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CARTA ABIERTA PARA VLADIMIR CERRÓN

Enero cinco  de 2025

Estimado camarada y hermano Vladimir: 

Desde el día del cobarde asesinato de nuestro padre, el 8 de junio de 1990, nuestra decisión ha sido continuar con la ideología socialista. Ideología que heredamos de la práctica diaria de nuestros valientes padres, Jaime y Bertha, y de honorables camaradas, cuya compañía en el tiempo y el espacio persiste y brinda fortaleza a quienes decidimos esta ruta histórica y maravillosa de la revolución socialista.

La decisión de seguir el camino democrático de la revolución socialista de la nueva izquierda popular en nuestro país no se basa en la ira, el enojo, el rencor, la revancha, las ambiciones de carácter económico, los antojos o la simple popularidad. Obedece a una decisión sencilla y a la vez compleja, de alta sensibilidad humana, que se demuestra con acciones dignas, sujeta a las leyes del desarrollo social, como lo evidencia el materialismo dialéctico e histórico, frente a la deshumanización, la desigualdad, la injusticia y la falta de equidad.

Nuestros pueblos han demostrado a lo largo de la historia el poder de su capacidad organizativa, frente a los embates de la naturaleza y, más aún, en tiempos de convulsión social. Eso nos da la certeza de que la decisión de participar desde el gobierno y el poder, de manera organizada, a través del partido político nacional Perú Libre, está en el camino correcto. Por lo tanto, continuar y fortalecer la propuesta política, ideológica y programática para la construcción de una comunidad intercultural solidaria, justa y equitativa, de manera consciente, es un deber irrenunciable.

Nuestros pueblos han demostrado a lo largo de la historia el poder de su capacidad organizativa, frente a los embates de la naturaleza y, más aún, en tiempos de convulsión social. Eso nos da la certeza de que la decisión de participar desde el gobierno y el poder, de manera organizada, a través del partido político nacional Perú Libre, está en el camino correcto. Por lo tanto, continuar y fortalecer la propuesta política, ideológica y programática para la construcción de una comunidad intercultural solidaria, justa y equitativa, de manera consciente, es un deber irrenunciable.

La dirección socialista de la fuerza política perullibrista ha revelado la fuerza invencible de la unidad. Con ella, es posible la satisfacción solidaria de las necesidades e intereses, poniendo en práctica nuestras capacidades y potencialidades. Esta práctica solidaria fortalece, de manera mayoritaria, el nivel de preparación política para la lucha contra diversos males y dolencias sociales.

Sin embargo, en nuestra patria, proponer, desarrollar y actuar a favor de las grandes mayorías, para quienes han ostentado el poder durante muchos años de explotación y miseria, constituye un peligro para sus intereses minoritarios. Por eso, hacen uso del poder represivo, uno de ellos es la instrumentalización de la justicia para perseguir, encarcelar y tratar de eliminar toda participación política. Hoy lo estamos viviendo, dirigentes, militancia y nuestro amado pueblo que nos acompaña en esta forja humanista.

Haber renunciado a la práctica de tu profesión, la medicina, en la especialidad de neurocirugía, que tanto te gusta, para asumir el Gobierno Regional de Junín, ya es una forma de sufrimiento. Este sufrimiento se ahonda más con esta persecución política, que te obliga a vivir en la clandestinidad, prófugo, no de la justicia, sino de la injusticia. Para quienes tenemos la convicción y el conocimiento necesario, comprendemos que la historia de las luchas políticas y económicas tiene como base la conciencia y la fe revolucionaria de la victoria, que demuestra que no estás solo. Porque existe una organización partidaria que defiende, lucha y contrarresta todo tipo de desprestigio mediático.

No solo compartimos el dolor de tu autoexilio, también hemos aprendido a luchar y defender lo que consideramos justo. Sé que atraviesas momentos difíciles, pero también sé que estas circunstancias nos fortalecen, hermano. Compartir la persecución política judicial es una prueba más que nos pone la historia en nuestro destino revolucionario. Pero no bajaremos la moral porque lo que hacemos es lo correcto. Como dijera José Martí: “Un hombre ignorante está en camino de ser bestia, y un hombre instruido en la ciencia y en la conciencia, ya está en camino de ser Dios. No hay que dudar entre un pueblo de Dioses y un pueblo de bestias”.

Si bien es cierto que la persecución política es implacable, incluso hasta considerar a nuestro partido político como una organización criminal, indica también que hemos logrado penetrar en la conciencia de nuestro pueblo, cuyo destino inevitable es volver al poder. Ese día estaremos dándonos la mano, al lado de grandes hombres que lucharon por liberar nuestro país y que también fueron encarcelados, torturados y hasta asesinados, pero jamás derrotados. Como diría Hemingway: “Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado”, tal como lo demostró el inmarcesible Jaime Cerrón Palomino.

Tu humilde llegada de Cuba, desde el inicio, reveló tu calidad profesional y grandeza humana al realizar valiosas intervenciones médicas, especialmente en neurocirugía, de forma altruista, gratuita. Al asumir la presidencia del primer gobierno regional socialista, demostraste que los profesionales tenemos mucho que aportar. Sin embargo, las decisiones políticas son fundamentales para el desarrollo de las comunidades y el progreso de las sociedades.

La decisión de construir nuevos hospitales, escuelas, universidades, impulsar la industrialización, construir puentes, carreteras y atender otras necesidades a favor de las grandes mayorías, no recae en los profesionales, sino en los líderes a quienes se les confía el gobierno y el poder: el presidente de la república, los congresistas, los gobernadores, los alcaldes y otros funcionarios de elección popular.

En nuestro país, como en otros, se obtienen estos cargos representativos sólo a través de organizaciones políticas, cada cual con sus intereses. Pero solo el partido político de la nueva izquierda popular, Perú Libre, ha demostrado que ha sido capaz de interpretar las necesidades e intereses de las mayorías, así como de dirigir sus capacidades y potencialidades para la satisfacción de las mismas, y de esta manera orientar el poder de la unidad de las fuerzas organizativas mayoritarias.

En 2005, la historia política de nuestra región cambió con la creación del movimiento regional Perú Libre. Este movimiento ganó las elecciones del primer gobierno socialista en la región Junín durante el periodo 2011-2014. Posteriormente, el 13 de agosto de 2008, el movimiento se convirtió en partido político, y ganó las elecciones regionales por segunda vez para el periodo 2019-2022. El primer gobierno desarrolló programas y realizó obras a favor de las grandes mayorías; este triunfo reafirmaba y proyectaba la victoria de un segundo gobierno.

Este segundo gobierno socialista fue interrumpido por una sentencia injusta impuesta por los magistrados Susan Letty Carrera Túpac Yupanqui, juez del juzgado unipersonal de la Corte Superior de Justicia de Junín, y los jueces superiores Lilian Rosalía Tambini Vivas y Marco Antonio Hancco. Estos magistrados confirmaron la sentencia sin el mínimo sustento jurídico, pero con una clara motivación política.

Del análisis de la sentencia emitida por el Tribunal Constitucional en el expediente Nº 01513 – 2024 PHC/TC, donde se declara fundada la demanda de Hábeas Corpus y se declara nula la sentencia de primera y segunda instancia, se ordena al Quinto Juzgado Penal Unipersonal Supraprovincial especializado en delitos de corrupción de funcionarios de Huancayo emitir una nueva sentencia. La politización de esta sentencia pone en riesgo los principios rectores que sustentan la justicia en el país.

En ese momento, la politización de la justicia parecía inconcebible, pero las investigaciones y el tiempo demuestran que detrás de ella se esconden y fecundan fuertes intereses políticos y económicos. En ese tiempo, querido hermano, había voces oscuras que decían «va a ganar; pero no va a gobernar», una consigna que parecía absurda, pero que se hizo realidad. Fuiste a prisión por esta sentencia injusta y traidora a los principios jurídicos de la justicia.

No solo te quitaron la libertad, que de por sí es sumamente grave, sino que también te perjudicaron económica y socialmente con la destitución como gobernador regional, como médico neurocirujano en Essalud y como docente universitario. Este perjuicio alcanza una magnitud más gravosa porque le quitó a la región Junín la oportunidad de mejorar sus condiciones de vida con un segundo gobierno regional socialista.

¿Quién responde por el daño moral, social, institucional y económico causado? Lo mismo sucedió con el caso del aeródromo Wanka, donde también se demostró tu inocencia. Casos similares, querido hermano, te han sucedido a ti y a otros políticos peruanos. Hoy vemos con claridad que no es la administración de la justicia, sino la injusticia y la corrupción, lo que sostiene este régimen inhumano. Quienes decían defender la justicia, hoy están involucrados en serias investigaciones y tendrán que responder a la justicia por prevaricadores tarde o temprano.

La instrumentalización de la justicia y la persecución política tienen un oscuro pasado en nuestro país. Muchos dirigentes y líderes políticos fueron difamados y acusados de diversas formas, incluso de terrorismo, como fue el caso de nuestro querido y admirado padre. Está claro que, ante la incapacidad de contrarrestar el avance político del pueblo, les resulta más fácil acusarlos de terroristas, corruptos, lavadores de activos u otras figuras «legales». No podía ser la excepción: te crearon denuncias falsas, convirtiéndote en el político más buscado de todos los tiempos, con 220 procesos, de los cuales más del 95% fueron archivados.

Tu salida el 18 de octubre de 2019 fue recibida con alegría por la población, que se concentró en la mega obra Puente Comunero. Fue una fecha importante para reafirmar el rumbo del partido. Quería recordarte, querido hermano, que la decisión de participar en la nacional ya había emergido antes. Para ello, recordaremos la elección del Comité Regional en el primer gobierno socialista, donde la mayoría de los secretarios regionales asumieron las tareas propias del gobierno regional como funcionarios, dejando la dirección política vacía. No los reprochamos, pero era necesario contar con los comités regionales y provinciales.

Algunos malos compatriotas demostraron inconsecuencia con el partido que les llevó a ocupar un cargo, desobedeciendo el estatuto, los principios e ideales del partido. Al quedar el movimiento regional sin secretarios, dejaron de lado a militantes y profesionales que debían y querían aportar con el socialismo, la línea ideológica del partido. Las quejas, reclamos e inconformidad de la militancia y los pobladores de la región Junín impulsaron al partido a autoconvocarse para que la secretaría regional y las secretarías provinciales y distritales pudieran continuar con la dirección política socialista.

El partido se organizó y convocó a elecciones, en las que se presentaron dos listas. La lista ganadora se quedó en coordinación con el gobierno regional, mientras que la segunda lista, conformada en su mayoría por  la organización partidaria Los Amautas, quienes contaban con estabilidad laboral, asumió la organización de la campaña nacional, tal como se había planificado. Esa etapa del partido reveló que algunos «compatriotas», al llegar a sus cargos, olvidaron de dónde provenían. Por eso surge el lema «Hasta más allá de la victoria», para que nunca olvidemos que no basta llegar al cargo, gobierno o poder, sino continuar y seguir proyectando el servicio a las grandes mayorías.

El día que juramentaba el comité regional del movimiento político regional Perú Libre, también juramentaba,  de palabra,  el comité nacional del Partido Político Nacional Perú Libre, anunciando su participación en los destinos políticos del Perú, Latinoamérica y el mundo. Cualquiera se hubiera rendido, pero sabemos que en este proceso es mejor resistir y enfrentar hasta morir. También sabemos que jamás podrán matar la ideología de la nueva izquierda popular socialista, leal con las necesidades de nuestras mayorías. Esta situación nos reveló la necesidad de que el movimiento regional diera un salto dialéctico para constituirse como un partido nacional, y así lo hicimos.

El triunfo de Perú Libre en las elecciones de 2021 marcó un cambio histórico en la configuración política de nuestro país. No solo se ganó la presidencia, sino que también se obtuvo una contundente victoria en el Congreso, con una bancada de 37 congresistas. Era la primera vez que la clase trabajadora y los pueblos organizados llegaban al poder, al más alto nivel de gobierno. Era una gran oportunidad para salir del atraso y acabar con las grandes diferencias sociales.

Sin embargo, la realidad fue otra: desde antes de las elecciones para la segunda vuelta, se notaba la presencia de un grupo, al que nosotros considerábamos de izquierda, que se acercó al presidente y lo convenció de que debía alejarse del partido que lo llevó al triunfo y, sobre todo, del secretario general del partido. Claramente, en contubernio con los partidos de oposición, estaban preparando el camino para el golpe de Estado y así lo hicieron.

El análisis dialéctico materialista histórico reveló la verdadera naturaleza de esta falsa izquierda caviar, al servicio de la derecha y la dependencia neocolonial imperialista, descubriendo sus verdaderos objetivos: destruir liderazgos provinciales y regionales, sumarse a la demolición de los partidos políticos de izquierda y convertir a los dirigentes en traidores del pueblo. Además, se suman a la persecución política de operadores políticos en el Ministerio Público y el Poder Judicial para mantenerse como las únicas cabezas visibles de manera perpetua.

Tras la máscara de luchas líricas contra la pobreza, la injusticia, la inequidad, el género y la interculturalidad, bajo el manto de la socialdemocracia y con la ayuda de ONGs y capitales extranjeros como USAID, nunca demostraron solidaridad con el partido político Perú Libre. Al contrario, utilizaron la demagogia, la manipulación y el sensacionalismo para atacar y debilitar al grupo parlamentario de la nueva izquierda popular, con el llamado voto de conciencia.

