propio Torero, y confusamente ejemplificada por el cuzqueño Farfán. Como resultado de nuestras faenas de campo pudimos no solo ofrecer un vocabulario y una gramática que abarcara todas las manifestaciones locales de la variedad hablada en el Valle (cf. Cerrón-Palomino 1976a, 1976b) sino, de manera no menos importante, divisar en ella tres subdialectos claramente distinguibles en base a isoglosas lingüísticas territorialmente definidas, y lo que es más, correlacionables con el antiguo linderamiento incaico de las provincias tripartitas del Valle: Xauxa-huanca, Lulin-huanca y Hanan-huanca, que más tarde, ya en época republicana, se constituirían en las tres provincias respectivas del Valle: Jauja, Concepción y Huancayo. Esta realidad, de corte histórico-dialectal, trasladada a un mapa, fue posible gracias al trabajo de campo emprendido por quien les habla cuando aún no se vaticinaba el surgimiento de una nueva provincia, la de Chupaca, que dialectalmente, después de todo, no se distingue de Huancayo (cf. Cerrón-Palomino 1989). Tampoco se sospechaba entonces, aun cuando las evidencias parecían insinuarse, del desplazamiento acelerado de la lengua nativa en todo el valle para refugiarse en las zonas alto-andinas y en las estribaciones de los Andes orientales. Con todo, el conocimiento de esta realidad y de las potencialidades de su revitalización o la inevitabilidad de su camino hacia su extinción, solo pueden juzgarse dentro del contexto sociopolítico, cultural y educativo en el que se enmarca el fenómeno lingüístico, que no puede comprenderse a cabalidad en tanto se desconozca o se malentienda, irreflexivamente, la naturaleza orgánica y las propiedades del dialecto involucrado. Prehistoria local. Finalmente, ha llegado el momento de referirnos al tercer asunto anunciado, el de corte histórico-cultural ligado al problema de la cuestión de la nacionalidad huanca, de la que tanto se habla y pregona. En este punto habrá que reconocer que la persona que, por primera vez en el medio académico local trató dela existencia de una “nación huanca” debidamente consolidada en épocas preincaicas fue nada menos que el historiador Waldemar Espinoza Soriano, profesor y autoridad universitaria que fuera de este magno recinto que ahora nos acoge. Pues bien, según este historiador cajamarquino, a la caída del imperio Huari (alrededor del siglo X) y el surgimiento del período arqueológico consiguiente, conocido como el de los “Desarrollos Regionales”, el Valle del Mantaro estaba poblado por lo menos por unos setenta aillus o etnias (cf. Espinoza Soriano 1974: cap. I, 28), entre los cuales estaban los tunan-malcas, los xauxas, los malca-uillcas, los llacssa-pallangas y los chuncus.Tales pueblos, según mi propia interpretación, habrían sido de habla originaria aimara, en proceso de quechuización, como lo prueban no solo la toponimia y la antroponimia, sino también el mismo quechua huanca, que se configura como tal con influencia notoria de aquella lengua en su pronunciación, en su léxico y en su gramática. Según la conocida tesis del historiador Espinoza Soriano tales etnias habrían logrado unificarse, formando una “nación” denominada huanca. Ante la festinación grotesca de la escritura y pronunciación de los nombres étnicos y toponímicos de la región por parte de nuestros historiadores, tanto locales como nacionales, optamos aquí por rescatar, previo conocimiento de la variedad local del quechua, a partir de su evolución del proto-quechua, la forma genuina de tales nombres, de otro modo cuzqueñizados a fortiori (se habla, por ejemplo, de los centros poblados, como llactas en lugar de malcas) o castellanizados asistemáticamente. ¿En qué se basa Espinoza para apoyar su hipótesis?

Fuera de inferencias puramente especulativas, creemos que simplemente no hay bases empíricas, por el lado histórico, que respalden dicho supuesto. La evidencia lingüística, sin embargo, como siempre ignorada en los trabajos de los historiadores y arqueólogos, contradice dicha postulación, desde el momento en que la variedad huanca presenta, como lo hemos demostrado ampliamente (cf., por ejemplo, Cerrón-Palomino 1989), dos dialectos claramente distintos en pronunciación, léxico y gramática: el Ñuha-huanca y el Yaha-huanca. Tales variedades se corresponden territorialmente, con superposiciones que no sorprenden, a las provincias de Jauja, por un lado, y a las de Concepción, Chupaca y Huancayo, por el otro. Obviamente, una nación unificada habría podido superar la brecha dialectal en aras de una unidad idiomática, eliminando los resquebrajamientos propios de sociedades semiautónomas. De hecho, el cronista Pedro Pizarro, testigo presencial de la conquista del Valle, parece corroborar dicha dicotomía identitaria, en el plano cultural y simbólico, al hacernos saber que los “xauxas traen unas faxas coloradas alrededor de las caueças, de anchor de una mano; los guancas las traen negras” (cf. Pizarro [1571] 1978: cap. 13, 75).Nótese cómo el cronista separa a xauxas de huancas, contradiciendo lo señalado por Cieza de León, quien sostenía que todos los pueblos del Valle “tenían y tienen por nombre los Guancas” (cf. Cieza de León [1553] 1984: cap. lxxxiii, p. 242).4 La contradicción podría salvarse, sin embargo, si asumimos que el cronista soldado se está refiriendo a una realidad más bien incaica o incaizada y no preincaica. Y es que la conquista de los incas habría modificado el sistema sociopolítico y económico del Valle del Mantaro, no solo subsumiendo las diversas etnias en tres grandes parcialidades e introduciendo mitmas de varia procedencia, sino también habrían ido fomentando una proto-identidad huanca, cuya situación abortada por la conquista no parece haberse consumado nunca. Por lo demás, el solo hecho de que en 1566 las autoridades del cabildo de Chongos se identificaran como miembros de “la naçion llamada chongos”, echa por tierra esa “unidad” étnica que habrían conseguido los aillus del Valle del Mantaro en época preincaica. Somos conscientes, ciertamente, de que el concepto de “nación” empleado por los cronistas de los siglos XVI y XVII no corresponde al que entendemos como tal ahora, como producto de su acuñamiento romántico europeo en el siglo XIX. Lo que queda claro, sin embargo, y gracias a la evidencia lingüística, es que la llamada “nación huanca” nunca existió, persistiendo en cambio hasta nuestros días esa adscripción identitaria excluyente entre “xauxas” y “huancas”, cuya filiación persiste en el imaginario colectivo del poblador del Valle, y que, en determinadas circunstancias, aflora a la superficie, creando problemas políticos y sociales que entorpecen, frustran o dilatan los programas de desarrollo de las autoridades regionales (como en el caso del proyectado aeropuerto internacional en las pampas de Sicaya).Epílogo. Pues bien, llegados a este punto de nuestra intervención, solo esperamos haber cumplido con nuestro cometido inicial de llamar la atención sobre las potencialidades de la lingüística y de la filología empleadas como herramientas de análisis y reflexión sobre nuestra realidad histórico-cultural y societal andina. Renovamos nuestro agradecimiento al Consejo Universitario de esta casa de estudios, en la persona de su ilustre rector, por habernos concedido el máximo galardón de reconocimiento de nuestra labor académica e investigatoria a lo largo de todos estos años en que, no obstante haber abandonado por algún tiempo la realidad de la patria chica, para dirigir nuestra atención reflexiva a otras realidades y espacios andinos, igualmente importantes para conocer mejor la nuestra, hemos regresado, cual hijo pródigo, a la patria local que nos viera nacer con los mismos intereses de estudio e investigación. Vaya también nuestro reconocimiento a la Facultad de Antropología de esta universidad, que acogió gentilmente la solicitud de incorporarnos como miembro honorario de su plana de docentes. De igual manera, quedamos sumamente agradecidos por la labor estupenda de coordinación del personal de la Red Peruana de Universidades (RPU), tanto local, como de la PUCP, y que juntos hicieron posible la realización de esta ceremonia. De igual manera, vaya también nuestro agradecimiento a las personas amigas que, con su apoyo desprendido y generoso, nunca desmayaron en ver realizado este reconocimiento. Finalmente, no podría dejar de mencionar aquí a Jaime, hermano mayor, ausente ya de este recinto por casi tres décadas, en la persona de su hijo injustamente privado de libertad y despojado de su cargo de gobernador regional, limpiamente ganado en las justas electorales pasadas, por las artimañas del poder judicial local en manos de jueces venales y coimeros (vicsaraycos, como los llamaría Guaman Poma con fino humor). Con el final trágico de Jaime perdimos a uno de los interlocutores más cultos e inteligentes que tuvimos en esta casa de estudios, lector empedernido, educador apasionado, brillante polemista, y de prosa diáfana, como se trasluce en sus escritos y apuntes dejados truncos o a medio pergeñar. ¡Muchas gracias! Bibliografía citada

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QUIJADA JARA, Sergio1957 Canciones de ganado y pastores. Lima: Talleres Gráficos P.L. VillanuevaS.A.

RÁEZ, Fray Francisco María José1905 Vocabulario castellano y keshua de Ayacucho y Junín tomado delPolíglota Incaico. Lima: Tipografía del Colegio de Propaganda Fide del Perú.1917a Gramáticas en el quíchua-huanca y en el de Ayacucho. Lima: Sanmarti yCa.1917b Catecismo en quéchua huanca. Lima: Imprenta Comercial de Horacio LaRosa & Co.2018 Diccionario Huanca Quechua -castellano/ castellano-quechua. Edicióninterpretación y modernización de Rodolfo Cerrón-Palomino. Lima:Instituto Riva Agüero/ Fondo Editorial de la PUCP.

VEGA, Andrés de[1582] 1965 “La descripción que se hizo en la provincia de Xauxa por la instrucción de S. M. que a la dicha provincia se invió de molde”. En JIMÉNEZ DE LAESPADA, Marcos (ed.). Relaciones geográficas de Indias. Madrid: BAE, Ediciones Atlas, Tomo I, pp. 166-175.

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ENTREVISTA

Entrevista a Vladimir Cerrón en Ayacucho sobre historia de la universidad peruana

29.06.19. Entrevista al Dr. Vladimir Cerrón Rojas, Secretario General Nacional del Partido Polìtico Nacional Perú Libre, sobre historia de la universidad peruana, vida y obra de su padre, naturaleza del Apra y del imperialismo, realidad educativa y sanitaria, vivencia en Cuba y viaje a Venezuela, política internacional latinoamericana, la unidad de izquierda y los poderes fácticos en el país.

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ENSAYO

Filosofía de las Sociedades Capitalistas

Jaime Cerrón Palomino

Bernardino Matos Pacheco

Huancayo – 1989

INTRODUCCIÓN

Se denomina Sociedad Capitalista al régimen social de producción que tiene sus inicios en Europa Occidental alrededor del Siglo XIV con la acumulación originaria del capital y se expande por casi todo el globo hasta nuestros días, luego de haber recorrido por las siguientes etapas y períodos (1):

  1. Etapa premonopólica o de libre concurrencia. Caracterizada a su vez por tres fases:
  1. De la cooperación capitalista simple (aproximadamente desde el siglo XIV hasta mediados del Siglo XVI).
  2. De la Manufactura (desde mediados del Siglo XVI hasta el último tercio del Siglo XVIII).
  3. De la Revolución Industrial (desde el último tercio del siglo XVIII hasta el final del primer cuarto del Siglo XIX).
  • Etapa monopólica o imperialista. Abarca desde el final del primer cuarto del Siglo XIX hasta hoy), siendo sus características saltantes las siguientes:
  1. La exportación de capitales.
    1. El reparto económico del mundo, y
    2. La aparición del sistema colonial.

La filosofía que corresponde a cada una de estas etapas y períodos, fue articulada por pensadores e intelectuales que formularon proyectos y propuestas frente a las contradicciones sociales de cada uno de esos momentos, respectivamente. Algunos de ellos atinaron ponerse a la altura del desarrollo de las fuerzas productivas; los otros, sin entender esta dinámica, porfiaron en la reafirmación del stablishment. Y no faltaron tampoco los videntes que con legítima fundamentación predictiva, señalaron oportunamente los males y diseñaron modelos sociales congruentes con el bienestar general de la humanidad.

Fue en Italia donde se dieron los primeros gérmenes de la sociedad capitalista y fueron también los italianos Nicolás Maquiavelo (Florentino) y Giordano Bruno, el primero en la esfera social y el segundo en el campo de la naturaleza, quienes apuntalaron las ideas congruentes a los intereses de la clase capitalista, que por entonces se manifestaba revolucionaria frente al retardario orden feudal.

Al ingresar la sociedad europea al período de la manufactura tanto en Inglaterra como en Holanda, son también los filósofos británicos Francisco Bacon, Thomas Hobbes y Honh Locke, los que a tono con la ciencia y el progreso de la técnica impulsan desde la superestructura, el desarrollo de la producción, valiéndose de tesis empiristas, sensualistas y mecanicistas, con el influjo de las investigaciones realizadas por Galileo, Copérnico, Newton y Kepler.

Simultáneamente una trilogía de pensadores: el Holandés Benito Spinoza, el Francés Renato Descartes y el Alemán Godofredo Leibnitz, observando el portentoso cambio que operaba en la estructura económico-social de los países bajos, no sólo propagaron el materialismo mecanicista a los confines del mundo, sino que avistaron ciertas premisas dialécticas. Es verdad que Leibnitz al final desemboco en la monadología y el pluralismo espiritualistas y en este sentido hay colindancias con el Ingles George Berkeley, un idealista a ultranza. Pero el norte común de la mayoría de estos  teóricos radica en el afán de enlazar la Filosofía y la Ciencia.

Experimentada la revolución industrial en Inglaterra, los países vecinos, fundamentalmente Alemania y Francia se aprestan a crear las condiciones propicias para la intrusión del sistema capitalista en sus territorios. Aunque en Alemania las supervivencias feudales se muestran reticentes a asistir a la nueva formación económico-social, sus intelectuales saludan las relaciones de producción burguesas e inútilmente buscan una conciliación con el modo de producción feudal. Este estado de ánimo queda trasuntado en el pensamiento de Manuel Kant, Guillermo Federico Hegel y Ludwig Feuerbach.

Mas, la propia Francia que había sido protagonista de un legítimo cambio cualitativo, declaróse por las palabras de Augusto Comte, la portadora de la ideología burguesa triunfante. La expresión de este espíritu es el Positivismo.

Pero, la burguesía, embelesada por su éxito no se dio tiempo para advertir que tras ella, se preparaba el fermento de la revolución proletaria. Es por ello que Francia resulta ser la cuna natural del segundo socialismo utópico a través de Enrique Saint Simon y Charles Fourier. Es ese mismo país, el que tuvo como primeros patrocinadores de los reclamos de la clase obrera a los anarquistas Pierre Proudhón y Michel Bakunin. Sin embargo, será todavía en el territorio germano donde se inaugurará la ideología genuina de la clase trabajadora, con el concurso de Marx y Engels.

Cierto es que, superado el positivismos por el marxismo, la burguesía no se ha quedado cruzada de brazos. Ha estructurado, valiéndose de sus intelectuales “orgánicos” otras tendencias, confusionistas como son: el voluntarismo, el vitalismo, el neckantismo, etc. El paso a la fase imperialista, constituye todo un esfuerzo por demostrar que el materialismo dialéctico e histórico es un contrasentido. En ese empeño aparecen en escena: el existencialismo la fenomenología, el personalismo, el realismo, el empirismo lógico, el neopositivismo, la filosofía analítica y otras corrientes, todas ellas reminiscencias unas veces del agnosticismo de kant del berkeleanismo y de vertientes eclécticas.

En el otro estribo de la contradicción, el materialismo dialéctico ha encontrado en la fase imperialista a su auténtico intérprete: Vladimir Ilich Lenin, secundado por José Stalin. Ante la insurgencia de tesis revisionistas y heterodoxas, en las diversas naciones, fundamentalmente en China Popular, se han alzado otros nuevos pensadores, siendo el más connotado: Mao Tse Tung.

El presente Manual, por la limitación de sus páginas, no comprende el desarrollo de todo el pensamiento filosófico burgués; tampoco ingresa al análisis de las ideas de los pensadores socialistas científicos. Abarca el estudio de la filosofía del capitalismo sólo hasta su momento competitivo, reservándose presentar el pensamiento de las otras etapas y períodos, en próximos trabajos.

Como bibliografía, se ha tratado, en lo posible, acudir a las fuentes mismas de los pensadores, sirviéndonos en todo caso, de la crítica que formula el materialismo dialéctico e histórico.

LOS AUTORES

SITUACION ESTRUCTURAL Y SUPERESTRUCTURAL DE LOS PUEBLOS OCCIDENTALES AL AGONIZAR EL MODO DE PRODUCCIÓN FEUDAL

La descomposición de la sociedad feudal y de su organización gremial, se estuvo registrando desde el Siglo XIII. Las centurias subsiguientes: XIV y XV, nos muestran la siguiente cosmovisión (2):

  1. Visión restringida del Universo. El hombre de ese tiempo tienen un dominio reducido del cosmos. La tierra está considerada como el centro del universo y se tiene el convencimiento de que está cubierta por arriba con una bóveda de cristal que tiene estrellas fijas.
  • Horizonte geográfico limitado. Sólo tenía manejo del mediterráneo. A lo sumo había recorrido hasta las costas de Europa. De Asia únicamente estaba al tanto del cercano y medio oriente; del sur tenía informes de un mundo fabuloso; de Africa, apenas había explorado la costa norte del Atlántico. Más allá de estos lugares presumía que concluía el mundo “finis terrae”. Empero, unos pocos contaban con la experiencia de haber emprendido viajes, de haber captado técnicas exóticas y aprendido nuevos idiomas.
  • Visión retrospectiva del tiempo. El Hombre del medioevo no estaba instruido del desarrollo de las sociedades prefeudales y primitivas. A esa altura, los pueblos extraeuropeos están considerados como paganos, pecadores, bárbaros y réprobos.
  • Interrelación occidente-oriente. El contacto con los pueblos orientales se había establecido por necesidad. Occidente surtía de oro y plata, mientras que oriente proveía con especies. Debido a esto se produce, por otro lado, el desabastecimiento de metales de Europa, que luego se llegó a superar con el descubrimiento de América.
  • Base económica. El régimen de servidumbre está caracterizado por la existencia de la gran propiedad terrateniente, regentada por los señores feudales. Al lado de ella, está la propiedad individual del campesino y del artesano. La actividad más importante es la agricultura, escoltada por otras actividades menores como la artesanal y la comercial. La Iglesia es propietaria de bienes raíces y organismos financieros embrionarios. La duración de la jornada de trabajo está por encima de las doce horas, a libre albedrío de los poseedores de los medios de producción.
  • Lucha de clases. El descontento de los sectores marginados se manifiesta a través de movimientos perfectamente definidos en dos matices:
  • Los dirigidos por campesinos y artesanos y
  • Los dirigidos por burgueses.
  • Ideología vigente. Es la de la escolástica, fundada en las sagradas escrituras, en la lógica aristotélica y la doctrina tomista. La Iglesia es una institución con intelectuales propios, con idioma privativo (el latín) y con  férrea organización. Sus prelados dominan la superestructura política.

NACIMIENTO DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA EN EL PROPIO SENO DEL FEUDALISMO

Como bien precisa el materialismo dialéctico, lo nuevo no surge de “la nada”, sino de una situación anterior, que prepara las condiciones para el nacimiento de algo superior y progresivo. Así pues, la insurgencia del capitalismo estuvo signada dentro de las leyes del desarrollo social y siguiendo lo establecido por la ley de la negación, fue el propio régimen feudal el que alistó las premisas de un nuevo orden social.

La concurrencia de esta nueva formación económico-social nos entrega los siguientes perfiles:

  1. Fuerzas Productivas. La humanidad conoce las ventajas de la brújula, la pólvora, la imprenta, la bomba centrífuga, la excavadora de canales, el tornillo cónico, la tracción de cable y las armas de fuero. Está pertrechado de los rudimentos de astronomía, mecánica, matemática, hidrotecnia, navegación, artillería y agronomía, lo cual repercutirá favorablemente en el auge del comercio y la industria y la propia evolución de la técnica y la ciencia.

El salto cualitativo notorio que se experimenta queda reflejado al advertirse que:

  • Del manejo de instrumentos toscos se pasa a los refinados.
    • De la rueca automática se pasa a la máquina de hilar.
    • Del martillo de mano se pasa al martillo de vapor.
    • De los aperos agrícolas a la maquinaria agrícola y a la agronomía.
    • De los talleres artesanales a las fábricas y al maquinismo.
    • De la navegación precaria al transporte transoceánico.
    • Del dominio del hábitat europeo a la fauna y flora planetarias.
    • Del señorío del mediterráneo al a exploración del Atlántico y otros mares.
    • Del conocimiento de un espacio físico constreñido a la formación de una nueva imagen del universo.
    • De los mercados y puertos locales como: Flandes, Génova, Venecia, Florencia y Borgoña, a los mercados internacionales de Lisboa, Sevilla, Lyon y Amberes.
  • Relaciones de Producción. Si bien es verdad subsisten las relaciones de subordinación o dominación, por estar intacto el régimen de la propiedad privada de los medios de producción, sin embargo, el antagonismo entre explotados y explotadores sacudirá la estructura social, diseñando un nuevo modo de producción clasista.

En efecto la oposición riqueza-miseria; tiranía-democracia; libertad-persecución, echará bases para la formación nueva que contendrá los siguientes rasgos:

  • Alrededor del Siglo XIV, Francia empieza a decaer como potencia feudal; en cambio en Italia, comienza a tomar cuerpo la Manufactura abandonando su condición de país exclusivamente agricultor.
    • De la unidad existente entre medios de producción y productores directos, se produce el divorcio entre estos dos elementos.
    • De la posición de sus pequeñas propiedades, los campesinos son violentamente despojados por los capitalistas, por requerir éstos de inmensos campos para la producción de pastos.
    • De la condición de propietarios de talleres que ostentaban los artesanos, pasan a la condición de obreros de fábricas por empobrecimiento absoluto.
    • De la condición de trabajadores de campo los siervos pasan a la de desocupados y se aprestan a buscar empleos.
    • De los oficios exclusivamente rurales, la humanidad pasa a desempeñar actividades propias de la ciudad.
    • De la producción individual artesanal se pasa a la producción mercantil organizada en compañías.
    • De la actividad relativamente libre, el trabajador pasa a ser un apéndice de la máquina.
    • De las formas rudimentarias de transacción se pasará a la apertura de instituciones crediticias, bolsas de comercio y otras formas de perfeccionamiento financiero.
    • Jurídicamente el trabajador se sentirá libre e independiente, pero en la práctica dependerá económicamente del burgués.
    • De clase no-fundamental, la burguesía pasará a convertirse en el aspecto principal de la contradicción.
  • Lucha de Clases. En el terreno social, las contradicciones son cada vez más persistentes entre el popolo (pueblo) y la nubili (nobleza), inclusive, al interior del pueblo, entre el popolo minuto (población con diminutos ingresos) y el popolo grasso (población robusta).

El Siglo XIV es prolífico en la expresión de ese descontento:

  • En 1307, se subleva DOLCINO en Italia.
  • En 1343, se rebelan los trabajadores asalariados en Florencia.
  • En 1345, se plasma la primera huelga en Italia con CIUTO BRANDINI.
  • En 1358, se lleva a cabo la sublevación campesina de Jacquiere.
  • En 1378, se registra la primera rebelión de los pobres en Florencia.
  • En 1381, acontece un levantamiento campesino en Inglaterra conducido por WATT TYLER.
  • En 1382,  se levantan los artesanos de París, Al mando de CABOCHE.

El siglo XV, no esta exento de protestas. En 1450, se concreta una sublevación campesina dirigida por JACK CADE.

Pero, el alzamiento que consiguió ribetes más estruendosos es el que se llevó a cabo en 1525 y que se conoce con el nombre de la Guerra Campesina de Alemania, la misma que fue iniciada por PEDRO PASSLER. En esta ocasión, los campesinos se negaron a pagar la renta en tributo a los señores feudales y empiezan a hacer resistencia con armas en a mano. El Jefe del Ejército es MIGUEL GAISMAIR.

El programa plateó la abolición de prestaciones personales, impuestos y diezmos. Exigen la devolución de las tierras y la confiscación de los bienes de la Iglesia; piden que los cargos eclesiásticos sean ocupados por elección democrática. Los más radicales solicitan la liquidación física de los feudales laicos y clericales. La clase que se enfrentó contra el régimen es el pueblo trabajador. En sus filas hallábanse componentes de las capas pobres. La guerra se prolongó hasta por 10 años, destacando como guías Tomás Muntzer y Miguel Gaismair. En la mira de estos encontrábase entregar el poder feudal a los del pueblo.

El alzamiento terminó con la muerte de Gaismair en 1532. Muchos críticos atribuyeron la caída de este movimiento a la circunstancia de haber sido una guerra burguesa prematura.

  • Superestructura. La conciencia social, acorde a los cambios producidos en la base y como bien dice el materialismo histórico, muchas veces, adelantándose a su propia base, condicionó la formación del modo de producción capitalista, en sus diversas esferas.
  • En el campo de la ciencia. El descubrimiento de las leyes mecánicas y la exploración del espacio sideral por Galileo (3); la superación de la tesis tolemaica por la de Copérnico (4) hicieron sentir el amanecer de una nueva concepción, si se tienen en cuenta que:
  1. De la afirmación de que el mundo físico es finito, se pasa a la confirmación de que la naturaleza es infinita en el espacio e ilimitada en el tiempo, gracias a las investigaciones de Giordano Bruno (5).
  2. De la concepción materialista espontánea del universo, se pasa con Galileo (6) a la concepción materialista-mecanicista, contando para ello con el aporte de las Ciencias Naturales.
  3. Del fuerte arraigo de la metafísica en el medioevo, se pasa al descubrimiento de fuerzas contrarias en el universo como causa generatriz del movimiento, por las valiosas deducciones establecidas por Bernardo Telesio (7).
  4. De la confianza plena en la astrología, la magia y la alquimia, se pasa gracias a Leonardo da Vinci (8) a la necesidad de emplear métodos matemáticos y mecánicos para la explicación de los fenómenos.
  5. De la idea de que los planetas y otros elementos celestes son gobernados por los dioses, se pasa a la explicación de John Kepler, de que los planetas se mueven en función de fuerzas físicas y leyes mecánicas objetivas (9).
  6. Del desconocimiento de la verdadera causa de la atracción de los cuerpos, se pasa a la aclaración de que, a decir de Newton, ello obedece a la ley de la gravitación universal (10).
  7. De la vigencia plena y exclusiva del método aristotélico-tomista que presidió en la Edad Media, circunscribiéndose a la deducación y el silogismo, se pasa con Francis Bacon, a inaugurar un método mucho más eficaz y productivo: la inducción (11).
  • En la esfera de la política.
  • Del encubrimiento del carácter del Estado feudal y burgués, se pasa a desenmascarar los intereses que persigue, el comportamiento cínico de los gobernantes y la ausencia de toda ética en la administración. En este sentido es fecundo el concurso de Maquiavelo (12).
  • De la naturaleza intocable de las instituciones organizadas por la clase dominante, se pasa con Tomás Muntzer a pedir su democratización, socialización y abolición de privilegios.
  •  De la creencia y convicción de que la propiedad privada es innata al hombre e imposible su erradicación, se pasa con Tomás Moro (13) a desentrañar su situación de causante de los grandes males sociales.
  • En la esfera de la religión.
  • Del carácter intocable que exhiben la Iglesia, el Papado y las instituciones consideradas sacras, se pasa su cuestionamiento, gracias a la propaganda herética desplegada por Juan Huss, Martín Lutero, Pomponazzi y otros.
  • Del encubrimiento embozado de la corrupción de la Iglesia, se pasa al terreno de las herejías populares y doctas, pidiendo la confiscación de los bienes o su desintegración.

NICOLAS MAQUIAVELO

(1469 – 1527)

Extracción y posición de clase.

El nacimiento, la infancia y la juventud de Nicolás Maquiavelo lo sitúan en el seno de una familia perteneciente a la clase media de Florencia (Italia). Su madurez la transcurre desempeñándose como diplomático en diferentes cortes de Europa, principalmente entre los 33 a 43 años, cuando se constituye en el “brazo derecho” de Pier Solderini, presidente vitalicio de su patria.

Su paso por los círculos de gobierno le permitió tomar una radiografía exacta de los apetitos, intereses y proyectos que guiaban a una nueva clase social en formación: La burguesía. Tan ligado estuvo Maquiavelo a los jefes de Estado que al caer Solderini, también fue deportado y torturado, oportunidad que le servirá para reflexionar profundamente y producir obras que a esta altura se han convertido en verdaderos recetarios para la conducción de regímenes burgueses. Su obra cimera: El Principe (1513),  constituye según su biógrafo Henry Thomas (14) “un verdadero manual de opresión”.

Por la forma como se permite recomendar a los administradores del Estado, Maquiavelo ha sido considerado como el genuino ideólogo de la clase social burguesa. Tal ha sido el impacto que este pensador ha causado que, los estadistas posteriores han creado el mito del “maquiavelismo” para referirse a las acciones de felonía en que incurren a menudo los palaciegos.

Todo esto nos lleva a concluir que Maquiavelo, aparte de haber reflejado vivamente el estado de corrupción que reinaba en Italia y Europa entre los siglos XVI y XVII, enfilaba sus ataques contra los residuos del mundo feudal y auspiciaba, en cambio, regímenes fuertes, de naturaleza monárquica y absolutista.

Su postura filosófica.

El pensamiento de Maquiavelo, por referirse a temas de orden histórico, social, político y jurídico, se inscribe dentro de las vertientes que algunos tratadistas de la filosofía llaman Filosofia Social. En efecto, en Maquiavelo, están ausentes las reflexiones en torno a la cosmología, astronomía o física. Estudiosos más recientes mas bien lo tipifican como Sociólogo o Politólogo con orientación historicista.

Entre los filósofos modernos fue Francisco Bacon quien lo felicitó por haber expresado abiertamente y sin disimulo lo que los hombres “acostumbraban a hacer y no lo que debían hacer”.

La Sociedad.

Según Maquiavelo, la sociedad, esto es, la humanidad se guía por intereses de tipo material y por el egoísmo. Los gobernantes, por ejemplo, actúan movidos por la conquista o el mantenimiento del  poder político, en cambio los súbditos aspiran al orden y la seguridad. Si bien los intereses de unos y otros son opuestos, empero los unen ambiciones de naturaleza terrena. De ahí que más fácilmente olvidan a sus ascendientes, pero no así a los bienes que éstos dejaron.

Por el enfoque metafísico que imprimió a sus ideas, Maquiavelo no pudo desentrañar las causas del verdadero desencuentro entre las clases sociales, sin embargo, tienen el mérito de haber analizado el Estado con “ojos humanos” según reconoció años después Carlos Marx (15).

La Política.

Maquiavelo ha sido considerado como el auténtico teórico del Estado, como un artista de la política. Si bien es cierto que sus escritos no tienen el rango que corresponde a un legítimo tratadista, sin embargo tienen la ventaja de constituir un manual para la acción política inmediata. El Príncipe no es una obra hecha para el futuro, en medio de ensoñaciones. Muy al contrario, está destinado a los hombres de acción. Sus normas no son enunciados románticos, antes bien, están prescritas para ser aplicadas. No contienen pues una especulación filosófica o científica erudita, sino que se contraen a describir descarnadamente la realidad europea; denuncia la necesidad de construir un Estado donde pueda imperar la ley frente a la arbitrariedad del monarca. Destruye los mitos del poder, el falso prestigio de la autoridad; desestabiliza a quienes se hallan en el altar del gobierno porque difunde un realismo popular de masa. De ahí que algunos politólogos lo hayan considerado como un codigo secreto pero a la vez ingenuo, dado que instruye inclusive a los artesanos de la política. Es un compendio que sirve tanto para defenderse como para tiranos, en suma, tienen el estilo de un manifiesto político. Según Benedetto Croce (16) el manual es válido tanto para demócratas como para reaccionarios, porque allí se relata lo que ya fue aplicado por los más grandes gobernantes de la historia, y según Schopenhauer ese libro tiene la virtud de un maestro de esgrima que no sólo enseña el arte de matar, sino también el arte de no dejarse matar, sin tener que convertirse por ello en sicarios o asesinos.

En lo esencial, Maquiavelo rechaza la concepción teocrática del Estado y se pronuncia por un fuerte organismo nacional libre de discordias intestinas y feudales, capaz de aplastar las agitaciones populares. Considera que es el Estado el fin al cual deben subordinarse la moral, la religión, etc. Quiere un Estado laico, absolutista, regentado por un Príncipe a quien debe obedecer incluso la Iglesia.

Entre los “Consejos” que alcanza el Príncipe están los siguientes:

  • Debe ser hábil, astuto y sin escrúpulos.
  • Debe humillarse cuando sea menester pero sólo para luego imponerse.
  • Debe halagar a las multitudes para manejarlas mejor y ejercer la violencia cuando sea necesario.
  • Debe conjugar las cualidades del león con las del zorro, es decir, combinar la bravura con la astucia, el látigo y el caramelo.
  • Debe hacer sus cálculos, incluso para las ocasiones adversas.
  • Debe emplear todos los medios a su alcance (la perfidia, el asesinato,  la traición, el envenenamiento). EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS.
  • Debe saber que en la guerra nada es honrado, pero todo es honroso.

El Derecho.

Según Maquiavelo el único derecho que debe entender el príncipe, es el de la fuerza. Un príncipe no es un legislador; es un guerrero. El gobernante debe saber cuando obrar como bestia  y cuando como hombre. Como humano actúa las veces que hace prevaler las leyes escritas, pero cuando esto no es expeditivo, deberá obrar con la vivencia. El uso de la violencia está justificado porque la humanidad a veces es una horda de brutos. Entonces la mejor manera de aprovecharlas es crear un estado de opresión, porque según las leyes de la selva “si tú no oprimes a los otros, ellos te oprimirán a tí”.

Los fuertes tienen que servirse pues de su potencia. El deber de los débiles es servir a los fuertes. El derecho de los fuertes es servirse de los débiles.

Maquiavelo señala que los emperadores amantes de la justicia siempre terminaron mal. En cambio, los Borgia, consiguieron gloria a base de brutalidad, piedad pues la fuerza es más grande  que la justicia.

La Moral.

El pensamiento de Maquiavelo ha sido considerado de “amoral” precisamente porque prescinde de los códigos de ética que la sociedad había acumulado hasta eses entonces. Plantea el desenfado, la inescrupulosidad en la elección de los medios para el logro de los fines políticos. Aconseja a los príncipes no ser sinceros porque ser bueno es perjudicial, en cambio, aparentarlo trae buenos dividendos, remarca que el fraude es más poderoso que la verdad. Dice que el príncipe no está obligado a cumplir su palabra si tal fidelidad ha de ponerlo en peligro.

Después de calificar la Biblia como un “manual para esclavos”, Maquiavelo opone a los diez mandamientos de la Iglesia, otros diez preceptos:

  • Cuida ante todo tus propios intereses.
  • Hónrate a tí mismo antes que a nadie.
  • Practica el mal y aparenta que haces el bien.
  • Codicia y atrapa todo lo que puedas.
  • Lo mejor después de todo es ser un miserable.
  • En todo caso es mejor la brutalidad.
  • Engaña a la gente cada vez que tengas ocasión.
  • Abate a tus enemigos y si es necesario también a tus amigos.
  • Emplea la fuerza antes que la amabilidad al tratar con otras gentes.
  • No pienses en otra cosa que en la guerra.

Se dice que Maquiavelo para reunir estos preceptos sintetizó el comportamiento de gobernantes clásicos, entre ellos el Rey de España, Fernando; César Bogia, hijo del Papa Alejandro VI y otros dictadores. Había observado, por ejemplo, que Cesar Borgia para asegurarse en el mando había asesinado a su hermano mayor, su cuñado y otros que pudieran molestar en sus afanes; que era un maestro en la hipocresía y especializado en envenenar a sus rivales. Lo único que le animaba era el poder y la riqueza.

Henry Thomas, haciendo un comentario sobre el decálogo de Maquiavelo, nos dice (17):

“Según el brutal Código de Maquiavelo, un príncipe no debe tener en cuenta más que sus propios deseos, sin mirar para nada los derechos de los demás. Estafa a todos los que puedas y haz callar a todos los que se quejan. Pero trata de aparentar que eres liberal. No seas avaro exageradamente, no porque la avaricia sea un defecto en sí, sino porque resulta peligroso adquirir demasiada riqueza. Es preferible robar a los extranjeros que se encuentran impotentes para defenderse, que exprimir a los propios ciudadanos, que impulsados por el hambre pueden levantarse contra ti y destronarte. En otras palabras: roba al débil y engaña al fuerte”.

Juicio Crítico.

  • Maquiavelo comete el error de considerar la propiedad privada, el Estado y las clases sociales como instituciones eternas.
  • No comprende que el egoísmo humano es propio de los modos de producción clasistas, y por ende, pasajero. Hay clases sociales que practican la solidaridad como secuela de la larga experiencia de la sociedad primitiva.
  • No avizoró que la sociedad burguesa también habría de ser reemplazada pro otras formas societales.
  • Estima que sólo las clases medias o la burguesía cumplen un papel transformador y revolucionario. Subestima a las masas no instruidas.
  • Elabora una ética clasista, parcializada y sometida al statu quo.
  • Es reaccionario en su análisis acerca del papel y destino de los pobres del campo y de la ciudad.

TOMAS MUNTZER

(1490 – 1525)

Extracción y posición de clase.

La niñez, adolescencia y la primera fase de la juventud de este ideólogo de las clases explotadas son poco conocidas. Presumiblemente sus padres tuvieron una economía que posibilitó que Tomás estudiara la carrera sacerdotal. En efecto, en sus años mozos se les encuentra ejerciendo la prédica eclesiástica, pero a diferencia de sus congéneres, Muntzer creyó a pie juntillas en el mensaje del evangelio y confrontando la teoría y la praxis del clericalismo se puso a combatir los males sociales y señalar a los culpables, terreno de este estado de cosas. Empleando un verbo encendido e inflamable recorrió por diversos territorios y en esos afanes conoció al teórico de la reforma de la Iglesia: Martín Lutero, con quien trabó amistad y estableció una alianza para difundir el credo reformador, con tal efervescencia que no sólo igualó a Lutero sino que lo rebasó, al punto tal que éste, sintiéndose desplazado y desenmascarado por sus compromisos con un sector de la clase pudiente, tornóse también enemigo de Muntzer al extremo de condicionar su persecución y prisión.

La posición de clase evidenciada harto suficiente por Muntzer habla por sí sola cuando por su verbo demoledor en contra de los intereses feudales y eclesiásticos terminará ajusticiado a los 35 años, en 1525, después de sufrir reiterados exilios, fustigado como agitador y “aliado del diablo”. Si bien, en su fase inicial, Muntzer habia logrado el consenso de la clase burguesa, empero su programa revolucionario fue más allá de los intereses del capitalismo.

Su postura filosófica.

El pensamiento de Muntzer, como el de Moro y Campanella, se afilia en los dominios del Socialismo Utópico, a decir de los historiadores de la Filosofía. Planteó un temprano programa socialista, el cual será confirmado más tarde por Saint-Simon, Fourier y Owen y del cual tomará lo viable el marxismo al reafirmarse la sociedad capitalista.

Otros tratadistas estiman que Muntzer con sus concepciones y su praxis se aproximaba al panteísmo.  Su pensamiento no prescinde del todo de la acción divina.

La Sociedad.

Muntzer tienen la percepción clara de que la sociedad vive gracias al pueblo trabajador. Por ello sostiene que el pueblo debe vivir sin desgracias económicas. Todos los trabajos y bienes deberían ser comunes.  La sociedad no debería conocer clases sociales. No debería existir propiedad privada ni un poder público independiente. No basta por ello, transformar sólo los ritos, como había pensado Lutero. Hay necesidad de hacer transformaciones más profundas y radicales. La humanidad no debía esperar todavía su ascensión a los cielos para encontrar la felicidad. El reino de Dios, debía cristalizarse aquí en la tierra. Para el logro de la solidaridad humana y el exterminio de privilegios había la necesidad de prescindir de emperadores, papas, señores; igualmente había que abolir el lucro y la usura.

La Política.

A decir de los materialistas históricos, el programa de Muntzer constituyó un “anticipido genial de emancipación de los elementos proletarios que apenas empezaban a aparecer en las capas plebeyas (18).

El propio Muntzer en su afán de cambiar la faz de la masa campesina y plebeya difundió los siguientes postulados extremos:

  • Abolición de la propiedad privada.
  • Socialización de los bienes.
  • Supresión de las diferencias estamentales.
  • Implantación de la igualdad universal.
  • Abolición del Estado que tuviera intereses ajenos a los del pueblo.

La Religión.

No obstante su condición de sacerdote, Muntzer impulsó las herejías plebeyas campesinas, divulgando que el paraíso y el infierno están en este mismo mundo real y se expresan a través de la felicidad o la desdicha.

Sin renunciar a la concepción religiosa, Muntzer vivía convencido de que la creencia religiosa se debía al despertar de la razón del hombre. Precisamente empleando la razón, se permite sostener que toda propiedad privada está reñida con Dios. La propiedad privada en la práctica es impía.

Muntzer no se detiene en explicaciones sobrenaturales y más bien afirma que Cristo no es más que un hombre más.

Juicio Crítico.

Josef Janacek, en su obra: La Reforma Protestante (19) emite la siguiente apreciación acerca de la personalidad y pensamiento de Muntzer:

“De todas las figuras de la prematura y revolución burguesa en Alemania la más importante fue, sin duda Tomás Muntzer. Salió de la Reforma, de la filas de los discípulos directos de Martín Lutero y pasando por el radicalismo reformador llegó a desempeñar un papel revolucionario… Tomás Muntzer no respetaba, desde el púlpito, las ideas y los intereses de la nobleza. Comenzó a revisar sus ideas reformadoras y a compararlas con la doctrina de los profetas de Zwixckau. No le interesaba lo que querían los nobles y predicaba lo que creía justo y conforme a su conciencia. Empezaron así a difundir desde el púlpito principal de Zwickau las ideas de los profetas de esta ciudad y las nuevas ideas de Tomas Muntzer.

La transformación de Muntzer fue muy simple. Bajo la influencia de los profetas de Zwickau entendió que la Reforma de Lutero se había detenido a mitad del camino en el momento en que éste se negó a orientarla hacia los problemas sociales. Según Muntzer, la Reforma no podía terminar con el rechazo de los dogmas católicos y el establecimiento de nuevos dogmas luteranos. El objetivo de la Reforma no consistía sólo en transformar los ritos de la Iglesia sino toda la sociedad. Ya en Zwickau, Tomás Muntzer vislumbró ese objetivo y durante toda su vida fue viendo, cada vez en forma más clara, cómo lograrlo. Se fue convirtiendo así en un auténtico revolucionario.

Como es de imaginar, con semejantes ideas, Muntzer no podía conservar su cargo de predicador principal de la ciudad.

Pero la posición de Muntzer en la primavera del 1521 no era ya la misma de Lutero. De predicador luterano se había transformado en paladín de las ideas reformadoras radicales y buscó la forma de estrechar la unión de las corrientes reformadoras radicales de Alemania… Tomás Muntzer escribió un manifiesto a los praguenses en el que fijaba sus ideas políticas y sociales…”

GIORDANO BRUNO

(1548 – 1600)

Extracción y posición de clases.

El pensador más avanzado del renacimiento, siguiendo la tradición de las familias de credo eclesiástico fue formado en un ambiente religioso. Desde niño, por sus excepcionales dotes de memoria fue considerado prodigio. Es matriculado en la orden dominicana a los 15 años y apenas habían transcurrido 3 años entró en conflicto con el excesivo formalismo clerical. En sus estudios se inclinó por la poesía y el arte dramático y después por la filosofía y las ciencias naturales. Al tomar informe de las teorías de Nicolás de Cusa, Raymundo Lulio y Nicolás Copérnico, cada vez más fue distanciándose de la cosmovisión teológica y luego de leer a humanistas y naturalistas de su tiempo, terminó abandonando el convento a los 28 años cuando ya había alcanzado la condición de hombre culto.

Como intelectual insurgente y luchador ardoroso, tomó partido de la ciencia y se tornó en adalid de la concepción antifeudal y anticlerical, llegando a ser uno de los críticos más agudos, desenmascarando el papel reaccionario de la Iglesia.

Por la toma de esa posición convincente es acusado de hereje, pero Bruno sin inmutarse reafirma su nueva óptica y por espacio de 15 años emprende viaje por varios países de Europa en su afán de consolidar su dirección científica. Producto de ello, serán sus obras, entre las que puede mencionarse a dos: De la causa, principio y uno (1584); Del infinito, universo y mundos, escrita el mismo año.

Su tenacidad en estos empeños hará que la Inquisición lo persiga, logrando atraparlo en 1592, fecha en la que se le conminará a retractarse de su credo; pero Bruno se mantendrá consecuente con su concepción, situación que determinará su encarcelamiento por espació de siete años y luego su sentencia de ser quemado en la hoguera. En efecto, el 17 de febrero de 1600, a los 52 años es quemado vivo, no sin antes satirizar al tribunal con éstas palabras: “Tenéis más miedo al pronunciar mi sentencia que yo al escucharla”.

Su postura Filosófica.

Giordano Bruno aquilata la importancia de la filosofía y del filosofar. Así por ejemplo, nos dice que la misión de la filosofía reside en conocer la sustancia única, el sustrato y principio de todos los fenómenos de la naturaleza. Para el efecto, el filósofo deberá renunciar a la especulación teológica y a cuestionar todo aquello que la tradición, la autoridad eclesiástica y los supuestos científicos han pregonado. Quien desee ser filósofo deberá en primera instancia dudar de todo y si han de presentarse opiniones contrapuestas es mejor que ocurra esto, porque así puede descubrirse la verdad. Los hombres no filosofan para alcanzar el éxtasis místico como creía Plotino, sino para tener una visión de la naturaleza en su unidad. De ahí que el conocimiento es perfectible infinitamente.

Si quisiéramos precisar la dirección filosófica que finalmente asumió Bruno, tenemos que concluir que quedó en el panteísmo y en el hilozoismo, aunque jamás aceptó ser lo uno. Es panteísta, sin embargo, porque Bruno identifica al Dios infinito con la naturaleza. La naturaleza es Dios mismo o la voluntad divina. Dios se muda a la naturaleza, la cual es Dios en las cosas.

Es hilozoísta, porque para Bruno, todo se encuentra animado desde las más pequeñas partículas hasta los cuerpos más gigantescos. Todos tienen espíritu; algunos lo poseen en potencia y otros en acto. Dios es la causa del mundo, la causa inmanente, no trascendente. Hay pues un alma mundial que es la principal facultad del mundo, es un principio de vida, una sustancia espiritual. El universo está penetrado de vida y es la misma vida.

Pese a estos matices idealistas y eclécticos, el mérito de Giordano Bruno es haber investigado el mundo material y por ello fue un propagandista entusiasta de la concepción materialista del mundo, aunque transido  de panteísmo.  Y no sólo eso, llegó a algo más: desarrolló algunas categorías dialécticas, tales como la de unidad, concatenación, movimiento y coincidencia de contrarios. Por ejemplo, según Bruno:

  • La destrucción de una cosa entraña la aparición de otra.
  • La generación es una corrupción y la corrupción es una generación.
  • Las magnitudes más grandes se confunden con las más pequeñas.
  • El amor se transforma en odio y viceversa.
  • Muchos venenos terminan siendo antídotos.
  • En el número coinciden lo máximo y lo mínimo.
  • En el espacio coinciden el centro y la periferia.
  • El centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna.
  • En la infinitud se identifican y penetran: la parte y el todo; la recta y la curva; la forma y la materia; la libertad y la necesidad; el sujeto y el objeto.

La materia se transforma infinitamente. De un árbol se deriva la viga; de ésta se obtiene la mesa, el escaño o se hace una caja o un peine. La semilla en su desarrollo se transforma en hierba; ésta en espiga; la espiga en pan; en pan en kilo; el kilo en sangre; la sangre en semen; el semen en embrión; el embrión en hombre; el hombre en cadáver; el cadáver en tierra y así sucesivamente.

Hay unidad entre materia y forma; entre alma y cuerpo; entre acto y potencia.

La Naturaleza.

Pero, donde se advierte una excelente contribución a la filosofía, es en la investigación del universo. Para Bruno el universo no tienen fronteras. El número de mundos es infinito. Nuestro sistema planetario no es el único universo. El sol no es más que uno de los innumerables astros. Cualquier punto del mundo puede ser tomado por el observador como centro. Más allá de nuestro sistema solar existen pues infinitos sistemas. Lo que alcanzamos a observar  no es más que una parte significante. La tierra no es más que una minúscula partícula de un universo encerrado en sí o dentro de un límite. Al mismo tiempo, aclara que este mundo es armonioso y perfecto, está lleno de vida y belleza.

Se comprende pues que Bruno hizo suya la teoría heliocéntrica de nuestro sistema, después de entenderlo a Copérnico, pero Bruno llegó mas allá que éste, al afirmar que existen innumerables mundos parecidos a nuestro sistema solar. Por ello dice que ni la tierra ni el sol son el centro de este cosmos infinito. Rechaza así las con concepciones de Ptolomeo, Aristóteles y del propio Copérnico.

La Materia.

Indudablemente la lectura de Copérnico lo condujo a llegar a conclusiones materialistas, Para Bruno, la materia es el receptáculo de todas las formas, es un principio activo y se halla en el fondo de los fenómenos de la naturaleza. No es pura, es simplemente un principio corpóreo que se contrapone a lo incorpóreo y al vacío. Precisamente la unidad del mundo reside en su materialidad. La materia  es causa y principio de todos los fenómenos naturales. Los mundos terrestres y celestes son homogéneos, se componen de tierra, agua y aire.

El éter es un elemento concatenador. La materia no es un ente pasivo y amorfo; materia y forma son inseparables. Entre materia y forma prima la materia, que todo lo crea de su propio seno. La materia es capaz de producir nuevas formas. La forma no puede existir fuera de la materia. El universo es uno, material, infinito y eterno.

En suma. Bruno tomó partido de las teorías de Demócrito, Epicuro y Lucrecia, y por ende, se adhirió a las tesis atomísticas de los griegos.

Teoría del Conocimiento.

Para Bruno el objeto del conocimiento es la naturaleza. Por ello la sensación es la premisa del conocimiento racional. La intelección es el conocimiento prefecto.

No podemos fiarnos de los sentidos porque nos engañan como sucede con la inmovilidad de la tierra. El campo de los sentidos  es pues limitado. De ahí que el juicio postrero corresponde a la razón. Sin embargo, debemos reconocer que la verdad proviene de la experiencia, siempre que esté iluminada por la razón. No existen dos verdades (la de la ciencia y la de la religión) y de existir ambas, sólo es válida la de la ciencia.

El conocimiento tiene sus grados. En el primero se encuentra la sensación, pero ésta da una fuente poco segura, porque, por ejemplo, no es fácil aprehender las inmensas distancias del universo. El segundo grado viene a ser el entendimiento y después está la razón.

La Moral.

A juicio de Giordano Bruno, las normas morales no deben ajustarse a mandatos exteriores como suele tener el Derecho, sino más bien deben ser normas provenientes del ser mismo, de su conciencia.

La Religión.

En la concepción de Bruno, la religión no tiene un valor teórico sino práctico, en el propósito de alcanzar una superconducta. Mas, en el fondo, la religión es un conjunto de supersticiones directamente contrarias a la razón y a la naturaleza.

Juicio Crítico.

  • Bruno no pudo independizar su concepción materialista de la naturaleza de las posturas panteístas e hilozoístas que interferían como producto de su formación sacerdotal.
  • Cree que la moral es un asunto privativo del hombre y no comprende que responde a un modo de producción.
  • No entiende el rol ideológico que cumple la religión en pro de la clase dominante.
  • No alcanzó a establecer la relación dialéctica entre conocimiento empírico y lógico.

No obstante lo indicado, la valía de Bruno reside como ya se ha dicho en su concepción materialista del universo. Al respecto, Rudolf Chadraba y un grupo de intelectuales, en la obra Renacimiento y Humanismo (20) formulan el siguiente comentario:

“¿Qué planteaba la doctrina pregonada pro Bruno, que tanto ofendió a la Iglesia?. En primer lugar, prosiguió con valentía los estudios iniciados por Copérnico, se apoyó en las teorías de los filósofos materialistas de la Edad Antigua y en los pensamientos de Cusanus… su ciencia del Cosmos, Cosmología, es tan revolucionaria que el mismo Kepler declaraba que leyendo las ideas de Bruno acerca del espacio infinito se apoderaba de él el vértigo. Consideraba al cosmos infinito en el espacio y en tiempo. El sistema solar es uno, entre el inmenso numero de sistemas que constantemente surgen y desaparecen…”

FRANCISCO BACON

(1561 – 1626)

Extracción y Posición de Clase.

Francisco Bacon fue hijo de un alto empleado de la Corte de Inglaterra. Su infancia recibe la adecuada protección con holgura. Estudió jurisprudencia y concluyó su carrera de Abogado a los 21 años, desempeñando casi inmediatamente cargos judiciales y políticos como los de Fiscal, Procurador General Lord Guardasellos, Lord Canciller, Parlamentario, a más de ser Vizconde y Barón de Verulamio. Su condición de descendiente de aristócratas lo aproximó desde temprano a la administración del Estado, sobre todo en el tramo de los 46 a 60 años de edad, al término del cual resulta involucrado en actos punibles, por lo que será enjuiciado y encarcelado. Después de cumplir parte de la sanción, se dedica de lleno a la actividad  científico-filosófica. Fruto de sus reflexiones serán las obras: Novum Organum (1620); Instauratio Magna (1623) y Nueva Atlántida.

Este cortesano hábil, amante de la fatuidad y ambicioso, que igualmente acumuló experiencia como profesor a los 28 años y que fue miembro de la Cámara de los Comunes a los 23, es considerado sin embargo, por la crítica filosófica, como el “profeta de la técnica” y como el pensador que a su debido tiempo tomó distancia de las anacrónicas relaciones feudales, para señalar que la alternativa al estado de miseria en que vivían las capas desposeídas, consistía en dar impulso a la actividad comercial e industrial. Se declaró, por tanto, como vocero oficial del modo de producción capitalista, calificando a la nobleza, a decir de Dynnik (21), como “clase inútil y ociosa”.

Su Postura Filosófica.

Para Bacon, el objeto de la filosofía debe estar orientado a la conquista de la naturaleza y al perfeccionamiento de la vida humana. Para ello, combate en primera instancia a la escolástica, considerándola filosofía improductiva y estéril, inapta para el impulso de la ciencia y la técnica.

Entre idealismo y materialismo, Bacon se pronuncia a favor del segundo, después de haber bebido sus fuentes, en el atomismo griego, específicamente estudiando a Anaxágoras y Demócrito. Luego, sirviéndose de la química y las demás Ciencias Naturales reformula el materialismo con más riqueza, a tal punto que los propios clásicos del marxismo lo meritúan con las siguientes palabras:

“En Bacon, como en su primer creador, el materialismo encierra todavía de un modo candoroso los gérmenes del desarrollo omnilateral. Es como si la materia riese en su esplendor poético-sensorial… El verdadero patriarca del materialismo inglés y de toda la filosofía moderna es Bacon…” (22).

Para salir del atolladero en que se encuentra la humanidad, Bacon recomienda la investigación de la naturaleza y en este propósito descubre que existen obstáculos, por lo que es conveniente, adoptar una metodología adecuada.

Su Metodología.

Bacon nos previene que en nuestro afán por conquistar la verdad, tropezaremos con cuatro errores o Idolas que son las siguientes:

Idola Tribu    : Que afecta    a  toda  la  humanidad. Consiste   en   añadir a un objeto o fenómenos aspectos que no lo tiene, pero que son proporcionados por los sentidos y nos conducen a una falsa generalización.

Idola Specus : Practicado por ciertos grupos sociales, los que, desde su punto de vista particular hacen prevalecer los prejuicios, en función de su constitución física, educación y costumbre.

Idola Theatry: Consiste en ceñirse dogmáticamente a los criterios de la tradición, de lo establecido por una autoridad científica o clerical, sin considerar que corresponden a tiempos superados.

Por eso, Bacon nos extiende para diferenciarlos, tres tipos de métodos:

  1. El Método Dogmático. Que consiste en seguir al pie de la letra lo ya conocido sin incluir nuevos aportes y experiencias peculiares. Según Bacon, esta conducta es similar a la de la araña que año tras año teje su tela sin alteración.
  • El Método Empírico. Caracterizado por la recopilación ciega de abundantes datos provenientes de la experiencia, sin trazarse previamente un objetivo. Es semejante al caso de las hormigas que laboriosamente acumulan diversidad de objetos sin trazarse una perspectiva concreta.
  • El Método Científico. Que consiste en acercar a los hombres a la propia naturaleza utilizando procedimiento de observación y sistemática, comparación, análisis, síntesis, experimentación y comprobación, para reelaborar con los detalles obtenidos, nuevos productos, enfoques o criterios, a la manera de la abeja que recogiendo el zumo de las flores, se apresta a fabricar la miel. El método científico es pues el experimento o la experimentación.

El Experimento:

Es el examen atento e intencionado de la naturaleza. Para su legítimo empleo es condición necesaria superar los cuatro ídolas. Luego conviene no perder de vista que hay dos tipos de experimento:

  1. Experimentos que dan Luz. Son los que no tienen por fin la acumulación inmediata de bienes lucrativos. Antes bien, su propósito es iluminar al investigador proporcionándole un nuevo método, una nueva teoría o el adecuado procedimiento. De ahí que se llame “lucífero”.
  • Experimentos que dan fruto. Son los que reportan beneficio, ganancia o ventaja económica y son empleados fructíferamente en el campo de la industria, el comercio, la técnica y la producción en general.

Bacon es terminante cuando nos dice que toda anticipación sin experimento es inútil. El investigador deberá usar preferentemente la inducción y deberá tener encuentra que inclusive, el resultado de una inducción es provisional.

El Método Inductivo.

La descollante contribución que Francisco Bacon ha prodigado a la filosofía, las ciencias, la pedagogía, la didáctica y a la propia metodología, reside en habernos convencido de la magnitud que encierra la experimentación, a partir de la inducción. Para tal fin, Bacon nos insta abandonar el silogismo aristotélico y la lógica escolástica, porque éstas nos dejan la herencia del abuso de la deducación. El silogismo tiene la enorme desventaja de que no hace prosperar el conocimiento porque la conclusión ya está contenida en la premisa y por tanto no añade nada a lo que ya se sabía.

Para  Bacon, en cambio, la base del método científico es la Inducción, porque partiendo de hechos singulares nos eleva lentamente a las tesis más generales, realizando una separación de los elementos más simples en las cosas, es decir, ligándola al análisis. Dedicó por ello todo un libro: El Novum Organum para subrayar la excelencia de este método. Haciendo exégesis de la superioridad de la inducción nos dice (23):

“En la constitución de axiomas, se ha de excogitar una forma de inducción distinta de la que ha estado en uso hasta ahora;  y aplicarla a la comprobación y descubrimiento no sólo de los que llaman primeros principios, sino también de los menores y de los medios y en fin de todos. Pues la inducción que procede por enumeración simple es una cosa pueril, sus conclusiones son precarias y expuestas al peligro de un hecho contradictorio y las más de las veces deciden por un número de hechos menor de lo debido y por sólo aquellos que están a la mano. Mientras que la inducción que ha de ser útil para el descubrimiento y demostración de las ciencias y de las artes, debe analizar la naturaleza por las debidas eliminaciones y exclusiones; y luego, tras el número suficiente de negativas, concluir sobre hechos afirmativos; lo cual no se ha hecho hasta ahora ni siquiera intentado, con la sola excepción de Platón que a la verdad, emplea en cierta medida esta forma de inducción para discutir definiciones de ideas. Pero para la recta y legítima disposición de esta inducción o demostración ha de echarse mano de muchísimas cosas que hasta ahora no han venido a las mente de ninguno de los mortales; de tal como que se ha de invertir en ella más trabajo que el que se ha invertido hasta ahora en el silogismo…”

La Naturaleza.

Si el objeto de la filosofía es la investigación de la naturaleza, con el auxilio de un eficiente método, a continuación Bacon define la naturaleza como el conjunto de cuerpos sólidos dotado de múltiples cualidades. En este sentido para Bacon la naturaleza es la misma materia. Determinando las características de éste apunta que:

  • La materia es indestructible.
  • Es activa multiforme y multicualitativa, dotada de movimiento.
  • Existe independientemente de toda ciencia y de nuestra conciencia.
  • Es cognoscible.
  • Es inmutable.
  • Materia, forma y movimiento son indesligables, pero diferenciables.
  • El espacio vacío no existe.
  • Las formas son materiales y constituyen la esencia de las cosas.
  • El movimiento no procede de las propiedades intrínsecas de la materia sino de las distintas formas, que en total suman a 19.

Teoría del Conocimiento.

En Gnoseología, Bacon ha sido calificado “padre del  movimiento empirista moderno”. Para él, los sentidos son infalibles y son la fuente del conocimiento. La experiencia es la primera fase del conocer, la segunda está constituida por la razón, la misma que debe someterse a los datos empíricos para una elaboración racional. El conocimiento posee fuerza sólo si se apoya en bases reales.

Bacon está más entusiasmado en la utilización práctica del conocimiento que en el conocimiento mismo. No le interesa saber por saber, sino saber para poder.  De ahí su máxima: “Conocer es poder y poder es conocer”. Bacon está convencido de que a la naturaleza se la domina conociendo. En el proceso del conocimiento conocemos dos momentos:

  1. Negativo o Destructivo. Que consiste en la eliminación de los ídolas.
  • Positivo o Constructivo. Donde se toma contacto con el objeto mediante el experimento y no la especulación.

El objeto del conocimiento es la aprehensión de la materia, de su estructura y transformaciones.

El investigador tienen que estar persuadido que el saber es sólo un medio.

La Ciencia.

Bacon asevera que toda ciencia es ciencia de la experiencia y tiene como finalidad la búsqueda de conocimientos fidedignos. No hay ciencia al margen de la naturaleza y del conjunto de las ciencias naturales, la más exacta es la Física, que tienen como objeto las causas eficientes, mientras que de las causas finales debe ocuparse la Metafísica.

Para lograr la altura de ciencia, la Filosofía deberá unirse a las Ciencias Naturales, con las que entablará un matrimonio fecundo.

Bacon considera que has dos tipos de verdad: la que proviene de la Fe y la que proviene de la Ciencia.

                                    Ciencias de la Memoria: LA HISTORIA (Natural o Civil)

CLASIFICACION          Ciencias de la Imaginación: (La Poesía y la Literatura)

DE LAS                                                                       

CIENCIAS

                                                                        Filosofía I o METAFISICA

Ciencia de la Razón                               TEOLOGIA: Ciencia de Dios

                                                                        Filosofía II        FISICA: Ciencia del Mundo                                                                                                           

                                                                                                ANTROPOLOGIA: Ciencia del

  Hombre

La Política.

Como vocero del capitalismo, adopta posturas reaccionarias, afirmando que los movimientos populares no son sino fuente de disturbios. Bacon recomienda a los sectores sociales la tranquilidad para alcanzar el pedestal de país próspero, Advertía la proximidad de la expansión británica sobre el mundo y descartando el absolutismo se pronunciaba por el establecimiento de un fuerte Estado centralizado, donde campee la técnica, el comercio y la industria y donde se incentive la educación y los inventos. No simpatizaba tampoco con la quietud, al contrario estimulaba cuando era necesaria la guerra, porque según él “un pueblo solo puede desarrollar su riqueza a expensas de otro pueblo”.

Juicio Crítico.

  • Su materialismo está copado de inconsecuencias: admite la tesis del primer impulso como Galileo, Newton, Kepler y otros físicos; su concepción se torna metafísica cuando estima que la materia es inmutable.
  • En Teoría del Conocimiento es ambivalente cuando admite la tesis de la doble verdad, dando así campo a la Teología.
  • En Metodología su inductivismo es unilateral porque no realiza el nexo correspondiente con la deducación.
  • En Política expresa sus prejuicios en contra de la clase trabajadora. La excluye de la capacidad de gobernar.

RENATO DESCARTES

(1596 – 1650)

Extracción y posición de clase.

Renato Descartes fue el tercer hijo de una familia católica perteneciente a la nobleza de Francia. De niño vivió entre cuidados por ser enfermizo. Por espacio de ocho años, de 1604 a 1612, estudió en un colegio privilegiado de los jesuitas, aunque más tarde se quejará de la vacuedad de la cultura escolástica. Su carrera profesional versó sobre jurisprudencia y en efecto, logró doctorarse en Derecho. Deseoso de conocer el mundo, a los 22 años ingresó al ejército imperial para abrazar la vida militar y tener la ocasión de recorrer por casi toda Europa. Con este motivo trabó amistad con científicos y sabios europeos, principalmente matemáticos y físicos. Gracias a este contacto surgirá en Descartes la preocupación por descubrir un nuevo método y por hallar el fundamento de todo el saber humano. Este interés asoma en Renato desde los 23 años. Es así como alista un libro: Tratado del Mundo, donde bajo el influjo de la ciencia perfila un enfrentamiento ideológico contra la Iglesia. Pero en 1633, se entera que el sabio Galileo, por reforzar las tesis de Copérnico es mortificado por el clero. Para evitar fricciones, Descartes se retracta de publicar esa obra. Por entonces tenía la costumbre de consultarlo todo con los sacerdotes.

Desde los 33 años Descartes escoge como residencia la república de Holanda y allí radica por espacio de 20 años, en un país con relaciones de producción entradas ya en el capitalismo, lo cual coadyuvará  enormemente para la toma de una conciencia claramente científica. Debido a ello es que, luego de madurar valiosamente en Física, escribe tres trabajos interesantes: La Dióptrica y Los Meteoros (1635) y la Geometría (1636), donde demuestra su adhesión por Galileo y su predilección por la Lógica y la Matemática, que según Descartes son ciencias que tiene que ver con la evidencia.

La producción científica tornó a Descartes en Filósofo, Físico, Matemático y Fisiólogo y sobre todo, creador de la Geometría Analítica. Ya en plena madurez, se siente con autoridad para librar una dura batalla en pro de la razón humana. Dentro de este empeño, continúa publicando. A los 41 años nos entrega El Discurso del Método (1637); a los 48: Principios de Filosofía (1644), a los 53: Tratado de las Pasiones del Alma, es decir, produjo hasta un año antes de su muerte. Falleció sintiendo la amargura de haber sido atacado por jesuitas y protestantes, a pesar de no haber dejado jamás ser católico y de no haber compartido con las posturas materialistas y empiristas de Bacon.

La crítica filosófica posterior y en especial Dynnik (24) ha remarcado que las ideas de Descartes representan las aspiraciones de la burguesía que quiere llegar a un entendimiento con la nobleza. Otros biógrafos han estimado que Descartes es una figura decisiva en el paso de una época a otra, mientras Ortega y Gasset lo califica como el “primer hombre moderno”.

Su postura filosófica.

En la filosofía cartesiana hay que distinguir dos aspectos:

Cuando se ocupa de temas naturales como la Cosmogonía, Cosmología, la Física y la Fisiología, lo hace con un enfoque materialista mecánico.

Cuando trata de temas sociales y humanos referidos a la Política, Historia, Psicología y Teoría del Conocimiento, se afinca en el idealismo.

De ahí que esté considerado como un filósofo dualista.

Los conocimientos filosóficos los agrupa en dos grandes sectores:

  1. La Metafísica. O doctrina de lo Sobrenatural. Aquí trata del Alma.
  • La Física. O doctrina de la Naturaleza. Donde estudia la materia.

El Dualismo.

Se sustenta en la presencia de dos sustancias independientes:

  1. RES COGITANS o sustancia espiritual, cuyo atributo en el Pensamiento.
  2. RES EXTENSA o sustancia material, cuyo atributo es la Extensión.

Lo espiritual no depende de lo material ni lo material de lo espiritual, sin embargo, ambas sustancias se remiten a un tercer principio que tiene el carácter de supremo, por tratarse de la sustancia divina.

De donde se concluye que Descartes, al final nos remite al Idealismo, sobre todo cuando enuncia la siguiente premisa:

“Soy una sustancia cuya total esencia o naturaleza es Pensar y que no necesita para Ser de ninguna cosa material”.

Para Descartes el principio o sustancia válida es el pensamiento, la mente, la razón o el alma.

El Cogito es la evidencia primaria, la idea clara y distinta por antonomasia, certeza primaria, una verdad inconmovible.

Ahora bien, para entender cómo es que el Cogito es una verdad inconmovible, Descartes nos remite a la Duda Metodológica descubierta por él.

La Metodología.

Para investigar la realidad, Descartes establece la Duda Metódica. Dice que hay que dudar de todo cuanto ha sido admitido por la vía de la fe. Hay que dudar de los dogmas, de los sentidos, del testimonio ajeno y de las vías racionales. Para empezar a investigar, hay que suponer inclusive que no tenemos cuerpo, de que no hay Dios, hay que despojarse de todas opiniones emitidas por las autoridades científicas y eclesiásticas, de las metodologías anteriores como la lógico-aristotélica. Pero después de haber puesto en duda todo, llegaremos a la conclusión de que no es posible dudar de nuestra propia acción de dudar.  Quien duda, piensa. Quien piensa, existe.

Verdad fundamental          : No puedo dudar de que dudo

  Dudar es pensar

  Pensar es Ser

Luego : Es cierto que YO EXISTO

Entonces : PIENSO, LUEGO EXISTO (Cogito Ergo Sum)

En el discurrir de su Método, Descartes puso en duda no sólo las conclusiones de la escolástica, sino también los datos de las ciencias naturales.

Descartes recomienda que no hay que poner límite a la duda, pero al mismo tiempo subraya que no hay porqué ser escépticos hasta el fin, no debe practicarse la duda por la duda y  llegar a lo irresoluto. Más bien hay que partir de un principio teórico, absoluto y cierto, que a la vez debe ser universal, inmutable y aplicable a todas las ramas del conocimiento. De acuerdo a esto, la verdad primera o el punto de arranque del filósofo es que “se puede dudar de todo, pero no se puede dudar de que se está dudando”. De este modo, se parte de un principio convencional, que al mismo tiempo anticipa la conclusión.

La Duda debe reunir científicamente ciertas características:

  • Debe ser metódica y no definitiva. Es provisional.
  • Debe ser positiva y no negativa. No se asumen por capricho.
  • Debe ser especulativa y no práctica. Se hace con fines teóricos.
  • Deber ser universal y no particular. Debe abarcar toda la realidad.

Definición de Metodo. Para Descartes el Método es un conjunto de reglas fáciles, gracias a las cuales el investigador no puede tomar lo falso como lo verdadero. Para no caer en desaciertos Descartes elaboró 21 reglas, que al final las sintetizó en las cuatro siguientes:

  1. Principio de la Evidencia. “No aceptar una cosa por verdadera sino se la reconoce verdaderamente como tal”. Esta regla nos evita de la precipitación, porque no acepta más que aquello que se presenta clara y distintamente al espíritu. Según Descartes, a la evidencia se llega a través de la Intuición. La Intuición es un acto puramente racional a través de la cual la mente percibe su propio concepto.
  • Principio del Análisis. “Dividir cada una de las dificultades que se han de examinar en el mayor número de partes posibles y necesarias para resolverlas mejor”.
  • Principio de la Síntesis. “Conducir los pensamientos por orden, empezando por los objetos más simples y fáciles de conocer, para ascender poco a poco por grados, hasta los conocimiento más complejos”.
  • Principio de Enumeración. “Hacer en todo enumeraciones tan completas y revisiones tan generales que estemos seguros de no omitir nada”.

Según Descartes un buen método debe guiarnos hacia la invención y el descubrimiento. Para ello hay necesidad de asegurar al conocimiento un fundamento absolutamente firme, no sujeto a error. En todo caso ese método no puede ser inductivo, sino uno inverso.

La Deducación.

La intención de Descartes es aplicar el método matemático o geométrico a la Filosofía. Como se sabe el método matemático es deductivo. Establece verdades sin la ayuda de la experimentación y de la observación. Acepta sin prueba las proposiciones que parecen indiscutibles (axiomas), para luego razonar a través de ellas. En la Matemática esto es posible porque a través del razonamiento puede establecerse si las deducciones son válidas o no.

La Naturaleza.

Para Descartes el universo en un mecanismo gigantesco. Los animales, las plantas y los cuerpos son puro mecanismo. No existe alma vegetativa, como pensaba Aristóteles, sino mecanismo.

El mundo material está compuesto de corpúsculos de distintas formas en interacción mecánica. Al comienzo la materia fue difusa, pero gracias al movimiento torbellinante se produjo una diferenciación, resultando tres formas:

  • Las partículas ligeras, gracias a las que existe el fuego.
  • Las partículas pequeñas que sirven para llenar los espacios intermedios. Ello originó el aire.
  • Las partículas grandes. Que se mueven lentamente. Son los Planetas.

La materia es inerte y tridimensional. Sus partículas también son materiales y divisibles hasta el infinito.

A la materia puede faltarle una serie de cualidades, pero lo que jamás le falta es la extensión. Todo cuerpo tiene la característica de estar dotado de extensión, de propiedades físicas, de cualidades sensibles y movimiento.

Descartes explica el mundo partiendo de la materia y el movimiento; parte de la unidad material del mundo y dice que el mundo es material e infinito. Materia y movimiento son indestructibles. No existe ninguna fuerza al margen de la materia, excepto Dios.

El Movimiento.

Descartes tiene la virtud de haber creado el principio de la “indestructibilidad e increabilidad del movimiento. Sin embargo dice que la primera causa del movimiento es Dios. Al crear el mundo, Dios le infundió de movimiento. En consecuencia, el movimiento es algo que se recibe de fuera. Los cuerpos transmiten movimiento en la cantidad en que lo reciben.  El movimiento es una manifestación de la vida de la materia. Las partículas de la materia están siempre en movimiento.

El movimiento se produce por el choque entre dos cuerpos. Todo movimiento es relativo. Se deriva del rotatorio. El movimiento no es sino desplazamiento.

Descartes dice finalmente: “Dadme materia y movimiento y os construiré el mundo”.

La Ciencia.

Descartes como Bacon plantea que la Filosofía debía estar al servicio de la práctica, fortaleciendo el dominio del hombre sobre la naturaleza. Según esto, el objeto de la ciencia debe ser el estudio de las propiedades y de la acción del fuego, del aire, agua, tierra y éter, de los cielos y los astros. Sólo así podremos ser amos de la naturaleza. En esta aventura, Descartes desarrolló conceptos y teorías en varias ciencias particulares, a saber:

En Matemática. Se le conoce como creador de la Geometría Analítica y como el que sentó las bases del Cálculo Diferencial.

En Mecánica. Formuló la ley de la acción y reacción; la ley de la conservación total de movimiento al choque de dos cuerpos no elásticos.

En Astronomía. Explicó el desarrollo natural del sistema solar.

En Fisiología. Estableció  un  esquema  de  reacciones  motoras,  que es  un anticipo de la teoría del reflejo.

En Física. Plantea que la naturaleza tiene horror al vacío. Desarrolló los conceptos de masa, magnitud, figura y movimiento.

En Psicología. Intentó   dar  una  explicación  materialista  de los  fenómenos psíquicos (reflejos). Pavlov lo considera fundador.

Teoría del Conocimiento.

Descartes descubre que los hombres son semejantes en cuanto que todos tienen la facultad de pensar. Lo que los diferencia es el nivel intelectual, pues unos piensan metódicamente y otros no.

El saber verdadero no puede extraerse de la experiencia sino del entendimiento, de los conceptos que son innatos.

Todos los hombres están en la capacidad de distinguir la verdad del error. El criterio de verdad es la  claridad y distinción en las ideas. El pensar está libre de la influencia de los sentidos y de la imaginación. El error tiene su fuente en la actuación de la voluntad y no en la razón. Erramos por que queremos errar. Dios no es el causante de nuestros errores, sino nosotros mismos.

El fundamento del conocimiento verdadero es la evidencia que no necesita de demostración empíricas ni lógicas. Se da a través de la intuición intelectual.

El Racionalismo.

Para Descartes, la razón es la fuente autónoma e independiente de las percepciones sensibles.  Ella se nos presenta a través de las ideas innatas, independientes de la experiencia. La existencia de ideas innatas queda demostrada a través de los principios lógicos y matemáticos. La Razón, es pues, el juez supremo e infalible que trasmite la verdad. Los errores devienen por ignorancia de las exigencias de la razón. Ahora bien, la razón humana sólo admite como verdadero lo que se le presenta con claridad y distinción.

Entre sensación y razón, Descartes concluye que la razón es la que desempeña un papel fundamental. El hombre es en esencia razón, por ser sustancia pensante.

Descartes llega al extremo de sostener que una sociedad puede ser legítimamente organizada sobre bases racionales.

La predilección por la razón, fue tomada en la época de Descartes como una actitud positiva, dado que infirió un duro golpe al dogmatismo escolástico.

Las Ideas.

Según Descartes tiene diferentes fuentes:

  1. Adventicias. Son las que provienen del exterior por la vía natural. Son extrañas al Yo.
  • Facticias. Son las que construye el mismo Yo. Son inventadas.
  • Innatas. Son las que nacen con el sujeto. Gracias a ello tiene idea de lo infinito.

El Hombre.

Según Descartes, el hombre es el nexo efectivo entre el mecanismo corporal sin alma y sin vida con el alma racional poseedora de voluntad y pensamiento.

El hombre se diferencia de las bestias porque tiene alma racional.

El hombre posee pues alma y cuerpo. Cuerpo y alma no se complementan. Cada una de ellas es una sustancia completa que se unen indiscutiblemente mientras dure la vida. Alma y cuerpo son heterogeneos. Ejercen entre sí una acción recíproca a través de un determinado órgano denominado glándula pineal. Es la glándula pineal donde se produce la relación cuerpo-alma.

La importancia del alma radica en que posee pasiones, sentimientos y sensaciones. La fuerza del alma, consiste precisamente en vencer las pasiones y detener los movimientos del cuerpo que lo acompañan. El ser es débil, en la medida que se deja dominar pro las pasiones.

La tristeza y la alegría son dos estados de las pasiones. La alegría permite advertirnos aquello que es útil.

La Política.

En concepto de Descartes lo recomendable no es subvertir el orden establecido, sino soportar los males de la sociedad, antes que asistir a cambios bruscos. Todo aquello que es nuevo deberá implantarse gradualmente sin destruir lo viejo.

La Moral.

La Etica de Descartes está encuadrada dentro de los marcos del racionalismo. Para él, la diferencia entre el bien y el mal es la misma que hay entre lo falso o lo verdadero.

Establece las siguientes reglas:

  • Obedecer las leyes y costumbres del país, conservando lo religioso.
  • Respetar la tradición y la política. Tener la religión del Rey.
  • No decidirse de nada hasta que se haya alcanzando la evidencia.
  • Procurar vencerse a sí mismo.
  • Lo más útil es adaptarse con quienes hay que vivir.
  • Si en el hombre hay pasiones, éstas deben ser controladas por la razón.
  • El libre albedrío consiste en que nosotros podamos hacer una cosa o no hacerla.
  • La esencia de la libertad es el proceder de manera que no nos sintamos obligados por ninguna fuerza exterior.
  • El grado más alto de libertad se alcanza cuando el entendimiento posee nociones claras y distintas que dirigen la elección y decisión de la voluntad.

El Arte.

En materia de Estética, Descartes es partidario del Clasicismo. Estima que el arte debe guiarse por cánones o reglas. En toda obra deberá haber precisión matemática. Como racionalista que es dice que la razón deberá regir el afecto.

La Religión.

Asevera que existe un ser infinito, puesto que la idea de algo tan grande no puede obedecer sino a una realidad verdaderamente infinita. A este efecto, en las páginas de su obra: Meditaciones Metafísicas nos dice (25):

“… Bajo la denominación de Dios comprendo una substancia infinita, independiente, que sabe y puede en el  más alto grado, y por la cual he sido creado yo mismo con todo lo demás que existe, si es que existe algo más. Todo lo cual es de tal género que cuando más diligentemente lo considero, tanto menos parece haber podido salir sólo de mi. De lo que hay que concluir que Dios necesariamente existe”.

Más adelante nos dice: Yo tengo en mi mente la idea de Dios, de un ser perfecto. Esta idea ha tenido que ser puesta por un ser perfecto. Ese ser no es más que Dios.

En conclusión, Descartes reconoce un sitio a la religión.

Juicio Crítico.

  • Su principio de la evidencia, no procede de la práctica histórica, sino de su propia subjetividad. Por lo tanto, es idealista.
  • Absolutiza su método geométrico deductivo con desdén del método inductivo, cayendo en una crasa unilateralidad.
  • Por partir del Pensamiento, el Cogito Ergo Sum es una concesión a la filosofía idealista.
  • No llegó a comprender la diferencia cualitativa entre mundo inorgánico y mundo orgánico. De ahí que su teoría del reflejo es mecanicista.
  • Cuando habla de dos sustancias independientes (materia y forma) no es consecuente, porque al final recae en la sustancia divina.
  • Su Duda metodológica es especulativa y no práctica.
  • Al considerar que la materia es “inerte” se sitúa como un metafísico.
  • Al remarcar que el movimiento es sinónimo de desplazamiento, igualmente queda en los marcos estrechos del mecanismo.
  • Al no extraer el criterio de verdad, de la experiencia histórica, su Gnoseología es retórica.
  • Al no establecer la relación dialéctica entre experiencia y razón, no tienen una percepción clara del problema del conocimiento.

THOMAS HOBBES

(1588 – 1679)

Extracción  y posición de clase.

Thomas Hobbes fue el segundo hijo de un vicario inglés de linaje aristocrático. Desde niño tuvo a la mano una excelente biblioteca que lo acercó prematuramente a los clásicos grecolatinos; es así que en área de las ciencias es hechizado por los postulados de Euclides y en la esfera de las letras es fascinado por los trabajos de Tucídides. El primero lo encamina hacia el método geométrico y el segundo a su adhesión por la monarquía. Por su comodidad económica llegó a desplazarse por varios países europeos, vinculándose de ese modo con Galileo, de quien absorbe el mecanismo y luego se relaciona con Copérnico, Descartes, Kepler, Gassendi y Haaarvey, los que lo sumergen en las Ciencias Naturales y en la Matemática. De otro lado, la especial situación de haberse desempeñado como secretario de Francisco Bacon, lo empalmó hacia la concepción materialista.

Resultado de su nexo con los científicos coetáneos viene a ser su producción intelectual, sintetizada en las siguientes obras: De Civi (1642); Leviatán (1651); De Corpore (1655) y De homini (1658). No obstante, su origen de las canteras de la aristocracia, terminará propagando ideas antifeudales y antiescolásticas. Sus adversarios lo denominarán ateo, hereje e inconsecuente a su casta. Pero Hobbes, sin alterarse, en sus años maduros lidiará con teólogos, políticos y sabios, manteniéndose firme en el materialismo, aunque en materia social, en lugar de simpatizar por la democracia, prefirió defender las monarquías absolutistas, de ahí su discrepancia con Oliverio Cronwell.

Su postura filosófica.

Según Hobbes, la filosofía es un conocimiento racional  que debe contribuir a obtener éxitos en la vida política y elevar la calidad de los bienes vitales. La filosofía es el conocimiento de efectos adquiridos mediante el raciocinio a base del descubrimiento de las causas genuinas.

Su postura filosófica está revestida de las siguientes notas: es un materialista corporalista porque reduce la realidad objetiva a la existencia de cuerpos con extensión.  Es monista y no  dualista como Descartes, porque juzga que existe una sola sustancia (la extensión) como el fundamento primario. Es nominalista porque  piensa que lo universal sólo se reduce a nombres y signos, en la forma lo entendió también Occam. Es determinista porque  excluye la categoría de libertad, he ahí también su mecanicismo. Finalmente, es ateo como Epicuro.

Su materialismo.

Pero lo que más interesa de Hobbes es el hecho de que resuelve el problema fundamental de la filosofía en sentido materialista. En el pensamiento de Hobbes, la materia es el sujeto de todos los cambios. Tiene carácter eterno;  no se puede crear ni destruir, aumentar ni disminuir ni mover a otro lugar conforme a nuestros deseos. Pero al mismo tiempo, concordando con Descartes estima que es inerte. De  ahí que Marx y Engels, en La Sagrada Familia formulan la siguiente observación (26):

“En su ulterior desarrollo, el materialismo se hace unilateral. Hobbes es el sistematizador del materialismo baconiano. La sensoriedad pierde su perfume, para convertirse en la sensoriedad abstracta del geométra. El movimiento físico se sacrifica al movimiento mecánico o matemático … El materialismo se torna misántropo”.

El historiador de la filosofía occidental D.J. O`Connor, lo califica de “fundador del materialismo metafísico moderno”.

Según Hobbes la filosofía debe estudiar dos esferas:

  1. Lo Natural, cuando ha de explicarnos lo que son los cuerpos.
  • Lo Civil, cuando se ciñe a cuerpos artificiales como: la sociedad, el Estado, la ética y la política.

La Metodología.

Para la interpretación de los fenómenos circundantes Hobbes nos insta acudir al cálculo, al uso del método geométrico. En todo instante ponderó a Euclides por su Geometría y a Galileo por su pensamiento lógico-demostrativo y por su mecanismo. Siempre simpatizó con la deducación racional, sin olvidar la fuente empírica. Para Hobbes, la esencia del método racional radica en el cálculo. El cálculo es el fundamento de la filosofía hobbista.

La Naturaleza.

En su obra Leviatán (27), Hobbes apunta:

“El universo, esto es, toda la masa de cosas que son, es corpóreo, vale decir, es cuerpo; y tiene las dimensiones de la magnitud, a saber, longitud, espesor y profundidad. También, toda parte de un cuerpo es también un cuerpo y tienen iguales dimensiones. En consecuencia, toda parte del Universo es cuerpo, y lo que no es cuerpo no es parte del Universo. Y puesto que el Universo es todo, lo que no es parte de él no es nada y, por consiguiente, no existe en ninguna parte”.

Para Hobbes de la nada no surge nada. La nada produce nada.

La propiedad más importante del cuerpo es existir independientemente de nuestro pensamiento, por sí mismo, fuera de nosotros.

Así pues las propiedades de los cuerpos se reducen a determinaciones cuantitativas. El mundo está repleto de cuerpos. No existe nada incorpóreo. Incluso el alma es cuerpo. Si todo lo existente en el mundo son cuerpos y admitimos la existencia de Dios y el alma, entonces también estas entidades son cuerpos. Decir que Dios y el Alma son sustancias incorpóreas equivale a decir que “Dios y el alma son cuerpos incorpóreos”. El alma es pues de naturaleza material porque las manifestaciones espirituales son movimientos corpóreos.

Otros críticos de la filosofía estiman que el defecto de Hobbes reside en desconocer el carácter objetivo de la diversidad cualitativa de la naturaleza.

El pensamiento de Hobbes es mecanicista porque la naturaleza es una suerte de máquina.

El Movimiento.

Aún cuando para Hobbes el Movimiento no es atributo de la materia, se le ha calificado de filósofo “ebrio de movimiento” porque no descuidó la existencia de esta categoría. Es verdad que para Hobbes el movimiento se reduce a desplazamiento espacial; pero en lo general admite que todos los cuerpos están en movimiento y este movimiento se rige por leyes mecánicas.

Los conceptos de “fuerza”, “causa”, “acción” pueden reducirse a movimiento. Movimiento y reposo son equivalentes. El movimiento sólo produce movimiento. Sólo el impulso puede transmitir el impulso de un cuerpo a otro.

Los cambios que aparecen como cualitativos son reducidos a desplazamiento. Al identificar Hobbes “materia” y “cuerpo” geometriza la materia.  Le hace perder su riqueza cualitativa. Ya no tiene en cuenta las diversas formas de la realidad.

Espacio.

Hobbes identifica espacio con “cuerpo” y “extensión”. El espacio es inseparable de la materia. Los objetos no pueden existir fuera del espacio. Precisamente cuerpo es todo lo que independientemente de nuestro pensamiento coincide con alguna parte del espacio. La extensión es la esencia del cuerpo.

Teoria del Conocimiento.

Para Hobbes el mundo material es la fuente de nuestras ideas y representaciones. Los objetos naturales existen fuera de nosotros y poseen un carácter sensible, actúan sobre nuestros sentidos provocando sensaciones. Las oscilaciones del éter crean las ideas de luz y calor. Las oscilaciones del aire producen el sonido.

La sensación no es más que la imagen aparente del objeto corpóreo que la produce en nuestros órganos sensitivos. Tanto el objeto como la sensación no son sino movimientos. Las sensaciones son expresiones subjetivas de los procesos objetivos.

Hobbes, optando por el empirismo gnoseológico, rechaza la teoría innatista de Descartes, argumentando que de existir ideas innatas, aún estando profundamente dormidos seguiríamos manifestando nuestras ideas. Refuta igualmente que el pensamiento (Cogito) sea la sustancia humana. Ridiculizando a Descartes y su apotegma, nos dice que el razonamiento cartesiano:

“Yo soy una cosa que piensa; luego yo soy una sustancia pensante”, implicaría decir: “Yo soy una cosa que paseo; luego soy un paseo”.

Más adelante advierte que luego del conocimiento empírico o sensorial, necesariamente tienen que pasarse por una reelaboración racional. El conocimiento es una suerte de cálculo.

Distingue dos tipos de conocimiento:

  1. Conocimiento de hecho. Donde intervienen los sentidos y la memoria. Proporciona un conocimiento absoluto.
  • Conocimiento Condicional. Es el conocimiento de las consecuencias, que se vale de otro anterior. Es el científico.

La Sociedad.

Hobbes tienen una concepción materialista de la sociedad. Afirma que en la primera fase de su existencia la humanidad vive en un estado de “guerra de todos contra todos”. Es un estado natural en el que todos quieren alcanzar la meta que se proponen, tal es el caso del ejercicio del gobierno; pero como esto no es posible, hay necesidad de ceder a un monarca o a un grupo de dirigentes que nos representen. Una vía que plasma esta situación es el contrato social por el cual, los hombres transfieren el poder a una institución, asamblea o persona, que debe ejercer poderes absolutos. Así se da inicio a la segunda fase de la humanidad, la fase civilizada o el gobierno civil, donde se hace necesaria la presencia de un Estado fuerte,  que infunda temor y freno a las ambiciones de los hombres.

En el estado natural los hombres hacen prevalecer sus instintos y se violan los pactos orales. En este sentido no comparte con la idea de Aristóteles de que el hombre sea sociable por naturaleza; muy al contrario, señala que en el hombre subyacen impulsos egoístas e instintos de prepotencia y hostilidad hacia los demás hombres. El Hombre es pues por naturaleza un salvaje, tan feroz como los animales. ES UN LOBO PARA EL HOMBRE (Homo homini lupus). La simpatía y la benevolencia no le son consustanciales. Sin embargo, posee el instinto de conservación.

El carácter antisocial y egoísta de los hombres obedece al hecho de que teniendo todos ellos iguales aptitudes, todos intentan lograr los mismos objetivos y como no es posible ello, convierte en enemigos a sus propios semejantes. Los hombres en la sociedad, compiten, buscan fama y reputación y en su afán de buscar seguridad se tornan desconfiados.

En el estado natural temen a sus propios congéneres, temen sufrir daños, creen ser destruidos; pero al mismo tiempo tienen conciencia y esto lo hace  diferenciar de los demás seres. Gracias a la conciencia el hombre ha creado un organismo artificial. Esta es la sociedad, un organismo en el cual cada uno debe ceder un aparte de lo que le apetece.

La Política.

Para Hobbes contrariamente a lo que afirmaban los escolásticos, el Estado tiene un origen terreno y es creación no de Dios, sino de los propios hombres. He aquí su concepción materialista.

El estado nace pues de un pacto por el cual una multitud de hombres transfiere su derecho natural y lo entrega a un soberano o a una asamblea.

El Estado está representado por un soberano. Los demás son sus súbditos.  El Estado no nace del pacto de los súbditos con el soberano sino de un pacto entre los súbditos. El soberano está en la obligación de garantizar la salud del pueblo y la paz. Pero de esto solo tiene que rendir cuentas a Dios. El poder dado al soberano tampoco puede ser transmitido a otro. Los súbditos están obligados a la obediencia, siempre que sea compatible con las leyes divinas. El soberano no puede disponer aquello que Dios no lo permite, por ejemplo, el aniquilamiento de la vida.

El jefe del Estado es el mismo que ejerce funciones religiosas. El poder no puede estar distribuido en dos personas: autoridad civil y religiosa.

El Estado ideal es el monárquico-absoluto. Logra un mecanismo gigantesco donde el hombre es una partícula. Es omnímodo, hay un carácter ilimitado.

En suma, las concepciones de Hobbes sobre el Estado son reaccionarias por que para él las revoluciones son ilegítimas. Hobbes no advierte que está defendiendo a una máquina de violencia.

El Derecho.

Los conceptos de justicia o injusticia nacen donde hay ley y hay ley donde hay poder común. Donde no hay poder común cada quien se cree con derecho a todo, inclusive sobre la vida de los demás. Para alcanzar el bienestar común, hay que renunciar a ciertas apetencias. Esto es el Derecho Positivo.

La Etica.

Los valores morales son puramente subjetivos e individuales. No hay nada que sea absolutamente bueno ni malo. En todo caso bueno es aquello que se desea y malo es lo que odia o produce dolor. Hay aquí un sentido hedonistico. Hay también convencionalismo.

Se entiende por libertad la ausencia de todo impedimento, de oposición.

Se dice que un hombre es libre en la medida que valiéndose de su fuerza o ingenio es capaz de hacer porque no encuentra trabas para hacer lo deseado. Libertad y necesidad son compatibles.

La Religión.

Dios  no es objeto de la ciencia porque no tiene movimiento ni generación.

La fe en Dios es sólo fruto de la imaginación. La religión tiene su origen en el temor y la ignorancia.

Juicio Crítico.

  • Aborda el problema del Estado, en forma histórica.
  • No establece la relación dialéctica entre espacio y materia.
  • Tiene tendencias antidemocráticas. Combate la idea de soberanía popular.

BENITO SPINOZA

(1632 – 1677)

Extracción  y posición de clase.

Baruch Ben Michel Spinoza, es un filósofo holandés que nació en 1632 en las entrañas de una familia judía rica dedicada al comercio. Sus primeros estudios están impregnados de una fuerte formación mística, pues desde niño se le introdujo en la enseñanza del Talmud, la Cábala, la Filosofía judía y la escolástica. Sus años mozos reciben el influjo del pensamiento de Maimónides y después de Giordano Bruno y Descartes; a raíz de su aprendizaje de la Física, Geometría y Ciencias Naturales toma distancia de la comunidad religiosa, hasta que es excomulgado y expulsado de la sinagoga a los 24 años, luego de endilgársele el epíteto de “impío”, “hereje”, “sacrílego”, “ateo”.

Sus obras: Tratado teológico-político (1670); Etica (1677) y Tratado Político  encendió fuertes polémicas en los medios clericales e intelectuales, ya que aparte de generar la ira de los católicos y protestantes, recibió por un lado la adhesión de Goethe, Herder, Schelling y Hegel; en cambio, escuchó la censura de Leibnitz, Hume y Mendelssohn.

Luego de ser apartado de la comunidad judía por ser calificado como: “príncipe de los ateos” y por su ideología antifeudal, Spinoza prosiguió con sus investigaciones filosóficas llevando en esta segunda fase una vida serena, solitaria, modesta, benigna, apacible y enfermiza, sin ostentaciones; por el contrario, a pesar de la marginación de los creyentes, sobrevivió trabajando como fabricante y pulidor de lentes de telescopio, hasta que murió precozmente a los 45 años luego de contraer una afección pulmonar. Empero su posición de clase se mantuvo acorde a los intereses de la burguesía de Holanda, país que a mediados del Siglo XVII, juntamente con Inglaterra ingresaba al desarrollo del modo de producción capitalista, después de sacudirse del yugo feudal español.

Spinoza pudo interpretar el momento histórico que vivía su país y comprendió que para afianzar el comercio y la navegación se requería del auxilio de la ciencia y de la técnica. De ahí que si bien es cierto sus antagonistas lo motejaron de blasfemo, en cambio sus adeptos lo consideraron como un “Euclides de la Filosofía”. A decir de su biógrafo J. J. O`Connor (28), Epinoza fue una mente lúcida, aguda y honesta. En las postrimerías de su vida fue invitado a regentar una cátedra, pero declinó enseñar porque según él no había por qué comprometer su libre pensamiento.

Su postura filosófica.

Como Bacón y Descartes, Spinoza admite que la filosofía debe perseguir como fin el dominio del hombre sobre la naturaleza y contribuir al progreso del conocimiento. Este modo de enfocar está acorde con los intereses de su clase social, la burguesía, la que está interesada en extender sus dominios por los confines del mundo, vía la expansión comercial y se afina también con las ideas renacentistas de la independencia de toda tutela teológico-feudal, para lo cual hay que abandonar la religión y zambullirse en la ciencia.

Spinoza es un filósofo monista  porque plantea la unicidad de la  sustancia y por ende, combate el dualismo cartesiano. Es emanentista porque estima que los seres se ha derivado de esa sustancia única, no por obra de un ser trascendente, sino de la propia naturaleza. Es determinista porque fiel al mecanicismo de su tiempo y la física de Galileo y Newton, apreció que en la naturaleza todo se rige por la causalidad antes  que por el azar y la casualidad. Es panteista  como Giordano Bruno, porque piensa que la sustancia única a que se contrae su tesis, es la naturaleza, que al mismo tiempo es la propia divinidad. Pero al mismo tiempo es materialista  porque acepta que esa divinidad no es más que la misma naturaleza material, pues al lado de ella no hay ningún espíritu inmaterial que haya creado el cosmos y los seres singulares. Mas, ese materialismo es metafísico porque en su percepción, aquella sustancia única es inmutable e inmóvil.  Finalmente es ateo  porque no admite que Dios sea aquél ser que está por encima de la naturaleza material. En todo caso Dios es la misma naturaleza. No hay concurrencia de ningún creador extranatural.

La Metodología.

Para Spinoza, el método es el cambio para investigar en el orden debido la verdad misma, la esencia objetiva de las cosas. En ese sentido, se inclina porque el mejor método es el geométrico, o sea el matemático, porque es un método que se basa en definiciones, axiomas, proposiciones y por ser deductivo, es racionalista. Busca la certidumbre y la demostrabilidad, exige proposiciones apodícticas. Precisamente el mundo también tiene un orden geométrico. Su obra Etica se rige también por este método, por el cual mostró preferencia porque según él es exacto, riguroso, racional y seguro. Aquí se advierte la gravitación que tuvo sobre él, el filósofo Descartes, así como la Matemática.

La Naturaleza.

Para Spinoza la única sustancia existente es la naturaleza, la cual es única, eterna, infinita, inmutable, causa y efecto, esencia y existencia. Puede ser vista desde dos planos.

  1. Como Natura Naturans. En este caso es creadora.
  2. Como Natura Naturata. En cuyo caso es creada. Es el caso de los objetos singulares.

Pero lo que no se debe perder de vista es que, al final de cuentas, la naturaleza es causa sui (causa de si misma). No tienen un creador espiritual ni extranatural. Existe pues, por sí misma, fuera de todo intelecto. La sustancia única no es la razón.

Spinoza admite pues la existencia objetiva de la naturaleza y la valía que tienen el filósofo estriba en que estudia el mundo partiendo del mundo mismo, aunque debe quedar aclarado que en el pensamiento spinocista el concepto de naturaleza no sólo significa materia. Es materia, pero significa también otras cosas infinitas más.

Para Spinoza todas las cosas proceden de la naturaleza (o Dios). Dios o la naturaleza es el ser supremo. Dios no es externo a los objetos del Universo ni está separado de las cosas. Dios es causa inmanente y no trascendente. Dios es corpóreo  y no incorpóreo. La Naturaleza es la totalidad a la cual pertenecen los modos. Entre las cosas no hay comunicación. Sólo hay correspondencia. No se hallará que una idea sea causa de un cuerpo ni se hallará que un cuerpo sea la causa de una idea. Todo en el Universo está atravesado por la categoría causa-efecto y todo sigue su curso eterno e inmutable. La causalidad es mecánica. Todo es necesario y está determinado causalmente. El azar no es algo objetivo.

Mientras que en Descartes hay dos sustancia valederas y autónomas: La “Res Cogitans” (Pensamiento) y la “Res Extensa” (Materia), en el pensamiento de Spinoza, existe sólo una sustancia que en la Naturaleza. De esta sustancia se derivan dos atributos: el pensamiento, que produce ideas; y la extensión, a través de la cual existen cuerpos.

En su monumetal obra: Etica deslinda concluyentemente las categorías de “Sustancia”, “Atributo” y “Modo”, en los siguientes términos (29):

“Entiendo por sustancia aquello que es en sí, y se concibe por sí; es decir, aquello cuyo concepto no necesita del concepto de otra cosa para formarse”.

“Entiendo por atributo aquello que el entendimiento percibe de una sustancia como constitutivo de su propia esencia”

“Entiendo por modo las afecciones de una sustancia o dicho de otra forma, aquello que existe en otra cosa por medio de lo cual es también concebido”.

Luego añade:

“No puede haber en la naturaleza dos o más sustancias de igual atributo”

“Una sustancia no puede ser producida  por otra sustancia”

“La sustancia es necesariamente infinita”.

El Movimiento.

Según Spinoza no es atributo de la sustancia, sino apenas un Modo, en consecuencia no es infinito ni eterno.

El Hombre.

También es un modo  de la sustancia, una simple modificación de la naturaleza (o Dios). Su particularidad frente a los demás seres está en que es un ser con un modo de extensión (cuerpo) al que le corresponde un modo de pensamiento. El modo de su alma contiene pasiones, afectos, apetitos, razón, alegría, etc.

Todo cuanto le acontece al hombre se rige por las leyes de la naturaleza. Sus pasiones también son naturales.

Por estar sujeto a las leyes naturales, el hombre no es libre. Se halla atrapado por la necesidad. Sus acciones están predeterminadas como cualquier otra cosa finita. En este sentido es un esclavo. No hay libertad en la voluntad humana.

Ni el cuerpo puede determinar al alma a pensar; ni el alma puede determinar al cuerpo al movimiento o reposo. Entre el alma y el cuerpo del hombre hay un paralelismo psicofísico. Hay correspondencia, pero no relación.

El hombre se cree libre porque tiene conciencia de su voluntad, pero ignora la causa que la determina.

El hombre que domina las pasiones, el hombre libre, es aquél que habiendo comprendido la naturaleza de las pasiones se encuentra en condiciones de obrar independientemente de ellas.

Teoría del Conocimiento.

En su Gnoseología, Benito Spinoza sigue la línea racionalista heredada de Renato Descartes, pero dentro de los cauces del materialismo mecanicista.  Subestima el papel del experimento y de las sensaciones como fuente segura y establece tres grados en el conocer:

  1. Conocimiento Sensorial. Se caracteriza por ser opaco, inseguro e incompleto, por fundarse en imágenes y captar lo inesencial. La experiencia no proporciona el criterio de verdad, porque se sirve de ideas ficticias, falsas y confusas.
  • Conocimiento  Racional. Se produce a través de la razón, capta las cosas comunes, o sea lo universal. Es el conocimiento discursivo, independiente de lo sensorial. Se diferencia del intuitivo porque es mediato.
  • Conocimiento Intuitivo. Es un conocimiento seguro e inmediato que se realiza a través del entendimiento. Gracias  a esta facultad la mente capta la infinitud del universo, la esencia de los objetos. Es un conocimiento cierto u auténtico.

Sólo gracias a la razón y la intuición podemos distinguir lo verdadero de lo falso.

Según Spinoza, el error es propio de la naturaleza humana, pero el hombre debe tender a tener conocimientos que estén reforzados por la garantía de verdad. Por ejemplo, los conocimientos matemáticos son verdaderos. Algo más, el ser humano debe llegar al autoconocimiento, o al conocimiento de si mismo.

La Ciencia.

Para Spinoza, la ciencia permite a los hombres librarse de los prejuicios de la imaginación. Todo aquello que no nos hace avanzar debe desecharse por inútil. Para el cultivo de la ciencia el hombre requiere de un ambiente de libertad.

El filósofo holandés vivió imbuido de la Mecánica y la Matemática de su tiempo. Se adhirió ardientemente a la Matemática por considerarla portadora de verdades universales.

La Política.

Acepta la teoría  de Hobbes en torno al “Contrato Social”, pero a diferencia de éste, declara no ser partidario de los regímenes monárquico-absolutistas, sino de los democráticos, por ser una forma superior de gobierno.

Según Spinoza el Estado no surge como consecuencia de una evolución económico-social, sino bajo la sombra de la necesidad de subsistir, ya que sirve para moderar pasiones.

Recomienda que el Estado sea fuerte sin perjuicio de dejar a cada quien la libertad de pensar. Dice que en una sociedad las masas realmente no son libres. Sólo son libares los sabios.

El Estado está sometido también a leyes naturales.

El Derecho.

Spinoza dice que los hombres libres reconocen la importancia de la vida social, pero aclara que los hombres se unen no conforme a la razón, sino por una pasión, temor o esperanza, para autoconservarse.

De los derechos existentes señala que el más importante  y menos transferible es la facultad de pensar  y de juzgar libremente. Los gobiernos pueden poner freno a la lengua de los hombres pero no a su pensamiento. La justicia o injusticia nacen por obra del derecho común.

El derecho natural supone que el hombre no es libre, porque tal derecho proviene de la propia divinidad (naturaleza). En consecuencia, es libre de poder existir, pero debe someterse a las leyes de la naturaleza.

La Etica.

Spinoza niega la existencia objetiva del bien y del mal. Nada es bueno ni malo en sí mismo.

Bien es aquello que ayuda la objetiva del bien y del mal. Nada aquello que nos es útil, aquello que acarrea ventaja o utilidad.

Mal, es lo que perjudica, por ello el hombre huye de la tristeza y del sufrimiento por ser inadecuados.

En consecuencia, la búsqueda de lo útil es la norma fundamental de la virtud.  Su doctrina se encuadra dentro del utilitarismo.

En cuanto a la libertad, Spinoza dice que entiende por libertad el imperio de la razón sobre los sentidos. Es libre sólo el sabio que se aparta de la práctica. El hombre llega a liberarse de las pasiones a través del conocimiento claro y distinto. El hombre como ser pensante puede alcanzar la libertad, pero para ello deberá adecuarse a las leyes de la naturaleza. Tiene que aceptar el universo tal como es. Por consiguiente, la libertad humana es posible dentro de la necesidad.

La doctrina spinociana de la libertad ha sido calificada de determinista. Sin embargo, aclara que la libertad entendida sí no es igual a resignación.

La Religión.

En forma tajante Spinoza señala que el fin de la religión es el adoctrinamiento.  La religión no persigue conocer la naturaleza de las cosas. Sólo nos indica como debe ser la vida moral. Existe fe por respeto a Dios, su fin es pues práctico y no especulativo. Nos dice cómo debemos comportarnos y vivir mejor. Pero tras de ello cumple un rol político, porque aprovecha de la situación del pueblo que se desenvuelve bajo el miedo, la superstición.

Persuade a la humanidad que las Sagradas Escrituras sean leídas como cualquier otro documento, dado que es una obra escrita por hombres de fuertes convicciones morales. En cuanto al aserto de que existen los milagros, Spinoza refuta la existencia de ellos, fundándose en que todo lo que hay en la naturaleza está dentro de Dios, y como quiera que los milagros son extranaturales, quiere decir que escapa a los designios de Dios. El reino de Dios existe en nosotros mismos, está en la misma naturaleza, no fuera de ella.

Los críticos de la filosofía aseguran que Spinoza restituyó al hombre de la superstición, restauró su libertad de pensamiento. Para ello se ubicó en un ateismo contemplativo.  Al final de cuentas es un negador de la providencia, de las causas finales, del criterio de autoridad, niega también que la Biblia sea fruto de la revelación. Como Hobbes concluye en que los prejuicios religiosos, arraigados en el pueblo, son fruto de la incapacidad y temor.

Juicio Crítico.

  • No pudo descubrir que la práctica social es la que dicta el criterio de verdad.
  • Descategoriza el concepto de movimiento, al considerarlo sólo un modo de la sustancia.
  • Se remite sólo a un tipo de movimiento: al mecánico  con desconocimiento de otras formas.
  • No pudo resolver a satisfacción el problema fundamental de la filosofía. Como dicen Marx y Engels (39) “el spinozismo había  dominado el Siglo XVIII… convertía la materia en sustancia, como en el teismo, que daba a la materia un nombre más espiritual”.
  • Situándose en la metafísica, afirma que la sustancia es inmutable.
  • No admite la categoría de la Casualidad o el azar, a pesar de que su existencia es objetiva.
  • Concibe la sustancia en sentido estético, sin movimiento.
  • Su Etica ha sido calificada como histórica, mecánica y abstracta, porque el problema de las pasiones quiere explicar a través de la geometría.

Refiriéndose fundamentalmente a la confusión que puede derivarse del pensamiento de Spinoza, por sostener que la naturaleza es la propia divinidad, en Cuadernos Filosóficos (31) Lenin acota:

“El mundo de Spinoza es una lente acromática de la divinidad, un medio a través del cual no vemos otra cosa que la incolora luz celestial de la sustancia única”.

JOHN LOCKE

(1632 – 1704)

Extracción  y posición de clase.

Este filósofo, economista, escritor y político, nació en Inglaterra el mismo año que Benito Spinoza, en 1632, y fue formado por sus padres en un ambiente rural. Desde los 14 años dedicase al estudio, obteniendo prontamente una beca que lo convertirá en asiduo lector de los griegos y su retórica, entusiasmándose luego por la carrera del sacerdocio, dado su temperamento dulce y modesto; pero su información posterior de Bacon, Descartes, Hobbes, Gassendi y su amistad con Boyle lo atrajeron hacia la ciencia, resultando un gran investigador de la naturaleza, interesado en la Astronomía, la Física, Química y Medicina. A los 26 se gradúa de maestro en artes y después es llamado a enseñar en la Universidad de Oxford. A pesar de su delicada salud resultó un polemista y defendió ardorosamente a materialistas y naturalistas, recibiendo en cambio el rechazo de racionalistas e idealistas como Leibnitz, Malebranche, Berkeley y Hume. Desde los 32 años profundizó su aprendizaje en cuestiones económicas, políticas, pedagógicas, sociales y religiosas, de manera que a los 33, ingresa a la carrera diplomática y finalmente a los 35 a desplegar una actividad política intensa, desempeñándose como secretario del Conde De Shafterburry, ocupando por tal motivo puestos administrativos, aunque rehusó el puesto de embajador.

Paralelo a esa actividad, desde los 38 años descubrió su vocación filosófica y por eso es que durante 16 años se dedica concienzudamente a preparar su monumental obra: Un Ensayo Sobre el Entendimiento Humano (1960) donde intenta explicar las facultades y los límites de la mente humana. Simultáneamente  alistó la publicación de otros trabajos: Cartas sobre la Tolerancia (1689), Ensayos sobre el Gobierno civil (1690) y Pensamientos sobre Educación (1693).

Por su adhesión al partido liberal y por ser prácticamente el ideólogo de la Declaración de los Derechos del Hombre, fue constantemente mortificado, tuviendo que buscar asilo en Holanda por espacio de cinco años, en los instantes más turbulentos de la vida política de Inglaterra. En todo momento se pronunció contra la teocracia anglicana y contribuyó a la eliminación de las supervivencias feudales. Realmente fue el doctrinario de la revolución de 1688, aunque en el fondo sus ideas se orientaron a buscar una avenencia entre las dos clases dominantes de la sociedad inglesa. Su pensamiento dominó el Siglo XVIII y ejerció influencia en el pensamiento de la Ilustración y la Enciclopedia.

Su postura filosófica.

Para Locke, la filosofía debe tener un empleo práctico. Su interés debe estar dirigido al hombre y no a la naturaleza, debe moverse pues en el circulo de los problemas concretos. De hecho, se define un materialista sensualista, admirador de Newton y su mecánica, aunque los críticos posteriores lo han señalado como “inconsecuente”.

Según el filósofo inglés, la Filosofía abarca tres campos:

  1. La Filosofía Natural o Física. Estudia la naturaleza de las cosas tal como son en sí.
  2. Filosofía Práctica o Etica. Estudia el modo cómo el hombre debe actuar.
  3. Filosofía de los Signos o Semántica. Trata de los modos y manera de comunicación del Conocimiento.

La ambivalencia de la postura de Looke, sirvió para que más tarde sus seguidores se bifurcaran en dos tendencias: por un lado, los materialistas franceses como Diderot y Holbach; y por otro, los idealistas ingleses, como Berkeley.

La Metodología.

Looke es creador del método metafísico  del conocimiento. Esta metodología la transplantó del enfoque que empleaban las ciencias naturales de su tiempo. Por lo tanto, es unilateral. Incide  mayormente en el análisis y la descripción, aunque es modesto en reconocer que el hombre no debe tener la pretensión de avanzar más allá de la realidad en que se desenvuelve y actúa, dado que el propósito es investigar el origen, certidumbre y alcances del conocimiento humano.

La Naturaleza.

Locke considera que existe la naturaleza y que posee  dos tipos de cualidades:

  1. Primarias. Como son la solidez de los cuerpos, su extensión, figura, movimiento, densidad, etc. Estas cualidades son objetivas, están en los mismos objetos, son independencia de los hombres.
  • Secundarias. No están en los objetos mismos sino en la subjetividad o espíritu de quien los observa. Es el caso del sonido, sabor, color, olor, etc.

Aclara después que el hombre no puede crear la más ínfima partícula de materia ni destruir siquiera uno de los átomos existente. No acepta la multiformidad cualitativa de la naturaleza. Todo lo reduce a cantidad, magnitud, volumen, figura.

La Materia.

Para Locke la materia es la fuente principal de las representaciones o conceptos humanos. El concepto de materia no contiene más que el concepto de aquello en la cual existen numerosas cualidades sensibles que actúan sobre nuestros sentidos. Sostienen que la materia se compone de cosas singulares.

La materia es cierto soporte que tienen las cosas. No es nada sobrenatural con respecto al mundo concreto de las cosas y procesos.

Señala, por otro lado, que el concepto de sustancia es una idea falsa. La Esencia no supone por sí misma ninguna forma de universalidad porque es solamente un signo creado por el entendimiento. Para Locke, lo general y lo singular, son producto de la razón. Sólo conocemos las cosas nominalmente. No podemos conocer las esencias reales.

Dice también que existe un espacio no ocupado por cuerpo.

Pero lo valioso de Lockke, es que reconoce que la materia es la fuente del conocimiento.

Teoria del Conocimiento.

El conocimiento para Locke, es la percepción de una conveniencia o discordancia entre nuestras ideas. Pretende así investigar los orígenes, la certidumbre y el alcance del conocimiento. Para Locke, el objeto del conocimiento humano es la IDEA. Lo importante no es saberlo todo, sino saber lo que es importante para nuestra conducta y vida práctica. Por ello no se ocupa de la esencia del conocimiento, sino de la descripción de los modos como se adquiere el conocimiento y como se formulan los juicios. Es por ello, el fundador de la Criteriología, como ciencia propia.

Añade que el objeto del conocimiento no se reduce al mundo exterior sino también a la actividad del alma, base de la reflexión, de ahí la importancia de la educación.

Ahora bien, el conocimiento se manifiesta a través de varias formas y por distintos grados, a saber:

  1. El Conocimiento Sensible. Para Locke, todos los conocimientos vienen del mundo exterior, ya que en la mente humana no existe género de ideas innatas. La experiencia es el mundo en que el hombre vive y obra y en el cual debe arraigar sólidamente. La experiencia suministra el material del conocimiento, pero no es el conocimiento mismo. El conocimiento siempre se refiere a las ideas. Las ideas es el único objeto posible del entendimiento. La experiencia, proporciona pues bastante seguridad y certeza. No se puede dudar de la realidad.

La prueba de que lo externo influye en nuestras ideas, está en que si alguien tiene el órgano malogrado, ya no percibe bien. Más allá de la certeza de los sentidos no existe otra certeza. Inclusive, los sentidos se dan mutuo testimonio de las cosas externas. Sólo los objetos externos están en la posibilidad de excitar nuestros sentidos. Las ideas surgen como consecuencia de la acción de las cosas exteriores sobre los órganos de los sentidos.

El conocimiento sensible es superior a la simple probabilidad, pero inferior a los grados de certidumbre que proporciona el especulativo.

  • El Conocimiento Demostrativo. Se produce cuando el acuerdo o desacuerdo entre dos ideas no es percibido inmediatamente, sino que se hace evidente mediante el uso de ideas intermedias. El conocimiento demostrativo es mucho más seguro que el intuitivo. Toma el nombre de conocimiento mediato, se capta a través de la demostración y el experimento. Sirve de fuente de opinión.
  • El Conocimiento Intuitivo. Cuando el acuerdo o desacuerdo se ve inmediatamente en virtud de las mismas ideas sin intervención de otras. Ejm. ¿Qué es lo blanco y lo negro?. ¿Por qué 4 es más que 2?. Este conocimiento es más claro y más cierto, pero el fundamento de su certeza no se encuentra en la razón, sino en la experiencia. Por ello de nuestra experiencia, nos percatamos a través del conocimiento intuitivo, como lo hace Descartes, al decir: “Yo pienso”, “Yo razono”, “Yo dudo”, aunque Descartes no entiende que la experiencia es la que lo convence.

En cambio, la existencia de Dios, no puede hacerse intuitivamente, sino a través de la demostración. Por eso, se emplea el argumento de la causalidad.

El conocimiento cierto  es restringido. Se agota en el conocimiento de nuestro Yo. Pero es un conocimiento indudable, fidedigno y exacto.

El Empirismo.

Locke es el fundador del sensualismo materialista. Sus tesis desarrollan toda una teoría del conocimiento del empirismo materialista. Su doctrina está influida por el nominalismo de Thomas Hobbes y por el racionalismo de René Descartes, a quien lo refuta, proponiendo las tesis siguientes:

  1. No hay ideas innatas ni principios innatos. Los principios lógicos que según otros, tienen el carácter de innatos (principio de identidad, de no contradicción) no son verdaderamente innatos, porque a éllos también se llega a través de la experiencia.

Una idea no existe si no es pensada. Por ello es que en los niños y en los idiotas no se encuentran ideas innatas. Como no tienen la capacidad de pensar, no tienen tampoco ideas que reflejen correctamente la experiencia.

  • Nada hay en el entendimiento que no haya estado antes en los sentidos. Locke no acepta que el alma piense antes que los sentidos le hayan proporcionado las ideas sobre las cuales piensa. Toda idea para estar en el espíritu tienen que ser percibida. Ahora bien, esta percepción puede ser:
  1. Externa. O producto de la sensación, a través de la cual se distingue, por ejemplo, lo amarillo, lo caliente, lo duro, lo amargo, etc. Intervienen los sentidos (tacto, oído, etc.).
  • Interna. O producto de la reflexión, que se manifiesta a través de operaciones como  la duda, el razonamiento, la voluntad, emociones y deseos, propias del espíritu.
  • El alma es tan quam tábula rasa. Significa que al nacer, todo ser humano tiene la “mente en blanco”, a semejanza de una pizarra sin inscripciones.

El entendimiento es un gabinete vacío que va siendo amoblado o una tabla en blanco, donde se va escribiendo gradualmente.

En resumen, el empirismo encontró en Locke su expositor más hábil y afortunado.  El empirismo es pues la afirmación de que el conocimiento humano debe restringirse dentro de los confines de la experiencia. Más allá de ésta hay sólo sueños quiméricos. A locke le corresponde el mérito de haber esclarecido que ni la fe, ni la justicia, ni las normas morales ni la idea de Dios son innatos. Todo es adquirido. Esta reflexión lo conducía al ateísmo.

La Lógica.

Para Locke, el silogismo no es necesario para razonar correctamente, No sirve para descubrir ideas ni para establecer conexiones nuevas. Su empleo sólo es polémico, en todo caso sirve para defender los conocimientos que se supone tener.

La Política.

Como bien dice su biógrafo Luis Rodríguez Aranda (33) Locke:

“Es conocido como el padre del liberalismo. Y, en efecto, fue el primer escritor político que se dedicó sistemáticamente a atacar las bases de los Estados absolutos. Para conseguirlo, escribió su libro y para hacer imposible la tiranía creó la conocida división de poderes que ha pasado a vulgarizarse según la concepción de Montesquieu: legislativo, ejecutivo y judicial. Locke clasifica en legislativo, ejecutivo y federativo, siendo este último el que concierne a la dirección de los asuntos exteriores… Locke… defendió con convincente energía que el soberano es el rey sino el pueblo, y que un pueblo que está determinado a ser libre necesita una constitución para evitar una tiranía”.

En páginas anteriores (34) el mismo biógrafo nos dice:

“La gran labor de Locke en su tiempo consiste en que proporcionó los principios abstractos para elaborar la doctrina de un partido político, ya existente, pero dotado ahora de una fuerte base teórica para afrontar el futuro. Lo que consiguió no sólo en su patria, sino en todo occidente fue algo formidable: el abandono de la vieja idea del derecho divino de los reyes y el definitivo triunfo del Parlamento, como legítimo representante del pueblo.”

Locke considera que la sociedad pasó del estado natural a la sociedad civil porque en la primera fase la humanidad se hallaba insegura. Entonces el Estado natural surge allí donde los hombres libres renuncian al derecho natural de autodefensa, al derecho de castigar, en el firme convencimiento de que en adelante el Estado tendrá la misión de promulgar leyes para una correcta convivencia; castigar a los infractores de la ley y defender a los ciudadanos frente a una agresión exterior.

Rechaza las ideas absolutistas de Hobbes y asevera que el pacto entre el súbdito y el soberano es bilateral, de manera que el subordinado tiene el derecho de rebelarse contra toda violación de la ley. La rebelión es pues justificada cuando el gobierno se torna tirano y olvida sus funciones; no se justifica mientras el gobierno sea la expresión de la voluntad popular.

Locke es partidario de la Monarquía Constitucional, que para su tiempo es una tesis avanzada y corresponde a la ideología liberal. El Estado debe ser tolerante frente a la religión, aunque debe mantener independencia de la tutela eclesiástica. Rechaza, en consecuencia, el patriarcalismo y la doctrina del derecho divino, el absolutismo de los reyes. Locke estima que son los propios hombres quienes deben cambiar el poder existente si no encuentran las condiciones para el desarrollo.

Con relación al a propiedad privada, Locke es partidario de su vigencia. Dice que el fin del Estado estriba en proteger la libertad y la propiedad adquirida por el trabajo. Está en la obligación de garantizar los bienes civiles: la libertad, la propiedad, la vida y la integridad personal.

La Filosofía política de Locke exigía la ampliación de los derechos políticos y la eliminación de las supervivencias feudales. Cree que los hombres son iguales y libres en su estado de naturaleza. Llegan a formar la sociedad por consenso y no por evitarla  “la guerra de todos contra todos”. Hay por consiguiente, la posibilidad de formar una convivencia ordenada y pacífica. La Monarquía tiene la obligación de respetar los límites de su poder y como se manifiesta el abuso, el pueblo tiene derecho a la resistencia activa y la fuerza. La resistencia no es sino un pronunciamiento contra los gobernantes que rebasan la ley.

El Derecho.

Dice que la ley tiene por fin castigar al ofensor y ser ejecutor de las disposiciones de la autoridad. No es una fuerza arbitraria.

La Moral.

Para Locke, la moral es independiente de la religión. Es la adecuación de la conducta humana hacia una determinada norma, que puede ser divina, estatal o de opinión.

El bien moral o el mal moral consisten en la conformidad o disconformidad de una acción con la norma fijada. La idea de virtud se deriva de la experiencia. Si se procede con obediencia a ella produce el bien y si se actúa con desobediencia generamos el mal. La moral tiene naturaleza hedonística y es determinista. No concede libertad a la voluntad humana. En todo caso la libertad consiste en la fuerza o poder que siente el hombre en si mismo, de empezar, continuar o interrumpir sus acciones. Pero debe tenerse en cuenta que si bien es cierto el hombre tiene la libertad de obrar, en cambio no tiene la libertad de querer.

El hombre es libre en el sentido de poder hacer o no hacer lo que quiere; pero no en el sentido de querer o no querer lo que quiere. El espíritu no puede impedir la voluntad. No puede evitar un determinado sobre la acción prevista. Excluye la sumisión del hombre. Permite al hombre decidir.

Los hombres no nacen en la libertad, pero nacen para la libertad y por eso el rey no tienen autoridad absoluta.

La Educación.

La educación rinde frutos cuando el educador reproduce el orden de la sucesión de impresiones e ideas. Tiene por mira, la formación del carácter, el desarrollo de las capacidades. El enseñante debe reproducir ante las almas la consecutividad de las impresiones e ideas para su correcta formación y para su entendimiento.

La ecuación debe tender a formar individuos aptos para el fin social. Si el orden social y el régimen político no permiten adquirir lo necesario, los propios hombres deben cambiar el régimen.

No es partidario de la aplicación de castigos corporales en la niñez.

La Religión.

Según Locke Dios es un principio racional supremo  que creó el mundo y sus leyes inmutables, sin que después haya vuelto a intervenir. Asume pues una postura deísta. Admite la existencia de Dios, pero aclara que no es un autócrata.

Refiriéndose a la fe dice  que es el asentimiento dado a proposiciones que no están garantizadas por la razón sino por el crédito. La fe se funda en la revelación. La revelación presenta también conjunto de proposiciones, pero sus propuestas son inferiores a las de la razón. Lo que la fe revela está más allá de las facultades humanas y se reduce a conjeturas. Por ello, la razón establece los límites de la revelación. De ello se deriva que la fe no se puede imponer. Ninguna fuerza coercitiva es útil a la religión. La única arma del creyente es la persuasión. La intolerancia se destruye a sí misma.

Locke plantea que en un Estado moderno debe haber tolerancia religiosa, porque la religión es privativa de las comunidades religiosas y entra en los límites de la libertad personal. El Estado no puede tener ingerencia religiosa, porque la Iglesia se precia de una sociedad libre destinada al servicio de la fe. Está privada de todo poder coercitivo, tanto dentro de ella como fuera. Tampoco es privativa del Estado.

Juicio Crítico.

  • Su materialismo es inconsecuente cuando divide artificialmente las cualidades de los objetos en primarias y secundarias.  Un análisis legítimo nos lleva concluir que las segundas se remiten a las primeras.
  • Su sensualismo no desemboca en un materialismo pleno, porque considera que el ser humano tienen la potestad de dictar con su subjetividad determinadas cualidades al objeto, como el sonido, el sabor, olor, etc.
  • Al sostener que las ideas se forman por dos fuentes: la sensación y la reflexión, otorga innecesariamente un lugar al idealismo a través de la reflexión pura del Yo.
  • Su método es metafísico;  se unilateraliza con el análisis y la descripción, sin hacer ligamen con la síntesis y la explicación conjunta.
  • Al cuestionar la idea de sustancia y al afirmar que ésta, está más allá de las cualidades del objeto, nos conduce a un terreno ignoto, a pesar que Locke no es agnóstico.
  • Al considerar que lo universal o general es sólo un nombre, niega objetividad a éstas categorías.
  • En materia de moral no advierte que acepta únicamente la “razón burguesa”.
  • Por considerar eterna la propiedad privada, sus ideas en Derecho no pudieron valorar el carácter cambiante de los modos de producción.
  • Al admitir la existencia de Dios concilia razón y fe.

Formulando una acertada observación al as ideas de Locke, el tratadista f.t. Arjiptsev (35) acota:

“El meollo de la concepción mecanicista de Locke sobre la materia, está en la negativa a aceptar la multiformidad cualitativas de la materia a determinaciones cuantitativas: magnitud, volumen y figura. En su mecanicismo está la raíz de su tesis de la subjetividad del color, sabor y olor de los objetos, es decir, de lo que llama cualidades secundarias…”

GODOFREDO LEIBNITZ

(1646 – 1716)

Extracción y posición de clase.

Este pensador alemán que no fue filósofo de profesión, nació, a decir de sus biógrafos, en los predios de una familia protestante judía, atada a las esferas diplomáticas y gobernantes. Apreciado desde muy tierno como niño precoz ingresa a la Universidad sólo a los 15 años e inmediatamente se impregna de platonismo, aristotelismo y escolasticismo, sorbiendo la metafísica de éstas corrientes, sin descuidar el aprendizaje de las matemáticas y las ciencias jurídicas; alcanza a graduarse prontamente a los 20 años y después se vincula a los sabios y las mentes más famosas de su tiempo: Bacon, Kepler, Galileo, Descartes, Hobbes, Spinoza, Malebranche y Campanella. Recibió así el impacto de la física cartesiana, pero discrepó abismalmente con Benito Spinoza por su declarado determinismo en el problema de la libertad.

Por la amplitud de sus conocimientos que abarcó desde la alquimia, la teología, filosofía, estética, lógica, historia, lingüística, geología, física, biología, psicología y jurisprudencia se coronó como hombre verdaderamente universal y merecidamente desempeño después la conducción de la primera sociedad histórica alemana. Pero, lo que es más significante en su trayectoria vienen a ser la de haber creado el Cálculo Infinitesimal en 1677, paralelo al descubrimiento realizado por Newton en Inglaterra; y también por ser  autor de una serie de inventos, de molinos, bombas y una máquina calculadora superior a la que había creado Pascal.

Su precocidad está demostrada por la circunstancia de haber osado escribir desde los 16 años. Su primer trabajo versa sobre el Principio Individual. Mucho después, a los 58 años escribe: Nuevo Ensayo sobre el Entendimiento Humano (1704), donde critica acremente el sensualismo de Locke; a los 64, nos entrega Ensayo de Teodicea (1710) y faltando dos años para su muerte concluye su medular obra Monadología (1714).