Los enemigos del pueblo no tardaron en iniciar nuevamente la persecución política, tras la celebración del aniversario del partido político Perú Libre, donde se anunció la candidatura presidencial del Dr. Vladimir Cerrón. Los operadores políticos escondidos en el Ministerio Público y el Poder Judicial reiniciaron la carga de la persecución y venganza política. Sentenciar a un ciudadano elegido legítimamente por elección popular no merece más que el repudio total y el consecuente retiro de esos malos profesionales, que han deshonrado a la justicia.

Condenar a un hombre inocente a prisión significa privarlo de su libertad, destruir su familia, sus ingresos económicos y, sobre todo, su moral y su honra. En esta situación, la mejor lucha contra esta injusticia y los injustos es declararse en rebeldía y mantener a buen resguardo la integridad. Muchos podrán decir que es un prófugo o que se entregue, pero lo cierto es que, cuando sabemos de nuestra inocencia y enfrentamos una serie de acusaciones sin prueba, lo más correcto es luchar desde la clandestinidad, aunque sabemos que vivir así es peor que estar en prisión.

La clandestinidad física a la que fuiste obligado también la vivieron otros políticos. Estoy seguro de que si no hubieras tomado esa valiente decisión, estarías siendo vejado, burlado, como un trofeo, un privilegio que no les diste a los caviares, ni a la derecha, ni a los corruptos. Esa valentía, que muchos no asumieron, les molesta, les duele, les incomoda porque se les está acabando el falso poder que crearon. Nuestra moral está firme porque se basa en la verdad y la transparencia.

El temor y hasta el terror que tienen a un gobierno socialista, a un gobierno del pueblo, han convertido al Ministerio Público en una fábrica de carpetas fiscales, acusaciones sobre acusaciones para justificar la persecución política. Al lado de la mala prensa y detrás de ellos están los caviares, que viven de las crisis, las peleas, los enfrentamientos, los golpes de Estado, los cierres del Congreso, con los que garantizan la burocracia, la corrupción y su sostenimiento en la cuota miserable de poder que mendigan de la derecha.

Estamos enfrentando un terrorismo y una persecución jurídica, una realidad innegable en nuestro país. La mayoría de los peruanos han despertado de su letargo. Muchos, que no tuvieron la oportunidad de un verdadero juicio, hoy encarcelados, no sólo claman, sino que también luchan por la justicia. Son doblemente criminales y delincuentes quienes se han encargado de administrar la justicia y no lo hacen. Constituyen un gran peligro para la sociedad por la investidura que representan esos malos fiscales y jueces prevaricadores.

La línea de todo revolucionario, fuera de todo triunfalismo, consiste en la lucha solidaria, la movilización, la construcción, la recuperación, la revitalización y el fortalecimiento de los comités regionales, provinciales, distritales y de bases. A través de las coordinaciones técnico políticas, las escuelas políticas a nivel nacional desarrollaron actividades como la difusión y la propaganda a través de pintas, publicaciones de artículos, videos en TikTok, Facebook e Instagram, entre otros, pidiendo y clamando justicia. Conocedores de estas formas de proceder, llevamos la moral en alto. Servimos a nuestro pueblo con el corazón, el cerebro y la acción solidaria.

A nivel nacional, el partido fue debilitado por las difamaciones y el uso de la maquinaria de la prensa mediática caviar. Ahora lo sabemos con claridad: la clase mayoritaria vive de su trabajo, mientras que la derecha vive de sus empresas. Entonces, ¿de qué vive el caviar? El caviar vive de la burocracia, de la corrupción a través del tráfico de la economía de las ONGs y consultorías. Por eso es que nunca quisieron ni querrán resolver los problemas del país, ya que viven generando discursos de odio y peleas para que, en el caos, se mantengan como si fueran los únicos que pueden resolver el problema, invocando a la meritocracia.

Un ejemplo claro de esta situación o forma de proceder es que nunca estuvieron de acuerdo en pertenecer a la Mesa Directiva y que tampoco la nueva izquierda popular socialista lo haga. Se acostumbraron a los chantajes y condicionamientos como el que no se puede dialogar con la derecha; pero sin embargo detrás del telón y debajo de la mesa ellos sí lo hacían. La bancada perulibrista rompiendo este tipo de fantasías y mitos asumió la segunda vicepresidencia de la Mesa Directiva como cargo representativo de las grandes mayorías.

En tu ausencia, querido hermano, se trazaron dos líneas estratégicas fundamentales. La primera consistía en desarrollar la propuesta política ideológica y programática del partido desde el legislativo, tal como se evidencia en el nombramiento del personal de salud, el nombramiento de los profesores y auxiliares tanto de educación básica superior, de institutos superiores y docentes universitarios. Pero el logro más importante fue la creación de 17 universidades a nivel nacional, así como también los proyectos declarativos, los que en su mayoría corresponden a Perú Libre.

La segunda línea de acción consistió en organizar, reorganizar, fortalecer y revitalizar los comités a nivel nacional, tal como lo hicimos y hoy están presentes todos los comités a nivel nacional. Debido a la geografía de nuestra patria, el desplazamiento fue prolongado y un poco difícil, pero lo logramos. Quiero agradecer al equipo técnico político que realizó el desplazamiento a nivel nacional de manera organizada. Sin su apoyo, sin su sacrificio, no hubiese sido posible hoy tener la participación de los compatriotas presentes en esta asamblea.

Ambas líneas fueron cumplidas, aunque tenemos que reconocer que este es un periodo de transición y que la comprensión del cambio de Constitución, así como la economía popular con mercados, aún no ingresa con la misma fuerza en todo el pueblo peruano. No obstante, el avance político que ha demostrado la nueva izquierda popular socialista es trascendental para nuestro país. La conducción revolucionaria del país ha iniciado. La mayoría de la población peruana se siente comprometida con la política de cambio y transformación porque el índice de desempleo sigue manteniéndose en el 16%, 30% de peruanos no tienen agua potable y es alarmante el 43% de anemia infantil.

Es necesario considerar al pueblo peruano, en el que Perú Libre cifra sus esperanzas en el campesinado, en el empresariado nacional privado y en la clase trabajadora en general, porque solo con la unión de ambos podríamos alcanzar el objetivo de industrializar nuestros recursos, pensando en una soberanía económica, para poder enfrentar al gran poder financiero transnacional y multinacional que se ha apoderado de los subsidios y las decisiones estatales favorables para ellos. El solo hecho de comprender, mantener y desarrollar su posición y acción de clase constituye un cimiento fuerte y valiente para construir las bases de una comunidad intercultural solidaria.

En esta lucha política de clases sociales, nuestro partido político enfrenta a los operadores políticos camuflados en el Ministerio Público y el Poder Judicial, a las empresas transnacionales del monopolio y oligopolio, a la izquierda caviar, a los traicioneros, desertores, oportunistas y a la prensa mediática. Para ello, contamos con la participación y el desplazamiento de nuestros compatriotas, el uso de celulares y las redes sociales, con lo que fue posible lograr la descentralización de la información, combatir la desinformación y la censura, generando el acceso a la verdad ideológica para las grandes mayorías.

Los retos que tenemos que asumir para soportar y defender el emergente de las comunidades interculturales solidarias son: primero, alcanzar un sistema financiero estatal fuerte respaldado por una economía popular con mercados. Segundo, una defensa militar dirigida por los hijos del pueblo que garantice la defensa de los derechos humanos. Tercero, un sistema jurídico producto de la elección popular que garantice la seguridad ciudadana y la democracia en su conjunto. Cuarto, la difusión de las prácticas partidarias a todo nivel de manera verídica, descentralizada y sin censura.

Quinto, luchar por la integración latinoamericana a partir del internacionalismo para contrarrestar el imperialismo, defender nuestra cultura, impulsar la industrialización para garantizar la seguridad alimentaria, energética e hídrica, mantener nuestra zona de paz y ponernos al ritmo del desarrollo global.

Nuestro compromiso con la historia es ante todo una lucha política, de organización partidaria, de conciencia revolucionaria y de acción y difusión. No es solo una pose emocional, o simple ambición económica, al contrario, significa y es la lealtad a nuestros pueblos y, sobre todo, a quienes lucharon por un mundo mejor, por un Perú Libre.

Si bien es cierto, perdieron su familia, su trabajo, sus propiedades, nunca perdieron la dignidad ni la seguridad de que, tarde o temprano, dependiendo del grado de conciencia, organización y acción revolucionaria, el pueblo nuevamente llegará al gobierno y al poder.

Vivimos y  morimos contigo camarada.  ¡Hasta Más Allá de la Victoria!

Walcero. 

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DISCURSO

Discurso de Vladimir Cerrón por el XVI aniversario de fundación de Perú Libre

DISCURSO DEL SECRETARIO GENERAL NACIONAL, DR. VLADIMIR CERRÓN ROJAS, CON MOTIVO DEL XVI ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DEL PARTIDO POLÍTICO NACIONAL PERÚ LIBRE

Camaradas del Partido Político Nacional Perú Libre e ilustres invitados a esta ceremonia que conmemora el XVI año de fundación de nuestro Partido.

El mundo es testigo una vez más de la embestida del imperialismo norteamericano que desangra a la humanidad en las guerras de Ucrania, Palestina, Yemen, Libia, Siria, Irán, etc. Estos ataques tienen un objetivo común que es el apoderarse de todos los recursos naturales de los pueblos del mundo, entre ellos el recurso petrolero y gasífero, para ostentar la condición de monopolista energético mundial y con ello someter al mundo a sus designios.

Latinoamérica no es la excepción de esta regla y hace poco ha sido testigo de cómo el imperialismo pretendió dar un golpe de Estado en la República Bolivariana de Venezuela, con fines de derrocar al gobierno de la Revolución Bolivariana y controlar sus recursos petroleros, gasíferos y auríferos. El tema toma mayor relevancia cuando Venezuela es el país con mayores reservas petroleras del mundo y, algo más importante, se encuentra en una franca transición del capitalismo al socialismo.

Los países que han decidido ser soberanos como Cuba, Nicaragua, Bolivia y Venezuela, tienen que pagar un alto costo de vivir con dignidad y, en las actuales circunstancias, esto significa enfrentar un criminal bloqueo económico, comercial y energético, con fines de romper la cohesión del pueblo con sus líderes, de desmoralizarlos en sus actividades diarias, truncando los proyectos que aspiran como sociedad para ser mejores.

Este bloqueo es la vieja estrategia común, aplicado a todo el que se atreva a ser un mal ejemplo para el imperio, aplicando fundamentalmente cinco mecanismos. Primero, bloquear la salida de los productos de un país hacia los mercados internacionales, impidiendo su exportación; segundo, obstaculizar la inserción del país o expulsarlo del sistema financiero mundial, con lo que restringen sus transacciones y la subsecuente captación de divisas; tercero, embargo de todos sus activos, entre las que se encuentran cuentas bancarias en moneda extranjera, barras de oro, derechos especiales de giro, etc.; cuarto, afectación a empresas públicas banderas para desabastecer el mercado interno; y, quinto, impedir la importación de mercancías, alimentos y medicamentos. El pueblo tiene que tener el convencimiento de que un bloqueo de este tipo no es un asunto de carácter bilateral, sino mundial, porque directa o indirectamente termina afectando a todos los países.

A este bloqueo debemos agregar la modalidad bélica no convencional que se utilizó hace poco en Venezuela, pero que también se utiliza constantemente en nuestro país, la denominada Guerra de Quinta Generación, estrategia del enemigo consistente en un trabajo articulado de diferentes instituciones públicas y privadas con fines de neutralizar o destruir al adversario, pero siempre bajo la dirección de los Estados Unidos.

En el Perú, la primera víctima de esta nueva artillería es, sin duda, nuestro Partido. Por ello, es necesario analizar los últimos sucesos en el continente, como lo sucedido en Honduras, Paraguay, Ecuador, Brasil, Bolivia y Venezuela, que comprenden los golpes de Estado y la persecución a los líderes y organizaciones políticas populares, para entender mejor esta perversa estrategia.

La única diferencia con el Perú, es que aquí la Guerra de Quinta Generación librada contra Perú Libre tiene un carácter profiláctico, es decir, un carácter preventivo para impedir su llegada al gobierno con militantes propios y proceder a la transición del sistema. Están convencidos, inclusive más que algunos de nuestros militantes, que el Partido es el único que garantiza el cambio.

Esta guerra empleada contra Perú Libre tiene cinco actores a tomar en cuenta, quienes en el léxico marxista constituyen el sujeto reaccionario. El primer actor lo representa el Sistema Nacional de Justicia, integrado por el Ministerio Público, el Poder Judicial, la Procuraduría General del Estado, la Contraloría General de la República, el Sistema Nacional de Administración Tributaria y Aduanas – SUNAT, el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo y la Junta Nacional de Justicia.