El renombre conquistado por sus investigaciones y producción, le sirvió a Leibnitz para ser tentado por los monarcas, de quienes fue consejero y representante diplomático o enviado especial. Desempeñó múltiples funciones desde bibliotecario e historiógrafo, una gran cantidad de cargos que le produjo rentas; sin embargo sus años finales fueron tráficos porque sus adversarios lo humillaron y condicionaron que terminara en el olvido.

Tiene el merecimiento, no obstante, de haber contribuido a establecer el concepto de energía cinética en la Mecánica y de haber introducido la Geometría al campo de las ciencias física. Su posición ideológica estuvo encaminada como Hobbes, Descartes y Locke a encontrar un entendimiento entre los intereses de su clase burguesa con el feudalismo supérstite, sosteniendo que lo importante era buscar el progreso de los pueblos mirando el progreso teórico el desarrollo del modo de producción capitalista.

Su postura filosófica.

El periplo de Leibnitz empieza con una filiación temprana al materialismo mecanicista que estaban difundiendo Hobbes y Spinoza; pero el apego fanático de Spinoza hacia la categoría de necesidad, sin admisión de la casualidad lo disgusta enormemente y por ello, lo declara ateo y naturalista. En la concepción de Leibnitz, en el mundo prima más bien la categoría de la posibilidad, dado que existe la libertad, la voluntad, la armonía, que excluye toda ley necesaria.

Las características de su postura filosófica está impregnada por los siguientes perfiles: Es fundamentalmente espiritualista o idealista porque la realidad se reduce a la existencia de mónadas, que son sustancias espirituales y por ende, inmateriales. Es metafísico porque nos habla de una armonía preestablecida en el mundo, cuyo arquitecto es Dios. He aquí su predilección por lo religioso. Es intelectualista porque prefiere el racionalismo geométrico. Es innatista  porque trata de unir racionalismo y empirismo; mecanicismo y teleología; fe y razón; Estado e Iglesia; absolutismo y democracia; Estado de Derecho y Estado Policiaco; el principio social y el principio individual; la ciencia y la religión; el materialismo y el idealismo.

A pesar de lo dicho, quizá quien acierta mejor en la tipificación es Julián Marias (36), quien dice de Leibnitz que “es talvez el primer idealista, en el sentido estricto de la palabra. Fue enemigo del materialismo de Spinoza y estuvo alejado de todo empirismo”. Cierto es que, como dice Ferrater Mora (37) buscó en todo instante la conciliación entre las doctrinas más adversas: entre las tesis de Platón y Demócrito; entre el pensamiento de Aristóteles y Descartes; entre los físicos modernos con la vieja escolástica; entre teología y razón; entre catolicismo y protestantismo, pero su rasgo más notorio, como ya se ha dicho es el idealismo. Otra nota distintiva es su pluralismo, porque mientras Bacon y Spinoza optan la sustancia única (monismo) y Descartes se esfuerza por explicar su dualismo, en el pensamiento leibniciano no hay una sola sustancia, sino infinidad de ellas.

La Metodología.

En el convencimiento de Leibnitz para hacer filosofía no se requiere de órdenes geométricos o de leyes necesarias. Esto es válido sólo en el mundo de la Lógica. Basta usar determinadas categorías para encontrar un sistema universal. Esas categorías son: “armonía”, “razón suficiente”, “perfección”, etc.

La Naturaleza.

Leibnitz supone la existencia de un mundo externo; pero rechaza que los elementos naturales no tienen nada de corpóreo sino de átomos de sustancia. Admite en cambio la existencia de cuerpos y dice que los cuerpos actúan conforme a leyes mecánicas. Las leyes del cuerpo nada tienen que ver con las leyes del alma, no son perturbadas por ésta. Cuerpo y alma tienen mónada independiente.

El único elemento real del mundo natural es la fuerza.  La fuerza es el principio superior metafísico, fundamento de las leyes del mecanicismo. En este sentido acepta el mecanismo cartesiano solo como una explicación provisional que exige ser completada por una explicación físico-matemática más elevada.

Según Leibnitz, no hay vacío en la naturaleza. Todo sucede en ella mecánicamente. Pero los principios de la mecánica y de las leyes del movimiento nacen de algo superior que depende de la Metafísica. No se puede alcanzar con la imaginación, aunque el espíritu puede concebirlo muy bien.

Todos los seres se encuentran vinculados con la naturaleza inorgánica. Pero frente a una física de la exesión plantea una física de la energía.  Después dice que la naturaleza nunca da saltos. Para pasar de lo pequeño a lo grande y viceversa es necesario atravesar por distintos grados intermedios.

Hablando de clases de fuerza, remarca que son dos:

  • Fuerza pasivas como es la masa del cuerpo. La resistencia que un cuerpo pone.
  • Fuerza Activas. Es la verdadera. Aquí hay tendencia a la acción.

La Materia.

La materia para Leibnitz no es corpórea ni espiritual, sino más bien un agregado de sustancias espirituales, a semejanza de “un rebaño de ovejas”. Esta constituida por mónadas. Es infinitamente divisible. Distingue entre el concepto de Materia primera y Materia segunda.

La Materia primera es la potencia pura, la fuerza e inercia, la resistencia.

La Materia segunda está constituida por el cuerpo de los hombres y los animales, que no es sino un agregado de mónadas unidas por una mónada superior que es la verdadera alma.

En consecuencia, la materia es una amalgama de percepciones confusas. Es un “ser otro”.

El Movimiento.

Considera absurdos espacio y tiempo vacíos.

Las Mónadas.

Las mónadas son sustancias simples, infinitas, espirituales, que poseen fuerza interna  y capacidad de percibir; son átomos formales, distintos entre sí, irremplazables, de distinta jerarquía, que reflejan el mundo entero activamente, que están regulados por la armonía preestablecida. Surgen por emanaciones continuas de la divinidad. Tienen automovimiento interno, indivisibles, sin capacidad de comunicarse unas con otras.

Mónada quiere decir unidad. Cada mónada es distinta de la otra. No hay en la naturaleza dos seres exactamente iguales (dos cubos iguales existe sólo en la matemática, pero no en la realidad).

Cada mónada constituye un punto de vista sobre el mundo y es todo el mundo desde un determinado punto de vista. Las mónadas no tienen ventanas, a través de las cuales puedan salir o entrar algo. En las mónadas se produce una pluralidad de estados y relaciones. Algo cambia y algo permanece.

Dios es la mónada de las mónadas. Una mónada sólo llega a ser por “creación”, y sólo deja de ser por aniquilamiento. Todo lo que acontece a la mónada brota de su mismo ser, de sus internas posibilidades, sin intervención exterior. Las mónadas a pesar de que nos comunican forman un mundo único en desarrollo y movimiento. En las mónadas ya no está gravado de futuro y está registrado de pasado. Cada mónada es espíritu y cuerpo, es forma y materia simultáneamente. Son inextensas, tienen movilidad; no pueden corromperse ni perecer por disolución ni comenzar por composición. Surgen por “emanaciones”.

Las mónadas son un universo comprimido, un mundo en pequeño, un micro-organismo. Las mónadas forman el universo entero, no tienen figura y sólo pueden ser aniquiladas por Dios. La materia está constituida por mónadas.

Los grados de perfección de las mónadas están determinados por su grado de percepción. Las percepciones de las mónadas creadas son confusas, semejante a las que se tienen cuando se experimenta un estado de delirio o sueño. Ello sucede debido a que tienen imperfección, viven en la oscuridad, dependen del conjunto de cosas extensas.

Todas las mónadas gozan de un mínimo de conocimiento rudimentario que se llama percepción y de un  mínimo de apetito que se llama apetición.

Leibnitz establece la siguiente jerarquía en las mónadas:

  1. Mónadas inferiores o simples. Tienen materia inerte, son inanimadas y torpes.
  • Mónadas intermedias. Tienen sensación y memoria. Son propio de las almas. Tienen los animales. Perciben.
  • Mónadas superiores. Poseen razón. Tienen los espíritus humanos, perciben clara y distintamente. También la poseen los genios, los seres dotados de imaginación. Tienen apercepción.

El principio interno que promueve el paso de una percepción a otra se llama apetición.

Hay diferencia fundamental entre Dios (mónada de las mónadas) y las mónadas creadas.

La Sociedad.

Leibnitz comprende que la sociedad no es homogénea, porque hay ricos y pobres. Entonces proclama que el fin de la sociedad es la emancipación de los trabajadores de su estado de miseria. Defiende, por consiguiente, la comunidad de los bienes y propone el mejoramiento de los hombres. Busca la armonía universal de los pueblos en la tierra y plantea un Estado Universal; propone la alianza entre las Iglesias y la unidad de las religiones. Considera que en la sociedad no debería haber ociosos, se preocupa por la situación social de los trabajadores, advirtiendo que la sociedad está escindida entre mercaderes (ricos) y artesanos (pobres). Cree que el fin de la existencia humana debe orientarse a la búsqueda de la felicidad y bienestar de los hombres.

Teoria del Conocimiento.

En materia de Gnoseología, Leibnitz se pronunció a favor del Racionalismo  porque niega la experiencia sensorial como fuente de la universalidad y necesidad del saber. De este modo, enfiló su crítica contra el sensualismo de Locke y el empirismo de Bacon.

Frente a la afirmación de Locke, de que:

“Nada hay en el entendimiento que previamente no haya estado en los sentidos”.

Leibnitz, refuta aclarándolo del siguiente modo:

En efecto,

 “Nada hay en el entendimiento que previamente no haya estado en los sentidos”, “excepto el propio entendimiento”.

Para Leibnitz todas las ideas proceden de la actividad interna de la mónada. Las ideas tienen su origen en la propia mente, en el entendimiento. Las ideas son innatas.

Frente a las conclusiones de Descartes, en el sentido de que las ideas innatas están dadas desde un comienzo para siempre y proceden de una fuente autónoma que no toma contacto con la experiencia; Leibnitz aclara:

Si bien es cierto las ideas son innatas, pero esas ideas no son perfectas ni acabadas, sino que apenas son gérmenes que deben desarrollarse. Para ello se requiere de la acción de los objetos exteriores. La mente humana es semejante a un bloque de mármol que contiene vetas. Lo que resulte de ese bloque de mármol, dependerá de la acción del escultor.

La Lógica.

Leibnitz es el iniciador de la Lógica matemática moderna. Busca un lenguaje formal universal a través del cálculo, para la transmisión del conocimiento. Para él, la lógica debe servir para descubrir verdades  de un modo apriorístico y seguro. La Lógica tradicional no satisface esta exigencia, porque los clásicos principios de “identidad”, “no contradicción” y “tercio excluido” no son suficientes. Hay necesidad de actuar conforme  aun nuevo principio al que denomina: “Principio de Razón Suficiente”.

El principio de Razón Suficiente es un principio físico, metafísico y moral que sirve para explicar ¿Por qué hay algo y no más bien nada?

Este principio indica que “Nada sucede en la realidad sin que haya una razón suficiente para que acontezca”. Nada puede explicarse de la realidad si no se halla una razón suficiente que explique. Hay algo más bien que nada porque hay una razón suficiente.

Con relación al problema de la verdad, Leibnitz establece tres grados:

  1. Verdades de Hecho. Son posiciones contingentes cuya negación es posible. La experiencia nunca proporciona validez verdadera y universal. Trabajan con criterios a posteriori, valen como saber empírico, están en el terreno de lo imposible. Conciernen a la realidad objetiva. No se fundan en los principios de identidad y no contradicción, sino en el de razón suficiente. Pero este principio supone una causa final: Dios. Se identifica con el infinito.
  • Verdades de Razón. No se refieren a la realidad. Están en el mundo de la pura posibilidad, de la probabilidad. Repiten una cosa sin decir nada nuevo. Cuando son afirmativas se fundan en el principio de “identidad” y cuando son negativas en el principio de “no contradicción”.

En las verdades de razón, el sujeto y el predicado son idénticos. Ejm. “El triángulo tiene tres ángulos”.

Estas verdades son necesarias, las emplea la matemática, no pueden ser negadas sin caer en contradicciones. Para verificarlas son suficientes las leyes de la lógica aristotélica.

  • Verdades Eternas. No necesitan justificación de la experiencia. En este caso, entendimiento y voluntad se identifican en la esencia divina.

La Política.

Leibnitz define al Estado como el conjunto de hombres organizados en una unidad bajo la presencia de un poder dominante, es decir, del derecho de dictar a los hombres determinado modo de acción. En el Estado, el príncipe es un representante o apoderado, que se subordina al Derecho.

Rechaza el despotismo y plantea su supresión. Emula la libertad e igualdad de los ciudadanos, indicando que en el despotismo impera el miedo.

Sin embargo, justifica el orden existente de los males en lo social, afirmando que estamos en el mejor mundo de los posibles. Y luego dice que debemos evitar en lo posible los cambios inestables.

La Moral.

Leibnitz considera que el mal es condición necesaria del mejor bien. La existencia del mal hace que surjan valores elevados como el heroísmo la fortaleza, la abnegación. El mal existe en el mundo. Y este mundo a pesar de todo es el mejor de los posibles, porque fue creado así por Dios. Su teoría se denomina optimismo. Aconseja las siguientes reglas:

  • No hagas a otros lo que no desea para ti. No cometas injusticias.
  • Haz a cada uno lo que desearas que hicieran para ti; entrega a cada uno lo suyo.
  • Mantén una vida virtuosa.

El hombre es libre porque tiene la posibilidad de escoger lo posible.

La libertad supone deliberación y decisión. No implica necesidad.

La Religión.

Todo lo posible está destinado a existir. Basta saber que Dios es posible para afirmar que es real. Dios es la primera razón de las cosas, es la fuente de toda la realidad, de las esencias posibles, de las verdades eternas, Dios es un ser necesario, en él coincide posibilidad y realidad.

Juicio Crítico.

  • A pesar de hablar de movimiento y desarrollo, comete el error de negar la posibilidad del salto dialéctico.
  • Al hablar de mónadas entra en contradicción, porque al final todas dependen de Dios.

GEORGE BERKELEY

(1685 – 1753)

Extracción y posición de clase.

Este filósofo inglés, alto exponente del idealismo e inmaterialismo teístico, nació en el regazo de una familia irlandesa de origen inglés, en medio de excelentes facilidades, de manera que ya a los 19 años había logrado graduarse, recibiéndose en una orden anglicana cerca de 1707. Rápidamente se sumergió en los estudios filosóficos con el claro propósito de buscar una decidida apología de la religión, leyendo a los neoplatónicos. Fruto de sus investigaciones vienen a ser las obras que escribe: Nueva Teoría de la visión (1709) ensayo que publica a los 24 años; al año siguiente, produce su monumental trabajo: Tratado sobre los Principios del Conocimiento Humano (1710); después con el propósito de popularizar mejor su segundo libro, escribe: Diálogo entre Hylas y Philonus (1713); Alciphró (1714) y Syras (1752).

Su misma condición de clérigo, afanoso por preservar los fueros de la teología y la escolástica lo sitúan como el más esclarecido patrocinador de los intereses de las castas terratenientes; atacó a empiristas, materialistas y librepensadores, desde su tribuna de pastor anglicano y misionero y obispo.

Su postura filosófica.

Su filosofía está considerada como la “escolática del empirismo”. Pero en esencia, su interés fundamental no es la filosofía sino la religión. Su propósito está dirigido a probar que Dios es la causa de todas las cosas. Esto quiere decir que toma la filosofía como un medio para servir a la religión.

Su sistema filosófico ha sido denominado de “idealismo cósmico”, “idealismo empírico” o “empirismo idealista”, aunque según Ferreter Mora (38) Berkeley es fenomenista. Otros lo atribuyen “sensista”, “espiritualista” “antiinnatista”, etc. Gran parte de los materialistas dialécticos lo toman como idealista subjetivo, aunque según Lovchuk (39) llega también al idealismo objetivo al sostener que el mundo “no es lo que yo imagino, sino el resultado de una causa espiritual suprema que crea las leyes de la naturaleza”.

Las ideas de Berkeley aparecieron en el instante  en que se libraba la polémica entre la física gravitatoria de Newton y la física torbellinante de Descartes. Mas, Berkeley se pronuncia como un enemigo del materialismo mecanicista, la considera irreverente y amigo de ateos. Algo más, persigue a los materialistas y solicita el destierro del concepto de materia.

En todo caso, para Berkeley la filosofía es una verdadera lectura del leguaje divino de la naturaleza, sabiduría y benevolencia del creador. También es un nominalista porque según él las ideas abstractas son un invento de los filósofos.

Durante el Siglo XX, empiristas lógicos, pragmáticos e inmanentistas se han apropiado de las ideas de Berkeley para fundamentar sus teorías.

Su Idealismo.

Para Berkeley toda la realidad es mental. La materia no existe. En todo caso puede ser reducida a un conjunto de ideas. No existe una sustancia corpórea o materia en el sentido en que comúnmente se entiende. La única sustancia real es el espíritu que percibe ideas. Si existiese la materia sería inactiva y no podría producir nada. Por otro lado, si se admite que la materia es real, la existencia de Dios es inútil. Estando la materia muerta e insensible no tienen para brindarnos ideas. De donde se desprende que los esfuerzos por fundamentar la existencia de la materia están destinados a fortificar el ateísmo. En cambio, una vez, rechazada la existencia de la materia, se puede recurrir a Dios para explicar el origen de nuestras ideas.

El espíritu es una realidad permanente y simple. La realidad es espíritu. Sólo los espíritus perciben, sólo las ideas son percibidas. Los espíritus son los sujetos percipientes, activos, inmateriales. La causa primera no es sino espiritual. Reconoce la multiplicidad de sustancias espirituales la existencia de un espíritu infinito que es Dios.

Para Berkeley los seres humanos son espíritu finitos. Sólo existe el Yo Espiritual  (Solipsismo).

Las Ideas.

Según Berkeley las ideas son pasivas y son percibidas por una sustancia incorpórea que es el alma. Deben su existencia a los espíritus. Lo que nosotros llamamos cosa no son sino ideas. Por ejemplo una manzana o cosa es un conjunto de cierto color, sabor, olor, peso, forma, etc.

Para existir las ideas, hay la necesidad de ser percibidas.

El objeto y la percepción son la misma cosa, no pueden ser abstraídos uno del otro. De ahí el principio:

Esse is percipi” “Ser es Ser percibido”.

Comúnmente  se cree que las cosas naturales tienen una existencia real distinta de la percepción que el entendimiento tiene de ellas. Es imposible percibir una cosa sensible separada o distinta de la percepción correspondiente. Se quiere distinguir el ser percibido del ser real.

No se puede llegar a concebir que un cuerpo actúe sobre un espíritu y que pueda producir una idea. La formación de las cosas sensibles fuera del espíritu no tiene sentido. Nuestro espíritu puede actuar sobre las ideas. No existe la idea abstracta de extensión y espacio.

Las ideas se asimilan por una sustancia incorpórea (alma) que es activa y posee la capacidad de percibir ideas (razón), provocarlas e influir sobre ellas (voluntad).

Las ideas existen potencialmente en el intelecto divino, pero adquieren existencia actual en la razón humana.

Al reconocer Berkeley la existencia eterna de las ideas en el intelecto divino, para del idealismo subjetivo al idealismo objetivo, próximo al platonismo.

La idea de un hombre es siempre la idea de un hombre particular.

La idea de extensión es siempre la idea particular de un objeto particular.

La realidad es un conjunto de ideas en cuya cima está Dios con espíritu correcto y ordenador. La causa que provoca las sensaciones es Dios.

La Naturaleza.

Para Berkely no existe un mundo corpóreo. Sólo existen los espíritus y Dios que hace surgir el sueño de un mundo corpóreo.

No percibimos la materia en cuanto tal sino las cosas singulares. Vemos colores, pero no vemos materia. No hay nada semejante a lo que los filósofos llaman sustancia material. Materia es un nombre muy general para los diversos materiales, sustancias de las cuales están hechas o compuestas las cosas.

Berkeley dice: “No pongo en duda ni remotamente que las cosas que veo con mis ojos y toco con mis manos existen, existen realmente. La única cosa cuya existencia niego es aquella que los filósofos llaman materia o sustancia corporal” (40).

Al aseverar esto, Berkeley se contradice, porque quien dice que no niega lo que ve y toca está admitiendo que hay cosas materiales.

El éter es un medio universal de que Dios se sirve para ejercer su acción. La naturaleza no es pues sino una manifestación de Dios.

El Espacio.

Rechaza la teoría newtoniana del espacio absoluto y de la teoría de la gravitación.

Teoria del Conocimiento.

Berkeley es un sensista consecuente. Para él no existen ideas generales o abstractas. Toda idea es una imagen concreta de contenido individual. No existe un triángulo en general, sino uno concreto: el isósceles.

Para Berkeley el mundo es producto de la conciencia del hombre. Todas las cosas que observamos son combinaciones de sensaciones. Los objetos existen sólo en la medida en que el hombre las percibe, siente, oye, palpa. Pero las sensaciones no reflejan la realidad objetiva sino que ellas mismas son la realidad.

El conocimiento no tiene fuente objetiva. De este modo, frente al sensualismo materialista de Bacon, plantea un sensualismo idealista.

Hablando de las cualidades primarias y secundarias que diferenciaba el filósofo Locke, Berkeley dice que las primeras se reducen a las segundas. Es decir, todas las cualidades de un objeto son subjetivas. Así Berkeley nos conduce a negar la realidad cincundante y también la de los demás hombres.

El único objeto del conocimiento son las ideas. El hombre aprehende inmediatamente sólo sus propias ideas (percepciones).

La Ciencia.

Niega el valor de la ciencia para los efectos de la concepción del mundo, argumentando que el sabio debe comprender el lenguaje del creador y no pretender explicarlo todo reduciéndolo a causas corporales. Adoptó de este modo, una actitud negativa sobre el Cálculo Infinitesimal creado por Leibnitz y Newton.

La Política.

Rechaza la doctrina del “Contrato Social” como origen de la sociedad civil. Plantea la fidelidad o sumisión a la suprema autoridad.

El propósito de Berkeley fue infundir en la mente de los hombre la idea de la futilidad de la lucha efectiva por transformar la sociedad, con el ardid de que la verdad no está en el mundo exterior, sino en nuestro espíritu, el cuál debemos perfeccionarlo.

La Moral.

Dice que el hombre no puede alcanzar la felicidad conforme a su juicio particular sino sólo conforme a las leyes determinadas y establecidas. Estas leyes están impresas en el espíritu de Dios y la obediencia a las mismas, es la obediencia a Dios.

Berkeley dice que no es posible una moral sin religión, puesto que la religión se funda en Dios.

El Derecho.

Identifica las leyes divinas con las leyes de la sociedad y afirma que la fidelidad y la sumisión a la autoridad se presentan con las demás virtudes como una conexión necesaria, para lograr el bienestar de la humanidad.

Juicio Crítico (41).

Berkeley se pronuncia contra la división en cosas e ideas  y contra la aceptación de la existencia real de los objetos exteriores como un hecho, puesto que todo ello lleva a admitir la existencia objetiva de la materia.

MANUEL KANT

(1724 – 1804)

Extracción y posición de clase.

Manuel Kant fue el cuarto hijo de una modesta familia de artesanos dedicada a la talabartería. De estructura débil y delicado, de pecho estrecho y hundido, tímido, falto de memoria, pero educado en un ambiente protestante, fue siempre puntual, metódico, callado y apasionado por la verdad, formado en la honradez; tuvo como maestros a pietistas y en la escuela no fue un genio precoz. En la Universidad las disciplinas de su preferencia fueron la Matemática, la Física, la Lógica, la Metafísica, el Derecho Natural, la Moral y la Teología; pierde a su padre a los 22 años y se ve en la necesidad de encontrar sustento como preceptor de familias distinguidas por espacio de nueve años y después de profundizar sus estudios en la Facultad de Teología y estudiar a Newton, logra obtener el doctorado a los 31 años, así como licencia para enseñar en la Universidad.

Su madurez transcurre ejerciendo ocupaciones de bibliotecario, preceptor de hijos de terratenientes de Alemania, pero su empleo oficial lo obtiene todavía a los 42 años y poco después consigue la condición de profesor ordinario de las asignaturas de Lógica y Metafísica. Su vida privada está signada por la característica de ser refractaria al matrimonio, no obstante ello fue  un hombre con sentimiento de independencia personal, de una rigurosa puntualidad y de una gran profundidad en el pensamiento; aunque lo que ganaba no era gran cosa, según su biógrafo Kuno Fisher(42) “nunca aceptada nada de nadie, quiso vivir de sí mismo, jamás tuvo acreedor y dejó fortuna considerable”; otro rasgo de su vida es que siempre fue sedentario, nunca salió de los límites de Prusia Oriental, sus labores las dividía matemáticamente y nunca durmió más de cinco horas; fue gastrónomo refinado, de buena mesa.

Como científico y filósofo de profesión, Kant abordó temas de Cosmogonía,  Geografía Física, Antropología y Ciencias Naturales. Ello queda reflejado en su prolífica producción, siendo los trabajos más interesantes: Historia Natural  Universal y Teoría del Cielo (1763); Prolegómenos de una Metafísica Futura (1783), Principios Metafísicos de la Ciencia Natural (1786), Crítica de la Razón Pura (1781); Crítica de la Razón Práctica (1788); Crítica del Juicio (1790) y Fundamentación de una Metafísica de las Costumbres, entre otras, indudablemente, su obra colosal es la Crítica de la Razón Pura.

Después de enseñar pro espacio de 40 años, Kant perdió la memoria y la palabra en su época senil, y a los 73 años tuvo que renunciar a la enseñanza. Diez años antes de su fallecimiento, fue amenazado por el gobierno por haber escrito: La Religión Dentro de los Límites de la Razón Pura, donde había hecho algunas observaciones a las Sagradas Escrituras. Tuvo pues conflictos con a oficialidad. Fue antimilitarista, antipatriotero y pacifista. Vio con simpatía la independencia de América y la revolución francesa. Se identificó con la burguesía en ascenso.

Su postura filosófica.

En los trabajos filosóficos de Kant podemos distinguir dos épocas bien marcadas. La primera es la que sus biógrafos han denominado: Período precrítico y la segunda son las obras de su madurez.

En el período precrítico, a decir de M. A. Dynnik (43) encontramos en Kant elementos de materialismo espontáneo, sobre todo cuanto sostiene que la sustancia es la “cosa en si” y cuando estima como primario las cosas del idealismo al admitir que el conocimiento tiene límites. Y por último concilia materialismo e idealismo para llegar al agnosticismo.

Es verdad que, a decir de Kant, su intención es superar el escepticismo y el dogmatismo, a través de su criticismo; rebasar el empirismo y el racionalismo, a través del agnosticismo; para ello propone la creación de una filosofía esencialmente crítica y en la cual la razón humana sea colocada ante un tribunal. Pero, precisamente estos desplazamientos dieron lugar a que Kant fuese atacado desde la izquierda por ser un abanderado del agnosticismo, y desde la derecha, pro haber aseverado la existencia de la “cosa en si”. En efecto, al final de cuentas, Kant no es más que un agnóstico y un idealista. Fue marcadamente influido por Hume, de quien se dice que lo despertó de sus “sueños dogmáticos”. Bajo la influencia del escepticismo y empirismo de Hume, introdujo el concepto de “magnitudes negativas” y se mofó de la pasión de sus contemporáneos por la mística y el espiritismo. Más, el lado idealista, lo hereda de la filosofía cartesiana y los trabajos de Leibnitz y Wolf Kant, es pues el fundador del idealismo clásico alemán y del idealismo crítico trascendental.

Tienen el mérito de haberse explicado el origen y desarrollo del mundo, como versado en ciencias naturales y profesor de esa asignatura.

Según Kant la filosofía puede ser elaborada y fundamentada como ciencia especulativa teórica sin recurrir a los datos experimentales. Y esto por que el hombre no se conforma con conocimientos parciales incondicionados. Aspira a un cocimiento total e  incondicionado, al absoluto.  La Función de la razón es concluir. Llegar a los últimos resultados, a la síntesis. Por ejemplo aspira la síntesis de los fenómenos materiales y para alcanzar ello recurre a la Cosmología;  finalmente aspira a la síntesis de la realidad; para ello echa mano de la Teodicea. El mundo es la totalidad física; el alma, la totalidad espiritual; Dios es el fundamento y fin de toda la realidad.

La Metodología.

Kant creó un método propio: el Método trascendental o crítico.  Este método entiende por trascendental aquello que precede a toda experiencia y no aquello que traspasa los límites de la experiencia. Para tal fin, sugiere el filósofo evitar el dogmatismo.

A diferenciad de Descartes y Leibnitz, Kant cree que la Filosofía no puede partir de axiomas y demostraciones. Hay un peligro si la Filosofía aplica el método matemático, ya que el geómetra parte de definiciones simples, en cambio la filosofía se encuentra frente a datos de la experiencia confusos.

La crítica, es por el contrario, el paso definitivo con el cual puede fijarse las cosas con precisión.

El mérito de Kant es haber puesto fin al modo metafísico de pensar en las ciencias naturales.

La Naturaleza.

Formuló la hipótesis cosmogónica de que el surgimiento y evolución del sistema planetario se deduce de una nebulosa inicial. Existe un gran universo de galaxias fuera de nuestra galaxia. Se explica el origen de todos los mundos actuales por la rotación de masas nebulosas. Concibe la historia del cosmos como un proceso eterno de cambio de la materia. En este proceso nacen, desaparecen y vuelven a nacer nuevos mundos. Es un proceso que no conoce comienzo ni fin. Hay lucha de fuerzas contrarias, los mundos se construyen y destruyen. Los átomos se unen y se separan en virtud e leyes internas.

De otro lado, explica el papel de las mareas en la historia de la tierra y su influencia. Pero, en lo general, para Kant la naturaleza no es el conjunto de las cosas en sí, sino la síntesis de los objetos en la conciencia. La causa del mundo no es la materia, sino Dios. Lo que quiere decir que Kant es un prisionero de la Teología cuando sostiene que el origen y desarrollo de la naturaleza tiene un principio que no es la materia.

A pesar de ello, Engels afirma que las ideas kantianas del desarrollo de la naturaleza pusieron fin al reino absoluto del modo metafísico de pensar de los naturalistas, pues esas ideas desempeñaron un papel fundamental en la formación de la dialéctica.

La Materia.

Dice Kant se rige por leyes mecánicas. La materia es la sustancia de que esta formada todo el universo. La materia tiene fuerzas de atracción y repulsión. La materia no es lo primario, se deriva de ciertas fuerzas espirituales del movimiento puro.

El Movimiento.

Fundamentó la relatividad del movimiento y el reposo llevando adelante las ideas de Galileo y Copérnico. El movimiento lo separa de la materia.

Espacio y tiempo.

Espacio y tiempo no son realidades independientes de la conciencia ni propiedades de las cosas, sino formas a priori subjetivas.

El espacio es la forma a priori de la sensibilidad externa; el tiempo una forma a priori de la sensibilidad interna. Nos hace sentir la sucesión.

Espacio y tiempo no son sensaciones, pero tampoco son conceptos. Son intuiciones puras independientes de la experiencia. Funcionan en la experiencia, pero no proceden de ella.

La intuición pura del espacio hace posible la Geometría;  la intuición pura del tiempo hace posible los axiomas.

Teoría del Conocimiento.

Según Kant, el verdadero conocimiento no puede trascender o ir más allá de la experiencia. Conocemos sólo los fenómenos, pero no las cosas en sí. El hombre se conoce no como en si mismo. Sino como se aparece a sí mismo.

Para Kant, el problema del conocimiento nos remite a considerar:

  1. El Fenómeno o el objeto que está a la vista, lo que aparece a nuestra conciencia. Es la apariencia.
  • El Noúmeno que es la cosa en sí, la esencia incognoscible, lo que es pensado, pero no conocido.

Según Kant, el ser humano tiene límites en su conocimiento. Le es accesible el conocer los fenómenos, pero no así el noumeno. Las cosas en sí son incognoscibles; los fenómenos son cognoscibles.

Refutando esta aseveración de Kant, el filósofo Engels en su magistral Obra: Ludwin Feuerbach y el Fin de la Filosofía Clásica Alemana nos dice:

“La refutación más contundente de estas extravagancias como de todas las extravagancias filosóficas, es la práctica, o se a el experimento y la industria. Si podemos demostrar la exactitud de nuestro modo de concebir un proceso natural reproduciéndolo nosotros mismos, creándolo como resultado de sus mismas condiciones, y si, además, lo ponemos al servicio de nuestros propios fines, damos al traste con la “cosa en si” inaprehensible de Kant. Las sustancias químicas producidas en el mundo vegetal animal siguieron siendo “cosa en si” inaprehensibles hasta que la química orgánica comenzó a producirlas unas tras otras; con ello, “la cosa en si” se convirtió en una cosa para nosotros”.

Para Kant, en cambio, el mundo de las “cosas en sí” no está ni el espacio ni en el tiempo.

Según Kant, el conocimiento empieza cuando las cosas en sí actúan sobre nuestros sentidos y producen sensaciones. El conocimiento humano es únicamente experiencia. La experiencia está constituida por la sensibilidad y el entendimiento, pero se expresa mediante los juicios. La fuente que le provee de todo es la sensibilidad. El entendimiento humano no intuye, sino piensa, no crea sino unifica. Esto quiere decir que el conocimiento humano es un producto que resulta de las impresiones recibidas de fuera y de algo que forma.

Todo conocimiento comienza en la experiencia y con la experiencia, pero no todo lo que hay en el conocimiento procede de la experiencia.

En el conocimiento concurren pues dos elementos:

  1. Lo Dado. Lo que nos proporciona el mundo físico (un caos de sensaciones)
  • Lo Puesto. Lo que nosotros ponemos al objeto observado (tiempo, espacio y otras categorías)

Así, en el acto del conocimiento no es válida sólo la sensación ni es suficiente sólo el concepto. De ahí que es interesante reconocer que:

“Las sensaciones sin conceptos son ciegas”.

“Los conceptos sin sensaciones son vacíos”.

O Dicho de otro modo:

“Un conocimiento sin materia sería un conocimiento de nada”.

“Un conocimiento sin forma sería un caos de sensaciones”.

La materia necesita de una forma que lo estructure; la forma necesita de una materia que la llene. La materia es proporcionada por la naturaleza. La forma es puesta por el sujeto. Las formas del conocimiento son a priori. No proceden ni dependen de la experiencia, pero necesitan de la experiencia para que funcionen con valor real. Las impresiones constituyen la materia; la facultad de conocer es la forma.

El conocimiento es pues una síntesis. La unión de sensaciones y conceptos.

Podemos distinguir hasta dos tipos de conocimiento:

  1. Conocimiento imperfecto y limitado. Es el conocimiento empírico.
  2. Conocimiento  verdadero científico. Posee certidumbre absoluta.

Lo que es lo mismo decir:

  1. Conocimiento a posteriori o empírico: Es contingente y limitado. Depende la experiencia. Tiene el defecto de no proporcionar conocimientos universales.
  2. Conocimiento a priori o conocimiento puro: Tiene  carácter universal y  necesario. Es independiente de la experiencia. La Matemática y la Física contienen verdades universales. También lo posee la Metafísica. En estos campos se dan conocimiento teóricos ciertos.

El hombre posee tres facultades cognoscitivas:

  1. La Sensibilidad, donde pone un juego las sensaciones.
  2. El Entendimiento , que en el campo de los conceptos y los juicios; y
  3. La Razón, donde están las ideas.

Según Kant, el entendimiento es el legislador de la naturaleza.

La Razón forma 3 ideas: Idea del Alma (verdad absoluta); idea del mundo (unidad absoluta) y la idea de Dios (causa absoluta).

Kant dice que el objeto del conocimiento no es el ser en si, sino el estudio de los fenómenos. De este modo naufraga en el Agnosticismo.

La Lógica.

En su lógica, Kant analiza los Juicios Analíticos y los Juicios Sintéticos.

Pero sucede que, a decir de Kant, los juicios analíticos no ofrecen ningún saber nuevo aparte del que ya se tiene. Es el caso de los siguientes:

“El triángulo es un polígono de tres ángulos”.

“El hombre es un ser racional”.

Son meramente explicativos, porque el predicado ya está incluido en el sujeto.

Los juicios sintéticos también tienen la particularidad de deducir sus predicados, en función de sus sujetos. Ejemplo:

“Ciertos cuerpos tiene peso”, “Este hombre mide   1.72m”

“Hay mesas redondas”.

Para Kant mas importancia tienen los juicios sintéticos a priori, porque son juicios que no se basan en la experiencia. Lo que ocurre cuando se afirma:

“Todo lo que sucede tienen una causa”.

Esta clase de juicios tiene posibilidad en las ciencias naturales.

En la Analícita de los Principios, Kant, superando a Aristóteles nos entrega un cuadro más extenso de la clasificación de juicios:

CLASES DE JUICIOS
  Por su Cantidad   Singulares                   Particulares                 Universales                 Unidad Pluralidad Totalidad
  Por su Calidad Afirmativas Negativas Indefinidas       Realidad Negación Limitación
  Por su Relación Hipotéticos      Categóricos Disyuntivos Causa-Efecto Sustancia-Accidente Coexistencia y Acción Recíproca
  Por su Modalidad Asertóricos Problemáticos Apodícticas Existencia y No Existencia Posibilidad-Imposibilidad Necesidad y Contingencia

Más adelante nos dice que ninguno de los juicios ya mencionados: analíticos y sintéticos tienen interés científico. La Lógica no es suficiente para fundamentar las ciencias naturales. El vínculo causa-efecto es sólo empírico. No puede ser deducido por vías lógicas. Sin embargo, los juicios de las ciencias naturales requieren de leyes generales y necesarias.

Hablando de las Categorías Kant nos dice que éstas no son formas del Ser como lo había planteado Aristóteles, sino CONCEPTOS de nuestro entendimiento. La mente lleva a las cosas sus categorías.

Tocando el problema de la verdad Kant decía que por ser la razón contradictoria por naturaleza, hay incapacidad de alcanzar la verdad total. No hay Filosofía que conozca la verdad objetiva. Se puede demostrar que el mundo tienen comienzo en el tiempo y límites en el espacio, como también que el mundo es infinito; se puede demostrar que el universo está compuesto por partes simples como no las tiene; se puede demostrar la divisibilidad e indivisibilidad de la sustancia; la posibilidad e imposibilidad de la libertad; la existencia y la inexistencia de un ser absolutamente necesario. Estas contradicciones o antinomias  no son objeto de superación en el pensamiento de Kant.

No acepta la transición de los conceptos opuestos.

La Ciencia.

Para Kant la tarea de la ciencia consiste en descubrir leyes sin cuyo conocimiento la ciencia no existe. Las leyes de la naturaleza se cumplen con independencia de nuestro yo. La ciencia requiere juicios que sean necesarios y universales. Por ejemplo, la Matemática y la Física son modelos de ciencia rigurosa y veraz. Pero, por muy ciertas que sean las verdades universales y necesarias de las matemáticas y las ciencias naturales, el conocimiento que nos ofrece no es de las cosas en sí. Es un conocimiento de propiedades y aspectos.

Como cultivador de las ciencias, Kant penetra a distintas áreas. Así en la biología se le reconoce el haber contribuido con la clasificación generalógica del mundo animal, la distribución de los distintos animales según su origen. Y en Antropología, el haber formulado una historia natural de las razas humanas.

La Sociedad.

Kant plantea que la humanidad atraviesa por dos fases: en la primera, la naturaleza se impone al hombre; predomina el instinto. En la segunda, el hombre se emancipa de la naturaleza. Hay predominio de la voluntad y de la razón.

Aspiraba a una sociedad civil perfecta, entendiendo por ésta a la burguesía en ascenso.

Según Kant la necesidad material obliga a los hombres agruparse en sociedad dentro de la cual la coacción y la libertad se combinan armónicamente. Rechaza el comunismo primitivo como hecho histórico, pero admite una iniciación colectiva. Defiende la propiedad privada considerándola eterna, necesaria y universal.

Se declara enemigo de todo proceso violento para la modificación de la estructura social. Rechaza la revolución, calificándola de ilegítima. Declara ser partidario de toda suerte de reformas y posturas evolutivas. Estima que el pueblo aún no está maduro para apreciar la libertad. La soberanía es impracticable por el pueblo. Según él, la voluntad del pueblo debe subordinarse por completo al poder existente.

Admite en cambio la presencia de contrariedades y contradicciones, afirmando que es una condición imprescindible para el perfeccionamiento del género humano. Con respecto a la existencia de las guerras, nos dice que es un estado natural entre los pueblos, lo cual debe superarse mediante la unión de las naciones, buscando un Estado mundial único.

La Política.

Kant ha sido calificado por Marx como el teórico de la revolución burguesa en Alemania. Efectivamente, es el ideólogo del liberalismo alemán cuando la burguesía era progresista, aunque débil. Para Kant el Estado es el Estado de los propietarios. No concibe derechos para el proletariado, ni entiende el papel histórico de la clase obrera. Plantea que el Estado debe proteger la propiedad. Entiende por libertad civil el derecho del individuo a acatar sólo las leyes con las que se declara conforme. Es partidario de la igualdad de todos ante las leyes del Estado. Entiende por libertad la libertad espiritual y en todo caso abraza hasta la libertad de imprenta, es decir, entiende por libertad el hecho de ser dueño de sí mismo.

De otro lado, condena las revoluciones inglesa y francesa porque ejecutaron a los soberanos. Dice que la soberanía de un pueblo no puede ser alcanzada de hecho. Se declara así enemigo de las masas populares y aplaude toda medida de gobierno tendiente a frenar sus luchas. Y luego contradictoriamente afirma: “como medio para alcanzar el estado de derecho la revolución es necesaria; pero como derecho en el Estado es imposible y debe ser rechazada”.

Dice a continuación que la revolución hay que aceptarla como un hecho consumado, reconociendo las importantes consecuencias que tiene para la humanidad.

En veces justifica las guerras de liberación, afirmando que el pueblo oprimido tiene derecho. Pero en fin de cuentas, Kant es en política un idealista, adversario de la democracia. Para él, la democracia es sinónimo de despotismo, porque ejecutivo y legislativo coinciden. Propugna un régimen republicano sin caracteres democráticos.

Señala que hay 3 tipos de regímenes: autocracia, aristocracia y democracia.

Conoce dos formas de gobierno: republicano y despótico.

Propugna tres ideales políticos: la igualdad, ante la ley; la libertad, y la independencia de los ciudadanos como súbditos.

El Derecho.

Kant estima que para evita la injusticia es necesario que la ley sea obra de todos, la ley pierde su vigor allí donde termina la justicia social y todo orden estatal. El Estado puede alcanzar sus fines uniendo la libertad y la ley mediante la justicia.

Rechaza el derecho innato de propiedad, afirmando que la propiedad se adquiere. Contempla tres clases de Derecho:

Innato: que está dado a cada uno por naturaleza: La Libertad.

Adquirido: Nace únicamente de un acto jurídico: El Derecho Privado.

Público: Se da en la forma de Estado, a través de los 3 poderes conocidos.

Kant critica la tesis del “Contrato Social”, aunque admite que en el estado natural, efectivamente no hay relaciones jurídicas. Pero dice que en la sociedad civil impera el Derecho Público.

Más adelante sostiene que el pueblo no tiene derecho a sublevarse menos aún a provocar una revolución. Toda revolución es un crimen que debe castigarse.

El Jefe del Estado tiene solamente derecho a ningún deber con relación a sus súbditos.

La Moral.

Proclama como su ley principal el imperialismo categórico,  que exige guiarse por una norma totalmente independiente. El imperativo es un principio abstracto de una voluntad también abstracta, formalista, individualista, racional, apriorística, independiente de toda sensibilidad, vacía, sin contenido social, sin humanismo, propia de la disciplina de ejército, Kant glorifica el deber.

La moral de Kant no nos dice “lo que debemos hacer” sino “cómo debemos obrar”. Rechaza para el efecto los imperativos hipotéticos por estar guiados por el deseo y no por el deber. La distinción entre uno y otro imperativo la formula del siguiente modo:

  1. Imperativo Hipotético. Aquí prima el deseo. Las cosas son tomadas como medio. Se busca la felicidad inmediata.

Ejemplo:

“Si quieres trabajar con fruto, busca la soledad y el silencio”.

“Si quieres que te respeten, respeta a los demás”.

“Aliméntate, si quieres vivir”.

  • Imperativo Categórico. Tiene carácter incondicionado y apodíctico. Se sustenta en principios prácticos a priori. Parte de una ley moral, trasciende la experiencia. Se refiere al “deber ser”.

Ejemplo:

“Obra de modo que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre a la vez como principio de legislación universal”.

Es como si dijera:

“Todo o que hagas hazlo por deber y respeto a la ley”.

En este segundo caso, el hombre debe obrar de tal modo que la máxima de su voluntad pueda servir al mismo tiempo de una legislación universal. Es una moral autónoma.

En el fondo, la moral de Kant busca la obediencia a las autoridades.

Por ello sus principios no están orientados a la búsqueda de la felicidad humana. Las afecciones y sentimientos están excluidos. Exige un deber desnudo, al margen de las relaciones sociales. No parte de la práctica, sino de la razón.

El pensamiento de Kant fue utilizado por la clase dominante, porque satisfacía plenamente sus intereses.

Kant, sin entender las relaciones de producción capitalista, se queja de que el hombre sea utilizado como un medio y luego dice que la inmoralidad consiste en tomar al hombre como medio, cuando todos los hombres son fines en sí mismos. No advierte que el imperativo categórico puede tener vigencia distinta de época a época.

Reafirmando su racionalismo abstracto dice que el hombre desea la felicidad, pero esto no es el fundamento de un imperativo moral. El deseo no se manda. El deseo es subjetivo, conduce a un imperativo hipotético. La ley moral no puede venir de fuera, en una legislación interna  de la conciencia individual. Por eso es distinto del Derecho. También es distinta de la religión. La moral no se basa en la religión; al contrario, la religión se funda en la moral. Dios es sólo una garantía del orden moral.

El Arte.

Afirma que el fin supremo del arte debe carecer por completo de un objeto o fin determinado. El arte es una finalidad sin fin. Esto quiere decir que una obra de arte no puede recibir prescripciones de fuera. El Juicio estético no se funda en conceptos, sino en el placer reproducido por la contemplación. Lo bello es un  deleite no interesado,  independiente de si existe o no el objeto presentado en una obra de arte.

El juicio estético es mera declaración de gusto subjetivo. Es bello lo que place a todos. Tienen validez universal. Lo bello agrada por su forma pura. El Arte es la libre actividad del genio. Quien quiera juzgar el arte no puede hacerlo intelectualmente.

Kant  no se preocupa por explicar la esencia de lo bello. Pero indica que lo mejor del arte es la poesía.

La tesis de Kant ha sido calificada de contradictoria, porque separa lo bello de todo su contenido y limita su dominio a la forma pura.

La Religión.

La existencia de Dios, la inmortalidad del alma y la libertad de la voluntad no puede demostrarse o refutarse teóricamente. Pero sí puede hacerse a través de la práctica, porque es un problema de creencia.  De todos modos Dios es un legislador a quien hay que respetar. Sin la fe en Dios no puede haber seguridad alguna de que el mundo existe un orden moral. Al fin de cuentas, la Iglesia es el conjunto de hombres de buena voluntad emanados por una fe.

Juicio Crítico.

Refutando la primacía que Kant le otorga a los juicios a priori en las ciencias naturales, Lenin, en cuadernos Filosóficos (45) dice:

“… por supuesto, lo que para el hombre es a posteriori para el filósofo es  a priori;  porque cuando el hombre ha reunido experiencias y las ha abarcado en conceptos generales, entonces, naturalmente, se encuentra en condiciones de establecer “juicios sintéticos a priori”. De ahí que lo que para una época anterior es un asunto de experiencia, para una posterior es un asunto de razón.  Así, antes, la electricidad y el magnetismo eran solo propiedades empíricas, es decir, en este caso, accidentales, percibidas sólo en cuerpos particulares, en tanto que ahora, como resultado de amplias observaciones, se lo reconoce como propiedades de todos los cuerpos… De ahí que la historia de la humanidad sea el único punto de vista que ofrece una respuesta positiva al problema del origen de las ideas…”.

Por otra parte, a Kant se le ha objetado lo siguiente:

  • Divorcia el conocimiento de la realidad objetiva.
  • Separa radicalmente fenómeno y esencia; forma y contenido.
  • Intenta conciliar ciencia y religión, subordinándola a la fe.

JORGE GUILLERMO FEDERICO HEGEL

(1770 – 1831)

Extracción y posición de clase.

Hijo de un alto funcionario de finanzas del ducado de Wurttemberg, Jorge Guillermo Federico Hegel, está considerado como el filósofo sistemático más eminente de la filosofía clásica alemana. Según su biógrafo Jean Michel  Palmier (46), Hegel nació de una familia teutónica protestante perteneciente a la mediana burguesía de la ciudad. Su educación fue confiada a los pietistas, y por no tener talento oratorio renunció a la carrera de pastor y se consagró a la enseñanza. De joven tuvo un modo radical de pensar; prueba de ello es que aplaude los efectos de la revolución francesa e impugna el orden feudal de la monarquía prusiana. Sus estudios universitarios versaron sobre Teología y Filosofía en Tubinga. En 1801, a los 31 años, defendió su tesis doctoral e inmediatamente fue nombrado profesor universitario en Jena. 10 años más tarde contrae nupcias y en 1818, pasa a ser docente en la Universidad de Berlín. Mucho antes de esa condición, por su estrechez económica como Kant, Fichte, Schelling y Holderling se había dedicado al oficio de docente privado de familias adineradas, inclusive fue redactor de un periódico para poder vivir en momento que en Alemania la situación se tornaba difícil.

Hasta 1800 Hegel es un encendido defensor de las medidas que toma la revolución burguesa de Francia. En sus primeros trabajos: Vida de Jesús (1795); Diferencia entre los Sistemas de Fichte y Schelling (1001); Fe y Saber (1802) y Propedéutica Filosófica (1809) se muestra progresiva, a la vez creyente, y en efecto su obra: Fenomenología del Espíritu (1807) constituye toda una revolución en la conciencia humana, estudia los fenómenos del conocimiento y toda la esencia del trabajo. En 1801, llega a editar una revista juntamente con Schelling – Revista Crítica de Filosofía. Se advierte aquí la influencia que recibe de los románticos y del idealismo trascendental, pero al mismo tiempo conserva las huellas de la teología y del neohumanismo. Pero, en 1818, al situarse como docente de la Universidad de Berlín, se transforma en el filósofo oficial y director cultural de la monarquía de Prusia y obliga a los profesores a divulgar el saber adquirido. Es verdad que continúa siendo ideólogo de la burguesía, pero lo es del lado no revolucionario. Propende sólo las reformas. En esta fase, la revolución es algo antinatural para él. La revolución expresa una revuelta del espíritu subjetivo contra la realidad. El espíritu subjetivo no entiende que la realidad coincide con la providencia. Para Hegel, la revolución, es pues irracional. Simpatiza por ello con la etapa girondina de la revolución francesa, no así con la jacobina. Es un adversario de las masas populares. Justifica la restauración de la monarquía en Francia. Luego, con el apoyo estatal se encumbra como Rector.

En razón de este periplo, sus posteriores trabajos: Ciencia de la Lógica (1812-16); Enciclopedia de las ciencias Filosóficas (1817) Lecciones sobre Estética (1835); Historia de la Filosofía (1833-36); Esbozo de una Filosofía del Derecho (1821); Filosofía del Arte (1836); Lecciones sobre Filosofía de la Historia (1837) y Filosofía de la Religión (1832) reflejan el carácter contradictorio del desarrollo de Alemania en vísperas de su revolución, mostrando la doble tendencia del feudalismo y la burguesía, presentando la idea conservadora y reaccionaria como resultado de la inconsecuencia y la cobardía de la burguesía alemana y su inclinación a los compromisos con los terratenientes reaccionarios.

Hegel, filósofo de meditación profunda, dedicado  por entero a la filosofía, falleció siendo Rector, de una epidemia del cólera, a los 61 años, en 1831.

Su postura filosófica.

Para Hegel, la filosofía se ocupa de lo general y lo general es el pensamiento.  La Filosofía surge como una necesidad de producir una totalidad del saber. La Filosofía es la forma suprema de la autoconciencia de la idea absoluta. Es la expresión más profunda de la realidad. En un sistema de verdades absolutas.

Pero, para Hegel lo real  no es todo lo que existe, sino únicamente lo más importante, lo esencial, lo históricamente necesario. Sólo la realidad es racional. Lo que es racional es real; lo que es racional no es infundado.

Hegel resuelve el problema fundamental de la filosofía partiendo del Idealismo Objetivo, del espíritu universal, de la idea absolutadel espíritu absoluto. El espíritu universal hegeliano no es sino el concepto abstracto elevado a la categoría de absoluto,  presentado como esencia aislada e independiente, que según Hegel constituye la base de los fenómenos de la naturaleza y la sociedad. El espíritu absoluto no está fuera del mundo sino en el mismo, es decir es el fundamento espiritual.

La Filosofía es el último ciclo de la evolución de la idea, es el grado más alto de autopercepción del espíritu. La Filosofía del espíritu examina la idea absoluta en la fase terminal del desarrollo. En la Filosofía del Espíritu, Hegel examina el ser para mí, la mismidad, el ser para sí.

Según Hegel, el espíritu ostenta tres grados:

  1. Espíritu Subjetivo. Es el sujeto que se sabe así mismo. Este problema lo aborda a su vez a través de la Antropología (El Alma); la Fenomenología del Espíritu (La conciencia) y la Psicología (El Espíritu).
  • Espíritu Objetivo. Plantea una más grave dificultad. Es un espíritu que “esta allí”. No tiene sujeto. No es tampoco la naturaleza. Lo explica a través de: El Derecho, La Moralidad y la Etica.
  • Espíritu Absoluto. Es la síntesis del espíritu subjetivo y objetivo; a su vez se manifiesta en tres formas: Arte, Religión y Filosofía.

En la Filosofía del Espíritu, la idea vuelve a sí. Se hace autoconciencia. El espíritu, atraviesa, pues, por una serie de estadios, antes de llegar al saber absoluto.

La Historia de la Filosofía no es más que la Filosofía de la Filosofía.

A lo largo de sus reflexiones, Hegel se manifiesta adversario del materialismo.  Critica los materialistas metafísicos por no ocuparse de “lo general”. Dice que es imposible deducir lógicamente la conciencia. En todo caso, para Hegel, el materialismo es el punto de vista de la conciencia ordinaria. Para la conciencia ordinaria lo percibido es lo que está ante nosotros. Los pensamientos no son autónomos para este punto de vista. Hegel identifica el materialismo con el empirismo y critica a éste por no ser verdadero, se conforma sólo con lo particular y no vincula lo singular con lo universal.

De otro lado, Hegel está convencido de que no es la religión sino la filosofía la que debe ser y es la expresión más alta de lo absoluto.

Finalmente, rechaza el agnosticismo de Kant.

Su Idealismo Objetivo.

Como sabemos, la esencia del idealismo consiste en tomar lo psíquico como punto de partida. La naturaleza está deducida de lo psíquico.

Hegel está convencido de que la razón gobierna el mundo, la razón es la sustancia, la idea absoluta es el espíritu universal que existe con anterioridad a la naturaleza. La idea absoluta es el espíritu mundial, es un principio activo. El mundo es ideal, es una encarnación del espíritu absoluto. El espíritu es lo primario y  tiene carácter de eterno.  Sólo lo espiritual es verdadero. Los pensamientos son verdades autónomas y primarias.

La idea es la realidad total, es el principio, el desarrollo y el fin de todo, es el sustento de todo fenómeno, es a la vez ser y pensamiento, real y racional, es una idea no estática sino dinámica, por lo que está en perpetuo devenir. Todo el mundo tanto real como irreal es despliegue de la idea, lo cual se procesa en tres fases:

  1. La Idea en su propio seno. Es el pensamiento puro o lógico. Es un sistema de categorías interconectadas.
  • La Idea en forma de “otro ser”. Se presenta en forma de naturaleza. Es una manifestación externa del auto desarrollo de las categorías lógicas.
  • La Idea en el pensamiento y la historia. Se manifiesta a través de la Filosofía  del Espíritu.

La identidad del ser y del pensar le sirve a Hegel para fundamentar la unidad de las leyes del mundo externo y el pensamiento. De este modo, Hegel elimina la contradicción entre ser y pensamiento. Para Hegel el pensamiento es el Ser. El pensamiento teórico combina con la relación práctica y la relación teórica con la naturaleza.

Para explicarse mejor, aplica la tríada al desarrollo de la idea, de la siguiente manera:

TESIS: El Ser. La idea aquí existe en sí, es real, absoluta: Dios.

ANTITESIS: Es el No Ser. Aquí está “fuera de si”. Es la Naturaleza.

SINTESIS: Es el Devenir. El Espíritu se vuelve a recuperar a sí mismo.

Hay un proceso de reunificación. De ello se ocupan las ciencias del espíritu. La idea después de haberse apartado vuelve a si mismo.

Hablando de esencia, Hegel señala que esencia es lo que hace que una cosa sea. La esencia del espíritu es la libertad.

Hegel coloca su sistema filosófico en una posición excepcional, considerándolo una culminación del proceso del conocimiento por la idea absoluta, como el último grado del desarrollo de la razón universal.

Analizando la postura filosófica del Hegel, Lenin, en Cuadernos Filosóficos (47) comenta:

“Hegel “creia” seriamente, pensaba, que el materialismo como filosofía era imposible, porque la filosofía es la ciencia del pensamiento de lo universal,  pero lo universal es un pensamiento. Aquí repite el mismo error del idealismo subjetivo que siempre llamó “mal” idealismo. El idealismo objetivo (y más aún el absoluto) se acercó MUCHO al materialismo por su zigzagueo (y una cabriola), e incluso se transformó parcialmente en él”.

La Metodología.

El descubrimiento del método dialéctico es una de las más grandes realizaciones de la filosofía hegeliana. Contiene un meollo racional que es la doctrina del desarrollo, un  aspecto progresivo. La idea de desarrollo es a la vez la más alta contribución de Hegel, porque es la base del método dialéctico y porque se sustenta en el concurso de las ciencias naturales. El haber remarcado la categoría de contradicción  constituye otro de los aportes valiosos.

Gracias a él entendemos que es el nervio vital que obliga a los conceptos a moverse y a transformarse en su contrario. Es el método de la evolución interna de los conceptos, donde inclusive el error aparece como un momento de la verdad, la verdad conserva y supera el error. Es un método que a la vez es sintético y analítico.

Sin embargo, sus limitaciones radican en que interpreta de un modo unilateral. La Unidad de los opuestos y tiene cierta envoltura mística. Esta mixtificación se desprende del hecho de que actúa dentro de los fenómenos ideales. Por ello se torna inconsecuente, a causa de su carácter idealista. Hegel, por ejemplo, cree que el único medio de solucionar las contradicciones es el pensamiento o conocimiento. Hegel llama dialéctica al conflicto de sucesivas tesis y antitesis. El concepto de evolución lo concibe como un proceso puramente lógico. No trata  pues de contradicciones reales de los fenómenos de la naturaleza, de la sociedad, sino de las que surgen en el desarrollo del espíritu universal. Por otro lado, cree que las contradicciones encuentran solución pacífica  y que lo nuevo se concilia con lo viejo. De este modo, su interpretación no conduce a la comprensión esencial de las contradicciones. Para él, los contrarios se combinan armónicamente entre sí y esto le sucede porque las leyes que enuncia Hegel no las extrae ni de la naturaleza ni de la sociedad, sino de la lógica. En lugar de aprender de la naturaleza, impone mira exclusivamente al pasado y cuando habla de necesidad y casualidad no se dirige al mundo material sino siempre al espíritu.

Es verdad que Hegel descubre la concatenación, la vinculación objetiva de todos los aspectos, las fuerzas y tendencias, la mediación, las vinculaciones recíprocas, las transiciones, el trueque de cantidad en calidad; pero todo esto ocurre en el movimiento puro de la razón: Nos habla de  desarrollo dialéctico y la concatenación causal de lo inferior a lo superior, a través de zigzag. Todo dentro del movimiento del concepto, movimiento que existe desde toda una eternidad no se sabe donde, pero desde luego, con independencia de todo cerebro pensante. Por eso se ha dicho que plantea una filosofía sin cerebro.

No obstante, los clásicos marxistas, entre ellos Engels, por ejemplo, meritúa el pensamiento hegeliano por haber concebido la naturaleza, la historia y todas las cosas, como un proceso en constante movimiento, cambio, formación y desarrollo; por haber realizado un análisis de las leyes y categorías más importantes para la teoría del conocimiento; por haber creado por primera vez un sistema amplio de Lógica Dialéctica;  por haber criticado la “cosa en si” de Kant. Inclusive Lenin, dice que Hegel “adivinó” genialmente la dialéctica de las cosas y es el primero en formular las leyes generales del desarrollo de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento.

Efectivamente, tras la dialéctica de los conceptos entrevió la dialéctica de las cosas. A Hegel corresponde haber enseñado que la contradicción no es una anomalía; que algo es viviente sólo cuando encierra una contradicción; que la fuerza interna de los objetos es la contradicción; que el desarrollo conduce a la negación de la forma dada de un fenómeno; que la negación no viene del exterior sino que es consecuencia del desarrollo y se halla ínsita en él; que la negación es fase inseparable del desarrollo; que esta sucesión de negaciones se desenvuelve a través de la tríada.

        “ El Si se convierte en No;

           El NO se convierte en Si;

           El Si se convierte a la vez en Si y en No;

          El No se convierte a la vez en No y en Si”

La idea se desdobla en positiva y en negativa. De este modo los contrarios se equilibran, se neutralizan y paralizan recíprocamente. La fusión de los pensamientos contradictorios forma otro nuevo que es la síntesis. Este nuevo pensamiento se bifurca a la vez en otros dos contradictorios.

La Dialéctica consiste en oponerse a sí misma y combinarse consigo mismas. En formularse a sí misma como tesis, antitesis y síntesis o bien en afirmarse, negarse y negar su negación. Hegel llama negación a la superación concreta. Distingue entre negación abstracta y concreta. La primera es nihilista y la utilizan los metafísicos; la segunda es conservación de los elementos válidos. La dialéctica no es un paso de la mente por varios estadios. Sino un movimiento  del Ser. Se pasa necesariamente de un estadio a otro, pero en cada estadio está la verdad del anterior. Cada estadio incluye al anterior absorbido, a la vez conservado y superado. Por ello, la dialéctica tiene el rango de ciencia filosófica por generalizar toda la historia del conocimiento y las leyes más generales del desarrollo de la realidad objetiva. Para el efecto, se vale de conceptos nuevos y categorías, como: “Ser”, “Nada”, “Devenir”, “Contradicción”, “Negación, “Identidad”, “Diferencia”, “Cualidad”, “Cantidad”, “Medida”, “Realidad”, “Posibilidad”, “Salto”, etc.

Hegel también enseñó que los opuestos no son absolutos sino relativos. Que no hay límites inseparables. Que todo es relativo. Que todo existe en conexión con los demás; que los cambios cuantitativos pasan a cualitativos mediante el salto que dos cosas necesarias que se excluyen y que el Devenir es el paso de la Nada al Ser.

La Naturaleza.

Para Hegel  la naturaleza es lo secundario, derivado es del espíritu. No se desarrolla en el tiempo sino solamente en el espacio. Se halla condenada a la repetición de los mismos procesos en forma perpetua.

La naturaleza es un momento de la idea. Es lo que “es otro”. Lo que no es en sí mismo. Es un momento del Absoluto. Nos viene caracterizado como “un ser para otro”. Un estar ahí. La idea absoluta después de alcanzar la plenitud de su desarrollo en la esfera del pensamiento puro se convierte en “ser otro” (naturaleza). Es un momento donde la idea “sale fuera de sí”.

Hegel niega la infinitud del universo y combate el atomismo. Niega la existencia de los átomos como realidad objetiva. Se solidariza con el dogma cristiano de la creación del mundo por Dios, a partir de la nada.

Según Hegel, en la naturaleza no sucede nada nuevo bajo el sol. Sólo hay cambio en el espíritu.

La naturaleza en esencia es la totalidad de las cosas entre las cuales sólo existen relaciones externas. No hay desarrollo interno ni concatenación. No acepta que los animales superiores provengan de los inferiores. No hay transformación de unos en otros, son engendrados por la idea absoluta. La naturaleza es el reflejo del pensamiento o del concepto. Es una alteridad.  Es un grado inferior de revelación de la idea absoluta. Adquiere una encarnación en el hombre y en la sociedad. Carece de vida y desarrollo.

En la Filosofía de la Naturaleza, Hegel considera los siguientes aspectos:

  1. La Mecánica. Donde trata del espacio y del tiempo; de la materia y el movimiento, de la mecánica finita. Del mecanismo.
  • La Física. Donde se ocupa de la física de la individualidad en general, en particular y de la individualidad total
  • La Orgánica. Donde aborda la naturaleza geológica, vegetal y animal.

La Materia.

Para Hegel la materia es algo inerte.  Es una realidad fraccionada, aislada. Una autobiografía del espíritu.

Hegel no muestra ningún interés por la investigación del mundo material, tampoco le atraen las doctrinas evolucionistas.

El Movimiento.

Para Hegel la esencia del movimiento es la unidad del espacio y tiempo. Materia y movimiento son inseparables.

Espacio y Tiempo.

Tiempo y espacio son formas de existencia de la materia. No hay tiempo y espacio vacíos.

El Tiempo es el ser que mientras es, no es; y mientras no es, es. El Devenir. El espacio es la universalidad abstracta.

La Sociedad.

Plantea la evolución de la humanidad de la siguiente manera:

  1. Aparición de los pueblos orientales. Significó la niñez de la humanidad. Predomina un régimen patriarcal. El único hombre realmente libre en estos pueblos es el déspota.
  • Los pueblos helenos. Equivalen a la mocedad. En este estadio sólo los ciudadanos son libres. El resto es esclavo. Pero ya hay un concepto de libertad.
  • Los pueblos latinos. Es la etapa viril de la humanidad. Aquí se plasma el Imperio Romano. Se extienden los derechos.
  • Los pueblos germánicos. Representan la ancianidad. Aquí impera el progreso. Todos los hombres alcanzan la libertad.

Hegel ve pues en la historia el progreso de la libertad. Dice que la Historia Universal va de Oriente a Occidente y que si Asia es el principio, Europa es el término. Los demás núcleos humanos conformados por esclavos no son pueblos históricos.

La historia del mundo es una sucesión de formas estatales que constituyen momentos de un devenir absoluto. El fin de la historia del mundo es que el espíritu alcance el saber de lo que es él verdaderamente.

La historia es la evolución del espíritu objetivo en su proceso hacia la conciencia de su propia libertad. En la Historia no hay ningún debe ser, ningún utopismo, porque los momentos de un espíritu subjetivo son los momentos internos de su realidad racional. El espíritu singular de un pueblo puede desaparecer, lo que no desaparece es el universal. Cada individuo es hijo de su pueblo en un momento determinado, de “ese pueblo”. Nadie puede saltar por encima del espíritu de su pueblo. La tradición no sólo consiste en conservar, radica también en ver el progreso. La tradición encuentra sus hombres en los héroes, que son los videntes, los que expresan que la hora ya ha sonado. Los demás deben obedecerlo. Nada grande ha sido llevado a cabo en el mundo sin pasión. Los hombres llevan a efecto lo que a ellos les interesa.

Refiriéndose a la estructura social, Hegel precisa la existencia de dos estamentos:

  1. Campesino. Conformado por agricultores.
  2. Industrial. Formado por artesanos y mercaderes.

En la concepción de Hegel el proletariado no existe como estamento. Por eso le da el nombre de “populacho”. Hegel condena la iniciativa revolucionaria de estas capas bajas y niega al pueblo su condición de soberano. Califica al pueblo de “masa informe”. Idealiza, en cambio, la dictadura de clase. Es chauvinista y ensalza el encumbramiento de los pueblos germanos.

No obstante lo dicho, combate la paz eterna. Es partidario de la guerra, pues gracias a ella los pueblos se salvan de la podredumbre y conservan una salud pública. En este sentido se muestra congruente con su principio dialéctico que afirmaba: “Todo lo que existe, merece perecer

Teoría del Conocimiento.

Para Hegel, el conocimiento es un proceso histórico en virtud del cual la verdad  no está dada para siempre, sino que también se desarrolla, cambia. La verdad no es una colección de tesis dogmáticas y fijas; la verdad reside en el proceso mismo del conocer en la larga trayectoria de la ciencia desde sus fases inferiores.

Para Hegel, el conocimiento no es la averiguación de lo que existe fuera de nosotros, es decir, fuera del pensamiento; es más bien la averiguación o toma de conciencia del pensamiento. El conocimiento entendido así, es la autoconciencia del espíritu.

Nuestro conocimiento no capta de pronto las bases profundas de la esencia interna de las cosas y procesos. La investigación del conocimiento es posible sólo dentro del proceso del conocimiento.

Hegel niega la veracidad del conocimiento sensible y dice que el espíritu lógico (racional) es la fuente del conocimiento. Como se ve, Hegel no establece la unidad dialéctica de lo racional y lo empírico. Es que, cuando habla Hegel del movimiento de los conceptos, prescinde del mundo real.

Criticando a Kant por haber establecido “la cosa en sí” como distinta de los fenómenos, dice que esta cosa en sí está relacionada con el ser como lo esencial.

Hegel reduce la historia real a la historia del conocimiento. Tocando el problema de la verdad  señala que la verdad abstracta no existe. La verdad es siempre concreta. Es un proceso histórico, que cambia constantemente.

La Lógica.

Para Hegel, la lógica ha de atenderse como el sistema de la razón pura, como el reino del puro pensamiento. Este reino es la verdad.

Según Hegel, el contenido de la Lógica es la exposición de Dios (tal como es en su esencia eterna antes de la creación de la naturaleza y de ningún espíritu finito). Tiene la misión de indagar las leyes más generales del desarrollo del conocimiento. La Lógica es la doctrina de la esencia de todas las cosas. Se ocupa de lo que es la realidad, de la transformación de la cantidad en calidad, de la correlación de las categorías filosóficas y de la naturaleza de los procesos.

La Lógica de Hegel tiene carácter idealista porque identifica las leyes de  la naturaleza con las leyes de la lógica del pensamiento.

La Lógica, según el filósofo, es la ciencia de la idea, del ser en sí y por sí mismo. La Lógica estudia la primera fase del despliegue de la idea, la cual se despliega como ser, esencia y concepto.

La Lógica se identifica como Ontología Real (ontos) y Racional (logos).

Es una dialéctica del ser.

El objeto de la Lógica es la Idea Absoluta. La idea absoluta se encuentra al margen del hombre, en la esfera del cielo.

Refiriéndose al tema del SER, Hegel aclara que la Filosofía comienza con el Ser. Pero el Ser es la noción más universal y al mismo tiempo lo más indeterminado.  El ser se convierte así en La Nada.  Por ser un concepto inmediato está libre de toda determinación. NO es esto o lo otro. Es una vaciedad,  sino no sería ser puro. En consecuencia, cuando se precisa el Ser, no se precisa nada. De ser somos arrojados a La Nada. ¿Y qué es la Nada? También perfecta vaciedad, ausencia de determinación y contenido, incapacidad de ser.

Intuir la nada es el puro intuir, el puro pensar. Es lo mismo intuir la nada que intuir el ser. El ser puro y la nada pura es lo mismo. Pero no podemos permanecer en ninguno de los dos. Hay que tramontar. El paso de la Nada al Ser se llama DEVENIR.

En cada estadio está la verdad del anterior y la suya está en la siguiente. Así la verdad del ser está en la nada y la de la nada está en el Devenir. Si el ser es siempre ser y la nada es siempre nada, no hay devenir.

Definiendo lo que es el pensamiento dice que el pensamiento humano no es más que una manifestación del pensamiento absoluto, que existe fuera del hombre (Dios). El pensamiento no sólo es actividad subjetiva humana, sino también esencia objetiva independiente del hombre, la primera fuente de todo cuanto existe.

El pensamiento es una forma superior de conocimiento del mundo exterior.

No se puede percibir lo que no existe. El pensamiento se funda en los datos de la experiencia sensorial y no se puede prescindir de ésta. El pensamiento no está estático, sino pasa por peldaños a otros más elevados.

En resumen, la Lógica no es sólo la ciencia de las formas del pensamiento, sino de las leyes del desarrollo de las cosas materiales, naturales y espirituales, es decir, del desarrollo de todo el contenido concreto del mundo y de su cognición, o sea la suma total, la conclusión del conocimiento del mundo.

Tocando el problema de las categorías, Hegel dice que en un concepto no está sólo lo general, sino también lo particular y lo individual. Dice también que el fenómeno es tan objetivo como la esencia. Finalmente plantea la unidad de lo lógico y lo histórico.

La Política.

Para Hegel, el Estado es una forma plena del espíritu objetivo. Es el aspecto más desarrollado de la realidad orgánica, es una creación de la razón. Representa la racionalidad más elevada que pueda esperarse de la vida social.

Sólo en el seno del Estado alcanza la libertad su más alta expresión. Sólo el Estado puede garantizarla y darle sentido auténtico. Es pues la libertad objetiva. No es un mero proyecto del individuo como tal, de su libertad subjetiva; es la verdadera síntesis de la oposición entre familia y sociedad civil.

Sólo en el Estado el hombre tienen existencia racional.

La forma de gobierno que propicia Hegel es la de una monarquía limitada por una Constitución. Por eso la monarquía constitucional le parece la cumbre del progreso social. Se pronuncia, en consecuencia, contra el gobierno representativo. La existencia de un parlamento de la imagen de que el pueblo está dividido entre el Estado y el Parlamento. En cambio, el absolutismo es la condición óptima de la construcción y perennidad del Estado.

Un gran acierto de Hegel, estriba en el hecho de estimar que el proceso histórico está sometido o sujeto a Leyes.  Aunque, como bien dicen los críticos, Hegel otorga un ropaje místico o teológico a sus afirmaciones. Por ejemplo, hablando del Estado, dice que es la realización suprema de la libertad, la marcha de Dios sobre la tierra. Incluso, explicando lo que es la Historia, asevera que es la realización de un plan divino, “una revelación de Dios”.

Fiel a su rechazo a las formas democráticas de vida, Hegel no ampara los derechos humanos en general, antes bien, planteó formas corporativas al solicitar el entendimiento entre empresarios y obreros. Concede al monarca facultades casi divinas, aunque dice estar frenado por una Constitución.

El Derecho.

Según Hegel el Derecho es la realización y el ser de la libertad. Se contrapone en este sentido, a la arbitrariedad feudal. Su expresión más importante es la existencia de la propiedad privada, que es la consecuencia necesaria y sustancia de la libertad. Pero cuando Hegel se ocupa de la libertad, está circunscribiéndose únicamente a la libertad del espíritu, del pensamiento. No distingue por otra parte, el carácter clasista del Derecho. No vincula las clases sociales con la situación económica. Todo lo deduce de la conciencia. Según Hegel, mientras no se logre la libertad universal no hay por que abolir la propiedad feudal, ni los estamentos, ni la monarquía; basta con liquidar la servidumbre.

Hegel cree que el individuo permanece en la condición de esclavo, no por el sistema de relaciones sociales de producción en que está envuelto, sino porque no ha madurado su conciencia de libertad.

Distingue tres facetas en el Derecho: el Derecho abstracto, que se resume en la propiedad. La Moralidad, donde prima la voluntad subjetiva y la Eticidad.

La Etica.

En Hegel, la moralidad es interpretada de modo idealista, como interioridad y fuerza propulsora no sólo de las relaciones jurídicas sino también de las materiales y políticas.

Hegel dice que el hombre sólo permanece puro mientras no actúa. Al actuar debe aceptar la mancha y el contacto con el mundo.

Arte.

El arte es la manifestación sensible de lo absoluto. Es al mismo tiempo expresión y revelación de lo divino. En este caso la idea absoluta es intuida.

Lo bello es la manifestación de lo absoluto y es anterior a la naturaleza. La  belleza verdadera es lo bello artístico ideal.  La belleza absoluta se consigue depurando todo lo que tienen de material. El ideal de la belleza es el arte.

Según Hegel el arte ha evolucionado por las siguientes fases:

  1. Fase Simbólica. Donde todavía hay desequilibrio entre forma y contenido. La idea se apropia de la forma. Es propia de los pueblos orientales. La Arquitectura es su mejor expresión.
  • Fase Clásica. Hay conformidad entre la Idea y su manifestación sensible. Su mejor manifestación es la Escultura. Predomina la figura humana. Aquí se halla el arte griego que buscó  la armonía entre forma y contenido.
  • Fase Romántica o Cristiana. Logra unidad entre la naturaleza divida y la humana. El contenido no está dado por la forma humana, sino por la interioridad. La belleza no es corporal sino espiritual. Se manifiesta en la Pintura, La Música y la Poesía.  Mientras la pintura fue cultivada por los románticos, la poesia fue el planto fuerte de los germanos.

Religión.

En el fenómeno religioso, la sustancia universal se realiza en la conciencia individual. Se produce una religión absoluta cuando el espíritu se presenta como religión revelada.

Hegel, como opuesto al materialismo, es defensor de la teología y el misticismo. Dice que, en la religión, la conciencia es penetrada por Dios. Dios es la conciencia humana.

Señala que la religión ha recorrido también por varios estadios:

  1. Religiones naturalistas. Son las que se dieron en pueblos orientales. En esta fase, la conciencia no reconoce al espíritu, sino sumergido en la naturaleza. Hay una mezcla de magia.
  2. Religiones de Tránsito de la sustancia a la individualidad. Aquí hay un dios acósmico. Lo practicaron los judíos.
  3. Religiones de predominio de individualidad espiritual. Lo tuvieron Grecia y Roma.
  4. Religiones de espiritualidad absoluta. Aquí se plasma la unidad de lo divino y lo humano. La tienen los cristianos.

Juicio Crítico.

  • Su método dialéctico (revolucionario) entra en contradicción con su sistema (conservador). Hegel se inclinó más a su sistema.
  • Al identificar Ser y Pensar, fusiona incorrectamente lo objetivo y lo subjetivo, la causa y el efecto, la materia y la forma.
  • Su concepción dialéctica se encuentra gravemente empañada, al sostener que “la naturaleza no se desarrolla”. Aquí se torna metafísico.
  • Acepta el stablischment y lo justifica. Diviniza el Estado y expresa prejuicios nacionalistas y racistas.
  • El estado es colocado en la base de la sociedad y no en la superestructura.

LUDWING FEUERBACH

(1804 – 1872)

Extracción y posición de clase.

Hijo de un notable abogado criminalistica, Ludwing Feuerbach, nació en medio de una familia burguesa de Alemania y a los 19 años, ya lo encontramos estudiando Teología. Al año siguiente, en 1824, se enrumbó en los estudios filosóficos, llegando a ser un excelente discípulo de Hegel hasta los 24 años, edad en que empieza a discrepar de su maestro y abandona el idealismo objetivo, para tornarse en hegeliano de “izquierda”, asumiendo las posiciones de los demócratas de su país. A los 25 años, hallábase ya desempeñando la función de docente privado y en circunstancias que se desenvolvía con éxito en la Cátedra, es expulsado de las aulas, al año siguiente, por escribir su obra: Pensamientos sobre la muerte y la inmortalidad (1830) donde se advierte su clara oposición y rechazo a la superestructura religiosa. Señalado como ateo, es retirado del claustro universitario, para después confinarse en una modesta aldea, por espacio de más de 25 años, perdiendo todo vínculo con el desarrollo de la cultura germana y las ciencias de su tiempo.

Contrae matrimonio a los 33 años y dos años más tarde publica: Crítica de La Filosofía de Hegel (1839), a partir de cuyo trabajo se hace ostensible su viraje hacia los predios del materialismo. A los 41 años se hace comunista y desde los 45, se entrega de lleno a una producción teórica. A los 60 años estudia Darwin, Leyell, Humboltd, Marx y Proudhon; lee el Capital y lo interpreta; a los 66 ingresa al Partido Social Demócrata. Fruto de sus investigaciones vienen a ser sus libros: Tesis Provisionales para la Reforma de la Filosofía (1843); Principios de la Filosofía del Porvenir (1844); Esencia del Cristianismo (1841); Esencia de la Religión (1845) y otra más, siendo la última: Espiritualismo y Materialismo (1866).

Este filósofo que recorrió del hegelianismo al materialismo, no aceptó sin embargo, la doctrina marxista, a pesar de su militancia en la social democracia; tampoco llegó a comprender los alcances de la revolución de 1848. Su  papel se contrajo a lo sumo, a ser el ideólogo de la burguesía democrática alemana y ser el joven y mentor de los sectores más radicalizados en esa clase social. Ideológicamente está considerado como el más brillante crítico de la filosofía idealista. Su obra Esencia del Cristianismo, admirada por Engels, causó gran revuelo y tormenta en las capas dominantes, lo que determinó la confiscación de sus libros De ahí que Feuerbach esté considerado como un eximio enciclopedista, aun cuando no llegó a valorar la esencia dialéctica del pensamiento hegeliano.

Su postura filosófica.

En su obra: Tesis provisionales para la reforma de la filosofía (48) encontramos la siguiente reflexión de Feuerbach:

“El comienzo de la filosofía no es Dios, no es lo absoluto, no es el ser como predicado  de lo absoluto o de la idea – el comienzo de la filosofía es lo finito, lo determinado, lo real…”.

En efecto, refutando las tesis hegelianas, Feuerbach nos dice que la filosofía es la ciencia de la realidad en su verdad y totalidad. Sometiendo a dura crítica el carácter idealista de la filosofía hegeliana, proclama y defiende el materialismo, aun cuando prefiere no utilizar tal denominación para confundirse con los materialistas “vulgares” que por entonces hacían irresponsablemente gala de sapiencia.

A pesar de que usa un vocabulario hegeliano, Feuerbach organiza su filosofía con el aporte de las ciencias naturales, de la Fisiología y la Anatomía, señala con precisión que la Filosofía parte de los datos sensibles, de la naturaleza. Se propone así emancipar a la humanidad de la pesadilla religiosa, indicando que lo único inmortal son las obras de la razón humana.

Feuerbach reduce lo sobrenatural a lo natural; lo fantástico a lo real; lo suprasensible a lo sensible, planteando la unidad de lo espiritual y lo corpóreo, lo subjetivo y lo objetivo, lo psíquico y lo físico, el pensamiento y el ser. Califica a la filosofía de Hegel como una “Teología Racionalizada”, de índole especulativa, que abre camino al panteísmo. Expresa que una nueva filosofía debe estar exenta de escolasticismo y cristianismo, porque lo único que ha conseguido Hegel es tornar la esencia humana en “autoconciencia”, en vez de colocar en primer plano la esencia del hombre como objeto único, universal y supremo de la filosofía. Por eso, según Feuerbach la filosofía tiene que ser antropológica. La Verdad no está en el idealismo ni en el materialismo, sino en la Antropología. La naturaleza y el hombre es el verdadero objeto de la filosofía. La filosofía está llamada a hacer en la tierra lo que la religión promete en un “mas alla” que no existe. Según él, el derrumbamiento de la religión traerá el hundimiento de la filosofía idealista. Lo infinito tendrá que ser pensado a través de lo finito.

Pulverizando la petulancia de Hegel de considerar su filosofía como el punto más elevado del razonamiento humano, aduce que no es cierto que una persona podía encarnar el final de la actividad reflexiva. De ser así, con la excelente producción de un filósofo terminaría la actividad filosófica; o con una imponente obra artística, concluiría la producción estética. El pensamiento no puede detenerse con Hegel.

Le corresponde pues a Feuerbach haber restaurado las tradiciones materialistas de los filósofos del Siglo XVII y XVIII, propiciando el entendimiento de la Filosofía con las ciencias naturales, con lo que contribuyó enormemente a sentar las bases de lo que sería más tarde el marxismo; pero su materialismo aun cuando fue elevado a un grado alto, es inconsecuente  porque no lo llevó hasta el final. En todo caso, su materialismo se detuvo en las Ciencias Naturales, pero no llegó al terreno social y pensamental, de ahí que se le haya calificado de “materialista por abajo” e “idealista por arriba”. Por otro lado, Feuerbach no comprendió la dialéctica hegeliana, es decir, el lado revolucionario de éste pensador. Para Feuerbach la existencia de contradicciones no son signos de desarrollo; al contrario son un freno para el avance. Según el filósofo, la Filosofía sólo sirve para “explicar el mundo”, pero no para transformar la realidad. La Filosofía apenas proporciona la conciencia de las posibilidades reales de lograr la felicidad humana.

Sin embargo, el haber colocado la incredulidad en lugar de la fe; el haber reemplazado la Biblia por la razón; el haber puesto la política en vez de la Iglesia, la tierra en lugar de los cielos y el trabajo en lugar de las oraciones, sitúa a Feuerbach como un inmejorable precursor de la filosofía científica.

La Metodología.

En el pensamiento feuerbachiano hay la necesidad de emplear el método antropológico,  que consiste en tomar al hombre como punto de partida para el análisis de la realidad circundante. El antropologismo para él, es un intento de interpretación materialista, inclusive de la religión. Los fenómenos religiosos son llevados a su vez a un análisis psicológico.

La Naturaleza.

En las palabras del propio Feuerbach (49):

“Entiendo  por naturaleza el conjunto de todas las fuerzas, cosas y seres sensibles que el hombre distingue de si mismo como no humanas… naturaleza es todo lo que, prescindiendo de las insinuaciones sobre naturales de la fe teísta, se revela al hombre directamente, de modo sensible, como el fundamento y objeto de su vida. Naturaleza es luz, electricidad, magnetismo, aire, agua, fuego, tierra, animal, planta, hombre, en la medida en que es un ser que actúa involuntaria e inconscientemente;  nada mas, nada místico, nada nebuloso, nada teológico. Naturaleza es… todo lo que vemos y que no proviene de la mano ni del pensamiento del hombre… La naturaleza no tiene principio ni fin”.

Como se ve, para Feuerbach la naturaleza es la realidad primaria, la única realidad. No hay un mundo superior ni inferior a ella. Ser, Naturaleza, Materia y Realidad son designaciones idénticas. La naturaleza es la base del hombre. El hombre es producto de la naturaleza. Ella existe desde toda la eternidad. Espacio y tiempo no se conciben sin ella o fuera de ella. En la naturaleza no hay comienzo ni fin. Todo en ella se halla sujeto a acción mutua. Todo es efecto y causa. No hay nada ultraterreno. Todo lo viviente surgió de lo no viviente. La naturaleza es corpórea, material y sensible, no tiene creador, es eterna e infinita; fuera de ella no se concibe al hombre. Si la naturaleza es lo primario, la conciencia es lo secundario. La vida misma no es sino resultado de procesos químicos, surgió a determinada temperatura y con determinadas condiciones de agua, de aire y de tierra. La naturaleza es independiente de toda conciencia y de toda Filosofía.

La Materia.

La materia es la sustancia única y verdadera que engendra al hombre. Concibe la materia como lo que se mueve en le espacio y el tiempo.

Si no existiera la materia, la razón no tendría un estímulo ni material para construir su pensamiento. Sería un pensamiento sin contenido. Fuera del tiempo y el espacio no hay materia.

Como se ve no da una definición sintética de materia. La identifica con cosas concretas. Pero al referirse a las cosas, también dice que no son “complejo de sensaciones” como sostenía Berkeley, sino realidades objetivas.

De su materialismo, se ha dicho que, tiene un carácter metafísico y por tal motivo no puede resolver acertadamente el problema de la relación de la materia como concepto general, con las cosas singulares.

El Hombre.

La Filosofía de Feuerbach en cierto modo es un culto a la humanidad. Dice que el hombre es un ser físico que ocupa determinado espacio, vive en el tiempo, está dotado de un cuerpo y de un cerebro que piensa, es un ser que es objeto para otros. El hombre no es como quieren los teólogos, un ser incorpóreo puramente espiritual.

El hombre es la unidad de la naturaleza y del espíritu, del objeto y del sujeto. La esencia del hombre es la razón, la voluntad, el corazón. El hombre es esencia y sensibilidad. Es un ser natural y real. Se diferencia de los otros seres porque es capaz de pensar en seres infinitos.

Feuerbach se pronuncia contra el dualismo-alma-cuerpo de Descartes.

Dice que sólo teóricamente puede concebirse el espíritu separadamente del cuerpo. El espíritu se halla unido al cuerpo y depende de él. De ahí el gran precepto: El Ser es el sujeto; el pensar es el predicado.

Teoría del Conocimiento.

Afiliándose al empirismo siguió una dirección sensualista. Pero aclara que la razón debe ordenar lo que la sensibilidad ofrece. Sin la razón no hay conocimiento. Y sin la sensibilidad no hay posibilidad de alcanzar el menor saber verdadero.

Todo lo sensorial es perceptible. Son los objetos los que actúan sobre los órganos sensoriales humanos.

Acepta la cognoscibilidad objetiva y dice que las leyes de la realidad son también leyes del pensamiento. La sensación es subjetiva, pero la causa que lo origina es objetiva.  El hombre posee los sentidos necesarios para percibir el mundo en su integridad y en su conjunto. El conocimiento va del objeto a las sensaciones y de éstas al pensamiento. El pensamiento percibe lo múltiple, mientras que la sensación es la percepción de lo singular. Por ello el conocimiento empírico es limitado. Se reduce a captar fenómenos sueltos.

De donde se desprende que es necesario el pensamiento teórico. Mientras los sentidos dividen, la razón unifica.

Ha diferencia entre la percepción animal y la percepción humana. El hombre, gracias al pensamiento conoce lo que ya no existe (el pasado) y lo que todavía no existe (el futuro).

Feuerbach critica al Agnosticismo por abrir un abismo infranqueable entre el mundo fenoménico y el mundo en sí. Pero su Gnoseología tiene la limitación de no reconocer la importancia de la practica social.

Movimiento, Espacio y Tiempo.

El espacio y el tiempo son formas de existencia de todo ser. El tiempo supone al movimiento. Todo es espacial y temporal. Espacio y tiempo son condiciones fundamentales.

Política.

Formula un pacífico progreso de la sociedad sobre la base de la instrucción. No comparte con las revueltas que producen las masas. Antes bien, estimula el progreso de la industria y la técnica (50).

Es del parecer porque todos deben poseer propiedad.

Su forma de gobierno preferida es la republicana democrática-burguesa.

Moral.

Como bien dice Engels en Ludwing Feuerbach y el Fin de la Filosofía Clásica Alemana (1):

“Donde el verdadero idealismo de Feuerbach se pone de manifiesto, es en su filosofía de la religión y en su ética. Feuerbach no pretende, en modo alguno, acabar con la religión; lo que él quiere es perfeccionarla… a la teoría moral de Feuerbach le pasa lo que a todas sus predecesoras. Está calculada para todos los tiempos, todos los pueblos y todas las circunstancias; razón por la cual no es aplicable nunca ni en parte alguna, resultando tan impotente frente a la realidad como el imperativo categórico de Kant. La verdad es que cada clase y hasta cada profesión tienen su moral propia, que viola siempre que puede hacerlo impunemente…”

Efectivamente, la moral que propicia Feuerbach ha sido calificada de abstracta y extrahistórica,  formula una misma medida para todos los modos de producción y todas las épocas. Y de otro lado, reemplaza las fuerzas motrices de la historia por los sentimientos y las posiciones, es decir por algo que no es material. He aquí su idealismo. Y por ello piensa que los males sociales pueden eliminarse mediante el amor entre el Tú y el Yo. Esto quiere decir que para Feuerbach la desigualdad social es una derivación de la naturaleza humana. Su moral se basa en el amor de hombre a hombre. El amor es considerado como la esencia y el fin de la vida humana.

El carácter de su moral, sin embargo tiene base sensorial, cuando dice que donde no hay sensación no hay diferencia entre la felicidad y la desgracia, entre alegría y dolor, entre el bien y el mal. El hombre no actúa como pensaba Kant de acuerdo al imperativo categórico, sino de conformidad con lo dictado por la sensibilidad.

Hablando de la libertad menciona que la voluntad no es libre. La verdadera libertad es imposible fuera del espacio y del tiempo. Sólo la libertad sensorial es la verdadera libertad espiritual. Así el deseo de felicidad queda enlazada la libertad con la necesidad. ¿Cuándo actúa el hombre libremente? Solo cuando actúa por necesidad. El hombre es libre donde tiene campo para satisfacer sus necesidades, así como el pez es libre  en el agua o los pájaros en el aire. En el aire libre se piensa mejor; el techo bajo oprime. De ahí que en el palacio se piense distinto que en la choza.

Feuerbach no es partidario tampoco del imperativo categórico a priori.

Religión.

Mientras la Teología sostiene que “Dios crea al hombre a su imagen y semejanza”, Feuerbach fundamenta que “el hombre crea a Dios a su imagen y semejanza” y lo crea de acuerdo a sus necesidades, deseos y angustias. Para Feuerbach Dios es el principio imaginado, fantástico, de la realización total de las voluntades y deseos humanos. Es el ser al que nada es imposible. Dios es así una mera ficción, una ilusión. Dios nace entre los dolores del hombre. Dios es lo que el hombre querría ser. No hay ningún atributo en Dios que no sea específicamente humano. El hombre personificado en Dios contempla su propia imagen, su propia creación. El hombre se duplica y contempla   su propia esencia en la imagen de Dios.

El hombre cree en un ser perfecto porque el mismo quiere ser perfecto; cree en su ser inmortal porque el mismo se resiste a morir.

Atribuye el origen de la religión a las necesidades terrenales del hombre. Surge por miedo a fuerzas y fenómenos incomprensibles de la naturaleza. Los dioses emergieron de la debilidad, de la impotencia del hombre frente a los fenómenos del exterior. Dios aparece allí donde reina la miseria, el mal, las contradicciones, calamidades. Entonces es una especie de consuelo, aunque lo cierto es que no es ninguna consolación, porque en su mensaje el cristianismo enseña a soportar con mansedumbre no sólo los padecimientos propios sino también los ajenos.

Una vez aparecida la religión las castas gobernantes se valieron de esta ideología para someter al pueblo.

Declarándose ateo y proclamando la inexistencia de Dios, Feuerbach concluye que el verdadero creador de la religión cristiana también es el hombre. Y declarándose reformador de la religión señala que el ateismo es también una religión sin Dios. Reflexionando sobre el sentido del concepto de religión (religare = unir), dice que la verdadera religión está en el amor de los seres entre si.

Juicio Crítico.

  • Cuando estudia al hombre, lo hace bajo el prisma natural y biológico, sin encuadrarlo dentro de un sistema de relaciones sociales.
  • Desemboca en antropologismo cuando  pretende estatuir la Antropología como la ciencia básica y universal.
  • No pudo entender ni descubrir el meollo racional de la dialéctica hegeliana. Está más atrasado que Hegel en materia de dialéctica.
  • No comprendió el carácter transitorio de la religión ni propuso formas concretas de superarla.
  • Cree que la emancipación de los hombres esclavizados y en estado de servidumbre tendrá lugar a base de “amor”.
  • No estudió la actividad práctica de los hombres ni el papel de la lucha de clases en la transformación social.
  • Su materialismo es limitado, se detiene en la concepción metafísica. Ha sido calificado de contemplativo.
  • No advierte que la transformación de la base, transforma a su vez la superestructura.
  • Cree que los períodos de la historia tienen lugar en función de los cambios de religión y no de los modos de producción.

AUGUSTO COMTE

(1798 – 1857)

Extracción y posición de clase.

Descendiente de una familia católica, monárquica y conservadora, Augusto Comte tuvo, aunque su padre fue funcionario, una vida azarosa económicamente. A los 13 años se le encuentra en un Liceo místico, pero casi inmediatamente pierde la fe y por el contrario, mostrando gran precocidad, desde los 16 años se pone a enseñar matemáticas y después escribe algunos opúsculos. Su juventud transcurre sostenida por unos amigos y partidarios, a la par que se sirve del dictado de unas clases. Al producirse el movimiento de restauración, es perseguido por tener opiniones adversas y su situación queda agravada cuando termina enloqueciendo e internado en un manicomio, de cuya enfermedad pudo más bien recuperarse. Superando el percance es invitado a regentar una cátedra y llega a ser secretario de Saint Simon. Es la ocasión en que escribe su obra cimera: Curso de Filosofía Positiva (1830 – 42) de seis volúmenes, donde nos presenta la fórmula trimembre de la evolución de la humanidad. Otros trabajos suyos son: Considerados Filosóficas Sobre la Ciencia y los Científicos (1825); Consideraciones Sobre el Poder Espiritual (1826); Sistema de Política Positiva o Tratado de Sociología que Instituye la Religión de la Humanidad (1851-54); Llamada a los Conservadores (1855); Síntesis Subjetiva o Síntesis Universal de las Concepciones Propias de la Humanidad (Parte I), Sistema de Lógica Positiva o Tratado de Filosofía Matemática (1856). Pero indudablemente la que le costó harto trabajo al extremo de enajenarlo mentalmente es el Curso.

A Comte corresponde el mérito de haber estructurado una Filosofía  adecuada a los intereses de la burguesía triunfante en Francia: El Positivismo, doctrina que en un comienzo guardó distancia de la Iglesia y se entroncó fuertemente al cientismo, teniendo como divulgadores a Littré, Laffite, Taine, Renán, Robot y otros; pero que después tuvo que reconciliarse con la Iglesia, cuando el capitalismo se torna monopólico, en cuyo estadio ya tendrá otro mentor: Herbert Spencer. Ese es el motivo por el cual Comte tiene ideas opuestas a los afanes de la clase obrera (52).

Su postura filosófica.

Para Augusto Comte, la filosofía no tiene un campo específico de investigación. Es apenas un resumen general de los resultados obtenidos por las ciencias particulares. Su grave defecto reside en haberse contraído a problemas eminentemente especulativos, es decir a la búsqueda de “esencias”, convirtiéndose así en Metafísica.  En todo caso, sus conclusiones, sólo se tornaron en tesis provisionales. En sus indagaciones actuó con prescindencia de la ciencia.

El Positivismo.

Frente a esas carencias, Comte invita a retornar al terreno de la ciencia porque el verdadero filósofo tiene que estar convencido de que lo único que puede y merece ser investigado, es lo positivo, es decir, los hechos, el dato, para lo cual habrá de considerarse también las relaciones, circunstancias, antecedentes, consecuentes, concomitancias de los fenómenos, aplicando los métodos generales y especiales, pero sin tomar posición negativa ni positiva respecto de los temas metafísicos. La metafísica no puede tener pretensión científica. La Filosofía del dato, en cambio, atiende a lo que está puesto o dado. Es una reflexión sobre la ciencia, es una teoría de la ciencia y de la verdad. Es histórica y relativa.

Con el nombre de Filosofía Positiva  designa Comte un sistema de conocimientos que según él contiene las siguientes características:

Es real porque se opone a lo quimérico;

Es útil porque se opone a la energía mal empleada;

Es cierto porque se opone a lo que está dudoso;

Es preciso porque se opone a lo vago o confuso;

Es orgánico porque se opone a lo negativo o anárquico;

Es relativo porque se opone a las conclusiones absolutas;

Es empirista porque admite que la única fuente del conocimiento es la expresión sensible externa.

Comte organiza su filosofía, alimentándose de los aportes de Hume, Kant y de los pensadores de la Ilustración.

La Metodología.

Comte cree que la cultura occidental ha estado desprovista de un espíritu positivista. Le ha faltado penetración de la totalidad de la cultura occidental y esto ha producido una crisis política y moral en la sociedad contemporánea. Para solucionar esta deficiencia, propone también un método positivo, que se orienta a la reforma de la sociedad, del saber  y de los propios métodos científicos de investigación. Este método obliga distinguir los períodos del conocimiento humano, que según Comte son tres, a saber (53):

  1. El Estadio Religioso o Teológico. Es el primer peldaño de la humanidad, es un estadio provisional y previo que prácticamente es la infancia de la sociedad. En esta fase predominó lo ficticio, el hombre hizo uso de su imaginación y no de su razón. Las explicaciones estuvieron revestidas de un aspecto mítico y habla de seres fantásticos. Es el momento en el cual hay un espacio para Dios, para potencias divinas y demoníacas, para seres sobrenaturales. Es el instante también en que la humanidad tiene por conductores a monarcas que ejercen autoridad ilimitada; hay un poder teocrático-monárquico y militar.

Este período a su vez, se desenvolvió por otros tres subperíodos:

  1. Fetichismo. Donde se llega personificar a las cosas dándole un poder mágico.
    1. Politeísmo. Donde la animación se retira de las cosas y se atribuye divinidad a los ríos, bosques, mares, cordilleras.
    2. Monoteísmo. Que es una etapa donde los poderes divinos se concentran en uno solo: Dios.
  • El Estadio Metafísico o Intermedio. Es una especie de pubertad del espíritu humano (etapa pre-viril), fase intermedia entre lo teológico y lo positivo, período esencialmente crítico y de transición, donde continua el predominio de la imaginación sobre la razón. En esta época la naturaleza absorbe todas las entidades diversas y predomina lo abstracto. No obstante ello hay un progreso en el conocimiento humano, porque el hombre ya no da explicaciones sobrenaturales sino naturales, no se ocupa ya de la trascendencia, sino de la inmanencia, aunque persiste en la búsqueda de conocimientos absolutos. El investigador sigue acudiendo a entes abstractos, a fuerzas inmanentes, misteriosas. Es la fase en que el hombre pregunta por las “primeras causas”, “primeros principios”, “la esencia de las esencias”, la “ontología”, etc. En su afán de acercar la mente a las cosas, en su afán de explicar la naturaleza o esencia de las cosas, su origen, su teleología, se pierde en divagaciones. En este período el concepto de Dios es reemplazado por el de Naturaleza. Comte califica a este estadio como un estadio crítico y  negativo, dado que tambalea la autoridad y en el hombre se imprime el egoísmo, se debilitan los vínculos sociales; en lo político, el pueblo pretende sustituir la monarquía; hay desorganización de los poderes temporales y espirituales; hay anarquía y ausencia de orden. La razón crece a expensas del sentimiento. Es el instante en que las fuerzas divinas se compendian en un solo ser.  Al darse su personalización, al mismo tiempo se despersonaliza.
  • El Estado Positivo o Científico. Es el estadio último y definitivo donde la imaginación queda subordinada a la observación, donde el hombre renuncia a toda explicación tanto inmanente como trascendente para detenerse sólo en los hechos conocidos por la observación y la experiencia. La mente del hombre renuncia a la búsqueda de lo absoluto para atenerse a lo relativo que es la única vía accesible a la razón. En este estadio, el hombre busca  sólo los hechos y sus leyes. Ya no está tras la búsqueda de las esencias, causas, sustancias, porque según Augusto Comte, ha comprendido que ello es inaccesible y vano. El hombre ha entendido que hay una imposibilidad absoluta de alcanzar nociones absolutas.

De este modo, el método positivo consiste en renunciar a buscar el origen y destino del universo.

En el estadio positivo las esencias son sustituidas por los hechos; las causas por las leyes, la deducación por la comprobación experimental, la metafísica por la ciencia, lo absoluto por lo relativo, por que el estudio de los fenómenos no es nunca absoluto. El espíritu positivo siempre es relativo. A lo más que pueden aspirar los hombres es a explicar la sucesión y semejanza de los fenómenos, esto es, la explicación de los fenómenos no debe rebasar jamás el ámbito de la experiencia.

Pero la ventaja más importante de este estadio, es según Comte, la circunstancia de que la mente supera el divorcio de la teoría y la práctica. Los estadios anteriores habían constituido una búsqueda infructuosa de lo absoluto ahora, predomina la inteligencia: la hipótesis y las hipótesis metafísicas van a ser reemplazadas por la investigación de los fenómenos limitados a la enunciación de sus relaciones. La ciencia positiva exige la renuncia al saber absoluto, es decir, al materialismo y al idealismo objetivo. Ingresamos así a una fase en que el poder espiritual pasa a manos de los sabios y el poder temporal a manos de los industriales. Si bien el estadio metafísico constituyó la superación del estadio teológico; ahora el estadio positivo destruye ambos estudios anteriores, aunque puede darse el caso de que en un mismo estadio coexistan excepcionalmente los tres estadios.

La Sociedad.

Dice que el origen de la sociedad no es un “Contrato”, tampoco se funda en su utilidad. Para Comte, la humanidad ha atravesado por tres etapas:

  1. Etapa Militar. Comprende desde los inicios hasta el Siglo XII. Es una época en que se advierte una excelente organización de instituciones, por ejemplo, el de la Iglesia católica.
  • Etapa Legista. Llamada también Transitoria. Constituye un paso a la sociedad económica donde irrumpen las clases medias. Es un período de transición, de orden crítico, disolvente y revolucionario.
  • Etapa Positiva. Es la época industrial regida por intereses económicos donde se establece un orden social. Es la etapa del capitalismo con el cual concluye y cierra todo el desarrollo social.

De otro lado. Comte afirma que a cada edad de la historia ha correspondido la predominancia de una característica:

En la Edad Antigua tuvo su hegemonía la Religión.

En la Edad Media tuvo supremacía la Metafísica.

En la Edad Moderna, la tienen la Ciencia.

Las condiciones de organización de una sociedad son dos:

  1. Las Instituciones. Que son consideraciones objetivas tales como la existencia de la familia, de un lenguaje y de la propiedad.
  • Las funciones.  Que son las condiciones subjetivas donde se encuentran las fuerzas sociales, la autoridad y la religión.

La vida en sociedad es la más natural en el hombre. Un imperativo para toda la sociedad es “vivir para el prójimo”. Debe haber identidad entre el deber y el amor. El deber es altruismo.

Como se ve, Augusto Comte no percibe el desarrollo dialéctico de la sociedad. Su concepción sobre el desarrollo es la circular. Según Comte es inútil querer transformar revolucionariamente el orden burgués, dado que el sistema capitalista es la cúspide de la historia.

A pesar de que Comte fue testigo de las revoluciones de 1830 y 1848 no entendió o no quiso entender la lucha irreconciliable entre capitalistas y obreros. Confiaba en que ambas clases llegarían a fusionar en nombre del “amor al prójimo” y del “altruismo”. Esperaba inútilmente que los capitalistas abandonaran su egoísmo y custodiaran el capital social. Por ello se mostró refractario a todo movimiento revolucionario y a toda doctrina materialista. Negó al pueblo su capacidad para organizarse y llegar al poder. Estimó que los obreros deberían estar subordinados siempre a los patronos. Enunció principios de solidaridad para ambas clases en su afán de formar más tarde una sola. Estimó imposible las transformaciones revolucionarias. De ahí que pronunció lemas que contentaron sólo a la burguesía. Se ha dicho por ello que la doctrina de Comte a parte de ser la más débil es al mismo tiempo la más reaccionaria.

La Sociología.

En el pensamiento de Augusto Comte, la Sociología es la ciencia del hombre y la sociedad. Es una interpretación de la realidad histórica. Comte la denominó al comienzo Física Social.

Según su creador, esta ciencia comprende dos aspectos:

  1. La Estática Social. Que se ocupa del estado de equilibrio  del organismo en la sociedad humana. Estudia las condiciones necesarias para la posibilidad de la vida social en cualquier tiempo y lugar.
  • La Dinámica Social. Demuestra cómo las leyes morales influyen sobre el mundo y le dan la vuelta. Estudia la evolución de la sociedad.

Mientras la dinámica social se plasma a través del tránsito por los tres estadios; la estática social está totalmente subordinada a la dinámica.

La verdad Sociología es la Dinámica Social.

La ciencia de la Sociología unifica el saber humano a través de dos vías.

La Vía objetiva que reduce todos los hechos a una ley única: el orden.

La Vía subjetiva que es la síntesis efectuada desde el punto de vista del hombre.

La Sociología consiste en percibir el sistema general de operaciones sucesivas, filosóficas y políticas que deben liberar a la sociedad de su fatal tendencia la disolución inminente conducida directamente a una nueva organización más progresiva y más sólida.

La meta de la Sociología de Comte es sustituir los factores anárquicos del protestantismo, liberalismo, del estado jurídico, por un mundo de factura medieval, pero sin el dogmatismo católico.

La Sociología de Comte se rige por una ley: la ley del progreso.  Según ésta el progreso es indefinido. El desarrollo es necesario e irreversible. No hay límite. Todas las esperanzas son lícitas.

Teoría del Conocimiento.

Para Comte, al ser humano le está vedado el descubrir las esencias. La mente humana es capaz de conocer sólo los fenómenos. Inclusive, no le es posible descubrir todos los fenómenos.

De este modo, Comte le niega a la filosofía la capacidad de descubrir la realidad objetiva. Se advierte la clara influencia que recibe de los agnósticos y escépticos como Hume y Kant, postura que después heredará a Spencer.

Comte no acepta que los fenómenos puedan revelar la esencia. Para él, las categorías “causa”, “esencia”, “necesidad” son supervivencias de etapas pre-científicas; por consiguiente, no existe la causalidad. El mundo material es una abstracción. Toda la verdad científica es relativa e incompleta, de ahí que el estudio de los fenómenos nos conduzca sólo a entender lo relativo. Afirmaciones de corte absoluto son propias de materialistas y dogmáticos.

En ningún momento Comte admite que la verdad pudiera surgir de la práctica social. Su análisis del origen de la verdad es idealista. Se queda pues en el empirismo sensista y el agnosticismo fenomenista. Por ejemplo, dice es imposible conocer la composición química de las estrellas; sin embargo, años más tarde, Kirchoff y Bunnen descubrieron el análisis espectral y explicaron la composición química del sol y de las estrellas.

La Ciencia.

La ciencia debe dedicarse exclusivamente a la averiguación y comprobación de las leyes dadas en la experiencia. Esto quiere decir que ha de renunciar a penetrar en la esencia de las cosas. Deberá limitarse a describir el aspecto exterior de los fenómenos y explicará únicamente cómo se producen los fenómenos. Tendrá que abdicar de la explicación de lo trascendente. No deberá preocuparse por lo que no existe.

La tarea del científico no radica en generalizar datos, sino en describirlos, reduciéndolos a un número menor posible de vínculos exteriores atendiendo a su semejanza y sucesión. La ciencia no tiene por qué preocuparse de las causas finales o primeras, tampoco de las secundarias, puesto que la causalidad no es dato de la experiencia.

La ciencia siempre es relativa. En esto se diferencia de la religión y de la metafísica que pretenden explicar lo absoluto. El principio absoluto de todo filósofo positivista es que “todo  es relativo… cuando más simple y abstracto es el conocimiento de una ciencia más generales son sus leyes.

El fin de la investigación científica es la formulación de las leyes, porque la ley permite la previsión y ésta dirige y guía la acción del hombre sobre la naturaleza. De este modo, Comte enuncia el siguiente apotegma:

Ciencia, por lo tanto: previsión;

 Previsión, por lo tanto: acción.

La verdadera ciencia se sustenta en leyes y no en los hechos, aunque éstos sean indispensables.

Clasificación de las Ciencias.

Sociología. Ocupa la cúspide. Es una ciencia novísima, que estudia los fenómenos específicamente humanos. Es la ciencia del futuro.

Biología. Estudia la vida y los cuerpos organizados. Su procedimiento es la comparación. Su probabilidad es incierta. Aparece en el Siglo XIX.

Química. Estudia las materias cualitativamente distintas. Su poder de previsión es débil. Su procedimiento es la experimentación. Predomina lo inductivo. Lo concreto.

Física. Estudia la tierra y sus calidades: calor, electricidad su procedimiento es la observación. Su previsibilidad es incompleta. Es una ciencia del Siglo XVII.

Astronomía. Estudia la fuerza y leyes geométricas de los astros. Su previsión es perfecta. Su procedimiento: inductivo. Se ocupa del sistema solar. Es del Siglo XVI.

Matemática. Ocupa el primer lugar por la simplicidad de su objeto. Existe desde la antigüedad y precedió a las demás. Es instrumental.

Comte ordena las ciencias de acuerdo a una supuesta dificultad de estudio, es decir, va de lo general a lo particular. Según él están dispuestas según su extensión decreciente y su complejidad creciente. Cada una necesita de la anterior, es necesaria a la siguiente. Aparecen agrupadas en tres grupos de dos (Matemática-Astronomía; Física-Química; Biología-Sociología), con afinidades especiales entre sí. La Psicología queda diluida entre la biología y la Sociología. La Teología no está considerada, porque no es ciencia no estudia fenómenos observables, es como la Metafísica o la Religión.

La clasificación de las ciencias que hace Comte ha sido calificada de subjetiva, mecánica, elaborada sólo con fines utilitarios, sin tener en cuenta las diversas formas de movimiento. Al parecer empieza por los cuerpos brutos y termina con los cuerpos organizados y complejos. En ese afán termina deformando (54).

La Política.

En este terreno, como vocero de la clase capitalista instalada en el poder, plantea el pacifismo, el orden y la jerarquía, proponiendo incluso el siguiente lema: “El amor como principio, el orden como base y el progreso como fin”.

Al proponer la armonía entre los obreros y los patrones deja el poder político en manos de los burgueses. Entiende por “progreso” sólo el desarrollo intelectual y no toca los cambios en la esfera económica. Cultiva en la clase trabajadora sentimientos de subordinación y modestia, sin propender su liberación.

El Derecho.

Según Comte es mejor que desaparezca la idea de Derecho y quede más bien la idea de deber.

La Moral.

Propicia una moral del altruismo.

La Religión.

La religión es indispensable para la vida social, pero en lugar de conmemorarse a los santos, debe glorificarse a los grandes hombres, a los bienhechores. La religión es el comienzo y el fin de la humanidad, pero no aprueba a la religión católica; propone más bien el culto a un ser superior abstracto: el género humano, la humanidad, conformada por los hombres presentes, pasados y futuros que han dado su contribución o que darán. No admite entes metafísicos. No considera ni a Dios ni a la naturaleza como términos del culto religioso. Dios es incognoscible.

La nueva religión tendrá sus propios sacramentos, sus días de retiro y su catecismo, tendrá su sumo sacerdote.

Juicio Crítico.

  • El empirismo y el inductivismo que preconiza entra en contradicción con su clasificación de las ciencias, que empieza por la Matemática.
  • En lugar de asimilar los avances del materialismo francés del Siglo XVIII y el ateísmo, se adecua al agnosticismo e idealismo de Hume y Kant.
  • En el desarrollo de las etapas del conocimiento no considera el importante avance alcanzado por el materialismo griego presocrático.
  • Su fórmula trimembre del desarrollo social si bien lo toma de la dialéctica hegeliana, sin embargo es antihistórica porque riñe con los modos de producción que vivió la humanidad.
  • Al asumir posturas agnósticas en Filosofía, deja campo libre a la Teología.
  • Al insinuar un nuevo tipo de religión, con nuevo Papa y nuevos santos no muestra ningún salto cualitativo.

REFERENCIAS

  • SPIRIDONOVA y otros. Curso Superior de Economía Política, Grijalbo, México, 1965, Tomo I, Lección V., p. 73.
  • CHADRABA, Rodolfo y Otros. Renacimiento y Humanismo, p.19
  • MINDAN MANERO, Manuel: Historia de la Filosofía y de las Ciencias, p.224
  • CHADRABA, Op. Cit. Pág. 152
  • CHADRABA, Op. Cit. Pág. 161
  • IOVCHUK, M.T. y Otros: Historia de la Filosofía, Progreso, Moscú, 1978, tomo I, Cap. V, Pág. 187
  • BREHIER, Emile: Historia de la Filosofía, Sudamericana, Bs.As., 1956, tomo II, Pág. 491.
  • BREHIER, Op.Cit. Pág.477.
  • MINDAN, Op. Cit. Pág.226.
  • MINDAN, Op, Cit. Pág.266.
  • BACON, Francisco: Novum Organum, Losada, Bs.As., 1961, Pág.9
  • GRAMSCI, Antonio: Maquiavelo y Lenin. Notas sobre la política y el Estado moderno, Artex, Lima, 1978, Pág.9.
  • CHADRABA, Op.Cit., Pag.169.
  • THOMAS, Henry: Hombres y Dioses, Pág. 237.
  • DICCIONARIO DE FILOSOFIA, profeso, Moscú, p.268
  • GRAMSCI, Op.Cit. Pág.20.
  • THOMAS. Pág. 238.
  •  
  • JANACECK, Josef: La Reforma Protestante, p. 47.
  • CHADRABA, Op. Cit. Pág. 161.
  • DYNNIK. Historia de la Filosofía, Grijalbo, México, 1968, tomo I, Pág.324.
  • MARX, Carlos y ENGELS, Federico: La Sagrada Familia, Grijalbo, México, 1962, Pag. 194.
  • BACON, Op. Cit. Pág.146.
  • DYANNIK, Op. Cit. Pag. 339.
  • DESCARTES, René: Meditaciones Metafísicas, Aguilar, Argentina, 1970, Pag. 75.
  • MARX, ENGELS, Op. Cit. Pág. 339.
  • HOBBES, Thomas, En : Historia Crítica de la Filosofía Occidental, por D.J. O´Connor, Paidos, Bs.As., 1968, tomo IV., Pág.18.
  • CONNOR, D.J.: Op. Cit. Pág. 61, Tomo III.
  • SPINOZA, Beniso: Etica, Pág.27.
  • MARX-ENGELS, Op.Cit. Pág.191.
  • LENIN, Vladimiro: Cuadernos Filosóficos, Estudio, Argentina, 1963, p.365.
  • RODRIGUEZ ARANDA, Luis en: Ensayos sobre el Gobierno Civil, por Jonh Locke, Aguilar, Bs.As., 1963. Pag.9.
  • RODRIGUEZ ARANDA; Op. Pág. 13.
  • RODRIGUEZ  ARANDA; Op. Pág. 13.
  • ARJIPTSEV, F.T.: La materia como categoría filosófica, Grijalbo, México, 1966, Pág.94.
  • MARIAS, Julián: Historia de la Filosofía, Revista de Occidente, Madrid, 1962, Pág. 232.
  • FERRATER-MORA, José: Diccionario de Filosofía, Edit. Sudamericana, Bs.As. 1969, Pág. 26. II Tomo.
  • FERRATER MORA, Op. Cit. Pág.203.
  • IOVCHUK, Op. Cit. Pág.234.
  • O´CONNOR, Op. Cit. Pág. 126. Tomo IV.
  • ARJIPTSEV, Op. Cit. Pág. 95.
  • FISCHER, Kuno. En: Crítica de la Razón Pura por Manuel Llant, Losada, Bs. As., 1961. Pág. 21
  • DYNNIK, Op. Cit. Tomo II, Pág.34.
  • MARX-ENGELS: Obras Escogidas, Progreso, Moscú. Pág.626.
  • LENIN, Op. Cit. Pág. 376.
  • PALMIER, Jean-Michel: Hegel, Fondo de Cultura Económica, México, 1977, Pág.9.
  • LENIN, Op. Cit. Pág. 270.
  • FEUERBACH, Ludwing: Tesis provisionales para la reforma de la filosofía, Labor, Barcelona, 1976, Pág.11.
  • LENIN, Op. Cit. Pág. 61.
  • DEBORIN, A.M.: La Doctrinas Político-sociales de la época moderna,  Ed. Pueblos Unidos, Montevideo, 1968, Cap. 13. Tomo II.
  • MARX-ENGELS, Op.Cit. Pág.632.
  • CERRON PALOMINO, Jaime: Filosofía Moderna y Contemporánea (Positivismo y Pragmatismo), (Mimeo, Huancayo, 1984, Pág.1).
  • COMTE, Augusto: Discurso sobre el espíritu positivo, Aguilar, Pág.41, Primera Parte.
  • IOVCHUK, Op. Cit. Tomo II.

CUESTIONARIO DE REAFIRMACION DE CONOCIMIENTOS

  1. ¿Qué  se entiende por modo capitalista de producción ? ¿Cuáles son sus fases y sus períodos?
    1. ¿Cómo fue el estado de las fuerzas productivas al iniciarse ese régimen?
    2. ¿Qué filósofos impulsaron el desarrollo de las fuerzas productivas del capitalismo?
    3. ¿Cuál es el estado de la superestructura científica al inaugurarse el régimen burgués?
    4. ¿Qué filósofos considerados en este Manual se pronuncian en contra de la propiedad  privada y qué alternativas dan para reemplazarla?
    5. ¿Qué semejanzas y diferencias puede establecerse en el pensamiento de Maquiavelo y Hobbes en torno al problema del Estado?
    6. Muntzer, Bruno y Berkeley fueron clérigos. ¿A qué clase social representan?
    7. De los pensadores incluidos en estos apuntes ¿quiénes defienden el sistema monárquico y quiénes el democrático?
    8. ¿Cuál es la visión del universo que tienen el hombre burgués frente al hombre feudal?
    9. ¿Qué discrepancias existen entre Descartes, Spinoza y Leibnitz alrededor del tema de la sustancia? ¿Quién está más cerca del materialismo?
    10. Bruno y Spinoza son panteístas. ¿Cómo es el universo para ellos?
    11. Hobbes y Spinoza se ocupan de las relaciones entre el monarca y los súbditos. ¿En qué difieren?
    12. ¿En qué aspectos son diametralmente opuestos Bacon y Descartes?
    13. ¿Qué limitaciones tienen las “clasificaciones de las ciencias” formuladas por Bacon y Comte?.
    14. ¿Qué disparidad existe entre Locke y Berkeley al abordar el problema de las cualidades de los objetos?
    15. ¿Cómo definen la materia Berkeley, Leibnitz y Hegel?
    16. ¿Qué es el movimiento  para Descartes, Hobbes y Spinoza?
    17. ¿Locke y Berkeley defienden la dirección empirista del conocimiento. ¿En qué disienten?.
    18. Descartes y Leibnitz son apologistas de la corriente innatista. ¿En qué divergen?.
    19. Kant y Comte son dos filósofos notables. En el terreno de la Gnoseología ¿En qué coinciden?
    20. ¿Cómo resuelven Hegel y Feuerbach la cuestión de la naturaleza. Establezca las distancias de uno y otro.
    21. ¿Cómo refuta Hobbes el apotegma cartesiano “Pienso, luego existo”?
    22. Locke y Leibnitz dicen que “Nada hay en la mente que previamente no haya estado en los sentidos” ¿En qué están de desacuerdo?.
    23. Kant y Hegel se ocupan de la “cosa en sí”. ¿En qué difieren?.
    24. Muntzer y Comte hablan de las revoluciones políticas. ¿En qué distan?
    25. Maquiavelo y Kant tratan del problema de la moral. ¿En qué divergen?
    26. ¿Cómo entienden la religión Leibnitz y Feuerbach? Establezca las distancias entre uno y otro.
    27. Se dice que Bruno, Descartes, Kant y Leibnitz aportan a la dialéctica. ¿Cómo queda comprobado esto?.
    28. Spinoza y Leibnitz atienden al tema de la libertad.  ¿En qué discrepan?
    29. Kant y Descartes deslinda el asunto del espacio y el tiempo. ¿en qué disienten?
    30. Se dice que Bacon, Locke y Feuerbach son materialistas “inconsecuentes”. ¿En qué residen esas inconsecuencias?.
    31. ¿Cuál es lo positivo que aportaron Hegel y Feuerbach al desarrollo de la filosofía científica?
    32. ¿De los filósofos examinados en este Compendio quién ha influido en la fundamentación  de nuestros cursos de Educación Cívica?
    33. La Constitución Política peruana vigente de qué filósofos recibe el influjo?

BIBLIOGRAFIA GENERAL

I.  DE LOS FILOSOFOS

01. BACON, Francisco                                  Novum Organum, Losada, Bs.As., 1961, 341 pp.
02. DESCARTES, Renato Discurso del Método, Sopena, Argentina, 1959, 107 pp.
03. DESCARTES, Renato Meditaciones Metafísicas, Biblioteca de Iniciación filosófica, Aguilar, Argentina. 1970, 121 pp.
04. DESCARTES,  Renato Obras Escogidas, Sudamericana, Bs.As., 1967, 521 pp.
05. SPINOZA, Benito Etica, Aguilar, Argentina, 1973, 398 pp.
06. LOCKE, Jonh Ensayos sobre el Gobierno Civil, Aguilar, Bs.As., 1963, 261 pp.
07. LOCKE, Jonh Cartas sobre la tolerancia y otros escritos, Grijalbo, México, col. 70 N°65, 1970, 155 pp.
08. BERKELEY, George Ensayo de una nueva teoría de la visión, Aguilar, Bs.As., 1973, 127 pp.
09. KANT, Manuel Crítica de la Razón Pura, Edit. Losada., Bs.As., 2 tomos, 1961.
10. KANT, Manuel Crítica del Juicio, Losada, Bs.As., 1968, 339 pp.
11. KANT, Manuel El Conflicto de las Facultades, Losada, Bs. As., 1963, 151 pp.
12. KANT, Manuel La Filosofía como un Sistema, Juárez, Bs. As. 1969. 111 pp.
13. KANT, Immanuel La filosofía de la Historia, Nova., Bs.As., 1964, 210 pp.
14. HEGEL, Guillermo Federico Lógica, Aguilera, Madrid, 1971, 372 pp.
15. HEGEL, Guillermo Federico Introducción a la Historia de la Filosofía, Aguilar, Argentina, 1971, 300 pp.
16. HEGEL, Guillermo Federico Filosofía del Espíritu, Claridad, Bs.As., 1969, 527 pp.
17. FEUERBACH, Ludwig Tesis provisionales para la reforma de la filosofía, Labor, Barcelona, 1976, 111 pp.
18. COMTE, Augusto Discurso sobre el espíritu positivo, Aguilar, Argentina, 1971, 177 pp.
19. DEWEY, Jonh Democracia y Educación, Losada, Bs.As., 1963, 360 pp.
20. DEWEY, Jonh La Educación de Hoy, Losada., bs.As., 1965 199 pp.

II. SOBRE LOS FILOSOFOS

1. GRAMSCI, Antonio Maquiavelo y Lenin, Artex, 1978, 195 pp.
2. GARMENDIA, Guillermina y Otra Thomas Hobbes y los Orígenes del Estado burgués, Siglo XXI, Argentina, 1973, 279 pp.
3. ZWEIG, Arnold El pensamiento vivo de Spinoza, Losada, A.A., Bs.As., 1944, 206 pp.
4. LACROIX, Jean Kant, Sudamericana, Argentina, 1969, 113 pp.
5. SCHULTZ, Uwe Kant. Labor Barcelona, 1971, 125 pp.
6. PALMIER, Jean Michael Hegel, Fondo de Cultura Económica, México 1968, 118 pp.
7. BOURGEOIS, Bernard El pensamiento político de Hegel, Amorrortu, Bs.As., 1969, 157 pp.
8. GARCIA BARCELO, Abgel Hegel y la dialéctica científica de Marx, Centro de Estudios, Bs.As., 1970. 131 pp.
9. HIPPOLITE, Jean Introducción a la Filosofía de la Historia de Hegel, Calden, Bs.As., 1970, 131 pp.
10. CERRON PALOMIN, Jaime Corrientes Filosóficas (De Bacon a Hegel), Huancayo, 1975, 56 pp.

III. DE HISTORIA DE LA FILOSOFIA MODERNA

1. ABBAGNANO, Nicolás Historia de la Filosofía, Montaner y Simon, Baracelona, 1964, 3 tomos.
2. BOCHENSKI, I. M. La Filosofía Actual, Fondo de Cultura Económica, México, 1973, 340 pp.
3. BREHIER, Emile Historia de la Filosofía, Sudamericana, Bs.As., 1956, 3 tomos.
4. O´CONNOR, D.J. Historia crítica de la filosofía occidental, Paidós, Bs.As., 1968, 7 tomos.
5.CHADRABA, R.PLISENSKY, J. OTROS Renacimiento y Humanismo, Cartago, Bs. As., 1965, 171 pp.
6.DYNNIK, M.A.,KEDROV,B.M.OTROS Historia de la Filosofía, Grijalbo, México, 1968, 7 tomos.
7. FERRATER MORA, José La Filosofía Actual, Alianza Editorial, Madrid, 1982, 192 pp.
8. IOVCHUK, M. T., OIZERMAN, T. I. OTRO Compendio de Historia de la Filosofía, Pueblos Unidos, Uruguay, 1969, 2 tomos.  
9. JANACEK, Josef La Reforma protestante, Cartago, Bs.As., 1966, 174 pp.  
10. LORA CAM, Jose F.W. Filosofía, Tercer Mundo, Arequipa, 1986, 266 pp.  
     
11. MARIAS, Julián Historia de la Filosofía, Revista de Occidente, Madrid, 1962, 463 pp.  
12. MINDAN MANERO, Manuel Historia de la Filosofía y de las ciencias, Anaya, Madrid, 1964, 395 pp.  
     
13. PACI, Enzo La Filosofía Contemporánea, Universitaria, Bs.As., 1966, 293 pp.  
14. ROMERO, Francisco Filosofía Contemporánea, Losada. Bs.As., 1953, 181 pp.  
15. RUNES, Dagobert D. Historia ilustrada de la filosofía, Grijalbo, México, 1967, 406 pp.  
16 SAUER, E. Friendrich Filósofos Alemanes, Fondo de Cultura Económica, México, 1973, 308 pp.  
17. WELLS, Harry K. El Pragmatismo, filosofía del imperialismo, Platina, Bs.As., 1964, 253 pp.  
18. ARJIPTSEV, F.T. La materia como categoría filosófica, Grijalbo, México, 1966, 293 pp.  
19. MARX, Carlos y ENGELS, Federico La Sagrada Familia, Grijalbo, México, 1962, 308 pp.  
20. MARX, Carlos y ENGELS, Federico Obras Escogidas, Progreso, Moscú, 831 p.  
21 DEBORIN, A. M. Filosofía y Política,  Pueblos Unidos, Uruguay, 1963, 716 pp.  

INDICE

                                                                                                         Página

INTRODUCCION………………………………………………………..   02
     
SITUACION ESTRUCTURAL Y SUPERESTRUCTURAL DE LOS PUEBLOS OCCIDENTALES AL AGONIZAR EL MODO DE PRODUCCION FEUDAL……………………………………………….       05
     
NACIMIENTO DE LA SOCIEDAD CAPITALISTA EN EL PROPIO SENO DEL FEUDALISMO……………………………………………..     07
     
EL PENSAMAIENTO SOCIAL DE NICOLAS MAQUIAVELO……….   11
     
LA IDEOLOGIA REVOLUCIONARIA PRO-CAMPESINA DE TOMAS MUNSTZER……………………………………………………     15
     
EL MATERIALISMO PANTEISTA DE GIORDANO BRUNO……….   18
     
EL MATERIALISMO EMPIRISTA E INDUCTIVISTA DE FRANCISCO BACON…………………………………………………..     22
     
EL DUALISMO Y MATERIALISMO MECANICISTA DE RENATO DESCARTES……………………………………………………………..     28
  El MATERIALISMO CORPORALISTA Y MECANICISTA DE THOMAS HOBBES………………………………………………………       36
     
EL MATERIALISMO TEOLOGICO Y METAFISICO DE BENITO SPINOZA…………………………………………………………………     42  
EL MATERIALISMO SENSUALISTA Y EMPIRISTA DE JOHN LOCKE……………………………………………………………………     49
     
EL RACIONALISMO Y PLURALISMO MONADOLOGICO DE GODOFREDO LEIBNITZ……………………………………………….     57
     
EL IDEALISMO ACOSMICO Y EMPIRISMO DE GEORGE BERKELEY……………………………………………………………….     64
     
EL IDEALISMO TRASCENDENTAL Y AGNOSTICISMO DE MANUEL KANT…………………………………………………………     68
     
EL IDEALISMO OBJETIVO Y DIALECTICO DE JORGE GUILLERMO FEDERICO HEGEL………………………………………     79
     
EL MATERIALISMO METAFISICO Y ANTROPOLOGICO DE LUDWIG FEUERBACH…………………………………………………     91
        Pág.  
EL POSITIVISMO DE AUGUSTO COMTE…………………………….   98
     
REFERENCIAS……………………………………………………………   107
     
CUESTIONARIO DE REAFIRMACION DE CONOCIMIENTOS……..   109
     
BIBLIOGRAFIA GENERAL………………………………………………   111
     
INDICE…………………………………………………………………….   114
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ENSAYO

Historia y Filosofía de la Educación Universal

Jaime Cerrón Palomino

Roberto Aguirre Palomino

Huancayo – 1988

INTRODUCCIÓN

La educación como fenómeno social, como efecto de la estructura económico-social y como componente de la superestructura puede ser abordada desde distintas ópticas: atendiendo a las corrientes pedagógicas, en función de las naciones que la originan, en razón al pensamiento central de los pedagogos más notables, alrededor de la vida y obra de sus creadores o seguidores, en atención a las formaciones económico-sociales, etc.; pero, sin duda la manera más correcta es en función a los modos de producción, porque permite explicar el fenómeno educativo en la inter-influencia del ser social y la conciencia social.

Trabajos desarrollados como los que hicieron: Lorenzo Luzuriaga: Historia de la Educación y de la Pedagogía; Ernesto Codignola: Historia de la Educación y la Pedagogía;  Guillermo Dilthey: Historia de la Pedagogía;   Carrol Atkinson: Historia de la Educación; Frederick Mayer: Historia del Pensamiento Pedagógico, para citar unos cuantos entre los que circulan en nuestro medio, tratan del desenvolvimiento de la educación y de la pedagogía, al margen del desarrollo económico del mundo y sobre todo, con prescindencia del estudio de las contradicciones sociales. Esta fuerte limitación hace que los principios didácticos enunciados por ellos o los sistemas educativos que proponen no puedan encontrar en los alumnos, la suficiente explicación de sus motivaciones y propósitos.

Afortunadamente, en estos últimos tiempos, una importante aunque reducida bibliografía viene circulando en el ambiente intelectual gracias a la cual puede desbrozarse con más énfasis los móviles que guiaron a los educadores de la humanidad a plantear principios y esquemas educacionales. Tal es el caso de obras como las de Anibal Ponce: Educación y Lucha de Clases (1), Gaspar Jorge García Galló: La concepción Marxista Sobre la Escuela y la Educación (2); N. A. Konstantinov: Historia de la Pedagogía (3), Alberto L. Merani: Psicología y Pedagogía (4) y recientemente la Antología de Historia y Filosofía de la Educación de nuestro connacional Alvaro Villavicencio Wittembury y Educación en China de otro maestro universitario: Carlos Castillo Ríos.

El libro de Ponce constituye para el magisterio peruano una revolución ideológica, en el ámbito de la pedagogía, si se tiene en cuenta que la docencia universitaria, secundaria y primaria, solo había abrevado hasta 1960 en las fuentes de Alfredo Aguayo, Francisco Larroyo, Gabriel Copayré, Dante Morando y otros. Poquísimos maestros del Perú habían consultado hasta entonces trabajos efectuados por pedagogos marxistas como Arismendi o  Manacorda. Sin embargo, Educación y Lucha de Clases, por haber sido escrita mucho antes de la Revolución Cubana tienen el defecto de no ocuparse de las últimas corrientes pedagógicas del mundo. Otra limitación: es la de no ocuparse de la educación de los pueblos orientales como China, India, Persia, etc. El Libro del cubano García Galló tienen el mérito de haber sintetizado didácticamente el trabajo de Bogdan Suchodolski: Teoría Marxista de la Educación, donde a partir del pensamiento rector de Marx y Engels, se cuestionan las tesis educativas de Locke, Pestalozzi, Comenio, Rousseau y Herbart. El trabajo de N. A. Constantino y otros, tiene la virtud de estudiar con detención y profundización a los pedagogos del capitalismo. A diferencia de lo efectuado por Luzuriaga o Codignola, Konstantinov desmenuza más pacientemente el pensamiento de Pestalozzi, Rousseau y Herbart. Finalmente, Alberto L. Merani, formula una interesante crítica a la esencia del pensamiento de los educadores burgueses modernos y contemporáneos llegando a Piaget, Dewey y Wallon, desde una postura dialéctico-materialista. De su parte, Alvaro Villavicencio, ha compilado una literatura interesante de historia y filosofía educacional.

El Texto Universitario que presentamos, tuvo como primer propósito comprender en su análisis la pedagogía en los cinco modos de producción que conoce la humanidad. Mas esto no nos ha sido posible, por razones de limitación de páginas. Es así como, si bien aborda los regímenes sociales: primitivo, esclavista, feudal y burgués, no llega a presentar en su integridad el pensamiento de los educadores de la fase capitalista, sobre todo, la del imperialismo y el surgimiento de las sociedades socialistas. Esta ausencia notoriamente sentida, deberá cubrirse con un segundo tomo de esta obra en oportunidad posterior.

Por ahora, ha cumplido con precisar las características más saltantes de la educación primitiva, que en otros textos burgueses y de corte positivista, habían estado distorsionando porque no se atenían a la estructura económico-social imperante. Del mismo modo, en cuanto se refiere al modo de producción esclavista, en esta ocasión se ha tratado de considerar a todos los pueblos antiguos del oriente, que a nuestro juicio, fueron los que inauguraron los estilos educativos que aún se prolongan hasta nuestros días: es el caso de la educación como asunto del Estado, la enseñanza elemental de las primeras letras, el memorismo y el mecanicismo en el aprendizaje; el sistema de castigos corporales y el tipo de evaluaciones.

La ecuación medieval y su multiformidad de matices, ha sido tocada en sus distintas vertientes, tratando de hallar lo común que existe en ellas. Es patente la gran influencia que Europa Central ha ejercido sobre nuestra cultura, a través de la colonización española. Su estudio se hace importante si se tiene en cuenta que hasta el momento, los moldes escolásticos no han podido modificarse.

Por último, en lo que atañe al modo de producción capitalista, se ha intentado penetrar en los principios de los más descollantes maestros de la fase de la manufactura y la revolución industrial. Así pues se han presentado los princpios de Ratke, Comenio, Rousseau, Locke, Pestalozzi y Herbart, todos ellos sensualistas. Los dos primeros excelentes didactas que esbozan principios metodológicos sirviéndose del pensamiento de Francisco Bacon y René Descartes; Locke, excelente fundamentador del emprirismo y sensualismo gnoseológico. Y la triada: Rousseau, Pestalozzi y Herbart, magníficos sustentadores del pensamiento pedagógico burgués, defensor el primero del naturalismo pedagógico; el segundo, pedagogo por excelencia, defensor de la teoría de la intuición y el último, hurgador de los pasos formales y fundamentador de la Pedagogía del Interés. Todos ellos también paidocentristas, cuando no precursores de la llamada “escuela nueva” o de la “nueva educación”.

Al final de los principios pedagógicos de cada pensador se ha añadido el juicio crítico que pensadores de la talla de Ponce, Konstantinov, García Galló, Merani, Arismendi o Suchodolski han realizado.

Queremos terminar esta introducción indicando que para todo maestro peruano es de interés imprescindible tener que informarse del desarrollo de la educación en el mundo, para que pueda enfocar el fenómeno educativo peruano desde un prisma crítico. De otro modo, no podrá comprender de qué fuentes se amamantaron nuestros teóricos como Deústua, Villarán, Mariátegui, Encinas, Capelo, Prado Ugarteche o García Calderón.

Es verdad que la educación peruana no es sólo el resultado de la influencia extranjera colonizadora, también devienen de sus propias raíces ancestrales incásicas. Pero, precisamente en esta dialéctica de lo nacional y foráneo se ha dado la forja de nuestro espíritu, de nuestra conciencia social, que ha alcanzado su desarrollo en diversos grados.

LOS AUTORES.

LA EDUCACION PRIMITIVA

CARACTERES DE LA SOCIEDAD PRIMITIVA.

A decir de José Stalin:

“Bajo el régimen del comunismo primitivo, la base de las relaciones de producción es la propiedad social sobre los medios de producción. Esto, en sustancia, corresponde el carácter de las fuerzas productivas durante este período… El trabajo en común condujo a la propiedad en común sobre los instrumentos de producción, al igual que sobre los productos…” (5).

Esto quiere decir que la primera formación económico-social de la humanidad reunió las siguientes características:

  1. Escasez de instrumentos de trabajo. En la sociedad tribal los instrumentos de trabajo eran tan deficitarios que no permitían al hombre hacer frente por sí solo a las fuerzas de la naturaleza y a las fieras. El principal material empleado durante un larguísimo período para hacer armas fue la piedra. Precisamente, con el nombre de edad de piedra se conoce a la época del empleo de los instrumentos de esta clase. “Más tarde el hombre aprendió a fabricar instrumentos hechos de metal: primero de metal nativo, principalmente de cobre; posteriormente, de bronce y, por último, de hierro” (6).

Luego, un importante jalón en el perfeccionamiento fue la invención del arco y la flecha, con cuyos instrumentos comenzó la caza a suministrar al hombre mayor abundancia de medios de sustento. El progreso de la caza, devino después en el progreso de la primitiva ganadería, con la domesticación de animales, siendo el primero de ellos el perro y después la cabra, la vaca, el cerdo y el caballo.

  • Inexistencia de la propiedad privada. Como bien puntualiza Alexandrov: “Al bajo nivel de las fuerzas productivas de este período correspondía la propiedad social, colectiva, de los medios de producción, base económica del régimen de la comunidad primitiva. Los útiles que uno u otro grupo de hombres primitivos empleaban para conseguir su comida, las viviendas, etc., todo era considerado como propiedad colectiva. Los productos que se conseguían y sobre todo, los productos alimenticios, se distribuían entre todos los miembros de la colectividad” (7).

Lo que significa que el hombre primitivo no tenía ni la más remota idea de la propiedad sobre los medios de producción. Sólo algunos instrumentos le pertenecían en propiedad personal. Había pues, por el contrario, propiedad social; pero el carácter social de la producción en este régimen se extendía solamente a los miembros de cada comunidad, es decir, la propiedad social sólo existía dentro de los límites de cada tribu por separado.

  • Ausencia de clases sociales. “… En la sociedad primitiva estaban poco desarrolladas las fuerzas productivas y la productividad del trabajo era baja… Mientras la productividad del trabajo no alcanzara determinado  nivel no era posible que hubiese trabajo adicional, ni que se diera la explotación del hombre por el hombre; tampoco podía existir la división de la sociedad de clases.

Las clases sociales y la explotación de una clase por otra, sólo pudieron surgir cuando el aumento de la productividad del trabajo condujo a la aparición del producto adicional y a la disolución de la sociedad gentilicia (8).

  • Inexistencia de un Estado. En la fundamentación de Lenin: “…Cuando no existían clases en la sociedad… cuando el hombre primitivo apenas podía conseguir con dificultad los medios indispensables para la existencia más tosca y primitiva, entonces no surgió, ni podía surgir, un grupo especial de hombres separados especialmente para gobernar y dominar al resto de la sociedad… Es imposible obligar a la mayor parte de la sociedad a trabajar en forma sistemática para la otra parte de la sociedad sin un aparato permanente de coerción. Mientras no existieron clases, no hubo un aparato de este tipo. Cuando aparecieron las clases… a medida que la división crecía y se consolidaba, aparecía también una institución especial: El Estado…” (9).
  • División natural del trabajo. Constituyó un formidable avance en al vida de las sociedades tribales. La forma más simple como enfrentaron esta necesidad es la que operó entre hombres y mujeres (atendiendo al sexo) y entre adultos, niños y ancianos (atendiendo a la edad). Las mujeres terminaron especializándose en la recolección de alimentos vegetales y en las faenas domésticas, mientras que los hombres se orientaron a la caza.

Esta división, como se ve, es natural, “porque está circunscrita al marco de cada comunidad…” (10).

  • Vigencia del matriarcado. “Fue el matriarcado una época que marcó el florecimiento de las relaciones comunales primitivas. La mujer era la encargada de reunir y preparar los alimentos, dirigía la economía unificada, creaba y conservaba las reservas sociales, en la mayoría de los casos fue la mujer la que inicialmente abordó la agricultura y la ganadería en sus formas primitivas y embrionarias. El trabajo de la mujer garantizaba a la comunidad un suministro de medios de subsistencia más seguro y constante que la caza…” (11).
  • Aparición de la antropofagia. La escasez de alimentos que experimentó la humanidad en su estación tribal lo arrojó a prácticas que hoy se consideran injustas, cual es la antropofagia o canibalismo. Privado de herramientas y utensilios adecuados como estaba, en su afán de sobrevivir, un sector de la horda recurrió a consumir carne humana de sus propios semejantes.
  • Descubrimiento del fuego. Pero una importante conquista hará que supere esa desventaja. El descubrimiento del fuego hizo cambiar sustancialmente las condiciones de su vida material. El hombre primitivo se sobrepuso así definitivamente al mundo animal: llegaba a su término con ello, la larga época de la gestación del hombre. El fuego se utilizaba para la cocción de alimentos: carne, pescado, raíces feculentas, tubérculos, etc., así como para elaborar instrumentos de producción, para proteger al hombre del frío y de las fieras.
  • La cooperación simple. Representó la utilización simultánea de una cantidad de mano de obra más o menos considerable para ejecutar faenas homogéneas. La simple cooperación de los esfuerzos individuales creaba una nueva fuerza productiva, mayor que la simple suma de las unidades que la integraban.

“La cooperación simple brindaba ya al hombre primitivo la posibilidad de ejecutar tareas que habrían sido irrealizables para un solo individuo, por ejemplo, la caza de las grandes fieras…” (12).

  1. Distribución igualitaria. En aquella época no había lugar a la desigualdad en la distribución de los productos, ya que ello, en primer término hubiera producido la muerte segura de la comunidad; en segundo lugar, no hubiera sido admisible, puesto que los componentes de la comunidad eran copropietarios, dueños comunes de los medios de producción y de los productos del trabajo conjunto.

Pero, todas estas flaquezas de la sociedad progentilicia y la gentilicia tuvieron que tocar su fin. Como acertadamente lo ha explicado Engels: “Toda evolución de la sociedad humana por encima del nivel de salvajismo animal empezó el día en que el trabajo de la familia creó mas productos de los que eran necesarios para su sustento, al día, esto es, en que una parte del trabajo pudo aplicarse no ya a la producción de meros medios de vida, sino a la de los medios de producción. El fundamento de todo progreso social, político e intelectual, fue y sigue siendo la existencia de un excedente del producto del trabajo…” (13).

CARACTERES DE LA EDUCACION PRIMITIVA.

Al estado y grado de desarrollo de las fuerzas productivas y sus correspondientes relaciones de producción, obedeció también la superestructura educativa. En efecto, a una sociedad sin egoísmos ni marginaciones, respondió también una enseñanza libre de prejuicios y privilegios, como puede notarse por los rasgos que los historiadores de la educación y sobre todo el pedagogo argentino Aníbal Ponce ha indicado.

  1. Es una educación aclasista. En el primer estadio de la humanidad la enseñanza aún no es una prerrogativa de círculos de linaje. Como atinadamente apunta el educador peruano Alvaro Villavicencio: “Al no existir propiedad privada sino común de los medios de producción; al ser considerados todos los miembros de la comunidad primitiva (horda, gens o tribu) en un mismo plano de igualdad; al no existir, por tanto, clases sociales ni Estado: la educación era homogénea, es decir, no diferenciada…” (14).
  • La enseñanza es asistemática. El mismo Villavicencio argumenta que: “… no existía personas ni instituciones especialmente destinadas y organizadas por el grupo social para hacer asimilar la concepción del mundo comunista primitiva y para capacitar individuos en las tareas de producción, defensa y mantenimiento del orden social” (15).

Lo que quiere decir que a esta altura de la infancia del género humano, aún no estamos frente a instituciones (jardines, escuelas, colegios, institutos, academias, universidades) ni programas (currículos), métodos,  medios auxiliares sistematizados.

  • Es fundamentalmente adaptativa. Porque todo el saber trasmitido está orientado a liberar a los educandos de los peligros y asechanzas del medio, a buscar sus medios de subsistencia y a garantizar su vida futura.

En su obra Sociología de la Educación, Fernando de Azevedo acota: “En todas las sociedades, desde las más rudimentarias hasta las más perfectas, aparece el fenómeno de la educación, es decir, de la formación de las nuevas generaciones y de su adaptación a la vida social. Las funciones sociales son las mismas entre los civilizados y entre los primitivos, y éstos tienen, como aquéllos, la necesidad de mantener la unidad y la continuidad del  grupo, de perpetuar los usos y de transmitir los conocimientos y las creencias…” (16).

  • Es predominantemente mimética. El mismo Azevedo, remarca: “… por la participación directa desde muy temprano en la vida social de los niños de uno y otro sexo… remedan las ocupaciones serias, y cuyas actividades precoces, imitando a los padres y a los adultos en general, desarrollan en ellos el hábito del trabajo y contribuyen a integrarlos en la vida de la comunidad” (17).
  • Ausencia de coerción. A despecho de lo que afirman los antropólogos y etnólogos burgueses, Aníbal Ponce, en sus investigaciones descubre que “durante el aprendizaje, los niños no eran nunca castigados” (18). De donde se infiere que se les dejaba crecer con todas sus cualidades y defectos; que los niños eran mimados por la madre y si ésta agredía al vástago a su vez era sancionada por el grupo.
  • La metodología es lúdica. La actividad predominante en esa edad, es para uno y otro sexo, la de los juegos que remedan o imitan las ocupaciones serias, o mejor dicho, que no pasan de ser una emulación del trabajo de los adultos. El papel de la reproducción y de los juegos tiene una importancia considerable en la educación. Los niños aprenden jugando lo que hacen sus padres y los adultos en general; y, fabricando flechas y arcos, o si se trata de mujeres, husos y cedazos de tamaño apropiado a su edad (19).
  • Tiene carácter mágico-religioso. Las investigaciones sociales han revelado que el elemento pedagógico se halla generalmente ligado e interlazado a la organización social ceremoniosa. Los magos y  hechiceros ejercen funciones de maestros trasmitiendo sus secretos por toda esa especie de medios: las danzas y las ceremonias, la serie de “iniciaciones” en los grados y funciones de la sociedad, con sus pruebas y reclusiones, hasta las sociedades secretas y sociedades de hechiceros con las que se completa en algunos pueblos primitivos la instrucción jurídica y religiosa.
  • Es esencialmente práctica. A decir de Foley Gambeta: A la juventud se le enseña: “… habilidades para cazar, recolectar, pescar, manejar las armas” (20). Azevedo es más preciso cuando dice: “La participación directa en la vida social empieza antes de los siete años. Los niños de uno y otro sexo prestan ya servicios útiles como pequeñas unidades económicas. La iniciación precoz en el trabajo, bajo la presión de las necesidades vitales de la comunidad, que lleva a los niños a participar desde muy pronto en la búsqueda de alimentos y ayudar a sus padres en sus menesteres, no deja de contribuir poderosamente a la “asimilación” de las generaciones jóvenes y a su integración en la vida del grupo” (21).
  • Es particularmente difusa. Es difusa porque es el propio medio ambiente (naturaleza-sociedad) quien educa. El maestro Aníbal Ponce, subrayando este carácter puntualiza: “La educación no estaba confiada a nadie en especial… gracias a una insensible y espontánea asimilación de su contorno, el niño se iba conformando poco a poco dentro de los moldes reverenciados por el grupo…” (22).
  1. Es de naturaleza sensualista. Se les enseña a los niños a usar sus sentidos, a afinar sus percepciones, a usar su memoria visual y palpar los objetos de la naturaleza (23).
  1. Es de índole inconsciente. Porque los niños sin proponérselo y los adultos sin planeárselo entregan conocimientos que permitan reproducir las condiciones materiales de existencia en la propia convivencia diaria.
  1. Es predominantemente elemental. Porque dado el escaso desarrollo de la técnica, lo más que pudo trasmitirse fue lo rutinario, lo indispensable. La educación guardó concordancia con el estado de las fuerzas productivas. Estas acusaban un estado incipiente: objetos para golpear o cortar, hechos de piedra, lanzas de madera, con puntas de piedra, arcos y  flechas para cazar, animales y plantas en estado salvaje… tierras o terrenos jamás cultivados, trabajadores con ninguna o poca experiencia en la producción…” (24).
  1. Es pródigamente espontánea. Los niños adquieren los conocimientos que les trasmite su comunidad de modo natural por el sólo hecho de vivir de ella (25). A decir del tratadista Ernesto Codignola: “… esta educación primitiva no tenía conciencia del proceso formativo; por eso, no trataba de orientarlo. De  ahí que se desarrollase espontánea, naturalmente…” (26).
  1. Es primordialmente gregaria. En la comunidad primitiva los hombres  están convencidos de que cualquiera que sea su situación no vale sino como miembro de la comunidad. Es ella la que existe y vive y él no existe sino por ella y, en gran parte para ella. En resumen, el individuo está en esta época totalmente subordinado a la tribu y se somete sin discusión alguna a ella.
  1. Es coparticipante. A decir de N.A. Konstantinov: “En la sociedad primitiva el niño se educaba… mediante su participación en los asuntos de los mayores, en su contacto diario con ellos…” (27).
  1. Fue preferentemente global. Porque según Dante Morando: “El individuo tenía que saber de todo para poder desenvolverse en la vida dándole así unidad a su educación porque junto a sus objetivos de supervivencia estaban el arte, la moral…” (28).
  1. Es de corte tradicionalista. Porque al niño se le enseña a respetar las normas de la tribu concretadas en una serie de tabúes o prohibiciones… El acatamiento de estas normas es inflexible y son los ancianos y hechiceros los encargados de velar por su cumplimiento (29).
  1. Es una educación “sin pedagogía”. El educador peruano Emilio Vásquez, en su obra: Historia de la Educación con gran acierto ha caracterizado esta fase de la educación como carente de Pedagogía. Y no podía ser de otro modo, puesto que siendo la Pedagogía una ciencia, ésta aparece sólo como forma superestructural todavía en el esclavismo, después del excedente de producto (30).

LA FILOSOFIA DE LA EDUCACION PRIMITIVA

Si bien es verdad que, como queda dicho, en este estadio de la historia no hay una reflexión filosófica sistemática; empero, Anibal Ponce ha diseñado un precepto que puede sintetizar la rudimentaria filosofía que animó a toda esta época: “No hay nada, absolutamente nada, superior a los intereses y necesidades de la Tribu”.

REFERENCIAS

  • Aníbal Ponce. En: Educación y Lucha de Clases, Ed. Viento en el Mundo, 174 pp.
  • Gaspar Jorge García Galló: La Concepción marxista Sobre la Escuela y la Educación, Col. 70, Grijalbo, 166 pp.
  • N. A. Konstantinov: Historia de la Pedagogía Cartago, 185 pp.
  • Alberto L. Perani: Psicología y Pedagogía, Grijalbo, 287 pp.
  • José Stalin: Cuestiones del Leninismo, pp. 878-879
  • Academia de la URSS: Manual de Economía Política, pp. 25
  • N.G. Alexandrov: Teoría del Estado y del Derecho, pp. 39
  • F.V. Konstantinov: El Materialismo Histórico, pp. 122
  • V.I. Lenin: Sobre el Estado, pp. 11-13
  • Spritidonova y Otros: Cruso Superior de Economía Política, Tomo I, pp.30.
  • Ibídem, pp. 26
  • Academia de la URSS: op. Cit, pp. 26
  • Federico Engels: Anti-duhring, pp. 188
  • Alvaro Villavicencio: Historia y Filosofía de la Educación, Tomo I, pp. 131.
  • Ibídem, pp. 131
  • Fernando de Azevedo: Sociología de la Educación, pp. 116
  • Ibídem, pp. 117.
  • Aníbal Ponce, op. Cit, pp 9.
  • Fernando de Azebedo, Op. Cit. pp. 112.
  • Enrique Foley Gambetta: Historia de la Educación y de la Pedagogía (Primera Parte) pp.29.
  • Fernando de Azebedo, Op. Cit. pp. 112.
  • Aníbal Ponce, Op. Cit. pp. 9.
  • Enrique Foley, Op. Cit. pp. 29.
  • Alvaro Villavicencio, Op. Cit. pp.129.
  • Isabel Gutierrez Zuluaga, citada por Villavicencio, Op. Cit, pp 132.
  • Ernesto Codignola: Historia de la Educación y la Pedagogía, pp. 25.
  • N.A. Konstantinov, Op. Cit, pp. 10.
  • Dante Morando, citado por Foley, Op. Cit, pp. 27.
  • Enrique Foley, Op. Cit. pp. 28.
  • Emilio Vásquez: Historia de la Educación, pp. 13.

PREGUNTAS DE INVESTIGACION Y ANALISIS

  1. ¿Qué diferencias encuentra usted entre nuestra sociedad actual y la de la época primitiva?
  2. ¿Por qué resulta innecesaria la presencia del Estado en la sociedad tribal?
  3. ¿Por qué la educación primitiva es aclasista y asistemática?
  4. ¿Por qué en la fase primitiva de la humanidad fue vano el castigo?
  5. ¿Qué métodos o medios emplearon los primitivos para trasmitir la enseñanza?
  6. ¿Cuál fue el ideal educativo que animó a las sociedades tribales?

LA EDUCACION ESCLAVISTA

CARACTERES DE LA SOCIEDAD ESCLAVISTA

Como bien afirma Spiridonova (1): “La esclavitud fue la primera forma de sociedad clasista, nacida como resultado de la desintegración del régimen comunal primitivo… la esclavitud, primera forma de explotación, representaba un modo de obligar coercitivamente a trabajar a los productores, a los esclavos; éstos eran propiedad de los dueños de los medios de producción, o sea de los esclavistas, y eran utilizados en las haciendas de éstos para obtener todo el producto posible… el paso del régimen comunal gentilicio a la esclavitud, representada un avance extraordinario en el desarrollo de la humanidad”.

  1. Desarrollo de los instrumentos de trabajo. A juicio de José Stalin (2) en vez de herramientas de piedra, el hombre dispone ya de herramientas de metal; en vez de aquella mísera economía primitiva, basada en la caza y que no conocía ni la ganadería ni la agricultura, aparecen la ganadería, la agricultura, los oficios artesanos y la división del trabajo entre estas diversas ramas de producción.

Ahora bien este incremento de las herramientas de trabajo permitieron elevar el rendimiento de la labor, sobre todo si tenemos en cuenta que a esta altura ya se cuenta con el arado de reja metálica y después se fabricará el arado de hierro; la hoz de metal; se construyen canales, presas, elevadores de agua, molinos para moler el grano, punterolas,  martillos, morteros y hornos, aparece el torno simple y el fuelle de fragua.

  • Aparición de la Propiedad Privada. Como lo sostiene M. A. Dynnik (3): “La propiedad del esclavista sobre los medios de producción y sobre los propios esclavos, comenzó a ser la base de las relaciones de producción de la sociedad esclavista”. Pero, mientras en la sociedad esclavista oriental predominaba la propiedad colectiva de los esclavistas sobre la tierra y otros medios de producción, así como sobre los productores – esclavos – en la forma de propiedad comunal o estatal – de índole casi patriarcal – ; en cambio en la sociedad esclavista occidental existe ya la propiedad privada sobre los esclavos y los medios de producción, incluida la tierra”.
  • Surgimiento de las clases sociales. Nos atenemos a lo dicho por la academia de la URSS, cuando afirma (4): “Bajo el régimen esclavista, la población dividíase en hombres libres y esclavos. Los primeros disfrutaban en mayor o menor grado de los derechos cívicos, patrimoniales y políticos. Los esclavos carecían de todos estos derechos. Los hombres libres, a su vez se dividían en la clase de los grandes terratenientes, que eran al mismo tiempo grandes esclavistas, y la clase de los pequeños productores (campesinos y artesanos), entre los que habían capas acomodadas que también explotaban el trabajo de los esclavos y ocupaban la posición de esclavistas”.
  • Irrupción de la superestructura estatal. Lenin está en lo cierto cuando nos explica (5): “… Sólo cuando apareció la primera forma de la división de la sociedad en clases, cuando apareció la esclavitud, cuando una clase determinada de hombres, al concentrarse en las formas más rudimentarias del trabajo agrícola pudo producir cierto excedente, y cuando este excedente no resultó absolutamente necesario para la más mísera existencia del esclavo y pasó a manos del propietario de esclavos, cuando de este modo quedó asegurada la existencia de la clase de los propietarios de esclavos entonces, para que ésta pudiera afianzarse era necesario que apareciera un Estado.

Y apareció el Estado esclavista, un aparato que dio poder a los propietarios de esclavos y es permitió gobernar a los esclavos…”

  • Oposición entre el trabajo físico y el trabajo intelectual. Según asegura Alvaro Villavicencio (6): “El esclavismo sienta las bases para la oposición entre el trabajo físico y el intelectual. El trabajo físico es propio de los esclavos e indigno de las otras clases. Al trabajo intelectual se dedican los hombres libres”.

En efecto, el esclavismo inauguró la oposición entre el trabajo físico y el trabajo intelectual, creando la escisión entre uno y otro. El trabajo del esclavo tenía un carácter abiertamente coercitivo. Se le obligaba a trabajar mediante la más brutal coacción física, se le empujaba al trabajo bajo el látigo y sus más leves faltas eran castigadas con severas penas. Se le marcaba a fuego para poder capturarlo fácilmente si se fugaba. El esclavista se beneficiaba no sólo con el plusproducto, sino también con una parte considerable del producto necesario del trabajo del esclavo.”

  • Prevalencia de la economía natural. El régimen esclavista no pudo salir de los moldes de la economía natural porque la producción agrícola era la rama económica principal, junto a la cual la producción artesanal tenía un carácter subordinado y ello hacia que la economía esclavista fuese natural. Los campesinos veíanse destinados a producir solo para el consumo interno. Los productos elaborados no se destinaban a la venta sino al consumo interno.
  • Insurgencia del patriarcado. La mujer gozaba de iguales derechos con el hombre en el régimen de la comunidad primitiva; perdió esa igualdad y entró a la servidumbre en cuanto quedó adscrita al cuidado del esposo y de los hijos, y segregada por lo mismo del trabajo productivo social. Y como dice el célebre educador Aníbal Ponce (7) “para asegurar la perpetuidad de la riqueza privada a través de las generaciones y en beneficio exclusivo de los propios hijos… la filiación paterna reemplazó a la materna y una nueva forma de familia, la monogamia, apareció en el mundo. Con ella la mujer pasó a un segundo plano y quedó encerrada en funciones domésticassu educación pasó a ser una educación apenas superior a la de un niño.”

En esa familia patriarcal, que se organizó sobre la base de la propiedad privada, ya Marx había descubierto una nueva contradicción: un esposo autoritario que representa la clase que oprime, y una esposa sumisa que representa a la clase oprimida.

  • Nacimiento de la escritura. El desarrollo de la escritura contribuyó a que el hombre alcanzara éxitos cada vez mayores en su actividad cognoscitiva. En las figuras estilizadas se dejaba traslucir un fino espíritu de observación, se hacía patente el conocimiento de muchos fenómenos de la naturaleza circundante y por último se puso de manifiesto la capacidad generalizadora de la mente humana. Poco después se procederá al análisis gramatical del lenguaje y al análisis lógico de los conceptos.

LA EDUCACIÓN EN LAS SOCIEDADES ESCLAVISTAS ORIENTALES

El estudio de la superestructura educativa esclavista la hacemos a partir de las sociedades orientales, por cuanto a decir de Pokrovski (8): “Las primeras sociedades de clase se formaron en los países del antiguo Oriente en el Asia anterior, oriental y meridional, y en la parte Noreste del Africa. Ya al comenzar el cuarto milenio a.d.C, como resultado de la desintegración del régimen del comunismo primitivo y de la división de la sociedad en clases – en esclavistas y esclavos -, comenzaron a formarse los Estados esclavistas más antiguos: Egipto, Babilonia, India, China y otros.”

Ahora bien, estas sociedades tuvieron en común ciertas características que diseñaron su peculiaridad, siendo éstas las siguientes:

  1. Son básicamente tradicionalistas. Esto es, su preocupación se centra por reproducir las instituciones creadas por la clase dominante, por mantener el respeto o culto a ellas, por prolongar su vigencia. De ahí la insistencia en el estudio y recapitulación del pasado.
  • La enseñanza es adaptativa. Porque se trata de formar individuos que se sometan al orden establecido. De este modo, el Estado controla las acciones, pensamientos y sentimientos. La autoridad externa domina las aspiraciones y procesos mentales de los seres en formación.
  • Omnipotencia de la autoridad. El Estado esclavista adopta la forma de una despotia oriental, o sea una monarquía, en la que todo el poder del Estado se concentra en manos de una sola persona: el déspota. Para mostrar la plenitud de sus poderes ilimitados, la clase gobernante proclama el origen divino de este mandato. Por ende, sus educadores justifican y defienden la necesidad de la desigualdad social e infunden en las manos la obediencia al poder supremo acudiendo inclusive al terror. A pesar de ello, en los oprimidos se manifiestan brotes de descontento por intuir que hay un régimen injusto.
  • El carácter clasista de las esferas de la superestructura. No sólo la educación es un privilegio de los grupos dominantes, sino que todos los ámbitos de la superestructura están teñidos de prerrogativas a favor de los poseyentes. Así por ejemplo, la ciencia que ya se presentaba en formas embrionarias: Astronomía, Geometría, Aritmética, Medicina, etc., estaban envueltas en una atmósfera de misticismo y secreto para que los subyugados no entendiesen a cabalidad. De ahí, la escritura es también clasista: para unos la jeroglífica y para los más, la demótica. De igual modo, la música y el arte en general también es de clase.

LA EDUCACION EGIPCIA.

La educación egipcia respondió a su estructura social. Los egiptólogos han establecido que en Egipto existió una heterogeneidad de sectores sociales, tales como: los sacerdotes, nobles, mercaderes o comerciantes, obreros o artesanos y los campesinos o “fellahs”, y se dice también que gradualmente apareció la casta de los guerreros.

So colige entonces que existió tres segmentos precisos: en la cúspide se ubicaron los privilegiados: nobles y sacerdotes, siendo el faraón el más representativo. Por los sectores medios estuvieron los mercaderes y artesanos. Y en la base de la pirámide social, indudablemente se situaron los campesinos y toda suerte de sometidos la esclavitud.

  1. La educación superior. Se dieron en los templos, cortes y en las academias. Se establecieron por los gobernantes para formar a los “sucesores del trono”. En este sentido, las escuelas más famosas fueron las de Menfis, Tebas y Heliópolis. Estos centros de enseñanza estaban debidamente implementados, porque contaban con Bibliotecas, Archivos y Observatorios. Los alumnos más destacados se quedaban como investigadores. Había inclusive un régimen de internado, donde los hijos de la clase dominante podían permanecer hasta los 17 años (9).

El Carácter  clasista de la enseñanza egipcia se muestra cuando advertimos que los hijos de los privilegiados eran educados con la concepción de que el trabajo manual estaba destinado a los desheredados, en tanto que el trabajo intelecual les estaba reservado a ellos.

  • La educación elemental. A ella accedían todos los sectores sociales y por consiguiente el pueblo. El plan de estudios para estas capas era lo más sencillo: se desarrolla clases de Cálculo, Lectura y Escritura, ejercicios físicos y algunos rudimentos de Geometría. Después, por las propias necesidades del trabajo manual y las actividades prácticas a que eran sometidas las clases populares, se incorporaron cursos como: dibujo, agrimensura, composición, etc.

El ideal educativo. El Escriba, en Egipto, es quien tiene formación multifacética: es Ingeniero, Agrimensor, Contador, Recaudador de Impuestos, Consejero del Faraón, pero básicamente es miembro de las clases privilegiadas y permanece entre ellas. Tiene una posición expectante, lleva la estadística del reino, recluta a los hombres para la construcción de las pirámides y monumentos, cobra impuestos, reparte cosechas, son estilistas, calígrafos y calculistas. Para ello estudia todas las ciencias y disciplinas de su época. Sólo así estará en condiciones de llegar a ser un buen funcionarlo, es decir, un dirigente del Estado y de la sociedad.

El papel de los sacerdotes. Dado que la religión jugó un rol trascendental, para formar en la mente de los escolares la idea de existencia natural de los privilegios, los sacerdotes fueron los profesionales que estuvieron directamente vinculados con el quehacer educativo. Y es que la educación y la religión egipcias estaban unidas en todos sus aspectos. El fin educativo estaba encaminado a fortalecer la moral y devoción divinas. El elemento religioso constituyó la base de la educación y por consiguiente toda la actividad del hombre debió orientarse hacia al servicio de la divinidad, en el afán de “buscar en el saber un remedio para las enfermedades del alma”.

El contenido educativo. La educación egipcia se proyectó a alcanzar la vida eterna. Esto se trasluce de las obras escritas por sus ideólogos, los que dejaron testimonios, entre los que merece citarse (10):

  1. El Libro de los Muertos del escriba HUMEFER.
  2. El Libro de Los Proverbios de DUAF.
  3. La doctrina de la Sabiduría de Pta-Hotep.
  4. La Instrucción del Rey Beriberi.
  5. Las Enseñanzas del Faraón AMENEHET a su hijo.
  6. La Sabiduría de ANNI.

De Todas estas, la doctrina de la sabiduría de PTA-HOTEP está considerada como la primera obra pedagógica de la humanidad.

El contenido místico de la enseñanza egipcia también se desprende del Libro de los Muertos, donde consta que quien ha abandonado el mundo terreno, se presenta ante el tribunal de dios THOT y debe declarar su conducta en los siguientes términos: “No he hecho nada malo. No he dejado a nadie morirse de hambre; no he matada a nadie. No he mandado matar a nadie; No he hecho mal a nadie. No he disminuido los sacrificios ni las ofrendas del templo; no he cometido adulterio; no he agrandado ni achicado la medida del trigo; no he alterado los pesos de la balanza; no he echado las ovejas de los pastos, no he impedido ninguna procesión de ningún dios” (11).

De donde también se infiere que no sólo fue religiosa, sino también de contenido moral.

Pero lo más sustantivo de los egipcios es que su enseñanza es clasista, pues en la Sabiduría de Pta-Hotep se orienta a reconocer la desigualdad social, indicando que una de las notas de esta desigualdad se deriva de la educación, ya que por lo común quien ocupa una posición superior es valioso y noble por cuanto es educado. Sólo el hombre educado alcanza honores y fama. Las personas sin educación son consideradas “bestias de carga”.

La metodología. Los alumnos aprenden las clases de memoria. El maestro coloca al margen de lo escrito en los papiros las observaciones por faltas ortográficas. El profesor entrega un modelo que debe ser copiado por el alumno.

En cuanto al tratamiento de la niñez y de los educandos también hay un sentido de clase. Así, los consejos de Pta-Hotep para los hijos de la clase dominante son benignos: “Muestra el afecto a tus hijos. Aun el hijo desobediente es el brote de tu cuerpo; no le prives tu corazón”. Al mismo tiempo se recomienda a la madre cuidados y que no reniegue por los excrementos.

Pero al interior de la enseñanza popular la disciplina fue rigurosa, porque se empleó castigos corporales. Los estudiantes perezosos eran severamente castigados. Los maestros solían decir: “Los discípulos tienen oídos en las espaldas y aprenden mejor cuando se les sacude el polvo”. De ahí que el palo fue empleado: de padre a hijo; de maestro a alumno; de marido a mujer; de inspector a  trabajador; de oficial a soldado”.

El castigo fue tan natural que inclusive los pupilos terminaban agradeciendo: “Tu me golpeaste y el saber penetró en mi cabeza”. De su parte, el maestro decía: “Tu eres para mí un asno; yo haré de ti un hombre” (12).

El material didáctico. El material de enseñanza en la niñez empleó libros de cuentos y mitos. Usaron también la novela corta. En general el material estaba constituido por tablas de cera y papiros.

El currículum de la enseñanza superior. Mientras que para las clases populares se destinó la enseñanza familiar y desescolarizada, las clases pudientes contaron con una educación sistemática y bien dotada. Testimonio de ello son las ciencias que se cultivaron: Matemática, Medicina, Astronomía, Ingeniería, Agrimensura, Arquitectura y las otras artes como Escultura y Pintura.

Para las clases medias y populares se implantó la enseñanza de la natación, las danza y gimnasia.

Los centros de enseñanza. Las castas privilegiadas contaron con internado y usaron los templos y edificios públicos.

LA EDUCACION CALDEO – ASIRIA.

Como en toda sociedad esclavista, la educación también fue un privilegio. De ahí que la enseñanza haya estado destinada de acuerdo a la pertenencia a una clase determinada.

  1. La educación superior. Encausada para los hijos de los gobernantes. Fue especie de escuela “palatina” que congregó a los mejores sabios de ese tiempo. Estuvo financiada por los reyes y contó con la mejor biblioteca del mundo, la de Asurbanipal. Se enseño todas las lenguas y manejó la escritura cuneiforme.
  • La educación doméstica. Destinada a las clases populares, donde es el propio padre quien oficia de maestro y el hijo hace de alumno. Aquí el hijo aprende de los ejemplos que le da su progenitor, pero gradualmente queda descubierto que esta enseñanza es limitadísima.

El ideal educativo. Dado que los babilónicos conocieron y cultivaron la Astrología, el ideal educativo estuvo orientado a ser un mago o un sabio. Es así como se cultivó también la Matemática.

El papel de los magos. Para la educación superior, se confió a los magos y sacerdotes el ejercicio del magisterio. Por entonces el habitante de Caldea esta convencido de que el universo está poblado de espíritus buenos o malos, siendo el mago la persona indicada para desentrañar estos enigmas (13).

El contenido educativo. Es de índole mágico-religioso y literario. Todo ello está reflejado en el Código de Hamurabi.

El material didáctico. Se empleó tabletas de arcilla.

El currículum de estudios. Las clases privilegiadas se instruyeron en las siguientes ciencias: Matemática, Astrología, Geografía, Ciencias Naturales, Medicina, Arquitectura. Al lado de éstas se enseñó también Pintura, Escultura, Música, Moral y Religión.

La metodología. La enseñanza se sirvió de refranes, fábulas e himnos y fórmulas de exorcismo. También se usó los diálogos. Pero el libro maestro que guió la moral de los babilónicos fue el Código de Hammurabi, el cual tiene preceptos como los siguientes:

  • El que sea sorprendido robando en pleno incendio, será arrojado al fuego.
    • Si un hijo pegare a su padre, sus manos serán cercenadas.
    • Si un hombre hiriere el ojo de otro, su propio ojo será herido.
    • El albañil que construyere una casa que se cae y mata a su ocupante, será condenado a muerte (14).

LA EDUCACIÓN HINDU.

Es  precisamente en la India donde el carácter de clase de la educación puede observase con notas inconfundibles. Cada individuo debía aprender sólo los usos, costumbre, hábitos y prácticas de la casta a que pertenecía. Hay para el efecto, cinco castas bien delineadas. En la cima de la sociedad se halla los Brahmanes como la casta que acumula toda suerte de privilegios, desde la propiedad hasta la educación. Aquí están los sacerdotes; en segundo lugar se halla la casta guerrera, la de Ksatryas; en tercer lugar hállanse los Vaysías compuesta por mercaderes, artesanos, agricultores y productores en penúltimo lugar y según otros el último, se encuentran los Sudras constituida por esclavos y siervos que llevan una vida miserable y que están exonerados de los beneficios de la educación, son simples labradores; finalmente se hallan los Parias, estimados como suerte de animales, resultado de la mescolanza de las diversas castas, que han llegado ya a una situación degradante y por lo mismo están impedidos de recibir siquiera lo elemental.

La naturaleza elitista de la educación se comprende por existir clara distinción entre una formación y otra. Así tenemos.

  1. La educación Brahmánica. Está destinada directamente a la formación de sacerdotes encargados de perpetuar la prevalencia de los arios. Es una educación para la casta intelectual, que desprecia las tareas manuales y que más bien tienen por meta el ejercicio de la Medicina, la Jurisprudencia y el Magisterio.

El Brahmán es ante todo el depositario de la cultura y por tanto debe empezar sus estudios desde los ocho años. Toda su infancia debía dedicarla a la lectura de los libros santos y los misterios; en su juventud debía hacerse padre y tener hijos; en la madurez debía pasar al celibato y la austeridad y en la vejez debía alistarse para la muerte, ocupando a la contemplación y comunicación con Dios.

Esta educación está dirigida sólo a los hombres. La Mujer está excluida. El niño brahmán debía leer el Libro de los VEDAS durante 48 años, destinando 12 años por cada libro. Al término de las lecturas podía considerarse un versado, porque todo Brahmán es un hombre culto, pero que es capaz de sacrificar su sabiduría en aras de la mística. El Brahmán se sentía superior porque había alcanzado la reencarnación. Se sentía muy cerca del cielo y alejado de la vida ordinaria. El Brahmán enseñaba en su propio domicilio a los estudiantes.

  • La educación de las castas inferiores. Estuvo dirigida a los Ksatryas o guerreros, que tenía por meta conquistar el pedestal de Rajá (gente brillante) y para ello tenía que empezar los estudios a los 11 años. Su participación en los combates los llenaba de gloria. En este mismo rubro estaban incluidos los Vaysías que iniciaban sus estudios todavía a los 12 años.

La instrucción de estas dos castas inferiores era elemental. Debían aprender Lectura, Escritura, Cánticos y Fábulas. Los estudiantes más aplicados ofician de auxiliares.

El ideal educativo. Como se ha dicho, dependía  de la casta a la que se pertenecía. Si era ario su meta era ser Brahmán y si era Ksatrya su ideal era la de ser un buen Rajá (15).

El papel del Brahmán y del Gurú. El Brahmán ejerce el magisterio y el sacerdocio. Sus enseñanzas no deben ser solventadas en dinero. Se considera insólito y ofensivo todo pago, aunque si puede brindarse obsequios o donaciones.

El pensamiento del gurú debe ser seguido por el alumno en la fase elemental, cuya educación es común a brahmanes, ksatryas y basillas. El gurú también es miembro de la casta sacerdotal.

El contenido educativo. El estudio de los libros religiosos y la enseñanza de la religión védica constituía la ocupación principal de los brahmanes. Estos decían haber recibido del Dios Nrahm el encargo de enseñar el libro de los VEDAS.

Los brahmanes tenían que aprender FILOLOGIA, Gramática, Teología, Filosofía, Literatura Védica y el Código de Manú. VEDA significa “saber sagrado o religioso” Está escrito en sánscrito arcaico. Contiene 4 volúmenes: Rig-Veda, Sama-Veda, Yajur-Veda y Atharva-Veda. El Libro de los Vedas es toda una Teología Indú (16).

Con los Vedas se formo la enciclopedia India que comprende: Fonética, Gramática, Liturgia, Exégesis, Astronomía, Jurisprudencia, Mitología, Lógica, Métrica y Dogmática.

El currículum de estudios. En la enseñanza elemental se entregaba Lectura, Escritura, Cálculo y Catecismo Budista.

La Educación Superior entregaba la enseñanza de la Enciclopedia, constituída por las diez disciplinas citadas y después se añadió la Música y la Medicina.

La enseñanza de la Gramática y la Fonética tuvieron gran importancia por considerar que había que mantener las voces auténticas. En materia de Literatura se desarrollaron las fábulas y los proverbios con miras a dar enseñanzas morales. Una importante colección de fábulas la encontrara en el PANTSCHATANTRA, que se trata de cinco libros destinados a la educación de los príncipes.

En Matemática desarrollaron el sistema decimal de numeración, incluso el juego de ajedrez. No se propicio la Educación Física.

La metodología. Los alumnos escuchan las clases al pie de los árboles, esto quiere decir que las enseñanzas se daban al aire libre. Las castas inferiores recibían clases en forma ambulatoria. Los alumnos utilizaban la arena para escribir signos. Los estudiantes más aplicados ofician de auxiliares.

Los alumnos deben repetir en voz alta todo lo explicado por el maestro y tienen un gran aprecio por éstos. Abrazan los pies del maestro y se los ponen sobre la cabeza. El maestro repite las palabras hasta por dos veces hasta que los discípulos aprendan de memoria.

Se recurre al castigo cuando no se atiende al consejo. Pero en general el método es severo y a menudo eran sometidos a castigos corporales y estaban obligados a practicar el ascetismo. El silencio es absoluto. No se permite la creación. Todo es memorístico.

El material didáctico. Empleaban las hojas de plátanos.

Para la enseñanza moral se utilizó las leyendas, mitos, las fábulas y las epopeyas.

Otro material interesante fue el Código de Manú, del cual se desprendían enseñanzas sabias tales como:

  • La instrucción debe ser comunicada sin maltratos.
  • El maestro deberá emplear palabras dulces y agradables.
  • El maestro jamás debe estar malhumorado.
  • El profesor no debe decir injurias, mentir, maldecir de todo el mundo ni hablar intempestivamente.
  • Los que han leído mucho valen más que los que han estudiado poco.
  • Los que poseen lo que han leído, son preferibles a los que han leído y olvidado.
  • Los que comprenden tienen más mérito que los que saben de memoria.
  • Los que cumplen su deber, son preferibles a los que conocen simplemente.

El que ofende a un maestro pasará después de muerte al cuerpo de un asno (17).

Se sabe también que se empezó a practicar el Modo Mutuo de Enseñanza, esto es, los alumnos aplicados podían enseñar a su codiscípulos.

Establecimientos de enseñanza. Los brahmanes se educan en Colegios llamados Parishades.

La educación es impartida en el Hogar, la primaria, al aire libre, a cargo de los Upanayanas. Habían también escuelas comunales para los agricultores. Para la casta gobernante había una especie de Universidades en Benares, Nadia y Tiksasila (18).

Los Tols eran centros educativos conducidos por un solo maestro. Los Mathas centros educativos ortodoxos de cultura. Los Vidyapathas eran centros monásticos de estudios religiosos.

Pero lo que más llama la atención de la educación hindú es que la ciencia estaba destinada no mayormente a la producción, sino al desarrollo del misticismo.

LA EDUCACION CHINA.

Si bien no tuvo una educación de “casta” cerradas como hubo en la India, en China, la educación fue un canal necesario para el logro de un ascenso social. De hecho, hubo dos niveles de enseñanza (19).

  1. La enseñanza superior. Dedicada a la formación de MANDARINES, es decir, de funcionarios para el Estado, a través de una profusa bibliografía literaria, donde había que beber las fuentes en los cinco libros denominados KING. Esta enseñanza no permitía la inventiva o la creación por parte de los alumnos; había que reproducir dogmática y memorísticamente la cultura acumulada desde tiempos pretéritos.
  • La enseñanza elemental. Empezaba desde los seis a siete años y se prolongaba hasta los catorce. Comprendía a su vez cuatro grados. El obstáculo fundamental en este nivel fue el aprendizaje de la escritura china que tiene 80,000 signos. Se aprendía calcando. Igualmente el idioma era difícil porque a más de ser monosílabo constaba de 450 sílabas y 1200 palabras. Su entonación tiene 50 acepciones.

Ideal educativo. La meta de la enseñanza china fue preparar candidatos al funcionariado para el mandarinato, la única manera de alcanzar los puestos burocráticos fue a través de la educación superior, de donde se colige que la máxima aspiración del individuo perteneciente a la clase dominante fue la de ser un mandarín. Para ello debía ser educado dentro de una imitación servil de los libros clásicos. Estos libros adquirieron un carácter sagrado. El alumno aplicado debía conocimiento profundo de los King, los que fueron comentados en prosa y verso, copiados y memorizados.

Papel de  Confucio y Lao Tse. Estos filósofos orientales fueron tenidos como los grandes educadores y guías del pueblo chino. Los preceptos de Confucio tuvieron fuerte incidencia en el comportamiento moral. Su máxima educativa rescatable es aquella que dice: “El estudio sin reflexión es inútil y la reflexión sin estudio es superficial”. Más tarde las concepciones idealistas de Confucio fueron superadas por posturas de corte materialista.

Contenido educativo. A decir de Codignola (20) “la educación china fue esencialmente “formalista”. Se limitaba a la transmisión de gran número de fórmulas fijas, inconmovibles, que el alumno debía aprender “mecánicamente” y aplicar sin la mínima variación. Debía mantenerse las tradiciones milenarias”.

Los 5 king, que fueron lo más preciado de la producción china contiene lo siguiente:

  • El Y-KING, involucra la Cosmología, Psicología y Moral. Origen del mundo.
  • EL SHU-KING, contienen Legislación e Historia y los discursos de emperadores.
  • El SHE-KING, comprende 300 trozos poéticos de hábitos y costumbres.
  • El CHU-KING, aborda los vicios y virtudes de los príncipes.
  • El LI-KING, es un manual de ceremonias públicas y privadas.

Currículum de estudios. La Educación familiar tenía como propósito únicamente que los niños fuesen obedientes; el padre era quien asumía la responsabilidad por los defectos del pupilo.

La enseñanza elemental es impartida por el Estado. No consideró la importancia de los recreos o reposos, fue agotadora. Los cursos que se entregaba fueron Lectura, Escritura, Moral, Geografía, Agricultura y Ciencias. Se inculcaban sentencias. A las mujeres se les instruía para las manualidades y labores. En el patriarcado queda  relegada a segundo plano, dejando incluso de ser educadas.

En la enseñanza superior el plan de estudios contenía asignaturas como Jurisprudencia, Historia y Estadística. Se propicia una enseñanza religiosa budista y taoísta.

Metodología. La enseñanza fue dogmática y memorística. Los niños debían repetir cada palabra pronunciada por el maestro. Debía repetir la lectura frente al maestro para pasar a la línea siguiente.

La escritura se aprendía calcando, colocando un papel transparente sobre la muestra que daba el maestro. El alumno no podía apartarse de las indicaciones del maestro. La disciplina fue severa. Se simbolizaba con un palo dispuesto a pegar. De ahí que el principio pedagógico “la letra con sangre entra” tuvo sus raíces en el pueblo chino. Utilizaron el ábaco.

Evaluación. Hay riguroso examen para el manejo de la administración pública. Hay dos tipos de exámenes. Uno es para ser admitido en las escuelas superiores y el otro es para ocupar puestos burocráticos. Sólo un 5% lograban rendir los exámenes correctamente. Al aprobar los últimos exámenes en el Palacio Imperial se lograba el derecho de ingresar a la Academia de Ciencias de Pekín. Allí estaban congregados los hombres más sabios de china y se discutían los grandes problemas del imperio.

Se ha dicho que China es el país clásico de los exámenes oficiales. Trianualmente se toman exámenes a los funcionarios. Pero según los críticos de la Pedagogía estos exámenes en el fondo eran superficiales, formalistas, memoristas y verbalistas.

Para obtener el bachillerato se tenía que concurrir a una serie de sesiones hasta un total de 18 horas. Para la licenciatura se rendía en las capitales de provincia. Las pruebas eran difíciles y quienes aprobaban eran calificados de “flores de talento”. Para recibir el doctorado el exámen se rendía en la capital del Imperio. Duraba 18 días, y se daba en unas celdas en ambientes ceremoniosos (21).

LA EDUCACION HEBREA.

La sociedad hebrea conoció una fase de fuerte nomadismo, es decir, fue errabunda. Al establecerse formalmente en Palestina alrededor de 1,200 años antes de nuestra era, empezó a advertirse con claridad que la educación debía entregarse en dos niveles.

  1. La enseñanza erudita o superior. Formaba a los legisperitos y a los sabios, sacerdotes, rabinos y escribas.
  • Las Escuelas Populares. Antes de caer en cautiverio la educación fue doméstica y familiar, eminentemente místico y espiritualista. Alrededor del año 65 de nuestra era cobra importancia la presencia de Escuelas cuando el sacerdote JOSE BEN GAMALA muestra esta preocupación.

Ideal educativo. Fue formar hombres piadosos y buenos padres de familia, ciudadanos obedientes y fieles a Dios, leales y tener un comportamiento santo delante del señor, preparar el glorioso futuro del “pueblo elegido”. Para el efecto enseñó a leer a todos sus miembros e ilustró las reglas del Torá y el Talmud. Consideraron en todo momento autoridad suprema, no a los reyes terrenos, sino a Jehová. La educación debía empezar después de la lactancia. Quien no se educaba podía caer en el ostracismo. El padre debía enseñar algún oficio a su hijo, porque quien no o hacía, lo convertía en ladrón.

En esencia, la educación también tuvo un trasfondo MORAL.

Contenido educativo. El niño debía aprender el PENTATEUCO, donde se describía las costumbres del pueblo judío. El Antiguo Testamento era pues el mensaje más importante  para los hebreos. Decían ellos: “La Biblia es severa, pero el Talmud es tolerante”. Se empezaba por el decálogo, pero el Talmud es el libro hebreo de preferencia (22).

Papel de los Rabinos, Escribas, Patriarcas y Profetas. En la educación doméstica, el padre es el verdadero maestro aunque toda la familia contribuye con la enseñanza. Sin embargo, históricamente se sabe que los Profetas fueron los primeros educadores de Hebrea; llegaron a fundar escuelas a pesar de no pertenecer a instituciones sacerdotales. Al lado de éstos estuvieron los escribas, que enseñaban a niños de hogar adinerado. Ayudaban a interpretar la Biblia.

Los maestros gozan de consideración porque hay el convencimiento de que preparan para la vida eterna. Las clases corren a cargo de los escribas. Fueron también buenos maestros Hillel, Escras y Gamaliel.

Currículum de estudios. En el primer grado se administra lectura, escritura y religión; en el segundo, la ley religiosa y la ley judía; en el tercero Teología, Derecho, Historia, Cronología, Astronomía, Medicina, Geografía e Historia Natural.

Tratándose de la educación superior, se decía que un buen sabio debía saber acerca del Orbe (Geografía), las propiedades de los elementos (Física), la razón de los tiempos (Cronología); la disposición de las estrellas (Astronomía), la naturaleza de los animales (Historia Natural), la virtud de las raíces o arbustos (Medicina).

Pero al lado de la enseñanza intelectual debía aprenderse un oficio artesanal. De otro lado descuidaban la educación física.

Metodología. Los hebreos utilizaron el método memorístico. Las clases se daban al aire libre. Los alumnos más estudiosos estaban rodeando a los sacerdotes en actitud de preguntar; debajo de los árboles o en los “porches”.

Los castigos severos estaban permitidos conforme a los Proverbios “El Padre que castiga al hijo es que lo ama; el que no aplica lo aborrece”.

Se estudiaba durante todo el año desde el amanecer hasta el anochecer. Sólo se descansaba con motivo de las festividades religiosas.

Los alumnos aprendían repitiendo en alta voz. Escribían en tablillas de cera blanca. Se repetía una clase hasta comprenderla.

Otro precepto decía: “Al niño debe castigársele con una mano y acariciársele con las dos” (23).

Establecimientos educativos. Mientras la educación popular se daba más al aire libre, existía al lado de ella, una educación en las SINAGOGAS y en el SANHEDRIN, especie de escuelas parroquiales. Las Academias fueron otro lugar donde enseñaron los Escribas.

La enseñanza media (estudio de la Ley) se da en los  MISHNA. Lo superior en las GUEMARAS. La primera en la MINGRAH.

Material Didáctico. Los alumnos escribían sobre tablillas de cerilla blanca. Utilizaban los papiros y pergaminos para pasar en limpio.

Fueron también materiales educativos: LA BIBLIA y el TALMUD. Este contenía: conocimientos de Agricultura, Familia, Leyes Civiles y Penales, Cultos, Higiene y Ritos.

El Talmud señala también que una Escuela debe tener 25 alumnos y un maestro. Si hay 40, se requieren dos directores y un auxiliar.

LA EDUCACION PERSA.

Estuvo signada por los mismos rasgos de la educación esclavista. La enseñanza para los círculos dominantes fue más cuidadosa, mientras que la gran masa del pueblo estuvo marginada de ciertos beneficios. Se cumplió también en dos niveles.

  1. Educación estatal. Contemplo dos modalidades:
  1. Educación Cívico-Militar. Reservada a las clases sociales gobernantes. Registraba una duración de 15 a 20 años, inclusive la aristocracia la prolongaba por un espacio de 25 años. Tenía por mira prepararlos para la administración pública o cuando menos para el mando en la guerra. Dentro de los privilegios que le deparaba a la clase dominante, estaba el hecho de que sus hijos eran educados por personal debidamente especializado: por el más sabio, el más inteligente, el más valiente, el más justo y el más circunspecto.
  • Educación militar. Destinada a las capas intermedias o populares. Debían aprender imprescindiblemente: EQUITACION, DESTREZAS EN EL TIRO AL ARCO Y DECIR LA VERDAD. La educación es severa y rigurosa; consiste en cruzar los ríos manteniendo la ropa seca, subsistir con alimentos escasos, realizar maniobras bajo un sol abrasador, soportar el frío intenso, amansar caballos difíciles a gran velocidad, recorrer grandes distancias, trabajar en la finca, levantarse temprano, nadar y cazar.
  • Educación familiar o doméstica. Los niños, hasta los cinco años son educados por la madre. De cinco a siete pasan a poder del padre. A partir de los ocho se encarga el Estado.

La madre educa en los sentimientos de pudor, virtud, obediencia, veracidad y justicia en un ambiente femenino donde el padre muy poco interviene. Al niño se le prohíbe matar, robar o desobedecer. Cuando joven, el padre le prohíbe actos de adulterio.

Ideal educativo. Debían ser modelo de guerreros y estar endurecidos en los ejercicios. Al mismo tiempo, están educados en la moral, de ahí que cultivan los valores de la pureza, generosidad y veracidad. Tienen como guía las enseñanzas de Zaratustra o Zoroastro. En suma, el ideal es llegar a ser un buen soldado.

Contenido Educativo. El historiador griego JONOFONTE escribió una obra denominada CIROPEDIA, donde sintetiza la manera como los persas educaban a sus hijos, fundamentalmente en la élite. Allí describe que el hijo del monarca debe ser instruido en los conocimientos de JUSTICIA, TEMPLANZA Y DISCIPLINA. Esta enseñanza se brinda en las Escuelas Públicas de Justicia. Allí desde niños cuentan con Tribunales infantiles.

Papel de Zoroastro. Fue un filósofo y sacerdote que escribió el SEND-AVESTA, un libro sagrado, que contiene cánticos religiosos, sacrificios, formulas litúrgicas, leyes, leyendas y oraciones. Dicho sacerdote vivió alrededor del año 1000 antes de nuestra era y murió a los 77 años, después de producir obras de astrología y alquimia. Aparte de Zoroastro, la educación persa está confiada a los MAGOS que ofician de filósofos y científicos, responsables de la formación de los príncipes (24).

Currículum de estudios. Las asignaturas de la Educación Superior consideraron la MEDICINA, LEGISLACION y RELIGION.

La preparación para la guerra demandaba una duración de 15 años de ejercicios militares, donde lo más común fue aprender a montar a caballo, tirar el arco y decir la verdad. Hubo  pues una educación física intensiva.

Metodología. El aprendizaje, como en China, la India o Egipto, era memorístico. Los jóvenes incitaban largos pasajes de las obras principales. Los niños estudiaban entre quince estudiantes, en la plaza pública.

Precisamente CIROPEDIA nos revela la metodología de la formación de los hijos de la clase dominante.

Establecimientos educativos. Se realizaban en los Templos o en el hogar de los maestros. Cuidaban que las escuelas estuvieran lejos de los mercados.

LA EDUCACION FENICIA.

La Nota característica de la educación fenicia, reside, a decir del historiador Enrique Foley Gambetta (25) en el hecho de que este pueblo tuvo por ideal el afán utilitario, dado su ocupación de comerciantes, a cuya actividad se dedicaron por su excelente desarrollo en la navegación.

Los círculos dominantes prepararon a sus hijos para oficios mucho más rentables, entre los que se cuenta la INGENIERIA y LA ARQUITECTURA. En Fenicia la Moral estuvo relegada a un segundo plano.

La enseñanza de los primeros años, se centró al aprendizaje de la lectura, escritura y cálculo, sin entender el manejo de las armas y la práctica de la religión.

Fenicia tiene el mérito de haber creado el alfabeto y la escritura.

LA EDUCACION EN LAS SOCIEDADES ESCLAVISTAS OCCIDENTALES

Caracteres generales:

  1. Es Epico-Literaria. Porque, fundamentalmente, en su fase heroica (Grecia y Roma), la enseñanza está preocupada por ensalzar a los héroes que logran triunfos en los campos de batalla, éxitos que son relatados por hombres versados en las letras. Tal es el caso de la Iliada en los helenos y la Eneida en los latinos (26).
  • Es Guerrero-Militar. Porque las enseñanzas dadas  a través de la literatura épica, debían servir al mismo tiempo, para continuar preparando jóvenes dispuestos a la acción bélica, en su afán de ensanchar los territorios. Esta formación fue cultivada con frenético ardor en la aguerrida Esparta y en la Roma imperial (27).
  • Es Cívico-Ciudadana. Porque los fines de la educación están encaminados a acentuar un ardiente nacionalismo en defensa de sus ciudades-Estado. Esto aconteció prevalentemente en Atenas y Roma.
  • Es Competitivo-selectiva. Porque a través de torneos, olimpiadas y certámenes se buscó y escogió a los más aptos físicamente, de tal modo que fuesen los soldados mas predispuestos a conquistar lauros.
  • Es Gimnástico-estética. Porque para hallar reclutas vigorosos había que someterlos a los ejercicios convenientes. Sin descuidar la belleza corporal, la búsqueda del modelo apolíneo escultural. Sólo así se llegaba a ser miembro de Kruptai en Esparta o Gimnasiarca en Atenas.
  • Es Público-estatolátrica. Los teóricos de Lacedemonia e incluso los lacios impulsaron una educación a cargo del Estado para modelar ciudadanos obedientes y sumisos al Estado. Platón y Aristóteles fueron ideólogos connotados en este sentido.
  • Es Retórico-política. Porque la oratoria fue la disciplina a través de la cual se alcanzó la elocuencia en el foro, en el Senado y en el Areópago. Desde muy niños, por ejemplo, los romanos eran conducidos por sus padres para escuchar las asambleas.
  • Es Doméstico-familiar. Esto ocurre Básicamente en Roma, donde la familia es la institución encargada de moldear el carácter del niño, ya sea en manos de la nodriza o de la propia madre.
  • Es Antropológico-psicológica. A partir de Atenas, hay preocupación por lograr individualidad, personalidad y peculiaridad en el ser humano. Se abandonan criterios extranaturales, para observar mejor al niño en evolución, para tratarlo de acuerdo a su necesidad. A través de Quintiliano llega a entenderse mejor las etapas de la vida psíquica.
  1. Es Intelectualista-reflexiva. El cultivo de la Filosofía lleva a los griegos a elaborar sistemas cardinales como el idealismo y el materialismo, el escepticismo y el eclecticismo.
  1. Es Pragmática-voluntarista. Esta característica más bien correspondió a Roma, donde la acción, el ejercicio, la ejecución fue sobrevalorada desde la formación doméstica.
  1. Es Jurídico-forense. El descubrimiento del Derecho en Roma, orientó el cultivo de la Jurisprudencia. Es verdad que Atenas no dejó tampoco este renglón; sin embargo, los mejores documentos del foro fueron elaborados por los latinos.

LA EDUCACION GRIEGA.

La cultura helénica a decir de Lorenzo Luzuriaga nos muestra varias facetas: por un lado, en sus orígenes nos presenta una educación de tipo caballeresco-heroica, que se pierde en el tercer milenio  antes de nuestra era. Por otro lado, nos entrega el modelo de dos suertes de formación: una rigurosamente militar, cuyo exponente es Esparta y otra de carácter esencialmente cívico-humanista, cuyo paradigma es Atenas; de otra parte, en el desarrollo de su florecimiento, se instalan como conductores de la ideología, en un estribo los sofistas y Sócrates y en el otro, los clásicos Platon  y Aristóteles. Como es natural en todo pueblo al llegar a su ocaso, Grecia transita por su fase llamada Helenística, donde destaca Epicuro y los estoicos.

Fase Caballeresco-heroica. Los niños, en esta fase, son formados en la apreciación de conceptos como: el honor, el valor, la lucha, el sacrificio, la conducta cortesana, la excelencia, la competición, la hazaña, la oratoria, el arte de la guerra. No existe una institución que entregue clases escolarizadamente. La enseñanza, se ha dicho, no fue intencional, sino más bien no-intencional. Se aprende únicamente lo elemental: correr, saltar, tirar el arco, nadar, ser astuto, montar a caballo, entonar himnos guerreros, cantar elegías a los héroes. En este sentido, el único material didáctico con que se cuenta son las famosas obras del poeta Homero (La Iliada y la Odisea) y se tienen como héroes- modelo a Ulises y Aquiles, el primero por encarnar la astucia y la elocuencia; y el segundo por haber mostrado el coraje, la fuerza y la paciencia. Son tenidos como educadores en general: Homero, Hesíodo y Píndaro y como maestros particulares: Fénix, Quirón, Mentor. Para las mujeres sólo se reserva la educación doméstica, pero incluso entre ellas hay modelos como Nausica,  Penélope (28).

Por ser una etapa de transición de la desintegración del comunismo primitivo al esclavismo, la enseñanza es propia para pastores de ganado y granjeros. No hay pues todavía establecimientos fijos. Diríamos que el clan proporciona una enseñanza desescolarizada. Se inculca la memorización de melodías e himnos a dioses y héroes.

Pero se incide mayormente en la formación militar, las artes marciales, a través del manejo de armas, del arco y la flecha, combinada con las artes musicales a través del canto, la lira y la danza.

Fase Cívico-Humanista. Está constituida por la aparición de dos Estados esclavistas debidamente articulados por la clase dominante para tener bajo su dominio a los extranjeros, comerciantes, artesanos, campesinos y esclavos.

Educación Espartana.

Bien se ha dicho de esta nación que, el individuo, antes de pertenecer a la familia, fue dependiente absoluto del Estado, básicamente desde los 7 años. Si quisiéramos sintetizar el transcurso de las etapas por las que discurre la vida del espartano, tendremos la siguiente secuencia:

  • De 0 a 7 años. Está a cargo de la madre.
    • De 7 a 20 años. Asiste a los DROMOS (campos de atletismo), a cargo del Estado para recibir instrucción militar.
    • De 20 a 30 años. Después de haber jurado fidelidad al Estado por diez años servían como miembros activos de las Fuerzas Armadas.
    • A los 30 años. Ya era un auténtico ciudadano, tenía la obligación de casarse y ocupaba u escaño en la asamblea pública.
    • De los 30 a 45 años. Actuaban en los barracones públicos dedicados la instrucción de los muchachos en condición de MENTORES.
    • De los 45 a 60 años. Constituían el ejército de reserva del Estado, pero al mismo tiempo oficiaban de preparadores de ecuación física o de irenos. Los más destacados actuaban como Paidónomos o Inspectores, vigilantes de la educación.

Según Aníbal Ponce, Esparta, un pueblo compuesto por 9.000 terratenientes, 100.000 periecos (extranjeros-comerciantes) y 220.000 ilotas (esclavos) estuvo dirigido por una nobleza de aristocracia terrateniente, que acrecentó sus dominios a base del sojuzgamiento de países vecinos, para cuyo cometido tuvo que perfilar un sistema educativo donde la ferocidad, el endurecimiento del cuerpo, la actitud violenta, la astucia, la crueldad, la habilidad y el ingenio, el coraje, el orgullo militar, el exacerbado amor a la patria, diseñaron una pedagogía represiva a cargo del propio Estado, a través de la clase dominante (los eupátridas). Fueron los mismos espartanos de la nobleza que tomaron a su cargo el ejercicio de la educación nacional, desde temprana edad, hasta organizar una “nobleza en armas”. No confiaron el ejército a las clases medias (comerciantes y extranjeros artesanos) ni a los ilotas, por temor de que éstos se hicieran del poder, empleando las armas. Antes bien, a través de una institución especial denominada Kripteia (policía territorial) conformada por jóvenes robustos de la nobleza, sofocaron todo tipo de protestas y organización de revueltas populares, acudiendo a la desaparición de quienes encabezaban los movimientos o al asesinato (29).

La formación del espartano tuvo ribetes originales si se tienen en cuenta que desde la cuna se seleccionó a los habitantes. Así, quienes presentaban caracteres físicos en deterioro, fueron inmediatamente aniquilados. Luego, desde la infancia se acostumbró consumir una dieta pobre, usar ropa sencilla y a dormir en la intemperie. Hombres y mujeres; niños, jóvenes y adultos, fueron sometidos a un régimen austero en la comida, habitación y lecho, pero con una formación gimnástica excelente, dispuestos a atrapar al enemigo, a ocupar territorios ajenos, a la práctica del vandalismo, del asalto, en condiciones inmejorables. Se premió las acciones de astucia e ingenio y se castigó los comportamientos ingenuos y de sensiblería. De ahí que muchos tratadistas hayan llegado a sostener que en Esparta se había legado casi a una “formación inhumana” del individuo.

No hubo pues en este pueblo de estirpe dórica ningún atisbo de vida democrática. Antes bien, las actitudes autócratas y despóticas reafirmaron una orientación tendiente a la obediencia ciega al Estado y a las instituciones de gobierno, a crear una nación indolente e inclemente, teniendo por meta la estructuración de un poderosos ejército disciplinado resistente y eficaz. Para este fin, el educando fue entrenado para soportar fatigas, vencer en los combates, servirse alimentos mal condimentados, expresarse breve, tajante y lacónicamente, tener serenidad y pensar clara y certeramente hasta hacer de cada miembro un soldado valiente, convencido de poseer una superioridad racial y militar. Inclusive, la música estuvo dirigida a presentar danzas de orden guerrero, heroico y épico.

Como se ve, la educación fue eminentemente física. En lo intelectual: se mostró un gran descuido, fue abandonada la retórica y más bien se propició el laconismo. En todo caso, se practicó el memorismo y la repetición de las tradiciones guerreras, versos epopéyicos, de las normas de Licurgo o de la enseñanza de Pitágoras, que están considerados como los teóricos de la educación. Pero, en líneas generales, al pueblo espartano, en lo intelectual, está tipificado como analfabeto e inculto; aunque en lo moral fue valeroso, y tuvo por ideal buscar el honor.

El aprendizaje nemotécnico de los versos de Homero y a lo sumo el cálculo mental práctico fue la cultura humanística de Esparta. No se interesó por la lectura y escritura. La enseñanza se dio en los Campamentos guerreros, muchas veces en plena oscuridad, en estado de desnudez y a base de baños en agua fría. Se impulsó una educación unilateral orientada a la práctica de la carrera, saltos, lucha libre, lanzamiento de disco y la jabalina, la natación y la equitación. Los niños usaban como símbolo la toga pretexta, pero al entrar a la adolescencia, se le colocaba la toga viriles en señal de evolución y preparación para una actividad más complicada. A los 18 años, eran seleccionados los mejores, para ingresar al Kruptai. Había una nobleza superior y otra inferior. Los primeros gozaban de todos los privilegios y los segundos, eran consentidos si demostraban agudeza y picardía, con la recomendación de un superior. Las mujeres no estaban excluidas de los ejercicios, porque se tenía el consentimiento de que para “traer niños sanos y robustos” había que prepararse marcialmente. Tampoco se educaba sentimientos maternos en la mujer; al contrario, toda madre estaba convencida de que le hijo debía regresar “con el escudo en alto o sobre el escudo”.

En Esparta, cualquier ciudadano estaba en condiciones de vigilar la moral de los niños. Cualquier miembro de la nobleza estaba facultado para castigar cualquier desviación. Los Eforos estaban encomendados para el cumplimiento de los ideales del Estado.

En lo concerniente a los Ideales Educativos de Esparta, se afirma que fueron debidamente estructurados, para asegurar la superioridad militar de las clases dominantes, sobre las clases sometidas. Solo los eupátridas fueron consentidos para la educación gimnástica, mientras que los periecos y os ilotas estuvieron vedados para esa práctica. El ilota fue considerado como un ser embrutecido y taciturno, cuyo destino debía ser trabajar en los campos de cultivo bajo la severa vigilancia de los Krup-tai. Se los mantuvo bajo un régimen de terror, a través de la embriaguez. En suma, la pedagogía estuvo sometida a la política, lo mismo que el individuo al Estado. La clase dominante procuró llegar al areté agonal, es decir, a considerarse ser lo mejor, a sobresalir, a prevalecer sobre los demás, a adquirir un bien propio intransferible. Para ello, se estimó necesario llegar a la Paideia, es decir, a la formación integral del  niño. Para las clases medias, se reservó el areté campesina, es decir, la práctica de la obediencia, la paciencia y al sometimiento a los eupátridas (30).

Para asegurar su unidad, la clase dominante llegó inclusive a la práctica del homosexualismo.

Educación Ateniense.

Atenas, pueblo descendiente de los jonios, instituyó una educación de moldes claramente clasistas. Nación conformada por terratenientes propietarios de esclavos y guerreros, perfiló un sistema de enseñanza que siguió el siguiente curso:

  • De 0 a 7 años. Los niños permanecieron en poder de una niñera o nodriza, en el hogar, sin mayor ingerencia del padre, que estuvo absorbido por preocupaciones de índole política.
    • De 7 a 14 años. El niño ateniense recibió la instrucción elemental, la que se impartía en las Palestras a cargo de los Paidotribas (o golpeadores). Fue una enseñanza centrada en los ejercicios físicos, con miras a conseguir cuerpos armoniosos, pero también se impartió clases de lectura, escritura, cálculo, canto, danzas, etc. Esta enseñanza se brindaba en las Didaskaleia (Escuela), donde el paidotriba recibía una remuneración miserable, a la altura de un asalariado, de ahí que las clases también se administraban en las calles, plazas, mercados. La educación física se imparte por las mañanas; mientras que por la tarde se imparte una educación musical consistente en el manejo de la citara y la práctica de danzas, destinadas a formar una sensibilidad exquisita en el alumno. El pedagogo no es un profesor o maestro ni un técnico de la enseñanza; es más bien el conductor o guía del niño, el que lleva éste a la escuela, impartiéndole en todo caso sólo normas de orden moral e higiénico. Por lo general el pedagogo es un esclavo, al cual se le confía la crianza del niño, porque no reúne condiciones físicas para asistir a los campos militares, a veces se trata de un minusválido para la guerra y entonces, por gozar del aprecio de los amos, se le encomienda la tarea de la conducción de niños a la escuela.

Aparte de la instrucción gimnástica-musical que se imparte hasta los 14 años; el lado físico bajo el mando del gimnasta y el lado musical a cargo del  citarista, el  niño recibe formación de gramática, a cargo de los grammatistes o del gramatikos, que también fue mal remunerado.

Toda la fase de la educación gimnástico-musical tiene carácter privado. No corre por cuenta del Estado como ocurría en Esparta. La familia es la que subvenciona la educación, hasta que el niño haya dominado el Pentlon, consistente en el aprendizaje cinco materias: carreras, saltos, pugilatos, equitación y manejo del disco y la jabalina.

  • De 14 a 16 años. Después de haber transpuesto la enseñanza privada, el niño ingresa al GYMNASIO, en el cual, si es de la clase dominante aprende caza, música, equitación, retórica y filosofía, con total desdén por el trabajo manual, al que considera propio de esclavos. Si el  niño pertenece a las capas medias, como los metecos o artesanos, se le prepara para la agricultura o para la industria.

El objetivo del Gymnasio, que está a cargo de los Gymnasiarcas si es de la clase dominante y a cargo de los Cinosarges (kinosargos) si es de las capas medias, es lograr en los adolescentes y jóvenes la Euritma (armonía) y la gracia corporal y espiritual. Para ello se les modera a través de la música. A través de las clases de juego, se les conduce a prácticas de sociabilidad (31).

  • De los 16 a 18 años. Quienes han logrado superar el Gymnasio y previa selección rigurosa, sólo unos pocos alumnos destacados pasan a la institución de Ephefía, donde la enseñanza es estrictamente clasista y militar, porque el estudiante se adiestra en natación, equitación, manejo del arco y de la lanza, con fines rigurosamente de defensa del estado ateniense. Esta fase educativa es íntegramente sufragada por el Estado y se desarrolla bajo la vigilancia de los Sofronistas. El objeto de la efebía es hacer de cada alumno un diestro en las armas y al mismo tiempo un individuo conocedor de sus deberes ciudadanos. Para ello tanto el Areópago como los Arcontes ejercen también supervisión.

En consecuencia, la educación elemental en Atenas no fue de preocupación del Estado. Cada familia, a través de un pedagogo, que era una especie de mezcla de criado, guardián, consejero o conductor, inculcó en los niños sentimientos de honestidad y patriotismo, pero sólo en los varones. Las niñas más bien fueron orientadas hacia labores domésticas y familiares sin tener que igualar al varón. El técnico de la enseñanza, es decir, el maestro, fue el Didáskalo, persona mal retribuida, que enseñaba en condiciones adversas a niños que muchas veces estaban sentados sobre las piedras, sin contar un material educativo adecuado. La enseñanza medía o gimnástico-musical dependió también de la situación económica de la familia. En cambio, la enseñanza superior se reservó para sí la clase dominante.

La Educación ateniense difiere de la espartana, en cuanto a que no se llegó a emplear la coacción de modo extremado como ocurrió con los macedonios. No se trató pues de buscar un hombre fuerte físicamente, sino de lograr mente sana en cuerpo sano, fomentando la gracia y la armonía para alcanzar la khalokagathia, es decir, esa virtud que une lo moral y lo estético, el logro de la belleza física y la dulzura del alma cultivada a través de la música. La educación fue más bien un asunto social y no estrictamente estatal. Esto no quiere decir que el Estado no hubiera diseñado la formación de sus ciudadanos desde la cuna. Lo hizo sutilmente, indicando a cada clase o sector social lo que debía hacer. Para ello contó con la intervención de legisladores de la talla de Solón, estadista como Pericles, educadores como Pisístrato, filósofos como Sócrates, Platón y Aristóteles. Instaló establecimientos tales como los Gymnasios, las Palestras, los Kinosargos, las Academias y los Liceos. Mientras en Esparta se descuidó la enseñanza intelectual, en Atenas floreció este aspecto, sirviéndose de literatos como Cratylo y Homero  o fabulistas como Esopo.

El aprendizaje de los estudiantes también obedece a reglas mecánicas o de imitación. No existe motivación psicológica y más bien se acude al castigo para fijar la enseñanza, se utiliza el palo como medio coercitivo, según ellos para “enderezar”. En los años iniciales de la escuela doméstica y en la elemental, la familia delega en el “Ayo” o en el esclavo o liberto la acción educativa. Los padres tienen poca ingerencia y en cambio el pedagogo tiene autoridad sobre el niño.

El ideal educativo ateniense se enrumba a fomentar el sentimiento de honor, la valentía aristocrática, el sentido de tolerancia, las virtudes cívicas, el desarrollo personal, el cultivo de la democracia, esto es la Khalokagathia, la verdad, el bien y la belleza. Logrado esto, el ciudadano ateniense desde los 20 a los 50 años, podía ser el guía de las generaciones venideras. Y desde los 50 para adelante, ocuparse al diagogos.

Los Exponentes del Pensamiento Educativo Griego

El papel de los Sofistas.

La educación dada con anterioridad a la aparición de los sofistas estuvo caracterizada por una fuerte tendencia aristocrática, debido a que la clase que había monopolizado el poder en Grecia fue la nobleza terrateniente; pero, por el mismo desarrollo de las fuerzas productivas, los sectores medios, ligados al comercio, a la navegación, a la artesanía y las pequeñas industrias, por el contacto con otras cultura, fue tomando cuerpo, al punto que empezó a cuestionar el poder aristocrático, desde una posición mesocrática congruente con los intereses mercantiles. Voceros de estas capas sociales fueron los sofistas, conjunto de intelectuales versados en oratoria y política, que reclamaron un lugar en la administración del Estado, para disputar lo cual había necesidad de prepararse ideológica y políticamente, usando un verbo incisivo y pertinaz, que mostrara elocuencia en los planteamientos. Así es como en Grecia, empieza un nuevo magisterio premunido de retórica, dialéctica gramática y de la afición por las ciencias naturales. Adictos a las operaciones mercantiles, los sofistas no tuvieron inconveniente para “cobrar” por las enseñanzas que impartían. Propagaron la necesidad de una enseñanza enciclopédica (polimathía) y le dieron un viraje pragmático a la educación, buscando siempre una utilidad o un provecho a la cultura (32).

La historia de la educación sitúa pues a los sofistas como los primeros profesionales de la enseñanza, dotados de gran elocuencia, peritos en el discurso, diestros en el convencimiento, todo lo cual sirvió para que los intelectuales de la aristocracia, emprendieran una campaña de desprestigio contra los sofistas tipificándolos de “falsos filósofos”, “falaces” y “traficantes de la cultura”. De todos los infundios lanzados, evidentemente el que tuvo más arraigo, fue el hecho de haber “mercantilizado la enseñanza”.

Esta apreciación negativa provenía del hecho de que, según los ideólogos de la aristocracia, el magisterio no era un oficio para lucrar, pues el pago de dinero significaba una degradación para el enseñante, ya que se compara al asalariado o al esclavo. Y esto era inadmisible.

Pero, el mérito de los sofistas, aparte de ser representantes del nuevo sentir de la sociedad griega, consistía en haber sostenido que la virtud no era un privilegio exclusivo de las castas terratenientes, pues la virtud era un asunto que podía adquirirse y trasmitirse a todo el género humano. Es justo por ello considerarlos como reformadores de la educación y también de la ética y de la política. Con gran audacia plantearon una acerva crítica contra el Estado y el Derecho esclavistas y empleando la lógica formal persuadían en sus polémicas a cualquier público oyente.

Entre los sofistas mas connotados tenemos a Protágoras, Gorgias, Hipias, Trasímaco, Pródico, Calicles y otros. El primero es famoso por su antropocentrismo, al haber afirmado que “el hombre es la medida de todas las cosas”. El segundo, famoso por su teoría del conocimiento agnóstica. El tercero destacó en ciencias naturales. Trasímaco en Filosofía y Pródico en Lingüística. Los sofistas organizaron un plan de estudios que comprendía una cultura general, donde estaban insertos los cursos de Gramática, Retórica, Dialéctica, Geometría, Astronomía y otros, que fueron la base del Trivium y el Quadrivium. Fueron magistrales en sus clases, mostraban una riqueza dialéctica, una habilidad mental, una agilidad, soltura y logografía. Crearon el método expositivo, pero tuvieron la limitación de ser relativistas en lo teórico y lo práctico.

El Magisterio de Sócrates.

La gran proeza de Sócrates radica en habernos entregado aportes en materia de Metodología de la Enseñanza. Contrariamente a lo que sostenían los aristócratas en torno al saber y a la virtud, Sócrates afirmaba que todos los hombres están en la aptitud de conocer la virtud (areté) y que ésta es transmisible. Si hay hombres malos, ello sucede porque permanecen en la ignorancia. Pero  no bien se instruyen se posesionan de la verdad. Para este fin, requieren entrar a un proceso de Autoconocimiento. Precisamente para ingresar a ese terreno se requiere la acción orientadora del maestro, que es el guía que a través de preguntas y respuestas sucesivas, debe conducir al interlocutor a descubrir las causas de su ignorancia. En lugar de estar averiguando el origen de los fenómenos de la naturaleza o del mundo cósmico, es urgente que los hombres sepan conocerse a sí mismos, descubrir su interioridad, su intimidad. Para tal propósito hay que contemplar cuatro pasos, que a su vez constituyen cuatro facetas en el aprendizaje. Los pasos son los siguientes: la selección de un tema cualquiera, la ironía, la mayeútica y la conclusión. Escogido un tema, o problema, debe procederse a la acción negativa de la ironía que consiste en burlarse de las respuestas que precipitadamente suelen dar personas presumidas alrededor del asunto tratado; luego de descubrir su ignorancia, el maestro, deberá proceder a la obstetricia intelectual, que es la mayeútica, procedimiento que permite explorar otras respuestas dentro de las cuales está la respuesta correcta. Obtenida ésta se dará la síntesis o conclusión (33).

Como se ve, la preocupación de Sócrates reside en que la educación no consiste en memorizar, sino en enseñar a pensar. A este fin, creó el método dialogado, que más tarde se llamó socrático. Según este genio, la capacidad de pensar la tienen todos. Quien obra mal, es porque ignora el bien. El que sabe, por lo general es piadoso, justo y valiente.

Sócrates cayó en el idealismo, al no estudiar el problema de la educación, a partir de los intereses de clase. A pesar de que procedía de una familia de artesanos, terminó defendiendo a la aristocracia, sosteniendo que prefería una “aristocracia de intelectuales” y no de adinerados. Su método es racionalista e intelectualista. Se pronunció contrario a los sofistas porque éstos cobraban. Creía estar practicando la phonesis (razón práctica). No se interesó por la ciencia. No enseñó en un establecimiento conocido, empleó todo tipo de reuniones para dialogar, sobre todo los “banquetes”. Su ideal educativo es estrictamente de orden moral.

La Academia de Platón.

Uno de los educadores griegos que se preocupó por perfilar un completo programa de estudios fue el filósofo Platón. Según él:

  • De los 3 a 6 años, el niño debería estar en una especie de Jardín de Infancia, dedicado a los juegos y aprendizaje de cuentos.
    • De los 7 a los 10 años, debía recibir una educación preparatoria en materia de Gimnasia, Música y Moral.
    • De los 10 a 13 años, Debería estudiar Literatura.
    • De los 13 a 16 años, Música.
    • De los 16 a 18 años, Matemática.
    • De los 18 a 20 años, estudiar en la Ephebía.
    • De los 20 a 30 años, las ciencias matemáticas avanzadas.
    • De los 30 a 35 años, estudiar Filosofía, para descubrir lo Absoluto.
    • De los 35 a 50 años, deberá ocuparse a la política, al civismo.
    • Desde los 50 años, debería retirarse para hacer vida contemplativa o ser funcionario.

Platón estima que una formación completa considera el aprendizaje de 4 materias:

  • La Gimnasia, que conduce a un endurecimiento del cuerpo.
  • La Música, que permite lograr una conducta armónica y buen ritmo.
  • La Matemática, que incita a actividades de orden especulativo.
  • La Filosofía, que nos lleva a indagar el mundo de las ideas puras.

Para Platón la existencia de la esclavitud está justificada, porque no todas las clases sociales tienen los mismos oficios ni ideales. Un primer sector de la sociedad, está dedicada a  tareas intelectuales y pensamiento. Un segundo sector está preocupado por la defensa del Estado, a través de las armas y el pundonor, y un tercero, trabaja y produce para los dos sectores anteriores. Hay pues diferencias individuales, por ello tienen que haber orientación profesional. No todos pueden dedicarse a la tarea del pensamiento, sólo los filósofos están en condiciones de hacerlo, porque poseen un sexto sentido.

Con Platón concluye la enseñanza ambulatoria que ejercían los sofistas y la enseñanza itinerante que practicaba Sócrates. Considera que tienen que haber un establecimiento destinado a la investigación y la reflexión, donde no puede caber tampoco la multitud, sino gente seleccionada, entre 3 a 10 miembros y donde los estudios tienen una duración de 3 a 4 años. Su Academia alcanzó la fama de un Instituto de Ciencias Políticas y era prácticamente una Universidad.

El Estado es la institución ideal para hacerse cargo de la educación de los ciudadanos. No comparte con el sistema de educación privada. Los individuos tienen que estar subordinados al Estado y es éste el que debe dictar leyes para atenerse a ellas. Es a través del Estado que se consigue la justicia. No hay educación sin Estado ni Estado sin educación (34).

Hablando propiamente de la educación, nos dice que esta consiste en dar al cuerpo y al alma, toda la perfección y belleza que uno y otro son posibles. Se manifestó profundamente elitista en materia educativa y no se interesó por la enseñanza a las clases inferiores. Explica que los estudiantes, primeramente tendrán que prepararse físicamente para después ingresar al cultivo de lo intelectual. Dice que la práctica de la gimnasia solo persigue un fin moral, porque a través de los ejercicios expulsamos lo que hay de impío e indecente en nuestro ser. La enseñanza debe respetar las inclinaciones de los individuos y deberá considerarse que existen tres clases de alma (racional, concupiscible e irascible) y que acuerdo a ello habrá que aplicar la Psicología.

El objetivo de la enseñanza es la formación de hombres políticos capaces de dirigir la “polis” o ciudad. Sólo así se tendrá en el futuro buenos guardianes del Estado, es decir, buenos ciudadanos. Como bien dice Aníbal Ponce el fin supremo del Estado, según Platón es “formar guardianes del Estado que sepan ordenar y obedecer”. Para ello es menester tener hombres políticos de primera categoría, capaces de dirigir la ciudad. Recordaba prepararse durante 50 años. Primero se debía cultivar las ciencias y después la Filosofía; primero se debe enseñar Dialéctica y después la Filosofía.

El Método que recomienda Platón es el de la Reminiscencia (Recuerdo). Según el filósofo, el papel del maestro se circunscribe a la tarea de esforzarse por hacer recordar al alumno, todo aquello que ya aprendió en el mundo de las ideas, antes que naciera físicamente.

El Liceo de Aristóteles.

Siguiendo las huellas de su maestro, Aristóteles creyó necesario mantener un establecimiento educativo para profundizar el estudio de las ciencias. Para este fin fundó una especie de Instituto de Ciencias Experimentales, al que dio el nombre de Liceo.  Esta institución fue subvencionada por los monarcas Alejandro y Filipo de Macedonia. Igual que Platón, aprecia que el Estado es quien debe tener la responsabilidad de la educación. Y es que, en concepto del estagirita la educación es una rama de la política. Convencido de esa función pública, indica que el ser humano debe merecer la enseñanza, siguiendo este Plan:

  • De 0 a 7 años, la familia que es la célula fundamental de la sociedad, queda encargada de criar al niño, aislándolo de los esclavos para que no contraigan malos hábitos e influencias nocivas.
  • De 7 a 14 años, la enseñanza primaria se encargará de ofrecerle: Música, Gimnasia, Lectura, Escritura y Aritmética.
  • De 14 a 17 años, aprenderá Retórica, Gramática, Literatura, Geografía, Música instrumental y Matemática.
  • De 17 a 21 años, deberá haber concluido con los cursos de la Efebía.
  • De 21 años adelante, se inicia sólo para unos pocos, los Estudios Superiores, de carácter enciclopédico: Ciencias Físicas, Psicología, Etica, Retórica, Política y Filosofía.

Aristóteles tuvo mucho cuidado en diseñar el plan de estudios de la enseñanza superior, porque  está convencido de que  “el hombre es un animal político”, es decir, el hombre libre, el ciudadano perteneciente a las clases dominantes, es quien debe alistarse para administrar la “polis” de la Ciudad-Estado. A la enseñanza superior no deben acceder individuos de las clases inferiores, pues para estos últimos están destinados las artes manuales o mecánicas, Por ejemplo, los artesanos tienen ocupaciones propias de su clase y que son completamente inútiles para preparar el cuerpo y el alma o el espíritu de un hombre libre. La areté agonal o virtud, es patrimonio sólo de quienes han nacido para gobernar, pues es hombre, sólo el “hombre perteneciente a la clase dirigente”. Es así como la virtud es incompatible para el artesano y el obrero.

Aristóteles fue un pensador eminentemente clasista, Aceptó la esclavitud como una cosa natural y necesaria. Según él, la esclavitud desaparecerá “solo el día en que los telares caminen por sí solos”. Menospreció lo descubierto por otras culturas; discrimina a la mujer considerándola un ser inferior de la misma altura que un esclavo (35).

El Objeto de la educación para Aristóteles es la formación de hábitos y por ende, la misión del maestro es que los niños contraigan hábitos. Conocedor empírico de la psicología humana, recomienda que el hombre deba ser educado en tres direcciones:

  • Siendo la naturaleza del hombre innata, sin embargo puede perfeccionarse a través de la educación física.
  • Siendo el carácter o la psiquis humana un asunto modificable, debe formársele contrayendo hábitos positivos.
  • Siendo un ser racional habrá que proporcionarle una cultura intelectual.

Conocedor de la psicología infantil, nos dice que debe respetarse la voluntad del movimiento de los niños y que no debe prohibirse que los niños griten o llore. Los niños deben desde pequeños acostumbrase a las privaciones, a soportar el frío. También debe cultivárseles el hábito de la imitación, porque desde temprana edad, deben aprender a tocar, mirar y oir.

Hablando de Ideal Educativo Aristóteles nos dice que consiste en la búsqueda de la Felicidad (eudemonía). Pero para ello, hay que ser virtuoso. Sólo así llegará mas tarde el diagogos (ocio elegante, juego noble y reposo distinguido). Como se ve, en la mentalidad de Aristóteles, que fue maestro de Alejandro, los derechos cívicos sólo están reservados “para los que no necesitan trabajar físicamente para vivir”.

Así como los sofistas carearon el método expositivo, Sócrates la mayeútica; Platón, la reminiscencia, Aristóteles está considerado como el creador del método lógico o silogístico, cuya vigencia se prolongó hasta la época feudal.

La Escuela de Isócrates.

Está considerado por otros tratadistas como un “sofista” más. Tienen el mérito de haber desarrollado la Retórica (Oratoria), porque según él, el hombre se caracteriza fundamentalmente por manejar la palabra, a través de la cual logra una expresión elocuente que lo conduce a la capacidad de la persuasión y si profundiza más este arte, puede tornarse en un logógrafo (armador de discursos judiciales). Pero Isócrates, estima que el orador debe reunir tres dones: naturales, teóricos y prácticos. Además, el ser orador implica ser un conocedor profundo de la historia y deberá fundamentar sus argumentos valiéndose de la filosofía. Además, requiere estudiar dos disciplinas formativas: la Geometría y la Astronomía. Pericles calificó su método como una Psicagogia.

Fase Helenística.

Se conoce por tal, al período por el cual el pueblo griego ingresa a una fase descendente en su apogeo, sobre todo en la época alejandrina. Dado que aparecen ejércitos mercenarios, la formación militar exigente en otros tiempos, decae por ende, surge un plan de estudios que contempla lo siguiente (36):

  • De 0 a 7 años, hay una educación doméstica a cargo de las mujeres.
  • De 7 a 14 años, se produce la enseñanza elemental, donde al niño se le enseña a escribir en tablillas.
  • De 14 a 17 años, continúa la enseñanza a nivel secundario. Se enseña el arte de la redacción, lectura y recitación de poemas, la declamación, los elementos de Euclides. En materia do Literatura se aborda a los clásicos: Homero, Hesíodo, Píndaro, Esquilo, Sófocles, Eurípides, Herodoto, Jenofonte y Tucídides.
  • De 17 a 20 años, continúa la Efebia, pero ya no es elitista y está subvencionada por los Mecenas. Se ofrece estudios de Medicina y Erudición, Filosofía, Etica, Física. También la Retórica.

En el Periodo helenistico, hay profusión de establecimientos educativos en Alejandría, Antioquia y Pérgamo. Los centros de estudios están dotados de laboratorios, museos, jardines y bibliotecas. En Atenas prácticamente hay una Universidad y en Alejandría se organiza un excelente museo.

El Plan curricular desembocó en la dotación del Trivium (Gramática, Retórica y Dialéctica) y el Quadrivium (Música, Geometría, Astronomía y Aritmética). Todo o cual constituía un plan enciclopédico de cultura general intelectualista y teórica (Enkihlios-paideia).

La enseñanza intermedia ya no es privada. Es pública y se ofrece a través de los Municipios. En los Gymnacios ya no existe el rigor de aprendizaje militar; sólo se toma como un pasatiempo, sin embargo, continúan los torneos y olimpiadas pan-helénicas. El magistrado supremo que vigila la enseñanza es el Gymnasiarca.

Aparecen corrientes educativas sujetas a concepciones ideológicas. Estoicos, escépticos y epicúreos, teniendo gran importancia el filósofo Epicuro, porque asumió posturas materialista, restaurando el pensamiento de Demócrito y Leucipo, a través de su Jardín. Otro educador connotado en el terreno científico viene a ser el médico Galeno.

Los métodos de enseñanza siguen siendo coercitivos, porque se acude a los castigos corporales.

LA EDUCACION ROMANA.

Según Ernesto Dodignola (37), la historia de los latinos transcurre por tres períodos: republicano, de la influencia griega y el imperial. El primero esta teñido de cierta formación caballeresca y guerrera, al modo heroico de Grecia; el segundo, consiste en el contacto de las dos culturas: Greco-Latina, donde si bien Roma conquista militarmente a Grecia; en cambio ésta conquista culturalmente a romanos y su subsecuente decadencia.

La sociedad romana estuvo compuesta por tres sectores sociales claramente distinguibles. En la cúspide se ubicaron los poseedores de los medios de producción (tierras, ejército y esclavos) y tuvieron el nombre de patricios. En los sectores medios se ubican los plebeyos personas dedicadas a la artesanía, el comercio, a la agricultura y a las pequeñas industrias. Y en el último escalón, se situaron los esclavos, numerosisima legión constituida por prisioneros de guerra y personas que habían caído en la miseria por tener fuertes deudas. En la Roma de ese tiempo, tener 10 esclavos era un signo de desgracia.

Como consecuencia de esa estructura social, la educación estuvo monopolizada por los patricios, para quienes existió una enseñanza más refinada. Los sectores medios y populares estuvieron excluidos del gobierno y de las ventajas de la educación. El oficio de maestro de primaria (Ludi-magister) estuvo considerado como una ocupación despreciable, sobre todo si el profesor cobraba. La enseñanza elemental estuvo en manos privadas durante varias centurias, aunque siempre vigilada por el Estado. Gradualmente es el Municipio quien se encargará de sufragar un estipendio a los docentes que percibían una minúscula remuneración, y después fueron los propios monarcas como Adriano, Vespasiano, Constantino, Juliano y otros, los que preocuparon por mejorar la enseñanza, fomentando la apertura de escuelas, asignando subsidios y liberando todo tipo de impuestos que trababan el desarrollo de la educación. En el último periodo de su historia, roma cuenta ya con una especie de Universidad, donde se entrega una enseñanza cualitativa.

El hecho de que las escuelas estuvieran situadas en plena calle, en los bulliciosos  mercados y puertos, sin el material didáctico adecuado y con profesores impagos,  disputándose a los escolares cual si fueses mercancías, pinta de cuerpo entero el estado de abandono y despreocupación en que se hallaba la educación elemental en la Roma de los primeros tiempos y retrata a la vez, el poquísimo grado de cultura acumulada por monarcas y príncipes latinos, Pero este desamparo será superado inmediatamente que el pueblo romano es invadido por los griegos, quienes al traer su cultura, trajeron también su sistema de enseñanza enciclopédica, al punto tal se que requería ser bilingüe o trilingue para lograr la comprensión de un alumnado de composición heterogénea. Así como en Grecia, también en Roma, los primeros maestros son esclavos o libertos, extranjeros fugitivos o artesanos empobrecidos.

  1. Periodo Republicano (Siglos VI a III a.n.e.). En este lapso la instrucción es nítidamente elemental Su plan de estudios nos lo dice todo. Bastaba aprender la técnica de la agricultura, el arte de la guerra y una cultura política, para estar en condiciones, a partir de los 20 años, para la administración pública.

En esta primitiva fase de la historia romana, el niño desde su nacimiento hasta los 7 años, permanece en poder de la madre, la que ejerce doble función; el manejo de la casa y la crianza de los niños; si el niño no tienen madre, se confía su cuidado a una matrona o nodriza de conducta intachable, la que escrupulosamente reemplaza a la madre; si es niña, su educación se circunscribe al conocimiento de tareas domésticas.

En la fase infantil, el niño usa la toga pretexta y a partir de los 7 años, pasa a poder del padre, que al mismo tiempo ejerce la función de maestro; lo conduce a las tierras para el aprendizaje de la agricultura lo lleva a las asambleas del Senado para que vaya  aprendiendo política y le prepara para la guerra, haciéndole ejercitar los saltos. De modo que, en su adolescencia ya está en aptitud de manejar armas, gobernar el caballo, tirar el arco, herir con el puño, tolerar el calor y el frío. Nadar y vencer la corriente, usar la esgrima, el escudo, luchar, trepar, cazar, todo esto teniendo como modelo a los héroes; pero a más de esto, el adolescente y el joven, es entrenado a jugar el ajedrez y componer versos, de manera que pueda insertarse en la vida civil; asiste a los discursos del Foro para tener conocimiento de las leyes, estudia las 12 Tablas para informarse de las tradiciones romanas; participa en las ceremonias y en los ejercicios militares. A los 15 años abandona la toga pretexta y la cambia por la toga viriles, toma como maestro a un jurista (38).

El romano de la época republicana tuvo visión realista y práctica de la vida; despreció todo lujo y comodidad, obedeció ciegamente las leyes, acató cerradamente a la familia; se caracterizó por ser tenaz, laborioso, moderado, sobrio y fiel a su tierra. Cincinato constituye el modelo de lo que fue un padre y educador romano en ese tiempo. Combinó la labor agrícola con el aprendizaje de las leyes y la política.

El ideal inductivo del romano de este tiempo es aristocrático, guerrero-terrateniente, hay primacía del patriotismo, se recoge las tradiciones y es una educación moral antes que intelectual. La moral fue un valor elevadísimo para logar el Vir Bonus, es decir, llegar a la ciudadanía y tener la capacidad de defender a Roma por dentro y por fuera, ser un político por excelencia. Para  aprender las tradiciones se ingresaba al Tirocinium Fori, donde después de un aprendizaje militar se lograba una formación jurídico-moral. El Vir Bonus, significa también ser Orador, o estar apto para hablar.

Un aspecto peculiar de la educación romana, viene a ser la Educación Maternal (Mater Familias). Más que en ningún otro pueblo, en Roma la mujer fue educadora en el más completo sentido de la palabra; la madre tuvo un predominio en la educación de los niños. El hijo es educado no en la celda de una ciudadora pagada sino en el seño y pecho de la madre. El niño abandonaba a la madre sólo cuando llegaba a los 7 años. Entre las mujeres importantes que alcanzaron prestigio tenemos a Cornelio (madre de los Graco) y Atia (madre de Augusto). De ahí que se haya dicho que la Familia fue una institución todopoderosa. Pero, al pasar el niño a poder del padre, igualmente se siente el peso del Pater-Familias y la institución de la Patria-Potestas. El educador Catón precisamente es un alto representante de lo que significó la influencia paterna. Dirigió la educación a fines eminentemente prácticos.  Ejerció una omnipotencia paterna, orientándola hacia la acción para la vida y por la vida; los romanos valoraron la acción, la voluntad, la reflexión, la templaza y acentuaron el poder.

Siendo una educación clasista, la de estos tiempos, es obvio entender que la clase pudiente contó para sí con maestros privados que enseñaron a domicilio. Es verdad que en los primeros tiempos, la clase terrateniente no se diferenciaba mayormente de los menos poderosos o de las clases medias, pues ellos mismos laboraban en su tierra sin ninguna clase de prejuicios.

Pero a medida que la tierra les fue dando mayor poder político, asimilaron más esclavos, los que eran sometidos por el temor y la vigilancia; en un tiempo posterior, en lugar de ser sacrificados, servirán para la diversión de la aristocracia, actuando como gladiadores. Se dice que en tiempos de Julio césar se sometió a un millón de esclavos. Estos, para los aristócratas, no tenían condiciones humanas, su sangre era considerada vil y ruin. Cada vez que un noble moría, para compensar se sacrificaba a 400 esclavos. Andando el tiempo, se llegó cobrar impuestos a quienes tenían más esclavos y finalmente se dice que Catón llegó a prostituir a las esclavas para asegurarse un ingreso. El control de los esclavos corrió a cargo de un nomenclator.

Roma se enriqueció de esclavos con la derrota de Cartago y la guerra púnica.

  • Período de la Influencia Griega (Siglos III a I a.n.e.). Los primeros tiempos del contacto con Grecia están caracterizados por una terca resistencia de los ciudadanos y educadores romanos que se resisten a escuchar y aprender los lineamientos de la cultura helénica, la que bajo los moldes de un acervo patriótico es rechazada de plano. Pero el mismo desarrollo a que había llegado Grecia, determinó la transformación de la educación patriarcal y familiar romana. La propia clase pudiente tuvo que comprender los beneficios de la educación griega y se aprestó a contratar inmediatamente a maestros griegos emigrados. Por ejemplo, el brillo de la poesía atrajo a los romanos. Si bien es verdad que el idioma latino será otro obstáculo para la comunicación de estos dos pueblos, tal cosa será superada con la enseñanza bilingüe. Siguiendo los moldes de Grecia, empieza a germinar una literatura propiamente romana, es así como en lugar de la Ilíada, empezará a usarse la Eneida.

El proceso de la conquista hizo que Roma fuese invadida por prisioneros de guerra, extranjeros, rehenes,  comerciantes, artesanos, filósofos, pedagogos y maestros. Las capas que inmediatamente se interesaron por dominar el idioma foráneo fueron los artesanos y comerciantes por la necesidad de colocar sus productos. Las primeras décadas la educación sigue siendo privada, porque sólo los pudientes pueden sufragar los gastos.

El segundo período de la historia romana está signado por la existencia de una minoría poderosa y una masa proletaria de plebes. Algunas familias llegaban a tener hasta 10,000 esclavos. Pero gradualmente la aristocracia de la tierra, fue cediendo paso a la aristocracia del dinero. Al comienzo los romanos más nacionalistas como Catón “El Viejo” promueven todo un movimiento destinado a mostrar una tendencia irresistible a modificar las costumbres y aún se lega a expulsar a algunos maestros griegos.

El trabajo de los conservadores llega a tener eso hasta en el senado que defiende a toda costa la enseñanza de los primeros tiempos; pero he aquí precisamente cuando la escuela sirvió de nexo para la asimilación de los moldes griegos consistentes en la cultura humanística, literaria e intelectual. Penetrada ya la sabiduría griega, el pueblo romano, instituye ya un Plan de Estudios de corte humanista que comprende lo siguiente:

  • Enseñanza elemental o primaria. Para los niños de 7 a 12 años, a cargo del Ludimagister o Ludus Literarius, que comprende los siguientes cursos: lectura, escritura, cálculo, canciones. La educación es mixta para niños y niñas. Tiene disciplina rigurosa a base de castigos físicos. La preocupación del maestro radica en enseñar a leer, contar, cantar y jugar.
  • Enseñanza media o secundaria. Para los niños de 12 a 16 años, a cargo del Grammatikos, donde se ofrece Gramática Latina y Gramática Griega. Se estudia a Homero y los Clásicos, la Retórica y la Oratoria, Gimnasia y Música, Matemática, Política y Jurisprudencia. No se descuida tampoco la enseñanza de las XII Tablas. Como se ve la influencia es griega. Esta fase ya prepara para las carreras de Abogado o Comerciante.
  • Enseñanza superior. Destinada a los hijos de la clase gobernante, a partir de los 17 años, teniendo como maestro al Rhetor. El Rhetor es una persona cultísima: abogado, músico, pintor, actor, petirmetre, profesor, orador, filósofo y político. El fin es hallar la Elocuencia. Se enseñaba: Derecho, Filosofía, Política y Retórica. Es un sistema de educación estatal.

El Ideal Educativo en el segundo período romano ya no es el Vir Bonus, si no el Humanitas semejante a la Paideia, que forma espíritus liberales. En esta fase decae la formación física, científica y artística. Las escuelas son objeto de censura. Se siente la necesidad de un estudio psicológico del individuo. Ya no hay formación gimnástica ni orquéstica.

  • Período Imperial (Siglos I a.n.e. a V d.n.e.). Su rasgo más importante es la universalización de la cultura romana. La educación deja de ser privada, para pasar a ser eminentemente estatal, empezando por la Educación Municipal, gracias a la intervención de los monarcas. Al comienzo el Estado sólo otorgaba subvenciones pero al  final terminó dirigiendo la educación. A partir del emperador César se les reconoce a los maestros de artes liberales la carta de ciudadanía. Del mismo modo que en Grecia, los sofistas se tornaron en ideólogos de las capas medias dedicadas al comercio y colocaron en segundo plano a la aristocracia terrateniente, así también en Roma, el sector de los artesanos empieza a reclamar un lugar en la administración del Estado, exigiendo derechos políticos, inclusive desde el Siglo III los comerciantes empezaron a cobrar importancia. Precisamente las escuelas primarias habían sido abiertas por los comerciantes y desde ese entonces la actividad educacional se convierte en una suerte de industria.

El Currículum de estudios de la fase imperial es el mismo que el que correspondió al segundo período. Tanto la educación elemental o primaria, como la educación secundaria o intermedia, no mereció el respaldo del Estado sino tardíamente. En cambio, la enseñanza superior fue ampliamente protegida por las clases dominantes.

La enseñanza superior, está programada para formar los burócratas del imperio, para asegurar la continuidad y la reproducción de los privilegios a favor de las minorías. Para tal fin, organizaron una currícula que comprendía asignaturas como: Medicina, Filosofía, Retórica, Política, Lógica, Historia y Literatura, que posibilitara formar al hombre público, al gobernante con elocuencia, con capacidad de persuasión. Algo más, se incidió en la enseñanza de la Jurisprudencia par logar habilidad en el éxito de las contiendas. Es así como parte metodológica de la enseñanza superior comprendía tres aspectos:

  • Tesis, donde se parte de las cuestiones generales.
  • Causas, concerniente a las cuestiones judiciales.
  • Controversia, donde se debatía puntos relativos a la Literatura, la política, el teatro y la administración pública.

Los romanos incidieron fuertemente en la oratoria, porque comprendieron que a través de ella se lograba conseguir adeptos en política. En cambio, la Filosofía, sólo se circunscribía a la investigación científica, es decir a la instrucción.

Siendo Roma la cuna donde apareció el Derecho, se fundaron tres escuelas importantes; una en la propia Roma, otras en Constantinopla y en Berytus. La primera daba clases en latín y las dos restantes en griego. La carrera de Derecho duraba cinco años y está regentada por profesores especialistas que está bien retribuidos. Básicamente hay catedráticos de Filosofía y Medicina. La importancia del derecho generó la necesidad de crear instituciones de rango universitario que funcionaron en Constantinopla, Atenas y Roma.

Los estudiantes formaban sus asociaciones y gozaban de derechos. Nadie debía permanecer en la Universidad con una edad superior a los 20 años. No se toleraba estudiantes crónicos, existía un riguroso control de alumnos. No obstante de que la educación superior era exclusivamente para los ricos, algunos no pudientes gozaron de ciertos beneficios. De otro lado, algunas empresas privadas subvencionaban la educación. Los profesores tomaron el nombre de Juris Civilis. Algunos alumnos tomaron partido de los maestros.

La Metodología universitaria comprendió también la paráfrasis, la narración, la crítica, la disputa, el panegiríco,  el aforismo y la moraleja. Cuando se cogía un texto, debía hacerse el Comentario, previa lectura del texto, su recitación de memoria, el enarratio y hacer el judicium o la apreciación de la obra.

Labor de los Emperadores.

No obstante de que la primera escuela en Roma tiene presencia el año 449 a.n.e., con carácter público, el magisterio fue tratado despectivamente. Basta recordar que la enseñanza había sido confiada a los esclavos, quienes empezaban a dar las primeras letras. Tan calamitosa fue la condición del profesor, que su carrera ni siquiera había sido considerada entre las profesiones liberales. Y cuando algunos gobernantes identificados con esta labor, comenzaron a dictar algunas normas correctivas, hallaron una serie de obstáculos, tales como: no había autorización legal para cobrar; no había puntualidad en el pago de los haberes y algunas veces se le retribuía con regalos en lugar del sueldo; si quedaban impagos, no había manera de cobrar a los tramposos y el Estado no tenía formas coercitivas para efectivizar los salarios (39).

Si ésta era la situación del profesorado, el estado de los establecimientos y su material didáctico, también fue pobrísimo. Por ejemplo, el propio maestro tenía que alquilar los locales y de lo contrario, tenía que enseñar en las veredas, azoteas, bancos y sillas, en las tabernas y muelles, o en el propio foro. Utilizaron la férula para hacer repetir las lecciones de las 12 Tablas y a lo sumo tenía como local la pérgula. Todo esto dio lugar a que los mismo teóricos de la educación romana como Juvenal, Cicerón Marco Aurelio y Séneca se burlaran de la profesión de educador, indicando que ese oficio “no era para los hombres de rango”. Vistas las cosas así, era evidente que tan delicada función fuera asumida por los “libertos” por algún artesano empobrecido, por algún extranjero exiliado.

Este desastre, sin embargo, tuvo que ser superado gradualmente, al influjo de la cultura humanística de los griegos. Así es como, los emperadores dieron su grano de arena de la siguiente manera:

Julio Cesar concedió a los maestros de artes liberales el derecho de ciudadanía. Por entonces, la enseñanza elemental es aún privada.

Trajano otorgó becas para los estudiantes. Dio alimentación a los niños pobres. Funda instituciones caritativas para la niñez desamparada. Es la época en que se romaniza el mundo y donde el latín es considerado lengua universal y el Derecho es la norma ecuménica.

Augusto asignó honorarios anuales a los Grammátikos y se preocupa por la implementación de bibliotecas.

Vespasiano crea cátedras oficiales de Retórica y otorga subsidio a los Rhetores; protege a los maestros y escoge a los que tienen elocuencia. Libera de impuestos a los maestros de enseñanza media y superior.

Adriano funda instituciones como El Ateneo y estabiliza los subsidios. Pero elitiza la enseñanza del Derecho.

Antonino nombra  retóricos y filósofos con sueldos fijos y ordena que los municipios costeen la enseñanza. Eran tiempos en que los maestros no tenían propiedades.

Constantino ordena el pago puntual a los profesores; otorga inmunidad personal; la enseñanza pasa a las autoridades municipales y el Estado libera a los maestros de la carga de impuestos.

Alejandro dio más cabida a la Retórica.

Juliano dispone que el Estado asuma el control de la educación y exige que los maestros se distingan por su conducta y elocuencia.

Valentino reglamenta la disciplina y crea instituciones de rango universitario.

Nerón impulsa la creación de un gymnasio público y libera de impuestos al profesorado.

Antonio Pio exceptúa de impuestos a los copistas y secretarios.

Diocleciano dictó medidas contra el encarecimiento de la instrucción. Dispuso el control a los aspirantes a la docencia.

Teodosio inicia un régimen de monopolio estatal de la educación.

Graciano dispone que los Municipios subvenciones la enseñanza.

Como se ve, los monarcas fueron entendiendo paulatinamente el deber del Estado para con la educación. Sin embargo, algunos Censores como Dionisio y Licinio dispusieron cerrar escuelas, porque se dieron cuenta que las clases medias empezaban a instruirse.

Contribución de los Educadores Romanos.

La Roma esclavista conoció como sus primeros educadores a Andrónico que fue un esclavo griego, se desempeñó como tutor privado, fue prácticamente el primer maestro de Escuela y después Enio, que fue un Literato romano. Pero también se considera a Quilón maestro del hijo de Catón, Por entonces, la desconfianza de los romanos para con los griegos era tal que, el propio Catón tuvo que ponerse a educar a su hijo, señalándole como ideales, el de ser un buen agricultor, un buen orador y un buen soldado. Más tarde, a raíz de la fusión de las culturas, surgieron teóricos de la educación, siendo los más descollantes los siguientes:

Porcio Catón. “El Mayor” o “El Viejo” (239-149 a.n.e.). Escribió dos tratados: Sobre la Educación de los Niños y Preceptos Para el hijo. Planteó una educación severa y una moral austera; representa el conservadurismo romano, porque se resistió a la cultura helena; insufló a sus hijos a una educación nacionalista. Fijó como el Vir Bonus; se ocupó de política, medicina y agricultura. No obstante, tiene la limitación de haber propiciado la crianza de esclavos y de haber prostituido a esclavas.

Marco Terencio Varrón (116-27 a.n.e.). Representa la transición de lo nativo a lo griego. Es un filólogo latino que se especializó en Gramática. Escribió una obra Disciplina en nueve libros. Elaboró los fundamentos del Trivium y Quadrivium. Planteó la necesidad de enseñar Medicina, Agricultura y Arquitefctura.

Marco Tulio Cicerón (106-43 a.n.e.). Cicerón significa “Garbanzo”. Fue admirador y lector de Platón. De ahí que sus obras se llamen también “La República” “Las Leyes”, “El Orador”. Admitió la cultura y fue del criterio de superar el nacionalismo. Escribió además sobre los Deberes y Tratado de los Oficios. Se preocupó por formar oradores y estadistas, estudio a fondo la retórica y la declamación. Sostienen que la educación debe formar el carácter y tuvo como ideal educativo: El Humanista, Reconoce dos personalidades: el grosero, libre vicioso y obsceno; y el elegante, urbano, agudo y gracioso. Murió asesinado a los 64 años.

Lucio Anneo Séneca (4-66 d.n.e.). Se opuso a considerar el magisterio dentro de las profesiones libres; fue maestro de Nerón y preparaba sus discursos. Se le calificó como un “orador incomparable” tenía la siguiente sentencia: “Aprenda para la vida y no para la escuela”. Como filósofo estoico que era, educó a sus alumnos dentro de esta corriente. Consideraba que debía educarse con el ejemplo antes que con los preceptos. Reconoce que la educación debe conducir al dominio de sí mismo. Fue enemigo del enciclopedismo, pero orientó su preocupación por conocer la Psicología Educativa. Tenía el afán de conocer la individualidad de los educandos. Escribió dos obras: Epístolas a Lucilo y De la Ira. Al tener noticias de que había sido sentenciado por su propio discípulo optó por suicidarse cortándose las venas (40).

Plutarco (50-120 d.n.e.). Escribió Vidas Paralelas, La Educación de Los Niños y Tratado Sobre los Hijos. Concilió como Varrón lo heleno y lo latino. Planteó la necesidad de la música y los ejercicios.

Como partidario de la educación doméstica afirma que la madre debe ser previamente instruida. Dice que la educación familiar es superior a la pública.

Tienen el mérito de haberse opuesto a los castigos corporales, y haber producido una envidiable bibliografía (220 obras, de las cuales quedan sólo 130); pero tienen la desventaja de haberse consagrado a la ecuación de únicamente los hijos de la nobleza.


Marco Aurelio (121-180 d.n.e.). Es otro filósofo estoico que aconseja la práctica de una moral rígida. Dice que hay que ganar sin orgullo y perder sin amargura. Tienen la virtud de haber instituido 8 cátedras de filosofía, contratando maestros de Grecia. Preocupado por la enseñanza a la nobleza, propició un buen pago para los Rhetores y filósofos a cargo de las Municipalidades.

Otros Educadores. La historia  de la educación romana involucra también el concurso de Plinio y Juvenal, así como de Tácito: Mientras que Juvenal recomienda el respeto por los niños; Plinio dice que debe educarse las cosas a fondo, pero no abarcar demasiado. Otro famoso fue Vitruvio. Pero, indudablemente la figura máxima de la educación romana fue:

Marco Fabio Quintiliano (35-95 d.n.e.). Esta considerado como el mejor sistematizador de la escuela romana. De profesión abogado y escritor, fundó una escuela de retórica y más tarde el emperador Vespasiano contrato sus servicios, convirtiéndose en el maestro mejor remunerado de Roma; fue profesor de los hijos de emperadores. Su obra notable es Institutio oratoria (Educación del Orador), que consta de 12 tomos. Defendió la educación pública. Según Quintiliano, La oratoria es el fundamento de la educación, porque sólo de ese modo podía encontrarse gobernantes con elocuencia. Todo ser humano debía tener una correcta formación gramatical, retórica y filosófica.

  • Primer Grado: incluye lectura, Escritura, Aritmética y Gramática latina y griega.
  • Segundo Grado: comprende Oratoria, Literatura, Geometría, Astronomía, Música y Filosofía.
  • Tercer Grado: destinado sólo para estudiantes excepcionales. Corresponde a la altura universitaria. El programa de estudios involucra: Lógica, Historia, Crítica Literaria, Dialéctica y sobre todo Oratoria.

Gran conocedor de la  Psicología del Niño, Quintiliano dio algunos principios:

  • La educación debe empezar en la primera infancia y en el seno de la familia.
  • A través del juego, el maestro debe descubrir las inclinaciones del educando.
  • Debe combinarse el trabajo con el recreo.
  • La enseñanza infantil debe empezar por las fábulas de Esopo, o sea con la narración.
  • La enseñanza de la Matemática es valiosa para afirmar la inteligencia.
  • La enseñanza de la historia está orientada a despertar el sentimiento patriótico.
  • Es necesario entregar una cultura general humanística.
  • No es conveniente enseñar filosofía desde los primeros años.
  • Al niño habrá que enseñársele como jugando.
  • Debe incidirse en la actividad porque la única vida digna es la activa.
  • Las impresiones de la niñez se conservan durante toda la vida.
  • Los malos hábitos se aprenden fácilmente y duran más que los buenos.
  • Debe desterrarse el castigo corporal.
  • Es recomendable que el maestro aprenda a enseñar en todos los niveles para conocer mejor al ser humano.

En efecto, Quintiliano se consagró a la enseñanza durante 20 años, hasta llegar a la condición de Catedrático. Considera a la filosofía como una “Prigritia arrogans” (oficio de quienes gozan del ocio elegante).

REFERENCIAS

  • Spiridonova, Op. Cit. p. 37.
  • Stalin, Op. Cit. p. 879.
  • Dynnik. M. A. y Otros: En: Historia de la Filosofía, Tomo I.  Pág. 37.
  • Academia de la URSS, Op. Cit. p. 33-34.
  • Lenin, Op. Cit. p. 12.
  • Alvaro Villaviencio, Op. Cit. p. 158.
  • Aníbal Ponce, Op. Cit. p. 19-20.
  • Pokrovski, V.S.: En: Historia de las Ideas Políticas, p. 26.
  • Codignola, Op. Cit. p. 33.
  • Foley Gambetta, Op. Cit. p. 76.
  • Luzuriaga, Op. Cit. p. 38.
  • Mayer, Frederick. En: Historia del Pensamiento Pedagógico, p. 89.
  • María, Gastón y otros. En: Historia de la Educación, p. 16.
  • Foley, Op. Cit. p. 65
  • Tiravanti, Felipe H. En: Historia y Filosofía de la Educación, p. 22-23.
  • Vásquez, Emilio, Op, Cit. p. 23.
  • Foley, Op. Cit. p. 65.
  • Luzuriaga. Op. Cit. p. 35.
  • Gastón María. Op. Cit. p. 16.
  • Codignola. Op. Cit.  p. 29.
  • Foley Gaveta, Op. Cit. p. 41.
  • Atkinson, Carroll y otro. En: Historia de la Educación p. 13.
  • Tiravanti, OP. Cit. p. 25.
  • Foley FAveta. Op. Cit. p. 89.
  • Ibídem, p. 86.
  • Beck, Robert Colmes: En: Historia Social de la Educación, p. 16.
  • Hagáis, Aldo. En: Historia de la Filosofía y la Pedagogía, p. 90 T.I.
  • Forgione, José de. En: Antología Pedagógica Universal, p. 69 Tomo I
  • Ponce, Aníbal. Op. Cit. p. 30.
  • Hagáis, Op. Cit. Tomo I. p. 85.
  • Konstantinov, y otros, Op. Cit. p. 17.
  • Forgione, Op, Cit. Tomo I. p. 75.
  • Kraus, René. En: La Vida Privada y Pública de Sócrates, Cap. 8vo.
  • Platón. En: apología de  Sócrates Cap. V.
  • Aristóteles. En: Etica Nicomaquea, Cap. I.
  • Mayer, Op. Cit. P. 111.
  • Codignola, Op. Cit. Cap. II.
  • Ponce, Op, Cit, Cap. III.
  • Levi, Adolfo. En: Historia de la Filosofía romana, Cap. II.
  • Séneca. En: Sobre la Felicidad, p. 17.