El segundo actor, son los medios de comunicación dominantes, donde identificamos al Grupo El Comercio, que es dueño de trece periódicos y dos canales de televisión donde tiene incorporado al Grupo La República; al Grupo Latina, sostenido por las AFP o Administración de Fondo de Pensiones; y, al Grupo ATV, sumándose la prensa radial como el Grupo RPP y Grupo Exitosa. A estos medios debemos agregar con especial atención el ciberataque liderado por las redes sociales, en propiedad exclusiva de los magnates del planeta, como X (exTwitter), Facebook, Messenger, Instagram, WhastApp, Tiktok, YouTube, etc., plataformas que se utilizan políticamente para generar la desinformación, la mentira (fake news), el miedo, el pánico, el desaliento, la desmoralización, la desobediencia y la violencia, perseguir partidos y derrocar gobiernos incómodos al imperialismo, constituyéndose en nuestros días el mayor peligro existente contra la paz, la seguridad y la especie humana.

El tercer actor, son los servicios de inteligencia estatal de la Policía Nacional del Perú y del Ejército del Perú, pero además la Unidad de Inteligencia Financiera – UIF perteneciente a la Sociedad de Banca y Seguros – SBS, ambos ávidos para malinformar y procesar por lavado de activos a cualquier opositor u organización política.

El cuarto actor, lo constituyen las ONG, que son órganos de infiltración del gobierno norteamericano en nuestro país, entre los que se encuentra, por ejemplo, el Instituto de Defensa Legal – IDL, encargado de capacitar en EE. UU. a nuestros jueces, fiscales, procuradores, contralores, tribunos, etc., con todos los gastos pagos, residencias temporales y permanentes, viajes de placer y roce con el poder político yankee, de los cuales seguramente guardan las pruebas y filmaciones, con lo que se aseguran que cada actor de justicia no vaya a desconocer los compromisos asumidos.

El quinto actor, lo constituye la oligarquía nacional, representado por los empresarios agrupados en la Confiep, la Sociedad Nacional de Industria y la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía; también se encuentran a los banqueros, representado por la Asociación Nacional de Bancos – ASBANC, quienes controlan el monopolio financiero en el país; y, finalmente, algo que no debe pasar desapercibido es el narcotráfico que goza de toda la protección policial, jurídica y financiera, garantizándole éxito e impunidad en nuestro país.

Estos cinco actores articulados permanentemente trabajan contra Perú Libre, no solo para procesarlo, desacreditarlo, perseguirlo, confiscar sus activos y encarcelar a sus dirigentes, producto del cual tenemos a cuatro camaradas miembros del antiguo Comité Ejecutivo Nacional, actualmente presos, y a mi persona en la clandestinidad. Esta situación difícil, es necesario enfrentarla con el decoro que amerita un partido revolucionario, mientras libramos la defensa jurídica en los tribunales burgueses.

Critican al Partido que integre la Mesa Directiva del Congreso de la República, queriendo espantarnos de un derecho que nos asiste como representantes del pueblo y, de esa manera, seguir haciendo que el mencionado nivel de gobierno permanezca como una exclusividad de la oligarquía. Perú Libre está ahí no para sacar leyes en favor de los banqueros, de los empresarios nacionales y transnacionales, de los deudores de SUNAT, de los concesionarios de nuestros recursos, de nuestros prestamistas de deuda, etc., sino, por el contrario, está para crear las universidades públicas, para restablecer derechos del personal laboral explotado, para eliminar los abusos judiciales, para impedir la privatización del agua, para luchar contra la impunidad de los violadores de derechos humanos, para oponerse al aislamiento de nuestro país frente a políticas antintegracionistas, para impedir el neocolonialismo impuesto a nuestro país, entre otras tareas.  

Critican al Partido que ha disminuido su representación parlamentaria y ciertamente es un hecho tangible, que es necesario analizarlo. Hace un año, en esta misma ceremonia, dirigía a mi lado unas palabras, elogiando al Partido, la última traidora que ahora milita en las filas caviares, como otros quienes también tomaron ese camino. Ella dice que nuestra bancada partidaria estaba preparando un “paquete legislativo que atentaba contra la democracia”, supuesta causal de su alejamiento, utilizando el mismo lenguaje que los terruqueadores del pueblo, pero lo cierto es que sus motivaciones eran totalmente ajenas a las proclamadas.

Lo que llama la atención de estos desertores, quienes llegaron al Parlamento de la mano de Perú Libre, es que ahora han dado su propio salto cualitativo, de la disidencia al transfuguismo. Efectivamente, una cosa es dejar un partido y otra diferente es irse a militar a otro. En esa transición regresiva tenemos que algunos exmilitantes quienes abiertamente proclamaban, incluso ideologías extremas y querían darnos cátedras de marxismo, terminen hoy en partidos caviares y gansteriles. Lo sucedido camaradas, no debe llamarnos la atención, este es el camino natural de la mesocracia emergente, quienes, deslumbrados por una economía que nunca pudieron tener en sus manos y al no poder conquistar sus objetivos políticos, terminan arriando sus banderas revolucionarias e izando las banderas de la reacción.

En toda esta vorágine el Partido se ha fortalecido, puedo dar fe de este acontecimiento como uno de los militantes más antiguos, de algo que pudiera pasar desapercibido para la mayoría de los nuevos militantes. Es cierto de la reducción parlamentaria, pero a contraparte puedo afirmar que hoy tenemos una militancia más consciente de su tarea, una organización nacional más sólida, que no estará a la espera de la casualidad de una victoria, cuadros militantes mejor identificados, profesionales técnicos más capacitados en el manejo gubernamental de alto nivel, contacto directo con las organizaciones de los trabajadores, leyes aprobadas en beneficio del pueblo como muestra tangible de nuestra consecuencia, entre otras.

Frente a esta problemática el Partido convocó, el 10 de agosto de este año, a la Asamblea Nacional Extraordinaria cuyo encargo ha sido aprobar nuestro nuevo estatuto, constitución por la cual se rige nuestra organización, incorporando en el mismo a los peruanos en el exterior, ampliando y descentralizando la comisión política, creando la secretaría de cultura nacional, regulando los nuevos aportes económicos e integrando el centralismo democrático, mecanismo por el cual las decisiones se acatan de manera vinculante, sin espacio a la duda, la disidencia, el disenso o el transfuguismo.

Algo que no debe pasar desapercibido es que, a pesar del viento y la marea en contra, muchos de nosotros decidimos quedarnos en el Partido, para dar la misma batalla prolongada, siempre contra el imperialismo y su hermano el colonialismo, porque como dijo Fidel: “Sería traicionero de mi parte si abandono el campo de batalla. Los revolucionarios nunca abandonan el campo de batalla, los revolucionarios no se jubilan, en tanto puedan ser útiles, tanto requieran de sus servicios y de sus esfuerzos”.

La resistencia que ofrece el Partido frente a los embates de esta guerra de nueva generación, no tendría sentido si esta no nos condujera a la victoria, ni el Partido podría lograr sus objetivos. En tal sentido, crear las condiciones para que en nuestro país pueda materializarse nuestro Programa, como por ejemplo, que la educación y la salud dejen de ser un negocio mercantil para ser un derecho universal, gratuito, de calidad, descentralizado y participativo, requiere que el Partido se reorganice, aprenda a resistir, despliegue una movilización de ideas y hombres que contraataquen la ofensiva, garantizando su llegada a la cúspide, permitiendo ganar el Ejecutivo con mayoría en el Legislativo, instalando un gobierno bajo custodia permanente del pueblo para lograr sostenerse y posteriormente sucederse con los nuevos líderes populares, pero nunca más permitiendo el retorno de la oligarquía.

El Partido enfrentará las Elecciones Generales 2026, como siempre en condiciones asimétricas, pero que no tendrá otro destino diferente que el triunfo. Completaremos todas las candidaturas, pero eso no es lo suficiente, pues en los partidos del pueblo la organización es vital para su nacimiento, crecimiento y logro de sus objetivos, por eso hago un llamado a fortalecer cada comité por pequeño que parezca, incluso en el lugar más lejano que pueda situarse, los mismos que deben ampliarse hasta involucrar a todo el tejido social. Somos nosotros quienes tenemos mejores condiciones de llegar personalmente al pueblo, mientras los ricos solo lo harán a través de sus medios de comunicación; ahí está la contradicción y a la vez nuestra fortaleza.

Camaradas, para medir lo revolucionario de nuestro Partido, solo basta con identificar a nuestros enemigos políticos y sus esfuerzos denodados que siguen desplegando con tal de desaparecer del mapa a la única organización política popular, la que estamos orgullosos de militar, que, a diferencia de la izquierda falsificada o caviar, quienes gozan de toda la protección jurídica y policial, nuestro Partido debe enfrentarlo con cuatro elementos: cultura de resistencia, férrea disciplina en las tareas, lealtad a nuestros principios y permanente convicción de victoria.

Cada uno de nosotros es un dirigente, no un dirigido, cada uno de nosotros es el líder de arriba y de abajo, no hay diferencias tras el objetivo común. El triunfo de Perú Libre el año 2021, marcó un antes y un después, un hito que debemos que resaltar revolucionariamente, como el primer triunfo de la izquierda nacional de las manos de nuestro Partido, lo que quiere decir que sí puede llegarse nuevamente al gobierno por esta vía demostrada, pero lo más importante es que la gente del pueblo pueda asumir las tareas más grandes, lo que implica estar dispuesto a no elegir nunca más a los oligarcas.

¡Viva el XVI Aniversario del Partido Político Nacional Perú Libre!

¡Hasta Más Allá de la Victoria!

Perú, martes 13 de agosto de 2024.

Vladimir Cerrón Rojas

Secretario General Nacional

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DISCURSO

Discurso de Evo Morales respecto al reparto de utilidades gasíferas

Vladimir Cerrón

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DISCURSO

Discurso de Vladimir Cerrón por el XV aniversario de fundación de Perú Libre

DISCURSO DE ORDEN DEL SECRETARIO GENERAL NACIONAL DEL PARTIDO POLÍTICO NACIONAL PERÚ LIBRE DR. VLADIMIR CERRÓN ROJAS CON MOTIVO DEL XV ANIVERSARIO DE FUNDACIÓN

Distinguidos camaradas:

El Partido cumple este 13 de agosto quince años de existencia institucional. Como es sabido, nacimos como un movimiento regional y hoy somos un partido nacional.

En este tiempo ha librado batallas de toda índole bajo las reglas del sistema neoliberal, es decir, siempre en condiciones desfavorables. En el campo electoral pudo lograr cientos de victorias en las alcaldías, dos victorias regionales que le permitieron conducir el gobierno regional de Junín y una victoria nacional que lo condujo históricamente a ser el primer partido de izquierda que alcanza la Presidencia Constitucional de la República en este país.

A raíz de los triunfos expuestos, el Partido en esta nueva etapa de su vida ha tenido que enfrentar también a nuevos adversarios, directamente proporcional a sus victorias, es decir, ahora contra grandes enemigos, en una nueva modalidad de guerra política más complicada, conocida como lawfare.

La persecución comenzó contra los líderes y funcionarios de Perú Libre a raíz de tres sucesos que consideramos importantes. La primera fue la inscripción del Partido que sonaba como una amenaza; la segunda, la unificación de la izquierda frente al próximo proceso electoral del 2021; y la tercera, nuestra abierta identificación con los procesos revolucionarios latinoamericanos en cuya labor se visitó a la República Bolivariana de Venezuela el 6 de junio del año 2019.

Estos tres sucesos conllevaron a sentenciarme, tras un proceso arbitrario y fugaz, retirándome del cargo de gobernador regional y encarcelándome el 5 de agosto del año 2019, creyendo que con ello el Partido podría sepultarse, a cuyo deseo un influyente medio de comunicación tituló en su portal: “Sentencia de Cerrón: devastador golpe al antisistema. Era considerado el enlace con Venezuela y países bolivarianos”.

Pese a estas duras adversidades, cuando las voces de propios y extraños habían declarado muerto al Partido, como dijo el camarada César Vallejo en su poema Masa: “les vio el cadáver triste, emocionado, incorporóse lentamente; abrazó al primer hombre; echóse a andar”.

El Partido se levantó y con su mensaje decidió ser la chispa en el pasto seco de un pueblo cansado de opresión y facilitado por el viento que fuera la pandemia, tuvo la “insolencia” de entrar a Palacio de Gobierno por la voluntad popular.

Poco antes de aquel inevitable histórico suceso, el real poder oligárquico estatal, representado por los grandes empresarios nacionales y extranjeros, siempre de la mano con la banca financiera, montaron una de las calumnias más grandes contra Perú Libre al querer mostrarlo como una organización criminal denominándola “Los Dinámicos del Centro”, poniendo a la vez en marcha a sus tres órganos ejecutores: la Fiscalía, los medios de comunicación dominantes y los servicios de inteligencia estatal, siempre al servicio de los ricos. Es bajo este argumento de la falsa e inexistente organización que se permitieron encausar judicialmente a nuestros líderes políticos, producto del cual existen al día de hoy tres dirigentes del CEN presos y cientos de procesados con medidas restrictivas, lo que en alguna medida inmoviliza al Partido.

Luego tuvimos que enfrentar la fractura entre el Gobierno y el Partido, propiciada por infiltrados que el presidente Castillo permitió a su alrededor, lo que trajo como consecuencia el golpe de Estado militar-parlamentario el día 7 de diciembre del año 2022, acto que fuera seguido de una insurgencia de los pueblos en el sur peruano que vieron burlados sus votos y su representación política. El nuevo gobierno usurpador, presidio por el triunvirato Boluarte-Otárola-Gómez, respondió con la frialdad y dureza que caracteriza al fascismo, reprimiendo brutalmente al pueblo con un saldo de 67 muertos y 800 heridos, un hecho sin precedentes.

Perdido totalmente el Poder Ejecutivo, contando con un adverso Poder Judicial, al Partido solo le quedaba una trinchera de combate, nuestra bancada del Poder Legislativo, un espacio de poder que también no fue ajeno a los golpes externos e internos. Es desde aquí que el Partido traza una nueva estrategia de lucha, adaptándose a las nuevas condiciones materiales de la sociedad.

A todo lugar que llegue Perú Libre tiene que responder con excelencia, no debe ni puede ser uno más del montón, por ello decidimos en nuestra magna Asamblea Nacional Extraordinaria del 23 de julio del 2023, corregir algunas falencias. Una de ellas fue que se debe integrar la Mesa Directiva del Congreso, un lugar donde la izquierda siempre debió estar representada, a pesar de tener un parlamento de mayoría derechista, una manera de quebrar la hegemonía oligárquica en la dirección del Legislativo, porque si el Partido se repliega, se encasilla, siempre estaría en condición de dirigido y no de dirigente.

Este poco entendimiento en quienes no han comprendido que la cadena política se construye de eslabones heterogéneos, algunos camaradas creen metafísicamente que la política debe ser una cadena constituida homogéneamente con eslabones idénticos, como la labrada por un herrero, se descolocan frente a las tácticas súbitas e inteligentes que realiza el Partido con sus dirigentes de base para la conquista de un nuevo espacio de poder, prefiriendo sumarse al coro de quienes quisieran ver al Partido fracasado, siempre en el llano, resistiendo, pero además de sectario, dogmático e infantil, y resignarse a escuchar permanentemente las acusaciones de no contar con cuadros preparados o experimentados para conducir el Estado.

Esta cadena heterogénea no significa que nos hayamos adherido ideológica, política o programáticamente a otras vertientes, por el contrario, eso ocurriría en una cadena homogénea. Integrado el Partido a ese nivel de gobierno, ahora tiene un eslabón firme del cual a un tiro de fuerza podría conducir a los demás eslabones en su dirección.

El haber llegado a la Mesa Directiva no es una gran conquista por ahora, pero no deja de tener una modesta trascendencia política porque en toda la historia del Perú esta es la primera vez que la izquierda popular, la izquierda chola, se ve representada en un espacio que antes solo estaba reservada para las fuerzas políticas tradicionales: la derecha y la izquierda caviar.

Un fenómeno semejante ocurre al haber logrado su bancada, algunos ministros o el propio Presidente, de la misma naturaleza popular.

La presencia de la izquierda popular en el más alto nivel, un breve tiempo en el Ejecutivo y ahora parcialmente en el Legislativo, a pesar del golpe de Estado militar-parlamentario, debe ir acostumbrando a las fuerzas políticas tradicionales de su existencia y verdadero encargo que es lograr el poder en favor de las grandes mayorías. Esa es la razón por la que la izquierda jamás debe volver a estar ausente en este importante espacio de conducción.

El Partido debe prepararse para futuras agresiones, como también para futuras victorias, no sería una sorpresa que dentro de poco se vea nuevamente en el campo de batalla electoral, por lo que nuestros secretarios generales regionales tienen la obligación de identificar y preparar a nuestros futuros cuadros, a nuestros futuros líderes, a nuestro relevo generacional, que no solo representará al Partido, sino también al pueblo.

¡Viva el XV Aniversario del Partido Político Nacional Perú Libre!

¡Hasta Más Allá de la Victoria!

Lima, 13 de agosto del 2023

Dr. Vladimir Cerrón Rojas

Secretario General Nacional

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DISCURSO

Discurso de Vladimir Cerrón por el XIV aniversario de fundación de Perú Libre

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DISCURSO DE ORDEN PRONUNCIADO POR EL SECRETARIO GENERAL NACIONAL, DR. VLADIMIR CERRÓN ROJAS, CON MOTIVO DEL XIV ANIVERSARIO DE FUNDACIÓN DEL PARTIDO POLÍTICO NACIONAL PERÚ LIBREMIENTRAS EXISTA CRISIS EN NUESTRA SOCIEDAD, COMO EXISTE HOY, LA NECESIDAD DE UNA REAL IZQUIERDA ES LATENTE, NECESARIA, IMPERIOSA E IRRENUNCIABLE

Distinguidos miembros del Comité Ejecutivo Nacional, Secretarios Generales de los Comités Ejecutivos Regionales, Provinciales y Distritales; señores Congresistas de la República, miembros de la Bancada Parlamentaria Perú Libre; Camaradas Embajadores de las Repúblicas de Cuba, Venezuela, Bolivia, Argentina y México; querida madre Bertha Rojas López, querida esposa Lissette Páez Martínez; y distinguida militancia combativa del Partido.

Camaradas:

El mundo se bate en una perpetua batalla entre el imperialismo y los pueblos del mundo, nuestro Partido, fundado en su principio internacionalista, eleva su solidaridad y combatividad, sin ambages, al lado de todos los pueblos combatientes. Los intereses hegemónicos del imperio norteamericano siguen desangrando el planeta, utilizando países intermedios como Ucrania y Taiwán, pretendiendo neutralizar a las futuras potencias de Rusia y China, a través de la guerra.

También somos testigos de los genocidios permanentes contra los pueblos de Palestina y Sahara Occidental, dado por los intereses colonialistas de Israel y Marruecos.

En nuestro continente latinoamericano y caribeño, observamos la heroica resistencia de los pueblos de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia, defendiendo el derecho a su autodeterminación, con quienes el Partido funde sus esfuerzos, esperanzas y futuro, en aras de construir un mundo democrático, inclusivo, internacionalista, humanista y soberano.

Hace un año la izquierda peruana obtuvo un legítimo triunfo electoral, por primera vez en su historia, pese que hasta ahora la derecha se resiste a reconocerlo totalmente. El Partido Perú Libre comandó la campaña de la mano del pueblo y en alianza con el gremio magisterial, permitiéndole ganar la primera vuelta electoral.

Acto seguido se hizo necesario establecer una política de mayores alianzas con los demás sectores de la izquierda y otras organizaciones populares, táctica decisiva, si reconocemos el pequeño margen con que ganamos las elecciones.

En la travesía del salto, desde el Perú Profundo hasta la capital del Perú Oficial, han sucedido varios fenómenos del que debemos extraer algunas lecciones. La propia naturaleza del salto generalmente obliga a conocer el terreno desde donde se imprimirá la fuerza impulsora, pero muchas veces desconoce el terreno donde terminará el brinco. Eso fue lo que nos sucedió.

Conocíamos a nuestras bases en Junín, sabíamos de la convicción de nuestros militantes de vanguardia, dimos el salto que muchos creían un necio atrevimiento y al aterrizar en Lima nos encontramos sobre un terreno movedizo, dado por el infaltable oportunismo, el clientelaje, el chauvinismo y lamentablemente, la corrupción, que poco a poco fueron tomando posición alrededor de nuestro aún candidato presidencial.

Paralelamente se incrementó la persecución implacable a nuestro Partido, desde sus dirigentes nacionales, regionales y locales, incluyendo a sus familiares. Está claro que el Partido al ser una organización antisistema reciba ese tratamiento, no era una sorpresa para la izquierda popular, es decir, la persecución tenía una génesis eminentemente política y clasista. A esto se sumó la izquierda caviar que, bajo sus influencias en algunas instituciones del Estado, capturados por ellos, se sumaron a la persecución judicial para arrebatarle el triunfo a Perú Libre, motivados por mantener sus beneficios mediante sus consultorías estatales. La indiferencia del Presidente fue siempre manifiesta con su silencio.

Hicieron su aparición los oportunistas de siempre, los que se trepan sobre todos los gobiernos, quienes planificaron como táctica el quebrantamiento de la unidad entre el Presidente y el Partido, con fines de evitar la fiscalización partidaria y poder delinquir sin obstáculos. Estos individuos ahora investigados, ingresaron al entorno familiar, sindical y comunal, más cercano al Presidente, pero con su consentimiento, para finalmente llevarlo a la situación actual de estar investigado presuntamente como jefe de una organización criminal.

El nuevo entorno del Presidente no solo llegó hasta ahí, sino que se atrevió a inscribir dos partidos políticos más sobre nuestras bases, invitando a nuestros dirigentes a la disidencia, similar acción se ejercía sobre nuestra bancada congresal, muchos de los cuales renunciaron por ofrecimientos materiales. Todo esto se concebía ante la mirada e incentivo del Presidente.

Ante estos sucesos el Partido no podía estar indiferente y vio por conveniente invitar al Presidente a la renuncia irrevocable de su militancia, delimitando nuestras responsabilidades, las del Presidente y las de su nuevo entorno. Como toda crisis, esto nos permitió separar el grano de la paja; es que la política es un fenómeno de constante asepsia, unos se van quedando en el camino agotados de luchar, privilegiando su estatus individual o familiar; otros prefieren el transfuguismo para sacarle provecho al que detenta el poder; otros optan por la traición, la capitulación y la renuncia; pero también existen los leales, consecuentes y combativos, con quienes se escribirá la nueva historia.

Me enorgullece mucho que el Partido no esté involucrado, ni siquiera en grado de sospecha, en ninguna de las investigaciones por corrupción, las mismas que pondrían en enorme peligro el prestigio a corto, mediano y largo plazo de la izquierda peruana, prestigio forjado no solo por el Partido, sino por todos los partidos y organizaciones de verdadera izquierda.

Si no supiéramos que la revolución se hace con aciertos y desaciertos, con lealtades y traiciones en el camino, el Partido hubiera adoptado el camino más fácil de pasarse a la oposición gubernamental y negociar sus votos para vacar al Presidente, sueño preciado de la burguesía y la caviarada.

A pesar de los conflictos, de las críticas y algunas hondas diferencias con el gobierno, jamás podríamos pasarnos a engrosar las filas de la derecha oligárquica, porque creemos aún que este es el camino correcto, que los errores de la experiencia de este primer gobierno cercano a la izquierda, serán los materiales con los que se construya el éxito mañana. Reitero una vez más, que el Partido jamás apostará por el golpe de Estado en marcha, mediante sus intentos de vacancia, suspensión o inhabilitación.

La juventud del Partido me preguntaba: ¿cómo persistir de este lado, si nada bueno se está haciendo?, justamente ahí está el reto, se trata de utilizar la crítica como medio para plantearle al Gobierno qué es lo que deberíamos hacer a nuestra modesta opinión; persistir en el anuncio de la nueva Constitución mediante una Asamblea Constituyente; en renegociar los contratos ley y los que no lo son; en solicitar se cobre las sobreganancias mineras, gasíferas y petroleras; en recuperar la administración soberana de nuestros recursos naturales; en desmontar el neoliberalismo empoderado por sus monopolios; en la gratuidad y calidad de los servicios de salud y educación; en la nacionalización de nuestras empresas, por táctica o estrategia, para defender la revolución; entre otras tareas.

¿Qué se necesita para que el Estado sea fuerte y ponga las reglas de un nuevo contrato social?, según García Linera, implica que tenga el 30% del PBI estatal como mínimo; pero, ¿cómo llegar al 30% o más? Recuperando nuestros recursos y nuestras empresas estratégicas, basta eso. Si hay oposición a las nuevas reglas, entonces tendremos que renegociar a partir de sus delitos tributarios, ambientales y laborales, que en realidad son muchos, pues debemos saber que el Estado tiene múltiples mecanismos, nadie escapa al control ni a la dependencia del Estado, ni el capitalista más próspero en el mundo.

La feroz persecución al Partido dejó como saldo una hiperjudicialización a sus dirigentes y autoridades; allanamientos a nuestros locales partidarios y a una veintena de domicilios de militantes; tres dirigentes nacionales con prisión preventiva injusta; cerca de una decena de dirigentes con comparecencia restrictiva; incautaciones de bienes y cuentas del Partido y de sus dirigentes; bloqueos en el sistema financiero; infundadas acusaciones por terrorismo y el infaltable espectáculo mediático para desprestigio de los mismos.

Si observamos dialécticamente, las tácticas del enemigo han ido cambiando diametralmente, en las décadas del 70, 80 y 90, todo ajuste de cuentas del imperialismo con los líderes, partidos y organizaciones del pueblo, eran mediante el secuestro, la tortura y la ejecución extrajudicial, con el claro objetivo militar de la eliminación física y política del oponente.

Al día de hoy, por el contrario, todo es a base de ejecución intrajudicial, mediante prisiones preventivas, inhabilitaciones políticas, muerte civil, uso de métodos jurídicos como arma de guerra no convencional y falsos positivos judiciales, pero siempre con el mismo objetivo militar de lograr la eliminación civil y política del oponente.

Si el gobierno cae por la acción golpista de la derecha y la izquierda caviar, se incrementará la persecución contra el Partido y debemos prepararnos para la resistencia, pero no necesariamente para reponer al estado anterior de las cosas, sino para avanzar a la Constituyente donde el pueblo tenga todo el poder de estructurar el nuevo Estado a imagen y semejanza de los intereses de las mayorías desposeídas y discriminadas hasta ahora.