PREGUNTAS DE INVESTIGACION Y ANALISIS

  1. ¿Qué papel desempeña la mujer en el Matriarcado y en el Patriarcado?
  2. ¿Qué requisitos necesitó el ciudadano egipcio para ser miembro de la clase gobernante?
  3. ¿Cuáles son los cursos que se ofrecían en la educación elemental de los pueblos gobernantes?
  4. ¿Qué diferencias encuentra usted entre la formación de un brahmán y un mandarín?
  5. ¿Cómo fue el trato a los alumnos en las sociedades orientales?
  6. ¿Cuál fue el Currículum de Estudios que organizó la clase dominante de los países orientales para la enseñanza superior?
  7. ¿Qué diferencia encuentra usted entre las características de la educación esclavista oriental y la occidental?
  8. ¿Qué semejanzas halla usted entre la actuación de los sofistas en Grecia y los artesanos en Roma?
  9. Formula usted cinco diferencias entre el ideal espartano y el ideal ateniense de la educación.
  10. Compare la educación romana del período republicano e imperial y establezca cinco diferencias.

LA EDUCACION FEUDAL

CARACTERES DE LA SOCIEDAD FEUDAL

Como acertadamente explica Afanasiev (1): “La base de estas relaciones era la propiedad feudal sobre los medios de producción y, ante todo, sobre la tierra, y la propiedad incompleta sobre el trabajador: el campesino siervo. El señor feudal podía obligarlo a trabajar para él, imponerle prestaciones de distinto género, podía venderlo y comprarlo, pero su vida ya no le pertenecía”.

Y a decir de Karataev (2): “A diferencia del esclavista, el señor feudal no tenía derecho a matar a los campesinos, sin embargo, en muchos países la situación de los siervos era muy semejante a la de los esclavos, los vendían, los separaban de la familia, se inmiscuían en sus relaciones matrimoniales y les desposeían de la tierra y de los instrumentos de producción…”.

Incremento de los instrumentos de trabajo.

Comentando el perfeccionamiento  de las herramientas en este estadio de la humanidad, Spiridonova (3) nos dice que una de las principales manifestaciones de este perfeccionamiento fue la mejor técnica de la fundición y de la elaboración del hierro, que trajo consigo, la difusión de diversos tipos de arado y de otros instrumentos de metal; de igual modo, se inventó el molino de viento y se perfeccionó el de agua, así como la prensa para la uva y algunos otros dispositivos y mecanismos. Se empleo pues, la energía del agua y del aire, los barcos de vela. El hombre aprendió a obtener hierro dulce del colado, el torno de hilar, telar de cintas, la máquina torcedora.

Por todo esto, Marx (4) ya había indicado que en comparación con el nivel que había llegado a alcanzar la sociedad esclavista, el huso de los antiguos fue sustituido por la rueca y más tarde por la rueda automática de hilar, se sustituyó el telar vertical por el horizontal movido a pedal; se pasó del método primitivo de fundición de los metales, la fundición en troqueles al método moderno, en altos hornos.

Pero al fin de cuentas, bajo el feudalismo, los instrumentos de trabajo, seguían siendo en general, instrumentos manuales, pequeños, primitivos, pesados, limitados y aptos solamente para el manejo individual.

Aparición de la gran propiedad territorio.

La propiedad feudal de la tierra fue la base del feudalismo en desarrollo. Según Pokrovski (5) “hacia los siglos IX y X, la mayor parte de la población trabajadora libre sufría la dependencia feudal (mejor dicho, próxima a la servidumbre).

Los elementos del feudalismo fueron gestándose, en la entraña de la sociedad esclavista bajo la forma del colonato. Los colonos estaban obligados a trabajar la tierra de su señor, el gran terrateniente, a pagarle determinada renta en dinero o a entregarle una parte considerable de su cosecha y a realizar a favor suyo, diferentes prestaciones. Y como afirma la Academia de la URSS (6) “A pesar de ello, los colonos hallábanse más interesados en su trabajo que los esclavos, puesto que poseían una parcela propia”.

Spiridonova (7) agrega: la gran propiedad latifundista, cimiento económico del régimen de producción feudal, se creó debido a que, al desintegrarse la comunidad rural o el régimen esclavista, las tierras comunales y las propiedades campesinas que se habían desprendido de las comunidades, así como los diversos tipos de propiedad territorial del régimen esclavista (allí donde existía una esclavitud desarrollada), pasaron a manos de la aristocracia seglar y eclesiástica, que iba feudalizándose y a la cual pertenecían los jefes de los Estados que se formaba, sus allegados, los gobernadores civiles y jefes militares, algunos esclavistas y el alto clero.

La Agricultura: Actividad Fundamental del Feudalismo.

El régimen de servidumbre se caracteriza por la supremacía de la agricultura sobre la industria y, en relación con esto, por la supremacía del campo sobre la ciudad, fenómeno que se prolongó hasta el fin de la época feudal. En este período la economía agrícola se eleva a un nivel superior, se impone la rotación trienal de cultivos, aparecen nuevas ramas de la horticultura, la fruticultura, la pradización, la viticultura, la vinicultura y la oleicultura.

Pero, como actividad Sucedánea se considera también el auge de la ganadería, particularmente de la cría caballar. Ahora bien, como atinadamente remarca Sipiridonova (6) “paralelamente a la propiedad feudal, existía la individual de los productores directos, campesinos y artesanos sobre los medios de producción. Cada campesino, disponía, en propiedad privada, de pequeños aperos o incluso de instrumentos de trabajo artesano, de ganado, aves de corral, simientes, forraje, vivienda, locales de explotación, enseres, etc.

“También los artesanos de las ciudades poseían una propiedad privada consistente en instrumentos de trabajo, reservas de materia prima para la fabricación de diversos artículos…”.

Relaciones Sociales de Producción.

En este modo de producción las relaciones son de dominio o subordinación. Hay relaciones de dependencia personal. Y como bien apunta Marx “todo el mundo vive sojuzgado; siervos y señores de gleba, vasallos y señores feudales, seglares y eclesiásticos” (9). Se conocieron hasta tres formas de prestación:

  1. Prestación personal. Consiste en que el campesino trabaja obligatoriamente cierta parte de la semana tres días o más con sus propios instrumentos de producción (arado, ganado  de labor) en las tierras del señor dedicando los restantes días de la semana a cultivar su tierra.
    1. El censo en frutos. Donde el campesino es obligado a entregar regularmente al terrateniente determinadas cantidades de cereales, ganado, aves y otros productos agrícolas.
    2. Censo en Metálico. Es forma de tributo monetario. Aquí el productor directo paga a su terrateniente, en vez del producto, su precio correspondiente.

Subsistencia de la Economía Natural.

Cada feudo, del que formaban parte la hacienda del señor y las aldeas a él pertenecientes, llevaba una vida económica cerrada. Las necesidades del feudal, de su familia y de su numerosa servidumbre las satisfacían por un lado la propia hacienda señorial y por otro, el aporte de los campesinos tributarios. Al lado de esto, los artesanos del feudo eran los encargados de confeccionar los vestidos y el calzado, de fabricar y reparar las armas, los aparejos de caza y los aperos de labranza, así como de construir los edificios. También la economía campesina tenía un carácter natural. Los campesinos a más de sus faenas del campo tenían que hilar, tejer, confeccionar calzado y aperos para la misma hacienda.

Continuidad de la Estructura Social Clasista.

La esencia de las relaciones feudales de producción se reflejaba en la estructura de clases de la sociedad. El feudalismo se dividía, ante todo, en dos clases fundamentales: La de los señores feudales y la de los campesinos siervos. La primera detentadora de la tierra, pero a pesar de ello no constituía un todo homogéneo, porque los señores feudales de “menor grado” pagaban tributo a los más poderosos, les ayudaban en la guerra y al mismo tiempo, disfrutaban de su protección. El protector se llamaba señor, y el protegido, vasallo. El señor, a su vez podía ser vasallo de otro magnate más poderoso. Los terratenientes feudales detentaban todo el poder político y constituían la nobleza o estamento más privilegiado de la sociedad.

El segundo estamento lo constituía el clero que también ocupaba una situación privilegiada y poseía dilatadas extensiones de tierra.

Al pié de la escalera jerárquica del régimen se encontraban los siervos, formando un estamento privado de derechos políticos.

En las ciudades había otra diferenciación social. La mayor parte de la población lo constituían los artesanos y los comerciantes. Sin embargo, tampoco eran homogéneas. Al interior del artesanado, existían, por ejemplo: maestros, oficiales, aprendices y peones, de los cuales, los primeros eran un sector enriquecido. Otros sectores que ocupan la costra dominante fueron los mercaderes ricos, los usureros y los grandes propietarios de inmuebles urbanos, élite dirigente que adoptó el nombre de patriciado urbano.

Inalterabilidad del Estado Clasista.

El régimen feudal no desapreció la superestructura estatal; muy al contrario la conservó, aunque cambiando de forma. Al respecto, Alexandrov (10) anota: “El Estado Feudal no era más que una dictadura de la nobleza sobre los siervos de la gleba”. Y la forma típica de los estados feudales fue la monarquía. Tuvo la misión de no sólo consolidar y defender la propiedad feudal sobre la tierra, sino también de obligar a los siervos a trabajar la mayor parte del tiempo para los “señores”.

Hegemonía de la Superestructura Religiosa.

A estar del mismo Alexandrov (11): una fuerza poderosa del Estado feudal era la Iglesia, verdadero sostén de los señores feudales, a quienes ayudaba a mantener supeditados a los siervos de la gleba. La Iglesia, fuerza ideológica de la sociedad feudal, dominaba con carácter absoluto en una serie de sectores de la vida social. A la Iglesia estaban subordinadas la ciencia, la instrucción, la moral, las relaciones familiares, etc.

De otro lado, la Iglesia poseía enormes riquezas. A juicio de Aníbal Ponce (12) los monjes eran “prestamistas de reyes y de príncipes, los monasterios se aseguraban mediante convenios pecuniarios la relativa tranquilidad en que vivían, y mientras por un lado, detenían el poder arbitrario de los señores, absorbían por el otro, las parcelas de los labriegos… fueron a lo largo de la Edad Media poderosas instituciones bancarias de crédito rural”.

Situación de la Superestructura Científica.

El historiador de la filosofía M.A. Dynnik, dice (13): “En la época feudal… el incremento de las relaciones comerciales se hallaba ligado íntimamente a la adquisición y aplicación de conocimientos científicos astronómicos, geográficos, técnicos, matemáticos, etc. Los chinos inventaron el papel, la porcelana, la brújula, la pólvora y la imprenta… En la India la elaboración térmica del hierro a la vez que su empleo y el del acero en la fabricación de armas… descubrieron el sistema de numeración, las reglas para la extracción de las raíces cuadradas y cúbicas…. Los Arabes inventaron el reloj mecánico y el reloj de agua, el papel de algodón y de lino, descubrimientos y métodos para la obtención del ácido sulfúrico y del ácido nítrico, fundaron observatorios astronómicos, compusieron un catálogo de estrellas, describieron geográficamente casi todos los países del mundo conocidos hasta entonces.

Sin embargo…. Tanto en Europa Occidental y Oriental el progreso científico se veía contenido y trabado por la amplia difusión de las supersticiones religiosas, la astrología, la alquimia y otras pseudos-ciencias”.

CARACTERES DE LA EDUCACION FEUDAL

  1. Predominancia del Espíritu Místico-Religioso. Siendo la religión la ideología dominante de la sociedad europea medieval, en el régimen de servidumbre, la cultura estuvo absolutamente monopolizada por el sacerdocio. El clero era entonces la única clase ilustrada. El dogma de la Iglesia constituía el punto de partida y la base de todo pensamiento. Las ciencias naturales, el Derecho y la Filosofía se ajustaban a la doctrina de la Iglesia. Es verdad que en Oriente, en cambio, habían alcanzado un progreso material y espiritual bastante superior al de los pueblos de Occidente, mas esto fue opacándose por la presencia de doctrinas eclécticas.

El pedagogo Frederick Mayer (14) nos dice: “En la edad Media, la educación estaba también dominada por la teología de la Iglesia, que preconizaba la ortodoxia y excomulgaba a los herejes…”. Por su parte, Emilio Vásquez (15) subraya: “El magisterio es… absolutamente religioso… Tiene alcance proselitista”.

  • Sentimentalismo y emotivismo. Siendo la fe, la rectora de las acciones humanas, en esta fase de la historia, el contenido de la enseñanza estuvo desprovisto de preocupación científica y de capacidad investigativa. El cultivo de las humanidades clásicas fue considerada como algo pagano o profano, incluso bárbaro. Se llegó a decir que el hombre es ante todo espíritu sensible; no sólo es materia ni sólo es inteligencia. Como dice el historiador peruano Vásquez Chamorro (16): “El cristianismo se sustenta en el concepto fundamental del amor al prójimo y en ese principio que se preparan los pedagogos de los primeros tiempos”. De ahí que el predominio de las asignaturas también hayan tenido carácter abstracto y nada científico.
  • Preparación para la vida ultraterrena. Esta dirección pedagógica se explica porque a decir de Gastón María (17): “El cristianismo… le ofrece al hombre una dicha sin tasa en una vida ulterior… la vida presente… es una época de prueba en la que el ser humano ha de mostrar su adhesión al querer divino”. Y como atinadamente subraya Ponce (18): “En vez de enardecer su rebeldía con la voz varonil de los primeros profetas… el cristianismo canalizaba hacia un más allá extraterreno sus inquietudes y sus esperanzas… dejaba en la tierra las cosas tal como estaban, mientras que llegaba el momento de resolverlas en el cielo”.
  • Prevalencia de los valores sobrenaturales. Congruente con esa concepción del mundo, los niños y adolescentes, eran impelidos a reconocer que eran “hechuras de la divinidad” y por ende debían subestimar los goces y las dichas de la vida terrenal apreciándolas como cosas efímeras. Muy al contrario inculcaban la práctica de sentimientos de caridad para con el prójimo. Dentro de esta óptica se estimó que el papel del maestro era también una actitud de filantropía, de donde se concluía que la enseñanza debía ser gratuita.
  • Memorismo y verbalismo. Criticando estos rasgos mecanicistas, los historiadores Konstantinov, Medinski y Shabaeva (19) dicen: “En el campo de la enseñanza, la escolástica, dio lugar a que los estudiantes se aprendieron de memoria el enunciado de conceptos ya elaborados con anterioridad y que usualmente se expresaban en forma de preguntas y respuestas, lo cual eliminaba el desarrollo del pensamiento independiente”. Más tarde, Alves de Mattos dirá: (20) “Las asignaturas eran un valor absoluto y autónomo con el que los alumnos se debían conformar; las aprendían al pie de la letra, sin más cuestiones… los propios profesores eran sus esclavos, repitiéndolas fielmente, sin ninguna alteración”.
  • Preeminencia de la teoría con desmedro de la práctica. Lamentando esta situación, el pedagogo connacional Carlos Castillo (21) apunta: “No tomaba en cuenta la realidad… se basaba en conceptos religiosos, exageraba la importancia de la disciplina, alejaba al alumno de la actividad “que pudiera mancharle las manos”, etc. Es decir, trasmitía los conocimientos, las actitudes y el estilo de vida de la clase privilegiada y preparaba a sus beneficiarios para que pudieran devenir en funcionarios de estado…”.
  • Enseñanza coercitiva. La disciplina en el aprendizaje fue extremadamente rigurosa, a tal extremo que N. A. Konstantinov explica (22): “El maestro no perdonaba los errores de sus alumnos; la aplicación de castigos crueles estaban muy extendida. Esto era aprobado por la Iglesia que sostenía que “la naturaleza del hombre es pecaminosa” y que los castigos corporales contribuyen a la salvación del alma, pues expulsan de ella el “principio diabólico”.

Extrañados del exceso de esta educación punitiva, los propios educadores cristianos, entre ellos Aurelio agustín formularán fuertes reparos. Y no era para poco, pues la severidad con que se trató a los alumnos fue semejante a la educación espartana,  los estudiantes eran intimidados y no tenían opinión. Como medios correctos se usaban la fusta, el látigo, la palmeta, las cadenas, los selicios, el cordón y hasta el calabozo. Se llegó a decir “la letra con sangre entra”.

  • Imperio del “principio de autoridad”. A decir de Esteban Hidalgo Santillán (23): “…. Los primeros tiempos del cristianismo y dentro de los métodos deductivo y dogmático, se emplean como formas de enseñanza: la predicación o plática, la epístola, la lectura comentada, la forma catequística. El Monasticismo utiliza como formas de enseñanza el dictado, la copia, la recitación… La escolástica aplica la deducción tomada de Aristóteles, titulado el maestro, a quien debe seguirse fielmente (es la época del Magíster Dixit), es decir,  “el maestro lo dijo, no hay discusión)… la forma Catequística consiste en un conjunto de preguntas con respuestas ya redactadas de antemano por el maestro, dejando a los alumnos solamente el trabajo de memorizarlas….”
  • Preponderancia de la Lógica. En ese tiempo, la Didáctica fue dogmática, rígida, debido a la influencia de la Lógica. Como se sabe toda la enseñanza medieval está atravesada por la influencia de Aristóteles. Y como dice Walabonzo Rodríguez (24): “Aristóteles fue el iniciador de los pasos didácticos: exposición, grabación y ejercicio, que corresponde a las tres fases del proceso de adquisición de conocimientos, que son la percepción, la memorización y la asociación… Aristóteles puede ser considerado como el padre de los métodos lógicos, pues él sistemtizo el método deductivo a través del procedimiento del silogismo”.
  1. Práctica del dogmatismo. Poniendo en relieve esta característica Konstantinov apunta que (25): “cada estudiante era llamado a la pizarra y debía repetir sin titubeos lo estudiado…”. Incidiendo sobre el mismo asunto Carrol Atkinson y Eugene Maleska (26) señalan: “La educación medieval en los distintos tipos de escuela… se fundaba en la absoluta confianza en el libro de texto; en realidad, la mayoría de profesores sólo sabían lo que éste explicaba… No se fomentaba ni el análisis crítico ni la iniciativa ni la originalidad. La instrucción se limitaba a la memorización de las obras disponibles… Los eruditos defendían tan sólo aquellos principios que la Iglesia consideraba ortodoxos… en el transcurso de la clase el profesor leía el texto junto con sus glosarios y anotaciones”.
  1. Cultivo del Ascetismo y Anacoretismo. Konstantinov relata que (27): “El cristianismo utilizaba… la concepción del pecado original y exhortaba a la abstinencia, al ascetismo y a la mortificación de la carne para la salvación del alma en la vida de ultratumba”.

Según Ernesto Codignola (28): “El ideal ascético comenzó a delinearse ya en San Pablo y San Juan. La imitación de Jesús, la “perfección cristiana” pareció por mucho tiempo asumir la renuncia a muchos placeres y bienes de la vida”… se comenzó a preferir el asilamiento en los lugares más terribles y solitarios, a menudo en el desierto mismo, en grutas o en chozas, así el ascetismo se convirtió en anacoretismo”.

  1. Carácter supranacional de la cultura cristiana. No encalló en nacionalismos estrechos. Muy al contrario empleando un idioma universal como es el latín y al lado de él una religión monoteísta se propagó por los confines del mundo, fundado en su poderío económico proveniente de la posesión de dilatadas tierras y la administración de una poderosa institución bancaria. Jugaron un rol determinante en este sentido la aparición de las Universidades.
  1. Hegemonía de la Escolástica. Atkinson indica (29) que “por escolasticismo suele entenderse el método de seleccionar y clasificar principios generales u opiniones sacada de los autores religiosos o clásicos comentando para ello, y de forma sistemática, dichas opiniones, examinando los argumentos de ambos bandos, refutando los argumentos del bando contrario y sacando conclusiones”. Según Gastón Maria (30). El Escolasticismo se caracterizó por su aristocractismo (estuvo exclusivamente en manos del Clero); su intelectualismo (predominaba la facultad de razonar abstracta y formalistamente; y su cosmopolitismo (porque tuvo validez para todas las partes).
  1. Su naturaleza antisensualista. El historiador Mayer (31): los conocimientos no le vienen al hombre por la vía de la experiencia o los sentidos, sino que es un proceso místico, pues la verdad sólo puede ser captada por unos pocos y sólo a través de la Iglesia. Extremando su dirección verbalista y literaria, los monjes insinuaban a prepararse mejor en Gramática, Historia, Etica y Humanidades, si es posible renunciando a la Educación Física, a la que consideraban pecaminosas.
  1. Dignificación de la mujer. El Cristianismo considera que la mujer fue estropeada por las sociedades paganas y bárbaras, donde la práctica del adulterio, la poligamia, el divorcio, la violación y el ultraje son comunes. A la mujer se le sometió a una enseñanza minúscula de quehaceres domésticos. El cristianismo pretende reivindicarla colocándola al plano del varón.
  1. Persistencia de una educación clasista. A estar de Konstantinov (32): “La masa fundamental del pueblo no recibió enseñanza en las escuelas; los padres educaban a sus hijos durante el trabajo cotidiano. Pero quien ha formado la más acerada crítica a la situación de la educación en manos de los cristianos es Aníbal Ponce (33), cuando remarca: “Se repite con muchísima frecuencia que el monasterio ennobleció el trabajo manual que la antigüedad había despreciado. La leyenda es tan falsa como la relativa a la participación del cristianismo en la liberación de los esclavos. Que en los monasterios se trabajaba y de acuerdo a un plan preciso, lo hemos dicho ya. Pero eso no implica afirmar que todos los miembros del monasterio trabajasen como si fuera aquello una primitiva comunidad sin clases, o una iglesia cristiana de los primeros tiempos. No sólo el abad del monasterio pertenecía siempre a la nobleza… sino que “los trabajos más penosos estaban a cargo de siervos y de esclavos”. Dentro de los monasterios, tenidos por algunos como modelo de la “vida perfecta”, la división en clases sociales continuaba idéntica: de un lado, los monjes destinados al culto y al estudio; del otro, los esclavos, los siervos y los conversos, destinados al trabajo”.

FORMAS DE LA EDUCACION FEUDAL

El modo de producción servil, tanto en Occidente como en Oriente adoptó múltiples formas, unas veces en función de su carácter embrionario, otras por el tipo de religión (cristiana o musulmana) y finalmente atendiendo a las peculiaridades de su clase social (nobleza, burguesía, pequeña-burguesía, clero, artesanado, etc.) o su territorio (Europa Central, Africa del Norte o Arabia). Para tener un cuadro relativamente completo de estas modalidades, presentamos a continuación los matices más saltantes.

  1. Educacion Patristica. Es la que corrió a cargo de los Padres de la Iglesia en su afán de difundir el Evangelio de Jesús por los confines del mundo. Se dice de ella que fue “una educación sin instrucción” o sin escuela, porque no contó con un plan de estudios determinado. Su objeto no es formar al educando, sino al cristiano en general preparándolo para la vida religiosa. Esta modalidad acontece en circunstancias en que los emperadores romanos aplican una severa persecución al cristianismo considerándolo portador de una ideología nociva a la estabilidad del Imperio Latino. Prácticamente constituye un momento heroico de los predicadores cristianos, donde muchos de ellos son inmolados. De otro lado, se producen fuertes fricciones entre la “cultura clásica” grecolatina, que es calificada como pagana o profana, y la “cultura cristiana” que es de índole espiritualista e idealista.

Los tratadistas de la pedagogía patrística consideran a Jesús como el “pedagogo de la humanidad” y luego indican a sus seguidores los Apóstoeles, Evangelistas y Discípulos. El ideal de estos educadores es la Santidad, la  búsqueda de la salud del alma. Desde esta óptica, no interesa el cultivo de la ciencia, porque la educación es un proceso íntimo y subjetivo. Bajo este concepto la enseñanza está considerada como una obra de misericordia, pues hay que enseñar al que no sabe. El maestro debe darlo todo gratis (gratis lo recibisteis, gratis dadlo).

La odisea experimentada por los creyentes de los primeros siglos de nuestra era, concluyó cuando el emperador Constantino, luego de convencerse de que la igualdad preconizada por la Iglesia debía plasmarse en el reino de los cielos y no en la tierra, oficializó el cristianismo como religión del Estado. Así terminaron las persecuciones tendidas por Domiciano, Nerón, Trajano, Marco Aurelio, Valeriano y otros.

En suma, la educación patrística coexistió con la educación esclavista romana en sus primeros cinco siglos de nuestra era. Su programa educativo fue muy sencillo y elemental. Comprendía los siguientes pasos:

  1. La formación doméstica, donde la familia actúa valiosamente, ennobleciendo el sacramento del matrimonio.
  2. La formación catequística, donde al creyente se le enseña el catecismo, con miras de recibir el sacramento del bautismo.

Son educadores de este período, aparte de los fundadores: Filón, El Hebreo, San Cirilo, Gregorio Nacianzeno, Gregorio Niseno, Panteneo, San Marcos, Elio Donato, Priscinao, Mario Victorino, Marciano Capella, Atemágoras, Taciano, Tertuliano y San Justino, San Juan Crisóstomo y Manlio Severino Boecio.

Pero de una manera más nítida tuvieron brillo:

Clemente de Alejandría (150-215). Precisa que “Dios es el auténtico educador”, condena los castigos. Los niños deben ser educados por el “Logos pedagogos” en su primera fase y después por los Didáskalos. Es autor de la obra “El Pedagogo” que es la primera obra cristiana.

Orígenes (185-254). Admitió a la mujer en los estudios superiores y fundó una escuela en Cesárea.

San Basilio Magno (330-379). Famoso por ser el fundador de los Monasterios y por haber planteado el enclaustramiento. Estimuló la práctica de la caligrafía.

San Jerónimo (340-430). En su Obra De Magistro aconseja a los educadores descender al nivel del inculto para hacerse entender mejor. Fundó seminarios para obispos. Es adversario a los castigos, pero recomienda la práctica de la disciplina.

  • Educacion Catequistica. Es la misma educación patrística, sólo que ya está algo sistematizada y da pautas precisas. Por ejemplo denomina a los elementos componentes del proceso educativo del siguiente modo:
  1. Catecúmeno. Es el estudiante instruido en la moral cristiana y que está listo para recibir el bautismo.
  • Doctores. Son los que se consideraban “iluminados” por el espíritu santo (presbíteros, diáconos, obispos). Terminaron aislándose y fundando otras instituciones.
  • Catequistas. Son los que guiaron a los catecúmenos y que se prepararon previamente en una Escuela. Uno de ellos fue Panteneo.
  • Didáskales. Son maestros que también dan instrucción catequista.
  • El Catecumenado. Consistía en todo un proceso de incorporación a la religión cristiana que observaba los siguientes pasos: Inscripción del candidato; período de prueba por un año, la iluminación y el bautismo.
  • Escuelas catequísticas. Se crearon para enseñar la doctrina cristiana y fueron notables conductores: Panteneo. Tito Flavio Clemente y Orígenes. La primera escuela funcionó el año 179.
  • Cursos. Se enseñaba catecismo, música y canto.
  • Catacumbas. Lugares de refugio que sirvieron de Escuela para el adoctrinamiento religioso.

Otras escuelas que se instituyeron fueron en Cesárea, Antioquia y Eddesam, a más de Alejandría.

  • Educacion Monastica. Este tipo de educación estuvo gestándose desde los Siglos II y III de nuestra era, pero es a partir del Siglo VI donde empieza a tener una presencia real. Se indica a San Antonio (251-356) y a San Pacomio como los gestores de esta variedad de enseñanza.

La vida monástica recoge como fuente de inspiración el Legado de Jesús, es decir, la búsqueda de la perfección cristiana, renunciando a los placeres y bienes de la vida, para lo cual hay necesidad de aislarse del trafago de la vida para llevar una vida solitaria, lejos de la concupiscencia, el orgullo e ingresando más a prácticas de ejercicio de abstinencia y ayuno.

Lo más valiosos de la vida monacal no es el cultivo de la inteligencia ni el enciclopedismo. Lo que interesa es la vida religiosa y la práctica de una moral muy elevada, de ahí que no hay apuro para la cultura. En cambio se propende a los Trabajos agrícolas, a la artesanía, al copiado de manuscritos, al trabajo manual,  a la agiografía (biografía de los santos), a la autarquía (autosostenimiento), trascripción de los códices, trabajos artísticos, De ahí que su plan de estudios también es elemental, pues se contentaban con lectura, escritura, lectura de salmos y epístolas, las sagradas escrituras, las oraciones y cánticos, música sacra y a lo más el salterio, escritores clásicos.

El monacato tiene sus comienzos en el desierto, sobre todo en Oriente. Sus precursores al inicio marcharon dispersos, pero al caer en el marasmo, se vieron obligados a reunirse y hacer vida monacal. Dos son las figuras imponentes de los Monasterios:

San Pacomio. Instituyó la primera comunidad en Taberna; trazó el camino al monarquismo, estableciendo reglas de enseñanza y horario de estudios; obligó el aprendizaje memorístico del salterio (salmos).

San Benito de Nursia (480-543). Fundó la orden benedictina y creó el Monasterio de Monte Cassino. Intensificó la educación de los Oblatos (niños ofrecidos). Impuso el silencio en la lectura y utilizó los azotes. Más tarde su obra se propagó a través de los Conventos  venedictinos: Luxeñil, Carbiere, Fulda, Saint Gall y Richenau.

Indudablemente, el aporte principal de esta modalidad de enseñanza viene a ser la constitución de los OBLATOS: La Escuela Monástica entendió perfectamente la educación de clase. Es así como para preparar a los monjes ligados a la clase dominante, instituyó el adoctrinamiento del siguiente modo:

  1. Escuela para Internos (Oblatos) Pueri-Oblati, que recibían clases en latín, de conocimientos de poesía e historia, a partir de los 7 años, hasta los 14 años, en medio de una férrea disciplina. Luego se alistaría para el Trivium (artes triviales) y el Quadrivium (artes reales), prácticamente hasta la Teología.
  • Escuela para Externos (Seglares) prácticamente allí no impartían nada, porque se trataba de niños pobres y laicos. No estaba regido el enclaustramiento.

Tanta fue la gravitación que tuvo San Benito en su labor, que a partir de él se organizan una serie de órdenes religiosas: benedictinos, cluniacenses, cirtercenses, franciscanos y dominicos. Aparte de esto, dentro de la propia concepción monástica, se fundaron Escuelas Monásticas, siendo las más famosas las siguientes:

  • Monte Cassino en Italia.
  • Cork en Inglaterra.
  • Fulda en Alemania.
  • San Gall En Suiza.
  • Tours  en Francia.

Son también notables difusores y creadores de Monasterios los siguientes:

Casiodoro (490-585). Fundó el Monasterio de Vivarium  y una Biblioteca. Insistió en una preparación para la vida eterna, fue benedictino.

Isidoro de Sevilla (560-636). En su condición de Obispo, constituye el representante típico de la pedagogía medieval. Escribió un tratado: Etimologías.

Beda el Venerable (672-735). Creó un Monasterio en Inglaterra. Llegó a ser el hombre más erudito del medioevo. Recomendó enseñar en forma ordenada: primero la gramática, después la dialéctica, retórica y filosofía, sucesivamente.

Par ingresar al Monasterio se requería hacer voto de pobreza y castidad. Según el Papa Gregorio, la instrucción que se impartió fue superficial, de tal modo que San Benito no pasó de ser un ignorante incultivado.

Finalmente se considera también educadores monásticos a Adelmo, que vivió el Siglo VIII y a san Bonifacio (657-604), que fue Papa y fundó una escuela para Cantores y enseñó música; San Columbano (534-615) que fundó bibliotecas.

  • Educacion Episcopal. A diferencia de las Escuelas Monásticas, funcionaron en las urbes (sede de los Obispados) y naturalmente estuvieron a cargo de los Obispos. Estuvo dirigida por Escolásticos o Magíster Scholarum. Se creó para la formación de eclesiásticos, diáconos, sacerdotes. Precisamente en una de éstas enseño Aurelio Agustín. Se enseño Teología y Humanidades.
  • Educacion Presbiteriana o Parroquial. Se impartió en los ámbitos rurales, a cargo de las Iglesias. Tuvo por maestros a los sacerdotes y consideró como cursos: los salmos, las escrituras y cantos, Tuvo como objetivo asimilar a los niños bárbaros que pululaban en los campos. Constituyeron el germen de las escuelas populares. El fundador fue el presbítero Protógenes, que dio sólo una enseñanza rudimentaria. Según Konstantinov (34) las escuelas parroquiales enseñaban por un espacio de cinco o más años. Junto a los niños estudiaban también jóvenes e inclusive adultos que había decidido alcanzar “la sabiduría” de los libros.
  • Educacion Abacial. A decir de Foley Gambetta (35): “En estas escuelas se realizaban estudios mayores, de categoría universitaria, aunque no se extendieron mucho. Los grandes educadores de la Edad Media proceden de estas escuelas abaciales”. Entre ellos Alcuino, Rábano, Mauro, Walafrido Estrabón, Lupo Servando y otros. Funcionaron en las Abadías y estudiaron preferentemente la Teología. Existieron escuelas abaciales en Tours, Fulda, Riechanu. Mientras no había universidades cumplieron algún papel.
  • Educacion Palatina o Cortesana. Hace su aparición entre los Siglos VIII y IX, teniendo como gestores precisamente a gobernantes como Carlomagno (742-814) y  Alfredo El Grande (871-901). Prácticamente estos emperadores sentaron precedente para la futura educación pública, obligando a través de Edictos y Capitulares la instrucción de la niñez, que debió estar super vigilada por Inspectores (Missi Dominici). Lo peculiar de esta suerte de educación es que, dado que los gobernantes mismos no habían estado preparados para la cultura enciclopédica, tenían que asistir a las clases para formarse rudimentariamente. Se dispuso la enseñanza de Aritmética, Astrología y Teología, después el Trivium.

Tanto fue el interés por aprender la cultura, por parte de los gobernantes, que para este fin, tuvieron que contratar los servicios de los educadores más famosos de ese tiempo. Ellos fueron:

Albino Alcuino (735-804). Fue Obispo de Cork. Dio vida las escuelas de Corbia, Metz, Fontenelle, Reichenau y Prumm. Diríamos que fue una especia de Ministro de Educación en Francia.

Rábano Mauro (776-865). Fue el primer maestro en Alemania. Formó clérigos. Enseño en el Monasterio de Fulda e inició estudios teológicos.

Juan Escoto Eriúgena (810-875). Durante 35 años estuvo a cargo de la enseñanza en varias instituciones. Es un precursor de la escolástica.

  • Educacion Catedralicia o Conventual. Fueron el anticipo de las Universidades. Funcionaron en los Conventos a partir del Siglo XI, en medio de lujo y boato. Estuvo destinado a la enseñanza superior de las clases dominantes del medioevo. Tuvieron maestros a obispos, monjes y didáscalos. Se señala como creador a Crodegando de Metz, autor de escuelas clausúrales y fundacionales. Tuvo la misión de formar clérigos. Su plan de estudios se concentró a enseñar el Trivium y el Quadrivium, añadiendo Teología, Religión e Idiomas. A decir de otros fue introducida por San Eusebio.  Contribuyeron a darle prestigio: Alejandro de Villadel y Everardo de Bethum.

Se señalan como escuelas catedralicias famosas a las siguientes:

  • Letrán en Italia.
  • Lyon, reims y Notre Dame en Francia.
  • Lieja y Utrecht en Bélgica.
  • Magdeburgo y Padeborn en Alemania.

Hubieron también en: Tours, Chartres, París, Orleáns, Canterbury y  Toledo.

Enseñaban Ciencias Naturales en Chartres y Reims. Matemáticas en Barcelona y Vich.

  • Educacion  Escolastica. No se concibe el éxito de la educación catedralicia, sin contar con la enseñanza escolástica. Diríase que, mientras la denominación de Catedralicia deviene por el lugar donde se imparte la educación (las Catedrales), la educación escolástica, toma ese nombre considerando el método y el contenido entregado en las clases.  Son exímios representantes de la Escolástica, los siguientes educadores:

San Anselmo (1033-1109). Considerado como padre de la escolástica, Plantea llegar al conocimiento a través de la fe y no a la fe por el conocimiento. Según él, la educación debe partir por el interés del discípulo.

San Pedro Abelardo (1079-1142). Es representante el ergotismo. Creó la Universidad de París. Porpugna el empleo de la razón usaba como método la disputación.

San Bernardo (1091-1153). Realmente es más místico que escolástico. Antepone la fe a la razón.

Hugo de San Víctor (1096-1141). Señala que donde no hay disposición y capacidad del discípulo no puede haber educación. Propugna la enseñanza de acuerdo a la edad del educando.

San Alberto Magno (1206-1280). Planteó la conciliación de la fe y la razón, es decir de la Teología con la Filosofía.

San Buenaventura (1221-1274). Dice que el estudio debe seguirse con diligencia, constancia, paciencia y sinceridad. Hay que desconfiar del estudiante charlatán.

Santo Tomas de Aquino (1224-1274). Fue la más alta expresión de la escolástica. Rechazó el agustinismo de la iluminación interna. Plantea que hay dos tipos de aprendizaje: por cuenta propia o invención o por cuenta de un maestro (por adoctrinamiento).

El maestro no da la ciencia. Es el discípulo el que debe descubrir bajo el estímulo del maestro.

La educación depende de las cualidades potenciales del individuo.

Raymundo Lulio (1232-1315). Recomienda seguir a la naturaleza en materia de educación. Aconseja empezar por la lengua materna. Es partidario de la selección de los alumnos de acuerdo a sus aptitudes y subordinación a la Teología.

Rogelio Bacon (1210-1292). Contradiciendo los principios de la Escolástica, afirma que la verdad proviene de la experiencia y no del poder discursivo de la lógica abstracta. Dio gran importancia a las Matemáticas.

Nigerio de Bravante (1235-1281). Por ser opuesto a las tesis del tomismo en filosofía fue condenado.

El Maestro Eckhart (1260-1327). El conocimiento pasa de lo sensible a lo racional.

Juan Duns Scoto (1274-1308). Señala que la filosofía nos da la verdad, sólo en el mundo natural. La Teología sólo nos guía en el mundo moral y sobrenatural.

Guillermo de Ockam (1300-1349). Separa por completo la fe de la razón y sostiene que ningún dogma puede ser demostrado. Se declaró como Demócrito un atomista. Es el inspirador de los empiristas.

Un aspecto que constituye la contribución de la Escolástica, se refiere a su Metodología. Para ellos la enseñanza empieza con:

El Lectio que consiste en la exposición de un texto, el comentario del mismo, el planteamiento de cuestiones, la investigación del tema y el compendio de los resultados.

La Disputatio que consiste en presentar tesis y luego controvertirlas.

La Ratio. Es el uso del razonamiento.

  1. Educacion Musulmana o Arabe. La peculiaridad de este tipo de educación reside en que no se trata de una educación cristiana, sino más de una islámica que tienen por centro a Alá y al Corán, en lugar de Jehová y la Biblia. El mérito de los árabes consiste en haber traducido anterior que los escolásticos al filósofo Aristóteles y haberse sumergido desde temprano a la investigación científica, sirviéndose de la matemática, la alquimia, la química y astronomía. Descollaron en Medicina y algunos de sus pensadores asumieron posiciones cercanas al materialismo. Destacan como sus mejores educadores:

Avicena (930-1037). Afirma que la educación debe preocuparse por cultivar el misticismo. Destacó en Medicina.

Alfarabi. Dice que el maestro es el representante de Dios sobre la tierra.

Averroes (1126-1198). Señala que el saber es un proceso eterno y que el verdadero maestro debe estar libre de supersticiones.

Algazzali. Plantea el ascetismo en la educación.

  1. Educacion Caballeresca o de la Nobleza. La clase dominante en el modo de producción feudal es la Nobleza. Fieles a las enseñanzas de Platón y Aristóteles y de toda la cultura esclavista, los señores feudales consideraban que la ocupación manual o la agricultura era propio de siervos o esclavos. De otro lado, pensaban que la formación humanística, de las letras y la enciclopedia era propio de personas afeminadas. Lo que más les interesó fue la extensión de sus dominios, utilizando mesnadas. Creyeron que bastaba algunos rudimentos  de lectura, escritura, canto y moral para poder desenvolverse. A causa de esta manera de concebir las cosas, existían caballeros rudos, analfabetos y de cualidades pobres. Todo esto fue corolario también del legado de los germanos que consideraban valioso cultivar la valentía, al arrojo, la fuerza y la lid, para salir airosos en los encuentros con adversarios.

La educación caballeresca es una educación militar y practicada por un pequeño grupo afortunado. En esto tuvo semejanza con la educación de la fase homérica de Grecia y la fase patricia de Roma. Igual que en Esparta o en roma, se estimuló el valor temerario, la arrogancia personal, el respeto de sí mismo, la cortesía, la palabra de honor, la ferocidad salvaje, el coraje hasta la locura, la prodigalidad frívola, la extravagancia, escasez de fe cristiana el desprecio por la vida, la sinceridad y lealtad, la galantería, la gracia, el sentimiento de fraternidad y hermandad, la pérdida de miedo, capacidad bélica. Consideraba como virtudes la fidelidad al amo, la protección a los indefensos, la cortesía con las damas, el servicio al príncipe y al Estado.

Para reunir estas cualidades debía ser ejercitado en carrera, equitación, esgrima, manejo del arco y lanza, la caza. De esa manera alcanzaría las 7 virtudes caballerescas que se complementaban con la formación espiritual consistente en oraciones, poesías, lectura, escritura, canto y música, de manera que resultaba un gentilhombre, pero que a mismo tiempo estuviera dispuesto a asistir a la guerra de las cruzadas.

Este tipo de educación empezó a partir del Siglo IX y se prolongó hasta el Siglo XI y XII. Llegaron a contar cierto código de honor; sabían jugar ajedrez para logar la perseverancia y tener capacidad para orientarse.

Todo esto estaba encaminado a lograr un brillo en la sociedad, aunque por otro lado, llegado al infortunio practicaban el pillaje, Recibían de vez en cuando las enseñanzas de parte de un miembro del Clero para refinar sus hábitos. De niños su educación se confiaba a un ayo. Y en esencia, la educación estuvo dirigida a mantener al pueblo en la docilidad, domesticación y el conformismo.

La formación del niño atravesaba por fases. Hasta los 7 años lo educaba la familia o asistía al Palacio. A los 7 años entraba de Paje. A los 14 ya podía ser Escudero y a los 21 o más se le armaba de caballero.

  1. Educacion Gremial o Artesanal. Surge al influjo del desarrollo de las urbes y la formación de los Burgos, al compás de las corporaciones de profesionales dedicados a la artesanía, industria y comercio. De acuerdo a sus profesiones, u oficios (carpintería, sastrería, tejidos, alfarería, hojalatería) se reunían los ciudadanos para defender sus intereses. Mientras los artesanos forman sus gremios, los comerciantes, optaron por organizar sus corporaciones. El grado máximo de la artesanía, la constituyó el ser maestro, precedido por los oficiales, aprendices y peones. Para mejorar su técnica crearon escuelas. El aprendiz generalmente estudiaba o practicaba hasta los 15 o 16 años; el oficial ya ganaba un jornal y el maestro tenía la condición de director del trabajo.
  1. Educacion Ciudadana o Municipal. Tuvo carácter esencialmente práctico. Su rasgo peculiar es que la enseñanza se dé en lenguaje vernacular, hay un sentido nacionalista y patriótico en la enseñanza. Se propende a estudiar la historia, la geografía y las ciencias naturales, en oposición al Trivium y el Quadrivium. Al comienzo los maestros fueron ambulantes y mal remunerados. Con el correr del tiempo, los Municipios subvencionaron correctamente a los docentes. El nombramiento de profesores y del director o rector depende de los Alcaldes, los que inclusive tomaban exámenes a los postulantes. Tuvo carácter laico, pero en algunos municipios fueron llamados ciertos clérigos.

Su plan de estudios consideraba la lectura, cálculo, doctrina cristiana.

El tabulista se encargaba de enseñar el alfabeto y el grammatista, la gramática.

  1. Educacion Universitaria. Constituyó lo más culminante de las formas de educación medieval y universal. Su origen se halla en el seno de las escuelas catedralicias. Es verdad que en Atenas, Alejandría y Roma, ya habían estado gestándose una suerte de institución universitaria; pero es recién a partir del Siglo XI y concretamente en el Siglo XII donde la educación universitaria toma cuerpo definitivo.
  1. Significado de “Universidad”. Viene del latín “Universitas” que en el fondo significa corporación o reunión de representantes de naciones, oficios o profesiones, al modo de los gremios artesanales. Tan cierto es esto que ser estudiante significaba ser “aprendiz”; ser oficial quería decir tener licencia docencia y haber concluido y graduado significaba ser maestro. Con el correr del tiempo para diferenciarse, se adoptó el nombre de doctor. De ese modo no debía haber confusión con los artesanos. Hoy día mismo, sigue calificándose la Universidad como una “corporación” de egresados, docentes y alumnos.
  • Creación de las Universidades. Estas instituciones se gestan por iniciativa de los Papas, de las Potestades, Reyes y Príncipes, solicitud de docentes y a veces pedido de alumnos. Naturalmente, ha sido la Iglesia la institución que ha estado más cerca de proporcionar subvenciones, alquilar locales y dotar de profesores (canónigos). Al inicio, las Universidades no se ocupaban de la investigación, antes bien, continuaban usando el método escolástico.
  • Notas peculiares de las Universidades. Contrariamente a los Monacatos y escuelas catedralicias, en las Universidades empezaron a respirar aires de liberalismo. Tal es así que llegaron a contarse ciertos privilegios, entre los que se menciona la autonomía para administrar sus fondos, para elegir sus autoridades, el goce de franquicia o de impuestos, legislar sus propios estatutos, acceder al derecho de huelga, gozar de inmunidad, tener derecho a expedir o conferir grados y títulos de bachiller, doctor o maestro, así como licenciaturas.
  • Las Facultades. Facultad significa “poder” y en este caso quería decir la posibilidad e organizarse por asignaturas o ciencias afines con miras a otorgar títulos. Las primeras facultades fueron las de Artes, Medicina, Teología y Derecho, siendo la primera de carácter preparatorio para las restantes.
  • Régimen de Estudios. Al principio los alumnos tuvieron toda suerte de  prerrogativas: tachar a profesores, exigir su asistencia, revisar los Syllabus, señalar la fecha de inicio y conclusión de las clases, disponer la repetición de ciertos contenidos; multar a los docentes incumplidos, etc. La Universidad también fue conocida como Studium Generale y luego como Universitas Studiorum. Para recibirse de Bachiller, se requería cuatro años de estudio. Para conseguir la Licenciatura otros cuatro años, y si se quería graduarse de doctor o maestro, debía estudiar dos o tres años más. También  adoptó en cierto momento el nombre de Colegio Universitario por la circunstancia de que estudiaban o leían en grupo. El Colegio significó además un lugar donde había hospedaje, pensiones, comida y biblioteca.
  • La Metodología de Enseñanza. No diferenció de los centros claustrales o conventuales. La didáctica consideraba primero el Lectio (exposición de análisis de un texto); luego la Questio que significaba la presentación de los argumentos; finalmente la Disputatio que implicaba la discusión de los temas sugeridos.

Pervivió la escolástica y el silogismo aristotélico-tomista.

  • Los Grados. La Obtención del bachillerato implicaba ser mitad alumno y mitad maestro. La consecución de la Licenciatura facultaba poder enseñar. Y la graduación de doctor era la coronación de los estudios. Se solía festejar los grados pomposamente, ofreciendo banquetes y festines. Este proceder se denominaba Conventario. Los alumnos se colocaban la toga, el birrete y el anillo.
  • Contenido de los estudios. Se imponía el Trivium y el Quadrivium. Sin embargo algunas universidades se caracterizaron por una especialización. Así la universidad de Salerno, formaba médicos; la de Bolonia, Juristas y la de París, Teólogos. Al principio no se cultivaban las ciencias.
  1. Las Universidades: medio de ascenso social. En un principio las Universidades nacieron para servir exclusivamente a las castas aristocráticas feudales. Sólo quienes estaban respaldados por una gran fortuna podían acceder a ellas. Pero no bien la clase social burguesa fue tomando cuerpo en la fase final del medioevo, empezó a adquirir nombradía y títulos a base de su dinero. Es así como la Universidad constituirá un canal de ascenso para la clase burguesa que le disputará a los señores el poder político y el control de las mismas. Comentando sobre la naturaleza de las Universidades, el maestro Aníbal Ponce (36) anota: “La fundación de las universidades abrió para la burguesía la participación en muchos de los beneficios de la nobleza y del clero que hasta entonces le habían sido negados. Uno de los privilegios municipales otorgado por Alfonso de Poitiers en el Siglo XIII, por ejemplo, fue el de permitir a los hijos de burgueses el ingreso a las órdenes religiosas…”

De otro lado, la universidad siguió siendo clasista. El mismo Ponce nos lo demuestra en los siguientes términos (37): “Desde el rector hasta los estudiantes eran todos hombres de fortuna. No sólo el modo de vestir y el séquito de los rectores imponían gran dispendio, sino también el de los mismos profesores. Pero hay un rasgo que los señala además con perfil particular: Todos casi sin excepción eran usureros…”

Las Universidades del Feudalismo.

Francia: París, Orleáns, Montpellier y Tolosa.

Italia: Salerno, Bolonia, Padua, Nápoles, Pavia y Pisa.

España: Salamanca, Sevilla, Barcelona, Valladolid, Alcalá, Zaragoza, Sigüenza y Palencia.

Alemania: Colonia, Leipzig, Heidelberg, Friburgo, Basilea, Maguncia, Wittemberg, Franckfort y Tubinga.

Inglaterra: Oxford y Cambridge.

Austria: Viena.

Portugal: Coimbra.

Checoslovaquia:    Praga.

Polonia: Cracovia.

PREGUNTAS DE INVESTIGACION Y ANALISIS

  1. ¿Qué significa la presencia del Colonato en el tránsito de la sociedad esclavista a la feudal?
  2. ¿Por qué se dice que el propietario de un feudo fue a la vez vasallo y señor?
  3. ¿Hubo desarrollo científico en la sociedad medieval?
  4. ¿Cuál fue la situación económica del Clero en el régimen de servidumbre?
  5. ¿Qué prejuicios hubo contra la Educación Física en el Medioevo?
  6. ¿Por qué se dice que hubo rasgos espartanos en la educación cristiana?
  7. ¿Por qué el cristianismo fue considerado un peligro por los romanos?
  8. ¿Por qué se afirma que el cristianismo tuvo una educación sin instrucción?
  9. ¿Cuál  fue el ideal de la educación patrística?
  10. ¿Qué nivel intelectual tuvieron los Caballeros en la Edad Media?
  11. ¿Qué significa “anacoreta” o “asceta”?
  12. ¿Qué fin persiguió la educación catequística?
  13. ¿Qué  grado de instrucción tuvo Carlo Magno?
  14. ¿Qué quiere decir “Universidad”?
  15. ¿Qué diferencias puede establecerse entre la educación parroquial y episcopal?
  16. ¿En qué residía la diferencia de la escuela para “oblatos” y la escuela seglar?
  17. ¿Qué diferencias encuentra entre la educación cristiana y la árabe?
  18. ¿Cuál es la diferencia entre la educación municipal y la monacal?
  19. ¿Cómo se benefició la burguesía con las Universidades?
  20. ¿Cómo trató el caballero a la mujer?
  21. ¿Qué diferencia encuentra en el pensamiento de Guillermo de Ockam con la de San Anselmo?
  22. ¿Desde cuándo se enseño el Trivium y el Quadrivium?

REFERENCIAS

  • Víctor Alfanisiev, Op. Cit. p. 198.
    • Ryndina Karaataev y otros. En: Historia de las Doctrinas Económicas, p. 44.
    • Spiridonova y Otrosk, Op. Cit. p. 55-56.
    • Marx, citado en: El Materialismo Histórico por F.V. Konstantinov. p. 70-71.
    • Pokrovski, Op, Cit. p. 95.
    • Academia URSS, Op. Cit. p. 41.
    • Siridonova, Op. Cit. p. 53.
    • Ibídem, p. 57.
    • Marx. En Spiridonova, Op. Cit. p. 58.
    • N.G. Alexandrov, Op. Cit. p. 65.
    • Ibídem. p. 65.
    • Anibal Ponce, Op. Cit. p. 77-78-79.
    • Dynnic., en: Historia de la Filosofía, Tomo I, p. 151-152.
    • Mayer, Op. Cit. p. 153.
    • Emilio Vasquez, Op. Cit. p. 96.
    • Ibídem, p. 79.
    • Gastón María, Op. Cit. p. 56-57.
    • Aníbal Ponce, Op. Cit. p. 76.
    • N.A. Konstantinov, Op. Cit. p. 30.
    • Alves de Mattos L. En: Compendio de Didáctica General, p. 31.
    • Carlos Castillo R. En: Educación en China. p. 12-13.
    • N.A. Konstantinov. Op. Cit. p. 27.
    • Estaban Hidalgo S. En: Metodología General y Nuevos Métodos de Aprendizaje, p. 18.
    • W. Rodríguez. En: Dirección del Aprendizaje. p. 26.
    • N.A. Konstantinov, Op. Cit. p. 27.
    • Atkinson, Op. Cit. p. 43-44.
    • N.A. Konstantinov, Op. Cit. p. 25.
    • Codignola, Op. Cit. p. 105.
    • Atkinson, Op. Cit. p. 44.
    • Gastón María, Op. Cit. p. 77.
    • Mayer, Op. Cit. p. 147.
    • N.A. Konstantinov, Op. Cit. p. 27.
    • Aníbal Ponce, Op. Cit. p. 79-80.
    • N.A. Konstantinov, Op. Cit. p. 27.
    • Enrique foley, Op. Cit. p. 155.
    • Aníbal Ponce, Op. Cit. p. 89-90.
    • Ibídem, p. 91-92.

LA EDUCACION CAPITALISTA

CARACTERES DE LA SOCIEDAD BURGUESA AL MOMENTO DE NACER ESTE NUEVO MODO DE PRODUCCION.

Como bien precisa el materialismo dialéctico, lo nuevo no surge de “la nada”, sino de una situación anterior, prepara las condiciones para el nacimiento de algo superior y progresivo. Así, pues, la insurgencia del capitalismo estuvo signada dentro de las leyes del desarrollo social y siguiendo lo establecido por la ley de la negación, fue le propio régimen feudal el que alistó las premisas de un nuevo orden social.

La ocurrencia de esta nueva formación económico-social nos entrega los siguientes perfiles:

  1. Fuerzas Productivas. La humanidad conoce las ventajas de la brújula, la pólvora, la imprenta, la bomba centrífuga, la excavadora de canales, el tornillo cónico, la tracción de cable y las armas de fuego. Está pertrechado de los rudimentos de astronomía, mecánica, matemática, hidrotecnia, navegación, artillería y agronomía, lo cual repercutirá favorablemente en el auge del comercio y la industria y la propia evolución de la técnica y la ciencia.

El salto cualitativo notorio que se experimenta queda reflejado al advertirse que:

  • Del manejo de instrumentos toscos se pasa a los refinados.
  • De la rueca automática se pasa a la máquina de hilar.
  • Del martillo de mano se pasa al martillo de vapor.
  • De los aperos agrícolas a la maquinaria agrícola y a la agronomía.
  • De los talleres artesanales a las fábricas y al maquinismo.
  • De la navegación precaria al transporte transoceánico.
  • Del dominio del habitat europeo a la fauna y flora planetarias.
  • Del señorío del Mediterráneo a la exploración del Atlántico y otros mares.
  • Del conocimiento de un espacio físico constreñido a la formación de una nueva imagen del universo
  • De los mercados y puertos locales como: Flandes, Génova, Venecia, Florencia y Borgoña, a los mercados internacionales de Lisboa, Sevilla, Lyon y Amberes.
  • Relaciones de Producción. Si bien es verdad subsisten las relaciones de subordinación o dominación, por estar intacto el régimen de la propiedad privada de los medios de producción, sin embargo, el antagonismo entre explotados y explotadores sacudirá la estructura social diseñando un nuevo modo de producción clasista.

En efecto la oposición riqueza-miseria; tiranía-democracia; libertad-persecución, echará bases para la formación nueva que contendrá los siguientes rasgos:

  • Alrededor del siglo XIV, Francia empieza a decaer como potencia feudal; en cambio en Italia, comienza a tomar cuerpo la Manufactura abandonando su condición de país exclusivamente agricultor.
  • De la unidad existente entre medios de producción y productores directos, se produce el divorcio entre estos dos elementos.
  • De la posesión de sus pequeñas propiedades, los campesinos son violentamente despojados por los capitalistas, por requerir éstos de inmensos campos para la producción de pastos.
  • De la condición de propietarios de talleres que ostentaban los artesanos, pasa a la condición de obreros de fábricas por empobrecimiento absoluto.
  • De la condición de trabajadores de campo los siervos pasan a la de desocupados y se aprestan a buscar empleos.
  • De los oficios exclusivamente rurales, la humanidad pasa a desempeñar actividades propias de la ciudad.
  • De la producción individual artesanal se pasa a la producción mercantil organizada en Compañías.
  • De la actividad relativamente libre, el trabajador pasa a ser un apéndice de la máquina.
  • De las formas rudimentarias de transacción se pasará a la apertura de instituciones crediticias, bolsas de comercio y otras formas de perfeccionamiento financiero.
  • Jurídicamente el trabajador se sentirá libre e independiente, pero en la práctica dependerá económicamente del burgués.
  • Lucha de Clases. En el terreno social las contradicciones son cada vez más persistentes entre el popolo (pueblo) y la nubili (nobleza), inclusive, al interior del pueblo, entre el popolo minuto (población con diminutos ingresos) y el popolo grasso (población robusta).

El Siglo XIV es prolífico en la expresión de ese descontento:

  • En 1307, se subleva DOLCINO en Italia.
  • En 1343, se rebelan los trabajadores asalariados en Florencia.
  • En 1345, se plasma la primera huelga en Italia con CIUTO BRANDINI.
  • En 1358, se lleva a cabo la sublevación campesina de Jacquiere.
  • En 1378, se registra la primera rebelión de los pobres en Florencia.
  • En 1381, acontece un levantamiento campesino en Inglaterra conducido por WATT TYLER.
  • En 1832, se levantan los artesanos de París, al mando de CABOCHE.

En el Siglo XV, no está exento de protestas. En 1450, se concreta una sublevación campesina dirigida por JACK CADE.

Pero, el alzamiento que consiguió ribetes más estruendosos es la que se llevó a cabo en 1525 y que se conoce con el nombre de la Guerra Campesina de Alemania, la misma que fue iniciada por PEDRO PASSLER. En esta ocasión, los campesinos se negaron a pagar la renta en tributo a los señores feudales y empiezan a hacer resistencia con armas en la mano. El Jefe del Ejército es MIGUEL GAISMAIR.

El programa planteó la abolición de prestaciones personales, impuestos y diezmos. Exigen la devolución de las tierras y la confiscación de los bienes de la Iglesia; piden que los cargos eclesiásticos sean ocupados por elección democrática. Los más radicales solicitan la liquidación física de los feudales laicos y clericales.  En sus filas hallábanse componentes de las capas pobres. La guerra se prolongó hasta por 10 años, destacando como guías Tomás Muntzer y Miguel Gaismair. En la mira de éstos encontrábanse entregar el poder feudal a los del pueblo.

El alzamiento terminó con la muerte de Gaismair en 1532. Muchos críticos atribuyeron la caída de este movimiento a la circunstancia de haber sido una guerra burguesa prematura.

  • Superestructura. La conciencia social, acorde a los cambios producidos en la base y como bien dice el materialismo histórico, muchas veces, adelantándose a su propia base, condicionó la formación del modo de producción capitalista, en sus diversas esferas (1).
  • En el campo de la ciencia, el descubrimiento de las leyes mecánicas y la exploración del espacio sideral por GalileoK; la superación de la tesis tolemaica por la de Copérnico hicieron sentir el amanecer de una nueva concepción, si se tienen en cuenta que:
  • De la afirmación de que el mundo físico es finito, se pasa a la confirmación de que la naturaleza es infinita en el espacio ilimitado en el tiempo, gracias a las investigaciones de Giordano Bruno.
  • De la concepción materialista espontánea del universo, se pasa con Galileo a la concepción materialista-mecanicista, contando para ello con el aporte de las Ciencias Naturales.
  • De la confianza plena en la astrología, la magia y la alquimia, se pasa gracias a Leonardo Da Vinci a la necesidad de emplear métodos matemáticos y mecánicos para la explicación de los fenómenos.
  • De la idea de que los planetas y otros elementos celestes son gobernados por los dioses, se pasa ala explicación de John Kepler, de que los planetas se mueven en función de fuerzas físicas y leyes mecánicas objetivas.
  • Del conocimiento de la verdadera causa de la atracción de los cuerpos, se pasa a la aclaración de que, a decir de Newton, ello obedece a la ley de la gravitación universal.
  • De la vigencia plena y exclusiva del método aristotélico-tomista que presidió en la Edad Media, circunscribiéndose a la deducción y el silogismo, se pasa con Francis Bacon, a inaugurar un método mucho más eficaz y productivo: la inducción.
  • En la esfera de la Política.
  • Del descubrimiento del carácter del Estado feudal y burgués, se pasa a desenmascarar los intereses que persigue, el comportamiento cínico de los gobernantes y la ausencia de toda ética en la administración, en este sentido es fecundo el concurso de Maquiavelo.
  • De la naturaleza intocable de las instituciones organizadas por la clase dominante, se pasa con Tomás Muntzer a pedir su democratización, socialización y abolición de privilegios.
  • De la creencia y convicción de que la propiedad privada es innata al hombre e imposible su erradicación, se pasa con Tomás Moro a desentrañar su situación de causante de los grandes males sociales.
  • En la Esfera de la Religión.
  • Del carácter intocable que exhiben la Iglesia, el Papado y las instituciones consideradas sacras, se pasa a su cuestionamiento, gracias a la propaganda herética desplegada por Juan Huss, Martín Lutero, Pomponazzi y otros.
  • Del encubrimiento embozado de la corrupción de la Iglesia, se pasa al terreno de las herejías populares y doctas, pidiendo la confiscación de los bienes o su desintegración.

CARACTERES DE LA EDUCACION BURGUESA

Dado el ritmo del desarrollo experimentado por la clase social burguesa desde su condición de cuestionadora del orden feudal hasta su ascensión al poder y luego su hegemonía monopolista, el comportamiento que ha mostrado estuvo sujeto a sus intereses de clase. Es así como Gaspar Jorge García Galló, alude (2): “tres principales corrientes que actualmente tienen predicamento en la pedagogía burguesa: la pedagogía liberal, la pedagogía que pretende educar al individuo mediante la sociedad, y la pedagogía que opera con los conceptos de cultura, personalidad y formación”.

La pedagogía liberal que se orienta por las tradiciones de la lucha contra el orden feudal defiende el principio de que el desarrollo del niño debe ser estimulado y tenida en cuenta, primordialmente, su individualidad.

La segunda corriente principal era la pedagogía que ponía de manifiesto los intereses y las necesidades de la sociedad capitalista y se esforzaba en convertir la enseñanza en miembro utilizable y sumiso a esa sociedad.

La tercera corriente expresa las “supremas” aspiraciones de la burguesía, particularmente de la parte de la intelectualidad que combate en el plano intelectual la superficialidad y el egoísmo del estilo de vida de la gran burguesía. Esta pedagogía se convierte, en el imperialismo, en la defensa del establishment frente a las “influencias extrañas”, pregonando su espiritualización, al vincularse con al filosofía de la religión y el existencialismo.

En general, podemos señalar para la educación burguesa las siguientes características:

  1. Interrelación de enseñanza humanista y aptitud para la producción. La clase burguesa en el período del renacimiento (Siglos XV y XVI) a la par que quería para sus hijos una instrucción cultivada, exigía el aprendizaje urgente de nuevas disciplinas como la Contabilidad, las Finanzas, la Administración, el Derecho, la Estadística, el Cálculo, la Geografía y la Astronomía, porque estaba urgida en impulsar las actividades industriales y comerciales inherente a su ocupación cotidiana. Es así como el educador humanista Juan Luis Vives aconsejaba a los estudiantes “no tener vergüenza de entrar a las tiendas y facatorías” (3). Desiderio Erasmo (1467-1536) fijaba también como ideal humanista a la burguesía: “formar hombres de negocios que fueran al mismo tiempo ciudadanos cultos y diplomáticos hábiles”.
  • Exigencia de “Libertades”. Oprimida como estaba la burguesía en los albores de su formación, reclamó de los poderes constituidos la concesión irrestricta de libertades, tanto en el terreno de la producción y el intercambio, como en el proceso de la enseñanza. A decir de Ponce (4): “después de tantos siglos de sujeción feudal, la burguesía afirmaba los derechos del individuo como premisa necesaria para dar satisfacción a sus intereses. Libertad absoluta para contratar,  para comerciar, para crear, para viajar, para pensar”.

Pero esto sucede antes de que tomase el poder. Una vez en el mando, empieza a restringir las libertades que antes exigía. Por ejemplo, Condorcet (1743-1794), había pregonado que cada maestro debía enseñar las opiniones que creyese verdaderas y no las que el Estado haya juzgado como tales; pero después hallándose ya como Asesor del Régimen dice que la enseñanza primaria debía ser dirigida y vigilada por el Estado.

  • Enseñanza laica. Mucho antes de su ascensión al poder, la clase burguesa, había compatibilizado con los planteamientos materialistas de los filósofos materialistas Francis Bacon, Thomas Hobbes y John Locke; había asumido posturas ateas como las de Benito Spinoza, Rodolfo Agrícola y Voltaire, que habían recomendado no escoger ni un teólogo ni un retórico para la conducción de las escuelas. Pero, según el juicio del mismo Ponce (5): “la escuela laica, sin embargo, no fue una victoria, estuvo muy lejos de ser revolucionaria… En vez de combatir a la Iglesia, como Voltaire;  en vez de afirmar que un pueblo educado por sacerdotes nunca puede ser libre, como  Condorcet; éstos animadores del laicismo en la enseñanza solo predicaban en el fondo el máximo respeto por el hecho religioso…” los escolares siguieron teniendo sus horas  laicas y sus horas religiosas. Lo cual testimonia que la escuela no está nunca demasiado lejos de la Iglesia.
  • Predominancia del sensualismo sobre el Racionalismo. Los educadores de la clase capitalista, congruentes con su credo ideológico, en el período premonopolista, solicitaron la aplicación de métodos empíricos, experimentales y de observación de la realidad, argumentando que la posesión del mundo circundante era viable a través de la captación de los sentidos. Pero una vez que se posesionaron del gobierno de la sociedad, predicaron el imperio de la razón como el instrumento único y valedero para regir todo acto humano. En este sentido, primaron sobre ellos las ideas de Galileo, Copérnico, Giodano, Bruno, Telesio y Newton.
  • Excesiva confianza en el papel de la educación, como elemento transformador de la sociedad. Las ideas de Kant, Diderot y Helvecio y sobre todo el de este último, tuvieron fuerte gravitación en el pensamiento burgués cuando sostenía que el hombres se forma solamente bajo la influencia del medio y de la educación. Según Konstantinov, (6) Helvecio (1715-1771) expresaba: “que la educación nos ha hecho como nosotros somos”, “la educación  todo lo puede”, “todas las personas, en grado diferente, pueden ser educadas”. Luego decía que la escolástica convertía en tontos a los niños con la religión y que no sólo le era imposible formar verdaderas personas, sino tampoco a un hombre de buen juicio. Hay que eliminar el monopolio de la casta privilegiada de los nobles sobre la educación; es necesario reeducar a las personas.
  • Respeto a la Individualidad del Educando. A estar de lo sostenido por Alberto L. Merani (7): “el individualismo pedagógico surge del “descubrimiento” del niño como personalidad libre y autónoma, que en la concepción liberal de la sociedad, aparece como principio generador del Estado. El infante es visto como ser primario, original, con derechos naturales propios e inviolables que el Estado debe salvaguardar poniéndose al servicio de cada individuo.

En la concepción burguesa, el individuo es sagrado e inviolable; la sociedad debe defender y asegurar la individualidad”.

Pero, últimamente, al individualismo educativo vienen oponiéndose la pedagogía de socialismo porque la primacía no pertenece al individuo, sino al conjunto que constituye la sociedad. El individuo es simplemente una abstracción, porque la verdadera realidad la constituye la comunidad”.

  • El Paidocentrismo. Remarcando las palabras de Merani (8): “el centro de la escuela es el niño. La escuela no está hecha para el maestro sino para el alumno. El maestro está al servicio del educando, no de la educación; dedicado a promover el desarrollo del niño respetando y promoviendo siempre la personalidad, desenvolviéndose potencialidades innatas. El maestro es guía, sostén, consejero, compañero, hermano y padre que respeta su carácter y ayuda a formarse la personalidad de aquellos que le fueron confiados. La enseñanza, la disciplina, la educación, deben convertirse en autoaprendizaje, autogobierno, autoeducación.

El Paidocentrismo es propiciado por la “nueva educación”. Sin embargo, a decir de Ponce habría que preguntar a qué clase social interpreta la “nueva educación”. ¿A la burguesía? No puede ser, porque esta clase social ya ha mostrado que conduce al niño en función de sus intereses. ¿Al Proletariado? En las condiciones actuales no puede hacerlo, porque no podría construir al hombre nuevo a partir de la escuela burguesa. Sería una aspiración absurda. Es bien sabido que la clase que domina materialmente es la que domina también con su moral, su educación y sus ideas. Ninguna reforma pedagógica fundamental puede imponerse con anterioridad al triunfo de la clase revolucionaria que la reclama.

  • Persistencia del carácter clasista de la educación. Los educadores de la clase capitalista tenían perfecta conciencia de sus interese, tan es así que se reservaron para ellos una enseñanza utilitaria y/o humanística, dejando para el pueblo una enseñanza básica o de primeras letras. Así, Bernardo Basedow (1723-1790) estimaba que la educación para las “clases superiores deberían comenzar temprano y como deben ir más lejos que los otros, están obligados a estudiar más. En cambio, los niños de las escuelas populares, en conformidad con el objeto de su instrucción, deben disponer por lo menos mitad de su tiempo para los trabajos manuales, para que no se vuelvan torpes en una actividad que no es tan necesaria. El Educador Filangieri (1752-1788) era más tajante cuando sostenía que: “el agricultor, el herrero, etc. No necesitan más que una instrucción fácil y leve para adquirir aquellas nociones que son necesarias para regular su conducta civil. No puede decirse lo mismo de los hombres destinados a servir a la sociedad con sus talentos.
  • Restauración de la cultura grecolatina. El educador peruano Walabonso Rodríguez (9) apunta que: durante los siglos XV y XVI se efectuó una auténtica revolución: se descubrió y se amó el mundo clásico grecorromano y se asimiló su contenido, reviviendo la clasicidad a través de la intuición cristiana de la vida. Se restauró las ideas pedagógicas de los filósofos griegos y romanos tales como: Platón, Cicerón, Séneca y Quintiliano. La educación física gozó de gran aceptación entre los humanistas practicándose la natación, boxeo, equitación, esgrima, música y danza. Se buscó el desarrollo armonioso del cerebro, del cuerpo y del alma.
  1. Implantación de escuelas “atractivas”. Se condenaron los rigores disciplinarios de la Edad Media, sobre todo los castigos corporales. El trato fue más suave y se evitaba castigar o amenazar a los estudiantes. Se intentó fomentar la alegría de vivir y el amor por lo bello, exaltándose los valores estéticos y en particular el arte y la literatura. Se practicó una mayor consideración por la personalidad del educando, un ambiente más claro y más alegre. La primera escuela inaugurada por el primer pedagogo del renacimiento se denominó La Casa Alegre (Casa Giocosa), regentada por Vittorino de Feltre.

Mas estas afirmaciones candorosas son negadas ulteriormente en la fase del imperialismo, sobre todo en la escuela fascista, donde los estudios secundarios son por su naturaleza aristocráticos, en el óptimo sentido de la palabra; estudios de pocos, de los “mejores”, porque preparan a los hombre de las clases dirigentes.

Por ejemplo, Gentile dice que se debe impedir a las masas el acceso a la cultura y confiar a la religión el control espiritual de la plebe despreciable.

  1. Aparición de la didáctica como disciplina autónoma. Gracias a la invención de la imprenta los libros de texto aumentaron en número y calidad, por lo que, mejoraron los recursos metodológicos. Evidentemente, esto surge al compás de la necesidad de “ahorrar” tiempo y energías en la enseñanza. Acorde con los apremios de la producción capitalista, que requería “producir más y mejor en el menor tiempo posible” también en la educación se quiere llegar a los alumnos con gran eficacia.
  1. Jerarquización de la Pedagogía como Ciencia. En el pensamiento de José Ortega y Gasset (10): “Nadie antes que Herbart toma sobre sí complementamente en serio la faena de construir una ciencia de la educación”. Acerca del mismo tema, Hagáis (11) remarca: “Herbart es también el fundador de la que fue llamada Pedagogía Científica. El se propuso en efecto reducir a principios y procesos rigurosos las intuiciones geniales de Rousseau y Pestalozzi y las primeras aplicaciones que habían quedado en un plano puramente empírico.

DIRECCIONES PEDAGOGICAS BURGUESAS EN LA FASE DEL TRANSITO DEL FEUDALISMO

AL CAPITALISMO. Corresponde a los pedagogos: Atkinson y Maleska (12) el haber precisado la diversidad de vertientes pedagógicas que se presentan en la escena histórica al momento de desarrollarse la primera fase del capitalismo. Entre ellas tenemos:

  1. La Educación Humanística. Representada fundamentalmente por: Desiderio ERASMO (1466-1536), Francisco Tetrarca (1304-1374) y Juan Vives (1492-1540).Tienen ideal llegar a ser gentiles hombres y eruditos.
  • La Educación Reformadora. Que tiene como difusores a Martín Lutero (1483-1546); Felipe Melanchton (1497-1560) y Juan Calvino (1509-1564). Tienen como meta reformar la Iglesia feudal, estableciendo al lado de ella la Iglesia Protestante. A decir de Ponce, Lutero sólo aspiraba a concluir con el poderío del clero y exigía por lo mismo una iglesia sin muchos gastos. Y según Luzuriaga Melanchton fue el verdadero pedagogo del movimiento de la reforma luterana, el preceptor de Alemania (13).
  • La Educación Realista. Son portavoces de esta dirección: Francisco Rabelais (1493-1553), que escribió la obra: Gargantúa y Pantaguel, donde ataca frontalmente la enseñanza escolástica y propende una educación objetiva y no libresca. Critica la enseñanza tiránica de la Edad Media en que los jóvenes pasaban del Trivium al Quadrivium en un bostezo sin fin; Miguel de Montaigne (1533-1592) congruente con las necesidades de su clase pedía una educación utilitaria y de provecho; Wolfgang Ratke y Amos Comenio, fundadores del a Didáctica Moderna; de cuyas enseñanzas nos ocuparemos adelante.
  • La Educación Racionalista. Que tienen como gonfaloneros a: Renato Descartes (1596-1650). Tiene el mérito de haber fundado el método deductivo-geométrico que lleva su nombre, sobresaliendo fundamentalmente cuatro de sus reglas que la mismo tiempo son principios  (de la evidencia, del análisis, la síntesis y de la enumeración); Godofredo Leibnitz (1646-1716), que siguiendo a Descartes crea el principio lógico de la “Razón Suficiente”; Voltaire (1694-1778), quien afirma que la finalidad de la educación es liberar al intelecto de cualquier represión y de ayudar  a los que son capaces de razonar a escapar de las coerciones de la autoridad religiosa, política y social, Claudio Adrián Helvecio (1715-1771). Afirmaba que las opiniones dirigen el mundo y que solo basta con lograr cambios de opiniones para que la religión y todas las supervivencias feudales vinieran al suelo; que bastaba con divulgar la cultura, mejorar la jurisprudencia y establecer el imperio de la razón (14).
  • La Educación Naturalista. Tiene como arientes a Juan Jacobo Rousseau, Luis, René La Chalotais (1701-1785). Chalotais afirmaba que la enseñanza religiosa debía ser sustituida por la educación civil, que se prepare con éxito a cada generación para desempeñar con éxito las diferentes profesiones del Estado. Su pensamiento tiene un carácter eminentemente utilitario y práctico; Bernardo Basedow (1723-1790): el fin de la educación consiste en formar ciudadanos del mundo y en prepararlos para una existencia útil y feliz. Fundó los Filantropinum, destinado a la educación de familias adineradas.
  • La Educación Psicológica. Tiene como voceros a John Locke y Juan Federico Herbart, de quienes nos ocupamos más adelante.
  • La Educación Nacionalista. Esta orientación fue estimada por Juan Teófilo Fichte (1762-1814). Dice que la educación y la escuela tienen por función primordial la edificación y salvaguarda del bienestar nacional.

WOLFGANG RATKE

(1571 – 1635)

Orientación Pedagógica

A decir de Jesús Mastache Román (15): “Tatke o Ratichius fue el primero que introdujo en la enseñanza, las nuevas tendencias del realismo sensualista, aunque con poco éxito en la aplicación práctica de sus ideas pedagógicas. Formó, sin embargo, un grupo de discípulos en unión de los cuales produjo “una extensa literatura pedagógica” en libros de texto, en tratados de educación. En Ámsterdam, elaboró su doctrina pedagógica, que ofreció a varios príncipes y cabildos de ciudades con el propósito de ganarse el apoyo moral y económico para estar en posibilidad de realizar sus proyectos. Estuvo interesado en abrir una escuela en la cual se aprendiera todas las artes y todas las ciencias para introducir y conservar un lenguaje, un gobierno y una religión uniforme. La escuela que propone es distinta a las anteriores, se alejan del humanismo formal. Considera las condiciones políticas y sociales de Alemania. Sin embargo, el pedagogo Germano no tuvo éxito como hombre de acción. Ratke era vanidoso y arrogante y su luteranismo intransigente lo condujo al desacuerdo con el ambiente social; el príncipe lo encarceló, terminando así en descrédito.

No obstante, es laudable su dedicación a la pedagogía y la creación de los siguientes principios didácticos (16):

  1. TODA ENSEÑANZA DEBE DARSE SEGÚN EL ORDEN Y EL CURSO ESTABLECIDO POR LA NATURALEZA. Ir de lo simple a lo complejo; de lo fácil a lo difícil.
  2. CONVIENE REPETIR LA MISMA COSA MUCHAS VECES, SIN ABUSAR DE ESAS REPTICIONES. Ley del ejercicio.
  3. ES PRECISO QUE EN SUS COMIENZOS TODA ENSEÑANZA SE SUMINISTRE EN LA LENGUA MATERNA. Las lenguas extranjeras dificultan el aprendizaje.
  4. LA ENSEÑANZA DEBE DARSE SIN COACCION ALGUNA. Se debe mostrar buen gusto.
  5. LA MEMORIA DEBE RETENER UNICAMENTE LO QUE HA SIDO AMPLIAMENTE COMPRENDIDA POR AL INTELIGENCIA.
  6. TODA LA ENSEÑANZA DEBE DARSE CON EL MISMO METODO Y DE MODO ARMONICO.
  7. PRIMERO SE ESTUDIA LA COSA QUE SE TIENE A MANO, LUEGO SE OBSERVAN SUS ASPECTOS PARTICULARES.
  8. TODO LLEGARA A LA MENTE POR LA EXPERIENCIA Y LA INDUCCION Y NO AL CONTRARIO.
  9. NO SE ARPENDERA VARIAS COSAS A LA VEZ, SINO UNA SOLA Y BIEN.
  10. EL MAESTRO SOLO DEBE INSTRUIR; LA EDUCACIÓN DOMESTICA DEBERA IR POR CUENTA DE LA FAMILIA.
  11. HAY QUE DESTERRAR LA RUTINA, PORQUE ES PERJUDICIAL A LA INTELIGENCIA.
  12. HAY QUE PALICAR LAS REGLAS QUE SE APRENDE. Sin aplicación hay confusión en el entendimiento.

Juicio Crítico

Por pertenecer a la época en que está vigente el materialismo mecaniscista, Ratke no comprende las leyes de la sociedad. Sólo se atienen a las leyes de la naturaleza descubiertas por Galileo, Kepler y Newton. Por ejemplo, hoy en día, es viable aplicar diversidad de métodos en una misma clase y no ceñirse exclusivamente a un método.

Su didáctica está todavía alejada del laboratorio y de la práctica social.

JUAN AMOS COMENIO

(1592- 1672)

Orientación Pedagógica

El padre de la Didáctica Moderna, Juan Amós Komensky o Comenio, nació en 1592 en Moravia (Checoslovaquia). Llegó a ser un pastor protestante. Llevó a la práctica en el terreno de la pedagogía el pensamiento científico del Siglo XVII, interrogando directamente al universo, “elevándose poco a poco del conocimiento de las cosas más sencillas al descubrimiento de las verdades más generales”, captando intuitivamente los hechos seleccionados por la observación y comprobados por la experiencia, sustituyendo la enseñanza del silogismo y la verborrea por el mundo objetivo. Con justa razón se le ha tipificado como un pedagogo realista, sensualista, pero también creyente y religioso. Su filiación en filosofía fue declaradamente baconiana, por ser inductivista y empirista, a tal extremo que sus seguidores lo denominaron “el Bacon de la educación” (17).

Producción intelectual. Comenio es autor de los siguientes libros (18):

  • Janua Linguarum Resserata (Puerta Abierta a las Lenguas).
  • Orbis Sensualium Pictus (El Mundo Ilustrado).
  • Didáctica Magna. Su obra cumbre.

Escribió además Pansofía, que no llegó a publicar por haber perdido los originales.

Su Sistema Educativo

Como legítimo educador, Comenio perfiló correctamente un sistema de educación dividido en etapas:

  1. Escuela Maternal. De 0 a 6 años. Bajo el controlde la madre. Debe ejercitar los sentidos y aprender la lengua vernácula.
    1. Escuela Popular. De 6 a 12 años. Es la educación primaria. Se imparte cursos elementales: lectura, escritura, etc.
    2. Escuela Latina. De 12 a 18 años. Es la enseñanza secundaria. Se administra: Gramática, Literatura, Ciencias, Filosofía y Teología.
    3. Universidad. De 18 a más.

Es la enseñanza Superior, al lado de las Academias y Escuelas Profesionales.

Para el desarrollo de un magnífico magisterio, recomendaba que debían elegirse maestros que amaran el estudio y sintiesen un real afecto por los niños. Como religiosos que es, Comenio estima que el fin de la educación es hacer de los seres humanos personas parecidas a Cristo. De ahí que sus biógrafos expresen que “Comenio era un pensador ebrio de Dios”. Para el pedagogo Dios es el principio y el fin de la educación. Calificó a la escolástica como “la cámara de tormentos de la inteligencia” y como una pseudociencia. Sin comprender la división de la sociedad en clases, no toleraba la distinción que se producía en las aulas; se mostró simpatizante de las ideas liberales y condenó a la aristocracia. Ratificando su tendencia realista, se preguntaba: ¿Por qué no abrimos el libro vivo de la naturaleza, en lugar de coger los libros muertos? Luego añadía: los mecánicos no dan al aprendiz una conferencia sobre su oficio, sino que lo ponen delante de un maestro para que vea cómo lo hace; entonces coloca un instrumento en sus manos, le enseña a usarlo y a que lo imite.

Principios de Comenio (19):

  1. SOLO SE PUEDE LLEGAR A SER HOMBRE POR OBRA DE LA EDUCACION.
  2. LA PRIMERA ESCUELA DEL NIÑO ESTA EN EL REGAZO DE SU MADRE.
  3. LA INSTRUCCIÓN DEBERA IMPARTIRSE POR ETAPAS. Ir de lo más fácil a lo difícil.
  4. LAS ESCUELAS DEBEN SER CONFORTABLES Y ATRACTIVAS. Buscar un ámbito agradable.
  5. LOS LIBROS DEBEN EMPLEAR UN LENGUAJE ADECUADO A LA EDAD DE LOS ESCOLARES.
  6. EL MAESTRO DEBE SER EJEMPLO VIVO DE TODO LO QUE EXIJA A SUS ALUMNOS.
  7. LAS COSAS DEBEN APRENDERSE HACIENDOLAS. Se aprende a escribir, escribiendo.
  8. LA INSTRUCCIÓN EMPIEZA POR LA OBSERVACION REAL DE LAS COSAS Y NO POR UNA DESCRIPCION VERBAL. Enseñar las cosas mismas y no la sombra de las cosas.
  9. LA EDUCACION ES EL DESENVOLVIMIENTO DE TODAS LAS CAPACIDADES DEL HOMBRE.
  10. EL CONTENIDO DE LA EDUCACION DEBE ABARCAR LAS CIENCIAS NATURALES Y SOCIALES.
  11. AL ENSEÑARSE UNA CIENCIA, DEBERA DARSE UNA MIRADA A LAS DEMAS.
  12. EL MAESTRO DEBE EJERCITAR CUIDADOSAMENTE LOS SENTIDOS DE LOS ALUMNOS.
  13. DEBE ENSEÑARSE LO QUE ES UTIL PARA LA VIDA. Aprender para la práctica y uso.
  14. DEBE EXAMINARSE LAS COSAS Y NO CONTENTARSE CON EL TESTIMONIO DE LOS DEMAS.
  15. TODA TAREA DEBE DEJARSE DESPUES DE HABERSE APLICADO EL METODO.
  16. NO DEBE ENSEÑARSE DOGMATICAMENTE LO QUE PUEDE HACERSE POR DEMOSTRACION.
  17. LO QUE SE ENSEÑE DEBE ENSEÑARSE DIRECTAMENTE, SIN RODEO ALGUNO.
  18. DEBE EXAMINARSE TODAS LAS PARTES DEL OBJETO. AUN LAS MAS INSIGNIFICANTES.
  19. HAY QUE DETENERSE EN CADA COSA HASTA COMPRENDERLA.
  20. LO QUE SE ENSEÑE DEBE ENSEÑARSE TAL COMO ES, A PARTIR DE SUS CAUSAS.
  21. EXPLIQUESE BIEN LAS DIFERENCIAS DE LAS COSAS PARA LOGRAR UN CONOCIMIENTO CLARO.
  22. DEBE ENSEÑARSE LO QUE HAY QUE SABER.
  23. COMENZAR TEMPRANO ANTES DE LA CORRUPCION DE LA INTELIGENCIA.
  24. LAS COSAS DEBEN ENSEÑARSE SUCESIVAMENTE, EN CADA TIEMPO UNA SOLA.
  25. DEBE ENSEÑARSE CON HERRAMIENTAS Y NO CON PALABRAS.
  26. LOS EJERCICIOS DEBEN EMPEZAR CON RUDIMENTOS Y NO POR LOS TRABAJOS SERIOS.
  27. LOS ALUMNOS DEBEN HACER SUS EJERCICIOS SOBRE MATERIAS CONOCIDAS.
  28. LAS PALABRAS DEBEN APRENDERSE EN CONEXIÓN CON LAS COSAS.
  29. PROCEDER DESPACIO EN TODO. La naturaleza no da saltos. Actúa paso a paso.
  30. LA NATURALEZA NO ES CONFUSA EN SUS OPERACIONES. Se desenvuelve gradualmente.
  31. LA NATURALEZA ACTUA EN MOMENTO OPORTUNO. Prepara el material antes de darle forma.
  32. UNA ESCUELA SIN DISCIPLINA ES COMO UN MOLINO SIN AGUA.
  33. LA LENGUA DEBE APLICARSE POR LA PRACTICA Y NO POR LAS REGLAS.
  34. EL NIÑO DEBE ADQUIRIR EN LA ESCUELA: CIENCIA, VIRTUD Y PIEDAD PARA ALCANZAR LA FELICIDAD ETERNA.

Juicio Crítico.

  • Igual que Ratke, Comenio está interesado en el progreso de la industria y como tal propendió a la práctica, el experimento  y la producción.
  • Al sostener que “la naturaleza no da saltos” demuestra desconocimiento de las leyes de la dialéctica. Estuvo ganado por la concepción mecanicista.
  • Al hablar de “felicidad eterna” refleja su ideología religiosa y mística.
  • Estuvo fuertemente influido por el cartesianismo al afirmar la búsqueda de conocimientos “claros” y “evidentes”.
  • Está acertado cuando plantea la obligatoriedad de la enseñanza en la lengua materna.
  • Fue atinado al rechazar la naturaleza “pecaminosa” del hombre y al aceptarlo como la “más bella y perfecta creación”.
  • Según Konstantinov: “Comenio creó un sistema de enseñanza no para el estrato aristocrático de la sociedad,  sino par las masas populares”.
  • A decir de Aníbal Ponce, Comenio es el teórico admirable de la “nueva educación” que propugna ahorrar el tiempo. Pero “enseñar rápidamente” no basta. Hay que enseñar sólida y profundamente.
  • Es también congruente cuando nos dice que “de cualquier niño se puede hacer un hombre” gracias a la educación.
  • Finalmente está en lo cabal cuando declara que “la infancia es la edad más propia” para la educación.

JOHN LOCKE

(1632 -1704)

Orientación pedagógica.

Según Gaspar García Galló (20): John Locke es un filósofo político inglés, seguidor de la línea empirista de Francis Bacon en filosofía, que ejerció una considerable influencia sobre los materialistas franceses del Siglo XVIII. Su gran mérito en Filosofía y Pedagogía fue su combate abierto a la tesis de que el hombre posee ideas innatas. Locke afirmó que “nada existía en el pensamiento que antes no hubiera estado en la experiencia”. Revivió la tesis de Aristóteles que afirmaba que “el alma (la conciencia en nuestro caso) es como  una tabla rasa en la cual no hay nada escrito.

La pedagogía de Locke se propone formar caballeros (gentleman) de la sociedad burguesa “que estén en condiciones de manejar sus negocios con inteligencia y provecho”. Propugna lo práctico y lo útil en la educación; condena los rezagos postreros del escolasticismo; pide que se incorporen a la enseñanza, el cálculo aritmético, la geografía, la Historia y el Derecho Civil.

Ideológicamente, según Engels, John Locke es “hijo del compromiso de clase de 1688” entre la burguesía y la nobleza en la época de la “gloriosa revolución” como le llaman en Inglaterra. Defiende la monarquía constitucional creada por esa revolución y la propiedad privada.

Su producción intelectual. Su obra fundamental en pedagogía es pensamientos sobre educación, que publicó a los 39 años, que prácticamente encierra su doctrina pedagógica, expuesta en tres aspectos:

  1. La Educación Física. A través de la cual se propone conseguir el endurecimiento del cuerpo y del carácter. Lo que implica un régimen austero de vida, ejercicios corporales, alimentación frugal y sencilla, vestidos livianos y una constante práctica de gimnasia y deportes.
  • La Educación Moral. Está destinada a la consecución de cualidades como la virtud, la prudencia, las buenas maneras, la formación de hábitos y de inclinaciones positivas, sin la aplicación de malos tratos. Locke propendía que desde niño se amoldara la conducta y se le acostumbrara al trabajo, repudiando la vagancia y la pereza, hasta lograr un espíritu riguroso y disciplinado
  • La Educación Intelectual. El objeto de la educación no es formar eruditos, jóvenes doctos en las ciencias y en las artes, sino desenvolver sus inteligencias para adquirir conocimientos prácticos y utilitarios.

Principios Pedagógicos.

  1. LA EXPERIENCIA ES EL FUNDAMENTO DE NUESTRO CONOCIMIENTO.
  2. LA MENTE DEL ALUMNO ES SEMEJANTE A UNA TABULA RASA.
  3. EL APRENDIZAJE IMPLICA DISCIPLINA Y ESFUERZO; EJERCITACION Y VOLUNTAD.
  4. LO OSCURO Y COMPLEJO SE COMPRENDE DIVIDIENDOLO EN SUS PARTES.
  5. SE AVANZA CON SEGURIDAD EN LOS CONOCIMIENTOS CUANDO NO SE DA SALTOS BRUSCOS.
  6. EL LATIGO SE CONVIERTE EN DISCIPLINA SERVIL CUANDO TORNA SERVIL AL CARÁCTER.

Juicio Crítico.

Según Mastache Román, la didáctica de Locke es más formativa que informativa Su ideal es aristocrático. Está encaminado a formar el Gentleman inglés, con sentimiento de humor.

JUAN JACOBO ROUSSEAU

(1712 – 1778)

Orientación Pedagógica.

A decir de Alberto L. Merani (21) la orientación que sigue Juan Jacobo Rousseau es la que hoy llamamos naturalista, reacción extrema al humanismo del hombre tal como debe ser. Representa la negación radical del “pecado original”. Según esto, el hombre no nace disminuido y debe salvarse por medio de la humanización que ofrece la educación. Muy por el contrario, la humanidad conoció una “época de oro” época cuando todo fue mejor o, dicho de otra manera, en la cual las capacidades del hombre podían desarrollarse sin trabas, hasta que apareció la educación que tiene por finalidad “domar al individuo” destruyendo su personalidad ingenita. ¿Cómo remediar las cosas?: retornando a la naturaleza, a la condición del hombre de la edad de oro. El niño, a pesar de la sociedad que lo deforma cuando adulto, es intrínsecamente bueno; por tanto, la educación debe respetar su desenvolvimiento natural, pues de lo contrario la actitud “positiva” del maestro se convierte en “negativa” debe hacer, actuar por sí mismo, porque las lecciones aportan las experiencias de otros y destruyen el germen de la experiencia propia del hombre “natural”. El esfuerzo debe ser sustituido por el interés, y así por primera vez se anuncian principios educativos asentados en el conocimiento del niño.

Su Producción Intelectual.

Su obra cimera se denomina “El Emilio” o de la educación, en materia de pedagogía. En ella, a decir de Konstntinov, Rousseau señaló en camino de la educación del “nuevo hombre libre de la sociedad”, es decir, el burgues. La aparición de “El Emilio” provocó la indignación de la aristocracia y el clero. El libro fue quemado en una de las plazas de París por la libertad de pensamiento o reflejada en él, a pesar de que Rousseau no era ateo. Las obras de Rousseau conmovieron profundamente los espíritus de la sociedad burguesa prerrevolucionaria de vanguardia y su influencia se extendió más allá de las fronteras de Francia.

Su Sistema Educativo.

Según Frederick Mayer (22) Rousseau señalaba cuatro etapas en el desarrollo del niño, que reproduce el desarrollo de la raza. Estas etapas son:

  • 1ra.: De 0 a 4 años, el niño debe desenvolver actividades físicas, mediante las cuales tratará de robustecer su cuerpo. Aquí el niño debe adquirir una experiencia directa de la vida. Su comportamiento es más animal que racional, pues en esta fase la racionalidad le inhibiría.
  • 2da.: De 5 a 12 años. Corresponde al estado salvaje de la humanidad. Ahora el niño tiene conciencia de su propia identidad. Debe evitarse el uso de los libros de estudio que, según Rousseau, sólo “crea pedantes” poco aptos para la vida. El maestro no debería ayudar a razonar al niño. Este debería aprender por experiencia propia. La curiosidad infantil descubrirá el mundo.
  • 3ra.: De 12 a 15 años. Corresponde al periodo racional de la humanidad. Ahora el joven es capaz de apreciar y de formar juicios críticos. El texto para este período debe ser “Robinson Croussoe”. Debe prestarse atención a las ciencias, especialmente a la Astronomía, a la agricultura y a las artes manuales, pues el joven “debe aprender haciendo”. Aquí debe fomentarse la actividad manual.
  • 4ta.: De los 15 a 20 años. Es el período social. Las preocupaciones religiosas se tornan ahora importantes para los adolescentes a quienes debe enseñarse un sistema de religión natural, que le permita hallar a Dios a través de la naturaleza y no mediante la Teología ortodoxa; al mismo tiempo debe desarrollar un interés natural por el sexo opuesto.

Principios Pedagógicos (23).

  1. EDUCAR AL NIÑO POR Y PARA LA LIBERTAD. A través del cual se rechaza todo género de presiones externas, sean éstas provenientes de la familia, de la sociedad o del Estado.
  • DEJAR MADURA LIBREMENTE LA INFANCIA DEL NIÑO. Para Rousseau, como se ha dicho, la naturaleza debe ser la única fuerza directora del desarrollo biosíquico del niño. El maestro debe circunscribirse a ser un colaborador o guía.
  • ANTEPONER LOS SENTIMIENTOS A LA INTELIGENCIA. Según este “Vale más enseñar a pensar con el corazón antes que con la mente”.
  • EL SABER IMPORTA MUCHO MENOS QUE EL EJERCICIO DEL JUICIO. Se debe propender a que el niño logre “razón justa” o sea que esté en aptitud de discernir por sí solo, ajustando sus opiniones y actos al principio de la justicia.
  • EMPEZAD POR ESTUDIAR MEJOR A VUESTROS DISCIPULOS, QUE DE SEGURO NO LOS CONOCEIS. Según Konstantinov (24) Rousseau mostró su oposición total a la pedagogía del feudalismo y rebosaba un cálido amor hacia el niño. Exigía métodos activos de enseñanza, que se tuvieran en cuenta las particularidades del niño, según su edad.
  • LA NATURALEZA QUIERE QUE LOS NIÑOS, ANTES DE SER HOMBRES, SEAN NIÑOS. Si queremos invertir este orden, produciremos frutos precoces que no tendrán madurez ni gusto. Según Juan Jacobo el muchacho debe llevar una vida activa, moverse, realizar trabajos físicos y estar al aire libre durante mucho tiempo. Consideraba que sería deseable evitar que los niños hiciesen preguntas sobre la vida sexual, pero si hace alguna pregunta, es mejor “obligarle a callar” que contestarle con mentiras.
  • DEJAD QUE OBRE LARGO TIEMPO LA NATURALEZA ANTES DE METEROS A OBRAR EN SU LUGAR, NO SEA QUE IMPIDAIS LA EFICACIA DE SUS OPERACIONES. Concuerda y clarifica mejor el segundo principio, Rousseau estimaba que la educación se lograba a partir de tres fuentes: la naturaleza, las personas que nos rodean y las causas. La educación por la naturaleza se realiza, mediante el desarrollo interior de las capacidades humanas y de los órganos de los sentidos.
  • TODO SALE PERFECTO DE LAS MANOS DEL AUTOR DE LA NATURALEZA; EN LAS DEL HOMBRE TODO DEGENERA. Según el educador ginebrino el hombre ha sido corrompido por la sociedad moderna, por ende, se debe educar al niño fuera de la sociedad corrompida, lejos de la civilización, en el “seno de la naturaleza”. Como deista que era, Rousseau considera que el reflexionar sobre la sabia formación del mundo, el niño llega pensar en su creador.
  • LA EDUCACION DEBE MODELARSE SOBRE LA NATURALEZA DEL EDUCANDO. Rousseau es el padre de la moderna psicología infantil; echó las bases de un nuevo programa de estudios; señaló la importancia de las actividades recreativas; veía que el niño debía desarrollarse desde adentro;  comprender que las lenguas debían enseñarse de una manera distinta; creía que la curiosidad y la utilidad debían ser las bases del programa.
  1. EL TALENTO DE INSTRUIR CONSISTE EN HACER QUE EL DISCIPULO SE COMPLAZCA EN LA INSTRUCCIÓN. Para que esto se realice es preciso que su espíritu no permanezca pasivo. Hay que despertar en los alumnos la atención por los fenómenos de la naturaleza y muy pronto brotará en él la curiosidad.
  1. TIENE LA INFANCIA MODOS DE VER, PENSAR Y SENTIR QUE LE SON PECULIARES; NO HAY MAYOR DESATINO QUE QUERER IMPONERLES LOS NUESTROS. No sabemos colocarnos al nivel de los niños, no penetramos en sus ideas, sino que les atribuimos las nuestras y siguiendo siempre nuestros propios razonamientos, con verdades eslabonadas, solo amontonamos en sus cabezas extravagancias y errores. No deben aprender nada porque se lo hayamos dicho, sino porque lo hayan comprendido por sí mismos. El niño no es un hombre en miniatura.
  1. QUE EL NIÑO NO APRENDA LA CIENCIA, SINO QUE LA INVENTE. No se trata en absoluto de enseñarle las ciencias, sino de crearle el gusto por ellas y proveerlo de los métodos para aprenderlas cuando tenga éste gusto más desarrollado. Ningún libro más que en el mundo, ninguna instrucción más que los hechos. En lugar de mantener a un niño pegado a los libros, si lo ocupo en un taller sus manos trabajan en provecho de su espíritu. Emilio, al salir de mis manos no será ni magistrado, ni militar, ni clérigo; será, sí, primero hombre, todo  cuanto debe ser un hombre.
  1. DESARROLLAR LAS POTENCIAS FISICAS, INTELECTUALES, CIVICAS Y MORALES DEL NIÑO. Entre los objetivos de la educación deberá considerarse la formación de la conciencia nacional.  Nada de religión porque no la comprendería y porque además inhibiría su libertad.
  1. EL OBJETO DE LA EDUCACION NO SERA CAMBIAR EL CARÁCTER, SINO DESARROLALRLO HASTA DONDE SEA. Se preocupa por la necesidad de formar el carácter, de cultivar el juicio, el sentido estético, la conducta moral y de estimular el desarrollo de las aptitudes vocacionales.
  1. LA ESCUELA NO ES UNA PREPARACION PARA LA VIDA; ES LA PRACTICA DE LA VIDA. La educación consiste en un proceso externo e interno. Debemos desarrollar las tendencias naturales del niño y excitar su curiosidad, sin imponer pautas. El trabajo físico es un deber ineludible del hombre como ser social. Cada hombre libre debe dominar diferentes tipos de trabajo, tanto agrícola como artesanal; solo entonces, se podrá ganar el pan y conservar su libertad. Es así que Emilio aprende una serie de ocupaciones útiles.
  1. RESPETO A LA PERSONALIDAD DEL EDUCANDO. Rousseau exigía respetar la personalidad del educando, tener en cuenta sus intereses y deseos. En este sentido crítico que en la infancia se le tuviera con frecuencia “envuelto” en pañales, manteniendo su cabeza inmóvil y las piernas rectas, los brazos extendidos a lo largo del cuerpo. De este modo, desde muy tierno, se le priva al niño de su libertad y así se entorpece su naturaleza.

Juicio Crítico.

  • A decir de Aníbal Ponce (25) Roussea no pensó para nada en la educación de las masas, sino en la educación de un individuo suficientemente acomodado, como para permitirse el lujo de costear un preceptor. Su Emilio es, en efecto un joven rico, que vive de sus rentas que no da un solo paso sin que lo acompañe su maestro. Rousseau lanzaba con entusiasmo ardiente el evangelio de la naturaleza, donde reaparecía más vigoroso que nunca el individualismo de los sofistas, el culto de la personalidad de los estoicos, la “vuelta” a los antiguos del renacimiento.
  • Según Alberto  L. Merani (26) sus ideas “engloban la ideología de una nobleza en plena decadencia y se nutren con la sabia de una burguesía servil que agazapada espera el momento de suplantarla. El concepto del hombre rousseniano es utópico; el concepto del niño, imaginado. No se dignaba observar al campesino de la gleba ni se detuvo a contemplar los propios hijos.
  • De su parte, Konstantinov (27) remarca: “El destino de la mujer, para Rousseau, es totalmente diferente al del hombre. Ella debe ser educada para la casa. El matrimonio de la mujer es la adaptación a la opinión de los demás, la carencia de juicio propio… y la subordinación a la voluntad ajena.

JUAN ENRIQUE PESTALOZZI

(1746 – 1827)

Orientación Pedagógica.

A decir de Jose D. Forgione (28) Juan Enrique Pestalozzi, “es el más grande pedagogo del Siglo XIX y probablemente de la humanidad”. Según Alberto L. Merani (29) “fue un preceptor suizo que se dedicó a la educación de niños pobres. Pobre el mismo, no pudo darse la satisfacción de ser el filántropo que anhelaba y terminó por aceptar que la pobreza, al igual que la nobleza, representa un estado natural, propio del orden eterno de las cosas. En la afirmación de Jesús Mastache (30): “Toda su existencia está ennoblecida por el heroísmo sencillo y privado que profesó diariamente con espontaneidad y sin publicidad venal ni ceremonias protocolarias y brillantes preseas. Toda su vida estuvo acompañada de pobreza, trabajo prolongado, sencillez y frugalidad… En la pedagogía de Pestalozzi el maestro se sitúa en un plano de fraternidad afectuosa respecto a los alumnos”. Lorenzo Luzuriaga (31) lo sitúa en la corriente de los pedagogos idealistas y en efecto es así, pues Konstantinov (32) apunta: “Pestalozzi… candorosamente creía en la posibilidad de cambiar la vida de los trabajadores mediante su instrucción y educación. El no comprendía que la desigualdad social y jurídica de las personas de la sociedad de su tiempo, eran el resultado de las relaciones sociales existentes y no veía la fuente del infortunio del pueblo en las condiciones económicas sino en la carencia de la instrucción… Pestalozzi consideraba las escuelas como una de las principales palancas para  la transformación social”.

Producción Intelectual.

Este pedagogo por antonomasia escribió obras esencialmente de corte educativo, siendo su obra cumbre Cómo Gertrudis Enseña a sus Hijos; pero al lado de ésta, también produjo: Veladas de un Ermitaño; Leonardo y Gertrudis;  Canto del Cisne y otras más.

Su Sistema Educativo.

En Pestalozzi no sólo encontramos al diseñador de un sistema educacional o sólo al organizador de un plan de estudios. Hallamos al realizador o materializador de ensayos reformadores de la educación. Es así como fundó varias Escuelas en Neuhof (33) para la gente pobre, procedente de las aldeas suizas. Fundó otra escuela gratuita en Stanz a donde acudían los niños huérfanos y los hijos de gente necesitada. Era una escuela para mendigos y abandonados. A decir de Gastón María (34) en Burgdorf dirigió Pestalozzi una escuela regular cuando tenía 52 años. Es la época en que escribe su obra cimera. Pero por falta de apoyo oficial y por sus ideas discrepantes tuvo que abandonar el lugar. Finalmente, en Yverdun se dedica a la formación de maestros y a la experimentación de métodos pedagógicos.

En sus planes de estudio considera cursos como: Gimnástica, Fisiología, Elementos de Psicología, Mineralogía, Botánica, Zoología y Anatomía Comparada, Física Exprimental y Química, Lenguas Clásicas y modernas, Gramática, varios cursos de Matemáticas, Nociones de Cosmografía, Geografía, Dibujo, Música, Historia, Religión y Moral. Todo lo cual indica que Pestalozzi estuvo al corriente del desarrollo de las ciencias experimentales y de los datos proporcionados por el materialismo mecanicistas y metafisico.

Principios Pedagógicos.

  1. AVANZAR LENTA, CONTINUA E ININTERRUMPIDAMENTE. Dividir cada asunto en sus elementos, una sola dificultad es bastante para el niño. Proceder paso a paso y acabadamente. La medida de la instrucción no es lo que el maestro puede enseñar, sino lo que el niño puede aprender. Pasar de lo desconocido, de lo próximo a lo lejano, de lo simple a lo compuesto, de lo concreto a lo abstracto.
  • LA ACTIVIDAD ES UNA LEY DE LA NIÑEZ. Hay que acostumbrar al niño a hacer, educar la mano: Hay que principiar por los sentidos y no decir al niño lo que él pueda descubrir por sí mismo. Las manos deben formarse para el trabajo y para los usos provechosos de la vida, porque las manos no solo sosteniendo el libro, sino también trabajando, contribuyen al provecho de las facultades mentales. Todo cuanto rodea al niño se convierte en un motivo y en un móvil para hacerlo obrar.
  • CULTIVAR LAS FACULTADES EN SU ORDEN NATUAL: PRIMERO, FORMAR LA MENTE; LUEGO PROVEERLA. Para Pestalozzi primero es la teoría y después la práctica. El don de instruir consiste en hacer que el discípulo halle complacencia en la instrucción; pero como para que encuentre semejante placer, conviene que las facultades mentales del niño no se hallen enteramente pasivas, se necesita que el amor propio del maestro deje siempre algo para que de ello pueda apoderarse el amor propio del alumno, para que éste pueda decir con satisfacción: “Yo entiendo, yo percibo, yo hago, yo deduzco, etc.”.
  • LA ENSEÑANZA SE BRINDRA A TRAVES DE LA INTUICION. La intuición pestalozziana consiste en la presentación de las cosas tal cual son. Si se habla de animales hay que presentarlos; si se habla de la naturaleza, hay que salir a los campos; si se habla de Geografía, hay que observar intuitivamente los aspectos del paisaje. El niño no percibe las abstracciones, sino los hechos audibles y tangibles; es decir, que debe ver, oír, tocar y palpar todas sus propiedades generales y necesarias. Pero inclusive, el manejo de las intuiciones, se sujeta a las siguientes reglas (35):
  • Pocas intuiciones, pero fundamentales.
  • La intuición debe realizarse ante objetos reales.
  • La intuición debe ser típica.
  • La intuición debe ser un estímulo para el pensar.
  • El pensar “conceptual” es la piedra clave de nuestra educación intelectual.
  • QUE CADA LECCION TENGA UN OBJETO INMEDIATO Y OTRO MEDIATO. En este sentido Pestalozzi fue un excelente planificador de las clases y prácticamente es el precursor de los esquemas de aprendizaje y de la señalización de los fines y objetivos, así como de los objetivos generales y específicos.
  • DESTERRAR LA EMULACION PORQUE GENERA RIVALIDADES. Pestalozzi considera que el germen corruptor de donde nace la envidia y la ambición está en el sistema de las recompensas y las distinciones arbitrarias que sólo contribuyen a alterar el sentimiento moral y a nutrir las pretensiones, despertando el amor propio, la vanidad y el orgullo.
  • NO SEGUIR EL ORDEN DEL ASUNTO SINO EL ORDEN DE LA NATURALEZA. En este sentido Pestalozzi es un directo sucesor de Rousseau. El maestro debe observar, con una especie de sentimiento religioso, la naturaleza que se revela en ellos, mirándola no como dueño o señor, sino como un administrador que atiende a su mejor servicio. Su encargo es recoger las impresiones de aquella naturaleza, satisfacer sus necesidades y obedecer sus leyes, dejando que los gérmenes existentes en cada uno de sus alumnos se desenvuelvan por sí mismos y  limitándose a secundar su marcha, su progreso y su acción.
  • LAS MANOS DEBEN FORMARSE PARA EL TRABAJO Y PARA LOS USOS PROVECHOSOS DE LA VIDA. A decir de Konstantinov (36): “Pestalozzi asignaba al trabajo de los niños una importancia educativa muy grande. Señalaba que el trabajo enseña a despreciar las palabras que no responden a los hechos. Ayuda a formar cualidades tales como la puntualidad y la veracidad; contribuye a la creación de buenas relaciones entre niños y adultos y entre los propios niños. El trabajo físico correctamente organizado favorece el desarrollo de las capacidades intelectuales y de las cualidades morales. De este modo propendía a unir la enseñanza con el trabajo productivo. Insinuaba a concurrir todo el día a los talleres de hilandería y de telares. Junto a la escuela debe existir una parcela de tierra y cada niño debe atender algún cultivo y cuidar los animales. Los niños aprender a trabajar el lino y la lana y se relacionan con las mejores granjas de la aldea y también con los talleres artesanales.
  • SUBORNIDAR LAS COSAS NO ESENCIALES A LAS ESENCIALES. Pestalozzi luchaba denonadamente contra el verbalismo y se indignaba con la “argumentación verbal en la educación” que sólo contribuye a formar charlatanes vacíos. El consideraba que al desarrollar las capacidades de los niños y nutrir su inteligencia con conocimientos, la escuela, obligatoriamente tiene que desarrollar en ellos habilidades y hábitos.
  1. LA INSTRUCCIÓN DEBE PRESENTARSE A TRAVES DE FORMAS AGRADABLES. Los niños se hacen buenos ejercitando la bondad, dedicándose a actos de benevolencia y sintiendo el goce de hacer el bien a sus semejantes. Entre los maestros y niños debe reinar la unión, la paz, la amistad, la práctica de las virtudes, las atenciones mutuas y el amor al orden sin que haya necesidad de ordenanzas ni disciplina. No debe haber en la escuela castigos, cerrojos ni guardianes.
  1. LA EDUCACION MORAL NO SE OBTIENE MEDIANTE REGLAS SINO CON EL EJEMPLO. Según Pestalozzi el aspecto más elemental de la educación moral es el amor del niño a la madre que surge como consecuencia de la satisfacción de las necesidades diarias del organismo infantil. En la familia se forman las bases de la conducta moral del niño. La conducta moral de los niños se forma, no mediante moralejas sino gracias al desarrollo de sentimientos. No se obtienen con discursos, instrucciones y formalidades o ceremonias, sino esencialmente con el ejemplo, con los hechos de la vida diaria.
  1. PRINCIPIAR POR LOS SENTIDOS Y NO DECIR AL NIÑO LO QUE PUEDA DESCUBRIR POR SI MISMO. Siendo evidente que la vista ejerce gran poderío en el alma, el verdadero modo do obrar en las facultades intelectuales es hablar a los sentidos, omitiendo razonamientos abstractos y tratando solo de los hechos, viendo los objetos sensibles.
  1. EL SUPREMO OBJETIVO DE LA EDUCACION ES LA FORMACION DEL HOMBRE. Entendiendo al hombre en todas sus partes, en todas sus facultades y en todas sus relaciones.

Juicio Crítico.

  1. En opinión de Aníbal Ponce (37): “Más que en ningún otro pedagogo de su tiempo, Pestalozzi se interesó por los paisanos; pero aunque ese sentimiento fue en él generoso y auténtico, no es menos cierto que se pasó la vida educando a niños ricos. Las veces que recogió en su casa a niños pobres, con la intención de educarlos, actuó como filántropo y como industrial… El paisano conservador y tímido que había en Pestalozzi no quería nada de cambios y revueltas, pero admitía tantos hombres y tantas educaciones como clases existían… Educaba a los pobres para que se aceptaran de buen grado su pobreza.
  • A juicio de Alberto L. Merani (38): “Pestalozzi representó al prototipo del pedagogo clásico, atado al deber, víctima del deber, cumpliendo siempre con el “deber” de asegurar con la educación del niño pobre el régimen que hacía pobres… Los niños de Pestalozzi… deben aprender a trabajar prematuramente.
  • Según Konstantinov (39): “Pestalozzi… fundó un gran instituto integrado por una escuela de enseñanza media y un centro de formación pedagógica, que rápidamente tuvo fama mundial. Científicos, escritores y personalidades políticas lo visitaban. En él estudiaban muchos hijos de aristócratas y de burgueses acomodados que se preparaban para la universidad o para la carrera de funcionarios públicos… estaba muy insatisfecho porque su teoría y su actividad pedagógica no se utilizaban para las masas populares, sino en interés de los nobles y ricos… murió en 1827, sin haber comprendido por qué él, que había entregado todo su talento y sus fuerzas a los trabajadores, no había logrado que mejoraran su pésima situación.

JUAN FEDERICO HERBART

(1776 – 1841)

Orientación Pedagógica.

A decir de N. A. Konstantinov (40): “Juan Federico Herbart intentó elaborar un sistema científico de Pedagogía sobre la base de principios filosóficos idealistas, especialmente de ética y psicología”.

Por su concepción del mundo Herbart era metafísico. Afirmaba que el mundo estaba formado de una cantidad infinita de entes eternos e invariables, inaccesibles al conocimiento del hombre. Como enemigo de la Revolución Francesa, soñaba en que llegaría una época en que terminarían las revueltas y los cambios, y que se estableciera un orden estable. Esperaba contribuir a este orden de vida estable, mediante su actividad en el campo de las ciencias filosóficas (Psicología, Etica y Pedagogía). Extrajo su concepción de la esencia de la educación, de la filosofía (idealista) y el objetivo de la educación de la ética. Dice que el dominio de la teoría pedagógica, le da al maestro la posibilidad de evitar errores en la valoración de los educandos, de los estímulos y de los motivos de su conducta y de la importancia y esencia de sus acatos. Herbart consideraba que el objetivo de la educación es la formación de un hombre virtuoso. Al considerar que este objetivo era eterno e invariable, señalaba que había que educar a las personas de modo que pudieran adaptarse a las relaciones existentes, que respetaran el orden establecido y que se subordinaran a él. Según Mastache Román (41): “su didáctica se reduce a una psicología aplicada a la educación, esencialmente de la intuición y de la percepción. “A estar de Mayer (42) se convirtió en el campeón del realismo en la educación”.

Producción Intelectual.

Herbart escribió las siguientes obras: Pedagogía General Deducida del Fin de la Educación (1806); La Filosofía Práctica General (1808); Bosquejo de Pedagogía, Informes de un Preceptor y otras más.

Su Planteamiento Educativo.

Herbart considera tres aspectos en el proceso de la educación:

  1. La Dirección. Que consiste en refrenar la “vivacidad salvaje” de los niños. El primer recurso para ejercer la dirección es la amenaza, pero como quiera que con la amenaza no siempre se logra el efecto necesario, deberá complementarse con la vigilancia. Pero puede suceder  que la más severa vigilancia no del resultado necesario, entonces debe emplearse una serie de prohibiciones y órdenes que deben ser exactas y concretas y para los niños que violan las reglas se debe utilizar el libro de multas. Por último se aplica el castigo. En consecuencia, la autoridad y el amor son medios auxiliares de la dirección. La base de la dirección está en mantener a los niños ocupados.
  • La Instrucción. Sobrevalora la formación intelectual. Introdujo en la Pedagogía la expresión; Instrucción educativa. Decía que no había educación sin instrucción y que no reconoce como instrucción aquella que no tenga efectos educativos. No tienen en cuenta el medio social ni la importancia del factor emotivo. Cree que sólo son representaciones los sentimientos y la voluntad.
  • La Moral. Herbart prestaba gran atención a la educación religiosa, para que en años posteriores el niño  sin rebeldía viviera plácidamente en su religión. Así habría cultivado un sentimiento de resignación.

Los medios de la moral son:

  1. Reprimir al educando. Hay que establecer los límites de la conducta.
    1. Hacer entender al niño de que la desobediencia provoca sufrimientos.
    2. No ofrecer oportunidades para que el educando dude de la verdad.
    3. “Conmover” el alma del niño con la aprobación y la amonestación.
    4. “Exhortar” al educando a obrar bien. Señalar sus errores y corregírselos.

Sus Planteamientos Didácticos.

Juan Federico Herbart organizó los clásicos Pasos o Grados formales de la Instrucción, siendo éstos los siguientes (ampliados por su discípulo Rein):

  1. Finalidad. Lo primero que recomienda Herbart es la indicación del fin, por que todo trabajo alcanza buen éxito cuando los sujetos que lo ejecutan saben para qué actúan. El fin de be ser aceptado por el alumno.
  • Preparación. Consiste en crear el ambiente interno y externo para el desarrollo de las ideas. En esta fase se despierta en los alumnos las ideas y experiencias que ya poseen: De este modo se prepara la mente de los escolares para la recepción de cada nuevo asunto de enseñanza. Si las fuerzas yacen dormidas en el fondo del pensamiento infantil, no entran en actividad, permanecen frías e indiferentes durante la clase.
  • Presentación. Las lecciones se presentan a los niños sirviéndose de ilustraciones para hacerlas tan concretas como sea posible. Si los objetos que sirven de ilustración a los alumnos no despierta interés, puede generarse la aversión al a clase.
  • Asociación. En esta fase entran en interrelación las ideas viejas y las nuevas, fomentando el orden y la consistencia en el pensamiento, de este modo se va estructurando y enriqueciendo la masa de apercepciones que constituye el fondo de las acciones humanas.
  • Recapitulación. Es una etapa de abstracción mental,  en que el juicio y la reflexión predomina.  Es un método de simplificación cualitativa, de modo que pueden comprenderse cada vez más hechos en un sentido más amplio.
  • Aplicación. El saber debe usarse y convertirse en parte de nuestra existencia diaria. El escolar debe hacer uso de lo aprendido mediante ejercicios adecuados, resolución de problemas y actitudes frente a situaciones de la vida real.

Al mismo tiempo, se ha dicho que Herbart creó la pedagogía del Interés. Al respecto, el pedagogo, nos presenta seis facetas de interés, que son los siguientes:

  1. Interés empírico. Que se produce con la percepción de las cosas sensibles.
  2. Interés especulativo, Que es resultado de una meditación.
  3. Interés Estético. Que proviene de la contemplación de la belleza.
  4. Interés Simpático. Que tienen que ver con las penas y alegrías ajenas.
  5. Interés Social. Donde juegan las vivencias del medio.
  6. Interés Religioso. Que no es sino una actividad espiritual fecunda.

Para Herbart el interés es el concepto cardinal de la instrucción.

Principios Pedagógicos.

  1. EL TRABAJO PEDAGOGICO TIENEN MAYOR ÉXITO SI LO ANTECEDE EL DOMINIO DE LA TEORIA PEDAGOGICA. Es decir, Herbart es partidario que la enseñanza quede confiada en manos preparadas, en un magisterio profesionalizado, con sólidas concepciones filosóficas. De ahí que haya sido tipificado como el creador de la Pedagogía Científica, por tratar la Pedagogía como sistema.
  • EL MAESTRO ADQUIERE EL ARTE DE LA EDUCACIÓN EN LA ACTIVIDAD PEDAGOGICA DIARIA. Pero lo hará con más profundidad y mejor fundamentación si conoce la teoría educativa. Solamente en el trabajo se aprende el arte y se alcanzan el ritmo, las habilidades, los hábitos, la destreza y la maestría; pero también en el trabajo aprende ese arte sólo aquél que estudió previamente las ideas de paciencia, las asimiló y se definió gracias a ellas.
  • EL ESTUDIO DE LA TEORIA PEDAGOGICA NO PERTRECHA AL EDUCADOR CON RECETAS PREPARADAS PARA LAS DIFERENTES SITUACIONES. Su preparación científica hará que el profesor pueda actuar óptimamente de acuerdo a la multiplicidad de circunstancias.
  • TODO LO QUE SE ESTUDIA CON SATISFACCION SE HACE CON RAPIDEZ Y SE ASIMILA CON FUNDAMENTO. Herbart prestaba gran atención al problema del interés como una condición importantísima y un medio  para el éxito de la enseñanza. El llamó APERCEPCION a la asimilación por el alumno de nuevas representaciones sobre la base de la experiencia anterior que ya tenía. A la apercepción él le concedía una gran importancia para la instrucción y la relacionaba estrechamente con el interés y la atención.
  • LA INTUICION DEBE TENER UNA GRAN UTILIZACION EN LA ENSEÑANZA. Cuando no se puede mostrar el objeto mismo que se estudia, debe llevarse una representación de él, sin embargo no debe mostrarse lo mismo durante mucho tiempo, pues esa monotonía agota a los alumnos.
  • EN LA EXPOSICION DEL MAESTRO DEBE HABER ILACION. Las pasusas inoportunas, la introducción de elementos ajenos (frases demasiado trilladas), adornos retóricos, desviaciones de la idea central, carencia de lógica, etc., destruyen la libre corriente del mecanismo aperceptivo y dispersan las representaciones.
  • LA ENSEÑANZA NO DEBE SER DEMASIADO DIFICIL, PERO SI SE ABUSA DE SU FACILIDAD RESULTA TAMBIEN PERJUDICIAL. Ante la extrema facilidad desaparece la apercepción y no hay exigencia para esfuerzo alguno.
  • LA LIBERTAD Y LA AUTORIDAD DEBEN COMBINARSE. Desde su infancia, el hombre debe aceptar voluntariamente restricciones, especialmente porque tienen que vivir en comunidad. Los niños deben aprender a obedecer.
  • LA EDUCACION SIGNIFICA DESARROLLO DEL CARÁCTER HUMANO. La educación debe tratar de usar la enseñanza no sólo para fines de información, sino también para formar el carácter.

Juicio Crítico.

  • Para García Galló (43) la pedagogía de Herbart se inscribe dentro de las que han dado en llamarse “pedagogía para el prestigio”, que tuvo como primer expositor a Manuel Kant. En la época contemporánea, Herbart expresó el pensamiento de las capas más intelectualizadas de la burguesía de su tiempo. En el Bosquejo Para un Curso de Pedagogía, escribe: “La filosofía ha de demostrar que ningún saber se halla en condiciones de sobrepujar la seguridad de la creencia religiosa”.
  • Aníbal Ponce, objetando la inclinación mística de Herbart apunta: En los Informes de un Preceptor, da cuenta detallada de cómo enseñar las ciencias naturales… pero al mismo tiempo anota que los niños que le han sido confiados reciben las enseñanzas de Cristo para que conozcan “las huellas de la providencia en el progreso hacia la perfección”… Es necesario unir la educación religiosa a la propiamente moral para humillar así la presunción de creer haber realizado algo” (44).
  • Por último, Konstantinov (45) dice: “Herbart solucionaba el problema del sistema escolar de acuerdo con su posición social conservadora”. Proponía continuar con el sistema clásico de enseñanza ya decadente y no era partidario del sistema único de enseñanza. Con una óptica clasista, decía que la enseñanza clásica es para los escogidos, para el gobierno de la administración, la enseñanza real, para los que se han de dedicar al comercio.

REFERENCIAS

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    • Aníbal Ponce, Op. Cit. p. 104.
    • Ibídem, p. 119.
    • Ibídem, p. 143.
    • N. A. KIonstantinov y otros, Op. Cit. p. 72.
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    • Ibídem. p. 41-42.
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    • Hagáis, opl. Cit. p. 164, tomo II.
    • Garcia Galló, op. Cit. p. 19.
    • Merani, op, cit. p. 32.
    • Mayer, op. Cit. p.251.
    • Vásquez, ip. Cit. p. 212-213.
    • Konstantinov, op. Cit. p. 67.
    • Ponce, op. Cit. p. 126.
    • Merani, op. Cit. p. 33.
    • Konstantinov, op. Cit. p. 67.
    • Forgione, op, cit. p. 71, Tomo II.
    • Merani, op. Cit. p. 33.
    • Mastache, op.cit. p. 72-73.
    • Luzuriaga, op. Cit. p. 174.
    • Konstantinov, op. Cit. p. 87-88.
    • Vásquez, op. Cit. p. 216.
    • Gastón María y otro, op. Cit. p. 143.
    • Vásquez, op. Cit. p. 35.
    • Konstantinov, op. Cit. p. 91.92.
    • Ponce, op. Cit. p. 133-134.
    • Mrani, op. Cit. p. 34.
    • Konstantinov, op. Cit. p. 87.
    • Ibídem, p. 100.
    • Mastache, op. cit. p. 84.
    • Mayer, Op. Cit. p. 281.
    • Garacía Galló, Op. Cit. p. 20.
    • Ponce, Op. Cit. p. 135.
    • Konstantinov, Op. Cit. p. 106.

PREGUNTAS DE INVESTIGACION Y ANALISIS

  1. ¿Qué entiende Juan Enrique  Pestalozzi por “intuición”? Defina.
    1. Desde el punto de vista pedagógico ¿Qué significa “el hombre nace bueno y la sociedad lo corrompe?
    2. ¿Qué entiende Juan Federico Herbart por “apercepción”?. Explique.
    3. ¿Qué papel le asigna a la educación el filósofo Claudio Adrián Herbeció?
    4. ¿Por qué ha sido calificada de “mecanicista” la Didáctica de Ratke?
    5. ¿Qué rol cumplió en la educación reformadora el pedagogo alemán MELANCHTON?
    6. ¿Por qué ROUSSEAU es opuesto a la intromisión del maestro en la educación?
    7. ¿Qué nos quiere decir LOCKE al sostener que la mente del niño es una “tábula rasa”?
    8. ¿Qué plantea Francisco RABELAIS en su obra “Gargantua y Pant Gruel?
    9. ¿Qué clase de alumno quiere ROUSSEAU sobre la disciplina escolar?
    10. ¿Por qué causó impacto mundial la obra “Orbis Pictus” del pedagogo COMENIO?
    11. ¿Qué plantea Federico HERBART sobre la disciplina escolar?
    12. ¿Qué  diferencia hay entre una “educación para el prestigio” y una “educación para el provecho”?
    13. ¿Qué es la naturaleza para el educador Juan Jacobo ROUSSEAU?
    14. Analice cualquier principio de Wolfgang RATKE y haga la crítica pertinente.
    15. ¿Cuál es el juicio que formula Aníbal Ponce en torno a las ideas de COMENIO?
    16. ¿Qué rol debe cumplir la educación según el filósofo VOLTAIRE?
    17. Analice cualquier principio de Juan Amós Comenio y formule los reparos convenientes.
    18. ¿Cuál es el juicio crítico que formula Jesús Mastache alrededor de las ideas de John LOCKE?
    19. ¿Qué plantea Juan Enrique PESTALOZZI en su obra Como Gertrudis Enseña a sus hijos?
    20. Analice cualquiera de los principios de LOCKE y formule su apreciación.
    21. ¿Cuál es la crítica de KIonstantinov a Juan Jacobo ROUSSEAU?
    22. ¿Por qué los comerciantes e industriales europeos vieron con simpatía las tesis de Juan Amós COMENIO?
    23. ¿Cuál es la crítica de Konstantinov a Juan Jacobo ROUSSEAU?
    24. ¿Cuál es la crítica que formula Alberto Merani a Juan Enrique PESTALOZZI?
    25. Analice cualquiera de los principios de ROUSSEAU y opine las limitaciones de dicho principio.
    26. Señale los grados formales de HERBART y analice cada uno de ellos.
    27. Analice un principio de PESTALOZZI y formule los reparos respectivos.
    28. ¿Por qué se le tipificaba a Juan Jacobo ROUSSEAU  de Paidocentrista?
    29. ¿Cuál es la crítica que formula Konstantinov acerca de Federico HERBART?
    30. ¿Qué diferencia hay entre la escuela medieval y la de Vittorino da FELTRE?
    31. ¿A qué se denominó pedagogía para el Gentleman?
    32. ¿Por qué la pedagogía de HERBART ha sido calificada de “intelectualista”.
    33. ¿Qué reglas debe observar el método intuitivo de Juan Enrique PESTALOZZI?