Estos golpes de Estado son empresas conspirativas de minorías poderosas, pero necesitan que alguien les habilite un respaldo social, por la razón o por la fuerza, que tradicionalmente fueron los militares, pero eso ha cambiado en el tiempo, sustituyéndolos por cinco elementos que actúan integradamente: los órganos de justicia, los medios de comunicación dominantes, los servicios de inteligencia estatal, el poder empresarial y el poder financiero. Estos crearán todo un espectáculo con noticias falsas, desprestigiando al adversario político, buscando ganar la opinión pública de rechazo al Gobierno, generalmente acusado de corrupción, para derrocarlo. Esta es la persecución macartista que hoy se vive en el Perú, contra todo lo que sea o parezca de izquierda.

Con frecuencia se anuncia el fracaso del neoliberalismo en el país, pero, ¿por qué no termina de desaparecer? Porque no hemos presentado una propuesta alternativa seria, razón por la que debemos difundir con más fuerza nuestra propuesta denominada Economía Popular Con Mercados, digámoslo con toda la propiedad, no somos enemigos del mercado, porque el mercado es un legado de la humanidad, existió en todos los modos de producción desde su forma más incipiente con el trueque en el comunismo primitivo, el esclavismo, el feudalismo, el capitalismo hasta el socialismo, no es un invento, patrimonio, ni exclusividad del capitalismo. La diferencia radica en preguntarse ¿al servicio de quién está el mercado? Si es al servicio de la oligarquía o al servicio del pueblo.

Razones vitales para que el Partido articule con nuestra propia clase que se presenta en diversas formas no sindicalizadas, no agremiadas y no partidarizadas, difunda sus ideas, para lo cual volveremos a imprimir nuestro Órgano Oficial Perú Libre, el Ideario y el Programa Económico, orientado a la educación y difusión ideológica, política y programática.

Existe un fenómeno que se repite siempre en el mundo y es que, para que la izquierda llegue al poder debe precederse de una crisis económico social, nunca la izquierda gana tras etapas de bonanza, salvo tras su continuidad, comportándose como un elemento regulador, pero a la vez revolucionario. En tal sentido, debemos deducir que, mientras exista crisis en nuestra sociedad, como existe hoy, la necesidad de una real izquierda es latente, necesaria, imperiosa e irrenunciable, debiendo recordar a nuestra militancia que el Partido es un instrumento político del pueblo, cuya defensa empieza respetando sus instancias.

En este XIV Aniversario del Partido, no puedo dejar de nombrar a su verdadero inspirador y fundador, al líder estudiantil, al líder sindical del magisterio, al maestro universitario, al intelectual del pueblo, a Jaime Cerrón Palomino, vivo en nuestras luchas, presente en nuestra resistencia, y prueba de que no lo han matado, es el actual estado de las cosas, a donde hemos llegado, una brega difícil, pero cierta hacia la victoria.

¡Viva el XIV Aniversario del Partido Político Nacional Perú Libre!¡Viva el socialismo peruano, sin calco ni copia!

Lima, 13 de agosto de 2022

Vladimir Cerrón Rojas

Secretario General Nacional

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DISCURSO

Discurso de Vladimir Cerrón en el Congreso Nacional de Perú Libre 2021 con motivo del triunfo electoral nacional

JULIO 2021. Discurso pronunciado por el Secretario General Nacional del Partido Político Nacional Perú Libre, con motivo del Congreso Nacional 2021, inmediatamente después de haber ganado las elecciones nacionales, donde se hace un balance de los factores que llevaron al triunfo de Pedro Castillo de la mano del Partido. Voz: Enrique Sánchez Crédito: Enrique Sánchez

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DISCURSO

Discurso del Dr. Rodolfo Cerrón-Palomino en la condecoración Honoris Causa

Texto ligeramente modificado del discurso de orden leído por el autor en ocasión de la recepción del grado de Doctor Honoris Causa que le fuera otorgado por la UNCP en sesión solemne del Consejo Universitario, presidida por el señor Rector Dr. Moisés Vásquez Caicedo, llevada a cabo el 17 de setiembre de 2019 en la sala Javier Pulgar Vidal del recinto de la ciudad universitaria. El texto debe ser tomado como una suerte de sencillo tributo intelectual a la casa de estudios, a su cuerpo regente y administrativo, a sus docentes y alumnos que la integran.

LENGUA, SOCIEDAD E HISTORIA EN EL VALLE DEL MANTARO:TESTIMONIO PERSONAL

Rodolfo Cerrón-Palomino

Pontificia Universidad Católica del Perú

Propósito. Siguiendo la tradición protocolar en ceremonias como la presente, es altamente honroso para mí dirigirme a tan benévola audiencia mediante la lectura del texto que he preparado para esta magna ocasión. Mi alocución constará de tres partes: en la primera, ofreceré un esbozo sobre mi trayectoria académica; en la segunda, que a su vez tendrá tres secciones, trataré de demostrar cómo la disciplina lingüística puede ayudar a comprender y esclarecer Mejor algunos de los problemas sociales, culturales e históricos que aquejan a nuestra sociedad. Con la venia de la máxima autoridad de esta casa de estudios, nada más oportuno que iniciar el primer tramo de mi disertación, el de mi periplo académico, recordando aquel dictum gorkiano, que aprendí de mis lecturas moceriles, cuando el novelista ruso señala que quien habla de sí mismo, miente siempre, en la desgracia, para despertar simpatías y adhesión; en la bonanza, para alimentar el ego y suscitar envidias. Procuraré, pues, ser lo más objetivo y modesto posible en los juicios y apreciaciones que siguen.

1. Profesión de fe. Pues bien, quien les habla nació en el distrito, por entonces huancaíno, de Santiago de León de Chongos, justamente al frente de esta ciudad, en la banda opuesta del Mantaro. El nombre nativo de mi pueblo debía hacer alusión a los CHUNKU, un grupo étnico (de “nación propia”) del valle del Mantaro, distinto de la etnia huanca propiamente dicha, pero integrado dentro de la parcialidad de Hanan-Huanca por TupaInca Yupanqui. Así parece desprenderse de una carta del cabildo de “los choncos de la provincia de xauxa”, escrita el 8 de enero de 1566, dirigida nada menos que al rey de España, y firmada “en el balle de los choncos y de los rreynos del Peru”, por los alcaldes Felipe Yaroconias (o sea /yaru kunya-ş/ “Yaru el Tonante”) y Antonio Yaru, “caçiques et principales de la naçion llamada chongos”, dada a conocer y transcrita por el joven historiador José Carlos de la Puente (2016). Allí nacimos, a principios de la década del 40, en el seno de una familia conocida, algo venida a menos por cuestiones típicas derivadas de la lucha por la tierra en la génesis y formación de los pequeños latifundios de la región. Estudié la primaria en el Colegio Pre-vocacional de Varones N° 516, con compañeros de clase mayormente bilingües quechua-castellano, que en las horas de recreo se sentían más cómodos con el quechua, con exclusión y hasta marginación de los pocos privilegiados que nos manejábamos solo en castellano. De toda esa etapa formativaguardo un recuerdo indeleble de las enseñanzas, en el sexto año de primaria, de mi profesor Isaac Retamozo Galván, natural de Vilca, pero afincado en Chongos. Don Isaac no era simple profesor normalista, pues tenía formación universitaria incompleta, interrumpida por la clausura de San Marcos en la época de Sánchez Cerro. Sus enseñanzas eran verdaderas cátedras y no solo en el aula sino también fuera de ella. Juzgando en frío, hoy puedo sostener que habría querido contar con profesores de esa talla en Santa Isabel. En esos tiempos no había colegio secundario en los pueblos del valle y entonces había que “pasar a Huancayo”, como se decía, para proseguir los estudios respectivos, y así lo hicimos quienes procedíamos de familias que podían solventar los gastos. La secundaria la hicimos en el antiguo colegio de Santa Isabel, que el año 1952 pasó a ser Gran Unidad Escolar, y nuestro ingreso a dicho centro coincidió, al año siguiente, con el traslado a su flamante local de Pichcos, que nos tocó inaugurar. Allí estudiamos quienes éramos marginados por los citadinos y por los naturales de los distritos de la margen izquierda del valle: allí, en los salones de clase, profesores y alumnos se burlaban de los alumnos de la banda derecha del Mantaro, y nombres de algunos distritos como Chupaca y Sicaya se habían erigido en motes, distorsionados groseramente como “Chopaca” o “Secaya”, en medio de la mofa general del resto del salón. Tuve la suerte, si así puede decirse, de que el nombre de mi pueblo no era ni siquiera conocido, ya que habían sido contados, desde su fundación, los alumnos que me habían precedido en dicho colegio, incluyendo a mi padre. Pero había una estrategia para salvar el estigma, y era que uno podíamimetizarse, ya sea entre los citadinos, ya entre los alumnos de la margen izquierda. Y así tuve compañeros que solo más tarde, ya profesionales, descubrimos que eran de Chongos Bajo, como en mi caso, o de Sicaya, como en el caso de Roberto Arroyo, conocido científico social de origen sicaíno. De mis profesores huancaínos no guardo, lamentablemente, ningún recuerdo especial, apenas quizás de dos o tres de ellos, uno de Geografía, otro de Economía Política, y un tercero de Filosofía. La mayoría practicaba y alentaba el culto de la memorización: cuanto más memorioso y paporretero era el alumno, mejor; no había, de parte de ellos, ejercicios reflexivos o críticos, menos racionalizaciones propias, improvisadas y no sacadas de los libros. ¡Qué diferencia con mi profesor Retamozo! Y así, la secundaria fue para mí una experiencia, juzgada a posteriori, bastante infructuosa y estéril. Me temo que así funcionaba el sistema educativo nacional en su conjunto, en el que toda reflexión crítica, todo análisis conceptual, estaban vedados. De esta manera, los estudiantes secundarios formábamos legiones de “chancones” que, bien abrigados, salíamos en la madrugada, libro o cuaderno en manos, paseándonos por los senderos de la gran alameda de eucaliptos que presidía el cementerio de la ciudad, tratando de memorizar apuntes y lecturas al pie de la letra, para satisfacción yengolosinamiento de nuestros profesores. Pero también en el colegio aprendimos el arte del plagio, gastando horas en preparar cartuchos de hojas en las que se transcribían las posibles preguntas de los exámenes, de las que se copiaban burlando la atención del maestro. En materia de Literatura no nos hicieron leer ni a Vallejo ni a Arguedas, con haber estado vinculado este último al colegio. Y si no fuera por la pequeña biblioteca de unos tíos míos y de la de mis amigos huancaínos Lagos, nuestra formación cultural y humanística tocaba las lindes de la barbarie, miradas las cosas desde el punto de vista occidental, se entiende. Y así, con semejante formación precaria, viajamos a la capital, en prosecución de nuestros estudios universitarios. Ingresamos en la Universidad de San Marcos el año de 1960, precisamente el mismo en el que empezó a funcionar esta honorable casa de estudios. San Marcos fue para nosotros el generoso espacio acogedor en el que pudimos sentir, por primera vez en nuestra experiencia provinciana de estudiante, un extraordinario ambiente de liberación espiritual e intelectual, desprejuiciada, de aprendizaje concienzudo y racional, superando de una vez por todas la práctica de la memorización de los contenidos que aún arrastrábamos de la secundaria. Oír las clases de connotadas autoridades del saber, de ilustres estudiosos e investigadores, muchos de ellos de nivel internacional, que hacían ciencia y arte, alentando el trabajo académico y señalando derroteros de investigación entre sus alumnos, ciertamente fue una revelación estupenda para nuestra alma provinciana y sedienta de aprendizaje. Tras los dos años de Cultura General, y habiéndonos lanzado prácticamente al vacío para estudiar únicamente la carrera de Letras, especialidad nada pragmática ni menos utilitarista, elegida hasta entonces solo por gente de solvencia económica y “bien nacida”, fuimos abriéndonos el camino a punta de lectura y estudio, y, para sorpresa creciente nuestra, con aprobación de nuestros profesores, quienes no vacilaron en incorporarnos en sus cenáculos y conversatorios, más aun habiendo descubierto en nosotros, desde las primeras clases, una verdadera vocación lingüística que, de paso sea dicho, acabó con nuestros escarceos literarios que ya habíamos dado a conocer entre profesores y camaradas de mis estudios previos de cultura general. Y así fue como, sin saber exactamente en qué consistían la Lingüística y la Filología, me inicié en estas disciplinas y, no sin sorpresa mía, devine en especialista en ellas. Mientras ello ocurría en San Marcos, esta Universidad también, en el plano socio-cultural y académico, se constituía en un verdadero crisol en el que podían fundirse las aspiraciones de la numerosa población estudiantil que, imposibilitada de cursar sus estudios superiores en la capital, podía ahora acceder al nivel de formación académica hasta entonces vedado. La creación de este recinto académico significó, por lo menos en su etapa inicial de funcionamiento, la cancelación de los prejuicios citadinos y discriminadores para con los pobladores de la margen derecha del Mantaro, que pronto lograron alinearse con los de la banda izquierda, en pie de igualdad social y económica: no más, desde entonces, los apodos toponímicos que los “emponchados de la banda derecha” tenían como estigmas marcados en la frente. Fueron muchos los profesores iniciales de esta universidad que lucharon y combatieron la ideología pequeño-burguesa de la superioridad de la capital frente a los pueblos del Valle. Uno de ellos fue nada menos don Javier Pulgar Vidal, fundador de esta casa de estudios, y en cuyo recinto, que honra su memoria, me dirijo a esta venerable audiencia. No tuve la suerte de ser alumno de don Javier cuando reingresó a SM, pero siempre admiré su extraordinaria preocupación por la suerte de nuestros topónimos locales, fichándolos celosamente, para cuyo estudio e interpretación, sin embargo, no estaba preparado, como hombre de su tiempo que fue. Para terminar con este punto, resta que digamos algunas palabras sobre nuestra adscripción a la Universidad Católica. Capturada por Sendero Luminoso en la década del 90 e intervenida luego por el ingeniero Fujimori, se perdió el espacio de reflexión y de convivencia conceptual e ideológica que era SM. El gobierno dictatorial introdujo mejoras materiales en el recinto académico, pero el nivel de las cátedras y la calidad de los profesores empezaron a fallar sensiblemente, por lo menos en el campo de las Humanidades. Luego de jubilarnos de esa casa de estudios en 1991, anduvimos peregrinando en distintos lugares, tanto nacionales como extranjeros, difundiendo nuestra disciplina no ya en el país, sino en otros espacios académicos, especialmente andinos, cuyas realidades lingüísticas comencé a estudiar e investigar. Finalmente, tras dicho periplo, anclamos en la PUCP, no sin vencer nuestras propias reticencias respecto del “abandono” de nuestra alma mater. En todo ese lapso, sin embargo, la sociedad peruana fue recomponiéndose social y económicamente, y, en consecuencia, la población universitaria también. Quiero decir que la PUCP es ahora, comunitaria y académicamente, lo que SM fue cuando me tocó ser estudiante. Para hablar solo de la lingüística, los tipos de problemas que antes eran abordados solo en SM, hoy día lo son también, y con mejor calidad y experticia, en la vieja casa de estudios de la PUCP, donde por lo menos hasta las postrimerías del siglo pasado campeaba aún el espíritu hispanizante de Riva Agüero. La lingüística al servicio de la sociedad. Tras haberme dispensado ofrecer un somero recuento acerca de mi formación como especialista en el área de la lingüística andina, séame permitido ahora tratar de explicar y justificar de qué manera una especialidad, considerada árida y difícil por los practicantes de las otras disciplinas sociales, no lo es en verdad, y, por el contrario, se presta, fuera del marco estrecho de su propia tecnicidad, a facilitar el conocimiento de la realidad en la que vivimos inmersos, ayudándonos a comprender su complejidad, y eventualmente a resolver problemas propios de nuestra cotidianeidad, tanto en el nivel individual, como en el societario, así en nuestra circunstancia presente como en el devenir de nuestra historia. En prueba de ello, quisiera referirme en esta magna ocasión, a tres aspectos puntuales que buscan demostrar de qué manera la lingüística, que no solo ha sido concebida para refugiarse en una torre de marfil (y hay, dentro de la disciplina, practicantes de este tipo de orientación eminentemente gimnástica) puede ser puesta al servicio de la sociedad. Los aspectos a los que nos referiremos tocan directamente a nuestra realidad andina, y local más precisamente, siendo el primero de carácter sociolingüístico, el segundo de naturaleza dialectológica, y el tercero de orden socio-histórico e identitario. En las secciones siguientes de mi disertación me dedicaré a elaborar sobre tales puntos. La motosidad. Pues bien, en relación con el primer asunto, el de carácter sociolingüístico, quisiera llamar la atención sobre un aspecto álgido y delicado, que llega a tocar las fibras más íntimas de la personalidad humana: el problema que enfrenta el bilingüe quechua-castellano (o el aimara-castellano, en el altiplano) en toda el área andina. Me refiero al asunto de la “motosidad”, o del hablar “mote con cancha”, como graciosa, pero prejuiciosamente, se lo ha llegado a estereotipar en nuestras sociedades andinas. Un fenómeno que, cuando se lo examina y analiza fríamente, libre de prejuicios y de preconcepciones, resulta natural y espontáneo allí donde entran en contacto pueblos de lenguas distintas, ya que los sistemas lingüísticos que adquirimos en el hogar y en el seno de la sociedad donde nacemos modelan y tipifican nuestros hábitos articulatorios y nuestros esquemas morfo-semánticos, de tal modo que, enfrentados a situaciones ajenas a la propia experiencia vital, nos sentimos imposibilitados de adecuarnos a otra experiencia idiomática, totalmente novedosa, o peor aún, socio-culturalmente inasible yen ciertos casos vedada. Sin embargo, en el contexto de la sociedad colonial andina, de naturaleza estamental, y en el de la república aristocrática sucedánea cuyo bicentenario estamos a punto de celebrar, el fenómeno natural de la interferencia lingüística asume fuertes connotaciones discriminatorias, al margen de su naturaleza normal y esperable, para disfrazarse de argumentos no solo de orden étnico-racista sino también intelectivo y facultativo. Según esta actitud distorsionada de una realidad normal y espontánea (lo anormal sería que no tuviéramos tropiezos en el aprendizaje de una segunda lengua), los problemas fonéticos (confusión de las vocales /i, e/ y /u, o/) y gramaticales (las discordancias de género y número) que enfrenta el quechua-hablante al aprender el castellano se deberían a su natural incapacidad intelectual, a sus prácticas culturales silvestres y a los efectos de su embrutecimiento por el consumo de la coca y del aguardiente, entre otras debilidades supuestamente congéneres y hereditarias. Elevada dicha actitud a la condición de estereotipo por los grupos de poder establecidos y por el sistema educativo normativo imperante, de él no se han librado ni los próceres y fundadores de nuestras repúblicas, como fue el caso del presidente de la Confederación Perú-boliviana, el mariscal don Andrés de Santa Cruz, por el hecho de haber nacido en el Cuzco y de haber tenido como madre a una potentada cacica aimara. Basta con leer las redondillas que le endilga el aristócrata Felipe Pardo de Aliaga (“¿porqui boscas la Pirú?”, etc.), cuando regresa de España al Perú ya emancipado, tras haber huido allá en plena lucha emancipatoria, para hacerse cargo de las profundas e irrestañables pullas lanzadas contra el ilustre patriota. Estamos hablando del mismo estigma del que son víctimas quienes aprenden el castellano en una realidad social y cultural hondamente fracturada como la sociedad peruana y andina en su conjunto, en medio de una atmósfera de violencia y de discriminación, alentada incluso por nuestros medios de comunicación masiva. Sobra señalar que esta violencia idiomática fue, y seguramente sigue siendo, una práctica corriente en las escuelas y colegios de nuestro medio, aquí en el Valle del Mantaro, con profesores normalistas traumatizados por haber sufrido semejante humillación y desprecio. Hay que recordar que esto mismo ocurría aquí en esta universidad, fundada como comunal, que tuvo la virtud de abrir sus puertas a los “cholos emponchados de la banda derecha”, como diría un profesor de la región. Y quienes ejercían de verdugos eran gente venida de la capital que, sin entender el problema en su verdadera raíz, recurrían a la mofa y a la sátira de sus propios alumnos, ridiculizándolos y ejerciendo con fruición su rol estigmatizador (como cierto profesor de triste recordación, que se jubiló en esta universidad sin haber escrito un párrafo sobre la realidad lingüística de la región). Lo denunciamos muchas veces aquí en Huancayo, en conferencias y en publicaciones que luego trascendieron las fronteras del país y se instalaron en todos los pueblos andinos (cf. Cerrón-Palomino 1975). Y así, cuando se nos acercaron espontáneamente universitarios bolivianos para agradecernos por haber salido en defensa de los “motosos” del Ande, advertimos por primera vez de qué manera el trabajo lingüístico, más allá de sus tecnicismos, puede ser verdaderamente liberador, proyectándose sobre una sociedad discriminadora, erigida sobre la base de un conjunto de prejuicios y malentendidos. Para terminar con este punto, me limitaré a dar un solo ejemplo: los últimos hablantes de la lengua uro, con quienes trabajé por más de diez años en las mesetas de Oruro, manejan una lengua que tiene cinco vocales, como la castellana, de manera que cuando aprenden esta lengua no tienen ningún problema de “motosidad”.Los problemas surgen cuando una lengua, como la quechua o la aimara, solo tienen tres vocales, frente al castellano penta-vocálico. De allí que, en nuestro caso, cuando aprendemos inglés o francés, o cualquier otro idioma occidental, “motoseemos” inevitablemente, pues estas lenguas poseen más vocales que la castellana. El asunto de los problemas de aprendizaje de una segunda lengua es, pues, universal, y de ellos no se libra nadie; y conste que, en estos menesteres, no juega ningún rol la inteligencia y sí la pura habilidad de los dotados lingüísticamente. Dialectología quechua. El segundo tópico anunciado que abordaremos es el de la dialectología quechua de la región, más específicamente de la del Valle del Mantaro. Apenas estudiada por primera vez solo en la primera quincena del siglo pasado, como ocurrió con las demás variedades centrales y sureñas no cuzqueñas del quechua, la variedad huanca permaneció completamente invisibilizada y librada a su suerte en labios de sus hablantes desde los tiempos de la colonia, debido a la entronización del dialecto cuzqueño como la lengua quechua por excelencia. De allí que debemos celebrar el punto de quiebre que significó la aparición de los trabajos lexicográficos y gramaticales del franciscano huancaíno José María Francisco Ráez, quien en 1905 y 1915 respectivamente, publicó los vocabularios y las gramáticas del quechua-huanca y del ayacuchano. Por primera vez en la historia de los dialectos quechuas contábamos con tales materiales propios de dialectos hasta entonces ignorados y soslayados por los estudiosos nacionales y extranjeros, todos ellos imbuidos de la idea de que el único y verdadero quechua era el cuzqueño, y que las demás variedades no pasaban de ser merasbastardizaciones del quechua primordial que supuestamente hablaban los incas. No obstante, el intento por romper con dicha tradición por parte del Colegio de Propaganda Fide del Perú, de cuya colegiatura formaba parte activa el padre Ráez, dicha valoración desigual respecto de los dialectos quechuas permanecerá intacta hasta la segunda mitad del siglo pasado no solo como parte de la cultura ilustrada de la época sino incluso en los medios académicos más exigentes. Las cosas cambiarían rotundamente con la instauración del Departamento de Lingüística en la Universidad de San Marcos, de cuya primera generación de estudiantes formamos parte afortunadamente. Allí, en nuestras clases de lingüística y dialectología quechuas, asistimos a lo que vendría a ser una auténtica revolución mental en la materia, un verdadero cambio de paradigmas conceptuales, gracias a las enseñanzas de nuestros profesores, el norteamericano GaryParker, procedente de la Universidad de Cornell, y el peruano Alfredo Torero, que acababa de llegar de la Sorbona de Francia. De ellos aprendimos algunos conceptos básicos referidos a la historia y evolución de los dialectos quechuas que permanecen incuestionables hasta la fecha, como verdades inconcusas: (a) que el quechua no se originó en el Cuzco; (b) que el quechua es una familia lingüística (como lo es la familia románica en Europa); (c) que el cuzqueño es apenas uno de los dialectos de esta familia lingüística; (d) que las variedades del quechua central son mucho más conservadoras y ricas que el propio dialecto cuzqueño; y (e) que para conocer el origen y la evolución del quechua en su conjunto, hay que apoyarnos en la información proporcionada por las variedades centrales y no por la cuzqueña, como eran la creencia y la práctica tradicionales. Había, pues, que estudiar estas variedades centrales de la familia, postergadas y menospreciadas hasta entonces desde los tiempos de la colonia, incluso por sus propios hablantes. El reto para comenzar a volcar la mirada sobre ellas estaba en nuestras manos, revalorando el quechua-huanca que, hasta entonces, siguiendo la vieja tradición, lo teníamos subordinado al quechua sureño, influido por nuestras lecturas del Inca Garcilaso y, posteriormente, por los escritos de Arguedas. Y así, como huancaíno, conocedor pasivo del dialecto quechua local, mas no hablante del mismo, decidimos hacer de nuestros conocimientos aún elementales de la lingüística analítica y descriptiva aprendida en clase, una herramienta que nos ayudara en el estudio sistemático de la variedad local. Pronto descubrimos la autenticidad de los trabajos del padre Ráez, a la parque detectamos los errores en los textos quechuas recogidos por Farfán en la década del 50; pero también advertimos con desencanto las colecciones de canciones, textos y narrativas supuestamente huancas, registrados por D’Harcourt (1925), Farfán (1948), Arguedas (1953), Quijada Jara (1957), y otros autores, aparentes cultores del quechua local, proclives a mezclar el quechua-huanca con el sureño, incapaces de separar ambos dialectos, por simple desconocimiento de sus estructuras lingüísticas subyacentes. Desde entonces se ha venido perpetrando este tipo de vejaciones en contra de la personalidad idiomática genuina del quechua-huanca. Práctica, dicho sea de paso, que persiste en nuestro medio, huérfano de estudiosos serios que tengan conocimientos dialectales y lingüísticos básicos de la región. Había, pues, que emprender un trabajo dialectológico de campo, que permitiera conocer la variedad idiomática directamente, en el terreno y en boca de sus hablantes, de pueblo en pueblo, recorriendo todo el valle y ascendiendo a los poblados alto-andinos. Es lo que hicimos en más de dos oportunidades en la década del 70 y del 80, sin contar las visitas esporádicas al campo, ya sea en busca de mayores precisiones, ya sea llenando vacíos que las visitas previas no permitieron cubrir. Solo así fue posible conocer la realidad dialectal del quechua del Valle, apenas entrevista por el padre Ráez y por el propio Torero, y confusamente ejemplificada por el cuzqueño Farfán. Como resultado de nuestras faenas de campo pudimos no solo ofrecer un vocabulario y una gramática que abarcara todas las manifestaciones locales de la variedad hablada en el Valle (cf. Cerrón-Palomino 1976a, 1976b) sino, de manera no menos importante, divisar en ella tres subdialectos claramente distinguibles en base a isoglosas lingüísticas territorialmente definidas, y lo que es más, correlacionables con el antiguo linderamiento incaico de las provincias tripartitas del Valle: Xauxa-huanca, Lulin-huanca y Hanan-huanca, que más tarde, ya en época republicana, se constituirían en las tres provincias respectivas del Valle: Jauja, Concepción y Huancayo. Esta realidad, de corte histórico-dialectal, trasladada a un mapa, fue posible gracias al trabajo de campo emprendido por quien les habla cuando aún no se vaticinaba el surgimiento de una nueva provincia, la de Chupaca, que dialectalmente, después de todo, no se distingue de Huancayo (cf. Cerrón-Palomino 1989). Tampoco se sospechaba entonces, aun cuando las evidencias parecían insinuarse, del desplazamiento acelerado de la lengua nativa en todo el valle para refugiarse en las zonas alto-andinas y en las estribaciones de los Andes orientales. Con todo, el conocimiento de esta realidad y de las potencialidades de su revitalización o la inevitabilidad de su camino hacia su extinción, solo pueden juzgarse dentro del contexto sociopolítico, cultural y educativo en el que se enmarca el fenómeno lingüístico, que no puede comprenderse a cabalidad en tanto se desconozca o se malentienda, irreflexivamente, la naturaleza orgánica y las propiedades del dialecto involucrado. Prehistoria local. Finalmente, ha llegado el momento de referirnos al tercer asunto anunciado, el de corte histórico-cultural ligado al problema de la cuestión de la nacionalidad huanca, de la que tanto se habla y pregona. En este punto habrá que reconocer que la persona que, por primera vez en el medio académico local trató dela existencia de una “nación huanca” debidamente consolidada en épocas preincaicas fue nada menos que el historiador Waldemar Espinoza Soriano, profesor y autoridad universitaria que fuera de este magno recinto que ahora nos acoge. Pues bien, según este historiador cajamarquino, a la caída del imperio Huari (alrededor del siglo X) y el surgimiento del período arqueológico consiguiente, conocido como el de los “Desarrollos Regionales”, el Valle del Mantaro estaba poblado por lo menos por unos setenta aillus o etnias (cf. Espinoza Soriano 1974: cap. I, 28), entre los cuales estaban los tunan-malcas, los xauxas, los malca-uillcas, los llacssa-pallangas y los chuncus.Tales pueblos, según mi propia interpretación, habrían sido de habla originaria aimara, en proceso de quechuización, como lo prueban no solo la toponimia y la antroponimia, sino también el mismo quechua huanca, que se configura como tal con influencia notoria de aquella lengua en su pronunciación, en su léxico y en su gramática. Según la conocida tesis del historiador Espinoza Soriano tales etnias habrían logrado unificarse, formando una “nación” denominada huanca. Ante la festinación grotesca de la escritura y pronunciación de los nombres étnicos y toponímicos de la región por parte de nuestros historiadores, tanto locales como nacionales, optamos aquí por rescatar, previo conocimiento de la variedad local del quechua, a partir de su evolución del proto-quechua, la forma genuina de tales nombres, de otro modo cuzqueñizados a fortiori (se habla, por ejemplo, de los centros poblados, como llactas en lugar de malcas) o castellanizados asistemáticamente. ¿En qué se basa Espinoza para apoyar su hipótesis?