BIBLIOGRAFIA

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17. VASCONI, Tomás A. Educación y Cambio Social, Centro de Estudios Socio-económicos (CESO). Facultad de Ciencias Económicas Universidad de Chile. Chile, 1967. 132 pp.
  1. ANTOLOGIAS Y DICCIONARIOS PEDAGOGICOS
1. EDICIONES ESTUDIO Breve Diccionario Político, Segunda Edición. Ediciones Estudio. Buenos Aires, 1976. 141 pp.  
2. EDICIONES SAPIENS Breve Diccionario Filosófico, Ediciones Sapiens. Buenos Aires. 1972. 190 pp.  
3. FORGIONE, José D. Antología Pedagógica Universal, Tomo I : Desde los tiempos de Ptahhtep (3000 a 2900 años antes de J.C.) hasta Milton (Siglo XVII); Tomo II: Desde el Siglo XVIII hasta nuestros días. Editor: “El Ateneo”. Buenos Aires, 1950-1961. Tomos: I-II.  
4. LABOR Diccionario de Pedagogía, Editorial Labor S.A. Segunda Edición. Barcelona, 1970.  
5. LUZURIAGA, Lorenzo Diccionario de Pedagogía, Tercera Edición. Editorial Lozada. S.A. Buenos Aires, 1966. 396 pp.  
6. OMEBA Gran Enciclopedia de Ciencias de la Educación. Bibliografía Ameba. Buenos Aires, 1969.  
7. ROSENTAL, M.M. Diccionario Filosófico, Ediciones Pueblos Unidos. Lima, 1980. 637 pp.
  • COMPLEMENTARIA
1. ACADEMIA DE CIENCIAS DE LA URSS Manual de Economía Política, Instituto de Economía. Tercera Edición. México. 1966. 706 pp.  
2. ALEXANDROV, N.G. y otros Teoría del Estado y del Derecho, Segunda Edición, Editorial Grijalbo, S.A. México, 1966. 419 pp.  
3. ALLARD, Raúl La Educación, Revista Interamericana de Desarrollo Educativo, Nro. 84. Año XXIV Washington, 1980. 164 pp.  
4. AZEVEDO, Fernando de Sociología de la Educación, Fondo de Cultura Económica, México, 1966. 381 pp.  
5. BAR, Seigfried y otros Formación de maestros y calificación ulterior de maestros en la RDA, Editado por el Ministerio de Educación Pública de la RDA y la Comisión de la UNESCO de La RDA. Berlín, 1973. 60 pp.  
6. KALININ, Alexei La Educación Preescolar en la URSS, Editorial de la Agencia de Prensa NOvosti. Moscú, 1971. 87 pp.  
7. KARATAEV, Ryndina y otros Historia de las Doctrinas Económicas, Editorial Grijalbo. S.A. México, 1964. Dos Tomos.  
8. KONSTANTINOV, F.V. El Materialismo Histórico, Editorial Grijalbo S.A.. México, 1966. 446 pp.  
9. LATISHINA, D. La Escuela Primaria Soviética: Problemas de la enseñanza y la educación, editorial Progreso. Moscú, 1984. 229 pp.  
10. LENIN, V.I. Sobre el Estado, Ediciones en Lenguas Extranjeras. Pekín, 1975. 25 pp.  
11. MAKARENKO, A.S.     Conferencias Sobre Educación Infantil, Editorial Cartago. Argentina, 1984. 91 pp.  
12. MEUMANN, Ernest   Pedagogía Experimental, Editorial Losada S.A. Buenos Aires, 1966. 366 pp.  
13. SPIRIDONOVA, Atlas y otros Curso Superior de Economía Política, Editorial Grijalbo S.A. México, 1965, 2 Tomos.  
14. STALIN, José Cuestiones del Leninismo, Ediciones en Lenguas Extranjeras. Pekín, 1977. 990 pp.  
15. SUJOMLINSKI, V Pensamiento Pedagógico, Editorial Progreso. Moscú, 1975. 354 pp.  
16. ZANKOV, L. La enseñanza y el Desarrollo Editorial  Progreso. Moscú, 1984. 236 pp.  
17. ZHUKOVSKAYA. V. Charlas Sobre Educación, Editorial Progreso. Moscú, 1979. 190 pp.

INDICE

INTRODUCCION

LA EDUCACION PRIMITIVA

Caracteres de la Sociedad Primitiva

Caracteres de la Educación Primitiva

Referencias

Preguntas de Investigación y Análisis

LA EDUCACION ESCLAVISTA

Caracteres de la sociedad Esclavista

La Educación en las Sociedades Esclavistas Orientales

La Educación Egipcia

La Educación Caldeo-Asiria

La Educación Hindú

La Educación China

La Educación Hebrea

La Educación Persa

La Educación Fenicia

La Educación en las Sociedades Esclavistas Occidentales

La Educación Griega

Educación Espartana

Educación Ateniense

Los Exponentes del Pensamiento Educativo Griego

El Papel de los Sofistas

El Magisterio de Sócrates

La Academia de Platón

El liceo de Aristóteles

La Escuela de  Isócrates

La Educación Romana

Período Republicano

Período de la Influencia Griega    

Período Imperial

Labor de los Emperadores

Contribución de los Educadores Romanos

Marco Fabio Quintiliano

Referencias

Preguntas de Investigación y Análisis

LA EDUCACION FEUDAL

Caracteres de la Sociedad Feudal

Caracteres de la Educación Feudal

Formas de la Educación Feudal

La Educación Patrística

La Educación Catequística

La Educación Monástica

La Educación Episcopal

La Educación Presbiteriana o Parroquial

La Educación Abacial

La Educación Palatina o Cortesana

La Educación Catedralicia o Conventual

La Educación Escolástica

La Educación Musulmana o Arabe

La Educación Caballeresca o de la Nobleza

La Educación Gremial o Artesanal

La Educación Ciudadana o Municipal

La Educación Universitaria

Preguntas de Investigación y Análisis

Referencias

LA EDUCACION CAPITALISTA

Caracteres de la Sociedad Burguesa al momento de nacer este nuevo modo de Producción

Caracteres de la Educación Burguesa

Direcciones Pedagógicas Burguesas en la Fase del Tránsito del Feudalismo al Capitalismo

WLFGANG RATKE

JUAN AMOS COMENIO

JOHN LOCKE

JUAN JACOBO ROUSSEAU

JUAN ENRIQUE PESTALOZZI

JUAN FEDERICO HERBART

Referencias

Preguntas de Investigación y Análisis

BIBIOGRAFIA

INDICE

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ENSAYO

Historia y Filosofía de la Educación Peruana

Jaime Cerrón Palomino

Roberto Aguirre Palomino

Huancayo – 1989

INTRODUCCIÓN

Un tratado específico sobre la Historia y Filosofía de la Educación de nuestro país aún no ha sido escrito con la atenta reflexión que el caso se merece. Diversas circunstancias han conspirado contra esa necesidad: los distintos modos de enfocar la periodización de nuestra historia nacional; la ausencia de fuentes escritas acerca de la evolución de nuestra sociedad primitiva y esclavista; la variedad de interpretaciones existentes acerca del carácter de la sociedad incaica; el incorrecto método con que se analizó y se sigue analizando aún el desarrollo económico-social del Perú; la preferencia que se ha tenido por los textos extranjeros que se han encargado de deformarnos al desenvolvimiento de nuestra base económica. Un esfuerzo cercano a nuestro propósito es, sin embargo, la obra de Enrique Gonzáles Carré y Virgilio Galdo Gutierrez: Historia de la Educación en el Perú, quienes tomando como guía el materialismo histórico han logrado en gran medida, precisar la correspondencia existente entre el grado de desarrollo de las fuerzas productivas y sus relaciones sociales de producción. Al lado de este trabajo, es importante mencionar el libro de Carlos Daniel Valcárcel: Breve Historia de la Educación Peruana, que sintetizando otros trabajos conexos que el mismo autor ha desarrollado en torno a la época incaica, el coloniaje y la propia república, viene a llenar un vacío en nuestra información. Empero, esta bibliografía se halla fuertemente recortada, si tenemos en cuenta que la Filosofía de la Educación no ha sido tratada al lado de su Historia; es así como, por ejemplo, el trabajo de Carlos Salazar Romero: Pedagogía y Educación en el Perú, sin hacer mención de todas las Reformas ensayadas en nuestro país, toca aspectos fundamentales de las doctrinas educativas que nuestros teóricos de la educación han vendido diseñando. Constituye también un hito especial, la obra de Augusto Salazar Bondy: En torno a la Educación, que toca aspectos medulares acerca de las causas de nuestro atraso y el divorcio notorio de nuestra enseñanza frente a las urgentes demandas productivas del país.

Si bien es verdad que Alejandro O. Deustua, Manuel Vicente Villarán, Joaquín Capelo, Julio A.Chiriboga, Carlos Cueto Fernandini y Walter Peñaloza Ramella entre otros, nos han entregado ensayos que reflejan su preocupación individual y de clase, acerca de la problemática educativa, es preciso señalar que no han llegado a sobrepasar la obra cimera del ilustre amauta José Carlos Mariátegui, quien aparte de sus Temas de Educación, elaborada en el Proceso de la Instrucción Pública, la más sesuda reflexión en torno a los palpitantes temas que todo buen estadista, maestro, ideólogo o peruano en general, está en el deber de entender para colocar nuestro sistema educativo en las condiciones que la sociedad contemporánea exige. Paralelo a este comentario, es menester reconocer en José Antonio Encinas, el genuino educador que vivió preocupado por mejorar nuestra superestructura educativa, entregándonos alcances actualizados de una mejor metodología acorde a una pedagogía del trabajo.

Con el propósito de sistematizar esta investigación, la hemos dividido en cuatro partes. La primera realiza un escarceo de los primitivos pobladores del Perú, con el propósito  de comprender la correspondencia existente entre la vida material y la conciencia social de los primeros habitantes. En este sentido, nos han sido valiosos los brillantes artículos trabajados por el autodidactico Emilio Choy Ma y que han sido compilados dándole el rubro de Antropología e Historia. A través de esta fuente nos ha sido satisfactorio concluir cómo el desarrollo de las sociedades gentilicias tiene la misma secuela ya en Oriente como en Occidente, ya en las comunidades egipcias y babilónicas, como en la azteca e inca.

El desenvolvimiento del período esclavista primero de nuestras culturas preincaicas y luego de la del Tawantinsuyo, nos ha sido posible pergueñar gracias a la cada vez más prolífica producción que vienen ofreciéndonos intelectuales de la talla de Luis Guillermo  Lumbreras con su: Los Orígenes de la Civilización en el Perú; Federico Kauffman Doig,con su; Orígen de la Cultura Andina; Julio Valdivia Carrasco con: El Imperio Esclavista de los Inkas; Alden Manson; Las Antiguas Culturas del Perú; Justo Cáceres Macedo: Las Culturas Prehispánicas del Perú; Waldemar Espinoza Soriano: Los Modos de Producción en el Imperio de los Incas; María Rostorowski de Diez Canseco: Historia del Tawantinsuyu; José Antonio del Busto Duthurburu: Perú Incaico. Pero básicamente los ensayos elaborados en torno a la superestructura educativa específica de este período, por el sociólogo peruano Roberto Mac-Lean y Estenós: La Educación en el Imperio de los Incas, y por Carlos Daniel Valcárcel: Historia de la Educación Incaica. Nos ha sido también útil la confrontación de los trabajos de Louis Baudin: El Imperio Socialista de los Incas y de Luis E. Valcárcel: Etnohistoria del Perú Antiguo.

Lo concerniente al Perú feudal-colonial ha contado con la bibliografía siguiente: Wiliam H.  Prescott: Historia de la Conquista del Perú; Virgilio Roel: Historia Social y Económica de la Colonia, Pablo Macera: Historia del Perú. La Colonia; Garcilazo Inca de la Vega: Historia General del Perú. Segunda Parte de los Comentarios Reales; Luis Guillermo Lumbreras, Carlos Araníbar, Manuel Burga, Ignacio López Soria, Alberto Flores Galindo, Heráclio Bonilla, Ernesto Yepes del Castillo, Julio Cotler y Silesio López, en: Nueva Historia General del Perú; Juán José Vega, en: La Guerra de los Viracochas;; Fernando Lecaros, en: Visión de las Ciencias Histórico-Sociales; y en lo atinente al propio terreno de la educación, las obras de: Daniel Valcárcel: Historia de la Forma de Educación Colonial; Virgilio Galdo Gutiérrez: Educación de los Curacas. Una Forma de Educación Colonial y la de César Angeles Caballero: Historia de la Educación Peruana: Período de la Colonia. No dejan de ser importantes para consulta: Pedro Cieza de León: La Crónica del Perú y Raúl Porras Barrenechea: Fuentes Históricas Peruanas.

Por último, la novedad que trae este trabajo, es el hecho de considerar nuestro período llamado tradicionalmente “republicano” como etapa Semifeudal y Semicolonial de nuestra educación, concretamente en su primer tramo, siguiendo la acertada tipificación que diera el genial ensayista peruano José Carlos Mariátegui, en sus obras: 7 Ensayos, Ideología y Política y Temas de Educación. Para abordar lo cual, incuestionablemente se ha tenido que leer a: Francisco García Calderón, en: El Perú Contemporáneo; Alejandro O. Deustua, en  La Cultura Nacional;  Manuel Vicente Villarán: Páginas Escogidas; Víctor Andrés Belaunde, en: La Realidad Nacional; José Antonio Encinas, en: Un ensayo de Escuela Nueva en el Perú; Pablo Macera: Trabajos de Historia; Julio Roldán: Perú, Mito y Realidad; Wilfredo Kapsoli: El Pensamiento de la Asociación Pro Indígena; Herminio Parra Rivera, en:  El Hayatorrismo en la Historia Republicana; Julio Cotler: Clases, Estado y Nación en el Perú y Augusto Salazar Bondy: Historia de las Ideas en el Perú Contemporáneo.

LOS AUTORES.

LA EDUCACION PRIMITIVA

LA SOCIEDAD PRIMITIVA PERUANA.

Quien quiera conocer las características fundamentales de nuestro pasado primitivo, habrá de concluir que como toda sociedad del orbe, la nuestra, empezó sin las ataduras que las sociedades clasistas posteriores aherrojaron sistemáticamente al punto de poner al hombre en condiciones de servilización. El grafico que sigue, demuestra palmariamente el paso de una sociedad sin clases a otras, donde el antagonismo está patente:

FALTA CUADRO

LOS PRIMEROS POBLADORES.

Como bien dice Justo Cáceres Macedo, en su obra: Las Culturas Prehispánicas del Perú (1): “La más antigua ocupación humana en los andes se encontró en la cueva de Pikimachay ubicada a doce kilómetros al norte de la ciudad de Ayacucho. En los niveles inferiores de Pikimachay, en las fases llamadas: Pacaycasa (22,000 años a.C.) y Ayacucho (16,000 años a.C.), se descubrieron instrumentos humanos rudimentarios asociado a restos de animales extinguidos como megaterios, mastodontes, caballos, paleolamas y otras especies pleistocenicas”.

Esto quiere decir que, como lo refuerza Pablo Macera, en Historia del Perú (2): “Las raíces peruanas son muy viejas. El Hombre llegó al Perú hace miles de años como cazador. Quizás al principio cazaba animales enormes (elefantes grandes, osos, perezosos gigantes) y tenía que disputar su alimento a unos feroces tigres que tenían dientes en forma de sable. Después empezó a cazar venados y vicuñas. Hace 8,000 años, el hombre andino comenzó a experimentar el cultivo de las plantas. Domestico primero el frejol y la calabaza. Después a otros vegetales (quinua, papa, etc.). Al final cultivó algodón y maíz. Además de esta domesticación de plantas, los peruanos llegaron a domesticar grandes mamíferos (llama, alpaca).

Los peruanos de entonces consiguieron crear una sociedad equilibrada con alimentos suficientes para todos, gracias a una explotación de los recursos tanto del mar (pescados y mariscos) como de los valles (agricultura) o las alturas (ganado).

Como se ve, en este período el hombre está en constante lucha contra la naturaleza y sus peligros, más no así contra sus congéneres.

SITUACION DE LOS INSTRUMENTOS DE TRABAJO.

La actividad de los primitivos peruanos del período paleolítico consistió en la elaboración de toscos artefactos de piedra, valiosos para enfrentarse a las fuerzas de la naturaleza y poder sobrevivir. Como acertadamente afirman Gonzáles Carré y Galdo Gutierrez (3): “El equipo cultural de estos primeros recolectores era bastante rudimentario. Pero este equipo en determinadas circunstancias, se vio enriquecido por la aparición de nuevos instrumentos punzo-cortantes de mayor eficacia. Es el momento en que hace su aparición en los andes una forma superior de recolección, que es la caza. El enfrentamiento con animales físicamente de gran fortaleza, exigió al hombre, a perfeccionar su equipo de instrumentos y a desarrollar nuevas técnicas y conocimientos para trabajar la piedra creando la punta de proyectil”.

LAS PRIMERAS ACTIVIDADES HUMANAS (Recolección, Caza y Pesca).

En los primeros tiempos, los antiguos peruanos sólo sabían cazar y recolectar sus alimentos. Macera distingue hasta dos etapas para los Cazadores: una de grandes animales extinguidos y otra de cérvidos y camélidos. Esto ocurre alrededor de los 20,000 a 6,000 años a.C.

Luego, entre los 6,000 a 2,500 a.C., vendrá la época de la horticultura, esto es, de la domesticación de plantas. Remarcando mejor este episodio, Macera nos aclara (4): “hasta algo más de 10,000 años, prácticamente todos los hombres de la tierra vivían de alimentos silvestres. Los cazaban o los recogían. Hace 2,000 años, en cambio, la inmensa mayoría de la humanidad, vivía de la agricultura”. Los primeros horticultores en la sierra cultivan el frejol.

A partir de 2,500 a.C. se inicia el período del sedentarismo, a partir de cuyo momento los hombres no están obligados a moverse detrás de sus presas para cazarlas.

AUSENCIA DE PROPIEDAD PRIVADA.

En ese instante, como correctamente apunta Gonzáles (5): “La propiedad sólo se circunscribía a los instrumentos que fabricaba cada individuo. El conjunto de individuos de ambos sexos, participaba sin limitaciones, en los beneficios de las actividades económicas de la caza y la recolección… pero esta manifestación de propiedad fue colectiva, de todos los miembros de la aldea sobre sus territorios.

AUSENCIA DE CLASES SOCIALES.

A decir de Emilio Choy (6): “La aparición de una clase en una colectividad es acontecimiento que no ocurre por difusión. El nuevo ritmo que adquirió la agricultura en Chicama y valles adjuntos, son resultantes de nuevos factores, no sólo fue aumento cuantitativo sino cualitativo. La amplia producción de los agricultores incipientes transformó a los agricultores que seguía con la pesca y la recolecta, en agricultores completos… El relevo de la actividad cazadora-pescadora por la agricultura, indujo a parte de la colectividad, especialmente a los varones, a un proceso revolucionario… esta ampliación productiva favoreció la formación de excedentes que posibilitaron el cambio en la estructura social, ocurriendo la transformación inicial, dividiendo la sociedad comunal  en sociedades de clases.”

AUSENCIA DE ESTADO.

El mismo Choy nos dice (7): “La expansión mochica fue precedida de una evolución que abarcó varios siglos a partir del modesto gobierno sacerdotal en el siglo III a.C., o anteriormente, la riqueza productiva y la amplitud del valle de Chicama y Moche, permitió el crecimiento de una mayor población”.

Hay un error cuando se piensa que el Estado aparece con los incas, pero la verdad es que el año 656 d.C., ya el Estado mochica estaba dominado firmemente en varios barrios costeños, entre ellos el valle de Virú, aunque el comienzo de la organización estatal fue en el Siglo IV o en el 302 d.C.

LA APARICION DEL AYLLU.

Según Luis Guillermo Lumbreras (8): “El Ayllu que es la forma andina del Clan, apareció con la agricultura, pero más que como un subproducto de ella, como el mecanismo social indispensable para sustentar la forma de trabajo y la forma de propiedad que nacieron al mismo tiempo en torno al nuevo medio de producción: la tierra para cultivo o chacra.

El ayllu es una organización de la comunidad, basada en vínculos de parentesco consanguíneo… La asociación no es por cierto solamente familiar; ella se realiza, en torno a una participación colectiva en el proceso de producción agrícola y dentro de un marco territorial concreto conocido como marka que es identificada como propiedad colectiva de los miembros del ayllu… el surgimiento de la propiedad colectiva no tiene pues el carácter de apropiación de los recursos naturales, sino de la defensa del trabajo social invertido por los mismo trabajadores. Esta es una sustantiva diferencia con el carácter y formas que tiene la propiedad privada sobre los medios de producción y que se basa en la explotación y no en la producción.

El ayllu debió quedar constituido en forma definitiva durante el segundo milenio de la era pasada, desplazando plenamente a las bandas de cazadores y recolectores…”.

CARACTERES ESPECIFICOS DE LA EDUCACION PRIMITIVA PERUANA.

El estudio de la educación primitiva, nos remite necesariamente a explicar la aparición de los primeros grupos humanos en nuestro territorio. Al respecto, tenemos por un lado, las informaciones recientes que nos reporta la Arqueología, la Lingüística, La Historia, la Antropología y la Etnología; y por otro, el esfuerzo desplegado por científicos sociales de la talla de Julio C. Tello, Augusto Cardich, Jorge C Muelle, Emilio Choy, Guillermo Lumbreras, Pablo Macera, Luis E. Valcárcel y otros.

FUENTES.

Particularmente, ni nos contraemos a los antecedentes de la Historia de la Educación, vamos a encontrar que como dice Gildomero Arista en su obra: El Currículo y la Dependencia Educativa Peruana (9): “No contamos con una historia de la educación peruana, completa, detallada y documentada… La obra de Daniel Valcárcel, documentada y descriptiva, cubre sólo la educación incaica y colonial”. De allí que se hace urgente sistematizar un serio estudio que se proponga a mostrarnos el verdadero rostro de nuestro fenómeno educativo, acudiendo a los prolíficos datos que tiene acumulado Jorge Basadre en su  Historia de la República.

PUNTO DE PARTIDA.

Los historiadores Gonzáles y Galdo, precisan que (10): “La historia de la educación en el Perú se inicia también hace 22,000 años, cuando los primeros grupos de recolectores paleolíticos comienzan a elaborar en nuestro territorio sus primeros toscos artefactos de piedra”.

LA IMITACION.

Los primitivos peruanos, después de largas atentas observaciones de su entorno, en el propio medio natural, advirtieron la manera cómo las crías de animales son mantenidas y protegidas por la madre, pacientemente; por otro lado, ven como la sucesión de climas y estaciones en distintas zonas condicionan la aparición de determinados productos alimenticios, los cuales le servían de dieta. Esta situación mejoró aún más notablemente, cuando a través de herramientas rústicas, empiezan a fabricar herramientas mucho más efectivas, utilizando la piedra, el cuerno de los animales, la madera y los huesos, con los que procederá inclusive al deguello, como se ha descubierto en los hallazgos de Chivateros. La propia naturaleza andina, sirvió pues de maestra a los primeros hombres del ande, Este aprendizaje, por efecto multiplicador, es trasmitido con éxito a las generaciones que se suceden.

LA PRACTICA.

Los hombres que vivieron en esta etapa estaban obligados socialmente a educarse en las tradiciones y conocimientos del grupo humano en el cual se desenvolvían, a partir de sus propias experiencias. Como lo señala Gonzáles (11): “La supervivencia en su más amplio sentido dependía de la eficacia de su aprendizaje y de su correcta aplicación a las condiciones concretas del paisaje andino”.

SU CARACTER DIFUSO.

Como señalamos en Historia y Filosofía de la Educación Universal (12), la educación en este estadio es difusa, porque es el propio medio ambiente (naturaleza-sociedad) quien educa. En todo caso, el grupo social se constituye en núcleo educativo fundamental. La educación, en este sentido, no es formal.

SU NATURALEZA ACLASISTA.

Como en toda sociedad gentilicia del mundo, en este estadio los primitivos peruanos no están en pugna contra el hombre o contra un sector de la sociedad, sino más bien enfrentado contra los rigores del clima y los embates de la naturaleza. En torno a este el historiador E. A. Kosminski, al referirse a las comunidades tribales nos aclara (13): “Las tribus… llevaban una vida seminómada, sus ocupaciones principales eran la ganadería y la caza; se dedicaban poco a la agricultura. Con frecuencia cambiaban de sitio en busca de mejores lugares de pastoreo y caza. Vivían agrupadas en clanes; cada clan elegía a sus jefes. No existía entre ellos la propiedad privada de la tierra; ésta pertenecía a todo el clan y era cultivada en común. En aquél entonces no existían clases entre los bárbaros, todos eran iguales. No tenían Estado, ni reyes. Sólo en tiempo de guerra elegían jefes militares.

REFERENCIAS

  • Justo Cáceres Macedo. En: Las Culturas Prehispánicas del Perú p. 20.
  • Pablo Macera.En: Historia del Perú, p.5.
  • Enrique Gonzáles Carré y Otro. En: Historia de la Educación en el Perú, p.19.
  • Pablo Macera, Op. Cit. p.25.
  • Gonzáles Carré y Otro, Op. Cit. p.21.
  • Emilio Choy Ma. En: Antropología e Historia, Tomo I., p.166.
  • Choy, op.cit. p. 178.
  • Luis Guillermo Lumbreras y Otros.En: Nueva Historia General del Peru, p.11.
  • Gildomero Arista. En: El Currículo y la Dependencia Educativa Peruana, p.13.
  • Gonzáles Carré y Otro, Op.Cit. p.17.
  • Ibid., p.19.
  • Jaime Cerrón Palomino y Otro.En: Historia y Filosofía de la Educación Universal, p.6.
  • A. Kosminski. En: Historia de la Edad Media, p.7-8.

LA EDUCACION ESCLAVISTA

LAS SOCIEDADES PRE-INCAICAS

SURGIMIENTO DE LAS SOCIEDADES CLASISTAS.

Los descubrimientos de la Arqueología han demostrado que los valles costeños de Guañape y Virú muestran vestigios de excedentes de maíz, lo cual como dice Emilio Choy, habría determinado los cambios de la estructura social, dividiendo la sociedad comunal en sociedad de diversas plantas cultivadas en un nivel que permitía formarse excedentes en beneficio de una clase dominante.

Queda así confirmado aquello que el materialismo histórico también precisa al explicar que es fundamentalmente por el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas que hay que conocer el salto cualitativo operado en una sociedad determinada. En efecto, como los antiguos pobladores del Perú, al alcanzar la tecnología del riego, mejoraron enormemente la agricultura, la sociedad peruana ingresó de lleno a contar con relaciones de producción de subordinación o dominación, es decir, una fase clasista de organización social. A este momento corresponden las culturas de Chavín, Nazca, Moche, Tiawanaku, Wari, Chimú, Chincha, Aimara, Lanka, Chanka, Kolla y otras.

CHIMU, CHANCA, CHINCHA, AYMARAS CONFLICTOS, DIVERSIDAD. CRECIMIENTO URBANO 1000-1476 D.C.
WARI, PACHACAMAC SINTESIS, EXPANSION CENTRAL ANDINA. CAMINOS, CIUDADES. 600-1000 D.C.
MOCHE, VICUS, CAJAMARCA, RECUAY, LIMA, NAZCA, TIAWANACO. DIVERSIDAD, DESARROLLO ARTISTICO. 200-600 D.C.
  FORMATIVO  
PUCARA, PARACAS, GALLINAZO   200 A.C.
CHAVIN SINTESIS, EXPANSION RELIGIOSA. 1000 A.C.
GUAÑAPE, KOTOSH, HUAIRAJIRCA INICIOS CERAMICA, MEJORA AGRICOLA, CENTROS CEREMONIALES. 2000 A.C.
  PRE CERAMICO  
HUACA PRIETA AGRICULTURA, PESCA Y PASTOREO DESARROLLADOS. 2500 A.C.
GUITARRERO, CHILCA DOMESTICACION INICAL PLANTAS ANIMALES. 6000-2500 A.C.
LAURICOCHA, TOQUEPALA, JUNIN. CAZA VENADOS, AUQUENIDOS, BANDAS. 8000-6000 A.C.
¿Pacaicasa? ¿CABALLO, ELEFANTE, PRESOSO GIGANTE? 2000-8000 A.C.

NIVEL DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS.

Como acertadamente lo explica Emilio Choy en Antropología e Historia (2): “en las vísceras de la economía recolectora del paleolítico moribundo, o sea a fines del mesolítico del noreste peruano, se encontraban los gérmenes de un sistema que si no destruiría totalmente la actividad cazadora y recolectora, la relegaría a un nivel menos preponderante del que hasta entonces tenía en la vida social. El problema fue no esperar los frutos y vegetales naturales, sino utilizar el bastón de las recolectoras para abrir hoyos y en lugar de sacar raíces comestibles sembrar semillas de plantas conocidas. Esta sencilla faena requirió milenios de observaciones”.

Ahora bien, conocida la agricultura, al peruano antiguo le fue favorable la domesticación de animales, permitiendo a los cazadores no sacrificar a todos los animales cogidos en el chaco. Pero  “el origen de la agricultura en el Perú no fue el resultado de obsequios exteriores, de bandas de agricultores que nos llegaron importados desde Asia u otro lugar. Las revoluciones no se exportan, surgen de las condiciones internas” (3). Los inmensos contrastes de la geografía del Perú, que no tienen comparación en América, apenas han sido factores influyentes, más no determinantes, pues la causa interna es la base de las transformaciones.

Sin embargo, la agricultura tuvo fuertes reveses cada vez que se originaba la escasez de agua. Es en estas circunstancias, cuando los sacerdotes aprovechan la situación de angustia para implorar el favor de una divinidad, lo cual, generará el deseo de emprender una exploración de la astronomía, la que será favorable al desarrollo de la ciencia, pero entre tanto, con el fin de satisfacer a los dioses, miles de braceros construyeron obras inútiles como los famosos adoratorios, en señal de entrega de una ofrenda a las fuerzas sobrenaturales; mientras que otras colectividades apremiadas por la hambruna, encontraron mejor alternativa al construir los canales artificiales de irrigación. Como remarca el mismo Choy (4): “el riego fue una invención apremiante en los valles pobres urgidos de agua… Con la agricultura de irrigación se operan cambios de importancia: los excedentes permiten alimentar a una población mucho más numerosa, se construyen más caminos de comunicación dentro del mismo valle…. La producción alimenticia ha llegado a un nivel que permite, en los períodos no dedicados a la agricultura, lograr miles de miles de horas de trabajo, para elaborar el barro o acarrear piedras para la construcción…”.

En consecuencia, el paso del modo de vida comunal a una sociedad con clases, estuvo marcado por el enorme desarrollo de las fuerzas productivas que significó, como se ha visto, el aprovechamiento del agua por medio de canales, hecho que resulta notable; como la domesticación de plantas y animales y constituyó un escalón más en el control de la naturaleza.

LA VALIOSA CONTRIBUCION DE LA MUJER.

El mismo antropólogo Choy se encarga en aclararnos que en este período (5): “… el pensamiento femenino fue más audaz, su modalidad de trabajo le permitió razonar mejor que el cazador, aún subordinado a la magia del chamán… Conocido es que la mujer andina no pierde el tiempo ni durante su caminata, porque teje o hila durante su marcha…. La mujer había iniciado la agricultura con sus valiosos excedentes en los años de abundancia”. Paradójicamente existe en nuestro medio la creencia de que la mujer es conservadora por naturaleza, sin embargo, a lo largo de la historia andina, queda demostrado que resultó ser una gran revolucionaria, por la índole de su práctica cotidiana alcanzó una mente más perspicaz; al  enterrar las semillas o raíces, adquiere conciencia de sus necesidades, pero al mismo tiempo consigue un mayor dominio sobre la naturaleza.

EL PAPEL DE LA RELIGION.

Como diestramente lo ha analizado Choy (6): “los primeros sacerdotes surgen mezclados de prácticas chamanísticas supervivientes de la vieja economía cazadora, con las voces de la religión naciente… El patriarca o sacerdote, o ambos personajes, se constituyen en imploradores de la divinidad… En la medida que el pueblo conseguía producir  mayor cantidad de excedentes tenía que entregar parte de lo que producía, la fuerza de su trabajo, para tener contento al Dios que les mandaba el agua, que en la imaginación constituyó la razón principal de la vida. La producción de excedentes al progresar fue lo que permitió el engrandecimiento de los templos… En este proceso se llegó a atribuir la prosperidad de la agricultura a la divinidad…. El sacerdote afirmaba que la divinidad estaba satisfecha, porque la colectividad había seguido incondicionalmente sus órdenes… Con el desarrollo de la producción, el sacerdocio, invocando la divinidad, consigue arrancar progresivamente una mayor cantidad de trabajo gratuito o plusproducto; el incremento en la producción no aparece como el esfuerzo del que trabaja, sino como obra y gracia de la fuerza sobrenatural. Todo el mérito de la producción es transferida a la divinidad; el trabajador aliena el producto de su trabajo a la clase sacerdotal, bajo la ingenua entrega de una ofrenda. Ha aparecido una clase, pero esto también implica un sometimiento, una colectividad esclavizada…”.

SURGIMIENTO DE LAS CASTAS MILITARES.

Del mismo modo como la clase sacerdotal fue producto de la división del trabajo el crecimiento de los grupos guerreros ha sido condicionado por la clase sacerdotal. Choy apunta que  (7): “el ejército hasta entonces estuvo constituido por la  tribu, ahora era imprescindible separar un grupo de especialistas que se dedicasen a la nueva actividad para asegurar las conquistas logradas”.

Poco a poco, fue tomando así una fuerza incomparable, hasta que vamos a hallar que Chapín (500 a 1200 a.n.e.) tuvo las características de un Estado despótico, religioso y teocrático; en cambio, Wari (Siglo VI) tuvo un estado nítidamente militarista. Al respecto, el científico social Julio Roldán, en su importante trabajo: Perú: Mito y Realidad acota “Es evidente que la primera forma como se expresa el Estado es a a través de la justificación del dominio ideológico, como hacían los Chapín con su dominio teocrático… Wari… fue un imperio que contó con un ejército ya organizado, el mismo que le sirvió para la conquista de otros pueblos. Esto implicaría que fue un Estado propiamente dicho. Deduciríamos, por lo tanto, que por entonces, existía ya una sociedad esclavista” (8).

LA INSTITUCION DE LOS CURACAS.

Pero no sólo en Chapín y Wari, se dio el caso de la organización clasista, sino que a lo largo de nuestro primigenio territorio hubieron estados nacionales de diverso grado y poder. Por ejemplo, en la costa norte, se manifestaron los Mochicas y Chimúes; en el Callejón de Huaylas: la Cultura Recuay; los Huarpas en Ayacucho; en el Titicaca, los Tiawanakos; los Aymaras en el Altiplano; los Chankas y los Wankas en el Centro; los Nascas y Paracas en Ica. En todos estos Estados logró un papel de importancia, como dominante, el CURACA. En torno a esto, el Arqueólogo Luis Guillermo Lumbreras en su obra: Nueva Historia General del Perú (9) dice: “Los curacas eran jefes étnicos de distinta jerarquía y poder, cuya diferencia básica, con el resto de la población, residía en su acceso al a fuerza de trabajo, mediante la cual, se medía su riqueza. Los curacas de más alta jerarquía pasaban del nivel tribal al nivel nacional, siendo señores de verdaderos Estados nacionales y los de mayor poder, llegaron a constituir estados multinacionales, con rango de reyes y emperadores”.

SITUACION DE LA CIENCIA Y LA TECNOLOGIA.

El cultivo de la ciencia, del arte y de la técnica, está fuertemente ligado a la superestructura religiosa y por ende, al control del sacerdocio. Tan cierto es esto que Choy apunta (10): “Los primeros templetes son rincones donde pretenden relacionarse con las misteriosas fuerzas sobrenaturales, y al mismo tiempo son centros de observaciones de los astros”. Los sacerdotes construyeron un amplio sistema de observaciones y cálculos y establecieron implícitamente rituales de súplica dirigidos a los cuerpos celestes, que parecían dominar profundamente la vida en la tierra. Esta combinación de verdad e ignorancia, de honestidad científica y de engaño social, dio a los sacerdotes un tremendo control sobre el pueblo, porque sólo ellos podían conocer e influenciar aparentemente las fuerzas que controlaban el destino humano.

Pero no es sólo en la astronomía que descuellan los antiguos peruanos, también destacan en cerámica, arquitectura, en orfebrería, metalurgia y textilería. Así  Choy, ha hallado información sobre el cultivo de estas especialidades. Por ejemplo, en cerámica las mujeres se vieron obligadas a fabricar utensilios necesarios para el arte culinario; “En la metalurgia sureña, así como en la de la costa norte, se llegó a utilizar el cobre y el oro, pero los mochicas dominaron una tecnología más avanzada en el trabajo de los metales, la plata, el cobre y sus aleaciones. Por ejemplo. El fundido, el dorado, el plateado, etc. Incluso llegaron a descubrir ciertas propiedades como la maleabilidad, su fusibilidad, la reducción y las aleaciones” (11). En materia de textilería conocieron “la confección de hilos para redes u otros fines, para telas para contrarestar el viento de las alturas”.

APARICION DE LAS CLASES SOCIALES.

Con la casta sacerdotal empieza la división de la sociedad antigua en clases, pero con el militarismo que le sirve, aparece algo más que la simple contradicción de las viejas y nuevas fuerzas sociales, la fuerza motriz de la sociedad de clases, se asienta con la aparición del antagonismo entre ellas. Empero es oportuno destacar que la ampliación productiva que favoreció la formación, de excedentes posibilitaron, como remarca Choy (12): “el cambio en la estructura social, ocurriendo la transformación inicial, dividiendo la sociedad comunal en sociedades de clases”.

SURGIMIENTO DEL ESTADO.

Según Emilio Choy (13): “A comienzos del siglo IV d.C., ocurre la aparición del Estado entre los mochicas… la descentralización en la última fase de la confederación instituida por el Estado esclavista de Moche se puede apreciar en la autonomía que existía en la administración local… el camino que el Estado mochica había iniciado, después de más de un milenio, aún lo estamos recorriendo, con toda su tragedia… Aunque podría ser recordado como un momento oscuro de la historia, constituye una etapa social indispensable para estructurar la era de claridad que se avecina”. Como se sabe, el Estado nace con el pretexto de someter pueblos de valles foráneos. El grupo de militares es una fuerza permanente o semipermanente, lista para someter cualquier levantamiento o situación crítica que pudiera poner en peligro la unidad alcanzada con el sometimiento de poblaciones extrañas.

En el Perú aborigen de aquellos tiempos, el Estado hace pues su aparición bajo el contorno teocrático y despótico a la vez.

CARACTERISTICAS ESPECÍFICAS DE LA EDUCACION PRE-INCAICA.

El período preincaico de la sociedad esclavista peruana, está caracterizado por el auge de las aldeas, el surgimiento y desarrollo de los grandes centros urbanos y el nacimiento y extinción de Estados imperiales que se suceden unos a otros; pero al mismo tiempo, es la época en que se levantan las más importantes obras arquitectónicas de carácter militar, religioso y civil. Desde el punto de vista, estrictamente educativo, como correctamente lo estableciera el pedagogo Aníbal Ponce en su notable trabajo: Educación y Lucha de Clases (14) la educación termina perdiendo su primitivo carácter homogéneo e integral para mantener y reforzar a las clases dominantes. A partir de ese momento, podemos hallar las siguientes características peculiares:

  1. Su carácter clasista. A los dominados se les encomendará el trabajo y la sumisión, mientras que para los dominantes se reservará la riqueza y el saber. Se ingresa así a una fase de educación sistemática, organizada y violenta, pasando al mismo tiempo, la mujer, a un segundo plano y quedando encerrada en funciones domésticas. Como se ha explicado en páginas anteriores, en la época primitiva ella había estado en igualdad de derechos que el varón y aún le sobrepasaba a éste en iniciativa.
  • Su sentido tradicionalista. Posesionados de toda suerte de privilegios, los gobernantes se esfuerzan por imponer en las nuevas generaciones el culto al pasado, el respeto a las instituciones vigentes, el mantenimiento del statu quo. Los hijos de la élite, son encaminados para sustituir a sus padres en la administración del imperio, en tanto que los niños de los sojuzgados, son conducidos al aprendizaje de faenas rudas y manuales. La experiencia y la tradición inspiran la acción educativa.
  • Su orientación práctica. La educación se circunscribe fundamentalmente al cultivo de destrezas y habilidades que permitan éxito utilitario en las faenas cotidianas, de manera que la satisfacción de las necesidades materiales quede garantizada. El niño estará en condiciones de aprender tareas inmediatas, impostergables y hasta polivalentes, abiertamente beneficiosas, orientadas a la utilización de la tierra, el cuidado doméstico, las actividades manuales, la caza, la metalurgia, etc.
  • Su naturaleza localista. En tanto se trata de aldeas, la educación está destinada a pequeños grupos humanos. La instrucción asume la responsabilidad de adiestrar a cada hombre en determinada actividad. En la medida que aumenta la complejidad social, también la enseñanza tiende a convertirse en una función especializada.
  • Su encauzamiento religioso. Habiendo sido las castas sacerdotales, quienes tomaron el mando de la organización estatal, es obvio que la instrucción tuvo un trasfondo de orientación mítico-religiosa. Así también nos lo dicen Gónzales y Galdo (15): “La educación tuvo que trasmitir socialmente toda concepción ideológica y la cosmovisión que a un nivel super-estructural se había elaborado y que ya representaba los intereses de un sector, de una casta, de una clase, que se iba formando con el fin de explotar a las mayorías”.
  • Su índole agrícola. Por ser la agricultura la faena más absorbente, al comienzo no permitían que los individuos dispusieran de tiempo para la sistematización adecuada de los conocimientos. Pero, conforme abundan los excedentes de producción, los adultos estarán en condiciones de poder trasmitir a sus descendientes el dominio de ciertos secretos tales como: la regulación y cálculo del volumen de las aguas, control de las plagas, rotación de cultivos, advertencia de peligros como la presencia de heladas y sequías.
  • Su prospección artística. El mismo Gonzáles Carré corrobora que (16): “También surgieron, en esta época, muchos otros especialistas en técnicas de diferentes naturaleza y cuya capacitación requería mayor tiempo de una educación más intensiva para alcanzar un diestro dominio de cada oficio específico. Ceramistas, picapedreros, escultores, tejedores en algodón y lana, metalurgistas en oro y luego en cobre y plata, especialistas en cultivo y otros, alcanzaron un nivel tecnológico y en muchos casos sus obras evidencian un elevado sentido estético, especialmente en la cerámica y la escultura”. Pero incluso, en el terreno artístico flotará el carácter clasista, pues por un lado habrá una artesanía doméstica y utilitaria, en tanto por otro, existirá una artesanía cultista y ornamental para satisfacer los intereses sacerdotales o jefes civiles.
  • Su obstinada elitización. Si bien las comunidades aldeanas primigenias mantuvieron en algún modo el carácter homogéneo de la distribución de bienes y por ende, de la acumulación cultural, gradualmente esto fue desapareciendo, al extremo que por la práctica del propio despotismo, los hijos privilegiados alcanzarán un tipo de educación diametralmente distinta que la destinada para el pueblo. Es así, como los vástagos de la nobleza se prepararán para desempeñar en el futuro tareas de orden burocrático, administrativo, o para funciones religiosas, acciones militares o políticas.  Finalmente, conquistarán un determinado tipo de escritura que, al fin de cuentas no es sino la elitización del conocimiento. Dentro de esta misma órbita encontramos que la ciencia de la Astronomía, Hidráulica, Arquitectura y otros oficios fueron trasmitidos sólo a los de la casta, con sentido gubernativo, secreto.
  • Su magisterio selecto. En los Estados teocráticos es el sacerdote el depositario y conocedor de los secretos de la administración, por ello gozó de prestigio social. Los sacerdotes de aquellos tiempos podían inclusive orientar y aconsejar sobre épocas de lluvia y sequía, organizar el trabajo, controlar el uso del agua y “conseguir benevolencia y apoyo de la divinidad para obtener una buena cosecha”. Como bien acota Gonzáles (17): “La necesidad de mantener el poder obligaba ya, en cierta forma, a establecer cierto tipo de control sobre la educación e instrucción de los miembros de la nobleza, para asegurar el éxito de la gestión futura”. Más adelante, añade: “Es probable que los hijos de los jefes que vivían en las grandes ciudades habrían recibido diferente tipo de educación e instrucción de contenido ajeno a los oficios técnicos y más bien orientado a una capacitación en asuntos de la administración política del Estado. La educación de la nobleza se habría diferenciado tajantemente de la educación del pueblo”.
  1. Su esencia discriminativa para las manualidades. Los mismos autores ya citados remarcan que (18): “La educación de los artesanos no necesitaban mucha dedicación en algunas especialidades como la cerámica, ya que se empezó a utilizar el molde en su elaboración”. Empero, de todos modos, se acudió a la experiencia de los versados pues “los diferentes tipos de artesanos se habrían educado en relación constante, en los talleres, con maestros de gran experiencia en la especialidad”.
  1. Su encarrilamiento hacia la sistematización. Conforme fue tomando cuerpo la organización esclavista, es posible que para la nobleza hayan surgido procedimientos formales y la apertura de instituciones educativas; mientras que el pueblo fue remitido sólo a los talleres para la asimilación de destrezas fundamentales.

LA SOCIEDAD INCAICA

CONSOLIDACION DE LA ESTRUCTURA CLASISTA.

Si la aparición del excedente de producto se remonta a las culturas denominadas tradicionalmente “pre-incaicas”, es obvio reconocerla que la cultura kechua fue de signo claramente clasista y no de índole socialista como ciertos historiadores –entre ellos Louis Baudin- que la denominaron “socialista”. Al respecto el sociólogo peruano Roberto Mac-Lean Estenós, en su interesante trabajo: La Educación en el Imperio de los Incas (19) dice: “A despecho de todos los panegiristas de un supuesto comunismo incaico, el Tawantinsuyu constituyó una pirámide social, cuyo vértice más alto lo ocupó el emperador prepotente reverenciado como hijo de la divinidad; con clases privilegiadas, integradas por diversas castas nobiliarias: el sacerdocio y la milicia; en cuya base, soportando todas las cargas del imperio, estaba el pueblo sumiso, trabajador, traumatizado en su mentalidad, fanático y supersticioso…. Sometido el pueblo a una obediencia pasiva, carente de instrucción intelectual… fue la resultante de un objetivo político realizado durante muchos siglos: asegurar el predominio de las clases gobernantes. El régimen educativo resultó de esta suerte el más eficaz instrumento para cumplir los designios políticos de los emperadores del Tawantinsuyu. La educación en el imperio de los incas, fue de esta suerte, la expresión fidedigna de su estratificación social. No fue el derecho democrático de todos, sino el privilegio de unos cuantos…”.

Los gráficos que siguen, ilustran por sí solos el modo cómo la sociedad incaica se hallaba fuertemente segmentada:

VIENE CUADRO

EL CARACTER ESCLAVISTA DE LA SOCIEDAD INCAICA.

Corresponde  fundamentalmente a Emilio Choy, el habernos esclarecido que la sociedad incaica fue de cuño esclavista; pero la configuración de este modo de producción, ha obedecido a una evolución de formas inferiores, parecidas aún a las comunidades tribales, a una forma superior semejante a las sociedades asiáticas y europeas antiguas.

  1. Esclavitud patriarcal. “Es sistema social que existió en el pequeño reino cusqueño, fundado por Manco Capac fue esclavista patriarcal hasta Wiracocha Inca” (20). La producción comunista primitiva estuvo circunscrita a la labor que el pueblo desempeñaba en la agricultura, obras públicas y posiblemente ciertas artesanías, pero en lo fundamental no esta en relación con los intereses de los pueblos en forma directa, sino en función del provecho de la clase superior.
  • Esclavitud imperial. A decir del mismo Choy (21): “ Las transformaciones que llevó a cabo el inca revolucionaron las formas de esclavismo patriarcal, sistema que por los siglos había sido la característica más avanzada de las civilizaciones de América, cambiándolo en otro sistema superior: a esclavitud imperial, o sea, la forma que se asemeja a los Estados esclavistas de oriente, conocidos con el nombre de despotismo asiático u oriental, en sus aspectos esenciales”. Los incas en la fase imperial, llegaron a cierta altura, alcanzando el grado de desarrollo de las grandes civilizaciones esclavistas como China, India, Egipto, aunque en otros aspectos el imperio se asemeja a Grecia y Roma. Desde esta óptica la esclavitud incaica se asemeja notablemente a la del Ilota de Esparta aunque más suave y dentro de un sistema imperial que difería de la extensión reducida de las repúblicas aristocráticas de la Hélade, aunque Riva Agüero y Markham coinciden en que era un Estado despótico, esclavista como los de Asia. También los cronistas de la Colonia, desde el Siglo XVI, comparaban también los Estados esclavistas americanos con el despotismo asiático que existió en Turquía.

EL MODO DE PRODUCCION INCAICO.

Para el economista peruano Julio Valdivia Carrasco, quién escribe: El Imperio Esclavista de los Incas (22): “Los gobernantes incas, habían establecido su gobierno, a través de una casi perfecta organización económica donde los medios de producción pertenecían en su totalidad a la clase dominante y donde la apropiación del trabajo esclavo, individual o colectivo, era la base de la producción y la explotación de la mano de obra.

Así mismo, las relaciones de producción, como expresión del nivel alcanzado por las fuerzas productivas, determinaban necesariamente un tipo de sociedad de clases, en donde una gran mayoría de productores directos eran bárbaramente explotados por una minoría que participaba sólo simbólicamente en la producción, una sociedad que nosotros hemos caracterizado como esclavista. En efecto, una sociedad esclavista existe cuando un conjunto de individuos que no participa en la producción, subsiste gracias a que controla los medios de producción esenciales: tierra, ganados, etc. Y se apropia violentamente del trabajo de los productores directos convertidos también en instrumentos de producción, es decir, en esclavos.

SITUACION DE LA CIENCIA Y LA TECNICA.

Como rezago de su evolución desde formas primitivas, los incas mezclaban la ciencia con la magia. Sus conocimientos en materia de Astronomía, tenía íntima relación con la agricultura. Como producto de sus observaciones astronómicas formularon un calendario, conocieron el recorrido del sol y sus posiciones con respecto a la tierra, de la luna y sus fases; instalaron dos observatorios astronómicos; uno para fijar los solsticios y otro para los equinoccios. Los cronistas nos hablan del Intihuatana, cuya traducción del quechua es “medición del año solar”. También observaron otros astros y sobre todo una constelación que jugaba un papel importante. Pudieron contar con un calendario que dividía el año en doce meses de treinta días (360) y los 5 días restantes formaban un mes chiquito o apéndice que se dedicaba a fiestas. Los nombres de los meses están en relación estrecha con las faenas agrícolas y  naturales, con las prácticas religiosas.

En general, tuvieron avanzados conocimientos de la naturaleza: conocieron muchas plantas, animales y minerales. En el reino botánico supieron distinguir entre plantas alimenticias como la papa y el maíz, las plantas medicinales o curativas y las plantas industriales o textiles. En la zoología distinguieron varias especies desde insectos hasta mamíferos, habiendo llegado a domesticar auquénidos como la llama y la alpaca, que fueron aprovechados como acémilas y como surtidores de lana, carne y cuero. En el reino mineral supieron clasificar las distintas variedades de piedra, las que servían para la construcción y las que eran de adorno.

En materia de técnica fueron excelentes artífices de la construcción de andenes y canales de irrigación; dominaron la cestería, la curtiduría, la textilería, la tintorería, la cerámica, la carpintería, la industria lítica, fabricando así diversos utensilios, armas, vestidos, collares, adornos. Descubrieron la palanca, gracias a la cual levantaron portentosos edificios.

CLASES SOCIALES.

Las relaciones sociales en la sociedad incaica permite distinguir dos clases sociales fundamentales, perfectamente diferenciadas y en permanente pugna: “Los Apu a la cual pertenecía el Inca y su Panaka y los Reyezuelos locales llamados Curacas, por un lado; y la clase de los Runa conformaba por los Yana, Mitma, Acllas y Llactas, por el otro” (23). Luis Eduardo Valcárcel, que ha estudiado minuciosamente esta sociedad, en su monumental obra: Etnohistoria del Perú Antiguo, nos detalla cómo al interior de esas clases fundamentales, existían aún otros sectores.

  1. La Nobleza. Que estaba constituida por gentes de distinta procedencia y tenían a su vez varios grados: La Familia Imperial constituida por el Inca, sus hijos legítimos, sus hermanos y los descendientes por una sola línea del linaje imperial y solar; la Nobleza Cusqueña constituida por todos los allegados a la familia imperial, toda la parentela de la familia reinante cuyo número limitado se acentuaba mediante una señal física consistente en deformarse las orejas por medio de pendientes grandes, por lo cual fueron denominados Orejones; la Nobleza por Asociación que solamente comprende a los grupos que viven dentro de un sector bien marcado: el Valle del Cuzco, el Valle del Urubamba y el del Apurímac; la Nobleza Territorial, integrada por los curacas y sus familias, es decir, los jefes locales o tribales. Al integrarse al imperio no podía considerárseles plebeyos, pues había que reconocérseles su condición de noble, aunque ocupando un lugar jerárquico de menor categoría. Finalmente la Nobleza de privilegio, que por sus notables servicios en la guerra o en la paz, el Inca los premiaba incorporándolos a la nobleza.
  • El Pueblo. Venía a ser lo que se conoce también como Runas. Al interior de ellas, se encontraban a su vez los YANAS o Yanaconas, que a decir de Choy (25): “fueron los varones sometidos a la esclavitud individual. No tributaban al inca, pero la plusvalía (trabajo gratuito) era entregado íntegramente al soberano, si estaba trabajando para éste, o al curaca, si había sido obsequiado por vida. En forma similar que con los mitimaes, en caso de desobediencia el soberano disponía de la vida de la aclla o del yanacona”; las ACLLAS que según el mismo Choy (26): “la condición de la aclla fue de esclava que producía para el Estado; dejaba de serlo, para convertirse en concubina cuando era obsequiada como premio a algún militar, funcionario o especialista, en forma similar a la entrega de ganado. Pero en el caso que permaneciera en el templo, no cesaba de producir hasta su muerte”; los MITMAC que según Pablo Macera (27): “eran poblaciones a quienes el Inca trasladaba de su lugar de origen a otras provincias. Esta institución tenía por objetivo principal, asegurar el control político de las tierras conquistadas. Pero según Valcárcel (28): “la condición social del Mitmac es un poco diferente a la de la gente común, sobre todo si se trata del que es enviado para incanizar o asegurar la culturización de los pueblos recién conquistados. Debían tener un cierto género de privilegios, entre ellos el no pagar tributos, es decir que estaban exentos de la entrega de frutos naturales o productos de industria”.

Es necesario remarcar como bien lo hace Choy, al referirse a las formas de esclavitud imperial (29): “Con el esclavizamiento de tipo imperial se producen dos clases de sometimientos, el colectivo y el individual. En el primero se puede considerar a algunos pueblos sometidos, que por conveniencia lo hacían voluntariamente y los mitimaes (que fueron administrados por el sistema decimal) a simple vista, considerando el trabajo colectivo es difícil distinguir la apropiación ejecutada por el soberano como el mayor propietario esclavista.

Ahora bien, María Rostworowski, en su valiosa obra: Historia del Tahuantinsuyo (30) llega a decirnos: “Los HATUN RUNA u “hombres grandes”… comprendían a la gran mayoría de la población andina, eran los campesinos y de entre sus filas, el Estado sacaba la enorme fuerza de trabajo indispensable para la marcha del gobierno… Entre los Hatun Runa se elegía a los soldados que conformaban los ejércitos que irían a combatir a lejanas tierras.

EL SISTEMA ECONOMICO.

La organización que dieron los incas a su vida económica se basaba fundamentalmente en la organización del trabajo. El trabajo tenía que estar sistematizado para asegurar el éxito del plan que desarrollaban los incas, a fin de alcanzar el bienestar o sea la satisfacción de las necesidades primarias. El trabajo debía ser considerado como una función de la cual no podía eximirse ningún miembro de la sociedad. De ahí que tuvo como características: la obligatoriedad, la universalidad, la alternabilidad, la equidad. Para ello, fomentaron sistemas como la Mita, el Ayni y la Minka. Establecieron también la diferencia necesaria entre trabajo necesario y trabajo suplementario, siendo el Ayni el del primer tipo y la Minka la del segundo.

EL SISTEMA POLITICO.

La organización político-administrativa empezaba por la familia, cuyo jefe es el PUREJ, quien ejerce autoridad sobre a esposa e hijos. Cuando el Purej manda a cinco familias, ya tienen el nombre de PISCA-CAMAYOC, si manda a diez es CHUNCA-CAMAYOC; si es a 100, se llama PACHAC-CAMAYOC; si es mil HUARANCA-CAMAYOC y si es diez mil HUNO-CAMAYOC. Según Luis Valcárcel: “por encima de esta escala comienza otro tramo que ya tiene un carácter militar; aparece el HUAMANI (40,000) los SUYUYUC-APU o sea los señores supremos de cada Suyo. Finalmente en la cúpula estaba el INCA” (31).

DERECHO Y MORAL.

El Derecho se sintetiza a pocas prescripciones, que inclusive se practicó como una especie de saludo cotidiano: Ama Súa, Ama Llulla, Ama Kella (No seas ladrón, ni perezoso ni mentiroso). Según Mac Lean (32): “existían otras reglas adicionales como AMA HUACHICANQUI (No Sea adúltero). Según Valcárcel (33): “El homicidio era castigado con la ley de Talión: el que mataba debía morir. Otro tipo de delitos, que podían considerarse como los más graves, eran los cometidos contra la autoridad del Inca. El responsable era penado con la muerte y el tormento. Igualmente los delitos religiosos, ya sea contra las creencias o contra las vírgenes del sol, traían consigno sanciones muy  severas y  hasta crueles. Las reincidencias eran severamente penadas, un mismo delito era penado en forma relativamente leve cuando era cometido por primera vez, pero en la mayoría de los casos cuando se repetía era penado con la muerte. Las faltas eran sancionadas con ciertos golpes”.

En cuando la MORAL se advierte que como es de suponer, tenía un sentido de clase. Por ejemplo, una diferencia todavía más sustancial de la nobleza y el pueblo está en que la primera poseía el privilegio de poder tener, además de la mujer oficial, otras mujeres, es decir que eran polígamos, en tanto que el  hombre del pueblo, era monógamo.

Por lo común, el Imperio reposaba en tres principios: La veracidad, de modo que mentir, por ejemplo, en cuanto al número de habitantes de una región o a la cantidad de productos podía traer funestas consecuencias; la honradez, es decir cumplir con la ley y ser leal a sus  semejantes; la laboriosidad, es decir que nadie tenía derecho a negarse a contribuir con su esfuerzo, puesto que del esfuerzo de todos dependía la prosperidad común.

LA RELIGION Y EL ARTE.

La religión estuvo fuertemente ligada a la magia, al mito y al juego, el sistema religioso de los incas, es lo que se llama un sincretismo, es decir, que ha tomado de las religiones precedentes ciertos fundamentos e incluso ciertos dioses. Se incorporaron ciertos dioses pero con la condición de que quedaran subordinados al dios propio de ellos que era el Sol. Aún esta primacía del sol, aparece puesta de lado en los últimos tiempos del Imperio. Pachacutec reconoció en situal superior al sol a otra entidad divina que parece ser un dios antiguo que vuelve a ocupar el sitio más alto: el dios WIRACOCHA. Según Valcárcel (34) para los incas “… el Universo era limitado y por consiguiente se podía dividir. Por encima de este mundo hay un ser supremo que es el creador o autor de él. Hay, pues, un principio de trascendencia, porque el mundo creado está fuera de Dios. La concepción inversa es la del dios inmanente o concepción panteista que coloca a Dios dentro de lo creado, es el Universo mismo. La concepción de los antiguos peruanos era tripartita, es decir, de tres elementos: agua, fuego y tierra. El universo se divide, por otro lado, en tres partes: JANAN PACHA (Mucho de arriba, donde está el Sol, la luna, las estrellas, el rayo y el arco iris: KAYAPACHA (mundo de aquí o sacarina) donde están los hombres, animales y plantas, es decir, los seres vivos; y el UKU PACHA (mundo de adentro) en el que se hallan  los muertos y los gérmenes”.

El Apu Kon Tiki Wiracocha es un Dios que aparece tardíamente en la organización religiosa de los incas, cuando ya está trazado el cuadro de la concepción del mundo.

En cuanto al ARTE igualmente está ligado estrechamente a la religión. La actividad artística ha quedado patentizada en centenares de miles de piezas de cerámica, de tejido o de objetos de metal, etc.

Los antiguos peruanos desarrollaron en Arquitectura religiosa, civil, militar, vial y agrícola; pero también conocieron urbanismo, o sea el trazado de las ciudades. En Escultura hicieron trabajos en piedra, metal y huesos. En Pintura han dejado infinidad de petroglifos que son dibujos grabados de animales y hombres hechos simplemente con unas cuantas líneas. En resumen la cerámica inca tuvo gran sobriedad de color; no hay colores vivos como en la costa. Hay también pintura en telas. En materia de Poesía cultivaron todos los géneros, composiciones líricas, himnos religiosos, obras dramáticas, entre ellos el Ollantay.

RUDIMENTOS DE FILOSOFIA.

A decir de Emilio Choy (35): “Los pensadores del Tahuantinsuyo no lograron llegar al nivel de los filósofos de Mileto, que pudieron atribuir el origen de la naturaleza y del hombre a causas materiales y aunque no vencieron por completo las ideas religiosas, los dioses llegaron a desempeñar un papel insignificante”.

Empero, es preciso aclarar que con relación a Wiracocha, hubieron dos modos de explicar. Por ejemplo, para las clases dominantes era un dios invisible; pero para el pueblo era visible. “El progreso de las ideas abstractas los llevó a la conclusión de que existían fuerzas invisibles que gobernaban los movimiento cósmicos; en la ideología se estaba reflejando lo que acontecía en los pueblos durante la esclavitud del imperio, los que eran trasladados… El sol fue comparado con un animal que tenía que obedecer las órdenes de su amo… lo invisible ordenaba lo concreto, la realidad. Si en la sociedad existía un poder para organizar las funciones de sus numerosos miembros, en el mundo sideral exigía una fuerza soberana, invisible” (36).

Wiracocha fue un Dios visible para el pueblo, pero en los sectores de la clase dominante se había progresado hasta llegar a formar la creencia de un dios invisible.

Tocando estrictamente lo de la concepción del mundo, Choy explica que: “El reino cusqueño pre-imperial llegó a conocer el principio del macho y de la hembra, que en la filosofía natural china se denominó YANG y YING. Entre los cusqueños, aunque no con el vigor del pensamiento de Lao Tse, por su mayor desarrollo social era más elemental este principio. A lo masculino (o Kari) estuvieron asociados el Sol (arriba-día-verano). Lo femenino o Uarmi estuvo relacionado con la tierra (bajo-luna-noche-invierno).

El pensamiento especulativo cusqueño había conseguido elaborar conceptos especulativos que se expresaban en la búsqueda de la explicación del origen de la creación del universo.

No obstante que lo religioso era reflejo de las relaciones existentes en la sociedad, creyeron que era a la inversa, que lo ideal determinaba lo material; por eso, no necesitaban conciliar en el pensamiento especulativo de la sociedad patriarcal la pugna, la contradicción del Kari y el Uarmi en la personalidad del Hacedor: en esta ansiada armonía creían que estaba la paz y seguridad de la monarquía.

Según Luis E. Valcárcel (37): “La explicación del origen del hombre, de los dioses, de la vida, se relaciona con el pensamiento filosófico, además del religioso… ¿Cómo aparecen los demás hombres? Aquí surge la idea de la Pacarina: del interior de la tierra brotan los seres vivos, que no son creación primigenia, sino una variante. El hombre nace de la tierra… ¿Qué pasa después de la muerte?… El muerto sigue viviendo pero de otra manera, pues el espíritu del muerto, como el espíritu de la comida, participa en las fiestas y ceremonia, tiene tierras, equipo que es renovado, caza, andas, servidores, etc, como un ser vivo”.

CARACTERISTICAS ESPECIFICAS DE LA EDUCACION INCAICA

  1. El carácter clasista de la educación incaica. La mayoría de los tratadistas y entre ellos, Pablo Macera, están de acuerdo en sostener que el incanato, por ser una cultura con clases antagónicas, ofreció al interior de su sociedad, dos tipos o formas nítidamente opuestas: la Educación Elemental o Popular y la Educación Nobiliaria o Formalizada. “La educación incaica era una educación social discriminatoria porque distinguía entre dos grandes tipos de educación, según las clases sociales; 1) Educación Formal, reservada a las clases superiores. 2) Educación No Formalizada, para las clases populares” (38).
  1. La educación popular-elemental o no formalizada. A decir de los historiadores de la educación Enrique Gonzáles Carré y Virgilio Galdo Gutierrez (39): “El estado Inca no reservó para el pueblo funciones importantes en la administración o dirección de los asuntos públicos. El hombre común siguió educándose, como antes, en actividades que tenían que ver directamente con la producción de bienes para satisfacer necesidades a nivel de toda la sociedad. La agricultura, el pastoreo, la artesanía, la técnica hidráulica, la minería, las obras públicas, la función del soldado, chasqui y otros quehaceres, venían a ser los campos de conocimiento en los que se formaba el hijo del pueblo… de esta manera, el pueblo, excluido de las instituciones educativas, continuo educándose mediante los mecanismos de la socialización….”.
  • La educación nobiliaria o formalizada. Es la que se suministra a las castas pertenecientes a la élite incaica, dentro de las cuales se ubican como privilegiadas no sólo el propio inca y su familia, sino también los pertenecientes a la nobleza de sangre y de privilegio. Al lado de éstas, se beneficiaron también la casta militar de los orejones y la casta sacerdotal al mando del Willac Umu. A decir de Gildomero Arista el nivel de los conocimientos impartidos a esta clase social dominante llegó a ribetes científicos, porque los contenidos estuvieron matizados de una currícula que comprendía la Astronomía, la Ingeniería Hidráulica, la Meteorología, la Medicina Quirúrgica y tantas otras.

“La clase dirigente incaica recibe educación especializada y escolarizada… sobre una educación elemental, de tipo familiar, los hijos de nobles reciben educación superior de valor científico” (40).

En efecto, Daniel Valcárcel, en su colosal trabajo: Historia de la Educación Incaica, señala el bagaje de conocimientos a que habían llegado las ciencias particulares en ese momento, diciéndonos: “Estuvieron adelantados en Astronomía; aunque no especularon sobre si existían uno o varios cielos, por no poner en duda que hubiese uno realmente. Sus conocimientos estaban especialmente orientados hacia el examen del sol, la luna y Venus…. Sabían que el movimiento del sol tenía una duración anual, llamando Wata al año… conocieron y temieron los eclipses. Sin llegar a una explicación de sus causas y dominaron la aritmética… poseyeron así mismo muchos conocimientos geométricos, dada la continua necesidad de medir las tierras y ajustar su distribución… descubrieron las virtudes medicinales de diferentes plantas y yerbas que utilizaban para curar enfermedades, sabiduría alcanzada por experiencia…” (41).

Y a decir de Mac Lean: “la educación científica en el incanato acusó un alto grado de desarrollo. Cierto es que, como ocurrió en no pocos pueblos de la antigüedad las interferencias recíprocas de la religión y la medicina vincularon, en no pocas ocasiones, las curaciones de las enfermedades a las prácticas de la hechicería…”.

Existieron en el Perú precolombino dos escuelas quirúrgicas en las cuales se practicó la cirugía ósea en su expresión más avanzada: las trepanaciones craneanas… la craneotomía fue de tres clases… el instrumental quirúrgico alcanzó un admirable perfeccionamiento. El instrumental utilizado por la escuela cusqueña es de cobre y algunos de sus cuchillos tienen extraordinaria semejanza con el escalpelo moderno…” (42).

En suma, los logros alcanzados en este nivel educativo, fue considerado como una enseñanza superior, algo así como en una Universidad contemporánea, debido a que los incas guardaron para sí este patrimonio cultural en pro de sus intereses. Al respecto, Daniel Valcárcel, nos refiere: “La Educación superior… tiene patentes y metas específicas, trata de formar políticos eficientes, buenos militares, funcionarios honestos, eclesiásticos ejemplares; maestros doctos, quipucamayocs hábiles y en general técnicos aptos… la educación incaica aparece como una típica pedagogía de casta, cultiva una valoración de lo jerárquico. Más que una estructura simple, la sociedad quechua exhibe una compleja superposición de capas, con estructuras internas coherentes, cuya base es el vínculo de sangre. En ocasiones, admite, como especial privilegio, la participación de individuos de una casta inferior que, de esta manera, son estimulados, premiados en mérito a su eficiencia…” (43).

  • La estructura de la educación incaica. Los incas también reconocieron la tripartición clásica de la educación en cognoscitiva, afectiva y volitiva, a las cuales corresponden una educación intelectual, estética y moral. Por otra parte, dado que el ser humano es un ser psicofísico, comprendieron que posee una vida orgánica, fisiológica, que también necesita atenderse. A ella corresponde otro tipo de educación, que es la educación física; asimismo, el hombre es un miembro de la sociedad y del Estado, por lo que ha de ser educado social y cívicamente. Por último, de acuerdo a sus intereses, estimaban que la religión debía ser cultivada en la educación, de ahí la inclusión de la educación religiosa. Por lo tanto, la educación incaica estuvo constituida por:
  1. La Educación Física. Que preparó a los hijos de la nobleza para enfrentarse en las luchas, arrojando hombres diestros en pruebas atléticas, en tanto que en el seno de las clases populares, formaron al chasqui que como bien sabemos, fueron los hombres expertos en transportar comunicación de un confín a otro del imperio, atravesando la cordillera de los andes.

“La preparación para el mando era el objetivo de la educación física en los niños de las clases altas; la perspectiva de la educación física para los plebeyos era ocupar el cargo de chasquis, corredores famosos por su resistencia, correos humanos del Tahuantinsuyo, que se alternaban de tambo en tambo, a lo largo de grandes caminos imperiales…. La educación física impartida a los niños de las clases altas puede parangonearse, por su severidad y reciedumbre, con lo que se imponía  a los jóvenes espartanos….” (44).

La ecuación Física del incanato comprendió como en otras sociedades, las prácticas relativas al juego en los niños, los deportes, las danzas populares, la calistenia y la gimnástica, sin descuidar la educación higiénica. Según comentario que hace Luis E. Valcárcel, las danzas, en el imperio de los incas tuvieron carácter mágico-religoso: “se realizaban para la celebración de las grandes ceremonias…. La mayor parte eran solamente de varones, aún cuando también habían danzas mixtas en que participaban hombres y mujeres” (45). En general las danzas eran religiosas, guerreras, agrícolas o de mera diversión.

La Educación Física debe entenderse como lo afirma Emilio Barrantes en su Pedagogía como la “educación corporal”. “Sobre este fundamento biológico reposan todos los poderes, cualidades y manifestaciones humanas, inclusive aquellas que reputamos como espirituales… la marcha, el salto, las carreras, la natación, constituyen tantas otras formas de actividad natural” (46). Así lo habían comprendido los incas.

  • La Educación Intelectual. Como se sabe, es todo lo relativo al perfeccionamiento de las facultades cognoscitivas, de ahí que se la asocie con la instrucción y también se la identifique con la formación de la mente o de la inteligencia. Como bien lo aclara Lorenzo Luzuriaga en su Pedagogía “Más tarde se pensó que no bastaba meramente instruir, sino que había que desarrollar la capacidad intelectual del alumno, es decir, educar. Así se habló de una educación formal, frente a la antigua que se consideró como una educación material. Surgió con ello una dualidad y hasta un antagonismo entre ambos tipos” (47). En efecto, esta faceta de la educación en el incanato estuvo estructurada obedeciendo a los intereses de clase. He aquí, el Plan de Estudios diseñado para cada segmento social:
PARA LA CLASE DOMINANTE PARA LA CLASE POPULAR
Astronomia Aritmetica Geometría Medicina Quipugrafia Historia Moral Religion Formacion militar Pastoreo Barbecho Artesania Tecnica hidraulica Mineria Obras publicas Quehaceres domesticos

Pero la escisión de los estudios, no sólo era en función a la clase social, sino también en razón del sexo. Por ejemplo, la educación de las mujeres se circunscribió a la enseñanza de labores de tejido, cocina, servicios domésticos, utilería, canto, baile, etc.

En resumen, el sentido discriminatorio de la pedagogía del Tahuantinsuyo, tomó vigorosos contornos en la educación intelectual, como privilegio de las clases altas, mientras que la educación popular plebeya, fue confinada a tareas manuales, físicas y mecánicas. La educación dirigida al pueblo no fue teórica sino marcadamente pragmática y técnica. Se orientó a buscar el vigor físico de la raza y la obediencia pasiva hacia el Inca. El objetivo se encaminó a formar buenos agricultores y hábiles artesanos. Se trató de crear oficios que tuvieran secuelas hereditarias.

  • La educación estética. Es aquella que a través del canto, la música, la literatura, el dibujo, la pintura, los modelados, la jardinería, etc., tienen la finalidad de despertar y desarrollar el espíritu de creación y expresión artísticas, así como el cultivo de la apreciación de las obras de arte, del buen gusto. Al comienzo este tipo de actividades no constituía un patrimonio exclusivo de las castas pero gradualmente fue apartándose de las masas hasta convertirse en un lujo asequible sólo a los círculos aristocráticos. Así pues, en este renglón como en otras manifestaciones, tenemos una dirección clasista. Por un lado la producción del artesano se cumple en el seno de la misma familia; pero siempre bajo el control estatal, y otro, está el arte cultista.
  1. En materia de Pintura los antiguos peruanos llegaron a implementar un Museo al cual denominaron POKENKANCHA, donde estaba representada toda la historia incaica en grandes tablones. A esa misma escuela debieron pertenecer los que fabricaron y decoraron Keros y vasos de madera. Las investigaciones últimas indican que los pintores habrían sido los QUILLCA-CAMAYOC.
  1. En el renglón de la Arquitectura construyeron templos, palacios, tumbas, tambos, depósitos, aclla-huasis, prisiones, fortalezas, baños, torres, puertas, terrazas, caminos, puentes, reservorios, canales. Su forma preferida y de mayor prestigio fue el  Trapecio, luego el rectángulo que es preferido en las construcciones civiles.
  1. En el ámbito de la Textilería se conoció el tejido fino denominado CUMBI y el ordinario llamado Abasca. Eran capaces de distinguir numerosos tipos de hilo según su grosor. El material de mayor prestigio fue el de la lana de alpaca.
  1. En el terreno de la Orfebrería fueron hábiles y excelentes plateros que trabajaron en oro. Tenían peines, espejos de plata bruñida.
  1. En el campo de la Cerámica consiguieron el equilibrio, la severidad en la decoración, preferencia por los diseños geométricos. La forma más célebre en cerámica fue la del ARYBALO.
  • La educación moral. Esta suerte de educación trata de conseguir el ajuste de la conducta humana a ciertas normas de valores o preceptos. Según el sociólogo peruano Mac Lean Estenós: “Sacerdotes, nobles, “orejones”, guerreros, colas, ñustas, trabajadores, hombres y mujeres, jóvenes y viejos, debían cumplir estrictamente los postulados y las máximas morales… Ama Sipek (no matar); Ama Mappa (no calumniar) y Ama Huachicanqui (no ser adultero)” (48).

La severa moral de la educación incaica persiguió el latrocinio como uno de los graves delitos. La severidad del castigo constituyó la más firme garantía para el imperio de los principios morales de una eficaz educación, que se infiltró en todas las clases sociales del incanato. La muerte o la peña afrentosa cayeron sobre los responsables, moría con toda su familia el traidor, moría el que hurtaba. Ahogaban al que mentía. Despeñaban al adúltero. El homicida era despedazado. Si la víctima era un niño la pena se recargaba.

El historiador José Antonio del Busto en su medular trabajo: Perú Incaicao nos alcanza el siguiente comentario (19): “… en cuanto a moral el pueblo no quedaba limitado a las tres prohibiciones… estaba vedado el homicidio, el aborto, la perversión, el afeminamiento, el adulterio y la sodomía, el rapto y la violación de las doncellas, la embriaguez y el juego habituales, la desobediencia dolosa, la suciedad nociva, también la injuria, la ira y la envidia…”.

  • La educación cívico-militar. Esta calidad de instrucción estuvo reservada fundamentalmente para los círculos privilegiados, pues por educación cívica debe entenderse la formación del hombre como ciudadano. En este sentido también se trata de una educación política. Y en efecto, como los monarcas del Tahuantinsuyo tuvieron en mente preservar para sus dinastías las conquistas alcanzadas, había que vincular la educación cívica a la educación militar. Así pues los incas organizaron un ejército para emprender conquistas y conservar los dominios incorporados, es decir, tuvieron una visión concreta de lo que constituía una patria, una nación. En cada ayllu existió un maestro de armas que adiestraba en el manejo de las mismas a los muchachos de diez a dieciocho años. Debía enseñárseles  también la lucha cuerpo a cuerpo, realizando el enfrentamiento de bandos en simulacros de combate, trepando cerros y cruzando ríos caudalosos. Cuando los maestros de armas instruían a un grupo durante largo tiempo, hacían una primera selección y presentaban a sus alumnos destacados a un funcionario o mejor aún al guerrero que visitaba los pueblos para evaluar a los muchachos.

La institución militar de armar caballeros se daba con ocasión de una de las grandes fiestas imperiales, como el HUARACHICUY.

  • La educación mágico-religiosa. La concepción del mundo de los incas trasmitía a sus subordinados una miscelánea de filosofía y religión, dado e papel predominante de los sacerdotes. De ahí que Luis E. Valcárcel subraya (50): “Cada fiesta religiosa tenia ritos que debían cumplirse estrictamente, so pena de ineficacia. Los sacrificios se efectuaban de manera especial, conocidas sólo por el sacerdote, cosa análoga ocurría con otros actos eclesiásticos. Todo este cúmulo de realizaciones supone una determinada y larga etapa de difícil aprendizaje y una pedagogía específica. Religión y filosofía aparecen tan vinculados en el Tahuantinsuyo que sería difícil señalar un concreto límite de separación…”.
  • La organización escolar en el incanato. Ya se dijo en líneas arriba anteriores que sólo la nobleza tuvo ocasión de recibir una enseñanza escolarizada. En este sentido, el imperio instituyó el recorrido de la enseñanza dividiéndolo en cuatro períodos a una determinada asignatura. Así se estatuyó lo siguiente:
  Quinto año   Arte militar Arquitectura Formacion física Artes marciales
  Cuarto año   Historia Geografía Política Derecho
      Tercer año       Quipugrafia Aritmética Geometría Economía Contabilidad Estadistica Agrimensura Hidraulica
    Segundo año     Religión Teología Cosmología Astronomía Astrología Hechicería
    Primer año     Lengua quechua Gramática Retórica Teatro Poesía Música Literatura oral

Como se puede notar en el cuadro, concluido con los cuatro períodos, debería coronarse el sistema de enseñanza con el aprendizaje del Arte Militar, que a su vez comprendía el conocimiento de la construcción de fortalezas, el manejo de armas, el dominio de la Arquitectura y varias modalidades de lucha.

Pero si ese era el número de años que debía destinarse para los varones, en el caso de las mujeres debía concluir en sólo tres años. La explicación la encontramos en el hecho de que las mujeres no iban a ser preparadas para funciones de gobierno, sino más bien para las atenciones  a la nobleza, al culto, a la producción de tejidos, para las funciones de esposa o concubina de nombres y funcionarios importantes a quienes el inca honraba regalándole una esposa principal o secundaria.

  • Las instituciones educativas en el incanato. Para trasmitir el contenido de su patrimonio cultural, la nobleza incaica se sirvió de las siguientes instituciones:
  1. EL YACHAYHUASI. Esta “casa del saber” estaba destinada a los jóvenes de la aristocracia imperial, según ellos predestinados para dirigir la sociedad cusqueña. El Yachayhuasi fue la entidad educadora más importante de la realeza masculina. Los plebeyos estuvieron excluidos de ingresar en ella. Según Gracilazo de la Vega, fue el Inca Roca quien puso los cimientos de esta institución.

A decir de Valcárcel (51): “El Yachayhuasi, que es casa de enseñanza, representa la institución típica de la educación incaica… lugar donde residían los  Yachachics (los que enseñan). Constituía la morada egregia de amautas y harawecs –filósofos y poetas- y asimismo la de sus discípulos. Se vivía en una comunidad educativa, en cierta forma autárquinca, tres fines propios, sin interferencias ni apremios…”.

  • LOS ACLLAHUASIS. Estas instalaciones que constituían “La Casa de las Escogidas”, es considerado por algunos historiadores como una especie de “Monasterio” para monjas donde a la mujer se la preparaba para que fuese diestra en las atenciones a los hombres y funcionarios de la aristocracia incaica, al sacerdocio, con miras a ser esposa o consorte de guerreros que habían hecho méritos; o simplemente, era el lugar donde la futura madre o la mujer destinada al inca o al sol, aprendía el oficio de tejedora.

Sin embargo, Emilio Choy, estima (52) que: “… la condición de acla fue la de esclava que producía para el Estado; dejaba de serlo para convertirse en concubina, cuando era obsequiada como premio a algún militar, funcionario o especialista en forma similar a la entrega de ganado. Pero en el caso de que permaneciera en el templo, no cesaba de producir hasta su muerte…”.

  • El magisterio de la sociedad incaica. La actividad docente de los encargados de la enseñanza adoptó varias formas y áreas. A continuación indicamos la serie de maestros que hubieron en función a especialidades científicas y/o artísticas.
  1. EL AMAUTA. Prácticamente fue el genuino conductor de la enseñanza nobiliaria. Poseído de conocimientos profundos, entre ellos los de la filosofía, la ideología, la política, la legislación, la astronomía y la historia, se constituyó en el eje fundamental de la trasmisión de la herencia cultural: “El hombre que esencialmente representa el saber superior, el sabio o quizás más propiamente el filósofo, el científico, el esteta creador, está encarnado por el Amauta, hombre de “ilustre linaje”, según calificación de Garcilazo Chimpu Ocllo. Constituye un tipo humano, dueño de la máxima representación en el pensamiento especulativo tawantinsuyense y su derivación práctico-docente, en cuyo derredor se desarrolla y gira la totalidad de la cultura incaica. Con terminología apropiada, podría calificarse al amauta como el “homo intelectualis y moralis incaica, integración de sapiencia cuantitativa y madurez cualitativa y creadora… seguirá presentándose constantemente como el maestro o Yachachic por antonomasia, dominador de los secretos cognoscitivos básicos de la cultura kechua” (53).
  • EL HARAWICU. Es el poeta y esteta del antiguo Perú. Estaban dedicados a cantar las hazañas de los incas y señores principales, hacer su historia que “enseñaban a sus descendientes por tradición oral, para que se acordasen de los buenos hechos del pasado y los imitasen. Historiaban la vida imperial. Eran los verdaderos rapsodas o troveros representantes de las más altas formas artísticas del imperio. Fueron  poetas de gran capacidad memorística, de gran poder retentivo. Para acompañar los versos amorosos el harawico tocaba la flauta.

“Para facilitar (el) aprendizaje estaban los poetas o Harawicus, especializados en poner las lecciones en verso y hacerlas repetir a los muchachos” (54).

  • EL QUIPUCAMAYOC. El éxito de la administración del imperio radicó entre otras razones, en el manejo estadístico de los habitantes, en el control de su demografía, en la tabulación de las necesidades de los distintos sectores de la sociedad. Así el problema del trabajo, la alimentación, el nacimiento, matrimonio, defunción, movimientos migratorios, producción y el intercambio de especies estuvo debidamente registrado a través de los QUIPUS. En este sentido el Quipucamayoc, fue un funcionario versado en matemática, estadística, economía política, sociología, etc., de tal modo que centralizó sus esfuerzos en el afán de coadyuvar con el Inca.

“Los…“quipucamayoc” estaban encargados de dar a la administración civil, los datos precisos sobre los movimientos demográficos, las cifras, de las distribuciones hechas a los cultivadores, los productos no cosechados, el monto de la producción existente en los depósitos reales y del catastro de los nacidos, casados, fallecidos y varones en capacidad de servir al Estado. Trasmitían también a las generaciones jóvenes la historia del Imperio, ejerciendo así funciones magisteriales” (55).

  • LOS HAMPICAMAYOC. Fueron los curanderos indios. Los que tenían que ver con los tratamiento mágicos y racionales, proporcionando a los habitantes misteriosas medicinas a través de prácticas inusitadas. Conocían incluso el mal de la melancolía, reducían hernias. La práctica de la medicina se denominó Hampa o Jampi. El médico fue el Hampicamayoc, el que para diagnosticar solía examinar la lengua del paciente.

Los médicos de la antigüedad conocieron medicinas de origen animal, vegetal y mineral. Por ejemplo, fue usual la sangre de los cóndores, la placenta de las llamas, la infusión de colibrí; en vegetales, usaron la chillca para curar los dolores reumáticos y el matecllu para sanar la nube de los ojos; la coca fue empleada como buen analgésico.

Tuvieron dominio para controlar enfermedades como la hemorragia, la fiebre, la diarrea y los vómitos.

  • EL WILLAC UMU. Mientras que la enseñanza de la filosofía estuvo confiada a los amautas, y la enseñanza de la poesía y el teatro a los haravicus, la enseñanza de la religión se colocó en manos de la casta sacerdotal, representada en este caso por los Willao Umu.

“El WiIllac Umu o sumo sacerdote incaico, poseía un carácter predominantemente litúrgico. Era el depositario de la didáctica esotérica del culto, trasmitiendo el conocimiento de los oficios divinos… Sabía la época de las festividades y ayunos y las múltiples ceremonias correspondientes, es decir el calendario y la liturgia… Garcilazo diferencia al Amauta del Willac Umu y la clase sacerdotal, cuando dice que aquél era “filósofo”, mientras éstos eran los adivinos de las  supersticiones, sueños y anuncios” (56).

  • LA MAMACUNA. Si la enseñanza de los niños de la nobleza se encargó al Amauta, en cambio, la transmisión de las habilidades domésticas y de servicios, que debían aprender las niñas, se delegó a las Mamacunas.

“… La Mamacuna constituye el elemento rector de la pedagogía femenina… a la mujer se la prepara para el hogar, tareas domésticas o el sacerdocio. Esta educación tiene también un sentido de casta y matices peculiares, porque es la preparación de una élite, característica de otra de tipo menos doméstica, forjada a través del ejemplo y experiencias cotidianas” (57).

  • La didáctica en la educación incaica. Para la transmisión de la enseñanza los incas acudieron a una serie de medios, siendo uno de ellos, la tradición oral, pero en algún modo jugó también la escritura. Según el historiador Pablo Macera, diferentes autores hablan de una literatura kechua aunque no se ha comprobado que los incas tuviesen letra y por consiguiente, escritura.
  1. La tradición oral. Hablamos de una literatura kechua porque durante el incario hubo expresiones artísticas del lenguaje, conservadas a través de la memoria y la tradición oral. Estas manifestaciones artísticas han sido recogidas sólo en parte. Quedan todavía muchas por conocer. A decir de Valcárcel: “Medio principal para la transmisión del conocimiento fue la enseñanza oral, dada en la lengua general del Imperio, o Runasimi, esgrimida como elemento de unificación política y cultural. Debía impartirse en todas las provincias conquistadas donde funcionarios o maestros especializados eran destacados para su enseñanza y divulgación” (58).

El Runasimi parece haber sido impuesto en todas las regiones del Tawantinsuyo por Pachacutec.

  • Los  Kipus. A decir del mismo Valcárcel: “El primer año se instruía en el Runasimi a los no cusqueños, gente principal venida a la capital; el segundo año estaba dedicado al aprendizaje religioso y la liturgia; en el tercer años se les iniciaba en los kipus, en conocimientos importantes de gobierno y administración” (59).

Los kipus fueron un medio para la conservación de los acontecimientos. Sirvió para guardar cuentas y estaban a cargo de los Contadores o Kipucamayocs. Los kipus eran un género de nudos hechos en cordones de lana de diferentes colores, que servían para contar días, semanas, meses y años; estaban ordenados por decenas, centenas y millares. Ciertos nudos servían para diferenciar un asunto de otro. Para un determinado caso se usaba un cierto tipo de color. A través de los nudos se interpretaba la cronología de los acontecimientos, la obra de los emperadores, la demografía, la calidad de habitantes, la extensión de tierras, los edificios construidos, la edad de los pobladores, sus oficios, las guerras sostenidas, sus gastos, su riqueza, etc.

Anteriormente se pensaba que los kipus eran una creación incaica; pero posteriores trabajos vienen demostrando que tiene origen preincaico. Los kipus fueron perfeccionados a partir de Maita Capac, usándolos para fines de administración, contabilidad y captación de tributos.

  • Los Kilcas. Otra forma de comunicabilidad usada por el pueblo incaico, estaba constituida por la kilca o escritura ideográfica, existió una especie de museo pictórico, casa que llamaban POKENKANCHA donde está escrito mediante estas kilcas la vida de cada uno de los incas y de las tierras que conquistó.

La tesis de que los incas tuvieron escritura sigue siendo motivo de fuerte discusión. Se dice, incluso, que las kilcas, habrían sido reemplazadas por los kipus al haber sido destruidas las características, en unas invasiones por tribus foráneas.

Javier Pulgar Vidal, insiste en que los incas conocieron la escritura y para probar este aserto ha organizado exposiciones de curiosos signos que lucen perfiles de letras, sílabas o palabras.

  • Los Tokapus. Según Victoria del Jara, los incas tuvieron una escritura de palabras compuestas por unos 400 signos rectangulares, de los que sólo se ha descifrado 35 ó 40. Habría evolucionado paralelamente al de los kipus, sólo que mientras el nudo dice el número y no la palabra, el Tokapu diría la palabra, más no el número.
  • La educación por el ejemplo. Es otro procedimiento para la conducción de la enseñanza. Lo que el maestro enseña constituye el aporte de su actitud personal y actividad fundamental como lógico precedente, lo que obliga a la imitación positiva del educando y la preparación de individuos dentro de diversas formas específicas.
  • La filosofía de la educación incaica. Corresponde a Ernesto Codignola haber interpretado correctamente el sentido de la filosofía educativa incaica, en los siguientes términos: “La educación reveló nítidamente (la) división social. Los miembros de las clases privilegiadas recibieron una educación especial que los capacitaba para el gobierno y para asegurar el mantenimiento de la sumisión de la masa popular. En cambio, a la clase popular se le impuso, como obligación ineludible, la educación moral, se le negó de toda educación intelectual y se le permitió una educación física muy limitada, con el único objeto de que pudiera ocupar los cargos de “Chasqui”… esta organización educativa fue el eficaz instrumento que permitió… asegurar el predominio de las clases gobernantes…” (60).

De otro lado, Aníbal Ponce, citando a William Prescott, acota el comentario de éste: “¿Qué otra cosa pensaban las clases dirigentes de los incas cuando confesaban por boca de Tupac Yupanqui que no es lícito que se enseñen a los hijos de los plebeyos las ciencias que pertenecen a los nobles para que así las gentes bajas no se eleven y ensoberbezcan y menoscaben y apoque la república; bástales que aprendan los oficios de sus padres, que el mandar y gobernar no es de plebeyos y que es hacer agravio al oficio y a la república encomendárseles a gente común?” (61).

En consecuencia la finalidad de la educación en la nobleza fue:

  • Formar funcionarios y administradores.
  • Capacitar para el gobierno a la nobleza, sacerdocio y clase militar.
  • Garantizar la sumisión del pueblo; su fiel obediencia y docilidad.
  • Priorizar el mantenimiento del poder político antes que acrecentar el saber.
  • Incentivar el trabajo desde la edad temprana.

Pero como bien lo aclara Valcárcel “la educación incaica aparece como una típica pedagogía de Casta”. Y en efecto es así porque para la educación los objetivos que se trazan son otros:

  • Formar buenos agricultores y  hábiles artesanos.
  • Aislarlos de toda formación académica.
  • Adiestrarlos manual y mecánicamente en ciertos oficios.
  • Propender a que los oficios tengan sentido hereditario.

Al mismo tiempo rige una situación que señala una diferenciación de sexo y no de clase, al decirnos que el hombre del pueblo preferentemente será formado para agricultor; mientras que la mujer, para tejedora.

  • Los grandes educadores incaicos. Se considera a los siguientes:
  1. Manco Capac. Inca Mítico de quien se dice que propició una educación con sentido comunitario. Fue fundador del imperio y se dedicó a la enseñanza de los varones, mientras que su pareja Mama Ocllo, fue la maestra de las mujeres.
  • Inca Roca. Es el iniciador de una dinastía que implementa una educación elitista. Se le considera también precursor de la enseñanza escolarizada y fundador del Yacachayhuasi.
  • Pachacutec. Reorganizador y renovador del Tawantinsuyo.

REFERENCIAS

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  • Ibíd., p. 182.
  • Julio Roldán. En: Perú, Mito y Realidad, p. 21.
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  • Choy, Op. Cit. p. 170.
  • Ibíd., p. 186.
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  • Anibal Ponce.En: Educación y Luchas de Clases, p. 18.
  • Gonzáles Carré y Otro, Op. Cit. p. 31.
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  • Luis  E. Valcárcel, Op. Cit. p. 181.
  • Carlos Daniel Valcárcel, Op. Cit. p. 36.
  • Ernesto Codignola.En: Historia de la Educación y la Pedagogía, p. 27.
  • Anibal Ponce, Op. Cit. p. 19.

LA EDUCACION FEUDAL

LA SOCIEDAD FEUDAL-COLONIAL.

Como  bien lo plantea el historiador Pablo Macera (1): “La Economía Colonial significó para el Perú cambios fundamentales y negativos por comparación a la Economía Andina anterior a la conquista”. Si bien es verdad que el Perú entró a formar parte en términos desventajosos de la Economía Mundial; también es cierto que “Europa financió su desarrollo mediante y a través del antidesarrollo de América”.

José Carlos Mariátegui en sus 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, al tocar el tema “La Economía Colonial” ya nos dice (2): “Los conquistadores españoles destruyeron, sin poder naturalmente reemplazarla, esta formidable máquina de producción. La sociedad indígena, la economía incaica, se descompusieron y anonadaron completamente al golpe de la conquista. Rotos los vínculos de su unidad, la nación se disolvió en comunidades dispersas. El trabajo indígena cesó de funcionar de un modo  solidario y orgánico, los conquistadores no se ocuparon casi sino de distribuirse y disputarse el pingüe botín de guerra. Despojaron los templos y los palacios de los tesoros que guardaron; se repartieron las tierras, los hombres sin preguntarse siquiera por su porvenir como fuerzas y medios de producción”.

La penetración de un nuevo modo de producción a nuestros territorios, se halla enmarcado dentro de ciertas fases y momentos que siguen al descubrimiento de América, como lo ilustra el siguiente cuadro:

  CONQUISTA DEL PERU Y GUERRAS CIVILES     1532 – 1569    Invasión al Perú Resistencia Inca Expansión de la Conquista (Chile-Amazonía)
  C O L O N I A J E ORGANIZACIÓN       DEL SISTEMA   1569 – 1630 Período Toledano Auge del Potosí Legislación opresora india
II. ESTABILIDAD     DEL SISTEMA   1630 -1700 Las haciendas y la minería Monopolio comercial (Sevilla y Lima)
REFORMA DEL      SISTEMA          (Cambio de      dinastía)   1700 – 1780 Régimen Comercial Cambios Territoriales Despotismo Ilustrado Reformas administrativas
CRISIS DEL SISTEMA 1780 – 1824 Revoluciones Indígenas Revoluciones criollas

Al situarse el Perú dentro de la órbita de los países con economía dependiente empezó a reunir otras características:

  1. Unilateralidad. Por el exagerado desarrollo de un solo sector: la exportación de materias primas o metales preciosos (fundamentalmente la plata en el caso nuestro).
  • Intercambio desigual. A través de productos del comercio. Europa enviaba manufacturas a precios superiores a su valor, mientras que el Perú debía comprar esas manufacturas enviando productos suyos pagados en menos de lo que valían.

INSTAURACION DEL LATIFUNDIO.

Consumada la invasión por los llamados “conquistadores”, la apropiación de las tierras indígenas por los españoles se realizó al principio a través de las llamadas Mercedes (regalos). Más los peninsulares no estuvieron contentos con lo recibido e invadieron tierras que no eran de propiedad pública o de las comunidades indígenas. La Corona en lugar de castigarlos toleró el acto e impuso un concepto  por  multa o impuesto que debía pagar el invasor. A este nuevo rubro se denominó Composición.

El tamaño de las propiedades agrícolas en manos de los españoles varió según la época y las regiones. Hubo sobre todo en la sierra una tendencia a la formación de grandes propiedades, es decir, Latifundios. El objetivo de esa gran propiedad no siempre era la producción en sí mismo sino mas bien controlar territorios donde hubiese poblaciones indígenas para obligarlos a trabajar en los predios.

Sobre la base de la propiedad privada como sistema dominante, la Agricultura colonial se organizó para atender la producción hacia los mercados urbanos y externos, hacia los centros mineros; para el desarrollo de la industria y la alimentación.

PRINCIPALES ACTIVIDADES EN LA COLONIA.

La mineria. A partir de la invasión española, esto es, desde el Siglo XVI el Perú se inscribe dentro del grupo de los países exportadores mineros y en función de esta actividad se organizaron los sectores restantes de nuestra economía colonial: agricultura, ganadería, pesca, manufacturas, comercio y servicios. La minería fue subsidiada por los otros sectores, sobre todo, por los campesinos.

La minería colonial del Perú fue sobre todo minería de la Plata y no del Oro. Su explotación dependió fundamentalmente de la mano de obra indígena y no del trabajo esclavizado de los negros.

Los principales descubrimientos mineros efectuados en el Perú y que lo convirtieron en el primer productor mundial de plata fueron los de Porcos (1540); Potosí (1545); Castrovirreyna (1555); Huantajaya (1566) y Mercurio (1563).

El momento decisivo en la minería peruana fue la aplicación del mercurio (amalgamación) en la explotación argentífera, habiendo sido Huancavelica uno de los grandes depósitos de Mercurio en el mundo que permitió elevar la producción minera colonial.

Potosí se convirtió a principios del Siglo XVII en una de las ciudades más grandes de su tiempo con 150,000 habitantes, cuando Madrid, la capital del Imperio. Sólo tenía 105,000 habitantes.

El Estado Español no renunciaba a la propiedad de las minas y del subsuelo. Concedía la explotación de las mismas. Los mineros estaban obligados a pagar el 20% de su producción (quinto real).

La agricultura. Al momento de ser invadido el Tawantinsuyo era la cultura agrícola más desarrollada del mundo. Habían llegado a domesticar las plantas y animales; como se ha dicho en el capítulo anterior, sus técnicas de riego eran superiores a las conocidas en Europa, superaron inclusive a Asirios y Egipcios en cuanto a obras hidráulicas. Poseía una red de depósitos para cosechas que ni en la república ha podido superarse.

Al llegar los ibéricos a nuestro suelo respetaron y aprovecharon sólo una fracción de esas técnicas y por el contrario hicieron una sustitución parcial de cultivos, porque apenas continuaron con aquello que se acomodaba a su modelo.

Los territorios agrícolas fueron redistribuidos por el régimen colonial desconociendo los derechos anteriores de las poblaciones indígenas. Contrariamente a la política agrícola de nuestros antepasados, el sistema español significó la privatización de las tierras. Por ello, el régimen de la propiedad privada del tipo europeo fue el régimen dominante dentro de la colonia.

La ganaderia. Semejante a la agricultura, la introducción de animales europeos perjudicó las especies nativas. Las llamas y las alpacas fueron llevadas hacia zonas cada vez más altas y en su reemplazo aparecieron vacunos, ovinos, etc. No tuvieron cuidado de mantener las razas que habían logrado seleccionar los incas. Las llamas pasaban exclusivamente para transporte de carga y en mínima escala para su carne, pues esos productos lo consumían los mineros de Potosí.

Los animales que más se apreciaron fueron los traídos de la península: caballos, asnos y mulas, con cuya producción hicieron negociaciones de transporte.

La artesania y la pequeña industria. Los tratadistas de este tema, han considerado hasta dos formas de manufactura en la Colonia:

  1. Manufactura indígena destinada al autoconsumo y al pago de tributos.
  2. Manufactura artesanal bajo el control de los gremios en las ciudades.
  3. Manufactura semi-industrial. Llamadas también agro industriales: Los Obrajes.

Mientras las primeras se desarrollaban en el mismo núcleo familiar, sea para vender o para pagar tributos; el sistema de artesanía gremial operaba en las ciudades. Los gremios debían vigilar el precio y la calidad. Tenía lugar como en toda sociedad medieval, en el seno de los talleres, y estaban organizados jerárquicamente en: maestros, oficiales y aprendices. Sus productos eran vendidos a los habitantes de la ciudad y del medio rural. Si bien es cierto que sus productos fueron de alta calidad, sin embargo, lo eran en poca cantidad, frente a los productos que venían de Europa.

Los Obrajes fueron unidades de producción situadas dentro del medio rural, como las minas, pero bajo reglas diferentes. Estuvieron destinadas a la producción textil y se hallaban más en la sierra, aunque también los hubo en la Costa.

Su auge tuvo lugar durante el Siglo XVII donde se llegó hasta 300 centros. La producción estaba dirigida a los esclavos, capas populares y campesinos andinos. Estos últimos se veían obligados a comprar dicha ropa a través del reparto forzoso manejado por el Corregidor.

A fines del Siglo XVIII contaban con cerca de 30,000 trabajadores y sus productos eran vendidos en Panamá y Buenos Aires.

Los propietarios de estos centros de producción (OBRAJES) eran curas, encomenderos, funcionarios, caciques, comunidades y parroquias.

Los obrajes variaban según su tamaño. Los más extensos tenían de 300 a 500 trabajadores; algunos eran mitayos y otros eran libres asalariados. Según Pablo Macera (3): “El trabajo en los Obrajes era tan duro como en las minas, trabajaban allí desde niños de cinco años con nueve horas diarias que en realidad eran más. Durante todo el año los trabajadores sólo recibían autorización para ausentarse treinta días (15 para sembrar y 15 para cosechar). Los trabajadores que huían de los obrajes eran perseguidos por los guatacos y castigados cruelmente”.

Los Obrajes peruanos no pudieron resistir a la competencia de los tejidos producidos por la revolución industrial europea.

El comercio. El Perú era una de las colonias más distantes de España. El viaje completo desde Sevilla (España) a Potosí (Perú) exigía a veces cinco años.

Para el desenvolvimiento de la actividad comercial España contó en América con el puerto de Veracruz en México y El Callao, en el Perú. Callao fue el eje monopólico del comercio entre Sevilla y Lima y controlaba todo el comercio en Sudamérica, de modo que un pequeño grupo instalado en el Perú tenía en sus  manos la distribución de todas las mercaderías europeas en el resto de Sudamérica. Pero, conforme avanzó el tiempo Buenos Aires fue competidor, hasta que finalmente se impuso por poseer mayores facilidades de comunicación terrestre y tener mayor importancia militar.

Durante el Siglo XVIII se llega a introducir cambios, dejando de lado el monopolio, par empezar un comercio libre, dándose así impulso a la actividad en veintidós puertos americanos. Y un tiempo después, España, finalmente sería desplazada por países como Holanda e Inglaterra, fundamentalmente por esta última, dado a su revolución industrial. A la debacle española, se sumó la presencia de piratas y corsarios.

SITUACION DE LAS FUERZAS PRODUCTIVAS.

El Duro trabajo de las minas era realizado íntegramente por los indígenas. Para ese fin, desde el tiempo del virrey Toledo se había dispuesto el servicio de la MITAS, a favor de los centros mineros, entre ellos Potosí: Por esta razón el trabajo de las minas era muy temido. Algunos trabajadores permanecían encerrados una semana entera o hacían el doble turno.

Los mitayos del Perú viajaban 1000 kilómetros durante 2 meses hasta llegar a Potosí. Debían pagar los costos de su viaje mantenimiento. Al año llegaban a ganar solo 42 pesos, pero para regresar a sus pueblos y pagar sus alimentos debían gastar 62 pesos.

En la actividad agrícola las modalidades eran varias, tales como la existencia de mitayos en las haciendas. Tratábase de miembros de comunidades que estaban obligados a trabajar en las haciendas mediante un pago muy bajo; los Arrendatarios o Yanaconas recibían una parcela de terreno a cambio de lo cual estaban obligados a trabajar en los terrenos de la hacienda y entregar, además, parte de su producción; y los trabajadores endeudados que no eran sino mitayos u otros indígenas que trabajaban “libremente”, pero que al final resulta adeudados, por haber recibido algunos adelantos.

RELACIONES DE PRODUCCION.

La explotación del trabajo del aborigen en el régimen español atravesó diversas épocas y modalidades:

  1. El Monopolio del trabajo indígena por los encomenderos.
  2. Concentración de  yanaconas en las haciendas.
  3. Régimen generalizado de mitayos que se inició con Toledo.
  4. Trabajadores supuestamente libres sujetos a la servidumbre por deuda.

Papel en los Encomenderos. En Los primeros tiempos del coloniaje, el trabajo fue monopolizado por los encomenderos, quienes disponían a su antojo de los indios en sus Repartimientos. Era frecuente que los alquilaran a otros españoles que no eran encomenderos ni tenían repartimientos. Por un buen tiempo los encomenderos tuvieron abundante mano de obra, hasta que la Corona se limitó a darles una renta sobre el tributo indígena, retirándoles sus antiguos poderes.

Al comienzo, los encomenderos pretendieron que la Corona les otorgase la perpetuidad de los repartimientos, exigiendo jurisdicción civil y criminal sobre los vasallos, ofreciendo a cambio siete millones de pesos. Pero este pedido no prosperó porque los curacas y frailes lucharon unidos, hicieron asambleas en todo el reino y lograron que la opinión pública estuviera contra los encomenderos.

La Corona limitó los poderes de los encomenderos, pero al mismo tiempo instituyó otros sistemas para garantizar el trabajo indígena a favor de los colonos. Esto fue la MITA (turno). Si bien esta institución ya era conocida por los incas, sin embargo, el sistema colonial lo tornó en cruel. Cada comunidad o poblado indígena estaba en la obligación de separar la séptima parte de sus hombres adultos para enviarlos como mitayos a trabajar en beneficio de los españoles en las ciudades, haciendas, minas, caminos, tambos, etc.

Otro sistema de subordinación de la colonia constituyó el YANACONAJE, que si bien también tienen orígenes nativos, sin embargo los españoles lo convirtieron en una trabajo perpétuo dentro de las haciendas y hasta con caracteres hereditarios.

Los Tributos. El tributo era pagado a la Corona por todos los indios adultos entre los 18 y 50 años. Sólo estaban exentos dentro de esas edades los caciques, los enfermos y los empleados de la Iglesia. Se pagó sin medida en un principio, pero luego se cobró según tasa en especie o dinero. Ya en el Siglo XVIII se exigía únicamente en dinero.

El cobro de los tributos estaba a cargo del Corregidor, quien delegaba la responsabilidad de hacerla efectivo en el Cacique de cada pueblo. Para pagar el tributo los indios tenían que ir con frecuencia a trabajar a las minas y haciendas. El tributo fue así un medio indirecto para reclutar mano de obra indígena. Constituyó el ingreso principal de la Corona y lo continuó siendo en la  República.

ESTRUCTURA SOCIAL DE LA COLONIA.

Lo peculiar de la estructura social peruana de la colonia, es que no sólo fue clasista, sino también RACISTA.

El carácter de clase consistió en la existencia de segmentos sociales jerarquizados, pero como ocurrió en toda sociedad, los extremos estuvieron conformados por polos que antagonizaban. En las clases llamadas por los historiadores burgueses, como altas, había una minoría de habitantes con mejores oportunidades de conseguir bienes y atenciones o servicios, tales como casa, alimento, educación, prestigio, poder, etc.; en tanto que en el otro extremo, había una mayoría, conformada por gente pobre, esclavos e indios, denominados Clases bajas y que de hecho tenían menos oportunidades que aquellos. Para situarse en alguno de estos polos, existían dos criterios: uno económico y otro étnico-racial.

Dado que el criterio racial tenía peso, por muy pobre que hubiera sido el europeo o blanco, siempre se consideró por encima del indio más adinerado. Incuestionablemente en esta pirámide social los primeros puestos correspondieron a los blancos; y los últimos a los indios y esclavizados.

Al centro, hallábase los blancos pobres o de patrimonio mediano y por debajo de ellos los mestizos (hijos de ascendencia india-española).

Una imagen apropiada de lo que fue esa pirámide nos lo muestra Pablo Macera en su obra Historia del Perú (La Colonia).

CUADRO PIRAMIDE SOCIAL

Ahora bien, dado que la invasión ibérica trastocó todo un sistema incaico organizado, también en el terreno social generó una yuxtaposición de estratos y sectores sociales. A decir de Virgilio Roel, en su obra: Historia Social y Económica de la Colonia (4) es correcto diferenciar por ello, entre la “República de los Indios” y la “República de los Españoles”.

  1. La República de los Indios
  1. Los Indios Nobles. Fueron los que concentraron el poder central durante el incario. Eran las antiguas panakas reales que con la llegada de los ibéricos tuvieron que ser desplazados, pero logran el reconocimiento de su condición de nobles. Al lado de los panacas, también están considerados como indios nobles los Kurakas. A éstos se les reconoció con la categoría de hidalgos peninsulares, con derecho al uso del “don”, estableciéndose que los Corregidores no tenían jurisdicción para juzgarlos. El Cacicazgo fue declarado estrictamente hereditario, conforme a las normas castellanas, Se les excluyó de pagar tributos y servir en las mitas.

Producida la instauración del dominio español, por su particular situación social, los indios nobles vinieron a constituir algo así como un estamento intermedio entre las comunidades españolas e india. Su vestimenta, riqueza y privilegios correspondían a los de las clases altas coloniales.

Junto a estos indios “distinguidos” estaban también los indios “ricos” que poseían más tierras de las que normalmente poseía sus connacionales y que por lo común se dedicaban al comercio.

  • Los Indios del “Común” o Hatunrunas. Constituido a la vez por mitayos y yanacunas, sobre cuyos hombres se edificó todo el sistema colonial.

Los Mitayos denominados también “indios de Cédula” eran los forzados a cumplir todas las obligaciones tributarias y de trabajo en las obras públicas, comunales, mineras y obrajeras. Su condición era tal, que prácticamente estaban al servicio de toda la comunidad española, que se sustentaba plenamente en su trabajo. En los obrajes y minas, el régimen que soportaban era peor que el de los esclavos allí empleados, por la sencilla razón de que el esclavo tenía cotización, mientras que el mitayo era de hecho, gratuito.

Los Yanacunas, en cambio, equivalían a los siervos de la gleba del medioevo europeo. Trabajaban en los latifundios particulares y el tributo que debían pagar era menor. Pese a esta su condición de opresión paternalista, su vida era relativamente más llevadera que la de los mitayos, razón por la cual era frecuente encontrar entre éstos a muchos huidos de las minas y de las encomiendas.

  • La República de los Españoles

Como bien lo señala Julio Roldán (5): “En los primeros tiempos de la invasión fueron los encomenderos quienes se encontraban en la cúspide de la pirámide social; pero posteriormente, este puesto será ocupado por los funcionarios reales, cuyo máximo exponente era el Virrey, y los ricos o sea los comerciantes monopolistas (mineros y obrajeros). A nivel regional estaban los hacendados; también hay que mencionar a los curas doctrineros y a los corregidores; esta “yunta” de personajes son recordados por su crueldad y sus crímenes, los mismos que fueron oleados y sacramentados por los curas en nombre del Occidente religioso y cristiano”.

  1. Los conquistadores y sus descendientes. Como dice Roel “Hasta unas dos décadas después de la captura de Atawallpa se estableció una escala social, en la que la cima era ocupada por los conquistadores o sus descendientes y los primeros ocupantes” (6). Los conquistadores y los primeros pobladores u ocupantes se componían, al llegar a estas tierras, de una masa abigarrada de gentes sin oficio definido, aventureros, plebeyos, hidalgüelos de los que en España abundaban y algunos segundones de nobles provincianos. Entre éstos, los plebeyos aspiraban a ser reconocidos caballeros, en tanto que los últimos buscaban un ambiente en el que pudieran descollar. Su común denominador era la pobreza y su condición de venidos a menos, condiciones ésta que quería cambiar por la riqueza, el poder y la elevación social. Es a estas gentes que el Rey les reconoce la categoría general de hidalgos. No querían ser los vagabundos y despreciados de España; aún más, querían tomarse su revancha. Esa posibilidad les ofrecía el Perú y en general, América; y es así que aquí tuvieron los inmensos tesoros de los incas y se hicieron encomenderos. La encomienda les hizo sentirse señores feudales con tierras y con indígenas siervos.
  • Los vecinos o avecinados. Son los espaldes que llegan después de la conquista y luego de fundadas las ciudades que van a habitar. Han alcanzado casa y repartimiento de tierras. Tienen bienes, aunque no muchos, Tienen servidumbre indígena y mita o yanaconazgo, lo cual  les da ciertos aires aristocráticos, pero son considerados de segunda. Son la aristocracia menor.
  • Los moradores. Son los que llegan cuando el reparto ha llegado a su fin. Muchos recibieron fuerte estímulo inicial en España, cuando los Reyes emprendieron una corta política consistente en propiciar la venida de artesanos y gentes de trabajo. Al llegar aquí, abrieron  talleres y pequeñas tiendas comerciales y se lanzaron a las aventuras del cateo y la explotación mientras, pero, pese a sus  actividades modestas, el solo sentirse miembro de la comunidad dominante, les forja un aire de importancia y se ponen el “don” precediendo su nombre.

Ahora bien, esto ocurre en los inicios de la invasión, Empero, una segunda etapa de la invasión, estratifica a la sociedad en otros segmentos.

  1. La burocracia virreynal. Está constituido por altos burócratas o son nobles con títulos saneados, o son juristas, o son letrados o son jefes militares de profesión y además, su autoridad no puede ser puesta en duda, puesto que ella es la que puede dispensar mercedes o puede también quitarlas. Pero si el aristócrata perulero puede llegar a ser regidor hereditario del cabildo, corregidor, no puede llegar a ser ni miembro de la Audiencia, ni Oficial de la real Hacienda, razón por la que los altos funcionarios españoles mantienen un poder de control efectivo indisputable por aquellos.

No obstante, la aristocracia americana impone sus hábitos de exaltado lujo a la aristocracia, acentuando en muchos de éstos la codicia que los trajo por el Nuevo Mundo; así como el funcionario se torna casi en insaciable, en su sed de riquezas. Sabe que su nombramiento tiene fecha fija de su vencimiento y se propone aprovecharla íntegramente.

  • El Clero. Se adscribe al aparato ya montado. “Viene como componente del sistema burocrático dirigido desde España. Esto, debido a que el monarca español había sido autorizado para ejercer el “Regio Patronato” sobre la Iglesia de las Indias. El clero español, fue por ende, el aditamento espiritual del régimen colonial. Por eso, su prédica no podía dejar de lado este hecho objetivo. En general, defendió el orden de cosas existentes, como si proviniera de la voluntad  divina; ofreciendo a cambio de la humildad, la sumisión y el sufrimiento, los beneficios del cielo, para después de la muerte.
  • El sector capitalista o mercantil. Comienza a despuntar a la sombra de tres circunstancias propicias: el expansivo comercio exterior, la proliferación de los obrajes, la formación de los grandes latifundios y el violento desarrollo de la minería. Los capitalistas surgidos en estas circunstancias, pronto superan en riquezas a los encomenderos aunque tardarán bastante aún doblegar desde su fatuo orgullo basado en el desprecio a las actividades de que proviene la opulencia de aquellos.

LOS ESCLAVOS EN EL SIGLO XVI.

Los esclavos negros arribaron a estas tierras con los invasores hispanos y con los primeros ocupantes; vinieron en la doble condición de servidores de sus señores y como eficaces auxiliares de las guerras. Sus introductores en América fueron los traficantes portugueses y flamencos.

El destino de los esclavos fue diverso: una parte de éstos fue ocupada en el servicio doméstico, otros fueron enviados a las labores propias de las haciendas, y los restantes marcharon a las minas y los obrajes. Los más numerosos fueron los esclavos domésticos. Los que fueron a las haciendas llevaron una vida más dura que en las residencias. Dormían en los barracones. Comenzaban su trabajo con los primeros rayos del sol para terminarlo entrada ya la noche. En las minas y en los obrajes trabajaban juntos, indígenas y negros, siendo éstos últimos siempre menos numerosos. Sus dueños los protegían y les prestaban mayor atención que a los primeros. Por eso, la situación de los indígenas empeoró allí donde hizo su aparición el esclavo de color.

Si quisiéramos diagramar, las clases sociales que se desarrollaron en nuestro territorio en la fase de la Conquista, tendremos los siguientes cuadros:

CUADRO

Pero, todo cuanto se ha dicho  hasta el momento ocurren en la época que se ha dado en llamar “Conquista”, esto es, en el trecho comprendido entre el año 1532 a 1569, aproximadamente.

Instaurada la Colonia propiamente dicha, la estructura social va a cobrar otros matices. Así, por ejemplo, si nos atenemos al criterio racial, las clases sociales tendrán la siguiente diagramación (gráfico de la Izquierda). Pero, si nos atenemos a las razones de índole económica y social, en cambio, veremos que la pirámide contenía distinta aunque no diametral composición (diagrama de la Derecha).

CUADRO

Formulando una severa crítica a la forma cómo el criterio racial primaba en la sociedad colonial, Virgilio Roel (7) nos entrega la siguiente apreciación: “En el Perú colonial, cualquier pobre diablo procedente de España presumía de limpieza de sangre y, como tal, estimaba que estaban en su derecho al pretender codearse con gentes empingorotadas. En estas circunstancias, un título, un hábito de orden militar o la legitimidad en la filiación, resultaron teniendo en el país u valor más ornamental que de efectiva distinción.

De allí que el español americano ó criollo, estuvo por un buen tiempo relegado a segundo plano. A la altura del Siglo XVI, por ejemplo el ser criollo denotaba una situación despectiva, pues así se denominaba también a los hijos de los esclavos nacidos en tierras americanas. De esta pronunciada discriminación se encargó la propia aristocracia virreynal, que ostentaba una mentalidad totalmente ligada a la política metropolitana. Contribuía a ese ensoberbecimiento el lujo y el despliegue de pompa de que se rodeaban los cortesanos y altos funcionarios. Y esa mentalidad alienante era compartida por todos los peninsularios. Y como dice el mismo Roel (8): “… esa mentalidad se podía resumir en una frase: todo español, por mas miserable e ignorante que fuera, se sentía superior a los americanos; (mas específicamente, a los llamados criollos)”. El científico Humboldt, también advirtió esta acentuada distinción de clases en función de la sangre, cuando dijo: “un blanco español aunque monte descalzo a caballo, se imagina ser de la nobleza del país. Y cuando un blanco tiene un altercado con uno de los señores titulados del país, suele comúnmente decir ¿Pues qué cree vuestra merced, ser más blanco que yo? (9).

Al lado de esta conducta enajenante, los criollos no se quedaban atrás ya que éstos también trataban de magnificar su conducta a través de una fingida arrogancia para compensar la circunstancia de no haber nacido en España.

LAS CLASES SOCIALES EN LA COLONIA.

Agotada la fase de las guerras civiles entre los conquistadores, hallamos en el Perú colonial, la estructuración de clases, castas, sectores y capas sociales, a veces entrecruzadas, como producto del encuentro entre dos culturas. Dichos segmentos que tuvieron alguna estabilización durante los siglos XVII y XVIII son los siguientes:

  1. La Aristocracia Latifundista. Que como resultado de los “repartimientos”, “composiciones” y usurpación de tierras, tomaron una forma definitiva y establecieron un linaje a través del mayorazgo, logrando evitar las parcelaciones y  más bien estimulando su engrandecimiento. Así las haciendas coloniales no solo involucraron los cultivos, sino también las instalaciones de ganadería y hasta los obrajes y minas.

En todas las provincias donde hubo minas y obrajes, sus propietarios juntamente con los mercaderes y los hacendados ocuparon la cumbre social. Los mineros vieron acrecentar su  poderío a través del Mineraje Potosino y Huancavelicano.

Los obrajeros no necesitaron federarse, pues su condición de latifundistas les otorgaba la doble condición de aristócratas rurales y adinerados industriales.

  • La capa de los comerciantes ricos. Una capa de mercaderes enriquecieron enormemente con las exorbitantes ganancias del tráfico de Europa, dado el carácter monopolista del comercio español. Llegaron a agruparse en el Tribunal del Consulado de Lima. Aunque su procedencia fue baja, dado que algunos de ellos fueron aventureros sin mayor lustre, atenidos a su dinero, compraron blasones castellanos y se encaramaron en a cima de la sociedad colonial, olvidando su modesto origen y llegando incluso a despreciar a modestos pulperos.
  • El sector de los funcionarios y empleados. Al lado de los virreyes desembarcaron miembros de la nobleza hispana en condición de vicesoberanos, acompañados de su corte, con abundante parentela y servidumbre fiel, que se dedicaron a la administración central y provincial. Estos funcionarios del Estado burocrático colonial ocuparon la capa de los privilegiados. Allí estaban los Oidores, Inquisidores, Contadores del Tribunal de Cuentas, Corregidores, Alguaciles, Regidores, Oficiales, etc. Algunos de estos puestos habían sido entregados por la Corona previa subasta.
  • La Alta Clerecía. El inmenso poder espiritual que ejerció la Iglesia, así como la posesión de riqueza latifundaria, colocó a los altos dignatarios de la Iglesia en una situación de privilegio, dado que sus nombramientos venían del propio Rey. En esta capa hallábanse incluidos Arzobispos, Obispos, Canónigos y Priores. Otra de sus fuentes de ingreso fueron los diezmos.
  • Los españoles americanos o criollos. Para ser considerados como tal, debían tener a lo sumo un octavo de sangre indígena o un dieciseisavo de sangre negra, de lo contrario, pasaba a ser mestizo. Por lo común preferían ser letrados o monjes; pero otros se inclinaron por las licenciaturas y doctorados, llegando a practicar un dogmatismo, formalismo, escolasticismo a ultranza.
  • El Pueblo Llano. Los sectores antes indicados vendrían a constituir la Nobleza Colonial. Pero, después de esa cima, venían a continuación elementos mesoclasistas que oficiaban de artesanos, tenderos, pequeños comerciantes o pequeños industriales, que tuvieron la denominación de “Pueblo Urbano”. Las capas más aceptables en este estrato son los comerciantes medios y los artesanos, agrupados en corporaciones y respaldados por su cofradía. Dentro de los artesanos el gremio de los plateros alcanzó mayor prestigio, otro lugar expectante lo tuvieron los sastres, pero no tanto en desventaja estuvieron los toneleros.

El pueblo llano también se contagió de la discriminación, es así como en el gremio más encumbrado sólo se admitían a peninsulares y criollos y en los menos encumbrados podían estar mestizos, indios y criollos y hasta los libertos.

Entre los comerciantes había distinción entre los poseyentes de tiendas que generalmente eran peninsulares y los mercachifles ambulantes y buhoneros que reunía a todas las capas.

  • La Nobleza India. Al reconocérseles por la Corona el rango de hidalgos, se sentían caballeros, adoptaban vestimenta castellana, se mostraban orgullosos por el trato que recibían y porque gozaban de respeto en la escala virreynal. Toda esa situación devenía del inmenso prestigio de los incas. Con el correr de los años, se advirtió en este segmento una conducta polar. Mientras unos se pusieron incondicionalmente al servicio de la Corona al ser atraídos por esta, a través de ciertas concesiones como la apertura de colegios y otras prebendas; otros quisieron recuperar el prestigio de curaca incaico y por ende, formularon sus quejas al reino de los excesos de Corregidores.
  • Las Castas Mixtas. El proceso de mestizaje entre blancos e indios; entre blancos y negros y entre indios y negros, se materializó desde el mismo momento de la conquista, sea en forma bandálica como ocurrió con las huestes de Pizarro o en forma espontánea como sucedió con los avecindados o moradores. Los primeros años de la conquista constituyen un momento para otorgar disposiciones en torno a la legitimidad o ilegitimidad de estas uniones. En general por mestizo. Se va a entender la unión entre el español y el indígena; lo demás, genera el mulato u otras denominaciones; habiendo existido prohibiciones de relación entre negros e indios con severos castigos.

En cuanto a consideraciones, el producto del español con la india tuvo cierta aceptación, en cambio el cruce del blanco con la negra, mereció observaciones, porque la raza africana se desarrolló a nivel de esclavos.

En lo atirente a ocupar cargos y funciones, los mestizos tuvieron la misma oportunidad que las clases populares y aún de los españoles empobrecidos.

  1. Los trabajadores libres de la agricultura y la minería. Por su extracción sólo eran admitidos a puestos intermedios en calidad de capataces, mandones, mayordomos, aparceros. Los más hábiles llegaron a ser dueños de mina chicas, fueron cateadores, huaqueros. Incursionaron también como jornaleros libres por su empleo estacional.
  • Los indios de las comunidades. Fueron los que sufrieron infinidad de iniquidades, como es el arrebato de sus tierras por parte de hacendados. La masa comunitaria la constituían el común de los indios, mitayos y tributarios a la vez. En el Siglo XVII tuvieron cierta consolidación las comunidades, a través de la política trazada por Toledo con las Reducciones con fines de captar tributos; pero al mismo tiempo se estabilizó la opresión porque todo el sistema colonial se sostuvo en sus miembros y más aún, existía el propósito de que esto no cambiara.
  • Los Yanaconas. Esta institución se acrecienta a raíz de que los indios abandonan el cruel sistema de las mitas. Se elabora entonces una nueva estrategia por la cual, el hacendado fingiendo paternalismo, ofrece protección y le provee, tierras de baja calidad para usufructo, con la condición de que labore las buenas tierras del latifundio. El yanacona debe laborar así juntamente con su familia en esas faenas agrícolas sin pago alguno y si la hacienda es ganadera, debe trabajar como pastor.
  • Los esclavos y los libertos. La esclavitud en el coloniaje se profundizó gracias al contrabando y la trata. Traídos  del Africa eran depositados en galpones y luego vendidos a un precio considerable, a tal punto que la Corona tuvo que reglamentar mejor trato. De los esclavos, quien ejercía funciones doméstica, llevaron una vida aceptable, a tal extremo que por el buen trato que recibían de sus amos, algunos de ellos fueron admitidos como miembros de la familia y finalmente optaron por manumitirles, es decir declararlos libertos.

LA LUCHA DE CLASES EN LA COLONIA.

Si bien es verdad que las dinastías de España, consiguieron a traves de su legado constituir en este lado del mundo, una sociedad escindida fuertemente en clases, con ventajas notorias y abundantes y con trato inícuo para otros, este proceder no paso desapercibido. Es así que desde el mismo instante de la conquista se sucedieron un conjunto de movimientos de resistencia contra el poderío español, primeramente inclusive desde los propios encomenderos o sea desde los propios españoles radicados en América y después por la inmensa masa de indígenas explotados, quienes al fin habían comprendido que el éxito, antes que en la habilidad de su propia estrategia, había tenido sus causas no solo en la guerra civil entre Huascar y Atahualpa, sino tambien en la resistencia y resentimiento de los pueblos conquistados; en la rivalidad de la clase dirigente cuzqueña; en el colaboracionismo inútil de grupos indígenas a favor de los españoles; en la relativa superioridad militar de España; y en la verticalidad de la autoridad del Inca, quien una vez capturado, dejo un Imperio con un aparato político y militar descompuesto.

LA RESISTENCIA.

A lo largo del Coloniaje, en ningún instante la gran masa de conquistados aceptó de muy buena ganan las condiciones de opresión que le impuso el imperio español; muy al contrario, existió una secuela de protestas que fueron aplastadas entre otros motivos, porque fue un minúsculo sector de los propios indígenas que actuaron en contra de los intereses de la clase sojuzgada y fueron protagonistas de la colaboración con al Corona; y por otro lado, es evidente que España, contaba a esa altura con instrumentos de guerra que estaban más a tono el desarrollo superior de las fuerzas productivas. Aún así, desde el lado indígena, se considera como movimientos importantes, los siguientes:

  1. La sublevación de Manco Inca (1538-1544).
  2. La resistencia y posterior abdicación de Sauri Túpac (1544-1557).
  3. La rebelión de Titu Cusi Yupanqui (1557-1571).
  4. La sublevación de Túpac  Amaru (1571-1572).
  5. La aparición de falsos Incas (1656-1749).
  6. La rebelión de Juan Santos Atahualpa (1742-1775).
  7. La sublevación de Tupac Amaru II (1780-1781).

Basta indicar que, por ejemplo Titu Cusi Yupanqui programó:

  • Reactivar la guerrilla contra los españoles.
  • Tomar contacto con las poblaciones de Chile y Tucumán para preparar un gran levantamiento.
  • Organizó el levantamiento fracasado de 1535.
  • Impulso el movimiento religioso de Taki Onkoy.

El Movimiento de Taki Onkoy tuvo lugar en el terreno ideológico y religiosos al proponer el retorno a las condiciones generales de vida anteriores a la conquista; el castigo y expulsión de los españoles y de los extirpadores de la idolatría incásica. Fue dirigida desde Vilcabamba.

La sublevación que Túpac Amaru I, estuvo dirigida contra Toledo, quien ordenó su ejecución en la plaza del Cuzco.