Fuera de inferencias puramente especulativas, creemos que simplemente no hay bases empíricas, por el lado histórico, que respalden dicho supuesto. La evidencia lingüística, sin embargo, como siempre ignorada en los trabajos de los historiadores y arqueólogos, contradice dicha postulación, desde el momento en que la variedad huanca presenta, como lo hemos demostrado ampliamente (cf., por ejemplo, Cerrón-Palomino 1989), dos dialectos claramente distintos en pronunciación, léxico y gramática: el Ñuha-huanca y el Yaha-huanca. Tales variedades se corresponden territorialmente, con superposiciones que no sorprenden, a las provincias de Jauja, por un lado, y a las de Concepción, Chupaca y Huancayo, por el otro. Obviamente, una nación unificada habría podido superar la brecha dialectal en aras de una unidad idiomática, eliminando los resquebrajamientos propios de sociedades semiautónomas. De hecho, el cronista Pedro Pizarro, testigo presencial de la conquista del Valle, parece corroborar dicha dicotomía identitaria, en el plano cultural y simbólico, al hacernos saber que los “xauxas traen unas faxas coloradas alrededor de las caueças, de anchor de una mano; los guancas las traen negras” (cf. Pizarro [1571] 1978: cap. 13, 75).Nótese cómo el cronista separa a xauxas de huancas, contradiciendo lo señalado por Cieza de León, quien sostenía que todos los pueblos del Valle “tenían y tienen por nombre los Guancas” (cf. Cieza de León [1553] 1984: cap. lxxxiii, p. 242).4 La contradicción podría salvarse, sin embargo, si asumimos que el cronista soldado se está refiriendo a una realidad más bien incaica o incaizada y no preincaica. Y es que la conquista de los incas habría modificado el sistema sociopolítico y económico del Valle del Mantaro, no solo subsumiendo las diversas etnias en tres grandes parcialidades e introduciendo mitmas de varia procedencia, sino también habrían ido fomentando una proto-identidad huanca, cuya situación abortada por la conquista no parece haberse consumado nunca. Por lo demás, el solo hecho de que en 1566 las autoridades del cabildo de Chongos se identificaran como miembros de “la naçion llamada chongos”, echa por tierra esa “unidad” étnica que habrían conseguido los aillus del Valle del Mantaro en época preincaica. Somos conscientes, ciertamente, de que el concepto de “nación” empleado por los cronistas de los siglos XVI y XVII no corresponde al que entendemos como tal ahora, como producto de su acuñamiento romántico europeo en el siglo XIX. Lo que queda claro, sin embargo, y gracias a la evidencia lingüística, es que la llamada “nación huanca” nunca existió, persistiendo en cambio hasta nuestros días esa adscripción identitaria excluyente entre “xauxas” y “huancas”, cuya filiación persiste en el imaginario colectivo del poblador del Valle, y que, en determinadas circunstancias, aflora a la superficie, creando problemas políticos y sociales que entorpecen, frustran o dilatan los programas de desarrollo de las autoridades regionales (como en el caso del proyectado aeropuerto internacional en las pampas de Sicaya).Epílogo. Pues bien, llegados a este punto de nuestra intervención, solo esperamos haber cumplido con nuestro cometido inicial de llamar la atención sobre las potencialidades de la lingüística y de la filología empleadas como herramientas de análisis y reflexión sobre nuestra realidad histórico-cultural y societal andina. Renovamos nuestro agradecimiento al Consejo Universitario de esta casa de estudios, en la persona de su ilustre rector, por habernos concedido el máximo galardón de reconocimiento de nuestra labor académica e investigatoria a lo largo de todos estos años en que, no obstante haber abandonado por algún tiempo la realidad de la patria chica, para dirigir nuestra atención reflexiva a otras realidades y espacios andinos, igualmente importantes para conocer mejor la nuestra, hemos regresado, cual hijo pródigo, a la patria local que nos viera nacer con los mismos intereses de estudio e investigación. Vaya también nuestro reconocimiento a la Facultad de Antropología de esta universidad, que acogió gentilmente la solicitud de incorporarnos como miembro honorario de su plana de docentes. De igual manera, quedamos sumamente agradecidos por la labor estupenda de coordinación del personal de la Red Peruana de Universidades (RPU), tanto local, como de la PUCP, y que juntos hicieron posible la realización de esta ceremonia. De igual manera, vaya también nuestro agradecimiento a las personas amigas que, con su apoyo desprendido y generoso, nunca desmayaron en ver realizado este reconocimiento. Finalmente, no podría dejar de mencionar aquí a Jaime, hermano mayor, ausente ya de este recinto por casi tres décadas, en la persona de su hijo injustamente privado de libertad y despojado de su cargo de gobernador regional, limpiamente ganado en las justas electorales pasadas, por las artimañas del poder judicial local en manos de jueces venales y coimeros (vicsaraycos, como los llamaría Guaman Poma con fino humor). Con el final trágico de Jaime perdimos a uno de los interlocutores más cultos e inteligentes que tuvimos en esta casa de estudios, lector empedernido, educador apasionado, brillante polemista, y de prosa diáfana, como se trasluce en sus escritos y apuntes dejados truncos o a medio pergeñar. ¡Muchas gracias! Bibliografía citada

ARGUEDAS, José María1953 Cuentos mágico-realistas y canciones de fiestas tradicionales. Folklore delValle del Mantaro: provincias de Jauja y Concepción. Lima: Separata dela revista “Folklore Americano”, Año 1 (1), pp. 101-284.

CERRÓN-Palomino, Rodolfo1975 La motosidad: instrumento de opresión. En QUINTANA, Martín y Danilo Sánchez (eds.): Aportes para la enseñanza del lenguaje. Lima: Retablo de Papel Ediciones, pp. 125-165.1976a Gramática quechua: Junín-Huanca. Lima: Ministerio de Educación/Instituto de Estudios Peruanos.1976b Diccionario quechua: Junín-Huanca. Lima: Ministerio de Educación/ Instituto de Estudios Peruanos. La designación satírica citada, que se analiza en singular como /wiksa-rayku/ se correspondeexactamente en quechua-huanca con su equivalente patanlaycu, o sea /pata-n-layku/ ‘en provechode su barriga’, en este caso la de los jueces y letrados ventrales. 171989 Lengua y sociedad en el Valle del Mantaro. Lima: Instituto de EstudiosPeruanos.

CIEZA DE LEÓN, Pedro de[1553] 1984 Crónica del Perú. Primera Parte. Lima: Fondo Editorial PUCP.D’HARCOURT, Raoul y Marguerite[1925] 1990 La música de los incas y sus supervivencias. Lima: Occidental Petroleum Corporation of Peru.

ESPINOZA SORIANO, Waldemar1974. Historia del Departamento de Junín. Huancayo: Enrique Chipoco Tovar, editor. FARFÁN, José Ma. Benigno1948 Colección de textos quechuas del Perú central. Revista del Museo Nacional, Tomo XVII, pp.120-150.PIZARRO, Pedro[1571] 1978 Relación del descubrimiento y conquista del Perú. Lima: Fondo EditorialPUCP.

PUENTE LUNA, José Carlos de la2016 En lengua de indios y en lengua española: cabildos de naturales y escritura alfabética en el Perú colonial. En Izquierdo, Ana Luisa (ed.):Visiones encontradas. Desafíos metodológicos para la historia de los pueblos indígenas. México, D.F.: Universidad Nacional Autónoma de México, pp. 51-113.

QUIJADA JARA, Sergio1957 Canciones de ganado y pastores. Lima: Talleres Gráficos P.L. VillanuevaS.A.

RÁEZ, Fray Francisco María José1905 Vocabulario castellano y keshua de Ayacucho y Junín tomado delPolíglota Incaico. Lima: Tipografía del Colegio de Propaganda Fide del Perú.1917a Gramáticas en el quíchua-huanca y en el de Ayacucho. Lima: Sanmarti yCa.1917b Catecismo en quéchua huanca. Lima: Imprenta Comercial de Horacio LaRosa & Co.2018 Diccionario Huanca Quechua -castellano/ castellano-quechua. Edicióninterpretación y modernización de Rodolfo Cerrón-Palomino. Lima:Instituto Riva Agüero/ Fondo Editorial de la PUCP.

VEGA, Andrés de[1582] 1965 “La descripción que se hizo en la provincia de Xauxa por la instrucción de S. M. que a la dicha provincia se invió de molde”. En JIMÉNEZ DE LAESPADA, Marcos (ed.). Relaciones geográficas de Indias. Madrid: BAE, Ediciones Atlas, Tomo I, pp. 166-175.

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DISCURSO

Gramsci en la revolución latinoamericana contemporánea

Antonio Gramsci es el marxista de la superestructura, postuló necesario forjar una hegemonía cultural popular que conlleve a cambiar el Estado Capitalista por el Estado Socialista.

La interrogante es ¿qué tan valioso son sus aportes para una revolución social en América Latina?

Para ello recurrimos al libro “Con Gramsci en el ALBA de Nuestra América” (2016) de Luciano Vasapollo e Isabel Monal, importante compendio de ensayos de varios intelectuales rigurosamente seleccionados.