La rebelión de Juan Santos Atahualpa tuvo dos fases: un enfrentamiento bélico con los españoles (1742-1752) y luego el retiro de las fuerzas indias sin someterse a los españoles (1752 y siguientes). Con un cuerpo de 500 hombres y ejército auxiliar de miles de “chunchos” Juan Santos derrotó militarmente a los españoles. La Corona tuvo que ordenar que vinieran como refuerzos soldados desde Buenos Aires y Chile para combatirlo. Pero Juan Santos optó por el retiro de las tropas en acto estratégico.

Pero, indudablemente, la acción más heroica librada a favor de la liberación del dominio español, la protagonizó José Gabriel Condordanqui (Túpac Amaru II). José Gabriel era un hombre instruido y de patrimonio holgado. Era propietario de cocales, minas y tierras de panllevar, pero su actividad más importante era el arrieraje, contaba con 350 mulas que transitaban la ruta Cuzco-Alto Perú. Túpac Amaru se sentía ser el último descendiente de los incas de Vilcabamba, pero jamás obtuvo el reconocimiento pleno ni de los españoles ni de la nobleza india. Al parecer, para emprender su movimiento, tuvo contacto con criollos descontentos. Su programa no estaba encaminado a liberar sólo a los indios, sino también a criollos, mestizos y esclavos. Consiguió movilizar a 20,000 y hasta 60,000 hombres, pero armados apenas de hondas, palos, armas rusticas y poquísimas buenas. En noviembre de 1780 llegó a ajusticiar al Corregidor Arriaga, consiguiendo así su mejor victoria en Sangarara; pero luego no supo aprovechar y dio lugar a que la Corona reuniera un ejército de 17,000 hombres con la ayuda de los propios curacas. Así apresó a Túpac Amaru  y lo ajustició en abril de 1871.

LA EDUCACION EN EL FEUDALISMO COLONIAL PERUANO.

Como acertadamente lo tipifica Macera (10) la educación durante la Colonia “… se hallaba estratificada de un  modo violento y vertical, a semejanza y como resultado de las jerarquías de clase. Las diferencias educativas entre los diversos grupos sociales no eran graduales y la comunicación entre uno y otro nivel nunca se había regularizado…” y como añade el sociólogo Julio Roldán (11): “Los Occidentales arrasaron con todos los rezagos de “comunismo agrario” e impusieron su feudalismo encomendero combinando con el esclavismo. En lo político, fueron incapaces de recoger la experiencia de la administración multinacional del Tawantinsuyo y recogiendo el legado europeo de las monarquías de ultramar impusieron un Estado piramidal de corte tomista, generando en la práctica dos repúblicas: la de los españoles y la de los indios. Y en lo cultural se adoptó medidas inquisitoriales contra el credo andino, para imponer creencias hebraicas y latinas. Al mismo tiempo que físicamente sometieron a las huestes de Atahualpa, a través de las armas; en lo cultural, subyugarn a través de la Biblia, la cruz y los santos”.

CARACTERÍSTICAS ESPECÍFICAS DE LA EDUCACIÓN COLONIAL.

  1. Situación de los conocimientos científicos. Las Ciencias Naturales como la Biología, la Física, la Química, etc. Tuvieron escaso desarrollo y difusión en la América colonial. Esto era obvio, desde que la propia España entre los Siglos XVI y XVII no se  había distinguido por una actividad científica constante. Fueron más bien proclives al cultivo del Derecho, la Filosofía, la Moral y la Teología. De allí que Macera haya dicho que “a los españoles peninsulares de Europa y a los españoles criollos de América les interesaba fundamentalmente saber cómo debía ser la realidad y no cómo era esa realidad. Pese a esa esterilidad en la investigación, en forma aislada descollaron algunos frailes empeñados en la enseñanza de la matemática y la química, por ejemplo, el jesuita Diego de Morillas llegó a escribir en el Siglo XVII una Aritmética Peruana; en materia de Química, la necesidad de explotación de los metales preciosos  obligó escribir algo sobre amalgamación, producto de ello es el Arte de los Metales que escribió Alonso Barba en el Siglo XVII, en Botánica, se llegó a descubrir numerosas plantas. Es, sin embargo, todavía  en el Siglo XVIII donde hay interés por enviar expediciones científicas desde Francia para describir la geografía peruana y su producción. Tal es el caso de Antonio De Ulloa y Humboldt. Hasta que por fin, a fines de la Colonia hallamos ya las importantes contribuciones de Hipólito Unanue, del padre Gonzáles Laguna y de Cosme Bueno. El primero, figura importante por haber fundado la Escuela de Medicina; el segundo, valioso por haber organizado el Jardín Botánico.
  • Supremacía de la ideología religiosa. Por ser España un país de la órbita que practica la religión católica, fue ésta la religión que difundió en sus colonias. La práctica religiosa fue más agresiva que la que emprendieron otros países. La fe católica la identificaron con sus luchas militares y políticas emprendidas contra los moros y después hacia los países americanos. Creyeron que el credo católico era la única religión verdadera y querían divulgar esta verdad a los demás hombres. Este sentido misional se desarrolló en una dimensión continental estableciendo previamente la alianza: Iglesia y Estado. Se administró la vida religiosa en los Conventos (Monjes y Monjas); Colegios (Jesuitas) y Parroquias.

Mientras el Siglo XVI fue de predominio de los dominicos; el siglo XVII, fue de los jesuitas, pero fueron los franciscanos quienes en el trecho del Siglo XV a XIX desarrollaron una intensa labor misional. Sin embargo, son los jesuitas los que adquirieron gran prestigio por sus actividades culturales y educativas, ya que tuvieron a su cargo los sectores medios y los Colegios. Empero, es preciso recordar que también los dominicos regentaron instituciones de educación elemental y universitaria. Los franciscanos, igualmente, tuvieron ingerencia en la educación elemental.

  • Predominio de la Escolástica. A decir de Barreda y Laos, en su obra Vida Intelectual del Virreinato del Perú (13) la Escolástica “merced al esfuerzo del sacerdocio católico, imperó soberanamente, con todos sus vicios y errores, casi en todo el período colonial… la Universidad de San Marcos… se redujo a formar juventud de teólogos de muy escaso valer, abogados católicos y supersticiosos, médicos fanáticos; eran diplomados de convento, con espíritu de fraile…”.

En efecto, de las quince cátedras universitarias entonces existentes, nueve estaban destinadas a estudios religiosos y sólo dos a los de medicina, por cuyos estudios, como dice Manfredo Kempff Mercado (14): “manifestaban profesores y alumnos escaso interés”.

En general, las universidades se alimentaron de la cultura del siglo precedente. La libre investigación, signo de los tiempos fue ahogada por la intolerancia eclesiástica. Se convirtieron en focos de pedantería, educaban para la disputa y no para la investigación, se vivió pues en el paraíso de la escolástica, la mayoría de las inteligencias se perdieron en un dédalo de sorites y entimemas.

  • Carácter dependiente de su Currículum. Su plan de estudios estuvo orientado a los intereses de la Corona, a respetar el sistema de dominación creado por España. De ese modo, la educación no permitió formarse un concepto de patria que hubiera significado una renuncia y una traición al Rey. No podemos imaginar siquiera una ecuación de sentido peruanista, se educa conforme a las exigencias externas. Según Gildomero Arista (15): “en la ecuación del indígena, el currículum es reducido, simple, como convienen a las posibilidades catequéticas”. A lo sumo contienen nociones de castellano, catecismo, cálculo y música…. Los colegios de menor categoría no superan la enseñanza del latín, el castellano, religión, artes, retórica, declamación y música. Las universidades enseñan filosofía, teología, derecho y medicina. Hay ausencia de ciencias experimentales. Finalmente, el currículo conduce a la rutina, memorismo, pasividad intelectual que facilita su sometimiento espiritual y físico.
  • Sentido de la educación clasista. La ecuación colonial está orientada a respetar la división de clases. Sólo los peninsulares y criollos tienen derecho para recibir todos los beneficios educativos. Para el niño pudiente, con profesores particulares y ubicados en las ciudades, el currículo ofrece catecismo, moral, aritmética, geometría, urbanidad e historia sagrada y gramática castellana.

Las niñas aprenden catecismo, urbanidad y menesteres domésticos, recordando que “mujer que sabe latín nunca tendrá buen fín”. Los niños pobres en escuelas junto a Parroquias y Conventos, reciben nociones de catecismo y primeras letras, matizadas con cantos religiosos.

En resumen, se enseñan cosas abstractas e inofensivas, que no podían despertar alarma.

Y en las Universidades se orienta hacia profesiones liberales, sobre todo en sacerdocio y abogacía.

  • Separación de la enseñanza intelectual y manual. Si el currículum para la ecuación superior y la de los colegios mayores realiza una formación humanística, tal educación está separada del trabajo manual. La aristocracia colonial se levanta sobre la tierra y el trabajo indígena, fuente de su opulencia y miseria espiritual, pero no sobre su propio trabajo. De ese modo, los jóvenes criollos nacían en una sociedad donde todo trabajo era efectuado por razas “inferiores” o serviles. El único nivel donde existe educación en el trabajo y para el trabajo es la del indígena. Y como dice el mismo Arista (16): “No se extrañe pues que el currículum para la educación de criollos, en todos los niveles, está reñido con el trabajo manual, hecho que destruye una de las orientaciones básicas del currículum incaico”.
  • La Educación como instrumento de discriminación. Durante el coloniaje, la educación fue una forma de reproducir el sistema de clases. Era, en consecuencia, una educación esencialmente discriminatoria, es decir:
  1. Favorable sólo para los blancos europeos o criollos; y
  2. Desfavorable para los indios, mestizos y esclavos.

La gran mayoría de los habitantes no sabía leer ni escribir ni recibían enseñanza formalizada.

LA ORGANIZACIÓN DE LOS ESTUDIOS EN LA COLONIA.

En general, podemos distinguir los siguientes niveles y formas en la educación colonial

  1. Nivel Primario.
  1. Educación popular no formalizada: En familias y gremios.
    1. Enseñanza formalizada: para clases altas: En colegios Menores y Escuelas.
  • Niveles Superiores.

Exclusivo para las clases altas:

  1. Educación en Colegios Mayores.
    1. Educación en Universidades.
    2. Educación en Seminarios (Estudios sacerdotales).

AGENTES EDUCATIVOS EN LA COLONIA.

  1. La Familia. Por ser el núcleo fundamental de transmisión de conocimientos, costumbres y tradiciones.
  • Los Gremios. Para aprender los oficios artesanales era frecuente que las familias firmaran con el Maestro de Taller los llamados Contratos de Aprendizaje. Los talleres artesanales fueron pues escuelas del pueblo.
  • La Parroquia. Aunque estaba referida principalmente a materias religiosas, hubo sin embargo algunos sectores de la Iglesia católica que también impartieron a los indios enseñanzas sobre música y artes plásticas (pintura y escultura). Un ejemplo de ello fue la Escuela de Paucartambo.
  • La Iglesia. A decir de Virgilio Galdo Gutierrez (17) la Iglesia, so pretexto de “evangelización” de los fieles, a través de las órdenes religiosas; impartieron enseñanza distribuyéndose así:
  • Franciscanos: Enseñanza primaria y adoctrinamiento elemental.
    • Dominicos: Enseñanza en capas altas (en Universidades).
    • Jesuitas: Enseñanza en grupos medios, criollos y mestizos.

La Iglesia fue el agente más efectivo de la Colonia. Existió una gran abundancia de sacerdotes y una pobreza de Laicos. Hizo el papel de sustituto del Estado que, por entonces, estaba dedicado a otros menesteres.

  • El Estado. Tuvo ingerencia al dictar disposiciones para educar a nativos y a los hijos de curacas. Puso en praxis el sistema propuesto por la Corona. Constituyen personajes célebres en este rubro el Príncipe de Esquilache y el Virrey Francisco de Toledo.

ETAPAS DE LA EDUCACION COLONIAL.

Enrique Gonzáles Carré y Virgilio Galgo Gutiérrez dividen la educación colonial en las siguientes etapas (18):

De Iniciación. Que abarca de 1533 a 1551, caracterizada fundamentalmente por el proceso de cristianización y las luchas contra las Idolatrías, unida al deseo de desarrollar la educación elemental. También se llama fase de Evangelización.

De Organización y Afianzamiento. Que cubre el tiempo comprendido entre 1551 y 1771, singularizada por la fundación de Universidades como San Marcos, San Cristóbal de Huamanga y San Antonio de Abad del Cusco. Simultáneamente, el surgimiento de Seminarios y Colegios Mayores. Poco después de finalizado este período serán expulsados los Jesuitas.

De Renovación. Comprendida entre 1771 a 1820. Significó el desarrollo de algunos cambios provenientes del pensamiento de la ilustración europea, al cual se había adherido el sector criollo colonial. Las mejores muestras las tenemos en el Real Convictorio de San Carlos, con Toribio Rodríguez de Mendoza y en el surgimiento y desarrollo de El Mercurio Peruano.

ETAPA DE EVANGELIZACION.

Plasmada la Conquista, los peninsulares diéronse cuenta que en materia de instrucción había que empezar de cero, tanto más que inmediatamente se presentaron movimientos de resistencia religiosa e ideológica. De ahí la urgencia por reeducar a los adultos, instruir a los niños y jóvenes; pero que había que adoctrinarlos en su propia lengua. Toda esta difícil labor corrió por cuenta de Franciscanos, Dominicos y Mercedarios.

El primer paso constituyó en la fundación de Escuelas Elementales con permiso del Virrye, siendo Lima, Trujillo, Arequipa, Huamanga y Cusco, los lugares primeramente beneficiados. Por entonces se llego a pagar a los docentes con animales y víveres. La enseñanza, como se ha señalado reiteradamente es memorística y repetitiva. Los docentes no son sino clérigos y misioneros. En aquel tiempo. Se denominó AYO al profesor de las primeras letras, tratándose de la educación particular y doméstica.

Este nivel de la educación comprendía Castigos, los que se cumplían en cepos, y a veces usando látigos y palmetas.

Se distinguió hasta dos tipos de Escuela Elemental:

  1. Escuela de Doctrina, a cargo de los clérigos.
  2. Escuela de Misiones, a cargo de los frailes.

La educación misional llegó hasta la ceja de selva y hasta la selva misma, gracias a la labor tesonera de jesuitas y franciscanos.

Durante los Siglos XVI y XVII, esta modalidad de educación se había circunscrito sólo al adoctrinamiento religioso. Pero, al cambiar España de dinastía, con el ingreso de los Borbones, recién la educación elemental brindará conocimientos de lectura y escritura. Los maestros empezarán a percibir su salario.

Uno de los tropiezos más notorios de la educación elemental, es como se ha dicho, la falta del dominio de la lengua nativa. Dado que el Tawantinsuyo manejo un idioma propio (el quechua y sus derivaciones) emprendieron un conjunto de esfuerzos por adquirir el aprendizaje del idioma vernáculo, para a través de él, dirigir el proceso enseñanza-aprendizaje. Es evidente que ese proceso sojuzgador no se desenvolvió en un ambiente apacible, sino más bien revestido de un carácter violento. Los maestros vernáculos como el Amauta, estimados otrora por los incas, como depositarios del saber y representantes de la cultura, serán perseguidos y hasta ejecutados por defender su patrimonio cultural. Los famosos Yachayhuasis y Acllahuasis serán sustituidos por Escuelas, Colegios, Seminarios y Universidades. Aún más, los kipus, tenidos en otro tiempo como algo sagrado, serán reemplazados por la escritura occidental.

ETAPA DE AFIANZAMIENTO

Como se ha dicho, este segundo momento está signado por la creación de centros universitarios o de cultura superior, siendo la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la que se funda por Real Cédula del 12 de Mayo de 1551, por orden de Carlos V, con la primigenia denominación de Real y Pontificia Universidad de la Ciudad de los Reyes o de Lima. Su primera sede fue la del Convento del Rosario. Se creo para los hijos de los conquistadores. Su primer Rector fue don Juan Bautista de la Roca y empezó a funcionar en 1553. Se inició con las Cátedras de Teología y Artes y luego Cánones, Leyes y Medicina. Hasta 1570, es decir, hasta antes de la primera Reforma regentaron los dominicos y como consecuencia de la primera reforma asumirán los laicos. Con la segunda Reforma en 1581, Toledo dispone que gobiernen alternativamente clérigos y laicos como una solución al conflicto surgido y así será por el resto de la Colonia e inclusive parte de los comienzos de la república. Después de la primera Reforma, en 1574, por sorteo, esta Universidad adopta el nombre que perdura hasta hoy: San Marcos.

Posteriormente, por Bula Papal del 8 de agosto de 1621 y Real Cédula de Felipe IV, del 2 de febrero de 1622, se creó en el Cusco la Universidad de San Ignacio, a cargo de los Jesuitas, la misma que fue cerrada al producirse la expulsión de los jesuitas en 1767.

El 3 de Julio de 1677, el Obispo don Cristóbal de Castilla y Zamora creó La Universidad de San Cristóbal de Huamanga, institución que recibió su respectiva Real Cédula de Carlos II, el 31 de diciembre de 1680, y la Bula Papal el 20 de diciembre de 1682. Después de una serie de dificultades de carácter económico y de la oposición de San Marcos, la Universidad de Huamanga empezó a funcionar en 1704. Su primer Rector fue el Obispo don Diego Ladrón de Guevara.

Por Breve de Inocencio XII, del primero de marzo de 1692 y Real Cédula de Carlos II, del primero de Julio de 1692, se fundó en el Cusco, la Universidad de San Antonio de Abad.

En cuanto a Colegios el papel más destacado corresponderá a los jesuitas. Tales Colegios son:

  • Colegio de San Pablo, fundado en Lima en 1568.
  • Colegio de la Transfiguración, fundado en el Cusco en 1568.
  • Colegio Mayor de San Martín, fundado en Lima en 1532.
  • Colegio Mayor de San Bernardo, fundado en Cusco, en 1619.

Entre los colegios fundados para Caciques tenemos:

  • Colegio “El Príncipe” fundado en Lima, en 1920.
  • Colegio San Francisco de Borja, fundado en el Cusco, en 1621.

Y en cuanto a Seminarios, se funda en 8 de diciembre de 1590, el Seminario de Santo Toribio de Mogrovejo.

ETAPA DE RENOVACIÓN.

Este período está caracterizado por la insurgencia de instituciones como la Sociedad de Amantes del País y el Mercurio Peruano en 1791, donde destacan como elementos de una nueva generación intelectuales de la talla de José Baquíjano y Carrillo, Toribio Rodríguez de Mendoza, Hipólito Unánue, Vicente Morales Duárez, Ignacio de Casto, Pedro José Chávez de la Rosa y Baltazar Jaime Martínez.

Es un período donde el aristotelismo cede su sitio al cartesianismo y por ende, se da libertad para investigar las ciencias naturales.

Dentro de las instituciones de nivel intermedio tenemos el Real Convictorio de San Carlos como consecuencia de la fusión entre el Colegio San Felipe y San Martín en 1771. Descuella en este centro el sacerdote chachapoyano Toribio Rodríguez de Mendoza, que convirtió en un foco de renovación pedagógica e ideológica. Se considera una importante creación en ese tiempo el Colegio de Medicina “San Fernando”, fundado el 21 de noviembre de 1792, al crearse el Anfiteatro Anatómico de San Andrés, donde tuvo papel preponderante don Hipólito Unánue.

NIVELES DE ENSEÑANZA EN LA COLONIA.

Paradójicamente, en el caso de la colonia, se halla un desfasamiento en la formación de instituciones educativas por niveles. Antes que la educación secundaria o intermedia se abre la instrucción superior. Esto porque, como se ha dicho, las clases dominantes de la Colonia, no estuvieron interesadas en ofrecer a los nativos de América una educación que condujera al logro de profesiones, al modo como ocurría en el resto del mundo; por el contrario, reservando para su prole la instrucción universitaria, entregaban a las clases populares una adoctrinamiento netamente religioso y elemental. Al respecto, Gonzáles Carré y Galdo Gutiérrez dicen (19): “En la colonia existieron institucionalmente, una educación elemental, casi marginada a nivel oficial, una educación universitaria que surge luego, y una educación intermedia que se desarrolló después de las dos anteriores. “Aclarando mejor este panorama, Daniel Valcárcel en su magistral obra: Historia de la Educación Colonial, apunta (20): “Durante la primera etapa educativa colonial, aparece de inmediato la educación elemental y, después la educación universitaria. La educación universitaria brota tardíamente, en la segunda mitad del Siglo XVI. Esta aparente contradicción se explica, desde un punto de vista socioeducativo. En el momento inicial de fusión, aparece el mestizo como figura dominante en la nueva sociedad. Son hijos de conquistadores y de mujeres indígenas nobles…”.

En consecuencia, para efectos didácticos de la historia de la educación colonial, podemos indicar los rasgos de cada uno de estos tres niveles:

  1. La Educación Elemental. Los conquistadores y sus ideólogos, sabedores de que la educación desempeña un papel influyente en la consolidación del proceso de colonización, no descuidaron este aspecto superestructural. Es así como se aprestaron pronto a la evangelización de los “naturales” sometidos. Para ello contaron, como ya se ha dicho, como agentes idóneos, a las diversas órdenes religiosas.

Al ritmo de la consolidación virreinal, algunas familias nativas acudirán al empleo de maestros particulares denominados Ayos, al modo de las familias pudientes en Europa central. Entre la gente noble y de distinción, se utilizaban a los ayos que residían inclusive en las casas de sus discípulos como Juan de Cuéllar, que fue un maestro en latinidad en el Cusco.

La Educación elemental femenina. Fruto de los primeros ensayos de la educación elemental femenina vienen a ser el estreno de los Colegios:

  1. El de Santa Maria de la Caridad.
  2. El de Santa Cruz de Nuestra Señora de Atocha.

Ambos en la ciudad de Lima. El primero, destinada a la educación doméstica y religiosa y el segundo a la formación física y moral. En el interior del Perú (Cusco) se creó además, la Casa de las Recogidas.

La preocupación por la formación de la mujer no fue descuidada por los invasores. Es así como en los propios Conventos y Beaterios se impartió bajo métodos represivos el cuidado de la moral de la niñas, de las que incluso habían caído en delincuencia.

A fines del Siglo XVIII, la enseñanza elemental, como consecuencia de los movimientos reformistas, empezará a unir con la enseñanza manual.

A lo largo de todo este tramo, son los jesuitas y franciscanos los que aprovecharán al máximo para sus prédicas y catequizaciones. Destacan como maestros el clérigo o el misionero.

No pudiendo abonarse los honorarios al profesor en dinero metálico, se procedió a pagar con víveres y animales.

Las condiciones de infraestructura de estos primeros centros de saber no fueron debidamente equipados; a decir de nuestros historiadores los niños nativos y adultos de uno u otro sexo escuchaban sus lecciones sentados en el suelo, bajo la dirección de un párroco, quién podía ser ayudado por nativos ya adoctrinados.

El Método como no podía ser de otro modo, también lo fue como en España, repetitivo y memorístico.

A esta altura, siguiendo el modelo clasista europeo, la educación se rigió por dos principios clásicos: Magíster Dixit (El Maestro lo ha dicho) y “La letra con sangre entra”.

En cuanto a Contenido Educativo la enseñanza elemental de los primeros tiempos de la colonia se contrajo a la instrucción de los siguientes asuntos:

  • Catecismo o Doctrina
  • Gramática Elemental
  • Dominio de las cuatro operaciones.
  • La Educación Intermedia. Como se ha dicho, este nivel educativo, aparece un tiempo después de que se implementara la educación universitaria. Estuvo destinada a los sectores medios, concretamente, su aparición tiene presencia en la segunda mitad del Siglo XVI, cuando el sector gobernante sintió la necesidad de educar a los mestizos y criollos.

Corresponde a los jesuitas haber inaugurado la enseñanza en los Colegios Mayores. En estos centros se impartía instrucción religiosa a los adultos, mientras que a niños y jóvenes se entregaba diversos conocimientos entre uno y otro, si embargo, existen diferencias por el papel que desempeñan en la estructura de la administración del poder. Así, mientras en el Colegio San Martín sólo estudiaban en su seno los hijos legítimos (sólo varones), desde los doce años hasta los veinticuatro, previa evaluación de conocimientos  de lectura y escritura y afición por las letras, terminó extinguiéndose el doce de enero de 1771, para fusionarse con el Colegio San Felipe y dar nacimiento al célebre Real Convictorio de San Carlos.

El Colegio Real San Felipe creado en 1592, estuvo destinado exclusivamente para hijos de nietos de conquistadores y personas beneméritas. Se le asignó un sitial superior al del Colegio de San Martín, pues su Director tenía que ser el mismo Rector de la Universidad de San Marcos. El estudiante para su ingreso se sometía a una rigurosa selección atendiendo a las cualidades físicas, morales e intelectuales y acreditar distinción familiar. Los estudios duraban ocho años y estudiaban Cánones y Teología. No podían ser admitidos estudiante con antecedentes de castigo o pertenecientes a estratos sociales bajos o los que no acreditaban economía suficiente. Igualmente se extinguió el 12 de enero de 1741.

El Colegio San Bernardo de Cusco se creó igualmente para hijos de conquistadores y sus descendientes. Impartió conocimientos sobre artes, Cánones, Teología y Latinidad. Se educaban jóvenes de castas privilegiadas, a diferencia de otro Colegio denominado San Antonio al cual ingresaban gentes de modesta condición. Su fama merma igualmente con la expulsión de los jesuitas, aunque continuó siendo administrado por clérigos. Tiene el mérito de haber albergado en sus aulas a personas distinguidísimas, entre las que se encuentran Juan Espinoza Medrado “El Lunarejo”. La creación de este tipo de Colegios se difundió a lo largo del país. Así tenemos:

  • San Antonio en el Cusco
  • San Cristóbal en Huamanga
  • San Marcelo y San Carlos en Trujillo y
  • San Jerónimo en Arequipa.

Los Colegios para hijos de Caciques o Curacas. La Colonia comprendió la necesidad de occidentalizar a los caciques para que sirvieran de buenos intermediarios entre el aparato colonial y la población indígena. Para este fin fueron creados Colegios de Caciques en diferentes ciudades del Virreinato: Lima, Cusco, La Paz, Santa Cruz, La Plata, Cochabamba, Potosí, Quito y Juli.

El régimen colonial fue muy cuidadoso con la instrucción de estos caciques para que su occidentalización no fuera tan completa que los incapacitara para regresar a sus provincias a ponerse al servicio de la administración europea.

Entre  1619 a 1620, un primero de enero, se funda el Colegio El Príncipe de Lima. Su funcionamiento se inicia en el local de la Compañía  de Jesús. Funcionó hasta 1767, fecha de expulsión de los jesuitas. Atendió desde su fundación aproximadamente unos 700 alumnos. En este Colegio debían estar los hijos mayores de los Curacas y principales o los sucesores del cacicazgo, pudiendo ser ellos sobrinos o parientes con derecho al cargo.

Para el sustento de los estudiantes debía dar los réditos de los censos de comunidad de los naturales de la zona. Al iniciar tuvo 12 alumnos y luego llegaron a 40 por año. Benefició a un reducido número de  la nobleza aborigen. Bajó después del éxodo de los jesuitas a 9 alumnos por año. La vestimenta en este Colegio era de corte español. Para ser admitido había que tener diez años y debía estudiar hasta que sus padres les hiciesen contraer matrimonio. Era el propio virrey quien autorizaba el ingreso al Colegio. La dieta era mixta: indígena y española. Regían premios y castigos. Los maestros fueron los Padres de la Compañía de Jesús. Primero enseñaron clérigos y después laicos.

Las materias de estudio fueron: Religión, Buena Policía y Lengua. El Método consistía en la enseñanza a voz alta las oraciones y el catecismo de la doctrina cristiana.

Entre los Medios Auxiliares con que contaban estaban las representaciones teatrales, autos sacramentales, música y canto.

La Buena Policía consistía en los siguientes cursos: Rudimentos de Gramática Castellana, de Aritmética y Latín, Retórica y Práctica de Latín, urbanidad.

En cuanto al Idioma con que se enseñaba era el español.

El 9 de Abril de 1621, se estableció el Colegio San Francisco de Borja, a cargo de los jesuitas en la ciudad del Cuzco, destinado a la enseñanza de los hijos mayores de los caciques principales de Arequipa, Cuzco y Huamanga. Los requisitos para el ingreso son los mismos que para el Colegio el Príncipe de Lima. Aquí estudió José Gabriel Condorcanqui y Espinoza Medrano.

Decae con la expulsión de los jesuitas y los movimientos anticolonialistas como el de Condorcanqui.

En resumen, la ecuación de los hijos de curacas persiguió objetivos concretos como los siguientes:

  • Conseguir la sumisión política a la Corona.
  • Lograr la sumisión religiosa a la Iglesia.
  • La práctica del servilismo.

Es importante recordar que los curacas que antes habían sido sostén del imperio incaico, ahora se constituían en el sostén de la colonia, al extremo de que algunos de ellos terminaron enriqueciéndose. Como típicos mesoclasistas, terminaron siendo víctimas y a la vez usufructuarios. De su parte, la Corona, a través de este sistema, trató de “españolizar” a los hijos de los aborígenes en vista de que los adultos rechazaron desde el primer momento la enseñanza occidental europea.

A continuación, presentamos un diagrama del plan de Estudios que rigió en los Colegios de Caciques.

RELIGION  
    BUENA POLICIA Rudimentos de Gramática Castellana. Rudimentos de Aritmética. Rudimentos de Latin. Retórica y práctica del latín. Urbanidad.
LENGUA  

Para tener una imagen de la forma cómo se distribuía el tiempo en las actividades escolares de este Colegio, transcribimos el horario (21).

6.00 a.m. a    7.00 a.m. Se levantaban, oraban y escuchaban misa.
7.00 a.m. a  11.00 a.m. Aprendizaje de lectura, Escritura, Aritmética y Doctrina Cristiana.
11.00 a.m. a  11.30 a.m. Descanso.
11.30 a.m. a    2.00 p.m. Almuerzo acompañado de lecturas religiosas. Descanso.
2.00 p.m. a    5.00 p.m. Aprendizaje de Lectura, Escritura, Aritmética y Doctrina Cristiana,
5.00 p.m. a    7.30 p.m. Descanso. Rezo del Rosario y otras oraciones. Descanso.
7.30 p.m. a    8.00 p.m. Cena y examen de conciencia.
8.00 p.m. Los alumnos debían acostarse.

Los Colegios – Seminarios. Entre éstos descuella el Seminario de Santo Toribio de Mogrovejo, que fue fundado el 8 de diciembre de 1590. Fue un centro para la formación sacerdotal, que prioritariamente inculcó la enseñanza de la Teología y las Sagradas Escrituras. Ya al finalizar la Colonia, en su plan de estudios involucró conocimientos de Historia, Teología, Cánones y Disciplina, Algebra y Geometría.

Su régimen de estudios consistía en desenvolver un horario de:

  • Tres horas por la mañana.
  • Tres horas por la tarde; y
  • Una hora de conferencias por la noche.

Valcárcel enumera los siguientes Colegios-Seminarios que funcionaron a lo largo del país.

  • San Jerónimo de Arequipa.
  • San Marcelo y San Carlos en Trujillo.
  • San Cristóbal en Huamanga.
  • San Antonio en el Cusco.

A continuación detallamos el Plan de Estudios que rigió a estos Seminarios:

Plan de Estudios Primer año Segundo año Tercer año Catedras
Doctrina Cristiana Latín Gramática castellana Griego Hebreo Arabe Filosofía Matemática Física Teología Sagrada Escritura Disciplina Eclesiástica Ritos y Cómputo Derecho Natural Derecho de Gentes Derecho Canónico Historia de la Filosofía   Lógica   Álgebra   Aritmética Física General   Geometría   Trigonometría Física     Metafísica   Etica Filosofía     Teología   Derecho

El Real Convictorio de San Carlos. La fusión de los Colegios San Martín y San Felipe dio lugar al nacimiento del Real Convictorio de San Carlos el año 1771. Esta institución jugó un rol protagónico al rivalizar con la Universidad Nacional de San Marcos, donde los atisbos reformistas habían sucumbido por el carácter conservador de dicha institución universitaria. Los estudios tuvieron una duración de ocho años. Uno de los eximios Rectores fue Toribio Rodríguez de Mendoza, quien realiza las siguientes actividades:

  • Lucha contra el escolasticismo.
  • Introduce las ideas de Descartes, Newton y Leibnitz.
  • Crea la Cátedra de Derecho Natural y de Gentes.
  • Entroniza el Derecho Civil.
  • Inaugura la Astronomía, Física y Mecánica.
  • Plantea la necesidad de enseñar Lógica, Ontología, Etica y Moral, así como nociones de Geografía del Perú.

En ese tiempo San Marcos estaba bajo la regencia de viejos maestros escoláticos. Otro de los Rectores preclaros fue Diego de Cisneros.

El Virrey Pezuela, recesó el Convictorio en 1817, dado el auge de las ideas progresistas y liberales que venían fermentándose.

En las aulas del Real Convictorio se formó la intelectualidad criolla que años más tarde apoyaría activamente al proceso emancipador peruano, a juicio de los críticos, la rivalidad surgida entre San Marcos y el Real Convictorio emergía de la calidad de asignaturas que llevaban los carolinos, pues como se observa del Plan de Estudios anotado líneas anteriores, los cursos tenían un alto nivel científico para esa época, así como una profundidad ideológica que precisamente ayudó a formar la conciencia criolla nacional. Basta mencionar cursos como la Doctrina Newton, para tener el convencimiento de que filósofos modernos e ilustrados eran ya conocidos por los estudiantes del convictorio.

  • La Educación Superior. Desde el momento en que se produjo la invasión hispánica, se dice que Pizarro, tanto en Jauja (1533) como el Lima (1535), había escogido el lugar para edificar la futura Universidad, iniciativa que no pudo concretarse de inmediato por las continuas guerras con los indios que se resistieron y entre los propios conquistadores. Sin embargo, como dice Daniel Valcárcel en su obra: San Marcos, Universidad de América (22): “el  punto de partida básico esta dado por la urgente necesidad eclesiástica de preparar a los religiosos en filosofía y teología…”

La iniciación de los estudios superiores estuvo a cargo de los dominicos – primera orden llegada al Perú -, cuyo incremento determinaría que Fray Tomás de San Martín, en Capítulo realizado en el Convento del Cusco, se interesará en gestionar la fundación de una Universidad en la ciudad de los Reyes que en efecto terminó creándose mediante Real Cédula del 12 de Mayo de 1551.

La flamante Universidad comenzó a funcionar en la Sala Capitular del convento de Santo Domingo. Entre  sus primeros catedráticos destaca el dominico Fray Dominno de Santo Tomás, autor de una Gramática y de un  Lexicon, obras que lo colocan como el padre del  Filosofía peruana. Poco a poco fueron incorporándose frailes de diverso orden, tales como:

  • Los Dominicos, que se encargaron de enseñar Teología y Moral.
  • Los Agustinos, que tuvieron a su cargo: Escolástica y Prima Teología.
  • Los Clérigos, que administraron la Filosofía y la Metafísica.
  • Los Abogados, que regentaron asignaturas de Cánones y Leyes.
  • Los Médicos que se circunscribieron a enseñar Medicina.
  • Los Maestros, para quienes estaba reservado la enseñanza de Artes.

Como institución francamente conservadora, San Marcos presentaba las siguientes características:

  • Fue una institución elitista, exclusiva para la aristocracia colonial; y para los funcionarios de la Corona.
  • Implantó una enseñanza dogmática y memorista.
  • Abusó de la Lógica de los sofismas y sorites.
  • Inculcó el ergotismo y la escolástica tomista.

Por ese modo, San Marcos quedó anquilosada entre los Siglos XVI, XVII y XVIII, hasta que con la presencia de los borbones, se introducen conocimientos acerca de Descartes y Newton.

Hasta entonces existía un gran desprecio por la Historia, Geografía, Ciencias Naturales y la formación de la Física. Y es que, lo que acontecía, era que la Universidad tenía un espíritu encomendero y virreinal.

Formaba profesionales en Teología, Filosofía, Letras y Medicina. Existía una pronunciada discriminación, pues no podían estudiar los mestizos, zambos, mulatos y cuarterones. No podían ser universitarios los condenados por la justicia hasta sus hijos, los nativos ni los negros.

En San Marcos como en otras universidades europeas se otorgaban los Grados de Bachiller, Licenciado, Doctor y Maestro, este último sólo para la Facultad de Artes.

Una nota interesante en la vida de San Marcos constituyó la pugna librada con el Real Convictorio de San Carlos, pues aunque parezca extraño, en este Colegio, por la naturaleza de su currícula y del contenido de sus asignaturas, se hallaba a la altura de la ciencia y la sociología moderna, mientras que el Alma Mater de la cultura superior de América, estaba aún relegada con un plan de estudios congruentes con épocas ya superados, como queda demostrado palmariamente con el cuadro que sigue.

Facultad Total de créditos Asignaturas
Teología 8 Prima de Teología Vísperas de Teología Sagrada Escritura Segunda Vísperas Prima de Teología Supernumeraria. Prima de Teología Escolástica. Maestro de Sentencias.
Artes 4 Prima de Filosofía Segundo de Filosofía Metafísica Quechua
Cánones 3 Prima de Cánones Víspera de Cánones Decreto
Leyes 4 Prima de Leyes Víspera de Leyes Instituta Digesto Viejo
Medicina 2 Prima de Medicina Vísperas de Medicina

Comentando la profusión de cursos de naturaleza mística, Daniel Valcárcel nos refiere (23): “La Universidad de San Marcos, ostentaba uno de los claustros más numerosos de la cristiandad. En 1647, la cifra de sus Doctores y Maestros llegaba a 141, distribuidos de la siguiente manera: 60 Teólogos (17 agustinos, 9 dominicos, 4 mercedarios y el resto clérigos); 67 Canonistas y Legistas (51 laicos, 16 eclesiásticos); 3 médicos y 12 maestros en Artes”.

Precisamente por esto, Carlos III, actuando con estrategia, permitió la lucha contra el planteamiento escolástico. El Virrey Amat y Juniet se vio obligado a introducir reformas en los planes de Filosofía y Teología.

Al producirse elecciones para el cambio de Rector en 1763, se agudizará el enfrentamiento entre las tendencias progresistas y conservadoras. José Baquíjano y Carrillo postulará por los primeros, identificándose plenamente con quienes desde el Real Convictorio pugnaban por una transformación en la ideología y la política peruana, a partir de la profícua labor que venía desarrollando Hipólito Unánue a través del Mercurio Peruano y la Sociedad de Amantes del País. Por los conservadores, postulará José Miguel Villalta, habiéndole correspondido a éste el triunfo, lo que demostraba diáfanamente el predominio del tradicionalismo y la escolástica en la Casa Mater limeña, bajo la regencia de viejos maestros tomistas.

La derrota de los reformistas significó la resistencia que se mantuvo frente a los deseos de innovar los contenidos curriculares, que a través de Baquíjano, Unánue, Morales, Egaña y Gonzáles Laguna, se habían venido porfiando, para la inclusión de temas como la Física Experimental, la Química, la filosofía de Bacon, Newton y Gassenci, lo cual devendrá necesariamente en un antagonismo ideológico.

LA LUCHA IDEOLOGICA EN LA COLONIA.

La contradicción en el pensamiento de los hombres que hicieron protagonismo en la sociedad colonial, no se dio sólo en el Siglo XVIII, tuvo sus raíces desde el momento de la Conquista. Así tenemos el siguiente decurso:

En el Siglo XVI. Empezó la pugna entre Bartolomé de las Casas y Ginés de Sepúlveda y el Cardenal Cisneros, en torno a la condición humana o naturaleza de los indios. Al respecto, el antropólogo autodidacta Emilio Choy nos alcanza el siguiente dato (24): “El Clero abrió los fuegos contra los encomenderos, con la eficaz prédica de los dominicos Antón Montesinos y Bartolomé de las Casas, éste, un colono poco favorecido por la fortuna aparece ganando en esta campaña… El apóstol de las Indias no pedía que cesara la explotación total del indio, sino que se moderara para que el rebaño no disminuyera; creía que el remedio era introducir, en forma abundante, negros que  podían resistir mejor los trabajos del trópico. De otro lado, pedía la suspensión de los servicios personales, lo que era perjudicial para los intereses de la Corona, por razón de que el español que compraba al esclavo negro, por el hecho de costar 60 o 70 castellanos, cada uno, tenía que tratarlo, sino con cariño, por lo menos con interés de hacerlo durar, lo que implicaba verstirlo y alimentarlo…”.

En Siglo XVI está atravesando por un absoluto predominio de la religión y un total desprecio por las ciencias físicas naturales y sociales. De ahí que, por ejemplo, la matemática fue introducida en los planes de estudios tardíamente. De allí también que, la Facultad de Medicina aparece a undécima hora y sólo como un privilegio de la Universidad de San Marcos, pues no se permitió que su enseñanza se diese en las otras Universidades.

En el Siglo XVII. Los métodos de carácter experimental siguen ignorados, por consiguiente la producción intelectual es nula. Sigue la preponderancia de la Teología y campea el culteranismo.

En el Siglo XVIII. Se incorpora como un movimiento saludable la ideología de la Ilustración, gracias a la cual el aristotelismo y el tomismo serán reemplazados por el cartesianismo, a través de José de Acosta. Pero la educación sigue siendo aristocrática. La vida intelectual porfía en su monotonía y rutinarismo. Si bien se ensaya algunos conocimientos de la ciencia natural, sin embargo, se las considera como apéndice de la Teología. En medio de esta mediocridad, empero, surge la figura de José Eusebio Llano y Zapata, que asume una posición científica, al propugnar una enseñanza cuando menos enciclopédica y al plantear con lente humanística, el estudio de las lenguas clásicas y extranjeras, incluso el Quechua. De su lado, los escolásticos se refugian en doctrinas como el probabilismo, bajo la guía de los jesuitas.

REFERENCIAS

  • Pablo Macera.En:  Historia del Perú Colonia, p. 68.
    • José Carlos Mariátegui. En: 7 ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, p. 13.
    • Pablo Macera, Op. Cit, p. 73.
    • Virgilio Roel. En: Historia Social y Económica de la Colonia, p. 310.
    • Julio Roldán, Op. Cit. p. 41.
    • Virgilio roel, Op. Cit. p. 303.
    • Ibíd., p. 319.
    • Ibid., p. 346.
    • Humbolt, citado por Virgilio Roel, Op. Cit. P. 346.
    • Pablo Macera. En: Trabajos de Historia, T.II., p.218.
    • Julio Roldán, Op. Cit. P.29.
    • Pablo Macera. En: Historia del Perú Colonial, p. 86.
    • Felipe Barreda Laos. En: Vida Intelectual del Virreynato del Perú, p. 58.
    • Manfredo Kempff Mercado. En: Historia de la Filosofía en Latinoamérica, p. 59.
    • Gildomero Arista, Op. Cit. p. 20.
    • Ibíd., p. 23.
    • Virgilio Galdo Gutierrez.En: Ecuación de los Curacas, p. 33.
    • Gonzales Carré y Otro, Op. Cit. p. 56.
    • Ibíd.., p. 56.
    • Carlos Daniel Valcárcel. En: Historia de la Educación Colonial, p. 43.
    • Virgilio Galdo Gutierrez, Op. Cit. p. 65.
    • Carlos Daniel Valcárcel. En: San Marcos, Universidad Decana de América, pp. 13.15.
    • Carlos Daniel Valcárcel. En: Historia de la Educación Colonial.
    • Emilio Choy, Op. Cit. p. 269.

LA EDUCACION SEMIFEUDAL Y SEMICOLONIAL

LA EPOCA DE LA EMANCIPACION.

Ideológicamente este momento de nuestra historia está dirigido por el sector criollo de la sociedad colonial, fundamentalmente por los comerciantes, quienes fueron coyunturalmente atraídos por los intereses del imperialismo británico, que deseaba inaugurar en nuestro litoral un nuevo mercado para su manufactura. Habiendo acumulado cierta fortuna y considerándose ya maduros para administrar su propio destino, los criollos estimaron oportuno desligarse del control peninsular y organizar nuestra patria al son de sus particulares intereses, sin importarles el futuro de la masa indígena que seguía vejada, ni aliarse a los movimientos genuinamente aborígenes que preparaban un programa auténticamente liberador para el conjunto de toda la sociedad. Así pues, apreciaron que la presencia española ya era innecesaria y contagiados por el credo burgués del iluminismo y la Ilustración europea, se sentían cultos y capaces de reemplazar en la dirección a los peninsulares; volvían a asumir el pensamiento de los conquistadores y encomenderos, perfilando así una ideología pequeño-burguesa y criolla que líricamente hablaba también de emancipación en pro de mestizos e indios. Conductores de este modo de pensar eran entre otros Juan Pablo Vizcardo y Guzman y Mata Linares.

Comentando la actitud ambigua e inconsecuente de los criollos, Julio Cotler, citando a Jonh Fisher, nos dice (1): “En 1814-15, cuando grupos criollos en la mayor parte del Imperio estaban comprometidos con la causa de la Independencia, los criollos peruanos  nuevamente se unieron a la Corona española para aplastar la amenaza a la estructura social y económica establecida. En el contexto social más amplio éste es el significado de la rebelión de Túpac Amaru, en un menor grado el de la rebelión de Pumacahua. Esta última, empezó como un movimiento reformista criollo-mestizo, pero la principal razón de su fracaso fue que la mayoría de los criollos estaban alienados por los muchos indios que muy pronto el alzamiento atrajo. Ambos movimientos pusieron de manifiesto la amenaza india a la criolla, y en una forma negativa, fortalecieron al autoridad española al confirmar el conservadorismo político de los criollos…En otras palabras los verdaderos enemigos de los indios fueron en esta época aquellos que controlaban la vida económica y social dentro del virreinato peruano, particularmente en las áreas rurales y en general éstos eran criollos y no peninsulares”.

Y por ello, el sociólogo Julio Roldán manifiesta (2): “… la llamada Independencia no fue más que una burda estafa que al final de cuentas dejó las cosas tales como era, levantando el absurdo y reaccionario pretexto de que los miembros de la sociedad peruana no estaban lo suficientemente preparados para otra forma de gobiernos”.

En suma la denominada “Independencia” no fue sino la expulsión de los “españoles-españoles” y la entronización de los “españoles-americanos” llamados también “criollos”, quienes a los sumo dieron vida al “Perú formal o Perú Oficial” que no es más que la continuación de la “República hispana” (3).

LA ETAPA REPUBLICANA.

Nuestros más típicos representantes de la intelectualidad, al analizar lo que se entiende por república, han dado apreciaciones de distinto grado. Por ejemplo, el pensador católico don Víctor Andrés Belaunde, en su obra: Meditaciones Peruanas (4) asumiendo una postula de tenue crítica, afirma: “La sociedad colonial que ha dado la estructura efectiva a nuestro país, estaba basada en una perfecta diferenciación de dos elementos: los blancos y mestizos, que componían la capa superior, y los indígenas que vivían teóricamente sometidos a una legislación tutelar y prácticamente sometidos a un régimen de opresión. La Independencia debió de abrigar el ideal de la asimilación de la raza indígena, no sólo colocándola a nivel de las otras razas en le orden civil, sino también en el orden político, siguiendo los principios de la revolución francesa. Desgraciadamente, éste ideal de nuestros padres, y que también debe ser nuestro, no iba a realizarse por una simple declaración constitucional sobre el papel; tenía que ser el fruto de una larga evolución sociológica, que redimiera al indio y que en realidad, lo hiciera un ciudadano conciente. Desconociendo que las declaraciones legales contra los hechos efectivos son un convencionalismo inmoral o peligroso, imbuidos en un concepto igualitario y anticientífico, los que echaron las bases de nuestra nacionalidad creyeron que era indispensable dar a todos los pobladores del Perú la plenitud de los derechos políticos…”.

Como se ve, Víctor Andrés Belaúnde, aún desde el pensamiento cristiano agustinista, es conciente de que la sola declaración lírica de libertades y la proclamación teórica de igualdades democráticas no bastaban para cambiar la faz de nuestra situación de país colonizado. José Carlos Mariátegui, desde las canteras de la filosofía marxista, es quien con más realismo nos explica el por qué de la continuidad de la colonia en plena época republicana, en los siguientes términos (5): “Somos un pueblo en el que conviven, sin fusionarse aún, sin entenderse todavía,  indígenas y conquistadores. La República se siente y hasta se confiesa solidaria con el Virreinato. Como el virreinato, la República es el Perú de los colonizadores más que de los regnícolas. El sentimiento y le interés de las cuatro quintas partes de la población no juegan casi ningún rol en la formación de la nacionalidad y de sus instituciones.

La educación nacional, por consiguiente, no tiene un espíritu nacional: tienen más bien un espíritu colonial y colonizador. Cuando en sus programas de instrucción pública, el Estado se refiere a los indios, no se refiere a ellos como a peruanos iguales, a todos los demás, los considera como una raza inferior. La República no se diferencia en este terreno del Virreinato.

España nos legó, de otro lado, un sentido aristocrático y un concepto eclesiástico y literario de la enseñanza. Dentro de este concepto, que cerraba las puertas de la Universidad a los mestizos, la cultura era un privilegio de clases. El pueblo no tenía derecho a la instrucción. La enseñanza tenía por objeto formar clérigos y doctores.

La revolución de la independencia, alimentada de ideología jacobina, produjo temporalmente la adopción de principios igualitarios. Pero este igualitarismo verbal no tenía en mira, realmente, sino al criollo. Ignoraba al indio. La República, además nacía en la miseria. No podía permitirse el lujo de una amplia política educacional”.

ETAPAS DE LA EDUCACION REPUBLICANA.

Los Investigadores Enrique Gonzáles Carré y Virgilio Galdo Gutiérrez, señalan que en materia de educación, el período republicano de nuestra historia, va atravesando por cuatro etapas (6):

  1. De la Iniciación. Que comprende desde 1821 hasta 1850, fase en la que se registran los siguientes hechos saltantes:

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  • Gestión de San Martín.
  • Fundación de Escuelas de primeras letras.
  • Gratuidad de los Estudios.
  • Introducción del Sistema Lancasteriano.
  • Creación de la Escuela Normal de Varones de Lima (6 de Julio de 1822).
  • Gestión de Simón Bolívar.
  • Creación de colegios Intermedios (Ocopa-1824).
  • Creación de Escuelas Normales en Departamentos.
  • Fundación de la Universidad de Trujillo (1824).
  • Gestión de Santa Cruz.
  • Enseñanza gratuita en las Escuela Municipales.
  • Creación del Colegio de Ciencias y Artes (Arequipa).
  • Creación de la Escuela Normal Femenina de Lima.
  • Fundó la Escuela Teórico-Práctica de Agricultura, Horticultura y Botánica (1837).
  • Gestión de La Mar.
  • Creación de Colegios en Huaraz, Ica, Puno, CHachapoyas, Piura y Huancavelica.
  • Instrucción primaria gratuita de todos.
  • Gestión de Agustín Gamarra.
  • Fundación del Colegio de Guadalupe (1840).
  • Etapa de Organización.
  • Gestión de Ramón Castilla.
  • Promulgación del Reglamento de Instrucción Pública (1850). El primero.
  • Creación de la Escuela Normal Central.
  • Apertura de  Escuelas Privadas.
  • Promulgación de un segundo Reglamento de Instrucción Pública (1855).
  • Ingreso de la Mujer a estudios secundarios.
  • Eliminación de la distinción entre Colegios Mayores y Menores.
  • Reconocimiento del Docente como profesional.
  • Gestión de Rufino Echenique.
  • Creó la Escuela de Ingenieros Civiles.
  • Gestión de Manuel Pardo.
  • Promulgación de un nuevo Reglamento de Instrucción Primaria (1874).
  • Delegación a los Municipios para atender la Instrucción Primaria.
  • Expidió el Reglamento General de Instrucción Pública (1876).
  • Estableció la Escuela Normal de Mujeres (1876).
  • Propendió la difusión de la Educación Primaria.
  • Insertó en nuestros planes de estudio una nítida influencia foránea.
  • Contrató profesores alemanes para dirigir nuestros Colegios de Media.
  • Gestión de Andrés Avelino Cáceres.
  • Sancionó el Quinto Reglamento de Instrucción (1896)
  • Creó la Escuela de Capataces y Contramaestres de Minas de C. de Pasco.
  • Etapa de la Sistematización.
  • Gestión de Eduardo López de Romaña.
  • Promulgó la primera Ley Orgánica de Instrucción en 1901.
  • Instauró los Liceos.
  • Estableció la Coeducación.
  • Erigió 6 Escuelas Normales.
  • Dio una nueva Ley Orgánica de Educación.
  • Gestión de Jose Pardo.
  • Creó la Escuela Normal de Varones-Lima.
  • Declaró la gratuidad de la enseñanza en el nivel primario, y la obligatoriedad.
  • La educación primaria vuelve a manos del Estado por Ley No. 162.
  • Reabre la Escuela Normal de Varones.
  • Crea dos Escuelas nocturnas para obreros.
  • Crea la Escuela dominical femenina.
  • Crea para Huancayo la Escuela Elemental de Agricultura y Zootecnia.
  • Abre Escuelas nocturnas gratuitas para la enseñanza del dibujo.
  • Crea la Escuela Central de Trabajo Manual.
  • Capacita a los maestros en el extranjero.
  • Crea la Escuela Correccional de Varones.
  • Crea la Escuela de Artes y Oficios.
  • Instala internados en los Colegios.
  • Funda la Escuela de Bellas Artes.
  • Crea 700 planteles primarios.
  • Aumenta el sueldo a los profesores.
  • Funda la Universidad Católica (1917).
  • Gestión de Augusto B. Leguía.
  • Dio impulso a la enseñanza secundaria.
  • Autoriza la apertura de Colegios de paga extranjeros.
  • Crea Jardines de Infancia.
  • Crea la Facultad de Pedagogía UNSM.
  • Faculta a mujeres el ingreso a las Ues.
  • Reconoce la autonomía de la Universidad.
  • Gestión de Oscar R. Benavides.
  • Funda Escuelas Rurales en Cajamarca, Junín, Ayacucho, Apurímac, Cusco y Puno.
  • Reabre el Instituto Pedagógico Nacional.
  • Etapa de la Tecnificación. Que comprende desde 1941 hasta la actualidad, donde se anota los siguientes aportes.
  • Gestión de Manuel Prado.
  • El Estado asume su papel de director de la enseñanza.
  • Promulga la Ley Orgánica de Educación Pública No. 9359 en 1941.
  • Propende la alfabetización de adultos.
  • Se obliga el aprendizaje del Quechua para la enseñanza en el medio rural.
  • Se crean secciones vespertinas y nocturnas en la Instrucción Secundaria.
  • Se promulga la Ley Universitaria 13417.
  • Se crean nuevas Universidades en provincias.
  • Gestión de Bustamante y Rivero.
  • Se crean los Núcleos Educativos Campesinos.
  • La instrucción técnica es colocada al nivel de la enseñanza secundaria.
  • Se independiza la Facultad de Educación.
  • Los estudiantes tienen ingerencia en las Universidades como cogobierno.
  • Se pone en vigencia el derecho de tacha.
  • Gestión de Manuel A. Odría.
  • Crea el Fondo Nacional de Educación en 1948.
  • Se crean las Grandes Unidades Escolares.
  • Hay una política de construcción de locales.
  • Gestión de Fernando Belaúnde Ferry.
  • Se promulga la Ley del Magisterio No. 15215.
  • Se prolifera el número de Universidades.
  • Se crean Colegios Secundarios en cada distrito del interior del Perú.
  • Gestión de Juan Velasco Alvarado.
  • Se promulga el Decreto Ley No. 17437 de la Universidad Peruana.
  • Se promulga el Decreto Ley No. 19326 de la Educación Pública.
  • Se creó el CONUP (Consejo Nacional de la Universidad Peruana).
  • Se crean los Núcleos Educativos Comunales.
  • Se diseña un nuevo sistema educativo a partir de la educación inicial (ver gráfico).
  • Se crean los CENECAPES, PROMAES, CECAPES, ESEPS, PEBAL, etc.

En resumen, se llama a este período Etapa de la Educación Técnica porque la dirección y administración de la enseñanza se rige con criterios normativos sistematizados, a través de dispositivos específicos, tales como:

  • La Ley Orgánica No. 9359 de 1941.
  • El Plan Nacional de Educación Pública de 1950.
  • El Inventario de la Realidad  Educativa de 1956.
  • Las Leyes Universitarias Nros. 13417 y 13437.
  • La Ley de Reforma de Educación No. 19326 dada en 1972.

ETAPAS DE LA PEDAGOGIA PERUANA.

Para Ricardo Nassif, Pedagogía (7): “es el conjunto de reglas o normas que rigen o deben regir la actividad educativa” o también es “la disciplina, el estudio o el conjunto de normas, que se refieren a un hecho o a un proceso o actividad, la educación”. Para nuestro connacional Emilio Barrantes (8): “La Pedagogía abarca el campo total de la teoría y práctica educativa”.

Ahora bien, según Carlos Salazar Romero, la Pedagogía comienza a desarrollarse en el Perú a comienzos del presente siglo XX, habiendo recorrido a su vez, por tres etapas (9): Pedagogía Filosófica, Pedagogía Científica y Pedagogía del Sentido  Común.

  1. Pedagogía Filosófica. Denomina así Salazar Romero a aquellas que tiene por precursor a Alejandro O. Deústua y evidentemente a otros tantos ideólogos de nuestro país que formularon ensayos en torno a la educación y la pedagogía peruana, entre los que puede involucrarse también a Victor Andrés Belaúnde, Francisco García Calderón y otros coetáneos que tuvieron formación intelectual, fundamentalmente en países europeos y que desde ultramar añoraban reformar el estado de nuestra enseñanza, por estimarla relegada y retrasada en comparación con otras naciones.

Esta fase es de intensa inquietud pedagógica altamente especulativa. Por ejemplo, Alejandro Octavio Deústua realizó un elevado planteamiento filosófico en materia de pedagogía, pero desde un plano abstracto y metafísico y aún desde la óptica de sus mezquinos intereses elitistas, oponiéndose en todo instante a los gonfaloneros de la Pedagogía Pragmática que Salazar llama “científica” y que en aquél entonces era propiciada por Joaquín Capelo. Manuel Vicente Villarán y Javier Prado Ugarteche.

El gran defecto de los ensayistas especulativos como Deustua residía en que no solían aproximarse a los problemas reales y concretos de nuestra lacerante sociedad. Se perdían en abstracciones. Y como dice José Carlos Mariátegui (10): “El doctor Deustua representó la reacción del viejo espíritu aristocrático, más o menos ornamentada de idealismo moderno… el doctor Deustua encarnaba, bajo un indumento universitario y filosófico de factura moderna, la mentalidad del civilismo feudal de los encomenderos virreinales…”.

Confiado en su cultura enciclopédica proveniente de la sociología y psicología burguesas en boga al amanecer el presente siglo, y muy lejos de sumergirse previamente en las entrañas de nuestras propias provincias, comunidades y villoríos que de suyo son una compleja heterogeneidad, pero no eso estéril ni muerta, no obstante haber nacido en un distrito andino de nuestro país, había llegado a la conclusión a priorística y unilateral de que la raza indígena, que constituye cerca del 70% de nuestra nacionalidad, había llegado a un estado de disolución psíquica y biológica y siendo ésta la situación de la genuina estructura del peruano, muy poco podía esperarse de él, a no ser que se emprendiera una portentosa cruzada de índole moral, a través de un trabajoso esfuerzo educativo, que podría empezar desde las más altas esferas de la clase social aristocrática.

No otra coas aquiere decirnos cuando en su ensayo La Cultura Nacional explica (11): “… a nosotros nos detiene la anarquía profunda de nuestro ser, que se traduce en un desequilibrio permanente en nuestras instituciones: anarquía en las fuerzas biológicas y sicológicas del individuo, derivada de las mezclas de las razas antagónicas; anarquía en las ideas, que sirven de rumbo en la actividad social y como consecuencia, anarquía política y económica engendrada por el choque de voluntades, que no pueden armonizarse, que no sienten la necesidad de una armonía en su propio ser, que se mueven por odio, por vanidad, por ambición, por el deseo de dividir, de destruir, más que por el deseo de integrar, de conservar, de acumular fuerzas para robustecer el organismo nacional y asegurar su fecundidad”.

Incuestionablemente, las reflexiones filosóficas de Deustua, por estar presididas por un prejuicio de corte racial, al modo germánico o ario, no dan un centímetro de espacio tendiente a reconocer los valores de la peruanidad, como producto de la simbiosis étnica. Según Deustua el cruzamiento de las razas, derivó en un cruzamiento de estructuras psíquicas y por lo tanto en una mezcla  caótica de voluntades que enervan finalmente al individuo forjando en él una personalidad patológica y disociadora. En función de ello es que según el filósofo, constituimos una raza de perezosos, abúlicos, que dejamos las cosas como están, somos débiles, raquíticos, heterogéneos, vivimos sin interesarnos en el futuro, bajo el imperio exclusivo de las necesidades materiales y prisioneros de las excitaciones del alcohol que avivan la brutalidad de nuestros instintos sin disciplina. Por esta razón también, nuestro pueblo refleja una mansedumbre excepcional, una docilidad ejemplar, como producto de su resignación e inconciencia, sufre genuflexamente las decisiones que decretan las clases superiores; paga los impuestos con puntualidad sin comprender los objetivos; se deja arrastrar por los gamonales en el campo, y a pesar de no haber participado en los escandalosos despilfarros del fisco, secunda la acción de caudillos inescrupulosos.

Ahora bien, por estar revestidos por tales características, nuestros intelectuales o ideólogos, o sea quienes diseñan los programas de enseñanza, tampoco realizan estudios serios o profundos sobre la temática, no se realizan investigaciones y entones se opta por lo fácil; se toma modelos extranjeros, se imita, se busca analogías, en el afán de buscar identificación aunque sea aparente con los franceses o norteamericanos. En ningún momento, las clases superiores se han preocupado por diseñar una cultura propia no imitadora, nadie ha meditado acerca de cómo debe la educación conducir a la felicidad del pueblo, ni se ha preguntado cómo debe ser la sociedad peruana, los recursos que debe adquirir o los remedios que debe aplicar. Conductores faltos de carácter, se han contentado con presentar promesas ilusorias, se han dedicado a halagar la vanidad de líderes y sólo han buscado su adhesión. Han mal entendido la esencia de la democracia y han creído que ésta consiste en “abrir” una escuela en cada caserío”; a través de los políticos y caciques se ha manipulado los deseos populares; sólo para buscar simpatías electorales. Otro sector de personas ha entendido por felicidad la posesión material del dinero y se han contentado con entregar estipendios sin un plan concreto. Otro tercer sector de ciudadanos ha creído que la felicidad peruana devendrá de la pronta construcción de palacios y jardines para semejarse a otras naciones que han despuntando. Y no han faltado pensadores como Manuel Vicente Villarán o Joaquín Capelo, que señalando excesiva confianza en la extensión de nuestro territorio y en la inmensidad de nuestras riquezas, se han aprestado a ver el porvenir sólo en la inmediata explotación de estos recursos.

En el otro estribo, según el Dr. Deustua, no han faltado los románticos que han creído que nuestros malestares residían en el hecho de contar con una inmensa legión de analfabetos y que por ende, la multiplicación de escuelas debía cancelar esa estadística.

Pero, todos esos planteamientos, según el filósofo bergsoniano, se estrellan porque (12): “La Escuela educa, la escuela moraliza, la escuela civiliza, no con maestros eruditos, ni con locales y mobiliarios completos, sino mediante la acción del ejemplo y la influencia de las ideas morales… Ese es el secreto de la eficacia de la escuela en los países que no son latinos y que no están bajo la dirección religiosa del clero católico”.

Y más adelante añade (13): “No es riqueza lo que nos hace falta; no es población; no es energía física y belleza en nuestros pobladores; no es una cultura en la masa obrera. Lo que nos falta es dirección, es moralidad en las clases dirigentes, es educación selecta en esas clases; en una palabra, es una aristocracia de sentimiento lo que no existe allí arriba, en donde el egoísmo fabrica hoy los dardos con que se atacan los partidos”.

Pero ¿Quiénes llevarían a cabo esta reorganización?… ¿Quiénes  realizarían esa forma superior de educación?

“Entre nosotros, ese elemento educador no existe; al contrario, es en las alturas donde se acentúa más la división y la anarquía, mediante una exclusión sistemática de todo elemento de concordia y el trabajo incesante de desprestigio contra toda eminencia que haga sombra al adversario. Tenemos el impulso destructor en las entrañas y cedemos, por falta de educación, a ése impulso, movidos por esta naturaleza enfermiza, que el mestizaje, la herencia, y el medio han formado, perpetuando, sin oposición, un estado anormal…”.

Y luego sentencia (14): “Una clase dirigente, sin educación, no sabrá aprovechar de esas riquezas, como no hemos sabido aprovecharlas nosotros, y dejará al país en el mismo o peor estado en que estuvo antes.”

En consecuencia, según Alejandro O. Deustua (15): “… el problema capital es el de la educación de las clases dirigentes…. Todos los conflictos, por los que hemos atravesado, han dependido de la falta de educación… Es preciso reaccionar, por consiguiente, desprestigiando lo que hasta hoy ha tenido prestigio exclusivo y dando valor a lo que no ha tenido. Es preciso valorar a los hombres por lo bueno que hacen y no por lo bello que dicen o que exhiben o por sus condiciones de audacia. Es preciso colocar el criterio moral sobre el criterio lógico, estético y económico, y volteando la espalda al viejo  espíritu nacional, del que está contaminada nuestra juventud si saberlo, hagamos obra de educación con el auxilio de la ciencia…”.

Deustua se solidariza con Fuelle para decirnos (16): “sólo la ciencia, la verdadera ciencia independiente, la ciencia educadora pueda operar esa transformación radical…”.

Pero, en otros párrafos de su mismo ensayo, insinúa como Platón y Aristóteles que el problema puede arreglarse si la sociedad es conducida por gente formada filosóficamente (17): “… la filosofía llena un alto fin de educación; no solo porque disipa errores tradicionales en el conocimiento de los fenómenos concientes, librando al espíritu de falsos principios mantenidos como postulados de pensamiento; sino porque sustituye estos con verdades nuevas, que llevan su influencia revolucionaria a las ciencias sociales, determinan reformas radicales en la constitución y funciones de los organismos políticos y penetran en la vida entera de los pueblos”.

Con razón, Salazar Romero, sitúa a Deustua dentro de los pedagogos que sólo elucubran.

  • Pedagogía Científica. La llamada Pedagogía “Científica” que más bien propiamente debía denominarse Pedagogía Técnica, es un capítulo aparte que estima el Dr. Salazar Romero, como correspondiente a nuestra historia de la educación, a partir de la instauración de la Facultad de Educación en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, cuyo adalid fue el Dr. Luis Miro Quesada de la Guerra.

Si bien la apertura de tan importante Facultad, constituyó un verdadero hito en la formación del magisterio nacional, empero como dice el propio Salazar apenas fue “un intento” de Pedagogía Científica, y en efecto, es así, porque se mal entendió por “científica” la propagación del conocimiento de curriculas de estudio, técnicas de evaluación, preparación y aplicación de tests o pruebas objetivas, la orientación del educando, el estudio dirigido, la reforma de los planes de estudio, la intrusión de la Psicología a la Didáctica, etc., que paulatinamente lo entendieron con más ahinco posteriores docentes como: Carlos Cueto Fernandini, Walter Peñaloza Ramela, Luis Felipe Alarco, Julio A. Chiriboga, Emilio Barrantes, Luis Bouruncle, el propio Carlos Salazar Romero y la figura cimera de la última reformación de la educación: Augusto Salazar Bondy.

Pero, es preciso remarcar que este nuevo humor, ya se estuvo gestando desde fines del Siglo pasado, a través de los planteamientos precapitalistas del Senador Joaquin Capelo, del filósofo positivista Javier Prado Ugarteche y del jurisconsulto y ex­­-Rector de la Universidad Mayor de San Marcos, Dr. Manuel Vicente Villarán. Solo que, las voces de renovación insufladas por éstos teóricos de la cultura burguesa, encontraron fuerte resistencia en la alianza plasmada entre los civilistas plutócratas surgidas de la explotación y enriquecimiento del Guano y los caciques gamonales que mantienen hasta hoy el espíritu feudal de la propiedad inconmovible de la tierra.

Constituye sólo un pretexto pueril el sostener que nuestras reformas fracasaron porque las “Comisiones asesoras” que vinieron de los Estados Unidos, de Bélgica y otros países ultramarinos, no estaban los suficientemente capacitados para emprender la renovación. O el otro argumento que hasta hoy se esgrime ladinamente, cual es el hecho de que el maestro en el Perú “está mal preparado”, “no existen maestros”, “no hay renovación de métodos”, etc.

Extraña bastante por ello, el hecho de que educador peruano de polendas como lo fue José Antonio Encinas Franco, parlamentario, Senador y Ex­­­-Rector también de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, haya sido ignorado secularmente por nuestra historia oficial educativa y pedagógica. En el maestro Encinas, podemos hallar profundas reflexiones (18) acerca de nuestra situación educativa, como éstas: “El civilismo funda una Escuela Normal, crea funcionarios técnicos como son los Inspectores de Educación; pero, llegado el caso favorece sus intereses políticos y convierte al Inspector de Educación en un agente político cuya conducta corre paralela a la de los sub-prefectos. En esta forma los propósitos que parecen más sanos cambian de naturaleza en manos de políticos de camarilla que no tienen otra finalidad que mantenerse en el poder y convertir los cargos públicos en otras dádivas para protegidos y partidarios. Si tal conducta es intolerable en el orden general de las cosas, resulta dañosa en grado sumo cuando se trata de asuntos de enseñanza. El Inspector de Instrucción es “el maestro de los maestros”… tal concepto requiere de parte de aquel funcionario una cultura, y una experiencia pedagógicas a toda prueba. El normalista estaba relativamente preparado en la Escuela Normal. Puede afirmarse que era el único elemento técnico con que contaba el país. La Escuela Normal había sido creada precisamente para preparar a estos funcionarios, por consiguiente el Gobierno no podía ni debía hacer otra cosa que nombrar –sin excepción- Inspectores de Instrucción a los normalistas egresados de la Escuela. No tenía otro camino que seguir, si tuvo la intensión leal reformar la enseñanza pública. Pero nada de eso hizo. Obedeció a insinuaciones de caciques de provincias y envió como Inspectores de Instrucción –en lugar de los normalistas- a gentes de dudosa procedencia y de falta absoluta de conocimientos pedagógicos…” (18).

Más adelante reafirmando que la ineficacia de la administración de la educación obedece a una total despreocupación de las clases gobernantes, por conservar sus privilegios, enfatiza (19): “Puedo asegurar, sin temor a equívoco, que no hay una sola provincia ni un solo departamento donde un diputado o senador hubiese dejado siquiera un lápiz a una Escuela o a un Colegio, después de haber usufructuado de la política, muchas veces, por más de un lustro. El egoísmo es más censurable cuando al amparo de la política han acumulado riquezas, han mantenido el latifundio, explotando el trabajo del indio. No conozco un solo caso en que un terrateniente hubiera legado una millonésima parte de su fortuna a favor del indio, con cuya sangre y con cuyo sudor se enriqueció. Estos políticos a quienes les falta la más elemental noción de civismo, son los que acusan a los maestros de ateos, de anarquistas, de comunistas y de “enseñar doctrinas contrarias a la Constitución del Estado”.

Hasta aquí, tanto Deustua, un teórico de la educación espiritualista y José Antonio Encinas, pedagogo científico con conocimiento actualizados en Europa, consideran que los grandes males de nuestra educación radican sino en el problema moral, en la desdén de las autoridades o gobernantes.

Pero una más aguda disección del estado de nuestra enseñanza y las causas de ese anacrónico Estado, la formula José Carlos Mariátequi, gracias al empleo acertado de la metodología marxista, a través del cual, contestando precisamente a Deustua que ve en la raza el problema cardinal, dice (20): “La herencia española no era exclusivamente una herencia psicológica e intelectual. Era ante todo, una herencia económica  y social. El privilegio de la educación persistía por la simple razón de que persistía el privilegio de la riqueza y de la casta. El concepto aristocrático y literario de la educación correspondía absolutamente a un régimen y a una economía feudal. La revolución de la independencia no había liquidado en el Perú este régimen y esta economía. No podía, por ende, haber cancelado sus ideas peculiares sobre la enseñanza”.

  • Pedagogía de Sentido Común. Con este rubro el Dr. Carlos Salazar Romero designa a la época comprendida entre 1930 a 1956, donde por no haber existido pedagogos de gran brillo ni educadores de prestigio, nuestro país se ve en la necesidad de confiar el manejo de la educación a políticos, estadistas, funcionarios o militares “hábiles” que apelando sólo a un simple “sentido común” formularon planes y programas recogiendo experiencias ya aplicadas en otras naciones. Ejemplo de ello vienen a ser los diseños de niveles de enseñanza que trascribimos en las páginas posteriores para la correspondiente crítica y superación.

DIAGRAMA DE LA ADMINISTRACION DE LA EDUCACIÓN TRAZADO EN EL GOBIERNO DE RAMON CASTILLA (1850)

DISEÑO DE LA ORGANIZACIÓN DELA INSTRUCCIÓN DE PARDO (1876)

DIAGRAMA DE OS NIVELES DE ENSEÑANZA SEGÚN LA LEY DE 1901

DISEÑO DE LOS NIVELES DE EDUCACION EN LA ADMINISTRACION DE AUGUSTO B. LEGUIA

REFORMA DE LA ESTRUCTURA UNIVERSITARIA POR J. A. ENCINAS

NIVELES DE ENSEÑANZA SEGÚN LA LEY 9359 DE 1941 (GOBIERNO DE MANUEL PRADO)

NIVELES DE ENSEÑANZA DEL PLAN NACIONAL DE EDUCACION DE MANUEL A. ODRIA.

ESTRUCTURA DEL NUEVO SISTEMA EDUCATIVO (D.L. 19326)

REFERENCIAS

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    1. Julio Roldán, Op. Cit. 58.
    2. Ibíd., p. 63.
    3. Víctor Andrés Belaúnde. En: La Realidad Nacional, p. 73.
    4. José Carlos Mariátegui, Op. Cit. p. 105-106.
    5. Virgilio Galdo Gutierrez, Op. Cit. p. 79.
    6. Ricardo Nassif. En: Pedagogía General, p. 3.
    7. Emilio Barranes; OP. Cit. p. 16.
    8. Carlos Salazar Romero. En: Pedagogía y Educación en el Perú, p. 15.
    9. Jose Carlos Mariátegui, Op, Cit., p. 151.
    10. Alejandro O. Deustua. En: Cultura Nacional, p. 23.
    11. Ibid, p. 11.
    12. Ibid, p. 17.
    13. Ibid, p. 25.
    14. Ibid, p. 25.
    15. Fouillée, citado por Alejandro O. Deústua, Op. Cit. p. 28.
    16. Alejandro O. Deústua, Op. Cit. p. 27.
    17. José Antonio Encinas. En: Un Ensayo de Escuela Nueva en el Perú, p. 25.
    18. Ibid, p. 158.
    19. José Carlos Mariátegui, Op. Cit. p. 107-109.

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AGUIRRE PALOMINO, Roberto y Otro El Pensamiento Pedagógico de Carlos Cueto Fernandini, Huancayo, 1983. 134 pp. (Tesis Mimeog).

INDICE

INTRODUCCION

LA EDUCACION PRIMITIVA

La Sociedad Primitiva Peruana

Características Específicos de la Educación Primitiva Peruana

Referencias

LA EDUCACION ESCLAVISTA

Las Sociedades Pre-Incas

Características Específicas de la Educación Pre-Inca

La Sociedad Incaica

Características Específicas de la Educación Incaica

Referencias

LA EDUCACION FEUDAL

La Sociedad Feudal-Colonial

La Educación en el Feudalismo Colonial Peruano

Caracteres Específicos de la Educación Colonial

Referencias

LA EDUCACION SEMIFEUDAL Y SEMICOLONIAL

La Epoca de la Emancipación

La Etapa Republicana

Etapas de la Educación Republicana

Etapas de la Pedagogía Peruana

Referencias

BIBLIOGRAFIA

INDICE

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ENSAYO

Historia de las Ideas en el Perú Contemporáneo

Historia de las Ideas en el Perú Contemporáneo

Jaime Cerrón Palomino

Roberto Aguirre Palomino

Huancayo – 1988

Presentación

El Presente Texto de Autoaprendizaje: Historia de las Ideas en el Perú Contemporáneo reúne en sus páginas los conceptos, ideas, pensamientos y proyectos divulgados por nuestros ensayistas, pensadores, eruditos y filósofos connacionales que, valiéndose de la obra literaria, la poesía, la prosa, el ensayo, el discurso, la disertación o la reflexión filosófica plasmados en artículos, folletos y libros, han bocetado la fisonomía de nuestra realidad nacional, expresando sus pareceres en los ámbitos de la Universidad Peruana, los círculos intelectuales, gremios, congresos y seminarios.

Hubiese sido interesante tocar como cuestión previa el desenvolvimiento de las ideas en los períodos prerrepublicanos: incanato, virreinato y emancipación. Pero las disposiciones administrativas nos constriñen a sintetizar la producción intelectual del período llamado “independiente”. Al término de la tarea debemos decir que no nos ha sido posible incluir por razones obvias a todos los filósofos, historiadores, sociólogos, antropólogos, educadores, juristas y otros investigadores sociales. Están ausentes, por ejemplo: los lingüistas, arqueólogos, economistas y científicos naturales, porque aparte de ser escasos los trabajos en estos renglones, aún no hay una adecuada sistematización de sus escuelas. Inclusive no están todos los filósofos de talla sobresaliente como son: Mariano Iberico Rodríguez, Walter  Peñaloza Ramella, Luis Felipe Alarco, Honorio Delgado, porque se ha dado prioridad a quienes se han sumergido con vehemencia a la temática social.

Para tener una idea del desarrollo global de las corrientes de pensamientos en el mundo nos hemos premunido de obras de dimersión ecuménica como son Historia de la Ideas Políticas (1966 de V.S. Pokrovski; e Historia de las Ideas (1968) de Rodolfo Mondolfo; de trabajos de alcance latinoamericano, como los de: Historia de la Filosofía en Latinoamérica (1958) de Manfredo Kempffe Mercado: La Filosofía Actual en América Latina (1976) de Arturo Ardao y otros; Las Ideas en América Latina, publicada por Casa de las América-Cuba recientemente en 1985. cuando a bibliografía nacional, hemos contado con: La Filosofía en el Perú 1954 de Augusto Salazar Bondy; Historia de las Ideas en el Perú Contemporáneo, del mismo autor (1965, dos tomos); el artículo: 1880-1980: 100 Años de filosofía en el Perú (1978) de David Sobrerilla Alcázar, y Las Ideas en el Perú Contemporáneo (1980) del mismo Sobrevilla.

Indudablemente que para analizar la situación del proletariado hemos recurrido a: El Movimiento Obrero en el Perú 1900-1956 de Denis Sulmont (1975), para comprender el papel del campesinado, se ha consultado: Los Movimientos Campesinos en el Perú 1879-1965 de Wilfredo Kapsoli (1977); para entender el indigenismo, se ha tenido a la mano: El Pensamiento Indigenista (1981) de José Tamayo Herrera; para similar el desarrollo del socialismo peruano, se ha contado con: El Pensamiento Comunista (1982) de Alberto Flores Galindo; para penetrar en el pensamiento positivista y anarquista de Prada se ha acudido a: El pensamiento de Gonzáles Prada (1975) de Hugo García Salvatecci; para información de los gérmenes del APRA, se ha leído: Formación de las Haciendas Azucareras y Orígenes del APRA (1976) de Meter Klaren; para entrever el Gamonalismo, nos ha servido: Los Dueños del Perú (1975) de Carlos Malpica; para averiguar la génesis de la aristocracia y el civilismo, hemos bebido en las fuentes de: La Oligarquía Peruana: Historia de Tres Familias (1982) de Dennos L. Gilbert; para examinar las ideas de Mariátegui, hemos hojeado: José Carlos Mariátegui y su Pensamiento Revolucionario de Diego Messeguer Illán (1974); para pertrecharnos de la aparición del imperialismo y otros fenómenos conexos, hemos recurrido a: El Ocaso del Poder Oligárquico (1977) de Henry Pease García. Amén de que resulta forzoso tener al frente las obras de dos insignes historiadores: Historia de la República y Perú: Problema y Posibilidad (1978) de Jorge Basadre, y Trabajos de Historia (1977) de Pablo Macera (4 tomos).

Para el enfoque del pensamiento de cada uno de los ideólogos considerados en el Texto, evidentemente hemos tenido que abreviar de la misma producción bibliográfica. Es así que ha sido inesquivable leer: Páginas Libres y Horas de Lucha de Gonzáles Prada; Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana  y  La Escena Contemporánea de Mariátegui;  El Antiimperialismo y el APRA y Treinta Años de Aprismo de Haya de la Torre; Tempestad en los Andes y Ruta Cultura del Perú de Valcárcel, etc., es decir, lo que hemos indicado en la Bibliografía General.

Por esta vez hemos presentado el pensamiento de nuestros intelectuales, señalando para cada uno de ellos, en lo posible, su extracción y posición de clase. Pensamos que esto puede ser mejorado si los agrupamos de acuerdo a sus tendencias. Prometemos en un trabajo ulterior hacer ello.

LOS AUTORES.

LAS IDEAS Y LA IDEOLOGIA EN EL PERU

Ofrecer al lector la diversidad de doctrinas y corrientes de pensamiento que se han difundido en el período republicado de nuestra historia implica necesariamente ingresar al plano de las ideas y definir lo que se entiende por ideología.

Resulta que las ideas, según Federico Engels (1), obedecen a ciertos móviles, generados unas veces por objetos exteriores y otras por ambiciones personales, es decir, por factores subjetivos. Sin embargo, el descubrimiento de esos móviles no es lo fundamental. Hay necesidad de revelar los resortes que se mueven detrás de esos móviles, porque esos resolver, constituyen las fuerzas determinantes que hacen que los hombres actúen históricamente. Así pues todo aquello que circula en la cabeza de los hombres, son al final de cuentas, efecto de causas materiales, que son presentadas por pensadores o profesionales de la filosofía bajo un ropaje ideológico e incluso fantástico.

Ahora bien, el estudio de las ideas o teorías que recorren en el  medio social, es de interés para todos nosotros, porque al encontrar una heterogeneidad de criterios en torno a problemas cardinales, como el progreso de una nación o las causas de su atraso, la cultura acumulada por una élite frente a la abultada ignorancia de sectores marginados, la explotación de la mano de obra y la discusión acerca de las formas de abolirla, suscita obligadamente explicaciones divergentes que nos desconciertan cuando observamos que ciertas ideas plausibles son desplazadas por decisiones no siempre justificadas. Son pues ilustrativas las frases de Marx y Engels (2) cuando al analizar estos casos, señalan que las ideas de quienes carecen de los medios materiales y espirituales para producir, se someten a las ideas de la clase que tiene a su disposición los medios para producción material, por ende, espiritual. Así las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época.

La ideología que, según el filósofo francés Antonine Destutt de Tracy (1754-1836) es la “ciencia de las ideas” o según los italianos Gallupi y Rosmini “el estudio de las ideas esenciales en el ser humano”, para Marx no es otra cosa que el “enmascaramiento” de la realidad económica por las clases dominantes. Ya Maquiavelo (1469-1527), en el Siglo XVI, había advertido que muchas veces no se daba la coincidencia entre la “realidad política” y las “ideas” vertidas acerca de esa realidad política. Más tarde, Hegel (1770-1831), distingue entre: “conciencia desgarrada” y “conciencia desdichada” para indicar que la conciencia en su desarrollo histórico, sufre este disloque. Precisamente por ello, años después, Nietzsche (1844-1900) y Sorel (1847-1922) dirigirán sus esfuerzos a “desenmascarar” ideologías.

La polémica de si la ideología constituye o no una ciencia, fue dilucidada también por Wilfredo Pareto (1848-1923), para quien la ideología es una teoría  no científica, puesto que no describe objetivamente la realidad social, desde que apenas es un conjunto de normas encaminadas a la acción. Empero, corresponde Kark Manheimn habernos aclarado que las ideologías pueden en unos casos ocultar y en otros revelar la realidad social, aunque es sabido que en el caso de los pensadores al servicio de las clases dominantes, lo único que hacen es oscurecer la realidad. Quizá por ello, Sastre (1905-1980) denomina ideólogos a los filósofos no creadores, porque se limitan a explorar y explotar lo descubierto por pensadores auténticos. Para Jean Paúl no es difícil descubrir quien es filósofo y quién ideólogo. Por ejemplo, el existencialismo no pasa de ser una ideología; en cambio, el marxismo es filosofía, porque encierra ya no la sola especulación, sino la exigencia de una praxis comprometedora.

El debate de si es posible o no que brote de nuestro propio suelo una filosofía propia para resolver problemas específicamente latinoamericanos o exclusivamente peruanos ha dividido a nuestros pensadores en dos vertientes. La primera, sostenida entre otros por Augusto Salazar Bondy (3), para quienes por el estado de subdesarrollo y atraso en que viven las comunidades indohispanas no es posible elaborar  una filosofía genuina propiamente americana, pero que será posible hacerla, una vez que se rompa la dominación; entre tanto lo que toca al Perú o cualquier otra república latinoamericana es “adoptar” un istmo europeo, es decir, pensar en tierra americana con los ojos puestos en Europa. La otra tendencia, formulada principalmente por César Guardia Mayorga (4), para quien, tomando las ideas troncales del materialismo histórico, concluyen que la filosofía no puede tener una etiqueta nacional o continental porque aspira a descubrir leyes de carácter universal, válidas para el conjunto de la realidad objetiva, en su propósito cada vez más creciente de acercarse a la verdad.

En efecto, lo expuesto por Guardia, es cierto, porque las tesis atomísticas dadas por Demócrito en la Grecia antigua o la teoría heliocéntrica sustentada por el polaco Copérnico no han sido aprobadas sólo por la hélade esclavista o por la Polonia de los tiempos modernos. El régimen de castas aplicado diestramente por los esclavizadotes de Egipto y la India no han servido sólo para Oriente, han sido también puestas en práctica por los peninsulares en la superficie americana y defendido ardorosamente hasta muy entrada la república tanto por Bartolomé Herrera como por Deústua, Riva Agüero, Belaúnde y García Calderón.

Si la humanidad que aún vive oprimida en gran parte del globo anhela lograr la liberación de las condiciones desfavorables en que se desenvuelve, lo interesante no es conseguir que la filosofía sea inéditamente peruana o americana. Lo que importa es interrogarse a quién sirve la filosofía o en su defecto la ideología. En este sentido, por la misma bifurcación abismal subsistente entre las clases sociales en nuestro país, lo inmediato es discutir qué ideologías estuvieron y están todavía al servicio de los opresores y cuáles en cambio, se han preocupado por alcanzar superiores condiciones de vida. Es bajo esta óptica que el presente trabajo. Ofrece el pensamiento de nuestros estudiosos connacionales, divididos atendiendo a su extracción, situación y posición de clase en tres segmentos.

  1. EL PENSAMIENTO ARISTOCRATICO-FEUDAL PRO-IMPERIALISTA.
  2. EL PENSAMIENTO PEQUEÑO-BURGUES PRO-IMPERIALISTA.
  3. EL PENSAMIENTO SOCIALISTA E INTERNACIONALISTA PROLETARIO.

La ideología aristocrático-feudal pro-imperialista tienen como exegeta en una primera instancia al clérigo y fogoso orador Bartolomé Herrera Rodríguez (5) quien se opone tenazmente a la intrusión de las ideas precapitalistas formuladas por Benito Laso, los hermanos Gálvez y otros. En una segunda instancia, la ideología será asumida por los eruditos del “Civilismo”, que después de mostrar una fugaz simpatía por el positivismo, recalarán en los diversos matices del pensamiento espiritualista. Intérpretes de esta fase vienen a ser: Javier Prado Ugarteche, emparentado al linaje de los Prado; Joaquín Capelo, proveniente de la mesocracia; Manuel Vicente Villarán, vinculado a los círculos oligárquicos; pero quienes abogarán vehementemente por alargar el espíritu virreinal serán: Alejandro O. Deustua, gonfalonero de la vieja mentalidad aristocrática; Víctor Andrés Belaúnde que en todo momento reflejó su culto nostálgico de lo virreinal; José de la Riva Agüero, de aliento colonialista, concertador y tradicionalista; Francisco García Calderón, de ánimo más bien hispano que peruano. Un tercer momento constituye el ideario difundido desde fines de la segunda guerra mundial por Mariano Iberico Rodríguez, Carlos Cueto Fernandini, Alberto Wagner de Reyna, Honorio Delgado, Luis Felipe Alarco, Walter Peñaloza Ramella, Francisco Miró Quesada y otros, que preferirán guarecerse en los áridos territorios de la Filosofía Analítica, la Epistemología, el Neopositivismo, la Lógica Lingüística y el Neorrealismo para gestar un conjunto de trabajos que eluden la discusión de temas sociales de palpitante interés nacional y ecuménico, optando por “oscurecer” el horizonte de visibilidad de las clases a quienes corresponde el futuro, al remitirse exclusivamente a la preocupación rigurosa de la “verificabilidad” de las proposiciones, al análisis de los conceptos, desde una operación lógica, que no admite porque así lo impide la Fenomenología – el cotejo con lo que sucede empíricamente y objetivamente. Estos filósofos, por otro lado, están imposibilitados para proponer ideologías favorables a la liberación de la clase obrera, del campesinado y de los sectores pequeño-burgueses, porque en su afán de mantener su propia heredad transmitida desde la colonia o como defensores de quienes ostentan esos privilegios, han ensamblado sus intereses con los del imperialismo, socio que no permite el desarrollo de una industria nacional autónoma a los pregoneros de un pretendido sistema burgués nativo. En su ansia de enmascarar la realidad, apelan a tesis de la trasnochada escuela humanista para paliar –según palabras de Marx (6)- en todo lo posible, las contradicciones de clase. Si bien deploran las penalidades del proletariado y campesinado, así como el desmedido lucro amasado de los burgueses, se concretan a aconsejar a los obreros a ser sobrios, producir más y tener pocos hijos.

La ideología pequeño-burguesa pro-imperialista, se ha manifestado a través de diversos rostros: por el canal del indigenismo, por la vía del anarquismo y anarco-sindicalismo; a través del aprismo, por el camino del socialismo de Luciano Castillo, del Social-progresismo de Augusto y Sebastián Salazar Bondy, y de otras ideologías de corte reformista y populista. Sus principios fueron vertidos a través del ensayo, la poesía, la novela y la literatura en general. En los indigenistas expresó el deseo de ver libres de las amarras del gamonalismo, al aborigen productor de la sierra. Unos como Clorinda Matto de Turner, asumieron una postura paternalista, dotada de moralismo y resignación cristiana o como Narciso Aréstegui que solicitaba un “piadoso” trato para con el indio. Otros como Luis E. Valcárcel, serán esos baluartes de todo lo producto en el período prehispánico, descollarán de los incas el nivel de la infraestructura generada a lo largo del Tawantinsuyo y demandarán la preservación de lo nativo, en su folklore, idioma, arte y medicina natural. Para Valcárcel y los de la Asociación Pro-Indígena los antiguos habitantes del Perú crearon una civilización igual o mejor que las cultura occidentales, de ahí que velaban contra su mixtificación, cuidaron que no se depredaran las fortalezas. Un tercer grupo de indigenistas constituido por José Uriel García e Hildebrando Castro Pozo, reconociendo la imposibilidad del retorno a un modo de vida tawantinsuyano, empezarán a dar sugerencia para transitar a sistemas superiores al capitalismo, aprovechando el espíritu solidario y fraterno de los Ayllus, para arribar, por ejemplo, a formas cooperativas o socialistas de producción. En la misma vertiente se hallará José Antonio Encinas, que desde el plano jurídico y en tono más sincero que Manuel Vicente Villarán, alentará una legislación tutelar a favor de los indios. Por esos mismos años, Luciano Castillo, fundará el Partido Socialista de matiz populista y nacionalista para diferenciarse del Partido Comunista.

Con más agitación y beligerancia que los indigenistas se presentará en la escena peruana el movimiento anarquista, anarcosindicalista,  animado por obreros gráficos, panaderos, textiles, portuarios y de otros oficios que tuvieron como conductores a Manuel  y Delfín Lévano, Carlos Barba, Carlos del Barzo, Florencio Aliaga, Luis Felipe Grillo, Abraham Gomero, Romilio Quesada y otros. El esfuerzo y sacrificio demostrados por estos trabajadores conquistará para el Perú después de memorables luchas la Jornada de 8 horas, acción que marca una etapa importante en la formación del movimiento proletario urbano, y que seguidamente permitirá movilizar a las masas en pro del abaratamiento de la subsistencias. En estas hazañas intervino como guía y animador el ensayista Manuel Gonzáles Prada.

Pero la proeza pequeño-burguesa más encandilada se registra en 1928, cuando Haya de la Torre decide fundar el Partido Nacionalista Libertador Peruano, al modo de Kou Min Tang chino o el partido laboralista ingles, que más tarde se conocerá como PAP (Partido Aprista Peruano). El desarrollo de esta agrupación política es la más conocida en los medios sindicales, universitarios, profesionales, políticos y académicos, por cuanto abraza seis décadas de existencia pletórica en sus primeros años de acciones heroicas, con secuelas de exilio, muertes, cruentas represiones; pero al mismo tiempo, en la otra cara de la medalla, nos mostrará la faz de sus veleidades y claudicación de sus primigenios principios, primeramente con su acercamiento a los plutócratas de la república oligárquica supérstite y luego su entendimiento con el imperialismo norteamericano. De allí el carácter proimperialista de este movimiento, que generó en sus propias filas un descontento radical, determinando que parte de sus jóvenes en más de una vez intentaran retomar los originales postulados o decidieran como Luis de la Puente Uceda a levantarse en armas. Desde el punto de vista del materialismo histórico lo acontecido con el partido aprista no es un fenómeno singular. Es el curso más o menos regular que le depara a todo partido pequeño-burgués, no pudiendo acentuarse su radicalización frente al imperialismo, lo que le quedaba era insertarse dentro del radio de los intereses del capitalismo monopólico.

Con los desencantados del partido aprista, aparecieron nuevas agrupaciones como Acción Popular, Democracia Cristiana y otros de corte reformista. Pero otro punto interesante que marca nuevamente la frustración pequeño-burguesa, lo constituye la formación del Movimiento Social Progresista, organizado por Augusto y Sebastián Salazar Bondy, José Matos Mar, Germán Tito Gutierrez, Alberto Ruiz Eldredge y otros intelectuales dedicados a la investigación social histórica y económica. Fue forjado en 1956 y postuló a las elecciones de 1962, pero dado el impacto de la revolución china y cubana, no tuvo mayor acogida y terminó desintegrándose. Su ambivalencia frente al imperialismo y las transnacionales y su programa aparentemente neutro, lo convertían en los hechos, en sustentadores del régimen imperante y del establishment.

Termina el texto con la inclusión obligada del pensamiento socialista e internacionalista proletario, inspirado por José Carlos Mariátegui, para quien las penurias existentes en el país sólo serán superadas a través de una legítima lucha antiimperialista y antifeudal, para avizorar lo cual hay que tomar la ideología universal del pensamiento marxista, asumiendo posiciones de clase y de partido, sin olvidar la postura nacionalista en oposición al imperialismo.

En esta misma dirección difunden a sus ideas una pléyade de historiadores como Pablo Macera, sociólogos como Julio Gotler, arqueólogos como Guillermo Lumbreras, economistas como Ernesto Yepes del Castillo y filósofos como César Augusto Guardia Mayorga y José W. Lora Cam, para citar sinópticamente.

LA IDEOLOGIA ARISTOCRATICO-FEUDAL PRO-IMPERIALISTA

Denominados ideología aristocrática-feudal pro-imperialista, al conjunto de la producción teórica, preparada y trasmitida por los intelectuales orgánicos de las clases dominantes del país, a través de sus dogmas, ensayos y planteamientos, en su afán de dilatar los privilegios que sus castas habían alcanzado en el período virreinal, propósito que al entronizarse el imperialismo, será objeto de mixtificación y yuxtaposición de intereses, para extender el aliento y la acción de un sistema económico y social que no permitirá el desarrollo de un capitalismo independiente; muy al contrario, fomentará la reafirmación de un régimen semifeudal y semicolonial.

En efecto, producido en 1821, el rompimiento de la dominación que España ejerció sobre nuestro territorio, sin la asunción al poder de una moderna clase que fuera capaz de promover condiciones para la instauración de un superior modo de producción, el espíritu y la praxis de un servilismo y fidelidad obsecuente con la corona por parte de los criollos, no se hará esperar. Un nuevo reacomodo de los distintos sectores sociales habrá de manifestarse. Es así que gamonales serranos, rentistas urbanos, capas de comerciantes, clérigos de diferentes órdenes, profesionales liberales, artesanos y caudillos militares se aunarán para reproducir y prolongar las tradicionales relaciones de producción servil que presidieron el coloniaje. Hace poco, un estudio realizado por Dennos Gilbert (7) ha demostrado que gran parte de nuestro país se había reducido a enclaves semifeudales, en los cuales grandes terratenientes ampliaban sus imperios a expensas de las tierras comunales de los indígenas, los mercaderes extranjeros asumieron la actividad comercial de importación y exportación en las décadas de 1830 y 1840, la política nacional pasó a un estado de caos, permitiendo que los jefes castrenses desafiaran y desplazaran continuamente a los gobiernos instituidos en Lima. Esta situación continuó sin modificaciones hasta la era conocida por los historiadores como la “Epoca del Guano” (1840-1879).

Al interior de la sierra y a lo largo de las haciendas, el gamonalismo que, según Manuel Burga y Alberto Flores Galindo (8), se había convertido en un poder local con fuerzas cuasi-militares propias de un señorío feudal de parroquia, proseguía cultivando un despotismo despiadado en contra de los siervos y usurpando tierras no obstante de que el latifundio, por su pésima administración técnica le depararía sólo escasa productividad, baja rentabilidad y lo que es peor, gran derroche de fuerza de trabajo.

En el otro extremo, el Estado, según las palabras de Jorge Basadre (9), estará asechado constantemente por las ambiciones militares que observando el vacío social que habían dejado los aristócratas peninsulares y sus acóliltos al abandonar nuestros suelos en el tramo de la emancipación, encontrarán la oportunidad propicia para tácitamente adjudicarse la administración gubernamental por casi todo el siglo XIX. Era pues prácticamente la institución mejor articulada que empleó coyunturalmente su prestigio alcanzado en las guerras de la independencia.

Dado que el régimen económico-social dominante del coloniaje no fue sustantivamente alterado, resulta iluso pensar que personas faltos de talento empresarial, con una larga costumbre formada sólo para llevar un estilo de vida opulento inspirado en los modelos europeos, pudieran dar inicio a un florecimiento industrial. Al contrario, la época del guano no nos dio empresarios y su influencia en el desarrollo económico en general fue negativa, ya que la alternancia que se registró entre civiles y militares en cuanto al control del aparato estatal, lamentablemente derrochó la caja fiscal en la remuneración a las abultadas filas del Ejército y la burocracia, en la consolidación de la deuda nacional, en la compensación a los hacendados por la manumisión de los esclavos negros, en la construcción de ferrocarriles. Mientras esto ocurría a nivel del usufructo de la administración central, el sector privado se satisfacía con una profusa importación de artículos de lujo. Había pues en las urbes una ausencia completa de manufacturas y fábricas, en tanto que en la sierra el latifundio no explotaba la tierra en todas sus áreas, los artículos de panllevar tenían que ser solicitados a Chile y Ecuador. En una palabra, quienes gobernaron en la época del guano no instalaron ninguna infraestructura que posibilitara el crecimiento económico.

Siendo esta la fisonomía real de nuestra nación en lo estructural, es obvio concluir que en la esfera de la superestructura, no asomara tampoco cambios fundamentales. Si bien, a imitación de Europa, a través de sus discursos jacobinos algunos liberales se desvivían en el Congreso Constituyente para darnos una legislación de corte democrático-burgués, al final sólo conseguirán en las asambleas triunfos “formales”. Ello explica por qué a pesar de los esfuerzos demostrados por Benito Laso, los hermanos Gálvez y otros tribunos, para derrotar a las fuerzas conservadoras nucleadas tras el verbo y la estrategia de Bartolomé Herrera, no lograrán posibilitar un modo de producción burgués.

Es verdad que en 1871, a decir de Ernesto Yepes del Castillo (10), cerca de catorce mil personas, compuestas por burgueses incipientes, profesionales liberales, artesanos e incluso operarios de todo género, fueron movilizados en Lima con el propósito de contrarrestar el auge del inconstitucionalismo castrense. Este movimiento liderado pro Manuel Pardo, descendiente de la aristocracia de sangre, talento y dinero, suscitó la formación del Partido Civil como antítesis de la arbitrariedad militar, con la expectativa de ingresar de lleno a la formación de una política precapitalista de producción. Para ello, ideológicamente se sirvieron de los fundamentos de la filosofía positivista, que deparaba para la mentalidad burguesa todo un futuro provisor.

El civilismo que inicialmente, en  1872, asumiera el poder con Pardo y luego de interrupciones volviera a dirigir, logró después del enfrentamiento con Chile, entre 1899 a 1912, controlar la maquinaria del Estado a través de los regímenes de López de Romaña, Manuel Candamo, José Pardo y Augusto B. Leguía.

En todo este trecho difundió en los círculos elitistas y en las aulas de San Marcos la ideología de la burguesía triunfante de Francia, por intermedio de Javier Prado Ugarteche, Jorge Polar, Alejandro Maguiña, Clemente Palma, Carlos Listón, Joaquín Capelo, Carlos Wiesse, Mariano H. Cornejo. Manuel Vicente Villarán y otros juristas, pero usando cmo conductores ideológicos no a Comte, que fue declaradamente anticlerical, sino a Spencer, Fouillée, Boutrox y Eucken, que predicaban sólo un positivismo “idealista”, dejando a la religión la explicación del dominio de “lo incognoscible”.

La actitud pusilánime de estos pensadores respondió a su extracción y situación de clase, pues muchos de ellos provenían de una aristocracia rentista ligada en alguna forma  a la propiedad terrateniente,  de ahí que no propagaron con el suficiente entusiasmo que el momento requería y más bien retornaron a la ideología que su élite ejercitaba desde la colonia. Por ello, no serán consecuentes con el impulso positivista y una vez instalado el imperialismo en nuestro suelo unos se apearán al pragmatismo norteamericano como lo hicieron Joaquín Capelo y Manuel Vicente Villarán, y otros, como Javier Prado Ugarteche, retornarán por sus convicciones místicas y de clase, a la ideología clerical-feudal.

El civilismo no pudo, en consecuencia, hallar el despegue que habían planificado sus programadores. La clase rentistas nucleada a través de las riquezas del guano se dedicó a la especulación de valores y la propiedad urbana; si bien se emprendió con la política de construcción de ferrocarriles, esta decisión implicó el progresivo endeudamiento y a la postre, sirvió mas bien de infraestructura para los enclaves imperialistas. Esto explica también por qué consumada la guerra con el país del Sur, quedamos en la bancarrota económica.

La solitaria voz de protesta lanzada por Gonzales Prada no tendrá mayor resonancia en las esferas gubernamentales por encontrarse en ellas encaramados, prominentes miembros del gamonalismo andino, rentistas y consignatarios del guano y otros profesionales liberales al servicio de las castas oligárquicas.

Así es pues como en el plano ideológico, la intelectualidad oficial ensayará tímidamente la circulación del positivismo, pero dado que el compromiso de las castas latifundistas como el clero estaba fuertemente imbricado, los propios propagandistas de la filosofía burguesa de Comte – excepto Gonzáles  Prada – regresarán a los dominios del espiritualismo, que esta vez se remozaba con las tesis de Bergson y Klages y lo que es peor, algunos de ellos, anclarán en las playas del fascismo. Tal es lo que ocurre con nuestros pensadores como Alejandro O. Deústua, Víctor Andrés Belaúnde, Francisco García Calderón y José de la Riva Agüero, cuyos ensayos así como los de los positivistas peruanos exponemos en las siguientes páginas. Sin embargo, es interesante hacer notar que el positivismo le servirá a la clase terrateniente-oligárquico sólo para frenar los ímpetus de los sectores mesocráticos que pugnaban por arrebatarles formulando un serio programa reivindicativo. Capeado el temporal, la oligarquía optará por el fácil expediente de aliarse con el poder imperialista, el cual se instalaba en los enclaves mineros, petroleros, azucareros, laneros y arroceros. Esta coyunda, de hecho impedirá que se lleve adelante la revolución democrático burguesa y por consiguiente, el nacimiento de una industria nacional autónoma.

Desprestigiadas las cartas del civilismo y el facismo, por el incontenible avance de la propaganda socialista bolchevique, los círculos dominantes elegirán esta vez las corrientes irracionalistas que también llegaban de ultramar. Así el como, por conducto de Walter Peñaloza se difundirá el neokantismo; por acción de Carlos Cuelo Fernandini y Nelly Festín se divulgará la Fenomenología; por intermediación de Alberto Wagner de Reyna y Víctor Li Carrillo, llegará el Existencialismo; por la iniciativa de Honorio Delgado y Luis Felipe Alarco se volverá a hablar del Idealismo Objetivo; por intervención  de Augusto Salazar Bondy y Arsenio Guzmán Jonquera se pregonará la Filosofía Analítica; con la participación de Leopoldo Chippo se reeditará el voluntarismo; a través de Antonio Peña Cabrera, Antonio Pinilla y Mario Alzadora, se retornará al tomismo; y por su inclinación a la Matemática, Francisco Miró Quesada traerá la Epistemología y la Lógica Moderna, aunque este último, en su afán de diferenciarse de los anteriores, argüirá ser un “ateista nostálgico” y luego de haber intentado vanamente darle contenido ideológico al Partido “Acción Popular”, nos entregará en 1969 la tesis de una nueva ideología humanista que dice no haberse ensayado aún en ninguna parte del mundo y que sin embargo – afirma Miró Quesada – es superior al marxismo.

BARTOLOME HERRERA

(1808 – 1864)

La postura que en el orden de las ideas asumió el teólogo, filósofo, orador, parlamentario y jurista don Bartolomé Herrera Vélez, al amanecer nuestra sociedad hacia el período republicano, ha sido la de un típico conservador o como bien dice Jorge Basadre (11) un hombre de “extrema derecha” y de vocación autoritaria.

La situación coyuntural que lo colocara como Rector del Real Convictorio de San Carlos, sirvió a Herrera, para que difundiese ideas de orden absolutista y despótico, pertinentes a una retrasada tesis iluminista, adverso a un tratamiento democrático o liberal, como hubiese sido el anhelo de las fuerzas progresistas, encarnadas por entonces por tribunos como Benito Laso, Javier Mariátegui, Vigil o Pedro Gálvez Egúsquiza.

El epíteto que el endilgara Guillermo Leguía de “reaccionario” y “restaurador” encaja plenamente con la conducta y praxis política de este presbítero, para quien la idea de “soberana popular” preconizada en Europa desde Rousseau, constituía una generosa y extrema facultad, si se tiene en cuenta que los nativos de esta parte del continente, no eran sino una suma de individuos de corta edad y condición, sin capacidad para hacer vida democrática ni para ejercer actos delicados de legislación, privilegio éste que más bien estaba reservado para “aristocracia de la inteligencia”.

Como reflejo del como en que Herrera impregnó en las aulas del Convictorio su pensamiento, es conocido como sectario, elitista, dogmático y portador de una ideología feudal. En la oportunidad que tuvo para dirigirse a la ciudadanía en un sermón del aniversario patrio de 1846, señaló que si los hombres eran libres, lo eran porque sí lo permitía Dios, pero que esa libertad concedida por la divina providencia tenía como condición sine qua non la obediencia incontestable a las autoridades constituidas.

Reproduciendo la concepción esclavista del régimen de castas, decía que en una sociedad jerarquizada, los intelectuales, por lo común, eran poseyentes tanto de la sabiduría como de la propiedad, en tanto que los trabajadores sólo lo eran de sus manos y sus pies.

En el Congreso Constituyente de 1860, Herrera que ofició de presidente, recibió de Laso e incluso de uno de sus discípulos como Pedro Gálvez Egúsquiza la más acerada crítica por su conservadurismo, pues los liberales de entonces se afirmaron en sus posiciones formalmente. Aquella vez, éstos combatieron a la reacción sirviéndose de los argumentos de la filosofía empirista de Bacon y Locke y de las tesis racionalistas de Descartes y Leibnitz.

El derechismo de Herrera llegó a tal extremo que cuestionó tenazmente el derecho de voto de los indígenas y analfabetos, es decir, el sufragio universal. Esto respondía, por otro lado, a su noción providencialista de la historia, ya que el teólogo estimaba que, así como una grey incásica había “civilizado” a los aborígenes del imperio por mandato divino, también España había sido encomendada para “civilizar” a los indígenas de América y si bien por la influencia jacobina de los independentistas había logrado su liberación, incluso esa gracia se la debían al Hacedor.

BENITO LASO

(1783 – 1862)

La participación de Benito Laso como un ideólogo que se enfrentó a las posturas antihistóricas de la derecha peruana, si hicieron palmarias en la oportunidad en que contrapuso al teólogo don Bartolomé Herrera.

Laso había manifestado sus inclinaciones reivindicativas a favor de los oprimidos de nuestro país, desde el instante en que por un lado Pumacahua y por otro Zela, insurgieron en la arena histórica encabezando levantamientos allá pro el año 1814, acciones por las que incluso será confinado y desterrado.

En 1819, ante la inexistencia de una clase social decidida a reemplazar a los peninsulares, Laso hará esfuerzos para llamar a San Martín y preparar la cruzada libertadora. Después se unirá a Bolivar y lo reforzará vehementemente.

Coronado el deseo de expulsión de los dominadores, Laso, conocedor de la realidad peruana y que se autodenominaba incorruptible como Robespierre y que seguía defendiendo acaloradamente sus ideas en el Correo del Perú, participará en la actividad política, siendo designado en 1826, representante por Puno, ocasión que le servirá para sustentar sus ideas liberales, oponiéndose el jurista conservador. En esa aventura, estará secundado por Javier Mariátegui y Vigil, y después será reemplazado por los propios discípulos de Herrera: Pedro y José Gálvez Egúsquiza.

El comentario dado por Basadre en Perú: Problema y Posibilidad (12) es elocuente al respecto:

“La aparición de Herrera marca una reacción liberal que tiene tres importantes manifestaciones iniciales: la polémica de Laso con Herrera, las discusiones parlamentarias entre Pedro Gálvez y Herrera y la rivalidad Guadalupe – San Carlos. Laso, fundador de la independencia, antiguo defensor del autoritarismo político, que no había actuado a través de una trayectoria única, vuelto a su credo liberal al ocupar un sitial en la Corte Suprema, objeto a Herrera sus ideas sobre la soberanía expuestas por éste resuelta y dialécticamente en el famoso sermón de 28 de julio de 1846 y defiende el dogma de la soberanía del pueblo.

Pedro Gálvez ha sido el mejor discípulo de Herrera en San Carlos y la hace el mejor homenaje como tal: el homenaje de la discrepancia doctrinaria y sus duelos oratorios culminan en el debate sobre el sufragio de los indígenas en 1849. De otro lado, Guadalupe fundado para dar instrucción elemental a los hijos de don Domingo Elías va creciendo en importancia, se convierte en foco de enseñanza superior bajo el rectorado de Sebastián Lorente y de Pedro y José Gálvez y entra en rivalidad con San Carlos: ella no está en las materias mismas sino en los Principios filosóficos y políticos. San Carlos – ya lo ha dicho Jorge Guillermo Leguía – encarna el sentido del orden, Guadalupe el de la libertad. San Carlos, el espíritu aristocrático o mejor dicho aristárquico; Guadalupe el espíritu democrático. San Carlos la doctrina de la soberanía de la inteligencia; Guadalupe la doctrina de la soberanía del pueblo…”.

ALEJANDRO O. DEUSTUA

(1849 – 1845)

Extracción y posición de clase.

A decir de David Sobrevilla, el filósofo Alejandro Octavio Deústua Escorza, procede de las canteras de la clase media provinciana de Huancayo. Pero que tras su incorporación en el estamento profesional sanmarquino abandona su primigenia condición, para tornarse en encendido defensor de los intereses de la oligarquía peruana. En el punto más álgido de sus elucubraciones llegó a plantear posiciones que bordean en el genocidio o exterminio de la raza aborigen. Como intelectual tradicional, justificó la hegemonía de la clase dominante y asumió en todo instante una actitud reaccionaria y profeudal.

Su pensamiento.

Como todos los ideólogos del civilismo, Deústua empezó recogiendo las premisas del positivismo europeo, pero la ocasión que tuvo de viajar a Francia en 1898 en circunstancias en que en el viejo mundo se suscitaba un acalorado debate entre el positivismo y el vitalismo, desconcertó a nuestro connacional, al punto que giró definitivamente hacia el espiritualismo. Formado íntegramente con una visión foránea de la cultura, en ningún instante examinó Deústua las verdaderas raíces de la peruanidad y por el contrario, sintiéndose incorporado a los círculos dominantes de la metrópoli se convirtió en el abanderado del antipositivismo en el Perú.

Poseído del pensamiento de Kant y Krause y de los idealistas objetivos Shelling, Hegel y Scheler, así como del voluntarismo de Nietzsche, emprendió sus reflexiones filosóficas fundamentalmente en torno a la estética, la ética y la axiología en general.

Sus trabajos referentes a la Filosofía del Arte: Estética General (1923), Estética Aplicada (1929), y otras concomitantes lo llevan a concluir que la experiencia estética presenta tres momentos: en el primero se establece el contacto entre el sujeto y el objeto bello, desarrollándose una fuerza expansiva del sujeto y una fuerza atractiva del objeto hasta producirse un lazo interno de simpatía y satisfacción. En el segundo instante se produce la emoción estética en sí, en la que la conciencia experimenta un goce puro y sereno, libre de toda coacción. En la última fase, que es el más alto nivel de la vivencia estética se llega a configurar y objetivar la belleza vivida subjetivamente. Es el rato en que el artista dotado de aptitud siente la necesidad de crear la obra de arte. De donde concluye que la vida estética es la más alta forma de la espiritualidad.

La temática de la Filosofía Moral es abordada por Deústua en su trabajo: Sistema de Moral (1938), publicado en dos tomos. Allí trata del problema de la libertad, porque según el pensador, es la meta de la moralidad pues es la clave del fenómeno estético y el motor de la conducta moral. Es una energía creadora, una fuente inagotable de acción, un factor de expansividad, de enriquecimiento del ser. La esencia del espíritu no es pues sino  La Libertad.

En su obra: Las ideas de orden y libertad en el pensamiento humano (1919), Deústua nos enseña que la idea de orden representa el momento de reposo y la Idea de libertad el momento de la actividad. Por libertad entiende el filosofo una actividad creadora, el cambio, el orden es la misma libertad pero convertida en una estructura rígida. Ambos son necesarios porque sin libertad no hay dinamismo y sin orden no hay libertad.

Tocando los predios de la Axiología, Deústua dice que el valor es el producto de la libertad interior, es la libertad, la única categoría primitiva irreductible coexistente del espíritu. El espíritu es creador de ideales y de fines. Los valores no pueden ser aprehendidos por medio de la representación o de cualquier otra operación sensorial. Sólo puede captarse por la intuición. Son valores plenos los lógicos, éticos y estéticos; no así los económicos, jurídicos, políticos y religiosos.

El espíritu está supeditado a la naturaleza cuando estamos frente al que hacer económico. En este caso, el hombre está sujeto a las relaciones mecánicas que gobierna el mundo material. La ciencia, en cambio, realiza una operación conciliadora entre la libertad y el orden. De su lado, la religión permite al hombre emanciparse de la tiranía de lo sensorial, pero al mismo tiempo cae preso de un poder superior, al cual debe someterse.

Sobre la Realidad Nacional.

Entre los problemas que abruman la vida nacional Deústua señala los siguientes: la falta de vías de comunicación para integrar el territorio nacional; el problema indígena, cuya educación no abriga muchas esperanzas; el mestizaje, que tienen resultados funestos, la inmigración y el imperio del valor económico que ha terminado corrompiendo nuestros sentimiento.

En el terreno estrictamente político, constituye otro problema el hecho de que nuestra nación oscila entre “despotismo” y “revolución”; la circunstancia de que nuestro Estado sea un organismo de fuerza y no de derecho, por fundarse más en lo económico y no en la libertad. Es manifiesta la ausencia de guías espirituales porque sólo hay ocasionales caudillos.

El Problema del Indio.

Deústua tiene una visión pesimista del indio porque considera que esta raza ya ha cerrado definitivamente su ciclo evolutivo y ha llegado por ende a una disolución psíquica, como consecuencia del trabajo forzado que ha sufrido, la masticación de la coca, que es en él un hábito inveterado y la ingestión incontrolable del alcohol.

El filósofo no valora la voluntad colectiva de las comunidades ni las energías del pueblo; tienen una concepción fatalista de sus actitudes, por ejemplo, dice que es un ocioso, desconfiado, miedoso, rencoroso, hipócrita, incivil; está limitado por una serie de taras. En consecuencia, observa al antigua peruano como un ser carente de redención, empero encuentra una válvula de escape cuando acota que muestran un atisbo de inteligencia al ser educados, de ahí que el mestizaje podría ser una suerte de solución, pues el indio que se tona mestizo hace renacer sus energías, a través de la educación; pero para cumplir esta meta, los mestizos también requieren de educación. Sin embargo, estas expectativas se desvanecen porque la historia nos ha demostrado que los mestizos son quienes explotaron al indio hasta colocarlo en esas condiciones, ya que el contacto entre el español degenerado y el indio desintegrado, ha creado según Deústua una especia de persona perezosa y botarate, por ende, se ha organizado una nación abúlica que requiere de una purificación de conciencia. Según nuestro codepartamento el único  momento en que disfruta el indio es en las fiestas religiosas donde llega a desbordarse desenfrenada e irresponsablemente. Ahora bien esta regeneración no podrá venir de la voluntad del pueblo, sino del grupo dirigente. Es que el indio no es ni puede ser, sino una máquina, pues congénitamente es inferior, sólo es libre cuando desencadena sus apetitos sensuales.

Sobre el Problema de la Educación.

En La Cultura Nacional (1937), que se trata de una compilación de varios temas publicados por el filósofo, esboza que no es la ignorancia de las multitudes sino la falsa sabiduría de los directores lo que constituye la principal amenaza contra el progreso nacional. No está pues “abajo” sino “arriba” la solución del problema de la felicidad común. Ahora bien, resulta que se presenta una disyuntiva en la resolución de este caso. Una es la propuesta por  la Iglesia que cifra sus esperanzas en los efectos de la voluntad y la libertad; la otra, que formula el positivismo y se funda en el intelecto y en el orden. En este sentido, Deústua cree que lo mejor es armonizar ambos enfoques.

En opinión de nuestro coprovinciano la masa trabajadora no tiene capacidad de autoelevarse a niveles superiores de vida. Esto sólo puede hacerlo la clase dirigente, pero como ésta está desquiciada, debe formarse previamente una nueva élite, pues la educación debe ser entendida como un quehacer eminentemente formativo, centrando la configuración de la persona; educar es pues crear la conciencia moral coordinando los sentimientos que lo verdadero, lo bello, lo divino y lo bueno engendran en el alma el problema peruano.

Según Yepes del Castillo, para Deústua la educación debería orientarse selectivamente hacia la clase dominante. Este mismo humor fue compartido por los componentes de la generación del Novecientos. De su parte, Augusto Salazar Bondy (13) articula que el bergsonismo le sirve a Deústua como auxilio ideológico para buscar la armonía de los grupos antagónicos.

Una reflexión formulada por el filósofo brasileño Washington Vita (14), califica la inspiración bergsoniana como de cuño reaccionario. Y más adelante dice que el arielismo –al cual perteneció Deústua-  precisamente se alimentó de Bergson y luego combinó con los postulados del circunstancialismo de Ortega y Gasset. Hoy por hoy, empero, lo más urgente no es ocuparse de la teoría de la libertad, a la que dedica Deústua denonados esfuerzos, sino a la teoría de la liberación.

El carácter retrógrado de la ideología de Deústua, se desliza en las páginas de La Cultura Nacional (15) donde hallamos sentencias como éstas:

“Sin noción del vínculo de la nacionalidad; sin experimentar ninguna emoción que le haga comprender que esa patria es su patria, que este suelo le pertenece, que la sociedad está constituída para su progreso, que las autoridades tienen la misión de protegerlo; sin poder calcular siquiera, que en medio de hostilidades que lo rodean por todas partes pueda adquirir otra felicidad diferente del reposo, vive sin interés alguno, bajo el imperio exclusivo de las necesidades materiales que satisface como las bestias, que son sus únicos modelos, y peor que las bestias cuando las excitaciones del alcohol avivan la brutalidad de sus instintos sin disciplina.

“Sin noción del vínculo de la nacionalidad; sin experimentar ninguna emoción que le haga comprender que esa patria es su patria, que este suelo le pertenece, que la sociedad está constituída para su progreso, que las autoridades tienen la misión de protegerlo; sin poder calcular siquiera, que en medio de hostilidades que lo rodean por todas partes pueda adquirir otra felicidad diferente del reposo, vive sin interés alguno, bajo el imperio exclusivo de las necesidades materiales que satisface como las bestias, que son sus únicos modelos, y peor que las bestias cuando las excitaciones del alcohol avivan la brutalidad de sus instintos sin disciplina.

¿Qué  influencia podrá atener sobre esos seres, que sólo poseen la forma humana, las escuelas primarias más elementales? ¿Para qué aprenderán a leer, escribir y contar, la geografía y la historia y tantas otras cosas los que no son personas todavía, los que no saben vivir como personas, los que no han llegado a establecer una diferencia profunda con los animales ni tener ese sentimiento de dignidad humana principio de toda cultura? ¿Por qué habrían de ser más felices, con esas ideas, que los demás no podrán aplicar en su vida extraña a la civilización y de que algunos podrían hacer uso contra sus semejantes? Sólo un concepto intelectualista de civilización puede concebir la felicidad en esas condiciones.

No, lo que esos desgraciados necesitan es, ante todo y sobre todo, librarse de la tiranía implacable de sus amos. Pero ¡cuánto tiempo y cuanto dinero y cuanto esfuerzo se necesita para esa labor!…”.

JAVIER PRADO

(1871 – 1921)

Extracción y posición de clase.

Javier Prado Ugarteche, está considerado por sus biógrafos como  el “intelectual” de la familia más adinerada que ha habido en nuestro país (los Prado); dado su riqueza fue componente de los círculos dominantes en el Perú, a tal extremo que esta pertenencia determinó el curso de las coyunturas políticas, conspirando unas veces en contra de los caudillos de cierta raigambre popular y en otras, colocando en el palacio de Pizarro, a quienes compartían con su programa político. Poseedor de la biblioteca más costosa de la capital y de la mejor colección de ciencias naturales, Javier Prado llegó a regentar la Cátedra de Estética y Filosofía Moderna e incluso ocupó el Rectorado de San Marcos; como usufructuario del poder económico alcanzó funciones de Ministro en el gobierno de José Pardo. Fue figura clave en el Partido Civil, el cual lo dirigió con los Miro-Quesada y los Pardo. Fiel a los intereses de su clase se manifestó adverso a los reclamos del proletariado, movimientos que consideró que estaban promovidos por agitadores.

Su pensamiento.

En este ideólogo podemos advertir claramente la presencia de dos fases bien marcadas: la primera, que corresponde a su filiación positivista, practicada desde fines del siglo pasado hasta por lo menos 1907. Es la época en que escribe: El Método Positivo en el Derecho Penal (1890); La Evolución de la Idea Filosófica en la Historia (1891) y pronuncia un discurso: Sobre el Estado Social del Perú Durante la Dominación Española (1894). La segunda fase la experimenta después de su asunción al rectorado en 1915, donde vira hacia la filosofía espiritualista bergsoniana.

En su primer tramo Javier Prado critica al período virreinal del Perú, porque éste condenó la ciencia y propició el fanatismo y la religión, siendo por tanto un factor negativo. Es decir, critica la metafísica por su inevitable subjetivismo y su religiosidad. Muy al contrario, propugna el reconocimiento de la experiencia, la verificación, lo objetivo, como las verdaderas pautas metodológicas. Remarca que la influencia de la metafísica es perniciosa para las ciencias humanas. Consecuente con ello, asume el positivismo en el Derecho, porque está convencido de que fenómenos como el alcoholismo, la locura, la epilepsia, tienen que ser analizados experimentalmente y no a través de especulaciones, aunque observa que hay limitaciones en el saber humano y una relatividad en el conocimiento. Indica que no hay mejor procedimiento de investigación filosófica que el método positivo. De ahí que se adhiere también al evolucionismo de Spencer. En Psicología, siguiendo a Comte desecha el método de la introspección. Se adhiere a una gnoseología relativista, negando que exista lo absoluto.

Sin embargo, Prado ha sido calificado como “positivista académico” y de “derecha”, porque no es enteramente positivista, ya que considera que la ciencia debe ser complementada con la filosofía, pues ciencia que no se vincula con la filosofía sería un saber parcial y la filosofía que prescinda de la ciencia sería una abstracción dogmática. Todavía más, dado su carácter de clase conservador, en su afán de salvar la religión nos dice que “la ciencia no puede inmiscuirse en los predios de la creencia”. De esta manera mezcla el kantismo y el spencerismo. Y es que Prado se alimentó del positivismo idealista de Fouillée, Guyau, Hoffing y Wundt. No obstante lo dicho, en este estadio, todavía Prado continúa considerando la ciencia como la fase madura de la reflexión.

El segundo tramo lo constituye su mutación hacia el espiritualismo vitalista de Bergson, donde recibe el influjo de Nietzsche, Boutroux, Eucken y James, con cuyas doctrinas compondrá una suerte de eclecticismo para afirmar principio de creación y vida, pero tampoco es un bergsoniano consecuente, por que critica el uso exclusivo de la intuición y temen de que las cosas puedan tratarse sólo a nivel instintivo, lo cual sería un fatalismo ciego.

Sobre el Problema Nacional.

Como militante de las filas del civilismo Prado, igual que García Calderón, tenía simpatías por la solución “bovina” de nuestra raza, pues dice que hay que renovar nuestra sangre y herencia con el cruzamiento de otras razas. Asevera que nos falta una religión…; apunta que el capitalismo es tipo de sistema que debe adoptar el Perú para forjar su progreso económico, tomando como paradigma al país del Norte, donde no sólo hay un florecimiento industrial sino una verdadera práctica de la libertad.

Sobre la Educación.

Arguye que un pueblo vale más por su educación, pero ésta debe estar fundada en el trabajo y en la industria. Sólo la educación puede darnos una unidad nacional.

La verdadera educación está en la praxis y por ende, la escuela tiene la misión de educar para la vida productiva.

A la escuela de las palabras debe suceder la escuela de la acción, que aconseja utilizar los sentidos y formar el espíritu de observación.

Opuestamente a Deústua y Riva Agüero piensa que la educación no sólo debe estar dirigida a una élite directora, sino también a las clases populares.

Sobre el Problema del Indio.

En su Discurso: Estado Social del Perú Durante la Dominación Española, pronunciado en 1894, Javier Prado, grafica la situación del indio durante el virreinato en las siguientes frases (16):

“Tenía también la raza india un vicio predominante; aquél que perturba la razón, que quita la conciencia de la vida, que enerva aún más, un organismo débil que aspira a la somnolencia, al reposo: era la embriaguez, en la que el indio se consideraba libre del mecanismo social que lo encadenaba; se olvidaba de aquél constante trabajo sin estímulos, sin aprovechamiento personal; se separaba del mundo… Pero, sobre todo los vicios del indio, en aquella vida desgraciada – en la que estaba condenado a prescindir de las cosas más necesarias para su conservación – la embriaguez lo dominaba irresistiblemente, absorbiendo su vida, formando su única satisfacción, por encima de todos los peligros y de todos los martirios. El indio desde aquella época se embriagaba. Si las propiedades de la bebida… no hubieran neutralizado… la funesta acción del alcoholismo, vicio secular del indio, a través de tres civilizaciones, ya su raza, sino se hubiera extinguido del todo, habría llegado al último extremo de aniquilamiento físico, de degradación moral y de embotamiento intelectual, de idiotismo o de imbecilidad”. Y de esta suerte, separadas, divorciadas, sin lugar a formar jamás un cuerpo homogéneo, han vivido las diversas razas en el Perú, durante la época colonial; y no habiéndose ellas fusionado, no ha existido tampoco los sentimientos y esfuerzos comunes, los ideales y los intereses nacionales, que son los únicos agentes que pueden conducir a los pueblos por el camino del progreso.

JOAQUIN CAPELO

(1852 – 1928)

Extracción  y posición de clase.

En representación del pensamiento burgués y liberal que parecía desarrollarse en nuestro país en los últimos lustros del siglo pasado y comienzos del presente, se alzó la figura del pensador Joaquin Capelo, sociólogo, abogado, escritor, orador y parlamentario procedente de la clase media, que llegó a la cátedra de San marcos para enseñar las ciencias matemáticas. Aunque no dictó Filosofía en los claustros, sin embargo dirigió sus esfuerzos al campo de la educación y la sociología.

Su pensamiento.

A decir de Capelo, por fatalidad en nuestra nación no existe preocupación por desarrollar la Filosofía, pues lo que más se difundió es el catecismo de la doctrina cristiana y sólo un escaso número de interesados se dedica a la actividad reflexiva. Ahora bien, la reflexión filosófica es necesaria, porque son los filósofos, los que han sacado al hombre de la vida salvaje que discurrieron los bosques para congregarlos en populosas ciudades. La Filosofía es la que nos revela que existe un orden preestablecido y que somos objeto y sujeto, espíritu y materia unificados en un Yo.

Capelo se adhirió vivamente al pensamiento positivista de Comte y Spencer y al evolucionismo de Darwin. No piensa como otros positivistas que la Filosofía sea inútil. Muy al contrario precisa la distancia que existe entre Ciencia y Filosofía, afirmando que mientras la ciencia se ocupa de los hechos concretos y visibles a la Filosofía le queda reservado el terreno de “lo incognoscible”, dado que se ocupa de los primeros principios y de las leyes universales. Compartiendo con lo sostenido por el evolucionismo decía que desde el átomo hasta el hombre había una cadena ininterrumpida de existencia, según una ley progresiva y ascendente hasta tipos más perfectos, pero que en esa evolución la materia no es lo sustancial, puesto que es una sustancia indeterminada y primitiva; por lo que no opta por el materialismo y más bien se adscribe al espiritualismo monadológico de Leibnitz que conduce a reconocer un ser absoluto como es Dios.

El Problema Nacional.

Conocedor de la estructura social del Perú, afirmaba con suficiente fundamentación que la población aborigen constituía las cuatro quintas partes de la nación y que incluso en la metrópoli residía un quince por ciento de ellos, y que de cien mil habitantes en Lima, unos 16,000 eran artesanos entre carpinteros, herreros, sastres, zapateros y otros.

Tomando como modelo el auge del capitalismo norteamericano incentivaba seguir su ejemplo y como Saint Simon reconocía que en la producción concurrían el obrero y el gerente creando la riqueza; pero al mismo tiempo consciente de que nuestro territorio había sido atrapado por el imperialismo, señalaba que los monopolios eran nocivos y difíciles de destruir. Empero, sacando a relucir su optimismo propiciaba que irrumpieran braceros, libros de las ataduras de la servidumbre, jornaleros, operarios aptos para las actividades manufactureras.

El Problema del Indio.

Su misma profesión sociológica y su temperamento sensible, lo llevó a preocuparse del problema indígena, al punto de organizar con Dora Mayer y Pedro Zulen la Asociación Pro-Indígena, de la cual fue su presidente en 1912, y cuando tuvo la oportunidad de ser tribuno denunció los execrables abusos que se cometían con los nativos. Alguna vez, le tocó reforzar las huestes pierolistas.

Versado en las corrientes modernas de la psicología y sociología, afirmaba que el problema racial era postizo, puesto que no existe diferencia de raza y es falso que los indios no puedan asimilar las enseñanzas, y si el indio permanecía en ese estado era más bien fruto de la acción del gamonalismo y las clases dirigentes, que habían convertido a la nación en un organismo enfermo.

Sobre el Problema de la Educación.

Igual que Villarán notaba que requeríamos de hombres de empresa capaces de hacer producir la tierra y crear la industria, pero que para plasmar este anhelo había que fomentar una educación activa que no discriminara el trabajo manual y que más bien impulsara el capital y el trabajo asociados, porque el feudalismo mantenía estagnado a nuestra sociedad y sobre todo a la metrópoli en una situación de parálisis y pesimismo. Como sociólogo que era, estudió minuciosamente los confines de Lima, valiéndose de una interpretación organizacio organicista de la composición económica, social, moral y física de la capital, todo lo cual está resumido en su obra Sociología de Lima (17).

Wilfredo Dapsoli, al escribir: El Pensamiento de la Asociación Pro-Indigena (18), trascribe un artículo interesante que se publicó en El Deber Pre-Indigena en 1915, en los siguientes términos:

“Es la base económica la que precisa cambiar. La educación que no tenga ese cambio, por objetivo principal, está demás. En el Perú, el cambio de la base económica prima sobre todo otro cambio, porque de allí nace el mal mayor de que padecen aquí los individuos, las colectividades y la Nación toda. Viene el mal de muy lejos y sus raíces arrancan de muy hondo… Todos los centros industriales, mineros, agrícolas y últimamente también los centros ganaderos, son propiedades extranjeras en su mayoría y se alimentan y sostienen con capital extranjero. Para los peruanos de hoy no hay otro campo que el de dependientes, agentes a empleados de esas empresas, como fueron los indios nobles de la época de Atahualpa respecto a los conquistadores. Lo propio está pasando ahora con los herederos de Pizarro y de sus huestes.

En cambio, miremos del lado del Norte y allí, más allá del Ecuador contemplemos esa gran nacionalidad americana que asombra al mundo más que con su riqueza y su grandeza con sus métodos, su modo de ser y su modo de actuar y vivir, en lo individual y en lo colectivo. Esa nación tiene base económica enteramente distinta que la del Perú. Lo fundaron unos cuantos hombres libres, que abandonaron la patria europea, precisamente en busca de libertad y autonomía, y que al fundar la nueva nacionalidad, pusieron todas sus esperanzas y todas su expectativas solamente, únicamente, en el propio e individual esfuerzo en su trabajo inteligente y honrado, y en la confianza de sí mismo, por eso han hecho un gran pueblo donde nada había.

Es esa base económica la que el Perú necesita; la base del trabajo inteligente y honrado, del trabajo que dignifica y ennoblece, tanto el obrero como el gerente de la empresa que crea la riqueza y la hace brotar de la nada, haciendo el reparto del esfuerzo como del provecho, a la sombra de la justicia y la libertad, no del despojo y del privilegio.”

MANUEL VICENTE VILLARAN

(1873 – 1958)

Su extracción y posición de clase.

Manuel Vicente  Villarán y Godoy, procede de una familia civilista del Perú. Fue abogado de oficio como su padre, desempeñó funciones de parlamentario y postuló a la presidencia de la república; fue vocero de la incipiente burguesía al comienzo del presente siglo; expresó una tendencia democrática en su ideología, pero no simpatizó con temas de índole socialista por conceptuar que  “económicamente conduce a la miseria”. No obstante, a diferencia de Alejandro Octavio Deústua que preparó en las mentes fascistas la práctica de un genocidio simulado en contra de las comunidades, Villarán salió en defensa de los indios, aunque al final terminó amparando los intereses agro-exportadores en su calidad de abogado del enclave minero de la Cerro de Pasco.

Su Pensamiento.

La concepción de Villarán pasa por tres instantes. Primeramente fue idealista y como abogado estuvo difundiendo las ideas del Jus-naturalismo tradicional. Después, ingresó al positivismo, para luego acantonar en el pragmatismo.

En el primer momento de su pensamiento está adscrito al a Filosofía del Derecho, incluso piensa que las ciencias morales, además de usar la inducción deben acudir a la deducación de tipo especulativo.

En 1907, después de abjurar del idealismo metafísico, asume posturas positivistas, pero las toma en forma moderada y progresista. Aduce que es preferible abandonar la Filosofía del Derecho y situarse más bien en el realismo sociológico. Como jurista, estima que la Filosofía del Derecho parte de la razón, se apoya en la metafísica, la psicología y la ciencia social. Recogiendo los preceptos de la revolución francesa, en esta fase considera que son derechos naturales: la integridad física y mental, el honor, la libertad, la igualdad, la propiedad y la defensa. Aparece como defensor de la clase oprimida, al sostener que las ciencias morales son positivas, independientes, de toda metafísica. Ataca al latifundio y al gamonalismo. Preserva, en cambio, la propiedad comunal.

Arremete contra el idealismo krausista y ampara las ideas de la escuela sociologista. Pone en vigencia el estudio del método comparativo en el Derecho, e introduce autores de la escuela analítica. Desecha todo punto de vista trascendental. El concepto de “libre albedrío” es rechazado por ser incompatible según Villarán – con las leyes del pensamiento, porque experimentalmente es indemostrable.

Critica los remedios formales y las simples soluciones legislativas. Villarán que viajó al Norte y que en los Estados Unidos había observado el éxito de la burguesía, en su tercera fase adopta posiciones de corte hedonista y utilitarista, ahora ama la vida, desea el placer y la unión fraternal entre los demás seres; es antropocentrista. Aboga por la pequeña propiedad individual. Teme los levantamientos campesinos.

Desde el punto de vista pragmático, explicará que el atraso de nuestro país no se debe a causas imputables a la raza indígena, sino a la ausencia de un mercado interno. Esta deficiencia podría ser subsanada convirtiendo a nuestros hombres en seres laboriosos y positivos.

Por consiguiente, en esta tercera fase, después de relegar el positivismo, Villarán ya no cuestiona a la clase aristocrática y señala que la causa de los males no son los que egoístamente manejan el país, sino que hay otras causas de origen geográfico-natural.

El Problema Nacional.

Villarán asevera que nos encontramos en un país con un territorio geológico fragmentado en retazos por las cordilleras, desiertos y selvas; de ahí que hay necesidad de resolver los problemas a través de la apertura de vías de comunicación; para ello espera de las bondades de la estructura capitalista, esto es, de la expansión de la industria, la creación de la riqueza, la mayor producción, la implantación de empresas con maquinaria productiva y en la formación de empresarios, pues no olvida que el progreso económico es el factor primordial para germinar una clase dirigente.

El destacado jurista criticó acremente a la sociedad peruana de su tiempo por estar fuertemente aristocratizada y centralizada y por tener afición sólo por la retórica y a los versos; según él, por esa unilateralidad nos encontramos con una fuerza productiva deficiente, estamos saltos de hombres laboriosos.  Existe en el país una predilección exagerada por el cultivo de las letras, prueba de ello es que a fines del siglo pasado, habían 5,496 clérigos entre frailes y monjas,  de otro lado, la clase oligárquica entendió por labor la dedicación al a política como ocupación dominante en vez de una prospección hacia la industria y el comercio.

Hay en nuestra nación el vicio del “funcionarismo”; nos refugiamos tras la tranquila nave del Estado. Tan pronto como un hombre comienza a sentir sus fuerzas tiende sus brazos hacia un puesto público. El universal e inmoderado deseo de obtener empleos burocráticos retrae a la juventud a seguir carreras industriales y mercantiles. Los nacionales solo sentimos vocación por la burocracia y dejamos a los extranjeros que tomen a su cargo los trabajos productivos.

Contagiados por la ideología platónica y escolástica se pensó en el Perú que el trabajo era propio para traficantes y plebeyos. Esta concepción contribuyó a acrecentar la aversión por el trabajo y la diferencia de las razas. Todos los blancos querían parecerse a los condes y marqueses. Comentaban que las faenas físicas era cosa de indios y negros. De este modo, se crearon las condiciones para el indio siervo originara ricos ociosos. Una señal de esto nos dice el censo de 1770, que delata la existencia de 20,000 vagos, sólo 1,000 artesanos.

El Problema del Indio.

Dado que la clase dominante estaba a la caza de los diplomas, el sector que había quedado inmune a esa adicción era el campesinado, residente en las comunidades, instituciones que inclusive, pese a la amenaza de la despoblación en la colonia y su exterminio en la república, ofrecía resistencia como “un contrapeso al caciquismo semifeudal”. Era pues meritorio que estas instituciones tradicionales hubieran sobrevivido ante la amenaza “blanca”, que usurpó sus tierras y por ello el gobierno estaba en el imperativo de dictar normas tuitivas en pro de los indígenas. Felizmente, pese a los negativos esfuerzos del gamonalismo, éste no había podido arrebatar la integridad de sus territorios. Esto demostraba palmariamente que el campesinado estaba apto para elevarse a la altura de otras razas. Todo era cuestión de dotarles de una instrucción apropiada, fundamentalmente dándoles técnica.

Villarán se opone a la parcelación de las tierras de las comunidades, por que rápidamente podría ser absorbida por la gran propiedad.

Salió en defensa de la comunidad porque era el único instrumento de defensa popular en contra de los apetitos del gamonal, pues es bien sabido que los blancos quitan a los indios, desde la época colonial, las tierras bien situadas y sólo dejan aquellas perdidas en puntos lejanos e inaccesibles.

El Problema de la Educación.

Según Ernesto Yepes del Castillo (19) Villarán, en 1905 llegó a plantear el desarrollo económico como base de cualquier intento de educación nacional. Postula que la educación debe alcanzar democráticamente a todas las clases sociales, pero que su contenido debe variar según la jerarquía social, fomentando una educación para el trabajo en las masas populares. El campesinado debe educarse, pero con orientación al trabajo productivo. La escuela es apenas un auxiliar de la cultura, un medio inventado para acelerar el perfeccionamiento de las gentes civilizadas.

En 1908 Villarán resume la nueva educación como democrática, simple, común y profesional, tendiente a despertar energías físicas y mentales, estimular el trabajo y formar hombres. Deseaba que la educación sirviera como arma para vencer la explotación obrera, la servidumbre indígena y todos los obstáculos retrógrados. La educación está sujeta pues al desenvolvimiento económico.

Elabora una pedagogía positivista aplicable a la educación peruana y contraponiéndose a lo propuesto por Deústua opina que la herencia española ha fomentado las carreras liberales y por lo mismo, ahora tiene que virarse hacia las profesiones productivas.

Rememora que en el coloniaje la gente vivió preocupada más por la obtención inmediata de los diplomas, para cuyo efecto aún viajaban desde Quito y Buenos Aires. Es que, por entonces, los ideales de la clase dominante –como hata hoy- era obtener el doctorado, alcanzar una cátedra en la universidad. Como corolario de esto, hay abundantes maestros de historia, literatura, latín teología, leyes filosofía y matemática; pero no hay ninguno que nos enseñe a labrar la tierra, a cuidar el ganado, explotar la selva, navegar, comercial, fabricar cosas útiles. En suma, preferimos una educación que adorna, en vez de buscar una que aprovecha.

Hasta hoy, empero, los Ministerios siguen propiciando una enseñanza que sirva para distraer el ocio de los ricos y no la que enseña a trabajar a los pobres. Este mal no sólo es de la capital también está en la serranía.

En un discurso pronunciado en 1936, transcrito en Páginas Escogidas (20) puede leerse lo siguiente:

“… Gran parte de las expectativas de grandezas del Perú se fundan en la sierra. Desarrollemos pronto esta inmensa región del territorio, pletorita de posibilidades. Sus atrasos provienen de factores geográficos, no de deficiencias humanas. Muchas de sus ricas secciones viven empobrecidas por fatal aislamiento. Si aproximamos la sierra a la costa y a la montaña y acercamos entre si las zonas serranas, puede asegurarse que en muy corto plazo, la potencia económica del Perú dará un avance incalculable. Respecto de la montaña, es no solamente una reserva nacional de futuras riquezas; es también, en grandes trechos, campos vastísimo de poblamiento y trabajo, actualmente aprovechable. Lo único que falta es hacerle accesible y fomentarla con obras y servicios públicos eficaces”.

Y haciendo campaña electoral en su carrera política, añadía:

“Lo que más interesa a los proletarios y empleados, si bien calculan su verdadera conveniencia, es que se conserven la paz y el orden para que la prosperidad no se interrumpa. Yo no les aconsejo el conformismo ni desapruebo sus reivindicaciones. Las comprendo y apoyo…”.

JOSE DE LA RIVA AGÜERO

(1885 – 1944)

Extracción y posición de clase.

En José de la Riva Agüero y Osma, podemos encontrar el prototipo del más rancio abolengo hispanista que siente aún el espíritu de casta. En efecto, estuvo emparentado a la oligarquía limeña y al civilismo tradicional. El mismo se reputaba descender de la aristocracia íbera y de una élite de sangre. Dado su linaje llegó a ser Ministro de Oscar Benavides. No obstante esa extracción de clase, tuvo un rato en que adoptó posiciones liberales y ateas, para luego retornar a los predios del conservadurismo, y lo que es peor, organizó un movimiento fascista. Lo curioso del caso es que Riva Agüero, temiendo ser reprimido por Leguía se autoexilió.

Su Pensamiento.

Este pensador hispanófilo antes que filósofo es un político e historiador. Ciertamente, como dice Sobrevilla, son rescatables sus escritos sobre política, no así lo atinente a su reflexión filosófica. En este caso, a quien más ha exaltado es a Gabriel Dánnunzio, el fascista italiano, por su patriotismo, gallardía y aristocratismo. Es que, Riva Agüero hizo apología de la contrarrevolución mussoliniana, señalándolo como arquetipo de regeneración para los pueblos latinoamericanos. En esta misma línea elogío al falangismo de Franco. Calificándolo de realizador de una gran cruzada.

En su primavera liberal (1912), criticó al escolasticismo, subrayando que es propio para fanáticos y leguleyos; combatió el eclecticismo de Cousin por ser vacío, verboso y utópico; también al positivismo, calificándolo de estrecho, por ser una filosofía para oprimidos y vencidos; en cambio, influido por Bergson, saludó a Mariano Iberico Rodríguez porque el espiritualismo según Riva abre a la actividad personal y por lo tanto es una filosofía promisora. Como hombre versado en las letras el pesador mostraba una admiración ciega por las grandes obras y movimientos de su época, entre ellos los promovidos por Víctor Hugo, Anatole France, André Gide, Romaní Rolland, etc.

La oportunidad en que fue positivista tuvo un enfoque realista del aborigen peruano, reconociéndolos como los músculos del Estado, por eso los calificaba de luchadores tenaces y los admiraba pro sus cualidades militares. Pero más adelante, Riva Agüero va terminar justificando la conquista y el aporte hispánico, apuntando que el Clero realizó una indiscutible labor civilizadora sobre la raza nativa. Por eso se ha dicho que hay “dos Riva Agüero”: el joven, el que representa a la inteligencia cultivada y se preocupa por forjar la conciencia nacional, y el Riva Agüero de la etapa final que representó al historicismo después de 1930 y preconizó el más ardoroso y combativo grupo de los fascio.

El Problema Nacional.

En opinión de Luis Alberto Sánchez (21), a pesar de que Riva Agüero interior del País “a mula, tren y caballo” no llegó a conocer la realidad de la patria. Esto, porque primó fundamentalmente en él, la concepción idealista de la historia, de figurar como elementos providenciales que imprimen su personalidad para el progreso humano, a los héroes, santos y estadistas. Inspirado por el fascismo italiano, insufló su comportamiento de patriota, pero entendía por patria sólo un conjunto de símbolos vacíos. En su afán de aclimatarse a nuestra idiosincrasia, también fundó el Partido Civil Independiente (Futurista) en el cual núcleo  a intelectuales como Antonio Miró Quesada, Javier Prado, Matías Manzanilla, Manuel Vicente Villarán y otros.

Sobre el Problema del Indio.

Riva Agüero llegó a expresar que el indio era un ser degradado, dotado de una psicología de inferioridad, acostumbrado al servilismo, a tal punto que recibieron a los conquistadores con resignación. Y es que para Riva Agüero, los incas no pasaron de ser unos esclavos taciturnos, por expresar una raza en decadencia y degeneración, por lo que estaría justificado inclusive su exterminio; desprecia así el aporte indígena a la cultura peruana y termina por convertirse en un apologeta de la clase dominante. Con esta revisión de sus conceptos abandona sus primigenios criterios de acre censura al civilismo y olvida su acercamiento a la Asociación Pro Indígena. Es verdad que se adhirió a las tesis que reclamaban la protección legal del indígena, pero su racismo quedó de manifiesto cuando presentó como alternativa la solución “bovina” del cruzamiento para el mejoramiento de la especie.

Reprobando las proposiciones de Riva Agüero, el historiador Pablo Macera califica a Riva de profeudal y procortesano, una especia de “vuelta hacia atrás”, aunque en 1920 fue una gran promesa, que se contradice cuando salido del Perú se distrajo en otros asuntos. Otro mérito que reúne es el hecho de que en 1936, dictó excelentes y polémicas lecciones sobre los incas, pero se perdió en lo pseudo orgullo y antes de morir “ya era un sobreviviente cultural”. De su parte, Basadre pondera su libro Historia del Perú (1910) por ser un trabajo de primera categoría por la amplitud del panorama y por la independencia de sus juicios; es más, también es laudable que Riva haya iniciado en 1917 un movimiento neogarcilacista.

Desde otras ópticas se le ha observado a Riva Agüero de ser refractario a la asimilación de las ideas socialistas, al parecer porque jamás compatibilizó con estas doctrinas, de las que afirmaba que eran “escorias del hegelianismo”.

En su obra Carácter de la Literatura en el Perú Independiente, a pesar de que Riva estima que la naturaleza humana jamás varía, emite juicios notables en torno al interés de las clases sociales (22):

“¿Qué ganaría el Perú con a formación de partidos de principios? En Europa como en América, en las grandes potencias como en las naciones pequeñas, los partidos de principios, cuando existen, no son sino el signo bajo el cual se agrupan intereses de clases y de personas. No se lucha por las ideas, sino por los intereses que representan. Mejor dicho, las ideas políticas no son nunca más  que el símbolo o la expresión abstracta de determinados intereses. Así sucede en Inglaterra y en Francia, en Alemania y en Rusia, en Italia y en España y como no hemos de cambiar la naturaleza humana, así sucederá en el Perú. Variaríamos de nombres, y nada más que de nombres. El fondo sería idéntico; tendríamos lo que hoy tenemos. ¿Merece una cuestión de palabras tantos afanes? Nuestra regeneración no puede venir de allí, vendrá del progreso en la educación; del incremento en la riqueza; del desarrollo de la actitud; del combate sin tregua contra inercia, contra la pereza criolla que nos mata; de la consolidación de la paz; de la estabilidad de los gobiernos; de una acertada reforma constitucional, que limite la órbita de los poderes públicos y que asegure la permanencia en los propósitos, en vez de la incesante y caótica mutación de rumbos y políticas”.

FRANCISCO GARCIA CALDERON

(1883 – 1953)

Extracción y posición de clase.

Hijo del ex – presidente de la república que lleva el mismo nombre, Francisco García Calderón Rey, es descendiente de la aristocracia peruana y a decir de Augusto Salazar Bondy, por formación y extracción social, pertenece a la clase gobernante; representa la conciencia burguesa lúdica en actitud mediadora y a la par que es el intelectual “orgánico” del civilismo oligárquico. Según Ernesto Yepes del Castillo, desde adulto, la mayor parte de su vida transcurrió en Europa e incluso sus obras las escribió en francés. La derecha peruana después de García Calderón, Riva Agüero, Belaúnde y Miró Quesada no ha vuelto a tener ideólogos preponderantes.

Su Pensamiento.

Como le ocurriera a Belaúnde, García Calderón en una primera instancia toma partido del positivismo de Spencer cuando ésta filosofía estuvo en boga y siguiendo las huellas de su maestro se apega después al vitalismo de Bergson por influencia de Fouillée, Tarde, Wundt, Guyau, Nietzsche, Rodo y Boutroux.

Igual que Javier Prado Ugarteche, el civilismo peruano en su conjunto, a imitación de lo que sucedió en Francia, estimó urgente asumir el triunfalismo de la filosofía positivista, animado por la idea de “progreso” y con el oculto propósito de arrebatar sus banderas a posturas más radicales como las que había formulado Gonzáles Prada, el anarquismo y los socialistas.

Al declinar el civilismo, García Calderón prefiere cobijarse en posiciones idealistas y neotomistas. Esto es natural en García porque sus ideas estaban ligadas más bien al pasado. Algo más en una suerte de eclecticismo, García Calderón enlaza las ideas del clericalismo de Bartolomé Herrera con las que proponía difundir el liberalismo, con miras a formar un círculo que mantuviera la aristocracia del espíritu. En el fondo, buscaba asegurar un evolucionismo pacífico presidido por una élite nueva, debidamente cultivada, cohesionada y progresista, para proponer un proyecto reformista. En concepto de nuestro pensador, el miembro de la clase dirigente debería ser rico, talentoso y tradicionalista.

Como colofón de este comentario debemos decir con Salazar Bondy que, García Calderón no tiene un genuino libro de filosofía, sino más bien ensayos breves como: Hombres e Ideas de Nuestro Tiempo (1907); El Perú Contemporáneo (1907); Profesores de Idealismo (1909); Ideologías (1917); Ideas e Impresiones (1919); y  La Herencia de Lenin (1929).

Encomiaba a Bergson por constituir el filósofo de las razas jóvenes, animado de espíritu vencedor y optimista, que afirma la libertad moral, el valor del esfuerzo y de la lucha.

Se pronuncia así a favor del idealismo y declara estar convencido de que toda la América es idealista, pero hay necesidad de añadirle algún elemento pragmático, para que no sea estéril ni abstracta.

García, con frecuencia, solía tener opuestos puntos de vista; le seducía el pensamiento aplicado a la vida, anhelaba huir de todos los exclusivismos y radicalismos; deseaba una nueva tabla de valores donde hubiese tolerancia, solidaridad y cooperación, buscaba un equilibrio entre el ideal moral y la lucha económica. Incluso, desechaba la intransigencia de la religión. Entendía por ésta una manera de vivir mejor y no un credo.

Resumiendo García segura que la filosofía triunfante en nuestro país es la bergsoniana.

El Problema Nacional.

En su obra El Perú Contemporáneo, explica que en lo económico, el Perú es un país eminentemente agrícola, con buen futuro en su algodón, pero que su industria avanza lentamente. Entre los palpitantes problemas señala la irrigación de la costa y la inmigración. Hay un centralismo que impide la autonomía y el avance de las provincias y sin embargo, hay una excesiva burocracia. En suma, hace una crítica global de la sociedad, objetando la familia, la religión, la educación, el Estado, las instituciones públicas, el ejército, la prensa, las fuerzas sociales y económicas. Aborda el renacimiento peruano, la evolución de los hechos, las fuerzas políticas y educativas, la situación internacional y el porvenir. En sus primeros capítulos, previamente se ocupa de la geografía y la historia.

Refutando las ideas de Manuel Gonzáles Prada en el sentido de que el Perú pudiera ser una nación inarticulada, expresa que no es verdad que hallan múltiples naciones, sino sólo una, pero con fuertes limitaciones, las cuales podrían ser superadas con la entronización de la tecnología, la inmigración europea, la modernización, etc. Con ello persigue un camino provisor sin hecatombes ni mesianismo para lograr prosperidad e industrialismo moderno, aunque advierte que el Perú se halla amenazado por los Estados Unidos, Alemania y Japón.

Caracterizando al Estado peruano, revela que es omnipotente y practica la dictadura. El ejecutivo cumple equivocadamente una actividad legislativa: los partidos políticos son débiles e inestables y están al son de un caudillo. García quiere en cambio un gobierno democrático dirigido por una nobleza que debe unir intelecto, riqueza y tradición. Es partidario de la unificación de todas las naciones sudamericanas, pues América Latina, por su tradición y origen, está unida por el legado del espíritu que dejó España y Portugal.

Entre los males visibles de nuestra idiosincrasia está el hecho de que el peruano tiene una voluntad débil, busca el personalismo y el decoro.

En el criterio de Mariano Valderrama (23), García Calderón fue incapaz de identificar las verdaderas causas de nuestros males sociales; no estuvo preparado para estudiar la base económica del país y señalar sus contradicciones fundamentales, todo lo cual denuncia la incapacidad de la derecha peruana para realizar un análisis objetivo de la realidad  nacional, pues a lo sumo presentan como alternativa de un “cesarismo democrático”, pero manejado por una oligarquía que sea capaz de establecer un orden interno.

En suma, El Perú Contemporáneo para muchos críticos, encierra el proyecto de una clase social que se frustra.

El Problema del Indio.

En concepto de García Calderón, la población indígena está conformada por “niños envejecidos” que requiere protección frente a sus explotadores: los curas, caciques y gamonales. Caracterizando el temperamento de los habitantes peruanos, García precisa que mientras el costeño es idealista, generoso, aunque superficial en el verbo, y con gran amor a la apariencia; inversamente el  indio es la manifestación de la ignorancia y el rechazo de la civilización, en consecuencia, la personificación del Perú, no puede ser el indio, sino el hombre costeño, de ahí que la solución sea la inmigración europea, que indiscutiblemente es la raza superior capaz de elevar las cualidades morales y espirituales del aborigen. Sólo el blanco está en  capacidad de impulsar la explotación de nuestros recursos naturales, a través de la irrigación en la costa.

Empero, el conflicto de razas es un mal que puede ser resuelto mediante la libertad política, protección económica, y la defensa de la raza indígena, contra el cura y el cacique.

El Problema de la Educación.

Se queja de la influencia que el clero tiene sobre la educación, aunque reconoce que los colegios confesionales son mejores que los laicos. Observa que la educación femenina está desatendida. Y en lo concerniente a la Universidad, ésta sigue siendo escolástica. En gran parte nuestra Universidad es culpable porque fue la formadora de secretarios de dictadores, intelectuales que legitimaron gobiernos de facto y que redactaron manifiestos golpistas. Al final de cuentas la universidad se concretó a formar una patria de doctores, una nación de mandarinato político, donde los abogados son directores de la máquina administrativa y fiscal, de ahí que el único intelectual que admira es a Gonzáles Prada.

Para Salazar Bondy, García Calderón es un preclaro representante de la generación del Novecientos, que no llega a revolucionario, tampoco desea la vuelta al pasado ni al inmovilismo, propugna una reforma sin vicios idílicos; pero otros intelectuales como Degregori y Lych han tipificado a García como un precursor del neocolonialismo por su tesis inmigracionista. A juicio de éstos, García Calderón observa a nuestro país como una suerte de “chacra grande”, a la que le falta un buen administrador.

La imbricación existente entre el Clero y la Educación, la explica García Calderón en su cimera Obra (24), en cuyo Capítulo V, al tratar sobre las “Fuerzas Educativas” nos dice:

“El Clero tiene en sus manos la educación de las clases dirigentes del país. Ha habido, esporádicamente, ensayos de educación laica, de espíritu religioso, como en el Instituto de Lima; pero la elite se educa en los colegios de las congregaciones. Esta formación tiene, en el Perú los defectos de una educación laica: es un bosquejo, un ensayo sin coordinación ni progreso positivo. La Educación clerical, congregacionista, es, en principio, peligrosa para la formación del carácter peruano, ya que favorece por su acción, todos los vicios hereditarios: la pereza intelectual, responde con soluciones dadas, con afirmaciones sin crítica y su condena al análisis; a la debilidad de la voluntad, con la disciplina universal y la dirección minuciosa y autoritaria de la conciencia…

La educación de los colegios laicos, ha tenido en el Perú notable inferioridad por su influencia y número, y con los mismos defectos latinos y clásicos de la educación religiosa. Ha sido liberal, pero superficial, retórica y literaria, dotada de una filosofía espiritualista y carácter democrático. Sin ser clerical, acepta la religión, enseñándola en su totalidad.

La religión ha tenido acción poco fecunda sobre el pueblo. Una cierta aspereza en las costumbres y la propensión al alcoholismo y el libertinaje se ha debilitado gracias a su orientación; pero ni la energía ni la resistencia para el trabajo, ni la educación o los ideales, se han incrementado por la fuerza de la fe. La religión se ha ligado al molde nacional: superficial, verbal y material, no ha dotado de gran objetivo a la vida y acción colectivas…”.

VICTOR ANDRES BELAUNDE

(1883 – 1966)

Extracción y posición de clase.

Es descendiente de una familia aristocrática y católica provinciana de Arequipa; regentó la cátedra de Historia de la Filosofía en la Universidad de San Marcos y en la Universidad Católica. Fue diplomático, periodista, orador. Manuel Vicente Villarán y Raúl Porras Barrenechea han dicho de él que ha sido el más brillante, lúcido abogado de los derechos territoriales del Perú. Riva Agüero lo considera como el mejor orador parlamentario por su elocuencia. Desempeñó la presidencia de las Naciones Unidas. Se insertó en la mediana burguesía. Está considerado como el intelectual que más ha justificado el papel de la Iglesia como institución “evangélica” de la raza indígena. En efecto, es un preclaro pensador feudal y racista que asumió posturas conservadoras al extremo de reputársele un pensador “orgánico” de la derecha. David Sobrerilla lo califica “proibérico” que preconiza un corporativismo cristiano.

Su pensamiento.

Como ha sucedió con la mayoría de nuestros ideólogos, Belaúnde no se  ubica desde el comienzo en una sola orientación; muy al contrario, recorre por diferentes predios filosóficos, como producto de los vaivenes a que estuvo obligada a actuar la clase y el sector social a que perteneció. Víctor Andrés, antes que forjar un pensamiento nacionalista, tuvo colocada su mirada hacia Europa, de ahí que, aprenderá de ultramar las corrientes doctrinarias que convendrán a los intereses de su élite. Es así como en sus primeras incursiones ancla en la arena de la filosofía positiva, para después de unos años, virar hacia el bergsonismo y desembocar finalmente en el agustinismo.

Ante la insurgencia de corrientes innovadoras como el populismo y el socialismo, Belaúnde, el Partido Civilista del Perú y los sectores de la plutocracia nativa se guarecieron bajo el manto de la filosofía positivista que, como se sabe es una doctrina que tuvo su aparición en la Francia capitalista y competitiva, teniendo en Comte a su mejor intérprete. Pero como esta filosofía allí donde se desarrolla una clase social burguesa triunfante, encontró fuertes escollos en nuestro país, donde no existía una clase capitalista robusta ni una industria nacional expectante, a causa precisamente de la indecisión de los políticos criollos que habían preferido coaligarse con los intereses foráneos  antes que posibilitar una revolución democrático-burguesa. En  este episodio que fue fugaz, Belaúnde se manifiesta agnóstico y crítico de la religión, es una antimetafísico, un cientísta, inductivista y emperista. No concibe ninguna moral, Derecho ni ciencia que no sea experimental. Para él, toda filosofía debía partir de los hechos, de algo concreto, de lo particular; no acepta la inmutabilidad de la naturaleza humana ni el apriorismo, incluso, como testimonio de esta concepción llega a escribir la obra La Filosofía del Derecho y el Método Positivo (1904).

Empero, desengañado por la falta de “aclimatación” filosófica, Belaúnde notará hacia las canteras del vitalismo bergsoniano, que igualmente había tenido difusión en Europa como respuesta a las tesis empiristas del positivismo. El bergsonismo se alzó en nombre de los espiritualistas e irracionalistas que rechazaban toda suerte de concepciones mecanicistas.

El viraje que experimenta Belaúnde hacia el vitalismo neoidealista ocurre justamente cuando en 1912, ingresa la docencia sanmarquina en reemplazo del intelectual civilista Javier Prado Ugarteche. Es el momento en el cual influido por el voluntarismo de Wundt, el experimentalismo de James, el contingentismo de Boutroux, el espiritualismo de Eucken y el vitalismo de Bergson, renegará del positivismo. Atrapado por esta corriente, aparentemente renovadora rechaza el evolucionismo mecánico de Spencer y la reemplaza por la “evolución creadora. Para justificar su aventura positivista, de la cual se arrepiente, Belaúnde dice que optó por esa filosofía sólo influida por sus lecturas pero que al fin descubre que esos estudios son inútiles desde que el positivismo, en resumidas cuentas no pasa de ser cientificista, erudita y superficial, en cambio, el espiritualismo es la única vía que conduce a la verdad.

Pero Belaúnde tampoco ancla en el bergsonismo, pues el acendrado catolicismo de su círculo lo obliga a reincorporarse en el pensamiento clerical y escolástico tradicional. El propio Belaúnde confiesa que una vez apartado del Capitalismo, fueron Spinoza y Kant quienes le insuflaron de serenidad; Pascal le dio el desasosiego metafísico hasta hallar una especie de “nirvana” en busca de la sed de lo eterno; pero quien lo sacia totalmente es Aurelio Agustín, verdadero intérprete de la fe. Testimonio de este recorrido son irremediablemente sus obras: El Cristo de la Fe y los Cristos Literarios (1935); donde explica el enfoque moderno sobre el mensaje cristiano; La Síntesis Viviente (1956) donde plantea que los elementos corpóreos de un país (tierra, instituciones, estructuras), debían transformarse en valores superiores como la religión y la moral que son la esencia de una nación; Inquietud, Serenidad, Plenitud (1951) y finalmente, Palabras de Fe (1952), donde Belaúnde defiende ardientemente el cristianismo y la Philosophia Perennis, llegando al punto de decir que el Perú es “cristocéntrico”.

La Realidad Nacional.

En 1914, escribe La Crisis Presente, donde señala las grandes calamidades que exhibe nuestra nación, entre las que están el excesivo endeudamiento del Estado, el caudillismo de los dirigentes, la falta de representatividad real en el Parlamento, la burocratización, el regionalismo, el centralismo y la crisis moral de la clase dirigente.

Estos problemas también eran materia de análisis por otros congéneres, es así como en 1928, Mariátegui publica los Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, obra que causa enorme impacto en los círculos intelectuales, Belaúnde, como vocero de la derecha peruana, no puede pasar por desapercibido y sin poder refutar las tesis troncales del Amauta, reconoce que en efecto Mariátegui hace bien al estudiar el Perú a partir del factor económico pero estima que esta apreciación, aparte de ser enfocada sólo desde el ángulo político resulta parcial, porque desconoce la importancia de otros factores vitales como el problema moral y psíquico.

El Problema del Indio.

A juicio de Víctor Andrés, los aborígenes del Perú prehispánico habían vivido en tal estado de atraso moral y cívico que se hacían prácticas de poligamia e incesto, de ahí que, cumpliendo designios providenciales, España fue seleccionada para constituirse en esta parte del mundo e imprimir una cultura congruente con la civilización occidental. Esta deprimente situación, pudo haber sido superada por los encargados de dirigir los destinos del país, pero fatalmente la clase plutocrática, por tener escasa moralidad e incapacidad política, no ha hecho los correctivos necesarios a tiempo; muy por el contrario, ha alentado el consumo del alcohol y por otro lado, los gamonales han actuado con prepotencia a vista y paciencia de las clases medias que tampoco han hecho algo para contribuir con salidas decorosas, todo lo que ha conspirado con la desestructuración de la unidad nacional, en lugar de implementar un sistema democrático. Pero aún no es tarde, pues el yanacona debería ser mejor tratado a través de una legislación tutelar que lo torne propietario de la tierra que trabaja, previa expropiación de algunos latifundios improductivos y retardados, que serían materia de indemnización a favor de sus legítimos dueños; una vez en posesión de la tierra la raza aborigen sería socorrida con una adecuada asistencia técnica. Para ello, también hay necesidad de priorizar la educación y convocar a los elementos más capaces de la clase media y a los dirigentes de las clases conservadoras y ricas para formar minorías selectas sin excluir la práctica del mestizaje.

En 1957, aparece Peruanidad, donde pasando por alto el antagonismo existente entre las clases sociales y los prejuicios aristocráticos, dice que no hay oposición entre lo hispano y lo indígena, de donde concluye que hay necesidad de apagar los odios y las diferencias para crear un Perú mestizo y cristiano, desde que hay una síntesis biológica, económica, política y espiritual.

En el parecer de Mariano Valderrama, Belaúnde es un intelectual “moderado” por su línea conciliadora. En cambio, para David Sobrerilla, Víctor Andrés en el fondo es un prohispanista ingenuo que presenta soluciones puramente verbales al hablar de la síntesis entre la cultura europea y andina.

Dueño de una verbosidad copiosa, Belaúnde osó rebatir a Mariátegui en los siguientes términos (25):

“… la evidente injusticia con que trata a la generación a la que pertenezco, ponen de mi parte, al estudiar sus Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, un deber de mayor imparcialidad… en los ensayos de Maríategui, las inevitables deformaciones impuestas por el credo rígido del socialismo pseudocientífico. Pero seamos justos; dentro de ese molde estrecho, ¡Cuánto contenido de realidad, y vista directamente, encontramos¡ Diré algo más: era útil aplicar a la realidad peruana el criterio del materialismo histórico e intentar la interpretación económica de nuestra vida.

 El materialismo histórico no puede explicar ni la conquista ni la independencia de América. Mariátegui esquiva inteligentemente las dificultades de la aplicación de ese criterio a los dos hechos fundamentales de nuestra historia. Respecto de la conquista, que es una embriaguez de aventura, un ejemplo típico del élan vital parece inclinarse a aceptar la explicación estética de Vasconcelos. Respecto de la independencia, afirma que no se habría realizado sin una generación heroica, tratando de conciliar “el hecho intelectual y sentimental con el hecho económico”. ¡Hermosa inconsecuencia! La aplicación estricta del materialismo histórico reduciría los primeros al segundo, considerándolos apenas como epifenómenos. Esta inconsecuencia  y la diferencia que pretende establecer alguna vez entre materialismo filosófico y materialismo histórico revelan en Mariátegui un fino sentido para apreciar nuestra psicología radicalmente opuesta a toda concepción burdamente materialista.

Exageraciones en la aplicación de la tesis materialista y lamentable antihispanismo llevan a Mariátegui a afirmar,  sin reservas y matices, que España no fue un país colonizador y que los españoles se preocuparon casi únicamente de la explotación del oro y de la plata, reviviendo el criterio unilateral de la leyenda negra”.

FRANCISCO MIRO-QUESADA

(1918 – )

Extracción y posición de clase.

Francisco Miro-Quesada Cantuarias, procede de una familia patriarcal, tradicional y conservadora. Hasta 1956, los Miró-Quesada, estuvieron ligados al civilismo y gobiernos de derecha. Simpatizaban con el fascismo y fueron declaradamente anticomunistas. Tienen como trinchera cultural el diario “El Comercio”, desde donde propiciaron unas veces los golpes de estado y otras veces encumbraron a caudillos. De esa familia, salieron intelectuales importantes como Oscar Miró Quesada, que tienen trabajos en torno a la ciencia. Francisco hijo de Oscar, ha sido considerado dentro del clan como un extremista por tener vinculaciones con líderes progresistas. Fue ideólogo de Acción Popular, durante la primera gestión de Belaúnde Terry. Es catedrático de las universidades metropolitanas y dirige los cursos de Lógica Matemática. La ideología de los Miró Quesada, incuestionablemente es el capitalismo, cuyo desarrollo han querido implementar a toda costa, para tal efecto reclamaron un Estado fuerte que promoviera la industrialización y un mercado interno.

Su pensamiento.

Miró Quesada fue influido por Kant, Leibnitz, Hartmann, Hegel, Heidegger y Popper. Su pensamiento se inicia con la adopción de la fenomenología, prueba de ello es su obra Sentido del Movimiento Fenomenológico (1941) y después ingresará de lleno a la Epistemología y la Lógica Simbólica. Testimonio de el lo son sus obras: Problemas Fundamentales de la Lógica Jurídica (1954) y Apuntes Para Una Teoría de la Razón (1983). Sin embargo, toca también temas de ideología, lo cual se trasunta en su obra Humanismo y Revolución (1969) e interpreta la historia de la filosofía en América Latina en su obra: Despertar y Proyecto del Filosofar Latinoamericano 1974, donde periodiza la historia del pensamiento en cuatro generaciones de filósofos: los patriarcas o fundadores, los forjadores, los técnicos y los actuales.

En su primera obra: Sentido del Movimiento Fenomenológico, expone sistemática los principios y la evolución de la filosofía. Es notable aquí las ideas que penetran con Husserl, Scheler, Hartmann, Heidegger; pero Miró Quesada, también demuestra las limitaciones de estos pensadores. El problema fundamental es la discusión en lo referente al conocimiento absoluto.

Para Miró Quesada, la Fenomenología es la teoría de la manera absolutamente de conocer ciertos campos, ciertas estructuras ontológicas. No es una teoría del conocimiento en general, sino una teoría del conocimiento absoluto o de los medios o procedimiento para llegar a él. Es una rigurosa fundamentación, la más seria e importante de la filosofía moderna, la que permite criticar las ciencias para el trabajo científico. Es un instrumento de análisis.

Con relación a su producción en el terreno de la Lógica, éste filósofo prácticamente, es el introductor en nuestro país de la moderna lógica matemática. En 1946, redactó un manual que es el primero en su género. Según Salazar Bondy, Miró Quesada aparte de la Lógica, se empeñó por difundir la semántica, la Epistemología y la Axiología Analítica. Para David Sobrevilla, el filósofo Miró Quesada en su obra Apuntes Para la Teoría de la Razón, alude que el filosofar no puede prescindir de la actividad racional.

La obra Humanismo y Revolución de Miró Quesada constituye, sin embargo, la que más está ligada al análisis ideológico, donde esforzadamente trata de demostrar que el humanismo es superior al marxismo, tanto en su fundamentación como en su praxis revolucionaria.

Acerca de la evolución de las influencias, filosóficas extranjeras por Miró Quesada, señala que, desde la emancipación penetraron el enciclopedismo, luego en la república se hace presente el positivismo; lo seguirá el bergsonismo hasta 1930. Después llegará el neokantismo y luego la filosofía de los valores de Eucken. Sin embargo, un momento más interesante lo constituye el ingreso de la filosofía de Husserl, pero en seguida incursiona también la filosofía de los valores de Scheler y Hartman, finalmente el existencialismo de Heidegger.

Sobre el Problema Ideológico.

Según Miró Quesada la ideología es la ciencia que sirve de fundamento a la acción política. Esta fundamentación lo hacen los teóricos de las clases dominantes que quieren justificar su posición privilegiada. Esta justificación la formulan los hombres de Occidente valiéndose de la razón. Ahora bien, hay ideologías cuyo punto de partida no es racional, porque se fundamentan en una creencia o una actitud. Esto quiere decir que hay dos tipos de ideologías; unas se valen de la razón, que en Occidente es el instrumento de juicio, pues todos los grandes problemas teóricos y prácticos deben ser resueltos por medio del análisis racional, es decir, hay que usar reglas racionales, principios teóricos que permitan llegar a conclusiones objetivas y válidas para todos los hombres, y es que la razón es la que debe orientar la praxis, desde que una política racional puede considerarse como una política que responda a la más profunda exigencia cultural y espiritual del hombre occidental, y para ello habrá que utilizar La Lógica, que es la única capaz de establecer la validez. Este tipo de ideologías se llaman epistémicos o teóricas.

Pero al lado de éstas, están las otras, que toman el nombre de estimativas o miméticas, que se fundamentan en creencias, dogmas religiosos, voluntades colectivas, en mitos o criterios extrateóricos. Tal es el caso de los nazis que utilizaron la biología para fundamentar la superioridad de la raza aria. Sucede que estas demostraciones son falsas, pero los alemanes se sirvieron para justificar teóricamente su política de dominación.

Ahora bien, la mayoría de las ideologías políticas de occidente son epistémicos, como es el caso del enciclopedismo, el socialismo utópico, el marxismo, etc. En cambio, las ideologías socialcristianas y humanistas son estimativas, porque proclaman verdades basadas en la fe y no en la razón. Aquí la situación es muy diferente porque no se fundan en verdades racionales, de ahí que nadie podría probar que la ideología humanista sea teoría falsa.

De otro lado, tanto las ideologías epistémicas o miméticas son teleológicas, porque plantean exigencias de realización y prescriben normas. Por ejemplo, si una ideología prescribe la norma de que “todos los ciudadanos deben tener las mismas oportunidades”, se deduce que deben eliminarse los privilegios, De no cumplirse esta norma, quiere decir que la ideología contiene una teoría falsa.

Contra el Marxismo.

Según Miró Quesada, la ideología marxista contiene una teoría falsa, porque una serie de principios que las enuncia no se cumplen. Así por ejemplo el marxismo postula la abolición de las clases privilegiadas. Sin embargo, al pretender colocar al proletariado en el poder, está infringiendo el principio que enuncia, porque supervive la desigualdad.

El marxismo no resiste pues una confrontación con la realidad y por utilizar la dialéctica se encuentra aún más inconsistente para demostrar la ley de la negación, pues la dialéctica ni siquiera es un método, ya que no tiene reglas fijas. Por otro lado, entiende por “revolución” una situación distinta, pues ésta no significa “violencia” sino un cambio de actitud en la manera de ser.

De nada servirá que se produzcan cambios de las estructuras económico-sociales por medio de terribles conmociones sino se cambia el ser mismo de las personas, pues volverán a manifestarse las mismas desigualdades.

La Ideología Humanista.

En cambio, el humanismo parte del criterio de respeto profundo por el ser humano, a quien no lo considera como un medio o instrumento, sino como fin (autotelia); reconoce la dignidad y nobleza de la condición humana, para luchar por su liberación total y definitiva. Es producto de dos raíces. El cristianismo y el racionalismo. El humanismo no distingue a los hombres por razón de credos o concepciones del mundo, razas, o sexo. Es una ideología revolucionaria por que formula una nueva sociedad que no existe ni ha existido aún en la historia. Rechaza los privilegios de las clases dominantes, y la práctica de la violencia o dictadura, porque quien aplica la violencia quiere eliminar los obstáculos y esto significa liquidar, suprimir o desparecer, eliminar, lo cual es algo así como matar; además quienes aplican la violencia quieren permanecer en el poder y entonces para ello suprimen la libertad. Y esto ya es irracional.

Rumbo al Pesimismo y al Agnosticismo.

Respondiendo a su extracción, situación y posición de clase, Miró Quesada pronostica una declinación de la ideología marxista, señalando que hoy por hoy, los nuevos teóricos como Marcase vienen demostrando que la tesis de la dictadura del proletariado y el socialismo es precaria, pues hoy los obreros no significan el futuro de la humanidad ni es la vanguardia de las clases sociales. Existen otros sectores como los “hippies”, intelectuales, estudiantes, son quienes han tomado la vanguardia. No es pues el proletariado.

Califica por otro lado al marxismo como “dogmático”, porque recurre a los actos de fe, al decir que tienen la certeza de que “a la larga el movimiento socialista tendrá que triunfar”. La verdad es que nadie asegura que los oprimidos por ser más numerosos o por ser los más explotados tendrán que necesariamente triunfar o imponerse. La historia está llena de ejemplos en los que las revoluciones producidas por la desesperación han sido dominadas definitivamente. Y si a esto le agregamos el poderío bélico de los medios represivos que posee la clase dominante, la situación es peor.

Miró Quesada es agnóstico cuando dice “es imposible teorizar sobre la esencia del ser humano, porque tiene una complejidad tal que para escrutar la naturaleza tendría que trabajarse a nivel de hipótesis. Nadie podría predecir nada sobre lo que hará un ser humano, por ejemplo, hasta ahora no se sabe si el hombre es una síntesis de materia y espíritu o si es solo materia sujeta a los principios del movimiento.

Por último, Miró Quesada, lamenta que vivimos una época de desorientación, de búsqueda. El hombre de hoy comprueba que incluso el racionalismo va entrando a una fase de fracaso.

Crítica a su pensamiento.

María Elena Rodríguez de Magis (26) esboza la siguiente apreciación entorno a las ideas de Francisco Miró Quesada:

“… de formación filosófica muy vasta y que ha trabajado durante toda su carrera en investigaciones netamente académicas, entra en la corriente que él llama ideológica y se preocupa por fundamentar filosóficamente el movimiento político llamado Acción Popular, del cual es uno de los principales dirigentes. La preocupación de Miró Quesada es crear una ideología humanística, utilizando para esto patrones filosóficos diferentes. Para él, la gran limitación del pensamiento occidental ha sido crear un hombre abstracto, transformar al hombre en una teoría, en un ente abstracto. Trasladado a América el pensamiento occidental, por pequeñas minorías, crearon países, gobiernos y leyes abstractas. Esta serie de abstracciones produce para Miró Quesada, un desgarramiento inicial. El autor sostiene que las estructuras sociales de la colonia en el Perú muy rígidas se han mantenido casi intactas en el país independiente; así se llega al siglo XX en que el Perú no es un país sino dos, la capital y lo demás que se pierde en lo desconocido. Frente a este desgarramiento encuentra una solución: la reconciliación. Para lograr esta reconciliación considera que es imprescindible reconocer en cada peruano un hombre, sin hacer ningún tipo de distinciones, es decir, había que crear una praxis política encaminada a la afirmación de la condición humana. El desgarramiento del país lo había producido el desconocimiento de la Población indígena, era entonces necesario afirmar esta población, pero sin negar los valores de la cultura occidental dentro de la cual está inserto el Perú…”.

El análisis efectuado por Elena Rodríguez, evidentemente se realiza al margen del conocimiento de la posición de clase de Miró Quesada. Desinformada del desarrollo del civilismo en el Perú y de sus protagonistas, la pensadora estima que “El pensamiento de Miró Quesada no solo es positivo en su valoración de un humanismo pleno, sino que además propone soluciones concretas para la realidad histórica de su país”.

Sin embargo, una reflexión y confrontación profunda del pensamiento la acción de Miró Quesada nos lleva a concluir que, por ser integrante de la clase dominante en el Perú, su concepción no puede estar desligada de los intereses que patrocina. De ahí que al planteamiento formulado por José Carlos Mariátegui y sus seguidores: Ricardo Martínez La Torre, César Guardia Mayorga, Carlos Malpica, Virgilio Roel y otros, opone el humanismo como solución. En opinión de Francisco Miró Quesada, el marxismo no constituye alternativa alguna, incluso su método, sus principios son altamente cuestionables, si los sometidos al rigor del análisis lingüístico, la teoría materialista dialéctica es un conjunto de falacias. Tal es lo que se desprende de sus argumentos:

“Desde el punto de vista de la moderna filosofía del conocimiento, la dialéctica es un método totalmente ineficaz. Marx fue dialéctico en su juventud, luego rechazó la dialéctica y en su última etapa regresó a ella…El primer resultado de la crítica es que la dialéctica por lo menos tal como lo han concebido Hegel y los marxistas no presenta ninguna coherencia interna… apenas se analiza la significación de los términos se ve de inmediato que está cometiendo una confusión inaceptable para todo aquel que exige un mínimo de rigor en el uso del lenguaje. Estas incoherencias se cometen porque como el método dialéctico no tienen reglas fijas que permitan pasar de un estado a otro con seguridad, se pueden hacer derivaciones arbitrarias…” (27).

CITAS

  • Carlos Marx y Federico Engels, En: “Ludwin Feuerbach y el Fin de la filosofía Clásica Alemana”, en Obras Escogidas, pp. 614-653
  • Carlos Marx y Federico Engels. En: La Ideología Alemana, p. 50
  • Augusto Salazar Bondy. En: ¿Existe una filosofía de nuestra América? Pp. 112-113
  • César Guardia Mayorga. En: ¿Es posible la Existencia de una Filosofía Nacional o Latinoamericana? P. 67
  • Víctor Velásquez Castillo. En: El Pensamiento de Bartolomé Herrera y sus aportes culturales, Capítulo III
  • Carlos Marx y Federico Engels. En: “Miseria de la Filosofía”, en Miseia de la Filosofía y el Origen de la Familia, La Propiedad Privada y El Estado, p. 84
  • Dennos L. Gilbert. En: La Oligarquía Peruana: Historia de Tres Familias,  p. 84
  • Manuel Burga y Alberto Flores Galindo. En: Apogeo y Crisis de la República Aristocrátaica, pp. 104-113
  • Jorge Basadre y Pablo Macera. En Conversaciones, pp 145-180
  • Ernesto Yepes del Castillo. En: Perú 1820-1920. Un Siglo de Desarrollo Capitalista, Capítulo III
  • Jorge Basadre. En: Perú: Problema y Posibilidadj, Capítulo IV.
  • Jorge Basadre. Op. Cit. Cap. IV.ç
  • Augusto Salazar Bondy. En: Historia de las Ideas en el Perú Contemporáneo, Segundo Tomo, Sección: II
  • Luis Washington Vita. En: La Filosofía Actual en Amèrica Latina, p.139. citado por Arturo Andrés Roig, en: Función Actual de la Filosofía en América Latina. Cuyo autor es: Arturo Ardao y otros.
  • Alejandro o. Deústua. En: La Cultura Nacional, p.14
  • Javier Prado. En: “Discruso sobre el Estado Social del Perú durante la dominación Española”, presentado por Francisco García Calderón, en: Anales Universitarios del Perú, pp. 127-141
  • Joaquín Capelo.En: Sociología de Lima, Libro Tercero
  • Wilfredo Kapsoli: En: El Pensamiento de la Asociación Pro Indígena, pp. 71-72
  • Ernesto Yepes del Castillo. En: “La Investigación de la Historia Social en el Perú”, presentado por Javier Iguiñiz y otros, en: La Investigación en Ciencias Sociales en el Perú, pp.100-118
  • Manuel Vicente Villarán.En: Páginas Escogidas, pp.275-276
  • Luis Alberto Sanchez y José Miguel Oviedo. En: Conversaciones, pp. 13-100
  • José de la Riva Agüero.En: Carácter de la Literatura del Perú Independiente, pp. 245-246.
  • Mariano Valderrama y Augusta Alfajeme. En: “Viejas y Nuevas Fracciones Dominantes Frente al Problema Indígena”, Artículo presentado por Carlos Iván Degregori y otros, en: Indigenismo, Clases Sociales y Problema Nacional, p. 82
  • Francisco García Calderón.En: El Perú Contemporáneo, pp. 213-215
  • Víctor Andrés Belaúnde.En: La Realidad Nacional, pp. 1-3
  • Maria Elena Rodríguez de Magis. En: “Dos Interpretaciones del Pensamiento Latinoamericano: El Río de la Plata y la América Mestiza”, Artículo presentado por Arturo Ardao y otros, en: La Filosofía Actual en América Latina, pp.130-131.
  • Francisco Miró Quesada. En: Humanismo y Revolución pp. 241-254

CUESTIONARIO DE REAJUSTE

  1. Consulte con la Historia de la Filosofía y precise a qué clases sociales sirve: el Positivismo, el Pragmatismo, el Utilitarismo y el Vitalismo.
  2. Confronte el pensamiento de Alejandro O. Deústua y Francisco Miró Quesada y halle tres diferencias.
  3. Consulte con el Materialismo Histórico y establezca la distinción que hay entre Fascismo y Liberalismo; entre Aristocracia y Mesocracia.
  4. Confronte el pensamiento de Bartolomé Herrera y Benito Laso y señale cuál de ellos se pronuncia a favor del campesinado, proletariado y pequeña burguesía.
  5. Consulte con un Diccionario Filosófico y establezca tres diferencias entre “Conservador” y “Liberal”; entre “Autócrata” y “Demócrata”.
  6. Conforme el pensamiento de Francisco García Calderón y José de la Riva Agüero y precise tres semejanzas en torno al peruano.
  7. Consulte en un Diccionario la siguiente terminología: “pueblo”, “indígena”, “masa”, “plebe”, “mestizo”, “cholo” y establezca semejanzas y diferencias.
  8. Confronte el pensamiento de Javier Prado Ugarteche y Víctor Andrés Belaúnde y precise tres diferencias.
  9. Consulte en un Diccionario Filosófico los términos: “Fenomenología”, “Existencialismo”, “Vitalismo”, “Epistemología” y “Neokantismo” y en lo posible trate de hallar semejanzas.
  10. De los autores y pensadores tratados hasta el momento, diga ¿Quién está cerca de reflejar la realidad objetiva peruana?

LA IDEOLOGIA PEQUEÑO-BURGUESA PRO-IMPERIALISTA

Como en toda sociedad, el Perú posee en su estructura social sectores que se ubican en la mitad de la pirámide clasista. La sociología norteamericana y burguesa en general denomina a ese segmento como “clase media” o fracciones mesoclasistas que, a decir de ellos, es la clase que quedará como única en el futuro, porque a ella se reducirán por un lado la clase “alta” cuando ésta cobre conciencia de que atesora egoístamente exorbitante riqueza que debería compartirla con otras franjas, y la clase “baja” porque una vez que se instruya ésta, alcanzará mejores niveles de vida material e intelectual.

El materialismo histórico conceptúa, en cambio que, conforme se agudizan las contradicciones, la pequeña burguesía quedará diluida en algunos de los dos polos extremos de la organización social. O se proletariza por no tener poder adquisitivo para subsistir y entonces no le toca sino compartir con los obreros en la lucha de clases, enfrentándose al poder dominante porque lo ha pauperizado. O en su defecto, obtiene alguna ventaja trabajando con denuedo y tesón para encontrar un sitio en la esfera burguesa o espera algún “milagro”, el azar o la casualidad, para situarse en el escalón del sector dominante. Lo más común es que ocurra como lo primero, es decir, que se empobrezca. Tal es lo que ocurrió, por ejemplo, con Manuel Gonzáles Prada, que habiendo pertenecido sus padres a una aristocracia católica y ultraconservadora, terminó relegado por otros congéneres que con mentalidad pragmática se valieron de los oscuros negocios del guano, de la refinanciación de la deuda pública o de su entendimiento con el imperialismo, para insertarse dentro de la oligarquía peruana. Precisamente esta situación lo indigna y según Basadre lo saca de sus casillas y lo hace estallar hasta lanzar imprecaciones contra los defensores del statu quo.

Es verdad que  Prada como mediano rentista de su hacienda “Tutumo” y de sus solares limeños tiene ingresos superiores a sus gastos de manutención y sufraga sus necesidades con su propio estipendio, pero esta clase de intelectuales, según explica Mao Tsetung (1), en tiempos de guerra se unen a las acciones. Y esto es lo que hace Prada en pleno conflicto bélico. Por ello le mortificará la conducta del presidente Mariano Ignacio Prado; pero las energías de Prada que muy bien podrían haber sido correctamente canalizadas a través de una paciente organización partidaria, aprovechando la correlación de fuerzas existente en ese entonces, no las emplea. Prada está desesperado porque la revolución se haga inmediatamente y a nivel universal. No cree en los pasos trazados por la ideología proletaria. Más lo convencen Bakunin, Kropotkin, Réclus y Faure, y entonces su lucha no la dirige sólo contra las clases que están instaladas en el poder (terratenientes, burguesía incipiente y testaferros del imperialismo), sino contra todas las clases y sectores sociales, contra todas las autoridades e instituciones, para finalmente terminar sin partido, sin organización y sin éxito.

Por acusar y poner en el banquillo a todo el mundo, termina no afectando los intereses del capitalismo monopólico que continuará esquilmando en los enclaves. Y tal es lo que acontece también con Haya de la Torre que, siendo de abolengo aristocrático, según su biógrafo Eugenio Chang Rodríguez, al llegar a Lima ya no puede competir en San Marcos con los Aspíllaga, Miró Quesada, los Prado y los Pardo. Empezará así a combatirlos primero desde la trinchera de la Federación de Estudiantes del Perú y después desde su propio partido. Imbuido de literatura anarquista y marxista, su comportamiento sin embargo varía de matiz; utiliza un lenguaje pugnaz en sus intervenciones como estudiante y político, pero en su afán de trepar a posiciones más expectantes, por su condición económica cercana a la mediana burguesía, capituló dando crédito a la propaganda de ésta y en su intimidad empezó a desconfiar de la revolución que su séquito esperaba; por ello, Haya finaliza desairando a Barreto en Trujillo, a los marineros en el Callao, a Jiménez en Ancash; por esta misma razón, cuando De la Puente, Malpica, Valle Riestra y De las Casas le increpan por la dilación de las acciones revolucionarias, se incomoda y concluye decretando la expulsión; aprueba el trabajo de bisagra que entabla Pírale, Townsend, Sánchez o Villanueva del Campo con Beltrán, Prado u Odría; así se sentirá más seguro.

La conducta pequeño-burguesa es como sabemos, fluctuante, versátil y oportunista, y la inconveniencia más clara en el panorama de la lucha de clases reside en que, cuando dicha clase está conducida por líderes que están más cerca de la burguesía, rematan hipotecando su programa a favor de la clase fundamental que tiene el control de los medios de producción, esto es, si bien al comienzo pueden proclamar banderas antiimperialistas, al final acaban sometiéndose a los designios del capitalismo monopólico. He ahí su carácter pro-imperialista.

De los pequeño-burgueses que ocupan el escaño parlamentario o de los que ofician de funcionarios, así como de los juristas y asesores tampoco puede esperarse acciones que favorezcan a las clases desposeídas. Esto es lo que sucedió con Hildebrando Castro Pozo y Luciano Castillo, que llegaron a fundar en Piura un Partido Socialista desorientando al campesinado y proletariado, o el caso de Uriel García, José Antonio Encinas y Luis E. Valcárcel, que siendo indigenistas y sensibles frente a la opresión del campesinado peruano, por conservar su situación de clase no arriesgaron a nada. Es cierto que no se pronunciaron en contra de la revolución bolchevique, pero también es cierto que su contribución a la forja del proletariado no estuvo dentro de sus objetivos. El suceso más aleccionador es el de Valcárcel, quién después de haber anunciado poéticamente en Tempestad en los Andes la presencia de un Lenin peruano, a partir de 1945 y coincidentemente cuando ejercía la función de Ministro de Educación, modificará sus puntos de vista ante la agresión yanqui y finalizará facilitando la entronización de éste en los asuntos culturales de nuestro país. Esto no quiere decir que todo lo ejecutado por el indigenismo haya caído en saco roto. Si tenemos en cuenta las limitaciones de clase que poseen los movimientos reformistas y populistas de este género, coincidiremos con Carlos Iván Degregori (2) que sintetiza este humor en las siguientes características:

  • Su pasatismo, porque algunos de ellos pidieron su retorno al Tawantinsuyo.
  • Su racismo, porque estuvo dirigido a defenestrar a los blanco e hispanos.
  • Su exotismo, porque algunos pequeño-burgueses se sirvieron para mercantilizar la indumentaria autóctona (chullos, ponchos, mantos, etc.).
  • Su paternalismo,  porque creyeron que invocando a los gobernantes de turno como Leguía, podría obtenerse la compasión de la clase dominante.
  • Su populismo,  porque insufla en demasía el papel del campesinado con olvido de la ideología proletaria.

Contrariamente a lo señalado, otros científicos sociales han valorado en el pronunciamiento indigenista las siguientes notas (3):

  1. Su posición fue claramente antifeudal. De ahí que tuvo influjo sobre los levantamientos campesinos.
  • En 1885 conducido por Ucchu Pedro Atusparia solicitando el exterminio total de los “mistis”.
  • En 1886, en Huanuco contra los bandoleros.
  • En 1887, en Puno contra los blanco, por odio de castas.
  • En 1887, En Castrovirreyna contra las Contribuciones.
  • En 1887, en Chiclayo, contra el pago de contribuciones.
  • En 1892, en Andahuaylas contra cuatreros y abigeos por robo de ganado.
  • En 1893, en Cerro de Pasco, contra la Ley de Terrenos de Indígenas.
  • En 1895, en La Mar, sublevación contra el Cura y el Juez.
  • En 1896, en Huanta, movimiento campesino contra el impuesto a la sal.
  • En 1915, la sublevación de Rumi Maqui (Teodomiro Gutierrez) en Puno.
  • En 1921, en Tocroyocc (Espinar-Cuzco) de pastores quechuas contra el gamonalismo.
  • En 1922, en Lauramarca, Colca y Torca (Quispicanchis) un movimiento milenarista de exterminio contra “mistis” y redistribución de la propiedad terrotorial.
  • En 1924-25, persecusión de indígenas y despojo del ganado de éstos.
  1. Su punto de vista fue nacionalista en cuanto deseaban restaurar el verdadero sentido andino que había sido subestimado por lo hispano, europeo u occidental cristiano.
  2. Apuntó el aspecto estructural desde que se abordó el problema de la tierra y de la tenencia de propiedades.
  3. Constituyó un punto de vista democrático porque atacaron a la oligarquía y solicitaron la democratización del Estado;
  4. Recomendaron la pervivencia del ayllu como elemento aglutinador y posibilitador de una sociedad autogestionaría.

Todo esto se registra en el Perú hasta el instante en que sale a la palestra José Carlos Mariátegui, el que al haber identificado como Prada, el problema del indio como un problema nacional, según José Aricó (4) en una “forma particular y concreta” y al haber señalado el papel del proletariado, de las masas rurales y de los intelectuales en la revolución habría de entregar una de las más importantes contribuciones al país, y al mundo.

Fallecido el amauta, en las décadas del treinta y cuarenta, brotan opacamente algunas tendencias neoindigenistas, hasta que en 1955, emerge el Movimiento Social Progresista, cuyo ideólogo más visible fue Augusto Salazar Bondy, pero su pensamiento es también de cuño pequeño-burgués. Salazar y todos los integrantes de ese movimiento conceptuaban que la prédica marxista de contribuir a situar al proletariado en el poder, era dañino porque limitaba los derechos de las otras clases sociales y atentaría contra todo principio democrático y revolución auténtica. Y es que, si bien Salazar no tiene por objetivo inmediato el amasamiento de fortunas, puesto que su cenáculo está conformado por intelectuales de clara tendencia idealista-ética, sin embargo en la confrontación “terratenientes-yanaconas”, “burguesía-proletariado” no optan por una línea clara. Prefieren mantenerse neutrales, aunque no se oponen a la revolución; algunos de ellos simpatizan con la gesta cubana de 1959 aunque otros se quedan estupefactos. Pero Marx, en Miseria de la Filosofía (5) ha aclarado suficientemente que apelar al humanitarismo o a la filantropía, para reclamar que el Perú redoble sus ingresos levantándose temprano y acortándose tarde, no tiene como meta el socialismo, sino convertir a todos los hombres en burgueses. He ahí el carácter pro-imperialista de las tendencias “humanistas”.

Termina esta tercera parte del texto, adjuntando sucintamente el pensamiento de David Sobrevilla Alcázar, intelectual que vienen dedicando sus esfuerzos a la estructuración de una completa Historia de las Ideas en el Perú. La periodización de las épocas del pensamiento peruano y la clasificación de los pensadores por cada época no difiere sustancialmente del cuadro que nos ofrece Salazar Bondy o Miró Quesada. Está ausente el carácter de clase del pensamiento de cada uno de nuestros intelectuales. Y esto porque Sobrevilla no es un filósofo marxista. Es un estructuralista. Sin embargo, es rescatable su opinión en torno a que la filosofía no puede servir sólo al país en el cual nace. Concuerda en ese sentido con Guardía Mayorga, en la dimensión ecuménica de la capacidad reflexiva.

MANUEL GONZALES PRADA

(1844 – 1918)

Extracción  y posición de clase.

A decir de Jorge Basadre, Manuel Gonzáles Prada y Ullca, fue hijo de padres pertenecientes a la rancia aristocracia de los círculos más retrógrados de la oligarquía limeña, aunque el propio pensador era solo un aristócrata empobrecido. De su parte, Anibal Quijano (6) explica que Prada fue un hombre salido de las propias filas de la clase terrateniente aunque no hegemónica. Guillermo Lumbreras, añade que Prada, si bien había llegado a negar los valores, recursos y formas cortesanas de la vida, por estar transitando hacia el modo burgués, prospectivamente se orientaba a un modelo demo-liberal, mas no un “libre pensador”.

Su pensamiento.

Antes del conflicto de la Guerra del Pacífico, don Manuel que desde sus años mozos había pugnado por ser Ingeniero, estuvo entretenido en prácticas experimentales de fabricación de almidón en su hacienda “Tútumo” y en otros ratos a la lectura de poetas románticos, alemanes, traduciendo unos versos y componiendo otros nuevos. Es en esta suerte de escarceos que nació la balada “El Mitayo”, cuyo contenido encierra indiscutiblemente el sentido nacionalista y de defensa de la raza aborigen frente a la agresión extranjera. Pero, precisamente, a raíz del enfrentamiento con Chile, el prosista abandonará la tranquilidad bucólica del campo para tornarse en un escritor de combate y un acérrimo crítico de los errores de los gobernantes peruano. En concepto de Prada ningún presidente se había desempeñado a la altura de la función y ello había contribuido a que nuestro país llegara al descalabro y la bancarrota total.

Así es como a pesar de no ser un filósofo profesional, echó mano del positivismo como una solución a las grandes calamidades nacionales. A juicio de don Manuel, la ciencia, la experimentación y la investigación tendrían que hacer renacer las esperanzas del maltrecho país. Influido por Comte y Spencer, cuestionará las divagaciones metafísicas, la escolástica y toda la idelogía clerical, reclamando acción de los habitantes y conductores del país para retomar nuestros territorios arrebatados por Chile, al punto  de que su ultranacionalismo será calificado como “revanchismo”, por exaltar en demasía la noción de patria, hasta se atreverá a formar con algunos amigos un nuevo partido político: La Unión Nacional. En esas circunstancias, esto es, en 1891, cuando Prada, considerado paradigma y conductor de la juventud, inexplicablemente viaja a Europa por espacio de siete años, dejando a sus partidarios desconcertados y sin líder.

En Europa, tendrá ocasión de escuchar las clases de Renán y acercarse a las obras de Proudhon, Darwin, Taine, Haeckel, Nietzsche, Bakunin y Réclus, de quienes asimilará las ideas naturalistas, materialistas-mecanicistas, evolucionistas, voluntaristas, socialistas y anarco-libertarias, fuentes que lo conducirán del patriotismo al “antipatriotismo”, de la prédica revanchista a la imprecación hasta tornarse en el intelectual más radical que ha tenido el  Perú en materia de retórica. A su retorno será el portaestandarte del anarquismo y lo difundirá en una serie de conferencias que ofrecerá a la clase obrera organizada por entonces en Sindicatos de Panaderos “La Estrella”, Gráficos, etc. Como quiera a su vuelta, don Manuel observa que el país marcha caóticamente, entre golpes de Estado y regímenes fugaces de democracia, encontrará el clima propicio para lanzar toda suerte de venablos contra las instituciones que él llamó anacrónicas.

En resumen en materia de  Filosofía Prada es, como dice Salazar Bondy (7) un pensador que trajinó del positivismo hacia el anarquismo, pasando por el naturalismo y el determinismo mecánico. Como positivista es un escéptico risueño y sano y hasta agnóstico y pesimista, pero desde las filas de la izquierda; como anarquista condena la propiedad privada, exalta el socialismo libertario y el internacionalismo, sin dejar de asumir posturas antirreligiosas, anticlericales y anticatólicas. Finalmente, estuvo ligado al proletariado, pero no a través del marxismo sino del anarquismo. Prada no tomará partido del materialismo histórico porque a su juicio, la filosofía debería estar encaminada a buscar la liberación de toda la humanidad, no así sólo a favor del proletariado; de ahí que no concuerde con la dictadura de la clase obrera, porque significaría la prolongación de sistemas injustos.

En torno al gesto de Prada, de aprehender varias corrientes filosóficas, Salazar Bondy ha calificado esta actitud como de “humildad teórica” porque no es dable aceptar cualquier producto intelectual como bueno.

El Problema Nacional.

Prada pudo reparar el carácter multicultural de nuestra nación, fragmentada por la invasión española y desestructurada por los intereses mezquinos de gobernantes, de donde se desprendía que no podía hablarse de una nación peruana aún cuando mayoritariamente tenía composición indígena. Don Manuel fue cáustico con los organismos de su tiempo, atacó el clero por su complicidad con los gamonales; señaló con el dedo acusador el nefasto papel de los gobernantes que claudicaron ante la penetración extranjera; designó a la oligarquía y al civilismo como los causantes del aletargamietno de la patria; formuló tesis materialistas para enfrentarse a los intelectuales orgánicos e identificó al imperialismo como el fenómeno avasallador que perjudica el desarrollo autónomo de las sociedades; lamentó la falta de una conciencia nacional que permitiese integrar a los legítimos peruanos, pero a pesar de ello planteó la imperiosa necesidad de revolucionar la sociedad y la política del país, para alcanzar su democratización; aunque fue inhábil para dirigir el partido que había fundado.

El Problema del Indio.

A diferencia de los racistas e hispanistas que colocaban al indio en condiciones de inferioridad racial, Prada descubrió que el problema del aborigen peruano no radicaba en sus caracteres somáticos o antropológicos, sino que su situación de opresión y postergación, obedecía a motivaciones de índole económica y social; de ahí que no sólo reclame escuela sino también pan. En el convencimiento de Prada la verdadera nacionalidad no la constituyen las élites afincadas en la capital de la república o determinadas familias de origen colonial, sino la inmensa legión de aborígenes diseminados a lo largo del territorio en espera de una liberación de las garras del gamonalismo, del clero y las autoridades locales. El ensayista no cree que debe concurrir a una institución tutelar para paliar la situación del indio, sino que su redención corresponderá a su propia acción protagónica. Explico la existencia de marginaciones políticas y raciales, precisando que en el caso peruano subsistían los “encastados” y los “indígenas”. Los primeros, a pesar de su condición de mestizos y zambos motejaban al indio como “embrutecidos”; los segundos constituían sin embargo, la mayoría del pueblo peruano. Rechazó las teorías que sostenían la inferioridad de ciertas razas, por que estas doctrinas en el fondo, justifican largamente los sistemas de explotación; contrariamente a ello, destacó que la conjura de una trinidad embrutecedora del indio (Jueces de Paz, curas y gobernadores), mantenían avasallados a los aborígenes. En opinión de Julio Cotler (8) Prada es el primero en denunciar en forma tajante el carácter clasista de la dominación oligárquica y preparar el terreno para el movimiento indigenista.

Don Manuel rechaza las ilusiones educacionales eufemísticamente propuestas al indio y más bien identifica todo el país con el indígena de la sierra. El indio dice no es inferior al blanco ni al mestizo, lo que le hace falta es la educación. Induce a la población indígena a la insurgencia revolucionaria, más con un perfil rebelde antes que con una estrategia adecuada.

Haciendo un inventario del pensamiento de Prada, el historiador Jorge Basadre nos dice que Gonzáles Prada fue un burgués en crisis y en rebeldía, pero fundamentalmente un hombre de preguntas y problemas, mientras que Mariátegui fue el ideólogo de respuestas y soluciones. No obstante haber vivido rodeado de jóvenes y tener una sólida cultura intelectual no pudo llevar a la praxis sus postulados, porque según sus biógrafos Prada no era más que un “pensador solitario”, de haber sido un hombre práctico – continúa diciendo Basadre – hubiera escogido el campo de los negocios y actuado como un politicastro liberaloide, pero le faltó sensualidad para el dinero y el poder.

El recorrido que hace el pensador desde el positivismo hasta el anarquismo, puede demostrarse con la comparación de sus obras: En Páginas Libres (9) al pronunciar un discurso en 1888, en el Politema, se muestra claramente positivista cuando dice:

“… acudamos a la Ciencia, ese redentor que nos enseña suavizar la tiranía de la Naturaleza, adoremos la Libertad, esa madre engendradora de hombres fuertes.

No hablo, señores, de la ciencia momificada que va reduciéndose a polvo en nuestras Universidades retrógradas: hablo de la Ciencia robustecida por la sangre del siglo, de la Ciencia con ideas de radio gigantesco, de la Ciencia que trasciende a juventud y sabe a miel de  de panales griegos, de la Ciencia positiva que no sólo un siglo de aplicaciones industriales produjo más bienes a la humanidad que milenios enteros de Teología y Metafísica”.

Pero, a su vuelta del viejo mundo, de lleno está militando en el anarquismo. El periódico Los Parias el 25 de junio de 1906, publica el artículo Socialista y Anarquía, que contiene los siguientes párrafos:

“No pretendemos que de la noche a la mañana broten legiones de libertarios ni que hasta los infelices peones de las haciendas profesen ideas tan definidas como las tienen Pedro Kropotkin o Sebastián Faure. Desearíamos que los ilustrados de nuestras muchedumbres hicieran comprender a los ignorantes la enorme distancia que media entre el hombre público y el verdadero reformador, entre los cambios políticos y las transformaciones sociales, entre el Socialismo y la Anarquía.

Los libertarios deben recordar que el Socialismo, en cualquiera de sus múltiples formas, es opresor y reglamentario, diferenciándose mucho de la Anarquía, que es ampliamente libre y rechaza toda reglamentación o sometimiento del individuo a las leyes del mayor número. … Mientras los anarquistas se declaran enemigos de la patria y por consiguiente del militarismo, los socialistas proceden jesuíticamente queriendo conciliar lo irreconciliable, llamándose internacionalistas y nacionalistas…”

HILDEBRANDO CASTRO POZO

(1890 – 1945)

Discordando con Víctor Andrés Belaúnde, que sobrestimaba el papel de la Iglesia como modelo de institución educativa, el peruano Hildebrando Castro Pozo, que en los primeros años de leguiísmo dirigiera la Sección de Asuntos Indígenas del Ministerio de Fomento de nuestro país, rechaza la tesis de que el indio hubiera sido ayudado por el Clero para salir de su atraso, pues la historia demuestra que los misioneros vivieron confabulados con el gamonalismo; fueron los clérigos quienes formaron a esta raza de trabajadores en huraños, retraídos, biliosos, pensativos, perezosos, vacilantes, ensimismados, estúpidos y en estado semicomatoso, a través del indolente trato inquisitorial que imprimieron así como las supersticiones que le inculcaron. Prácticamente España sometió a la esclavitud a nuestra raza aborigen por espacio de cuatrocientos años hasta lograr que su espíritu quedara virtualmente inmovilizado al punto de desconfiar del prójimo, a quienes ni siquiera sonríen ni conversan prefiriendo la soledad y el ostracismo; en lugar de educarlos, vestirlos, asearlos, los invasores españoles lo confinaron al extremo de tenerlo al lado de los animales en objetiva promiscuidad. A esta conducta opresora hay que agregar que el abogado actual continúa esquilmándolo.

Situación distinta vivió en el incario, donde supo manejar diestramente las semillas y utilizó instrumentos de labranza para cultivar en los roqueadales. Hoy mismo, donde engañosamente pareciera languidecer, ésta colectividad nativa puede encontrar su renacimiento si aplicamos medidas de orden socialista, transformando las comunidades en cooperativas.

Castro refuta las tesis de Belaúnde en el sentido de que no es sobre la igualdad moral y espiritual que deben basarse los derechos políticos y las reformas económicas, sino al contrario, es sobre la igualdad económica que deben basarse los derechos políticos. Asimismo, desde las trincheras de la concepción marxista polemiza contra los intérpretes espiritualistas de la sociedad que en una visión simplista del tema se orientan a pedir el exterminio de este voluminoso grupo étnico, subestimando el potencial de sus aptitudes.

Al lado de Luis E. Valcárcel y José Uriel García, el ensayista Castro Pozo se enfrentó a quienes solicitaban a voz en cuello la disolución de las comunidades, porque estaba convencido de que el espíritu del ayllu reúne valores genuinos de solidaridad ancestra, de ahí que existe la esperanza de que puedan mutar a cooperativas de producción agrícola y ganadera.

Por sostener férreamente estos puntos de vista, Castro fue apresado y desterrado en 1923; pero esta ofensiva no lo arredrará y más bien lo incentivará a la publicación de trabajos como “Nuestra Comunidad Indígena” (1924), donde indica que es prioritaria la solución del problema de la tierra; debiendo optarse por una de éstas dos. O se escogía la vía precapitalista o capitalista que no hace sino continuar con la servidumbre; o se adopta por renovar y modernizar por la vía del cooperativismo. En su trabajo: Renuevo de Peruanidad (1936) afirma que el indio es la base política y económica de la república, lo cual queda demostrado con la actividad de los braceros y yanaconas en las costas, al proletariado serrano en las minas y los soldados en el Ejército. En un tercer trabajo: Del Ayllu al Cooperativismo Socialista (1936) insiste en que el Perú es fundamentalmente un pueblo agrario, aun cuando en la colonia se quiso desviarlo a la producción minera, en última instancia sólo trajo atraso.

A juicio de Jorge Basadre, Castro Pozo no pasa de ser un romántico.

JOSE ANTONIO ENCINAS

(1886 – 1858)

Procede de la clase media provinciana de Puno, José Antonio Encinas Franco, nació el 30 de mayo de 1886; estudió en la Universidad de San Marcos y en 1931 fue Rector de ella; ejerció la función parlamentaria en tres oportunidades; viajó a Europa  e hizo estudios en Italia, Inglaterra, España y dictó conferencias en otras tantas. Fue deportado en varias ocasiones por enfrentarse a regímenes opresivos. Está considerado como un destacado educador jurista, político y pensador.

Su pensamiento.

La producción de Encinas está centrada particularmente en la educación y la jurisprudencia. Entre sus trabajos fundamentales se considera las siguientes: La Ecuación del Indio (1908); El Problema de la Educación Nacional (1909); La Educación: Su Función Social en el Perú (1913); Causas de la Criminalidad Indígena (1918); Contribución a una Legislación Tutelar Indígena (1920); Un Ensayo de Escuela Nueva en el Perú (1932); La Educación de Nuestros hijos (1938); La Reforma Universitaria en el Perú (1930-1932).

Sobre el Problema de la Educación.

En su praxis educativa,  Encinas, que después de sus rencillas con el gobierno de turno viajó por Inglaterra, Italia, Cuba, Guatemala, Panamá, Costa Rica, Estados Unidos y otros países, trajo experiencias relacionadas con la formación paidocentrista de los educandos, es así como difunde los principios de la escuela de trabajo y propone la implantación de una Escuela Unica, suprimiendo la enseñanza secundaria. Según Emilio Barrantes, Encinas concebía la educación como una totalidad, desde la primera hasta la última etapa. Se ocupó igualmente de temas universitarios y del problema del profesorado.

Mortificado por la ausencia de preparación científica en nuestros docentes dice en: La Reforma Universitaria del Peru (1930-1932 (10):

“solo se veía en el profesor a la persona que tuviera suficiente erudición sobre la materia que debía enseñar. No se consideraba como condición indispensable poseer aptitud didáctica; es decir, la pericia para trasmitir conocimientos de tal suerte que llegaran con sencillez a la mente del estudiante y provocaran la consiguiente inquietud espiritual. Tampoco se tenía en cuenta que el candidato reunirá las condiciones de probidad profesional; o sea, devoción absoluta a los intereses de la enseñanza… sin posibilidad de estudiar, mejorar sus conocimiento y adquirir o desarrollar destreza didáctica. Se contentan con repetir un texto de enseñanza o disertar sobre  asuntos en los cuales no están preparados, menos capacitados para disciplinar el intelecto de los alumnos. Es suficiente que le oigan y repitan la lección o den examen a base de lo dicho en la clase. En estas condiciones el estudiante sólo siente la obligación de prepararse para el examen final…”

Sobre el Problema del Indio.

Fue convencido de que el indio era un factor primordial para el desenvolvimiento económico del país y que era difícil de ser reemplazado como fuerza productiva; reclamó por ello, la devolución de sus tierras arrebatadas por el gamonalismo. En muchos pasajes de su producción intelectual, Encinas concordaba con José Carlos Mariátegui, por ejemplo, cuando afirma que en el campo continuaban las relaciones serviles y que al defender a las comunidades, lo que se estaba haciendo era enfrentarse a los gamonales. Creó de este modo, una conciencia antiterrateniente, porque estaba persuadido de que si bien habían desaparecido los caciques éstos habían sido reemplazados por curas, gobernadores, subprefectos y vocales; del mismo modo, si retóricamente se afirmaba que las mitas habían sido canceladas, empero se las había sustituido por el sistema de enganche y la conscripción vial.

Encinas es profundamente conocedor del poblador indígena, por haber nacido justamente en el departamento de mayor población aborigen. En su obra: Un Ensayo de Escuela Nueva en el Peru (11) describe:

“El indio es un agricultor; toda su historia ha girado alrededor de la tierra, y el tema que envuelve la tragedia de su vida no es otro que recobrar el suelo usurpado por la violencia y el abuso. Fuera de este móvil que agita la totalidad de la existencia del indio, la escuela, la religión, el progreso material  todo le es indiferente y superfluo… El Perú debe resolver el problema del indio mediante una intensa acción social en la que el maestro debe ser uno de los elementos de mayor valía. Por eso la preparación del magisterio no es un asunto baladí, sin otra importancia que la de llenar un simple expediente de carácter administrativo. Todo maestro en el Perú está obligado a conocer la historia de la evolución política y económica del indio… nunca llegó siquiera a bosquejar el más elemental plan pedagógico para colaborar en la tarea de redimirlo y hacerle justicia.  Al contrario, cuando algunos de los normalistas ofrecieron el contingente de sus experiencias o de sus observaciones, han sido considerados como perturbadores y disociadores. Antes de la guerra, era muy común aplicarles el epíteto de anarquistas, hoy la palabra “comunista” es mayormente utilizada para detener toda acción que envuelve un principio de justicia y de reparación a favor del indio”

A pesar de lo dicho, el pensamiento de Encinas no llega a trascender de una postura paternalista y reformista, pues plantea como alternativa propiciar una legislación tutelar indígena, por un lado; y por otro, confía en la influencia de la educación; no obstante estas propuestas tibias, el gamonalismo enquistado en el parlamento se opuso a las iniciativas de Encinas, temerosos de las exigencias reivindicativas del campesinado. Lo rescatable de Encinas es haber enfocado el problema indígena como un asunto de raíces sociales en la forma como lo hicieran también Prada y Mariátegui. Encinas recomendaba luchar no solo por el rescate de la tierra sino un enfrentamiento con el sistema de la dominación general, aún cuando no señaló los modos de llegar a ese enrostramiento. Por eso, Mariátegui ve en Encinas una defección. En sus Siete Ensayos (12) nos alcanza este juicio:

“… por el carácter mismo de su trabajo, el Dr. Encinas, no podía formular en él un programa económico social. Sus proposiciones dirigidas a la tutela de la propiedad indígena, tenían que limitarse a este objetivo jurídico… el Dr. Encinas recomienda la distribución de las tierras del Estado y de la Iglesia. No menciona absolutamente la expropiación de los gamonales latifundistas…”

JOSE URIEL GARCIA

(1889 – 1965)

Extracción y posición de clase.

José Uriel García procede de una familia provinciana del Cuzco. Fue escritor sociólogo y profesor en una escuela rural indígena y después catedrático de la Universidad de Cuzco. Llegó a ser parlamentario hasta en dos períodos en el régimen de Prado y Odría. En sus años juveniles trabajo al lado de Valcárcel y fue perseguido por el régimen legista. Participó en el movimiento de la Reforma Universitaria en 1909. Integró el grupo “Resurgimiento” y colaboró con las publicaciones de Kuntur.

Su pensamiento.

Como sociólogo, García discrepaba abismalmente de las tesis de Luis E. Valcárcel, afirmando que era imposible concebir que el Tawantinsuyo hubiera mantenido una raza pura, pues como toda organización social, el incario no estuvo exento de mostrar errores y caer en excesos.

El trasfondo de sus ideas nos lleva a inferir que Uriel García, compartía con la tesis del relativismo de Spengler por un lado; y por otro, del capitalismo de Bergson.

Como relativista García es partidario de mestizaje cultural y espiritual dado que por las condiciones de la existencia de nuevas fuerzas sociales a escala mundial, es imposible la continuidad de culturas “locales” desligadas del contexto internacional; antes bien, urgen que indios, mestizos y blancos  aunados emprendan su liberación de las ataduras coloniales y feudales que aún persisten, pero para ello, las clases sociales explotadas y oprimidas, tendrán que realizar una labor conjunta.

El Problema Nacional.

En lo relacionado con sus puntos de vista sobre el Incanato, García no participó con una serie de medidas dadas en esa sociedad, tal como el hecho de enviar a los indios a realizar trabajos sin previa exploración de sus aptitudes e inclinaciones, lo que demuestra que la gran masa indígena no pasaba de ser una población dócil que demostraba padecer de atrofia mental, pues a juicio de Uriel García, el Tawantinsuyo tuvo una organización feudal donde una casta de “señores” tenía subyugada a la mayoría de la población que estaba convertida en un pueblo sumiso e inconsciente.

En opinión de García lo incaico ha muerto para siempre, lo “indiano” vivirá mientras los nades estén erguidos.

Lo “incaico” es la vida realizada y lo “indiano” es problema a realizarse. Sustenta que en América hay dos indignidades: primero, la primitiva, la  que terminó con el incanato y que se fugó a las cavernas milenarias y desde allí asecha. Es la que se sustenta en él alma popular de nuestros campos; la otra es la que se encarna en los hombres representativos de espíritu americano.

El Problema del Indio:

El ensayista cuzqueño entiende por indio no sólo al hombre bronceado con los ojos rasgados, de pelo lacio y grueso, sino a todo aquel que se agiganta interiormente al contacto con lo que le ofrece la naturaleza, al que siente que solo está enraizado en la tierra. El indio del incario fue vencido por los españoles; el nuevo indio es el mestizo que representa al indio americano. Fueron indios notables, por ejemplo: Garcilazo, Juan de Espinoza Medrano “El Lunarejo”, Túpac Amaru, etc.

La revaloración del indio no será obra de la multitud, sino de ciertas minorías surgidas del pueblo.

García en todo instante desmitifica al pasado incaico y si es verdad que reconoce el aporte indígena, empero cree que en la actualidad ya no hay indios puros y por ende, ya no puede plantearse el retorno al incario, conviniendo sí en que puede tomarse posturas indianistas. Recomiendo pues, usar la categoría “indiano” en lugar del “incaico”. Es dentro de esta mira que funda el Instituto Interamericano del Arte (1937), para enfrentarse también a quienes desde la trinchera de la vida burguesa pretendían revitalizar lo indígena con fines demagógicos.

En 1930, Uriel García escribió El Nuevo Indio (13), donde definiendo lo que es en su concepto el Ayllu nos dice:

“El Ayllu es una familia andina patriarcal, característica, simple y cerrada como un electrón o pequeño universo, aprisionado entre montañas que ha sobrevivido a todos los cambios en nuestra historia, con la misma perennidad inconmovible de esos montes donde arraiga. Creación de los nades, el ayllu es tan original como la vicuña o la llama, como el quishuar o el molle, como la “andesita” de nuestros monumentos. Prehistoria eterna, asiste desde milenios atrás el drama de la evolución americana agazapados sobre las lomas y sumido en el pajonal collawino, ni más ni menos como esas rocas que se inclinan sobre el abismo.

Ayllus cimeros, retrasados en su marcha, se quedaron sobre las cumbres siempre huraños y solitarios, como hace miles de años, junto a los roqueros de donde extraen el material para sus viviendas, las que con todo, siguen siendo cuevas y guaridas, junto a los pastizales donde apacientan sus rebaños, tocando la quena que conjura a la noche o haciendo chasquear la honda que desgarra el silencio desértico de esas soledades…

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El Ayllu es parentesco o ligamen sanguíneo, es decir, conciencia doméstica, solidaridad fraternal. La sangre generó la moral doméstica y ésta a su vez el sentimiento comunista de la propiedad y el de linaje endogámico. Así se formaron las constelaciones de linajes y pueblos, por superposiciones sucesivas hasta el advenimiento del primer “Imperio” preincaico o etapa ordenadora de la cultura y, después del régimen de los incas, que no es sino el poderío político y social de unos linajes próceres y la etapa civilizadora o tecnificante de esa cultura anterior.

El sentido doméstico del ayllu crea el gobierno paternal y despótico de los incas. El incanato es la “gran familia”, formada por individualidades colectivas o ayllus que son “hermanos” y dentro de esta denominación genérica, los que son padres, primos, sobrinos, cuñados, etc.”.

LUIS E. VALCARCEL

(1891 – 1987)

Extracción y posición de clase.

Luis Eduardo Valcárcel Vizcarra, procede de  una familia pequeño-burguesa de Ilo. Según Augusto Salazar Bondy, con sus ensayos polémicos: Tempestad en los Andes (1937) y Mirador Indio  (1941), protagonizó la posición más radical en defensa del indio y la exaltación de sus valores. Más tarde, en 1945 trueca su radicalismo indigenista y es complaciente con la intromisión del imperialismo yanqui, que a través de sus Fundaciones financia todo un movimiento de supuesto rescate de la cultura andina. Su ideología en este sentido, es a penas reformista y populista. No aceptó el papel de la lucha de clases ni se comprometió revolucionariamente con el proletariado. Fue Ministro de Educación en el gobierno de Bustamante y Rivero (1945-1947).

Su pensamiento.

Valcárcel es el principal propulsor de la Antropología Cultural, primeramente con sentido nacionalista, indigenista y aún milenarista. En este tramo se sirve de los aportes de Julio C. Tello, de la arqueología andina y del rico pasado tradicional de nuestro país, su lenguaje y su folklore. Como consecuencia de su tenaz defensa del indio, será apresado por el régimen legista cuando tienen la ocasión de participar en los movimientos huelguísticos en el Cuzco. En su faceta madura, Valcárcel se constituye en el etnohistoriador más notable. Propicia en la Universidad de San Maracos una serie de actividades patrocinadas por las instituciones norteamericanas, en el pretendido entendimiento de que la cultura era una cosa distinta que la penetración a los enclaves económicos. No pudo percibir que las supuestas ayudas foráneas en pro de la raza aborigen, dentro de un plano paternalista y desarrollista, lo que tendía era a prolongar su dominación hacia nuestro territorio. A través de su obra: Ruta Cultural del Perú (1945) dice superar el unilateral indigenismo y habla ya no sólo del pasado sino de una proyección hacia el futuro basándose de la influencia de la Antropología.

El Problema Nacional.

Si hay alguien que entre los pensadores peruanos se identificó apasionadamente con el pasado incásico es precisamente Valcárcel. Para él, la sierra o la nacionalidad. Sobre los pobladores de nuestra cultura antigua nos dice que son seres que siempre amaron su tierra y aplicaron la solidaridad, la cooperación, la disciplina, aunque intelectualmente se mostraron parcos.

Para Valcárcel el desarrollo autónomo de la sociedad incaica fue brutalmente desintegrado por el invasor español, al extremo de haber convertido al Tawantinsuyo en dos “Perúes”; el uno , por obra de la acción perniciosa de los peninsulares, hoy está representado por mestizos, criollos, iberoamericanos y latinos, que forman una costra de dominadores; el otro, el ancestral habitante que si bien política y socialmente ha sido hollado, sin embargo conserva intacta la organización del Ayllu, ofreciendo heroica resistencia y creando sus propios héroes, es decir, “espartanos andinos”, aún cuando han pasado a ser nuevos esclavos.

Dolido por la intromisión cultural exabrupto de ultramar, después de una construcción y revaloración de nuestro pasado, Valcárcel en compañía de Uriel García, Félix Cosio y otros, condujo la restauración de nuestros valores quechuas, haciendo que surgieran organismos como el Grupo Resurgimiento, en 1926. Denunció los abusos cometidos por el gobierno en Lauramarca y Sicuani, a raíz de la voracidad de los terratenientes del sur que empezaron a expropiar la pequeña ganadería de los nativos y enviarlos coercitivamente a un lugar de la selva para escarmiento. En todo momento desenmascaró el falso indigenismo del gobernante Leguía, de quién reveló que era un sostén de gamonales y del civilismo.

Conceptuó que el incanato era un Estado justo que poseía devoción por el trabajo y fomentaba la confraternidad humana. Al comienzo Valcárcel no fue partidario del mestizaje porque según él producía deformaciones; aseguraba que los occidentales provocaban trastornos psíquicos en la psicología del aborigen. Pero desde 1945, habló de la futura civilización de América, formada ya no sólo por cholos y mestizos, sino por “neoindios” con incorporación de la ciencia y la tecnología occidentales.

En opinión de Valcárcel, el incanato había solucionado el problema del hombre y la miseria. Aquí concuerda con Mariátegui.

El Problema del Indio.

Enterado de la situación favorable en que vivió el indio, nuestro historiador  anotaba que con la llegada de los españoles, el habitante andino de independiente que fue, pasó a ser un sirviente de la casa de los gamonales al punto de atribuírsele toda clase de males; si antes el indio fue un edificador de fortalezas, en la república pasó a realizar oficios humildes de mandado, de pongo, convirtiéndose en un ser desvalido. Valcárcel subraya que si bien en el incanato hubo una aristocracia privilegiada de los orejones, empero tuvo un trato benévolo para la clase trabajadora. De ahí que traza el retorno al incario, aunque no nos explica los mecanismos para instituir una nueva organización tawantinsuyana. En todo caso, cae en un franco mesianismo enunciando frases laudatorias cual si el inca no hubiera conocido ninguna forma de explotación humana o discriminación a otras culturas y etnias. Su visión idílica de la sociedad lo lleva a glorificar el pasado precolombino y a sostener criterios no antropológicos cuando afirma que el incanato conservó una raza pura. Incluso Valcárcel se pronuncia contra las medidas centralistas.

Para Valcárcel el indio es el único trabajador en el Perú desde hace diez mil años. Levantó con sus manos el Sacsayhuamán, los templos, palacios, caminos y canales, acueductos y terrazas, graderías subterráneas y urbes, catedrales y conventos, puentes y ferrocarriles, puertos y fábricas. El indio lo hizo todo, mientras el mestizo y el blanco se entregaban a los placeres. Hay que practicar el andinismo que es el amor a la tierra, al sol, al río y a la montaña. Hay que volver a la pureza primitiva, al candor de las almas campesinas.

Predicaba la resurrección de un indio nuevo que debería ser propagador del andinismo. El andinismo –dice- es agrarismo.

Debía mantenerse la raza indígena en estado puro sin mezclarse con mestizos y blancos. Muestra una tendencia etnocéntrica. En suma, según Alberto Flores Galindo, para Valcárcel, igual que para otros indigenistas, el comunismo se confunde con utopía (14)

En una conferencia dada en enero de 1927 y publicada en Amauta se lee las siguientes frases de Valcárcel (15):

“El bloc de mestizos-europeos es minúsculo e inerme. Las gentes de colores significan el décuplo y han monopolizado el arma. Ya lo dije otra vez: el fusil es indio.

El autómata que hoy dispara contra sus hermanos de raza, dejará de serlo. ¿Y entonces?

Quién sabe de qué grupo de labriegos silenciosos, de torvos pastores, surgirá el “Espartaco Andino”. Quién sabe si ya vive perdido aún en el páramo puneño, en los roquedales del Cuzco.

La dictadura del proletariado indígena busca su Lenin.”

VICTOR RAUL HAYA DE LA TORRE

(1895 – 1979)

Extracción y posición de clase.

El Político más notorio del Siglo XX don Víctor Raúl Haya de la Torre, provienen de una familia aristocrática de la provincia peruana de Trujillo; de joven se trasladó a la capital para continuar sus estudios universitarios, pero en las aulas encontró ambiente propicio para colocarse en situación de líder estudiantil, por cuyo hecho va sufrir requisitorias policiales, encarcelamientos, destierro y finalmente prisión prolongada; precisamente la reiterada represión de que fue objeto dará lugar a que la actuación progresista que venía mostrando durante la segunda y tercera décadas de este siglo, a través de un programa de corte socialista pequeño-burgués, desemboque en una conducta, primeramente proburguesa y nacional y luego proimperialista. A decir de Pablo Macera (16) Haya de la Torre es un “revolucionario de derecha” que tuvo al Perú en su puño y lo soltó porque más que hacer le ha interesado saber “qué puede ser”.

Su pensamiento.

En nadie más que en Haya de la Torre, desde el plano político, puede advertirse el viraje ostensible experimentado a lo largo de 60 años de mando partidario. Mariano Valderrama, explica la evolución o más propiamente la “involución” de la teoría aprista, fijando con cierta aproximación  tres períodos visibles:

  1. Como sustentador del frente anti-imperialista radical (1924-1927).
    1. Como organizador de un partido nacionalista de Frente Unico conducido por los sectores medios radicales (1927-1944).
    2. Como partido aliado de los sectores empresariales (1944-1955).

Durante el primer período Haya escribe: Por la Emancipación de la América Latina (1927). Es el tramo en que preconizará retóricamente un programa anti-imperialista y de la industria, así como de una acción tajante contra el imperialismo yanqui, para cumplir con cuyo cometido debía organizarse un Frente Popular policlasista conformado por todos los sectores que coincidieran en reconocer la urgencia de una lucha antifeudal que liquidará el latifundio y la explotación servil del campesinado. Por esta razón, Mariátegui concurrirá con su esfuerzo para alentar ese propósito, ya que no encontrará ninguna incompatibilidad en cuanto a reputar que el problema del indio es el problema viviente y fundamental de América Latina. Ambos ideólogos hallarán puntos convergentes en cuanto a valorar el potencial revolucionario del campesinado para llevar a cabo hondas transformaciones. En esa fase, Haya no está pensando aún en la organización de un partido nacional y muy al contrario, imbuído por ideas socialistas, utilizará un lenguaje estruendosamente urticante que terminará convocando a los sectores más sensibles de la escena nacional e internacional. Haya no se manifiesta ni antimarxista ni anticomunista, antes bien, en su periplo de visitas a otras naciones lleva un mensaje de unidad latinoamericana como reza su programa máximo e incluso se apresta a asistir a un Congreso Internacional en Bruselas para señalar distancias con el sistema socialista vigente ya en la Unión Soviética.

El segundo período corresponde al estadio en que Haya decide organizar su propio partido político con miras a postular en las elecciones presidenciales y plasmar desde el poder su plataforma de trabajo. Es el momento en que Haya, analiza la capacidad de cada una de las clases sociales populares y fija la aptitud que reúne cada una de ellas. Así por ejemplo, dice que no es posible realizar una revolución de cuño socialista, porque en el Perú no existe una clase social proletaria madura ni numerosa como para poder dirigir un movimiento de gran envergadura; antes bien la clase obrera, esperanzada en lograr algunos beneficios de sus patronos se mantienen en esa expectativa sin mostrar  bríos revolucionarios. Cuanto al campesinado, modificado su punto de vista anterior, estima que si bien es numeroso, pero está constituido por una población analfabeta carente aún de conciencia y organización, por lo que tampoco puede presidir acciones decisivas, quedando en cambio las clases medias, como los sectores más preparados para emprender faenas de resistencia en contra del imperialismo dado que se hallan igualmente explotadas a semejanza del campesinado y proletariado. En razón de esto, serán ellas los sectores mesoclasistas los que conducirán triunfalmente la revolución. Al enterarse Mariátegui de la decisión de Haya, de fundar esa organización partidaria de índole pequeño-burguesa y abandonar el Frente Antiimperialista, indicará sus puntos de vista discrepantes, tras una polémica previa, y luego se distanciará de Haya, para fundar en el Perú un partido que sin denominarse comunista, concordara, sin embargo con la III Internacional. En este trecho, Haya escribe: Teoría y Táctica del Aprismo (1931); El Antiimperialismo y el Apra (1928); ¿A Dónde Va Indoamérica?(1935). Y asumiendo posturas paternalistas para con el campesinado, remarca que por estar atrasado no puede ser vanguardia conductora del movimiento, por lo que será la clase media, la que en nombre de los sectores populares, articulará el mando del Estado, de concretarse la revolución. Se trueca así el APRA; de frente antiimperialista y socialista revolucionario, en partido pequeño burgués nacional y radical de carácter reformista y oportunista.

El tercer período (1944-1955), está signado por la acción claudicante de Haya de la Torre, el que al ser perseguido por los regímenes de turno y desesperado por la toma del poder a cualquier costo, preferirá arriar sus banderas primigenias explicando demagógica y falazmente a sus huestes de que las condiciones internacionales y la coyuntura nacional ya ha variado y por ende, no se trata ahora de “quitar la riqueza al que la tiene, sino crear para el que no la tiene”; no se trata de luchar ciegamente contra el imperialismo yanqui, sino realizar una acción contra toda suerte de imperialismos para formar un “Estado democrático sin imperio”; no se trata de negar las inversiones monopólicas extranjeras en nuestro país, pues así como es necesario el agua y no la inundación, también en los países atrasados se requiere el concurso de capitales foráneos, debidamente planificado, para propiciar el despegue de nuestra nación, ya que el imperialismo tienen dos lados, el lado “bueno” que permite el desarrollo de  las naciones independientes y el lado “malo” reflejado en su conducta opresiva; no se trata de radicalizar vanamente a los sectores pauperizados para enfrentarlos violentamente con las clases dominantes, sino de aplicar un programa técnico en el agro. En este instante Haya ya no mantiene su postura antifeudal de liquidación del latifundio, sino que había un lenguaje desarrollista y de perdón a las clases sojuzgadoras. Esto traslucen de algún modo sus trabajos: ¿Y Después de la Guerra Que? (1946); Espacio-Tiempo Historico (1948);  Toynbee Frente a los Panoramas de la Historia (1955); Treinta Años de Aprismo (1956); Mensaje de la Europa Nórdica (1956). En una serie de discurso, Haya ya no formulará la nacionalización de los recursos sino hablará de “nacionalización progresiva”. No fomentará la revolución social sino “técnica”, declarará que su partido es “democrático” y no totalitario y criticando al socialismo soviético, predica una doctrina de “pan con libertad”.

Aduce sus claudicaciones excusándose que el APRA tiene como meta “cooperar con el país”; en lugar del internacionalismo se pronuncia por el nacionalismo.

A lo tratado por Mariano Valderrama, habría que agregar el período restante (1955-1987), fase ésta donde el APRA ha continuado con una secuela de transacciones con los sectores de la clase dominante, empleando un lenguaje anticomunista e incluso macartista, contubernios que le permitirá sobrevivir. Así, después de un escandaloso ensamblaje con el pradismo en su segunda gestión (1956-1962), el APRA tendrá la oportunidad de manipular el parlamento nacional aliado a los sectores más cavernarios de nuestro país. Y como respuesta a ello, los sindicatos obreros, campesinos, federaciones estudiantiles y de empleados mostrarán su asombre y terminarán simpatizando con la revolución cubana registrada en 1959. Durante el primer régimen de Belaúnde Terry (1963-1968), desde el Congreso y aliado con el odriísmo, pradismo y beltranismo, desatará una campaña anticomunista cerval contra los movimientos populares (toma de tierras, huelgas, insurgencias), al extremo de aniquilar el movimiento que emprendieran los exmilitantes Luis De La Puente Uceda y Guillermo Lobatón Milla en 1965. Producido el golpe de Estado, de los militares, en 1968, el APRA arguirá que el velascato no hizo más que cumplir con el programa aprista, a través de un “corporativismo dirigido”. La fase del segundo régimen de Belaúnde (1980-1985 servirá para un reacomodo de fuerzas del APRA, que dos años antes, manipuló el Congreso Constituyente aliado con el Partido Popular Cristiano de Luis Bedoya Reyes, el pradismo y el odriísmo supérstites, engendrando una carta política favorable a los intereses de las transnacionales y de los conservadores peruanos. En todo caso la acción que llama la atención en la Constituyente es el otorgamiento del voto a partir de los 18 años que propició el Apra para condicionar su triunfo electoral en 1985, como que en efecto se hizo del gobierno, imprimiendo un programa corporativista y fascista pro imperialista en los hechos, aunque con verbalismo pseudorevolucionario.

Sus fuentes filosóficas.

Así como el tratamiento político que impregnó Haya a su partido es de un giro manifiesto, también el contenido filosófico de su doctrina ha estado revestido de esos virajes. Así en el primer período (1924-1927) Haya electriza a la juventud latinoamericana con un lenguaje marxista hasta el momento de la ruptura con el Congreso Internacional Antiimperialista de Bruselas. En el segundo período se esfuerza por acogerse a un relativismo filosófico sui géneris, sirviéndose de la teoría de Spengler, esta vez matizado con un verbo hegeliano, para después fundamentar su doctrina Espacio-Tiempo Histórico nutriéndose de las conclusiones la física einsteniana, donde afirma que no puede haber doctrinas filosóficas universalmente válidas porque cada espacio-tiempo tiene su propia historia; por lo tanto, hay tantos espacio-tiempos como sociedades existen. No hay una sola historia universal sino varias.

Finalmente, en su obra Toynbee Frente a los Panoramas de la Historia, Haya expone que Toynbee se quedó con una concepción newtoniana y que en este sentido el aprismo es superior, incluso al materialismo dialéctico, que si bien es verdad es válida para las naciones europeas con capitalismo industrial desarrollado; en cambio no es aplicable a países carentes de industria y de proletariado numeroso. Fuera de esto, la tesis de Lenin acerca del desarrollo del imperialismo como última fase del capitalismo, es válida sólo para sociedades europeas, pues en Latinoamérica el fenómeno es distinto, porque aquí el imperialismo es más bien la primera fase.

El Problema Nacional.

En sus años aurorales, Haya planteó que para el progreso de nuestro país se requería la implantación de un capitalismo de Estado, pero en 1961, afirma que es necesaria la “importación” de capitales señalando que el imperialismo “así como trae dependencia, también trae progreso”. Aclara que el capitalismo de Estado conduce al totalitarismo.

Como otra de las soluciones al problema nacional se encuentra la creación del Congreso Económico Nacional, cuyo organismo debía conciliar a los 3 factores de la producción: Capital, Estado y Trabajo; pero resulta que este proyecto delata formas corporativas del estado en ciernes.

El Problema del Indio.

Después de haber lanzado la tesis de la confiscación de la tierra en su programa primigenio, Haya  varió sus postulados indicando que lo que había que hacer es expropiar los latifundios ociosos e improductivos, en lugar de arrebatar las tierras cultivadas; además, el  problema del indio no es un problema de tierras sino un tema técnico de política de irrigaciones, puesto que nuestros arenales están desérticos.

En los años de la convivencia, el APRA contribuyó a formular una reforma agraria que no tocará el latifundio y más bien empezó a hablar de la “revolución verde” que consiste en la colonización de la selva.

En suma, la propuesta de Haya, según Luis Guillermo Lumbreras, constituye una deformación de las corrientes antifeudal y antiimperialista, modificándolas por una doctrina pretendidamente “indoamericanista”, aunque es verdad que bajo ese nombre, el APRA, en sus años albores se enfrentó al civilismo.

Queriendo convencer de que el APRA nada tiene que ver con la hegemonía de una clase proletaria o campesina, Haya describe lo que quiere hacer de su organización (17):

“En varias  oportunidades he aludido a la semejanza del movimiento antiimperialista chino con el movimiento antiimperialista nuestro. En un discurso pronunciado durante la cena conmemorativa de la revolución china en Londres, el once de octubre de 1926, hice hincapié en que “el único frente antiimperialista semejante en su origen al chino, es el indoamericano y el único partido antiimperialista del tipo que tuvo el Kuo Min Tang al fundarse, es el APRA”. Insisto en el paralelo, a pesar de necesarias distinciones específicas, recordando que la tradición literal de las tres palabras que dominan el poderoso organismo político chino significa en nuestra lengua “Partido Popular Nacional”. Los vocablos “popular” y “nacional” que expresan claramente la tendencia del frente único del Kuo Min Tang, pertenecen a la denominación aprista también.

El Kuo Min Tang no fue fundado como partido de clase sino como un bloque o frente único de obreros, campesinos, clases medias, organizado bajo la forma y disciplina de partido…”

Intentado demostrar que el marxismo no tiene validez universal en Treinta Años de Aprismo dice:

“La total separación entre el aprismo y el comunismo es, como se ve, fundamental. Arranca de divergentes concepciones históricas. Para el comunismo los enunciados de Marx, concebidos en una región y en una época dadas -Europa en el Siglo XIX- son irrecusables verdades de vigencia universal. Para el aprismo, la concepción marxista es un antecedente histórico importante pero no inalienable…” (18).

AUGUSTO SALAZAR BONDY

(1925-1974)

Extracción y posición de clase.

El filósofo mas connotado del “Grupo de los 60” (19), don Augusto Salazar Bondy, nace de una familia perteneciente a los sectores mesoclasistas de nuestro país. Estudia filosofía en la Universidad de San Marcos y posteriormente amplia sus conocimientos en México, Francia y Alemania. Desempeñó la cátedra en la cuatricentenaria Universidad sanmarquina y tiene una vigorosa producción intelectual, donde precisamente están incluidas como obras imprescindibles su Filosofía en el Perú (1954) y su Historia de las Ideas en el Perú Contemporáneo (1965). Versado en Filosofía e Ideología, alrededor de 1955, se agrupó con otros científicos sociales notables para fundar el Movimiento Social Progresista, con miras a dirigir el gobierno. En la década del setenta, al insurgir el régimen militar de Velasco Alvarado, participó en la Comisión de Reforma de la Educación. Recusó al marxismo como filosofía para nuestro país y planteó tendencias de orden humanista ecléctico.

Su pensamiento.

La concepción de Salazar Bondy se nutre de una diversidad de tendencias filosóficas que van desde la Filosofía Analítica hasta el marxismo, pasando por el humanismo y el socialismo. Empezó utilizando el método fenomenológico pero después prefirió el análisis del lenguaje, el cuál combina con unas categorías marxistas. Estuvo influido por Husser, Séller y Hartmann, de ahí que compartió con la Fenomenología, la Lógica Moderna y el Neopositivismo que, según Salazar Bondy nos entrega mejores luces.

En su artículo: Carácter del pensamiento filosófico peruano (1962) Salazar sentencia que nuestro filosofar esta plagado de defectos cardinales, tales como la superficialidad, el sentido imitativo, la falta de originalidad, la improvisación, la precariedad, la falta de sustento tradicional, la desorientación e inautenticidad; el divorcio respecto de la cultura y la vida. Es decir, nuestros pensadores no han asimilado los valores genuinos de nuestra cultura global desde el pasado  prehispánico hasta el momento, a fin de señalar cual es realmente nuestra idiosincrasia, nuestra concepción del mundo. Los pensadores peruanos se han concretado únicamente a consultar con las corrientes filosóficas vigentes en Europa y en Norteamérica y la han querido aclimatar sin éxito. Como resultado de ello, no tenemos realmente a que atenernos. Ante esta frustración, como una especie mimetismo han surgido “mitos enmascaradores” de nuestra situación. Así tenemos el “hispanismo”, el “criollismo”, el “indigenismo”, la “latinidad”, la “espiritualidadd”, la “catolicidad”, el “republicanismo” y tantos otros que no hacen sino dibujar los intereses mas encontrados entre los distintos sectores de la nacionalidad o buscar una aparente satisfacción en torno a esos mitos. Existen también otros como: “Vale un Perú”, “El Perú es un mendigo en un banco de oro”, el “País del dorado” para tender una cortina de conformismo ante nuestras falencias. Nuestra filosofía es así mimética. Todo lo que ha alcanzado prestigio en occidente, inmediatamente se pretende aplicar en el Perú. Esto prueba una vaciedad ideológica, una carencia de categorías propias en nuestro pensar. No tenemos rigor, hondura, vertebración teórica o radicalismo. Reemplazamos la teoría con algún slogan político. Lo cierto es que hacemos un subproducto de la reflexión occidental, sin autonomía. Hacemos descripciones fragmentarias de las costumbres o sentimientos. Falta una Línea analítica del conocimiento, faltan formas categoriales, hay orfandad epistemológica y axiológica. Es alienante. Se impone, en consecuencia, la necesidad de tecnificar la filosofía a través de la especialización.

El Problema Nacional.

No tenemos una nación integrada, pues la nacionalidad en todo caso está por hacerse. El Perú  continúa soportando sus contradicciones entre los intereses del artesano, proletario, pequeño burgués, profesional, rentista, campesino, latifundista, industrial, etc.

Cada sector ha presentado su forma de solución. Los burgueses nos han presentado el mito de la “respuesta tecnológica”; los intelectuales sensibles han presentado el mito del “neoindigenismo”, con el velado propósito de utilizar el campesinado llegando incluso a solicitar una reforma agraria. Se adula al campesinado y sus manifestaciones culturales, para enervarlos e inmovilizarlos, usando la música y la literatura, actitudes que termina siendo reaccionarias. Se oficializa el quechua y se hace festividades de corte nacionalista o reivindicatorio, que la final terminan en “huachafería”. De su parte, el aborigen se ha contentado con su “regionalismo” y “tradicionalismo” que al fin no  es sino “pasatismo”, aislado del contexto mundial.

Mas, al margen de lo apuntado, el nativo se halla soportando problemas crudos en el terreno estructural y en lo superestructural. En el primer caso afronta el infausto problema del agro y la minería, y en el segundo, lo referente a la castellanización, la migración y la diferenciación.

Justamente en su artículo: La Cultura de la Dominación (1968), Salazar grafica la situación de la tenencia de la tierra afirmando que nuestra región andina presenta un cuadro en el cual pervive un régimen de explotación feudal caracterizado por una multitud de minifundios antieconómicos en manos de campesinos pauperizados, al lado de una gran concentración de propiedad en poder de latifundistas. En la costa, si bien es verdad que existe una explotación moderna dedicada a los cultivos de exportación, también perdura una gran concentración de propiedad en pocas manos bajo prácticas de régimen salarial. De hecho, esto denuncia la existencia de una gran desigualdad en la distribución de la tierra: Lo grave del caso es que el campesinado apenas produce para su supervivencia para la bajo productividad y por ende, tiene que soportar un bajo nivel de vida. Del total del territorio cultivable, sólo un 20% está en poder de los campesinos. El resto de la tierra está destinada a producir para la exportación.

En el otro extremo, la producción minera está dominada por unas pocas compañías norteamericanas y se contrae las actividades de exportación, de tal suerte, que el Perú casi enteramente está hoy en manos del capitalismo norteamericano, en una condición práctica de semicolonia. Tenemos así el capitalismo en nuestra propia casa, pero no como productor de una economía de bienestar, sino como generador de una miseria creciente.

Esta situación calamitosa ubica al Perú como un país de “tercer mundo”, es decir, es similar a los países de la “segunda zona” o “países proletarios” que viven una existencia marginal, al lado de las grandes potencias industriales.

Así pues, nuestra sociedad depende de otras metrópolis y necesita de ellas para vivir y desenvolverse, lo malo es que esta dependencia está acompañada de dominación.

El corolario de la situación de estos países en la segunda mitad del siglo XX ha dado lugar a que se piense como única salida en términos de revolución internacional.

En buen romance, la liberación en nuestro caso, significará la cancelación del sistema económico social capitalista. Pero todo reformador habrá de tener en cuenta que nuestra realidad es multiética, pluricultural, con una heterogeneidad geográfica, racial y clasista.

El Problema de la Educación.

Pero, resulta que para llegar al proceso liberador, descubrimos escollos como es el caso de la alienación cultural. Encontrándose nuestra patria maniatada y entregada al extranjero, es obvio que nuestra cultura también se halle desintegrada, sin fuerza y supeditada a valores ideales extraños. Y es que las fallas de nuestra educación denuncian al mismo tiempo las fallas de nuestro Estado que en el fondo no han servido sino a las minorías oligárquicas convirtiéndose en un instrumento destinado a preservar los intereses de la clase dominante y sus aliados foráneos. Un signo de la atrofia que sufrimos es el hecho de que preferimos comprar lo extranjero, en lugar de lo nativo; escogemos para los estudios los planteles particulares y posponemos la educación impartida en colegios estatales. Cuando más lejos estemos de los niveles de cultura de los países industrializados, estaremos también cada vez más pobres y débiles y cada vez sujetos a la dominación extranjera.

Se requiere, en suma, que la crisis de la educación peruana se entienda como una “educación de la crisis”. Que la escuela informe al educando los avances logrados por el hombre, y que esté al servicio del desarrollo económico, sin tener que engendrar desigualdad. La necesidad de fomentar una conciencia nacional de desarrollo, una conciencia crítica debe significar una educación para el trabajo.

La Solución Humanista.

A semejanza de Francisco Miró Quesada, Salazar en su obra: Entre Escila y Caribdis. Reflexiones sobre la vida Peruana (1969) formula un planteamiento antropológico. Sostienen que el humanismo es la doctrina que permite afirmar y defender al hombre, su dignidad y valor. La historia se plasma a través de la praxis que es el trabajo.  Si éste está absorbido por los dueños del capital, hay que recusar el capitalismo y afirmar el socialismo, mediante una política humanista, democrática y socialista que camine hacia la autogestión.

Crítica a su pensamiento.

Según Iván Degregori (20), Salazar Bondy recae en un populismo neoindigenista utilizando enfoques confusos, sin identificarse jamás con determinada clase o sector social, emitiendo argumentos aparentemente neutrales, pero que en el fondo recusan al materialismo dialéctico, al sostener que esta ideología, en otros confines, sólo ha servido para buscar la hegemonía de una nueva clase insurgente (el proletariado).

En 1955, nuestro filósofo fundó el Movimiento Social Progresista, coaligándose con sectores de la pequeña y mediana burguesía, bajo el manto de un supuesto socialismo humanista. Pero en aquella ocasión demostró no saber escoger a sus aliados ni supo a quien golpear. Y esto ocurre entre otras cosas porque su filosofía es incoherente, sus investigaciones éticas parten de consideraciones fenomenológicas y analíticas que tampoco son originales. Por eso su programa es indeciso porque no sabe señalar el papel de cada una de las clases sociales en el contexto de la confrontación. Es incierto cuando al referirse al Estado no precisa el rol que debe tener éste frente al  imperialismo.

Elude hacer un tratamiento de la importancia de la lucha de clases y discernir las clases que son responsables del estado de postración de la nación.

Diseña una sociedad que no sea capitalista ni comunista, por ser ambos sistemas perniciosos, el uno porque crece subestimando al trabajador y permite el robustecimiento del imperialismo; a no ser que se proyecte a un  capitalismo independiente; el otro porque consiente la hegemonía de una burocracia política en el poder estatal.

De su parte, David Sobrevilla (21) en su libro: Las Ideas en el Perú Contemporáneo y en su artículo: 1880-1890: 100 años de Filosofía en el Perú al hacer una síntesis de la crítica a la filosofía salazariana, observa que el autor de Entre Escila y Caribdis comete muchos yerros o es aventurado en sus apreciaciones en torno a la producción bibliográfica de nuestros pensadores. Piensa Sobrevilla que Salazar es mezquino cuando regatea a los filósofos nacionales de haber producido mecánicamente las ideas venidas de ultramar. Sobrevilla refuta estos asertos diciendo que, por ejemplo Prada, Mariátegui y Haya han formulado reflexiones genuinas sobre nuestro acontecer, por lo tanto no es verdad que carezca de originalidad o autenticidad. De otro lado, filósofos como Wagner de Reyna, Miró Quesada, Deústua e Iberico son admirados fuera del Perú justamente porque tienen aportes originales al desarrollo del vitalismo y otros temas.

A renglón seguido, Sobrevilla subraya que el propio Salazar tampoco es original si se tienen en cuenta que dicotomía: independencia-dependencia liberación-dominación; realización-alienación, a la poste se sintetiza en la fórmula subdesarrollo-desarrollo.

Mención aparte merece la seria observación que hace Sobrevilla acerca de la ausencia de la relación dialéctica que debe señalarse entre las ideas producidas por determinado pensador con la respectiva base económica de su país en un momento determinado. Estas valiosas categorías parecen ignorar Salazar, así como el no consentir la existencia de cambios cualitativos y saltos.

Su evasión, sin embargo, parece corresponder al sector temeroso de los intelectuales pequeño-burgueses que no pudiendo declararse “anticomunistas”, terminan mediatizándose.

En lo tocante a la sobrevaloración de Salazar Bondy en el uso de la fenomenología, el filósofo Alberto Villegas (22) nos alcanza la siguiente apreciación:

“… es necesario guardar distancias frente a la filosofía analítica, por el auge que ha cobrado ésta. Sus cultivadores entienden el menester filosófico como un método, establece y aplica los criterios de verificabilidad de las proposiciones. Tal procedimiento se le menciona como un análisis de los conceptos, una aclaración de ideas, de definiciones y argumentaciones. Pero nada tienen que ver con la verificación empírica de tales conceptos y la naturaleza de los objetos.

Esta noción supone la cancelación de la filosofía como un saber de la realidad, parcializada, queda como objeto exclusivo de las ciencias; y la filosofía, ya no como un saber, sino únicamente como un método, fungiría sólo como un auxiliar de las ciencias ayudándolas a establecer el significado de sus conceptos.

Se trata de una concepción que se empeña en la “pureza” de la actividad filosófica heredera de las filosofías que han exaltado la razón y la conciencia pura, que han defendido su autonomía frente a las impurezas de lo empírico y las influencias perturbadoras de la subjetividad y de toda la carga de socialidad que tal subjetividad implica”.

DAVID SOBREVILLA

(1938 – )

Extracción y posición de clase.

David Sobrevilla Alcazar, procede de la clase media provinciana (Huánuco). Curso sus estudios en las Universidades de San Marcos, La Católica y de Tubinga (RFA).  Viajó a Europa y se doctoró en filosofía estando en Alemania. Tiene copiosa publicación en revistas, diarios y periódicos. Actualmente se desempeña como docente de la Universidad “Cayetano Heredia” de Lima y en San Marcos.

Su pensamiento.

Según Sobrevilla, la filosofía tomada en un sentido contemporáneo no es ciencia. En todo caso en una ciencia social, porque está más cerca de la Sociología que de la Física. El defecto de la mayoría de nuestros filósofos es que ninguno de ellos ha problematizado sus métodos de investigación. Entre otros factores que han conspirado para el débil desarrollo de la filosofía son: la presencia del historicismo, que consiste en “historizar” demasiado la filosofía con el peligro de convertirse impotente para nuevas vertientes. Otras limitaciones radican en el hecho de que ciertos pensadores lo toman como una actividad lúdica  al preocuparse sólo por problemas triviales, en tanto que otro sector confunde filosofía con religión, generando así la ocasión para que otros campos del saber como la Sociología se “apoderen” de los temas que conciernen a la filosofía.

En materia de filosofía, el Perú ha sido el influjo de lo creado por naciones europeas y nórdicas. Así entre 1880 a 1890 recibe el aporte de Francia; la generación del 49 se nutrió de Alemania y la del 60, de los anglosajones.

No es verdad que los filósofos peruanos copien mecánicamente la metodología o el espíritu de las corrientes filosóficas difundidas en Norteamérica o Europa como lo ha sostenido Salazar Bondy. Antes bien, diversos ensayistas y pensadores, aún sin tener el instrumental ni la técnica necesaria han desarrollado la filosofía fructíferamente. Es el caso de Manuel Gonzáles Prada, Víctor Raúl Haya de la Torre y José Carlos Mariátegui, que en su obra toman compromiso con orientaciones de cuño socialista aunque no homogéneamente. En cuanto a aportes originales tenemos el concurso de Alejandro O. Deústua, Mariano Iberico Rodríguez y Francisco Miró Quesada y el propio Salazar Bondy, cuyos trabajos no sólo han sido valorados en foros nacionales sino también en el extranjero.

En lo que atañe a la historia de la filosofía peruana, ésta no puede considerar como punto de partida al Incanato porque no hubo una epistemología mochica ni una metafísica quechua. Realmente, la filosofía peruana se inicia con todo su rigor después de la guerra con Chile y, concretamente, quien inicia la actividad filosófica es Manuel Gonzáles Prada. Claro que si se habla de la filosofía como actividad filosófica profesional, ésta se inaugura recién en 1940.