«Gramsci decía que lo más difícil de cambiar en una sociedad es la fuerza de su tradición que lo cimientan la educación oficial, la religión y los medios de comunicación, aparentemente rígido, pero que, en realidad, se transformaba continuamente. «Planteó que el dominio de una sociedad se fundamenta en la hegemonía cultural del opresor, tras lograr un consenso con la clase dominada, y que para ello el Estado tenía diversos mecanismos.

Sin hegemonía, perdería legitimidad. La hegemonía es sostener un ethos cultural que permite vivir ordenadamente, bajo un proyecto político, que consolida un sujeto comunitario. Este ethos cuando se desarrolla lo suficiente exige la creación de nuevas leyes acorde a la nueva cultura de vida, un nuevo poder. Por otro lado, Gramsci plantea que es la hegemonía cultural popular la única que puede eliminar definitivamente un modelo de Estado, sustituyéndolo por otro.

Otro aporte de Gramsci es que en las sociedades modernas el poder estatal no es el que realmente se nos presenta, eso solo es la cúpula, solo la avanzada, a esto le llamaba Estado Restringido, constituido por los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, pero, además, existe el Estado Ampliado, constituido en el sector privado por los grandes empresarios y en la población mediante organismos que se hacen llamar Sociedad Civil, actualmente dominada por ONGs, cuya misión es resguardar el núcleo duro del poder político, frenando los impulsos revolucionarios.

En 1946 nacieron estas ONG, en 1968 pasan a integrar los consejos consultivos de la ONU y se multiplican en la década del 70, asumiendo nuevas peculiaridades como su financiamiento por la casta empresarial y el tesoro público, revestidas de consultorías y en el colmo de la hipocresía se presentan como contrapuestas al Estado.

Gramsci es un seguidor y enriquecedor de Marx; no es el Gramsci que “revisa” a Marx, ni funda una nueva teoría. En realidad, el pensamiento gramsciano es la teoría marxista y leninista enriquecida. La mayor fortaleza de la izquierda latinoamericana es haber logrado un discurso antineoliberal que ha permitido varios triunfos electorales en el continente. Ahora, para defender esos triunfos, Gramsci llamaba así a formar una nueva intelectualidad orgánica que defienda la revolución recomendando que todo grupo que detente el poder debía hacerlo, si desea sobrevivir.

Finalmente, como decía Hidalgo, debemos orientarnos al proyecto económico de un “Consenso Sin Washington”.»

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DISCURSO

Discurso de Vladimir Cerrón por el XII aniversario de fundación de Perú Libre

Camaradas:

Quiero emitir un saludo virtual a toda militancia del Partido a nivel nacional e internacional y a todo el pueblo peruano en general, situación obligada por la pandemia, que hace que no pueda estrechar sus manos de manera personal como solíamos hacerlo antes en un gran ambiente de sincera camaradería.

Perú Libre cumple hoy doce años de existencia oficial y fue el primer movimiento político convertido en partido, hecho sin precedentes en la historia nacional. Es, además, la primera experiencia de fusión por absorción entre un movimiento regional y un partido nacional, no hay otro, ni habrá, según las leyes vigentes.

Perú Libre se convirtió a la luz de la historia del Perú como el primer partido nacional de izquierda de origen provinciano. Este pequeño, pero significativo esfuerzo, marca por primera vez una nueva postura en la cancha geopolítica nacional, los provincianos tenemos una voz, llevamos la bandera de la descentralización en un país secularmente centralista, pero por el otro flanco fue percibido, más que un atrevimiento andino, como una amenaza al status quo, emprendiéndose una feroz persecución judicial contra sus líderes.

Según el poder empresarial y financiero peruano, representado por sus partidos y medios, los viajes de los militantes a Cuba, Ecuador, Venezuela y Bolivia, confesaba nuestro alineamiento político con el bloque socialista latinoamericano, a esto se sumó la inclusión del Partido al Foro de Sao Paulo, pero lo que gatilló la insania político jurídica fue la casi bien lograda unidad de la izquierda peruana que iba viento en popa a finales del 2019 y que nos hubiera conducido, tras las elecciones congresales del 2020, a ser la primera fuerza parlamentaria, o en el peor de los casos, la tercera fuerza parlamentaria en el país.

Este temor de la derecha orientó fuerzas para emprender una persecución a sus principales líderes, entre ellos a quien habla y al compatriota Henry López, quienes ostentábamos los cargos de elección popular de gobernador regional de Junín y alcalde provincial de Huancayo, respectivamente, inestabilizando dos de los gobiernos más representativos, en un proceso altamente cuestionado por el pueblo, que servirá como elemento de juicio a la triste historia jurídica departamental. ¿La causa? Sentenciados por cumplir la ley, por cumplir una conciliación extrajudicial con carácter de sentencia, de título ejecutivo y de contrato cerrado vigente, sentencia que sin duda será recordada como el primer lawfare andino.

La derecha celebró este acto arbitrario porque estaban convencidos, como lo manifiesta un vocero aprista, de que la sentencia a Cerrón debía entenderse como un devastador golpe al antisistema, pues era considerado el enlace con Venezuela y los países bolivarianos. Esta circunstancia generó dudas en el frente de izquierda, donde además algunos elementos oportunistas aprovecharon para aislar al Partido, con la idea de que ellos lo podían todo, sin necesidad de aliarse con “corruptos”. Así lo hicieron, pero también así llevaron al frente al precipicio perdiendo las elecciones al no pasar la valla electoral, que sin duda alguna lo hubieran logrado con Perú Libre.

Pero algo aleccionador debemos sacar de esta crisis y es que el Partido tuvo que batallar solo, con sus propias fuerzas, en su primera experiencia electoral nacional. Perú Libre en su bastión Junín logró una votación mayoritaria que lo situó en primer lugar con más de 65,063 votos, lo que puede interpretarse como un rechazo popular a la persecución judicial y a la vez una reafirmación de la identidad política juninense. Lo más interesante viene en el conteo nacional, en el que el Partido obtuvo 502,898 votos, es decir, que la diferencia de 437,835 votos representa el crecimiento del Partido, el debut de sus nuevos líderes.

Es en esta circunstancia anteriormente mencionada, que el mundo declara que enfrentaremos la pandemia del coronavirus que a la fecha ha costado la vida a cerca de un millón de habitantes del planeta y más de veinte millones de infectados. Han favorecido a esta situación el cambio climático mundial, la aparición de nuevos agentes biológicos y la inmunosupresión del huésped, principalmente tercermundista.

Los resultados en América Latina, especialmente en el Perú, eran de esperarse, pero no de esta forma tan catastrófica. Muchos de los que han muerto no ha sido directamente a causa de la infección viral, sino también, indirectamente, por ser víctimas del sistema neoliberal imperante.

Los resultados comparativos entre los países socialistas y neoliberales latinoamericanos, demuestran de forma fehaciente que es el sistema económico social el que define el proceso salud – enfermedad de una sociedad. ¿Cómo es posible que, entre Cuba, Venezuela y Nicaragua, sumen solo 440 fallecidos y el Perú esté por encima de 48,000 muertos? ¿Cómo se explica que el Perú que tomó medidas rígidas de cuarentena esté en primer lugar de muertos por millón de habitantes en Sudamérica? Es evidente que la salud es la otra cara del modelo económico.

La pandemia evidencia aún más que el sector financiero y empresarial sigue manteniendo la filosofía de la avaricia a costas del impuesto que el Estado recauda del pueblo, no le importa si estamos en pandemia o no. Nuestra desgracia como pueblo, para ellos es una oportunidad de seguir acumulando riquezas, pese a que el Estado decidió echarse a la espalda el combate contra la plaga, el sector privado jamás quiso comprometerse hasta hoy, salvo limosnas en proporción a su incalculable poderío.

También el pueblo evidenció con más claridad la política neoliberal del saqueo del que somos víctimas a diario, mediante endeudamientos externos, intereses y comisiones bancarias, fuga de capitales, existencia de monopolios como el del oxígeno, cobros exagerados de servicios como la luz y la telefonía, etc.

El gobierno en su errada visión, cree que aumentar camas en los hospitales es la solución, que la atención secundaria terminará con la pandemia. No hay una mejor muestra del desconocimiento total respecto al manejo de la salud pública. Nuestro Partido planteó públicamente que la pandemia no se derrotaba en los hospitales, ni siquiera expropiando todas las clínicas del país, sino que se necesitaba un sistema de atención primaria masivo, gratuito, cercano y de calidad en todo el territorio nacional, es decir, en el trabajo de campo, para ello propuso inicialmente construir 3,400 consultorios vivienda de médicos de la familia en el lapso de tres meses, asegurando a 7 millones de peruanos de los sectores más vulnerables, con un costo económico de 1,020 millones de soles, monto lejano frente a los 60 mil millones de soles con que el Estado ha subsidiado, mediante Reactiva Perú, a las empresas más ricas del país que lo ostentan 17 familias.

En el plano económico la pandemia quebró muchas micro, pequeñas y medianas empresas nacionales, pero las grandes firmas fortalecieron su monopolio. Ahí terminó la falsa ilusión de los hermanos peruanos a quienes les hicieron sentir gente de derecha, “empresarios” en la refinada filosofía “emprendedora” neoliberal, para chocarse con su realidad y volver a ser guerreros de la supervivencia. Resalto esto porque a muchos de ellos en ese adoctrinamiento ideológico les enseñaron adorar el mercado y rechazar los principios de una sociedad humanista.

Por otra parte, la pandemia puso a prueba la capacidad creadora del pueblo, demostrando que era posible fabricar ventiladores mecánicos en suelo patrio, fabricar reactivos químicos para el diagnóstico del coronavirus, ingresar a la biotecnología en busca de una vacuna, fabricar oxígeno, fabricar protectores faciales, mascarillas, etc., a precios cómodos, que en tiempos de normalidad hubieran venido de Asia, Europa o Norteamérica, pasando de un estado nulo a uno incipiente en la industrialización y eso es bueno.

Así como descubrimos lo bueno, también descubrimos lo malo. Un Estado obsoleto, en crisis, represivo y persecutor con un Poder Ejecutivo que sigue apostando por los ricos; un Poder Legislativo que demostró que un cambio de Congreso no soluciona la problemática de nuestra sociedad, sino que defiende sus lobbies; un Poder Judicial que liberó a los líderes y empresarios de derecha y encarceló a los líderes y dirigentes populares de izquierda.

¿Qué hacer para terminar con esta tragedia? Cambiar la Constitución individualista, mercantilista, privatista y entreguista, por una que emane del seno popular en su propio beneficio, y en este intento tenemos que admitir la existencia de tres grupos en la sociedad peruana. Un primer grupo pequeño que ha creado y defiende la Constitución, un segundo grupo pequeño que ha leído y promueve el cambio de la Constitución y la existencia de un tercer grupo mayoritario, quizás el más importante, el que no ha leído la Constitución. Este último grupo que no ha leído su sentencia de muerte, con la ignorancia, contribuye al fortalecimiento del primero.

Para que esto no siga ocurriendo necesitamos una fuerza de ideas que contrarreste la ideología neoliberal, me refiero a la necesidad de una voz discrepante a la “normalidad”, que deba potenciarse en los lugares existentes y activarse donde no las hay. Ahora la principal tarea del Partido es educar y persuadir al pueblo de la trascendencia que significa el cambio de la Constitución para su vida presente y futura, invitándolos a un análisis crítico de la Constitución neoliberal, tarea que solo puede ser obligación de la izquierda, porque no es compromiso de la centroizquierda, menos de la centroderecha, ni de la socialdemocracia.

¿Qué necesitamos para llevarlo a cabo? Necesitamos unidad, y si no fuera posible conseguirlo, empecemos por la alianza, razón por la que Perú Libre nunca renunció a convocar a la más amplia unidad popular y sin mezquindades. Sabemos también que en pleno proceso de embriogénesis la unidad estará siempre conspirada por factores externos e internos, y de estos dos los más peligrosos son los factores internos, quizás los que definan la vitalidad o mortalidad embrionaria, razón por la que cada miembro integrante de la alianza debe llamar a la disciplina y lealtad en sus filas.

Nuestro Partido saluda todos los intentos partidarios y de organizaciones sociales que van tras el objetivo del cambio constitucional, la recuperación de nuestros recursos estratégicos y el cambio de modelo económico en beneficio de las grandes mayorías del país.

Finalmente, no puedo dejar de expresar las condolencias a los familiares y al Partido por sus miembros fallecidos en esta pandemia, donde se han perdido cuadros muy valiosos a nivel nacional, quedándonos el compromiso de honrar sus memorias haciendo realidad sus sueños de libertad, que también son los nuestros.

¡VIVA EL XII ANIVERSARIO DEL PARTIDO PERÚ LIBRE! ¡VIVA LA UNIDAD DE LAS ORGANIZACIONES POPULARES!

Lima, 13 de agosto del 2020

Dr. Vladimir Cerrón Rojas

Secretario General Nacional

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DISCURSO

Discurso de Vladimir Cerrón en la IV Ruta de la Seda y Forum de la Lucha Reducción y Erradicación de la Pobreza en la República Popular China

Discurso de Orden del Dr. Vladimir Cerrón Rojas, Gobernador Regional de Junín, en la Cuarta Ruta de la Seda y Fórum de Lucha, Reducción y Erradicación de la Pobreza, en la República Popular China.

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