Indudablemente los ensayos filosóficos se han enriquecido mejor cada vez que se produjeron conmociones de índole económico-social. Así el conflicto bélico con el país del Sur. La bonanza económica de las exportaciones, el falso espejismo del industrialismo, los momentos de auge de nuestra minería, han tenido sus repercusiones.

Es verdad que si comparamos a los ensayistas de antaño con los filósofos técnicos profesionales de hoy, podemos encontrar una notoria diferencia: Víctor Andrés Belaúnde, Alejandro O. Deústua, Francisco García Calderón y sus congéneres asumían un compromiso o tomaban partido de algún bando al construir sus proposiciones; en cambio, los pensadores de hoy se dedican a vigorizar demasiado la estructura de sus proposiciones y al hacerlo pierden contacto con la realidad misma, porque pasan a discutir problemas que a la sociedad peruana no le incumbe inmediatamente, por ser temas intrateóricos. Este es el caso de quienes vienen dedicándose a la Epistemología, Lógica y Lingüística, La generación actual diríase prefiere la argumentación impecable y el “dato exacto”.

Sobrevilla comenta que las posiciones más encontradas que se han dado en la filosofía peruana las constituyen el marxismo y el cristianismo. Es así como han contendido en una época José Carlos Mariátegui y Víctor Andrés Belaúnde, para cada uno de los sectores, respectivamente; en otro momento se enfrentaron César Guardia Mayorga y Alberto Wagner de Reyna.

A diferencia de lo propuesto por Francisco Miró Quesada y Augusto Salazar Bondy, el filósofo peruano David Sobrevilla propone el siguiente cuadro evolutivo de las ideas:

I. EL POSITIVISMO

No Universitario: Manuel Gonzáles Prada.

Universitario-Académico: Javier Prado Ugarteche, Jorge Polar, Alejandro Maguiña, Clemente Palma, Carlos Lissón, Joaquín Capelo, Carlos Wiesse, Mariano H. Cornejo y Manuel Vicente Villarán.

II. LA REACCION ESPIRITUALISTA

Alejandro O. Deústua, Mariano Iberico Rodríguez, Ricardo Dulanto, Humberto  Borja García, Pedro S. Zulen, José de la Riva Aguero, Francisco García Calderón, Víctor Andrés Belaúnde, Oscar Miró Quesada, Luis Miró Quesada, Felipe Barreda, Enrique Barbosa, Manuel Arguelles y Ramiro Pérez R.

III. GENERACION DEL CENTENARIO

Planteamiento Socialista: José Antonio Encinas, Hildebrando Castro Pozo, Abelardo Solis, Luis E. Valcárcel, José Uriel García y José Carlos Mariátegui.

El aprismo: Victor Raúl Haya de la Torre, Antenor Orrego y Luis Alberto Sánchez.

El Conversatorio Universitario: Jorge Gmo. Leguía, Raúl Porras Barrenechea.

IV. EL GRUPO DEL 40

César Guardia Mayorga, Carlos Cueto Fernandini, Luis Felipe Alarco, Alberto Wagner de Reyna, José Russo Delgado, Francisco Miró Quesada, Walter Peñaloza Ramella, Nelly Festín y Juan Bautista Ferro.

V. EL GRUPO DEL 60     

Augusto Salazar Bondy, Antonio Peña Cabrera, Víctor Li Carrillo.

VI. EL GRUPO ACTUAL

CITAS DE LA SEGUNDA PARTE:

  • Mao Tse Tung, En: Análisis de las Clases de la Sociedad China, Artículo inserto en Obras Escogidas, Tomo I, Pag. 11.
  • Carlos Iván Degregori. En: Indigenismo, Clases Sociales y Problema Nacional, pág. 37
  • Wilfredo Kapsoli, En: Los Movimientos Campesinos en el Peru: 1879-1965, p. 25
  • José Aricó. En: Mariátegui y los Orígenes del Marxismo Latinoamericano, p. XXIII.
  • Carlos Marx, En: Miseria de la Filosofía, Op.Cit. p. 84
  • Aníbal Quijano. En: Imperialismo, Clases Sociales y Estado en el Perú: 1890-1930, p. 80
  • Augusto Salazar Bondy. En: Historia de las Ideas en el Perú Contemporáneo, Tomo I, Pags. 10 a 37
  • Julio Cotler. En: Clases, Estado y Nación en el Peru, p. 122
  • Manuel Gonzáles Prada. En: Paginas Libres, p. 50-51
  • José Antonio Encinas, En: La Reforma Universitaria en el Perú: 1930-1932. pp. 83-84
  • José Antonio Encinas, En: Un Ensayo de Escuela nueva en el Peru: pp. 57-58
  • José Carlos Mariátegui, En: Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, p.33
  • José Uriel García. En: El Nuevo Indio, pp. 33-34
  • Manuel Burga y Alberto Flores Galindo. En: Apogeo y Crisis de la República Aristocrática, p. 169-184.
  • Luis e. Valcárcel. En: El Problema Indígena artículo insertado en “La Polémica del Indigenismo de Manuel Aquézolo Castro”, p. 26
  • Pablo Macera.En: Conversaciones con Jorge Basadre.
  • Víctor Raúl Haya de la Torre. En: El Antiimperialismo y el APRA, p. 36
  • Víctor Raúl Haya de la Torre. En: 30 Años de Aprismo, p. 25
  • David Sobrevilla. En: 1880-1980: 100 Años de Filosofía en el Perú, artículo inserto en Ciencias Sociales en el Perú. Un Balance Crítico, por Eduardo Aramburu y otros, p. 53-55
  • Carlos Iván Degregori. P. cit. Pag. 239
  • David Sobrevilla, op. Cit.
  • Abelardo Villegas. En: Proyecto Para Una Filosofía Política de América Latina, artículo inserto en la obra: La Filosofía-Actual en América Latina, por Arturo Ardeo y otros, pp. 183-192.

CUESTIONARIO

  1. Ubique usted en las Obras de Lenin el artículo Una Gran Iniciativa y encuentre la definición de Clases Sociales.
  2. Establezca tres diferencias entre el pensamiento de Luis E. Valcárcel y José Uriel García.
  3. Ubique en las Obras de Mao Tsetung el artículo Análisis de las Clases de la Sociedad China y resuma los conceptos que se dan sobre la Pequeña-Burguesía.
  4. Encuentre tres semejanzas entre el pensamiento de Haya de la Torre y Salazar Bondy.
  5. ¿Por qué la pequeña-burguesía es potencialmente pro-imperialista?

LA IDEOLOGIA SOCIALISTA INTERNACIONAL – PROLETARIA

La Filosofía tiene la particularidad de ser una ciencia de efecto universal. Esto quiere decir que su producto o resultado –el filosofar- no se restringe a esferas locales (una región), nacionales (un país) o continentales (Latinoamérica) como sustentan los continuadores del relativismo, en el caso nuestro: Haya de la Torre y Salazar Bondy. Cuando Platón (428-348) y Aristóteles (384-322) se esforzaron por precisar el rol que correspondía a cada sector de la sociedad griega y concluyeron que unos habían nacido para “gobernar” y otros para “obedecer”, tal análisis no sólo fue aplicado en la Helade y sus colonias. Ya había sido puesto en práctica mucho antes en Oriente y Nor-Africa; luego fue tomado por el Imperio Romano y desde allí se extendió por todo Occidente, llegando a América Latina en 1492 por intermediación de España.

Cuando Aurelio Agustín (354-430) y Tomás de Aquino (1225-1274) nos hablan del desdén por el mundo sensorial y sus tentaciones y nos encaminan para prepararnos en pos de una vida digna al lado del Hacedor, incuestionablemente no se estaban refiriendo a los de Hipona o a los universitarios de Roma. Su recetario se dirigiría a los confines del mundo y por ello Bartolomé Herrera exigirá en esta parte del mundo, ardientemente que, cada quien –cada clase- ocupe su lugar.

Cuando los ingleses Francis Bacón (1561-1626), Thomas Hobbes (1588-1679), y John Locke (1632-1704) examinan el problema del Estado, innegablemente sus postulados no los proyectan sólo para los límites de la Gran Bretaña. Como se sabe, el Estado burgués internacionalizó prontamente los esquemas y fórmulas políticas favorables a sus intereses, esquemas de los que se sirvieron los revolucionarios en Francia y los Estados Unidos de Norteamérica en el Siglo XVIII y después los caudillos de la independencia en América del Sur. Esto significa que el éxito alcanzado por las fuerzas productivas en las sociedades modernas han trocado las ideas, de parroquiales que eran a cosmopolitas. En efecto más tarde, al aparecer el método y la filosofía positivistas en el suelo francés, va ser transportado y aplicado fructíferamente por los utilitaristas ingleses como Stuart Mill (1806-1873), los pragmatistas norteamericanos como William James (1842-1910) y John Dewey (1859-1952). Aún nuestros connacionales Javier Prado Ugarteche, Jorge Polar, Joaquín Capelo y Manuel Vicente Villarán, querrán adaptar apresuradamente en nuestro medio.

Al brotar un nuevo método y filosofía denominada: Fenomenología, útil para los designios de los réditos imperialistas, prestamente va tener que ser propagandizado por sus partidarios en América Latina y se va imponer como curso obligado en los claustros universitarios. En esta estrategia cayeron envueltos pensadores como Carlos Cueto Fernandini, Augusto Salazar Bondy, Luis Felipe Alarco y Francisco Miró Quesada, para citar sólo a los iniciadores.

En cambio, cada vez que las clases populares y en estos últimos tiempos, el proletariado y sus intelectuales, han querido difundir el marxismo original que fue estructurado para las sociedades capitalistas en su fase premonopólica se ha querido sostener que la ideología marxista no es aplicable a nuestra realidad; que no se puede ser dogmático ni mecánico en seguir a “pie juntillas” la teoría de la violencia o en la interpretación de los modos de producción. Para los regímenes de turno ha sido fácil motejar de “anarco-comunistas” a quienes por solidarizarse con las demandas de la clase trabajadora han querido buscar un modelo social más justo.

Se argumenta pues, inútilmente, que el marxismo es vigente sólo para las naciones europeas. Y no falta quienes dicen que su validez quedó agotada en el siglo pasado, dado que a la fecha ha sido superado por otras corrientes. Sin embargo, los hechos han robustecido y enriquecido a la ideología marxista. Así Lenin la ha desarrollado en la fase monopólica del capitalismo, colocando victoriosamente en el poder soviético a la clase proletaria. De ahí la denominación de: marxismo-leninismo a la continuación de la ideología proletaria en la primera mitad de este siglo. Pero el vertiginoso ascenso del marxismo no ha quedado allí. En 1949, en China, se plasma la instauración de la dictadura del proletariado, teniendo como líder a Mao Tsetung, el que a través de sus escritos  muestra que es posible el paso de las sociedades simifeudales –como el caso nuestro- hacia una sociedad socialista. A partir de ello se hablará de una tercera fase en el desarrollo de la filosofía proletaria: marxismo-leninismo-maoismo.

No bien fue difundida la ideología proletaria en la segunda mitad del siglo pasado, fue combatida ardorosamente por la pequeña burguesía, que en aquel entonces tenía como caudillos a Atirner, Proudhón y Bakunin, portadoras de las tesis anarquistas, llamadas paradójicamente “socialistas-libertarias”. De ahí que, a decir de Piedad Pareja (1) entre una y otra ideología, la clase trabajadora en el Perú, compuesta a decir de Capelo (2) mayormente por artesanos: joyeros, carpinteros, panaderos, portuarios y pocos textiles cayó en garras del anarquismo propagado desde Italia y Argentina. Todo esto por ausencia de una clase proletaria. Aquí reside la explicación de por qué Gonzáles-Prada, a pesar de tener una concepción materialista espontánea mediatiza por el positivismo y naturalismo, no podrá comprender la importancia del materialismo histórico que correspondía ya su tiempo y del cual tuvo que haberse informado necesariamente en Europa, y haya preferido más bien, a decir de Mariátegui (3), adherirse al “lejano y abstracto utopismo de Kropotkin”. Pero Prada muere justamente en 1918, año en que la propaganda del impacto de la primera revolución socialista en el mundo, será recibida en los medios populares (proletarios y pequeño burgueses) como la cristalización de una teoría que por los burgueses finiseculares había sido anatematizada y considerada una utopía.

La acogida favorable que tienen el marxismo entre los intelectuales, campesinos y fundamentalmente obreros, toma a Mariátegui, a decir de su biógrafo Guillermo Rouillón (4), precisamente cuando ya había mostrado desde joven su proclividad al socialismo. Enterado de cerca de la repercusión del marxismo-leninismo en los propios gremiso fabriles de Europa, retornará después de un viaje de 4 años al Perú, preñado del convencimiento de que el socialismo no es una utopía sino una realidad. Así es como José Carlos, aplica loablemente la teoría marxista-leninista a la realidad no sólo del pueblo peruano sino también del latinoamericano, y finalmente formula tesis válidas para los pueblos oprimidos en general. Al respecto, hay un ecuménico reconocimiento por parte de escritores de renombre, entre ellos: Adalberto Dessau (5) que lo tipificará como “el primer gran teórico del marxismo leninismo en América Latina… organizador de la clase obrera peruana y su partido y propagandista del marxismo-leninismo… maestro indiscutible de la intelectualidad progresista… Rebasó las fronteras de su país y tuvo un eco continental del que son testimonio los incontables trabajos”.

Fallecido Mariátegui, sus epígonos, en lugar de continuar con fuerza su legado teórico fueron sobrepasados por el verbalismo radical de Haya de la Torre. Pero producida la revolución cubana en 1959 y por el propio desarrollo de las contradicciones al interior de nuestro país, se retomó la ideología proletaria como guía para la transformación de sus estructuras. Añadimos a continuación forma sinóptica su pensamiento.

JOSE CARLOS MARIATEGUI

(1894 – 1930)

Extracción y posición de clase.

El primer marxista de América Latina fue hijo de una  familia pequeño-burguesa empobrecida, de ahí que José Carlos, desde los quince años tuvo que truncar sus estudios de primaria para emplearse como obrero alcanza-rejones, oportunidad que le servirá para tomar contacto con la clase trabajadora del país y lograr información autodidacta. Unos años después se le verá dirigiendo revistas, periódicos y una prensa de prestigio internacional. Desde su adolescencia, confinado por su penuria Mariátegui asumirá posiciones proletarias e internacionalistas. En opinión de Basadre, José Carlos fue un “genio” que no habiendo concluido su educación escolar se convirtió en uno de los jóvenes literatos más importantes y más leídos, de más calidad y con propios méritos. Es un caso sin precedentes por su autodidactismo y lo paradójico es que el Perú tuvo en él una personalidad que la Universidad no pudo producir.

Su pensamiento.

A despecho de García Calderón, Belaúnde, Deústua y otros ideólogos peruanos que para madurar en su verdadera posición tuvieron que hacer periplos por distintas corrientes de la filosofía, en el caso de José Carlos Mariátegui se produce un acto peculiar, cual es que por el propio contacto con los operarios y empleados del diario “La Prensa” fue asumiendo desde sus años mozos, una postura diáfanamente socialista; es verdad que al comienzo su ideología es espontánea y se diría inclusive instintiva, pero es encomiable que a los veinticuatro años ya tuviera definida su orientación socialista. Mas meritoria es aún el hecho de que desde temprano haya podido advertir la inutilidad de las doctrinas anarquistas y burguesas que por entonces estaban fuertemente en boga en el sindicalismo y en los círculos intelectuales, a tal extremo que eruditos como Prada, Abelardo Gamarra, Lévano, Fonkén fueron convencidos por las hojas ácratas.

El recorrido de José Carlos en la evolución de sus ideas tienen así claramente dos fases: la primera, que él mismo ha denominado su “edad de piedra”, el cual se contrae a los años que sirviera primero como obrero y después redactor en diversos periódicos. Es la época comprendida entre 1909 – 1919, al término del cual viajará a Europa. La segunda fase corresponde al período de 1919 a 1930, donde valiéndose de una excelente capacidad interpretativa aplica los principios de la filosofía marxista a la realidad peruana.

Como queda dicho, el primer período está caracterizado por su labor de redactor, articulista y cronista parlamentario en los periódicos: La Prensa(1909), El Tiempo (1916), Nuestra Epoca (1918) y La Razón (1919) a raíz de cuyas actividades tendrá enfrentamientos con el gobierno e incluso detenciones por la defensa de una serie de reivindicaciones sociales, entre las que destacan el movimiento de la Reforma Universitaria, la huelga por la Jornada de 8 horas, lucha por la rebaja de las subsistencias, lo que motivará inclusive su extrañamiento del país en el régimen de Augusto B. Leguía. En esté mismo período, Mariátegui escribe poemas de contenido social.

El segundo período constituye para José Carlos un momento valioso en la forma de su concepción del mundo, pues toma contacto con lo más graneado de los intelectuales de Europa, entre ellos: Barbusse, Rolland, Crose, Papini, Turati, Gobetti, D´Annunzio, Marinetti, Nitti, Sturzo, Serrato, Gramsci, Gorki, Sorel y otros, entre 1920 a 1923. Visita varios países del viejo mundo, asiste a Congresos de orientación marxista. A su retorno se incorpora inmediatamente como docente en la Universidad Popular “Gonzales Prada” para dictar clases sobre la situación del proletariado mundial, y asume la dirección de la Revista Claridad (1923), pero nuevamente es encarcelado y acusado de subversivo; en 1925 funda la Editorial Minerva y en ese mismo año, dada su indiscutible calidad es propuesto por los estudiantes de San Marcos a regentar una cátedra, cuyo ejercicio se lo niegan por mezquindades; en 1927, polemiza con Luis Alberto Sánchez en torno al problema del indio y el mismo año es detenido e internado en el hospital “San Bartolomé” bajo la acusación de preparar un complot; en 1926, funda la revista Amauta donde publica entre otras cosas la serie de artículos que luego aparecerá en los Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana; contribuyen en la revista intelectuales europeos, norteamericanos, latinoamericanos y peruanos; en 1928, interviene en la formación del Partido Socialista del Perú y ese mismo año funda el periódico Labor; en 1929, organiza la Confederación de Trabajadores del Perú.

En este mismo trecho puede notarse en el Amauta la vena marxista de sus artículos. Salen a publicidad dos libros de Mariátegui: inicialmente La Escena Contemporánea (1925) y Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana (1928).

Su Filosofía.

Incuestionablemente la filosofía que profesa José Carlos es el materialismo dialéctico, cuya versación esta trasuntada no sólo en su obra cimera: Los 7 Ensayos, sino en otras como Defensa del Marxismo, que se publicó póstumamente en 1934. Con posterioridad a su fallecimiento (1930), sus herederos publicaron las obras completas del Amauta, reuniéndolas con diversos nombres, entre las que están: El Alma Matinal y Otras Estaciones del Hombre de Hoy (1950); La Novela y la Vida (1955); El Artista y la Epoca (1959); La Historia de la Crisis Mundial (1959); Signos y Obras (1959); Temas de Nuestra América (1960); Temas de Educación (1970); Ideología y Política (1969), Cartas de Italia (1969); Peruanicemos el Perú (1970), Figuras y Aspectos de la Vida Mundial (3 tomos) (14970).

Del conjunto de estas obras –sin contar los 7 ensayos- es en La Escena Contemporánea y en Historia de la Crisis Mundial, donde puede captarse su destreza en el manejo del Materialismo Histórico y del socialismo científico. En Temas de la Educación y en Idelogía y Política se refleja meridianamente el excelente manejo de la correlación de estructura y superestructura.

A la muerte de Mariátegui, algunos intelectuales con el propósito de echar sombras sobre el bien ganado prestigio de nuestro ensayista, surgieron voces aisladas denominándolo “populista”, “bergsoniano”, “soreliano”, etc. Tal es el caso de Mirochevski, que al haber leído en los 7 Ensayos una encendida defensa del aborigen, apresuradamente califica a Mariátegui de “populista”; a pesar de que José Carlos en ninguna página sostiene que el campesinado puede ser la clase social conductora de la revolución; de otro lado, Robert Paris quiere ver en Mariátegui un “soreliano”; Haya de la Torre lo ha motejado de “europeizante”; Víctor Andrés Belaúnde lo tilda de “ortodoxo” y Juan José Vega, magnificando las menciones que hace el Amauta sobre Sorel, Bergson y Nietzsche, ha querido demostrar que Mariátegui en verdad no es tal marxista, sino una suerte de ecléctico o idealista, no faltan pensadores que quieren despojar a José Carlos de su filiación marxista, para destacar en él que era mítico y religioso.

La Evolución de la Sociedad Peruana.

Para Mariátegui el incanato fue una sociedad de economía comunista agraria que tenía asegurado el bienestar material de sus habitantes. Al irrumpir la conquista, sobre esa economía de carácter colectivista, los españoles implementaron un modo de producción distinto: el feudal, incluso mal articulado, porque sus protagonistas no fueron individuos aptos para hacer brotar una economía progresiva, antes bien lo conformaron personas entrenadas para actividades militares o religiosas. España reemplazó así la comunidad con el latifundio de cepa individualista, pero aún así las comunidades subsistieron al lado del latifundio y con el correr del tiempo fueron lo único positivo que quedó de la sociedad colonial, en tanto que el latifundio se desarrolló a su lado, prolongándose nocivamente hasta el período republicado, con grave detrimento para nuestro desarrollo, porque será un factor retardatario para la inauguración de un modo de producción burgués como hubiera sido de esperar.

Si bien es verdad que algunos rasgos del modo de producción capitalista se manifestaron después de la emancipación, pero la aparición de esas señales no fue fruto del crecimiento de las fuerzas productivas propias de nuestro medio. Obedeció más bien a intereses foráneos de los británicos que querían contar a nuestro territorio como una suerte de mercado y por otro lado, ciertas fracciones de clases sociales estimaban a la metrópoli colonial como una traba que debía ser reemplazada. Por ello, en el Perú no se asistió a ningún proceso revolucionario burgués de tipo feudal, pues ningún grupo pudo alzarse como interesado en el desarrollo capitalista. Es que la clase terrateniente continuó influyendo en el manejo del poder. Por esa razón cuando se inaugura el período republicano, los gobernantes dejan intacto el latifundismo, de manera que no pudo florecer sobre este aparato ninguna institución de corte capitalista.

Como secuela de la organización colonial, el Perú siguió explotando la tierra y la mina hasta mediados del siglo XIX, en que se presenta la posibilidad de disfrutar los recursos guaneros con los que algunas fracciones de clase se enriquecen y logran organizarse en una burguesía incipiente. Pero la guerra con Chile nuevamente nubló el porvenir de nuestra nación al quedar endeudada. Sólo al amanecer del siglo XX empezará a recuperarse, siempre bajo la dirección de una casta terrateniente que esta vez entró en alianza con el imperialismo para hipotecar nuestros recursos naturales y armas una economía de exportación.

Caracterización de la Sociedad Peruana.

Mariátegui tipifica la sociedad nuestra como semifeudal fundamentándose en que la actividad más importante es la agrícola y en el hecho de que en el campo predominan las relaciones de servidumbre. Si bien es verdad que  nuestras instituciones se preciaban de ser democráticas, mas esto sólo existía en lo formal, ya que incluso en la franja de la costa donde se afirmaba que empezaba el capitalismo no ocurría tal cosa, porque supervivían sistemas propios de la servidumbre. En el feudo continuaba administrando el gamonal. Al margen de las disposiciones de la metrópoli, al extremo de no permitir siquiera la actividad comercial dentro de la hacienda. Empero lo paradójico del caso es que en medio de esta asfixiante feudalidad las comunidades continuaban desenvolviéndose y produciendo aun mejor que en las propias haciendas.

Pero la sociedad peruana no es sólo semifeudal, es también  semicolonial por que tanto Inglaterra como Norteamérica redujeron al Perú a una condición tal de impotencia para el autodesarrollo, que no podía encontrar salida para su desenvolvimiento autónomo por la vía capitalista; muy al contrario, el Perú fue constreñido como una especie de depósito de materias primas para el beneficio del mercado capitalista exterior. Por otro lado, la clase terrateniente, en lugar de optar por el salto cualitativo a un modo de producción burgués, se circunscribió a servir de intermediario a favor de empresas imperialistas o dueñas de los enclaves.

Sobre el Problema de la Nación.

La coexistencia en nuestra patria de dos espíritus opuestos, no permite galvanizar el sentimiento nacional; los unos, denominados criollos, siguen sintiéndose hispanos como recuerdo del pesado lastre de la dominación ibérica; los otros, los aborígenes, mantienen lazos fuertes hacia lo telúrico sin poder participar de los adelantos de la tecnología, porque se sienten discriminados por quienes en nombre de la cultura los desprecian, cual si fuesen nuevos conquistadores. Esta sobrevaloración de los criollos dimana también del espíritu feudal que en el Perú está asociado a la condición de clase gobernante o poseyente desde la época de la conquista, con desmedro del indígena a quién se le mira como un paria.

La oposición de esos dos espíritus, según nuestro ensayista será superada cabalmente luego de la socialización de los medios de producción que colocará a los peruanos en condiciones realmente democráticas. Pero esto sobrevendrá todavía con el socialismo.

Sobre el Carácter de la Revolución.

En el Perú, a decir de José Carlos, ya no es hora de hablar de revoluciones burguesas, pues la época propicia para este tipo de acciones ya pasó. Ahora lo único que queda es transitar del régimen semifeudal al régimen socialista; lo que significa que la revolución ya no la podrán dirigir los capitalistas sino las clases marginadas, debidamente organizadas en una alianza obrero campesina bajo una dirección proletaria. Tampoco es momento de invocar el retorno a la dorada época del Tawantinsuyo, porque las nuevas técnicas creadas por la humanidad no compatibilizan con estadios económicos ya superados.

En el Perú, a decir de José Carlos, ya no es hora de hablar de revoluciones burguesas, pues la época propicia para este tipo de acciones ya pasó. Ahora lo único que queda es transitar del régimen semifeudal al régimen socialista; lo que significa que la revolución ya no la podrán dirigir los capitalistas sino las clases marginadas, debidamente organizadas en una alianza obrero campesina bajo una dirección proletaria. Tampoco es momento de invocar el retorno a la dorada época del Tawantinsuyo, porque las nuevas técnicas creadas por la humanidad no compatibilizan con estadios económicos ya superados.

El Papel de las Clases Sociales.

Mariátegui fue claro en desconfiar de la burguesía nacional y la pequeña burguesía tratándose de movimientos revolucionarios, pues ambas miran sólo a occidente y sus proezas; dan las espaldas al Perú profundo; de ahí que al campesinado que constituye las cuatro quintas partes del país no le toca sino realizar la hazaña heroica de la revolución, premunido de una conciencia de clase proletaria, que debía asimilar a través de la práctica política y la teoría en su propio idioma. Así se organizaría el Frente Unico de clases oprimidas, bajo la conducción de una vanguardia proletaria.

Tales son los temas centrales que Mariátegui contribuyó en su afán de ver la construcción de una patria nueva. Para diferenciarse claramente de las tesis confusionistas del APRA en torno a las clases medias, subrayaba:

“Política y socialmente, la clase media, la pequeña burguesía, han jugado siempre un papel muy subsidiario y desorientado en el Perú. El proletario manual, que, por nuestro escaso industrialismo, tenía que desprenderse penosa y lentamente de la tradición degenerada del artesano, empezó a afirmar su sentimiento y su autonomía de clase, en una época en que la mesocracia carecía del menor atisbo ideológico” (6).

CITAS DE LA TERCERA PARTE

  • Piedad  Pareja. En: Anarquismo y Sindicalismo en el Perú, p. 50.
  • Joaquín Capelo. En: Sociología de Lima, Tomo II.
  • José Carlos Mariátegui. En: Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana, p. 206
  • Guillermo Rouillón. En: La creación heroica de José Carlos Mariátegui, Tomo I. La Edad de Piedra. Cap. II
  • Adalberto Dessau. En: Literatura y Sociedad en las obras de José Carlos Mariátegui, artículo inserto en la Obra Mariátegui: Tres Estudios de Antonio Melis y otros. P. 71
  • José Carlos Mariátegui. En: Ideología y Política, pp. 190-191

CUESTIONARIO DE REAJUSTE: III PARTE

  1. Consulte con el Materialismo Histórico y diferencie las categorías: “Proletariado” y “Campesinado”.
  2. ¿Puede el Campesinado considerarse un componente de la Pequeña Burguesía?
  3. ¿Qué clases sociales son consideradas “Dominantes” en nuestro País?
  4. ¿Cuándo penetra el capitalismo monopólico en el Perú?
  5. ¿Bajo qué nombre o rubro se agruparon los sectores de la clase dominante?
  6. ¿Qué  matices podemos encontrar dentro de los sectores de la Pequeña Burguesía en el período 1850 – 1950?
  7. ¿Bajo qué ideología se gobernó el proletariado peruano en sus inicios?
  8. ¿Ha desaparecido la clase “terrateniente” con la Reforma Agraria 17716?
  9. ¿Qué connotaciones tienen en el Perú la categoría “Gamonalismo”?
  10. ¿Qué diferencias puede establecerse entre “Yanacona” y “Siervo”?
  11. ¿A qué clase social sirve mayormente la Filosofía en el Perú?
  12. Establezca dos diferencias entre “Ideología” y “Filosofía”.
  13. Señale tres razones por  las cuales el “Gamonalismo” peruano se resistió el siglo pasado a transitar al modo de producción capitalista.
  14. Señale tres razones por las que el “Civilismo” se alió al “Gamonalismo” después de la Guerra con Chile.
  15. Indique por qué motivos, al  iniciarse la república no existió una clase social orgánica predispuesta a desarrollar una formación económico-social burguesa.
  16. Precise dos diferencias en el pensamiento de Alejandro O. Deústua y Manuel Vicente Villarán en torno al problema de la educación nacional.
  17. Señale dos diferencias sobre el problema del indio, en el pensamiento de José Carlos Mariátegui y Víctor Andrés Belaúnde.
  18. ¿Qué posición adoptaron los indigenistas sobre el proletariado peruano?

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INDICE

                                                                                                              Pag.

PRESENTACION ………………………………………………………… 01
Las Ideas y la Ideología en el Perú…………………………………….. 03
LA IDEOLOGIA ARISTOCRATICO-FEUDAL PRO-IMPERIALISTA.. 09
El Pensamiento de Bartolomé Herrera Rodríguez……………………. 13
Ideas Liberales de Benito Laso………………………………………….. 15
El Pensamiento aristocrático-feudal de Alejandro O. Deústua………. 17
El Pensamiento positivista y conservador de Javier Prado Ugarteche…………………………………………………………………..   22
El Pensamiento positivista pro-burgués de Joaquín Capelo………… 25
El Pensamiento positivista-pragmático de Manuel Vicente Villarán… 28
El Pensamiento aristocrático pro-fascista de José de la Riva Agüero 33
El Pensamiento aristocrático-feudal de Francisco García Calderón.. 36
El Pensamiento católico-feudal de Víctor Andrés Belaúnde………… 41
La ideología antimarxista de Francisco Miró Quesada……………….. 45
Citas de la I Parte…………………………………………………………. 51
Cuestionario de la I Parte………………………………………………… 53
LA IDEOLOGIA PEUQÑO BURGUESA PRO-IMPERIALISTA……… 54
La ideología anarco-sindicalista y positivista de Manuel Gónzales Prada……………………………………………………………………….   58
El Pensamiento indigenista pequeño-burgués de Hildebrando Castro Pozo………………………………………………………………..   62
El Pensamiento reformista pequeño-burgués de José Antonio Encinas……………………………………………………………………..   64
El Pensamiento indigenista-reformista de José Uriel García………… 67
El Pensamiento indigenista milenarista de Luis E. Valcárcel………… 70
El Pensamiento pequeño-burgués pro-imperialista de V. R. Haya de La Torre…………………………………………………………………….   73
El Pensamiento populista pequeño-burgués de Augusto Salazar Bondy……………………………………………………………………….   79
Desarrollo de la Filosofía en el Perú, según David Sobrevilla Alcázar 84
Citas de la II Parte………………………………………………………… 88
Cuestionario de la II Parte……………………………………………….. 89
LA IDEOLOGIA SOCIALISTA INTERNACIONAL-PROLETARIA…… 90
El pensamiento marxista-leninista de José Carlos Mariátegui………. 93
Citas de la III Parte……………………………………………………….. 99
Cuestionario de la III Parte………………………………………………. 100
BIBLIOGRAFIA GENERAL………………………………………………. 101
INDICE……………………………………………………………………… 107
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ENSAYO

Filosofía Moderna y Contemporánea (Positivismo y Pragmatismo)

Jaime Cerrón Palomino

Huancayo – 1984

PRESENTACIÓN

La Cátedra de Filosofía del Departamento de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional del Centro, se complace en presentar este texto universitario  preparado para los estudiantes de los Programas Académicos de Sociología, Antropología, Servicio Social y Educación, organizado a raíz de la ausencia de bibliografía asequible a los intereses y condiciones del alumnado.

Sus páginas encierran un análisis crítico interpretativo de las corrientes filosóficas contemporáneas, tocando fundamentalmente las doctrinas que han tenido más impacto después de la Revolución Francesa, tal es el caso del Positivismo, el Pragmatismo, el Existencialismo y la Fenomenología.

El propósito inicial de esta obra fue comprender a todos los filósofos modernos y contemporáneos, a fin de que los estudiantes pudieran hallar las conexiones entre las doctrinas y teorías antropológicas y sociológicas con las diversas vertientes de la filosofía. Más esta intención se ve recortada por la naturaleza del desarrollo de las clases por ciclos académicos de cuatro meses, período que no permite abarcar con los exponentes de las distintas corrientes de la Filosofía.

A pesar de dichos inconvenientes, la Cátedra viene alistando para una etapa posterior una serie de opúsculos que habrán de suplir esta deficiencia.

Al entregar a los estudiantes y al público lector el presente texto universitario, les invitamos se sirvan alcanzar sus sugerencias y observaciones, de manera que, en próximas ediciones  pueda reunir la orientación y el contenido exigibles.

                                                          Huancayo, Enero de 1984

                                                                        Jaime Cerrón Palomino  

AUGUSTO COMTE

(1798-1857)

Rasgos biográficos.

El padre del Positivismo nació en Montpellier (Francia) en 1798. Aunque su padre se desempeñó como funcionario, llevó ciertamente una vida infeliz y jamás poseyó holgura económica. Fue educado en el catolicismo, pero perdió la fe a los 13 o 14 años cuando hacía sus estudios en un Liceo. No obstante ello, Comte fue un hombre de indiscutible genialidad, fue un matemático precoz que enseñó la ciencia desde los 16 años. Desde joven se dedicó a publicar una serie de opúsculos. Tuvo adversidades cuando el movimiento político de la Restauración separó a los alumnos que tenían opinión republicana; fue entonces cuando Comte empezó a vivir del dictado de sus clases de matemática. Fue víctima de una enfermedad mental y se asistió en un manicomio en el cual llegó a restablecerse. Después de sanar ejerció la cátedra. Su curso de Filosofía Positiva tiene 6 volúmenes. Allí nos presenta la fórmula trimembre de la evolución de la humanidad. Recibió una fuerte orientación de Saint  Simón, aun cuando al final llegó a tener discrepancias por cuanto éste quería llevar inmediatamente a la práctica un plan de reformas, mientras que Comte estaba interesado más bien en dotar de unidad al cuerpo doctrinario de sus ideas. Comte, está considerado como el fundador de la doctrina positivista. Tuvo como discípulos a Littré, Taine, Renán, Binnet, Ribet, Durkheim y Levi-Bruhl. Por exponer sus concepciones fue destituido de la cátedra. Más tarde, su escuela llegó a situarse como un partido de centro, siendo su discípulo más consecuente el filósofo Laffite, en tanto que Littré rechazó varias tesis.

Como ya se ha dicho, la vida de Comte, a pesar de proceder de una familia católica, monárquica y conservadora, fue muy difícil  y desgraciada; profesó  un amor platónico por Clotilde de Vaux, hermana de uno de sus alumnos; vivió sostenido por sus amigos  y partidarios, perteneció a la escuela politécnica de París, donde adquirió una sólida orientación matemático-científica; recogió  la fórmula trimembre que habían ensayado Pascal, Turgot y Condorcet dándole otra estructuración; trabajó como “repetidor” de clases de matemática y se impregnó del humor de la revolución francesa, dotando a la clase burguesa de Europa Occidental de una doctrina acorde a los intereses de ella.

Referencias Bibliográficas.

La producción intelectual y filosófica de Comte  está constituida por las siguientes obras:

  • Curso de Filosofía Positiva.
  • Discurso sobre el conjunto del Positivismo.
  • Consideraciones filosóficas sobre la ciencia y los científicos.
  • Consideraciones sobre el poder espiritual.
  • Sistema de Lógica Positiva.
  • Tratado de la Filosofía Matemática.
  • Síntesis subjetiva o Sistema Universal de las concepciones propias de la Humanidad.
  • Llamada a los Conservadores.
  • Sistema de Política Positiva o Tratado de Sociología que instruye  la religión de la humanidad.
  • Catecismo Positivista.
  • Síntesis objetiva o Síntesis Universal  de las condiciones propias del estado  normal de la Humanidad.

Su posición frente a la Filosofía.

Para Augusto Comte, la filosofía  no es sino  una simple suma  de conclusiones  generales de las ciencias de la naturaleza. Esto quiere decir que la filosofía no tiene un objeto propio, pues por un lado es un resumen generalizador de los resultados obtenidos por las ciencias  particulares, lo cual significa que no posee un campo especial de investigación, y por otro, es eminentemente especulativa porque se entretiene en la indagación de las esencias, campo que es exclusivo de la metafísica.

Según Augusto Comte, una verdadera filosofía no puede reducirse a la postura materialista o a la idealista. El verdadero filósofo, acorde con el desarrollo de la ciencia y de la técnica tiene que comprender  que LO UNICO QUE PUEDE Y MERECE SER OBJETO DE CONOCIMIENTO HUMANO ES LO POSITIVO, esto es, la búsqueda de los hechos, la explicación de sus relaciones mutuas. Para ello, deberá prescindir de  las abstractas ideologías filosóficas que no hacen sino ocuparse de supuestas realidades metafísicas.

En este sentido Comte entiende por Metafísica toda teoría que admite existencia cognoscible de la realidad objetiva, aunque también él admite que en verdad existe el mundo exterior.

Filosofia Positivista. 

El Positivismo es la filosofía del dato. Estudia los hechos, las relaciones, circunstancias, antecedentes y consecuentes, sus concomitancias, aplicando los métodos generales y especiales, pero sin tomar posición negativa ni positiva respecto a los problemas metafísicos.  Niega a la metafísica cualquier pretensión científica. La Filosofía del dato, en cambio, atiende a lo que está puesto  o dado. Es una reflexión  sobre la ciencia, es una teoría de la ciencia y de la verdad. Es histórica y relativa.

Según Augusto Comte, a la cultura occidental le falta un espíritu positivista. La falta de penetración en la totalidad de la cultura occidental produce un enigma intelectual, una crisis política y moral de la sociedad contemporánea. Para solucionar esto, surge el Positivismo, que según su creador, es una doctrina orgánica no solo en lo teórico, sino también en lo práctico, teniendo como finalidad  ya no la organización de un nuevo sistema filosófico, sino la reforma de la sociedad, la reforma del saber y el método.

Para Comte la filosofía ya no puede ocuparse de problemas trascendentales  o especiales, puesto que la ciencia ya lo dice todo. Y en todo caso lo único que hace falta es organizar. De ahí que la filosofía positiva ya no podía ser especulativa. En todo caso, la filosofía es apenas una síntesis provisional, de donde se concluye que la metafísica debía ser eliminada de la preocupación de los investigadores.

De este modo Comte, al armar este nuevo cuerpo teórico de conceptos, no hace sino:

  • Una filosofía de la historia.
  • Una fundación y clasificación de las ciencias.
  • Una sociología y doctrina de la sociedad.

Para llegar a las conclusiones a las que arriba, Comte recibió las siguientes influencias:

  • El empirismo y escepticismo inglés de David Hume.
  • El agnosticismo alemán de Manuel Kant.
  • La Filosofía social de la Ilustración (Rousseau, Voltaire, Montesquieu, Condorcet, etc.).

En resumen, con el nombre de FILOSOFIA POSITIVA designa Comte el sistema universal de conocimientos científicos. Su doctrina reúne estas características:

  • Es real porque se opone a lo quimérico.
  • Es útil porque se opone a la energía mal empleada.
  • Es cierto porque se opone a lo que está dudoso.
  • Es preciso  porque se opone a lo vago o confuso.
  • Es orgánico porque se opone a lo negativo o anárquico.
  • Es relativo porque se opone a las conclusiones absolutas.
  • Es empirista  porque admite que lo única fuente del conocimiento es la expresión sensible externa.

La Teoria del Conocimiento. 

Según Augusto Comte, al ser humano le está vedado el descubrir las esencias. La mente humana es sólo capaz de conocer los fenómenos. Incluso no le es posible descubrir todos los fenómenos.

De este modo Comte le niega al filósofo la capacidad de descubrir la realidad objetiva. No acepta que los fenómenos puedan revelar la esencia. Para Comte, las categorías de “causa”, “esencia”, “necesidad” son supervivencias de etapas precientíficas, por consiguiente, no existe, la “causalidad” El mundo material es una abstracción personificada. En suma, toda verdad científica es relativa e incompleta, de ahí que el estudio de los fenómenos, nos conducen sólo a un estudio relativo, mas no a conclusiones absolutas. Afirmaciones de corte absoluto sólo es propio de filósofos materialistas. La única filosofía verdadera es el POSITIVISMO.

En ningún momento Comte admite que la verdad pudiera proceder de la práctica social. El análisis del origen de la verdad es idealista. Define al individuo como un ser psicofisiológico, de ahí que su doctrina sea una trama de naturalismo  biológico e idealismo histórico. Según Comte, es imposible, conocer la composición química de las estrellas. Sin embargo, años más tarde  Kirchoff y Bunsen, al descubrir al análisis espectral explicaron la composición química del sol y de las estrellas.

En materia de Gnoseología, Augusto Comte se queda en el empirismo sensista y en el agnosticismo fenomenista, porque para él la única fuente del conocimiento es la experiencia sensible externa. Rechaza el método psicológico de la Introspección porque no permite elaborar ninguna ciencia.

Los Tres Estadios del Conocimiento Humano.

Según Augusto Comte, el conocimiento humano ha atravesado por tres etapas:

1. El estadio teologico o religioso. Es el primer peldaño del conocimiento científico, es un estado provisional y preparatorio que constituye la infancia de la humanidad. En este estadio, donde predomina lo ficticio, el hombre usa su imaginación y no su razón; como quiera que la mente se encuentra en una disposición primaria, las explicaciones que da el hombre son de orden mítico referido a seres fantásticos. Es el momento en el cual hay un espacio para Dios, para potencias divinas y demoníacas, para seres sobrenaturales. Es el instante también en que la humanidad tiene por conductores a monarcas que ejercen una autoridad con fuerza ilimitada; hay un poder espiritual teocrático y monárquico unido por un régimen militar. El hombre en su afán de explicarse acerca de lo inasequible, lejano y profundo experimenta tres escalones evolutivos:

  1. La Etapa del Fetichismo. Donde las cosas resultan personificadas y se les llega a atribuir un poder mágico.
  2. La Etapa del Politeísmo. Donde  la animación es retirada de las cosas para trasladarlas a una serie de divinidades, cada una de las cuales representa un grupo de poderes (agua, ríos, bosques, etc.).
  3. La Etapa del Monoteísmo. Que es una etapa superior donde los poderes divinos quedan reunidos y concentrados en uno solo llamado Dios.

2. El estadio metafisico. Es una especie de pubertad del espíritu  humano (etapa pre-viril), fase intermedia entre lo teológico y lo positivo, período esencialmente crítico y de transición, donde continúa el predominio de la imaginación sobre la razón. En esta época la naturaleza absorbe todas las entidades diversas, predomina siempre lo abstracto. No obstante ello hay un progreso en el conocimiento humano, porque el hombre ya no da explicaciones sobrenaturales, sino naturales, las explicaciones que da ya no son trascendentales sino inmanentes, aunque persiste en la búsqueda de conocimientos absolutos. El investigador, sin embargo, ya no acude a agentes sobrenaturales, sino a entidades abstractas, a fuerzas inmanentes, misteriosas y ocultas. Es la fase en que los hombres preguntan por las “primeras causas”, “primeros principios”, “la esencia de las esencias”, la “ontología”, etc. en su afán de acercar su mente a las cosas, en su intento de explicar  la naturaleza de las cosas, su esencia, su origen. En este período el concepto de Dios es reemplazo por el de la Naturaleza.

Comte califica a este estadio como un estadio crítico y negativo, dado que tambalea la autoridad, en el hombre se imprime el egoísmo, se debilitan los vínculos sociales, en lo político el pueblo pretende sustituir la Monarquía, hay desorganización de los poderes temporales y es irituales, hay anarquía y ausencia de orden y crece la razón a expensas del sentimiento. Es la etapa en que las fuerzas divinas se compendian en UN SOLO SER. Se da una personalización en la unidad y también su despersonalización.

3. El Estadio Positivo o Cientifico. Según Comte es el estadio último y definitivo, donde la imaginación queda subordinada a la observación, donde el hombre renuncia a toda explicación tanto inmanente como trascendente para detenerse sólo en los hechos conocidos por la observación y la experiencia. La mente del hombre renuncia a la búsqueda de lo absoluto para atenerse a lo relativo, que es la única vía accesible a la razón. En este estadio, el hombre busca sólo hechos y sus leyes. Ya no está tras la búsqueda de “causas”, “esencias”, o “sustancias”, porque, según Augusto Comte, ha comprendido que ello es inaccesible y vano. El hombre ha entendido que hay una imposibilidad absoluta de alcanzar nociones absolutas. De este modo, el positivismo  renuncia a buscar el origen  y destino del universo.

En el estadio positivo las esencias son sustituidas por los hechos, las causas por las leyes, la deducación por la comprobación experimental, la metafísica por la ciencia, lo absoluto por lo relativo, porque el estudio de los fenómenos no es nunca absoluto. El espíritu positivo siempre es relativo y el positivismo siempre se atiende a lo positivo. A lo más que pueden aspirar los hombres es a explicar la sucesión y semejanza  de los fenómenos, esto es, la explicación de los fenómenos no debe rebasar jamás el ámbito de la experiencia.

Pero la ventaja más importante de este estadio, es según Augusto Comte, la circunstancia de que la mente supera el divorcio de la teoría y la práctica. Los estadíos anteriores habían constituido una búsqueda infructuosa de lo absoluto; ahora, predomina la inteligencia, las hipótesis y las hipóstasis metafísicas van a ser reemplazadas por la investigación de los fenómenos limitada a la enunciación de sus relaciones. La ciencia positiva exige la renuncia al saber absoluto, es decir, al materialismo y al idealismo objetivo. Ingresamos así a una fase en que el poder espiritual pasa a manos de los sabios y el poder temporal a manos de los industriales. Si bien el estadio metafísico constituyó la superación del estadio teológico; ahora el estadio positivo destruye ambos estadios anteriores, aunque puede darse el caso de que en un mismo estadio coexistan excepcionalmente los tres tipos de estadio.

La Epistemologia (el Problema de la Ciencia). 

En el pensamiento de Augusto Comte, la Ciencia debe dedicarse exclusivamente a la averiguación y comprobación de las leyes dadas en la experiencia. Esto quiere decir que ha de renunciar a penetrar en la esencia de las cosas. Deberá, pues, limitarse a describir el aspecto exterior de los fenómenos y deberá decir únicamente cómo se producen los fenómenos. La ciencia, debe abdicar de la búsqueda de lo trascendente. No deberá preocuparse   por lo que no existe. Su  tarea no reside en generalizar datos, sino en describirlos. Inclusive, los fenómenos descritos deberán ser reducidos al menor número posible de vínculos exteriores atendiendo a su semejanza  y sucesión.

La Ciencia, en el entender de Comte, debe inhibirse de dar explicaciones porque no debe ver las causas, sobre todo las finales y las primeras; tampoco las secundarias, puesto que la casualidad no es dato de la experiencia. La ciencia siempre es relativa. En esto se diferencia de la religión  y de la metafísica que pretenden explicar lo absoluto. El principio absoluto de todo filósofo positivista es que “todo es relativo”. Cuanto más simple y abstracto es el conocimiento de una ciencia más generales son sus leyes.

Para Comte, el fin de la investigación científica de la investigación científica es la formulación de las leyes, porque la ley permite la previsión y la previsión dirige y guía la acción del hombre sobre la naturaleza. De este modo, Comte organiza el siguiente apotegma:

CIENCIA, por lo tanto: PREVISIÓN.

PREVISIÓN, por lo tanto: ACCION.

La verdadera ciencia se sustenta en leyes y no en los hechos, aunque éstos sean indispensables.

Clasificación de la Ciencias. Comte establece una jerarquía en las ciencias:

  • SOCIOLOGIA.
  • BIOLOGIA.
  • QUIMICA.
  • FISICA.
  • ASTRONOMIA.
  • MATEMATICA.

La Matemática ocupa el primer lugar por la simplicidad de su objeto. Esta ciencia existe desde la antigüedad y precedió a las demás. Constituye un instrumento de las demás ciencias. Estudia relaciones de magnitudes y es abstracta.

Las Matemáticas se dividen en abstractas y concretas. Abstracto es el cálculo, porque es instrumental. Concretas son la Geometría General y la Mecánica Racional.

Según otros autores de la filosofía comtiana, para Comte, la matemática solo fue instrumental. En consecuencia, sólo hay 5 ciencias.

La Astronomía aparece en el siglo XVI. Estudia la fuerza, las leyes geométricas y mecánicas de los astros. Su procedimiento es inductivo. Comte sostuvo que la astronomía debía sólo debía dedicarse al sistema solar y dejar lo que no interesa. Su previsión es perfecta.

La Física. Aparece en el Siglo XVII. Estudia la tierra y sus cualidades: el calor, la electricidad. Su procedimiento es la OBSERVACIÓN. Su previsibilidad  es incompleta.

La Física se divide en dos: Orgánica (Fisiología y Social) e Inorgánica (Celeste y Terrestre).

La Física Celeste es la Astronomía, la cual a su vez comprende la Geometría y la Mecánica.

La Física Terrestre a su vez comprende: la Física propiamente dicha y la Química.

La Química. Aparece en el Siglo XVIII. Estudia las materias cualitativamente distintas. Su poder de previsión es débil. Su procedimiento es la experimentación. Trata de los minerales.

En todas las ciencias predomina lo concreto, LO INDUCTIVO, excepto en la Matemática.

La Biología. Aparece en el Siglo XIX. Estudia la vida y los cuerpos organizados. Su procedimiento es la Comparación. Su probabilidad es incierta.

La Sociología. Es la ciencia novísima que aparece con Comte. Estudia los fenómenos específicamente humanos. Es la ciencia del futuro. Resuelve los problemas de la sociedad y se divide en Estática y Dinámica Social.

La Estática Social estudia la existencia social (Equilibrio).

La Dinámica Social es la ley de la evolución y del progreso social.

Crítica a la Clasificación. La clasificación que hace Comte de las ciencias tiene un sentido histórico, dogmático, científico y lógico. Están ordenadas según su expresión decreciente y su complejidad creciente, según su independencia. Cada una necesita de la anterior. Es necesaria a la siguiente. Aparecen agrupadas en tres grupos de dos con afinidades especiales entre sí. De esta manera Comte llega a conclusiones mecanicistas. Opone al concepto de ley la de relación causal y entiende por Ley a las relaciones de sucesión y semejanza observadas. No distingue la diversidad de formas de movimiento. De ahí su defecto de clasificación. Ordena las ciencias de acuerdo a una supuesta dificultad de estudio, es decir, de lo general a lo particular.

La clasificación de Comte es inferior a la de Saint Simon. Está elaborada al modo filisteo y tiene por mira deformarlas. La clasificación es subjetiva y mecánica porque persigue sólo fines utilitarios.

Comte empieza a estudiar las ciencias comenzando por los cuerpos brutos y después pasa a los cuerpos organizados para llegar a lo más complicado.

Según Comte cada ciencia debe concretarse exclusivamente a su campo. Por Ej. La Astronomía debe concretarse al estudio de la tierra.

Con relación a las demás ciencias se pronunciaba así:

La Psicología. Queda diluida entre la Biología y la Sociología. O en su defecto debe haber una Psicología Experimental.

La Teología. Propiamente no es una ciencia. Por su semejanza con la Metafísica y la Religión queda excluida de esta clasificación. No estudia fenómenos observables.

La Filosofía. Es el conjunto organizado de las ciencias, es decir, es algo así como una EPISTEMOLOGÍA o una Metodología General.

Para Comte La Filosofía Positiva es el sistema universal de los conocimientos científicos. La posición filosófica de Comte constituye una mezcla de idealismo subjetivo y agnosticismo. Adoptó una posición biológica anticientífica.

Según Comte, la ciencia es la única fuente del verdadero conocimiento. Utiliza los siguientes tres procedimientos:

  1. La Inducción. A través del estudio de la sociedad y de la historia.
  2. La Analogía. Que consiste en hacer una comparación de la humanidad con la marcha del hombre individual:

Infancia, con una explicación teológica.

Adolescencia con una explicación metafísica, y

Adultez. Con la observación de los hechos.

  • La Demostración. A través de las leyes científicas.

Según Comte la pérdida o adquisición de un sentido alteraría nuestro mundo completamente, porque nuestras ideas son fenómenos individuales, sociales y colectivos. Dependen de las condiciones de nuestra existencia individual y social, por lo tanto, de la historia.

El fin del saber es la previsión racional.

Las ideas gobiernan el mundo.

Hay una correlación entre lo mental y lo social.

LA SOCIOLOGÍA.

En el pensamiento  de Augusto Comte, la Sociología es la ciencia del hombre y la sociedad. La Sociología es una interpretación de la realidad histórica. Comte la denominó al comienzo como Física Social.

Esta ciencia comprende dos aspectos:

  1. La Estática Social, que se ocupa del estado de equilibrio del organismo en la sociedad humana. Estudia las condiciones necesarias para la posibilidad de la vida social en cualquier tiempo y lugar.
    1. La Dinámica Social. Demuestra cómo las leyes morales influyen sobre el mundo y le dan la vuelta. Estudia la evolución de la sociedad.

Mientras que la dinámica social se plasma a través del tránsito por los tres estadios; la estática social está totalmente ordenada a la dinámica. La verdadera sociología es la Dinámica Social.

Según Augusto Comte la ley del progreso  se plasma en varios campos:

  • En lo intelectual: A través de los 3 estadios del conocimiento.
  • En la actividad: A través de la industria.
  • En lo moral: A través del altruismo con el lema: “Vivir para los demás”.

La Sociología se ciñe a ciertos principios, tales como:

  • El hombre es un ser social.
  • La célula social es la familia.
  • El individuo es una abstracción.
  • La ciencia de la SOCIOLOGÍA unifica el saber humano a través de dos vías:
    • La vía objetiva que reduce todos los hechos a una ley única: EL ORDEN.
    • La vía subjetiva que es la síntesis efectuada desde el punto de vista del hombre.

Los hechos sociales deben considerarse como cosas.

La Sociología consiste en percibir netamente el sistema general de operaciones sucesivas, filosóficas y políticas que deben libertar a la sociedad de su fatal tendencia a la disolución inminente conducida directamente a una nueva organización  más progresiva  y más sólida.

La meta de la Sociología de Comte es sustituir los factores anárquicos del protestantismo, liberalismo, del estado jurídico, por un mundo de factura medieval, pero sin el dogmatismo católico.

La Sociología, en el entendimiento de Comte, pone en relieve  las leyes de la evolución de la sociedad. La primera y fundamental ley de la revolución es la ley del progreso. El desarrollo es necesario e irreversible. El progreso es indefinido. No hay límite; todas las esperanzas son lícitas. Según Comte es conveniente que desaparezca la idea de derecho y quede más bien la idea del  deber.

El origen de la sociedad no es un contrato; tampoco se funda en su utilidad.

Las condiciones de la sociedad son dos:

  1. Las Instituciones. Que son consideraciones OBJETIVAS, tales como la Familia, el Lenguaje, la Propiedad.
  2. Las Funciones. Que son las condiciones SUBJETIVAS, donde se encuentran las Fuerzas Sociales, la Autoridad y la Religión.

La vida en sociedad es lo más natural para el hombre. Un imperativo para toda la sociedad es “vivir para el prójimo”. Debe haber identidad entre el deber  y el amor. El deber es altruismo.

Crítica.

Augusto Comte no percibe el desarrollo dialéctico de la sociedad. Su concepción sobre el desarrollo es la circular. Según Comte es inútil querer transformar  revolucionariamente el orden burgués. Para Comte, la evolución de la historia concluye con el sistema capitalista. No obstante ser testigo de las revoluciones  de 1830 y 1848 no advierte la lucha irreconciliable entre capitalistas y obreros. Confiaba en que ambas clases llegarían a fusionarse. Esperaba que los capitalistas abandonaran su egoísmo y custodiaran el capital social. Fue refractario a todo movimiento revolucionario y a toda doctrina materialista. Negó al pueblo su capacidad para organizarse y llegar al poder. Estimó que los obreros deberían estar subordinados siempre a los patronos. Enunció principios de solidaridad para ambas clases en su afán de formar más tarde una sola. Para Comte las transformaciones revolucionarias de la sociedad burguesa son imposibles e innecesarias.

De ahí que su lema contenga una fraseología liberal burguesa. Se ha dicho por ello que la doctrina de Comte es la más débil, pero al mismo tiempo la más reaccionaria.

En el análisis de de la sociedad, Comte parte de principios apriorísticos, sin haber estudiado previamente las formaciones económico sociales particulares. Tomó posturas voluntaristas y subjetivistas. Para él, la revolución francesa de 1789 condujo a la sociedad al desorden. Por ello, había necesidad de formar un nuevo orden, pues todo régimen transitorio requiere de una dictadura provisional. Según Comte “hay que unir la superioridad intelectual del sabio con la actitud social del teólogo. El Positivismo estaba llamado a triunfar allí donde había frasadado la Teología y la Metafísica. La insurrección del espíritu debía tocar su fin frente al corazón. El renacimiento moral es la base del progreso humano.

Comte plantea el pacifismo, el orden y la jerarquía. Todo debe estar envuelto en una moral de altruismo. De ahí que el lema propuesto por Comte, rece así: “EL AMOR COMO PRINCIPIO, EL ORDEN COMO BASE Y EL PROGRESO COMO FIN”.

LA HISTORIA.

Augusto Comte dio importancia a la historia, porque según él, el sistema que explique el pasado será el dueño del porvenir.

Según Comte a cada edad de la historia ha correspondido la predominancia de una esfera. Así:

En la Edad Antigua tuvo su hegemonía la Religión.

En la  Edad Media tiene supremacía la Metafísica, y en

En la Edad Moderna se afinca la Ciencia.

De otro lado, para Comte, la historia ha atravesado por tres etapas:

  1. Etapa Militar. Comprende hasta el Siglo XII. En una época en que se advierte una excelente organización de la Iglesia Católica.
    1. Etapa Legista. Llamada también transitoria. Constituye un paso a la sociedad económica donde irrumpen las clases medias. Es un período de transición, de orden crítico, disolvente y revolucionario.
    2. Etapa Positiva. Es la época industrial regida por intereses económicos donde se establece un orden social. Es la etapa del capitalismo con el cual concluye y cierra todo el desarrollo social.

Crítica.

Aun cuando Comte emplea la fórmula trimembre dialéctica, en realidad tergiversa el verdadero desarrollo de la historia porque de su esquema queda excluida la época grecorromana, que también fue científica.

LA RELIGIÓN.

Según Augusto Comte, la religión es el comienzo y el fin de la humanidad; pero Comte no aprueba la religión católica, propone más bien una nueva religión, en la que el culto a un Dios personal sea sustituido por el culto a un ser superior abstracto: LA HUMANIDAD, es decir el género humano. Para Comte, la humanidad es el conjunto de hombres presentes, pasados y futuros que han contribuido y contribuyen con el progreso humano. Es el nuevo Dios. Comte está convencido de que sólo los motivos religiosos son capaces de someter la libertad individual a la autoridad social. Comte no admite entes metafísicos. No considera ni a Dios  ni a la naturaleza como términos del culto religioso. Propone que sea la Humanidad, cuya trinidad positiva debería estar conformada así:

  • El Gran ser: La Humanidad.
  • El Gran Medio: El Espacio.
  • El Gran Fetiche: La Tierra.

Para Comte toda religión debía reunir tres elementos:

  • La Fe: El Poder Exterior.
  • El Culto: El Sentimiento.
  • El Régimen: La Conducta, Moral, Liturgia y Política.

De este modo, el Positivismo desemboca en religión. Subraya que la religión es indispensable para la vida social. Pero aclara que en lugar de conmemorarse a los santos, debe conmemorarse a los grandes hombres, a los bienhechores. La nueva religión deberá tener sus propios sacramentos, sus días de retiro y su catecismo. Deberá haber un sumo sacerdote. En el curso de la historia, los sacerdotes más importantes son:

  • En la Edad Antigua: Aristóteles.
  • En la Edad Media: San Pablo.
  • En la Edad Moderna: Comte.

El ser más grande que el hombre es la propia Humanidad. Formamos parte de ella, pero nos domina, nos sobrepasa y merece nuestra adoración. La humanidad más se compone de muertos que de vivos. Hay necesidad de hacer una inmortalidad subjetiva. Los sacerdotes de la Iglesia Positiva deben dirigir la reeducación espiritual.

En Comte el concepto de Humanidad es un concepto fundamental histórico. Es irradiación ininterrumpida y continua del género humano. El hombre se siente solidario con sus antepasados y descendientes. Los seres pasados y futuros son la población SUBJETIVA de la humanidad. Los seres presentes son la población OBJETIVA. Nosotros trabajamos siempre para nuestros descendientes, pero bajo el impulso de nuestros antepasados, de los cuales deriva a la vez los elementos y procedimientos de todas nuestras acciones. Toda individualidad se perpetúa indirectamente a través de la existencia subjetiva si su obra objetiva ha dejado resultados dignos.

De otro lado, Comte considera incognoscible a Dios. Y más bien estimó a los animales como “auxiliares del hombre”.

CRÍTICA DEL IDEALISMO A LA FILOSOFÍA COMTIANA.

Los filósofos neotomistas, entre ellos Verneaux, han formulado severas críticas al Positivismo, siendo algunos de los puntos notables los siguientes:

  1. Comte tiene una fe ilimitada en la ciencia y el progreso.
  2. Rechaza y se cierra a toda trascendencia mental y religiosa.
  3. Olvida que la ciencia debe buscar “la cosa en sí” y no sólo los fenómenos.
  4. La ciencia no puede agotarse sólo en las relaciones. Debe buscar las causas.
  5. Comte entiende por “progreso” sólo las esferas de “lo moral”, lo social y lo humano.

CRÍTICA DEL MATERIALISMO DIALÉCTICO A LA FILOSOFÍA COMTIANA.

De su parte, los filósofos marxistas han formulado las siguientes:

  1. Los primeros estudios de Comte estuvieron acertados porque empieza la investigación de lo exterior a lo interior; pero después abandona.
  2. En materia de Teoría del Conocimiento no llega a establecer la dialéctica de lo empírico con lo racional.
  3. El empirismo y el inductivismo que preconiza, entra en contradicción con su clasificación  de las ciencias, que empieza por la Matemática.
  4. En lugar de asimilar los avances del materialismo francés del Siglo XVIII y el ateísmo, se adecúa al idealismo y al agnosticismo de Hume y Kant.
  5. En el desarrollo de las etapas del conocimiento científico no se considera el importante avance alcanzado por el materialismo griego presocrático.
  6. Su fórmula trimembre del desarrollo social, si bien lo toma de la dialéctica hegeliana, sin embargo en antihistórica porque riñe con los modos de producción que vivió la humanidad.
  7. Su Sociología tiene esencia conservadora porque restaura la jerarquía del m
  8. Expresa su hostilidad al socialismo científico al proponer la renuncia a la lucha revolucionaria.
  9. Al proponer la armonía entre los obreros y los patronos deja al poder político en manos de los burgueses y capitalistas.
  10. Al asumir posturas agnósticas en filosofía, deja campo libre al primado de la Teología.
  11. Al insinuar un nuevo tipo de religión, con nuevo Papa y nuevos santos no propende un salto cualitativo.
  12. Comte cree que es válido transformar primero las opiniones y después atacar las costumbres y las instituciones. Lo contrario es lo correcto.
  13. Entiende por “progreso” sólo desarrollo intelectual y no toca los cambios en la esfera económica.
  14. Su interpretación del desarrollo histórico es idealista. Estima que existió una época teológica de la ciencia.
  15. Cultiva en el seno de la clase trabajadora sentimientos de subordinación y modestia; por ende, no propende la liberación de las condiciones de explotación en que vive sumida.
  16. No entiende las leyes de la contradicción dialéctica. Propone un progreso pacífico.

HERBERT SPENCER

(1820-1903)

Rasgos Biográficos.

Este ideólogo de la burguesía liberal, fundador del Positivismo Inglés, recibió educación en su propia casa paterna, sin haber tenido que concurrir a escuelas públicas ni privadas. Antes de su actividad como filósofo, estuvo ocupado en tareas de Ingeniería de Ferrocarriles; en Londres; tuvo preferentemente una formación  técnica y al mismo tiempo estuvo consagrado a los conocimientos de Geología y Biología. Más tarde y con la influencia de Hume, Kant y Mill se dedica a los estudios de Psicología y Sociología. Tuvo vasta erudición y contribuyó en la redacción de la Revista “El Economista”. Su preocupación fue el afán de explicar que existe lo INCOGNOSCIBLE.

Obras.

Spencer, escribió numerosas obras, siendo las principales las siguientes:

  • Primeros Principios (1862), Principios de Biología (1864), Principios de Psicología (1870), Principios de Sociología (1877), Principios de Etica (1879), Clasificación de las Ciencias (1864) y Educación (1861).
  • El Estudio de la Sociología; El individuo contra el Estado; Educación Moral, Intelectual y Física; Instituciones Ceremoniales y Políticas; Instituciones Eclesiásticas; Principios de Moralidad y Bases Éticas; Factores de la Evolución Orgánica; Inadecuación de la Selección Natural; La Justicia; Ensayos y Fragmentos, etc.

La Teoría del Conocimiento.

Según Spencer, el conocimiento debe sólo aspirar a conocer las siguientes relaciones:

  • Semejanzas y diferencias.
  • Coincidencias y oposiciones.
  • Precedencias y consecuencias.

LA VERDAD no es la correspondencia de las imágenes mentales con la realidad objetiva, sino únicamente: LA CONFORMIDAD ENTRE DOS TIPOS DE REPRESENTACIONES:

  • Impresiones: (Representaciones más claras).
  • Ideas         : (Representaciones más débiles).

De acuerdo a Spencer, nuestro conocimiento se agota en el conocimiento de los fenómenos de la conciencia.

El conocimiento de la realidad absoluta es INACCESIBLE. Lo absoluto no puede conocerse. El conocimiento está imposibilitado de desentrañar la esencia de lo absoluto. Al pretender conocerla sólo la RELATIVIZA.

Si comparamos el pensamiento de Spencer con el de Kan, llegamos a la conclusión de que el NUMENO de Kant, viene a ser LO INCOGNOSCIBLE de Spencer.

Lo incognoscible de  Spencer, sin embargo, no es una realidad material ni espiritual. Es algo de lo cual no puede enunciarse sino INCOGNOSCIBILIDAD, por ser el fondo último de la realidad universal.

De otro lado, el FENÓMENO para Spencer no es la apariencia, sino una manifestación de lo INCOGNOSCIBLE. Ahora bien, lo COGNOSCIBLE consta de manifestaciones de una fuerza absoluta desconocida.

Según Spencer el lugar de los OBJETOS REALES y de su reflejo en las sensaciones y pensamientos lo ocupan las REPRESENTACIONES. Dentro de ellas, las más claras son las IMPRESIONES y las débiles son las IDEAS.

Las verdades más generales que integran el campo de la Filosofía General deben ser formuladas en los términos de: MATERIA, MOVIMIENTO Y FUERZA. La interpretación de esto es contradictorio, porque por un lado Spencer los considera SIMBOLOS ya que no expresan la realidad absoluta, sino solamente sus acciones y por otro como manifestaciones de la realidad absoluta no dependen de la conciencia del hombre y son objetivos.

Para Spencer se dice que hay criterio de VERDAD cuando:

  1. Se confirma una hipótesis hallando concordancia completa entre los estados de conciencia y las representaciones comprendidas.
  2. Es imposible renunciar en el pensamiento teórico a una tesis y sustituirla por una contraria.

Las formas del Ser con INCOGNOSCIBLES en su esencia.

EL EVOLUCIONISMO SPENCERIANO.

Según Spencer, en todas las cosas, objetos y seres se cumple la EVOLUCIÓN. En la tierra, en la vida, la sociedad, el gobierno, el comercio, la industria, el lenguaje, la literatura, el arte, etc. Ejemplo: En el lenguaje, primero se dieron simples exclamaciones y sonidos inarticulados y luego vino la diferenciación de las palabras. En el ARTE primero se presentó difusamente y luego se especificó como pintura, escultura, música, etc. En la SOCIEDAD, primero aparece la tribu desorganizada y luego se instala el pueblo civilizado, donde los ciudadanos tienen ya tareas fijas.

La evolución es pues un proceso necesario, donde la homogeneidad tiende a la heterogeneidad, y donde por la ley del ritmo, la evolución y la disolución deben alternarse. La disolución es la premisa de una evolución ulterior.

En cuanto al HOMBRE la evolución debe determinar una creciente armonía entre la naturaleza espiritual y las condiciones de vida.

Para Spencer, la Evolución consiste en una incesante redistribución de partículas corpóreas. La evolución tiene un límite que no puede traspasar. Este límite se denomina: equilibrio. Este se produce cuando las fuerzas contrarias se equilibran. Pero tras el equilibrio, antes o después sobreviene la desintegración, aunque esta no es definitiva. Tras ella sigue un nuevo ciclo de de integración de la sustancia: el movimiento. De esta manera se cumple la Teoría de la Rotación, que tiene una explicación metafísica.

Según Spencer la evolución no solo abraza al mundo de las plantas y los animales; también se cumple en el reino mineral y en las sociedades humanas. Hay tres momentos en la evolución, los cuales son los siguientes:

  • El paso de lo simple a lo compuesto (Integración y Concentración).
  • El paso de lo homogéneo a lo heterogéneo (Diferenciación).
  • El paso de lo Indeterminado (Indefinido) a lo Determinado (lo estructuralmente definido) donde se cumple el Crecimiento de Orden.

Dándonos una definición de lo que es la Ley de la Evolución, Spencer dice: “La evolución es la integración de la materia, que se ve acompañada por la clasificación del movimiento y en el curso de la cual la materia pasa de un estado de homegeneidad indefinida, incoherente, a un estado de heterogeneidad definida y coherente, y el movimiento conservado por la materia experimenta una transformación análoga”.

El defecto de esta definición reside en que Spencer excluye la aparición de lo cualitativamente nuevo, al mostrarnos un desarrollo de simple reagrupación gradual del material existente. En este sentido, su explicación de la Ley de Evolución es puramente mecanicista.

En Spencer la EVOLUCIÓN  tiene un momento de UNIÓN  (integración) de partículas y otro momento de DISPERSIÓN (desintegración) del movimiento. En la dispersión de las partículas y la absorción por ellas de movimiento tiene lugar, según él, un volumen cada vez mejor, un proceso contrario a la evolución (Regresión).

La Ley de la Evolución para Spencer está sujeta al Devenir Material, Biológico, y al acontecer Psíquico, Cultural y Espiritual.

LA TEORÍA DEL DESARROLLO SPENCERIANO.

El concepto de Desarrollo en Spencer es metafísico y mecanicista. Spencer no concibe el desarrollo como el paso de un viejo estado de cosas a uno nuevo cualitativamente distinto, sino como UNA CONDENSACIÓN PURAMENTE CUANTATIVA, como un aumento, que se produce por gradaciones completamente imperceptibles. En consecuencia, su concepto de desarrollo es ajeno a toda transformación revolucionaria.

El concepto de EQUILIBRIO, según Spencer no es comptatible con la ENERGÍA, pues comienza con la disolución. A la disolución sigue otro período de evolución y así sucesivamente se registran ciclos eternos, a través de cuyos procesos se manifiestan la fuerza infinita y absoluta.

EN RESUMEN: Para Spencer LA EVOLUCIÓN ES LA LEY UNIVERSAL QUE RIGE TODOS LOS FENÓMENOS EN TANTO QUE MANIFESTACIONES DE LO INCOGNOSCIBLE. No es sólo una ley de la naturaleza, sino también del espíritu.

La Ley suprema de todo lo existente, es pues, LA LEY DE LA EVOLUCIÓN. Pero esta ley de la evolución transcurre sin conmociones. De ahí que esta teoría fuera aceptada por teólogos, maltusianos burgueses.

EL PROBLEMA DE LA CIENCIA, SEGÚN SPENCER.

Siguiendo su concepción agnóstica, Herbert Spencer plantea  que A LA CIENCIA LE ESTÁ VEDADA PENETRAR A LA ESENCIA DE LAS COSAS, pues sólo se circunscribe al conocimiento de los fenómenos exteriores y de sus relaciones, sus vínculos constantes y estables, que toman el nombre de Leyes. Pero incluso estas leyes son cosas obtenidas por la combinación de indicios en que se expresa la semejanza y la des-semejanza, la similitud y la diferencia.

Spencer sostiene, sin embargo que, A LA CIENCIA LE PERTENECE EL DOMINIO DE LO COGNOSCIBLE. Pero tiene la limitación de ser un CONOCIMIENTO PARCIALMENTE UNIFICADO. Justamente, el científico ha descubierto que bajo todas las cosas se oculta un misterio impenetrable. Según Spencer, el misterio es el último paso de la ciencia y el primero de la religión. La ciencia conoce sólo los fenómenos percibidos sensorialmente y se detiene en el umbral de la esencia. Y por ello, el desarrollo de la ciencia coloca al investigador entre misterios no resueltos y lo conduce más tarde o más temprano a la religión.

El conocimiento científico, sin embargo, parte del principio angular de la Conservación de la Materia, que implica la Conservación de la FUERZA. En el concepto de FUERZA queda involucrada para Spencer la representación de la Fuerza Divina.

Del postulado de la Conservación de la Fuerza se desprende el principio de la Conservación del Movimiento. Y partiendo de ello se determina la Ley de la Evolución.

En lo concerniente a la presencia de Categorías Dialécticas, Spencer aceptaba la INDESTRUCTIBILIDAD DE LA MATERIA, pero a continuación decía que no pasaba de ser un postulado no demostrable por la experiencia. De la misma manera, expresaba que las categorías de MATERIA, MOVIMIENTO Y FUERZA no eran sino símbolos de realidades ignoradas. Por último, excluye los saltos dialécticos revolucionarios en el desarrollo. Así también no reconoce que existan interrupciones dialécticas de la gradualidad. En suma, su percepción de lo que es la Ley o un descubrimiento científico, es metafísica.

Definiendo lo que es la BIOLOGÍA, Spencer dice que se ocupa de los fenómenos orgánicos y de su causa. LA VIDA es una combinación de fenómenos diversos, contemporáneos u sucesivos. Tomó de Lamarck el principio de que LA FUNCIÓN CREA EL ÓRGANO, pero también coge de Darwin la ley de la Selección Natural, de la supervivencia del más apto. Concibe el progreso de la vida orgánica como la adaptación creciente de los organismos del ambiente.

LA VIDA, es pues, la combinación de cambios heterogéneos, simultáneos, consecutivos, de conformidad a las coexistencias y las sucesiones exteriores.

Como se ve, esta definición es muy abstracta  y formalista.

Clasificación de las Ciencias.

Spencer opone la división de las ciencias así:

  • Abstractas (Exponen relaciones independientes de las realidades).
  • Abstracto- Concretas (Ofrecen un carácter intermedio).
  • Concretas (Tratan de ciencias que tienen que ver con lo tangible).

EN RESUMEN, para Spencer, el fundamento por el cual la ciencia está en INCAPACIDAD PARA PENETRAR A LA ESENCIA DE LAS COSAS está en que los científicos actúan de acuerdo a su limitada experiencia, e incluso actúan a veces movidos por un fundamento falso. Precisamente, porque hay asuntos misteriosos que resolver, hay necesidad que exista la religión. Lo Incognoscible da lugar a que la religión tenga un objeto de estudio. Ciencia y religión están próximas entre sí.

De otro lado, sólo pueden ser objeto de conocimiento científico los HECHOS Y LOS FENÓMENOS. La ciencia pertenece a una realidad no trascendente, una realidad sometida a ley universal que proporciona los principios del saber científico.

Realidad y ciencia por ello tienen su base en la realidad del misterio. No pueden ser incompatibles. Y esto porque, algunas categorías como Materia, Tiempo, Espacio, Fuerza son enigmas impenetrables. Y esto ocurre porque nuestro pensamiento está encerrado dentro de LO RELATIVO.

LO ABSOLUTO, LO INCONDICIONADO, LO INFINITO resulta incognoscible  para el hombre. Por esta razón religión y ciencia son necesariamente correlativas.

El hombre ha intentado siempre e intenta todavía construir símbolos que permitan representar la fuerza desconocida del Universo.

LA FILOSOFÍA, SEGÚN HERBERT SPENCER.

Para Spencer LA FILOSOFÍA ES EL CONOCIMIENTO COMPLETAMENTE UNIFICADO, es la suprema síntesis teórica. La Filosofía tiene la misión de dirigirse hacia el conocimiento de la evolución en todos los aspectos de la realidad dada, que de ninguna manera es igual a la realidad absoluta de su ser inconcebible, de su absoluto último.

Para Spencer la discusión entre Materialismo e Idealismo es una “guerra de palabras” que no resuelve el problema del Ser. La Filosofía tiene por objetivo el CONOCIMIENTO EN SU MÁS ALTO GRADO DE GENERALIZACIÓN, de ahí que las verdades que enuncia la filosofía son superiores a las enunciadas por la Ciencia.

Spencer une la Filosofía Positiva a las ideas de EVOLUCIÓN (mecánica) porque estima que la FILOSOFÍA ES UNA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN.

Para Spencer las generalizaciones de la filosofía comprenden y consolidan las más vastas generalizaciones de la ciencia, porque la Filosofía es el producto final de un proceso. Comienza con la recolección de observaciones aisladas y termina con proposiciones universales. Pero, señala que, para ello, es necesario que la Filosofía cuente con los siguientes principios:

  • La Indestructibilidad de la Materia.
  • La Continuidad del Movimiento.
  • La Persistencia de la Fuerza (Ley del Ritmo).
  • La Ley de la Evolución.

Sin embargo de reconocer dichas categorías dialécticas fundamentales, Spencer, atravesado por su agnosticismo incurre en varias contradicciones. Así asumiendo posturas no dialécticas nos dice: “Los Conceptos de MATERIA, MOVIMIENTO, ESPACIO, CONCIENCIA Y FUERZA no son objetivos, por cuanto no podemos concebir ni la divisibilidad infinita de la materia ni la existencia de partículas indivisibles de la misma. La materia en su naturaleza finita es tan absolutamente ininteligible como el espacio y el tiempo”; “Tampoco podemos concebir lo que es la “Infinitud”.

De este modo, Spencer COMBINA AGNOSTICISMO  Y FENOMENISMO.

El defecto de Spencer está en que no corresponde que materia y espacio son al mismo tiempo continuos y discontinuos. No comprende el carácter dialéctico de los “opuestos”.

Spencer en el terreno de la Gnoseología es un RELATIVISTA sui géneris. Dice que la experiencia es la acumulación de vivencias de generaciones anteriores. Hace depender el conocimiento de las necesidades de los organismos y de las condiciones de vida. Lo cual significa que, según Spencer LA FUENTE de nuestros conocimientos ES ALGO EXTERIOR AL SUJETO, pero como quiera que “ese algo” es incognoscible, entonces resulta que es imposible conocer la esencia del mundo.

En la Filosofía de Spencer se combinan pues los principios idealistas y el Agnosticismo. Se combinan también elementos de Idealismo Objetivo (reconocimiento de la realidad objetiva como fuente de sensaciones e impresiones humanas) y a veces se hallan interpretaciones materialistas en el problema de las ciencias particulares.

Mas, por su postura Positivista se muestra DUAL porque por un lado, apuntala el progreso de la ciencia y por otro, estima que la ciencia es sólo un conocimiento parcial de la evolución. No obstante lo dicho, Spencer tuvo el mérito de haber planteado el evolucionismo con anterioridad a la teoría de Charles  Darwin (La Selección Natural).

El Positivismo de Spencer tuvo repercusión en dos sentidos: En países socialistas fue recibido como un antimaterialista, y en países místicos se le consideró como un gestor de un movimiento de “avanzada”, de emancipación, que pudiera significar el avance de la ciencia. Tuvo como adictos a HIPOTILO TAINE, ALFREDO FOUILLE, ROBERTO ARDIGO Y GEORGE LEWIS.

LA SOCIOLOGÍA SPENCERIANA.  

Como muestra de su hostilidad a las tesis del socialismo marxista, Spencer formuló su TEORÍA ORGÁNICA DE LA SOCIEDAD. Como Augusto Comte, de quien es discípulo, considera a la Sociología como CIENCIA independiente. Su Sociología se asienta en su idea evolucionista y la denominada TEORÍA ORGÁNICA, que se cimienta en un intento anticientífico de analizar la vida sólo en términos biológicos.

LA SOCIOLOGÍA.

Según Spencer, la Sociología debe dedicarse a una tarea puramente DESCRIPTIVA  del desarrollo social de la sociedad humana. Debe determinar las metas y establecer cuál de debe ser el hombre ideal en una sociedad ideal.

La Sociología determina las leyes de la evolución superorgánica y considera  a la sociedad como un organismo, cuyos elementos son la familia y luego los individuos particulares. De este modo, la Sociología de Spencer está orientada hacia el individualismo  y la defensa de todas las libertades individuales, en contraste con la Sociología de Comte.

Spencer sostiene que el desarrollo social siempre es lento, gradual e inevitable. Dice que no puede saltarse de la infancia a la adultez. Resulta una utopía querer acelerar procesos. Por el contrario, esto acarrea retrocesos. En otras palabras, la sociedad es un organismo que surge y se desarrolla por vía natural. Su meta es conseguir el equilibrio.

Spencer aplica las leyes de la evolución biológica, a la evolución de la sociedad, al sostener que “así como en la lucha por la existencia sólo sobreviven los organismos más equilibrados, dando origen a su descendencia; así también EN LA SOCIEDAD SOLO PUEDEN SUBSISTIR LAS CLASES FAVORECIDAS. Solo superviven los individuos capacitados para la vida. Las razas menos adaptadas sucumben.

Según Spencer, la presencia de CLASES SOCIALES es una necesidad. La búsqueda de su supresión constituiría una regresión. Estas formas sociales han surgido luego de una prolongada evolución. Cualquier movimiento revolucionario sólo llevaría a la sociedad a su desintegración. La clase señorial es algo así como el conjunto de células del aparato neuromotor.

De la misma manera como las clases son necesarias, así la propiedad privada es la única forma posible de propiedad.

Spencer coincide con el Darwinismo Social cuando biologiza la sociedad. Aun cuando admite la inmutabilidad de las relaciones sociales, lo hace al modo metafísico.

Spencer, sin embargo, no confía sólo en el régimen industrial que propone Comte.  Distingue dos tipos de sociedad:

  1. El régimen militar. Donde prima el despotismo y la subordinación de los individuos ante el Estado.
  2. Régimen industrial. Donde la facultad del Estado se reduce al mínimo y aparentemente se asegura la libertad de los individuos.

De otro lado, la División del Trabajo también es necesaria por ser análoga a la división de funciones entre los órganos del animal.

LA POLÍTICA.

Spencer abogaba por un EQUILIBRIO entre las fuerzas progresivas y conservadoras de la sociedad. Sostenía que el equilibrio es el principio y el fin de todo movimiento.

En ningún momento aceptó la ley de la lucha de clases ni las acciones revolucionarias. Combatió las ideas de orden socialista y sostuvo que el proletariado constituía una clase inferior, a la que debía recomendársele tener menos hijos.

Propuso una sociedad que no difería de la sociedad capitalista. Aceptó este modo de producción con todos sus males, fundamentándose en que la naturaleza del hombre tiene grandes defectos y que en la sociedad siempre habrán necesidades imposibles de satisfacer.

LA PSICOLOGÍA.

Al hablar de la CONCIENCIA, Spencer dice que ésta, es una unidad, una fuerza originaria de naturaleza incognoscible. La Psicología no puede averiguar esos orígenes, pero sí estudiar sus manifestaciones. Hay dos tipos de Psicología:

  1. Objetiva. Que estudia los fenómenos psíquicos en su substrato material.
  2. Subjetiva. Que estudia la evolución de los procesos del pensamiento empezando por la actividad refleja, pasando por la memoria, hasta llegar a la razón.

Spencer no admite que la conciencia sea entendida como suma de impresiones e ideas.

LA MORAL SPENCIARIANA.

La ETICA de Spencer es de índole biológica. Por eso sostiene que LA MORAL ES LA FELICIDAD BIOLOGICA DEL INDIVIDUO. En consecuencia el BIEN se identifica con EL PLACER. Según Spencer, la MORAL HEDONISTA O UTILITARISTA  es la única posible.

Desde esta perspectiva el bien consiste en ajustarse al medio. El Placer es un acompasamiento entre el organismo  y el medio. De acuerdo a esto, la moralidad es una aspiración y un esfuerzo, un intento de servir  a la colectividad humana y la justificación del individuo para alcanzar esa tendencia.

Para Spencer, la MORAL es una conducta que contribuye a CONSERVAR LA VIDA y a darle mayor intensidad.

Las normas de la moral vienen determinadas por la lucha por la existencia. La moral ha cambiado siempre y en todos los sitios a medida que se modifica las normas de su existencia.

En su teoría sobre la MORAL se puede advertir que en Spencer confluyen por un lado el UTILITARISMO  de Stuart Mills, y por otro, el APRIORISMO de Kant.

Para Spencer, en el proceso de la evolución se origina un predominio gradual de los impulsos altruistas sobre los egoístas. El altruismo que debe nacer en el futuro no es opuesto al egoísmo. Exalta al egoísmo en cuanto constituye placer gozado por el individuo aunque sea altruista con respecto al origen de estos placeres.

El lema de Spencer es: VIVE Y DEJA VIVIR A LOS DEMÁS. Por ello la conducta del hombre es una adaptación progresiva a sus condiciones de vida. Esta adaptación no debe entenderse sólo como una prolongación de su vida, sino también de su riqueza.

En suma, Spencer exalta al egoísmo burgués.

LA RELIGIÓN PARA SPENCER.

Para Spencer la verdad última que se encierra en toda religión es que, la existencia del mundo, en todo lo que contiene, con todo lo que le rodea, es un misterio que siempre exige ser interpretado.

La esencia de la religión se puede reconocer en el convencimiento de que la fuerza que se manifiesta en el universo es completamente inescrutable.

WILLIAM JAMES

(1842-1910)

Rasgos biográficos.

El fundador representante principal del Pragmatismo norteamericano, nació en Nueva York en 1842. Fue hijo del teólogo y escritor norteamericano Henry James, de quien recibió sus primeras enseñanzas en cuestiones religiosas. Realizó estudios en Francia y Alemania, de manera que su cultura fue esencialmente europea, incluso llegó a trabar amistad con filósofos de renombre como Renouvier y Bergson. Se especializó en fisiología, psicología y medicina; pero también llegó a ser un eminente filósofo y pedagogo, sin descuidar sus grandes dotes de escritor, y conferenciante vivísimo y sugestivo que impulsó la aclimatación del cultivo de la filosofía en los Estados Unidos. Precisamente,  después  de recibir su grado de doctor en medicina en 1869, fue nombrado “Instructor” de fisiología en Harvard en 1872. Ocho años después se le designa en la misma Universidad como profesor auxiliar de Filosofía, consiguiendo ser nombrado titular en 1885. No obstante ser partidario del aprendizaje experimental en Pedagogía, veía en la experiencia religiosa un apoyo para sostenerse frente a las duras realidades de la “vida terrena”. Cultivó la pintura y le interesaba la vida de los santos y místicos. Sus primeros trabajos los consagró a la psicología fisiológica, donde a decir de sus biógrafos, obtuvo una penetrante comprensión de la afectividad de la vida psíquica. Luego su atención se concretó sobre temas de orden moral, religioso y metafísico. Murió en New Hampshire, el 28 de agosto de 1910.

Referencias Bibliográficas.

La producción intelectual y filosófica de James está constituida por los siguientes trabajos:

  • Principios de Psicología (1890).
  • la Voluntad de Creer (1897).
  • Las diversas formas de experiencia religiosa (1902).
  • Pragmatismo: nombre nuevo para viejos modos de pensar (1907).
  • El significado de la verdad: continuación del pragmatismo (1909).
  • Un universo pluralista (1909).
  • Problemas de la filosofía: una introducción a la filosofía (1911) (póstuma).
  • Memorias y estudios (1911).
  • Ensayos sobre el empirismo radical (1912).

Su posición frente a la Filosofía.

Para William James, un análisis serio de la historia de la filosofía nos hará concluir que se trata del enfrentamiento de dos temperamentos: la contraposición entre el espíritu delicado y el espíritu rudo, temperamentos que por su propia base psíquica son compatibles, desde que obedecen a la propia naturaleza humana inmutable y al mundo de los instintos. Para explicarse mejor, James efectúa el siguiente paralelo de temperamentos:

Espíritu Delicado Espíritu Rudo
Racionalista                                                                   Idealista                                                                           Intelectualista                                                                  Optimista                                                                          Religioso                                                                           Indeterminista                                                                  Dogmático                                                                       Empirista Sensualista Materialista Pesimista Irreligioso Fatalista Escéptico

De ahí que sea necesaria la elaboración de una filosofía que reconcilie los duros hechos de la vida (materialismo y empirismo) con la ficción de la religión (idealismo y racionalismo); es decir, se proceda a la armonía entre la ciencia y la superstición. Por ello, decía: “ofrezco una filosofía que satisfaga estas exigencias: que sea religiosa como el racionalismo; pero al mismo tiempo, que sea empirista para conservar un íntimo contacto con los hechos”. Hay que tomar las cosas “buenas” de cada lado, porque no es bueno detenerse en lo empírico porque no es lo suficientemente religiosa, tampoco es bueno tomar partido sólo de la religión porque no es lo suficientemente empírica, pues de nada vale una filosofía religiosa que no tenga contacto con la vida. Mas no por ello es bueno enrumbarse en el materialismo, pues de tomarse esta alternativa se estaría desembocando en la unilateralidad. Ser materialista es tan unilateral como ser idealista. La Filosofía debe encontrar una esencia neutra que no sea material ni espiritual. La materia no es la causa o la fuente de los sucesos. Si bien es cierto que debemos investigar hechos, esto no quiere decir que se tenga que optar por el materialismo. Así como se requiere ciencia, también se hace necesaria la religión.

LA FILOSOFÍA PRAGMÁTICA.  

Es una visión particular de la vida y el modo de pensar creado por la clase capitalista, en el momento en que el modo de producción burgués culmina el desarrollo de la libre concurrencia (capitalismo competitivo) y el monopolio se halla en su período embrionario, alrededor de la década de 1860 a 1870. Aparece cuando la clase burguesa ha logrado eliminar al poder feudal  y ha empezado a controlar el Estado. Propiamente empieza a cobrar auge a partir de 1871, después de lo ocurrido con la Comuna de París y tomará más consistencia con la aparición de los monopolios y los carteles desde 1873. Tuvo por fundador a Charles S. Peirce, como su difusor a William James y como su más alto representante a John Dewey, habiéndole correspondido a Chaunce Wright formular por primera vez el punto de vista capitalista de la vida.

El Pragmatismo, sin embargo, se alimenta de las siguientes fuentes:

  • El Idealismo Subjetivo y Acósmico del filósofo inglés George Berkeley.
  • El Empirismo y Escepticismo del filósofo inglés David Hume.
  • El Utilitarismo de John Stuart Mill, Jeremías Bentham y Alejandro Bain.
  • El Empiriocriticismo de Ernst Mach, Richard Avenarius y Helmholtz.
  • El Idealismo Trascendental y Agnóstico del alemán Manuel Kant.
  • El Nominalismo medieval.
  • El Positivismo de Augusto Comte.
  • La Teoría Genética de Weissmann – Morgan.
  • El Voluntarismo del alemán Federico Nietzsche (teoría del superhombre).

El Pragmatismo niega enfáticamente la existencia del mundo material objetivo. Afirma que el mundo natural y social existe sólo en nuestras sensaciones, ideas, deseos y emociones. Lo único que existe realmente es nuestra mente. En la naturaleza no se cumplen las categorías de “necesidad”, “causa”, “efecto”, “esencia”, etc. En todo caso la “causalidad” solo puede ser la regla de las relaciones subjetivas dentro de la experiencia. No hay verdaderas interconexiones causales. Las leyes y teorías no reflejan la realidad. Son solo instrumentos o medios para alcanzar ciertos propósitos prácticos. No existe mundo material ni casualidad, ni verdad. La única cuestión que todo hombre debe formularse es: ¿Me dá esto ventajas? De este modo, el Pragmatismo reduce los efectos a consecuencias prácticas dentro de las experiencias personales que son completamente subjetivas, irracionales e impredictibles. La conveniencia es el único principio válido. Una acción debe ser juzgada más por sus resultados que por sus bases doctrinarias. Para Williams James no existe correspondencia entre idea y mundo exterior. La verdad pragmática nos conduce a exigir solo la relación entre las diversas partes de la experiencia subjetiva. En ningún caso la verdad necesaria consiste en una relación entre nuestras experiencias y algo arquetipo o transexperiencial. La verdad de las operaciones mentales debe ser siempre intraexperiencial, la unión de una parte de la experiencia por otra por propósitos de conveniencia.

En consecuencia, el Pragmatismo se inscribe dentro del IDEALISMO SUBJETIVO y solipsista de Berkeley. En efecto, del apotegma berkeliano que reza: “EXISTIR ES UN SER PERCIBIDO”, el filósofo Peirce pasó a otro apotegma: “EXISTIR ES SER ÚTIL”. De otro lado, se desemboca en un SOLIPSISMO VOLUNTARISTA al partir de la premisa de que “Todo el mundo no es más que mi representación”. “El mundo no es mas que mi sensación, mi idea, mi pensamiento”. La experiencia esta autocontenida, no tiene referencia más allá de si misma y no se apoya sobre nada. La experiencia no es la experiencia de la realidad independiente, externa. Los fenómenos son solo estados mentales.

En resumen, el Pragamatismo es un método y una teoría genética de la verdad. Como filosofía es de cuño idealista subjetiva de tipo positivista.

Características del Pragmatismo

  • Es Empirista en oposición al procedimiento racional. Tiene el defecto de no unir lo empírico con lo racional; la acción con el conocimiento; la teoría con la práctica. Conduce a rutas alternantes.
  • Es Individualista. Se opone a la práctica social. Opta por la particularidad en contraposición a la universalidad. Al hacerlo así aísla los fenómenos.
  • Espontaneidad. Es partidario de la improvisación. No se sujeta a planes y proyectos. Es anárquico y por lo mismo ignora lo que ocurrirá hasta cuando ocurra. El individuo enfrentarse a cada situación sólo cuando está ante ella.
  • Oportunismo de la conveniencia. Sin someterse a principios o reglas morales opta por la ventaja que proporcionan las oportunidades o circunstancias, sin tener en cuenta las consecuencias exteriores. Emplea cualquier medio fijándose solo en el EXITO. Un medio es “bueno” si sobreviene el éxito; es malo, si falla.
  • Subjetivismo. Solo existe en nuestra mente, nuestra actividad. Los fenómenos de la naturaleza pueden ser comprendidos por sí mismos en forma aislada, sin acudir a la búsqueda de las contradicciones, sino sólo por su despliegue espontáneo.
  • Oscurantismo. Sostienen que “no hay mundo objetivo”. No puede haber certidumbre. El conocimiento debe ser sustituido por la FE. El mundo es incognoscible. Si no hay medios para alcanzar el objetivo deseado deberá actuarse de acuerdo a la creencia.
  • Inmovilismo. No hay cambios cualitativos ni desarrollo en espiral. El desarrollo es circular. En esencia, la naturaleza esta en estado de reposo, inmovilidad, estancamiento e inmutabilidad.
  • Practicalismo. Una cosa es “buena” cuando es útil para la actividad práctica humana. Si un objeto no es útil, no existe. Una cosa no es nada si no opera en la práctica. El Pragmatismo reemplaza los términos de “ciencia” y “verdad” por los de “conveniencia” y “utilidad”. La apología de la conveniencia toma el lugar de la indagación científica. Una idea o una teoría no es falsa ni verdadera, sino simplemente es útil o inútil.
  • Ficcionalismo. La verdad es inventada; no es descubierta. El mundo no es más que nuestra experiencia. Debo apoyarme solo en mi creencia con e propósito de seguir viviendo.
  • Postura antidialéctica. En oposición al materialismo dialéctico, el Pragmatismo sostiene que el conocimiento debe servir para satisfacer necesidades o deseos subjetivos de clase.

Método Pragmático

Consiste en apartarse de los principios y categorías establecidas por la filosofía anterior y mirar hacia las cosas últimas, los frutos, las consecuencias, los hechos. El Pragmatismo es el método de obtener resultados sin tener en cuenta los medios empleados.

El método pragmático fue elaborado por Charles S. Peirce al tocar el problema de la verdad. Para Peirce “lo que se llama verdad es aquello en lo que se cree” y “lo que creemos es para nosotros la verdad”, de donde concluye que el único objeto de indagación es el establecimiento de una opinión. Ahora bien, para la fijación de una OPINIÓN, Peirce encuentra tres procedimientos, que son los siguientes:

  1. El método de la Tenacidad, a través del cuál se llega a la siguiente conclusión: “Como no hay nada verdadero o falso, uno puede creer lo que quisiera”. Como nadie puede probar que uno esta equivocado, como no hay nada que pudiera probar que uno está equivocado, nada hay que pueda probar lo que uno cree no es verdadero”.

Este pronunciamiento es de corte voluntarista y tiene la desventaja de conducirnos a la duda.

  1. El método de la Autoridad. Es un procedimiento que va acompañado de la crueldad y atrocidad, porque las creencias son fijadas mediante la fuerza organizada y la violencia del Estado. Este procedimiento fue llevado a la acción mas tarde por el Fascismo.
  2. El método de la Ciencia. Este procedimiento esta reservado para la inteligencia. Se utiliza cuando los otros dos procedimientos no han surtido los efectos. En este caso actúan los intelectuales partiendo de la premisa de que el criterio de la verdad esta dado por la creencia mayoritaria. En esta instancia se llega a sostener que “creencia y realidad” son una misma cosa. La realidad es lo que nosotros creamos, no simplemente lo que yo creo.

Mientras William James se alinea dentro del procedimiento de la tenacidad, John Dewey lo hace dentro de la ciencia.

La teoría del conocimiento

En el análisis de la teoría del conocimiento, William James no parte de la naturaleza social del hombre, sino  de la naturaleza biológica, esto es, desde el plano de los instintos, emociones e impulsos del hombre. Quiere decir que la evolución de la mente no es enfocada desde el punto de vista histórico, sino desde un plano muy abstracto y general (ahistórico), que concibe la naturaleza humana con un criterio metafísico, es decir, no modificable. Desde esta perspectiva, esta convencido de que la mente contiene instintos, emociones e ideas primitivas, lo cuál quiere decir que, el ser humano no se desarrolla en función de los acontecimientos sociales o exteriores, sino de acuerdo al dictamen de su interioridad. El hombre actúa pues, instintivamente, en función de impulsos ciegos, automáticos, no pensados hacia un fin. Como bien se sabe el instinto es la “facultad” de obrar de tal modo como para producir efectos finales sin haberlos previsto, sin una previa educación para obrar en aquel sentido.

De este modo, en Gnoseología, William James desemboca en un reduccionismo biológico, hacia una filosofía cerebral, donde el cerebro es la condición corporal inmediata de las relaciones y operaciones mentales. Según James: TODA MODIFICACION MENTAL ES PRODUCIDA POR UNA MODIFICACION CORPORAL. La modificación mental siempre está acompañada o seguida por una modificación corporal. Y esto ocurre porque la vida mental es un reflejo de las experiencias corporales (experiencias cerebrales) mediatizadas por las sensaciones. De donde se concluye que EL CONOCIMIENTO ES EL FLUJO INTERRUMPIDO DE SENSACIONES CORRESPONDIENTE AL INTERRUMPIDO FLUJO DE EXCITACIONES NERVIOSAS.

Como se ve, James no comparte con la doctrina materialista dialéctica. No tiene en cuenta ni la realidad objetiva ni la práctica social de los hombres. Antes bien, piensa como Kant al decir que los ingredientes elementales del conocimiento constituyen el caos primario de las sensaciones, teniendo en cuenta que estas sensaciones no son producto de estímulos sociales exteriores, sino exclusivamente de las excitaciones nerviosas.

El problema de la verdad

Mientras que para los materialistas dialécticos, la verdad es aquella que corresponde al mundo objetivo material, independiente de si la mayoría de la gente en un momento determinado lo reconoce como verdad; el Pragmatismo afirma que LA VERDAD ES LO QUE RESULTA MEJOR PARA NUESTRA CREENCIA. La verdad es definida como lo que se puede encontrar siempre para cualquier propósito. LA VERAD ES OBRA DEL HOMBRE para propósitos utilitarios y prácticos. La verdad es una relación satisfactoria entre una y otra parte de la experiencia. NO EXISTE VERDAD OBJETIVA. La verdad es sólo lo conveniente en el camino de nuestro pensar, así como el Derecho es sólo lo conveniente en el camino de nuestra conducta.

Teoría de la ciencia

Para los pragmáticos la base fundamental de la ciencia no es la correspondiente con el mundo material, sino que está dada solamente por sus efectos prácticos. La ciencia no puede descubrir lo que no existe. Un “hecho” no es verdadero ni falso, sino que es útil o inútil para la conducta. En este sentido, la ciencia es la CIENCIA DE LOS OBJETOS MENTALES, de los fenómenos y no de los objetos materiales. En resumen, el Pragmatismo rechaza la ciencia o es el mentís de la ciencia.  Según Chauncey Wright: La ciencia es la ciencia de los objetos del conocimiento y los objetos de conocimiento no son sino los estados mentales.

De otro lado, la ciencia nada tiene que ver con la verdad. Es apenas una herramienta de beneficio. Ni la experiencia ni la práctica son origen del conocimiento. La ciencia es apenas UN CUERPO DE PROPOSICIONES en cuyo origen no tiene nada que ver la praxis humana. La ciencia pura sólo expresa resultados de comparación. En la última instancia, las ciencias son resultado de la estructura mental orgánica y no de la experiencia.

La psicología

A decir Harry K. Wells, el filósofo William James en materia de Pragmatismo es un apologeta de la Psicología. A su vez la Psicología es el fundamento del Pragmatismo. Pero no acepta que la conciencia sea el reflejo de la realidad objetiva, a través de la práctica social. Si bien es verdad que discrepa de la tesis tradicional de las “facultades del alma” como entidades eternas y absolutas, en cambio plantea que el alma individual o conciencia también evoluciona.

James considera que la conciencia, el pensamiento, la vida subjetiva del individuo es un torrente que transcurre como las aguas de un río. Sólo es interrumpido cuando en función a nuestros intereses se atiende a un asunto distinto. Es decir, lo que no entra en nuestra experiencia es lo que no tiene Interés para nosotros.

Nuestra experiencia es aquello que nos conviene entender. Prestamos atención sólo aquello que nos interesa. De este modo seleccionamos lo que nos conviene, combinamos los elementos que nos interesan y le asignamos un nombre. Así construimos el MUNDO. Por ello cuando queremos referirnos a la realidad, ésta no es sino una especie de sentimientos ligados a la emoción. De ahí que sentimientos como LA COLERA, EL MIEDO, LA TRISTEZA, LA DESILUSIÓN no obedecen a situaciones objetivas. En este sentido, la operación del raciocinio, inclusive, no es más que una forma de actividad selectiva de nuestro espíritu. Dentro de esta perspectiva, la mente tampoco esta en condiciones de descubrir leyes, lo que hace es inventarlas. Por ello, la realidad es sólo una expresión de nuestra vida emocional. La fuente y origen de toda realidad somos nosotros mismos. Y aquello que elegimos depende de nuestra estructura mental. Esta, a su vez, es producto de nuestros instintos innatos y nuestras emociones. El hombre posee muchos instintos e impulsos, inclusive mas que los animales. Así como desde niño posee el instinto de succión, el instinto sexual, también posee el instinto de colección, el instinto de conservación de la propiedad, el instinto de la belicosidad y de la muerte.

De este modo, James dió paso al Psicoanálisis, al Conductismo y al Gestaltismo; al mismo tiempo que acogió la teoría genética de Weissmann-Morgan.

La teoría de las emociones.

James en compañía de Lange, dentro del campo de la Psicofisiología estudió profundamente el terreno de las emociones, llegando a la conclusión de que estas reflejan cambios corporales. Es decir, sostiene que las emociones no proceden de la experiencia exterior, sino que dependen exclusivamente de la fisiología corporal. De donde se infiere que:

  • No lloramos porque estamos afligidos.
  • No pegamos porque estamos irritados.
  • No temblamos porque estamos asustados.
    • Estamos afligidos porque lloramos.
      • Estamos irritados porque pegamos.
      • Estamos asustados porque pegamos

El derecho

En la esfera del Pragmatismo filosófico, correspondió estudiar el problema del Derecho, al pensador Oliver Wendel HOLMES, quien niega que el derecho sea un aspecto de la lucha de clases. Antes bien, afirma que la Historia del Derecho es la “historia de todos los pasos dolorosos y sacudimientos mundiales a través de los cuales la humanidad ha luchado y trabajado su camino desde el aislamiento salvaje hasta la vida social organizada”.

Desde esta óptica, el papel del Derecho consiste en JUSTIFICAR EL ORDEN SOCIAL QUE DESEAMOS GARANTIZAR. Los jueces toman sus decisiones no en base a una explicación objetiva del fenómeno, sino sobre la base de sus predicciones. La decisión no esta basada en principios, sino en el éxito o fracaso posibles. La ley son los que las Cortes acostumbran hacer en los hechos. El Derecho tiene por misión “incorporar creencias que han triunfado en la batalla de la ideas”.

En consecuencia el Derecho no ha sido estructurado en base a la ciencia de la Lógica, sino en base a la experiencia. La objetividad es sustituida por la conveniencia. No existen pues leyes objetivas en el Derecho.

La historia

A John Fiske y Charles Beard correspondió analizar la Historia a la luz del Pragmatismo. Así, el segundo de los nombrados nos dice que “no existe algo que sea Ciencia de la Historia”. El historiador no puede conocer legítimamente su pasado. En todo caso a la Historia le corresponde “reconstruir fragmentos incoherentes con limitaciones inevitables”. Fiske, remarca que la Historia no puede ser la ciencia de las leyes objetivas del desarrollo social como pretende el materialismo histórico.

Crítica del materialismo dialéctico al Pragmatismo

La filosofía marxista ha formulado varias objeciones al Pragmatismo. Algunas de ellas son las siguientes:

  • En materia de Filosofía, debe reconocerse que el conocimiento proviene de la práctica social y no de los instintos y emociones de los hombres.
  • En materia de Psicología, hay necesidad de aclarar que las sensaciones no son la fuente de la realidad. Las sensaciones son sólo un medio trasmisor.
  • El ser humano no tiene una naturaleza inmutable, sino evolutiva dialéctica. De ahí que sea falso que el impulso a la guerra, a la competición económica, a la objeción de las ventajas y el amor al dinero sean innatos.
  • La conciencia no sólo es un fenómeno biológico corporal, sino fundamentalmente un fenómeno social.
  • Nuestros actos nos se desarrollan al azar o conforme nuestros deseos, sino que están sujetos a leyes objetivas de orden natural y de orden social.

JOHN DEWEY

(1859-1952)

Rasgos biográficos

El más descollante en la educación nueva y de la pedagogía activa, nació en Burlington en 1859 (Estados Unidos). A los 25 años se doctoró en la Universidad  de Hopkins y poco  después ejerció a la docencia en las mejores  universidades de su país. Este filósofo idealista  norteamericano es famoso por haber escrito durante  su existencia  más de treinta obras y por haber ejercido influencia sobre la sociología, la estética y la pedagogía de los Estados Unidos. Es famoso  también por ser fundador de la “Escuela de Chicago” de tendencia pragmática y por haber generado dentro del pragmatismo una nueva versión a la que denominó: instrumentalismo o “naturalismo  humanista”. En su pensamiento, recibió en un inicio fuerte influjo del hegelianismo y más tarde tomó partido de las ideas de William James. Combatió con énfasis la doctrina materialista dialéctica de la Unión Soviética, se manifestó contrario a la teoría de la lucha de clases y más bien se declaró partidario  del liberalismo burgués. Después de haber inoculado fuertes puntos de vista  sobre su patria, falleció en 1952, no sin antes haber propuesto en Pedagogía el “Método Experimental”.

Referencias Bibliográficas.

Dewey fue un prolífico escritor.  Sus principales trabajos son los siguientes:

  • La Escuela y la Sociedad (1899).
  • Mi Credo pedagógico (1897).
  • La Escuela y el niño    (1906).
  • La influencia de Darwin en la filosofía (1910).
  • Teoría Experimental del conocimiento (1913).
  • Estudios sobre teoría lógica (1913).
  • El Pragmatismo de Pearse (1914).
  • Ensayos sobre Lógica Experimental (1916).
  • Democracia y Educación (1916).
  • Psicología y Pedagogía del Pensamiento (1918).
  • Reconstrucción filosófica (1920).
  • Experiencia y Naturaleza (1925).
  • La ciencia de la educación (1929).
  • La Búsqueda de la certeza (1930).
  • Filosofía y Civilización (1931).
  • Lógica como teoría de la investigación (1938).
  • Experiencia y Educación (1938).
  • Libertad y Cultura (1939).
  • Teoría de la Valoración (1939).
  • Problemas de los Hombres (1946).

Su posición frente a la filosofía

Al señalar las tareas y el objeto de la Filosofía, John Dewey señaló que NO TIENE SENTIDO INVESTIGAR EL “OCEANO DEL SER”  en el cual el mundo de la conducta humana ocupa una parte infinitamente pequeña de espacio y tiempo. En todo caso, el papel que debe cumplir la Filosofía debe ser: INVESTIGAR LAS FUERZAS MORALES QUE MUEVEN A LA HUMANIDAD HACIA LA FELICIDAD RACIONAL. La Filosofía permite tener la convicción de que los valores son eternos y ordenados, según las posturas metafísicas. Pero no se trata de reproducir lo sostenido por la filosofía tradicional. John Dewey propone que un mejor conocimiento de la realidad puede ser obtenido si atendemos a los siguientes tres pasos:

  1. Hay necesidad de cuestionar lo que se conoce como ciencia y como “mundo material”, porque no es verdad que la ciencia se ocupe de la realidad objetiva ni es verdad que exista un mundo material que se desenvuelva conforme a leyes. La verdadera realidad, el hombre la construye a partir de su experiencia individual. No existen principios ni leyes válidas universalmente. Todo cuanto trata la ciencia son hipótesis  instrumentales. Los principios o normas de conducta tampoco son eternos, no hay verdades previas. En todo caso quienes afirman esto último incurren en tesis sobrenaturales.

De este modo, Dewey, en este primer momento, se declara contrario a la religión por un lado y a la ciencia por otro.

  • En un segundo momento, Dewey señala que no es aconsejable utilizar con demasía la razón, porque  una persistente reflexión teórica nos aparta de la práctica, nos conduce al campo de los principios “puros” y al terreno de los “mitos”. Lo que habrá de utilizarse es la INTELIGENCIA en lugar de la razón. Para la posesión de auténticos conocimientos no hay necesidad de contar con leyes, pues éstas no existen ni en la naturaleza ni en la sociedad.
  • En un tercer momento, es preciso entender que, en consecuencia, ni la ciencia, ni las filosofías idealistas, ni la religión son descubridoras de la realidad. Las tres se encuentran en el mismo nivel. No existe ninguna cosa que sea la realidad objetiva. Sólo existe nuestra realidad experimental.

El Instrumentalismo

Para John Dewey, como queda dicho, el conocimiento no es razonamiento, sino inteligencia. La inteligencia es la correcta selección de los medios para los fines. Y si dice que la selección es correcta cuando los fines son exitosos. De este modo, el conocimiento, el pensamiento, la idea, la teoría, no son sino INSTRUMENTOS para vencer dificultades, para salvar obstáculos en el curso de los fines que nos hemos trazado. Desde esta óptica, se dice que una teoría es verdadera cuando ha llegado conducirnos a la meta deseada y es falsa cuando no lo logra. La hipótesis que nos lleva a la acción fructífera es la única verdadera. Las hipótesis valen por su operatividad y no por su correspondencia con la realidad objetiva. De donde se concluye que la verdad debe ser definida como utilidad. Se dice que una inteligencia no es eficaz cuando no reúne las habilidades para seleccionar los medios útiles, convenientes y duraderos que la emoción y el deseo establecen en su afán de alcanzar ciertos fines.

Como puede apreciarse, el Instrumentalismo de Dewey reúne las siguientes características:

  1. Subjetivismo. Porque la realidad es construida a partir de la experiencioa individual y emocional, mas no a partir de la teoría del reflejo.
  2. Anticientificismo. Para el instrumentalista no cuentan las leyes, principios, teorías, sino sólo las hipótesis. No existe mundo objetivo que investigar ni materia que percibir.
  3. Individualismo. Para Dewey no cuenta la experiencia obtenida por la humanidad anterior ni las teorías elaboradas por la filosofía tradicional.
  4. Amoralismo. El bien y el mal no son objetivos, no existen en la sociedad. Está en la elección y decisión del individuo ante determinada situación. Es malo aquello que no nos conviene.
  5. Irracionalismo. Para Dewey no cuenta el empleo de la razón. Esta queda suplantada por la inteligencia, bajo el pretexto de que el raciocinio aparta a los hombres de la actividad práctica productiva.
  6. Antimaterialismo. Dewey califica al materialismo histórico de determinismo econmónico; lo sitúa como doctrina anticuada. En todo caso es una nueva religión o una simple hipótesis de trabajo, una copia del hegelianismo, en lo referente a la “lucha de contrarios”.
  7. Practicalismo. Glorifica la práctica y pospone la teoría. La única realidad válida es la actividad del sujeto. El conocimiento es práctico.
  8. Gradualismo. Para Dewey el desarrollo no transcurre a través de saltos, sino en forma lenta y gradual. Por lo tanto es reformista.
  9. Pluralismo. En la producción de un fenómeno no concurre sólo un fenómeno anterior o causa, sino múltiples factores. No hay nada planificado. Ocurre lo inesperado. Ataca a las teorías monistas.

La filosofía de la experiencia.

El punto de partida de la filosofía de Dewey es la experiencia; pero su concepto de experiencia no es lo que tienen los de la escuela empirista tradicional anglosajona (Berkeley-Hume). La experiencia en la que se apoya Dwey es indiscriminada, tosca, atravesada por una turbación, una perversidad, por el riesgo y el error. Por ello es que la experiencia tiene que mirar más bien el futuro, y en todo caso, el pasado le sirve sólo como iluminación. En consecuencia, la experiencia es historia.

Es preciso apuntar, sin embargo, que Dewey utiliza el término “experiencia” en doble sentido. Por un lado, significa experiencia diaria inmediata (individual) y por otro existe la experiencia generalizada y acumulada en la historia humana. Dewey rechaza la experiencia social y resalta la experiencia individual, a la que le da más autoridad.

Según Dewey la naturaleza es la que se experimenta. La naturaleza es idéntica a la experiencia humana. El hombre esta inseparablemente ligado con la naturaleza y la naturaleza con el hombre. Nosotros no conocemos cómo es el mundo en sí mismo, independiente de nosotros. Sólo conocemos nuestras reacciones ante el mundo. No conocemos los árboles tal como existen. Sólo conocemos los usos a los cuales están destinados, las emociones que ellos nos evocan. Por ello la existencia esta fabricada a partir de la experiencia.

La experiencia nos enseña que todo cambia, que nada hay fijo en el campo material ni en el espiritual. El pensamiento mismo no es más que un instrumento para la acción. El hombre comienza a pensar cuando se enfrenta a dificultades para las cuales tiene que buscar soluciones. De ahí que la idea no posea más valor que lo instrumental. La idea tiene que estar al servicio de la experiencia. Sólo así resulta útil y conduce al éxito.

Teoría del conocimiento

En materia de Gnoseología, John Dewey se mostró contrario a la tesis materialista de la teoría del reflejo. Según Dewey, el pensamiento no es capaz de reflejar el mundo objetivo; tampoco hay conocimiento lógico. La fuente del pensamiento está en las particularidades biológicas del hombre, puesto que el hombre es ante todo un ser biológico. No es cierto tampoco que el cerebro sea el órgano del pensamiento. El pensamiento no se produce sólo en la corteza cerebral, sino en el conjunto de aparatos y órganos del hombre.

En el proceso del conociemiento, Dewey adjudica a la fase sensorial el más importante papel. Según Dewey, el conocimiento empírico desarrolla el principal proceso, permite conocer las cosas mas plenamente que a través de los conceptos. Esto quiere decir, que el pensamiento abstracto es inexistente e insubsistente. La realidad que los hombres se esfuerzan por conocer, son sólo “la realidad de nuestras vivencias”.

De otro lado y recogiendo las tesis del Conductismo (Behaviorismo) Dewey prefiere utilizar la categoría de la Conducta en lugar de Pensamiento. Para Dewey los hombres actúan estimulados por una excitación especial. Es un suceso “intraorgánico”.

Algo más, el conocimiento no es un proceso contemplativo como daba a entender Berkeley a través de la “experiencia sensorial”. El conocimiento se mueve de los fines deseados hacia los medios para cumplimentarlos. TODO PROCESO COGNOSCITIVO ES UN EMPEÑO DE TRANSFORMACION ACTIVA DE LA REALIDAD POR PARTE DEL HOMBRE.

La teoría pragmatista de la verdad

Dentro de una línea pluralista, los pragmatistas sostienen que hay tantas verdades como puntos de vista. El criterio de la verdad como el de la utilidad es subjetivo en grado máximo, pues para unos son útiles unas cosas y para otros, otras completamente distintas. Si bien es verdad que para los pragmatistas, también la práctica es el criterio de la verdad, empero la práctica la identifican con el éxito individual. Además, se refieren a una práctica sin guía, sin orientación, sin teoría y sin planificación.  Y esto ocurre porque para ellos la práctica se acomoda a la conveniencia. Sólo les interesa conocer los medios y no la realidad objetiva.

La educación

La teoría pedagógica de John Dewey, como todo su sistema filosófico está impregnada de Voluntarismo.

Según Dewey, la educación es un despliegue de los instintos naturales y de los impulsos del niño.  El material para el desarrollo posible reside en la sociedad. El niño puede ser educado para el hogar, la escuela y la vida en comunidad. El desarrollo del niño es un proceso en el que se proporciona el conocimiento y el sentimiento humano, los valores y las emociones, los rasgos de carácter ejemplificados en los héroes de la humanidad. Los impulsos, las tendencias y las disposiciones de la gran mayoría no son intelectuales sino estrechamente prácticos. La nueva educación tiene por misión desplegar esos impulsos prácticos. En la mayoría de los seres humanos el interés por lo intelectual no es el dominante. Mayoritariamente están acicateados por el impulso práctico. En consecuencia, es falso que la estructura social injusta haya convertido a unos en intelectuales y a otros en trabajadores manuales. La predilección depende de la naturaleza humana. Es naturaleza humana la que contiene tendencias egoístas y altruistas. No es pues la sociedad burguesa la que determina la contradicción, sino la naturaleza inmutable del hombre. El cambiar esta naturaleza llevará largo tiempo. Así pues los trabajadores son trabajadores y los patrones son patrones no por el carácter de clase del sistema, sino por el carácter innato de sus impulsos, disposiciones y tendencias. La estructura de clase del capitalismo no obedece a la marcha de la historia, sino de los instintos, a la herencia.

De ahí que el objeto de la educación a lo largo de todas las etapas del crecimiento es la relación de los medios con los fines. El punto de partida es la adaptación de los medios a los fines. Precisamente cuando el niño atraviesa la fase de 8 a12 años, es cuando se produce esta adaptación de los medios a los fines. En la etapa anterior (4 a 8 años) el niño aún no discrimina entre ambos aspectos, tiene una vaga expresión. En cambio, la segunda etapa es la etapa propicia para asegurar el control de los métodos de trabajo e investigación.

Finalmente explica que al niño no le viene la educación del exterior, es decir, de los maestros, del libro, de la sociedad, de la vida, sino de las actitudes impulsivas, intuitivas. Por ello EL APRENDIZAJE ES UN PROCESO INTERNO, que tiene su fuente en el propio niño, en sus instintos.

Lo cuál no quiera decir sin embargo que el maestro no cumpla ninguna función.  El maestro está “para apoyar los impulsos naturales e instintos del niño, y utilizarlos de manera que el niño sea llevado a un plano superior de percepción y juicio, y equipado con más hábitos eficientes”. Servirá como un estímulo para desarrollar mas adecuadamente lo que el niño ya está esforzándose por desarrollar viegamente”. El maestro tiene que reconocer que instinto está esforzándose por expresarse en un momento determinado del desarrollo del niño. La única función del maestro, es pues la de aportar los estímulos, entregar los materiales que faciliten su expresión. El maestro debe ser un “adivinador” de los instintos del niño y un proveedor de materiales estimulantes.

Dewey reitera que el objetivo de la educación es EL PLENO DESARROLLO DE LAS FUERZAS INTERIORES DEL NIÑO (instintos, impulsos, deseos, intereses). En su afán de investigación, el maestro debe descubrir:

  • Los estadios de crecimiento de los instintos.
  • Los materiales apropiados para estimular su desarrollo.
  • Introducir las materias al tiempo que la historia natural del niño está lista para él.
  • Las materias serán introducidas cuando el niño esta preparado para asimilarlas.
  • Los intereses y necesidades estarán basadas en los instintos.

La escuela pública por tal motivo debe ser una escuela vocacional que enseñe como deben ser realizados los trabajos, pero no la teoría del por qué. Conoced primero cómo pero no porqué.

Alienándose en una postura paidocentista, Dewey sostiene que el niño debe ser el sol alrededor del cual evolucionen los instrumentos de la educación. En este sentido, el centro de gravedad de la instrucción son los instintos y no la sociedad ni la clase que está desarrollando la educación. Los trabajos en metal y madera, por ejemplo, son sumamente valiosos porque alertan a los niños, los tornan activos y dinámicos en lugar de receptivos y pasivos; los hace útiles, más capaces, los prepara para los deberes prácticos.

Dewey reconoce que la influencia de las investigaciones de la Psicología Infantil es notoria. Gracias a ellas puede advertirse en qué etapa del desarrollo del niño se presentan los “instintos de producción y construcción”; de esa manera se sabrá cuando los niños deben ser introducidos en conocimientos de carpintería, costura, cocina, etc.

Pero, en suma, lo que hace Dewey es reducir la Psicología a una Biología por subrayar lo instintivo.

La sociología (Teoría sobre la sociedad).

Dewey sostiene que si bien es cierto la sociedad experimenta cambios, mas el problema del cambio social es un problema del cambio del individuo, a través de la educación, la moralidad y la religión. No es cierto que lo económico sea el aspecto determinante de los cambios. Si es verdad que lo económico no puede ser soslayado, empero tampoco puede ser materia de exageración si se tiene en cuenta que en la sociedad interactúan una pluralidad de hechos sociales.

A juicio de Dewey, los cambios sociales operan con más efectividad a través de la moral. Por ello el cambio social es un problema de individuo, un problema donde concurren perjuicios, orgullos, intereses, etc. Lo cuál quiera decir que para concurrir a un cambio social se requiere previamente el cambio de la naturaleza humana.

Rechazando la tesis del materialismo histórico y declarándose más bien un socialdemócrata  y un indeterminista histórico, John Dewey sostiene que NO PUEDE HABER UNA CIENCIA DE LA SOCIEDAD. Si el mundo es incognoscible, la sociedad también lo es. Si bien es cierto que se legislan los derechos a través de normas jurídicas, es preciso reconocer que estas leyes sólo tienen a mitigar los grandes problemas sociales. Al final de cuentas, tanto las teorías que sostienen que las fuerzas morales son importantes, tanto como las que dicen que el medio ambiente es gravitante, son tesis unilaterales. En materia de cultura debe tenerse en cuenta hay confluencia de diversos factores: el derecho, la política, el comercio, el arte, la industria, la moral, la religión, etc. Ninguna de estas es determinante, porque la cultura es interacción de todos estos factores.

La ética

Según John Dewey, el bien y el mal NO SON OBJETIVOS. No existen en la sociedad. Todo depende de la elección del individuo. Lo cual quiera decir que si hay males en el sistema capitalista, esto se debe a la errónea selección de ciertos dirigentes de la industria. Ahora bien, para mejorar el sistema, habría que mejorar previamente a los individuos, es decir, a la naturaleza humana. Y es preciso tener en cuenta que el propósito  no es cambiar el capitalismo sino mejorarlo. La finalidad no es pues eliminar los males, sino hacerlos menos malos. Por último todos los problemas sociales son problemas de educación. Entonces, la escuela deberá ser un instrumento para producir el cambio social, aunque en el fondo, toda escuela constituye la preservación del status quo.

La religión.

Dewey es del criterio de que una verdadera religión no requiere un ropaje “sobrenatural”. Al contrario, necesita ser “natural” y utilitaria. Hay urgencia de “remodelar la religión”. Es mejor hablar de “experiencia religiosa” y no de religión. En efecto, nos hallamos en un mundo temeroso, abrumador, precario y peligroso” lo cual convierte al hombre en inestable e inseguro. No es el temor lo que hace nacer en los hombres la idea de los dioses, sino mas bien la situación precaria en la que el hombre es arrojado al mundo y de la cual nace el temor. Ahora bien, hay situaciones como las crisis económicas, la guerra, el fascismo, el desempleo, la pobreza, la enfermedad, la opresión, la explotación, es decir un conjunto de fuerzas que “escapan al control humano” lo convierten angustioso. Pero, precisamente por ello, el hombre tiene que estar convencido de que el mundo es “azaroso”, “incierto”, “precario”, “impredictible”, “inestable”, “inconstante”, “irregular”, “irracional”, “miedoso”, “víctima de fuerzas desconocidas”. Es decir que existen fuerzas provenientes de lo “incognoscible”. Ante esta situación la humanidad ha conseguido la “resignación” porque no ha encontrado explicación para ello. La religión es pues un producto de este hecho.

En consecuencia, Dewey que al inicio había, a través de su método, cuestionado la religión y la teología, termina adhiriéndose al criterio de la resignación y la sumisión, con el argumento de que: “Todo lo malo es digno de ser sufrido porque a la larga conduce al bien. Dios es la unión de lo ideal con la vida actual”.

La axiología.

Según John Dewey “todo proceso de valoración supone, en primer lugar, la aversión a una situación existente y la atracción hacia una situación posible en el futuro; y en segundo lugar, una relación entre el fin y los medios para realizarlo. Toda creación estética es una producción e implica poner en práctica medios adecuados. Las artes bellas son útiles, así como las artes útiles son en algunos casos también bellas”.

La lógica

En el pensamiento de Dewey, la ciencia de la Lógica no tiene como misión la investigación de las leyes del pensamiento, sino las leyes de la CONDUCTA. Ahora bien, la conducta se sujeta a impulsos e instintos. Por lo tanto, el pensamiento no refleja en ningún caso lo que acontece en el mundo material objetivo.

Crítica de la filosofía idealista al pragmatismo.

  • El Pragmatismo por unilateralizarse con el practicismo, termina negando el conocimiento contemplativo, el conocimiento teórico. Es antiintelectualista. Llega a rechazar la oposición entre sujeto y objeto.
  • El instrumentalismo de Dewey incurre en Behaviorismo, lo cual quiere decir que para él “el espíritu no hace más que lo que quiere el cuerpo”.
  • El Pragmatismo tiene un sello irracionalista al abandonar la validez de la Lógica formal, de la teoría y de los principios.
  • La verdad para los pragmáticos es aquello “que sale bien” o aquello “en lo que deberíamos creer”, aun cuando esté reñido con la moral.

Crítica del materialismo dialéctico al pragmatismo.

  • No reconocen que el mundo material objetivo sea independiente de la “experiencia individual” del pensador.
  • Se concretan a reducir las ideas del positivismo dándoles formas nuevas.
  • Elaboran una filosofía acorde a los intereses del “bussinessman” (hombre de negocios) norteamericano. Por lo tanto, es la ideología de la burguesía monopolista.
  • Consideran que la filosofía se empantanan en “seudoproblemas”. Piensan que discutir acerca de la “materia” o del “espíritu” es trabajo vano porque no reporta utilidades lucrativas.
  • Creen que los racionalistas son espíritus apacibles y los empiristas espíritus de carácter firme. Es decir consideran que las posturas gnoseológicas se derivan del temperamento de los individuos.
  • Precisan que la materia es producto de la actividad práctica del individuo y no de la esencia de la realidad objetiva.
  • Incurren en el relativismo y en el subjetivismo cuando sostienen que “cada hombre puede poseer su propia verdad”.
  • Contrapone a la lucha de clases, la colaboración entre ellas por medio de reformas pedagógicas.

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